Teoría 3er Año Mas Desarrollo
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Teoría 3er Año Mas Desarrollo
Desarrollar:
Jinete
Criador de ganado,
Tareas eran realizadas a caballo, ej. El lanzamiento del lazo, el rodeo de hacienda, travesías y
muchas más.
Actividades del gaucho: bailes, sus juegos como la taba, naipes, carreras de sortija, riñas de
gallos, cinchadas, carreras cuadreras, el pato, muy popular antiguamente y que hoy es el
deporte nacional de nuestro país.
2. COSTUMBRES, LEYENDAS Y CUENTOS
Costumbres
Costumbre es un hábito o tendencia adquirida por la práctica frecuente de un acto. Las costumbres de la vida
cotidiana son distintas en cada grupo social conformando su idiosincrasia distintiva, que, en el caso de grupos
definidos localmente, conforman un determinado carácter nacional, regional o comercial.
Las costumbres son formas de comportamiento particular que asume toda una comunidad y que la distinguen
de otras comunidades; como sus danzas, fiestas, comidas, idioma o artesanía.
Estas costumbres se van transmitiendo de una generación a otra, ya sea en forma de tradición oral o
representativa, como instituciones o bien en forma de reglas no escritas. Con el tiempo, estas costumbres se
convierten en tradiciones.
Generalmente se distingue entre las que cuentan con aprobación social (buenas costumbres), y las
consideradas "malas costumbres", que son relativamente comunes y asociadas a los vicios, pero que no
cuentan con la aprobación social, y suelen promulgarse leyes para tratar de modificar las costumbres.
La palabra costumbre deriva del latín consuetudo, que ya era usada en el derecho romano, y deriva del verbo
que significa "tomar globalmente el hábito o la práctica de algo".
Entre los sinónimos de costumbre se puede encontrar: hábito, tradición, rutina, usanza.
En la actualidad, en nuestro país, hay ciertas costumbres que permanecen arraigadas y forman parte de
nuestro día a día.
Comidas y bebidas
Mate: la infusión preferida de los argentinos por excelencia. Con origen en los pueblos guaraníes, no hay
persona que haya pisado el territorio argentino que no lo haya probado. Luego sigue disfrutarlo o no,
agregarle azúcar o no, y muchas cosas más.
Asado: La clásica reunión de los domingos tiene como protagonista el fuego, la carne, pero sobre todo,
compartir un momento en familia o con amigos.
El locro: Las comidas, como en toda comunidad, son las que más se mantienen como tradiciones en el tiempo
y van pasando las recetas de generación en generación. Una de ellas es el locro, que por lo general se come el
25 de mayo. Para esta fecha también se suelen preparar pastelitos y torta fritas.
Dulce de leche: El dulce de leche es algo que está probablemente en la casa de todos los argentinos a lo largo
del país. Se trata de un dulce tradicional hecho de leche de vaca, azúcar, esencia de vainilla y un poco de
bicarbonato de sodio. Hay distintos tipos que varían según la contextura: el colonial, el repostero, y el clásico.
El dulce de leche se come con tostadas o galletitas, en el desayuno o merienda, y especialmente, se usa como
ingrediente esencial dentro de tortas, y en los alfajores.
Fernet: Es originario de Italia, donde se toma especialmente como digestivo después de comer, pero los
argentinos lo adoptamos como propio. Especialmente en la provincia de Córdoba, el Fernet es la bebida
popular. Se toma con Coca-Cola (en las medidas 30% Fernet/70% Coca) y mucho hielo. La combinación de la
amargura del fernet con la dulzura de la coca, hacen del sabor único. Hoy el Fernet con coca es uno de los
tragos más populares y elegidos por los argentinos en asados, reuniones con amigos, previas y boliches.
Música y bailes
Tango: El tango es una de las danzas típicas de Argentina y la más conocida sobre todo, internacionalmente.
En los barrios porteños más turísticos, se puede ver gente bailando tango en las calles y en los clubes de tango.
El tango tomó popularidad durante mediados del siglo XX, cuando la multiculturalidad generada por la
migración desde Europa hizo de esta una danza única. Además del baile, el tango es elegancia y sensualidad.
Sus vestidos de gala, sus compases y sus pasos se celebran en cada rincón del país.
Folklore: El folklore es la música típica de Argentina, tradicional de los gauchos y tiene varios subgéneros, que
pertenecen a diferentes regiones del país. Sus melodías y danzas son una de las tradiciones argentinas más
extendidas y dependiendo de las celebraciones pueden variar los tipos de bailes que se desarrollen, como el
carnavalito, zamba, cueca, chacarera, gato, malambo, etc. Para sus bailes, los hombres utilizan trajes de
gaucho y bombachas de campo, botas, sombrero y camisa, y las mujeres llevan vestidos largos con volados y
pañuelo. Para disfrutar hoy en día de shows de folklore en vivo, lo más tradicional son las peñas, que se llevan
a cabo especialmente en las provincias del norte, como Tucumán, Salta y Jujuy.
Cuarteto: El cuarteto característico, o simplemente cuarteto, es un género de música popular oriundo de
Córdoba (Argentina). Se caracteriza por un ritmo alegre y activo. En sus comienzos, en los años 1940, fue
asociado casi exclusivamente a la clase baja y a los sectores marginales, siendo despreciado por las clases
media y alta. Sin embargo, en los años 1990 el cuarteto logró una mayor difusión en el resto del país,
comenzando así un proceso de aceptación por parte de todos los sectores de la sociedad argentina, una
transformación de la opinión pública que se ha consolidado en el tiempo. El 4 de julio de 2013, el Concejo
Deliberante de la Ciudad de Córdoba lo declaró Patrimonio Cultural Inmaterial mediante la Ordenanza 12205
que fuera impulsada por la Secretaría de Cultura. Mientras que el 20 de noviembre del mismo año la
declaración se extendió a la provincia por la Legislatura de la Provincia de Córdoba mediante la Ley 10174. En
la actualidad se tramita un proyecto de ley impulsado bajo el número 2569-D-2016 con el objetivo de alcanzar
el mismo estatus a nivel nacional.
Deportes
Fútbol: El deporte más popular de Argentina sin dudas es el fútbol. Más allá de que sea costumbre jugar
partidos de fútbol entre amigos, ya sean de hombres o mujeres, lo más tradicional en Argentina es hinchar por
tu equipo en los torneos de fútbol locales. El fútbol argentino es famoso en todo el mundo, teniendo dos
figuras número uno mundiales como Maradona y Messi. Los argentinos somos muy pasionales y el fútbol es la
pasión más grande del país, tanto que es como una religión. Familias y amigos argentinos de todas las edades
y clases sociales se reúnen a ver el partido de su equipo y alentarlo desde la cancha o desde el sillón, con una
cerveza en mano. En Buenos Aires se encuentran los estadios de fútbol más importantes, con River y Boca: el
superclásico del fútbol argentino. Cualquiera que viaja a Argentina y visita el barrio de La Boca se da cuenta de
lo que significa el fútbol para los argentinos.
Día de la Tradición: El Día de la Tradición en Argentina es el 10 de noviembre, día en que nació José
Hernández, autor del libro Martín Fierro, ícono de la cultura gauchesca, y es la excusa para homenajear a las
costumbres rurales. Las celebraciones del Día de la tradición se realizan en varios pueblos del país, donde
representantes de distintas agrupaciones tradicionalistas recorren las calles vestidos de gauchos, montados a
caballo, junto a espectáculos de música y bailes típicos. Uno de los festejos más antiguos y tradicionales es el
de San Antonio de Areco, provincia de Buenos Aires.
Carnaval: Si bien el Carnaval es una tradición de otros países o ciudades puntuales, como por ejemplo, Río de
Janeiro o Venecia, en Argentina el Carnaval también se celebra como tradición en varias ciudades del país. La
fecha de carnaval es a mitad-fines de febrero, al igual que la de Brasil. Según la zona, el festejo de carnaval es
diferente. En el Noroeste, el carnaval coincide con las lluvias veraniegas y los pueblos toman al agua como una
bendición donde mojarse es como un bautismo de fe de buenas cosechas. Se realizan juegos con agua, bailes,
música y festejos tradicionales. Por otro lado, en la zona del litoral, en las provincias de Entre Ríos y
Corrientes, el carnaval se festeja con comparsas como las de Brasil, que representan alguna temática en
particular. Brillos, trajes glamorosos y carrozas imponentes caracterizan a estos carnavales populares.
Fiesta de la Vendimia: La provincia de Mendoza es reconocida mundialmente por sus vinos y viñedos y por
supuesto que tiene su propia fiesta tradicional: La Vendimia. Bodegueros, productores y todos los que
trabajan en la producción vitivinícola celebran este día, pidiendo por la calidad de la próxima cosecha y
agradeciendo por la cosecha anterior. Se comienza la Vendimia con la bendición de los frutos, donde se ofrece
y se agradece el nuevo vino a la Virgen de la Carrodilla, patrona de los viñedos, que es llevada en andas por
una multitud que la venera. Luego se presentan las candidatas a ser “Reinas de la Vendimia” y finaliza con
shows de música en vivo con artistas populares.
Fiesta Nacional del Lúpulo: Como no podía faltar, en Argentina la cerveza artesanal es otro producto nacional
importante y por supuesto que también tiene su fiesta nacional. En la Fiesta Nacional del Lúpulo se celebra en
la localidad de El Bolsón (Chubut), donde se homenajea a los productores de lúpulo en medio de la cordillera
patagónica. Esta zona es famosa por la gran producción de cerveza artesanal, a partir de la excelente calidad
de lúpulo que tiene la zona. La fiesta se lleva a cabo a finales del verano, donde toda la ciudad se reúne para
honrar a los lupureros en la época de cosecha. Hay espectáculos al aire libre durante toda la jornada y
degustación de cervezas artesanales y comidas típicas.
Leyendas
Una Leyenda es una narración oral o escrita, con una mayor o menor proporción de elementos imaginativos,
en algunos casos fantasiosos, que generalmente quiere hacerse pasar por verdadera o basada en la verdad, o
ligada a un elemento de la realidad. Estas se han ido pasando de generación en generación y con los
agregados extras que cada exponente le adosa y, que en la mayoría de los casos son exagerados.
Desde el inicio de los tiempos y en todos los pueblos del mundo existieron y existen leyendas. Doy
seguidamente algunas conocidas y otras no tanto de las innumerables que existen en todo nuestro país.
La Salamanca
Es una fiesta organizada en honor al macho cabrío en algún socavón de roca alejado del poblado. En ella se
sirven exquisitos manjares y bebidas y se baila y canta hasta la primera luz del amanecer.
En Tucumán se han encontrado Salamancas en las localidades de Las Cejas, Monteros, Tafí (Salamanca del
Siambón) y en otros lugares no tan conocidos (Valles Calchaquíes). Se dice que a la Salamanca pueden ingresar
todos aquellos que deseen hacer un pacto con el Diablo o adorarlo. Al ingresar al socavón se debe besar los
cuartos traseros de un carnero y luego entregarse a la orgía.
En las noches suele oírse el estruendo de la música y carcajadas de los condenados. Si alguien pasa cerca de la
Salamanca y no desea ser tentado a ingresar, debe llevar un Rosario en la mano o bien ser un hombre de
mucha Fe. La gente que participa de la Salamanca puede estar varios días sin dormir y no se les nota el
cansancio, además son "agraciados" con algunas virtudes como la ejecución de instrumentos, la capacidad de
canto, la oratoria, etc. signos estos característicos de haber firmado un contrato con el Diablo. Santiago del
Estero también es una provincia muy creyente salamanquera.
EL COQUENA Y EL UCUMAR
Mis montañas, mis valles, mi cordillera y mi puna, aquí entre murallones mágicos y oscuros desfiladeros
lugares donde pocas veces ha pisado la suela humana. Aquí vive el Coquena, son pocos los que han visto al
Coquena, él es un dios enano que viste y calza como los cholitos que arrían las vicuñas en el valle. Tiene el
poder de hacerse invisible para llevarse las llamas cuando el pastor las trata mal. Tiene una mano liviana de
lana para cuidar a los animales de la puna, y otra pesada de plomo para castigar a los cazadores.
Una vez tres cazadores querían matar a las llamas que encontraran…y allí se encontraron con una pequeña e
indefensa llamita que venía con el Cholito y les dijo:
-Miren que no solo anda por aquí el Coquena que es un dios que no puede nada contra las armas de fuego,
también anda el Ucumar.
-Es un gigante que habita las montañas y a su paso la tierra tiembla, le contesto el cholito, y se escondió entre
las rocas con su llamita antes que los cazadores pudieran dispararle.
-Vamos hasta donde esta Coquena, que allí debe de haber cientos de llamas para matar, dijeron los cazadores,
y se internaron en las montañas. Y si, allí estaban en el valle cientos de llamas arriadas por el dios enano y su
silbido…Los cazadores apuntaban entusiasmados y allí apareció Coquena.
Los cazadores siguieron porque el Coquena no puede nada con las armas de fuego….
Pero en eso sintieron unos pasos que hacían temblar la tierra, no podían creerlo, era el Ucumar... un gigante
que venía en ayuda del Coquena y los cazadores corrieron tan rápidamente que nunca más se los volvió a ver
por allí
Y así fue que un antiguo ser mitológico fue ayudado por otro que conoce mejor como enfrentar los tiempos
que corren.
El Kakuy
Este cucúlido, es un ave de rapiña, nocturna, denominada Kakuy y Túray por los quichuas, Urutaú por los
guaranies, la Vieja y Mae da luna por los brasileños.
Según Alberto Valetin en "Zoonimia Andina" la pronunciación correcta es cácuy porque es onomatopeya del
canto de esta ave de la familia de las Caprimulgidae.
Cuenta la historia que dos hermanos vivían en el monte. La hermana era mala y el hermano era bueno. Él le
traía frutos silvestres y regalos, pero ella le correspondía con desaires y maldades. Un día, él regresó de la
selva cansado y hambriento, y pidió a su hermana que le alcanzara un poco de agua. La mala hermana trajo el
fresco líquido, pero antes de dárselo lo derramó en su presencia. Lo mismo hizo al siguiente día con la comida.
El hermano decidió castigar su maldad. La invitó una tarde a recoger miel de un árbol que estaba en la selva.
Fueron allí y el hermano logró que ella trepara a lo más alto de la copa de un quebracho enorme (según en
que región, para algunos era un mistol, para otros un algarrobo). El, que subió por detrás, descendió
desgajando el árbol de modo tal que su hermana no pudiera bajar. El muchacho se alejó. Allí quedó la joven,
en lo alto, llena de miedo. Gritándole a su hermano para que volviera, Turay, Turay. Cuando llegó la noche, su
miedo se convirtió en terror. A medida que pasaban las horas, comenzó a ver, horrorizada, que sus pies se
transformaban en garras, sus manos en alas y su cuerpo todo se cubría de plumas. Desde entonces, un pájaro
de vuelo aplumado, que sólo sale de noche, rompe el silencio con su grito desgarrador-"Turay", "Turay"!:
"Hermano", "Hermano"!
El Lobisón o Lobizón
Este ser llegó a la Argentina a través de Brasil, y se tiene noticias de él en el Litoral (N.E.).
Si una familia tiene siete hijos varones, la maldición cae sobre el séptimo. Se dice que es un hombre alto,
delgado y con mucho pelo. Antes de convertirse anda muy nervioso y se enoja fácilmente, puede
transformarse en los cementerios o cercanías y sobre todo cuando el acólito florece y la luna está llena. Se
alimenta con carroña y cuando anda por el monte puede morder a los desprevenidos. Cuando muerde o
salpica con sangre o saliva a sus víctimas, éstas pueden transformarse.
Una bala bendecida en 3 iglesias (7 según otros). No se debe apuntar al bulto sino a la sombra.
Un cuchillo bendecido que tenga forma de cruz. Una linterna con pila bendecida (de lo contrario no
alumbrará). Una alpargata (cuando se le pega al lobisón con una alpargata, se vuelve persona).
Se lo puede atar; pero tiene que ser con lana abierta de tejer. Así se queda quietecito cuando lo
enlazan, hay que sujetarlo del cuello.
Hay que herirlo sin que se dé cuenta, de lo contrario atacará y matará.
El Pombero
Es muy parecido al Duende, pero a diferencia de aquel, se lo ha visto muy pocas veces. Tiene los pies al revés
para dificultar su búsqueda. Puede tomar la forma de cualquier animal. Según Bossi, a la distancia parece un
carpincho parado en las patas traseras, sus ojos no son como los nuestros, sino chatos, como los del sapo, y
con cejas de pelo largo. Mira fijo igual que las lechuzas. Tiene la boca grande y alargada y sus dientes son muy
blancos.
Sale a pasear en los meses de Octubre y Noviembre, cuando empieza el calor (en el N.O. y N.E.).
Cuentan que una vez, el Pombero se enojó con un hachero de la provincia de Formosa: Marco Gavasa, lo sacó
del rancho con cama y todo durante la noche y lo dejó en medio del monte. Esto mismo se repitió durante
varias noches hasta que una vuelta lo golpeó y lo dejó paralítico. Marco Gavasa murió a los 86 años en el año
1972.
Quiere a los chicos buenos y golpea a los malos. Cuando uno le imita el grito o el silbido, éste le contesta en
forma enloquecedora. Dicen que se lo ahuyenta con ajo.
Por su parte nos han contado que en Corrientes la historia es un poco distinta, allí es más parecida al duende
norteño, pues es un petiso narigón con gran sombrero aludo y con gran dote masculino que aparece en los
naranjales a la siesta y sucle perseguir en especial a las niñas. Apodado el "duende sombrerudo" o "señor de la
siesta" a los niños se les hace dormir después del almuerzo para evitar encontrarse con él.
Cuentos
La palabra cuento proviene del término latino "computus", que significa "cuenta". El concepto hace referencia
a una narración breve de hechos imaginarios. Su especificidad no puede ser fijada con exactitud, por lo que la
diferencia entre un cuento extenso y una novela corta es difícil de determinar.
Un cuento presenta un grupo reducido de personajes y un argumento no demasiado complejo, ya que entre
sus características aparece la economía de recursos narrativos. Es posible distinguir entre dos grandes tipos de
cuentos: el cuento popular y el cuento literario.
El cuento popular suele estar asociado a las narraciones tradicionales que se transmiten de generación en
generación por la vía oral. Son las que nos contaron nuestros padres y a su vez contamos a nuestros hijos,
"Blanca Nieves y los siete enanitos", "Caperucita Roja", etc. Pueden existir distintas versiones de un mismo
relato, ya que hay cuentos que mantienen una estructura similar pero con diferentes detalles.
El cuento literario, en cambio, es asociado con el cuento moderno. Se trata de relatos concebidos por la
escritura y transmitidos de la misma forma. Mientras que la mayoría de los cuentos populares no presentan
un autor diferenciado, el caso de los cuentos literarios es diferente, ya que su creador suele ser conocido.
Por otra parte, la Real Academia Española menciona que la palabra cuento también permite referirse al relato
indiscreto de un suceso, a la narración de un suceso falso, una mentira o a un engaño. Por ejemplo: "Roberto
vino con el cuento de que no encuentra trabajo".
EL ZORRO Y EL QUIRQUINCHO
Un día hicieron una sociedad el zorro y el quirquincho. El zorro dio su chacra al quirquincho para que la
sembrara a medias.
Como el quirquincho tiene fama de ser poco inteligente, el zorro pensó que se aprovecharía de su trabajo y le
dijo: -Este año, compadre, como es justo, será para mí todo lo que den las plantas arriba de la tierra y para
usted lo que den abajo. El quirquincho sembró papas. Tuvo una magnífica cosecha y al zorro le tocó una
cantidad de hojas inservibles.
Al año siguiente el zorro, molesto por el mal negocio, le dijo a su amigo:- Este año compadre, como es justo,
será para mí lo que den las plantas debajo de la tierra, y para usted lo que den arriba. - Bien compadre, será
como usted dice. El quirquincho sembró trigo, llenó el granero de espigas y al pobre zorro le tocó una cantidad
de raíces inútiles.
"No me dejaré burlar más", pensó. Y le dijo al compadre: - Este año, ya que usted ha sido tan afortunado con
las cosechas anteriores, será para mí lo que den las plantas arriba y abajo de la tierra. Para usted será lo que
den al medio.
-Bien compadre, ya sabe que respeto su opinión. El quirquincho sembró maíz. Sus graneros se llenaron
nuevamente de magníficas espigas, y al zorro le correspondieron las flores y las raíces del maizal.
El zorro tuvo que vivir en la última miseria. Ese fue el castigo a su mala fe.
El zorro y el quirquincho
El zorro tenía un campo, pero no tenía ganas de sembrarlo y cosechar. Por eso fue a buscar al quirquincho y le
dijo:
Al quirquincho le pareció justo y aceptó. Pero como el zorro quería aprovecharse de él, antes de irse agregó:
-Eso sí, lo que salga arriba de la tierra va a ser para mí, y lo que salga debajo va a ser para usted.
El quirquincho contestó:
Entonces el quirquincho sembró papas. Y claro, cuando llegó el tiempo de la cosecha, lo que estaba arriba de
la tierra eran hojas que no servían para comer, pero debajo... ¡debajo habían salido unas papas riquísimas
para hacer puchero, guisito, papa asada o papas fritas!
Cuando el zorro lo vio se enojó, pero lo disimuló. Y mientras se llevaba las hojas que no servían para comer,
dijo:
-Compadre quirquincho, vuelva a sembrar el campito. Pero eso sí, esta vez todo lo que salga debajo de la
tierra va a ser para mí y lo que salga arriba, para usted.
Y el quirquincho contestó:
Entonces el quirquincho sembró trigo. Y claro, cuando llegó el tiempo de la cosecha, lo que estaba debajo de
la tierra eran raíces que no servían para comer, pero arriba... ¡arriba habían salido unas espigas doradas para
moler y hacer pan, bizcochos, tortas y galletitas! Cuando el zorro lo vio se enojó, pero lo disimuló. Y mientras
se llevaba las raíces que no servían para comer, dijo:
-Compadre quirquincho, vuelva a sembrar el campito. Pero eso sí, esta vez todo lo que salga debajo y arriba de
la tierra va a ser para mí y lo que salga en el medio para usted. Y el quirquincho contestó:
Entonces el quirquincho sembró maíz. Y claro, cuando llegó el tiempo de la cosecha, lo que estaba debajo de
la tierra eran raíces y lo que estaba arriba penachos de hojas que no servían para comer, pero en el medio...
en el medio habían salido unos choclos amarillos y gordos riquísimos para comer hervidos, para hacer tamales
con su harina o preparar empanadas de humita!
El gaucho era un hombre muy diestro para dominar a los animales. Los conocía bien y no les temía. Era rudo,
astuto y hábil jinete. Para la yerra siempre se lo convocaba.
También era domador incomparable amansando a los potros más salvajes. En las tareas del arreo era
un experto y sabía dirigir la hacienda por los terrenos más tortuosos.
Arriero: es el que arrea el ganado, especialmente en la región andina. Entre los quichuas el arriero de
las montañas recibía el nombre de curumí.
Tropero: es, en nuestro país, el conductor del ganado especialmente vacuno. Lo que lo obliga a
ambular frecuentemente por los valles y por las pampas.
Entre todos los trabajos del gaucho, el más paciente y heroico fue el del tropero.
Los bailes
Los bailes populares, ya fueran las bailantas correntinas o los que tenían lugar en las carpas del Noroeste, eran
el receptáculo adecuado de una buena cantidad de costumbres tradicionales.
Los "mirones" que asistían al espectáculo de pie detrás de los asientos que delimitaban la pista recibían el
nombre de "mosqueteros", como se les decía en los "corrales" madrileños del Siglo de Oro.
Las bebidas alcohólicas eran parte fundamental del baile y, por su causa, más de una vez la alegría de la fiesta
terminaba en duelo. La invitación a beber se expresa en el norte con el famoso "tomo y obligo", en virtud del
cual el invitado no puede rehusar y debe beber en la misma medida que el ofertante y, llegado el caso,
"obligar" a su vez.: También era práctica generalizada derramar en el suelo unas gotas antes de empinar el
codo. El antiguo sentido mágico de este acto se ha desvanecido y hoy se interpreta como una ofrenda a la
Pachamama o simplemente como una vieja costumbre. Otra costumbre relacionada con la bebida es la
"corpachada", que se practicó en gran parte del noroeste argentino y que consiste en dar de beber y hasta de
comer a la Pachamama o Madre Tierra, echando por sobre el hombro izquierdo el resto del vaso. De ahí la
expresión jujeña de "ir corpachando el Carnaval".
Los bailes en las carpas se realizaban en ocasión de una fiesta determinada, general- mente en carnaval. Eran
encuentros populares que tenían lugar junto a las pulperías. Los pulperos se encargaban, por lo general, de
organizar las fiestas. Junto al negocio, algún descampado que cubrían a veces con una carpa, donde se
disponía de un espacio suficientemente amplio para el baile, era el lugar elegido. Hacia el fondo de la pista se
levantaba una tarima para los músicos y a los costados se enfilaban largos bancos. El frente quedaba
delimitado por los palenques donde se ataban los caballos. Preparado el local, se contrataban los músicos,
generalmente bastaban dos. Estos se turnaban en la ejecución del violín o en su defecto del acordeón y el
bombo en Santiago del Estero, que por sí solo era suficiente para mantener animado el baile. Algunas veces se
agregaba guitarra y más raramente arpa. El pulpero desparramaba la noticia de que haría una fiesta en su
negocio, y el día indicado por la mañana temprano comenzaban a llegar los parroquianos. A caballo o a pie, en
grupos, con tambores, botellas, harina, almidón y albahaca en carnaval, llenando los aires con cantos y gritos
de alegría el característico "iujujuú", las mujeres con vestidos chillones y grandes sombreros de paja, los
hombres con ponchos multicolores, desde primera hora comenzaban los brindis de festejo.
En la pista, bailarines de a dos o en cuadros danzaban pesadamente gatos, chacareras, zambas, velando el
ambiente con el polvo que levantaban en los zapateos.
A los costados, sentados en los bancos o de pie, sin preocuparse por la música ni por los bailarines, los
"mosqueteros" se entregaban a la bebida y al canto. Antes de empinar las botellas alguien brinda en voz alta y
otros contestan: "pago". Estos brindis se observaban hasta en la calle, cuando se cruzaban dos de a caballo.
Los bailes en las carpas continúan vigentes en nuestro Noroeste; se realizan en cualquier ocasión que merezca
ser festejada, muy especialmente en carnaval.
la taba
Es un juego de origen griego que trajeron aquí los españoles. Es el hueso astrágalo de la pata de la vaca,
llamado carnicol en castellano. Una de sus caras es cóncava. Si al arrojarse cae ésta hacia arriba se gana, se
dice Suerte. La otra es plana, y si cae de este lado hacia arriba se pierde y se dice C... Suelen colocar
planchuelas de metal a los costados para que no se desgaste con el uso. Existen además la "taba calzada" y
"taba cargada", esta última es ilícita.
La cancha, de algunos metros de largo, se marca con una raya en cada extremo. El jugador arroja la taba desde
atrás de una de ellas, debiendo lanzarla de modo que caiga más allá de la otra raya.
Los de "afuera" palpitan la jugada apostando a "panza o lomo" o a "hoyo u ombligo", nombres que suelen dar
a los lados de la taba. Ganan o pierden cuando ésta cae de costado, forma que no cuenta para los que la tiran.
"Calzar la taba" es protegerla equilibradamente con planchas de metal para evitar que se deforme con el uso.
El jugador tramposo suele agregarle un peso que queda oculto bajo la calza para que caiga según su
conveniencia: eso es "cargar la taba".
Naipes: Truco
Este popular juego lleno de picardía, de dichos ingeniosos, de equívocos risueños, formaba parte de los
entretenimientos criollos uniendo la partida de naipes con la entonación de coplas picarescas acompañadas
con guitarra. Esencialmente argentino, se jugó en pulperías, boliches, bodegones y suburbios de los poblados.
Su difusión llegó a todos los países de habla española.
Los parroquianos con cartas de igual palo son "verseadores de flores". Improvisan cuartetas acordes con su
estilo, ocasión, compañeros, costumbres. Otras veces se pasan las señas con la "velocidá de una luz",
conocedores de todas las ventajas y "agachadas" que la práctica continuada aporta a quienes, además,
aprovechan situaciones que el momento ofrece.
"En el Truco, al más pintao/ solía ponerlo en apuro./ Cuando aventajar procuro,/ sé tener, como fajadas,/ tiro
a tiro el as de espadas,/ o flor, o envite seguro". Y también: "Pa' tayar, tome la luz./ Dé la sombra al
alversario./ Acomódese al contrario,/ en todo juego cartiao/ tener ojo ejercitao,/ es siempre muy necesario".
El ingenio popular inventó la copla alusiva:
"El gaucho de nuestras pampas/ peleaba con trabuco,/ yo peleo con tres cartas,/ porque estoy jugando al
truco".
riñas de gallos
Fue el juego que más apasionaba a los gauchos. Y que aún prohibidas se siguen haciendo en lugares diferentes
de nuestro país. El aficionado a las riñas de gallos era el que cuidaba y adiestraba al animal para el combate. Es
quien le pesa la comida y controla el agua que toma, es quien lo varca para que tenga buen estado físico. Es de
antiquísima data que en todo el mundo existieron personas que preparaban diferentes animales para el
combate, en Alemania perros, en Australia canguros, en Tailandia pececitos dentro de un frasco de agua que
combaten varias horas, en nuestro país gallos al igual que en la india en donde la raza Assel o Calcuta marca la
diferencia por ser animales de grandes.
En nuestro país el brutal espectáculo se desarrollaba en el reñidero, una cancha constituida por un armazón
de madera forrado en paño rojo y piso acolchado, con una característica forma de cono trunco invertido. Si la
pelea era improvisada, los presentes armaban un círculo con sus ponchos, resolviendo sobre la marcha la
"gallera" y aprontando las apuestas.
Cinchadas
La cinchada era un juego tradicional de gran popularidad entre los gauchos del Río de la Plata, que
demostraba no solo la fuerza física de los participantes, sino también la habilidad y la resistencia de sus
caballos. Este juego, similar al "tira y afloja" conocido en muchas culturas, se convertía en un espectáculo de
destreza y poderío tanto humano como equino.
Preparación y Equipos: Se formaban dos equipos, cada uno compuesto por seis a diez jinetes. Los
equipos se posicionaban uno frente al otro, separados por una línea trazada en el suelo.
La Competencia: Cada equipo se aferraba a una cuerda, con todos los miembros alineados uno detrás
de otro. A la señal, comenzaba el intento de cada equipo por arrastrar al otro hacia su lado, empleando
la fuerza colectiva de los jinetes y sus caballos.
Desarrollo del Juego: La lucha podía extenderse desde unos pocos minutos hasta media hora, llenando
el ambiente de gritos de aliento y una nube de polvo levantada por el movimiento frenético de los
caballos, que resistían con sus cascos firmemente anclados en el suelo.
Culminación: El juego terminaba cuando uno de los equipos conseguía vencer la resistencia del
contrario, arrastrándolo completamente hacia su lado de la línea. Los vencedores celebraban su triunfo
con gritos jubilosos mientras los derrotados cruzaban la línea, marcando su derrota.
Este juego no solo era una prueba de fuerza bruta, sino también un ritual social que fortalecía los lazos
comunitarios entre los gauchos y ofrecía un entretenimiento que resonaba con la identidad cultural de la
región. A través de la cinchada, los gauchos podían expresar valores centrales de su cultura como la valentía,
la habilidad para montar, y el trabajo en equipo, elementos esenciales para la vida en las extensas y a menudo
hostiles pampas de Argentina y Uruguay.
carreras cuadreras
Estas carreras de caballos fueron una de las mayores diversiones populares. El día de la carrera era una fiesta
general donde se lucían las mejores prendas personales y apero de los animales. Los desafíos eran en el
momento y se "pedía cancha", siempre con apuestas de por medio entre los dueños de los caballos y el
público entre sí también. La palabra "cuadreras" viene de la época colonial donde las tierras se medían por
cuadras. La mayor difusión de este juego se realizó en la provincia de Buenos Aires, donde en 1870 se
promulgó la "Ley por andarivel". Hoy se realizan en algunos pueblos del interior los domingos por la tarde, con
un programa de carreras que ya han sido pactadas de antemano para correrlas ese día.
el pato
Este juego consistía en meter un pato dentro de una bolsa de cuero con manijas corredizas y el jinete que lo
llevaba lo mostraba permanentemente para que los demás intenten tomarlo de las manijas y forcejear para
sacárselo. Ganaba quien llegara con el pato a la meta propuesta al comienzo del juego, que podía ser el patio
de una pulpería o un rancho cercano. Coinciden los historiadores en decir que se reunían hasta cuatrocientos
jinetes en estos juegos; lo que se tornó muy peligroso hasta ser prohibido durante el gobierno de Rosas. Hoy
es nuestro deporte nacional y está reglamentado y actualizado.
Corrida de sortija
Juego muy popular entre las tribus moras del norte de África, fue transmitido a los españoles, quienes a su vez
lo trajeron a América. Presente en las grandes fiestas nacionales y en las celebraciones religiosas, aún hoy
perdura en el campo.
Este entretenimiento requiere un arco de madera del que pende un anillo o "sortija" de metal, débilmente
suspendida por una cinta o piolín anudado sin asegurar. En el juego intervienen dos bandos que por turno
tratan de enhebrar el anillo con una varita o puntero, pasando a toda carrera debajo del arco. Para acertar, es
preciso contar con caballos de andar suave y parejo y ser un jinete hábil y sereno. Gana la justa el bando que
más veces obtenga la sortija en igual número de corridas.
La papeleta de conchabo fue un documento establecido en la Argentina del siglo XIX, obligatorio para los no
propietarios en zonas rurales, acreditando su empleo bajo un propietario de estancias. Fue implementada
inicialmente por el virrey Rafael de Sobremonte para controlar la vagancia, reducir el robo de ganado y forzar
a los gauchos a someterse a relaciones de trabajo asalariadas, con el objetivo de abaratar la mano de obra en
las tareas ganaderas.
La práctica de penalizar la vagancia con el servicio militar se remonta al siglo XVI en España. En la Argentina
colonial, la falta de una papeleta de conchabo podía resultar en severas penas como el servicio militar o,
alternativamente, trabajos forzados. Esta medida se intensificó durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas,
quien utilizó la papeleta para vincular legalmente a los trabajadores rurales a las estancias, bajo condiciones
cercanas al servilismo.
Durante las guerras de independencia y las internas, la necesidad de tropas llevó a la intensificación del uso de
la papeleta como mecanismo para reclutar soldados entre los gauchos. El sistema enfrentó críticas crecientes
hacia finales del siglo XIX, en especial tras la publicación del poema "Martín Fierro", que denunciaba las
injusticias cometidas contra los trabajadores rurales y la destrucción de la estructura familiar campesina.
Con el aumento de la crítica pública y la presión política, y la generalización de los alambrados que limitaban la
movilidad de los gauchos, la papeleta de conchabo fue gradualmente siendo abandonada, dejando de ser
necesaria y efectiva. El sistema fue oficialmente derogado en las últimas provincias de Tucumán y Jujuy hacia
1900.