Los Niveles de Organización
Los Niveles de Organización
Los Niveles de Organización
Cuando hablamos de los niveles de organización de la materia, nos referimos a las posibles
divisiones o estratificaciones en que es posible estudiar toda la materia conocida, en
especial la orgánica (seres vivos), yendo desde una perspectiva más general y sencilla hasta
una más detallada y de relaciones cada vez más complejas.
Si bien toda la materia en el universo está formada por un número finito de átomos,
estos están combinados y organizados de manera tan compleja que pueden perderse de vista
los bloques fundamentales que la constituyen. Por eso, pueden identificarse capas o niveles
de organización dependiendo de las dimensiones del sistema de estudio.
Por ejemplo, un ser humano está hecho de átomos, sin duda, del mismo tipo de los que está
hecho un planeta (convengamos que en el planeta habrá bastantes más átomos, dadas sus
dimensiones), pero organizados de manera diferente. Lo mismo ocurre entre un ser
humano y una célula, pues una persona contiene millones de células.
Nivel subatómico. Gracias a la física atómica, sabemos que los átomos están
compuestos por partículas más pequeñas, que son protones (con carga +), neutrones (sin
carga) y electrones (con carga -). Los dos primeros están en el núcleo del átomo y los
últimos orbitan a su alrededor.
Nivel atómico. Los ladrillos fundamentales de la materia son los átomos, cuya
clasificación figura en la Tabla Periódica de los elementos. Se conocen 118 hasta ahora
y se sabe que todo lo que existe está hecho a partir de combinaciones de estos átomos.
Dos átomos del mismo elemento serán siempre idénticos, así que los átomos de
hidrógeno de nuestro cuerpo, por ejemplo, son iguales a los del Sol.
Nivel molecular. Los átomos se juntan unos con otros por diversas razones que
responden a los efectos del electromagnetismo o de enlaces químicos por valencia (para
compartir electrones de la capa más externa). Así se forman las moléculas, que pueden
ser tan simples como dos átomos idénticos (O2, la molécula de oxígeno) o estar
compuestas por varios átomos distintos (C6H12O6, la molécula de glucosa). Estas
moléculas pueden formar estructuras cada vez más complejas, como aminoácidos y
luego proteínas, fundamentales para la vida.
Nivel celular. Una célula es la unidad mínima de la vida: todos los seres vivientes se
componen de al menos una célula (algunos de solo una de ellas, llamados unicelulares;
otros de más de una, llamados pluricelulares). Las paredes de la célula,
las enzimas dentro de ella, el ADN, todo está formado a partir de moléculas sumamente
complejas.
Nivel tisular o de tejido. De acuerdo a sus funciones y necesidades, las células se
agrupan entre sí en un sistema complejo que es el organismo. Por ejemplo, las células
de un músculo cumplen todas con la misma función y comparten sus características
físicas. A esa agrupación de células comunes se le llama tejido (por ejemplo, tejido
muscular, tejido vascular, tejido nervioso).
Nivel de órganos. Los órganos del cuerpo de un ser vivo están compuestos de tejidos.
Así, el corazón está formado por tejido cardíaco, el hígado de tejido hepático, etc.
Nivel de sistema o aparato. Los distintos órganos y tejidos del cuerpo cooperan, se
ayudan mutuamente, o funcionan de manera mancomunada. A los circuitos de órganos
y tejidos que llevan a cabo funciones específicas (fundamentales para el organismo) se
los conoce como sistema o aparato, como el sistema cardiovascular, que comprende los
órganos involucrados en la circulación y en la respiración.
Nivel de organismo. El total de los órganos, tejidos y células de un ser vivo lo
componen, y lo definen como un individuo, es decir, un organismo. Cada ser vivo es
único, aunque semejante a otros.
Nivel poblacional. Los organismos de características semejantes tienden a juntarse para
reproducirse, cuidarse y compartir el modo de vida, en pequeños grupos o poblaciones.
Nivel de especie. Si juntáramos todas las poblaciones existentes de organismos de un
mismo tipo (que comparten características físicas y genéticas), tendríamos el total de
esa especie en el planeta. Existen millones de especies de seres vivos en la Tierra.
Nivel de ecosistema. Las poblaciones y especies no viven aparte de las demás, sino que
se interconectan con ellas mediante cadenas tróficas (alimentarias) en las que hay
productores, herbívoros, depredadores carnívoros y descomponedores. A un circuito de
especies interconectadas así y ubicadas en un hábitat específico lo llamaremos un
ecosistema.
Nivel de bioma. Las agrupaciones de ecosistemas en torno a un mismo clima o región
geográfica constituyen biomas.
Nivel de biósfera. Se llama biósfera al conjunto ordenado de la totalidad de los seres
vivos, la materia inerte y el medio físico en que se encuentran y con el que se
relacionan de distinta manera.
Nivel planetario. Si bien la vida como la conocemos existe únicamente en la Tierra,
hasta ahora, esta es apenas uno más de millones de planetas de diverso tamaño y
constitución, que orbitan soles todavía más masivos y en eterna fusión de sus elementos
atómicos en el espacio.
El nivel tisular
Cuando hablamos de nivel tisular, nos referimos a los distintos tejidos que
componen el cuerpo de los seres vivos, es decir, a los diversos grados de
organización celular que operan para cumplir una función determinada. Por
ejemplo: la piel, el corazón, el cerebro.
Tejidos
Ejemplos de nivel Organico
Del aparato respiratorio: pulmones
Del aparato cardiovascular: corazón.
Del Aparato Digestivo: esófago, estómago, intestino delgado, colon o intestino
grueso.
Del Sistema Nervioso: cerebro, tallo encéfalico, médula espinal.
Los aparatos y sistemas del cuerpo humano están formados por un
conjunto de órganos que se agrupan para cooperar en una función o
funciones determinadas. Existen ciertas diferencias entre aparato y
sistema. Un sistema está compuesto por órganos semejantes u
homogéneos por su estructura y origen. Esto significa que están
constituidos por un tejido predominante (ej.: nervioso, muscular,
óseo). El aparato está formado por órganos heterogéneos o diferentes
donde no predomina ningún tipo de tejido (aparato locomotor,
digestivo, respiratorio, etc.). Por ejemplo el aparato locomotor engloba
al sistema muscular, al óseo o esquelético y las articulaciones, por lo
que está constituido por varios tejidos como el muscular y el óseo,
además de que contener nervios y vasos sanguíneos. Sin embargo,
hay que aclarar que es posible encontrar ambas denominaciones
(aparato o sistema) utilizadas como sinónimo.