Anraquismo Ideologia

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Definición

El anarquismo es un nombre genérico dado a las teorías y movimientos que llaman a la abolición del gobierno y de toda
forma de jerarquía y autoridad para conseguir la anarquía. Los anarquistas consideran que la sociedad podría ser mejor
organizada sin un gobierno y proponen muchas maneras de hacerlo. Los anarquistas también discuten que las relaciones
éticas solo pueden ser basadas en la asociación voluntaria. El anarquismo busca la total libertad del individuo, para lograrlo
se basa en los siguientes principios:

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Principios básicos. Ideología

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Antiautoritarismo

Rechazo total a cualquier forma de jerarquía o dominio de unas personas sobre otras, defendiendo una organización social
basada en la igualdad y en el que la libertad es el valor supremo. Por ello tiene como principales (pero no únicos) objetivos a
suprimir el Estado, la acumulación de riqueza propia del capitalismo (exceptuando a los anarco-capitalistas) y las jerarquías
religiosas. A diferencia del marxismo, que pretende usar los instrumentos burgueses (Estado y partidos políticos) para la
conquista del poder, el anarquismo rechaza el principio de autoridad, creyendo que su destrucción es la única forma de
llegar a la igualdad social real

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Humanismo

Algunos anarquistas piensan que el ser humano es bueno por naturaleza. Opinan que es la imposición de la opresión de la
autoridad la que provoca la corrupción en la convivencia entre las personas. Los libertarios exaltaron bastante aquello de la
bondad connatural, no obstante en el último tiempo hay grupos que no hablan ni de maldad ni bondad, pues no somos
ángeles ni diablos, somos humanos.

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Acción Directa

Los anarquistas defienden que para solucionar los problemas sociales no hay que delegar en nadie, sino que hay que actuar
directamente contra el problema en cuestión, ese es el significado de acción directa. Sin embargo, en numerosas ocasiones,
este concepto ha sido erróneamente entendido como una llamada a realizar "acciones violentas". La "acción directa", podría
resumirse de esta manera: "sáltate la burocracia".

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Apoyo mutuo

Este es el principio básico de solidaridad que siguen normalmente los grupos anarquistas. Pedro Kropotkin, en su famosa
obra El Apoyo Mutuo, explica los motivos por los cuales las sociedades se deben basar en este principio y lo ilustra con
numerosos ejemplos, tanto del comportamiento de los animales como de elementos de diferentes culturas humanas.

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Pedagogía libertaria

La enseñanza es un pilar fundamental de la lucha antiautoritaria. El movimiento anarquista usa la educación para tratar de
construir al individuo librepensador, consciente y crítico que sea capaz de construir la futura sociedad anarquista. Mediante
multitud de recursos tales como ateneos libertarios, publicaciones periódicas, edición y difusión de texto, creación de
alternativas educativas a las establecidas.

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Violencia y no-violencia

Los anarquistas entienden que el Estado o cualquier otra institución que ostenta poder engendran la violencia, al ser
aquellos que ostentan el poder quienes coartan la libertad de los demás individuos. La diferencia de criterios surge a la hora
de confrontar dicha violencia impuesta por el Estado. Hay anarquistas que creen en el uso de la violencia como medio para
alcanzar sus fines, y otros que se encuentran vinculados a movimientos pacifistas.

El anarquismo alcanzó publicidad masiva por vez primera durante la segunda revolución industrial, cuando anarquistas
asesinaron a los líderes rusos (1881); en la República Francesa (1894); en Italia (1900) y en los Estados Unidos (1901).
Ejemplos de algunos grupos anarquistas violentos son, el nihilismo, el insurreccionalismo italiano, las células anarquistas
individualistas que a finales del siglo XIX y principios del siglo XX atacaron a reyes en Europa.

Algunas de las tendencias y actitudes anarquistas marcadamente noviolentas son el cristianismo libertario y el
anarcopacifismo. Su convicción de que el uso de la violencia supone repetir patrones de poder y autoridad les lleva a
rechazar cualquier acto de violencia y abogan por otros métodos de lucha tales como la desobediencia civil y el
antimilitarismo.

Sin embargo, hay corrientes como el anarcosindicalismo en las que ambas posturas han convivido. En la Guerra Civil
Española y en la Revolución Makhnovista en Ucrania, el anarquismo socialista también utilizó la violencia.

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Historia del anarquismo

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Precursores

Existen diversas tendencias filosóficas y religiosas donde se han asumido posturas semejantes a los postulados anarquistas
desde hace miles de años. El taoísmo, y el anabaptismo son algunas de las más representativas.

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Inicios del anarquismo

La base del pensamiento anarquista en la filosofía política moderna proviene de muy variados criterios a cerca de cómo
debería ser una sociedad sin autoridad impuesta. Desde el utilitarismo anarquista de William Godwin, el mutualismo de
Pierre-Joseph Proudhon, quien participó activamente en uno de los ensayos antiautoritarios más significativos, la Comuna
de París, el anarco-comunismo de Pedro Kropotkin,el anarquismo individualista de Max Stirner hasta el anarcosindicalismo
de lucha de clases de Mijaíl Bakunin.

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Desarrollo del anarquismo

Mediante el anarcosindicalismo, los principios anarquistas se expandieron de una forma significativa, provocando las
primeras grandes discusiones en la Primera Internacional entre Karl Marx y Mijaíl Bakunin. Con las fuertes emigraciones
europeas hacia los países americanos, el anarquismo se expandió también por el Nuevo Mundo. A principios del siglo XX los
movimientos anarquistas fueron violentamente reprimidos. Los mártires de Chicago y la pena de muerte contra Sacco y
Vanzetti son dos de los casos más significativos.

Todo lo que siempre quiso saber sobre Anarquismo

y nunca se atrevió a preguntar

Traducido del inglés por Mayte (Ateneo Libertario de Zaragoza)


Original Credits: First printed and published by: The Anarchist Media Group, Cardiff (UK)
Later published in l988 jointly by: Black Sheep Publications, Dark Star, and Rebel Press
Typeset and printed by: Aldgate Press, 84h Whitechapel High Street, London El
Distribute Freely: It's not copyrighted... (As if that'd make a difference!)

Introducción

El anarquismo es probablemente la corriente política sobre la que se han dicho mayor cantidad de estupideces. En realidad,
no tiene nada que ver con creer en el caos, la muerte y la destrucción. Los anarquistas no van por ahí cargados de bombas
ni les parece ninguna virtud ir avasallando viejecitas.

No es accidental que la siniestra imagen del anarquista loco haya cobrado tanta aceptación. El Estado, la prensa y todo tipo
de instituciones autoritarias utilizan todos los medios a su disposición para presentar la anarquía como un estado impensable
de caos y asesinato. Poco podemos esperar de los "traficantes" de poder que, por otra parte, poco poder tendrían en sus
manos si nos saliéramos con la nuestra. Necesitan creer en lo esencial de su autoridad y su obediencia para autojustificar
sus crímenes. La TV, la prensa y la industria cinematográfica predican la obediencia, y si la anarquía es mencionada,
aparece como destrucción descerebrada.

La mencionada necesidad de autoridad está tan arraigada en la mente del ciudadano medio, que la anarquía, que
simplemente significa "falta de gobierno", resulta impensable para la mayoría de la gente. La misma gente, por otra parte,
admite que los reglamentos, regulaciones, impuestos, intromisiones y abusos de poder (por nombrar algunos) son como
mínimo irritantes. Por lo general se piensa que no hay más remedio que aguantar en silencio porque la alternativa de "falta
de poder, de autoridad y todo el mundo haciendo su propia voluntad" sería horrible. Sería la anarquía.

Sin embargo existe una variedad ilimitada de sociedades posibles sin Estado, y no todas ellas serían desagradables. ¡Todo
lo contrario! Cualquier tipo de sociedad anarquista nos ahorraría las terribles distorsiones que produce el estado. La "parte
negativa" del anarquismo, es decir, la abolición del Estado, se verá equilibrada por lo que la sustituya? una sociedad libre y
de libre cooperación.

Hay varios tipos de anarquismo, y sus ideas difieren respecto a la organización de una nueva sociedad. Todos tienen en
común que el estado deber ser sustituido por una sociedad sin clases y sin violencia (fuerza restrictiva, represión). Es
precisamente debido a nuestra creencia en la libertad que nos negamos a establecer pautas muy cerradas. Sólo ofrecemos
modelos posibles que se apoyan en la evidencia del día a día. De hecho la sociedad anarquista ya ha existido
históricamente e hizo falta nada menos que un asesinato en masa para detenerla.

Otro error típico de aquéllos que saben algo más sobre el tema, es pensar que el anarquismo es una bella utopía, una idea
hermosa pero impracticable. De hecho, el movimiento anarquista tiene un largo recorrido histórico y no surgió de teóricos
encerrados en sus torres de marfil sino directamente de la lucha por la supervivencia de masas de gente corriente y
oprimida. La anarquía siempre ha sido intensamente práctica en sus pretensiones y en su forma de hacer las cosas. El
movimiento ha estado muy cerca de abrazar el éxito en varias ocasiones. Si realmente es tan de todo punto inviable, ¿por
qué se empeña el Estado en exterminar la anarquía?

Anarquismo elemental

Muy poca gente parece entender el anarquismo pese a que es una idea muy sencilla y clara. Básicamente quiere decir
"dirigir nuestras vidas en lugar de que nos manipulen".

No hay nada especialmente complicado en el anarquismo, excepto las terribles discusiones que conlleva, como por ejemplo,
"imagínate el caos que habría si todo el mundo hiciera lo que quisiera". Sin embargo, ahora mismo vivimos en el caos.
Millones de personas están en el paro, mientras otras están sobrecargadas de trabajo, de un trabajo por demás repetitivo y
rutinario. Hay gente que se muere de hambre a la vez que se está arrojando comida al mar para mantener los precios. El
aire se encuentra contaminado a causa del humo que desprenden coches muchas veces ocupados por una sola persona.

La lista de locuras y situaciones caóticas en la sociedad actual es interminable.

Incluso los "beneficios" del Estado son en realidad perjudiciales. La Seguridad Social, por ejemplo, se dedica a poner
parches como un taller de reparación industrial, y en el fondo es algo parecido. Estos servicios nos hacen dependientes del
Estado y lo peor de todo, nos compran por muy poco. Frenan nuestra propia iniciativa de crear una Seguridad Social
autogestionada y enfocada hacia nuestras necesidades, no hacia las suyas.
La autoridad, por su propia naturaleza, sólo puede interferir e imponer cosas. Seguro que la gente corriente puede
imaginarse alguna forma de organización que impida al Estado la destrucción de sus hogares para construir bloques vacíos
de oficinas. Es un principio básico del anarquismo que sólo aquellas personas que viven en una determinada zona tienen
derecho a decidir sobre su organización, y sobre los asuntos que conciernen a esa zona.

Todo el casos, a nuestro parecer, deriva de la autoridad y del Estado. Sin clases dirigentes y su necesidad de mantenernos
esclavizados no habría Estado. Sin Estado nos encontraríamos en situación de organizarnos libremente según nuestros
propios fines. No creemos que pudiéramos dar pie a una sociedad tan caótica como ésta en la que nos ha tocado vivir. La
libre organización resultaría en una sociedad mucho más tranquila y equilibrada que la actual, cuyo mayor interés es el del
robo sistemático y el exterminio de la mayoría de sus miembros.

Típicos argumentos contra el anarquismo

A menudo nos preguntan cómo una sociedad anarquista trataría a los asesinos. ¿Quién los pararía sin policía?

La mayor parte de los asesinatos son crímenes pasionales y por tanto ni la policía ni nadie los puede prevenir. Esperamos,
sin embargo, que en una sociedad más cuerda y menos frustrante no habrá tanta criminalidad.

Nuestros gobernantes dicen protegernos a los unos de los otros. En realidad sólo quieren protegerse a sí mismos y a su
propiedad.

Si nosotros, como miembros de una comunidad local, fuéramos dueños de todos los recursos y los colectivizáramos, sería
absurdo robar. Un importante motivo delictivo desaparecería.

Estas comunidades necesitarían organizar algún medio con que tratar a aquellos individuos que perjudicaran a los demás.
En lugar de varios miles de policías profesionales, todos nos protegeríamos mutuamente.

Las cárceles son un fracaso a la hora de mejorar o reformar a los presos. Los vecinos de una comunidad, conociendo mejor
las circunstancias personales de cada cual, aportarían soluciones mejores y más adecuadas tanto para la víctima como para
el acusado. Por otra parte, el actual sistema penal es el responsable de la creación de un comportamiento delictivo. Los
presos que cumplen una condena larga a menudo se convierten en seres incapaces de sobrevivir fuera de una institución
que tome todas las decisiones por ellos. ¿Cómo puede llegarse a la conclusión de que encerrar a unas personas con otras
de carácter antisocial (los peores don los carceleros) va a desarrollar en el individuo un modelo de comportamiento
responsable y razonable? Naturalmente, lo que ocurre es todo lo contrario? la mayoría de los presos reinciden.

Otra de las preguntas con las que se ha tenido enfrentar el anarquismo durante años es? "Pero quién haría todo el trabajo
sucio? Imaginamos que toda comunidad diseñaría un sistema rotativo. ¿Qué tiene de imposible?

Otra pregunta: ¿y qué pasaría con aquél que se negara a trabajar? Se puede aplicar presión social, por ejemplo, condenar al
individuo en cuestión al ostracismo. En casos drásticos la comunidad podría verse obligada a expulsar a alguien.

Sin embargo, la gente necesita trabajar. La gente tiene una verdadera necesidad creativa. Fijaos en la cantidad de gente que
pasa horas arreglando su coche, o su moto, o cuidando su jardín, haciendo prendas de vestir, creando música. Todas están
actividades creativas pueden ser muy entretenidas. A menudos se las considera aficiones más que trabajo, pero es que se
nos ha enseñado a considerar el trabajo un tormento que no hay más remedio que aguantar.

En esta sociedad el trabajo es efectivamente un tormento, y naturalmente lo odiamos. Eso no quiere decir que seamos
vagos por naturaleza sino que no nos gusta que nos traten como si fuéramos máquinas, obligados a hacer un trabajo en su
mayor parte desprovisto de significado, para beneficio de otro. El trabajo no tiene porqué ser así, y si estuviera controlado
por la gente que lo desempeña, desde luego no lo sería.

Por supuesto hay trabajos que es necesario hacer, y hay pocas formas de hacer que la recolección de basura sea una
ocupación divertida. Todo el mundo debería ocuparse de ello cuando te tocara el turno y sería labor de todos controlar que
nadie se escaqueara.

Otro punto importante es señalar que el desempleo es sólo un problema creado por el capitalismo. En un mundo más
razonable no habría paro. Todo el mundo tendría menos horas de trabajo porque sólo se producirían los artículos
necesarios. Si nos deshiciéramos de la parásita clase dirigente, nos liberaríamos de gran parte de la presión económica que
nos obliga a trabajar.
Si todavía no estás convencido de que una sociedad anarquista podría resolver el problema de la gente que se escaquea de
sus responsabilidades, imagínate a ti mismo obligado a enfrentarte a una asamblea de tu comunidad, donde se discutiera
que tú representas un problema. ¿Qué te parece?

Otra objeción típica es? "Bueno, eso a lo mejor funcionaba a pequeña escala, en un pueblo campesino, pero ¿cómo puedes
dirigir una sociedad altamente industrializada sin necesidad de dirigentes?" En primer lugar creemos que la sociedad
necesita ser dividida en núcleos menores siempre que sea posible, para que puedan ser dirigidos por grupos pequeños de
gente corriente. Es un rasgo notable en cuanto a teoría de la organización, así como un principio básico del anarquismo, que
los grupos pequeños trabajan juntos de forma eficaz y son capaces de coordinarse con otros grupos parecidos, mientras que
los grupos informes y a gran escala son fácilmente manipulables. Dentro de este mismo punto es interesante señalar que
recientemente, las famosas "economías de escala" que justifican por ejemplo las fundiciones que cubren kilómetros
cuadrados, están siendo altamente cuestionadas. Llega un cierto punto en que las fábricas, granjas, los sistemas
administrativos y demás, pierden eficacia a medida que se hacen más grandes.

Se debe producir y consumir a escala local mientras sea posible. Sin embargo, algunos servicios tendrían que tratarse a
nivel regional o incluso a mayor escala. Esto no es un problema irresoluble, de hecho la clase trabajadora del Estado
Español encontró soluciones en los años 30. La Compañía de Autobuses de Barcelona dobló sus servicios, hizo generosas
contribuciones al colectivo de "Entretenimiento" Ciudadano (actividades lúdicas) y produjo armas para el frente en los
talleres de autobuses. Todo esto se consiguió con un número de trabajadores bastante reducido, ya que muchos se habían
ido al frente para combatir el fascismo. Este increíble aumento de la eficacia, a pesar de la guerra y de la escasez de
materiales, no es tan sorprendente después de todo, porque ¿quién puede dirigir una compañía de autobuses de la forma
más idónea? Obviamente sus trabajadores.

Todos los trabajadores de Barcelona estaban organizados por sindicatos -grupos de trabajadores del mismo gremio,
subdivididos en grupos de trabajo. Cada grupo tomaba sus propias decisiones en lo referente al trabajo día a día y
nombraba a un delegado que representaba sus puntos de vista en temas más generales concernientes a toda la fábrica o
incluso a toda la región.

Los delegados eran portavoces de las decisiones tomadas en asamblea por todos los compañeros y el cargo de delegado se
rotaba con frecuencia.

Los delegados podían ser revocados inmediatamente en caso de que no cumplieran con el cometido de ser meros
portavoces de la asamblea (principio de revocabilidad). Esta es una buena muestra de los principios anarquistas de la libre
federación llevada a la práctica.

Añadiendo más niveles de delegación es posible alcanzar una actividad a gran escala sin abandonar la libertad de trabajar
en la línea que cada individuo elija. Esta idea de "federalismo" volverá a ser ilustrada en una sección posterior llamada
"Acción y organización local".

Sigamos con más objeciones. ¿Una sociedad sin Estado no estaría indefensa ante ataques exteriores?

El hecho de vivir en una sociedad estatal no nos ha salvado del imperialismo. De hecho, nuestro ejército y fuerza armadas
son utilizadas en nuestra contra como un ejército de ocupación. El Estado no nos defiende. Nos utiliza como carne de cañón
para defender a nuestros dirigentes que, puestos a revelar la verdad, son nuestros verdaderos enemigos.

Volviendo a la pregunta, una respuesta anarquista clásica es la de armar al pueblo. Las milicias anarquistas españolas
estuvieron cerca de ganar la guerra civil a pesar de la escasez de armamento, de la traición estalinista y de la intervención
Alemania e Italia. El error fue dejarse integrar en el ejército regular de la República. Una población armada sería difícil de
subyugar.

Pero sí, es cierto, nos podrían destruir. Creemos que nosotros constituimos la verdadera "amenaza nuclear". Los dirigentes
norteamericanos probablemente nos exterminarían antes que permitirnos vivir en libertad.

Contra la amenaza de destrucción nuestra mejor defensa es el movimiento revolucionario en otros países. Dicho de otra
manera, nuestra mejor defensa contra la bomba atómica rusa es el movimiento de los trabajadores polacos.

(NOTA de la tradutora: este análisis fue escrito antes de la caída de la URSS, por lo que ha quedado trasnochado)

En el caso del Estado, su mayor esperanza de no ser exterminados se basa en que nosotros destruyamos nuestra propia
"bomba" (La CND todavía no se ha dado cuenta de que prohibir las armas "megadeath" significa abolir el Estado).
Hay que tener en cuenta que la Revolución Rusa se salvó de una intervención británica masiva gracias a una serie de
motines y boicots de los obreros británicos.

Podríamos garantizarnos un verdadero sistema de seguridad si nuestros contactos internacionales evolucionaran hasta tal
punto que los trabajadores de cada "país enemigo" fueran capaces de impedir que sus dirigentes nos atacaran.

Las páginas anteriores han sido una breve introducción al pensamiento anarquista. Hay muchas más ideas y detalles en
libros que tratan el tema, pero básicamente se entiende el anarquismo viviéndolo, y trabajando en proyectos comunes con
otros anarquistas. Este es el tema que trata la mayor parte de este libro: acción anarquista.

EL ANARQUISMO EN ACCIÓN

Si has leído este panfleto hasta aquí te habrás hecho ya una idea razonable de lo que es una sociedad anarquista. El
problema es cómo llegar a ella.

Dentro del anarquismo hay muchas ideas diferentes pero todas ellas están relacionadas. Hay sistemas completos de teoría
política anarquista denominados federalismo, mutualismo, individualismo, sindicalismo, comunismo libertario, feminismo
anarquista, situacionismo, etc.

Los debates entre las distintas ramas del anarquismo se han sucedido durante mucho tiempo y son demasiado complejos
para exponerlos en un panfleto introductorio.

Sin embargo, si pensamos en términos de lo que el anarquismo dice que hay de hacerse ahora, resulta que hay muchos
puntos en común entre todas las ramas. Cada corriente enfatiza la importancia de la acción en un área determinada de la
vida.

Si empiezas a poner práctica las ideas expuestas en las siguientes páginas, empezarás a crear tu propia versión de
anarquismo. Al hacerlo estará añadiendo un nuevo miembro a u movimiento que siempre necesita nuevos miembros,
especialmente gente que se cuestiona ideas y reflexiona sobre ellas. ¡Discute tus ideas con tus amigos, lee más sobre el
anarquismo, habla con otros anarquistas!

Piensa de forma independiente. Es la única manera.

Organizarse en el trabajo

Tradicionalmente, los anarquistas siempre han pensado que el problema fundamental es que el mundo está dividido en
"esclavos asalariados" y jefes. Si pudiéramos librarnos de los jefes y dirigir nuestras industrias nosotros mismos, en beneficio
de nuestras necesidades y no de las suyas, mejoraríamos y transformaríamos claramente cada área de nuestra vida.

Sin embargo, hay anarquistas que piensan que la clase obrera está tan acostumbrada a estar esclavizada que habrá que
buscar algún camino alternativo a la revolución.

En cualquier caso, una anarquista siempre intentará que sus compañeros cuando menos, se organicen en el trabajo.
Intentamos difundir la idea de que si nos unimos evitaremos que nos mangoneen. Lo mejor es hablar con los compañeros de
trabajo, que nos acepten y confíen en nosotros en lugar de presionar a la gente con sermones. La mejor forma de aprender
la solidaridad es a través de la acción.

Los anarquistas deben ir a la huelga si ésta tiene lugar. Por lo general, tarea más importante en estos casos suele ser tratar
de menguar el poder del sindicato mayoritario y propagar la acción directa en lugar de delegar todo el poder en el sindicato
oficial. el fin del anarquismo es controlar nuestras propias vidas, no entregarlas al "representante oficial" para que nos
traicione. La acción directa, sin intermediarios, es la forma más eficaz de ganar batallas laborales. La unidad es la fuerza.

Para el anarquista, las huelgas encaminadas a conseguir pequeñas reformas, las peleas entre distintos grupos de
trabajadores, etc., no son especialmente revolucionarias. Para nosotros, el fin principal de estas acciones es que a raíz de
ellas la gente empiece a aprender a organizarse y gane confianza en la fuerza colectiva. Esta experiencia podría ser útil a la
hora de capacitar a los trabajadores para desafiar con eficacia la estructura del poder industrial y edificar un control de la
producción por parte de los obreros.

Tenemos una larga historia de la que sacar provecho y muchas técnicas útiles que han funcionado en otros sitios. Ideas
como ir disminuyendo progresivamente el ritmo de trabajo hasta que se equipare con lo equivalente a nuestro salario. O
"huelgas del buen trabajo", es decir, hacer un buen trabajo sin reparar en el tiempo que cueste hacerlo (aunque baje el ritmo
de producción). Estas acciones sólo tienen sentido si se realizan en grupo y con unidad. Son ejemplos de acción directa. No
les preguntamos a los jefes lo que hay que hacer, se lo decimos nosotros. El método indirecto (el llamado democrático), por
el contrario, significa esperar cuatro años y señalar con una cruz el nombre de un "candidato de izquierda", para que luego
resulte que pertenece a la misma logia masónica que le candidato de la oposición.

Esperamos que la auto-organización obrera vuelva (como en otros momentos de la historia reciente) a alcanzar el punto de
unidad en la acción que le permita enfrentarse definitivamente al Estado. Si en la próxima ocasión se dispone de la
experiencia, organización, preparación y conciencia adecuadas será posible destruir e Estado y a sus dirigentes, y avanzar
hacia una sociedad anarquista y un mundo anarquista.

Hay varios análisis anarquistas que exponen cómo podría llegarse a esta situación. Hay quienes apoyan la idea de construir
sindicatos dirigidos por las bases y no por la cúspide dirigente, como es lo habitual. Este tipo de sindicalismo es una clara
estrategia revolucionaria que ha probado su eficacia en el pasado. El sindicato incluye a todos los trabajadores de cualquier
lugar con el fin de desarrollar la auto-organización hasta el punto en que los obreros puedan tomar las fábricas. Allá donde
sea necesario, las huelgas pueden recibir el apoyo de obreros de otros gremios o lugares que se solidaricen con ellos.

Finalmente, se habrán unido suficientes obreros para poner en marcha una huelga general. El Estado quedará paralizado y
uno podrá hacer nada a menos que confíe en el ejército, que no se levantará contra sus familiares. La huelga general será
un levantamiento general, o desembocará en uno. A partir de aquí se puede comenzar la construcción de una Utopía real.

Algunos anarquistas rechazan aspectos de este plan. Desconfían del alcance de los sindicatos, aunque sean sindicatos
descentralizados. Les preocupa la posible aparición de líderes profesionales. También existe el peligro de perderse en la
maraña de los pequeños logros cotidianos.

En cualquier caso, esta diferencia no nos impide trabajar juntos. Las condiciones para crear sindicatos anarquistas a nivel
mundial, especialmente en algunos países donde el sindicalismo se ha neutralizado completamente, no son muy
alentadoras.

En estas circunstancias, lo mejor es promover lazos entre los trabajadores que se enfrentan a los sindicatos mayoritarios
que monopolizan la información para mantener el poder. Debe promoverse toda acción que ponga el control en manos de
los trabajadores, como por ejemplo los piquetes.

Sería de utilidad que los anarquistas que trabajen en la misma fábrica se pusieran en contacto. Si no existen contactos, una
conferencia sería un buen punto de partida.

Cuestiones a nivel nacional

Campañas a gran escala.

Los anarquistas no suelen tener mucha influencia en campañas a gran escala, en parte porque suelen están copados por
cristianos, liberales, diversos grupos de izquierda, etc. y a menudo las convierten en algo tan descafeinado que ningún
anarquista que se precie se acercaría a semejante cuento.

De hecho, vemos el sistema de liderazgo de estos grupos como una parte importante del sistema, cuya función es la de
controlar el movimiento de protesta y canalizarlo hacia niveles inocuos.

Un ejemplo práctico de este confusionismo fue el creado por la organización "Amigos de la Tierra" al cuestionar la
investigación pública que se estaba llevando a cabo acerca de la planta de reciclaje nuclear de Windscale. El resultado fue
que un montón de energía y dinero se malgastó en la discusión entre dos expertos rivales. El gobierno creó la ilusión de que
debía ser justo y razonable, y de que tenía derecho a emitir su propio juicio. El veredicto, por supuesto, ya se sabía de
antemano, y se dio luz verde al proyecto. El "efecto real" era el de confundir la protesta contra el programa de energía
nuclear y hacerla difusa.

Por otra parte, muchos anarquistas creen que es positivo involucrarse en campañas como CND (Campaña por el Desarme
Nuclear), la Liga AntiFascista, el Frente de Liberación Animal, etc. El argumento es que, gracias a esto, algunas personas
podrían llegar a conocer el anarquismo. Una presencia anarquista podría favorecer este proceso. Además, las campañas
que aportan temas esenciales a la atención pública generan oportunidades de mostrar que los males particulares están
relacionados con represión general y la necesidad de una revolución. En algunos casos es recomendable que haya una
presencia anarquista en estas organizaciones para evitar la manipulación por parte de ciertos grupos políticos bastante
nocivos. A veces es incluso posible introducir formas de funcionamiento anarquistas.

Por ejemplo, un anarquista involucrado en un grupo anti-nuclear intentará señalar la relación entre el armamento nuclear, la
energía nuclear, el militarismo, el Estado y la sociedad de clases. Señalaríamos la futilidad de ir rogando contínuamente al
Estado y recomendaríamos a los obreros que construyen armamento que hagan algo más útil en lugar de eso. Haríamos
todo lo posible para que los partidos parlamentarios de izquierda no se dedicaran a domesticar todos los movimientos de
protesta populares.

También hemos de intentar difundir más métodos organizativos descentralizados y basados en grupos pequeños federados
entre sí. Esto tendría la ventaja de conseguir una mayor flexibilidad y de dar a cada miembro mayor oportunidad de
autodesarrollo, así como de impedir que se generara un elite dirigente.

Pocos anarquistas afirmarían que movimientos como los antinucleares, etc. sean revolucionarios; probablemente ni siquiera
consigan el desarme nuclear. Sin embargo, podemos esperar que gracias a ellos se vaya despertando la conciencia pública
y muchos se den cuenta de cómo funciona esta sociedad realmente.

Relaciones interpersonales

Como hemos dicho anteriormente, el anarquismo conlleva una preocupación por los derechos de individuo. No tiene sentido
estar teorizando ni programando actividades si finalmente no va a servir para mejorar la vida de individuos como tú y yo.

A diferencia de los marxistas y otros pseudo-socialistas, creemos que al menso debemos intentar poner en práctica nuestros
principios en el día a día. Si crees en la igualdad, trata a los demás como iguales siempre que puedas. Puede que a un
marxista le resulte más fácil que a un anarquista olvidar el maltrato al que Marx sometía a sus criados y a su mujer.

La forma en que nos tratamos unos a otros refleja la totalidad de la sociedad. En una sociedad desequilibrada la gente se
trata mal.

Por desgracia, los hippies estaban equivocados. No es cierto que "todo esté en tu cabeza". Soluciones individuales como el
ácido lisérgico y la vida campestre resultan no ser soluciones en absoluto, sino simplemente escapismo. Antes de la
revolución no es posible decidir irse a vivir como si fueras libre; esta sociedad no te lo permitirá.

Antes de la revolución es responsabilidad de cada cual creer, como si fuéramos seres humanos razonables, en u mundo
razonable. Es difícil, pero no imposible, con la ayuda de tus amigos, evolucionar a un estado más avanzado que el simple
estado de dependencia en que esta sociedad intenta mantenernos.

La familia autoritaria

Un mito común, tanto en el fascismo como en el antihumanismo cotidiano, es la "santidad" de la familia y la "santa"
institución de la maternidad.

Muchas mujeres hoy en día luchan contra el papel que les han impuesto de ser madres y nada más, y contra la dominación
diaria de mujeres y niños por parte de los hombres, que es en lo que consiste la familia.

La realidad de la vida familiar difiere bastante de la idea sentimental. Malos tratos a mujeres, violaciones y abusos infantiles
no son sucesos accidentales ni aislados; son el resultado de un condicionamiento dentro de la familia y por parte de los
medios de comunicación.

Hasta que no tengamos libertad e igualdad en nuestras vidas diarias, no tendremos libertad ni igualdad en absoluto.

No tienes más que mirar los patrones de "señor y esclavo" de cualquier revista pornográfica para comprobar que la represión
sexual lleva a la dominación y a la sumisión. Si el poder es más importante que la realización en tu vida sexual, también lo
será en los demás aspectos de tu vida.

Apoya el amor libre. Si no es libre, no es amor.


La derecha habla mucho sobre el tema sexual y lo que ellos llaman "moralidad" y "pureza" sexual. Incluso la "pureza racial"
es una idea en gran medida relacionada con el sexo. Está basada en el temor a la sexualidad de las "razas inferiores",
temida por que amenaza su propio poder y control sexual.

Los racistas preguntan: "¿Dejarías que tu hija se casara con uno de ellos?" ¿Quién eres tú para decidir lo que "tu" hija deber
hace con su vida sexual?

Generalmente , los anarquistas nos están de acuerdo con el matrimonio convencional. No aceptan que las relaciones
sexuales se conviertan en un negocio del estado o de la Iglesia. La verdadera seguridad emocional tanto para los hijos como
para los adultos no se encuentra tanto en una unión artificialmente mantenida y legalmente vigente, como en una red más
extensa de relaciones que pueden tener un componente sexual o no.

Muchos anarquistas consideran que vivir en una comuna es una forma de cambiar la sociedad, pero vivir en la misma casa
que otros nueve individuos no es la clave del futuro ideal. Lo importante es cambiar nuestras actitudes: abrirse más, ser más
generosos y menos competitivos y temerosos de los demás.

La mayoría de los anarquistas se limita a ser un poco más sociable que la mayor parte de la gente. Hacemos lo que
podemos conscientes de que la perfección es imposible en una sociedad represiva. No hay santos anarquistas.

(NOTA de la traductora: Sí, San Buenaventura)

Cambiando el día a día

A menos que podamos ayudar a la gente, incluídos nosotros mismos, a perder el miedo, la ansiedad y la inseguridad, no
tiene mucho sentido esperar que nos comportemos con sensatez y empecemos a construir una sociedad libre y creativa. Las
ideas autoritarias y el odio irracional a chivos expiatorios como los negros o los homosexuales son parte de la locura
colectiva.

Afortunadamente, hay personal que ya está trabajando en aras de conseguir una mayor salud mental, y los anarquistas
deberían hacer todo lo posible por apoyar estos movimientos.

De éstos, el ejemplo más claro es el movimiento de psicoterapia radical. A grandes rasgos, los grupos de este movimiento
intentan rechazar la vieja idea del psiquiatra experto que resuelve los problemas de sus pacientes, en favor de un método en
que la gente se autoayude. Por desgracia, son las clases medias neuróticas las que se han beneficiado de esto. Las tarifas
de estos grupos de encuentro son demasiado altas para gente como nosotros, y grupos de encuentro centrados en los
problemas organizativos de la industria no son la mejor vía para edificar una sociedad nueva.

Existen grupos de terapia de auto-ayuda, sin embargo, que prometen, y podrían servir. Los de mayor éxito parecen ser
aquellos con un tipo específico de miembros, tales como depresivos, grupos de mujeres, etc. La gente no tiene porqué
ajustarse a situaciones imposibles y deben aprender a autoafirmarse y a expresarse por sí mismos.

Gran parte del caos psicológico que sufren los seres humanos tiene mucho que ver con las relaciones injustas entre ambos
sexos; los anarquistas esperan mucho del movimiento de liberación de la mujer. Y no es que todas las feministas sean
revolucionarias. La Organización Nacional de las Mujeres, por ejemplo, estaba emocionada ante la perspectiva de que las
mujeres tuvieran por fin acceso a los espacios de control de misiles nucleares. Sin embargo, hay una gran corriente
anarquista dentro del movimiento feminista, que enfatiza la asamblea, la auto-ayuda y la importancia de que las mujeres
acepten y comprendan sus sentimientos hacia los demás. Desafiar la dominación masculina debería conducirnos a desafiar
todo tipo de dominación.

El movimiento de liberación de la mujer también ilustra otra evolución prometedora: la tendencia a organizarse en grupos
pequeños y colectivos. Si trabajan bien pueden ser de gran ayuda y crear autoestima e los individuos que lo forman. Otros
movimientos, como el movimiento gay, asociaciones de demandantes, squatters, grupos de auto-ayuda sanitaria, etc. son
positivos por la misma razón. Esta forma de organizarse tiende al desarrollo de la salud mental.

Todo lo que anime a la gente a adquirir responsabilidades y a examinar sus relaciones con el resto del mundo debe
apoyarse. Finalmente, esperamos que las actitudes cambiarán lo suficiente para permitir a la gente que vuelva a tomar las
riendas de su propia vida.

Acción y organización local


La acción directa puede utilizarse para cambiar las condiciones de casas, calles, colegios, hospitales y otras instalaciones.
Las reformas, en sí mismas, no representan una gran contribución ala construcción de la sociedad anarquista, pero es
importante que la gente se conciencie de la importancia del potencial de la acción directa. Estas acciones pueden llegar a
promover sentimientos de espíritu colectivo y de auto-organización. Despiertan la conciencia política. Si salen mal, pueden
llevar a la desesperación y a una desilusión total respecto a la raza humana. Estos sentimientos pueden conducirte al
suicidio político. Hay ejemplares de estos desencantados en los mítines de los partidos mayoritarios.

¿De qué tipo de acciones estamos hablando? Si te hace falta un vivienda, ocupa una. Así desafías a las autoridades y a la
propiedad privada. La ocupación demuestra con eficacia el sinsentido de que existan casas vacías a la vez que hay gente
sin hogar. Por desgracia, el prejuicio popular impide que la ocupación obtenga el apoyo generalizado necesario para un
cambio real.

La vida comunitaria de la calle puede mejorarse mediante festivales, teatros callejeros, etc. Por supuesto, a menos que seas
el tipo de anarquista que tiene contactos por las alturas, este tipo de acción puede tener sus inconvenientes.

Los anarquistas han participado y a menudo han soñado también todo tipo de esquemas de auto-ayuda, incluyendo un
mejor aprovechamiento de la tierra, esquemas rotativos de trabajo, esquemas de colectivización de los productos... Estos
esquemas son una muestra de independencia y de la viabilidad de formas alternativas de intercambio económico.
Desconfiad de los liberados que intentan profesionalizar la idea y destruir sus beneficios reales haciéndola parte del sistema.

Otra área principal de la actividad anarquista es la de involucrarse en campañas locales. Estas pueden resultar útiles a la
hora de desarrollar la conciencia publica y su capacidad organizativa, y pueden tener la virtud de invitar a la gente a pensar
sobre cuestiones políticas. Una campaña contra el cierre de un hospital local, por ejemplo, hace surgir cuestiones como
quién controla los hospitales y para quien es el beneficio. Por desgracia, la gente a menudo se deja confundir por sus
ilusiones de "democracia" y política parlamentaria, y acaban desvinculándose de la campaña o engañados por las promesas.
Esto puede llevar a la desilusión y a la apatía. el papel del anarquista es intentar asegurarse de que el resultado de una
acción es el rechazo a las autoridades y la promoción de la acción directa.

Es difícil encontrar el equilibrio entre involucrarse para conseguir reformas inmediatas ( así promover una creencia falsa en
el Estado como fuerza benevolente) y examinar las implicaciones a largo plazo de tus acciones. Si dejas que tus
sentimientos de desmanden acabarás creyendo en el reformismo, desesperado por arrancar la corrupción de la sociedad.
Esto es comprensible, pero es contraproducente a la hora de arrancarla de raíz.

Hacer mejoras en el sistema significa reforzarlo, y a la larga, aumentar la miseria humana.

Cuando las condiciones locales se vuelven insostenibles, se generan tumultos. Los tumultos esporádicos, nacidos de la
frustración y no de la organización, no son particularmente revolucionarios. Si hubieran estado organizados, habría sido una
insurrección, que es otra cosa. Entonces, ¿cómo se organizan los anarquistas?

Los individuos se unen a grupos anarquistas para coordinar sus acciones con otros, no para que les digan lo que tienen que
hacer. El grupo al completo discute una acción particular, pero sólo aquellos que estén a favor la llevarán a cabo. Esto
contrasta por completo con los grupos trostkistas en los que el individuo tiene que aceptar la línea de su partido.

La discusión en un tema importante, o en una acción común, simplemente significa la aparición probable de un nuevo
colectivo. En cada país existen federaciones de colectivos libertarios, que de esta forma permanecen coordinados (por
supuesto, de forma no-autoritaria).

Este modelo de organización ya se ha generalizado en otras corrientes de la actividad política, como por ejemplo, en grupos
de mujeres y en algunas asociaciones de vecinos. Si el anarquismo crece, esperamos que aumente esta forma de
organización.

Grupos de personas en una calle o en un lugar de trabajo pueden organizarse así para tomar decisiones que les incumben.
Pueden mandar delegados a encuentros a mayor escala, pero siempre instruyéndoles en lo que tienen que decir, haciendo
el cargo rotatorio y revocándolos si alguno intentaba autoinstituirse en líder. ¿Una idea utópica? Ya funciona en muchos
grupos, a pequeña escala. ¿Qué es lo que parece tan difícil? Todo lo que necesitamos es una revolución total en la
conciencia cotidiana. De esta forma, un sistema anti-autoritario de organizar todos los aspectos de nuestra vida desde la
cuna a la tumba podría surgir. Sería un tipo federalista de sociedad anarquista.

El anarquismo encuentra vital educar a la gente para una nueva sociedad. Algunos incluso dirían que es todo lo que
razonablemente podemos hacer. Intentar hacerla revolución con una minoría muy pequeña no tiene sentido, e incluso con
las mejores intenciones sólo podría conducir a una nueva esclavitud. Una verdadera revolución sólo puede hacerse si una
gran mayoría la quiere y participa activamente en la creación de un mundo nuevo. Por supuesto, tendríamos muchas más
oportunidades si la ente se hubiera organizado previamente, y hubiera reflexionado sobre los consiguientes problemas y
cuestiones. Lo cual significa que una de nuestras prioridades es la difusión de nuestras ideas.

Sin embargo, es mejor evitar presionar a la gente con sermones. No queremos meros seguidores. Otro peligro incluso peor
es que hagamos de nuestras vidas un dogma. Finalmente, no queremos predicar, sino hablar con la gente.

Este último punto es importante. Probablemente, el síntoma más claro de la degeneración de la sociedad moderna es que la
comunicación cada vez se hace más impersonal, más estandarizada y más subjetiva. La comunicación se ha convertido en
un artículo adquirible, "sonidos" que se compran en cintas de plástico. Todos los medios de comunicación modernos tienen 2
cosas en común: tienes que pagar por ellos y no hay forma de participar en ellos, o miras, o escuchas, no se te pide nada
más.

Nuestra creencia en la libertad nos lleva a exigir libertad de expresión y libertad de prensa. Esto podrá sonar raro, como si se
tratara de una manifestación de los liberales del s. XIX. Ahora los liberales parecen bastante satisfechos de haber
conseguido estas preciadas libertades.

Lo que quieren decir es que ellos tienen esas libertades, los comunes mortales, y menos los "extremistas peligrosos" como
nosotros, no las tenemos. Podemos decir (casi) todo lo que queramos, pero no en horas de máxima audiencia; podemos
escribir lo que queramos, pero ¿se publicará en la prensa oficial? A menos que tengamos una verdadera oportunidad de que
nos escuchen, la libertad de expresión poco significa, y no les preocupa concedérnosla.

Hay quien dice que el golpe de estado de Tejero fracasó porque los guardias civiles tenían un concepto trasnochado del
poder político y, por consiguiente, tomaron el parlamento. Para la próxima vez ya lo saben: lo que hay que tomar son las
emisoras de radio.

Los periodistas, los impresores, los escritores, técnicos y actores quizá deban jugar un papel muy importante en la lucha por
una nueva sociedad. Está en sus manos decir la verdad. Deberían estar tan avergonzados de la bazofia que,
obedientemente, siguen produciendo, que a estas alturas ya tendrían que haber dimitido. Es urgente que la industria de la
comunicación se ponga al servicio de la agitación política, y que los trabajadores controlen los contenidos de la emisión.

Debido a que los medios de comunicación están tan controlados por una oligarquía que sabe muy bien de la importancia de
su poder, hay pocas probabilidades d que podamos difundir nuestras ideas a través de los medios establecidos.
Necesitamos encontrar alguna otra forma de difundir nuestras ideas hasta que llegue el momento de que podamos
apoderarnos de los medios de comunicación.

Nos han empujado a los límites de lo social. Nos vemos obligados a crear nuestros propios medios para expresarnos.
Naturalmente, todo ello a pequeña escala, por eso alcanzamos a un grupo reducido de gente con cada panfleto, revista, etc.
Esperamos que cada pequeña acción se vaya sumando. Después de todo, mil panfletos no son un desperdicio si logran
convencer a un sólo nuevo anarquista.

Difundir la idea es importante, se ha intentado en muchas ocasiones y de muchas formas distintas. He aquí varios métodos
utilizados por los anarquistas para comunicar sus ideas:

La palabra impresa

El movimiento anarquista ha producido una gran cantidad de artículos, revistas, periódicos, libros y panfletos a lo largo de su
historia, algunos con una tirada excepcional. Muchos fueron leídos sólo por unos pocos y han caído en el olvido para
siempre.

El esfuerzo ha sido una pérdida de tiempo. Cada vez necesitamos material anarquista en mayor cantidad y mejor escrito.
Aquellos que están receptivos deben poder tener posibilidades de información a su alcance.

Las octavillas, a menudo pasadas rápidamente a multicopista para una acción concreta, son la posibilidad más barata y la
más sencilla. El estilo debe ser sencillo y directo. Ilustraciones, incluídas las fotografías pueden hacerse a cliché con un
coste ligeramente superior.
Los panfletos baratos sobre temas concretos siempre pueden tenerse a mano cuando surja una conversación sobre el tema.
Este, por ejemplo, esta diseñado para todos aquellos que insisten en las típicas preguntas sobre la viabilidad de la sociedad
anarquista como "¿y qué pasaría con los asesinos?"

Las revistas y periódicos pueden ser de dos tipos: aquellos dirigidos o de interés sólo para los anarquistas, y aquellos que
apuntan a una multitud no comprometida. Parece que ha muchas publicaciones para anarquistas convencidos, pero muy
pocas con el fin de agitar a las conciencias dormidas. Hay unas cuantas publicaciones anarquistas de gran calidad: además,
muchos anarquistas trabajan en publicaciones locales sobre temas que conciernen a la comunidad.

La publicación de libros y su distribución son también una parte importante del movimiento. Puedes encargar libros
anarquistas en tu biblioteca local. También quedan muchos libros por escribir. Necesitamos más trabajos sobre teoría
anarquista, más análisis de la sociedad actual y de las estrategias adecuadas, para variar. La ficción o la poesía también
entran en la esfera de acción. Escribir un libro no es algo tan imposible como parece al principio. Muchos escritores son
perfectos idiotas, de hecho.

Teatro callejero.

Este medio de comunicación no ha sido lo suficientemente explotado por los anarquistas. Escribir y ensayar obras puede
llevar ala formación de un colectivo. El procedimiento legal es solicitar un "permiso de planificación" (Aseguraos de poneros
un nombre inofensivo). Por otra parte, el "Ejército de Santa Claus" que invadía los departamentos de juguetes en los
grandes almacenes de Amsterdam y repartía juguetes a los niños también estaban haciendo teatro callejero, aunque de una
forma menos legal. Algún tipo de actuación semi-teatral que lleve a la gente a reflexionar es una buena alternativa a las
manifas de siempre.

Encuentros públicos

Hubo una época en que los encuentros anarquistas llamaban a 30 o 40mil personas. Los encuentros públicos han declinado
a favor de los entretenimientos de masas. Cincuenta personas es un buen número hoy día. Elegid un tema, seleccionad
portavoces, alquilad un local y haced publicidad. Puede suponer mucho esfuerzo pero a veces aparecen nuevos miembros o
al menos suscita interés. La gente os tomará más en serio.

Medios de comunicación alternativos

Este título tan vago quiere cubrir medios de comunicación heterodoxos desde las chapas y las pintadas a spray hasta los
vídeos. Pequeños mensajes dirigidos a la difusión pueden escribirse en puertas de wáteres o escribirse a spray en las
paredes de la autopista. El vídeo no es muy caro, ni es muy difícil conseguir cámaras alquiladas. También cabe la posibilidad
de las emisoras de radio piratas, y no hay porqué prescindir de la danza o el mimo u otras ideas para transmitir un mensaje.
Usa tu imaginación.

Aunque estamos excluídos del mercado de medios de comunicación para las masas, hay otras formas de transmitir nuestras
ideas.

Finalmente, la forma en que una idea se comunica es casi tan importante como la idea en sí. Si permite o promueve la
participación de la gente para que ésta deje de ser una simple audiencia y pueda expresarse por sí misma, es un desafío
directo al sistema de poder que necesita mantenernos dóciles.

Música

La música rebelde o revolucionaria tiene una historia mucho más antigua que la que los modernos jóvenes de hoy o los
caducos hippies de ayer puedan imaginar. Créase o no, muchas óperas giran en torno a temas revolucionarios. En el s.
XVIII, en la década de los 30, la posesión de un instrumento musical en Inglaterra estaba prohibida para los estamentos
sociales más bajos, ya que los músicos errantes eran verdaderos agitadores del descontento social.

Muchos anarquistas eligen la música como medio de comunicación con la gente. Es una forma de actividad útil para los
anarquistas, y además es divertida. Por desgracia, mucha de la actual música anarquista, ni es anarquista ni es música, pero
hay alguna buena, y alguna incluso muy buena. Cuestión de gustos.

La música tiene la fuerza de apelar a las emociones directamente. Es posible comunicarse de una forma más básica.
También se puede utilizar para hipnotizar y manipular a la gente, cosa que espero que evitemos hacer.
Por tanto, lo que necesitamos hacer es que la música llegue a la gente, animarles a intentarlo y a sacar a relucir su
creatividad. Las posibilidades de la grabación casera son muy interesantes.

Necesitamos crear una música alternativa que desafíe a la industria musical Que aúllen cuando se enteren de que sus cintas
se están grabando ilegalmente. Les hemos puesto las cosas fáciles demasiado tiempo.

El arte

Los cuadros expuestos en las pinacotecas han sido descritos como arte de museo; eso quiere decir que son objetos para ser
admirados, comprados y vendidos. Separan el arte de la vida y de la gente. El arte como un artículo en venta es lo mejor que
este sistema puede ofrecer. El arte como actividad no podría ni entenderse ni permitirse.

Hay una necesidad imperiosa de que la gente corriente libere sus capacidades creativas. Al menos esto se puede intentar
poner en práctica cuando hablamos con la gente. Se pueden encontrar formas de trabajar para el movimiento y divertirse al
mismo tiempo. A través de la creatividad podemos llegar a partes ocultas de la gente que otras ideas no alcanzarían.

Difundir la idea, es decir, hacer "propaganda", ha de ser uno de los objetivos primordiales de la estrategia anarquista. Por
encima de todo, una revolución anarquista requiere que la gente sepa lo que hace y porqué lo hace. Nadie puede ser
obligado a ser libre: o se elige y se toma, o no es verdadera libertad. Nuestra labor es más dura que la de los testigos de
Jehová que van de puerta en puerta. No basta con que digamos a la gente lo que tiene que pensar: o piensan por sí
mismos, o no son verdaderos anarquistas.

La escuela y la educación

Aunque desconfiamos en principio de la institución escolar, los anarquistas tiene gran fe en el poder de la educación. Una de
las mayores fuentes de esperanza para u mundo mejor es que la próxima generación, con la ayuda necesaria, crezca menos
neurótica que la anterior. Algunos dicen incluso que educar a los niños para la libertad es la única esperanza real de crear
una sociedad anarquista.

Las escuelas se ocupan principalmente de seleccionar y dividir a los niños en niveles para su futuro papel en una sociedad
jerarquizada, y asegurarse de que internalizan la competitividad, la jerarquía y el respeto a la autoridad. Este sistema exige
que la mayoría de los niños, y de los adultos, se sientan inferiores. Los anarquistas pensamos que las pruebas académicas
son una medida insignificante respecto al potencial de una persona para jugar un papel importante en la sociedad. El culto al
experto profesional está diseñado para destruir nuestra auto-estima en nuestras posibilidades y en nuestra capacidad de
juicio.

Los anarquistas nos oponemos al castigo corporal y a todas las formas de obligación en la educación. La asistencia a clase
debería ser voluntaria. La obligatoriedad destruye el entusiasmo natural por saber y comprender. La verdadera educación es
lo contrario a la escuela obligatoria, donde se aprende principalmente a temer y respetar la autoridad. Necesitamos, en
cambio, que nuestros hijos desarrollen una capacidad crítica para entender el mundo, para ver los cambios que es necesario
hacer para crear un lugar mejor para todos, y ser capaces de llevar a cabo estos cambios.

Los anarquistas nos oponemos al adoctrinamiento religioso en los colegios. El miedo y la superstición no tienen lugar en una
educación ética. La educación religiosa debería abolirse y sustitiurse por una clase enfocada a discutir cuestiones morales y
filosóficas basadas en la preocupación y el respeto a los demás.

Es una locura pensar que la educación actual sólo consiste en pasar 1 años o más de nuestras vidas en colegios que nada
tienen que ver con el mundo exterior. Sería mucho más saludable para nuestra educación que ésta integrara aspectos del
trabajo cotidiano y la vida social. Así, las habilidades de cada uno podrían ser reconocidas por la sociedad y utilizadas para
la educación de otros. Necesitamos destruir las líneas divisorias entre trabajo, juego y educación. La educación debería
estar disponible en cualquier momento de nuestras vidas, en lugar de estar confinada arbitrariamente a esa parte de la vida
que pasamos en la escuela. Todos somos alumnos y profesores potenciales, todos tenemos habilidades que desarrollar y
que enseñar durante toda nuestra vida.

Los anarquistas estamos generalmente de acuerdo en que la completa liberación de la educación depende de la creación de
una sociedad anarquista. Sin embargo, esto no ha sido impedimento para intentar crear entornos más libres donde los niños
puedan crecer y aprender, aquí y ahora. Algunos anarquistas han educado a sus hijos en casa. Otros los han educado
conjuntamente con otros padres e hijos. Han trabajado juntos en lugar de permanecer en núcleos familiares aislados. En las
últimas 3 décadas varias escuelas libres se han establecido basándose en principios libertarios, y han desempeñado un
servicio muy valioso demostrando de forma práctica que hay alternativas posibles. Sin embargo, han tenido que enfrentarse
a constantes problemas económicos y a todos los otros problemas que supone vivir en una sociedad como la nuestra
intentando crear una sociedad libre.

Algunos anarquistas y otros que comparten sus puntos de vista sobre la educación han llegado a la conclusión de que en un
futuro predecible, la mayoría de los niños asistirán a escuelas estatales y, por tanto, han intentado cambiar estas escuelas
desde dentro, así como a los padres y profesores.

Aunque hacia los años 60 la institución escolar había aceptado los métodos libertarios en la escuela británica de A. S. Neill's
Summerhill, se trataba de una escuela privada a la que sólo tenían acceso niños de padres ricos, que se horrorizaron al ver
que métodos similares se estaban adoptando en escuelas públicas para niños de clase obrera. Los intentos más fructíferos
se dieron en la Risinghill School y en William Tyndale School de Londres, pero fueron abortados por la autoridad educativa
local y los profesores fueron expulsados.

La lección a extraer para aquellos que vuelvan a intentarlo en el futuro es que es esencial romper el aislamiento al que se
somete alas escuelas respecto a la comunidad, para que los padres entiendan y apoyen activamente la implantación de la
pedagogía libertaria en los colegios

Conclusión

Para una consideración más detallada de la teoría anarquista, hemos incluído una bibliografía, hemos hecho listas de áreas
de actividades y subrayado la corriente anarquista. No hemos intentado indicar que tipo de actividad conducirá más
probablemente a un futuro antiautoritario. Este tipo de juicio requiere una consideración más detallada de la naturaleza de la
sociedad en cuestión y de una estrategia revolucionaria. Esperamos que tú sacarás tus propias conclusiones. Los
anarquistas siempre crean su propia opinión.

Si estás interesado, lee más, habla con los anarquistas de tu localidad, reflexiona sobre las ideas. Hay mucho que hacer.

¿Se te ocurre alguna buena excusa para no ser anarquista? Bueno, pues entonces, ¡adelante!

Further Reading

Introductions To Anarchism

ABC OF ANARCHISM, Alexander Berkman, Freedom Press, L2.00


ANARCHISM AND ANARCHIST-COMMUNISM, Peter Kropotkin, Freedom Press, L 1.25
ANAKCHIST READER, THE, George Woodcock, Fontana, L2.95
ANARCHY, Malatesta, Freedom Press, Ll.00
ANARCHY IN ACTION, Colin Ward, Freedom Press, L2.50
FLOODGATES OF ANARCHY, Stuart Christie and Albert Meltzer, Kahn & Averill, L3.25

Classics Of Anarchism

Bakunin:
CRITIQUE OF STATE SOCIALISM, A, B Books, L1.50 (comic strip version)
GOD AND THE STATE, B Books, 80p
PARIS COMMUNE AND THE IDEA OF THE STATE, THE, B Books, 30p
Godwin:
ANARCHIST WRITINGS OF WILLIAM GODWIN, Freedom Press, L3.50
ENQUIRY CONCERNING POLITICAL JUSTICE, AN, Penguin
Kropotkin:
CONQUEST OF BREAD, THE, Elephant Editions, L3.60
FIELDS, FACTORIES AND WORKSHOPS TOMORROW, Freedom Press, L3.50
GREAT FRENCH REVOLUTION, THE, VOLS I & 2, Elephant Editions, each L3.95
MUTUAL AID, Freedom Press, L3.50
STATE, THE, Freedom Press, Ll .75
See also books by Proudhon, Malatesta, Goldman and Berkman

Anarchist `-isms'
Anarcha-feminism:
QUIET RUMOURS, various authors, Dark Star/Rebel Press, Ll.80
UNTYING THE KNOT, Freeman and Levine, Dark Star/Rebel Press, 60p
WOMEN IN THE SPANISH REVOLUTION, Solidarity, 60p
Anarcho-syndicalism:
ANARCHO-SYNDICALISM, Rudolf Rocker, Phoenix Press, L2.50
Anti-militarism/self-defence:
PROTEST WITHOUT ILLUSIONS, Vernon Richards, Freedom Press, L2.50
STRANGE VICTORIES, Elephant Editions, L 1.95
TOWARDS A CITIZENS' MILITIA, Cienfuegos Press, L 1.50
Federalism:
KROPOTKIN'S FEDERALIST IDEAS, B Books, 25p
Individualism:
EGO AND ITS OWN, THE, Max Stirner, Rebel Press, L4.50
Mutualism:
See the writings of P-J Proud hon
Situationism:
AND YET IT MOVES, Boy Igor, Zamisdat, L3.00 (critique of science)
BOOK OF PLEASURES, Raoul Vaneigem, Pending Press, L4.95
ON THE POVERTY OF STUDENT LIFE, Rebel Press, 75p
PARIS: MAY `68, Dark Star/Rebel Press, L1.50
REVOLUTION OF EVERYDAY LIFE, Raoul Vaneigem, to be reprinted in 1988
SOCIETY OF THE SPECTACLE, THE, Guy Debord, L3.50
See also the SpectacularTimes pocketbooks (six titles in print priced 50p to L1.00)

Anarchist Issues

Animal Liberation:
AGAINST ALL ODDS, Arc Print, L 1.95
KILL OR CURE?, Arc Print, L2.25
UP AGAINST THE LAW, Arc Print, L 1.50
Ecology:
POST-SCARCITY ANARCHISM, Murray Bookchin
EARTH FIRST READER, THE, ed. Dave Foreman
Education:
LIB ED, quarterly magazine, 50p
RAVEN, THE, VOL 2, L2.50 (article on Walden School)
SUMMERHILL, AS Neill, Pelican, L4.95
Housing:
HOUSING: AN ANARCHIST APPROACH, Colin Ward, Freedom Press, L2.25
IDEAL HOME, Hooligan Press, L2.40
SQUATTING IN WEST BERLIN, Hooligan Press, L2.00
Abuses of the Media:
MANUFACTURING CONSENT, Noam Chomsky
`Illegal' actions:
RADIO IS MY BOMB, Hooligan Press, L2.40 (DIY guide to pirate radio)
WITHOUT A TRACE, L2.00 (about `getting away with it')
ECODEFENSE (a field guide to monkeywrenching), ed. Dave Foreman
Riots/insurrection:
FROM RIOTS TO INSURRECTION, Alfredo M Bonnano, Elephant Editions, L 1.00
LIKE A SUMMER WITH A THOUSAND JULYS, BM Blob, Ll.50

Anarchist History

Britain:
SLOW BURNING FUSE, THE, John Quail
Russian Revolution:
GUILLOTINE AT WORK, Maximoff, Cienfuegos Press, L6.00
INTRO TO MY DISILLUSIONMENT IN RUSSIA, Emma Goldman, Phoenix Press, 20p
RUSSIAN TRAGEDY, THE, Alexander Berkman, Phoenix Press, L2.50
Spanish Revolution:
BARCELONA MAY DAYS 1937, various authors, Freedom Press, L2.50
COLLECTIVES IN THE SPANISH REVOLUTION, Gaston Leval, Freedom Press, L6.00
LESSONS OF THE SPANISH REVOLUTION, Vernon Richards, Freedom Press, L2.95
Revolutionaries/Rebels:
ANARCHISM AND VIOLENCE, Osvaldo Bayer, Elephant Editions (about Severino de Giovanni)
ANGRY BRIGADE 1967484, THE, Elephant Editions,Ll.20
BONNOT GANG, THE, Richard Parry, Rebel Press, L4.95
BLACK FLAG, THE, Jackson, RKP, L3.00 (h/b)(about Sacco and Vanzetti)
HAYMARKET SPEECHES, THE, Voltairine de Cleyre, Cienfuegos Press, L2.40 (as above)
MALATESTA: HIS LIFE AND IDEAS, Vernon Richards, Freedom Press, L3.00
RED VIRGIN, THE, University of Alabama Press, L6.00 (memoirs of Louise Michel)
SABATE: GUERILLA EXTRAORDINARY, Tellez, Elephant Editions, L2.95

Anarchist Fiction

FREE, THE, M Gilliland, Hooligan Press, L 1.80


FROM BENEATH THE KEYBOARD, Hooligan Press, L2.00 (short stories/poetry)
MONKEY WRENCH GANG, THE, Edward Abbey
HAYDUKE LIVES, Edward Abbey
See also writings of the mysterious B Traven (author of THE TREASURE OF THE SIERRA MADRE)

Anarchist Fiction: Sci-Fi

DISPOSSESSED, THE, Ursula K leGuin, Granada


LaNAGUE CHRONICLES, THE, F. Paul Wilson
UNGOVERNED, THE, (appears in _True Names and Other Dangers_), Vernor Vinge
CONQUEST BY DEFAULT, (appears in _Threats and Other Promises_), Vernor Vinge
ILLUMINATUS TRILOGY, THE, Robert Shea and Robert Anton Wilson, Sphere, L2.95
See also other libertarian influenced SF writers, e.g. Michael Moorcock, Doris Lessing, Marge Piercy, Kate Wilhelm,

The books listed are available from alternative bookshops. Most can also be obtained from A Distribution, 84b Whitechapel
High Street, London E1 7QX or from Housmans, 5 Caledonian Road, London N1 9DX.

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