Activodad 5

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INSTITUCIÓN EDUCATIVA SECUNDARIA

“SAN MARTÍN DE SOCABAYA”


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ÁREA: EDUCACIÓN RELIGIOSA


4º Año ACTIVIDAD
FORTALECEMOS NºENCUENTRO
NUESTRO N° 29 DE FE CON DIOS Y LOS HERMANOS A
TRAVÉS DE LA LECTIO DIVINA
Queridos estudiantes de 4° año
de educación secundaria, recibe
AMAR A mi saludo y lo mejor de mis
deseos para tu vida y la de tu
DIOS familia. Nuestro propósito de
hoy es: Fortalecemos nuestra
ES identidad de cristianos,
AMAR AL nuestro encuentro con Dios y
los hermanos practicando la
PRÓJIMO lectio divina en mi vida y en
mi familia.

¿QUÉ LOGRAREMOS?

Las competencias de: Las capacidades son: Los desempeños son:


Construyo mi identidad como 1.1. Conoce a Dios y asume su
persona humana, amada por Dios, identidad religiosa y espiritual como 1.2. Analiza en las enseñanzas de
libre, digna y trascendente, persona digna, libre y trascendente Jesucristo el cumplimiento de las
comprendiendo la doctrina de tu promesas de salvación y la plenitud
propia religión, abierto al diálogo 2.2. Actúa coherentemente en razón de la revelación.
con las que le son cercanas. de su fe según los principios de su
2.1. Actúa de manera coherente con
Actúo de manera coherente con la fe conciencia moral en situaciones
según las enseñanzas de Jesucristo la fe según las enseñanzas de
concretas de la vida.
para la transformación de la Jesucristo para la transformación de
sociedad. la sociedad.
EJE ENFOQUE COMPETENCIA TRANSVERSAL
ORIENTACIÓN AL BIEN COMÚN Me desenvuelvo en entornos virtuales
Bienestar generados por las TIC: Personalizo entornos
emocional Equidad y justicia: virtuales, gestiono información del entorno virtual,
Disposición a reconocer a que ante situaciones de inicio interactúo en entornos virtual y crea objetos
virtuales en diversos formatos.
diferentes, se requieren compensaciones a aquellos con
mayores dificultades. Gestiono mi aprendizaje de manera autónoma;
Defino metas de aprendizaje, organizo acciones
Solidaridad: estratégicas para alcanzar mis metas de aprendizaje,
Disposición a apoyar incondicionalmente a personas en monitoreo y ajusto mi desempeño durante el
proceso de aprendizaje.
situaciones comprometidas o difíciles.
¿CÓMO LO LOGRAREMOS?

No hay mejor manera de iniciar nuestra sesión de aprendizaje que buscando un encuentro
con nuestro amigo Jesús a través de la oración, por ello te invitamos que junto a tu familia
nos unamos en oración, con amor y respeto pidiendo por nuestras familias.

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo

Querido Dios, te pido que nuestra familia pueda vivir siempre en paz, permite que nos entendamos, que
nos tengamos paciencia y que ante todo problema siempre te tengamos presente.
Toma nuestras palabras y acciones, que sean las más acertadas para seguir en paz, para solucionar la
dificultad sin ira, ayúdanos a comprendernos unos a otros.
Enséñanos a escuchar con atención y a buscar la mejor solución para que haya armonía en esta familia
que tú amas profundamente.
Señor, ten piedad de cada miembro de esta familia, danos más de ti para ser pacificadores, que tu
Espíritu de amor fortalezca nuestros corazones heridos y nos permita hacer a cada uno lo que nos
corresponde para construir la paz. Amén

Analizamos nuestra realidad:

La Biblia nos enseña que Dios tiene un buen plan para todos aquellos que ponen su fe en
Jesucristo. Su plan es perfecto, y llevará a todo el que lo siga a una vida en abundancia. Pero
estoy convencida que muchos cristianos nunca han disfrutado el cumplimiento del plan
perfecto para su vida porque no escuchan y obedecen la dirección de Dios. Lo que hacen es
escoger, ya sea a sabiendas o por ignorancia, seguir su propio rumbo. Más personas podrían
caminar en la perfecta voluntad de Dios si aprendieran a escuchar su voz.

Escuchar a Dios es vital para disfrutar de su plan eterno, pero escucharlo es nuestra decisión–
nadie la puede tomar por nosotros. Dios no impone su voluntad en nosotros. Sin embargo, Él
hará todo lo que pueda para animarnos a decirle sí a su dirección. Dios nos habla de muchas
maneras, incluyendo a través de su Palabra, naturaleza, gente, circunstancias, paz, sabiduría,
intervención sobrenatural, sueños, visiones, y el “testigo interno”. Este testigo interno se
describe mejor como conocer muy en los adentros la sutil voz del Padre. Dios también habla
con voz audible en ocasiones. Con tantas opciones, uno se creería que escuchar a Dios es fácil.

Respondemos:

1. ¿Cómo es que Dios me habla a través de la escritura?

2. ¿Si Dios me habla por la escritura, cómo debo hacer esa lectura de la escritura para
escuchar a Dios?
Leemos y profundizamos la Palabra de Dios para ello puedes invitar a los miembros de tu
familia.

Justamente buscando la voz de Dios, ha llegado el momento de escuchar la Palabra del


Señor, para ello nos disponemos a escuchar la Lectura de la segunda carta a Timoteo.
Pidamos al Espíritu Santo nos de entendimiento y sabiduría para comprender el mensaje que
Dios tiene para nosotros.
Les invitamos a que busquen en su Biblia.

2 Timoteo 3, 15-17
Escuchemos con respeto y atención.

"Además, desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras. Ellas te darán la sabiduría que lleva a la
salvación mediante la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar,
rebatir, corregir y guiar en el bien. Así el hombre de Dios se hace un experto y queda preparado para
todo trabajo bueno."

PALABRA DE DIOS. TE ALABAMOS SEÑOR

Meditando la palabra de Dios, entendemos que el mismo Dios nos revela que de la sagrada escritura
emana su sabiduría que nos concede la felicidad que tanto anhela el hombre. Ciertamente la palabra de
Dios es viva y eficaz.
Sin duda alguna, hoy más que nunca que podemos ver un mundo que atraviesa una fuerte crisis de
valores. Debemos tener presentes su mensaje y actuar correctamente.
Ante lo mencionado es bueno preguntarnos:
¿Qué tanto vives el temor de Dios y te mantienes alejado del mal? ¿Consideras que los valores son una
cuestión del siglo pasado y que ya pasaron de moda?

La lectio divina como encuentro comunitario de fe

Por ello nos disponemos a profundizar en este tema de manera que podamos tener ideas claras de cara
al a verdad y nos permita ponerlos en práctica cada día.

Estudiantes como buenos cristianos sabemos que la lectura de la Palabra es esa agua de Dios que hace
germinar nuestra vida con eficacia. La Palabra de Dios actúa en el hombre y, por medio de ella, Dios
realiza su voluntad en nosotros. Por eso, la lectio no es simplemente un ejercicio intelectual, sino algo
que cambia nuestra vida.

Cuando hablamos de lectio divina nos referimos a un método concreto de orar con la Palabra que tiene sus raíces
en el Pueblo de Israel, en los padres de la Iglesia y en la experiencia multisecular de los contemplativos. Un
método de oración que recomienda el mismo Concilio Vaticano II:
De igual forma el Santo Concilio exhorta con vehemencia adapta un lenguaje o busca sinónimos acorde a
estudiantes del VI ciclo a todos los cristianos en particular a los religiosos, a que aprendan «el sublime
conocimiento de Jesucristo», con la lectura frecuente de las divinas Escrituras. «Porque el desconocimiento de las
Escrituras es desconocimiento de Cristo». Lléguense, pues, gustosamente, al mismo sagrado texto, ya por la
Sagrada Liturgia, llena del lenguaje de Dios, ya por la lectura espiritual… pero no olviden que debe acompañar
la oración a la lectura de la Sagrada Escritura para que se entable diálogo entre Dios y el hombre; porque «a él
hablamos cuando oramos, y a él oímos cuando leemos las palabras divinas» (Dei Verbum 25).

El método de la lectura de Dios consta de cuatro pasos que son tradicionales: lectura, meditación,
oración y contemplación. Pero hay una introducción que es importante:

INVOCACIÓN INICIAL AL ESPÍRITU SANTO


Antes de empezar a leer la Escritura hay que comenzar invocando el don del Espíritu Santo, porque sólo
con su ayuda se puede captar el sentido profundo de la Escritura. El Espíritu es el que ha inspirado las
Escrituras, el que conoce -a la vez- las profundidades de Dios y de nuestro corazón. Sólo con su ayuda
podemos entrar en el corazón de Dios por medio de la lectura de su Palabra, sólo con su intervención la
Palabra de Dios penetra en lo más hondo de nuestra alma. La Palabra se hace fecunda si el Espíritu de
Dios anima a quien la lee.

En el primer paso tenemos:


1. LEER: nos planteamos la pregunta: ¿Qué dice el texto bíblico de la palabra?
Tenemos que comprender la Palabra para descubrir lo que Dios enseña
mediante el autor inspirado.
Leer el texto no basta en la lectura, se trata de escuchar la Palabra de
manera vital, porque es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo quienes
hablan. Por eso debes hacer la lectura con todo el ser: con el cuerpo,
porque se pronuncian las palabras con los labios; y con la memoria que
las fija en la inteligencia y comprende su sentido. El fruto de esta lectura
es la experiencia con Dios. Tu actitud en este sentido debe sintetizarse en
esta frase: “Habla, Señor, que tu siervo escucha…” Esta experiencia de
Dios a veces es tan profunda que te puede llevar al llanto, como le
pasaba al pueblo de Israel, que, a la lectura de la Palabra hecha por
Esdras, lloraba (cf. Ne 8,9).

2. MEDITAR: ¿Qué dice el texto bíblico como palabra de Dios?


La Lectio Divina compromete al hombre entero: murmullo de la Palabra, esfuerzo de atención del
pensamiento, del sentimiento, de la memoria, con el fin de que las palabras se impriman en el corazón.
Meditar se parece al rumiar de algunos herbívoros. La Palabra se asimila volviéndola a traer otra vez a
los labios y al corazón por medio de la repetición. Rumiar la Palabra es comer espiritualmente la
Escritura, y así la Escritura se transforma en alimento y bebida en ese modo de reflexión que nos lleva a
gustar la Palabra contemplativamente: gustándola después de haberla meditado.

3. REZAR: ¿Qué me hace decir al Señor el texto bíblico como camino de oración?
Ciertamente que, desde el principio de la lectio, estamos orando. Pero en esta etapa de la lectura de
Dios, la que llamamos oración, lo que predomina es nuestra respuesta a la Palabra. Se trata de la
segunda parte del diálogo con el Señor, en la que somos nosotros los que hablamos a Dios. Es la misma
Palabra la que provoca en nosotros esa respuesta. A veces será la súplica o el agradecimiento, la petición
de perdón o la acción de gracias. Aquí la oración de la lectio puede tomar diversos caminos.
4. ACTUAR: ¿Qué me hace vivir el Señor a partir de su Palabra?
Testimoniar la Palabra… para actuar de acuerdo a la voluntad del Señor. De las últimas fases de la oración se
pasa fácilmente a la contemplación: del diálogo personal e íntimo con el Señor se pasa al silencio amoroso en el
que se gusta a Dios directamente; se pasa de la Palabra de Dios al mismo Dios. Así lo manifiesta uno de los
maestros antiguos de la lectio: Cuanto más te conozco, más profundamente deseo conocerte; no en la corteza
de la letra, sino en el conocimiento que viene de la experiencia (Guigo, el cartujo, Scala Claustralium, VI). A este
paso, no podemos llegar a él por medio de nuestras propias fuerzas. Es el fruto maduro de la lectio. Se trata de
llamar a las puertas de la contemplación por medio de la lectio, de modo que Dios las abra cuando desee.

Bien. Ahora si ha llegado el momento de pedirles a ustedes queridos estudiantes que en su


cuaderno tomen nota de las siguientes interrogantes que podrán desarrollar con ayuda de sus
maestros y familia:
Joven, tú como cristiano, ahora que ya sabes lo qué es la Lectio divina, te planteamos:
¿Qué compromiso asumes frente a la Lectio divina?
¿Podrías realizar la lectio divina junto a tu familia? cómo, redacta compromisos.

CRITERIOS DE EVALUACIÓN DE LAS TARJETAS MOTIVADORAS


CRITERIOS INDICADORES PUNTAJE

POFUNDIDAD Que tengan coherencia con el tema. 6

OBJETIVIDAD Que sean prácticos y vivenciales. 8

EVALUABLES Que sean observables y efecto multiplicador con los demás. 6

TOTAL 20

AUTOEVALUACIÓN: ¿Qué aprendimos hoy? ¿Para qué nos sirve lo aprendido? ¿Cómo aplicarías
lo aprendido hoy?

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