T1 Derecho Adm 2

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NOMBRE DE CURSO:

DERECHO ADMINISTRATIVO II

ACTIVIDAD EVALUADA:

T1

TÍTULO:

PRINCIPIOS DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

DOCENTE:

MANUELA MARIBEL RODRIGUEZ ALIAGA

INTEGRANTES: Grupo 2

GUEVARA ZEGARRA DIANA

HERRERA ZAMBRANO MAGALI

MARIN QUIROZ VILMA MARISOL

CEPEDA SAENZ DANNA LUCIANA

ESPEJO MACHUCA DAYANA NICOLL

VELÁZQUEZ ALIAGA ISIDRO OSCAR


Introducción
Si bien es cierto, sabemos en términos generales, que el derecho administrativo
tiene como punto de nacimiento a revolución francesa, pero que con el tiempo a ido
evolucionando hasta llegar a la creación de la ley N° 27444 Ley de Procedimientos
Administrativos Generales, a la cual las entidades públicas deben estar sujetas
respetando su contenido.
El presente informe ha sido realizado con material extraído de las clases de nuestra
excelente docente Maribel, este informe también ha sido realizado con material
jurisprudencial y ciertas investigaciones. Sabemos que los principios del
procedimiento administrativo son diecinueve pero en esta oportunidad solamente
hablaremos de tres de ellos, los cuales son, el principio del debido procedimiento, el
principio de responsabilidad y el principio de celeridad, mostrando a que hacen
referencia cada uno de los principios ya mencionados y poniendo como ejemplo a
jurisprudencias correspondientes para cada principio.

PRINCIPIO DEL DEBIDO PROCEDIMIENTO:


El debido procedimiento administrativo constituye un principio-derecho que concede
a los administrados derechos y garantías implícitos a un procedimiento regular y
justo. Este debe ser observado por la Administración Pública en la tramitación de los
procedimientos administrativos que conduzcan a la creación, modificación o
extinción de un derecho o la imposición de una obligación o sanción. Asimismo,
refieren que se encuentra conformado por el derecho del administrado a exponer
sus argumentos, a ofrecer y producir pruebas y a obtener una decisión motivada y
fundada en derecho.

- GARANTÍAS DEL DEBIDO PROCEDIMIENTO:

● Derecho a la notificación: implica comunicar a las partes o a quienes


tengan legítimo interés la realización de una diligencia o actuación procesal, o
la decisión tomada por la Administración Pública.
● Derecho de acceso al expediente: se concede a los administrados la
posibilidad de estar debidamente informados del estado o situación del
procedimiento, a través del acceso y lectura del expediente.
● -Derecho a la defensa: refiere que todo administrador tiene derecho a
exponer los argumentos que sustentan su defensa.
● - Derecho a ofrecer y producir pruebas: Esta garantía faculta a los
administrados a presentar los medios de prueba que sean pertinentes para
fundamentar sus argumentos, así como garantiza que la autoridad
administrativa actúe y valore cada una de las pruebas admitidas antes de
emitir una decisión en el procedimiento administrativo.
● -Derecho a una decisión motivada y fundada en derecho: implica que la
autoridad administrativa consigne en sus resoluciones los hechos y las
normas jurídicas que han determinado el sentido de su decisión.
● -Derecho a la presunción de licitud: implica que la actuación de toda
persona debe ser considerada lícita mientras no se haya probado lo contrario
en el procedimiento administrativo.
● -Derecho al plazo razonable: exige que los procedimientos administrativos
se desarrollen sin dilaciones indebidas y dentro de los plazos establecidos
por ley.
● - Derecho a ser investigado por una autoridad competente: el conjunto de
facultades y obligaciones que un órgano puede y debe ejercer legítimamente.
● - Derecho a ser investigado por una autoridad imparcial: implica que la
autoridad administrativa que conduce el procedimiento no debe tener un
interés personal en su resultado ni prejuicios sobre la actitud de las partes.
● - Derecho a impugnar las decisiones administrativas: implica la
posibilidad material de poder cuestionarlas mediante los mecanismos
previstos en el procedimiento administrativo.
● - Ne bis in idem: El TC sostiene que el derecho a no ser enjuiciado dos
veces por el mismo hecho.
● - Principio de publicidad de normas procedimentales: toda norma jurídica
debe ser publicada en el diario oficial para que sea eficaz

En ese sentido, el debido procedimiento administrativo está constituido, por el


derecho a ser notificado, a acceder al expediente, a la defensa, a ofrecer y producir
pruebas, a obtener una decisión motivada y fundada en derecho, a ser juzgado por
una autoridad competente en un plazo razonable y a impugnar las decisiones.

Para entender mejor sobre lo que regula el debido procedimiento mostraremos


como ejemplo una jurisprudencia donde se aplique el principio del debido
procedimiento:

EXP. N.° 03433-2013-PA/TC

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por la abogada y apoderada judicial


de Servicios Postales del Perú S.A. – Serpost S.A., contra la resolución de fecha 4
de octubre del 2012, obrante a fojas 141 del cuaderno de apelación, expedida por la
Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema de
Justicia de la República, que declaró infundada la demanda de auto.

FUNDAMENTOS

Petitorio

1). Conforme aparece del petitorio de la demanda el objeto del presente proceso
constitucional se circunscribe al cuestionamiento de la resolución judicial N.º 24 de
fecha 2 de abril de 2008 emitida por la Segunda Sala Especializada Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte. En tales circunstancias, la empresa accionante
solicita se declare su nulidad invocando, como derechos constitucionales
presuntamente vulnerados, al debido proceso y a la tutela procesal efectiva.

2). Conviene al respecto puntualizar que, aunque la empresa demandante ha


planteado dos derechos constitucionales como presuntamente vulnerados, de los
hechos descritos en la demanda y del recurso de agravio constitucional, se aprecia
en realidad que el debate se centra en la afectación de otro derecho que, sin dejar
de ser igualmente fundamental, no es precisamente el que se ha invocado en el
petitorio. En tales circunstancias y en aplicación del principio miura novit curia
previsto en el Artículo VIII del Código Procesal Constitucional, considera este
Colegiado que el derecho objeto de invocación sería, el derecho a la debida
motivación de las resoluciones. Por lo tanto y en lo que sigue, el análisis de la
controversia habrá de orientarse en función del debido proceso y el derecho a la
debida motivación de las resoluciones.
Análisis de controversia

3). Sobre la Afectación del Derecho al Debido Proceso

Cómo ha sido señalado con anterioridad, este Colegiado, tomando en cuenta los
hechos que se describen en la demanda, considera que una parte del debate se
centra en un reclamo sobre una presunta afectación al debido proceso.

3.3.1) El derecho fundamental al debido proceso, tal como ha sido señalado por
este Tribunal en reiterada jurisprudencia, es un derecho por así decirlo continente
puesto que comprende, a su vez, diversos derechos fundamentales de orden
procesal. A este respecto, se ha afirmado que: “Su contenido
constitucionalmente protegido comprende una serie de garantías, formales y
materiales, de muy distinta naturaleza, que en conjunto garantizan que el
procedimiento o proceso en el cual se encuentre inmerso una persona, se realice
y concluya con el necesario respeto y protección de todos los derechos que en él
puedan encontrarse comprendidos.” (STC 7289-2005-AA/TC, FJ 5).

3.3.2) Al respecto, es importante precisar que, sin perjuicio de esta dimensión


procesal, el Tribunal Constitucional ha reconocido en este derecho una dimensión
sustancial, de modo tal que el juez constitucional está legitimado para evaluar la
razonabilidad y proporcionalidad de las decisiones judiciales. De ahí que este
Colegiado haya señalado, en anteriores pronunciamientos, que el derecho al
debido proceso en su faz sustantiva “se relaciona con todos los estándares de
justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión judicial
debe suponer.” (STC 9727-2005-HC/TC, FJ 7).

3.3.3) Dicho lo anterior y atendiendo al petitorio de la demanda, se procederá a


analizar si, en el caso concreto, se ha producido algún tipo de afectación del
derecho fundamental al debido proceso alegado por el recurrente, que en su
dimensión procesal comprende, entre otros, el derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales y, en su dimensión sustantiva, supone que toda decisión
judicial debe ser razonable y proporcional.

PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD

Las acciones de la Administración generan riesgos y, por ello, daños sobre las
personas. Para que esos daños residuales se cubran cuando son procurados pero
inevitables, se configura la responsabilidad administrativa.

La autoridad administrativa está obligada a responder por los daños ocasionados


contra los administrados como consecuencia del mal funcionamiento de la actividad
administrativa, conforme lo establecido en la presente ley.
Las entidades y sus funcionarios o servidores asumen las consecuencias de sus
actuaciones de acuerdo con el ordenamiento jurídico.

Uno de los elementos más relevantes en el principio de la Responsabilidad es la


Antijuricidad, que no está conectada con el comportamiento o con el hecho ilícito,
sino a los efectos perjudiciales en el patrimonio de la víctima. El daño antijurídico es
el realizado cuando hay ausencia de un título jurídico que sea legitimador.
Cuando se prescinde de la ilicitud o de la culpa, la responsabilidad se desplaza a la
idea de la lesión patrimonial, como fundamento del sistema. La lesión es un daño
jurídico en sí mismo.

Exclusiones:

Dentro de las posibles situaciones de exclusión de la responsabilidad, se


encuentran la exclusión por una ausencia del título en la imputación, por el tiempo
que ha transcurrido y por haberse extinguido la obligación del pago o la reparación
del daño provocado.

Se consideran por ello dentro de la exclusión por ausencia de título en la


imputación: la fuerza mayor, la culpa de la víctima y los riesgos en el progreso.

JURISPRUDENCIA - PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD

EXP. N.° 00020-2015-PI/TC

Asunto:

El 20 de agosto de 2015, el Colegio de abogados de Arequipa interpone:

Demanda de inconstitucionalidad interpuesta contra diversas disposiciones de la


Ley 29622, que modifica la Ley 27785, Orgánica del Sistema Nacional de Control y
de la Contraloría General de la República, y amplía las facultades en el proceso
para sancionar en materia de responsabilidad administrativa funcional.

A lo que, mediante escrito de 13 de junio de 2017, el apoderado del Congreso de la


República contesta la demanda contradiciéndola en todos sus extremos y
solicitando que sea declarada infundada.

El Tribunal Constitucional resolvió declarar infundada la demanda de


inconstitucionalidad en el “Caso del cuestionamiento de los procesos de decisión en
el ámbito de la administración pública”
Respecto a la inconstitucionalidad del primer párrafo del inciso 4 del artículo 248 de
la Ley del Procedimiento Administrativo General (LPAG), los magistrados señalaron
que, de acuerdo con el principio de tipicidad, las normas sancionadoras tienen que
delimitar con la suficiente precisión las conductas prohibidas. Sin embargo, dicho
artículo no es una norma sancionadora, ya que no pretende establecer conductas
prohibidas constitutivas de infracción; sino que está orientada a fijar cuál es el tipo
de fuente normativa a través de la cual se regularán las infracciones y sanciones.
Razón por la cual, votaron por desestimar este extremo de la demanda.
Sobre la alegada afectación que produce el artículo 11, inciso 2, literales n y s de la
Ley de Contrataciones del Estado (LCE) al principio de personalidad de las
sanciones por establecer sanciones a personas jurídicas por hechos ajenos a ellas.
Los jueces constitucionales argumentaron que estas disposiciones normativas no se
refieren a un procedimiento administrativo sancionador, ni establecen reglas o
criterios para imponer una sanción, pues lo único que realizan es fijar una limitación
a la participación de determinados sujetos en los procesos de selección y
contratación pública cuando hubiese incurrido en delitos de corrupción. Por tanto,
advirtieron que no corresponde aplicar a este supuesto los principios del derecho
administrativo sancionador como lo es el de la personalidad de las sanciones.
Asimismo, el Colegio alegó la inconstitucionalidad parcial de los numerales 1 y 3 del
artículo 50 de la LCE. También argumenta que el inciso 10 del artículo 248 del TUO
de la LPAG es inconstitucional en el extremo que establece que mediante ley o
decreto legislativo se disponga la responsabilidad administrativa objetiva.
En relación a la responsabilidad, los magistrados reiteraron que el principio de
culpabilidad opera como un límite a la potestad sancionatoria del Estado, sea de tipo
penal o administrativa. De ahí que la sanción penal o administrativa, sólo puede
sustentarse en la comprobación de la responsabilidad subjetiva del agente infractor
de un bien jurídico.
Sin embargo, las disposiciones legales cuestionadas, en particular el artículo en
análisis establece que de manera excepcional cuando la ley o un decreto legislativo
lo estipulen la responsabilidad administrativa puede ser objetiva.

Al respecto, los magistrados refirieron que imponer una sanción administrativa en el


marco de un régimen de responsabilidad administrativa objetiva no constituye
definitivamente un ejercicio irrazonable de la potestad sancionadora que ejerce la
administración pública. Y refieren que esta modificación lo que busca es evitar una
regulación implícita de la misma o que sea mediante disposiciones infralegales, lo
cual se constituye en una garantía para los administrados.
A ello, el Colegio alegó que el artículo 41. 5 de la LCE condiciona la interposición del
recurso de apelación al pago previo de una garantía lo cual, según su razonamiento,
vulnera el derecho a la defensa y termina desincentivando a la persona interesada a
impugnar.
Sobre ello, los magistrados indicaron que el legislador al disponer que se otorgue a
favor del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) o la
entidad a cargo de conocer la resolución del recurso una garantía para apelar
equivalente al 3% del valor estimado o valor referencial del procedimiento de
selección, lo hizo con el objeto de preservar los fondos públicos y la finalidad
perseguida por la contratación estatal. Razón por la cual, afirman que esta norma es
constitucionalmente legítima y necesaria toda vez que no afecta el derecho a la
defensa de las personas participantes, toda vez que la acción de garantizar los
fondos públicos y su uso eficiente se encuentra en respaldo del artículo 76 de la
Constitución. Adicionalmente a ello, agregan que el pago de esta garantía es un
requisito previo y no es una sanción para el interesado.
Respecto a la alegada inconstitucionalidad de la quinta disposición complementaria
y final del Decreto Legislativo Nº 1311 porque según el Colegio que se aplique de
manera supletoria el TUO de la LPAG a los procedimientos tributarios especiales,
vulneraría el derecho al debido procedimiento porque se estaría sujetando a
condiciones que resultan menos favorables para los administrados.
Al respecto, los jueces señalaron que la disposición advierte expresamente que los
procedimientos especiales seguidos ante la Sunat, el Tribunal Fiscal y otras
administraciones tributarias están sujetos a los principios de la potestad
sancionadora regulados en el artículo 171 del Código Tributario; vale decir, a los
principios de legalidad, tipicidad, non bis in idem, proporcionalidad, entre otros.
Por último, se cuestiona la validez de los numerales 4 y 6 del artículo 7 del Decreto
de Urgencia Nº 007-2019 porque el Colegio advierte que estas normas crean un
procedimiento particular para que el Estado efectúe adquisiciones con proveedores
no domiciliados o mediante la OMS, Unicef y la UNFPA, vulnera los principios de
igualdad y “de licitación pública”. En relación a ello, los magistrados advirtieron lo
siguiente: el Colegio no ha especificado cómo es que las disposiciones legales
vulnerarían el principio de igualdad, ni mucho menos ha ofrecido el término de
comparación necesario para su análisis.
Asimismo, observaron que el procedimiento de adquisición de los recursos
estratégicos en salud establecido en las disposiciones legales cuestionadas,
obedece a características particulares que lo convierten en un procedimiento ágil y
eficiente; por lo tanto, en un procedimiento distinto y especial. En tal sentido, no
puede exigirse un tratamiento jurídico idéntico a situaciones jurídicas diferentes,
como sería la intención del demandante; más aún, si solo ha expuesto razones
genéricas como sustento de su objeción y la supuesta afectación al principio de
igualdad.
Por lo expuesto, los jueces constitucionales votaron por declarar infundada la
demanda.
PRINCIPIO DE CELERIDAD

El principio de celeridad se encuentra tipificado en el artículo IV inciso 1.9 del título


preliminar de la ley N° 27444- Ley del procedimiento administrativo general.
En este artículo nos dice lo siguiente:
Quienes participan en el procedimiento deben ajustar su actuación de tal modo que
se dote al trámite de la máxima dinámica posible, evitando actuaciones procesales
que dificulten su desenvolvimiento o constituyan meros formalismos, a fin de
alcanzar una decisión en tiempo razonable, sin que ello releve a las autoridades del
respeto al debido procedimiento o vulnere el ordenamiento.
Como hemos podido analizar, este artículo hace referencia a que los que participan
del proceso deben realizar la tramitación de sus actividades con el mayor
dinamismo posible ya que esto puede evitar ciertas actuaciones procesales que
dificulten el proceso, por lo cual, al realizar nuestras actividades con dinamismo nos
ayudará a que la respuesta por parte de la entidad sea dada en un tiempo razonable
y no tengamos inconvenientes, y la entidad estará en la obligación de que nuestro
procedimiento sea rápido y eficaz.

JURISPRUDENCIA – PRINCIPIO DE CELERIDAD

N° 371_2014_CE_PJ

Este principio se refiere a la conducta procesal que está manifestado por medio de
normas que permiten el avance del proceso es por eso que en la resolución
administrativa N° 371-2014, con el propósito de que declaren rebelde al demandado
por no cumplir en contestar la demanda en el plazo legal establecido, lo que
menciona en el Quinto párrafo es que aplica el principio de celeridad procesal
disponiendo “ La actividad procesal se realiza dentro de los plazos establecidos,
debiendo al juez a través de los auxiliares bajo su dirección para tomar las medidas
necesarias y lograr una eficaz solución del conflicto”, evitando actuaciones
procesales que dificulten su desenvolvimiento, a fin de alcanzar una decisión en
tiempo razonable, sin que ello releve a las autoridades del respeto al debido
procedimiento y ordenar la realización o práctica de los actos que resulten
convenientes para la investigación y resolución de las cuestiones necesarias.

Según la ley 27444 en el artículo 142 menciona el plazo máximo es que no puede
exceder de treinta días (30) desde que es iniciado un procedimiento administrativo
hasta aquel en que sea dictada la resolución respectiva, o ya sea un incumplimiento
de plazos como muestra en el artículo 143 que genera responsabilidad disciplinaria
para la autoridad obligada, sin perjuicio de la responsabilidad civil por los daños y
perjuicios que pudiera haber ocasionado.

CONCLUSIONES:
Los principios administrativos son fuente del derecho administrativo, por lo que las
normas contenidas en la ley 27444 deben obedecer a los principios contenidos en el
título preliminar de dicha ley, sin vulnerar ningún principio.

El principio del debido procedimiento concede garantías a los administrados para


poder ejercer distintos derechos, como el derecho a ser notificado, el derecho de
defensa, etc, por ejemplo, si el administrado no es notificado, el no podrá ejercer su
derecho de defensa por lo que la administración estaría vulnerando el principio del
debido procedimiento.

El principio de responsabilidad se refiere a que si entidades o servidores llegarán a


perjudicar a los administrados ellos asumen las consecuencias de sus actuaciones
de acuerdo con el ordenamiento jurídico.

El principio de celeridad es uno de los principios de impulso procesal de oficio, a


cargo de quienes participan en el procedimiento , ya que ellos deben ajustar su
actuación para que puedan tramitar sus documentos con la máxima dinámica
posible.

Referencias bibliográficas:
27444, L. D. (26 de septiembre de 2012). TÍTULO II DEL PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVO. Obtenido de TÍTULO II DEL PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVO:
https://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con4_uibd.nsf/DD096CA
81A1BA23505257A8500621BD4/$FILE/LEY_27444.pdf

GUZMÁN, S. J. (21 de junio de 2021). Principios de inmediación,


concentración, economía y celeridad procesales (artículo V del título
preliminar del Código Procesal Civil). Obtenido de Principios de
inmediación, concentración, economía y celeridad procesales (artículo
V del título preliminar del Código Procesal Civil):
https://lpderecho.pe/principios-inmediacion-concentracion-economia-
celeridad-procesales-articulo-v-titulo-preliminar-codigo-procesal-civil/

Judicial, C. e. (19 de NOVIEMBRE de 2014). resolución administrativa N°


371-2014. Obtenido de resolución administrativa N° 371-2014:
https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/bf04a38046dcd97d93d4db4c9
73a96be/RA_371_2014_CE_PJ+-+19_11_2014.pdf?
MOD=AJPERES&CACHEID=bf04a38046dcd97d93d4db4c973a96b

Ministerio de Justicia y derechos humanos (19 de Julio del 2013) . Guía sobre la
aplicación del Principio-Derecho del Debido Proceso en los procedimientos
administrativos (pag 15-28)
https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/1526159/Gu%C3%ADa
%20práctica%20Principio-Derecho%20debido%20proceso%20proc_adm.pd

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