Introducción A La Parasitología
Introducción A La Parasitología
Introducción A La Parasitología
Los parásitos son seres que viven a expensas de otros seres vivos llamados hospedadores, y los parásitos
se adaptan a las condiciones de vida de su hospedador. Este último puede o no sufrir daño por la presencia
del parásito.
PARASITISMO: Es una relación ecológica que se desarrolla entre individuos de especies distintas en
la cual se observa una asociación íntima y duradera y, además, una dependencia metabólica en un grado
variable. Muchos seres vivos de diferentes reinos pueden ser considerados parásitos: animal (helmintos
y artrópodos), protista (protozoarios), vegetal (bacterias y hongos), virus y rickettsias. Sin embargo, el
campo de la Parasitología se limita a estudiar sólo los parásitos animales (protozoarios, helmintos y
artrópodos), mientras que los otros tipos son estudiados en la Microbiología.
Los hospedadores también pueden ser animales, vegetales u hombres.
ENTOMOLOGÍA O
HELMINTOLOGÍA PROTOZOOLOGÍA
ARTROPOLOGÍA
(Reino animal) (Reino protista)
(Reino animal)
Helmintos Protozoarios Artrópodos
PARASITOLOGÍA: Es una rama de la biología que estudia el fenómeno del parasitismo, es decir,
comprende el estudio del funcionamiento del parásito (alimentación, nutrición, metabolismo, excreción,
etc.) sus migraciones y evoluciones (ciclo vital) y la relación de ellos con sus hospedadores (patología,
sintomatología) y el medio ambiente.
Importancia de la Parasitología:
Las enfermedades parasitarias constituyen un problema de salud pública por su alta frecuencia en países
en vías de desarrollo de Asia, África y Latinoamérica; por su presencia en países desarrollados debido a
la migración de individuos provenientes de países del Tercer Mundo, y por su alta morbilidad.
Se calcula que existen 2800 millones de personas infectadas por geohelmintos: 1200 por Áscaris
lumbricoides, 795 por Trichuris trichiura y 740 millones por uncinarias: Necator americanus y
Ancylostoma duodenale.
Según la Organización Mundial de la Salud, existirían 200 millones de individuos con esquistosomas,
120 con filarias linfáticas y 37 millones con Onchocerca volvulus (ceguera de los ríos). Entre 20 y 30%
de la población mundial presenta una infección por Toxoplasma gondii. En relación con la malaria, se
producen actualmente entre 300 y 500 millones de casos nuevos por año, y en ese periodo fallecen más
de un millón de menores de cinco años de edad por esa zoonosis. En la actualidad existen 8 a 10 millones
de personas infectadas con Trypanosoma cruzi, agente etiológico de la enfermedad de Chagas en
Latinoamérica.
NOMENCLATURA Y TAXONOMÍA
Carlos Linneo (1707 – 1778).
Una especie se define como un conjunto de individuos que se parecen tanto entre sí como los
descendientes de un mismo individuo. La especie es la base de la clasificación zoológica actual, la cual
fue determinada por la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica:
1. Reino (ej. Animalia)
2. Phylum (ej. Nemathelminthes)
3. Clase (ej. Nemátoda)
4. Familia (ej. Ascaridae)
5. Género (ej. Ascaris)
6. Especie (ej. lumbricoides)
La especie se escribe de la siguiente manera:
Primero, el género iniciando con mayúsculas (ej. Ascaris) seguido de la especie, siempre en minúsculas
(lumbricoides). En caso de ser manuscrito, el género y la especie deben ser subrayados, y en caso de ser
a computadora, deben tener letra itálica o cursiva (Ascaris lumbricoides).
Todos los demás grupos de clasificación se escriben con una sola palabra y siempre inicia en mayúsculas.
La familia tiene como terminación el sufijo idae, la subfamilia el sufijo inae, la superfamilia el sufijo
ioidea, y la tribu el sufijo ini.
MORFOLOGÍA
Comprende el estudio de los parásitos de acuerdo a sus características morfológicas a nivel
macroscópico, microscópico o ultraestructural. Además, la morfología puede ser externa o interna. Se
estudiarán las características morfológicas que permitan al equipo de salud reconocer con facilidad y
precisión los parásitos del hombre (tamaño, forma, aspecto, etc.), y también aquellas características
que permitan comprender cómo el parásito puede dañar a su hospedador, por ejemplo, la presencia de
placas o dientes. Otro factor a estudiar tiene que ver con aquellos aspectos del parásito relacionados a
sus condiciones de vida; por ejemplo: si tienen organelas de locomoción o si tienen estructuras para
fijación (ventosas, tentáculos, ganchos, etc.).
BIOLOGÍA O CICLO EVOLUTIVO
Comprende todos los procesos (multiplicaciones, evoluciones, transformaciones, desplazamientos, etc.)
que un parásito necesita para, partiendo de un determinado estadío evolutivo, volver a reproducir ese
mismo estadío. Este ciclo vital se refiere entonces a las diferentes localizaciones del parásito a lo largo
de su vida, y constituye el elemento más importante del estudio del parásito.
HOSPEDADOR
1) Hospedador definitivo (HD):
Es aquel donde el parásito alcanza su estadío más desarrollado, a veces puede ser el estadío adulto
(metozoarios), y es en este hospedador donde el parásito adquiere un periodo de vida más prolongado.
Si hay más de un hospedador: el definitivo será aquel más desarrollado en la escala zoológica o donde
los parásitos se reproducen sexualmente
2) Hospedador intermediario (HI):
Es igual de necesario que el hospedador definitivo porque es en este hospedador que el parásito cumple
funciones básicas de multiplicación o de evolución, sin las cuales no estaría apto para parasitar al
hospedador definitivo.
Tipos de parásitos: Según el n° de hospedadores que necesita para completar su ciclo evolutivo
1) Monoxenos: Requieren un solo hospedador. (ej. Enterobius vermicularis)
2) Heteroxenos: Requieren dos o más hospedadores, uno definitivo y otros intermediarios. (ej.
Schistosoma mansoni).
Según la diversidad de hospedadores:
1) Estenoxenos: “Estenos”= Estrecho; “xenos” = extranjeros. Son aquellos que parasitan a una sola
especie, o especies que son muy similares o afines, es decir, tienen una especificidad parasitaria.
(ej. Enterobius vermicularis sólo parasita al hombre).
2) Eurixenos: “Euri” = ancho. Parasitan varias especies. (ej. Toxoplasma gondii).
Según la fase evolutiva del parásito temporal:
1) Adulto: Son aquellos que sólo son parásitos durante su fase adulta. (ej. Ascaris lumbricoides,
Trichuris trichiura, Schistosoma mansoni; son parásitos en el intestino del hombre cuando están
en su forma adulta, sin embargo, sus formas evolutivas también pueden necesitar un periodo de
vida libre en el medio ambiente).
2) Larvario: Son aquellos que parasitan en sus estadíos de desarrollo, en este caso, larva. Este
parasitismo recibe el nombre de proteliano. Los adultos pueden vivir libremente en el medio
ambiente, pero sus formas evolutivas necesitan desarrollarse en el organismo de animales,
produciendo una miasis. (ej. larva de la mosca Dermatobia hominis).
Según su grado de dependencia en relación al hospedador:
1) Obligatorios: Es cuando la condición parasitaria es indispensable para que el parásito pueda
vivir. No pueden subsistir en el medio ambiente. (ej. Giardia intestinalis).
2) Facultativo: Es cuando el parásito puede subsistir libremente, por ejemplo, en el suelo si las
condiciones son propicias, pero que también puede llegar a parasitar a un hospedador. (ej.
Strongyloides stercoralis).
Según el sexo:
1) Dioico: Se encuentran sexos diferentes (machos y hembras) que necesitan aparearse para iniciar
el mecanismo de reproducción. (ej. Necator americanus).
2) Monoico: Se encuentran sexos diferentes en un mismo parásito que puede reproducirse
asexualmente. (ej. Hymenolepis nana).
Según la frecuencia de su hábitat:
1) Principal: Es la localización del parásito más frecuente o común. (ej. el intestino grueso es el
hábitat principal de la Entamoeba histolytica).
2) Secundario: Localizaciones menos frecuentes. (ej. los hábitats secundarios de la Entamoeba
histolytica son los pulmones, el hígado y el cerebro).
Según el estadío evolutivo en el hábitat:
1) Definitivos: El hábitat definitivo es donde se aloja la forma más desarrollada del parásito.
2) Temporales: Son intermediarios; el parásito se encuentra allí transitoriamente. (ej. Strongyloides
stercoralis, su hábitat definitivo es la pared del duodeno mientras que su hábitat temporal es el
pulmón).
PATOGENIA
Es el estudio de los mecanismos a través de los cuales el parásito puede causar
daño en el organismo del hospedador.
1) Mecánicos
a) Obstrucción: Algunos parásitos de gran tamaño pueden obstruir
conductos naturales del hombre. (ej. Ascaris lumbricoides puede
obstruir el conducto de Wirsung, el conducto colédoco y el intestino).
b) Compresión: Algunos parásitos se hacen grandes en relación al
espacio, lo que provoca compresión de tejidos vecinos. (ej. Taenia Obstructivo. Ascaris
solium, neurocisticercosis en tejido cerebral): lumbricoides.
c) Traumático: El parásito normalmente utiliza vías normales para
migrar a través del organismo, como la circulación sanguínea y la luz
del intestino, pero en ciertos casos puede crear vías artificiales, lo que
implica traumatismos y rupturas de tejidos. (ej. Schistosoma mansoni
cuyas cercarías perforan la piel y sus huevos perforan los capilares y
la pared intestinal; Ascaris lumbricoides que atraviesa las paredes de
Traumático
los capilares y alveolos).
2) Fisiológicos
a) Expoliación: De sustancias nutritivas del hospedador por parte del parásito. (ej. Ascaris
lumbricoides desvía para su beneficio grandes cantidades de alimentos que deberían ser
absorbidos a través de la pared intestinal; Diphyllobothrium latum que absorbe enormes
cantidades de vitamina B12).
b) Destrucción celular por acción directa del parásito: Como se observa en los parásitos de
malaria, que necesitan alimentarse de la hemoglobina de los glóbulos rojos para poder cumplir
su ciclo evolutivo, haciendo que estos se destruyan. (otro ej. Trypanosoma cruzi que se
multiplica intensamente dentro de las fibras miocárdicas y termina destruyéndolas).
c) Destrucción celular por acción de sustancias: Los parásitos mientras viven producen y
excretan sustancias que pueden facilitar o no su existencia, y cuando mueren, sus productos
de degradación también pueden resultar tóxicos para ciertos tipos de células. (ej. Entamoeba
histolytica, produce hialuronidasa, tripsina y pepsina).
3) Inmunológicos
a) Inflamación: Es la reacción más frecuente del hospedador ante la presencia del parásito como
un mecanismo de defensa, aunque en ocasiones puede ser responsable de mayores daños para
los tejidos. La inflamación en particular se produce por el acúmulo de diferentes células en el
lugar donde se encuentra el parásito, con el objeto de destruir no sólo al parásito sino a los
tejidos dañados. Prácticamente en todas las parasitosis se presentan procesos inflamatorios.
(ej. en la cisticercosis cerebral, con la muerte del cisticerco se liberan sustancias que no habían
tenido contacto con los tejidos). La inflamación, al ser dominada, desaparece, y el tejido
destruido es sustituido por tejido fibroso (fibrosis).
PATOLOGÍA
Estudio de los daños producidos al hospedador por la presencia del parásito.
La infección o infestación es la penetración y establecimiento de un parásito en su respectivo
hospedador. La enfermedad surge cuando los daños sufridos por el hospedador son lo suficientemente
importantes para alterar su estado de salud. El organismo del hospedador se defiende de la agresión
parasitaria a través de dos tipos principales de mecanismos: los naturales o inespecíficos y los
adquiridos o específicos; estos últimos fundamentalmente de naturaleza inmunitaria.
Mecanismos naturales inespecíficos:
1) La acción de los jugos digestivos: cuando los parásitos penetran por la boca. Sin embargo, los
parásitos que ingresan por esta vía son aquellos que han desarrollado mecanismos de protección
contra estos jugos.
2) La piel: Representa una barrera mecánica a la penetración de los agentes parasitarios. Algunos
sólo pueden penetrarla cuando está lesionada, otros necesitan usar sustancias líticas y su fuerza
física para perforarla, lo cual hace que muchos perezcan durante el proceso de penetración.
3) Fagocitosis: Las células pertenecientes al sistema retículo-endotelial, retículo-hístiocitario o
fagocito-linfoide, particularmente los granulocitos, monocitos y monocitos-macrófagos, pueden
englobar o adherirse a los parásitos y destruirlos, aún en ausencia de anticuerpos, es decir,
considerando a los parásitos como partículas extrañas que deben ser eliminadas.
4) Complemento: La activación del complemento por la vía alterna (en ausencia de anticuerpos
específicos) puede llevar a la destrucción directa de parásitos unicelulares. Además, la producción
del factor C3b del complemento facilita que la adherencia de los fagocitos a los parásitos para
destruirlos.
5) Edad: La resistencia de los individuos a las infecciones parasitarias aumenta a medida que
aumenta la edad, probablemente también relacionado con una menor capacidad de los jóvenes
para dar una respuesta inmunológica específica.
6) Dieta: El buen estado nutricional del hospedador puede atenuar e incluso anular la acción dañina
de ciertos parásitos, y graves deficiencias alimentarias pueden disminuir la resistencia del
hospedador al parasitismo.
7) Constitución genética del hospedador: Individuos da una misma especie pueden presentar
diferencias de resistencia ante un parásito. Por ejemplo, los individuos de raza negra presentan
una mayor resistencia a la infección de Plasmodium vivax.
Mecanismos de inmunidad adquirida:
1) Actividad de anticuerpos específicos: Los anticuerpos se fijan a antígenos parasitarios,
provocan la activación del complemento por la vía directa y eso produce lesión en la membrana
del parásito, así como la opsonización del mismo para ser fagocitado y destruido por macrógafos,
eosinófilos y neutrófilos. En algunas parasitosis también se pueden encontrar anticuerpos no
relacionados con los antígenos de esos parásitos, sino que están relacionados con otros antígenos
a los cuales se ha estado expuesto anteriormente. Esto se conoce como activación policlonal de
linfocitos B (ej. leishmaniasis visceral y malaria).
(!) La actividad de todas estas células es regulada por mediadores o citoquinas, como las
interleuquinas (IL-2, IL-3), factor estimulador de colonias de granulocitos y macrófagos (GM
-CSF), el interferón γ (IF-γ) y el factor de necrosis tumoral (TNF).
SINTOMATOLOGÍA
a) Enfermos francamente sintomáticos: Son el grupo menor de todos los que albergan el parásito;
algunos de los cuales pueden llegar hasta la muerte, generalmente a causa de factores
intercurrentes.
b) Enfermos oligosintomáticos: Sintomatología moderada, discontinua, vaga o discreta;
constituyen un grupo mayor que el anterior y su estudio es difícil, desde el punto de vista
individual o colectivo. Los pacientes de este grupo pueden permanecer en él indefinidamente, o
pueden agravarse y pasar al 1er. grupo o evolucionar hacia el 3er grupo o a la curación
espontánea.
c) Asintomáticos: No tienen sintomatología o esta es muy discreta. Pueden ser considerados
asintomáticos o portadores sanos de la infección. Son el grupo más grande.
PERIODOS PARASITOLÓGICOS PERIODOS CLÍNICOS
1) Periodo prepatente: Desde la penetración Periodo de incubación: Comprende desde la
del parásito al huésped hasta su ubicación en penetración del parásito hasta la aparición de los
el hábitat. primeros síntomas. Puede corresponder al periodo
pre-patente y ser más largo o más corto que este.
2) Periodo patente: Multiplicación- Periodo sintomático:
reproducción del parásito en el huésped. a) Fase inicial: Se acentúan los síntomas
progresivamente.
b) Fase de estado: Se estabilizan los
síntomas.
c) Fase de declinación o convalecencia:
Los síntomas desaparecen. Cura
definitiva.
3) Periodo subpatente: No se encuentran los Periodo de latencia: Los síntomas pueden
parásitos (no pueden ser demostrados), a desaparecer aunque los parásitos no hayan sido
pesar de que pueden continuar existiendo en destruidos por completo. Mientras estos persistan,
el hospedador. comenzará una nueva fase asintomática (periodo
latente) que termina con la reaparición de los
síntomas.
(*) Nuevo periodo patente: Puede ocurrir, Período de recaída: Nuevo período de síntomas
normalmente con menos parásitos que el menos pronunciado que el primero. Corresponde
primero. parcialmente al nuevo periodo patente.
DIAGNÓSTICO
Diagnóstico clínico epidemiológico: Es un primer diagnóstico basado en el cuadro clínico que el
paciente presenta y que hace sospechar al médico la existencia de una parasitosis. Hay algunas parasitosis
que presentan cuadros clínicos bastante característicos, mientras que otras cursan con síntomas
compatibles con otras parasitosis u otros agentes infecciosos. Por esto es importante conocer la
procedencia del paciente y su entorno biológico, sanitario y social, así como es importante tener
conocimiento de la distribución geográfica de las enfermedades parasitarias.
Diagnóstico de laboratorio:
- Métodos de demostración del parásito:
a) Directos: Intentan demostrar los parásitos existentes en el hospedador. (ej. un examen de
sangre para la malaria o durante la fase aguda de la enfermedad de Chagas. Son métodos
rápidos y de valor definitivo cuando son positivos. Cuando son negativos, no se descarta la
presencia del parásito.
b) Indirectos: Intentan demostrar la existencia del parásito a través de parásitos que hacen
multiplicar los pocos parásitos existentes en el material retirado del paciente. (ej. cultivos de
sangre para la enfermedad de Chagas, cultivos de médula ósea para la leishmaniasis viral,
cultivo de heces para amibiasis, inoculación en animales sensibles en laboratorios,
xenodiagnóstico). Estos métodos indirectos son útiles en algunos casos, pero en general tienen
inconvenientes porque son complicados y laboriosos, requieren personal entrenado y recursos
de laboratorio bien equipados y un tiempo bastante prolongado para ver los resultados.
- Métodos inmunológicos: Son aquellos que intentan revelar y medir la reactividad que el
hospedador presenta ante el parásito. Generalmente son útiles en el diagnóstico individual y son
más sensibles que los métodos de demostración del parásito, aunque cuentan con ciertas
limitaciones, como la frecuencia laboriosa y costosa, deben ser sometidos a control estricto
periódicamente y su interpretación debe ser realizada con mucho cuidado debido a su
especificidad.
a) Hipersensibilidad: Inmediata (ej. bilharziasis, hidatidosis, filariasis) y retardada (ej.
leishmaniasis tegumentaria americana).
b) Anticuerpos: Estos métodos detectan anticuerpos circulantes. Entre ellos destacan la fijación
del complemento, la inmunofluorescencia, la precipitación, la aglutinación, el inmuensayo
enzimático (ELISA).
Otros métodos modernos:
a) Detección de antígenos (en lugar de anticuerpos) mediante su captura y revelado por anticuerpos
monoclonales específicos. (ej. esquistosomiasis).
b) Amplificación de ADN del parásito (PCR) y la detección de secuencias del mismo mediante la
hibridación con secuencias de ADN específicas. (ej. malaria).
Métodos auxiliares: Están dirigidos a detectar alteraciones no específicas (ej. hematología o
determinación de las proteínas séricas) que pueden ayudar a la confirmación del diagnóstico y algunas
veces colaborar en el establecimiento del pronóstico.
Diagnóstico por métodos especializados: Se refiere a aquellos métodos empleados por los especialistas
de las diferentes disciplinas médicas, que pueden estar involucrados en las enfermedades parasitarias.
(ej. el examen cardiovascular en la enfermedad de Chagas, la rectosigmoidoscopia en la amibiasis y
bilharziasis, el EEG, la Radiología, la Tomografía Axial Computarizada (TAC) y la Resonancia
Magnética Nuclear (RMN ) en la neurocisticercosis, el examen oftalmológico en la oncocercosis y en la
toxoplasmosis).
TERAPÉUTICA
La terapéutica puede ser específica cuando está dirigida contra la especie del parásito responsable, o
también puede ser sintomática o coadyuvante, cuando su objetivo es aliviar o eliminar los síntomas que
produce el parásito en el individuo enfermo. La terapéutica específica se basa principalmente en la
administración de drogas, y para que sea aplicada de forma eficaz se debe tener en consideración la
facilidad de administración, la duración del tratamiento y el costo del mismo.
EPIDEMIOLOGÍA
Comprende el estudio de todos y cada uno de los factores que explican la existencia de una enfermedad
parasitaria en una determinada población humana, en un momento determinado. Se deben estudiar varios
factores:
Factores primarios:
1) Eslabón A: Reservorio o Fuente de Infección Primaria (FIP). Es el lugar de la naturaleza,
vivo o inerte, en el cual el parásito puede permanecer por tiempo más o menos largo o indefinido
en su estadio evolutivo más completo, es decir, conservando al máximo su potencialidad de
nutrición, de reproducción y, por supuesto, de transmisión. Debido a su condición de dependencia
estricta en relación a otro ser vivo, la mayoría de los reservorios de los parásitos son animales
que les sirven como hospedadores definitivos. Cuando el reservorio es únicamente el hombre, la
parasitosis recibe el nombre de antroponosis, en oposición a la zoonosis cuando el reservorio es
exclusivamente un animal. En la zooantroponosis, el parásito circula principalmente del hombre
a los animales, y en la antropozoonosis lo hace de los animales al hombre. En las anfixenosis el
flujo de parásitos entre el hombre y los animales es aproximadamente equivalente.
3) Eslabón C: Hospedador susceptible (HS). Siempre es un hombre sano, libre de parasitosis, que
tiene la capacidad de adquirirla.
Factores secundarios:
1) Para la FIP o reservorio: Depende de si el reservorio es hombre o animal, el número, la
población, la densidad de reservorios; si el reservorio es hombre, su edad, sexo, profesión y nivel
cultural. También se toma en cuenta el nivel de adaptación del parásito al reservorio. Cuando el
reservorio es animal, se evalúa el hábitat y sus hábitos.
2) Para el MT: Se evalúa por ejemplo el tipo de suelo o si hay o no vectores biológicos. En caso de
haber algún vector, se evalúa el hábitat, el ciclo evolutivo, el potencial reproductivo, longevidad,
sexo, hábitos alimenticios, actividad, proximidad al reservorio y a HS, etc.
3) Para el HS: Pueden ser importantes el sexo, la edad, la raza, las características genéticas, estado
de salud, profesión y nivel cultural.
Factores terciarios:
1) Físicos: Atmósfera, suelo, agua, clima (temperatura, presión atm., vientos y lluvias), latitud.
2) Biológicos: Flora y fauna.
3) Social: Elementos étnicos, psicológicos, sociológicos, comunitarios, económicos, laborales,
habitacionales, alimentarios y educativos/culturales.
PROFILAXIS Y CONTROL
Comprende el conjunto de medidas que pueden y deben ser aplicadas para impedir la diseminación de
una determinada parasitosis, para evitar que nuevos hospedadores susceptibles sean alcanzados por
formas parasitarias infectantes.
1) Medidas sobre el reservorio o fuente de infección primaria: Varían si el reservorio es hombre
o animal. En caso de ser hombre, el tratamiento es una de las medidas más efectivas. Esto depende
de la posibilidad de diagnósticos prácticos y eficientes y de la existencia de drogas efectivas de
fácil administración y bajo costo. En caso de que el reservorio sea animal, dependerá de si son
domésticos, peridomésticos o silvestres. En los dos primeros casos, se puede intentar la
eliminación de los animales infectados, y en caso de ser silvestres es más difícil lograr un control
efectivo.
2) Medidas sobre el mecanismo de transmisión: Según la parasitosis, se puede actuar sobre uno
o varios de los elementos del mecanismo de transmisión. Cuando se trata de agua y alimentos,
una buena higiene sería suficiente para mantenerlos libres de formas parasitarias. También se
pueden aplicar medidas sobre el suelo, pero usualmente es más difícil. Cuando el medio de
transmisión es un insecto, se puede imponer el combate de estos, en sus formas adultas y larvarias,
utilizando insecticidas y eliminando los criaderos.
3) Medidas sobre el hospedador susceptible: Lo ideal sería la elevación de las condiciones socio-
económicas de las poblaciones marginales, incluyendo un adecuado nivel educativo. Sobre los
componentes físicos y biológicos del medio ambiente no es recomendable actuar. El componente
básico que debe ser modificado es el componente social.
IMPORTANCIA Y SITUACIÓN ACTUAL EN EL PAÍS
Se deben analizar varios aspectos de interés, tales como la distribución geográfica (si es amplia o
restringida), la prevalencia y la incidencia, la morbilidad, la letalidad, la dramaticidad (repercusión sobre
la opinión pública), los efectos dañinos sobre las actividades económicas (falta de producción por
trabajadores enfermos) y la vulnerabilidad del problema.