La Teoria General Del Delito

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Universidad San Carlos de Guatemala

Centro Universitario de Chimaltenango

Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales

Derecho Penal III

Doctor Walter Paulino Jimenez Texaj.

SEGUNDO TRABAJO INDIVIDUAL DE ZONA

Katherine Analy Porras Marroquín

202140566

Sección “A”
INTRODUCCIÓN

La teoría del delito es la esencia de la materia penal, representa uno de los


instrumentos más importantes para establecer la responsabilidad de un individuo
procesado, siendo necesario y de gran importancia analizar y establecer si se ha
dado la afectación a un bien jurídico protegido y considerado fundamental.
Determina si la conducta del ser humano, acción u omisión, es constitutiva de
delito y su grado de participación, estructurando así los elementos del delito en
positivos y negativos, habiendo sujeto pasivo o activo. Es un procedimiento por
medio del cual se analizan las características comunes, o bien aquellas que
diferencian a todos los delitos en general para establecer su existencia y
determinar la imposición de una sanción si así corresponde. Se denomina teoría
del delito “a la parte de la ciencia del derecho penal que se ocupa de explicar qué
es el delito en general, es decir, cuáles son las características que debe tener
cualquier delito.
LA TEORIA GENERAL DEL DELITO

La teoría general del delito estudia las características comunes que debe tener
cualquier conducta (acción u omisión) para ser considerada delito. La teoría del
delito es la encargada de proveer de instrumentos o herramientas al derecho
penal objetivo, para que éste pueda definir las figuras delictivas e incorporarlas a
la legislación. Con esto se contribuye a aplicar justicia penal lo más apegado al
principio de legalidad posible. Es decir, la justa aplicación de los tipos penales es
un aspecto de competencia plena de la teoría del delito. Es un procedimiento por
medio del cual se analizan las características comunes, o bien aquellas que
diferencian a todos los delitos en general para establecer su existencia y
determinar la imposición de una sanción, si así corresponde. Se denomina teoría
del delito “a la parte de la ciencia del derecho penal que se ocupa de explicar
¿Qué es el delito en general?, es decir, ¿Cuáles son las características que debe
tener cualquier delito?”.

La teoría del delito, expresa una serie de elementos que se presentan de forma
común a todo delito, lo que permite una apreciación más general de todos los
delitos, además de fijar una postura jurídica dentro del ordenamiento jurídico-
penal. Cada legislación penal en el mundo se ve influenciada directamente por la
doctrina penal que la informa, es decir, que, según la dogmática asumida por cada
legislador, así se manifestará el conjunto de delitos en la parte especial del Código
penal, sustentada por las normas de la parte general.

La teoría del delito "es un sistema categorial clasificatorio y secuencial en el que,


peldaño a peldaño, se van elaborando, a partir del concepto básico de la acción,
los diferentes elementos esenciales comunes a todas las formas de aparición del
delito."
Existe cierta discusión al respecto, pero se acepta de forma mayoritaria que el
delito se compone de tres categorías o elementos fundamentales: la tipicidad, la
culpabilidad y la antijuridicidad. A partir de esta base se desglosan el resto de
aspectos que constituyen el delito.

JUSTIFICACIÓN Y NECESIDAD DE UNA TEORÍA DEL DELITO

La presente investigación se enfocará en el estudio de la Teoría General del


Delito, ya que, este determina si la conducta del ser humano, acción u omisión, es
constitutiva de delito y su grado de participación, estructurando así los elementos
del delito en positivos y negativos, habiendo sujeto pasivo o activo. Este trabajo
permitirá mostrar el estudio del delito es decir al estudio de sus elementos de
manera general, el delito dentro de la parte general del derecho penal, estudiando
elementos comunes a todos los delitos.

Es de suma importancia utilizar la teoría del delito, pues dicha teoría proporciona
un sistema de análisis para ordenar e interpretar las normas penales sustantivas
para determinar si la conducta desplegada por el sujeto activo es o no constitutiva
de delito. Y la responsabilidad penal es cuestión de carácter procesal que se
determinará en la resolución del justiciable. Toda acción para constituir un delito
debe ser una conducta típica, antijurídica y culpable. Es por ello que el análisis de
lo que presuntamente constituye un ilícito se debe de hacer la revisión de esos
tres estadios de manera seria y cuidadosa. Ya que el delito es un fenómeno social
que se estudia a través de una ciencia.

La teoría del delito tiene como objeto analizar y estudiar los presupuestos jurídicos
de la punibilidad de un comportamiento humano ya sea a través de una acción o
de una omisión, del cual se deriva la posibilidad de aplicar una consecuencia
jurídico penal. La teoría del delito constituye un instrumento de análisis científico
de la conducta humana, utilizado por juristas, ya sea en la función de jueces,
fiscales, defensores o bien como estudiosos del derecho para determinar la
existencia del delito. Antes de dictar sentencia, durante la deliberación, el tribunal
deberá establecer si existe o no delito en el caso que juzga. La teoría del delito,
constituye “un método de análisis de distintos niveles, cada uno de estos
presupone el anterior y todos tienen la finalidad de ir descartando las causas que
impedirán la aplicación de una pena y comprobando (positivamente) si se dan las
que condicionan esa aplicación.

FUNCIÓN DE LA TEORÍA DEL DELITO

La teoría del delito, sirve como método de análisis del derecho penal, que
concluye con la identificación de un hecho y su autor y la determinación de los
casos en que el autor responde por su hecho. Desde un punto de vista
pragmático, se puede situar a la teoría del delito como un laboratorio del crimen,
del que se espera una respuesta científica de si el hecho que llama la atención de
la sociedad porque del mismo se desprende un resultado despreciable, es o no un
delito.

Uno de los objetivos para los que debería servir la teoría del delito y sus
componentes, es para la resolución de casos prácticos y, mejor aún, para la
resolución más o menos uniforme de casos similares. Si eso se cumple o no, si la
teoría del delito sirve para ello en la realidad práctica de los sistemas penales, es
otro tema, que dependerá siempre de las múltiples variables a las que haré
referencia más adelante.

EL DELITO

El delito es una conducta contraria a la ley y que esta la tiene regulada como tal.
Dicha conducta puede consistir en hacer o dejar de hacer. Sin embargo, no se
trata simplemente de lo que prohíbe, (puesto que también hay cosas que prohíbe
la ley que no son precisamente delitos), además de que en un ilícito hay aspectos
que forman un todo granítico y que constituyen los elementos del delito, más para
llegar a concebirlo como una unidad portadora de varios elementos, el delito pasó
por diversidad de concepciones, que van desde ideas morales hasta
psicofisiológicas.

REGULACIÓN EN EL CÓDIGO PENAL Y CLASIFICACIÓN DEL DELITO

El Código Penal distingue, en los artículos 2º y 10, entre delitos y faltas


(clasificación bipartita). Ambos conceptos pueden englobarse bajo la expresión
genérica de "hecho punible" o de "infracción pena", que es también utilizada a
veces en el Código Pena para referirse tanto al delito, como a la falta. El contenido
de ambos términos responde a la misma estructura elemental general ya descrita
en el epígrafe anterior. Es decir, tanto el delito como la falta son hechos típicos,
antijurídicos, culpables y punibles. La distinción terminológica se hace
exclusivamente en función de la gravedad de la pena que tienen prevista. El delito
está castigado con pena grave o menos grave, la falta con pena leve. Esta
distinción es completada a su vez en el artículo 13 del Código Penal, que clasifica
los delitos en delitos graves y delitos menos graves, según se trate de delitos
castigados con pena grave o con pena menos grave, respectivamente. Para saber
cuándo estamos ante un delito grave, menos grave, o una falta hay que ver, por
tanto, la pena que se asigne a un hecho en cuestión, pues, como veremos más
adelante, cada tipo delictivo, delito o falta, es amenazado con una pena delimitada
entre una cantidad máxima y otra mínima (consideración abstracta). De hecho, el
artículo 13 contiene en realidad una clasificación tripartita de las infracciones
penales.

NATURALEZA DEL DELITO.

Debido a que ha existido mucha polémica al respecto, y no se puede hablar de


uniformidad debido a que la sociedad es cambiante; y que el delito tiene sus
raíces hundidas en las realidades sociales humanas que cambian a los pueblos;
para encontrar la naturaleza del mismo se debe necesariamente referir a las
escuelas más grandes que ha habido en el Derecho Penal, las cuales son:
Escuela Clásica:

Considera que el delito es una idea de relación entre el hecho del hombre y la ley.
Definiéndolo así; es la infracción de la ley del Estado promulgada para proteger la
seguridad de los ciudadanos, resultantes de un acto externo del hombre, positivo o
negativo, moralmente imputable y políticamente dañoso. Por lo que lo consideran
un ente jurídico, respecto al delincuente, indican que la imputabilidad moral y su
libre albedrío son la base de su responsabilidad penal; la pena es un mal
necesario para la realización de la tutela jurídica, además indicaron que el derecho
penal era una ciencia eminentemente jurídica, para su estudio debía utilizar el
método lógico abstracto, racionalista o especulativo.

Escuela Positiva:

Considera al delito como la acción humana resultante de la personalidad del


delincuente, considerando al delito natural y no jurídico. Definen al delito como
toda acción determinada por motivos individuales y antisociales que alteran las
condiciones de existencia y lesionan a la moralidad media de un pueblo en un
momento determinado. Consideran al delito como un fenómeno natural o social;
del delincuente es imputable debido al hecho de vivir en sociedad; la pena la
consideraron como un medio de defensa social, imponiéndose de acuerdo a la
peligrosidad social y no al daño causado, proponiendo las medidas de seguridad
para prevenir el delito y rehabilitar al delincuente; y el derecho penal no lo
consideraron ciencia sino parte de las ciencias naturales, y el método a utilizar
será el positivo, experimental y fenomenalista.
ESTRUCTURA DEL DELITO

La estructura del concepto de delito: su evolución Según De León Velasco y De


Mata Vela, el delito, como razón de ser del Derecho Penal ha recibido distintas
denominaciones o acepciones en el transcurso de la evolución histórica de las
ideas penales considerando que siempre ha sido una valoración jurídica que se
encuentra sujeta a las constantes mutaciones que conlleva la evolución de la
sociedad.

EN LA ANTIGÜEDAD GUILLERMO SAUER

De conformidad con el autor Guillermo Sauer, durante la Edad Antigua, " el delito
era concebido ante todo como ataque al Estado; en los griegos se destacó
además la contradicción con la Justicia, en los romanos más la lesión del Bien
Común (más tarde el bien del Estado). Posteriormente, respecto a la concepción
del delito durante la Edad Media, según Sauer, el mismo conllevaba un gran
contenido eclesiástico, considerándolo en primer lugar como pecado y como una
lesión a estas normas de tipo religioso.

Guillermo Sauer, construyó filosóficamente los elementos de los delitos así:

Aspecto positivo Aspecto negativo

Actividad (acción) Falta de acción

Tipicidad Ausencia de tipo

Antijuridicidad Causas de justificación


Imputabilidad Causas de inimputabilidad

Condicionalidad objetiva Falta de condición objetiva

Punibilidad Excusas absolutorias

ESTRUCTURA MODERNA DEL DELITO

De conformidad con Sauer en la época moderna se destaca el aspecto formal del


delito, es decir, la lesión del Derecho estatal. De esa manera "desde la Época de
las luces se añadió el interés filosófico -jurídico y jurídico-natural; la lesión de los
derechos fundamentales innatos e inalienables. Con el progreso de las ciencias
descriptivas de la Naturaleza y de la Sociología, se desarrolló también el
pensamiento de una exacta investigación de los hechos en el ámbito criminalístico
y encontraron expresión los aspectos biológicos, psicológico y más tarde también
el sociológico, en primer lugar, en Europa Occidental y antes que, en ningún otro
país en Alemania, con lo que se descuidó nuevamente el siglo XIX, inclinado al
positivismo, la dirección filosófica - jurídica y ética.

ELEMENTOS DEL DELITO

Los elementos en la Teoría del delito, permiten una descripción del problema
complejo que se enfrenta, cuando se trata de estudiar al delito, visto, por tanto, no
como un todo englobado, sino como un todo integrado en varias partes,
susceptibles cada una de ser reformadas.

ELEMENTOS POSITIVOS DEL DELITO (CLASIFICACIÓN TRADICIONAL)

Entre los elementos positivos del delito según la clasificación tradicional tenemos:
Acción, tipicidad, antijuridicidad, culpabilidad.
Y según la clasificación antigua

En la antigüedad el delito era una intuición, una reacción oscuramente presentida,


contra el miembro de la comunidad que trasgredía las normas de convivencia, que
ponía en riesgo los intereses de la comunidad. En realidad, el delito era una
reacción contra el evento, fuera cometido por un hombre o no, fuera cometido con
intención o no. Se puede decir entonces que en aquellas edades de la humanidad
el delito se sentía. Era una regla implícita y violentamente protegida. La
elaboración jurídica era inexistente obviamente y el delito, de tradición oral y
vivencia individual y comunitaria, se confundía con la sanción. Es posible que el
delito, que la conducta contraria a la reunión de los individuos, se confundiera con
la pena consecuente. En este sentido, no es descabellado especular acerca de
que la conducta contraria a la sociedad primitiva fuera intuitivamente relacionada
inescindiblemente con la pena. Se sentiría la existencia de una relación metafísica
entre aquella conducta y la pena. Curiosamente esta necesidad entre la conducta
dañosa y la pena, cual, si fuera una relación de causalidad natural, se siguió
planteando durante los siglos que siguieron, hasta llegar a la concepción bilateral
de la culpabilidad: a la conducta culpable debe necesariamente seguirse una
pena. El derecho penal es la primera y más primitiva capa de la evolución jurídica.
Lo injusto era la “palanca” del derecho y la moral.

LA ACCIÓN
Consiste en una manifestación de la conducta humana consciente o inconsciente
que causa una modificación en el mundo exterior y que está prevista en la ley.
Doctrinariamente es llamada como “acto”, “hecho penal”, “conducta”,
“acontecimiento”, se define como manifestación de voluntad que mediante acción
produce un cambio en el mundo exterior, o que por no hacer lo que se espera deja
sin cambio ese mundo externo. Constituye la conducta humana considera como
base, núcleo central y sustrato material del delito, consistente en un movimiento
de su organismo destinado a producir cierto cambio en el exterior del mundo. La
exigencia de la voluntariedad de la conducta humana es un presupuesto esencial
del juicio jurídico penal. Analizando lo anterior, en el derecho penal se debe
entender la acción en un doble sentido, como acción (hacer) y como comisión (no
hacer). El derecho valora conductas humanas, pero no las crea, no es una
invención del legislador, ya que éste la toma de la realidad, al ver que afectan el
orden social y luego las regula y califica como delito. La acción o conducta es el
primer elemento del delito y durante muchos años fue el centro de una viva
polémica en la doctrina en torno a su concepto, la división entre causalista y
finalista hizo cobrar la importancia capital, pero actualmente se ha limitado a
estudiar las causas en las que desaparece el delito por no existir acción. La acción
humana como reacción punitiva tiene como referente inicial una conducta o
comportamiento humano. La acción está descrita en el tipo legal, objeto del ilícito
penal y base para la declaración de responsabilidad del agente o autos, razón por
la cual se dice que el derecho penal, está constituido por actos.

Las formas de acción son:

- Omisión: dejar de hacer algo que se debía hacer, y se subdivide en: a) Propia:
dejar de hacer algo que le corresponde a toda la sociedad, sin individualizar a
nadie; b) Impropia: dejar de hacer algo que le corresponder a persona
individualizada. La persona que recibe el daño en este caso se le llama garante.

- Comisión: consiste en hacer algo.

REGULACIÓN CÓDIGO PENAL (ACCIÓN)

El Artículo 10 del Código Penal que indica: “los hechos previstos en las figuras
delictivas serán atribuidos al imputado cuando fueren consecuencia de una acción
u omisión normalmente idónea para producirlos”.
En el Código Penal encontramos dos ejemplos de omisión propia, en el artículo
156 que establece: “Omisión de Auxilio: Quien encontrando perdido o
desamparado a un menor de diez años; a una persona herida, inválida o
amenazada de inminente peligro, omitiere prestarle el auxilio necesario, según las
circunstancias, cuando pudiere hacerlo sin riesgo personal, será sancionado con
multa de veinticinco a doscientos quetzales” y el artículo 469 establece:
“Denegación de Justicia: El Juez, el representante del Ministerio Público o el
funcionario, autoridad o agente, de ésta que, faltando a la obligación de su cargo,
dejará maliciosamente de promover la persecución y procedimiento de los
delincuentes, será sancionado con multa de cien a dos mil quetzales e
inhabilitación especial de uno a dos años”.

LA TIPICIDAD

Consiste en la descripción de la conducta prohibida por una norma y que se


encuentra plasmada en la ley. Este elemento del delito surge, cuando existe una
adecuación entre la conducta del hombre y la norma legal. Es la abstracta
descripción que el legislador hace de una conducta humana reprobable y punible.
Al analizar lo anterior se indica, que la tipicidad de la conducta humana se
encuentra en la norma penal. La conducta es realizada por una persona respecto
de otra y así tenemos que surgen dos sujetos de la acción típica: el que actúa, el
que realiza la acción o deja de ejecutar el acto que se espera y aquel respecto del
cual la acción produce un efecto, o sea el afectado por la acción o sujeto pasivo.
La tipicidad es el encuadramiento de la conducta humana al molde abstracto que
describe la Ley; es decir, que para establecer si hay tipicidad la conducta que se
ha cometido debe coincidir con lo establecido en una norma jurídica.

LA ANTIJURICIDAD O ANTIJURIDICIDAD

Junto a la capacidad de culpabilidad o imputabilidad, constituyen también un


elemento de la culpabilidad el conocimiento de la antijuricidad. Quien realiza
dolosamente un tipo penal actúa por regla general, con conocimiento de la ilicitud
de su actuar. Así también se entiende que la tipicidad es un indicio de la
antijuricidad, puesto que una acción dolosa de tipo penal casi siempre va
acompañada de conciencia de que se hace algo prohibido, tanto más cuando el
bien jurídico, protegido en el tipo en cuestión sea uno de esos fundamentales para
la convivencia y en cuya protección tiene su razón de ser el derecho penal. De ahí
que en la práctica el conocimiento de la antijuricidad no plantea demasiados
problemas y se parta de su existencia en el autor de un hecho típico, no
justificado, que sea imputable.

Consiste en realizar una acción que infringe la norma del Estado que contiene un
mandato o una prohibición de orden jurídico. Se establece que es una acción
contraria al derecho, y que es toda manifestación, actitud o hecho que contradiga
los principios básicos del derecho. “La corriente doctrinaria italiana representada
por Antoliesei, Rocco, Guameri, Guiseppe Megfiore y Carnelutti; citados por
Palacios Motta en su libro Apuntes de derecho penal, sostiene la tesis de que la
antijuridicidad, es la esencia misma del delito; así aseguran que la antijuridicidad o
sea lo contrario al derecho no es más que la expresión o más bien la razón de la
juridicidad, que la antijuricidad es el carácter que circula por todo el delito, es la
actividad que viola la norma penal y en tal relación pura y simple se agota el
delito”. Es elemento esencial del delito cuya fórmula es el valor que se concede al
fin perseguido por la acción criminal en contradicción con aquel otro garantizado
por el derecho. Guillermo Cabanellas, en el Diccionario de derecho usual, tomo
uno, indica: “La posición de los códigos penales consiste en suponer en el agente
la antijuridicidad, si su proceder coincide con la figura descrita; y luego se declara
la exención de responsabilidad, la conducta jurídica, la inexistencia de la violación
del orden legal establecido, la legitimidad de lo hecho u omitido, por concurrir la
legítima defensa, el estado de necesidad, el ejercicio de un derecho o el
cumplimiento de un deber”.

La antijuricidad se le puede clasificar de dos maneras:


 La antijuricidad formal es aquella que contempla la violación de la norma
prohibitiva o preceptiva por el hacer o comportamiento humano, un ejemplo
de ella está regulado en el Artículo 123 del Código Penal.
 La antijuricidad material, por el contrario, comprende el carácter dañino del
acto materializado, la lesión o en la puesta en peligro de un bien jurídico.

LA CULPABILIDAD

Consiste en el comportamiento de la voluntad que da lugar a un juicio de reproche


debido a que el sujeto actúa en forma antijurídica. La culpabilidad es el aspecto
subjetivo del delito y las dos formas en que puede darse son: El dolo y la culpa,
por lo cual se establece que tiene un contenido de carácter psicológico. Para que
se del delito es necesario que el hecho constitutivo del delito le sea jurídicamente
reprochable a su autor, o sea, que su autor sea culpable y que conozca los
alcances de la acción que ha cometido, de ahí que los inimputables (menores de
edad y enfermos mentales), no son culpables, ya que no tienen conciencia del
hecho que cometen. La teoría psicológica sostiene que la culpabilidad es la
relación psíquica de causalidad entre el autor y el acto, o bien entre el autor y el
resultado; es decir, que el lazo que une al agente con el hecho delictivo es
puramente psicológico. “Su fundamento radica, según Carrancá y Trujillo en que el
hombre es un sujeto con conciencia y voluntad, por lo que es capaz de conocer la
norma jurídica y de atacarla o no, de aquí la responsabilidad de su conducta, o
sea, su culpabilidad, en razón de que el sujeto ha podido actuar conforme a
derecho”. Al analizar el elemento del delito de la culpabilidad, se refiere a la
voluntad del sujeto para realizar la acción delictiva, ya sea a título de dolo o a título
de culpa. La culpabilidad es el elemento subjetivo del delito y puede manifestarse
en forma dolosa o culposa según que la acción sea intencional, negligente,
imprudente o por inexperta. Palacios Motta al referirse al elemento de la
culpabilidad, indica en su libro ya citado, lo siguiente: “es la actitud de la voluntad
dirigida conscientemente a la realización de un hecho típico antijurídico”.
Para la composición de una pena no es suficiente que el hecho constituya un
injusto tipo, esto es que sea típico y antijurídico. Es necesaria la presencia de una
tercera categoría, que debe encontrarse en todo hecho delictivo, que es la
culpabilidad. Quien actúa antijurídicamente realiza la figura del tipo atacando un
bien jurídico penalmente protegido. Quien actúa culpablemente comete un acto
antijurídico pudiendo obrar de otro modo. Sin embargo, como la capacidad de
poder intervenir de un modo diferente a como se actuó es indispensable, se debe
acudir a la experiencia y a la observación. Lo que debe servir de base es lo
fenomenológico, lo vivencial del hecho de que cualquier persona cuando tiene
varias opciones, existe una capacidad de elección y esa capacidad es el
presupuesto del actuar humano social y jurídicamente relevante. “La culpabilidad
no es un fenómeno individual, aislado, la culpabilidad debe verse con referencia a
la sociedad, no sólo con referencia al autor del delito o del hecho delictivo como
tipo y antijurídico sino una culpabilidad con referencia a los demás. De ello surge
que la culpabilidad es un fenómeno social. Es el Estado entonces como
representante de la sociedad, quien define lo que es culpable o inculpable. La
culpabilidad tiene un fundamento sociológico, no psicológico como se concibió
entre los partidarios del causalismo entre quienes se encuentran los autores del
Código Penal guatemalteco vigente”. El concepto de la culpabilidad en su
materialización hay que buscarlo en la función motivadora de la norma penal.

Elementos de la culpabilidad

Para que un agente de un hecho calificado como delictivo y por consiguiente


culpable son necesarios que se cumpla con ciertos requisitos. a) Imputabilidad o
capacidad de culpabilidad: Es la capacidad de ser sujeto de derecho penal, esto
es, madurez tanto física como psíquica para poder motivarse conforme a la norma
penal sin ellas no puede hablarse de culpabilidad. b) Conocimiento de la
antijuricidad: Si el individuo puede conocer, aunque sea a grandes rasgos el
contenido de las prohibiciones el individuo imputable puede motivarse, si el sujeto
no sabe que su hacer está prohibido, tampoco puede motivarse conforme a la
norma. c) La exigibilidad de un comportamiento distinto: Hay ciertos ámbitos de
exigencia fuera de los cuales no puede exigirse responsabilidad alguna.

REGULACIÓN CÓDIGO PENAL (CULPABILIDAD)

En un Estado democrático, el derecho penal tiene su fundamento en la


Constitución de la República, y a partir de ella surgen las instituciones y los
contenidos del derecho penal sustantivo. Por ejemplo, si se trata de definir el
concepto culpabilidad, se debe partir de los fines de la pena que de conformidad
con el artículo 19 de CPRG, tiene un fin la readaptación social y reeducación,
inmerso dentro del mismo la prevención especial dirigido al condenado y la
prevención general como una conminación a la sociedad para que no realicen
conductas prohibidas, o bien realizar conductas previamente ordenadas por la ley.
Aquí es importante recalcar la función motivadora del tipo penal. Es deber del
Estado velar por la vida, la seguridad, la libertad y la justicia en condiciones de
igualdad para todos sus habitantes, sobre todo, el respeto a la dignidad humana.
Para la imposición de la pena debe tomarse en cuenta su finalidad resocializadora
y que la persona conozca el contenido de la norma penal dentro de un contexto
pluricultural, multiétnico y multilingüe. La pena no cumple sus fines en un enfermo
mental, o en alguien que actuó bajo trastorno mental transitorio, o que padezca de
desarrollo psíquico incompleto. En estos casos, por el principio de igualdad y
dignidad a las personas no se les puede imponer una pena, sino una medida de
seguridad.

LA IMPUTABILIDAD

Consiste en la capacidad para conocer y valorar el deber de respetar una norma.


La imputabilidad es la posibilidad de poder atribuir un hecho a un sujeto conforme
a sus capacidades mentales y volitivas. También se establece que es la capacidad
para responder, o la aptitud para ser atribuida a una persona una acción u omisión
que constituye un ilícito penal. La imputabilidad como elemento positivo del delito,
es la capacidad para conocer y comprender la antijuridicidad de la conducta propia
y para auto regularse de acuerdo con esa comprensión. Es la capacidad para
conocer y comprender la antijuridicidad de la conducta propia, se traduce en el
pleno goce de un conjunto de facultades psíquicas, físicas y volitivas que permiten
atribuir al sujeto una acción delictiva e imponerle las sanciones penales que se
derivan de las mismas. La imputabilidad implica la capacidad para responder, la
aptitud para serle atribuida a una persona, una acción u omisión que constituye
delito o falta. La relación de causalidad moral entre el agente y el hecho punible.
Una acción puede ser imputable a un individuo sin que por ello sea responsable,
porque la responsabilidad es la consecuencia ulterior de la imputabilidad. Así, el
loco no es imputable, tampoco el niño y sin embargo, el padre responde a veces
por los daños causados por el hijo. Al que defendiéndose legítimamente mata a
otro, cabe imputarle tal homicidio, pero al desaparecer la antijuridicidad, no hay
responsabilidad; además de que el agente sea causa física y material, requiere
conciencia y libertad.

No son imputables:

1. El menor de edad;

2. Quien, en el momento de la acción u omisión, no posea a causa de enfermedad


mental, desarrollo psíquico completo o retardado o de trastorno mental transitorio,
la capacidad de comprender el carácter ilícito del hecho o de determinarse de
acuerdo con esa comprensión, salud que el trastorno mental transitorio haya
buscado de propósito por el agente.

CONDICIÓN OBJETIVA DE PUNIBILIDAD

Son aquellas condiciones que deben seguirse, para imponer una pena en algún
delito en particular. Es una de las cuestiones, por no decir categorías, más
controvertidas de la teoría del delito, en tanto su naturaleza, su sistemática o sus
consecuencias. Las condiciones objetivas de punibilidad, "son hechos externos
desvinculados de la acción típica, pero necesarios para que pueda aplicarse la
pena. La indagación de la condicionalidad objetiva puede llevar a comprobar, por
vía negativa, la falta de realización de ciertas condiciones de punibilidad, o sea, la
ausencia de condicionalidad efectiva." El origen histórico de las condiciones de
punibilidad se encuentra, según Alimena, en el principio de estricta legalidad que
exige no sólo la simple conformidad del hecho con el tipo penal sino la efectiva
lesión de los intereses tutelados. "La condición objetiva de punibilidad representa,
en un plano objetivo, un límite del ámbito de lo punible de una conducta perfecta
ya desde la tipicidad y el injusto como conducta de riesgo." De lo antes
mencionado se puede decir que si la punibilidad de un hecho es sometida a una
condición, el hecho no constituye delito antes de verificarse aquella. Para el caso
peruano, uno de los delitos aduaneros, como es el contrabando, no será
considerado como tal, aun cuando se tenga demostrado que el hecho de ingresar
del extranjero o extraer del territorio nacional mercancías constituye una conducta
típica, antijurídica y culpable, si el monto de aquéllas no es superior a las cinco
unidades impositivas tributarias.

Las condiciones, pues, "son aquellas que, siendo irrelevantes para el principio de
culpabilidad, están verdaderamente fundamentando el contenido del desvalor ético
social del hecho."

Para algunos tratadistas, las condiciones objetivas de punibilidad constituyen un


elemento positivo del delito, pero el penalista guatemalteco Palacios Motta, dice:
“este no constituye un elemento del delito porque los considera elementos
normativos de la tipicidad pues, consisten en presupuestos procesales en ciertas
circunstancias requeridos por la Ley, para la tipificación total del delito y para
atribuir al sujeto activo la sanción determinada por el tipo penal, el cual hace
referencia a tales circunstancias toda vez que si así no fuera, no existiría base
legal para configurar el tipo delictivo y para imponer la penalidad. Son
modalidades del tipo”. Citando un ejemplo: en el delito de hurto agravado (Artículo
247 incisos 1º., 2º., 5º., del Código Penal), se da la agravación si el sujeto activo
es empleado doméstico de la víctima, si comete el hecho empleando grave abuso
de confianza o si se comete aprovechando la calamidad pública o privada o de
peligro común, o si en el hecho participan dos o más personas o una o varias
fingiéndose autoridad o jefe o empleados de un servicio público.

REGULACIÓN CÓDIGO PENAL

En el Artículo 245, el 348 y 358 C del Código Penal se regulan las formas en las
que estas condiciones se dan es decir las condiciones objetivas de punibilidad.

LA PUNIBILIDAD

Es fundamental, el análisis de la naturaleza funcional de la punibilidad como parte


del delito, determinar el papel que juega ésta en la construcción técnica del delito,
se busca la ubicación de la pena de manera funcional dentro de la teoría general
del delito. El estudio de la punibilidad dentro de la teoría general del delito, se
circunscribe a la resolución del problema del delito que se plantea la doctrina
jurídico penal, para la resolución de que si la pena consiste en un elemento
característico del delito o es una consecuencia del mismo. En la punibilidad como
elemento del delito, la conducta del ser humano es típicamente antijurídica y
culpable y para que se constituya delito es necesario que se encuentre
sancionada con una pena y de esa forma la punibilidad resulta ser un elemento
esencial del delito. La punibilidad no solamente es un requisito esencial de la
infracción penal, debido a que siempre existe un injusto, pero para que ese injusto
sea de carácter penal, es fundamental que se encuentre sancionado con una
pena. El delito es una acción punible y la punibilidad es uno de sus caracteres más
destacados y para que una acción sea constitutiva de delito, además de los
requisitos de antijuricidad, tipicidad y culpabilidad tiene que reunir el de
punibilidad. La ley establece la pena como consecuencia de la acción que reúne
los elementos necesarios para encontrarse en presencia de un delito. La pena
desde el punto de vista estático, es sencillamente la consecuencia primaria del
delito, que el delito es el presupuesto necesario de la pena. La tipicidad consiste
en el elemento característico que diferencia al delito de cualquier otra acción de
carácter antijurídico y no a la pena, para quienes eliminan la punibilidad de la
definición de delito, la misma lo reemplaza como elemento diferenciador. La
punibilidad juega un papel de elemento positivo del delito, debido a que en la
constitución del mismo no se puede prescindir de la penalidad que por lo general
la caracteriza. Es una consecuencia del delito y si el mismo es estudiado dentro de
la teoría general del delito, tiene que hacerse como elemento positivo del mismo y
si se estudia dentro del campo de la penología, indiscutiblemente se tiene que
hacer como una consecuencia a las infracciones penales.

LOS ELEMENTOS NEGATIVOS DEL DELITO

Son los siguientes:

- Falta de acción o conducta humana;

- Atipicidad;

- Causas de justificación;

- Causas de inculpabilidad;

- Falta de las condiciones objetivas de punibilidad, y

- Causas de exclusión de la pena o excusas absolutorias.

AUSENCIA DE ACCIÓN

Elemento negativo del delito. Ocurre cuando falta una manifestación exterior
consiente de realizar la acción, es decir si se realiza, pero únicamente en cuanto a
la manifestación física no psicológica, existiendo ausencia de voluntad que lo haya
dirigido. Fuerza irresistible, situación en la que el sujeto no tiene la posibilidad de
actuar de otra forma, es de gran importancia al Derecho penal, porque excluye la
acción del individuo, ya que quita toda voluntariedad a su conducta. - Movimientos
Reflejos, no constituyen acción ya que dichos condicionamientos de reflejos no
son controlados ni producidos por la voluntad de la persona. - Estados de
inconsciencia, excluyen la acción por cuanto no interviene la voluntad del sujeto y
ello ocurre tanto en los casos ejecutados durante el sueño, embriaguez letárgica,
paralización del cuerpo.

REGULACIÓN CÓDIGO PENAL

La fuerza física irresistible viene regulada por el artículo 25.2 del Código Penal, al
señalar que “habrá fuerza exterior cuando se ejecute el hecho violentado por
fuerza material exterior irresistible, directamente empleada sobre él”.
Erróneamente, el Código la sitúa como causa de inculpabilidad, cuando en
realidad es una causa de exclusión de la acción. El Código no prevé el movimiento
reflejo en forma expresa, por lo que a veces podrá resultar difícil la aplicación de
esta causa de exclusión de la acción. No obstante, esto no tiene graves
consecuencias prácticas por dos motivos. En primer lugar, estos supuestos son
casi de laboratorio y de escasa aplicación práctica. En segundo lugar, aunque
existiese acción, desaparecería la tipicidad por no haber dolo ni culpa, como se
verá en siguientes capítulos. Por ejemplo, Mariano sufre un ataque de epilepsia
frente a un jarrón chino de alto valor, rompiéndolo. En este caso, se excluirá la
tipicidad por no querer Mariano producir el resultado (no hay dolo) o por no existir
un comportamiento imprudente del autor (no hay culpa). El estado de
inconsciencia podría encuadrarse como un caso de trastorno mental transitorio del
artículo 23.2 del Código Penal. Sin embargo, esta solución no es muy satisfactoria,
por

cuanto sería discutible calificar el sueño como un trastorno. Además, ello


implicaría diferenciar el trastorno mental que elimina la acción y el que elimina la
culpabilidad. Considero que para estos supuestos será mucho más sencillo, al
igual que en los casos de movimientos reflejos, avanzar un “peldaño” en el
análisis, descartando la existencia del delito por no existir dolo o culpa en el autor.
De hecho, aunque la ley hubiese previsto expresamente esta circunstancia como
causa de exclusión de la acción, este procedimiento debería realizarse en todos
los casos, porque, como ya se indicó, siempre habrá que verificar que la
inconsciencia no se haya producido por un actuar doloso o culposo previo.

LA ATIPICIDAD

Elemento negativo del delito, en la cual la conducta humana no encaja en la


descripción del tipo penal, dando lugar cuando la acción u omisión no está
regulada en la ley, y, cuando ocurre por caso fortuito en el cual hay acción, pero
no hay dolo ni culpa. El autor Soler menciona en relación a la atipicidad: “cuando
la conducta no es típica, nunca podría ser delictuosa y por ende se acostumbra
distinguir entre ausencia del tipo y tipicidad”.

Las causas de justificación Elemento negativo del delito, son situaciones que
suponen normas permisivas que autorizan, bajo ciertos requisitos, la realización
de actos generalmente prohibidos en ley. La comprobación del carácter
antijurídico de la conducta tiene un carácter negativo, de manera que, una vez
identificada la conducta típica, habrá de analizarse su eventual inclusión dentro de
las causas de justificación, excluyendo el delito si concurre una de ellas. Nacen a
la vida cuando ocurre acción y esta se encuentra regulada en ley penal, pero la
misma no es delito atendiendo a las circunstancias en las que esa acción se
produjo, de esta forma:

- Legítima defensa: Se repele una agresión real, actual o inminente, y sin


derecho, en protección de bienes jurídicos propios o ajenos, siempre que sea en
defensa y racionalidad de medios utilizados, no mediando provocación dolosa.
Entre algunos requisitos están: a) agresión ilegitima; b) necesidad racional del
medio empleado para impedirla o repelerla; c) falta de provocación suficiente por
parte del defensor. El papa San Juan Pablo II definió la legítima defensa como “el
derecho a la vida y la obligación de preservarla”
- Estado de Necesidad: Se acciona por la necesidad de salvaguardar un bien
jurídico, de un peligro inminente, no ocasionado dolosamente, siempre que el
peligro no sea evitable por otros medios y el agente no tuviere el deber jurídico de
afrontarlo.

- Legítimo ejercicio de un derecho: actúa en ejercicio legítimo del cargo que


desempeña.

LAS CAUSAS DE INCULPABILIDAD

Elemento negativo del delito, en el cual no existe reproche de la sociedad en virtud


que cualquiera hubiera hecho lo mismo.

REGULACIÓN CÓDIGO PENAL

En el código penal las causas de inculpabilidad están reguladas en el artículo 25:

Son causas de inculpabilidad: Miedo invencible 1º. Ejecutar el hecho impulsado


por miedo invencible de un daño igual o mayor, cierto o inminente, según las
circunstancias. Fuerza exterior 2º. Ejecutar el hecho violentado por fuerza material
exterior irresistible, directamente empleada sobre él. Error 3º. Ejecutar el hecho en
la creencia racional de que existe una agresión ilegítima contra su persona,
siempre que la reacción sea en proporción al riesgo supuesto. Obediencia debida
4º. Ejecutar el hecho en virtud de obediencia debida, sin perjuicio de la
responsabilidad correspondiente a quien lo haya ordenado. La obediencia se
considera debida, cuando reúna las siguientes condiciones: a) Que haya
subordinación jerárquica entre quien ordena y quien ejecuta el acto; b) Que la
orden se dicte dentro del ámbito de las atribuciones de quien la emite, y esté
revestida de las formalidades legales; c) Que la ilegalidad del mandato no sea
manifiesta. Omisión justificada 5º. Quien incurre en alguna omisión hallándose
impedido de actuar, por causa legítima e insuperable.

LA AUSENCIA DE CONDICIONES OBJETIVAS DE PUNIBILIDAD

Cuando no se dan las circunstancias descritas a manera de modalidades del tipo


funcionan como formas atípicas que destruyen la tipicidad. Cuando en la acción
del sujeto faltan las condiciones objetivas de punibilidad, evidentemente tal
conducta no puede ser sancionada.

LAS EXCUSAS ABSOLUTORIAS

El tratadista Eugenio Cuello Colón al referirse a las excusas absolutorias en su


libro de Derecho penal (parte general), indica: “que el delito impune en ciertos
casos declarados en la Ley. Se trata de casos como la inmunidad de los jefes de
Estado extranjeros y de los representantes extranjeros, los cuales son una causa
personal de exclusión de la punibilidad que deja en pie la existencia de la
antijuridicidad y de la culpabilidad, pero además de estas causas de impunidad y
de justificación, existen otras llamadas excusas absolutorias mediante cuya
concurrencia, hechos definidos por la Ley como delitos quedan impunes. Se
diferencia de las causas de inimputabilidad y de justificación en que el acto
ejecutado es antijurídico y culpable, hay delito como también delincuente, pero no
se castiga. La excusa absolutoria es en realidad un perdón legal”.13 Las excusas
absolutorias son verdaderos delitos sin pena porque a pesar de que existe una
conducta típicamente antijurídica, culpable, imputable a un sujeto responsable,
éste no se castiga atendiendo a cuestiones de política criminal que se ha trazado
el Estado en atención a conservar íntegros e indivisibles ciertos valores dentro de
una sociedad”.14 En la legislación guatemalteca están contempladas excusas
absolutorias en los Artículos: 137, 139, 153, 172, 200, 280 y 476 del Código Penal.
REGULACIÓN EN EL CÓDIGO PENAL ELEMENTOS NEGATIVOS DEL DELITO

Los elementos negativos del delito se encuentran regulados en los artículos:


artículo 25, inciso 5º, artículo 24, artículo 23, artículo 25, artículo 280 del código
penal.

CONCLUSIÓN

Desde el punto de vista de su utilidad, podría decirse que la teoría del delito
constituye una “herramienta” de la que se sirve el penalista para resolver, a partir
de ese sistema, los problemas específicos que plantea la aplicación de los
concretos delitos. Todos los elementos (acción, tipicidad, antijuridicidad,
culpabilidad, etc.) constituyen los “ladrillos” a partir de los cuales se construye el
sistema de la teoría del delito, que debe ser coherente para cumplir
adecuadamente su función principal en la práctica jurídica: resolver problemas
específicos de aplicación. Por ello, la teoría del delito debe edificarse a partir de
los cimientos que proporcionan las propias normas penales, pues de nada serviría
el sistema si fuera contradictorio con lo que disponen los textos legales vigentes;
por las mismas razones, no deben existir contradicciones internas al propio
sistema, pues éstas podrían debilitar o incluso derrumbar todo el edificio
sistemático.

Es una parte de la ciencia del derecho penal que se encarga de analizar cuales
son los elementos o características que deben de concurrir en una conducta para
que esta sea considera como delito, o en su caso cuales son los elementos para
que esta conducta se le niegue la calidad de delito. La teoría del delito
determina cuando una conducta es verdaderamente delictiva. De ahí surge la
enorme importancia de que los operadores del sistema de justicia penal, abogados
deben tener conciencia sobre la necesidad de consolidar los conocimientos como
son: la definición del delito, sus presupuestos, su aspecto positivo (conducta o
hecho, tipicidad, antijuridicidad, culpabilidad y punibilidad) y aspecto negativo
(ausencia de conducta, atipicidad, causas de justificación, inculpabilidad y excusas
absolutorias), su clasificación, tentativa, la autoría y participación. Indudablemente
la teoría del delito dentro del derecho penal representa uno de los instrumentos
más importantes para establecer la responsabilidad penal de un individuo
procesado, indiciado por la supuesta comisión de un hecho delictivo. Y es
necesario y de gran importancia analizar y establecer si se ha dado la afectación a
un bien jurídico protegido y considerado fundamental.

REFERENCIAS

 FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES SECCIÓN “A. (2020).

LA TEORÍA DEL DELITO EN EL. REVISTA DE LA MAESTRÍA EN

DERECHO PROCESAL PENAL, 185.

 Instituto Hegel. (22 de Septiembre de 2021). Teoría del Delito: Concepto,

elementos y consideraciones. Obtenido de https://hegel.edu.pe/blog/teoria-

del-delito-concepto-elementos-y-consideraciones/

 López, M. (2021). lopezvaldezabogados. Obtenido de

https://lopezvaldezabogados.com/opiniones-sobre-derecho-penal-del-

maestro-marco-antonio-lopez-valdez/teoria-general-del-delito.html
 Palles, L. J. (2013). Teoría del Delito. Guatemala: 2da Edición.

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