Autobibliografia Lectora

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Mi autobiografía lectora

Mi primer recuerdo asociado a la “lectura” viene ligado a la medicina y docencia. Recuerdo que era muy
pequeña, aun no iba al colegio, mi madre me llevaba con ella a su facultad cuando no tenía lugar donde
dejarme. Me encantaba ir porque me mimaban mucho.
Mi papá no me llevaba a su facultad, pero en casa siempre estaba rodeada de libros. Papá y mamá se la
pasaban estudiando todo el día.
Cuando tenia entre 4 y 5 años iba al jardín, teníamos biblioteca, donde las seños nos prestaban libros
para llevarnos a casa. Así, es como recuerdo a “Pinocho”, “Los tres chanchitos”, “El gato con botas”, entre
otros. En esos tiempos, donde me encantaba leer, me regalaron el libro “Un desastre de bruja” de Rocío
Antón. Me cuenta mi madre que con ese libro comencé a leer mis primeras palabras. Me fascinaban sus
ilustraciones y me daban mucha risa. Trataba de una bruja que intentaba ser y hacer lo que debe hacer
una bruja normal, pero le resultaba imposible y siempre terminaba todo en un gran desastre, así que se
da cuenta que no se debe amargar por no ser como el resto si no buscar nuestra propia personalidad sin
el miedo al rechazo de lo demás.
Papá se preparaba para ser cirujano general, las paredes de las habitaciones, del living, del comedor
estaban todas empapeladas con resúmenes, procedimientos de cirugías, fechas, horarios, etc.
Me podía quedar horas mirando esas paredes, su letra tan prolija, aunque ahora escribe como lo que es,
un médico que solo él entiende su letra. Siempre jugábamos a que él era el mejor doctor del hospital y yo
era su paciente que siempre tenia tos y me dolía la cabeza. La parte que mas me gustaba del juego era
cuando me recetaba chocolates y jugos.
Por las noches, cuando ya me mandaban a dormir, escuchaba siempre a mi mamá y a mi papá
preguntándose ¿Qué será de grande nuestra hija? ¿Docente? ¿Cirujana? Por supuesto ganó mamá.
De chica, también leía libros sobre distintas princesas que bailaban, cantaban. Y si no los leía, yo misma
escribía historias de princesas y príncipes que soñaban con ser artistas. A mi gustaba cantar, bailar y
actuar y hoy viéndolo desde otra mirada, para mi eso es leer el cuerpo, el alma, la personalidad en el
estado mas puro.
Cantar, bailar, actuar es lo que nos hace expresar lo que sentimos, pensamos, canalizamos nuestras
alegrías o nuestras tristezas. Así fue como la lectura, empezó a aparecer en mi vida.
Crecí entre resúmenes de medicina, libros de Freire, cuentos de biblioteca, y para mi gusto, los mas
lindos, las historias que yo misma solía inventar para luego mostrarle a mi familia.

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