Semana #1 Verano SM Guía (LT)

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 11

Verano 2022

San Marcos
Guía de clase

LITERATURA
Clasicismo: La Ilíada

LITERATURA GRIEGA

I. DEFINICIÓN: La Literatura griega corresponde al primer movimiento literario: el Cla-


sicismo, y dentro de este Clasicismo, el Clasicismo occidental, que comprende también
la Literatura latina, pero los inicios de la tradición literaria occidental tienen lugar en
Grecia. Es en Grecia en donde se origina el desarrollo de la literatura occidental y donde
surgen también los modelos literarios que servirán de referencia para las posteriores lite-
raturas.
En la Literatura griega podemos distinguir los siguientes géneros:
a. La épica: Representada por Homero y Hesíodo (Periodo Jónico).
b. La lírica: Representada por Safo y Píndaro (Periodo Jónico).
c. La dramática: Representada por Esquilo, Sófocles y Eurípides (Periodo Ático).

II. CARACTERÍSTICAS: La literatura griega tiene las siguientes características:


1. Es eminentemente racional, intelectual y humanista. Existe una preocupación cons-
tante por el hombre.
2. Su finalidad última es la belleza y la verdad.
3. Búsqueda de la perfección a través del equilibrio entre el fondo y la forma de la obra
literaria.
4. Es bastante original, no existe una marcada influencia de alguna obra literaria.

prohibida su venta
LA ÉPICA HEROICA: HOMERO

I. HOMERO Y LA CUESTIÓN HOMÉRICA:


Del mismo Homero no sabemos nada. Los antiguos lo representaba con los rasgos de un
anciano ciego, que iba de ciudad en ciudad a través de la Hélade y cantando sus poemas.
Siete ciudades de Jonia se disputaban el honor de haberlo visto nacer: Esmirna, Quíos,
Colofonte, Salamina, Rodas, Argos y Atenas. Eran tradiciones desprovistas de todo fun-
damento sólido, pero nadie, entre los griegos, pensó en discutir la existencia de Homero.
La cuestión homérica no se planteó seriamente hasta el siglo XVIII, cuando ciertos críti-
cos se mostraron partidarios de la unidad de la obra mientras que otros consideraban a los
dos poemas como un ensamblaje de trozos independientes.
Autores como Francois Hedelin en Las conjeturas académicas y Federico Wolf en Los
prolegómenos de Homero, contrarios a la unidad de los poemas han insistido especial-
mente en ciertas diferencias presentadas en La Ilíada y La Odisea: la civilización, las
costumbres, los caracteres se han modificado de un poema al otro; La Ilíada por ejemplo,

¡Tu mejor opción! 1


Verano 2022
San Marcos

ignora el uso del hierro y La Odisea lo conoce. La lengua es también diferente, no solo
en cada uno de los poemas sino dentro de un mismo poema, en diversos cantos. Así pues
ha llegado a admitirse que, con una parte central original, el texto actual contiene trozos
a veces bastante largos, pertenecientes a autores, a épocas y a dialectos diferentes. ¿Cómo
hubo de constituirse ese texto?
No hay que olvidar que en los tiempos que procedieron a la aparición de los poemas
homéricos ya se habían constituido gran número de leyendas relativas a los héroes cuyos
nombres habían transmitido la tradición. Esas leyendas eran cantadas por los aedos en las
residencias de los grandes reyes y señores y difundidas por todo el mundo griego, acomo-
dadas al gusto y los recuerdos nacionales de cada pueblo. Así se constituyeron, sin duda,
diferentes ciclos: ciclo de Agamenón, ciclo de Aquiles, ciclo de Ulises, enriquecidos cada
uno de ellos con variados episodios añadidos al acervo común. Los eruditos hubieron de
esforzarse por ordenar diversos textos, estableciendo el texto tradicional en una época
que parece ser muy antigua.
La hipótesis de unos núcleos primitivos a los que se habrían añadido nuevos episodios
ha predominado durante mucho tiempo. Pero actualmente, y después de muchas contro-
versias, se admite generalmente de La Ilíada y La Odisea son obra de un mismo poeta, o
de dos poetas geniales, no contemporáneos. Según la expresión de un crítico, Homero ha
resucitado.

La Ilíada

Es una epopeya heroica que consta de 15,674 versos reunidos en 24 cantos o rapsodias
en la que se narra la cólera de Aquiles. La Ilíada tiene como duración 51 días del noveno.
año de los diez que duró la guerra de Troya. Para tener una idea más global de esta epo-
peya es preciso conocer sus antecedentes.

prohibida su venta
Antecedentes de La Ilíada
Príamo rey de Troya tenía un hijo llamado Paris, quién abusando de la hospitalidad que
recibió en el palacio del rey de Esparta, Menelao, raptó a su esposa Helena. (Aunque
existen versiones que afirman que Helena fugó con Paris de común acuerdo). Los griegos
consideraron este rapto como una ofensa nacional, de tal manera que convocaron a todos
los héroes de los pequeños reinos de Grecia y partieron hacia Troya, iniciando de esta
manera la guerra, que tuvo una duración de diez años, tras los cuales, los griegos logran
ingresar a Troya mediante la artimaña del «Caballo de Troya», incendiando y saqueando
esta ciudad.

Argumento de La Ilíada
Cabe aclarar que esta epopeya no narra toda la guerra de Troya sino más bien un episodio
de ella, sucedido en el noveno año, que es el siguiente.

2 ¡Tu mejor opción!


Verano 2022
San Marcos

Crises, sacerdote troyano del dios Apolo, se dirige al campamento de los griegos para
solicitar a Agamenón le devuelva a su hija Criseida. El jefe de los griegos, ante este pedi-
do, furioso insulta y arroja al anciano sacerdote, quién implora a Apolo, solicitándole, dé
solución a esta injusticia. Al ver el dios protector de los troyanos como habían ofendido
a su sacerdote, envía una peste sobre los griegos que causa mortandades durante nueve
días. Preocupado Aquiles por la muerte de sus compañeros consulta al adivino Calcas
por las causas de la peste, el cual le revela que la peste proseguirá hasta que Agamenón
entregue a la cautiva Criseida. De esta manera, los griegos, reunidos en asamblea, obligan
a Agamenón a devolver a Criseida a su padre Crises. Sin embargo, el jefe de los griegos,
furioso con la devolución de su esclava, descarga su ira contra Aquiles, a quien amenaza
quitarle su esclava Briseida. Así envía dos heraldos al día siguiente a la carpa de Aquiles
para secuestrar a su esclava. Cuando Aquiles tiene noticia del hecho, furioso reclama
ante Agamenón tal agravio sin obtener respuesta alguna, solo su madre, la diosa Tetis,
consuela al héroe argivo y le pide que tenga calma, que Zeus se encargará de castigar tal
ofensa y que lo único que debe hacer es retirarse de la guerra. De esta manera, Aquiles
comunica su intención de no salir al campo de batalla, retirándose de la guerra, hecho que
es aprovechado por los troyanos, quienes dirigidos por Héctor van ganándose terreno a
los griegos.
Patroclo, al observar que los griegos van perdiendo la guerra, comunica a Aquiles su
intención de salir a luchar, este a su vez le otorga sus armas divinas para su defensa.
Cuando Patroclo sale al campo de batalla los troyanos creen que se trata de Aquiles y
huyen despavoridos, más cuando toman conciencia del engaño, Héctor sale a enfrentarse
con Patroclo y le da muerte.
Al enterarse Aquiles de la muerte de su entrañable amigo Patroclo, sale furibundo con
nuevas armas hechas por Hefaistos a cobrar venganza de su muerte. Asesina a unos cuan-
tos troyanos, a otros los captura y los incinera en honor a Patroclo y posteriormente da

prohibida su venta
muerte a Héctor atravesándole la garganta con su lanza divina. Ata sus tobillos con un
cinturón y arrastra el cadáver del héroe troyano por todo el campo de batalla tres veces.
Príamo ante la ofensa que le estaban confiriendo a su hijo suplica ante Aquiles le entregue
el cuerpo de su hijo. Este ante las súplicas y ofrecimientos del anciano padre y a pedido
de los dioses termina por entregar el cuerpo de Héctor.
La obra culmina con los solemnes funerales de Héctor en Troya.

¡Tu mejor opción! 3


Verano 2022
San Marcos

CANTO I Peste - Cólera


1 Canta, oh diosa, la cólera del Pélida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a
los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa
de perros y pasto de aves -cumplíase la voluntad de Zeus- desde que se separaron dispu-
tando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquiles. 8 ¿Cuál de los dioses promovió
entre ellos la contienda para que pelearan? El hijo de Leto y de Zeus. Airado con el rey,
suscitó en el ejército maligna peste, y los hombres perecían por el ultraje que el Atrida
infiriera al sacerdote Crises. Este, deseando redimir a su hija, se había presentado en las
veleras naves aqueas con un inmenso rescate y las ínfulas de Apolo, el que hiere de lejos,
que pendían de áureo cetro, en la mano; y a todos los aqueos, y particularmente a los dos
Atridas, caudillos de pueblos, así les suplicaba: 17 -¡Atridas y demás aqueos de hermosas
grebas! Los dioses, que poseen olímpicos palacios, os permitan destruir la ciudad de
Príamo y regresar felizmente a la patria! Poned en libertad a mi hija y recibid el rescate,
venerando al hijo de Zeus, a Apolo, el que hiere de lejos. 22 Todos los aqueos aprobaron
a voces que se respetara al sacerdote y se admitiera el espléndido rescate; mas el Atrida
Agamenón, a quien no plugo el acuerdo, le despidió de mal modo y con altaneras voces:
26 -No dé yo contigo, anciano, cerca de las cóncavas naves, ya porque ahora demores tu
partida, ya porque vuelvas luego, pues quizás no te valgan el cetro y las ínfulas del dios.
A aquella no la soltaré; antes le sobrevendrá la vejez en mi casa, en Argos, lejos de su
patria, trabajando en el telar y aderezando mi lecho. Pero vete; no me irrites, para que
puedas irte más sano y salvo. 33 Así dijo. El anciano sintió temor y obedeció el mandato.
Fuese en silencio por la orilla del estruendoso mar; y, mientras se alejaba, dirigía muchos
ruegos al soberano Apolo, a quien parió Leto, la de hermosa cabellera: 37 -¡Óyeme, tú
que llevas arco de plata, proteges a Crisa y a la divina Cila, a imperas en Ténedos pode-
rosamente! ¡Oh Esminteo! Si alguna vez adorné tu gracioso templo o quemé en tu honor
pingües muslos de toros o de cabras, cúmpleme este voto: ¡Paguen los dánaos mis lágri-

prohibida su venta
mas con tus flechas! 43 Así dijo rogando. Oyóle Febo Apolo e, irritado en su corazón,
descendió de las cumbres del Olimpo con el arco y el cerrado carcaj en los hombros; las
saetas resonaron sobre la espalda del enojado dios, cuando comenzó a moverse. Iba pare-
cido a la noche. Sentóse lejos de las naves, tiró una flecha y el arco de plata dio un terrible
chasquido. Al principio el dios disparaba contra los mulos y los ágiles perros; mas luego
dirigió sus amargas saetas a los hombres, y continuamente ardían muchas piras de cadá-
veres. 53 Durante nueve días volaron por el ejército las flechas del dios. En el décimo,
Aquiles convocó al pueblo al ágora: se lo puso en el corazón Hera, la diosa de los níveos
brazos, que se interesaba por los dánaos, a quienes veía morir. Acudieron estos y, una vez
reunidos, Aquiles, el de los pies ligeros, se levantó y dijo: 59 -¡Atrida! Creo que tendre-
mos que volver atrás, yendo otra vez errantes, si escapamos de la muerte; pues, si no, la
guerra y la peste unidas acabarán con los aqueos. Mas, ea, consultemos a un adivino, sa-
cerdote o intérprete de sueños -pues también el sueño procede de Zeus-, para que nos diga
por qué se irritó tanto Febo Apolo: si está quejoso con motivo de algún voto o hecatombe,

4 ¡Tu mejor opción!


Verano 2022
San Marcos

y si quemando en su obsequio grasa de corderos y de cabras escogidas, querrá libramos


de la peste. 68 Cuando así hubo hablado, se sentó. Levantóse entre ellos Calcante Testó-
rida, el mejor de los augures -conocía lo presente, lo futuro y lo pasado, y había guiado
las naves aqueas hasta Ilio por medio del arte adivinatoria que le diera Febo Apolo-, y
benévolo los arengó diciendo: 74 -¡Oh Aquiles, caro a Zeus! Mándame explicar la cólera
de Apolo, del dios que hiere de lejos. Pues bien, hablaré; pero antes declara y jura que
estás pronto a defenderme de palabra y de obra, pues temo irritar a un varón que goza de
gran poder entre los argivos todos y es obedecido por los aqueos. Un rey es más poderoso
que el inferior contra quien se enoja; y, si bien en el mismo día refrena su ira, guarda
luego rencor hasta que logra ejecutarlo en el pecho de aquel. Dime, pues, si me salvarás.
84 Y contestándole, Aquiles, el de los pies ligeros, le dijo: 85 -Manifiesta, deponiendo
todo temor, el vaticinio que sabes; pues ¡por Apolo, caro a Zeus; a quien tú, Calcante,
invocas siempre que revelas oráculos a los dánaos!, ninguno de ellos pondrá en ti sus
pesadas manos, cerca de las cóncavas naves, mientras yo viva y vea la luz acá en la tierra,
aunque hablares de Agamenón, que al presente se jacta de ser en mucho el más poderoso
de todos los aqueos. 92 Entonces cobró ánimo y dijo el eximio vate: 93 -No está el dios
quejoso con motivo de algún voto o hecatombe, sino a causa del ultraje que Agamenón
ha inferido al sacerdote, a quien no devolvió la hija ni admitió el rescate. Por esto el que
hiere de lejos nos causó males y todavía nos causará otros. Y no librará a los dánaos de la
odiosa peste, hasta que sea restituida a su padre, sin premio ni rescate, la joven de ojos
vivos, y llevemos a Crisa una sagrada hecatombe. Cuando así le hayamos aplacado, rena-
cerá nuestra esperanza. 101 Dichas estas palabras, se sentó. Levantóse al punto el pode-
roso héroe Agamenón Atrida, afligido, con las negras entrañas llenas de cólera y los ojos
parecidos al relumbrante fuego; y, encarando a Calcante la torva vista, exclamó: 106-¡Adi-
vino de males! jamás me has anunciado nada grato. Siempre te complaces en profetizar
desgracias y nunca dijiste ni ejecutaste nada bueno. Y ahora, vaticinando ante los dánaos,

prohibida su venta
afirmas que el que hiere de lejos les envía calamidades, porque no quise admitir el esplén-
dido rescate de la joven Criseide, a quien anhelaba tener en mi casa. La prefiero, cierta-
mente, a Clitemnestra, mi legítima esposa, porque no le es inferior ni en el talle, ni en el
natural, ni en inteligencia, ni en destreza. Pero, aun así y todo, consiento en devolverla, si
esto es lo mejor; quiero que el pueblo se salve, no que perezca. Pero preparadme pronto
otra recompensa, para que no sea yo el único argivo que sin ella se quede; lo cual no pa-
recería decoroso. Ved todos que se va a otra parte la que me había correspondido. 121
Replicóle en seguida el celerípede divino Aquiles: 122 -¡Atrida gloriosísimo, el más co-
dicioso de todos! ¿Cómo pueden darte otra recompensa los magnánimos aqueos? No sa-
bemos que existan en parte alguna cosas de la comunidad, pues las del saqueo de las
ciudades están repartidas, y no es conveniente obligar a los hombres a que nuevamente
las junten. Entrega ahora esa joven al dios, y los aqueos te pagaremos el triple o el cuá-
druple, si Zeus nos permite algún día tomar la bien murada ciudad de Troya. 130 Y,
contestándole, el rey Agamenón le dijo: 131 Aunque seas valiente, deiforme Aquiles, no

¡Tu mejor opción! 5


Verano 2022
San Marcos

ocultes así tu pensamiento, pues no podrás burlarme ni persuadirme. ¿Acaso quieres, para
conservar tu recompensa, que me quede sin la mía, y por esto me aconsejas que la devuel-
va? Pues, si los magnánimos aqueos me dan otra conforme a mi deseo para que sea equi-
valente... Y si no me la dieren, yo mismo me apoderaré de la tuya o de la de Ayante, o me
llevaré la de Ulises, y montará en cólera aquel a quien me llegue. Mas sobre esto delibe-
raremos otro día. Ahora, ea, echemos una negra nave al mar divino, reunamos los conve-
nientes remeros, embarquemos víctimas para una hecatombe y a la misma Criseide, la de
hermosas mejillas, y sea capitán cualquiera de los jefes: Ayante, Idomeneo, el divino
Ulises o tú, Pélida, el más portentoso de todos los hombres, para que nos aplaques con
sacrificios al que hiere de lejos. 148 Mirándolo con torva faz, exclamó Aquiles, el de los
pies ligeros: 149 -¡Ah, impudente y codicioso! ¿Cómo puede estar dispuesto a obedecer
tus órdenes ni un aqueo siquiera, para emprender la marcha o para combatir valerosamen-
te con otros hombres? No he venido a pelear obligado por los belicosos troyanos, pues en
nada se me hicieron culpables -no se llevaron nunca mis vacas ni mis caballos, ni destru-
yeron jamás la cosecha en la fértil Ftía, criadora de hombres, porque muchas umbrías
montañas y el ruidoso mar nos separan-, sino que te seguimos a ti, grandísimo insolente,
para darte el gusto de vengaros de los troyanos a Menelao y a ti, ojos de perro. No fijás
en esto la atención, ni por ello te tomas ningún cuidado, y aun me amenazas con quitarme
la recompensa que por mis grandes fatigas me dieron los aqueos. Jamás el botín que ob-
tengo iguala al tuyo cuando estos entran a saco una populosa ciudad de los troyanos:
aunque la parte más pesada de la impetuosa guerra la sostienen mis manos, tu recompen-
sa, al hacerse el reparto, es mucho mayor; y yo vuelvo a mis naves, teniéndola pequeña,
aunque grata, después de haberme cansado en el combate. Ahora me iré a Ftía, pues lo
mejor es regresar a la patria en las cóncavas naves: no pienso permanecer aquí sin honra
para procurarte ganancia y riqueza. 172 Contestó en seguida el rey de hombres, Agame-
nón: 173 -Huye, pues, si tu ánimo a ello te incita; no te ruego que por mí te quedes; otros

prohibida su venta
hay a mi lado que me honrarán, y especialmente el próvido Zeus. Me eres más odioso que
ningún otro de los reyes, alumnos de Zeus, porque siempre te han gustado las riñas, lu-
chas y peleas. Si es grande tu fuerza, un dios te la dio. Vete a la patria, llevándote las
naves y los compañeros, y reina sobre los mirmidones, no me importa que estés irritado,
ni por ello me preocupo, pero te haré una amenaza: Puesto que Febo Apolo me quita a
Criseide, la mandaré en mi nave con mis amigos; y encaminándome yo mismo a tu tien-
da, me llevaré a Briseide, la de hermosas mejillas, tu recompensa, para que sepas bien
cuánto más poderoso soy y otro tema decir que es mi igual y compararse conmigo. 188

LA ÉPICA DIDÁCTICA:

HESÍODO:
Suele considerarse el más antiguo de los poetas helenos después de Homero y, durante buena
parte del siglo XIX, la crítica llegó a dudar de su auténtica existencia, aunque esta parece
fuera de toda duda en la actualidad. La familia de Hesíodo estableció su residencia en Beocia,

6 ¡Tu mejor opción!


Verano 2022
San Marcos

procedente de Cime de Eolia, lugar de origen de su padre. Poco se sabe de su vida; parece que
fue fundamental en ella la enemistad con su hermano Perseo a causa de la herencia paterna, y
este tema abordó en su obra Los trabajos y los días. Muerto su padre, Hesíodo se estableció en
Naupacto, donde pasó su juventud al cuidado de un rebaño de ovejas y llevando la vida plácida
y sencilla de los campesinos griegos. Los actuales especialistas sitúan como contemporáneo de
Homero a Hesíodo, mas su poesía, muy alejada del estilo épico y grandioso de la de aquel, está
destinada a instruir más que a exaltar. Se sabe también que en Calcis (Eubea) participó en un
concurso de aedos y obtuvo la victoria. Murió al parecer en Ascra y sus cenizas se conservaron
en Orcómeno, donde se le rindieron honores como a un fundador de la ciudad.

TEOGONÍA:
Este poema se constituye en el primer catálogo de los dioses griegos. Hesíodo realiza un
recuento de toda la cosmogonía griega desde el dios primigenio, Caos, hasta los dioses del
Olimpo y su descendencia. La obra está construida a partir de géneros poéticos preexistentes
que hasta el momento habían pertenecido a la tradición oral en Grecia: cosmogonías, teogo-
nías, genealogías, catálogos y mitos de sucesión. Los tres primeros géneros pueden aparecer
fundidos, vertebran la obra y están ordenados con un criterio aproximadamente cronológico.
Los mitos de sucesión, a pesar de que pueden ser considerados como digresiones dentro de
los bloques genealógicos, le dan sentido a toda la obra.

LA LÍRICA GRIEGA:

A. LÍRICA MONÓDICA:
1. SAFO DE LESBOS:
No existen muchos datos biográficos sobre ella, y solo se conocen algunos poemas
y fragmentos extraídos de citas tardías (tradición indirecta)y de papiros. De hecho,

prohibida su venta
prácticamente todo lo que sabemos de su vida lo deducimos de sus poemas. El con-
tenido amoroso de sus poemas propició toda clase de habladurías y rumores sobre su
vida. Sus poemas se recitaban y conocían en la Atenas del s. V a. C. Más tarde, en
Roma, los poetas latinos alaban sus poemas. Allí había bustos de la poeta. Ha sido
probablemente la poeta más traducida y más imitada de la antigüedad clásica.

ODA A AFRODITA
¡Oh, tú en cien tronos Afrodita reina,
Hija de Zeus, inmortal, dolosa:
No me acongojes con pesar y tedio
Ruégote, Cripria!
Antes acude como en otros días,
Mi voz oyendo y mi encendido ruego;
Por mi dejaste la del padre Jove
Alta morada.

¡Tu mejor opción! 7


Verano 2022
San Marcos

El áureo carro que veloces llevan


Lindos gorriones, sacudiendo el ala,
Al negro suelo, desde el éter puro
Raudo bajaba.
Y tú ¡Oh, dichosa! en tu inmortal semblante
Te sonreías: ¿Para qué me llamas?
¿Cuál es tu anhelo? ¿Qué padeces hora?
-me preguntabas-
¿Arde de nuevo el corazón inquieto?
¿A quién pretendes enredar en suave
Lazo de amores? ¿Quién tu red evita,
Mísera Safo?
Que si te huye, tornará a tus brazos,
Y más propicio ofrecerte dones,
y cuando esquives el ardiente beso,
querrá besarte.
Ven, pues, ¡Oh diosa! y mis anhelos cumple,
liberta el alma de su dura pena;
cual protectora, en la batalla lidia
Siempre a mi lado.

B. LÍRICA CORAL:

1. PÍNDARO:
Se tiene pocas noticias fiables sobre su biografía, a pesar de las seis vidas que han le-
gado autores antiguos. Se cree que nació en Cinocéfalos, Beocia, hacia el 518 a. C. y

prohibida su venta
que, según la tradición, pertenecía a una familia aristocrática. De hecho, en la V Pítica
él mismo parece afirmar que procede del linaje de los egeidas, por lo que a menudo
manifestará en sus obras una especial simpatía por las instituciones dorias. Pasa su
infancia y primera juventud en Tebas y en Atenas, donde fue discípulo de Agatocles.
Muy joven aún, participa en un certamen de poesía en el que es vencido por la poetisa
Corinade Tanagra. Fue ella, en esta ocasión, quien le aconsejó «sembrar a manos
llenas, no a sacos llenos». La primera oda pindárica es la X Pítica y fue compuesta
cuando el autor apenas contaba veinte años. Pronto se convierte en un renombrado
poeta.

8 ¡Tu mejor opción!


Verano 2022
San Marcos

A HIERÓN DE SIRACUSA
(FRAGMENTO)
«Reluce su fama
en la colonia, por sus hombres célebres, del lidio Pélope.
Por éste sintió pasión el poderoso Poseidón,
el que la tierra conduce, cuando Cloro lo sacó
del inmaculado caldero
provisto de un brillante hombro de marfil,
¡En verdad que es mucho lo asombroso!
E incluso puede acontecer que los rumores
de los mortales, habladurías adornadas con abigarradas
ficciones, trasgrediendo el relato verdadero,
nos engañen por completo».

prohibida su venta

¡Tu mejor opción! 9


Verano 2022
San Marcos

01. La literatura griega pertenece al siguiente 06. En La Batracomiomaquia, las ranas se


movimiento: enfrentan a los:

A) Barroco A) Leones
B) Neoclasicismo B) Las Erinias
C) Clasicismo C) Las Eumédides
D) Romanticismo D) Los ratones

02. Dentro del Clasicismo occidental están la 07. La primera cólera de Aquiles se produce
literatura griega y la literatura: con el rapto de:

A) española A) Helena
B) italiana B) Criseida
C) latina C) Briseida
D) árabe D) Andrómaca

03. La épica griega se inicia con: 08. Aquiles retorna al campo de batalla por la
muerte de:
A) Homero
B) Hesíodo A) Diómedes
C) Safo B) Patroclo
D) Píndaro C) Ulises
D) Agamenón
04. El verdadero nombre de Homero, según la

prohibida su venta
tradición, fue: 09. El duelo central de La Ilíada es entre:

A) Omerón A) Aquiles y Patroclo


B) Melesígenes B) Patroclo y Héctor
C) Orestes C) Héctor y Áyax
D) Hesíodo D) Aquiles y Héctor

05. La sátira a la guerra de Troya fue: 10. El primer catálogo de los dioses griegos
fue escrito por:
A) La Ilíada
B) La Odisea A) Homero
B) Hesíodo
C) La Orestíada C) Safo
D) La Batracomiomaquia D) Píndaro

10 ¡Tu mejor opción!


San Marcos
¡TRILCE TU MEJOR OPCIÓN!

INICIOS:
3 y 10 de enero

VERANO (MAÑANA)
Pago al contado: S/ 260
Pago en cuotas:
Cuota 1: S/ 180 - Cuota 2: S/ 100

VERANO (TARDE)
Pago al contado: S/ 200
Pago en cuotas:
Cuota 1: S/ 150 - Cuota 2: S/ 70

REPASO
Pago al contado: S/ 390
Pago en cuotas:
Cuota 1: S/ 250 - Cuota 2: S/ 160

947 273 310 6198 100

También podría gustarte