Contenido Patrimonial de La Patria Potestad

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 3

Contenido Patrimonial de la patria potestad

En el ámbito patrimonial, la patria potestad se traduce en el cuidado de los bienes


de los hijos, y en el derecho de aprovecharse de los frutos de estos bienes, en los
raros supuestos en que los haya.
Contenido de la patria potestad.- Siguiendo a Cornejo5 y para efectos
metodológicos, podemos dividir los atributos que conforman la patria potestad en
dos grupos: los atributos de deberes y derechos relativos a la persona de los hijos
(derechos y deberes personales) y los atributos relativos a sus bienes (derechos y
deberes patrimoniales). Como vemos no somos los primeros en hacer esta
distinción ni seremos los últimos 6 . Para este efecto y teniendo en cuenta que este
material es básicamente de estudio, hemos considerado como contenido a los
enunciados en el artículo 74 del Código de los Niños y Adolescentes, procediendo a
explicar en forma breve sus alcances en cada caso.
2. Derechos y Deberes patrimoniales 4.2.1. Administración de los padres Del
Diccionario de la Real Academia, consideramos que las acepciones más adecuadas
a lo que significa la administración paterna de los bienes de los hijos, señalada en el
inciso h del Código de los Niños y Adolescentes y el término “cuidar… de los bienes
de sus hijos menores” del Art. 418 del Código Civil es “ordenar, organizar, los bienes
y graduar o dosificar el uso de algo, para obtener mayor rendimiento de ello o para
que produzca mejor efecto.13 Todo ello, claro está con la finalidad del logro del
desarrollo integral del niño (Art. 6 de CIDN), para cuyo efecto, tiene que tomar
decisiones por sí mismo en el caso de los actos ordinarios de administración y otras
con autorización judicial en el caso de actos extraordinarios, el las cuales se
verificará el logro de la máxima tutela de sus derechos en cada momento. (Interés
Superior del Niño, consagrado en el Art. 3 de la CIND) Nuestra legislación señala
únicamente qué actos requieren autorización judicial, entre ellos para enajenar o
gravar (Arts. 109 y 110 del Código del Niño y el adolescente, que modifican el Art.
447 del Código Civil.) Asimismo, se encuentran otros actos para los cuales se
requiere autorización en el Art. 448 del Código Civil: 1. Arrendar bienes por más de
tres años, por lo que se entiende que un arriendo de menor plazo es un acto de
administración ordinaria. 2. Hacer particición extrajudicial. 3. Transigir, estipular
claúsulas compromisorias o sometimiento a arbitraje. 4. Renunciar herencias,
legados o donaciones. 5. Celebrar contratos de sociedad o continuar en la
establecida. 6. Liquidar la empresa que forma parte de su patrimonio. 7. Dar o tomar
dinero en préstamo. 8. Edificar excediéndose las necesidades de la administración.
9. Aceptar donaciones, legados o herencias voluntarias con cargas, es decir con
pagos que tienen que hacerse. 10. Convenir en la demanda. Existen bienes que se
encuentran exceptuados de la administración de los padres (Art. 425 del Código
Civil) entre los que se encuentra aquellos que los hijos han adquirido por el producto
de su trabajo y los donados y dejados en testamento a los hijos con la condición de
que sus padres no los administren, en cuyo caso serán administrados por un
curador de bienes conforme lo señala el inciso 7 del Art. 306 del Código Civil. Del
mismo modo, este artículo señala algunos casos donde es pertinente nombrar
curador de bienes: los padres pierdan la administración de los bienes de sus hijos
(inciso 3), cuando se encuentren impedidos de ejercer sus funciones (inciso 8) o
cuando los intereses de los padres se encuentren en oposición de los de sus hijos.
(inciso 1) Como vemos, la administración puede ser confiada a un curador en todo o
en parte, judicialmente e incluso o a pedido del propio padre, cuando el causante lo
ha señalado en su testamento. El nombramiento puede recaer en una persona
jurídica. (Art. 435 del Código Civil) En todos los casos, los padres no necesitan dar
garantía para el ejercicio de la administración legal (Art. 426) salvo que el juez a
pedido del consejo de familia, resuelva que lo constituyan por el interés del hijo.
Asimismo, se encuentra exonerado de rendir cuentas de la administración salvo al
terminar, salvo que el juez a solicitud del consejo de familia se lo pidan. (Art. 427
Código Civil)

Los padres son los responsables de administrar , en sentido amplio, los bienes que los hijos
obtienen durante su menor edad, siempre en su nombre y beneficio.- La doctrina especializada
coincide en señalar que esta función participa de la naturaleza jurídica del mandato, con las
excepciones que las diversas legislaciones establecen respecto de este contrato, como ser su
fuente legal pues les corresponde asumir la administración de pleno derecho, o la obligación de
rendir cuentas, por ejemplo.-

Los actos que en ejercicio de este deber pueden otorgar los padres, pueden ser clasificados en
conservatorios, de administración y de disposición.- La distinción importa, por cuanto el tipo de
acto que se trate requerirá mayores condiciones para su otorgamiento y consecuente validez.

5.2.1.- Actos conservatorios.- Los actos conservatorios consisten en operaciones tendientes al


mantenimiento en buen estado de los bienes del hijo, se trate de su reparación, o la enajenación
de bienes perecederos sin que importe su comercialización, acciones judiciales que interrumpen
plazos de prescripción, la aceptación de una donación no sujeta a cargo oneroso o prestación.-
En síntesis, actos dirigidos a la preservación del patrimonio del hijo.- En los sistema que
contemplan el ejercicio conjunto de la patria potestad, los actos conservatorios pueden ser
otorgados indistintamente por cualquier padre, en primer lugar porque no implica detrimento de
los bienes del hijo, y en segundo lugar, para garantía de los terceros que contratan con los
padres, interesados en la validez del negocio jurídico que celebran.

5.2.2 Actos de administración.- Los actos de administración son aquellos que tienen por finalidad
hacer rendir al patrimonio del hijo los frutos y utilidades que corresponde de acuerdo a su cuantía
y valor, e inclusive, incrementarlo.- Estos actos pueden consistir en inversiones sin riesgo,
depósitos en cuentas bancarias, locación de las cosas del hijo, enajenaciones propias del giro
comercial, mejores en los bienes inmuebles de los hijos, adquisición en su nombre de bienes o
derechos por el principio de subrogación real, aceptar herencias o legados.- En aquellas
legislaciones que reconocen el ejercicio común de ambos padres, los actos de administración
deben ser otorgados conjuntamente.- Es criterio general de las leyes en la materia, excluir a los
padres de la administración respecto de ciertos bienes adquiridos por el hijo.- Fuera del caso de
pérdida de la administración por mal desempeño de la misma, se pueden identificar tres casos
típicos de exclusión: A) Bienes transmitidos al hijo a título gratuito, cuando por cláusula del
disponente los padres son expresamente separados de la administración de esos bienes. Así,
una herencia, un legado o una donación pueden ser transmitidos bajo la condición de no ser
administrados por los padres, excepción hecha de, en caso de herencia, la porción legítima que
el hijo pueda corresponderle como heredero forzoso; B) Bienes adquiridos por el hijo con el fruto
de su trabajo, empleo o profesión, en cuyo caso, las leyes le reconocen la libre administración y
disposición de los mismos; C) Bienes que recibe el hijo por sucesión, a causa de la indignidad o
desheredación de uno o ambos padres.-
5.2.3. Actos de disposición.- Se entiende por actos de disposición aquellos que disminuyen el
patrimonio de una persona, o tienden a comprometer su contenido.- Una compra venta es
ejemplo del primer caso, y los derechos reales de garantía, del segundo.- La trascendencia de
los mismos ha provocado que la ley rodee su celebración de las mayores garantías: intervención
conjunta de los padres, autorización judicial, y en varias legislación, probar la necesidad o
ventaja en la realización del acto de disposición.- Por otro lado, los padres se encuentra inhibidos
legalmente de contratar con sus hijos menores de edad, y los contratos que así celebren serán
nulos. Con esta prohibición se impide cualquier captación de la voluntad del hijo que beneficie al
padre, aprovechando la relación de ascendencia que tiene sobre aquel. En ciertos casos, la ley
limita la esfera de actuación únicamente a los actos a título oneroso, vedando las transmisiones
gratuitas.-

5.2.4. Los frutos de los bienes de los hijos.- Este aspecto del ejercicio del deber de
administración requiere una consideración particular, pues se observan dos tendencias
manifiestas en el continente americano.- Tradicionalmente, los padres han aprovechado los
frutos, naturales, civiles o industriales, de los bienes de los hijos, en contraposición con los
productos, en la medida que disminuyen la sustancia de la cosa ( una excepción lo constituye lo
producido por una mina).- Las limitaciones a este empleo en provecho propio estaba dado por la
atención de las cargas propias que pesan sobre el usufructuario; otra restricción al
aprovechamiento consistía en emplear las ganancias que normalmente da el patrimonio del hijo
en los gastos de manutención y educación.- En consecuencia se puede afirmar que los padres
incorporaban a su patrimonio el excedente de tales frutos.- Este esquema aún se conserva en los
Códigos Civiles de la Región (Argentina; Brasil; Chile, que denomina “patria potestad” al ejercicio
de la administración de los bienes del hijo; Ecuador; México, etc.-).- Sin embargo, los Códigos de
Familia (Bolivia, Costa Rica, El Salvador, etc. ) privan a los padres del usufructo de los bienes del
hijo (excepto, en algún Código, extrema necesidad personal de los mismos) e inclusive exigen la
confección de inventario de tales bienes y rendir cuentas al finalizar la administración.- En este
sentido, véanse los Códigos y las normas correspondientes en las Tablas Anexas.-

También podría gustarte