Caudal Ecológico en La Desembocadura Del Ebro
Caudal Ecológico en La Desembocadura Del Ebro
Caudal Ecológico en La Desembocadura Del Ebro
DIRECCIÓN GENERAL
DESOSTENIBILIDAD DE
LA COSTA Y DELMAR
ANEJO V DEL PLAN
HIDROLÓGICO DE LA
CUENCA DEL EBRO
Versión 2.4
Informado favorablemente por el Consejo del Agua de la Demarcación del Ebro el 4 de julio de
2013 y con la conformidad del Comité de Autoridades Competentes de 05 de julio de 2013,
aprobado por el Consejo de Ministros el 28 de febrero de 2014 y publicado en el BOE el 1 de
marzo de 2014
APÉNDICE 9:
EL RÉGIMEN DE CAUDALES
ECOLÓGICOS EN LA DESEMBOCADURA
DEL RÍO EBRO
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 1 de 121 ‐
ÍNDICE
1. Introducción
2. Recopilación de caudales ambientales en la desembocadura de otros ríos
2.1. Ríos españoles
2.2. Ríos del mundo
3. Estudios de caudales ambientales en la desembocadura del río Ebro
3.1. El plan hidrológico vigente
3.2. Recopilación de datos históricos mínimos
3.2.1. Información bibliográfica
3.2.2. Datos de la estación de aforos 27 del río Ebro en Tortosa
3.3. El Plan Hidrológico Nacional de 2001
3.3.1. Documentación previa
3.3.2. Estudio Oficina de Planificación Hidrológica de la CHE
3.3.3. Propuesta del Ministerio en la reunión técnica de Bruselas de 2003
3.3.4. Propuesta en alegaciones al Plan Hidrológico Nacional
3.4. Caudales ecológicos estudiados en el marco del Plan Integral de Protección del
Delta del Ebro
3.4.1. Estudio previo del 2003
3.4.2. Propuesta IRTA
3.4.3. Validación biológica de la propuesta y discusión
3.4.4. Otros estudios relacionados con la propuesta del ACA
3.4.4.1. Método de Iszkowski y principado de Asturias
3.4.4.2. Análisis estadístico caudales dominancia de especies
autóctonas
3.5. Otros estudios
3.5.1. Aplicación del método del caudal básico por la Universidad de Lleida
3.5.2. Estudios de simulación hidráulica del cauce en 1863
3.5.3. Propuesta Universidad Politécnica de Madrid COAGRET
3.6. Aplicación de la metodología de la Instrucción de Planificación
4. Propuesta de régimen de caudales ambientales en la desembocadura del río Ebro
contemplada en la Propuesta de Proyecto de Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro
2010 2015
4.1. Introducción
4.2. Imposibilidad de definir caudales ecológicos en sequías prolongadas
4.3. Régimen de caudales ecológicos en la masa de agua 463
4.3.1. Caudal mínimo del régimen de caudales ecológicos
4.3.2. Modulación mensual
4.3.3. Caudales de crecidas
4.4. Régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro.
4.5. Compatibilidad de los caudales ecológicos con otros aspectos ambientales del
tramo bajo del río Ebro y del delta
4.5.1. Subsidencia y sedimentos
4.5.2. Modificación morfológica
4.5.2.1. Río Ebro desde Ascó hasta Tortosa
4.5.2.2. Delta del Ebro
4.5.3. Hábitat de las especies singulares
4.5.4. Efectos ambientales de los caudales aportados al Delta y a las Bahías
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 2 de 121 ‐
ANEXOS
1.‐ INTRODUCCIÓN
Ley 11/2005 que modifica la Ley 10/2001 del Plan Hidrológico Nacional (Gobierno de España, 2005). Se
modifica el artículo 42.1.b.c’ del texto refundido de la Ley de Aguas incluyendo la definición de
caudales ecológicos como los que “mantienen como mínimo la vida piscícola que de manera natural
habitaría o pudiera habitar en el río, así como su vegetación de ribera”.
+ Se define caudal ecológico como aquel “que contribuye a alcanzar el buen estado o buen potencial
ecológico en los ríos o en las aguas de transición y mantiene, como mínimo, la vida piscícola
que de manera natural habitaría o pudiera habitar en el río, así como su vegetación de ribera”
y se establece que la definición de los caudales ecológicos se realizará en los planes
hidrológicos.
+ En el caso de sequías prolongadas podrá aplicarse un régimen de caudales menos exigente. Sin
embargo esta excepción no se aplicará en la Red Natura 2000 o en la lista de humedales de
importancia internacional de acuerdo con el convenio RAMSAR de 2 de febrero de 1971. En
estas zonas se considera prioritario el mantenimiento del régimen de caudales ecológicos,
aunque se aplicará la regla sobre supremacía del uso para abastecimiento de poblaciones
(artículo 18).
Como se verá más adelante y conforme a esta norma, el régimen de caudales ecológicos
en el bajo Ebro no puede ser definido para situaciones de sequías prolongadas puesto que
hay espacios de la red Natura 2000 y humedales RAMSAR relacionados con la dinámica del
medio hídrico.
Instrucción de Planificación Hidrológica (Gobierno de España, 2008). En su apartado 3.4 se especifican los
detalles sobre la metodología a aplicar para la determinación de los regímenes de caudales
ecológicos.
El objetivo de este informe es presentar la discusión de toda la información relativa a los caudales
ecológicos del tramo final del río Ebro y expone la justificación técnica de la propuesta de un régimen de
caudales ecológicos en este tramo que cumple con los requisitos establecidos en la normativa vigente.
Antes de proceder a analizar la información de detalle sobre el tramo final del Ebro, se ha realizado
una primera recopilación de los caudales ecológicos que se establecen actualmente en las normativas
españolas y también en otros grandes ríos del mundo que pueden ser una referencia para el caso de la
cuenca del río Ebro.
La comparación de los caudales ecológicos establecidos en este plan para la desembocadura de cada
uno de los ríos pertenecientes a las Cuencas Internas de Cataluña con el caudal medio en régimen natural
(Tabla I) indica que, a nivel medio, el caudal reservado para requerimientos ambientales en estos ríos es
del 20 % del recurso en régimen natural estimado para cada cuenca. Este porcentaje oscila entre el 8,6 %
para la cuenca del río Daró y el 28,9 % de la cuenca del Foix. La cuenca del río Llobregat, que es la más
extensa tiene un requerimiento ambiental de 20 %.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 5 de 121 ‐
Tabla I: Régimen de caudales ecológicos en la desembocadura de los ríos del Distrito de la cuenca fluvial de
Cataluña
mínimo respecto al
respecto régimen
Superficie cuenca
Caudal mínimo el
Aportación para
régimen natural
(hm3/año) (b)
(hm3/año) (a)
natural (%)
Porcentaje
1940 2008
vertiente
(m3/s) (b)
natural
km2 (a)
(%)
Cuenca
La comparación de los caudales ecológicos del mes mínimo con el caudal medio en régimen natural
indica el nivel de exigencia en los meses de estiaje. A nivel medio se tiene que en la desembocadura de los
ríos de Cuencas Internas de Cataluña, el caudal es el 16 % del caudal medio, con una variación que oscila
entre el 6,5 % en el río Darò y del 22,4 % en el río Foix.
La planificación hidrológica para el horizonte 2010 2015 ha incluido una propuesta de regímenes de
caudales ecológicos en los principales ríos españoles. En la Tabla II se presenta un resumen de los caudales
ecológicos en la desembocadura de los ríos españoles tomada de planes hidrológicos. Puede concluirse
que la reserva por necesidades ecológicas es muy variable y oscila entre el 1,9 % del Júcar y el 23,3 % del
río Miño. Con respecto al caudal del mes en el que el caudal ecológico es menor se tiene que este oscila
entre el 1,9 % y el 13,7 % del caudal medio anual.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 6 de 121 ‐
Tabla II: Caudales ecológicos en la desembocadura de los principales ríos españoles incluido en los
borradores de los planes hidrológicos 2010 2015
mínimo respecto al
respecto régimen
Superficie cuenca
Caudal mínimo el
Aportación para
régimen natural
natural (%)
(hm3/año)
Porcentaje
(hm3/año)
vertiente
natural
(m3/s)
km2
(%)
Cuenca
Río Miño en
16.275 12.216 2.852 23,3 53,1 13,7
desembocadura(a)
Río Júcar en azud
21.578 1.698 31,5 1,9 1 1,9
de la Marquesa(b)
Río Guadalquivir
en presa de 44.951 5.387 235 4,4 6,87 4,0
Alcalá(c)
(a) Datos tomados de Confederación Hidrográfica del Miño (2011)
(b) Datos tomados de Confederación Hidrográfica del Júcar (2009)
(c) Tomado de Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (2010). La aportación media en régimen natural
para toda la cuenca del río Guadalquivir es de 7.043 hm3/año en su cuenca total de 56.952 km2. En esta
tabla se ha hecho referencia a la cuenca correspondiente a Alcalá puesto que es el último punto del río
Guadalquivir en el que se da un valor normativo del caudal ecológico.
Se han analizado las cuencas del Garona (Francia), Po (Italia), El delta del río San Joaquín y
Sacramento (California), del río Murray Darling (Australia) y del río Colorado (USA México). La comparación
de los niveles de exigencia de los caudales ambientales entre distintos países y en distintas circunstancias
hidrológicas siempre es un tema complejo. No obstante del análisis realizado puede concluirse que:
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 7 de 121 ‐
Tabla III: Reserva de caudales ambientales en la desembocadura de algunos ríos del mundo con similitudes
hidrológicas con la cuenca del Ebro.
Porcentaje aportación
mínimo respecto al
ecológica respecto
Superficie cuenca
de menor caudal
Aportación para
régimen natural
(hm3/año)
(hm3/año)
vertiente
natural
(m3/s)
km2
(%)
Cuenca
3 3 3
con 60 hm , 1914/15 con 80 hm y 1944/45 con 240 hm . En el Plan de cuenca se ha establecido el objetivo de recuperar agua a partir de la
aplicación de diversas medidas de gestión.
(n) Para más detalles de las fuentes consultadas ver el Anejo III.
(ñ) Corresponde al régimen de caudales mínimos establecido para los años medios
(o) Los caudales reales diarios mínimos medidos en la estación de aforos 08162000 del río Colorado en Wharton, cerca de la desembocadura en el
estuario, en el periodo 1938 2011 son:
3
Datos en m /s
oct nov dic ene feb Mar abr may jun jul ago sep
perc 10 12,06 10,23 9,83 10,20 11,26 10,97 16,17 19,57 23,39 21,20 15,72 15,80
perc 5 10,06 8,76 8,60 7,97 8,80 9,29 12,40 15,58 20,00 18,06 12,40 12,80
mín 3,06 3,51 2,43 4,94 6,11 4,20 3,46 3,00 2,34 2,69 1,20 4,54
(p) Corresponde al régimen de caudales mínimos establecido para los años secos
La propuesta de caudales mínimos en las desembocaduras de los ríos analizados varía entre las
condiciones de un único caudal mínimo para todo el año, independientemente de que sea húmedo,
medio o seco, como es el caso del río Garona, Po (y también el propuesto como orientativo en el
plan del Ebro de 1998); hasta la propuesta que tiene en cuenta el mes, el tipo de año y el tipo de
periodo como puede ser el del río San Joaquín (California).
La magnitud de los caudales ambientales mínimos establecidos para los años secos, se encuentra entre el
2,3 % del caudal medio en régimen natural para el río Colorado en años críticos hasta el 14,5 % para
el caudal mínimo ambiental y de gestión del río Garona. En el caso del río Po, aunque los caudales
ecológicos están establecidos en un 30,2 %, existen incertidumbres de su grado real de
cumplimiento.
El Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro de 1998 actualmente vigente (Gobierno de España, 1998 y
1999) establece en su artículo 33.3 una fijación provisional de caudales ecológicos mínimos para
concesiones futuras en la que “para la zona de la desembocadura se adopta orientativamente un caudal
ecológico mínimo de 100 m3/s”.
La recopilación de datos históricos del Ebro en Tortosa aporta una buena referencia sobre los
caudales mínimos que ha soportado el río Ebro. Los principales estudios que aportan información sobre
este aspecto son:
1) “Reconocimiento Hidrológico del valle del Ebro” (De Mesa, 1865) en el que, para un verano de bastante
abundancia de agua, se registra un caudal de 136 m3/s. En este estudio se apunta que el caudal
mínimo en veranos más rigurosos aguas abajo de la desembocadura del Segre es 50 m3/s.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 9 de 121 ‐
2) En el proyecto del embalse del Ebro (Lorenzo Pardo, 1918) se estudiaron los caudales de estiaje,
especialmente el de 1912, que se estimaba como el más seco de los que se conocían hasta el
momento. Los caudales en Fayón son del orden de 40 60 m3/s. Este mismo autor, en una conferencia
celebrada en 1920 (Lorenzo Pardo, 1931, página 120) hace referencia al proyecto de navegabilidad
del río Ebro e indica que los caudales de estiaje son de 75 m3/s en Xerta y de 20 25 m3/s en Tortosa y
Amposta.
Estas referencias indican que el caudal mínimo a finales del siglo XIX y principios del siglo XX que se
podía llegar a registrar en desembocadura era del orden de 20 50 m3/s. Este dato es confirmado con la
información de la estación de aforos de Tortosa, que, como se verá en el apartado siguiente, en algunos
periodos ha llegado a tener hasta menos de 10 m3/s.
Teniendo en cuenta los consumos estimados en la época y otras informaciones se estima que los
caudales en verano en un hipotético régimen natural podrían ser del orden de 50 100 m3/s (CHE, 2008d).
La Red Oficial de Estaciones de Aforo del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
dispone de la estación de aforos número 27 en el río Ebro el Tortosa, que aporta datos desde enero de
1912 hasta la actualidad. Sus datos pueden consultarse en http://hercules.cedex.es/anuarioaforos/. El
estudio de la evolución de la serie permite identificar distintos periodos en función del impacto de las
actividades humanas en el río. Los periodos identificados son (CHE, 2002):
Desde el origen hasta septiembre de 1953, régimen alterado por los regadíos tradicionales existentes
hasta el momento.
Desde octubre de 1953 hasta agosto de 1964, con un hidrograma más alterado que en el periodo anterior
por un mayor regadío y regulación de la cuenca y una mayor actividad hidroeléctrica.
Desde septiembre de 1965 hasta la actualidad, régimen muy alterado debido a la construcción del
embalse de Mequinenza en 1966 con 1534 hm3 a lo que se le añade la posterior construcción del
embalse de Ribarroja en 1969 con 210 hm3.
Atendiendo a los caudales mínimos medios diarios en los dos periodos anteriores a la construcción
de la presa de Mequinenza, se pueden observan diferentes comportamientos (Tabla IV).
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 10 de 121 ‐
Tabla IV: Caudales mínimos medios diarios registrados en la estación de aforos 27 del río Ebro en Tortosa
en distintos periodos.
oct nov dic ene feb mar abr may jun jul ago sep Anual
3
m /s hm3/año
Periodo 10/1913‐9/1935
nº días 682 659 680 682 618 682 660 678 660 682 682 659 8024
Media 333 571 727 668 758 950 815 839 672 326 174 215 18482
perc 15 172 243 314 379 375 435 347 440 331 154 66 95
perc 10 120 232 289 319 314 383 298 379 289 115 55 74
perc 5 76 209 232 241 241 342 252 302 236 74 44 57
mín. 54 71 35 158 183 179 55 147 150 40 34 39
Periodo 10/1953‐9/1964
nº días 341 330 341 341 311 341 330 341 330 341 341 330 4018
Media 362 536 748 848 819 831 622 481 489 163 115 171 16199
perc 15 76 90 162 249 363 396 142 171 174 40 24 39
perc 10 64 74 143 220 336 304 104 131 101 24 23 29
perc 5 50 63 115 183 249 188 70 40 86 14 15 21
mín. 9 25 74 77 200 93 40 17 20 9 9 9
Periodo 10/1996‐9/2008
nº días 372 360 372 372 339 372 360 372 360 372 372 360 4383
Media 150 211 403 468 411 429 346 377 215 129 128 139 8937
perc 15 96 104 117 118 117 122 138 144 112 108 103 103
perc 10 93 96 115 105 107 118 130 110 104 105 99 100
perc 5 89 91 107 94 91 114 117 97 97 103 94 96
mín. 76 83 97 81 74 85 93 77 83 78 55 87
m3/s
m3/s
0 0 0
oct
mar
jul
ene
nov
dic
abr
may
ago
feb
jun
sep
oct
oct
no
dic
abr
ago
en
no
feb
dic
abr
ago
en
feb
jul
sep
ma
ma
jun
jul
sep
ma
ma
jun
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 11 de 121 ‐
En el periodo oct/1913 sep/1935 los caudales mínimos registrados oscilan entre 34 m3/s (agosto) y
183 m3/s (febrero). En el periodo oct/1953 sep/1964 los caudales mínimos son notablemente menores
debido a que es un periodo con un mayor consumo y una regulación creciente de agua en la cuenca,
registrándose en Tortosa caudales mínimos de 9 m3/s (entre julio y octubre) y 200 m3/s (febrero).
El periodo oct/1996 sept/2008 es indicativo de los caudales en la situación actual, con los grandes
embalses en funcionamiento y con el actual esquema de usos de agua de la cuenca. Se observa que desde
1996 se está manteniendo el caudal mínimo en torno a 100 m3/s, con lo que se han regularizado mucho los
caudales mínimos en el tramo bajo del río Ebro.
Como muestra de la evolución de los caudales mínimos estivales en la parte baja del Ebro en último
siglo se muestran en la Figura 1 los caudales circulantes en años secos durante los meses de julio y agosto.
Como puede verse, en el año 1948/49 durante más de un mes hubo caudales inferiores en Flix (antes de
las detracciones de agua de los canales de la margen derecha e izquierda del Ebro) de menos de 25 m3/s.
En el año 1994/95, antes de la aprobación del plan hidrológico vigente, los caudales en Tortosa fueron en
la mayor parte de los días menores que 75 m3/s. En el año 2002/03, ya aprobado en plan hidrológico de
cuenca, los caudales mínimos de julio y agosto se situaron en torno a 100 m3/s.
Esta caracterización sugiere que para alcanzar mayores regímenes de naturalidad en el tramo bajo
del río Ebro hay que tender hacia una mayor variabilidad en los caudales mínimos incluyendo los efectos
de posibles estiajes (significativamente menores que los 100 m3/s que se mantienen en la actualidad) tal
como históricamente ha sucedido sin que se hayan producido efectos ambientales adversos.
Figura 1: Evolución diaria de los caudales mínimos circulantes en años secos en las estaciones de aforo del
bajo Ebro.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 12 de 121 ‐
En la documentación técnica para el Plan Hidrológico Nacional se estima el caudal mínimo por el
método del caudal básico (MIMAM, 2000). Se aplica el método con la serie de la estación de aforos 27 del
río Ebro en Tortosa en el periodo comprendido entre octubre de 1986 y septiembre de 1998, por ser los
últimos 10 años hidrológicos de los que se disponen de datos medidos.
El hidrograma de caudales medios de mantenimiento supone una aportación anual de 3.788 m3/s
(121 m3/s) con la siguiente modulación
Datos en m3/s
Oct nov dic ene feb mar Abr may jun jul ago sep
104 125 147 166 152 132 140 128 110 90 80 84
Los caudales mínimos de la serie utilizada están afectados por la regulación de los embalses, por lo
que puede entenderse que el régimen de caudales ecológicos obtenido de la aplicación del método a esta
serie está sobrevalorado.
Datos en m3/s
oct nov dic ene feb Mar abr may jun jul ago sep
76,7 97,7 114,0 118,6 114,0 116,0 98,6 86,5 88,6 53,7 45,3 55,1
Los datos de este estudio son inferiores a los calculados en MIMAM (2000) puesto que las series
analizadas son las registradas en las estaciones de aforos antes de la puesta en funcionamiento del
embalse de Mequinenza. Podría considerarse que es una estimación a la baja ya que la serie no está
restituida a régimen natural y están afectados por los consumos de agua de la cuenca.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 13 de 121 ‐
3.522 hm3/año con el factor de variabilidad obtenido a partir de las series de registros reales.
4.581 hm3/año con el factor de variabilidad obtenido a partir de las aportaciones mensuales en régimen
natural.
A lo que habría que añadir dos episodios de crecida controlada en mayo y octubre.
Esta propuesta es discutida en Sánchez (2004), que concluye que el método del caudal básico tiene
grandes limitaciones para casos tan complejos como el tramo bajo del río Ebro. No obstante critica que la
aplicación del método del caudal básico no ha sido adecuada puesto que la serie empleada se encuentra
muy afectada por los usos de agua de la cuenca. Ello provoca que los caudales empleados en la propuesta
del Ministerio sean notablemente menores que los que corresponderían en régimen natural.
Para demostrar los efectos de estas detracciones, Sánchez (2004) construye una serie denominada
a partir de datos de 13 estaciones de aforos principales y otras 33 empleadas como auxiliares para
completar los datos de las primeras (Figura 2). Con estas estaciones se cubre el 60 % de la superficie de la
cuenca y el 80 % de la aportación hidrológica. Mediante la suma de los caudales diarios de las 13
estaciones principales aplicándoles un retardo de entre 1 a 4 días que representa el retraso en llegar al
agua a la desembocadura del río Ebro, se obtiene una serie de aportaciones diarias en el periodo 1950
1960. La principal conclusión es que en este hipotético régimen natural la media de los caudales mínimos
absolutos anuales es 97 m3/s.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 14 de 121 ‐
No obstante, a pesar de que Sánchez (2004) considera que el método del caudal básico no es
adecuado para la determinación de los caudales mínimos ambientales para el delta del Ebro, realiza un
ejercicio de aplicación con la serie (periodo 1950/1960) obteniéndose lo siguientes resultados:
Datos en m3/s
oct nov dic ene feb Mar abr may jun jul ago sep
148,2 190,1 232,0 241,6 255,1 271,1 249,9 255,4 248,4 170,3 130,6 139,4
La principal objeción al trabajo de Sánchez (2004) es que no dispone de datos reales para calibrar los
caudales mínimos de la serie , que son los determinantes a la hora de aplicar el método del caudal básico.
La validación de la serie es realizada con series obtenidas como resultados de modelos hidrológicos (serie
en régimen natural del plan de cuenca de 1998 tomados de CHE, 1993) y la serie restituida en régimen
natural obtenida de CHE (2003). Ambas series son resultado de estimaciones realizadas con gran cantidad
de hipótesis previas y por ello no resultan válidas para calibrar una propuesta de serie diaria en régimen
natural. Además, el periodo hidrológico de la serie no contiene ningún año seco, por lo que es una serie
cuyos estadísticos están muy sobrevalorados.
Durante el proceso de discusión del Plan Hidrológico Nacional, en Prat (2001) se realiza una
propuesta basada en las funciones ambientales de los caudales con un volumen anual de 10.654 hm3/año
desglosados como se indica en la Tabla V.
No se realiza una justificación técnica en Prat (2001) de los caudales propuestos, por lo que no cabe
una discusión de los métodos aplicados para su obtención.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 16 de 121 ‐
Caudal
Caudal Caudal
para
Caudal de Caudal de para agro TOTAL
controlar
Mes Nº días fondo crecidas evitar la ambien
la Cuña
anoxia tal(a) m3/s
salina
m3/s
oct 31 147 71 218
nov 30 147 147
dic 31 147 147
ene 31 147 147
feb 28 403 403
mar 31 403 569 972
abr 30 403 569 972
may 31 147 147
jun 30 147 147
11 147 147
jul
20 147 250 397
ago 31 147 147
10 147 147
sep
20 147 250 397
338 m3/s
3 3 3 3 3
ANUAL 365 días 3500 hm 3100 hm 3000 hm 864 hm 190 hm 10.654
hm3/año
(a) Este caudal se especifica en el planteamiento de Prat (2001) como una reserva de 190 hm3/año para crecidas en
otoño y a efectos de esta tabla se ha repartido esta reserva entre todos los días del mes de octubre.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 17 de 121 ‐
3.4.‐ Caudales ecológicos estudiados en el marco del Plan Integral de Protección del Delta del Ebro
En el año 2003 se elaboró un borrador de documento de Plan Integral de Protección del Delta del
Ebro (CPIDE, 2003) tal y como se establecía en la Ley 11/2001 del Plan Hidrológico Nacional (Gobierno de
España, 2001). Este documento contenía un análisis y una propuesta de caudal ecológico en la cuenca del
Ebro a partir de la consideración realizada en CPIDE (2003) de que la serie de caudales diarios de la
estación de aforos 27 (río Ebro en Tortosa) para el periodo 1956/1969 es suficientemente representativa
para la aplicación de los métodos hidrológicos de estimación de caudales ecológicos.
Se aplican distintos métodos hidrológicos a esta serie (Tabla VI) con la conclusión de que oscilan
entre los 51,2 m3/s del criterio francés y los 174,6 m3/s del criterio italiano alto. Se concluye que el caudal
de los 100 m3/s establecido en el plan de cuenca está del lado de la seguridad.
Se aplica el método del caudal básico a distintas series (1956 1963, 1956 1966, 1956 1969)
obteniéndose caudales básicos de 70, 68 y 71 m3/s a los que se aplica diversas modulaciones obteniéndose
un conjunto de propuestas posibles (Tabla VII)
Con toda esta información se concluye que el caudal de 100 m3/s establecido en la planificación
hidrológica está del lado de la seguridad aunque sería interesante una punta de estiaje más severa. El Plan
Integral fue presentado a la Comisión del PIDE en julio de 2003 con una propuesta de regímenes de
caudales ecológicos del delta que podría oscilar entre 103 y 143 m3/s (Tabla VII) y dos eventos de crecidas,
uno en primavera (con un caudal máximo de 600 m3/s durante 36 horas) y otro en el otoño (con dos picos
de 1.200 y 1.000 m3/s durante 48 horas). Este Plan no fue aprobado en la reunión ya que, entre otras
razones, el caudal ecológico propuesto no fue considerado suficiente (Alcácer Santos, 2004).
Tabla VI: Caudales de mantenimiento (en m3/s) obtenidos por aplicación de distintos métodos de cálculo
(CPIDE, 2003).
oct nov dic ene feb mar abr may jun jul ago sep año
Montanta 102 205 153
Arkansas 105 443 381 105 315
Utah 202 105 153
NEFM 110 110
NGPRP 97 97
0,25 QMA 128 128
7Q2 54 54
Francia 51 51
Auverge
165 127 146
Limousin
La Vaudoise
70 70
(Suiza)
Austria 175 175
Italia 168 168
Italia. 10. 51 51
Inglaterra y
102 102
Escocia
Los métodos aplicados son (CPIDE, 2003):
Montanta, método de Montana que equivale al 20 % del módulo anual entre octubre y marzo y el 40 % entre abril y septiembre.
Arkansas, que es una derivación del método de Montana, que propone que entre noviembre y marzo el caudal ecológico es el 60 %
de la media de los tres meses, entre abril y junio el 70 % y entre julio y octubre el 50 %.
Utah, método de Utah que propone dividir el año en dos periodos (oct mar y abr sep) y utiliza las medias aritméticas de los valores
más bajos de caudales medios mensuales, para cada mes dentro de cada uno de los periodos.
NEF, New England Flow Method y conocido también como el método ABF (aquatic base flow). Se calcula como la media aritmética
de los valores de la mediana calculada para los caudales medios diarios del mes de agosto, para cada año de la serie
considerada.
NGPRP, Northern Geat Plains Resource Program y se determina como el caudal igualado o superado el 90 % del tiempo sobre la
curva de caudales clasificados obtenida una vez descartados los caudales extremos correspondientes a periodos secos y
húmedos.
0,25 QMA, es una derivación más del método de Montana y es el 25 % del módulo anual.
7Q2, es uno de los métodos más antiguos aplicados en el sur de Estados Unidos. Es el valor correspondiente al caudal mínimo medio
de siete días consecutivos, para un periodo de retorno de dos años.
Francia, es el de la legislación francesa y es el mismo que el que se indica de forma orientativa en el plan de cuenca del Ebro de
3
1998. El caudal de mantenimiento es el 10 % del módulo anual aunque para módulos superiores a 80 m /s se admite el 5 % del
módulo. En la tabla se ha mantenido la opción más conservadora del 10 %.
Auverge Limousin, que es el criterio de la legislación francesa en esta región, es el 1,3xQ355 entre abril y septiembre y 1,7xQ355 entre
octubre y marzo.
La Vaudoise (Suiza), criterio de la legislación cantona. Se deduce a partir de un algoritmo basado en el Q347 conocido como “fórmula
de Mathey”.
Austria, criterio de la legislación austriaca. Es el Q300.
2
Italia, criterio de la legislación italiana que equivale a 2 l/s/km .
Italia. 10, criterio de la legislación italiana que equivale al 10 % del módulo anual.
Inglaterra y Escocia, criterio de la legislación inglesa y escocesa que equivale al Q347.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 19 de 121 ‐
Tabla VII: Aplicación del método del caudal básico con diferentes hipótesis de cálculo realizadas en (CPIDE,
2003). Datos en m3/s
FVT oct nov dic ene feb mar abr may jun jul ago sep año
Periodo: 1956‐63 Qmin= 44 m3/s Qb= 70 m3/s
RN 1940 86 90 109 118 126 126 125 128 138 124 85 70 75 109
CN 1956 63 119 147 168 182 168 168 154 126 133 84 70 84 134
Mx 1950 00 101 126 140 151 156 147 140 130 124 85 70 82 121
R 1969 00 91 109 120 135 147 130 126 125 117 84 70 80 111
R 1986 98 91 110 128 145 133 116 123 112 96 79 70 74 106
Periodo: 1956‐66 Qmin= 46 m3/s Qb= 68 m3/s
RN 1940 86 87 105 115 122 122 121 124 134 120 82 68 73 106
CN 1956 66 122 156 177 183 170 183 163 136 136 81 68 81 138
Mx 1950 00 98 122 136 147 151 143 136 126 120 82 68 79 117
R 1969 00 88 106 116 131 142 126 122 121 113 81 68 77 108
R 1986 98 88 107 124 141 129 112 119 109 93 77 68 71 103
Periodo: 1956‐69 Qmin= 52 m3/s Qb= 71 m3/s
RN 1940 86 91 111 120 128 129 127 130 141 127 86 71 76 112
CN 1956 69 122 164 186 186 172 186 172 143 143 86 71 86 143
Mx 1950 00 103 129 143 154 159 150 143 132 127 86 71 84 123
R 1969 00 93 112 122 134 149 132 129 127 119 86 71 81 113
R 1986 98 93 112 131 148 136 118 125 114 98 81 71 75 109
Leyenda:
FVT= Factor de variabilidad temporal
Qmin= caudal mínimo medio diario de la serie utilizada
Qb= Caudal básico
Para el cálculo de los factores de variabilidad temporal (FVT) se ha empleado las siguientes series de referencia:
RN 1940 86: serie en régimen natural tomada de CHE (1993) en el periodo 1940/1986
CN 1956 63: serie casi natural de la estación de aforos 27 de Tortosa en el periodo 1956/1963
CN 1956 66: serie casi natural de la estación de aforos 27 de Tortosa en el periodo 1956/1966
CN 1956 69: serie casi natural de la estación de aforos 27 de Tortosa en el periodo 1956/1969
Mx 1950 00: serie mixta tomada de la estación de aforos 27 de Tortosa en el periodo 1956/2000
R 1969 00: serie regulada tomada de la estación de aforos 27 de Tortosa en el periodo 1969/2000
R 1986 98: serie regulada tomada de la estación de aforos 27 de Tortosa en el periodo 1986/1998
Montana
Tessman
RVAp25(b)
QBMm(d)
Hoppe
QBMserie
En este documento se propone como mejor método para el bajo Ebro el RVANGPRP utilizando el rango
de percentil 10. Este método ha sido empleado en el Northern Great Plains Resource Program (Estados
Unidos) y se calcula como el percentil 10 % de las aportaciones estimadas en régimen natural para cada
mes del año. Estos valores se les asignan al año medio y para calcular los caudales ambientales para los
años secos y húmedos se aplica un factor en función de la desviación con respecto al percentil 50 de los
percentiles 25 y 75 para cada mes, respectivamente. De esta manera se obtiene la propuesta:
Datos en m3/s
oct nov dic ene feb mar abr may jun jul ago sep
Seco 87 135 248 285 327 276 336 396 252 167 116 103
Medio 119 202 359 388 436 360 428 500 342 198 150 135
Húmedo 207 317 449 468 511 526 569 623 453 254 187 210
A nivel de volúmenes anuales suponen una aportación de 7.149 hm3/año para los años secos, 9.482
hm3/año para los años medios y 12.517 hm3/año. Esta propuesta también fue incluida en el estudio CHE
(2007a) y también fue recogida por la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA, 2006).
Las principales objeciones al método planteado son que emplea una metodología que no ha sido
considerada como una referencia en los ríos españoles, que los métodos hidrológicos seleccionados son los
que dan mayores caudales mínimos y que la serie empleada es del periodo 1940/85, mientras que las
instrucción de planificación recomienda el uso del periodo más seco (1980/2006).
En ACA (2008a) se realiza una validación del régimen de caudales ecológicos planteados en ACA
(2007). Para realizar esta validación se emplean métodos de simulación del hábitat tal y como indica la
Instrucción de Planificación. Las características de la simulación realizada como representativa del bajo
Ebro son:
+ Tramo de referencia: tramo de 2,4 km situados aguas abajo del azud de Cherta
+ Especie de referencia: Saboga (Alosa fallax). Esta especie habita el bajo Ebro en su época de freza (de
mediados de marzo a finales de junio). Durante el siglo XX la producción fue en descenso, notándose
especialmente a partir del año 1950 55 (todavía sin embalses) y siendo la década de máximo
esplendor de captura la de los años 40 (en la que los caudales en época estival eran muchos días
menores que 100 m3/s). Las principales causas del descenso de las sabogas fue el empeoramiento de
su calidad, la proliferación de especies no autóctonas y la sobreexplotación del medio natural
(Boquera y Quiroga, 2001). Desde hace una década la población de la saboga está teniendo una
importante recuperación.
Mediante la aplicación del modelo de simulación de hábitat se simula para distintos caudales el
hábitat empleado por la saboga (Tabla IX).
Tabla IX: Porcentaje de hábitat potencial útil para la saboga con distintos caudales circulantes en el tramo
aguas abajo del azud de Cherta (ACA, 2008a).
Abril Mayo Junio
Tipo año
m3/s % m3/s % m3/s %
medio 660 100 609 100 400 100
Natural
seco 463 83 424 80 263 66
húmedo 273 51 469 86 317 80
Real medio 254 47 381 73 243 61
seco 191 34 239 45 235 58
PHCE(a) 100 15 100 15 100 20
húmedo 569 94 623 101 453 111
Propuesta
medio 428 78 500 90 342 81
CSTE(b)
seco 336 63 396 75 252 63
Cumple el límite del 50 % de hábitat que establece la instrucción de planificación
No cumple el límite del 50 % de hábitat que establece la instrucción de planificación
(a) PHCE= Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro de 1998
(b) CSTE= Comisión de Sostenibilidad de las Tierras del Ebro (ACA, 2007)
Según ACA (2008a) las simulaciones realizadas permiten concluir que el caudal ambiental del bajo
Ebro de 100 m3/s actualmente vigente (conforme al Plan Hidrológico de cuenca de 1998) es poco
recomendable en un contexto de protección de la Saboga puesto que supone una reducción superior al 80
% del hábitat para su reproducción respecto a las condiciones naturales. También concluye que la
propuesta de caudales ambientales de ACA (2007) supone una reducción del 15 % respecto a las
condiciones naturales, mostrando un escenario satisfactorio desde el punto de vista de la conservación de
la especie.
Sobre la metodología aplicada en ACA (2008a) se puede plantear los siguientes aspectos:
a) Se define el hábitat potencial útil máximo el que corresponde al año medio. Esta interpretación supone
una clara infravaloración del porcentaje de hábitat potencial útil correspondiente a cada caudal. La
Instrucción de planificación establece como orientación que para definir el hábitat potencial máximo
el que corresponde al caudal definido por el rango de percentiles 10 25% de los caudales medios
diarios en régimen natural de una serie representativa de, al menos 20 años (Apartado 3.4.1.4.1.1.3
de Gobierno de España, 2008).
b) La selección de la saboga como especie de referencia para la aplicación del método de simulación de
hábitat es también una cuestión discutida, considerándose que por la reducida utilización temporal
que hace del río y del limitado uso del espacio no es recomendable tomarlo como referente. Este
aspecto ha sido analizado en detalle en CHE (2009a) utilizando la información de referencia sobre la
presencia de fauna piscícola en el bajo Ebro (López y Sostoa, 2001; CHE, 2005a; López et al., 2007;
Ibáñez, 2009; CHE, 2010a). Recientemente se han realizado nuevos estudios de peces en el bajo Ebro
(CHE, 2011a) y en toda la cuenca del Ebro (CHE, 2012a). Se llega a la conclusión de que la saboga no
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 22 de 121 ‐
es un buen indicador del tramo bajo del Ebro, siendo mucho más adecuada la selección de tres
especies presentes en los ríos españoles y cuyas curvas de preferencia son empleadas habitualmente
en estudios de simulación de hábitat. Estas tres especies son: barbo común (Barbus bocagei), boga
del Tajo (Pseudochondrostoma polylepis) y cacho (Squalius pyrenaicus).
c) La definición de la curva de preferencia en una zona como la de Cherta es más una curva de uso que de
preferencia. El azud de Cherta es una barrera infranqueable para la saboga por lo que las zonas
donde se localiza están muy condicionadas.
d) En ACA (2008a) se presenta una breve descripción sobre la metodología aplicada para obtener las curvas
de preferencia de la velocidad, profundidad y sustrato. No se dispone de información de detalle
sobre cómo se confeccionó esta curva. El hecho de que se estimen velocidades óptimas para la
saboga de 1 1,5 m3/s es el factor clave que determina la preferencia de la saboga con caudales
elevados, tal y como concluye (ACA, 2008a). Las curvas de preferencia para la saboga definidas en
ACA (2008a) son muy diferentes que las curvas de preferencia estudiadas para las sabogas del río
Ulla (cuenca del Miño), que fueron obtenidas para los estudios de determinación de caudales
ecológicos realizados por el Ministerio de Medio Ambiente (MARM, 2009) que las determina con
estudios de campo basados en técnicas de pesca eléctrica y de observación superficial directa y
buceo. Las curvas para el río Ulla proporcionan valores de idoneidad en tono a 0,3 m/s y
profundidades óptimas de 0,4 m.
Para analizar en detalle las preferencias de la saboga en el bajo Ebro se realizaron estudios
específicos durante los años 2010 y 2011 (CHE, 2010b; CHE, 2010c; CHE, 2011b) con marcajes de
individuos de saboga y control durante el periodo en el que se encuentran en el río Ebro,
permitiendo la localización de la posición de cada uno de los individuos marcados. Esta metodología
se basó en las técnicas más avanzadas y permitió conjuntamente con una caracterización de la
velocidad, profundidad y sustrato interpretar las preferencias de uso del tramo estudiado, que era el
mismo que el simulado en ACA (2008a).
Los trabajos de marcaje realizado permiten concluir con una propuesta de curva de preferencia
para la saboga del bajo Ebro basado en las mejores técnicas y que da las mejores preferencias a 5 m
de profundidad y las velocidades presentan una distribución bimodal con dos máximos: a 0,25 y 0,75
m/s.
Las simulaciones de hábitat para la saboga considerando las distintas curvas de preferencia
(OPH CHE, 2011; CHE, 2011b) permiten evaluar la gran diferencia en los valores de hábitat que se
obtienen con la aplicación de distintas curvas de preferencia. Las curvas de preferencia obtenidas a
partir de los estudios de campo específicos (CHE, 2011b) permiten concluir de manera clara que
con caudales notablemente inferiores a 100 m3/s se garantiza cumplen los criterios de hábitat
establecidos en la instrucción de planificación (Figura 3).
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 23 de 121 ‐
Figura 3: Curvas de hábitat potencial útil Caudal para diferentes curvas de preferencia (CHE, 2011b)
En Franquet (2004) se realiza una propuesta de caudal ecológico del delta del Ebro con un caudal
mínimo de 239 m3/s.
Unos años después este mismo autor publica una monografía (Franquet, 2009) en la que revisa su
propuesta de caudales proponiendo el siguiente régimen de caudales ecológicos para el río Ebro aguas
abajo del azud de Cherta:
Datos en m3/s
oct nov dic ene feb Mar abr may jun jul ago sep
182 286 349 367 414 431 379 353 307 153 118 125
Y que supone un volumen anual para satisfacer las necesidades ecológicas de 9.075 hm3/año. Estos
caudales los obtiene a partir de la aplicación del método de cálculo de caudales mínimos desarrollado por
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 24 de 121 ‐
ISZKOWSKI (se desconoce de su aplicabilidad a los ríos Mediterráneos) y mediante la aplicación del método
del Principado de Asturias (basada en la legislación suiza). Estos valores son semejantes a los obtenidos en
ACA (2007) lo que para el autor es un criterio de validación de su método.
La principal crítica que se puede realizar de los trabajos de Franquet es que su argumentación no
contempla los nuevos criterios de la planificación incorporados en la Instrucción de Planificación en el año
2008 y, se remite al empleo de metodologías poco contrastadas y al empleo de formulaciones de tipo
general obtenidas de experimentaciones en otros países con unas condiciones hidrológicas que poco
tienen que ver con el ambiente mediterráneo.
Con objeto de tener distintos criterios sobre los caudales ecológicos en el bajo Ebro la Confederación
Hidrográfica del Ebro adjudicó un estudio a la Plataforma en Defensa del Ebro que a su vez esta Plataforma
subcontrató el apoyo técnico del IRTA (CHE, 2008a). En este estudio se analizó la validez biológica de las
distintas propuestas de caudales ambientales medios anuales para el tramo bajo del río Ebro: 100 m3/s del
plan de cuenca de 1998; 121 m3/s de MIMAM (2000); 88,6 m3/s de OPH CHE (1999); y 227 m3/s, 301 m3/s y
397 m3/s de los años secos, medios y húmedos propuestos por el ACA (2007). Para ello se caracteriza la
comunidad piscícola del bajo Ebro a partir de pescas realizadas en cinco estaciones (Flix, Vinebre, Mòra,
Ginestar y Xerta).
A partir de la realización de 50 muestreos con pesca eléctrica realizados en agosto de 2007 y 2008, se
analiza el indicador discreto de la dominancia de especies autóctonas o alóctonas (0 si las introducidas son
mayores que las autóctonas y 1 en caso contrario). Con ello se realiza un ajuste con la velocidad de la
corriente en cada muestreo a una función de regresión (Figura 4). Se concluye que a partir de una
velocidad de 0,4 m/s la curva de regresión ajustada da una relación de especies introducidas/especies
autóctonas mayor que 0,5, lo que indica que la gestión del bajo Ebro ha de perseguir tener valores de
velocidad media mayor que 0,4 m/s. A partir de la modelación hidráulica de los caudales evaluados se
concluye que los caudales propuestos en ACA (2007) son los únicos que cumplen la función ecológica de
proporcionar un hábitat que no favorezca las especies introducidas.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 25 de 121 ‐
Figura 4: Correlación entre la velocidad de la corriente y el indicador discreto mayor presencia de especies
autóctonas (1) o alóctonas (0) en 50 muestreos de pesca eléctrica en cinco tramos del bajo
Ebro y curva de ajuste (CHE, 2008a).
La mayor o menor presencia de especies autóctonas en los ríos es un indicador que depende de muchos
factores. El análisis de la distribución de la fauna piscícola en la cuenca del Ebro realizado a partir de
la recopilación de inventarios de peces realizados (CHE, 2012a) pone de relieve que, de forma global,
en las cabeceras de los ríos hay una dominancia de especies autóctonas y conforme los ríos van
avanzando en su recorrido se incrementa el número de especies alóctonas, especialmente en los ejes
donde hay mayor población como por ejemplo el eje del Ebro. Está en discusión cuales son las
medidas adecuadas para la reducción de especies alóctonas, pero parece que medidas como la
extracción selectiva de estas especies son las más eficaces. En todo caso, a la vista de la información
disponible, la relación de la dominancia de especies introducidas con la velocidad del agua en la
cuenca del Ebro no es un aspecto evidente. La experiencia histórica indica que con caudales bajos
como los producidos en la primera mitad del siglo XX, la fauna piscícola del río Ebro era autóctona.
Por ello se pone en entredicho la correlación mostrada por este estudio.
En CHE (2008a) se toman datos a partir de pescas eléctricas realizadas en las márgenes del río, no
tomando información de las zonas centrales del cauce por limitaciones de la propia metodología
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 26 de 121 ‐
de muestreo. Este déficit de información puede provocar un sesgo que es necesario evaluar. Para
realizar un análisis de detalle de la población de peces presente en un tramo representativo del
bajo Ebro se realizó un estudio de reconocimiento cuantitativo de detalle de los peces y del hábitat
en el tramo del río Ebro entre Ascó y Cherta (CHE, 2011a). Se aplicaron técnicas de pesca eléctrica
desde embarcación, redes científicas multipaño bentónicas y pelágicas. Con todo ello se obtuvo el
modelo batimétrico digital, la distribución en tres dimensiones de la densidad y biomasa de
especies a partir de la distribución de abundancia, talla y peso por especies y hábitat y la velocidad
y tipo de sustrato del río.
El análisis realizado en CHE (2011a) permite obtener información sobre la relación entre las
especies, la velocidad y la profundidad de la corriente (Tabla X).
Tabla X: Relación entre el macrohábitat y las especies del bajo Ebro (CHE, 2011a). El límite profundo
somero es 1,2 m y rápido lento es 0,7 m/s.
2
DENSIDADES (ind/m )
Lento Rápido Rápido Densidad
Lento somero Abundancia
Especie Profundo profundo somero por especie
2
individuos/m % individuos
Anguila 0 0,2 0 0,2 0,057 13% 15.842
Autóctonos
La mayor parte de las especies tienen una predilección por los macrohábitat lentos,
independientemente de que sean autóctonas y alóctonas. Únicamente el Barbo de Graells, que es
autóctono, parece tener una preferencia por los ambientes rápidos aunque en densidad la diferencia
con los lentos es reducida. El resultado de esta caracterización de detalle apunta la idea de que no
existe una correlación clara entre la velocidad de la corriente y la dominancia de especies
autóctonas, al contrario de lo que se postula en CHE (2008a).
3.5.1.‐ Aplicación del método del caudal básico por la Universidad de Lleida
En CHE (2009a) se realiza una propuesta de régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del
río Ebro mediante el empleo del método del caudal básico con datos diarios de la estación de aforos de
Tortosa entre 1931 y 1968, anterior a la puesta en explotación de los grandes embalses del bajo Ebro. Se
obtiene un caudal básico de 87 m3/s.
A modo de propuesta preliminar previa a los estudios pendientes de realizar por el Ministerio de
Medio Ambiente sobre caudales ecológicos en la cuenca del Ebro, se asciende este caudal de 87 m3/s a 100
m3/s y con la modulación correspondiente queda como:
Datos en m3/s
oct nov dic ene feb Mar abr may jun jul ago sep
117,5 134,5 149,3 150,3 139,2 136,9 153,9 148,4 127,9 100 100 100
Ello supone un volumen anual para satisfacer las necesidades ecológicas de 4.094 hm3/año a los que había
que añadir las dos crecidas controladas para la reducción de los macrófitos.
Se aplicaron métodos de simulación de hábitat con los caudales propuestos en el tramo entre Flix y
Mora de Ebro considerando una curva de preferencia combinada que incluye al barbo común (Barbus
bocagei), boga del Tajo (Pseudochondrostoma polylepis) y cacho (Squalius pyrenaicus), que desde el punto
de vista biogeográfico son adecuadas para el tramo bajo del río Ebro. La conclusión principal de la
aplicación de este tipo de modelos es que, como es lógico pensar para este tipo de ríos, “la disponibilidad
de hábitat es difícilmente limitante, a partir de un determinado caudal mínimo (probablemente del orden
de 60‐70 m3/s) en un tramo con las características geomorfológicas e hidráulicas como el Bajo Ebro. Dicho
de otro modo y a la vista de los resultados, sólo unos caudales del orden de 40‐50 m3/s se comportarían
como presuntamente limitantes” (CHE, 2009a; página 65). Todo ello hace sobradamente compatible la
propuesta de caudales en CHE (2009a) con las necesidades de hábitat que establece la instrucción.
En Capapé (2010) y Capapé y Martín (2012) se analiza la geometría hidráulica mediante la teoría del
régimen de los perfiles transversales del río Ebro de 1863 tomados de De Mesa (1865) y se estiman los
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 28 de 121 ‐
caudales mínimos ambientales a partir de la aplicación del método del perímetro mojado. Este método se
basa en la representación del caudal frente al perímetro mojado. En la forma de la curva al principio el
perímetro mojado crece bruscamente y una vez que se llega a un determinado punto el ritmo de
crecimiento decrece abruptamente. Este punto de cambio de la ruptura de la pendiente de la curva caudal
perímetro mojado es el caudal necesario para la protección del hábitat (Figura 5).
Figura 5: Representación esquemática del método del perímetro mojado (Capapé, 2010).
La aplicación para la sección del río Ebro en Flix realizada en Capapé (2010) permite obtener un
caudal mínimo de 108,8 m3/s, que corresponde al 80 % del caudal aforado en De Mesa (1865) (Figura 6).
Los principales aspectos que se pueden destacar de la investigación realizada por Capapé son:
El método del perímetro mojado se integra dentro de los métodos hidráulicos para la determinación de
caudales ambientales y este tipo de métodos no son considerados en la metodología para la
determinación de regímenes de caudales ambientales expuesta en la Instrucción de Planificación.
En la aplicación del método en el perfil longitudinal de Flix no quedan claramente expuestos los criterios
por los que se selecciona el punto de ruptura a P/Pmáx=0,8. A la vista de la Figura 6 parecería más
lógica la selección del punto P/Pmáx=0,5, lo que llevaría a recomendar un caudal mínimo ambiental
de la mitad del registrado por Pedro de Mesa: 136/2= 68 m3/s.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 29 de 121 ‐
Figura 6: Curvas caudal (Q) perímetro mojado (P) y perímetro mojado (P) calado (y) del río Ebro en Flix. El
círculo verde indica el punto escogido para determinar el caudal mínimo (80 % del caudal
máximo) (Capapé y Martín Vide, 2012).
En el año 2007 la Escuela Técnica Superior de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid realiza
para la Coordinadora de Afectados por Grandes Embales (COAGRET) y con financiación de la Confederación
Hidrográfica del Ebro un estudio (CHE, 2007b) en el que aporta criterios para la implantación de caudales
ambientales en la cuenca del Ebro. Se realiza una propuesta metodológica que se basa en la aplicación de
un método hidrológico a la serie de caudales diarios. Para los años secos se toma el percentil 10 de la
media móvil más pequeña del caudal que ha circulado por el río durante 90 días consecutivos en cada uno
de los años del periodo considerado. Para los años normales se procede de la misma manera pero con la
media móvil de 30 días. Los resultados obtenidos se deben de validar con métodos de simulación de
hábitat.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 30 de 121 ‐
La aplicación del método hidrológico para a la estación 27 del río Ebro en Tortosa da los siguientes
resultados:
Datos en m3/s
oct nov dic ene feb Mar abr may jun jul ago sep
Año seco 57 104 134 155 153 199 181 160 124 61 45 49
Año normal 94 170 219 252 248 324 294 260 209 100 73 80
Que supone una reserva para necesidades ambientales de 3.733 hm3 para años secos y 6.093 hm3
para años normales y un caudal mínimo en los meses de estiaje de 73 m3/s para los años normales y 45
m3/s para los años secos.
Una vez que se aprobó la instrucción de planificación en el año 2008, el entonces Ministerio de Medio
Ambiente, Medio Rural y Marino adjudicó un estudio para determinar los caudales ecológicos de los ríos
de la cuenca del Ebro. El estudio se titula: “Consultoría y asistencia para la realización de las tareas
necesarias para el establecimiento del régimen de caudales ecológicos y de las necesidades ecológicas de
agua de las masas de agua superficiales continentales y de transición de la parte española de la
demarcación hidrográfica del Ebro y de las demarcaciones hidrográficas del Segura y Júcar. Documento
técnico correspondiente a la demarcación hidrográfica del Ebro” (MARM, 2010). Su finalización está
pendiente de que se realice el proceso de concertación, aunque ya está finalizada la fase técnica en la que
se determinan los regímenes de caudales ecológicos. El resumen de los datos técnicos obtenidos del
estudio se ha incluido en el Anexo V de la memoria del Proyecto de Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro
(CHE, 2012b).
La primera fase en la determinación de los caudales ecológicos fue la estimación de los caudales
mínimos considerando métodos hidrológicos. Los resultados para la masa de agua donde se encuentra la
estación de aforos 27 (Ebro en Tortosa) fueron:
Qpendiente: 160 m3/s. Desarrollado por Baeza (2004; en MARM, 2010) y es el caudal a partir del cual la curva
de la relación caudal tamaño del intervalo cambia significativamente de pendiente.
Q25 días: 167 m3/s. Es el caudal que ha circulado durante el periodo de 25 días más secos de la serie
utilizada.
QBMMedia: 174 m3/s
QBMMediana: 164 m3/s
Percentil 5: 167 m3/s. Es el percentil 5 de la curva de caudales clasificados.
Percentil 15: 223 m3/s. Es el percentil 25 de la curva de caudales clasificados.
Para la determinación de estos caudales se utilizó la serie en régimen natural SIMPA V2 elaborada
por el Centro de Estudios Hidrográficos y que comprende el periodo octubre de 1986 septiembre de 2006.
La serie restituida al régimen natural tiene un caudal medio mensual mínimo en periodo de aguas bajas (de
julio a septiembre) de 142 m3/s estimados en el mes de agosto de 1994. Para pasar la serie de mensual a
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 31 de 121 ‐
diaria se emplearon datos medidos en la estación de aforos 121 del río Ebro en Flix en el periodo de datos
comprendido entre octubre de 1948 y agosto de 1964 (Figura 7).
Figura 7: Restitución de caudales diarios anuales a la serie de la masa de agua 463 (Río Ebro desde el río
Canaleta hasta la estación de aforos de Tortosa) en un año promedio utilizado para la
aplicación de métodos hidrológicos (MARM, 2010).
La comparación de los caudales mínimos históricos analizados en el apartado 3.2.1 junto con la
estimación de los caudales circulantes en régimen natural a partir de la correlación con los datos de las
estaciones de aforos no alteradas por usos significativos, aporta una estimación de los caudales mínimos
en régimen natural para el Ebro en Tortosa sensiblemente inferiores a 100 m3/s. Sin embargo la serie
SIMPA V2 utilizada en MARM (2010) da valores de caudal significativamente mayores, lo que sugiere que
los caudales mínimos obtenidos de la aplicación de esta serie podrían estar estimados por exceso.
El propio estudio del Ministerio realizó una revisión (MAGRAMA, 2012) de la aplicación de los
métodos hidrológicos empleando datos diarios históricos de la estación de aforos 27 del río Ebro en
Tortosa a la serie diaria del periodo 1951/52 1965/66 (Tabla XI). Se obtuvieron los siguientes valores:
La serie de caudales diarios de la estación de aforos de Tortosa es una serie que parte de datos
reales medidos antes de la construcción de las grandes obras de regulación del bajo Ebro y, aunque puede
considerarse que están afectadas por los consumos de agua, es una serie aceptable como serie de
referencia para la aplicación de métodos hidrológicos para la estimación de caudales ecológicos con series
obtenidas a partir de la aplicación de modelos matemáticos o de cualquier otra aproximación. Por ello se
puede concluir que los métodos hidrológicos aportan un intervalo de valores que oscilan entre 50 y 75
m3/s.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 32 de 121 ‐
Tabla XI: Caudales medios mensuales (en m3/s) de la serie de caudales diarios registrados en la estación de
aforos de Tortosa y utilizada como elemento de contraste para la aplicación de métodos
hidrológicos en MARM (2010).
oct nov dic ene feb mar abr may jun jul ago sep
1951/52 356 545 406 738 1073 709 1161 726 465 295 206 200
1952/53
1953/54 515 272 437 677 1273 929 425 730 524 171 86 107
1954/55 46 73 342 856 914 659 116 43 173 20 23 49
1955/56 152 332 422 784 550 869 886 866 666 176 131 191
1956/57 154 320 258 232 385 201 114 256 902 158 74 119
1957/58 181 146 161 313 468 862 696 293 122 105 31 82
1958/59 90 194 703 711 438 802 556 739 467 176 75 467
1959/60 656 1086 2171 1272 1595 1407 749 612 707 351 205 161
1960/61 1254 1216 1126 1983 1129 465 312 312 450 123 93 135
1961/62 424 1086 1069 1125 1056 1343 1050 586 425 137 31 67
1962/63 250 463 636 1027 625 768 965 380 455 285 461 413
1963/64 264 709 904 349 563 841 973 476 484 97 53 89
1964/65 270 283 526 659 472 886 426 208 111 102 50 107
1965/66 658 826 867 804 947 938 505 627 617 175 80 140
Media 376 539 716 824 821 834 638 490 469 169 114 166
Percentil 10 109 160 283 324 447 523 175 222 138 98 31 71
percentil 5 75 120 224 285 420 372 115 150 119 70 28 61
mínimo 46 73 161 232 385 201 114 43 111 20 23 49
La masa de agua 463, en la que se encuentra la estación de aforos 27 del río Ebro en Tortosa, es una
masa clasificada como alterada hidrológicamente lo que, según la instrucción de planificación permite que
el umbral de hábitat potencial útil que se puede admitir para la determinación de los caudales ecológicos
es del 30 % en lugar del 50 % admisible para el resto de masas de agua (apartado 3.4.2 de la instrucción de
planificación).
La simulación de idoneidad de hábitat para la masa de agua 463 se realizó en MARM (2010) en un
tramo del río Ebro en las inmediaciones de Benifallet y utilizando como especie de referencia el adulto del
barbo común (Barbus bocagei) con la curva de preferencia tomada de Martínez Capel (2000; en MARM
2010). Los resultados finales indican que se alcanza un hábitat del 30 % con un caudal de 2 m3/s, un hábitat
del 50 % con un caudal de 3,4 m3/s y un hábitat del 80 % con un caudal de 15 m3/s. Al ser los métodos de
idoneidad de hábitat los métodos con los que se ajustan los resultados obtenidos con la aplicación de los
métodos hidrológicos (Apartado 3.4.1.4.1.1.3 de la Instrucción de planificación), se tiene un elevado rango
de caudales entre los que se puede establecer el régimen de caudales ecológicos.
Datos en m3/s
oct nov dic ene feb mar abr may jun jul ago sep
100 100 100 120 146,1 154,8 115 105 100 100 100 100
(*) Propuesta pendiente de modificación a partir de la revisión realizada en este trabajo
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 33 de 121 ‐
Que supone un volumen anual destinado a satisfacer las necesidades ambientales de 3.518 hm3/año. En el
apartado 4 de este informe se realiza una revisión del régimen de caudales ecológicos propuesto en el
estudio técnico del MARM obteniéndose la propuesta de caudal ecológico de la desembocadura del Ebro
que se ha incluido en la Propuesta de Proyecto del Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro 2010 2015.
4.1.‐ Introducción
Con todo el bagaje de estudios realizados por las distintas administraciones y organismos de
investigación sobre aspectos ambientales que afectan a la definición del régimen de caudales ecológicos en
el bajo Ebro se ha realizado una propuesta de régimen de caudal ecológico en el bajo Ebro.
El principal objetivo a conseguir ha sido obtener un régimen de caudales ecológicos que responda a
los criterios establecidos en la normativa vigente (Gobierno de España, 2007 y 2008) y teniendo en cuenta
todos los efectos ambientales que provoca en el tramo bajo del Ebro y en su delta.
En el bajo Ebro se han declarado los siguientes espacios pertenecientes a la red Natura 2000, que
incluye los espacios RAMSAR (Figura 8):
El artículo 18.4 del Reglamento de Planificación (Gobierno de España, 2007) establece que el
régimen de caudales ecológicos en época de sequía prolongada “no se aplicará en las zonas incluidas en la
red Natura 2000 o en la lista de humedales de importancia internacional de acuerdo con el convenio
Ramsar”.
Figura 8: Lugares de Interés Comunitario y Zonas de Especial Protección para las Aves declaradas en el Bajo
Ebro
Lugares de interés N
Comunitario
Tossals d'Almatret
Riba-roja
Serra de Montsant-
Pas de l'Ase
Riberes i Illes Riu Siurana i
de l'Ebre planes del Priorat
Tivissa-Vandellós-
Llaberia
Sistema prelitoral
meridional Serres de Cardó
- El Boix
Riberes i Illes
de l'Ebre
Serra de
Godall
Delta de l'Ebre
Serra de
Montsià
0 6 12 kilómetros
Zonas de especial N
protección para Tossals d'Almatret
las aves i Riba-roja
Matarraña -
Aiguabarreix Serra de Montsant-
Pas de l'Ase
Riu Siurana i
planes del Priorat
Serres de Cardó -
El Boix
Sistema prelitoral
meridional
Delta de l'Ebre
Serra de
Godall Serra de
Montsià 0 6 12 kilómetros
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 35 de 121 ‐
El caudal mínimo del mes de menor caudal ecológico ha de tener en cuenta como criterio principal
los resultados de los modelos de idoneidad de hábitat aunque también resulta de interés considerar otros
criterios:
a) La instrucción de planificación indica que el principal argumento para la determinación del régimen de
caudales ambientales son los métodos de idoneidad de hábitat. La aplicación de estos métodos en el
bajo Ebro ha sido realizada por distintos autores con resultados en ocasiones dispares. Las
diferencias entre los distintos métodos se deben fundamentalmente a las curvas de preferencia
consideradas (Tabla XII).
La masa de agua 463 es una masa alterada hidrológicamente (MARM, 2010) por lo que las
especies seleccionadas como indicadoras del hábitat deberían tener un hábitat potencial útil del 30
% del hábitat potencial máximo.
Uno de los aspectos más determinantes en la aplicación de este tipo de modelos es la curva de
preferencia utilizada. En los distintos estudios se han aplicado las siguientes:
+ ACA (2008a) mediante observaciones acústicas y visuales para el tramo situado entre el azud
de Cherta y Cherta.
Curva combinada que utiliza información de ciprínidos que pueden ser considerados como
representativos de las condiciones ambientales adecuadas para el bajo Ebro (CHE, 2009a).
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 36 de 121 ‐
Tabla XII: Caudales para distintos porcentajes de hábitat potencial útil estimados por distintos estudios
para el bajo Ebro. Se han sombreado los resultados obtenidos con las curvas del ACA, que dan
valores sustancialmente mayores que el resto de curvas.
Hábitat potencial Caudal que da el
Curva de
Estudio Especie tipo útil % hábitat
preferencia
% m3/s
20 % 100 ACA 1
ACA (2008a) Saboga
63 % 252 ACA (2008a)
30 % 13
Saboga Ebro 1
50 % 25
(CHE, 2011b)
80 % 57
30 % 13
Saboga Ebro 2
50 % 24
(CHE, 2011b)
80 % 60
30 % <7
Saboga freza
50 % 12
(CHE, 2011b)
80 % 49
30 % 130
ACA 1
Saboga 50 % 233
ACA (2008a)
80 % 555
CHE (2011b)
30 % 85
50 % 135 ACA 2
80 % 294
30 % <7
Mayo 2009
50 % <7
(MARM, 2009)
80 % <7
30 % <7
50 % <7 Mixta saboga
80 % 91
30 % 10
Mixta ciprínidos
Ciprínidos 50 % 59
(CHE, 2009a)
80 % 802
Límite condiciones Mixta ciprínidos
CHE (2009a) Ciprínidos 40 50
limitantes (CHE, 2009a)
30 % 2
MARM (2010) Barbo bocagei 50 % 3 (Capel, 2000)
80 % 15
Curvas de preferencia:
ACA 1: curva obtenida en ACA (2008a) que no incluyen preferencia de sustrato.
ACA 2: curva de ACA (2008a) con preferencia de sustrato tomada de CHE (2011b).
Saboga Ebro 1: curva obtenida en CHE (2011b) a partir del marcaje de sabogas y detección mediante telemetría con caracterización de
hábitat. Corrección de probabilidad de posicionamiento 1.
Saboga Ebro 2: curva obtenida en CHE (2011b) a partir del marcaje de sabogas y detección mediante telemetría con caracterización de
hábitat. Corrección de probabilidad de posicionamiento 2.
Saboga freza: curva obtenida en CHE (2011b) a partir del marcaje de sabogas y detección mediante telemetría en momentos de freza
y con caracterización de hábitat. Corrección de probabilidad de posicionamiento 1.
Mayo 2009: Curvas de preferencia desarrolladas para el Miño en MARM (2009).
Mixta saboga: Combinación de las preferencias de profundidad de ACA (2008a) y de velocidad y sustrato de Mayo 2009.
Mixta ciprínidos: curva combinada de ciprínidos autóctonos a partir de Capel (2000 y 2009) obtenida en CHE (2009a).
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 37 de 121 ‐
La principal conclusión es que todas las curvas de preferencia dan valores reducidos de caudal
para los hábitats requeridos en la instrucción de planificación excepto las curvas de la saboga
obtenidas en ACA (2008a). El esfuerzo metodológico realizado en CHE (2011b) para disponer de
curvas de preferencia con la mayor información posible de campo permite dar más fiabilidad a los
resultados obtenidos de la aplicación de estas curvas de preferencia que las de ACA (2008a). Además
la aplicación de los métodos de simulación de hábitat para otras especies da resultados acordes con
los que dan las curvas de CHE (2011b). Por este motivo se puede concluir que a la vista de la
información utilizada y a efectos de hábitats disponibles el caudal ambiental en el bajo Ebro no es un
factor limitante hasta valores muy reducidos y que, por ello, es posible reducir el caudal mínimo de
100 m3/s hasta caudales mucho menores (incluso menores de 50 m3/s) sin producirse una afección
significativa a las especies piscícolas.
b) Los caudales mínimos disponibles a partir de fuentes históricas (De Mesa, 1985; Lorenzo Pardo, 1918 y
1931; Heraldo de Aragón, 1935) y los datos registrados desde 1913 en la estación de aforos 27 (Ebro
en Tortosa) ponen de manifiesto que en años secos en verano el caudal mínimo que circulaba en
Tortosa era del orden de 20 50 m3/s, pudiendo llegar puntualmente a caudales menores de 10 m3/s.
Una estimación aproximada de los consumos de la cuenca en el siglo XIX y primera mitad del
siglo XX junto con la estimación de los caudales circulantes en régimen natural a partir de la
correlación con los datos de las estaciones de aforos no alteradas por usos significativos, permite
aproximar que los caudales mínimos en régimen natural podrían ser significativamente menores de
100 m3/s.
La estimación de los caudales en régimen natural ha sido una cuestión compleja y de difícil
conclusión puesto que no existen informaciones que permitan validar las estimaciones realizadas por
los distintos autores.
c) La aplicación de los métodos hidrológicos en el bajo Ebro ha dado diferentes caudales mínimos en
función de la aplicación que han realizado distintos autores (Tabla XIII). Los valores de caudal mínimo
oscilan entre 45 m3/s y 131 m3/s con un valor promedio de 81 m3/s. La aplicación de estos métodos
siempre está sometida a discusión especialmente por la serie empleada (Sánchez, 2004). La
instrucción de planificación establece claramente que el criterio principal para la determinación de
los caudales mínimos son los métodos de idoneidad de hábitat puesto que la aplicación de los
métodos hidrológico establece un intervalo muy amplio de caudales mínimos.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 38 de 121 ‐
Tabla XIII: Caudales mínimos (en m3/s) obtenidos de la aplicación de métodos hidrológicos por distintos
autores.
Métodos que usan datos medidos Métodos que
en la estación de aforos de Tortosa usan caudales
Método QBM Otros métodos restituidos
Históricos 70 100
MIMAM (2000) 80
OPH CHE (1999) 45
MARM (2003) en Sánchez (2004) 72
Sánchez (2004) 131
CPIDE (2003) 70
IRTA años secos en ACA (2007) 87
Franquet (2009) 118
Universidad lleida en CHE (2009a) 87
UPM Coagret seco en CHE (2007b) 45
MAGRAMA (2012) 74
Promedio de todos(*) 81
(*) El promedio de todos los caudales mínimos no constituye un estadístico de significancia para la definición
del caudal mínimo, indicándose únicamente a efectos descriptivos.
d) Se ha realizado un análisis de la normativa de otros deltas y estuarios del mundo con unas
características similares a la cuenca del Ebro. Como resultado de ello se han obtenido unos
porcentajes de caudales mínimos en los meses de estiaje con respecto al caudal medio en régimen
natural.
La comparación con el nivel de exigencia ambiental de los ríos de Cuencas Internas de Cataluña
supondría que para el río Ebro el caudal mínimo sería de 80 m3/s y de la comparación con todos los
ríos analizados, se obtendría un caudal mínimo promedio de 72 m3/s.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 39 de 121 ‐
Tabla XIV: Caudales ecológicos mínimos del bajo Ebro por similitud con los caudales ecológicos mínimos
establecidos en otras cuencas con unas condiciones hidrológicas similares. Son caudales
normativos y en muchas de las cuencas son caudales para el futuro y cuya aplicabilidad está
teniendo dificultades (p.ej.: río Po y ríos de Cuencas Internas de Cataluña, entre otros).
porcentaje del caudal Caudal ecológico estimado
mínimo respecto a la media para el bajo Ebro por
Cuenca asimilada el Ebro en régimen natural en asimilación con la cuenca
periodo largo correspondiente
% m3/s
La Muga 17,2 90
Fluvià 19,8 103
Ter 17 89
Daró 6,5 34
Tordera 6,7 35
Besòs 14,2 74
Llobregat 16,4 86
Foix 22,4 117
Gaiá 16,6 87
Francolí 11,4 60
Riudecanyes 18,9 99
Río Miño en desembocadura 13,7 72
Río Júcar en azud de la Marquesa 1,9 10
Río Guadalquivir en presa de Alcalá 4 21
Río Garona (Francia) 14,5 76
Río Garona (Francia) años críticos 5,4 28
Delta río Po (Italia) 30,2(*) 158(*)
Río Sacramento 9,7 51
Río San Joaquín 28,4 148
Estuario río Colorado 1,3 7
Promedio 13,81 72
(*) Existen dudas acerca del cumplimiento real de este caudal mínimo normativo
La integración de todos los criterios contemplados para la determinación del caudal ecológico
mínimo para la masa de agua 463 y especialmente de los métodos de idoneidad de hábitat permite
adoptar, teniendo en cuenta el principio de precaución, un caudal mínimo de 50 m3/s.
Los escenarios de disponibilidad de recursos hídricos en los planes hidrológicos han sido:
En el Plan Hidrológico de 1998 se utilizó para la asignación de recursos la serie en régimen natural para el
periodo 1940/86, que estimaba un recurso total para la cuenca de 18.217 hm3/año (CHE, 1996).
En el Plan Hidrológico 2010 2015 se estima para el periodo 1940/2006 un recurso total de 16.448
hm3/año (CHE, 2012b), lo que supone un 10 % de reducción en la aportación media prevista. Esta
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 40 de 121 ‐
disminución se debe a la incorporación del periodo 1986/2006 que, por ser más seco que el periodo
1940/1986, provoca un descenso de la media.
Hay que tener en cuenta que la incorporación de los efectos del cambio climático se estima considerando
una reducción de los recursos del 5 % para la cuenca del Ebro, lo que supone una aportación media
de 13.892 hm3/año, es decir, una reducción del 24 % respecto al plan de 1998.
El hecho de que el tramo bajo del río Ebro tenga la posibilidad de disponer de mayores caudales
gracias a la existencia del sistema de explotación del Bajo Ebro con los embalses de Mequinenza Ribarroja
Flix, así como las posibilidades de disponibilidad de recurso gracias a la eficiente gestión del agua que se
hace en la cuenca del Ebro permite incrementar este caudal mínimo de una forma significativa.
Que el caudal ecológico mínimo sea 80 m3/s tal y como se ha concluido en el apartado anterior.
Que el volumen anual reservado para necesidades ambientales sea en torno a 3.000 hm3/año de manera
que, con el resto de elementos que componen en régimen de caudales ambientales (caudales de
crecida, caudales ambientales de los canales y descargas subterráneas) se llegue a superar en la
desembocadura del Ebro la reserva ambiental establecida de forma orientativa en el plan
hidrológico de 1998.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 41 de 121 ‐
Mantener como caudales máximos mensuales los 150 155 m3/s establecidos en MARM (2010).
Figura 9: Régimen de caudales ecológicos para la masa de agua 463 propuesto en este trabajo.
En CHE (2010d) se describen y analizan los efectos de las crecidas. El diseño de las crecidas va
variando en cada ocasión en función del conocimiento que se va teniendo del impacto que producen en las
poblaciones de macrófitos. Se suelen realizar durante unas 8 10 horas y los caudales máximos oscilan entre
1.000 y 1.500 m3/s.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 42 de 121 ‐
En CHE (2010d) se han recogido estas crecidas controladas tal y como se vienen realizando en los
últimos años: dos crecidas al año con un caudal máximo de hasta 1.350 m3/s y una duración estimada del
orden de 10 horas. En todo caso el diseño de estas crecidas ha de variar en función de las circunstancias
hidrológicas de cada momento y del conocimiento que se va teniendo del efecto de estas crecidas en la
población de macrófitos y otros aspectos analizados.
Tabla XV: Caudales máximos de crecidas ocurridas en el periodo 2001/2010 CHE (2010d).
Caudal máximo de la crecida
Fecha Origen de la crecida
(m3/s)
5 9/12/2002 1.346 Controlada
2 12/2/2003 2.376 Natural
27/2/2003 10/3/2003 1.900 Natural
8 12/5/2003 1.440 Natural
5 9/12/2003 1.194 Controlada
13 15/3/2006 1.526 Controlada
4/5/2006 1.498 Controlada
28/3/2007 21/4/2007 2.050 Natural
28/5/2007 1.042 Controlada
8/11/2007 1.235 Controlada
15/5/2008 1.261 Natural
26/5/2008 2.142 Natural
3 6/6/2008 1.562 Natural
29/1/2009 16/2/2009 1.110 Natural
18/5/2009 1.065 Controlada
21/10/2009 1.120 Controlada
15 17/1/2010 1.345 Natural
20/5/2010 1.171 Controlada
4/11/2010 1.172 Controlada
30/5/2011(a) 1.350 Controlado
(a) Comunicación personal del Área de Calidad de la CHE
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 43 de 121 ‐
El régimen de caudales ecológicos propuesto en CHE (2012b) tiene en cuenta, además de lo anterior,
los caudales circulantes aportados al delta por los canales de la margen derecha e izquierda del Ebro con
carácter ambiental, sin perjuicio de la preeminencia de los derechos concesionales que asisten a dichos
canales y la descarga natural de agua subterránea. En el Ebro en desembocadura (como se define en el
Plan Hidrológico de 1998) se estiman los siguientes valores:
Datos en m3/s
oct nov dic ene feb mar abr may jun jul ago sep
80 100 100 120 150 155 100 100 100 100 100 80
Que supone un volumen reservado para satisfacer las necesidades ambientales de 3.370 hm3/año. Este
volumen es superior al que establecía de forma orientativa el plan hidrológico de la cuenca del Ebro de
1998 estimado en 3.154 hm3/año.
El régimen de caudales ecológicos se realizará sin menoscabo de otros caudales que circulen por el
río y que también tienen una función ambiental.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 44 de 121 ‐
4.5.‐ Compatibilidad de los caudales ecológicos con otros aspectos ambientales del tramo bajo del río
Ebro y del delta
Según distintos autores (Alberto, 1989; Canicio e Ibáñez, 1999 en Molinet, 2006) la formación del
delta comenzó con el ascenso eustático postglacial del nivel del mar hace varios miles de años. Como
consecuencia de ello el río perdió capacidad de transporte abandonando su carga de sedimentos gruesos
que constituyen la base del delta (Figura 10).
La evolución del delta del Ebro ha respondido principalmente a factores ligados con la actividad del
hombre. Tal y como se indica en García y López (2009), a medida que ha avanzado la deforestación de la
cuenca del Ebro se ha producido un incremento del tamaño del Delta. Hace 2.000 años la línea de costa
estaba en Amposta. El periodo de máxima progradación deltaica producido entre los siglos XV y XIX
coincide con la expansión general del cultivo de cereales y del pastoreo de la cuenca del Ebro. La Pequeña
Edad de Hielo, con la consiguiente reactivación de procesos geomorfológicos es probable que haya tenido
también influencia. A finales de siglo XIX el Delta alcanzó su máximo desarrollo cuando llega al medio rural
el máximo desarrollo demográfico y se cultivan áreas muy marginales.
La reciente disminución de los sedimentos aportados al delta se produce por dos factores: a) el
incremento de la masa forestal de la cuenca del Ebro que se ha producido a lo largo del siglo XX debido a
las políticas forestales y, sobre todo, al abandono del medio rural que ha supuesto una menor presión
sobre las leñas; y b) la construcción de las grandes presas.
La estimación de las tasas de sedimentación en la cuenca del Ebro ha sido objeto de numerosos
estudios que se han recopilado de forma muy completa y detallada en García y López (2009). En este
estudio se incluye una descripción de los datos obtenidos en parcelas experimentales a nivel nacional y
datos de la producción de sedimentos a partir de las batimetrías de los embalses de la cuenca del Ebro.
Una síntesis de los datos recogidos en García y López (2009) en las cuencas experimentales
españolas nos da idea de la distribución de las tasas de erosión en función de las distintas características de
cada cuenca estudiada (Tabla XVI). Se ve que la distribución de valores oscila mucho con tasas bajas
menores que 1 tn km 2 año 1 en bosques mediterráneos con una elevada cobertura que protege a los
suelos, y tasas máximas del orden de 60.000 tn km 2 año 1 en zonas de cárcavas altamente erosionables. La
mediana de todas las tasas de degradación específica de las experiencias recopiladas es 120 tn km 2 año 1.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 45 de 121 ‐
Figura 10: Evolución del delta del Ebro (dibujos adaptados de Canicio e Ibáñez, 1999; en Molinet, 2006)
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 46 de 121 ‐
Tabla XVI: Tasas de degradación específica en cuencas experimentales recopiladas de García y López
(2009). Elaboración propia.
Degradación
Superficie
Cuenca específica Descripción
2 2 1
km tn km año
Bosc 1,6 0,5 Bosque mediterráneo
Campàs 2,4 0,7 Bosque y un 10 % de cultivos
Cultivos cerealistas junto a algunos cultivos arbóreos en
bancales. Este suelo ha sido drenado desde antiguo
Can Revull Pequeña 3,1
mediante canalizaciones subsuperficiale para favorecer la
aireación y el cultivo
Elevada proporción de bosque autóctono con algunas
Barrendiola 4,8 15
manchas de reforestado
Riera Salada 222 20 Bosque (75 %) y áreas agrícolas (25 %)
Elevada proporción de bosque autóctono con algunas
Añarbe 48 21
manchas de reforestado
Ambiente cultivado, cuenca alargada y cauce cubierto de
Latxaga 2,07 28
vegetación
Río Arbucies 106 32 Afluente del Tordera
Buena densidad de cubierta pero muy alterada por la
Aixola 3 35
reforestación y las frecuentes talas
Río Arbucies 106 38 Afluente del Tordera
Río Tordera 894 50
Flysch eoceno. Campos abandonados y bosque (elevada
Cal Vila 0,56 55
cubierta vegetal)
Río Arbucies 106 62 Afluente del Tordera
Cuenca río Chícamo (Murcia). Vegetación dispersa y baja
Abanilla 0,000759 84
pendiente
San salvador 0,92 120 Flysch eoceno. Bosque
Río Arbucies 106 132 Afluente del Tordera
Ambiente cultivado, cuenca redondeada y cauce sin
La Tejería 1,69 197
vegetación
Riera Salada 222 210 Bosque (75 %) y áreas agrícolas (25 %)
Cuenca abandonada en mitad siglo XX y en proceso de
Arnás 2,84 450
recolonización vegetal
Cal Rodó 4,17 710 bosques, prados y terrazas
Gudalperalón 920 Dehesa. Cubierta de encina y sitios coluviales
Gudalperalón 2210 Dehesa. Laderas
Ca l'isard 1,31 2800 cárcavas, bosques, prados y terrazas
Color 0,000328 2980 Vegetación dispersa y alta pendiente
Gudalperalón 4110 Dehesa. Cárcavas de fondo de valle
Gudalperalón 5850 Dehesa. Áreas con más del 50 % de suelo desnudo
Margas eocenas en el tramo inferior y flysch en el superior.
Aragüás 0,45 15300 Cárcavas que acompañan al afloramiento de margas y
cabecera reforestada con pino.
Aragüás (sólo Cárcavas) 57500 Cárcavas
El Cartor 0,06 60000 cárcavas
Mediana 120
Mediana 5308
100000
10000
tn km ‐2 año‐1
1000
100
10
0,1
Aragüás …
La Tejería
Río Arbucies
Río Arbucies
Río Arbucies
Río Arbucies
Gudalperalón
Gudalperalón
Gudalperalón
Gudalperalón
Aixola
Barrendiola
Río Tordera
Can Revull
Abanilla
Latxaga
Riera Salada
Riera Salada
Cal Rodó
San salvador
Cal Vila
Color
Ca l'isard
Campàs
El Cartor
Arnás
Aragüás
Añarbe
Bosc
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 47 de 121 ‐
Otra información de interés para evaluar a gran escala las tasas de erosión de las cuencas procede de
los datos de los aterramientos de los embalses. En la Tabla XVII se ha recopilado la información disponible
sobre este aspecto. Existe una dispersión de valores importante, con las menores tasas registradas en el
embalse de la Tranquera con 8 tn km 2 año 1 y mayores en el embalse de Pena (cuenca del Matarraña) con
1.300 tn km 2 año 1. Un promedio ponderado por la superficie de la cuenca vertiente aporta un valor de
120 tn km 2 año 1.
Tabla XVII: Tasa de degradación específica obtenidas a partir del análisis del aterramiento de los embalses
de la cuenca del Ebro.
Cuenca Tasa
Erosión
Sistema vertiente erosión Fuente
km2 tn año 1 tn km 2año 1
La estimación de los sedimentos que ha aportado el río Ebro en desembocadura ha sido objeto de
varias evaluaciones. Destacan las cifras aportadas en Guillén et al (1992; en García y López, 2009) en las
que distingue tres periodos:
Antes de la construcción de los embalses, con una degradación que podría oscilar entre 400.000 y
2.000.000 tn año 1 (entre 5 y 24 tn km 2 año 1).
En los años 60, con la construcción de los embalses la tasa se redujo a valores que oscilaban entre 40.000
y 200.000 tn año 1 (entre 0,5 y 2,4 tn km 2 año 1).
Estos resultados son coherentes con Varela et al (1996), que mide los volúmenes sedimentados en
los vasos de Mequinenza y Ribarroja entre su construcción y una batimetría realizada por el CEDEX en
1982. El aterramiento de estos embalses es indicador de los sedimentos que coincidirían sensiblemente
con los aportes al Delta anteriores a la construcción de las presas. Se da un aporte medio de la cuenca de
115 tn km 2 año 1. Con la construcción de los embalses de Mequinenza y Ribarroja los aportes al delta se
reducen en un 94 %.
Ibáñez et al (1996) aporta también unos valores de sedimentos aportado por la cuenca en el delta
del Ebro que son mayores que los estimados en Guillén et al (1992), con un valor de 30.000.000 tn año 1
(350 tn km 2 año 1) antes de la construcción de los embalses de Mequinenza y Ribarroja, 10.000.000 tn año
1
(200 tn km 2 año 1) a finales de los años 60, que fue disminuyendo progresivamente hasta llegar a la
cantidad de 100.000 200.000 tn año 1 (1 2 tn km 2 año 1).
En la última década se han continuado realizando estudios de erosión en el bajo Ebro. Destacan los
trabajos de Vericat y Batalla (2005a, 2005b, 2006) en los que se:
Se analiza el efecto de los embalses de Mequinenza y Ribarroja en las avenidas entre 2000 y 2004,
poniéndose de relieve que estos embalses retienen la mayoría de los sedimentos y que en el tramo
bajo del Ebro se está produciendo un proceso de incisión fluvial con valores medios de 30 mm/año
en el tramo de 27 km situado aguas abajo de la presa de Flix.
Cada año el tramo bajo del río Ebro transporta 450.000 tn, de las que el 60 % son materiales en
suspensión y el 40 % restante es carga de fondo. Esto supone el 3 % de los materiales que
transportaba el río Ebro en su tramo bajo a principios de siglo.
En ACA (2009a) se toman muestras de sedimentos durante 8 meses comprendidos entre marzo y
septiembre de 2008 transportados por el río Ebro en Tortosa y se evalúa el actual déficit sedimentario del
sistema fluvial para compensar los procesos de regresión y subsidencia del Delta del Ebro. Se concluye que
en el año hidrológico 2007/2008 se exportan 133.452 tn de las que el 89 % se han transportado como
materia en suspensión y el resto como carga de fondo. Esta exportación se produce fundamentalmente
durante la primavera (90 % de los sedimentos) y también durante los episodios de crecida (73 % de la
exportación total).
La disminución del aporte de sedimentos producido en la segunda mitad del siglo XX supone un
condicionante evidente para la evolución del Delta del Ebro. Algunos autores han puesto de relieve el
posible impacto de esta amenaza (Ibáñez, 1993; Ibáñez et al., 1999; Prat, 2001)
La cuestión que todavía no se ha resuelto ha sido la cuantificación del grado de subsidencia global
que está teniendo el delta del Ebro. Distintos autores han aportado algunas cifras:
1 mm/año a partir de la asimilación al delta del Ebro de la tasa de subsidencia en la zona de Marsella y de
la Camarga dentro del delta del Roine (Sánchez Arcilla et al, 2005).
1,5 2,6 mm/año en ITGE (1996) a partir de la comparación de curvas relativas de variación del nivel del
mar obtenidas en el delta del Ebro y en otras áreas próximas. Para ello se realiza una datación
absoluta de los depósitos de turbas (que se suponen sedimentados en zonas de marismas, es decir, a
nivel del mar).
1,75 mm/año en Somoza et al (1998; en Molinet, 2006). Mediante la comparación de los depósitos del
delta del Ebro con otros del litoral mediterráneo español. La tasas de subsidencia estimada
corresponde a un valor medio de los últimos 7.000 años, aunque este valor ha sufrido variaciones a
lo largo del tiempo.
Algunos autores han estudiado a partir de ensayos en parcelas experimentales la evolución del delta
en un escenario de abandono agrícola (Ibáñez et al, 2010). Se plantea que el crecimiento natural de la
vegetación en ellas puede provocar una acreción vertical que contrarreste el efecto de subsidencia y
ascenso del nivel del mar.
La diferencia de cotas entre la topografías de 1927 y la de 2012 (Tabla XVIII) pone claramente de
relieve que no se ha producido un proceso de hundimiento por subsidencia desde 1927. Con motivo de la
realización del estudio CHE (2012c) se ha establecido una nueva red de referencias que permitirá la
realización de topografías de precisión en futuras campañas.
En próximas campañas se realizarán nuevas nivelaciones de precisión del Delta del Ebro con el fin de
detectar la existencia probada de un proceso de subsidencia generalizada. No obstante a la vista de los
resultados disponibles, parece que por el momento el delta se encuentra estable en lo que a subsidencia
se refiere. Por lo tanto, a pesar de que en la situación actual se ha producido una disminución muy
importante del aporte de sedimentos al delta del Ebro, no parece que este hecho haya provocado tanto un
problema de subsidencia como, más bien, una estabilización del edificio deltaico.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 50 de 121 ‐
Figura 11: Situación de las referencias topográficas instaladas en 1927 durante la construcción del canal de
la margen izquierda del delta del Ebro e identificación en el año 2012.
CSHE 20
CSHE 12
CSHE 2
Tabla XVIII: Cotas medidas en los puntos de referencia del Canal de la margen izquierda del delta del Ebro
en CSHE (1927) y CHE (2012c).
Cota en 1927 Cota en 2012 Diferencia
metros cm
CSHE 20 5,911 5,911 0
CSHE 12 3,743 3,789 4,6
CSHE 2 2,375 2,328 4,7
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 51 de 121 ‐
El comportamiento del tramo fluvial del río Ebro ha sufrido importantes cambios durante el siglo XX.
La comparación de las imágenes aéreas entre 1927 y 2002 permiten observar las diferencias en las
características del cauce (Figura 12a y b). Efectos como el incremento de las temperaturas producido al
final del siglo, la disminución de los caudales circulantes en el río debido al incremento de la superficie
forestal y al incremento de los usos de agua y, especialmente, el cambio de régimen producido en el río
Ebro con motivo de la construcción de los embalses de Flix (11 hm3 en 1948), Mequinenza (1.534 hm3 en
1966) y Ribarroja (210 hm3 en 1969), han condicionado la evolución en las características del cauce del río.
En Sanz et al (2001) se realiza un estudio a partir de las fotografías aéreas de 1927, 1946, 1956, 1982,
1987 y 1997. Apoyado con información de campo del cauce del Ebro en la situación actual describe los
procesos principales que han condicionado la morfología del río llegando a las siguientes conclusiones:
Antes de la construcción de los embalses, a partir del estudio de las fotografías de 1927, 1946 y 1956:
+ La dinámica evolutiva del río Ebro estaba controlada por avenidas extremas. Se registraron dos
episodios extremos en 1937 y 1961, que causaron profundas modificaciones en la morfología
del río (erosión de las márgenes a la vez que sedimentación y remodelación de barras de gran
tamaño).
+ En el cauce del río Ebro, aguas arriba de la confluencia del río Ciurana, las avenidas no tuvieron
repercusiones morfo sedimentarias, sino que todos los reajustes se observaron aguas abajo de
este punto. Este hecho pone de manifiesto el papel tan destacado que ha tenido el río Ciurana
en las remodelaciones acontecidas en el Ebro, aportando tanto sedimentos como líquido. De
hecho, el volumen de las barras y la granulometría aumenta significativamente aguas abajo de
la desembocadura del Ciurana. Por ello es de destacar el papel tan importante de la cuenca del
río Ciurana en la evolución geomorfológica del río Ebro. En esta cuenca se construyeron
también los siguientes embalses: Ciurana en el río Ciurana (12,4 hm3 en 1972), Guiamets en el
río Asmat (10 hm3 en 1975) y Margalef (3 hm3 en 1995).
+ La mayor parte de sedimento que llega al Delta del Ebro se originan durante eventos muy
energéticos de carácter esporádico tales como riadas y tormentas.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 52 de 121 ‐
Figura 12a: Comparativa de las imágenes de la llanura aluvial del río Ebro en la zona de Móra d’Ebre
Benissanet (CHE, 2008c).
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 53 de 121 ‐
Figura 12b: Comparativa de las imágenes de la llanura aluvial del río Ebro en la zona de Móra d’Ebre
Benissanet (CHE, 2008c).
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 54 de 121 ‐
Después de la construcción de los embalses y a partir del análisis de las fotografías aéreas de 1982, 1987 y
1997:
+ Tras la puesta en funcionamiento de los embalses del eje del bajo Ebro y del Ciurana se ha
producido una drástica reducción de la carga de sólidos en suspensión y de la carga de fondo.
* Acorazamiento. Este acorazamiento se produce cuando las aguas limpias liberadas desde las
presas lavan los sedimentos finos, pero carecen de energía suficiente para lavar las
gravas. La formación de esta coraza de gravas gruesas, que se romperá sólo en el caso de
caudales muy importantes, ha impedido que se produzca un proceso generalizado de
incisión fluvial (al contrario de lo que describen Vericat y Batalla, 2005a). Este proceso
únicamente se ha detectado en las inmediaciones de Flix, pero de una forma muy
limitada que ni siquiera ha variado el número y posición de las barras existentes
previamente debido a la presencia de clastos de gran tamaño que han protegido el cauce
y lo han estabilizado para las nuevas condiciones de descarga y pendiente.
+ Estas modificaciones producidas por los embalses afectan con igual intensidad a los 40 kilómetros
analizados desde la presa de Flix, por lo que se considera razonable que estos cambios afecten
a todo el tramo bajo del río Ebro hasta la desembocadura.
+ Los cambios en las condiciones del cauce se produjeron en un breve intervalo de tiempo. En las
fotografías aéreas de 1982 se observa que el cauce ya estaba estabilizado y desde esta fecha
hasta la actualidad apenas ha experimentado cambios notables. Actualmente el río Ebro se
encuentra en una situación de equilibrio dentro de las nuevas condiciones introducidas por los
embalses y el hombre.
El efecto de la regulación del régimen hidrológico producido por los embalses en la estabilización de
los cauces y el favorecimiento de una desarrollada orla de vegetación de ribera ha sido claramente descrito
para el tramo medio del río Ebro en Magdaleno (2011) y sus conclusiones pueden ser también válidas para
el tramo bajo del Ebro. Se estudia un tramo del Ebro medio de 250 km (desde Rincón de Soto hasta La
Zaida). Detecta un gran incremento de caudal durante los meses de verano en comparación con el régimen
circulante a principios de siglo XX. Ello ha provocado cambios intensos en la morfología del río con una
estabilización del canal que ha llevado una pérdida de su anchura y una desaparición de muchas de las islas
interiores. La vegetación de ribera reacciona rápidamente a la nueva situación colonizando prácticamente
todo el canal activo original. La distribución original en mosaico ha cambiado a una distribución lineal y
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 55 de 121 ‐
continua que ha crecido mucho más próxima al canal permanente. En estos cambios de vegetación ha
tenido un papel importante los elevados caudales mínimos mantenidos por la regulación de los embalses.
La restauración de estos tramos debería pasar por la recuperación de la magnitud, variabilidad y
estacionalidad de los flujos de verano.
La propuesta de régimen de caudales ecológicos para el bajo Ebro realizada en CHE (2012b) recoge
estas ideas, tendiendo hacia una recuperación de la modulación original de los caudales mínimos, con
mayores estiajes estivales y mayores caudales en época de aguas altas.
La evolución del delta del Ebro ha sido muy dinámica desde su origen respondiendo a los factores
que condicionan sus características. Estos factores son, principalmente, el aporte de los sedimentos
fluviales, al oleaje y la dinámica de las mareas y elevaciones del nivel del mar.
Dadas las características particulares del delta, el principal factor que ha condicionado su desarrollo
ha sido el aporte de sedimentos fluviales, estando ligada la velocidad de crecimiento del delta a las
variaciones en dicho aporte. Históricamente estas variaciones han estado determinadas por factores
climáticos (periodos fríos con menor vegetación y, por tanto mayor escorrentía y erosión; periodos cálidos
con más vegetación y por ello menor escorrentía y erosión) y por factores humanos ligados especialmente
a la deforestación, que ha condicionado una mayor tasa de erosión y por ello un mayor aporte de
sedimentos al delta.
Estos factores han justificado la evolución histórica de la forma del delta. Pasada la segunda mitad
del siglo XX la construcción de los grandes embalses en toda la cuenca del Ebro y en especial los embalses
de Mequinenza Ribarroja Flix provocaron una busca disminución de los aportes sedimentarios que
provocó una adaptación de la morfología del delta del Ebro.
La evolución de esta morfología ha sido estudiada por numerosos autores a partir de las fotografías
aéreas disponibles llegándose a las siguientes conclusiones (Maldonado, 1986; Lechuga y López, 1997;
Sánchez Arcilla et al, 1997; Rodríguez, 1997; Molinet, 2006):
La zona de cabo Tortosa está en proceso de erosión mientras que El Fangar y la Banya son zonas de
sedimentación. Las zonas del Trabucador y Eucaliptus Migjorn son de tránsito de sedimento que
procede de Cap Tortosa y se dirige hacia la Banya. La zona Marquesa Riumar es de tránsito de
sedimento que procede de Cap Tortosa y se dirige hacia el Fangar (Figura 13).
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 56 de 121 ‐
Figura 13: Ganancias y pérdidas actuales de sedimento a lo largo de la costa exterior del Delta del Ebro
(Generalitat de Catalunya, 2008). En naranja se indica la erosión (negativo) o ganancia
(positivo) de cada tramo. En amarillo se indica el transporte de sedimento de una celta a otra.
Después de la construcción de los grandes embalses el delta sufrió cambios rápidos, especialmente la
erosión de Cap Tortosa (Figura 14) pero estos cambios han ido disminuyendo progresivamente,
llegándose en la actualidad a un perfil próximo al equilibrio.
De forma global, puede decirse que el proceso de adaptación del delta a las nuevas condiciones no ha
supuesto significativas pérdidas de superficie emergida ni de volumen de material sedimentado.
Únicamente se ha producido una adaptación de su forma.
Es fundamental continuar con el seguimiento de la evolución de la morfología del delta con el objeto de
caracterizar y evaluar los cambios que se producen a una escala temporal lenta.
Actualmente se da una tendencia sedimentaria en las dos flechas litorales mientras que las zonas
situadas entre el lóbulo y las flechas actúan como zonas de trasvase de sedimento y la zona de Cabo
Tortosa ha sufrido el mayor proceso erosivo
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 57 de 121 ‐
Figura 14: Línea de costa en Cap Tortosa desde 1957 hasta el 2000 (Jiménez et al, 2005; en Generalitat de
Catalunya, 2008).
El efecto del régimen de caudales ecológicos recogidos en la propuesta de proyecto del plan de
cuenca 2010 2015 (CHE, 2012b) ha sido uno de los criterios establecidos para su definición, tal y como se
ha descrito detalladamente en el apartado 4.1.1.1 de este informe. Por ello este régimen garantiza el
hábitat requerido en la normativa vigente con respecto a las especies singulares.
El funcionamiento hidrológico de las aguas superficiales y de las lagunas del delta del Ebro no se
puede comprender si no se analiza en detalle la evolución de las prácticas agronómicas, en especial, la
distribución que se realiza anualmente para el riego de los arrozales.
canales y drenaje artificial), las precipitaciones y el mar, bahías y el propio río Ebro. De todos ello el
componente más importante es el riego de los arrozales.
El cultivo del arroz ocupa la mayor parte de la llanura deltaica y mantiene inundados los campos
durante todo el periodo de cultivo, teniendo una componente de infiltración muy importante que produce
una recarga artificial que supera ampliamente el término de la recarga por infiltración. El ciclo del arroz
dura 188 días en los que los campos reciben agua en continuo y una vez acabado el cultivo, durante 120
días más (desde octubre hasta enero) se produce un tipo de riego de carácter única y exclusivamente
ecológico ambiental. Con este riego se persigue favorecer el hábitat propio de una zonas húmeda como es
el delta del Ebro (CGRCMDE CRSAE, 2008).
La red de riego está constituida por dos canales principales y una red secudaria revestidas. La red
terciaria ya no está revestida, al igual que la red de drenaje (Figura 15). Esta red de drenaje evacúa el agua
mediante estaciones dotadas con tornillos de Arquímedes que comienzan a funcionar cuando termina la
cosecha de arroz en septiembre, evacuando unos 33 m3/s en el semidelta izquierdo y unos 50 m3/s en el
derecho (MARM GC, 2006; en Jiménez, 2010).
Figura 15: Principales redes de riego y drenajes en el delta del Ebro (Acuamed, 2008; en Jiménez, 2010).
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 59 de 121 ‐
La permeabilidad de los materiales del acuífero superior es notablemente menor que la considerada de
forma global en la bibliografía, con valores de 8x10 4 y 6x10 3 m/día en material de levee (arcillas), y
de 3x10 2 y 4x10 1 m/día en materiales de llanura deltaica (arenas finas).
La distribución de las aguas subterráneas en el acuífero superficial son muy variables a lo largo del año.
Se diferencia una capa superior con aguas de menor salinidad que las del nivel inferior. Esta salinidad es
función de: a) la proximidad al canal principal de riego, b) la época de riego; c) la proximidad al río
Ebro en las zonas próximas a su cauce.
La capa inferior tiene una salinidad próxima al agua del mar, aunque en ocasiones sobrepasa ligeramente
este valor.
En época de inundación de los campos de riego se produce una recarga generalizada al acuífero que
provoca la aparición de la capa superior de agua dulce salobre.
En época de drenaje se produce un abatimiento del nivel piezométrico del acuífero superficial. Con ello la
capa superior (dulce salobre) llega a desaparecer, salinizándose todo el acuífero, a excepción de las
zonas de influencia de los canales de riego que, a pesar de estar revestidos, tienen pérdidas que
provocan la menor salinidad de las aguas del acuífero en su entorno. El agua salada tiene
procedencia marina y de aguas congénitas que proceden del nivel de limos inferior.
La zona de influencia del río Ebro en el acuífero es de sólo unas pocas decenas de metros, siendo limitada
por el Canal de riego que actúa como barrera hidráulica positiva. De hecho, durante el periodo de
seguimiento se controlaron los niveles en 2 crecidas controladas y una crecida natural observándose
que se estos episodios no producen una afección observable en los niveles de los piezómetros
próximos al río, hecho que es claramente indicativo de que la baja permeabilidad de los materiales
del acuífero superior aísla el funcionamiento de las aguas contenidas en el acuífero superior con
respecto al funcionamiento del río (Anejo IV).
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 60 de 121 ‐
Figura 16: Situación de los piezómetros construidos en CHE (2008b) aguas abajo de Deltebre y resultados
observados en el piezómetro 11.
Inicio drenaje
Al finalizar el drenaje
el piezómetro está
totalmente salinizado
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 61 de 121 ‐
Estas conclusiones ponen claramente de manifiesto la importancia que tienen para el delta del Ebro
los regadíos y la reducida afección que tiene la cuña salina del río Ebro en la salinización de las aguas del
delta del Ebro. Únicamente en las zonas en las que se produce un bombeo de las aguas subterráneas cerca
del cauce del Ebro el impacto de la cuña salina del río Ebro podría ser más significativo.
Los materiales del delta del Ebro tienen una disposición subhorizontal. Siguiendo a Bayó et al (1997;
en IGME, 2005) y Custodio (2010), en función de sus características hidrogeológicas se diferencian los
siguientes niveles de arriba abajo (Figura 17):
Un acuífero superior de 10 m de espesor máximo, de arenas y gravas finas de paleocauces, playas y dunas
litorales. La permeabilidad es muy baja. Aunque se han dado cifras medias del orden de 1 5 m/día
(CHE, 1991), estudios recientes han disminuido sustancialmente la estimación de esta permeabilidad
a partir de ensayos de bombeo realizados en piezómetros con valores que oscilan entre 8x10 4 y
4x10 1 m/día (CHE, 2008b). Funciona como un acuífero libre. Tiene aguas salinizadas a partir del
metro de profundidad. En las zonas próximas al continente los flujos de los acuíferos carbonatados
del bajo Ebro discurren sobre las aguas salinas dando lugar a los manantiales poco salinos conocidos
como ullals.
Capa de entre 20 y 100 m de potencia de limos orgánicos que se comporta como acuitardo que confina al
acuífero profundo.
Acuífero profundo constituido por 20 30 m de gravas. Tiene un carácter surgente y contiene aguas
marinas congénitas que mantienen un elevado grado de salinización original. Únicamente en las
zonas más próximas al continente el drenaje de las formaciones mesozoicas favorece un cierto grado
de mezcla, dando lugar a aguas subterráneas con menor mineralización que son objeto de
explotación.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 62 de 121 ‐
Figura 17: Mapa y corte geológico del delta del Ebro. Tomados de IGME (2005) que a su vez toma el mapa
del Servicio Geológico de Cataluña y el corte de Bayó et al (1997).
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 63 de 121 ‐
Sistema acuífero multicapa, profundo y confinado, que se instala entre los 70 y 500 m de profundidad.
Son gravas fluviales intercaladas con sedimentos deltaicos que contienen agua con un grado de
salinidad semejante a la del mar.
La recarga de los acuíferos se estima (CHE, 1991) en 135,5 hm3/año y se produce principalmente por
la infiltración del agua de los arrozales (79 hm3/año), por la descarga subterránea de las formaciones
continentales adyacentes (35 hm3/año) y por la infiltración del agua de lluvia (21,5 hm3/año). La descarga
se produce: a través de las acequias de drenaje (97 hm3/año); descargas subterráneas al río Ebro, al mar
Mediterráneo y a las lagunas y zonas húmedas (34 hm3/año); y extracciones (4,5 hm3/año).
Figura 18: Mapa de isocloruros del acuífero superior en septiembre octubre de 1999 (IGME, 2005).
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 64 de 121 ‐
Los tres acuíferos cuaternarios del delta (superior, inferior y multicapa) contienen aguas congénitas,
que son las aguas marinas que quedaron atrapadas durante la formación del sedimento. El bajo gradiente
hidráulico de los niveles piezométricos (Figura 19) y la baja permeabilidad impiden el lavado efectivo de
estas aguas congénitas. El equilibrio de la salinidad del delta es función de dos factores principales:
Figura 19: Mapas de isopiezas para el sector norte (CHE, 2005b) y sur (CHE, 2001) a partir de los que se han
estimado las descargas del Mesozoico que descargan en el delta del Ebro.
a) las explotaciones de agua, que si sobrepasan un umbral provocan problemas de intrusión muy
localizados, como ocurre en l’Ampolla y Amposta.
b) Las descargas de agua dulce procedente del Mesozoico. Estas descargas han sido evaluadas:
El estudio estadístico de la evolución temporal de los parámetros químicos de la cuenca del Ebro ha
sido realizado en numerosos estudios (Bouza et al, 2004; Bouza, 2006; Valencia, 2007). En este apartado se
destacan los aspectos que tienen una mayor significación en la calidad físico química de las aguas del
tramo bajo del río Ebro.
En el eje del Ebro se observa un incremento de la salinidad media conforme el río avanza en su
recorrido hasta llegar a la cola del embalse de Mequinenza, en Sástago, donde alcanza una conductividad
media de 1.329 µS/cm (periodo 1980/2002). Debido a la sedimentación de partículas producida en el
embalse de Mequinenza y a las aportaciones de menor salinidad del río Segre, el río Ebro en su tramo bajo
tiene una salinidad menor que aguas arriba del embalse de Mequinenza. De esta manera, en Ascó el
promedio para el mismo periodo es 908 µS/cm y en Tortosa es 918 µS/cm.
Figura 20: Evolución del total de sólidos disueltos en la estación 27 (río Ebro en Tortosa). CHE (2008d).
Evolución temporal de la conductividad eléctrica
1800
1500
CE (microS/cm)
1200
900
600
300
1/10/80
1/10/81
1/10/82
1/10/83
1/10/84
1/10/85
1/10/86
1/10/87
1/10/88
1/10/89
1/10/90
1/10/91
1/10/92
1/10/93
1/10/94
1/10/95
1/10/96
1/10/97
1/10/98
1/10/99
1/10/00
1/10/01
1/10/02
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 66 de 121 ‐
El efecto del incremento de la concentración se encuentra afectado por la tendencia a una menor
cantidad de volúmenes de agua circulantes. En la cuenca del Ebro se ha detectado una clara correlación
entre caudales y concentraciones de sales de manera que a menor caudal la concentración es mayor. Si se
evalúa la masa de sales realmente exportada en cada estación de control, se puede observar que, a pesar
de que la concentración de sales está tendiendo a incrementarse, no ocurre lo mismo con la masa de sales.
En análisis realizado en CHE (2009c) pone claramente de relieve que la mayor parte de las estaciones no
presenta un incremento de la masa de sales en el periodo 1975 2008 (Figura 21). Las estaciones de Tortosa
y Ascó son las dos únicas estaciones que tienen una tendencia a incrementar su contenido de la masa
exportada en torno a 20 Tn/año. No obstante, es importante considerar que el análisis realizado indica que
globalmente no existe en la cuenca del Ebro una tendencia a que se esté incrementando la masa exportada
de sales hacia el mar Mediterráneo.
Figura 21: Concentración de sales (izquierda) y masa de sales (derecha) registrada en 28 estaciones de
aforos de la cuenca del Ebro en el periodo 1975 2008 (CHE, 2009c).
Uno de los aspectos generales que ha sido destacado en diversos estudios que han analizado la
tendencia espacio temporal de los parámetros físico químicos de la cuenca del Ebro ha sido la tendencia al
incremento del pH en las aguas superficiales (Valencia, 2007). Se ha planteado la posible relación de esta
evolución con el efecto del incremento de la temperatura del agua debido al cambio climático.
En CHE (2012d) se realiza un análisis detallado de la evolución del pH en las estaciones de la red de
calidad de la cuenca del Ebro incorporando datos desde 1960 (Figura 22). Se observa que, tal y como se
había detectado, existe un incremento del pH a partir de los años 1995 2000, pero, al analizar las series
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 67 de 121 ‐
desde 1960 se observa que en el periodo anterior a 1970 los valores de pH son similares a los obtenidos en
la actualidad.
A partir del análisis de los distintos factores que pudieran explicar la evolución observada se concluye
que el factor más plausible que explique esta relación es el funcionamiento de las centrales térmicas que
se instalaron en el sector norte de la Península Ibérica más próximas a la cuenca y con mayor afección
potencial a sus aguas: Andorra (Teruel) en 1981, Escucha (Teruel) en 1975, Escatrón (Zaragoza) en 1990, As
Pontes (A Coruña) en 1976, Aboño (Asturias) en 1974, Compostilla (León) en 1972, Soto de Ribera
(Asturias) en 1962, La Robla (León) en 1971, Guardo (Palencia) en 1964, Lada (Asturias) en 1967, Anillares
(León) en 1971, y Pasaia (Guipúzcoa) en 1968.
Figura 22: Evolución del pH en estaciones de calidad desde 1960 (CHE, 2012d)
8,6
8,5
8,4
Cinca en Fraga
8,3
8,2
8,1
pH
8,0
7,9
7,8
7,7
7,6
7,5
7,4
61/62
62/63
63/64
64/65
65/66
66/67
67/68
68/69
69/70
70/71
71/72
72/73
73/74
74/75
75/76
76/77
77/78
78/79
79/80
80/81
81/82
82/83
83/84
84/85
85/86
86/87
87/88
88/89
89/90
90/91
91/92
92/93
93/94
94/95
95/96
96/97
97/98
98/99
99/00
00/01
01/02
02/03
03/04
04/05
05/06
06/07
07/08
08/09
09/10
10/11
8,6
8,5
Ebro en Miranda
8,4
8,3
8,2
8,1
pH
8,0
7,9
7,8
7,7
7,6
7,5
7,4
61/62
62/63
63/64
64/65
65/66
66/67
67/68
68/69
69/70
70/71
71/72
72/73
73/74
74/75
75/76
76/77
77/78
78/79
79/80
80/81
81/82
82/83
83/84
84/85
85/86
86/87
87/88
88/89
89/90
90/91
91/92
92/93
93/94
94/95
95/96
96/97
97/98
98/99
99/00
00/01
01/02
02/03
03/04
04/05
05/06
06/07
07/08
08/09
09/10
10/11
8,6
8,5
8,4
Ebro en Zaragoza
8,3
8,2
8,1
pH
8,0
7,9
7,8
7,7
7,6
7,5
7,4
61/62
62/63
63/64
64/65
65/66
66/67
67/68
68/69
69/70
70/71
71/72
72/73
73/74
74/75
75/76
76/77
77/78
78/79
79/80
80/81
81/82
82/83
83/84
84/85
85/86
86/87
87/88
88/89
89/90
90/91
91/92
92/93
93/94
94/95
95/96
96/97
97/98
98/99
99/00
00/01
01/02
02/03
03/04
04/05
05/06
06/07
07/08
08/09
09/10
10/11
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 68 de 121 ‐
La puesta en funcionamiento de la mayor parte de las centrales se produce entre 1965 y 1980,
periodo en el que parece producirse un descenso generalizado del pH por efecto de la lluvia ácida. A partir
del año 1993 se constata una subida generalizada del pH tanto en el Ebro como en sus afluentes y a partir
del año 2000 el pH se ha mantenido en niveles estables y sensiblemente más altos que los registrados en
las tres últimas décadas. La causa más probable de este ascenso del pH son determinadas actuaciones
adoptadas en la década de los 90 que han hecho posible una sensible reducción de las emisiones tales
como la instalación de filtros y plantas de desulfuración (por ejemplo en Andorra y Cercs) y los cambios en
el origen del combustible a carbones con menor contenido en azufre. La relación de este incremento del
pH con la depuración de aguas residuales urbanas no está clara puesto que el ascenso del pH se observa en
estaciones no afectadas por depuradoras. Tampoco hay una clara relación causa efecto entre el
incremento del pH y las actividades de origen industrial y agropecuario.
La caracterización de la temperatura de las aguas del tramo bajo del río Ebro ha sido ampliamente
desarrollada en Prats (2011) mediante el estudio del régimen térmico del tramo inferior del río Ebro, entre
Escatrón y Miravet y las alteraciones causadas por el sistema de embalses de Mequinenza, Ribarroja y Flix y
la central nuclear de Ascó. Como principales conclusiones se tiene que:
Parece existir un incremento de la temperatura del agua en la estación de Escatrón a lo largo del periodo
1955 2000 que resulta coherente con el incremento de la temperatura media del aire observada en
este periodo.
La alteración provocada por los tres embalses se debe fundamentalmente al embalse de Mequinenza. Las
aportaciones del Segre y del Cinca contrarrestan parcialmente esta alteración. Posteriormente a
medida que el agua circula río abajo la alteración va disminuyendo.
La central nuclear de Ascó produce un aumento de la temperatura media anual de 3 ºC. Este efecto
depende del caudal, de manera que a caudales altos la alteración es menor.
La central nuclear corrige la alteración de los embalses en primavera y verano y los incrementa en otoño
e invierno.
La evolución de los fostatos ha tenido una marcada disminución generalizada en torno al año 1995.
Este hecho ha sido detectado claramente en Valencia (2007) de forma estadística para toda la cuenca del
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 69 de 121 ‐
Ebro (Figura 23) y a modo de ejemplo se muestra la evolución para la estación del río Ebro en Tortosa
(Figura 24).
Figura 23: Evolución de la serie anualizada y por medias móviles para el fosfato (en mg/l) (Valencia, 2007).
Figura 24: Evolución del contenido de fosfatos en el río Ebro en Tortosa (CHE, 2008d).
Evolución temporal de los fosfatos en el río Ebro en Tortosa
3
2,5
2
PO4 (mg/l)
1,5
0,5
0
1/10/80
1/10/81
1/10/82
1/10/83
1/10/84
1/10/85
1/10/86
1/10/87
1/10/88
1/10/89
1/10/90
1/10/91
1/10/92
1/10/93
1/10/94
1/10/95
1/10/96
1/10/97
1/10/98
1/10/99
1/10/00
1/10/01
1/10/02
Las implicaciones ambientales de esta disminución de los fosfatos serán analizadas en el apartado de
los macrófitos. Sobre las hipótesis para justificar esta diminución se manejan por un lado la depuración de
las aguas y por otro la reducción de los fostatos de los detergentes en torno al año 1995. La primera
hipótesis no está claramente justificada puesto que hay estaciones donde se observa esta disminución y no
está relacionado con la puesta en funcionamiento de ninguna depuradora. En todo caso lo que está claro
es que en el año 1995 se produjo una importante mejora ambiental con la disminución del contenido de
fosfatos de las aguas.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 70 de 121 ‐
El contenido de nitratos de las aguas de la cuenca del Ebro está relacionado con las actividades
agropecuarias en industriales del sector medio y bajo de la cuenca del Ebro. Las aguas de la cabecera
presentan concentraciones muy reducidas (0,5 2 mg/l) y conforme el agua de los ríos va avanzando en su
recorrido va incrementando su contenido en nitratos. La concentración media del río Ebro en Sástago es 16
mg/l en el periodo 1980 2002 y en las estaciones de Ascó y Tortosa es 10 mg/l para el mismo periodo
(Figura 25).
Figura 25: Evolución de la concentración de nitratos en la estación del río Ebro en Tortosa (CHE, 2008d).
Evolución temporal de los nitratos
25
20
NO3 (mg/l)
15
10
0
1/10/80
1/10/81
1/10/82
1/10/83
1/10/84
1/10/85
1/10/86
1/10/87
1/10/88
1/10/89
1/10/90
1/10/91
1/10/92
1/10/93
1/10/94
1/10/95
1/10/96
1/10/97
1/10/98
1/10/99
1/10/00
1/10/01
1/10/02
La evolución de este parámetro ha sido analizada para 28 estaciones de calidad en CHE
(2009c). Se observa que el 29 % de las estaciones analizadas la tendencia es significativa y positiva (Figura
26). Si se realiza el mismo análisis de tendencias para la masa de nitratos exportada se observa que no la
mayor parte de ellas no tienen una tendencia marcada y que las dos estaciones del bajo Ebro (Ascó y
Tortosa) indican un descenso y un incremento de la masas, respectivamente, lo que pone de relieve que no
hay una tendencia marcada en este parámetro.
Lassaletta (2012) realiza un balance global de nitratos en la cuenca del Ebro. Se concluye que la
cuenca del Ebro recibe una alta cantidad de nitratos (5118 kg N km 2 año 1), el 50 % en forma de fertilizante
sintético. Solamente el 8 % de este nitrógeno es exportado al delta del Ebro, indicando una retención de
Nitrógeno del 91 %, que es un valor muy alto. Esta elevada tasa de retención dentro de la cuenca evita, por
un lado problemas poco severos de eutrofización por liberación de nitrógeno en la zona costera, y por otro
pueden llevar a problemas dentro de la cuenca, tales como contaminación de acuíferos y ríos, así como
emisiones atmosféricas elevadas.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 71 de 121 ‐
Figura 26: Concentración de nitratos (izquierda) y masa de nitratos (derecha) registrada en 28 estaciones
de aforos de la cuenca del Ebro en el periodo 1975 2008 (CHE, 2009c).
La descripción del contenido de nitratos y fosfatos en las aguas del bajo Ebro realizada en este
apartado apunta a la idea que la masa de nutrientes exportados al delta del Ebro se encuentra estabilizada
en la actualidad. Cabe destacar la importante reducción de fosfatos en las aguas observada en torno al año
1995.
El caudal ecológico establecido en la propuesta de proyecto del Plan Hidrológico de la cuenca del
Ebro 2010 2015 (CHE, 2012b) mantiene un régimen similar al que se viene realizando hasta ahora y por
ello no parece que se vaya a producir un incremento del contenido de nitratos y fosfatos significativo que
ponga en riesgo la calidad de las aguas. No obstante se considera recomendable mantener operativo todo
el control de las aguas que se viene realizando hasta la fecha para detectar de forma temprana todas
aquellas tendencias que puedan recomendar revisar la propuesta de medidas contenidas en la
planificación hidrológica en relación a la mejor gestión de todas aquellas prácticas que afectan al contenido
de nutrientes de las aguas de la cuenca del Ebro.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 72 de 121 ‐
4.5.7.‐ Macrófitos
Desde mitad de 1995 se ha producido una progresiva profusión de macrófitos en los tramos bajos de
los ríos de la cuenca del Ebro. Inicialmente el fenómeno comenzó en la zona del Bajo Ebro para
posteriormente localizarse en el bajo Segre y en la actualidad esta problemática se está produciendo en el
tramo medio del Ebro.
La evolución de los macrófitos en el bajo Ebro ha sido analizada en varios estudios (CHE, 2008e;
Montesinos, 2009; CHE, 2010d; ACA, 2008b y 2009b). En todos ellos se realiza un trabajo de caracterización
de los macrófitos (especies, hábitat, distribución espacial y temporal,…) y se apuntan distintos factores que
justifican su proliferación y se evalúan los efectos de las crecidas artificiales que se vienen realizando desde
el año 2002.
Los macrofitos son especies autóctonas de la cuenca del Ebro pero que no habían sido detectadas en
la abundancia en lo que se encuentran en la actualidad. Las especies son:
Potamogeton pectinatus L.
Miriophyllum spicatum L.
Ceratophyllum demersum
Los factores que han condicionado la profusión de estas especies son múltiples:
Disminución del contenido de fosfato en las aguas a partir del año 1995. Este aspecto se ha descrito en el
apartado 4.5.6.3. La disminución del fosfato provocó una menor abundancia de fitoplanton, lo que
favoreció una mayor transparencia del agua que mejora las condiciones de luminosidad del río y, por
tanto, unas mejores condiciones para el desarrollo de los macrófitos. (Ibáñez, 2008; Sabater et al,
2008).
Variación del régimen hídrico de las aguas. Esta variación se caracteriza por:
+ Una mayor constancia de caudales mínimos en los meses de menor caudal. Desde 1996 se
mantiene un caudal mínimo constante de 100 m3/s. Esto ha provocado unas condiciones muy
regulares de caudal que favorecen el desarrollo de la vegetación.
+ Menor probabilidad de avenidas debido al efecto laminador de los embalses de la cuenca del Ebro
y en especial del embalse de Mequinenza.
El tiempo de residencia del agua en el río. Este factor ha sido descrito en Sabater et al (2008) en el que
estudia la evolución de la clorofila a lo largo del río Ebro y observa que se produce una notable
reducción a partir de los embalses de Mequinenza Ribarroja Flix (Figura 27). Considera que esta
reducción se debe a que el transito a lo largo del río desde estos embalses hasta la desembocadura
es del orden de 2 días. En este reducido tiempo y favorecido con que en el embalse se produce una
disminución del contenido de nitratos, no se llega a desarrollar el fitoplacton, favoreciendo las
condiciones de transparencia que favorecen a los macrófitos.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 73 de 121 ‐
Figura 27: Evolución longitudinal a lo largo del eje del Ebro de la clorofila plantónica in cuatro campañas de
muestreo. La presencia de los embalses en el tramo bajo está señalada con una flecha (Sabater
et al, 2008).
Otros factores a los que se ha hecho referencia ha sido la puesta en funcionamiento de las depuradoras
de aguas residuales urbanas, el incremento de la temperatura del agua por efecto del cambio
climático, la presencia de peces alóctonos, el mayor tiempo de residencia del agua en los embalses
(provoca una mayor decantación por lo que hay una mayor transparencia y porque la mayor eutrofia
provoca un mayor contenido en potasio de las aguas) y la menor existencia de avenidas provoca una
mayor transparencia del agua.
Los parámetros físico químicos del agua (temperatura, incidencia de luz, dinámica de los nutrientes).
Efectos en la sedimentación y regulación del caudal. Se produce una sobre elevación de la lámina de agua
por pérdida de capacidad de transporte del cauce por variación de la sección hidráulica.
el método más barato es el desecado durante el máximo tiempo posible. El momento más favorable
para el desecado y limpieza después de fuertes lluvia o bajada de arena. También se recomienda el
uso de mallas de sombreado especialmente en las zonas de difícil acceso para la limpieza mecánica.
Taponamiento de las tomas de agua de los aprovechamientos. Destacan los problemas que se generan en
las rejillas de la toma de agua para refrigeración en la central nuclear de Ascó, que tiene que
proceder a un intenso proceso de limpieza de rejillas en el periodo de mayor abundancia de
macrófitos (junio a septiembre) (Figura 28).
Efectos en la navegación
Figura 28: Masa de macrófitos retirada en las rejillas del sistema de captación de la central nuclear de Ascó
para los años indicados y su valor medio conjunto.
Como medidas de mejora de gestión en CHE (2010d) se plantean una colección de líneas de
actuación entre las que se puede destacar la mejora del hidrograma de las crecidas artificiales, pasando de
un volumen adicional total para la crecida de 36 hm3 hasta 81 hm3. También se ha planteado la poda
mecánica con recogida de restos en algunos puntos localizados, monitorización, seguimiento y estudio de
las crecidas y también se plantea como posibilidad el estudio de la opción de reducir el caudal mínimo del
río en algunos periodos para provocar el desecado de macrófitos en las zonas de ribera.
La propuesta de caudales ecológicos para el bajo Ebro del Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro
2010 2015 (CHE, 2012b) recoge la continuación de las crecidas controladas como medida para contribuir a
la limpieza y eliminación de los macrófitos y también reduce ligeramente el caudal ecológico en los meses
estivales como una medida orientada a incrementar el estrés de las plantas en el periodo de su máximo
crecimiento.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 75 de 121 ‐
En MIMAM (2001) el Instituto Hidráulico de Cantabria realiza un estudio de la cuña salina en el delta
del Ebro a partir de la modelación hidrodinámica calibrada con datos de campo (Figuras 29 y 30). Además
realiza una primera evaluación de la velocidad de avance y retroceso de la cuña salina en función del
caudal del río Ebro. Se concluye con la necesidad de realizar una gestión del hidrograma que permita
sostener un régimen pulsante de la cuña salina y para ello realiza algunas simulaciones con un modelo
simplificado en el que simula pulsos de caudal entre 100 y 800 m3/s con la conclusión principal de que
ante el pulso de caudal la cuña es desplazada en unos 2 días y ante la disminución del caudal el retroceso
completo se realiza en unos 12 días (Figura 31).
Figura 29: Evolución de la posición de la cuña caudal en el bajo Ebro según distintas fuentes (MIMAM,
2001). Los datos de PHN2000 se obtienen a partir del estudio de la relación lineal entre los
caudales medios diarios registrados en la estación de aforos de Tortosa y la profundidad de la
interfaz agua dulce salada en dos puntos de control situados a 6 y 13 km de la desembocadura.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 76 de 121 ‐
Figura 30: Resultados de la modelación de la cuña salina en el bajo Ebro para los caudales: 40, 100, 168,
200, 300, 400, 500 y 600 m3/s y comparación con datos de calibración MIMAM (2001).
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 77 de 121 ‐
Figura 31: Simulación de la evolución de la cuña ante dos pulsos de crecidas (MIMAM, 2001).
Posteriormente, en Movellán (2003) y Sierra et al (2002) se parte también de los datos del proyecto
PIONEER y se realiza una modelación de la cuña salina con el modelo de advección dispersión MIKE 12.
Como resultado del modelo, debidamente calibrado, se concluye con que la posición de la cuña varía en
función del caudal de la siguiente manera (Figura 32):
Figura 32: Situación de los puntos hasta donde llega la cuña salina en distintos caudales umbrales (ver
texto).
Estos valores son coincidentes con los resultados de los modelos aplicados para la elaboración del
informe CPIDE (2003).
Los datos de caudales medidos con bajos caudales indican que el final de la cuña salina se localizó
en Amposta en el intervalo de caudales entre 80 y 150 m3/s y que la cuña se desplaza hasta la isla de Gracia
con caudales de 130 200 m3/s (CPIDE, 2003). Ello indica que con el régimen de caudales ecológicos
mínimos, se va a asegurar que una zona de desplazamiento de la cuña entre Amposta y la Isla de Garcia.
Con crecidas y con las aguas no reguladas la cuña se desplazará en más ocasiones hacia la desembocadura.
Puede concluirse que a la vista de la información disponible una disminución del caudal ecológico
mínimo de 100 m3/s hasta 80 m3/s no parece que vaya a afectar a la penetración de la cuña salina. La
modulación de los caudales ecológicos propuesta en CHE (2012b) que incorpora los caudales de crecidas
permitirá una mayor movilidad de la cuña marina. Esta mayor movilidad es considerada como beneficiosa
para el estado de las aguas del estuario puesto que favorece la renovación de las aguas.
Para evitar que la cuña penetre más allá de Amposta se recomienda que se modifique el régimen de
caudales ecológicos. Es estudios anteriores se ha partido de que la condición de que la cuña no ha de
sobrepasar Amposta, aunque históricamente se han registrado episodios de muy bajos caudales en los que
la cuña ha llegado hasta Tortosa. La discusión sobre la penetración óptima de la cuña y el ritmo de
renovación son aspectos que habrán de ser analizados en futuros estudios.
Tal y como se ha demostrado en CHE (2008b, 2009b) y Jiménez (2010) la cuña salina no tiene efectos
sobre el conjunto de los acuíferos del delta puesto que su permeabilidad es muy baja. La renovación de la
cuña salina, recuperando episodios de estrés y crecidas, es un factor que se ha de tener en cuenta para la
mejora de la calidad de las aguas del tramo bajo del río Ebro.
El mayor impacto del cambio climático que se prevé para el delta del Ebro lo constituye la elevación
del nivel del mar. Otros efectos que podrían afectarle en menor magnitud podrían ser la disminución de las
aportaciones procedentes de la cuenca del Ebro, que han sido evaluadas en un 5 % respecto a la serie
1980 2006 al horizonte 2027 (Gobierno de España, 2008).
En MARM (2011) se realiza la evaluación del impacto climático en los recursos hídricos españoles y
para la cuenca del Ebro se concluye que la disminución media de la escorrentía respecto al periodo 1967
1990 sería del 9 % en el periodo 2011 2040, 13 % en el periodo 2041 2070 y 16 % en el periodo 2071 2100.
La recarga subterránea a los acuíferos disminuiría en un 7, 11 y 14 % respectivamente.
En Pisani et al (2011a y b) y Samper et al (2011) se realiza un estudio sobre el impacto del cambio
climático en el acuífero aluvial de Tortosa y en la plana de La Galera en los que se concluye que la recarga
media disminuirá en un 20 % respecto a la recarga media del periodo 1959 2008. En el aluvial de Tortosa la
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 79 de 121 ‐
Pero el efecto más importante del cambio climático en el delta viene dado por el incremento relativo
del nivel del mar producido por la elevación previsible del nivel del mar y al fenómeno de la subsidencia. En
Ibáñez et al (2010) se hace referencia a un ascenso del nivel del mar de 3 mm/año (a partir de estimaciones
del ICCP en 2007) y una tasa de subsidencia media de 2 mm/año en la parte central del Delta y de 6
mm/año en las áreas de mayor subsidencia situadas cerca del mar. Ello supone un valor de ascenso relativo
del nivel del mar medio entre 5 y 8 mm/año para el delta del Ebro. Estas cifras serían comparables a las
estimadas para el delta del Mississipi (mayor de 1 cm/año), delta del Nilo (5 mm/año), en Venecia la
extracción de aguas subterráneas que se produjo entre 1940 y 1960 provocó una subsidencia de 8
mm/año, la extracción de gas natural en el delta del Po ha causado una subsidencia total de hasta 3 metros
en algunas zonas (Day, 1996). Los valores de subsidencia del delta del Ebro han sido analizados en el
Apartado 4.5.1 concluyéndose que no está claramente probado el proceso de subsidencia global del delta
desde la construcción de los embalses de Mequinenza Ribarroja Flix.
Los efectos del cambio climático en el delta del Ebro han sido estudiados recientemente de forma
detallada en Generalitat de Cataluña (2008), donde se ha realizado una simulación del estado del delta en:
A: Horizonte temporal de 2050 con un ascenso del nivel medio del mar de 15 cm (escenario A1B de IPCC,
2007)
B: Horizonte temporal de 2100 con un aumento del nivel del mar de 40 cm (escenario A1B de IPCC, 2007)
C: Horizonte temporal de 2100 con un aumento del nivel del mar de 1 m (escenario pesimista de IPCC,
2007)
Los resultados de las simulaciones muestran un retroceso de la línea de costa que se muestra en la
Tabla XIX y en el que se observa que se producen retrocesos en todo el frente de costa excepto en las
zonas de la punta del Fangar y de la punta del Banya y también en las playas de los Eucaliptus, Serrallo y
Migjorn.
Se estima que únicamente 6.688 ha de arrozales no están en riesgo de ser inundados (Figura 33). Ello
supone el 27 % de la superficie total destinada al cultivo del arroz en el delta del Ebro. Además habrá otras
afecciones a sectores como la pesca marina y continental, la acuicultura, los recursos turísticos, zonas
urbanizadas (Riumar, Poblenoy del Delta, Els Muntells u Els Eucaliptus) y a los espacios naturales.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 80 de 121 ‐
Tabla XIX: Retroceso medio total de la línea de costa en metros respecto a la línea de costa de 2007
(Generalitat de Catalunya, 2008). En positivo: retroceso de la costa; en negativo: avance de la
costa.
Escenario A Escenario B Escenario C
2050 0,15cm 2100 0,40 cm 2100 1 m
Península del Fangar 339 729 694
Playa de la Marquesa 20 50 90
Playa de Riumar y Cap Tortosa 205 448 488
Playa de Serrallo y playa Migjorn 111 235 197
Playa de los Eucaliptus 68 142 106
Playa del Trabucador 16 40 76
Salinas de la Trinidad 158 346 383
Punta de la Banya 245 526 494
Figura 33: Prognosis de las zonas inundables considerando varias hipótesis de aumento medio del nivel del
mar (Generalitat de Catalunya, 2008).
A 2050 y 15 cm B 2100 y 40 cm
C 2100 y 1 m
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 81 de 121 ‐
Las medidas de adaptación al cambio climático para el delta del Ebro propuestas en Generalitat de
Cataluña (2008) son:
Medidas de gestión, planificación y normativa: crear una figura de observación y de seguimiento de los
efectos del cambio climático en el delta, elaborar un plan director de medidas de adaptación y
prevención, adecuación del dominio público marítimo terrestre en las previsiones de riesgo de
aumento del nivel del mar, adaptación del plan territorial y sectorial, adaptación del planeamiento
urbanístico en las zonas de riego, adaptar los límites de la figuras protegidas, incorporar los criterios
constructivos y de evaluación técnica necesarios, establecer sistemas de control y prevención
sanitarios, establecimiento de sistemas de control y prevención para prever plagas y enfermedades
que afecten a la producción agrícola, piscícola y marisquera y establecer sistemas de control de
calidad ambiental
4.5.10.‐ Navegación
El delta del Ebro fue una importante vía fluvial hasta el siglo XIX en que los cambios producidos en la
sociedad produjeron un abandono del medio rural y una transformación de los medios de comunicación y
transporte con el desarrollo del motor de explosión. A ello se sumó la construcción de los embalses de
Mequinenza, Ribarroja y Flix en torno a la mitad del siglo que supusieron unas barreras hidráulicas que
impedían el tránsito de los barcos.
Durante los años 80 y primeros de los 90 se realizaron estudios para la recuperación de la navegación
en el Ebro. Esta navegación fluvial tenía un objetivo de desarrollo turístico de la zona. En 1996 el organismo
responsable de gestionar la recuperación y mantenimiento de la navegabilidad en el bajo Ebro es el
Instituto para el desarrollo de las comarcas del Ebro (IDECÉ) que plantea una serie de actuaciones para
favorecer la navegabilidad.
Desde Ascó a Tortosa, con un canal navegable de entre 20 y 50 m de anchura y una profundidad de 1,5
metros. Con ello se permite el paso de embarcaciones que tienen un calado de 0,8m.
Desde Tortosa hasta Amposta, con un canal navegable de de entre 20 y 50 m de anchura y una
profundidad de 2 m que permiten el paso de embarcaciones que tienen un calado de 1,5 m.
Aguas abajo de Amposta el cauce se hace más profundo y no se requieren medidas de adaptación del
cauce.
El caudal mínimo para que el río sea navegable es de 125 m3/s desde Ascó hasta el azud de Cherta y
de 80 m3/s desde este azud hasta Tortosa (Generalitat de Cataluña, 2010). Estos valores indican que la
propuesta de caudales ecológicos establecida en CHE (2012b) permite el desarrollo de las actividades de
navegación. Las experiencias históricas de navegación con caudales de estiajes bajos indican que los
caudales propuestos en Generalitat de Cataluña (2010) están claramente del lado de la seguridad.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 83 de 121 ‐
5.‐ CONCLUSIONES
Se ha realizado un análisis de los estudios relacionados con los aspectos ambientales principales del
bajo Ebro como resultado del cual se ha propuesto un régimen de caudales ecológicos en la masa de agua
463 (río Ebro desde el río Canaleta hasta la estación de aforos 27) y en la desembocadura. En la estación de
aforos de Tortosa se ha establecido un caudal ecológico mínimo de 80 m3/s, caudal muy superior al
observado en las series históricas antes de la puesta en funcionamiento de los embalses de Mequinenza
Ribarroja Flix por lo que se tiene evidencia empírica de que estos caudales son asumibles por el medio
natural.
Datos en m3/s
oct nov dic ene feb mar abr may jun jul ago sep
80 80 91 95 150 150 91 91 81 80 80 80
Que supone un volumen anual destinado a satisfacer las necesidades ambientales en la estación de aforos
del río Ebro en Tortosa de 3.010 hm3/año a los que hay que añadir las dos crecidas puntuales de 1.000
1.500 m3/s para renaturalizar el régimen de caudales y especialmente para la reducción de la invasión de
macrófitos. Este caudal es un 300 % superior al resto de caudales establecidos en los ríos de la cuenca del
Ebro. Esto es posible gracias a la capacidad de regulación del embalse de Mequinenza (principalmente).
Los caudales mínimos del conjunto del delta están formados por los caudales mínimos que se fijan
para la estación de aforos de Tortosa, los caudales generadores de crecidas, los caudales aportados al delta
por los canales de la margen derecha e izquierda del Ebro con carácter ambiental, sin perjuicio de la
preeminencia de los derechos concesionales que asisten a dichos canales y la descarga natural de agua
subterránea. En el Ebro en desembocadura se estiman los siguientes valores:
Datos en m3/s
oct nov dic ene feb mar abr may jun jul ago sep
80 100 100 120 150 155 100 100 100 100 100 80
Que supone un volumen anual destinado a satisfacer las necesidades ambientales de 3.370 hm3/año.
Se ha realizado un exhaustivo estudio sobre los distintos aspectos ambientales del tramo bajo del río
Ebro y de su delta (subsidencia y sedimentos, modificación morfológica, hábitat de especies singulares,
efectos ambientales de los caudales aportados al delta y las bahías, descargas subterráneas del delta,
aportes de sales y nutrientes –salinidad, evolución del pH, temperatura, fosfatos y nitratos , macrófitos,
cuña salina, componente esutática y cambio climático y navegación). La conclusión principal del análisis
realizado es que el régimen de caudales propuesto es compatible con la conservación de las características
ambientales del delta del Ebro. No obstante atendiendo al criterio de prudencia se considera que es
necesario continuar con la realización de todos aquellos estudios dirigidos a evaluar la evolución futura del
funcionamiento ambiental del delta del Ebro.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 84 de 121 ‐
El principio de unidad de cuenca y tratamiento integral desde Reinosa al Delta y desde los Pirineos
hasta la Cordillera Ibérica es una fortaleza para el mantenimiento de todo el medio hídrico de la cuenca del
Ebro.
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Infraestructura y Ecología (INFRAECO). Forma parte de la Asistencia Técnica financiada por el
Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino titulada: “Tareas necesarias para el
establecimiento del régimen de caudales ecológicos en masas de agua superficiales en las
demarcaciones del Tajo, MIño Sil, Duero y Cantábrico”
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El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 95 de 121 ‐
ANEXOS
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 96 de 121 ‐
ANEXO I
http://www.waterplan.water.ca.gov/docs/cwpu2009/0310final/v3_sacramentoriver_cwp2009.pdf
http://www.waterplan.water.ca.gov/docs/cwpu2009/0310final/v3_sanjoaquinriver_cwp2009.pdf
http://deltacouncil.ca.gov/sites/default/files/documents/files/Fifth_Staff_Draft_Delta_Plan_080211.pdf (páginas 84
86)
La autoridad competente en las áreas de derechos de agua, protección de la calidad del agua y definición de los
criterios de los caudales mínimos o requeridos es “State Water Resources Control Board” (SWRCB). Este organismo
está actualmente trabajando en la definición de estos caudales en el Delta y en sus principales afluentes, los ríos
Sacramento y San Joaquín, previsto que el proceso se finalice en junio del presente año 2012. Mientras tanto, los
caudales vigentes son los establecidos por el SWRCB en la Decisión del Derecho del Agua 1641 (D1641), disponible en
http://www.waterboards.ca.gov/waterrights/board_decisions/adopted_orders/decisions/d1600_d1649/wrd1641_19
99dec29.pdf (Tabla 1).
El SWRCB ha realizado recientemente otros estudios relacionados con la actualización de los requerimientos de
caudal para el delta y sus afluentes principales. En el año 2010, se publicó el trabajo titulado “Desarrollo de los
criterios de caudal para el ecosistema del Delta de los ríos Sacramento San Joaquín” (“Development of Flow Criteria
for the Sacramento San Joaquin Delta Ecosystem”), disponible en
http://www.waterboards.ca.gov/waterrights/water_issues/programs/bay_delta/deltaflow/docs/final_rpt080310.pdf.
Este informe propone los caudales que serían necesarios en el Delta si el único propósito fuera la protección de los
recursos pesqueros. Por tanto, este informe presenta las conclusiones en relación al requerimiento de caudal para
cumplir con uno de los factores que han de tenerse en cuenta, faltando el análisis de los caudales para el
cumplimiento de los objetivos de satisfacción de demandas y otros usos, como los recreativos.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 98 de 121 ‐
Tabla 1. Caudales mínimos medios mensuales en la desembocadura de los ríos Sacramento y San Joaquín (D1641).
3 1 3 2y3
Caudal mínimo medio mensual (m /s) Caudal mínimo medio mensual (m /s)
Estación de Aforos D 24 (RSAC101) Estación de Aforos C 10 (RSAN112)
Río Sacramento en Río Vista Río San Joaquín en el Aeropuerto Way Bridge, Vernalis
Categoría Año Hidrológico4 Categoría Año Hidrológico4
Todos W, AN, BN, D C Todos W AN BN D C
Octubre 113,27 84,95 28,325
Noviembre 127,43 99,11
Diciembre 127,43 99,11
Enero
Febrero 60,31 o 96,84 60,31 o 96,84 40,21 o 64,56 40,21 o 64,56 20,10 o 32,28
Marzo 60,31 o 96,84 60,31 o 96,84 40,21 o 64,56 40,21 o 64,56 20,10 o 32,28
1 al 14 Abril 60,31 o 96,84 60,31 o 96,84 40,21 o 64,56 40,21 o 64,56 20,10 o 32,28
6 6 6 6 6
15 al 30 Abril 207,56 o 244,09 162,26 o 198,78 130,82 o 155,18 113,83 o 138,19 88,07 o 100,24
1 al 15 Mayo 207,56 o 244,096 162,26 o 198,786 130,82 o 155,186 113,83 o 138,196 88,07 o 100,246
16 al 31 Mayo 60,31 o 96,84 60,31 o 96,84 40,21 o 64,56 40,21 o 64,56 20,10 o 32,28
Junio 60,31 o 96,84 60,31 o 96,84 40,21 o 64,56 40,21 o 64,56 20,10 o 32,28
Julio
Agosto
Septiembre 84,95
1 3
El promedio de 7 días no deberá ser inferior a 28,32 m /s por debajo del objetivo mensual.
2
En este periodo se promediaron meses parciales. Por ejemplo, el caudal medio para el periodo desde el 1 al 14 de abril se calculó sobre 14 días. El promedio de 7 días no será inferior al
20% por debajo del caudal objetivo, con la excepción del periodo comprendido entre el 15 de abril y el 15 de mayo, por ser un periodo de caudal en pulsos.
3
La clasificación del año hidrológico para los objetivos de caudal en el río San Joaquín se establecerán utilizando la estimación mejor disponible para la Clasificación del Año Hidrológico
en el Valle de San Joaquín 60 20 20 con un 75% de nivel de superación. El objetivo de caudal mayor se aplica cuando se requiera una isohalina de 2 ppt (medida como 2,64 mmhos/cm
de salinidad superficial) en o al oeste de la isla Chipps.
4
Las categorías de año hidrológico son: W para un año húmedo, AN para un año por encima de lo normal, BN para un año por dbajo de los normal, D para un año seco y C para un año
crítico.
5 3
Sumar hasta un máximo de 34,5 hm adicionales en situación de caudales en pulsos o de caudales de atracción para especies migradoras durante todos los tipos de año hidrológico. La
3 3
cantidad de agua adicional estará limitada a la cantidad necesaria que proporcione un caudal medio mensual de 56,63 m /s. Los 34,5 hm adicionales no se requerirán en el segundo año
crítico consecutivo. El caudal eh pulsos se programará por el Departamento de Recursos Hídricos de California (California Department of Water Resources (DWR)) y la Oficina de
Reclamación (Bureau of Reclamation (USBR)) en colaboración con el Servicio Americano de Pesca, Fauna y Flora (U.S. Fish and Wildlife Service (USFWS)), el Servicio Nacional de Recursos
Pesqueros Marinos (National Marine Fisheries Service (NMFS) y el Departamento de Caza y Pesca (Department of Fish and Game (DFG)). La consulta con el Grupo de Operaciones del
Programa CALFED establecido en virtud del acuerdo marco satisfará el requisito de la consulta.
6
Este periodo de tiempo entre el 15 de abril y el 15 de mayo se puede variar dependiendo de los caudales reales obtenidos. Un pulso, o dos pulsos separados de duración combinada
igual al pulso único, se deberán programar para que coincida con la migración de peces en los afluentes del río San Joaquín y del Delta. La Oficina de Reclamación (Bureau of Reclamation
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 99 de 121 ‐
(USBR)) programará el periodo de tiempo de los pulsos en colaboración con el Servicio Americano de Pesca, Fauna y Flora (U.S. Fish and Wildlife Service (USFWS)), el Servicio Nacional de
Recursos Pesqueros Marinos (National Marine Fisheries Service (NMFS) y el Departamento de Caza y Pesca (Department of Fish and Game (DFG)). La consulta con el Grupo de
Operaciones del Programa CALFED establecido en virtud del acuerdo marco satisfará el requisito de la consulta. La planificación está sujeta a la aprobación del Director Ejecutivo del
Órgano de control de los recursos hídricos del Estado (State Water Resources Control Board (SWRCB)).
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 100 de 121 ‐
Dónde:
X = El caudal natural de un año corriente en el valle del río Sacramento en los meses de Abril a Julio
Y = El caudal natural en el valle del río Sacramento en los meses de Octubre a Marzo
Z = Índice del año anterior (con un máximo de 12.335 hm3 para la reserva del control de inundaciones requerida
durante los años húmedos)
El caudal natural en un año corriente (desde el 1 de octubre del año previo hasta el 30 de septiembre del presente
año) en el Valle del río Sacramento, tal como se publicó en el Boletín 120 del Departamento de Recursos Hídricos de
California, es una previsión de la suma de los siguientes puntos: Río Sacramento aguas arriba del Puente Bend, cerca
de Red Bluff; Río Feather, entrada total de agua en el Embalse de Oroville; Río Yuba en Smartvill; Río American,
entrada de agua total al Embalse de Folsom. Las determinaciones preliminares de la clasificación del año hidrológico
deben realizarse en Febrero, Marzo y Abril con una determinación final en mayo y deben de estar basadas en las
condiciones hidrológicas hasta la fecha más el caudal natural previsto para el futuro asumiendo una precipitación
normal para el resto del año hidrológico.
Dónde:
X = El caudal natural de un año corriente en el valle del río San Joaquín en los meses de Abril a Julio
Y = El caudal natural en el valle del río San Joaquín en los meses de Octubre a Marzo
Z = Índice del año anterior (con un máximo de 5.551 hm3 para la reserva del control de inundaciones requerida
durante los años húmedos)
El caudal natural en un año corriente (desde el 1 de octubre del año previo hasta el 30 de septiembre del presente
año) en el Valle del río San Joaquín, tal como se publicó en el Boletín 120 del Departamento de Recursos Hídricos de
California, es una previsión de la suma de los siguientes puntos: Río Stanislaus, caudal total en el Embalse de New
Melones; Río Tuolumne, entrada de agua total al Embalse Don Pedro; Río Merced, caudal total en el Embalse de
Exchequer; Río San Joaquín, entrada de agua total al Lago Millerton. Las determinaciones preliminares de la
clasificación del año hidrológico deben realizarse en Febrero, Marzo y Abril con una determinación final en mayo y
deben de estar basadas en las condiciones hidrológicas hasta la fecha más el caudal natural previsto para el futuro
asumiendo una precipitación normal para el resto del año hidrológico.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 101 de 121 ‐
http://www.water.ca.gov/dayflow/
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 103 de 121 ‐
ANEXO II
Tabla 1. Entradas de agua anuales medias a largo plazo y uso del agua en la cuenca del Murray Darling
http://www.mdba.gov.au/bpkid/bpkid
view.php?key=yYwsBnGLSc4VQrHGEAqDviQmAfWf1/YV4EE/1ZKRWxo=
Para el desarrollo de la cantidad de agua necesaria para cumplir con los requisitos medioambientales
propuestos en la Propuesta de Plan Hidrológico de la cuenca del Murray Darling se realiza un trabajo
titulado “Water resource assessments for without development and baseline conditions”, publicado en
noviembre del año 2011. Este trabajo realiza una estimación de los balances de agua de la cuenca a
través de la realización de los dos modelos hidrológicos siguientes (datos del periodo desde julio del año
1895 hasta junio del año 2009):
- “Baseline scenario”: El escenario base representa las extracciones de agua existentes en junio
del año 2009, teniendo en cuenta además los derechos de comercio de agua en la misma fecha.
Algunas de las condiciones utilizadas para el río Murray son:
o Unos caudales de dilución adicionales de 3.000 ML/d, si el volumen almacenado en
Menindee Lakes es superior a 1.650 GL en los meses de junio y julio, 1.500 GL en agosto y
1.300 GL en el resto de meses, y el almacenamiento combinado en las presas de Hume y
Dartmouth es mayor a 2.000 GL.
o Caudales ambientales liberados por el Darling Anabranch durante los periodos de no
asignación en la parte baja del río Darling.
o Asignación de caudal ambiental de más de 150 GL/año para el Bosque Barmah Millewa.
o Agua recuperada a través de los proyectos actuales de 500 GL (proyecto “The Living
Murray” y otros).
o El agua recuperada a través del proyecto de “Water for Rivers” y 70 GL de aumento de
caudal por deshielo.
- “Without development scenario”: Es un modelo que simula el régimen natural del río. Parte
del escenario base y se considera que todas las presas, sistemas de riego, infraestructuras y
usos consuntivos se eliminan del sistema.
Los resultados (Tabla 2) muestran que en el escenario de condiciones naturales, el 76% de las entradas
de agua del río Murray y de la parte baja del río Darling alcanzan el mar a través de la desembocadura
del río Murray. Sin embargo, en las condiciones de referencia, este porcentaje desciende al 42%, que se
corresponde sólo con el 31% de las entradas de agua en condiciones naturales.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 105 de 121 ‐
Tabla 2. Balances de agua para el sistema del río Murray en los dos modelos utilizados.
A partir del documento presentado anteriormente, se realizan trabajos independientes para cada uno
de los ríos o subcuencas principales de la cuenca del Murray Darling. El objetivo es cumplir con uno de
los requisitos del Plan de Cuenca, establecer límites medioambientalmente sostenibles de la cantidad de
agua superficial que puede derivarse para uso consuntivo, denominado Sustainable Diversion Limits
(SDLs). Estos límites son el volumen medio anual de agua máximo que se puede extraer de la cuenca a
largo plazo, representado lo que se denomina “Environmentally Sustainable Level of Take” (ESLT).
Para poder determinar estos requerimientos de agua medioambiental, el primer paso es la elección de
un indicador de caudal en un lugar específico dónde alcanzar unos objetivos ecológicos marcados. En la
desembocadura del río Murray, el lugar seleccionado como indicador hidrológico son las 140.500 ha de
uno de los humedales más importantes de Australia e incluye un diverso rango de hábitats de agua
dulce, de estuarios y marinos, que sustentan especies de flora y fauna únicas.
El desarrollo de varios modelos durante la elaboración del Plan de Cuenca demuestra el impacto del
desarrollo de presas en los recursos hídricos, en particular durante los periodos de sequía. El caudal
medio continuo de tres años más bajo se da en el periodo comprendido entre 2006 07 y 2008 09, para
ambos escenarios considerados (condiciones de base y en régimen natural). Este promedio se ha
reducido en un 96% en las condiciones actuales, comparado con las condiciones en régimen natural
para el mismo periodo (Tabla 3).
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 106 de 121 ‐
Tabla 3. Modeled barrage flows en ambos escenarios analizados (1895 2009) para el área de la
desembocadura del río Murray, denominada “The Coorong, Lower Lakes and Murray Mouth”.
La reducción de los caudales del río junto a una mayor probabilidad asociada del cierre de la
desembocadura del río Murray amenazan la función ecológica del área Coorong, a través de una
tendencia de mayor salinidad en el sistema, cambos en el régimen del nivel del agua y la obstrucción o
bloqueo de las vías de la migración de los peces.
Los indicadores de caudal especificados (Tabla 4) son indicativos de un régimen de caudales a largo
plazo necesario para alcanzar los objetivos ambientales específicos del área de la desembocadura del río
Murray y se utilizan para evaluar los posibles escenarios del Plan de Cuenca.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 107 de 121 ‐
Tabla 4. Objetivos ecológicos e indicadores de caudal asociados para el área de la desembocadura del
río Murray, denominada “The Coorong, Lower Lakes and Murray Mouth”.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 108 de 121 ‐
La propuesta de Plan de Cuenca recomienda unos Límites Medios de Derivación Sostenibles a Largo
Plazo (Long Term Average Sustainable Diversion Limits (SDLs)), que se prevé que entren en vigor en el
año 2019, junto con una serie de medidas que mejoren la gestión del agua en la cuenca. Estos SDL
propuestos son límites del volumen de agua que se puede extraer para los diferentes usos (incluyendo
uso doméstico, urbano y agrícola) y se determinan sobre la evaluación de un Nivel de Extracción
Medioambientalmente Sostenible (Environmentally Sustainable Level of Take (ESLT)).
Los modelos hidrológicos se utilizan para representar y evaluar los requerimientos medioambientales de
agua y los regimenes de caudales necesarios. Se utilizan dos enfoques distintos: el primero consiste en
estimar los caudales ambientales que se pueden conseguir a partir de una reducción específica de las
extracciones y el segundo estima la reducción de las extracciones necesaria para alcanzar unos
requisitos medioambientales de agua especificados.
Los recursos de agua superficial de la cuenca se representan como una unión de veinticuatro
subcuencas, permitiendo evaluar una mayor variedad de respuesta a los cambios en el régimen de
caudales como consecuencia de una recuperación de agua en varias partes de la cuenca.
El modelo del escenario del Plan de Cuenca se realiza mediante la simulación de una reducción en el uso
consuntivo de agua, liberando un volumen de agua equivalente disponible para usos medioambientales
en las condiciones actuales de referencia.
Los escenarios clave modelados son “Without development” – régimen natural, “Baseline” –
condiciones actuales en junio del año 2009 y una reducción de 2.800 GL de agua en la cuenca. También,
se realizan análisis de sensibilidad para uno de los sistemas (Southern Connected System – cuencas de
los ríos Murray, Murrumbidgee and Goulburn Broken), basados en dos escenarios más de reducción de
extracciones de 2.400 GL y 3.200 GL.
Por tanto, en la cuenca del río Murray se modelan tres escenarios, reducciones de los usos consuntivos
en 2.400 GL/año, 2.800 GL/año y 3.200 GL/año, en cuatro áreas: Yarrawonga, Torrumbarry, Euston y en
la frontera sur de Australia. Los resultados muestran que hay mejoras medioambientales significantes.
Sin embargo, los objetivos para los indicadores ambientales que requieren eventos de mayor caudal
para el beneficio de las comunidades no se cumplen debido a las limitaciones de capacidad en los
canales. Una reducción del uso consuntivo de 2.400 GL/año no es suficiente para obtener los objetivos
medioambientales clave en el río Murray aguas abajo de la desembocadura de su afluente
Murrumbidgee (incluyendo su desembocadura), mientras que una reducción de 3.200 GL/año permite
pocos beneficios adicionales que el escenario de reducción de 2.800 GL/año.
A parte de los análisis de sensibilidad, las condiciones generales en las otras dos simulaciones son:
- “Without development scenario”: Es un modelo que simula el régimen natural del río. Parte del
escenario base y se considera que todas las presas, sistemas de riego, infraestructuras y usos
consuntivos se eliminan del sistema.
- “Baseline scenario”: El escenario base representa las derivaciones de agua existentes en junio
del año 2009, teniendo en cuenta además los derechos de comercio de agua en la misma fecha.
Algunas de las condiciones utilizadas para el río Murray son:
o Unos caudales de dilución adicionales de 3.000 ML/d, si el volumen almacenado en
Menindee Lakes es superior a 1.650 GL en los meses de junio y julio, 1.500 GL en agosto y
1.300 GL en el resto de meses, y el almacenamiento combinado en las presas de Hume y
Dartmouth es mayor a 2.000 GL.
o Caudales ambientales liberados por el Darling Anabranch durante los periodos de no
asignación en la parte baja del río Darling.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 109 de 121 ‐
o Asignación de caudal ambiental de más de 150 GL/año para el Bosque Barmah Millewa.
o Agua recuperada a través de los proyectos actuales de 486 GL (proyecto “The Living
Murray” y otros).
o El agua recuperada a través del proyecto de “Water for Rivers” (190 GL) y 70 GL de
aumento de caudal por deshielo.
El resultado de los requisitos medioambientales de agua obtenidos es (Tabla 5):
Tabla 5. Extracciones en las condiciones de referencia y reducción necesaria en las extracciones para los
escenarios de reducción anual de 2.800 GL, 2.400 GL y 3.200 GL.
En el área de la desembocadura del río Murray los indicadores ambientales a cumplir son (Tabla 6):
Tabla 6. Caudales ambientales e indicadores de salinidad en el área denominada “The Coorong, Lower
Lakes and Murray Mouth”.
En la Tabla 7 se muestran los resultados de los balances de agua, que muestran que las entradas de agua
varían entre los escenarios, como consecuencia de la reducción de extracciones en los tres escenarios
del Plan de Cuenca que conducen a un aumento en los caudales de los afluentes del río Murray de
1.069, 1.159 y 1.358 GL/año respectivamente. También, una reducción en las extracciones de 948, 1.178
y 1.349 GL/año se alcanza para el Murray y el Darling bajo para los tres escenarios respectivamente.
Además, como resultado de la liberación de agua al medioambiente y la reducción de las extracciones,
los caudales de salida de los embalses se incrementa un promedio de 1.728, 2.068, 2.389 GL/año,
respectivamente para los tres escenarios, indicando que una cantidad de agua adicional significativa
puede ser recuperada para el medioambiente y llegar a la desembocadura del río Murray, a pesar de
que será utilizada por otros lugares, beneficiando al río y su llanura de inundación.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 110 de 121 ‐
Tabla 7. Resultados de los balances de agua claves en la región del río Murray.
La regulación y extracción de agua en las condiciones actuales conducen a una reducción del caudal al
final del sistema Murray Darling del 59% comparado con el escenario del régimen natural. El caudal final
del sistema aumenta en los tres escenarios del Plan de Cuenca. Un aumento del volumen del agua
recuperada en la cuenca de 2.400 a 3.200 GL aumenta el caudal final del sistema a largo plazo un
promedio de 661 GL/año. También, en la desembocadura del río la magnitud del caudal aumenta y el
periodo con caudales cero disminuye para los tres escenarios, si se compara con las condiciones de
referencia. El efecto de este aumento de caudales es una diferencia sustancial en los niveles de los lagos
y en la salinidad del área de Coorong.
En el área de la desembocadura del río Murray, denominada “Coorong, Lower Lakes and Murray
Mouth”, las simulaciones muestran que los objetivos ambientales especificados se alcanzan en los
siguientes casos (Tabla 8):
Tabla 8. Logro de los indicadores de caudal y salinidad en el área de la desembocadura del río Murray en
los todos los escenarios simulados.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 111 de 121 ‐
ANEXO III
http://www.lcra.org/library/media/public/docs/water/wmp/ExhibitA_ProposedWMP_with_Appendices
_Mar2012.pdf
(páginas 2 8 y 2 9)
Los caudales mínimos del río Colorado aguas arriba de su entrada en la Bahía de Matagorda y en el
Golfo de California se obtienen del Plan Hidrológico de la Región de la Parte Baja del río Colorado.
El estudio realizado para el cálculo de los caudales mínimos recomienda mantener los caudales por
encima del nivel de subsistencia todo el tiempo. En relación a los caudales base, se recomienda, sobre
una base a largo plazo, mantener las condiciones de año seco sobre el 80% del tiempo y las de año
medio sobre un 60% del tiempo.
http://waterdata.usgs.gov/nwis
Se utilizan los datos registrados por la estación de aforos número 08162000 del río Colorado en
Wharton perteneciente a USGS (U.S. Geological Survey), periodo 1938 2011.
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 113 de 121 ‐
Octubre Noviembre Diciembre Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre
Mínimo 3,06 3,51 2,43 4,94 6,11 4,20 3,46 3,00 2,34 2,69 1,20 4,54
Percentil
10,06 8,76 8,60 7,97 8,80 9,29 12,40 15,58 20,00 18,06 12,40 12,80
5
Percentil
12,06 10,23 9,83 10,20 11,26 10,97 16,17 19,57 23,39 21,20 15,72 15,80
10
Percentil
16,71 15,14 14,66 16,56 17,57 17,17 23,86 28,13 32,57 28,43 21,94 22,24
25
Percentil
28,00 26,67 27,94 36,00 35,71 35,43 42,00 47,71 49,71 39,14 30,86 34,29
50
Percentil
56,57 69,07 73,14 80,00 86,79 92,29 89,71 103,14 105,93 71,71 45,43 53,64
75
Percentil
118,06 156,29 128,23 137,14 173,31 186,57 172,29 230,23 282,89 144,11 70,29 86,29
90
Máximo 2.088,57 2.411,43 1.745,71 1.234,29 1.597,14 1.457,14 1.494,29 1.437,14 1.708,57 2.588,57 362,86 1.582,86
El régimen de caudales ecológicos en la desembocadura del río Ebro ‐ 114 de 121 ‐
ANEXO IV