Análisis Milagros Hume
Análisis Milagros Hume
Análisis Milagros Hume
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Resumen: La tesis sostenida por David Hume en su ensayo sobre los milagros,
contenida en el capítulo X de su primera Investigación, ha sido objeto continuo
de interés. Sus detractores han sostenido que el conjunto del argumento de Hume
fracasa. Tras reconstruir los dos argumentos proporcionados por Hume –argumento
a priori y argumento a posteriori– proponemos establecer una distinción entre
milagrosn (acontecimientos naturales extraordinarios) y milagrosr (acontecimientos
extraordinarios de significado religioso) para concluir que el argumento de Hume
justifica el escepticismo respecto a estos últimos. En definitiva, el argumento de Hume,
Araucaria. Revista Iberoamericana de lejos de pretender en última instancia probar la inexistencia de los milagros como
Filosofía, Política y Humanidades, vol.
20, núm. 40, 2018 un factum dentro del orden natural, tiene por objeto demarcar la distinción entre
creencias científicas y creencias religiosas como dos ámbitos que deben considerarse
Universidad de Sevilla, España de manera separada. Esta diferenciación ha contribuido de manera decisiva a
Recepción: 02 Marzo 2018 conformar la separación entre Ciencia y Religión propia de las sociedades secularizadas
Aprobación: 09 Abril 2018 contemporáneas.
Palabras clave: Milagros, empirismo, orden natural, teísmo, epistemología.
Redalyc: https://www.redalyc.org/ Abstract: David Hume’s thesis on miracles, sustained in the X chapter of his first
articulo.oa?id=28264622012
Enquiry, has been object of permanet interest. His detractors have maintained that
Hume’s whole argument fails. Aer reconstructing the two arguments provided by
Hume –a priori argument and a posteriori argument– we propose to set the distinction
between miraclesn (extraordinary natural events) and miraclesr (extraordinary events
with religious significance) to conclude that Hume’s argument justifies scepticism about
the last ones. In short, Hume’s argument, far from claiming to prove the nonexistence
of miracles as a factum within the natural order ultimately, is intended to demarcate
the distinction between scientific beliefs and religious beliefs as two realms that must
be considered separately. is differentiation has decisively contributed to shaping the
separation between Science and Religion proper to contemporary secularized societies.
Keywords: Miracles, empiricism, natural order, theism, epistemology.
El estado de la cuestión
En los últimos años los estudiosos de Hume han prestado una atención
creciente a su ensayo sobre los milagros (el capítulo X de su primera
Enquiry 3 ). El resultado no ha sido el consenso sobre cómo deba ser
interpretado, mucho menos sobre cómo haya de ser evaluado 4 . Nuestro
propósito no es zanjar esta discusión –no somos tan ingenuos– sino,
mucho más modestamente, mostrar que es posible hacer una lectura
caritativa –pero no olvidemos que el principio de caridad es una exigencia
metodológica de la honradez hermenéutica– del texto humeano, que
El argumento de Hume
Caridad interpretativa
a la vez que parece restringirla a aquellos de los que se quiere hacer “un
fundamento justo de cualquier tal sistema de religión” (Véase el ya citado
EHU. 10. 35). O dicho en la terminología que recién hemos propuesto:
en el mismo párrafo parece defender que su conclusión escéptica es
igualmente válida para los milagrosn y los milagrosr, y restringir su alcance
solo a estos últimos. ¿Con cuál de estas dos posibles interpretaciones
debemos quedarnos?
Dado que, justo a continuación del párrafo en que tal notoria
ambigüedad se da, precisa Hume lo siguiente: “Pido que las limitaciones
aquí señaladas se tengan en cuenta cuando digo que un milagro nunca
puede probarse como para resultar el fundamento de un sistema de
religión. Pues concedo que, por otra parte, podría haber milagros, o
violaciones del curso usual de la naturaleza, de tal clase como para poder
probarse por el testimonio humano...” (EHU. 10. 36), para nosotros está
claro que la interpretación más adecuada del alcance de la conclusión
humeana se restringe a los milagros de los que se quiere hacer fundamento
de una particular creencia religiosa. O dicho con la terminología cuya
adopción hemos propuesto: la conclusión escéptica de Hume solo alcanza
en su integridad a los milagrosr. Son estos los que ningún testimonio
podría dotar de credibilidad, y de los que la mera existencia de leyes
naturales constituye una prueba directa y completa de su inexistencia.
Así precisada nuestra interpretación de las tesis humeanas y de su
alcance, una interpretación que consideramos suficientemente razonable
a pesar de la falta de precisión terminológica de la que adolece el Ensayo
humeano, pensamos que podemos pasar a evaluarlas críticamente.
Crítica
probabilidad intrínseca del hecho del que nos informa. Así lo hacemos
cuando, por ejemplo, le preguntamos a un desconocido la hora o, por
poner un ejemplo clásico, el número de lotería que ha salido ganador en
el sorteo recién realizado.
Por otra parte, aunque a pesar de su vacilación quizás pudiéramos dar
por buena la definición humeana de “milagro” –el Cambridge Dictionary
da como primera acepción del término “an unusual and mysterious
event that is thought to have been caused by a god because it does not
follow the usual laws of nature”– la premisa cuatro vuelve a resultar muy
discutible. ¿Serían compatibles las generalizaciones probabilísticas, que
hoy se admiten en la mayor parte de las ciencias, con la “experiencia
uniforme e infalible” que Hume reclama como base de las leyes naturales?
Y, sobre todo, ¿es cierto que nuestra creencia en estas leyes se fundamenta
en una experiencia de ese tipo?
A poco que reflexionemos nos percatamos inmediatamente de que
la vasta mayoría de las leyes naturales y verdades generales –y son estas
últimas las que Hume pone como ejemplo, más que las primeras– que
damos por válidas, y que forman el fondo de lo que podríamos llamar
nuestra imagen del mundo, no las hemos aprendido por experiencia
directa, ni las hemos sometido seriamente a prueba. Más bien se nos
han transmitido por el mismo testimonio difuso (de nuestros padres,
profesores, libros, etc.) al que ya hacíamos alusión cuando comentábamos
la primera premisa del argumento humeano 16 .
Todas estas dificultades pueden achacarse a la epistemología
rudamente empirista que Hume parece suscribir, pero aparte de ellas
todavía hay en la parte a priori de su argumento otras dificultades que
podríamos caracterizar como de carácter interno.
Definido un milagro como una violación de una ley natural y una
prueba como aquella creencia asentada en una experiencia uniforme e
infalible, ¿tiene sentido hablar, como hace Hume en su argumento, de
eventos más o menos milagrosos o de pruebas más o menos fuertes? Y
suponiendo que consiguiéramos dotar de sentido a esta gradación de
lo milagroso o de lo probado -por ejemplo, asumiendo, a la manera
de Galileo 17 , que es más milagroso aquel evento que viola más leyes
naturales, o que está más probada aquella creencia que tiene a su base
una experiencia infalible y uniforme más extensa- ¿es compatible con el
empirismo humeano pensar que una cuestión de hecho, como a la postre
es que se dé o no determinado tipo de evento, puede zanjarse a priori?
Del mismo modo, las consideraciones que componen la parte a
posteriori del argumento humeano parecen dogmáticas. Aun concediendo
a Hume que hasta ahora en todos los casos de testimonios de eventos
milagrosos los testigos han resultado poco fiables y las circunstancias
sospechosas, e incluso que se han utilizado para minar la credibilidad de
otras religiones en cuyo favor también se habían testimoniado hechos
milagrosos, ¿tendría que ser necesariamente así? ¿No resulta concebible
un testimonio perfectamente respetable, en circunstancias libres de toda
sospecha, y realizado en favor de una religión ecuménica, en lugar de
excluyente?
Vindicación de Hume
Referencias bibliográficas:
Notas
Notas de autor