Contra Qué Protestaban
Contra Qué Protestaban
Contra Qué Protestaban
Asimismo, vimos
muchísimas imágenes del accionar de la policía contra quienes ejercían su legítimo derecho a protestar, más en ese transcurso de
tiempo se pudieron apreciar bastantes fotos o videos del accionar policial en contra de las personas que ejercían su derecho a protestar
, pero que es este derecho ¿de que consta? La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en el 2019, nos dio una definición
para el derecho a la protesta,
“[U]na forma de acción individual o colectiva dirigida a expresar ideas, visiones o valores de disenso, oposición, denuncia o
reivindicación .En otras palabras, el derecho a la protesta permite a sus titulares viabilizar sus derechos de libertad de expresión y
libertad de reunión, a través de acciones concretas. Es una herramienta de la ciudadanía para expresar, de manera no violenta, sus
opiniones, ideas o disconformidades. Es aquí donde resalto que tenemos que diferenciar una protesta violenta o pacifica:
Pues bien, como ya señalé, el derecho a la protesta se desprende de dos grandes derechos civiles y políticos: el derecho a la libertad
de expresión, y el derecho a la libertad de reunión.
Libertad de Reunión:
[3] Esto significa que este derecho protege la posibilidad de que las personas se reúnan libremente, y con fines pacíficos, y
dondequiera que éstas tengan lugar.[4] El derecho de libertad de reunión está reconocido en el artículo 21 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos.El artículo XXI de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, de 1948, estipula
que “Toda persona tiene el derecho de reunirse pacíficamente con otras, en manifestación pública o en asamblea transitoria, en
relación con sus intereses comunes de cualquier índole”.[8]
Libertad de Expresión
[12] Este derecho permite que las personas puedan, libremente y sin restricciones, buscar y difundir sus opiniones, ideas, e incluso
cualquier información..El derecho a la libertad de expresión es uno de los puntales de los derechos humanos, y está contemplado en
el artículo 19 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, que señala que “Toda persona tiene derecho a la libertad de
expresión; este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración
de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.”
Por tal razón, este derecho solo admite limitaciones en dos situaciones: asegurar el respeto y derechos de otras personas, y la protección
de la seguridad nacional y el orden público.
Como todos sabemos, desde la vacancia de Martín Vizcarra y la asunción de Manuel Merino, los jóvenes se volcaron a la calle,
protestando contra la corrupción e incluso contra las instituciones. Estos jóvenes se concentraban en lugares como la Plaza San Martín,
así como la avenida Abancay, así como otros espacios públicos. Sin embargo, las imágenes también demostraron la respuesta vio lenta
de los agentes de la Policía Nacional del Perú, quienes respondieron a las protestas arrojando gases lacrimógenos a aquellos que
protestaban pacíficamente. Basta sino con ver las imágenes del accionar policial en la Plaza San Martín.
Pues bien, los derechos a la libertad de reunión y a la libertad de expresión están consagrados expresamente en el artículo 2 de la
Constitución Política del Perú. Además, la Cuarta Disposición Final señala que “Las normas relativas a los derechos y a las libertades
que la Constitución reconoce se interpretan de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y con los tratados y
acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por el Perú”. Por consiguiente, el Estado Peruano no podía
desentenderse de los estándares internacionales que he descrito, y tenía que ajustar su respuesta a un marco de derechos humanos.
Las imágenes de la Plaza San Martín demuestran que los manifestantes no estaban realizando actos violentos, pero aún así la Policía
utilizó gases lacrimógenos para dispersarlos, configurándose una restricción desproporcionada al ejercicio legítimo y pacífico del
derecho a la protesta. No entraré mucho a detalle acerca de la muerte de Inti Sotelo y Bryan Pintado, ya que aún debe investigarse a
total profundidad los hechos que llevaron a su muerte. Pero de probarse que efectivamente murieron a causa del uso de medios
prohibidos para controlar protestas por parte de la Policía, se añadiría otra prueba acerca de una limitación desproporcionada al derecho
a la protesta.
En resumen, todo parece indicar que hubo una restricción sumamente desproporcionada, y hasta innecesaria, al derecho a la protesta.
Por ello, se habría configurado una violación a los derechos humanos que debe ser analizada por los Tribunales. Ya la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos programó una misión para verificar todas estas situaciones, y es posible que, si los tribunales
peruanos no brindan una respuesta rápida y satisfactoria, el Perú enfrente un caso ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.