Zona Intertropical
Zona Intertropical
Zona Intertropical
La zona intertropical presenta unas características climáticas especiales que la diferencian de las otras
cuatro zonas geoastronómicas: las dos zonas templadas y las dos zonas polares.
Denominaciones
A través del tiempo, la zona intertropical ha recibido varias denominaciones tales como Zona Tórrida, Zona
Tropical, Zona cálida o simplemente Trópicos, pero no son precisas desde el punto de vista geográfico. La
zona ecuatorial no es un sinónimo ya que no incluye en ella a toda la zona intertropical, sino a una parte de
la misma (unos 5º de latitud a ambos lados del ecuador).[cita requerida]
Alexander Humboldt llamó a la zona intertropical americana las regiones equinocciales del Nuevo Mundo,
por estar situadas en las áreas donde, por estar en las bajas latitudes el día y la noche duran casi lo mismo
(alrededor de las 12 horas, de equi, prefijo griego que significa igual y noccio noche).
Características climáticas
Debido a su escasa densidad de población (con excepciones,
como sucede con la isla densamente poblada de Java), la zona
intertropical presenta pocas estaciones meteorológicas y la
mayoría de ellas están ubicadas en las zonas urbanas, por lo
que no se tienen los datos meteorológicos necesarios para
poder conocer en detalle los tipos climáticos presentes en la
zona intertropical. Sin embargo, debido a la extraordinaria
estabilidad de los climas, los datos climáticos de que
disponemos sirven casi siempre para obtener una idea bastante
clara y precisa del clima particular de una zona determinada.
Presenta climas isotermos.
Meteorología intertropical
Los climas de la zona intertropical son isotermos, es decir, que
presentan escasas variaciones de temperaturas a lo largo del
año (de 2 a 5 °C). Sin embargo, las amplitudes térmicas diarias
son mucho mayores que las amplitudes anuales de las medias
mensuales y pueden llegar hasta los 10 a 15 °C. Esta amplitud
Helechos arborescentes de unos 10 m de
diaria se debe a la duración similar del día y de la noche:
altura, a unos 2000 m s. n. m., junto a la Humboldt se refería a la zona intertropical americana como las
carretera cerca de la Colonia Tovar, regiones equinocciales del Nuevo Continente, lo cual significa
estado Aragua, Venezuela. que en estas regiones la duración del día y de la noche es muy
similar a lo largo del año.2 Como resulta lógico, si durante las
12 horas de sol (aproximadamente) las temperaturas pueden
llegar a subir bastante, lo largo de la noche intertropical da origen a un notable descenso de las temperaturas
por irradiación. Dentro de la zona intertropical, es la lluvia y no la temperatura, el elemento climático que
presenta mayor variabilidad anual. De hecho, como los climas isotermos no presentan verdaderas estaciones
térmicas a lo largo del año, es la diferente pluviosidad tanto en el espacio como en el tiempo, la que da
origen a distintos tipos climáticos intertropicales. La estacionalidad pluviométrica, es decir, la distinción de
los meses en secos y húmedos de acuerdo con el índice xerotérmico de Gaussen, permite diferenciar los
distintos tipos climáticos en las tierras bajas (hasta casi los 1000 m s. n. m.), según la clasificación climática
de Köppen. En síntesis, la característica climática más importante de la zona intertropical es su
extraordinaria estabilidad a lo largo del tiempo, como lo demuestra la presencia en la actualidad de helechos
arborescentes, plantas muy primitivas que no han sufrido cambios evolutivos importantes desde la Era
Primaria, tal como puede verse en la imagen.
Piso templado
Se localiza entre los 1500 y los 2200 m s. n. m. Es el nivel de las flores y de las hortalizas en la zona
intertropical.
Piso frío
Se ubica entre los 2200 y los 3000 m s. n. m. Es el nivel ecológico de la papa o patata, en la zona
intertropical. Un aprovechamiento importante desde el punto de vista económico que podría extenderse más
arriba en altura.
Piso paramero
Va desde los 3000 m s. n. m. hasta los 4500-4700 m s. n. m. Es
el de la ganadería vacuna, teniendo en cuenta que el ganado
debería disponer en este piso ecológico algún suplemento
alimenticio a base de calcio y sal para la producción de leche.
Piso gélido
El piso gélido o helado es el que se encuentra por encima de
los 4700 m s. n. m., es decir, el nivel que corresponde con las
nieves perpetuas, aunque no es una altitud uniforme, ya que El Nevado Huascarán con 6768 m s. n.
m., ubicado en Perú, es el punto
también depende de la orientación del relieve con respecto a la
culminante de la zona intertropical y la
insolación (las vertientes de solana presentan un límite superior
segunda montaña más alejada del centro
a los 4700 m s. n. m. y en las de umbría se encuentra por de la Tierra (después del Volcán
debajo de esta cifra). Chimborazo, en Ecuador), si contamos la
altura de su cima desde el centro del
Las selvas
Los árboles más corpulentos de la zona intertropical suelen
Las selvas ecuatoriales están caracterizadas por
tener gruesos contrafuertes para sostener su enorme
masa. Ello se debe a que los suelos en la zona intertropical la existencia de varios niveles de árboles de
son muy someros, no debido a su pobreza en nutrientes, muy variadas especies, que significan el
sino a las intensas lluvias, que van disolviendo y "lavando" resultado de una lucha continuada de
las materias vegetales en descomposición, lo que genera supervivencia por conseguir una dotación
este tipo de adaptación de las raíces para aumentar la suficiente de rayos solares.
resistencia del tronco, reforzando así su debilidad por la
escasa profundidad del suelo. Esta lucha por la luz solar está ejemplificada
por la presencia de matapalos, árboles que
tienen originalmente un tallo rastrero que usan
para apoyarse en torno a un árbol de gran tamaño con el fin de alcanzar la luz solar. Cuando llegan a
superar el techo vegetal y se incrementa la función de la fotosíntesis comienzan a crecer estrangulando al
árbol sobre el que se habían apoyado (además de que le tapan la luz solar). Los matapalos más frecuentes
pertenecen al género ficus, como es el caso del Ficus elástica, higuerote o, simplemente, mata de caucho
(distinta del caucho hevea, de donde se obtiene el caucho natural). La nota peculiar de estas selvas es la
extraordinaria variedad de la vegetación: muchísimas especies vegetales por hectárea, pero pocos
ejemplares de cada una en esa superficie. Y es esa extraordinaria diversidad lo que la hace el tipo de
vegetación más útil que existe, especialmente por sus posibilidades y por la producción de oxígeno, aunque
resulta una limitación en lo que se refiere a su explotación comercial, podríamos decir que afortunadamente,
ya que si la explotación de la selva tal como está fuera rentable (por ejemplo, para la obtención de madera),
hace tiempo que hubiera desaparecido, al menos en grandes áreas.
Las selvas de la zona intertropical constituyen el mayor pulmón vegetal del planeta ya que todos los
vegetales necesitan absorber una enorme cantidad de agua y CO2 para producir, a través de la fotosíntesis,
los hidratos de carbono (o carbohidratos) que necesitan para su crecimiento, pero dejan también una enorme
cantidad de oxígeno libre que usan los animales de todo el mundo para su respiración. A muy largo plazo, el
balance entre producción y consumo tanto de oxígeno como de CO2 tiende a mantenerse equilibrado. Pero
durante millones de años (desde la Era Primaria, cuando aparecieron las primeras especies vegetales en
nuestro planeta) se ha ido acumulando una enorme cantidad de biomasa sobre la superficie terrestre (y
también en el subsuelo en forma de hidrocarburos), en la que suele existir una estrecha correspondencia
entre producción y consumo que fluctúa a través del tiempo en una búsqueda eterna del equilibrio. Ello
significa que, en su conjunto, el balance entre producción y consumo, tanto de oxígeno como de anhídrido
carbónico, sigue un eterno proceso de retroacción o feedback que es el responsable de alcanzar en un
momento dado, una situación de clímax, concepto que necesitará, con el tiempo, ser revisado. No debemos
olvidar que, en la naturaleza, el número de productores (vegetales) es mucho mayor que el de consumidores
(animales).
Desde luego, ello no significa que se pueda seguir expoliando el medio geográfico (suelos, vegetación,
fauna, producción de contaminantes) sin restricciones hasta llegar a situaciones irreversibles. Por otra parte,
hay que tener en cuenta que los problemas ecológicos varían mucho a escala local o regional: lo que puede
ser una situación de equilibrio a escala global no significa que no existan problemas en las otras escalas. Lo
que hay que tener en cuenta es que la capacidad de regeneración y de restauración del equilibrio perdido en
la vegetación de la zona intertropical, por una parte, es mucho mayor de lo que la gente (incluyendo los
científicos) supone y, por otra parte que, en forma paralela a los procesos de desertificación por el mal
manejo del medio ambiente y por el agotamiento de muchos recursos naturales, existe un avance
continuado en el aprovechamiento y rescate para la reforestación y para el cultivo de zonas antes incultas e
improductivas que ha dado origen a una superproducción en muchos órdenes en lo que se refiere a los
alimentos, en especial, en la zona intertropical (azúcar, café, frutas, etc.).
Por otra parte, el uso de la enorme cantidad de especies vegetales para la obtención de productos
medicinales tiene una enorme potencialidad, que sólo se irá ampliando en la medida que se vaya
conociendo mejor. La bebida conocida como Amargo de Angostura, por ejemplo, constituye un ejemplo del
desarrollo de un tónico que resultó muy útil desde el siglo xix ya que, aunque con una composición creada
por Johann Gottlieb Benjamin Siegert, y que siempre se guardó en el mayor secreto hasta nuestros días, se
sabe que contenía entre sus ingredientes quina (de ahí el sabor amargo) y sarrapia, vegetales cuyos
principios medicinales están perfectamente comprobados desde hace más de tres siglos.
La zona intertropical es la que desarrolla en forma natural la vegetación de distintos tipos de selvas (selva
ecuatorial o macrotérmica, selva de galería, selva tropófila, etc.) y sus numerosas especies vegetales, entre
las que se pueden citar algunas representativas: matapalos, yagrumo, helechos arborescentes, caobos,
jabillos, merey, mangle y muchísimas más.
Importancia ecológica
La zona intertropical es la más rica en recursos renovables de todas las zonas geoastronómicas: la absorción
de dióxido de carbono y el suministro de oxígeno a la atmósfera a través de la fotosíntesis hallan en el zona
intertropical su expresión más acentuada en lo que se refiere a la producción de biomasa: más de 500
toneladas anuales por hectárea. Su clima permite una adaptación de casi todos los cultivos agrícolas de las
demás zonas geoastronómicas. Por otra parte, en la zona intertropical se dan gran cantidad de cultivos que
no se dan en otras latitudes en condiciones normales.
Véase también
Clasificación climática de Köppen
Climas templados
Clímax (ecología)
Cuenca del Orinoco
Ecuador térmico
Guayana venezolana
Índice xerotérmico de Gaussen
Macareo del Orinoco
Meteorología tropical
Pisos térmicos
Zona de convergencia intertropical
Notas y referencias
1. «Zona Intertropical | La guía de Geografía» (https://geografia.laguia2000.com/general/zona-i
ntertropical). geografia.laguia2000.com. Consultado el 28 de octubre de 2022.
2. HUMBOLDT, Alejandro y BONPLAND, A. Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo
Continente (1799-1804). Caracas: Ediciones del Ministerio de Educación, Dirección de
Cultura y Bellas Artes. 5 tomos, 1956. La primera edición en francés se publicó entre 1808 y
1834.
Bibliografía
HUMBOLDT, Alejandro y BONPLAND, A. Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo
Continente (1799-1804). Caracas: Ediciones del Ministerio de Educación, Dirección de
Cultura y Bellas Artes. 5 tomos, 1956. La primera edición en francés se publicó entre 1808 y
1834.
RÖHL, Eduardo. Historia de las ciencias geográficas de Venezuela (1498-1948). Caracas:
Edición de Héctor Pérez Marchelli, Talleres Gráficos Cromotip, 1990.
LEE, D. H. K. El clima y el desarrollo económico en los Trópicos. México: U.T.E.H.A., 1968.
WEIBEZAHN, Franz H.; ALVAREZ, Haymara; LEWIS, William M., editores. El río Orinoco
como ecosistema. Caracas: Electrificación del Caroni C.A. (EDELCA), Fondo Editorial Acta
Científica Venezolana, C.A. Venezolana de Navegación (CAVN), Universidad Simón
Bolívar. Impresos Rubel C.A., 1990.
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