Rerquisito de Validez de La Cesión de Crédito Fiscales

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Magistrado Ponente: INOCENCIO ANTONIO FIGUEROA ARIZALETA

Exp. Nº 2014-0680

Adjunto al Oficio N° 291-2014 de fecha 24 de abril de 2014, recibido en esta Sala


Político-Administrativa el 8 de mayo de ese mismo año, el Tribunal Superior Séptimo de lo
Contencioso Tributario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas
remitió el expediente N° AP41-U-2007-000214 de su nomenclatura, correspondiente al
recurso de apelación ejercido el 10 de abril de 2014 por la abogada Danny Emperatriz
Soteldo, inscrita en el INPREABOGADO bajo el N° 60.367, actuando en su condición de
sustituta del Procurador General de la República en representación delFISCO
NACIONAL, según se desprende de los folios 314 al 319 de las actas procesales, contra
la sentencia definitiva N° 1671 dictada por el Juzgado remitente el 18 de diciembre de
2013, que declaró con lugar el recurso contencioso tributario interpuesto el 29 de marzo de
2007, por las abogadas Elvira Dupouy, María Virginia Anzola y María Gabriela
Maldonado, y los abogados Oswaldo Anzola, Juan Carlos Fermín, Rafael Tobía y Héctor
Peña, inscritos en el INPREABOGADO Nros. 21.057, 65.183, 75.076, 5.237, 28.535,
107.553 y 112.325, en ese orden, procediendo en su carácter de apoderados judiciales de la
sociedad de comercio MOBIL VENEZOLANA DE PETRÓLEOS, INC (representación
que consta a los folios 16 al 18 del expediente judicial), inscrita en el Registro Mercantil
Quinto de la Circunscripción Judicial del entonces Distrito Federal y Estado Miranda el 29
de septiembre de 1995, anotado bajo el N° 41, Tomo 4-A-Qto.

Dicho recurso contencioso tributario fue incoado contra la Resolución


GCE/DJT/2007/594 del 21 de febrero de 2007, dictada por la Gerencia Regional de
Tributos Internos de Contribuyentes Especiales de la Región Capital del Servicio Nacional
Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), que declaró sin lugar el
recurso jerárquico ejercido por la contribuyente el 1° de noviembre de 2006, y por
consiguiente, confirmó la “Resolución por manifiesta improcedencia de la cesión de
créditos” N° GCE/DR/ACDE/2006/217 del 14 de septiembre de 2006, emitida por el Jefe
de la División de Recaudación de la aludida Gerencia Regional.

Mediante auto del 24 de abril de 2014, el Tribunal de la causa oyó libremente la


apelación interpuesta y ordenó remitir el expediente a esta Sala Político-Administrativa.

El 13 de mayo de 2014 se dio cuenta en Sala y, por auto de la misma fecha, la


Magistrada Mónica Misticchio Tortorella fue designada Ponente, se ordenó aplicar el
procedimiento de segunda instancia previsto en el artículo 92 de la Ley Orgánica de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa y se fijó un lapso de diez (10) días de despacho
para fundamentar la apelación.

En fecha 11 de junio de 2014 el abogado Rodolfo Fuentes, inscrito en el


INPREABOGADO bajo el N° 140.594, actuando con el carácter de sustituto del
Procurador General de la República en representación del Fisco Nacional, según se
evidencia en los folios 344 al 350 de las actas procesales, consignó escrito de
fundamentación de la apelación.

El 19 de junio de 2014 las abogadas Elvira Dupouy y Ángela Chacin Bustillos, la


primera antes identificada y la segunda con INPREABOGADO N° 104.457, y los abogados
Oswaldo Anzola y Rafael Tobía, antes identificados, actuando en su condición de
apoderados judiciales de la empresa recurrente, tal como consta en el instrumento poder
inserto en los folios 382 al 391 del expediente judicial, consignaron escrito de contestación
a los fundamentos de la apelación.

La causa entró en estado de sentencia el 26 de junio de 2014, a tenor de lo dispuesto


en el artículo 93 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa.

El 29 de diciembre de 2014, se incorporaron a esta Sala Político- Administrativa del


Tribunal Supremo de Justicia las Magistradas María Carolina Ameliach Villarroel, Bárbara
Gabriela César Siero y el Magistrado Inocencio Antonio Figueroa Arizaleta, designados y
juramentados por la Asamblea Nacional el 28 del mismo mes y año.

En fecha 14 de abril de 2015, la representación judicial de la contribuyente solicitó a


esta Superioridad que se sirva dictar sentencia en la presente causa.

Por auto del 15 de abril de 2015 se dejó constancia de la elección de la Junta


Directiva de este Supremo Tribunal, de conformidad con lo preceptuado en el artículo 20
de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, quedando integrada esta Sala de la
siguiente manera: Presidente, Magistrado Emiro García Rosas; Vicepresidenta, Magistrada
María Carolina Ameliach Villarroel; las Magistradas, Evelyn Marrero Ortíz y Bárbara
Gabriela César Siero; y el Magistrado, Inocencio Antonio Figueroa Arizaleta. Se reasignó
la Ponencia al Magistrado Inocencio Antonio Figueroa Arizaleta.

Mediante diligencia del 24 de noviembre de 2015, la abogada Mirna Coromoto


Robles, inscrita en el INPREABOGADO bajo el N° 37.659, actuando como apoderada
judicial de la República, acreditación que se desprende en los folios 399 al 401 de las actas
procesales, requirió a esta Alzada emitir el fallo respectivo.

El 23 de diciembre de 2015, se incorporaron a esta Sala Político-Administrativa del


Tribunal Supremo de Justicia el Magistrado Marco Antonio Medina Salas y la Magistrada
Eulalia Coromoto Guerrero Rivero, designados y juramentados por la Asamblea Nacional
en esa misma fecha. La Sala quedó constituida, conforme a lo dispuesto en los artículos 8 y
20 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, de la forma siguiente: Presidenta,
Magistrada María Carolina Ameliach Villarroel; Vicepresidenta, Magistrada Eulalia
Coromoto Guerrero Rivero; la Magistrada, Bárbara Gabriela César Siero; y los
Magistrados, Inocencio Antonio Figueroa Arizaleta y Marco Antonio Medina Salas.

En fecha 21 de enero de 2016 el abogado Rafael Tobía, antes identificado,


procediendo en su carácter de apoderado judicial de la empresa recurrente, solicitó a esta
Sala dictar la decisión correspondiente en el presente asunto.

Realizado el estudio del expediente, pasa este Alto Tribunal a decidir con
fundamento en los artículos 26, 253 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela.

ANTECEDENTES

El 5 de abril de 2004 el ciudadano Juan Carlos Marrero, titular de la cédula de


identidad N° “6.962.656”, actuando en su carácter de apoderado judicial de la sociedad de
comercio Exxonmobil de Venezuela, S.A., inscrita en el Registro Mercantil Quinto de la
Circunscripción Judicial del entonces Distrito Federal y Estado Miranda el 29 de octubre de
1997, bajo el N° 97, Tomo 161-A-Qto., procediendo por cuenta de Mobil Venezolana de
Petróleos, Inc, antes identificada, presentó ante la División de Trámites de la Gerencia
Regional de Tributos Internos de Contribuyentes Especiales de la Región Capital del
Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), una
Comunicación fechada el 31 de marzo de 2004, registrada bajo el N° 05113, por medio de
la cual informó a la Administración Tributaria acerca de la cesión de créditos fiscales
celebrada con la empresa Mobil Cerro Negro, Ltd, compañía constituida conforme a las
Leyes de Bahamas, con sucursal en la ciudad de Caracas, según documento inscrito en el
Registro Mercantil Quinto de la Circunscripción Judicial del otrora Distrito Federal y
Estado Miranda el 27 de octubre de 1997, bajo el N° 26, Tomo 161-A-Qto., por la cantidad
actual de Noventa y Cinco Mil Ochocientos Setenta Bolívares con Ochenta y Tres
Céntimos (Bs. 95.870,83), provenientes de retenciones de impuesto sobre la renta
efectuadas durante el ejercicio fiscal comprendido entre el 1° de enero y el 31 de diciembre
de 2003.

Luego, la División de Recaudación de la aludida Gerencia Regional dictó la


“Resolución por manifiesta improcedencia de cesión de créditos”
N° GCE/DR/ACDE/2006/217 del 14 de septiembre de 2006, notificada el 26 del mismo
mes y año, donde señaló que el contrato de cesión no fue oportuna y previamente
notariado, incumpliendo con ello las formalidades de publicidad, por lo que no era oponible
a la Administración Tributaria, de allí que lo declaró improcedente y desconoció la cesión
de créditos opuesta por la recurrente provenientes de retenciones de impuesto sobre la
renta, correspondientes al ejercicio fiscal y montos antes mencionados, de acuerdo a lo
estatuido en los artículos 50 del Código Orgánico Tributario de 2001 (aplicableratione
temporis) y 1549 del Código Civil.

Por disconformidad con el mencionado acto administrativo, la prenombrada


sociedad mercantil ejerció recurso jerárquico el 1° de noviembre de 2006, siendo declarado
sin lugar mediante Resolución N° GCE/DJT/2007/594 del 21 de febrero de 2007, notificada
el 26 del mismo mes y año, dictada por la Gerencia Regional de Tributos Internos de
Contribuyentes Especiales de la Región Capital del referido Servicio Autónomo, y por
consiguiente, confirmó la “Resolución por manifiesta improcedencia de cesión de
créditos”, antes descrita.

Contra dicho acto decisorio del recurso jerárquico, la representación judicial de la


empresa recurrente ejerció recurso contencioso tributario el 29 de marzo de 2007, en el que
alegó en primer término, que del análisis del artículo 50 del Código Orgánico Tributario de
2001, vigente en razón del tiempo, se desprende literalmente que se sancionará al
contribuyente cuando incumpla con la obligación de notificar a la Administración
Tributaria de la cesión de los créditos fiscales dentro del lapso de tres (3) días hábiles
siguientes de efectuada, pero en ningún modo establece que la autenticación del contrato de
cesión constituya un requisito sine qua non para la validez del mismo, pues de ser este el
caso, a su decir, la norma así lo habría exigido expresamente.

Destacó que si bien con la entrada en vigencia de la Providencia Administrativa N°


SNAT/2005/0954, publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela
N° 38.324 del 29 de noviembre de 2005, se previó en su artículo 5, numeral 2, literal a) el
requisito de autenticación del contrato de cesión de créditos, no es menos cierto que dicha
exigencia no estaba contemplada anteriormente en ninguna de las normas que regulan esa
materia, como es el caso del Código Civil y el Código Orgánico Tributario.

Indicó que la Administración Tributaria desconoció y violó el artículo 1.369 del


Código Civil, que contiene los supuestos en los cuales los instrumentos privados adquieren
fecha cierta respecto de terceros a todos los efectos legales, por lo que en el caso concreto
desde el 5 de abril de 2004 cuando fue notificada y presentada ante la Administración
Tributaria la referida cesión de créditos fiscales, surtió plenos efectos legales entre las
partes y frente a terceros.

II

DEL FALLO APELADO

El Tribunal Superior Séptimo de lo Contencioso Tributario de la Circunscripción


Judicial del Área Metropolitana de Caracas, al que correspondió el conocimiento de la
causa previa distribución, mediante sentencia definitiva N° 1671 del 18 de diciembre de
2013, declaró con lugar el recurso contencioso tributario incoado por la representación
judicial de la empresa Mobil Venezolana de Petróleos, Inc, en los términos siguientes:
“(…) la controversia sometida (…) se centra en dilucidar el siguiente
aspecto:
Si la Administración Tributaria, incurrió en vicio de falso supuesto de
derecho, al declarar improcedente y desconocer la cesión de créditos
fiscales opuesta por la contribuyente MOBIL VENEZOLANA DE
PETRÓLEOS INC, por no haber sido notariada.
Delimitada como ha sido la litis, este Tribunal entra a decidir en los
términos siguientes:
Se observa (…) [de] la Resolución N° GCE/DJT/2007/594, de fecha
21 de febrero de 2007, que la Administración Tributaria del Servicio
Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria
(SENIAT), declaró ‘SIN LUGAR el Recurso Jerárquico interpuesto
por la contribuyente MOBIL VENEZOLANA DE PETRÓLEOS, INC.,’
y en ‘consecuencia, se confirma el acto administrativo
contentivo (sic) en la Resolución por Manifiesta Improcedencia de
Cesión de Créditos Nro, GCE/DR/ACDE/2006/217, de fecha 14 de
septiembre de 2006.’
En efecto, en la Resolución impugnada se señala:
(…Omissis…)
De lo trascrito supra, se evidencia claramente que en efecto, la
Administración Tributaria, rechazó la cesión de créditos fiscales,
fundamentando su actuación en el artículo 50 del Código Orgánico
Tributario. Así, y a los efectos de determinar si el acto recurrido, está
viciado de nulidad por falso supuesto, considera esta juzgadora
analizar la normativa al respecto.
En este sentido, el artículo 50 del Código Orgánico Tributario,
establece:
(…Omissis…)
En concordancia con la norma transcrita, el Código Civil en su
artículo 1549, dispone:
(…Omissis…)
Ahora bien, de la norma prevista en el artículo 50 del Código
Orgánico Tributario, se advierte que el cedente deberá notificar a la
Administración Tributaria de la cesión realizada, teniendo para ello
un plazo de tres (3) días hábiles, luego de efectuada la cesión.
Por su parte, de los artículos transcritos del Código Civil, se
desprende que la cesión de créditos nace en virtud de un contrato
entre las partes, vale decir, el acreedor inicial (cedente) y el nuevo
acreedor (cesionario), en el cual el cedente se obliga a transferir y
garantizar al cesionario el crédito u otro derecho, obligándose por su
parte el cesionario a pagar un precio en dinero, siendo obligatorio
igualmente, la notificación al deudor.
(…Omissis…)
De lo expuesto, se desprende que ni el Código Civil, ni el Código
Orgánico Tributario, establecen como requisito para la procedencia
de la cesión de crédito, la autenticación del contrato de cesión,
observándose como requisito expreso en ambas Leyes, solo la
notificación al deudor.
Al respecto, cabe destacar el criterio sostenido por la Sala Político-
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia N° 769
de fecha 04 de julio del año 2012, caso: Ampolex C.A., en el cual
señaló:
(…Omissis…)
Ahora bien, en el presente caso, observa este Tribunal que no es
punto en discusión si la contribuyente cumplió con la notificación de
la cesión de créditos fiscales a la Administración Tributaria, como
requisito previsto en las normas ut supra analizadas, pues esto es
reconocido expresamente tanto por la contribuyente como por la
propia Administración Tributaria, en el acto recurrido.
En efecto, en la Resolución GCE-DJT-2007/594 de fecha 21 de
febrero de 2007, se señala que ‘la contribuyente MOBIL
VENEZOLANA DE PETROLEOS, INC., en su carácter de cedente,
notificó en fecha 05/04/2004, según escrito N° 05113, ante la
Gerencia Regional de Tributos Internos de Contribuyentes Especiales
de la Región Capital del Servicio Nacional Integrado de
Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), la cesión de
créditos fiscales efectuada a la contribuyente MOBILCERRO
NEGRO, LTD. No obstante, (…) la Administración constató que el
contrato carecía de fe pública, a fin de ser oponible ante terceros,
siendo en este caso la Administración Tributaria’ (folio 29).
Incluso, la Administración reconoce que ‘el contribuyente efectuó
oportuna y debidamente la notificación de la cesión, también es cierto
que el acto administrativo objeto de impugnación no se emitió por
incumplimiento de tal deber, sino por una manifiesta improcedencia
de la cesión’.
Por todo lo expuesto, es evidente que la Administración Tributaria
incurrió en el vicio de falso supuesto de derecho, en virtud que para el
momento en que la contribuyente MOBIL VENEZOLANA DE
PETRÓLEO, notificó a la Administración Tributaria de la cesión de
créditos efectuada con MOBIL CERRO NEGRO LTD, no existía
norma legal ni sublegal, que estableciera el requisito de autenticación
de la cesión de créditos.
En consecuencia, se declara con fundamento en lo establecido en el
artículo 259 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, la nulidad absoluta de la Resolución N°
GCE/DJT/2007/594 de fecha 21 de febrero de 2007, emanada de la
Gerencia Regional de Tributos Internos de Contribuyentes Especiales
de la Región Capital del Servicio Nacional Integrado de
Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), notificada en fecha
26 de febrero de 2007, mediante la cual se declaró sin lugar el
recurso jerárquico interpuesto contra la Resolución número
GCE/DR/ACDE/2006/217, de fecha 14 de septiembre de 2006, en la
que se declaró improcedente y desconoció, la cesión de créditos
notificada por la contribuyente. Así se declara.
(…Omissis…)
Por las razones precedentemente expuestas, este
Tribunal (…) declara CON LUGAR el Recurso Contencioso
Tributario interpuesto por (…) la contribuyente MOBIL
VENEZOLANA DE PETROLEOS INC (…).
En consecuencia.
1. Se ANULA el acto administrativo contenido en la Resolución N°
GCE/DJT/2007/594 de fecha 21 de febrero de 2007, emanada de la
Gerencia Regional de Tributos Internos de Contribuyentes Especiales
de la Región Capital del Servicio Nacional Integrado de
Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), (…) mediante la
cual se declaró sin lugar el recurso jerárquico interpuesto contra la
Resolución número GCE/DR/ACDE/2006/217 de fecha 14 de
septiembre de 2006, en la cual se declaró improcedente y desconoció,
la cesión de créditos notificada por la contribuyente por un monto de
NOVENTA Y CINCO MILLONES OCHOCIENTOS SETENTA MIL
OCHOCIENTOS VEINTISIETE BOLÍVARES CON CERO
CÉNTIMOS (Bs. 95.870.827,00), ahora expresados en NOVENTA Y
CINCO MIL OCHOCIENTOS SETENTA BOLÍVARES CON
OCHENTA Y DOS CÉNTIMOS (Bs. 95.870,82).
No se condena en costas procesales a la República, en virtud del
criterio establecido por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia, en Sentencia N° 1238 del 30 de septiembre de 2009, Caso:
Julián Isaías Rodríguez Díaz.”. (Agregado de la Sala).

III

FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE APELACIÓN

La representación judicial del Fisco Nacional en su escrito de fundamentación de la


apelación contra el fallo del Tribunal de instancia, se basa en los argumentos siguientes:

Alega el vicio de “errónea interpretación y falta de aplicación de una norma


jurídica”, el cual “viene dado por el contenido del artículo 50 del Código Orgánico
Tributario vigente, quien regula de manera expresa la cesión de créditos fiscales,
efectuada por el contribuyente o responsable, con la única finalidad de extinguir, vía
compensación, las obligaciones fiscales de éstos con el sujeto pasivo, conforme a lo
dispuesto en el artículo 39 ejusdem (sic)”.

Seguidamente, afirma que del contenido de ese dispositivo, surge a cargo del
cedente el deber de notificar a la Administración Tributaria de la cesión efectuada en un
lapso de tres (3) días hábiles, contados a partir del día siguiente a aquél en que se hubiese
realizado la misma, con el objeto que órgano tributario esté informado.

Igualmente, destaca que “la naturaleza del crédito que se cede (…) es producto de
una relación jurídica tributaria, donde se involucra sin lugar a dudas el interés público,
resulta importante para la Administración Tributaria poder tener la certeza y seguridad, lo
cual sólo se logra con la fe pública, que otorga la autenticación del documento contentivo
de dicho acuerdo de cesión”. (Sic).

Asegura que la cesión de créditos fiscales mediante un documento privado, es


totalmente válida entre las partes involucradas, pero no frente a terceros, “y menos aún
cuando subyacen intereses de carácter público”.

Enfatiza que “en el presente caso, se omite la aplicación de normas de carácter


general, como lo son las contenidas en la Providencia Administrativa N° SNAT/2005/0954,
publicada en la Gaceta Oficial N° 38.324 de fecha 29/11/2005, mediante la cual (…)
[se] estableció un procedimiento que deben cumplir los contribuyentes cuando realicen
cesiones y/o compensaciones de créditos fiscales líquidos y exigibles, específicamente lo
atinente al artículo 5, numeral 3, del cual se desprende que el acto de notificación debe
acompañarse de una copia del contrato de créditos fiscales debidamente autenticado”.
(Sic). (Añadido de la Sala).

Finalmente, solicita a la Sala declarar con lugar el recurso de apelación, en caso


contrario, se exima a la República del pago de las costas procesales, no sólo por haber
tenido suficientes motivos racionales para litigar, sino en aplicación del criterio fijado por
la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en la sentencia Nro. 1.238 de fecha
30 de septiembre de 2009, caso: Julián Isaías Rodríguez, acogido por esta Sala Político-
Administrativa en el fallo Nro. 00113 del 3 de febrero de 2010, caso: Citibank, C.A.

IV

CONTESTACIÓN A LA APELACIÓN

La representación en juicio de la contribuyente, dio contestación a los fundamentos


de la apelación incoada por el Fisco Nacional en atención a lo siguiente:

Esgrime que del escrito presentado por la representación fiscal “no sólo reconoce
expresamente el vicio de inconstitucionalidad en el que incurrió la Administración
Tributaria (SENIAT) al pretender indebidamente la aplicación retroactiva de normas
jurídicas que entraron en vigencia con posterioridad a la celebración de la cesión de
créditos fiscales (…) sino que también pretende que el Tribunal a quo, debió apartarse del
Principio Constitucional de Irretroactividad de las Leyes previsto en el artículo 24 de la
Constitución y, desconociéndolo, aplicar normas jurídicas al caso concreto que entraron
en vigencia con posterioridad a la cesión celebrada, [esto es, la Providencia Administrativa
N° SNAT/2005/0954, ante aludida], con lo que queda evidenciada la total improcedencia y
contrariedad a Derecho de la pretensión de la contraparte”. (Agregados de la Sala).
Sostiene que la sentencia dictada por la operadora de justicia se encuentra
debidamente dictada conforme a derecho, “por cuanto, la Administración Tributaria
(SENIAT) incurrió en un (sic)vicio de falso supuesto de derecho, en virtud de que para el
momento en que se celebró la cesión de créditos fiscales de MOBIL VENEZOLANA DE
PETROLEOS INC, no existía norma legal ni sublegal, que estableciera el requisito de
autenticación de los contratos de cesión de créditos ante un Notario Público o Juez”.

Concluye solicitando a esta Alzada declarar sin lugar el recurso de apelación


ejercido por el abogado fiscal.

MOTIVACIONES PARA DECIDIR

Corresponde a esta Sala Político-Administrativa decidir el recurso de apelación


interpuesto por la apoderada judicial del Fisco Nacional contra la sentencia definitiva N°
1671 del 18 de diciembre de 2013, dictada por el Tribunal Superior Séptimo de lo
Contencioso Tributario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,
que declaró con lugar el recurso contencioso tributario ejercido por la empresa Mobil
Venezolana de Petróleos, Inc.

Examinadas como han sido la declaratoria contenida en el fallo apelado, las


denuncias planteadas en su contra por la representación judicial de la República, así como
las defensas esgrimidas por los apoderados judiciales de la prenombrada sociedad
mercantil, esta Máxima Instancia advierte que la controversia se circunscribe a decidir
sobre el vicio de falso supuesto de derecho por “errónea interpretación y falta de
aplicación de una norma jurídica”, concretamente del artículo 50 del Código Orgánico
Tributario de 2001, aplicable en razón del tiempo, y el numeral 3 del artículo 5 de
laProvidencia Administrativa N° SNAT/2005/0954 de fecha 8 de noviembre de 2005,
publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 38.324 del 29
del mismo mes y año, en torno a la autenticación del contrato de cesión de créditos fiscales.

Delimitada como ha quedado la litis pasa la Sala a decidir y, a tal efecto, observa:

La representación judicial del Fisco Nacional expone en los fundamentos de su


apelación, que la Sentenciadora incurrió en el señalado vicio, por cuanto la naturaleza del
crédito fiscal que se cede es producto de una relación jurídica tributaria, donde se involucra
el interés público, de allí que resulte importante para la Administración Tributaria a los
fines de poder tener la certeza y seguridad mediante la fe pública, que el acuerdo de cesión
este autenticado.
Además, indica que la Providencia Administrativa N° SNAT/2005/0954, publicada
en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 38.324 del 29 de
noviembre de 2005, en su artículo 5, numeral 3, estableció un procedimiento que deben
cumplir los sujetos pasivos cuando realicen cesiones y/o compensaciones de créditos
fiscales líquidos y exigibles, en el que el acto de notificación debe acompañarse de una
copia del contrato celebrado debidamente autenticado.

Por su parte, los apoderados judiciales de la contribuyente manifiestan que la


Administración Tributaria pretende que el Tribunal de instancia se apartarse del Principio
de Irretroactividad de las Leyes contenido en el artículo 24 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, y que aplicara al caso en concreto, normas jurídicas
que entraron en vigencia con posterioridad a la cesión celebrada, como lo es la
mencionada Providencia Administrativa N° SNAT/2005/0954, circunstancia con la cual
que queda evidenciada la total improcedencia y contrariedad a Derecho de la pretensión de
la contraparte.

De allí que a su juicio, no existía norma legal ni sublegal alguna que previese para la
fecha en que se llevó a cabo la cesión de créditos, el requisito de autenticación del contrato
que la contenga ante un Notario Público o Juez.

Ahora bien, a fin de resolver el vicio alegado por la parte apelante, es preciso
señalar que esta Sala se ha pronunciado reiteradamente acerca del falso supuesto (vid.,
fallos Nros. 00183, 00039, 00618 y 00278 de fechas 14 de febrero de 2008, 20 de enero de
2010, 30 de junio de 2010 y 11 de abril de 2012, casos: Banesco, Banco Universal,
C.A.; Alfredo Blanca González; Shell de Venezuela, S.A. y Automóviles El Marqués III,
C.A., respectivamente), en los términos que se indican a continuación:
“(…) de acuerdo a pacífica y reiterada jurisprudencia de esta Sala, el
vicio de suposición falsa en las decisiones judiciales se configura, por
una parte, cuando el Juez, al dictar un determinado
fallo, fundamenta su decisión en hechos inexistentes, falsos o que
no guardan la debida vinculación con el o los asuntos objeto de
decisión, verificándose de esta forma el denominado falso supuesto
de hecho. Por otro lado, cuando los hechos que sirven de
fundamento a la decisión existen, se corresponden con lo acontecido
y son verdaderos, pero el órgano jurisdiccional al emitir su
pronunciamiento los subsume en una norma errónea o inexistente
en el derecho positivo, o incurre en una errada interpretación de las
disposiciones aplicadas, se materializa el falso supuesto de
derecho (…)”. (Destacados de la Sala).
Precisado lo anterior, esta Alzada considera oportuno examinar lo previsto en el
artículo 50 del Código Orgánico Tributario de 2001, aplicable en razón del tiempo, así
como en los artículos 1.549 y 1.550 del Código Civil, cuyo tenor es el siguiente:
Código Orgánico Tributario de 2001.
“Artículo 50.- Los créditos líquidos y exigibles del contribuyente o
responsable, por concepto de tributos y sus accesorios, podrán ser
cedidos a otros contribuyentes o responsables, al solo efecto de ser
compensados con deudas tributarias del cesionario con el mismo
sujeto activo.
El contribuyente o responsable deberá notificar a la Administración
Tributaria de la cesión dentro de los tres (3) días hábiles siguientes
de efectuada. El incumplimiento de la notificación acarreará la
sanción correspondiente en los términos establecidos en este
Código”. (Negrillas y Subrayado de la Sala).
Código Civil.
“Artículo 1.549.- La venta o cesión de un crédito, de un derecho o de
una acción son perfectas, y el derecho cedido se transmite al
cesionario, desde que haya convenio sobre el crédito o derecho
cedido y el precio, aunque no se haya hecho tradición.
La tradición se hace con la entrega del título que justifica el crédito o
derecho cedido”.
“Artículo 1.550.- El cesionario no tiene derecho contra terceros sino
después que la cesión se ha notificado al deudor, o que éste la ha
aceptado”. (Destacados de esta Alzada).

Las disposiciones transcritas ponen de relieve que la cesión de créditos tiene su


origen en un contrato celebrado entre el acreedor original (cedente) y el nuevo acreedor
(cesionario), por el cual el cedente se obliga a transferir y garantizar al cesionario el crédito
u otro derecho, obligándose este último a pagar un precio en dinero. El contribuyente tiene
la obligación de notificar la cesión a la Administración Tributaria, dentro de los tres (3) días
hábiles siguientes de haberse realizado. (Vid., sentencia de esta Sala N° 01539 del 28 de
octubre de 2009, caso: Agencia Operadora La Ceiba, S.A., ratificada en las decisiones
Nros. 00108 y 00769 del 27 de enero de 2010 y 4 de julio de 2012, casos: Documentos
Mercantiles, S.A. (DOMESA) y Ampolex (Venezuela), INC.).

Circunscribiendo el análisis al caso concreto, de las actas que conforman el


expediente, la Sala evidencia lo siguiente:
1.- La “Resolución por manifiesta improcedencia de cesión de créditos” N°
GCE/DR/ACDE/2006/217 del 14 de septiembre de 2006, en la cual la Administración
Tributaria reconoció que la sociedad mercantil Exxonmobil de Venezuela,
S.A., procediendo por cuenta de Mobil Venezolana de Petróleos, Inc, notificó el día 5 de
abril de 2004, “según escrito N° 05113” de fecha 31 de marzo de 2004, presentado ante la
Gerencia Regional de Tributos Internos de Contribuyentes Especiales de la Región Capital
del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), la
cesión realizada a la empresa Mobil Cerro Negro, Ltd, de un crédito que tenía a su
favor por concepto de retenciones de impuesto sobre la renta, correspondiente al ejercicio
fiscal comprendido entre el 1° de enero y el 31 de diciembre de 2003, por la cantidad actual
de Noventa y Cinco Mil Ochocientos Setenta Bolívares con Ochenta y Tres Céntimos (Bs.
95.870,83).

2.- Que la División de Recaudación de la Gerencia Regional de Tributos Internos de


Contribuyentes Especiales de la Región Capital del referido Servicio Autónomo, rechazó la
procedencia de la mencionada cesión de créditos fiscales por haber incurrido la
contribuyente en un supuesto incumplimiento de la formalidad contemplada en los artículos
50 del Código Orgánico Tributario de 2001 (aplicable en razón del tiempo) y 1.549 del
Código Civil, toda vez que el documento de cesión de créditos para el momento de su
notificación no había sido autenticado ante la Notaría Pública.

3.- Copias certificadas del expediente administrativo (folios 48 al 90), en las que se
constata la aludida notificación del 31 de marzo de 2004, con fecha de recibo del 5 de abril
del mismo año, registrada por la Administración Tributaria bajo el N° 05113, así como el
contrato cesión de créditos fiscales celebrado en la primera de las indicadas fechas (31 de
marzo de 2004), por medio del cualla empresa Exxonmobil de Venezuela, S.A.,
actuando por cuenta de la sociedad de comercio Mobil Venezolana de Petróleos, Inc, cedió
a la compañía Mobil Cerro Negro, Ltd, créditos fiscales por la señalada cantidad actual de
Noventa y Cinco Mil Ochocientos Setenta Bolívares con Ochenta y Tres Céntimos (Bs.
95.870,83), concerniente al antes referido ejercicio fiscal comprendido entre el 1° de enero
y el 31 de diciembre de 2003.

En ese sentido, resulta necesario traer a colación el artículo 1.369 del Código Civil,
que preceptúa lo siguiente:
“Artículo 1.369.- La fecha de los instrumentos privados no se cuenta,
respecto de terceros, sino desde que alguno de los que hayan firmado
haya muerto o haya quedado en la imposibilidad física de escribir, o
desde que el instrumento se haya copiado o incorporado en algún
Registro Público, o conste habérsele presentado en juicio o que haya
tomado razón de él o lo ha inventariado un funcionario público,
o que se haya archivado en una Oficina de Registro u otra
competente”. (Destacados de la Sala).

Nótese de la norma transcrita, la oportunidad o el momento a partir del cual los


instrumentos privados adquieren fecha cierta y surten efectos frente a terceros, ya que aún
cuando no son partes del contrato, pueden verse perjudicados debido a la celebración de
alguna convención.

En este sentido, el precepto normativo en comentario dispone que el aludido


convenio surtirá efectos frente a los terceros, entre otros supuestos, desde que haya
sido inventariado por un funcionario público o esté archivado en una Oficina del Registro
Público u otra Oficina competente. [Véanse sentencias de esta Sala Nros. 00575
y 00769, de fechas 7 de mayo de 2008 y del 4 de julio de 2012, casos: Interlago Transport,
C.A. y Ampolex (Venezuela), INC.].

Vinculado a lo precedente, esta Máxima Instancia observa que la Providencia


Administrativa N° SNAT/2005/0954 emitida por el Superintendente Nacional Aduanero y
Tributario del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria
(SENIAT), publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N°
38.324 del 29 de noviembre de 2005, cuyo objeto es regular y controlar las notificaciones
de compensaciones y cesiones de créditos establecidas en los artículos 49 y 50 del Código
Orgánico Tributario de 2001, aplicable ratione temporis (artículo 1 del referido acto
administrativo), exige en su artículo 5 (numeral 2, literal a) el “Original del contrato de
cesión de créditos fiscales debidamente autenticado, incluyendo el justo título del crédito”.
Sin embargo, por cuanto dicha Providencia es de fecha posterior a la notificación de la
cesión de créditos fiscales a la Administración Tributaria (5 de abril de 2004), la Sala
considera que para la oportunidad en que se realizó la cesión de los créditos fiscales de
autos, no era exigible la autenticación del documento contentivo del contrato de cesión, por
no existir norma de referencia alguna con esa previsión. (Vid., sentencia de esta Sala
Político-Administrativa N° 00618 del 3 de junio de 2015, caso: Mobil Cerro Negro,
L.T.D.). En consecuencia, se desestima el alegato de la representación fiscal. Así se declara.

En refuerzo a lo anteriormente expuesto, esta Superioridad debe ratificar una vez


más lo sentado en su decisión N° 00150 del 3 de febrero de 2011, caso: Policlínica
Barquisimeto, C.A., en la que se dejó sentado que la cesión de créditos fiscales realizada
por el contribuyente o el responsable tiene como fin último la extinción de la obligación
tributaria a través de la compensación. En este sentido, la compensación puede ser opuesta
en cualquier momento por el sujeto pasivo de la obligación tributaria o su cesionario, en
cuyo caso el órgano exactor en ejercicio de sus facultades de control podrá emitir un
pronunciamiento administrativo, en el que reconozca al beneficiario el derecho a extinguir
sus obligaciones tributarias bajo esa modalidad de cumplimiento. [Véase fallo N° 00769 del
4 de julio de 2012, caso: Ampolex (Venezuela), INC.].

No obstante, la compensación surtirá efectos de pago en la medida de la existencia y


legitimidad de los créditos cedidos, momento en el cual el órgano fiscal podrá rechazar o
impugnar la compensación, una vez que en ejercicio de sus facultades determine la liquidez
y exigibilidad del crédito cedido; y, en el caso que se compruebe la inexistencia o
ilegitimidad de dichos créditos como resultado de la investigación fiscal, el cedente será
solidariamente responsable con el cesionario por el crédito cedido, conforme a lo pautado
en el artículo 51 del Código Orgánico Tributario de 2001, aplicable en razón del tiempo.
Bajo la óptica de las consideraciones expresadas, esta Máxima Instancia estima que
la cesión de créditos fiscales realizada por la sociedad mercantil Exxonmobil de Venezuela,
S.A., procediendo por cuenta de Mobil Venezolana de Petróleos, Inc, a favor de la
empresa Mobil Cerro Negro, Ltd, está permitida entre los particulares y es válida frente a
terceros, por cuanto no se encontraba sometida ni condicionada por el ordenamiento
jurídico tributario a un pronunciamiento previo por parte del órgano recaudador, pues el
Código Orgánico Tributario de 2001, vigente para ese momento, sólo contempla en su
artículo 50 el deber de notificar la cesión. Por tanto, esta Alzada concluye que la posición
asumida por el órgano tributario en el acto administrativo impugnado en cuanto al asunto
controvertido, no se encuentra ajustada a derecho. Así se declara.
A mayor abundamiento y aún cuando no fue objeto de controversia en el recurso
contencioso tributario, no pasa inadvertido para esta Sala que poco tiempo después de la
emisión del acto administrativo contenido en la “Resolución por manifiesta improcedencia
de la cesión de créditos” N° GCE/DR/ACDE/2006/217 del 14 de septiembre de
2006, emitida por el Jefe de la División de Recaudación de la Gerencia Regional de
Tributos Internos de Contribuyentes Especiales de la Región Capital del Servicio Nacional
Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), esto es, el31 de octubre de
2006, las aludidas sociedades mercantiles con el propósito de que la Administración
Tributaria les aceptase con posterioridad la cesión de créditos en comentario, autenticaron
el contrato contentivo de la misma ante la Notaría Pública Novena del Municipio Chacao
del Estado Bolivariano de Miranda, bajo el N° 54, Tomo 177 (folios 72 al 80 del
expediente judicial), el cual fue consignado por la empresa recurrente al momento de
ejercer el recurso jerárquico el 1° de noviembre de 2006.
Precisado lo anterior, la Sala considera improcedente la denuncia formulada por la
representación fiscal contra el fallo de instancia, respecto al vicio de falso supuesto
de derecho por “errónea interpretación y falta de aplicación de una norma jurídica”,
concerniente al artículo 50 del Código Orgánico Tributario de 2001, aplicable en ratione
temporis, y el numeral 3 del artículo 5 de laProvidencia Administrativa N°
SNAT/2005/0954 de fecha 8 de noviembre de 2005, publicada en la Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela N° 38.324 del 29 del mismo mes y año, toda vez que
para el momento en que la prenombrada sociedad de comercio le notificó a la
Administración Tributaria la cesión de créditos realizada, no existía norma legal ni sublegal
que estableciera el requisito de autenticación de la señalada cesión, sino solamente su
notificación al órgano recaudador, dentro de los tres (3) días hábiles siguientes de
efectuada. Así se declara.
Bajo el razonamiento efectuado, esta Alzada declara sin lugar la apelación ejercida
por la representación judicial del Fisco Nacional contra la sentencia definitiva N° 1671 del
18 de diciembre de 2013, dictada por el Tribunal Superior Séptimo de lo Contencioso
Tributario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, que declaró
con lugar el recurso contencioso tributario interpuesto por la contribuyente y anuló
la Resolución GCE/DJT/2007/594 del 21 de febrero de 2007, dictada por la Gerencia
Regional de Tributos Internos de Contribuyentes Especiales de la Región Capital del
Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), mediante
la cual declaró sin lugar el recurso jerárquico incoado por la empresa Mobil Venezolana de
Petróleos, Inc, contra la “Resolución por manifiesta improcedencia de cesión de créditos”
N° GCE/DR/ACDE/2006/217 del 14 de septiembre de 2006, emitida por el Jefe de la
División de Recaudación de la aludida Gerencia Regional de Tributos Internos, que declaró
improcedente y desconoció la cesión de créditos notificada por la recurrente por el monto
total actual de Noventa y Cinco Mil Ochocientos Setenta Bolívares con Ochenta y Tres
Céntimos
(Bs. 95.870,83). En consecuencia, se confirma la sentencia apelada y se declara con lugar el
recurso contencioso tributario incoado por la referida compañía, por cuya razón quedan
anulados los actos administrativos mencionados. Así se establece.

Finalmente, dada la declaratoria con lugar del recurso contencioso tributario,


correspondería condenar en costas procesales al Fisco Nacional; sin embargo, las mismas
no proceden en atención a la prohibición de condenatoria en costas a la República como
privilegio procesal cuando resulte vencida en los juicios en los que haya sido parte por
intermedio de cualquiera de sus órganos. (Vid., sentencia de la Sala Constitucional N°
1.238 de fecha 30 de septiembre de 2009, caso: Julián Isaías Rodríguez Díaz.). Así se
decide.

VI

DECISIÓN

Por las razones que anteceden, este Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político-
Administrativa, administrando justicia, en nombre de la República y por autoridad de la
Ley, declara:
1.- SIN LUGAR el recurso de apelación ejercido por la representación judicial
del FISCO NACIONAL, contra sentencia definitiva N°1671 del 18 de diciembre de
2013 dictada por el Tribunal Superior Séptimo de lo Contencioso Tributario de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas. En consecuencia,
se CONFIRMA la decisión judicial apelada.

2.- CON LUGAR el recurso contencioso tributario incoado por la sociedad de


comercio MOBIL VENEZOLANA DE PETRÓLEOS, INC, contra la Resolución N°
GCE/DJT/2007/594 del 21 de febrero de 2007, dictada por la Gerencia Regional de
Tributos Internos de Contribuyentes Especiales de la Región Capital del Servicio Nacional
Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), que declaró sin lugar el
recurso jerárquico interpuesto por la contribuyente contra la “Resolución por manifiesta
improcedencia de cesión de créditos” N° GCE/DR/ACDE/2006/217 del 14 de septiembre
de 2006, emitida por el Jefe de la División de Recaudación de la aludida Gerencia Regional
de Tributos Internos, en cuyo contenido se declaró improcedente y se desconoció la cesión
de créditos notificadas por la recurrente a la Administración Regional por el monto total
actual de Noventa y Cinco Mil Ochocientos Setenta Bolívares con Ochenta y Tres
Céntimos (Bs. 95.870,83). Por consiguiente, se ANULAN los indicados actos
administrativos.

NO PROCEDE la condenatoria en costas procesales a la República, conforme a lo


expuesto en esta decisión judicial.

Publíquese, regístrese y comuníquese. Notifíquese a la Procuraduría General de la


República. Devuélvase el expediente al Tribunal de origen. Cúmplase lo ordenado.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Político-Administrativa


del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los veintitrés (23) días del mes de febrero
del año dos mil dieciséis (2016). Años 205º de la Independencia y 157º de la Federación.

La Presidenta
MARÍA
CAROLINA
AMELIACH
VILLARROEL
La
Vicepresident
a
EULALIA
COROMOT
O
GUERRERO
RIVERO
La Magistrada,
BÁRBARA
GABRIELA
CÉSAR SIERO

El Magistrado
INOCENCIO
FIGUEROA
ARIZALET
A
Ponente

El Magistrado
MARCO
ANTONIO
MEDINA
SALAS

La Secretaria,
YRMA ROSENDO
MONASTERIO

En primero (01) de marzo del


año dos mil dieciséis, se publicó y
registró la anterior sentencia
bajo el Nº 00226.

La Secretaria,
YRMA ROSENDO
MONASTERIO

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