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¿Cuál es el fin político de las penas? El terror de los sible que lo seas de otros ciento; esta duda me pesa, y
otros hombres. Pero ¿qué juicio deberemos emitir quiero cerciorarme con mi criterio de verdad: las
sobre los suplicios secretos y privados que la tiranía leyes te atormentan porque eres reo, porque puedes
del uso ejerce sobre los culpables y sobre los ser reo, porque quiero que seas reo.
inocentes? Es importante que ningún delito patente
quede impune; pero es inútil que se descubra a quien Se da la tortura a un acusado para descubrir los
cometió un delito que está sepultado en las tinieblas. cómplices de su delito. Pero si está demostrado que
Un mal ya cometido y para el que no hay remedio no no es un medio oportuno para descubrir la verdad,
puede ser castigado por la sociedad política más que ¿cómo podrá servir para desvelar a los cómplices,
en cuanto influya sobre los otros hombres con el que es una de las verdades a descubrir? Como si el
atractivo de la impunidad. Puesto que ciertamente hombre que se acusa a sí mismo, no acusase más
es mayor el número de los hombres que, o por temor fácilmente a los otros. ¿Es justo atormentar a los
o por virtud, respetan las leyes que el de los que las hombres por el delito de otro? ¿No se descubrirán los
infringen, el riesgo de atormentar a un inocente debe cómplices por el interrogatorio de los testigos, por el
estimarse tanto mayor cuanto mayor es la interrogatorio del reo, por las pruebas y el cuerpo del
probabilidad de que un hombre en igualdad de delito, en suma, por todos los mismos medios que
deben servir para imputar con certeza el delito al
circunstancias las haya respetado en vez de
acusado? Los cómplices huyen por lo general
infringido.
inmediatamente después de la prisión del
Pero yo añado además, que es querer confundir compañero; la incertidumbre de su suerte los
todas las relaciones, el exigir que un hombre sea al condena por si sola al exilio, y libera a la nación del
mismo tiempo acusador y acusado; que el dolor se peligro de nuevas ofensas, mientras la pena del reo
convierta en crisol de la verdad, como si el criterio que está en la cárcel logra su único fin, que es apartar
de ella residiera en los músculos y en los nervios de con el terror a los demás hombres de un delito
semejante.
un desgraciado.
La ley que impone la tortura es una ley que dice: Otro ridículo motivo de la tortura es la purgación de
Hombres, resistid al dolor; y si la naturaleza ha la infamia; es decir, que un hombre juzgado infame
creado en vosotros un inextinguible amor propio, si por las leyes, debe confirmar su declaración con el
os ha dado un inalienable derecho a vuestra dislocamiento de sus huesos. Este abuso no debiera
defensa, yo creo en vosotros un afecto comple- tolerarse en el siglo XVIII. Se cree que el dolor, que
es una sensación, purga la infamia, que es una mera
tamente contrario, es decir, un odio heroico
relación moral. ¿Es acaso un crisol? ¿Y la infamia
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principio más que por tres veces; otras naciones y contra vosotros mismos, y os mando que os acuséis
otros doctores la dejan al arbitrio del juez. y que digáis la verdad incluso, entre el
desgarramiento de vuestros músculos y el
Es superfluo reiterar los argumentos citando los descoyuntamiento de vuestros huesos.
innumerables ejemplos de inocentes que se
confesaron culpables por causa de los espasmos de Este infame crisol de la verdad es un monumento
la tortura; no hay nación ni época que no cite los todavía subsistente de la antigua y salvaje
suyos; pero ni los hombres cambian, ni sacan legislación, cuando eran llamados Juicios de Dios
consecuencias. No hay hombre que haya llevado sus las pruebas del fuego y del agua hirviente y la
ideas más allá de las necesidades de la vida, sin que incierta suerte de las armas; como si los anillos de la
alguna vez haya corrido hacia la naturaleza que lo eterna cadena que está en el seno de la Primera
llama con voces secretas y confusas; pero ¢l uso, Causa debieran a cada momento desordenarse o
tirano de las mentes, Jo rechaza y lo ahuyenta separarse por las frívolas decisiones de los
asustado. hombres. La única diferencia que hay entre la
tortura y las pruebas del fuego y del agua hirviente
El segundo motivo es la tortura que se da a los es que el resultado de la primera parece depender de
supuestos culpables cuando en su interrogatorio la voluntad del reo y el de las segundas de un hecho
caen en contradicciones; como si el temor de la puramente físico y extrínseco; pero esta diferencia
pena, la incertidumbre del juicio, el aparato y es solo aparente y no real. Hay tan poca libertad
majestad del juez, la ignorancia común a casi todos ahora para decir la verdad entre espasmos y
los criminales y los inocentes, no debieran hacer desgarros, como la había entonces para impedir sin
caer proba-blemente en contradicción tanto al fraude los efectos del fuego y del agua hirviente,
inocente que teme como al culpable que trata de Todo acto de nuestra voluntad es siempre
encubrirse; como si las contradicciones, frecuentes proporcionado a la fuerza de la impresión sensible
en los hombres cuando están tranquilos; no debieran que es su fuente; y la sensibilidad de todo hombre es
multiplicarse en el ánimo turbado, completamente limitada. Por ello, la impresión de dolor puede
absorto por el pensamiento de salvarse del crecer hasta tal punto, que ocupándolo todo, no deje
inminente peligro más libertad al torturado que la de escoger el
camino más corto en el momento presente para
Se da la tortura para descubrir si el culpable lo es sustraerse a la pena. La respuesta del reo es
por otros delitos al margen de aquellos por los entonces tan necesaria como antes las impresiones
que es acusado; lo cual equivale a este raciocinio: del fuego o del agua. Y así, el inocente sensible se
Tú eres culpable de un delito; por tanto, es po declarará culpable si cree hacer cesar con ello
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el tormento. Toda diferencia entre ellos —el El interrogatorio de un reo se hace para conocer la
inocente y el culpable— desaparece por el mismo verdad; pero si esta verdad se descubre difícilmente
medio que se pretende emplear para encontrarla. en el aire, en el gesto, en la fisonomía de un hombre
tranquilo, mucho menos se descubrirá en un hombre
Este es un medio seguro para absolver a los en quien las convulsiones del dolor alteran todos los
criminales robustos y condenar a los inocentes signos por los cuales del rostro de la mayor parte de
débiles. He aquí los falsos inconvenientes de este los hombres se trasluce —a veces a pesar suyo— la
pretendido criterio de verdad; criterio digno de un verdad. Toda acción violenta confunde y hace
caníbal, y que los romanos —bárbaros también desaparecer las mínimas diferencias de los objetos
ellos por las que se distingue a veces lo verdadero de lo
por más de un título— reservaban exclusivamente a falso.
los esclavos; víctimas de una feroz y demasiado
alabada virtud. De dos hombres igualmente Una extraña consecuencia que se deriva necesa-
inocentes o igualmente culpables, será absuelto el riamente del uso de la tortura es que al inocente se le
robusto y valeroso, será condenado el flaco y coloca en peor condición que al culpable; pues, si a
tímido, en virtud de este exacto raciocinio: Yo, juez, ambos se les aplica el tormento, el primero tiene
debía encontraros reos de tal delito; ti, vigoroso, todas las combinaciones contrarias; porque o
has sabido resistir al dolor, y, por tanto, te absuelvo; confiesa el delito, y es condenado, o es declarado
ti, débil, has cedido a él, y, por tanto, te condeno. Sé inocente, y ha sufrido una pena indebida. Pero el
que la confesión arrancada entre tormentos no culpable tiene una posibilidad a su favor; pues, en
tiene fuerza alguna, pero os atormentaré de nuevo efecto, cuando habiendo resistido con firmeza la
si no confirmáis lo que habéis confesado. tortura debe ser absuelto como inocente, ha
cambiado una pena mayor por otra menor. Así, pues,
El resultado, pues, de la tortura es un asunto de mientras el inocente no puede más que perder, el
temperamento y de cálculo, que varía en cada culpable puede ganar.
hombre en proporción a su robustez y sensibilidad;
tan es así, que con este método un matemático Finalmente, esta verdad es comprendida aunque
resolvería mejor que un juez este problema: dada la confusamente por los mismos que se apartan de ella.
fuerza de los músculos y la sensibilidad de los No vale la confesión hecha durante la tortura si no
nervios de un inocente, encuéntrese el grado de está ratificada bajo juramento después de cesar
dolor que lo hará confesarse culpable de un delito aquella; pero si el reo no confirma el delito, es de
determinado. nuevo torturado. Algunos doctores y algunas
naciones no permiten esta infame petición de
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