PPL Chile
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Chile
Alumnas
Ortiz Ariadna
Bogado Sharon Tatiana
Acosta Pagano Catalina
Bermudez Yesica
Curso: 5° 4°
Turno: Tarde
Año: 2024
Profesor: Diego Zacarias
“Colegio Nacional”
Proceso de independencia.
El proceso de independencia de Chile fue un periodo de lucha y conflictos que estuvo
marcado por una serie de antecedentes que condujeron a la ruptura con el dominio
colonial español. Estos mismos abarcaron aspectos políticos, económicos y sociales
que crearon un clima propicio para el movimiento independentista. Algunos de los
antecedentes más relevantes incluyen:
Estos antecedentes sentaron las bases para el posterior estallido del proceso
independentista en Chile, que culminó con la proclamación de la independencia el 18
de septiembre de 1810.
Esta batalla, librada el 12 de febrero de 1817, fue una victoria clave para los patriotas
chilenos, liderados por O'Higgins y San Martín, ante las fuerzas realistas. La Batalla de
Chacabuco abrió el camino para la liberación de Santiago y la proclamación de la
independencia de Chile.
La campaña de Chile (1817) y la Batalla de Maipú (1818)
En enero de 1817, San Martín había diseñado un plan conocido como la guerra de
zapa, a que consistía en infiltrar espías en Chile para difundir falsos datos que
desconcertaran a las autoridades españolas. Esto desató la primera batalla, en
Chacabuco. Esta victoria permitió a los patriotas apoderarse de la capital, Santiago de
Chile. Un cabildo abierto le ofreció el poder a San Martín, quien no aceptó. Bernardo
O’Higgins fue nombrado entonces director supremo. En el primer aniversario de la
victoria de Chacabuco su gobierno proclamo la independencia chilena.
Sin embargo, los españoles seguían controlando el sur de Chile, donde contaban con
la colaboración de los araucanos. El virrey del Perú les envío por mar una expedición
de refuerzo, que avanzó hacia la capital. Los patriotas sufrieron la derrota de Chancha
Rayada, pero semanas después, el 5 de abril de 1818 vencieron las fuerzas invasoras
en Maipú, esta batalla fue uno de los enfrentamientos más importantes de la guerra de
independencia de Chile, ya que las tropas chilenas, lideradas por Bernardo O’Higgins
y José de San Martín, lograron derrotar a las fuerzas realistas. Los españoles
mantuvieron su resistencia en el Sur hasta 1820. El último foco realista se mantuvo en
la isla de Chiloé hasta su rendición en 1826.
La toma de Valdivia, una ciudad estratégica en el sur de Chile, fue un importante logro
de las fuerzas independentistas. Esta operación militar, junto con la liberación de otras
ciudades en el sur, contribuyó a la consolidación de la independencia en la región.
Tras la renuncia de O'Higgins en 1823, el general Ramón Freire Serrano asumió como
director Supremo. Él estaba más preocupado en realizar la campaña de Chiloé , la
última milicia en manos de los españoles, dejo la redacción de una nueva Constitución
en manos del congreso, que era liderado por Juan Egaña, el cual dio forma a la
Constitución Moralista de 1823,la cual, desde el principio, tuvo grandes dificultades
para ser puesta en práctica debido a las demandas por partes de las provincias de una
mayor participación política mediante la implementación de un sistema de gobierno
federalista. La idea ganó terreno en el congreso, que aprobó una serie de "leyes
federales" propuestas por José Miguel Infante y de inmediato se comenzó la discusión
de una constitución federal a mediados de 1826.
Ramón Freire, quien estaba descontento con las iniciativas del congreso, presentó su
renuncia. El general Manuel Blanco Encalada, el cual asumió el mando como su
sucesor, fue el primero el gobernar el país con el título de Presidente de la República.
Sin embargo, las dificultades para implementar el federalismo debido a la
inexperiencia de las provincias y sus escasos recursos, dificultaron la marcha del
gobierno, lo que generó que Blanco Encalada renunciara ese mismo año y también
generó el abandono del sistema federalista. Como sucesor, asumió el vicepresidente
Agustín Eyzaguirre hasta enero de 1827. Además de tener que lidiar con la delicada
situación financiera y política, también tuvo que lidiar con el bandolerismo que asolaba
al Sur de Chile.
En este tiempo, por poco tiempo, Ramón Freire volvió a gobernar, pero debido a la
hostilidad del congreso debió renunciar. Como su reemplazo asumió el general liberal
Francisco Antonio Pinto, el cual llamó a elecciones para formar un nuevo congreso
constituyente, en donde los liberales, cuando alcanzaron la mayoría, promulgaron la
Constitución liberal de 1828, la cual establecía que la soberanía residía en la nación y
que la libertad, la propiedad, el derecho de petición y la facultad de publicar sus
opiniones en derechos imprescindibles de las libertades ciudadanas. En este tiempo
surge la oposición política, conformada por conservadores, O'higinistas y estanqueros,
que se unen en su contra y comienza una disputa política, que alcanzó su punto
máximo en las elecciones presidenciales de 1829, ya que la oposición se negó a
aceptar el resultado diciendo que esté era una trampa del gobierno, lo cual
desencadenó la guerra civil de 1829 y 1830.
El resultado de la guerra civil fue favorable para los conservadores liderados por el
general José Joaquín Prieto, quien asumió la presidencia de la República en 1831. En
su gobierno se promulgó la constitución de 1833, que sentó las bases de un régimen
autoritario, que logro traer estabilidad al sistema político chileno.
Chile, en ese momento, estaba bajo la presidencia de Manuel Blanco Encalada, quien
había sucedido a Ramón Freire tras una serie de conflictos políticos. La postura
chilena frente al Congreso de Panamá estuvo condicionada por varios factores. Por un
lado, existía cierta desconfianza hacia las intenciones de Simón Bolívar y sus
propuestas de unión latinoamericana, especialmente considerando las diferencias
ideológicas y políticas que existían entre las diferentes naciones.
Hasta mediados del siglo XIX, la República de Chile experimentó una serie de
cuestiones políticas que influyeron en su desarrollo como nación independiente. Tras
su proceso de independencia de España en 1818, Chile se enfrentó a desafíos
internos y externos que marcaron su evolución política.
En el ámbito interno, uno de los principales desafíos fue la consolidación del poder y la
estabilidad política. Durante este período, se sucedieron diversos gobiernos y se
establecieron diferentes constituciones, lo que reflejaba la búsqueda de un sistema
político que pudiera garantizar la estabilidad y el orden en el país. Además, hubo
tensiones entre facciones políticas y regiones que influyeron en la configuración del
gobierno y la toma de decisiones.
En resumen, hasta mediados del siglo XIX, la República de Chile enfrentó desafíos
políticos relacionados con la consolidación del poder interno, los conflictos externos
con otras naciones sudamericanas y la búsqueda de establecerse como una nación
independiente y próspera. Estas cuestiones políticas contribuyeron a moldear la
identidad política y las relaciones exteriores de Chile en ese período histórico.
En cuanto a la visión sobre la unidad americana que era a mediados del siglo XIX,
Chile estuvo influenciada por diversos factores políticos, económicos e ideológicos que
marcaron el contexto de la época. La idea de unidad americana se refería a la
aspiración de integración y cooperación entre las naciones independientes de América
Latina, con el objetivo de fortalecer su posición frente a potencias extranjeras y
promover el desarrollo regional.
En el ámbito político, hubo figuras prominentes en Chile que abogaban por la unidad
americana como un medio para consolidar la independencia y la soberanía de los
países latinoamericanos. Estas visiones estaban influenciadas por el espíritu de
emancipación y por la voluntad de establecer alianzas estratégicas entre naciones
hermanas para garantizar su autonomía frente a potencias coloniales o imperialistas.
Desde un punto de vista ideológico, las visiones sobre la unidad americana estaban
impregnadas de ideas emancipadoras y antiimperialistas, que buscaban contrarrestar
la influencia de potencias extranjeras en la región. Se promovía la solidaridad entre los
países americanos como un medio para preservar su autonomía y fomentar un sentido
de identidad compartida.
Sin embargo, estas visiones no estuvieron exentas de desafíos y tensiones, ya que las
diferencias políticas, económicas y territoriales entre las naciones latinoamericanas a
menudo dificultaban la materialización concreta de la unidad americana. Además,
conflictos internos y disputas regionales también incidieron en las percepciones sobre
la viabilidad de esta unidad.
Hasta mediados del siglo XIX, las visiones sobre la unidad americana en Chile
estuvieron marcadas por ideales de independencia, cooperación regional y resistencia
a influencias externas. Aunque estas visiones enfrentaron obstáculos prácticos y
diferencias entre las naciones latinoamericanas, constituyeron un elemento importante
en la configuración de las relaciones internacionales y la identidad política de Chile en
ese período histórico.
En términos de problemas con otros países, Chile enfrentó una serie de problemas
con otros países que influyeron en su desarrollo y en sus relaciones exteriores. Estos
problemas estuvieron relacionados con conflictos territoriales, disputas comerciales y
diferencias ideológicas, entre otros aspectos.
Uno de los conflictos más destacados fue la disputa con Perú y Bolivia por el control
de territorios en la región de la actual Bolivia y el norte de Chile. Estas tensiones
territoriales desembocaron en conflictos armados, como la Guerra contra la
Confederación Perú-boliviana (1836-1839) y la Guerra contra Bolivia y Perú (1879-
1884), conocida como la Guerra del Pacífico.
Además, Chile mantuvo tensiones con potencias extranjeras, como España y el Reino
Unido, debido a disputas comerciales y a incidentes diplomáticos que pusieron a
prueba las relaciones bilaterales.
En resumen, hasta mediados del siglo XIX, Chile enfrentó problemas con otros países
relacionados con conflictos territoriales, disputas comerciales y rivalidades políticas e
ideológicas. Estos problemas incidieron en sus relaciones exteriores y en su posición
en el contexto regional, marcando un período de tensiones y desafíos para la joven
república chilena.
Hasta mediados del siglo XIX, la República de Chile enfrentó desafíos políticos
significativos, marcados por visiones sobre la unidad americana, problemas con otros
países y proyectos de nación. Las tensiones territoriales y disputas comerciales
influyeron en su política exterior, mientras que los proyectos de nación buscaron
consolidar un Estado fuerte y promover el desarrollo económico y social. En este
contexto, las visiones sobre la unidad americana se entrelazaron con los desafíos
políticos, reflejando la búsqueda de identidad nacional y el posicionamiento de Chile
en un escenario regional e internacional complejo.