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Universidad Autónoma del Estado de México

Facultad de Ciencias Agrícolas

Licenciatura de Ingeniero Agrónomo Industrial

Unidad de aprendizaje:
Cultivos Agroindustriales

DIAPORAMA:
Caña de azúcar:
Generalidades y factores
agrometeorológicos

Autor: Dr. NESTOR PONCE GARCÍA

Septiembre de 2015
El cultivo de la Caña de
Azúcar es uno de los más
antiguos del mundo.

Algunos estudios señalan que


hace más de 5 mil años ya se
cultivaba; otros estudios indican
que su antigüedad es al menos de
3 mil años.
Es fuente de azúcar, biocombustible,
fibra, fertilizante y otros productos y
subproductos con sustentabilidad
ecológica.

El jugo de la caña se utiliza en la


producción de azúcar. Los principales
subproductos son el bagazo y las
melazas.
La melaza es la materia prima
para las industrias del alcohol y sus
derivados.

El exceso de bagazo es usado


como materia prima para la
industria del papel.

En la mayoría de los molinos


azucareros es factible co-generar
energía usando el bagazo como
combustible.
Las secciones de los tallos son
llamadas “esquejes” o semillas.

Cada esqueje contiene una o


más yemas.

Las yemas, localizadas en la


banda radicular del nudo, son
tallos embrionarios, que consisten
en un tallo en miniatura con hojas
“esqueje” o semilla pequeñas.
Normalmente hay una yema en
cada nudo, las cuales se alternan a
cado lado del tallo.

Las variaciones de la yema en


cuanto a tamaño, forma y otras
características permiten distinguir
las diferentes variedades.

Cada esqueje también tiene un


círculo de pequeños puntos sobre
“esqueje” o semilla el nudo, que corresponden a los
primordios radiculares.
La yema brota y da origen a
un tallo primario, mientras que
a partir de los primordios se
generan las raíces de esqueje.

Casi un mes después de la


germinación (en la brotación de
las yemas), la planta vive a
expensas de las reservas
presentes en el trozo de
semilla, y usa parcialmente el
agua y nutrientes suministrados
por las primeras raíces.
El tallo también se
llama "caña triturable". Se
desarrolla a partir de una
yema del esqueje.

Cuando el esqueje es
plantado, cada yema
puede formar un tallo
primario.

De este tallo nacen los


tallos secundarios,
llamados “retoños”, que se
forman de las yemas
subterráneas del tallo
primario.
Sucesivamente, nuevos
retoños pueden formarse de
las yemas subterráneas de los
tallos secundarios.

El tallo está formado por


segmentos que tienen nudos y
entrenudos.

El nudo es la parte por la


cual la hoja se conecta al tallo
y donde están las yemas y los
primordios radiculares.
Los colores del tallo en la región
de los entrenudos dependen de la
variedad de caña y de las condiciones
ambientales.

La misma variedad cultivada en


diferentes climas puede mostrar
distintos colores.

Todos los colores del tallo se


derivan de dos pigmentos principales:
el color rojo, proveniente de la
antocianina y el color verde, de la
clorofila.
El tallo es macizo de 2 a 5 m de altura y de 5 a 6 cms
de diámetro.

Acumula un jugo rico en sacarosa, compuesto que al


ser extraído y cristalizado en el ingenio, forma el azúcar.

La sacarosa es sintetizada gracias a la energía tomada


del sol durante la fotosíntesis por las hojas, mismas que
llegan a medir de 2 a 4 m de longitud.
Está formado por dos partes: la
vaina y el limbo, separadas por la
articulación de unión del limbo.

El limbo o lámina, como su


nombre lo indica, cubre
completamente el tallo,
extendiéndose casi por todo el
entrenudo.
El número de hojas verdes por
tallo es alrededor de 10,
dependiendo de la variedad y de las
condiciones de cultivo.

Generalmente están dispuestas


en forma alternada a lo largo de los
nudos, formando así dos flancos
en lados opuestos.
La inflorescencia de la caña de
azúcar, o bohordo floral, es una
panoja ramificada. También es
conocida como “flecha”.

Cada flecha está formada por


varios miles de pequeñas flores,
cada una capaz de producir una
semilla.

Las semillas son extremadamente


pequeñas, habiendo alrededor de
250 semillas/g
Para la producción comercial de
caña de azúcar, el desarrollo de la
inflorescencia tiene poca
importancia económica.

La floración es más importante


para el cruzamiento y producción de
variedades híbridas.

Condiciones óptimas de
crecimiento durante la fase
vegetativa limitan la floración,
mientras que condiciones de estrés
induce la formación de flores.
El desarrollo del sistema
radicular comienza después de la
plantación de los esquejes con al
menos una yema lateral.

Las primeras raíces en formarse


son las de esqueje (verdaderas),
que emergen como una banda de
primordios radiculares sobre la
cicatriz foliar de los nudos del
esqueje.
Las raíces de esqueje son finas
y muy ramificadas, y sustentan a
la planta en crecimiento durante
las primeras semanas después de
la germinación.

Las raíces de tallo son el


segundo tipo de raíces que
emergen desde la base del nuevo
tallo a los 5-7 días de plantado;
son más gruesas y carnosas y se
desarrollan hasta formar el
principal sistema radicular de la
planta.
Las raíces de esqueje continúan creciendo por un período
de 6-15 días después de la plantación, y la mayoría senesce y
desaparece a los 60-90 días.

A los 3 meses de edad, las raíces de esqueje son menos del


2% de la masa radicular total.
La caña tiene
esencialmente cuatro
fases de crecimiento:

• fase de germinación,
• fase de ahijamiento
o fase formativa,

• fase de gran crecimiento


• fase de maduración.
La fase se extiende desde el
transplante hasta la completa
germinación de las yemas.

Bajo condiciones de campo, la


germinación comienza entre los 7-
10 días y se extiende hasta los 30-35
días.

La germinación implica una


activación y consiguiente
brotación de las yemas vegetativas.
La germinación de las yemas es
influenciada por factores externos
e internos.

Los factores externos son la


humedad, la temperatura y la
aireación del suelo.

Los factores internos son la


sanidad de la yema, la humedad del
esqueje, el contenido de azúcar
reductor del esqueje y su estado
nutricional.
La °T óptima de brotación es de
alrededor de 28-30°C; la mínima para
la germinación es de 12 °C.

La germinación produce una


mayor respiración, por eso es
importante una buena aireación del
suelo.

Los suelos abiertos, bien


estructurados y porosos permiten
una mejor germinación.

Una germinación alrededor del


60% puede ser considerada segura
para un cultivo satisfactorio de
caña.
Esta fase comienza alrededor de los
40 días después de la plantación y
puede extenderse hasta los 120 días.

El ahijamiento es el proceso
fisiológico de ramificación subterránea
múltiple, que se origina a partir de las
articulaciones nodales compactas del
tallo primario.

El ahijamiento le da al cultivo un
número adecuado de tallos, que
permitan obtener un buen
rendimiento.
Diversos factores, tales
como: la variedad, la luz, la
temperatura, el riego (humedad
del suelo) y las prácticas de
fertilización afectan el
ahijamiento.

La luz es el factor externo


más influye. La incidencia de una
iluminación adecuada en la base
de la planta durante el período
de ahijamiento, es de vital
importancia.
°T óptima ahijamiento = 30ºC; °T
inferiores a 20ºC lo retardan.

Los primeros hijuelos o retoños


originan tallos más gruesos y pesados.
Los retoños posteriores mueren o se
quedan cortos o inmaduros.

A los 90-120 días después de la


plantación se alcanza la población
máxima de retoños. A los 150-180 días,
por lo menos el 50% de los tallos
mueren y se determina la población
final de tallos.
Labores culturales como el
espaciamiento, la época de
fertirrigación, la disponibilidad de agua
y el control de malas hierbas afectan al
ahijamiento.

Aunque se forman entre 6-8 retoños


por yema, sólo entre 1 y 2 llegan a
formar cañas.

La promoción de un buen
ahijamiento es importante para lograr
una población adecuada de cañas.
Esta fase comienza a los 120 días
después de la plantación y se
extiende hasta los 270 días, en un
cultivo de 12 meses de duración.

Durante la primera etapa de


esta fase ocurre la estabilización de
los retoños. De todos los retoños
formados sólo el 40 - 50% sobrevive
y llega a formar cañas triturables.
Esta es la fase más importante del
cultivo, en la que se determinan la
formación y elongación real de la caña y
su rendimiento.

En esta fase ocurre una formación


frecuente y rápida de hojas,
alcanzando un Índice de Área Foliar
(IAF) de 6-7.

Bajo condiciones favorables, los


tallos crecen rápidamente, formando
de 4-5 nudos por mes.
El riego, la fertirrigación y la
presencia de condiciones climáticas
de calor, humedad y soleamiento
favorecen una mayor elongación de
la caña.

El estrés hídrico reduce la


longitud internodal. Temperaturas
sobre 30ºC, con humedad cercana
al 80%, son más adecuadas para un
buen crecimiento.
En un cultivo de 12 meses de duración, la fase de
maduración dura cerca de 3 meses, comenzando a los 270 -
360 días.

Durante esta fase ocurre la síntesis de azúcar, con una


rápida acumulación de ésta y el crecimiento vegetativo
disminuye.

A medida que avanza la maduración, los azúcares simples


(monosacáridos, como fructosa y glucosa) son convertidos en
azúcar de caña (sacarosa, que es un disacárido).
La maduración de la caña ocurre
desde la base hacia el ápice, por esta
razón la parte basal contiene más
azúcares que la parte superior de la
planta.

Condiciones de abundante
luminosidad, cielos claros, noches
frescas, días calurosos (es decir, con
mayor variación diaria de temperatura)
y climas secos, son altamente
estimulantes para la maduración.
Se distinguen principalmente por su coloración:
1. cañas verdes y amarillas:
criolla y cristalina

2. Cañas moradas y rojas:


violeta
3. Cañas veteadas o rayadas:
listada

Page 32
La Caña Criolla (Saccharum offinarum), es la más antigua y la más
repartida en la República Mexicana.

 Posee jugo abundante y de alta riqueza en sacarosa.

 Tiene gran vitalidad, pues a pesar de su larga estancia en


nuestros campos, no ha degenerado en lo más mínimo.

 Presenta el inconveniente de que es muy sensible a climas


extremos, por lo que suele enfermarse algunas veces.

 Llega a alcanzar 3.5 m de altura y sus cañutos son delgados.

Page 33
En la Caña Cristalina (Saccharum lubridatium) los tallos llegan a medir
hasta 6.5 m.

Su nombre procede del aspecto de su tallo, cuyos cañutos están cubiertos


de una capa de vello blanquecino le infieren brillantes reflejos.

El color de sus hojas, es de un verde más oscuro que el de las otras


variedades.

Este tipo de caña es robusto y tiene mayor resistencia a las


adversas condiciones meteorológicas; pero tiene el defecto de ser
muy dura, exigiendo con este motivo mayor gasto de energía en los
trapiches.

Se cultiva en los estados de Morelos, Puebla y en algunas zonas de


Campeche.

Page 34
La Caña Violeta (Saccharum violaceum ) tiene los tallos con una
coloración violeta y las hojas ofrecen un color verde intenso.

resistir mejor que las otras a las bajas de


Tiene la ventaja de
temperatura y ser también más precoz.

desventajas es su tendencia a secarse rápidamente y


Una de sus
ser menos jugosa que sus congéneres.

Page 35
La Caña Veteada (Saccharum versicola) y alcanza una altura de
3.5 m.

Resiste muy bien a los efectos del frío, es precoz y se distingue


de las otras por su agradable aspecto rayado de amarillo y rojo violeta.

Page 36
La caña se cultiva a latitud 36.7º N y 31.0º S.

Desde el nivel del mar hasta altitudes de casi


1000 m.

Es esencialmente, un cultivo tropical.

Es de larga duración, por lo que


prácticamente crece en todas las estaciones
del año.
Los principales componentes climáticos
de que controlan el crecimiento, el
rendimiento y la calidad de la caña son:

- temperatura
- luz
- humedad disponible

La planta crece bien en regiones


tropicales asoleadas.
Las características climáticas ideales
para lograr una máxima producción de
azúcar son:

-Presencia de una estación


calurosa larga

- Alta incidencia de radiación solar

- Adecuada humedad (pluviometría).


La planta utiliza entre 148 a 300 g de agua
para producir 1 g de materia seca.

La presencia de una estación seca,


soleada y fresca, libre de heladas es
necesaria para la maduración y
cosecha.
El % de humedad cae drásticamente a lo
largo del ciclo de crecimiento, de un 83%
en plantas muy jóvenes a un 71% en cañas
maduras.

Por otro lado, la sacarosa aumenta


al menos de 10 hasta 45% del peso seco.
Lluvia: Una precipitación total entre 1100 y
1500 mm es adecuada.

La distribución de luz debe ser apropiada y


abundante en los meses de crecimiento
vegetativo, seguido de un período seco para la
maduración.

Durante el período de crecimiento activo la


lluvia estimula el rápido crecimiento de la caña,
la elongación y la formación de entrenudos.
La ocurrencia de lluvias intensas
durante el período de maduración no
es recomendable, debido a que:

- Induce una pobre calidad de jugo

- Favorece el crecimiento vegetativo y


la formación de cañas de agua

- Incrementa la humedad del tejido

- Dificulta las operaciones de cosecha


y transporte.
Temperatura: El crecimiento está
directamente relacionado con la °T.

La °T óptima para la brotación


(germinación) de los esquejes es 32ºC a
38ºC.

La germinación disminuye bajo 25ºC, llega


a su máximo entre 30-34ºC, se reduce por
sobre los 35ºC y se detiene cuando sube
sobre 38ºC.
°T sobre 38ºC reducen la tasa de
fotosíntesis y aumentan la respiración.

Para la maduración son preferibles °T


relativamente bajas, en el rango de 12-14ºC,
ya que reducen la tasa de crecimiento
vegetativo y el enriquecimiento de azúcar.

A °T mayores, la sacarosa puede


degradarse en fructosa y glucosa, además
de estimular la fotorrespiración, que
produce una menor acumulación de
azúcares.
Condiciones severas de frío inhiben la
brotación de las socas y reducen el
crecimiento de la caña.

°T inferiores a 0ºC producen el congelamiento


de las partes más desprotegidas, como las
hojas jóvenes y las yemas laterales. El daño
depende de la duración del período frío.

La incidencia de la marchitez es mayor


cuando las °T mínimas caen drásticamente.

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