Trabajo de Historia

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Cacique Urraca

Organización política

La sociedad taína se dividía en dos grupos: los caciques y los campesinos. Esta
estratificación tenía un origen mítico, fuente del poder de los caciques. Sin
embargo, en la vida cotidiana las diferencias sociales se reducían a las funciones
que cumplía cada grupo y no poseían un fundamento económico.

La propiedad de la tierra era comunal, es decir, pertenecía a la colectividad aldeana.


En virtud de aquello, no había mayores desigualdades materiales entre unos y
otros. Los beneficios que obtenían los jefes, fruto del trabajo de los campesinos, no
eran atesorados y se consumían en fiestas comunitarias. Así, los privilegios de los
caciques se limitaban al monopolio de la religión, el acceso a la poligamia y ciertas
comodidades en la vivienda.
Organización militar

Urracá fue un cacique (rey indígena) de Panamá, también mencionado con el nombre de
Urraca. Sus dominios se hallaban en las vecindades de la actual ciudad de Natá, que fue
fundada en 1520 para servir como base a las exploraciones en el resto del Istmo. El rey
Urracá se enfrentó valientemente con las expediciones de los españoles durante casi
nueve años, y derrotó repetidas veces a sus tropas, encabezadas por Gaspar de Espinoza
y otros conquistadores. Cuando Espinoza fue llamado a Panamá por el gobernador
Pedrarias Dávila, Francisco de Compañón fue encargado de la plaza. El rey Urracá atacó la
población sorpresivamente, pero Compañón logró enviar a Panamá un informe sobre la
situación y Pedrarias dispuso enviar un batallón a cargo de Hernán Ponce de León. Urracá
logró hacer alianzas con naciones tradicionalmente enemigas de la suya, a fin de vencer a
los españoles. Reyes como Ponca, Dures, Duraria, Bulaba, Guisia, Guaniaga, Tabor,
Guracona, Guaniagos y grandes señores de Veragua se unieron bajo su mando. Sin
embargo, la llegada de Ponce de León obligó a los aliados a levantar el sitio, y poco
después llegó a Natá el propio Pedrarias, con nuevas fuerzas. Hubo cruentos
enfrentamientos, sin que ninguna de las partes obtuviese victoria. En una batalla posterior,
las fuerzas de Urracá lograron vencer a las del capitán Diego de Albitres, quien escapó con
vida y pudo dar cuenta de todo al Gobernador de Castilla del Oro. Por nueve años Urracá
combatió a los expedicionarios enviados por la Corona española a quienes en muchas
ocasiones derrotó. Urracá utilizaba las tácticas de guerrilla, mostrando una aparente
ofensiva débil y cediendo terreno al enemigo antes de combatir seriamente.
Cacique Quibian

Organización politica

Panameños originarios y sus caciques desde 1503 lucharon contra el despojo y


expoliación del oro y minerales por el Imperio Español. Hoy luchan contra la megaminería
impuesta por canadienses y ambiciosos gobernantes. En Panamá Desde 1503 Cristóbal
Colon inició el saque de nuestro oro hacia España, piedras preciosas recursos naturales
ha continuado durante 518 años por corruptos gobernantes y potencias extranjeras inició
España, siguen los empresaurios de Canadá Y panameños ambiciosos coludidos nos
imponen su megaminería con su guerra destructiva tóxica su ecocidio que reúne el perfil
de “Delito de Lesa Humanidad”.

En la zona donde hoy es Panamá hubo varios jefes indígenas, como Bayano, Cémaco y
Urracá que lucharon a brazo partido contra la conquista, pero el rey Quibián, bautizado por
Colón en 1503 como "El señor de la tierra “ (lo que confirma la existencia del Quibián) y la
primera resistencia en tierra firme de su pueblo originario “con fiereza destruyeron el
primer intento de poblar Tierra Firme: Santa María de Belén tenía algo especial, algo
mágico que, según Cedeño Cenci, lo hacía diferente a los demás.

El encuentro entre Quibián y Colón ocurrió casual cuando el almirante se internó con sus
naves por el río Belén, localizado en la provincia de Veraguas, sobre el mar Caribe, para
refugiarse de una fuerte tormenta.

Al principio la relación entre españoles e indígenas fue cordial. Cuando Colón decidió
fundar la ciudad de Santa María de Belén para intentar capturar las minas de oro de los
indígenas y sus hombres comenzaron a abusar de las mujeres, Quibián adoptó una
actitud hostil. Quibián y unos 50 miembros de su familia fueron capturados mediante
engaños y confinados en la bodega de una de las tres naves que se encontraban en las
orillas del río Belén, tras quemar sus viviendas y saquear sus riquezas, cuando las naves
intentaban salir hacia mar abierto con el fin de separar al rey de sus guerreros, Quibián
logró engañar a uno de sus custodios para que le aflojara las ataduras, se lanzó al agua y
desapareció como por arte de magia.

La corona española necesitó casi un siglo luego de aquel acto de Quibián para
conquistar las minas de oro indígenas de Veraguas, defendidas luego por el cacique
Urraca y otros jefes Ngäbes, que para evitar ser esclavizados se refugiaron en las
montañas de la cordillera central donde tienen su actual hábitat.”. Hoy aclaramos que
este es su hábitat desde 300 años A.C. “son los habitantes originarios de estas tierras
desde 1803 años antes de la llegada de Colon.
Organización militar
Gobernaba el área de la costa panameña entre la laguna de Chiriquí y Punta Rincón. Al
parecer su nombre Quibián proviene de una interpretación errónea de los hombres de
Colón a la respuesta "Kubien" ("duerme") cuando preguntaron por el cacique.
Con las naves deterioradas, Cristóbal Colón en su cuarto viaje, decide desembarcar en la
boca de un río que presentaba facilidades, como era 6 de enero (1503) lo llamó "Belén".
Fue cordial el recibimiento de Quibián que se entrevistó con el Almirante en una de sus
naves. Los nativos acostumbraban comerciar con las embarcaciones que visitaban sus
costas.
El 24 de febrero de 1503, Colón decide fundar un asentamiento para asegurar la posesión
de la comarca. En una pequeña elevación cercana a la desembocadura del río,
construyeron varias casas de palma para depósitos de las provisiones y para alojamiento
de la gente, llamaron al sitio Santa María de Belén. Quedaría a cargo de Bartolomé Colón
con unos 80 hombres, mientras que su hermano con tres de las cuatro naves marcharía a
España en busca de refuerzos para proseguir la formal colonización.
Los hombres de Colón se comportaron como una hueste en campaña de saqueo, con lo
que comenzó la resistencia organizada de los indígenas. Para sofocarla Bartolomé Colón
decidió atacar el poblado de Quibián. Sorprendieron al cacique junto a su familia y
principales allegados, todos fueron tomados prisioneros y atados con cuerdas
trasladados a Belén, cuando eran transportados en bote por el río Veraguas, Quibián se
arrojó al agua, sus captores creyeron que perecería ahogado al estar atados sus
miembros.
Pero Quibián se había salvado, indignado y privado de su familia y amigos, levantó contra
los españoles las tribus vecinas y cayó sobre Belén cuando la salida de la flota dejaba el
establecimiento con la escasa guarnición destinada a su servicio. Una severa ofensiva
con flechas, lanzas y macanas acorraló los colonos.
Las naves del Almirante habían salido del río y fondeado mar afuera. Bartolomé se
encontraba recibiendo las últimas instrucciones, cuando regresó a tierra se encontró con
el ataque al asentamiento, en la refriega resulta herido. La escuadra que esperaba vientos
favorables y el regreso de un bote que había despachado tierra para incrementar sus
provisiones de agua, fue informada de la situación por un marinero que realizó a nado el
viaje de ida y vuelta, retornó a tierra y recogió a los colonos sobrevivientes y partió para
nunca regresar. Era el 16 de Abril de 1503.
Mientras estos sucesos se desarrollaban, los cautivos -amigos y allegados de Quibián-
que permanecían en las bodegas de los buques, abrieron la escotilla y salieron a la
cubierta, muchos se arrojaron al mar. Los españoles lograron detener a algunos y los
volvieron a encerrar, pero al amanecer los invasores los encontraron ahorcados, habían
preferido la muerte al cautiverio.
Cacique Paris

ORGANIZACIÓN POLÍTICA
Cacique Paris - Parita (Herrera) Época Precolombina

Gonzalo de Badajoz, quien fue uno de los primeros conquistadores que llegaron al istmo
(arribó en 1508, con la expedición de Diego de Nicuesa) fue enviado por Pedrarias Dávila a
esta zona con la misión de tomar posesión de las tierras en nombre de la Corona española
y conseguir la mayor cantidad de oro que pudiera.
En marzo de 1515, partió Badajoz de Santa María la Antigua, en Darién, sede de la
gobernación de Pedrarias, con 150 hombres, dejando allí a este, envuelto en sus intrigas
contra Vasco Núñez de Balboa.
El principio de la expedición no pudo ser más desalentador.
Al llegar a Nombre de Dios (fundada por Diego de Nicuesa, 1510) se encontraron los
europeos con que esta se había convertido en un cementerio improvisado, donde infinidad
de rústicas cruces de madera, colocadas sobre pequeños amontonamientos de piedras
que apenas cubrían los huesos de los conquistadores, muertos de hambre, según relatara
posteriormente el cronista Bartolomé de las Casas.
Como era de esperarse, los hombres de Badajoz se asustaron ante tamaño espectáculo,
por lo que este, antes de que se sublevaran, ordenó que las naves que los habían traído
desde Darién se devolvieran, vacías.
Era un mensaje claro para sus hombres y típico de la época: ¡Vencer o morir!
Los relatos de cronistas como Bartolomé de las Casas, Gonzalo Fernández de Oviedo,
Pascual de Andagoya, dan cuenta de la travesía de los españoles a través del istmo, que,
de acuerdo con la antropóloga Reina Torres de Arauz, estaba en esos momentos en la
cima de su civilización precolombina.
Organización militar
Encuentro con Paris
Cuando llegaron a la actual región de Parita, "y no hallaron hombre, envió Badajoz que lo
fuesen a llamar, amenazándole'. Pero, en lugar de salir a recibirlos, dice el cronista, Paris
envió a cuatro emisarios de alto rango, quienes, en nombre de este, pedían disculpas por
su señor, que estaba en el monte ocupado.
Según algunas versiones, los hombres de Paris portaban también un obsequio fantástico:
dos canastas de cuero de venado llenas de joyas de oro fino, deslumbrantes colgantes y
piedras, anillos de formas de animales, collares de medallones tallados, pectorales
repujados y cincelados, orejeras recubiertas de filigranas, cinturones de los que pendían
talismanes en forma de lagartos, serpientes o sapos, broches o sujetadores con oro y
turquesas, gargantillas, brazaletes y orejeras'.
El capitán español recibió el obsequio, pero preguntó de inmediato a los delegados de
Paris si había más de aquello. Estos le respondieron que sí, pero guardado por pumas y
coyotes en las montañas de Quema (hoy provincia de Herrera).
Al día siguiente, mientras Badajoz y sus hombres se preparaban a ir donde Paris para
exigir más tesoros, este recibía información sobre todo lo que su gente había visto en el
campamento español: cuántos hombres tenía, cuál era su disposición de ánimo y con qué
armas contaban.
Paris ya tenía su plan armado. Había negociado con otros caciques vecinos la
conformación de un ejército de 3 mil hombres, que caerían sobre el campamento de los
españoles en las orillas del Río Grande, en horas de la noche.
Así lo hicieron, sorprendiendo a los invasores con un gran estruendo hecho con "unos
caracoles grandes que hay en estas indias", armados de arcos y flechas y de
impresionantes lanzas incrustadas con dientes de tiburón, y protegidos por unos
gruesísimos chalecos de algodón (impenetrables para las ballestas).
Después de perder a 70 de los suyos, los invasores tuvieron que huir, dejando los tesoros
reunidos y los 400 esclavos.
Los sobrevivientes intentaron refugiarse en la aldea de Natán, pero sus habitantes, otrora
pacíficos, ya sabían que los hombres blancos podían ser vencidos en guerra, y ‘salieron a
recibirlos con mucha furia para pelear casi todo un día sin que los unos ni los otros fuesen
desbaratados".
A duras penas, los españoles lograron llegar hasta la playa más cercana y en unas canoas
indígenas escaparon hasta la isla de Taboga. Posteriormente, atravesarían nuevamente el
istmo para retornar, en noviembre de 1515, a Santa María la Antigua. Allí se les recibió con
desagrado, más que por la pérdida de 80 hombres, por la del tesoro.
Lo mismo pasaría en la Corte española, donde, al ser conocida, la derrota de Badajoz
provocaría la ira contra este, por lo que se consideró su poca valentía y arrojo para
defender lo que era ya propiedad de la Corona.
Se cuenta que Paris liberó a los 400 rehenes y tomó el tesoro para sí, depositando parte de
él en algún lugar de las Montañas de Quema, en la provincia de Herrera.
ILUSTRACIÓN

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