Martin Ramirez Reseña Ccac

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Mi s e e I á n e a

planos, los habita , está sujeto a ellos .


Debe dec idir ent re ambos , pero su deci-
sión no necesariamente afecta el mundo
externo, aunque siempre afecta a los
Artes..".
..
ot ros.
El tema de la elección es central a este
libro. ¿Quién eligió alos protagonistas?, Plásticas
.. "
para empezar. ¿Quién escoge después a
los lectores? En parte, sus enemigos mis-
mos y el cuestionamiento que representa EL LABERINTO
,
han con tribuido a crearle un espacio 'cu-
ambos hombres se transforman. A Gibreel
le sale un halo, y comienza a creer que ti e- yas coordenadas escapan a la sola lite ra-
DEMAR
, TIN
ne una misión, o ta l vez 'enloquece y su tura. En el centro de este territorio que el RAMIREZ
locura toma la forma de una misión por t ext o marca con valor, con humor y con
cumplir. Saladin se hace más y más pelu- una buena dosis de insolencia, se encuen-
do, adquiere pezuñas de cabra y le empie- tra la divinidad o su idea. ¿Existe Dios? No Antonio Marquet
zan a salir un par de prot uberancias en las lo sabemos, ni el texto ni vo.pero el autor
sienes. Asf principia el trayect o que los ha es esa misma duda hecha dinámica, ex-
ploración, ensayo de múltiples respuestas.
.1
!:
de llevar a laconfront acion f inal que se- La caracterrstica-más evidente de la co-
llará su destino . Parallegar ahf pasarán por En cada página, el miedo y la ignorancia lección de dibujos de Martfn Ramfrez
los inf iernos de la meta morfo sis, el sue- t rabajan arduamente, y de la mano de Gi- _ (1885-1960) que se expone en el Centre
ño, los celos y la t raición; sumergirán sus breel y Saladin vamos por un mundo cuyo Cultural Arte Contemporáneo, es la repe-
almas en el pant ano de la historia, la reli - únic o sistema de señales es la mujer ; un tición. En efecto, en los trescientos cua-
gión y lo posible. Con ellos con oceremos mundo que siempre saca ventaja de no- dros que se conservan del pintor predo-
a Allie Cone, la mujer de pies planos a sot ros y nos engaña con contratos jugo- mina una disposición teatral en cuyo
quien un f antasma hostiga para que as- sos, con el encanto de la fama. Es ahl don- centro aparecensus personajes preferidos
cienda sola al Everest ; a Jump y, amigo de de los personajes ganan'y pierden. Tal el -siempre en posición frontal o de perfil --:
Saladin, quien consuela a su esposa por t erreno, tales las marcas. Al borde de todo que se reducen a algunos animales (cier-
su "pé rdida irreparable" y se conviert e en ello, en la lectura, nuestra partic ipación vos, conejos, caballos), la Virgen, y hom-
su amant e; a Ay esha, visionaria frfa y cu- ávida se vuelve complicidad y elección . A bres que permanecen inmovilizados en
bierta de mar iposas que conduce a todo lo largo y a lo ancho de una novela ancha una atmó sfera recóndita, iluminada con
un pueblo en una peregrinación imposible; y larga present imos nuestro papel como tonos en los que predomina el amarillo del
a Rosa Diamond, quien vivió para el amor una actividad nacida del contagio. Noso- papel que nunca 11ega a ser totalmente re-
en las Pampas argent inas; a los seres que tros , aqul mismo , viv imos en un mundo cubierto por el color .
pueblan Londres (Ellow en Deeow enl. la parecido a ese mundo, y nuestras decisio-- Con este limitado número de elemen-
ciudad " visible pero no vista" ; a Azraeel, nes también son import ant es. tos cromáticos y temáticos, y una técni-
la trompeta justiciera que incendia una vez Oriente y Occidente son las dos caras ca sencilla, Ramfrez crea un estilo muy
más la urbe; a Mahound, el profet a de la de una misma prisión: el mundo como una personal. Suscuadros, hechos en los quin-
ciudad de arena, a quien se le manifiesta serie de marcos de referencia excluyentes. ce últimos años de su vida , sorprenden
un ángel cuy as revelaciones conti enen al- Contra esta idea, contra esta determ ina- porque muest ran tenazmente una interio-
gunos versfculos satánicos; a Baal, el poe- ción se mueve el texto sacando hilos nue- ridad que no deja de plantear enigmas al
ta, que se casa con doce prostit ut as que vos para deshacer un viejo nudo: la lucha espectador.
son el espejo profano de las esposas de ent re el Bien y el Mal . Ante la inevitabili- Los laberintos de Ramrrez, fabricados
Mahound ; a Zeendy, la mujer que siempre dad de caer en esa dicotomía, Los ver- coI} líneas perpendiculares o curvas que
exige algo ditrcil. . . sic úlos satánicos le hace frente y se intro- se multiplica-n simétricamente, no escon -
Por ese itinerario delirant e, Gibreel y duce en ella para tratar de romperla desde' den Minotauro alguno. Son más bien un
Saladin se acercan al encuentro que rom- adentro . El libro concluye con una lámpa- espacio protector, contruido una y otra
perá la doble máscara que los mant iene ra maravillosa y con un genio en forma hu- vez, para servir de refugio a un mensaje
unidos durante cientos de páginas. A pe- mana. Esta aparente contradicción es la impuesto por el inconscient e del artista,
sar de las apariencias, no estamos ante un f órmula misma del texto: lo maravilloso quien permaneció durante más de treinta
libro est ructurado a base de oposiciones, y lo humano se generan mutuamente. Al años int ernado en hospitales psiquiátricos
sino desde una serie de tension es entre final, una supervivencia y nuestra lectu- de California: era un catatónico que sufrfa
centros de gravedad hist óricos, religiosos, ra (nuest ra supervivencia en una lectura paranoia esquizofrénica .
cultura les e individuales. La cultura colo- - reflejos a ambos lados del delirio-) son ¿Essorpresa, temor , o desconcierto lo
nizada y subdes arrollada de Bombav y el el fruto único pero indeterminable de esta que muest ran los rostros de los persona -
deslumbramiento de la metró polis en de- novela que debe leerse no contra o por en- jes de Ramfrez? Su actitud parece defen -
cadencia son dos pulsiones con trad icto- cima, sino a t ravés de la polémica que ha siva: alguno's hombres se present~n con
rias ent re las cuales t it ubea el alma de los despertado, y que es, ella misma, testimo- las manos entrelazadas y los brazos en el
protagonistas . La f e y lo racional son sub- nio de su singular poder: la literatura como pecho; los animales, con la cabeza reco -
vert idos primero, luego explorados como . redef inición del alma. ~ gida en actitud defensiva. Muchos de los
dos planos dif erent es (pero no siempre Salman Rushdie. Los verstcútos satánicos. Gran personajes, con ojos casi siempre desor-
opuestos). El hombre se mueve en estos Bretaña , Viking (Penguin Group); 1988,547 pp . bitados , más que inmóviles parecen para-

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lizados por emociones ante las cuales no
pueden reaccionar. Ramlrez incluso llega
a representar a un hombre de espaldas en
el centro de su laberinto o al tigre que se
dirige hacia el fondo de su guarida.
Pacientemente trazados, en sus esce-
narios no existé el rumor del-público. Las
historias elementales suceden en el más
completo silencio: el espectador tiene la
impresión de que las máquinas atraviesan
los desoladospaisajes sín perturbarlos con
su silbido .
Es preciso insistir en el inmovilismó de
los personajes de Ramlrez: algunos son
transportados en extrañas góndolas, otros
se muestran paralizados en un escenario;
_los animales se encuentran en reposo o en
una actitud expectativa. Las coordenadas
temporales, por su parte, también han de-
saparecido : serIa difIcil determinar si es
noche o dla en sus atmósferas. Sus cua-
dros están en un presente cristalizado,
iluminado por una misma luz cenital que
ahuyenta a las sombras, privando a los (Bowman ) o suponer que se volvió loco
personajes de profundidád, de volumen: ' porque vio fru strado su talento plástico
uno de ellos parecerla que flota. (Smith) . La obra de Ramlrez se presta a
El trabajo de Ramlrez se concentra ob- todo tipo de elucubraciones: los escasos
sesivamente en la lInea que inmediata- datos de la vida del pint or con que se
mente se multiplica y cuya fuerza provie - cuenta osI como las dramáti cas circuns-
ne del hecho de que es un sustituto ta ncias de su vida y sobre toda la fuerza
integral de la-palabra y de que quizá la re- de su pintura. dan pábulo a ello.
petición de lIneas sea un ritual obsesivo Es innegabl e. sin embargo, que el uni-
que de alguna manera lo reconforta. Ra- verso de M artln Ramlrezestá fuertemen-
mlrez dejó de hablar en 1925 y hasta el te sexualizado : incluso se podrla interpre-
momento de su muerte, en 1960, se re- tar su alternanci a de lineas curvas y rectas
fugió en un prolongado mutismo sólo "in- como una forma de expresar su sexuali-
terrumpido" por los dibujos que ofreció al dad. ¡;stas , Quegeneralmente tienden ha-
doctor Tarmo Pasto a mediados de los cia arriba. representarlan la dimensión
años cuarenta. Su lInea firme, clara, tra - masculina ; la linea curva , la femenina.
zada con una gran seguridad, construye Más t ransparent e. su sexualidad se en-
espacios simétricos que aIslan y protegen cuentra en esa tendencia a representarflo-
al mismo tiempo a un hombre enfermo en res campa nifo rm es. tú neles, balcones,
un pals extraño con una lengua y costum- góndolas, vulvas, puertas, torres , los tre-
bres muy diferentes. nes que penetran túneles. jinetes apuntan-
La pintura de Martln Ramlrez es una do a mujeres sacadas de revistas de la-
manifestación de los temas que trabajan época.
su inconsciente. Sus cuadros son proyec- Sin llegar a ser opresivo, en sus dibujos
ciones de sus temores, deseos o recuer- aparece un universo cerrado protegido por
dos "inmediatos (recuérdese el dibujo "del sinuosos caminos . Cort inajes. escenogra-
concierto o del sacerdote oficiando misa tras, cercas , túneles , volutas incontables
que seguramente son evocaciones de los hay que traspasar antes de acceder a per-
acontecimientos de su vida en el hospital). sonajes que se encuentran siempre en ci-
No es un paisajista o un retratista, puesto mas de pirámides o colinas , en el fondo
que estos pintores tienen un modelo en la de túneles o abismos , en el centro de re-
realidad. RamlreZse ha fugado del univer- ducidos escenarios .
so social y dibuja un mundo interior que Muchos de sus cuadros son proyeccio-
no puede ser verbalizado. Resulta excesi - nes de sus deseos: débil; enfermo, inter-
vo y hasta ridlculo hacer de este pintor un nado,' sueña con la libertad del jinete que
crftlco del sistema educativo, o afirmar recorre caminos y sobre un caballo blan-
que sus ciudades son una visión de la Je- de su pistola en un despliegue de fuerza.
rusalem celestial o que refleja una tradr- Ese deseo de evasión es visible también
cióri medieval porque ilumina iniciales en el jinete que en la cima de la montaña

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M I
. s e e I á n e a
salta hacia el vac ío en un intent o por -al"
canzar algo situado más alla del cuadro.
MESA DE món López Vela;de. Si con Los Contem-
poráneos ayer, Sheridan hizo leer con
Aunque sus cuadros no pueden ser in- NOVEDADES otros ojos a la generación de poetas me-
terpretados de manera univoca. se trans - xicanos, su López Velarde ilumina nuevas
parenta un deseo por exhibirse , por ser el zonas sobre uno de los casos más fasci-
centro de atenc ión a tra vés de esa obses i- nantes de la literatura mexicana . Crónica
Tres visitas a L6pez Ve/arde y un álbum
va representación de un pequeño escena - que es crltica literaria, biogratra que' se
fotográfico
rio ocupado en su to ta lidad por un perso- transforma en novela, narración de aven-
naje, que de esta forma se ve magnificado. turas que deviene historia.
Sus cuadros que muest ran a un ser Por su parte, Tomás Segovia propone
Consumida la "galana pólvora de los
inerme , frágil (a pesar de que representa una nueva lectura del lugar común del Ló-
fuegos de artificio" del homenaje cente-
tigres o jinetes armados apunt ando, no pez Velarde crucificado entre la castidad
nario a Ramón López Velarde, el brillo del
existe agresividad alguná) pone n en evi - y la pasión. Segbviademuestra que resulta
poeta continúa provocando las pasiones
dencia su pasividad, su estu por, el inmo- más inquietante y verosfmil un López Ve-
crlticas más diversas. Asrlo demuestra la
vil ismo de su cat at onia y sobre t odo un . larde activo, provocador y torturado, que
mundo desarticulado: los personajes es- revista Vuelta, en su número de mayo, con
el santo inocente, pasivo y a merced de
tán aislados. Si acaso hay más persona- ensayos de José Luis Martfnez, Guillermo
los demonios. El texto de Segovia se re-
jes a su alreded or ést os no perci ben a los Sheridan y Tomás Segovia, dedicados al
laciona, en el trazo de este mapa que per-
poeta jerezano. Fiel a la minuciosidad que
demás . Esos- universos simét ricos fasci- sigue una "poética del amor", con su pré-:
nantes, lúdicos y naits (adjetivos utiliza- caracteriza las Obras de López Velarde,
lago a la reedición de las Cartas a Clemen-
dos por la crftica para calificarlo), se pre- una de las ediciones críticas ejemplares
tina Otero de 'Gllberto Owen , por la Uni-
sentan como un sustit uto de un mundo que se han publicado en México, en este
versidad Autónoma Metropolitana. Sego-
que él ha abandonado . art ículo Martfnez invita a asomarnos al ta-
via analiza cómo al seductor le importa
Sus cuadros revelan su deseo de regre - ller poético de López Velarde: una prime-
más la seducción que la conquista. De tal
sar al claustro materno. la cara de felici- ra versión manuscrita de la Suave patria,
modo, añade Segovia, la gesta del seduc-
dad, así como el colorido del vestuario del confrontada con la definitiva, nos lleva a tor, desde Lacios a Foucault, es la del Nar-
personaje que se encuent ra metido en comprobar la autocrftica del poeta duran- ciso enamorado de la imagen que su pa-
una vulva es prueba de ello. Por ot ro lado , te la composición de un poema que se ha - sión ha creado. El epistolario de Owen
las Madonas de Ram frez se encuentran salvado -por méritos propios- de los -una de las obras mayores dentro de una
siempre con los brazos abiert os y en una embates de declamadores profesionales y- obra "toda ella mejor" - es un materialli-
actitud de cal idez maternal : son mujeres maestros de civismo. terario y humano -de primer orden- para
omnipotentes capaces de apl ast ar al Mal Elanálisis que Sheridan hace de un poe- el conocimiento de un poeta que dfa con
y proteger al pint or. ma olvidado de LópezVelarde, "Del sue- día gana admiradores de primera fila, es
Una de las f igura s más represent at ivas lo nativo", invita aún más a la lectura de decir, lectores .
de Ramfrez es el t ren cuyo paso se realiza su libro Un corazón adicto: la vida de Ra- La contribución central de nuestra Casa
siempre por zonas accidentadas: de un de Estudios al centenario lopezvelardea-
lado se eleva la mo ntaña, por el otro hay no la constituye el Album López Velarde
un abismo. El tre n reco rre cam inos sinuo- preparado por ElisaGarcfaBarragány Luis
sos que quizá sean sfrnbolo de su propio Mario Schneider bajo el sello del Instituto
y único modo de expresión. Una comuni- de Investigaciones Estéticas. El diseño de
cación que se encuentra entr e el vacro o Ricardo Noriega, el seguimiento del poe-
la barrera inf ranque able , pero que a pesar ta en sus tiempos y espacios, permite dos
de todo se abre paso para expresar su es- lecturas: una, la del texto propiamente di-
tado de derrelicción y esbozar sus parar- cho; otra, la biograffa que las imágenesar-
sos imaginarios . man con elocuencia. Nos desilusiona no
A pesar de su limi t ado vocabulario, los encontrar una fotograffa de la enigmática
cuadros de Ramfrez ti enen una gran fuer- prima Águeda;' más nos hubiera desilusio-
za expresiva: son producto de un esfuer- nado saber que era de carne y hueso. En
zo para traspasar los innumerables muros cambio, por primeravez aparecenlas otras
que existen entre él y el mundo. Son ma- mujeres del universo amoroso de nuestro
nifestación de una voluntad e incluso de poeta: notables sobre todo son las de Ma-
una necesidad exp resiva . Para lograrlo, rfa Puente, la probable musa de Venado,
Ramfrez estaba dispuesto a pintar sobre asf como la excelente muestra iconográ -
cualquier pedazo de papel y a unirlo inclu- fica de los sitios lopezvelardeanos. En su
so con los m-ás insólit os adhesivos (están reconstrucción gráfica del tiempo y el es'-
ensamblados con saliva y papa, que de- pacio de López Velarde, Elisa Garcfa Ba-
rragán y Luis Mario Schneider emprendie-
bió ser parte de su monótona dieta del
ron un trabajo - literalment e- de campo.
hospital) . O
Su Album demuestraque /a peregrinación,
cuando se hace con intenc ión crftica, es
1 El doctor Pasto lo describe de la siguiente un método de trabajo próximo a la novela
manera: "es de constitución magra, sumamen- de aventuras int electuales.
te delgado, Y padeció tuberculosis."
Ramón López Velarde
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