Los Minerales y Su Clasificación
Los Minerales y Su Clasificación
Los Minerales y Su Clasificación
De la definición extraemos que, sustancias como el agua mineral o el petróleo no son minerales, ya
que se encuentran en estado líquido, pero sí que las consideramos recursos minerales, ya que
aparecen en la corteza terrestre, no son renovables, y su estudio y
explotación requiere de las mismas técnicas que los minerales. La
homogeneidad se refiere a que es una sustancia única, que no puede ser
subdividida en componentes químicos más sencillos sin perder sus
propiedades.
Finalmente, los átomos de un mineral se disponen según un modelo geométrico regular, y decimos
que los minerales son cristalinos. Existen algunos sólidos naturales que carecen de esta estructura
ordenada, como el vídreo volcánico (obsidiana) o el ópalo, a los que denominamos mineraloides, y
aunque estrictamente nos nos minerales, si que son objeto de estudio de la mineralogía.
Existen fuertes razones que justifican esta clasificación. En primer lugar, los minerales que poseen el
mismo anión dominante en su composición, muestran semejanzas más marcadas que aquellos que
comparten el mismo catión dominante. En segundo lugar, los minerales con el mismo anión tienden
a encontrarse en determinados contextos genéticos, por ejemplo los sulfuros se asocian a
yacimientos minerales en ambientes volcánicos, o los carbonatos a ambientes sedimentarios
acuáticos. En tercer lugar, este esquema de clasificación es el mismo que se usa en química para
clasificar y nombrar los compuestos inorgánicos.
Propiedades
Ya hemos comentado que las propiedades físicas de los minerales son el resultado directo de sus
características químicas y estructurales. Algunas propiedades físicas, como las determinadas por
rayos X o métodos ópticos, precisan de equipos especiales y preparaciones complicadas de las
muestras, por lo tanto expondremos, a continuación, las propiedades físicas que pueden determinarse
por inspección visual sencilla o ensayos simples.
Color: Quizás sea la propiedad más fácilmente observable. Para muchos minerales el color es
distintivo, aunque para otros se trata de una propiedad altamente variable, y por lo tanto insegura
para identificarlo.
La raya: El color del polvo fino de un mineral se conoce como raya o huella. Se emplea
frecuentemente en la identificación de minerales, porque, aunque el color de un mineral puede variar
entre límites amplios, el de la raya es normalmente constante.
Brillo: Es el aspecto general de la superficie de un mineral cuando se refleja la luz. El brillo de los
minerales puede ser de dos tipos, metálico y no metálico. Los minerales que tienen el aspecto
brillante de un metal, tienen un brillo metálico, y son completamente opacos a la luz, por lo que su
raya es negra o muy oscura. Los minerales con brillo no metálico son, en general, de colores claros y
transmiten la luz, sino a través de secciones gruesas sí, al menos, a través de láminas delgadas. La
raya de un mineral con brillo no metálico es incolora o de color débil. El brillo no metálico puede
definirse como vítreo cuando brilla como el vidrio, resinoso cuando se parece a la resina, nacarado
cuando su brillo es irisado como el de las perlas, graso cuando parece estar cubierto de una película
de aceite, sedoso cuando es como la seda o adamantino cuando tiene un reflejo fuerte y brillante.
Calcita (CaCO3)
Curiosidades
Por ejemplo, el hielo de los glaciares reúne todas las condiciones para ser considerado un mineral,
ya que se encuentra en estado sólido, es natural, tiene una composición química definida, y una
disposición ordenada de sus átomos.
El grafito y el diamante son minerales formados por el mismo elemento químico, el carbono (C). Sin
embargo, sus propiedades son completamente diferentes, debido a que ambos minerales presentan
una estructura atómica diferente. En el grafito cada átomo de C se une a tres átomos mediante
enlaces covalentes, generando una red bidimensional, que se une a sucesivas redes mediante enlaces
débiles de Van der Valls. Mientras que en el diamante, cada carbono se une a otros cuatro carbonos
mediante fuertes enlaces covalentes formando una estructura tridimensional. Esta diferencia
estructural determina las diferentes propiedades de ambos minerales.
Los silicatos son los minerales más abundantes en la tierra. Estos minerales se caracterizan por el
grupo aniónico SiO2, que como se observa en su fórmula química tiene dos átomos de oxígeno por
cada átomo de sílice. El oxígeno es el elemento más abundante de la tierra, aproximadamente el
46%, seguido del Si 28%, Al 8%, Fe 6%, Mg 4%, Ca 3%, K 2,4%, Na 2%, H 0,8%, C 0,19%, etc…
Linneo, el naturalista sueco del siglo XVIII que creó el sistema binominal que seguimos utilizando
en la nomenclatura biológica, intentó aplicarlo también a las rocas y minerales, pensando que había
descubierto la manera adecuada de clasificar cualquier grupo de objetos naturales. Sin embargo, su
sistema solo encaja con grupos jerárquicos que se desarrollan históricamente mediante ramificación
sucesiva en continuidad genealógica a partir de un antepasado común. Perfecto para la evolución de
la biosfera, pero del todo equivocado para las rocas y minerales.
Colección Sistemática
Clase I
Elementos Nativos
Clase II
Sulfuros y Sulfosales
Clase III
Haluros
Clase IV
Óxidos e Hidróxidos
Clase V
Carbonatos, Nitratos y
Boratos
Clase VI
Sulfatos, Cromatos,
Molibdatos y Wolframatos
LOS MINERALES Y SU CLASIFICACIÓN