Apendicitis Aguda
Apendicitis Aguda
Apendicitis Aguda
Apendicitis Aguda
Proceso inflamatorio agudo del apéndice cecal, que puede comprometer parte o
totalidad del órgano, producida por la obstrucción de su luz y la consiguiente
proliferación bacteriana e isquemia parietal del órgano con variable grado de
contaminación peritoneal.
Importancia:
CAA quirúrgico más frecuente
Edad: mayor incidencia en la 2-3° década de vida (10-30 años). Edades extremas de
la vida (<5 y >65 años) su presentación menos frecuente, pero cursa de forma más
indolente, insidiosa o solapada lo que deriva con mayor frecuencia en diagnósticos
erróneos y tratamientos tardíos con mayor incidencia de perforación y
morbimortalidad. En añosos la incidencia de perforación es de 32-75%, vinculado a
retraso en la consulta inicial, retrasos diagnósticos y presencia de comorbilidades
Sexo: leve predominio en sexo masculino (relación 3:2)
Embarazo determina remodelación anatómica de la posición del ciego y del apéndice
por el crecimiento uterino, esto genera retraso en el diagnóstico y tratamiento con
mayor evolución del cuadro hacia la perforación y mortalidad fetal aumentada.
Raza: menor incidencia en raza negra, mayor frecuencia en raza blanca
Rápida evolución del cuadro con las consecuentes complicaciones
Carece de relación clínica-anatomopatológica: el estado del paciente no siempre se
corresponde con el estado patológico del apéndice. Pacientes muy sintomáticos
pueden presentar estadios precoces en lo anatomopatológico y por el contrario
pacientes oligosintomáticos pueden presentar estadios avanzados e incluso la
perforación del apéndice.
Morbimortalidad baja si su diagnóstico y tratamiento son precoces.
Mortalidad: 0,2% en AA no perforada, asciende a 3% en las perforadas y 15% si
edad avanzada, aumentando también si comorbilidades asociadas. Relacionada a las
complicaciones evolutivas tardías como abscesos intra-abdominales, peritonitis
persistente y sepsis de origen abdominal
Reseña anatómica:
Órgano en involución, prolongación del ciego, forma tubular y terminación ciega
Mide 7-8 cm de largo y 3-4mm de ancho
Base de implantación 2,5 cm por debajo de la válvula ileo-cecal
Localización variable
dependiendo de la
ubicación del ciego, de la
disposición del apéndice
en el mismo y de su
vinculación con el
peritoneo (intra o
extraperitoneal).
Disposiciones del
apéndice:
A: Laterocecal interno
B: Laterocecal externo
C: Retrocecal
D: Retromesentérico
Variaciones de la topografía cecoapendicular: Subhepática (ascendente), FID,
Pelviana
Etiología:
Generalmente el cuadro se produce por obstrucción de la luz y la consiguiente
proliferación bacteriana e isquemia parietal del órgano, con variable grado de
contaminación peritoneal.
Factores incidentales: Edad, Raza, Sexo, Herencia
Factores predisponentes: parásitos intestinales, afecciones intestinales (enteritis
especificas e inespecíficas), patología de órganos vecinos, cuerpos extraños endógenos
(fecalitos) y exógenos (intraperitoneales, semillas de frutas y verduras).
Microrganismos implicados:
Enterobacterias: B. fragilis, E. coli, Estreptococos, Klebsiella, Proteus
Gérmenes menos frecuentes: Peptoestreptococcus, Pseudomonas, Lactobacillus
Patogenia:
No reconoce una única explicación, los factores patogénicos implicados principalmente
son la obstrucción canalicular y la infección bacteriana.
Teoría infecciosa (Aschoff): sostiene que los gérmenes saprofitas que habitan
habitualmente en la luz apendicular, en situaciones de estasis (favorecido por presencia
de coprolitos.) se transforman en patógenos. Comienzan a producirse erosiones de las
bases de las criptas glandulares ubicadas en la mucosa del apéndice cecal, que dan lugar
a la invasión e infección bacteriana y ulceración. Posteriormente se da la invasión del
mesoapendice, su perforación y peritonitis apendicular.
Teoría mecánica (Van Swalemburg): oclusión de la luz con aumento de la presión
intraluminal, trastornos circulatorios y colonización de la mucosa por MO.
Existen formas no oclusivas que se ven en pacientes VIH (+) sobretodo en estadio
SIDA que se vinculan en un 30% al CMV.
Ninguna de las 2 teorías es excluyente, sino que se complementan.
Teoría mecánica:
Existe una secuencia predecible de acontecimientos que conduce a la rotura final del
apéndice. Esta secuencia de acontecimientos no es inevitable y algunos episodios de
apendicitis aguda remiten en apariencia de manera espontánea. La obstrucción proximal
de la luz apendicular (frecuentemente por un fecalito) provoca una obstrucción en asa
cerrada con la consecuente hipertensión intraluminal por la continua secreción de moco
normal por la mucosa apendicular, la falta de elasticidad de las paredes del apéndice y el
aumento de la virulencia o agresividad de los gérmenes habituales en su luz debido al
contexto (cavidad cerrada con aumento de la presión intraluminal). Esto lleva a una
rápida distensión del apéndice que estimula terminaciones nerviosas de fibras viscerales
aferentes de estiramiento y causa dolor vago, sordo y difuso en el abdomen medio o
epigastrio bajo. La mayor distensión, náuseas y vómitos reflejos, y el dolor visceral
difuso se torna más intenso. La acumulación de moco y la estasis del contenido
apendicular favorecen el desarrollo bacteriano. A medida que asciende la presión
intraluminal en el órgano, se producen trastornos circulatorios de la pared que aparecen
inicialmente en vasos de menor presión (venosos y linfáticos), pero continúa el flujo
arteriolar de entrada, lo que da por resultado ingurgitación y congestión vascular. Se
llega a bloquear el drenaje venoso, lo cual produce
mayor edema parietal e isquemia apendicular.
Frente al sufrimiento isquémico de la pared
apendicular, la invasión bacteriana se expande a
través de todas las capas (apendicitis aguda
flemonosa). El proceso inflamatorio incluye en
poco tiempo la serosa del apéndice y el peritoneo
parietal de la región, lo cual suscita el cambio
característico del dolor hacia el cuadrante inferior
derecho (marcha dolorosa del dolor). La progresión inflamatoria lleva a la trombosis
venosa y luego al compromiso de la irrigación arterial. En el borde antimesentérico del
apéndice, área con menor irrigación, se producen infartos elipsoidales. Finalmente, la
secreción permanente de las porciones viables de la mucosa produce un aumento mayor
de la presión intraluminal, lo cual provoca la perforación de las zonas infartadas. Por lo
general, la perforación tiene lugar justo después del punto de obstrucción. En esta etapa,
el contenido intestinal y apendicular pasa libremente a la cavidad peritoneal pudiendo
generarse peritonitis, o si el proceso inflamatorio logra contenerse o bloquearse, se
genera un absceso o plastrón.
Etapas de la infección:
Congestión: proliferación bacteriana, irrigación arterial sin
compromiso, retorno venoso disminuido por la inflamación,
congestión vascular de predominio linfático (drenaje linfático
disminuido), secreción y acumulación de mucus por la mucosa,
la presión intraluminal comienza a aumentar, hiperemia de
pared.
Supuración: invasión bacteriana, necrosis y ulceración, deficiente oxigenación,
hemorragia parietal, zonas de isquemia y edema de la
pared. Comienza a aumentar el elemento infeccioso.
Gangrena: se producen zonas de infarto elipsoidales,
compromiso arterial, trombosis venosas, aumento del
peristaltismo, permeabilidad celular alterada con mayor
virulencia de los gérmenes.
Perforación: se produce rotura de la pared del órgano en las zonas infartadas con la
exteriorización del contenido intraluminal.
Anatomía patológica:
Etapas evolutivas de la Apendicitis:
Edematosa o congestiva:
Macroscopía: apéndice aumentado de tamaño, mayor congestión vascular, cambios
coloración/ consistencia
Microscopía: inflamación transmural, leucocitosis en todas las capas, mucosa
cubierta de neutrófilos y fibrina (exudado fibrinopurulento), secreción y acumulación
de mucus, serosa con signos de exudación, ulceración o trombosis sin pus,
compromiso venoso y linfático proliferación bacteriana
Flemonosa o supurativa:
Macroscopía: aumento del tamaño o diámetro, ingurgitación de vasos; mesoapéndice
edematoso, congestivo y con infiltrado leucocitario; exudado purulento; aspecto
engrosado, tumefacto, friable; recubierto de pseudomembranas o falsas membranas
Microscopía: inflamación transmural, infiltrado de PMN, ulceración o trombosis con
pus extramural, abscesos parietales, compromiso venoso y linfatico
Gangrenosa:
Macroscopía: apéndice de aspecto friable, aumentado de tamaño, áreas de ulceración
hemorrágica en la mucosa, cambios de coloración púrpura, verde o pardo-negruzco
Microscopía: inflamación transmural (afectación de todas las capas), compromiso
arterial, venoso y linfático con isquemia y necrosis de la pared, gran componente
inflamatorio, mayor cantidad de material purulento
Perforada:
Macroscopía: perforación visible, libera material purulento y fecal hacia la cavidad
Microscopía: zonas de necrosis supurativa, abscesos intramurales con perforación
parietal no siempre visible al MO.
Cuadro clínico:
Presentación clínica variable ya que está influenciada por diversos factores, como la
situación anatómica del apéndice.
Presentación clínica típica o Clásica:
Tríada o esquema cronológico de Murphy: constituye la secuencia de dolor abdominal
en FID, nauseas o vómitos y luego fiebre. Se presenta en la mitad de los casos y se
relaciona a topografía laterocecal interno.
Dolor abdominal (marcha dolorosa del dolor): único síntoma constante. Inicialmente
leve, gravativo, de localización centro abdominal, periumbilical, epigástrico o a
veces difuso. En la evolución migra y se fija en FID donde se hace progresivamente
más intenso. Puede ceder parcialmente con analgésicos, siempre mantiene su
expresión al examen físico.
Repercusión TDA: náuseas, vómitos, anorexia
Fiebre no muy elevada o sensación febril
Paraclínica:
Laboratorio:
Hemograma: Leucocitosis moderada (10.000-16.000) a predominio de PMN Neu
>75%, si >18.000 sospechar complicación, marcador inespecífico de infección/
respuesta inflamatoria, valor normal no descarta el diagnóstico. Leucopenia o
plaquetopenia (elementos de severidad). Descarta anemia. Apoya el diagnóstico
positivo, en vistas del AAQ y control evolutivo
RFA: PCR >7,05 mg/dL (predictor de apendicitis complicada), hiperplaquetosis
Ionograma: valorar disionías por vómitos, hipopotasemia por el Íleo y en vistas a la
reposición.
β-HCG: mujer joven en edad fértil, frente a cuadro atípico. Descarta embarazo y
embarazo ectópico
Examen de orina: mujer joven con cuadro atípico. Elementos de irritación vesical
como hematuria y leucocitos, pero sin elementos de infección como nitritos o estearasas
leucocitarias orienta a topografía pelviana. Descarta un cuadro infeccioso urinario como
causa de la sintomatología.
Otros: valoración general preoperatoria.
ECG (si patología CV, añosos, obesos), RxTx (tabaquista intenso, patología
respiratoria)
Glicemia: ayuda a guiar la reposición en caso de ayuno prolongado, en pacientes
diabéticos para evaluar descompensación (hiperglicemia) a causa de la infección,
eventual corrección con insulina
Gasometría venosa: valorar el polo metabólico por eventualidad de alcalosis o
acidosis metabólica
FR (Azo, Crea): daño renal por infección, deshidratación o comorbilidad (DM) y
eventual TAC
Crasis sanguínea: en vistas al AAQ y valorar TP como elemento de disfuncion
hepática
Imagenología:
Ecografía abdominal: Bajo rendimiento porque es técnico dependiente y dificultades
en la visibilidad del apéndice en las distintas topografías. Se realiza comprimiendo de
forma gradual la FID con el transductor con el objetivo de vaciar el ciego de aire para
lograr observar elementos directos e indirectos de apendicitis. Limitaciones en obesos o
con distensión de asas delgadas (íleo). Hallazgos:
Diámetro transverso del apéndice >6 mm
Presencia de un fecalito
Doble halo: hiperecogenicidad de la grasa periapendicular (pared engrosada)
Colecciones o líquido libre periapendicular (en peritoneo, FID, fondo de saco de
Douglas)
Dolor a la compresión con el trasductor
Apéndice aperistáltico, no compresible. Corte longitudinal y transversal
Diagnósticos diferenciales: patología ginecológica anexial
Otros:
Ecografía TV mujer joven en edad fértil y cuadro atípico (diferencial con patología
ginecológica).
Ecografía del aparato urinario: en caso de sospecha de patología urinaria obstructiva
Rx simple de abdomen: en desuso, escaso valor para el diagnóstico de apendicitis
aguda. Puede evidenciar una imagen compatible con oclusión de delgado en un
paciente con clínica sugestiva (dolor abdominal y fiebre) que hace sospechar una
topografía retromesentérica.
RNM: en embarazadas, alérgicos a medios de contraste, insuficiencia renal
Ni la TAC ni la RNM permiten distinguir entre apendicitis perforada y no perforada
Diagnóstico:
Clínica (sospecha) + Paraclínica (confirmación)
Humor Imagenológ
Clinico
al ico
generales
Síntomas
funcional
Síntomas
Síntomas
Dolor a la
físicos
Dolor espontáneo Fiebre
compresión de FID
es
:
Náuseas/ Vómitos Contractura de la Taquicardia
Alteraciones del pared muscular
TDB
Diagnóstico clínico positivo: Tríada de Murphy (dolor abdominal que sigue el esquema
de Murphy fijándose en FID, al que se le agregan vómitos y fiebre en la evolución)
Paraclínica: Leucocitosis elevada, β-HCG negativa, examen de orina normal, estudios
de imagen (ecografía abdominal) sobre todo en mujer por mayor cantidad de
diagnósticos diferenciales.
Paciente joven, con diagnóstico positivo claro, diferencial planteable pero poco
frecuente, hemodinamicamente estable y con buen terreno anestésico quirúrgico, no
sería necesaria la de ninguna paraclínica
Complicaciones:
Supurativas o infecciosas:
Peritonitis difusa aguda generalizada: resulta de la perforación apendicular o de un
absceso y diseminación del material purulento infeccioso en la serosa peritoneal
libre.
Peritonitis aguda localizada: supone la presencia de la infección en un cuadrante del
abdomen habitualmente en el cuadrante inferior derecho, debido a que el proceso
inflamatorio tiende a ser bloqueado por vísceras vecinas abdominales que procura
circunscribir la inflamación a ese sector abdominal. Ej: Plastrón y absceso
apendicular
Apendicitis perforada:
Incidencia 10-20%, incrementándose frente a retraso diagnóstico y de la resolución
quirúrgica
Mayor morbimortalidad posoperatoria.
Sospechar rotura apendicular en presencia de fiebre > 39°C y leucocitosis >18.000
Asociada peritonitis localizada o difusa: mayoría de los casos la rotura se limita
evidenciando irritación peritoneal localizada. Si el proceso de aislamiento no es
eficaz para limitar la rotura se presenta peritonitis generalizada.
Tratamiento:
Médico + Quirúrgico (definitivo)
Médico: Higiénico-Dietético (Cama-Comida-Caños) y medicamentoso
Ingreso a emergencia o sala de cirugía general
Reposo relativo en cama semisentado a 45° (riesgo de aspiración por los vómitos)
Suspensión VO: en vistas al AAQ
Colocación de VVP: para extracción de paraclínica, administración de medicación y
reposición
Controles clínicos: conciencia, FC, FR, Tax, PA, pulsos, hidratación, perfusión,
coloración de PyM, diuresis, emuntorios, examen abdominal (presencia de dolor,
calidad y cantidad de RHA)
Hidratación (RHE): Aporte basal inicial SF 1000ml + 2g KCl c/8hs IV, para corregir
eventuales disionías. Ajustar según ionograma, glicemia y comorbilidades
Analgesia: plan progresivo y de potencia ascendente de acuerdo al cuadro clínico
AINEs: Ketoprofeno 100mg en 100 ml SF IV a pasar en 30 min c/8hs.
Contraindicado si IR
Opiáceos (si IR): Tramadol 100 mg diluidos en 100ml de SF a pasar en 30 min
c/8hs
Antitérmico: Dipirona 1 gr c/6hs IV
Antieméticos: Metoclopramida 10mg IV c/6-8hs, al ingreso y luego si náuseas y/o
vómitos
Protección gástrica: Ranitidina 50 mg c/ 6-8hs IV. No son necesarios en pacientes sin
elementos clínicos de gastroduodenitis o en aquellos que recibirán AINEs por un
corto período de tiempo
ATB precoz y empírica de amplio espectro, que cubra gérmenes de flora entérica
No complicada: Ampicilina-sulbactam 1,5-3 gr c/ 6 hs IV. Si intervención
quirúrgica a la brevedad, ATB inicialmente profiláctico dosis única 3 gr
preoperatoria, con el objetivo de prevenir la infección del sitio quirúrgico. Si por
el contrario, la cirugía se difiere por varias horas se comienza con fines
terapéuticos 1,5 gr c/6hs.
Complicada: Amp-Sulb 3gr c/6hs IV + Gentamicina 80mg diluidos 250cc SF
c/8hs IV
Alergia penicilinas: Cefoperazona-Sulbactam 1,5 gr c/12hs o Ciprofloxacina
400mg c/8hs IV
La prolongación de la administración de ATB en el postoperatorio depende de los
hallazgos intraoperatorios (estado inflamatorio y presencia o no de peritonitis):
Edematoso 0-24hs, Flemonoso 24-72hs, Gangrenoso 3-5 días, Perforado 7-10 días
IC con cirugía, anestesista, ginecología
Quirúrgico:
Oportunidad: urgencia (resolución en las primeras 12-24hs), una vez cumplido el
período de ayuno y la valoración preoperatoria esté completa, pudiendo tomarse tiempo
para corregir eventuales alteraciones hidroelectrolíticas o estabilizar comorbilidad en
casos no complicados.
Procedimiento:
Apendicectomía: Resección del foco infeccioso (apéndice cecal), con posterior lavado y
aspirado de cavidad peritoneal (toilette peritoneal). Abordaje:
Vía laparotómica o convencional: incisión de Mc Burney oblicua en piel
Vía laparoscópica (de elección): mejor visualización de la cavidad peritoneal, menos
invasiva, menor trauma parietal, menor dolor postoperatorio, menor desarrollo de
adherencias abdominales o bridas, menor morbilidad parietal (menor riesgo de
infección parietal), menor estadía hospitalaria, rápido reintegro a las actividades
habituales, mejor opción en obesos y ancianos, recuperación precoz de peristalsis,
mejor resultado estético (incisiones pequeñas).
Complicaciones: vinculadas a la precocidad del diagnóstico y tratamiento, apendicitis
complicada (gangrenosa y perforada)
Intraoperatorias: se incrementan en apendicitis complicadas y evolucionadas. Lesión
de víscera hueca (perforación de asa con peritonitis fecaloidea), hemorragia
(sangrado de A. apendicular por mala ligadura del mesoapéndice), derrame del
contenido apendicular a la cavidad abdominal
Posoperatorias:
Infecciones del sitio quirúrgico: parietal superficial es más frecuente (flemón del
tejido celular subcutáneo), parietal profunda (intramuscular- hematomas)
Colecciones intraperitoneales: abscesos residuales abdominales, raros, graves,
más frecuente en apendicitis complicadas gangrenosa, perforada y absceso
apendicular. Aparecen 4-5° día el posoperatorio con náuseas, vómitos, hipo,
fiebre y pseudodiarrea (por liquido libre en cavidad que irrita asas intestinales
generando íleo). Se diagnostica con TAC. Puede requerir drenaje percutáneo, re-
laparotomía o re-laparoscopía
Falla de sutura o del cierre del muñón apendicular: raro, grave, aparece en 48-
72hs
Fístula cecal: por falla de ligadura del muñón apendicular. Trayecto que
comunica dos superficies epitelizadas. Es la puesta en comunicación de la luz
cecal con una víscera vecina o con la pared abdominal
Evisceración: en particular por vía convencional
Alejadas: parietales (eventración sobre todo si complicaciones infecciosas) o
viscerales (oclusión intestinal por bridas o funcional por manipulación visceral)
Indicaciones posoperatorias:
Internación en sala de cirugía general por 24-72 hs según aspecto macroscópico del
apéndice, que condicionarán el tiempo de tratamiento ATB y del cuadro del paciente
Reposo relativo
Deambulación precoz: reduce la estadía hospitalaria, ayuda a la resolución del íleo y
como medida tromboprofilactica
Tromboprofilaxis: Enoxaparina (Clexane) 40mg SC en pacientes obesos o postración
prolongada
Controles clínicos: conciencia, FC, FR, Tax, PA, pulsos, HGT, hidratación,
perfusión, coloración de PyM, emuntorios, presencia de náuseas y/o vómitos,
examen abdominal (presencia de dolor, calidad y cantidad de RHA)
Control de las heridas quirúrgicas: valorar presencia de signos fluxivos
Hidratación con aporte basal: SF 1 Lt + 2gr KCl c/8hs IV. Restitución de la VO una
vez retomado el peristaltismo, RHA presentes, sin hipo, distensión abdominal, íleo,
náuseas y/o vómitos y expulsando gases. Inicialmente con líquidos, luego
semisólidos y finalmente sólidos (dieta blanda). Si tolera VO suspender SF
Analgesia: Ketoprofeno 100mg diluidos en 100 ml SF IV a pasar en 30 min c/8hs
Antieméticos: Metoclopramida 10mg IV c/6-8hs, si náuseas y/o vómitos
ATB: dependiendo de los hallazgos intraoperatorios. En caso de apendicitis
edematosa o flemonosa y de no haber existido derrame del contenido intestinal al
peritoneo, se puede suspender siendo suficiente la administración profiláctica previa.
De lo contrario puede continuarse su administración por al menos 5 días
Ranitidina 50mg IV c/8 hs inicialmente. Luego Omeprazol 20 mg/d o Famotidina
30mg VO.
Control del drenaje: volumen expulsado, aspecto (límpido, turbio), color (seroso,
hemático, hemato-purulento, purulento, fecaloideo que orienta fístula cecal por falla
en la ligadura del muñón apendicular). Verificar que el drenaje esté permeable y no
obstruido (sino se objetiva a simple vista se comprime la tubuladura hasta que baje el
contenido)
Seguimiento:
Alta: deambulando, apirexia, sin dolor o controlado con analgesia VO, tolerando VO,
TU y TD normales, examen general y abdominal normales (abdomen blando,
depresible, RHA presentes).
Control en policlínica en 7 días: retirar puntos, descartar complicaciones más
frecuentes como infecciones del sitio quirúrgico (presencia de signos fluxivos),
retirar drenaje si gasto <50cc/d
Anatomía patológica: determina el alta definitiva. Confirma el diagnóstico mediante
el informe sobre características macroscópica y microscópica de la etapa evolutiva de
la apendicitis y descarta presencia de tumor apendicular (poco frecuente).
Pronóstico:
Vital inmediato: depende de la etapa evolutiva del cuadro, presencia de
complicaciones, demora en el tratamiento, edad avanzada, embarazo y
comorbilidades. Es bueno en apendicitis edematosa y flemonosa, pero en casos de
peritonitis aguda pueden tener internación más prolongada, tratamiento analgésico y
ATB más prolongado y mayor riesgo de complicaciones.
Vital alejado: muy bueno, con el abordaje laparoscópico son menos frecuentes las
complicaciones parietales como la eventración o evisceración
Funcional: bueno, pacientes pueden tener una vida normal sin apéndice