Planificación Monografía

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 13

UNIVERSIDAD AMAZÓNICA DE PANDO

ÁREA DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y FINANCIERAS


CARRERA DE ADMINISTRACION DE EMPRESAS

Investigación en asignatura
Planificación de monografía
“Resultados de las Políticas Económicas de Reactivación en Bolivia aplicadas desde
el 2020”
Asignatura : MACROECONOMIA I
Docente : Lic. MARIO VASQUEZ

Estudiantes : Univ. … Lorena Calizaya Ledezma

Univ. … Anyie haensell saravia

Univ. … Karely guerra Rivas

Univ. … Ángela Ricaldez sivioara

Univ. … Samir García Espada

Univ. …Ramiro Moises Mamani Condori

Cobija - Pando - Bolivia


Diciembre 2022
Índice

1. Definición de la idea 1
2. Búsqueda de información 1
3. Objetivo 1
4. Plan operativo 1
4.1. Tareas 2
4.2. Dificultades 2
5. Plan de redacción 3
1

1. Definición de la idea
Recopilar información de las Políticas Económicas de Reactivación en Bolivia aplicadas
desde el 2020, y conocer el conjunto de directrices y lineamientos mediante los cuales el
Estado regula y orienta el proceso económico del país.
2. Búsqueda de información
Líneas de financiamientos y fomentos para la producción y exportación además de activar la
inversión estatal se creó un bono y se evitaron las cuarentenas mediantes campañas de
prevención
Las búsquedas de información consisten en un proceso interactivo, en el que se realiza una
revisión bibliográfica, de la cual se extraerán contenidos para ser analizados, el mismo que
nos permitirá identificar los resultados de las fuentes de información más pertinentes y
confiables, para ello revisión bibliográfica se realizará a través de:

• Boletín N° 7 de la cámara de Nacional de Industrias


• Evaluación de la economía 2020 y las medidas para reactivar el 2021
• Memoria de la Economía Boliviana 2021 (Ministerio de Economía y Finanzas)
• Estudio Económico de América Latina y el Caribe (Comisión Económica para
América Latina y el Caribe CEPAL)
• Recuperación Económica tras la Pandemia COVID19 (Programa Regional ADELA y
CEPAL)
3. Objetivo
Planificar la realización de una monografía para analizar las políticas de reactivación en
Bolivia aplicadas desde 2020.
4. Plan operativo
El plan operativo es el instrumento de gestión que permite concretar en acciones específicas y
prácticas los objetivos estratégicos, para posibilitar su factibilidad asignando actividades,
recursos, organización, tiempo, resultados esperados. Los objetivos deben ser viables, claros,
concisos, mensurables y susceptibles de ser evaluados.
2

4.1. Tareas

Nº ACTIVIDAD TIEMPO
1 Inicio de la realización de la investigación 4h
2 Elección de información de acuerdo a lo requerido 8h

3 Análisis de la información 4h
4 Inicio del primer borrador 8h
5 Revisión 1 día
6 Finalización de la investigación 2d
7 Entrega del documento final 8h

4.2. Dificultades
El no identificar claramente durante la revisión bibliográfica los resultados de las políticas
económicas implementadas en Bolivia.
5. Plan de redacción
Actividades Metas Tiempo Costo y fuente de Indicadores de
financiamiento logros
Recopilar Conocer las 8 horas 40 bs Se recopilo la
información políticas Financiamiento información de
económicas de propio manera práctica y
reactivación en puntual
Bolivia.
Analizar la Fortalecer .a 8 horas 40 bs El análisis de la
información información con Financiamiento información es
análisis críticos y propio acorde a las
constructivos. necesidades que
se requieren
atender.
Dificultades Definir las Durante toda la No se encontraron
encontradas dificultades que se realización del - dificultades a la
vayan a encontrar trabajo. hora de recopilar
en el trascurso de la información.
la realización del
trabajo.
Redacción del Finalizar con el Se finalizó
documento trabajo - - satisfactoriamente
satisfactoriamente cumpliendo con el
. objetivo.
3

5.1. Introducción
2020 fue una gestión extremadamente complicada para la economía boliviana. Tras los
conflictos sociales y políticos de octubre y noviembre de 2019, que finalmente desembocaron
en la ruptura del orden constitucional y la toma de mando del gobierno de facto, se inició en el
país un período de incertidumbre con importantes impactos en la economía y en la calidad de
vida de la población, incluso antes del arribo del COVID-19 en marzo; la llegada de la
pandemia profundizó este escenario.
En efecto, desde noviembre de 2019 se marcó la interrupción del Modelo Económico Social
Comunitario Productivo (MESCP) que había permitido al país registrar notables avances en
sus indicadores macroeconómicos y sociales, y destacarse por su positivo desempeño a nivel
regional, incluso en períodos de contexto externo adverso como el vivido en los últimos años
previos a 2020 (García, 2021)
Ante la crisis económica producida por las medidas sanitarias orientadas a contener la
pandemia de COVID-19, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
prevé que la economía boliviana se contraerá un 8,0% en 2020. La crisis ha determinado un
importante incremento de la tasa de desempleo y una moderada inflación que, en términos
interanuales, finalizaría el año en torno a un 1,5%. Aunque la demanda externa de bienes y
servicios bolivianos también ha sido afectada negativamente por la pandemia, el efecto en las
importaciones ha sido aún mayor, con lo cual se estima que el saldo del balance en cuenta
corriente será marginalmente superavitario. Como consecuencia de las diferentes medidas
adoptadas para paliar el impacto económico de la crisis se proyecta que el déficit del sector
público no financiero alcanzará un 12% del producto interno bruto (PIB) ((CEPAL), 2020)
En la gestión 2021, se observó una recuperación generalizada de la actividad económica
global; sin embargo, las capacidades para mitigar los efectos causados por las olas y variantes
del COVID-19, así como, los resultados obtenidos fueron heterogéneos entre los países.
Asimismo, debido a presiones en la demanda y las restricciones en la oferta, se germinó un
importante aumento de la inflación global, generando un mayor desafío sobre todo para las
economías en desarrollo.
En este contexto, la economía boliviana reportó un crecimiento económico de 6,1% el año
2021, cimentado en el retorno del Modelo Económico Social Comunitario Productivo y el
Plan Estratégico de Lucha contra el COVID-19, que establecieron condiciones adecuadas para
4

a una normalidad progresiva en las actividades económicas. El crecimiento observado del PIB
superó las previsiones de organismos internacionales y evidenció la importante recuperación
respecto al año 2020; este resultado generó certidumbre en la población boliviana y, en
conjunto con otras variables, se consolidó un escenario de estabilidad macroeconómica.
5.2. Desarrollo
5.3. Determinación del modelo macroeconómico de equilibrio.
En las últimas décadas el sector financiero ha adquirido un rol importante para explicar las
fluctuaciones del sector real de la economía. En este sentido, la estabilidad financiera ha
surgido como un importante objetivo de política pública, ya que se reconoce que el impacto de
una crisis financiera tiene una fuerte repercusión en los sectores real, monetario, fiscal y
externo. La crisis financiera que se desarrolló a partir de 2007 ha dejado en claro que los
modelos macroeconómicos tienen que asignar un papel más importante al sector financiero
para analizar la dinámica del ciclo económico ya que no pudieron explicar sus fundamentos.
Desde entonces se viene desarrollando una nueva generación de modelos DSGE que intentan
incorporar a los intermediarios financieros, reconociendo que el ciclo económico puede ser
claramente afectado por el sistema financiero.
5.4. Diagnóstico de la situación de la economía en 2019.
En efecto, desde noviembre de 2019 se marcó la interrupción del Modelo Económico Social
Comunitario Productivo (MESCP) que había permitido al país registrar notables avances en
sus indicadores macroeconómicos y sociales, y destacarse por su positivo desempeño a nivel
regional, incluso en períodos de contexto externo adverso como el vivido en los últimos años
previos a 2020.
A su llegada al poder, el gobierno de facto asumió determinaciones de corte neoliberal y en
contra de los lineamientos y avances del MESCP, como la paralización de la inversión pública
–motor del crecimiento en los casi catorce años previos–, el ataque frontal a las empresas
públicas, medidas en contra del impulso productivo como la disminución de límites de cartera
productiva en el sistema financiero, entre otros, que tuvieron un impacto negativo en la
economía boliviana.
Así, durante el primer trimestre del año la economía se mostraba debilitada, con un
crecimiento cercano a cero, y un bajo desempeño en todos los sectores, destacándose
5

especialmente el fuerte retroceso del rubro de construcción, asociado a las decisiones del
gobierno en relación a la inversión pública.
A mediados de marzo llegó la pandemia al país, que fue previamente anunciada y alertada, y
sobre el cual el gobierno de turno no tomó previsiones. Así, a su arribo, el gobierno decidió la
aplicación de una cuarentena rígida que socavó la actividad económica, el empleo y los
ingresos de los bolivianos, sin considerar que una importante parte de la población dependía
de sus actividades diarias para su sostenimiento (García, 2021)
En ese escenario, en 2020 la economía boliviana mostró su más grande contracción desde
1953, alcanzando una tasa negativa de 8,2% hasta noviembre, según cifras del Índice Global
de Actividad Económica (IGAE); con un fuerte desplome de la demanda interna –
principalmente incidida por el retroceso del consumo de hogares y de la inversión pública– y
la caída de casi la totalidad de las actividades económicas. A diferencia de la administración
de las finanzas públicas de los catorce años previos, en los cuales la política fiscal
desempeñaba un rol fundamental en el impulso de la economía boliviana, específicamente por
la contribución de la inversión pública al desarrollo productivo, al proceso de industrialización
y a la política de redistribución de los ingresos, en 2020 ésta presentó un drástico cambio, que
exacerbó y contribuyó de forma importante al deterioro de la economía nacional en el
contexto de pandemia, en el que se requería de una política fiscal contra cíclica.
En efecto, la gestión pública estuvo marcada por características de improvisación,
ineficiencia, hechos de corrupción, y con determinaciones de corte neoliberal, como la
decisión de paralizar y recortar la inversión pública con el objetivo de reducir el déficit fiscal,
y la ausencia de medidas que lograran amortiguar el impacto de la crisis sanitaria.
Como resultado, se registró un elevado déficit fiscal en el año, 12,2% del Producto Interno
Bruto (PIB), que contrariamente a gestiones anteriores no fue explicado por el gasto de
capital; observándose así un balance corriente deficitario por primera vez en 16 años; la
inversión pública se desplomó en 52,7% y se atentó contra la política de endeudamiento
público sostenible, con un fuerte incremento de la deuda interna en particular y el deterioro de
su calidad
5.5. Identificación de las medidas fiscales y monetarias aplicadas.
con el fin de apoyar a uno de los sectores más vulnerables como son los adultos mayores, y de
mantener el poder adquisitivo de la población rentista del Sistema de Reparto y de los
6

jubilados del Sistema Integral de Pensiones (SIP), el Gobierno nacional determinó el aumento
adicional y extraordinario en las rentas mensuales de ambos sectores. Más de 219.000
jubilados y rentistas se beneficiaron con esta medida.
Desde el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, se procedió al saneamiento
administrativo de todos los temas pendientes, incluidos los laudos arbitrales, en beneficio de
los trabajadores.
Otra de las medidas fue la promulgación de la Ley 1355 del Régimen de Reintegro en
Efectivo del Impuesto al Valor Agregado (Re-IVA). Tuvo como objetivo redistribuir el
ingreso e incentivar la mayor facturación por la compra de bienes y servicios en el mercado
interno.
Se puso en vigencia la Ley Financial 1356 del Presupuesto General del Estado (PGE) 2021
que perfila un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en torno al 4,8%; prioriza la
inversión pública para reactivar la economía del país, reduce el gasto corriente y asegura los
bonos sociales para fortalecer la redistribución de ingresos. Esta norma garantizó el
presupuesto para la compra de vacunas ya que destina el 10% para salud.
La Ley 1357 del Impuesto a las Grandes Fortunas (IGF) fue otra de las medidas. Grava a las
personas que tengan un patrimonio superior a Bs 30 millones. Los créditos productivos no
estuvieron al margen en estos tres primeros meses.
El Gobierno aprobó un Decreto Supremo por el cual se destina Bs 911 millones para créditos
dirigidos a financiar la elaboración de materias primas, insumos y manufacturas que
sustituyan las importaciones. El objetivo fue apoyar a la recuperación del sector productivo,
generar empleos y reactivar el mercado interno.
Con la aprobación del Decreto Supremo 4393, se recuperó el Ministerio de Culturas,
Descolonización y Despatriarcalización, institución cerrada en junio. El fomento al turismo es
otro de los ejes de acción del Gobierno. Mediante el Decreto Supremo 4400, establece
aumentar tres días de vacación a los servidores públicos que elijan algún lugar turístico del
país y fomenta la posibilidad de pagar paquetes turísticos a plazos.
Además, se retomó la reactivación de la construcción del megaproyecto Tren Metropolitano o
Mi Tren, que unirá a seis municipios del departamento de Cochabamba y aliviará el problema
del tráfico vehicular y transporte de pasajeros, además de la generación de fuentes laborales.
7

Ahora, las principales metas macroeconómicas, según el Programa Fiscal Financiero 2021,
son: un crecimiento del PIB de alrededor del 4,4%, una inflación de fin de período en torno al
2,6% y un déficit fiscal de aproximadamente 9,7% del PIB, además de retomar las políticas
redistributivas y de protección social implementadas por el Gobierno nacional a través de los
bonos Juancito Pinto, Juana Azurduy, Renta Dignidad, entre otros.
5.6. Evaluación de las variables macroeconómicas en 2022.
5.6.1. PIB por actividad económica
En el primer trimestre de 2022, respecto de similar período de 2021, las actividades
económicas que registraron mayor crecimiento fueron Transporte y Almacenamiento con
variación positiva de 11,09%, Electricidad, Gas y Agua que reportó incremento de 8,82% y
Construcción en 7,07%. En el primer caso, el incremento se debió al repunte del transporte
aéreo que incrementó 44,43% gracias al mayor flujo de pasajeros. Respecto de los servicios
básicos la provisión de electricidad registró el mayor crecimiento de 9,60%. Por su parte la
actividad de la Construcción fue impulsada por la inversión pública y las edificaciones
privadas, que resultó en el incremento de las ventas de cemento en 13,78%.
A pesar que el sector de la industria Manufacturera, en el periodo de análisis registró un
crecimiento de 2,06%, al interior de este sector, las actividades del subsector de la Industria de
Alimentos registraron una importante recuperación, una de ellas es la actividad
agroexportadora de la industria oleaginosa que creció en 12,77%, así también la industria de
carnes frescas y elaboradas que mostró un incremento de 5,78%.
Respecto de la Industria no Alimentaria, destaca el crecimiento de 14,85% de las industrias
químicas debido a la reactivación de la industria de urea y derivados de litio, por su parte las
industrias de productos Básicos de Metales se incrementaron en 10,84% principalmente
debido al crecimiento de la producción de estaño metálico. (Ver grafico1)
5.6.2. PIB por tipo de gasto
El comportamiento del PIB por Tipo de Gasto para el primer trimestre de 2022 se explica por
la recuperación de las exportaciones de Bienes y Servicios que incrementaron en 10,30%. Le
sigue en orden de importancia la Formación Bruta de Capital Fijo que aumentó en 7,22%.
Debe resaltarse el incremento del Gasto de Consumo Final de los Hogares en 3,98%, efecto
del dinamismo interno otorgado por las políticas públicas implementadas.
8

Se debe notar, que si bien las Exportaciones de Bienes y Servicios, registra la mayor tasa de
crecimiento como componente del PIB, el mayor aporte al crecimiento del PIB, viene dado
por el mercado interno, que contribuye con 3,36 puntos porcentuales, en el total de
crecimiento del PIB de 3,97%, mientras que el mercado externo aporta con el 0,61puntos
porcentuales de dicho total. (Ver grafico2).
5.7. Conclusiones y recomendaciones.
Para 2021, la CEPAL prevé una ligera recuperación de la actividad económica, con un
crecimiento en torno al 3%. Las perspectivas de crecimiento estarán limitadas por la relativa
debilidad de la demanda externa, así como por el estrecho margen disponible para
implementar políticas orientadas a la reactivación económica. En dicho escenario, bajo el
supuesto de que se mantendrá el régimen de tipo de cambio, el mayor dinamismo de la
demanda interna se traducirá en un ligero repunte de la inflación y un deterioro del balance en
cuenta corriente. Aunque el déficit fiscal se reducirá con respecto a 2020, será cercano a un
8% del PIB en 2021.
La crítica situación macroeconómica también se reflejó en la fuerte afectación de los
indicadores sociales en el año. El desempleo casi se duplicó en 2020, cerrando la gestión en
8,4%, retornando a niveles observados en el período neoliberal. Igualmente, se evidenció en el
año el retroceso en los avances que el país había mostrado, en el marco del MESCP, en
relación a la reducción de la pobreza y la desigualdad; en efecto, ambos indicadores crecieron
en 2020 y se apreció una reducción de la proporción de la población de clase media, a favor
del engrosamiento de la población de bajos ingresos y también de la clase de elevadas rentas.
5.8. Anexos
Grafico 1 Variación del PIB por actividad económica
9

Grafico 2 Variación del PIB por tipo de Gasto


10

Grafico 3 Contribución al crecimiento del PIB por tipo de gasto

5.9. Bibliografía
• (CEPAL), C. E. (2020). Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el
Caribe .
• García, M. M. (2021). Memoria de la Economía Boliviana 2020. La Paz-Bolivia.

También podría gustarte