Desde muy joven la vida de Nayeli estuvo marcada por la ausencia de su padre, quien

irresponsablemente la abandonó tras saber que su madre (Maya) estaba embarazada. A pesar del
caos que la rodeaba, Nayeli encontró un refugio en los libros llenando su cabeza de fantasías, ella
adoraba pasar horas en su jardín rodeada de la belleza de la naturaleza, sumergida en las páginas
de sus libros favoritos, en ocasiones, su madre Maya se unía con una bandeja de snacks y juntas
compartían momentos de risas y conversaciones mientras veían el atardecer. Ya se le se le había
hecho una rutina a Nayeli envolverse en relatos de fantasía e imaginarse sucesos emocionantes
dentro de su vida, como navegar junto a su madre en un velero en el atardecer mientras
platicaban como les había ido en el día.
Su madre para superar sus traumas o hacer menos sus pesares, se automedicaba pastillas
para dormir y algunas otras para mitigar su ansiedad por el futuro incierto que les deparaba a ella
y su hija; estas las tomaba por las noches sin que su hija se percatara, al borde de su cama tenía
una pequeña caja de madera donde las guardaba, escondidas de cualquier persona que pudiera
reprocharle su consumo o de la misma Nayeli que pudiera tomarlas sin saber su contenido. Estos
medicamentos la hacían recordar los momentos felices que vivió al lado de su esposo antes que
el tomara la decisión de abandonarlas e imaginar un futuro ideal al lado de su pequeña, al igual
que le ayudaban a tener un descanso reparador. Al despertar, diariamente, elevaba una oración
por la salud y felicidad de su hija y se prometía que buscaría hasta el cansancio un futuro mejor
para las dos, después de esto se disponía a iniciar con sus labores.
El verano se acercaba y Maya tomo la decisión de mudarse junto con su hija al municipio
de Rosarito esperando tener mayores oportunidades, llegan a una ciudad más urbana a la cual no
estaban acostumbradas, se instalan en el centro de la ciudad y ahí empezarían sus más
inimaginables anécdotas. El primer día en su nuevo hogar conocen a Adrián su vecino, un
muchacho muy joven y educado que rápidamente se ofreció a ayudarles en su proceso de
mudanza y ubicarlas un poco en la nueva colonia, donde estaban los supermercados, escuelas,
hospitales etc. Al mismo tiempo les recomienda la escuela a la que el asistía para que Nayeli
continue con sus estudios, les comenta que su padre es maestro de la misma y podría pedirle
ayuda para su inscripción. Adrián es huérfano de madre y entiende los sentimientos de Nayeli a
la perfección, se hacen muy buenos amigos.
Paso una semana y al cabo de esta, Maya ya tenia un trabajo estable y su hija acudía a la
misma escuela de Adrián en el turno vespertino, estaba muy agradecida con el chico y su padre
Lepe ya que gracias a el le dieron un espacio a su hija aun cuando el curso estaba por terminar e
iniciar otro, de no haber sido así Nayeli hubiera perdido un año de clases.
Al mes de la mudanza todo parecía ir muy bien, ya cada una se había adaptado a la
ciudad y tanto la escuela como el trabajo fluían a la perfección, pero como tal perfección es
demasiado bonita para ser verdad había algo que empezaba a ser una molestia para Nayeli. En la
escuela había entrado un maestro nuevo llamado Issac a impartirles de materia de matemáticas,
era muy joven y apuesto a comparación de la mayoría de los maestros de dicho plantel, a pesar
que era muy bueno dando clases a Nayeli la hacia sentirse confusa y en ocasiones asustada, ya se
habían dado 2 ocasiones en que el maestro le había insinuado si quería tomar clases extras
debido a su bajo rendimiento en la materia, si bien es cierto que a Nayelli no se le daban del todo
bien las matemáticas, tampoco era que necesitara clases extras ya que hasta el momento no había
reprobado ninguno de sus exámenes y captaba la mayoría de las situaciones en clases bastante
bien.

Ante las insistencia del maestro Issac y de como la hacia sentir, Nayeli le comenta a su
amigo Adrián la situación y le dice que esta pensando en aceptar dicha asesoría porque tiene
miedo que de no hacerlo pueda repercutir en sus calificaciones con la materia, además que
agregar conocimiento extra no esta nada mal. Al finalizar la semana Nayeli la dice al maestro
que acepta tomar la asesoría y le pregunta en cual salón seria y en que horarios para ella avisar a
su madre que llegara un poco tarde, el maestro le dice que seria los miércoles saliendo de su
ultima clase en el audiovisual.
Al cabo de la primer clase extra de matemáticas Nayeli no quería volver la próxima
semana porque el maestro la tocaba demasiado sin razón alguna y a pesar que ella le manifestó
su descontento el maestro minimizo la situación y le dijo que se relajara, que no era nada malo y
nadie podía verlos. La siguiente semana en la misma clases el maestro no solo la toco sino que
intento darle un beso, ella se aparto con miedo mientras el maestro le decía que era muy hermosa
y si cooperaba con el podría pasar no solo su materia sino que el la ayudaría con todas las demás
y que nadie tendría por que enterarse. Nayeli se inventa un excusa y se va mas temprano de lo
habitual, lo que el maestro no sabia era que Adrián preocupado porque no se regresará solo a
casa el la esperaba a que saliera de su clase extra para acompañarla como siempre.
Adrián sospechaba que algo pasaba en dichas clases porque Nayeli siempre salía muy
nerviosa y no quería hablar sobre el tema, al llegar a su casa Adrián decide contarle a su papa sus
preocupaciones, pero el maestro Lepe aunque no le da mucha importancia le promete a Adrián
darse una vuelta la próxima semana por el audiovisual.
La semana pasa muy rápido y se llega nuevamente el miércoles, para estas fechas era tal
el temor de Nayeli a asistir a dicha clase que le manifiesta a su maestro que no puede acudir
debido a que tiene mucha tarea y un proyecto muy grande por presentar al día siguiente y tiene
que ponerse manos a la obra si quiere terminarlo a tiempo. El maestro Issac se molesta y le dice
que si no acude a su clase el se va a encargar que no solo no entregue dicho trabajo sino que
repruebe la materia, Nayeli asustada decide ir como siempre al final de clases. Ese día como ya
era bastante su miedo por dicho maestro decide sentarse en la primer fila de butacas entrando al
audiovisual, quedándole cerca la puerta de entrada, el maestro con el mismo entusiasmo de
siempre inicia la clase y a la mitad de esta le propone a Nayeli continuarla con ella sentada en
sus piernas, para que así lo pueda escuchar mejor.
 El maestro Lepe padre de Adrián, termina su última clase y antes de abandonar el plantel
alcanza a mirar a su hijo en la salida esperando a su amiga Nayeli y recuerda la plática de la
semana anterior por lo que decide darse una vuelta por el audiovisual solo para asegurarle a su
hijo que no había nada que temer con el nuevo docente. Al llegar casi a la puerta escucha
sollozos apagados y personas hablando como en susurro, se queda en la puerta escuchando a
hurtadillas y lo que oye lo deja estupefacto, el maestro que acaba de llegar a formar parte del
plantel está tratando de propasarse con una alumna y la tiene atrapada entre su cuerpo y la pared,
pensando rápido decide grabar los hechos e interrumpir en la sala no sin antes haber llamado al
guardia de seguridad que siempre está en la entrada, el señor Giancarlo.
Al interrumpir en la sala el maestro Issac rápidamente se aparta de Nayeli y con una
sonrisa un tanto incomoda saluda al maestro y le pregunta que es lo que hace el ahí y porque no
toco la puerta antes de entrar, el maestro Lepe le dice con voz fuerte y segura que no hace falta
fingir, que ha grabado todo lo sucedido, en eso llega el guardia de seguridad Giancarlo y le pide
detenga al maestro Issac para llevarlo a dirección y hablarle a las autoridades correspondientes
así como a la mama de la alumna.
Ya en dirección cada uno aporta sus declaraciones y en base a lo declarado por Nayeli y
las pruebas que aporta el maestro Lepe se logra la detención de maestro Issac, así mismo el
director de la escuela se pone a investigar más profundamente los documentos mostrados por el
maestro Issac al solicitar su ingreso a dicha institución y se percata que ya ha tenido problemas
similares en otras escuelas, prometiendo a Nayeli solución pronta a su caso, ella, su madre que
ya había llegado, adrián y el padre de Adrián se retiran del lugar.
Gracias a la intervención del padre de Adrián motivado por la preocupación del mismo,
se logro terminar con el tormento de Nayeli, a ella y a su madre se le ofrecieron terapias
psicológicas y tiempo después esto quedo como solo un mal capitulo en su historia de vida. Ella
logra terminar sus estudios al igual que Adrián y están pensando en su futuro examen para
ingresar a la universidad, su madre y el padre de Adrián cada día tiene mejor comunicación y tal
parece que al final estarán mas unidos que solo por el hecho de ser vecinos.