TBC y Cómo Prevenirla

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Anexo 2

¿Qué es la tuberculosis y cómo prevenirla?


¿Qué es la tuberculosis?
La tuberculosis, o TBC, es una infección contagiosa causada por la bacteria mycobacterium tuberculosis. Esta infección generalmente ataca los
pulmones, pero también se puede diseminar a otras partes del cuerpo, como el cerebro y la columna vertebral.
¿Cómo se propaga?
La bacteria de la tuberculosis se propaga a través del aire, como el resfriado o la gripe. Cuando alguien que está enfermo de la TBC tose, estornuda,
habla, ríe o canta, libera pequeñas gotas que contienen los gérmenes; si los inhalas, hay muchas probabilidades de que te infectes.
Como sabes, la tuberculosis es contagiosa, pero es difícil desarrollarla ya que los gérmenes crecen lentamente. Por lo general, debes pasar mucho
tiempo con una persona con este virus para contraerla. Es por eso que a menudo se propaga entre compañeros de trabajo, amigos y familiares.
Los gérmenes de la tuberculosis no prosperan en las superficies, es decir, no la contraerás al tocar la mano o compartir la comida o bebida de
alguien que la tenga.
Tipos de tuberculosis
Existen dos formas de esta enfermedad dependiendo si está activa o no:
TBC latente: en este tipo de TBC, tienes a la bacteria en tu cuerpo, pero tu sistema inmune impide que se propague. Eso significa que no tienes
ningún síntoma y no eres contagioso. No obstante, la infección todavía está en tu cuerpo y algún día puede volverse activa. Si tiene un alto riesgo de
activarla (por ejemplo, si tu sistema inmune se debilita o sufres de VIH), tu médico te tratará con antibióticos para reducir el riesgo de desarrollar TBC
activa.
TBC activa: Esto significa que los gérmenes empiezan a multiplicarse en tu cuerpo y comienzas a presentar síntomas. En esta etapa, puedes
transmitir la enfermedad a otras personas.
Síntomas de la tuberculosis
Los síntomas más comunes de la tuberculosis activa son:
Presencia de tos por más de 3 semanas
Dolor en el pecho
Tos con sangre
Sensación de cansancio en todo momento
Sudoración nocturna
Gripe
Fiebre
Pérdida de apetito
Pérdida de peso
Si experimentas alguno de estos síntomas, dirígete a cualquier centro de salud para realizarte una prueba de esputo y una radiografía torácica.
¿Quiénes están en riesgo?
Es más probable que contraigas la tuberculosis si entras en contacto con otras personas que la padecen. A continuación, te mencionaremos algunas
situaciones que podrían aumentar el riesgo:
Eres parte de un grupo (trabajas en hospitales, especialmente cerca a personas con VIH) donde es más probable que la TBC se propague.
Trabajas o vives con alguien que tiene tuberculosis
Un sistema inmune saludable combate las bacterias de la tuberculosis. Sin embargo, si presentas algunas de estas condiciones, es posible que no
puedas defenderte de la TBC:
VIH o SIDA
Diabetes
Enfermedad renal severa
Cánceres de cabeza y cuello
Bajo peso corporal y desnutrición
Los bebés y los niños pequeños también corren riesgo de sufrir de TBC debido a que sus sistemas inmunes aún no se han desarrollado lo
suficiente.
Prevención
En caso sufras de tuberculosis, sigue estos consejos para ayudar a prevenir que otros se contagien durante tus primeras semanas de tratamiento o
hasta que tu médico te diga que ya no estás en la etapa de contagio:
Toma todos tus medicamentos según lo recetado
Asiste a todas tus citas médicas
Cubre siempre tu boca con un pañuelo cuando tosas o estornudes
Lávate las manos después de toser o estornudar
Evita visitar a otras personas o que estas te visiten
Quédate en casa; no vayas al trabajo, a la escuela ni a otros lugares públicos
Usa un ventilador o abre las ventanas para permitir la entrada de aire fresco
Evita usar el transporte público.
Tratamiento de la tuberculosis
Con el tratamiento adecuado, la tuberculosis es curable en casi todos los casos. Para empezar el tratamiento, tu médico te recetará una serie de
antibióticos para matar a las bacterias que la causan. El período promedio en que tendrás que tomarlos es de 6 a 9 meses en caso no se trate de
una recaída (si lo último ocurre, es probable que tengas que tomar medicamentos más fuertes por más tiempo).
Según tus resultados de esputo y de la radiografía del tórax, tu médico te recetará tomar de tres o cuatro medicamentos durante 2 meses. Luego,
pasarás a seguir tomando dos durante 4 a 7 meses. Es importante que tomes todos los medicamentos en los días prescritos sin saltarte alguna toma
ya que, si no matas a todas las bacterias en tu cuerpo, los gérmenes restantes pueden adaptarse y volverse resistentes.
Para ayudarte a seguir el tratamiento, es posible que tu médico tenga que vigilarte durante todo el tratamiento; es decir, te recomendará ir al
establecimiento de salud para recoger tu medicina diaria o interdiaria. Probablemente comenzarás a sentirte mejor después de unas semanas de
tratamiento. Tu médico es el responsable de decirte si sigues en etapa contagiosa y si ya puedes volver a tu rutina diaria de antes.
Si el virus de la TBC presente en tu cuerpo se vuelve resistente a los medicamentos recetados, tendrás que tomar e inyectarte otros incluso más
fuertes y por más tiempo.
Vale mencionar si tú no eres la persona que sufre de TBC, pero vives con una que sí, lo más probable es que necesites seguir el tratamiento solo
por un mes como medida de prevención.
Responde las siguientes preguntas:
¿De qué trata la lectura?
¿Crees que la información que nos brinda es importante? ¿Por qué?

¿Cuáles son los tipos de TBC, qué existen?

¿Cuáles son los síntomas más comunes de la TBC activa?

¿Quiénes son los que están más en riesgo? ¿Por qué?

¿Qué acciones de deben realizar para estar prevenido? ¿Tú las realizas, en qué momentos?

¿Cómo se desarrolla el tratamiento para la TBC?

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