Imperialismo

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Imperialismo

Te explicamos qué es el imperialismo, y cuáles son sus causas y consecuencias.


Además, sus características y los imperios europeos.

La dominación imperial puede darse mediante la colonización.


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¿Qué es el imperialismo?
El término “imperialismo” hace alusión a las prácticas políticas que establecen una
relación entre naciones en términos de dominación y subordinación. En el
imperialismo, una de las naciones es sometida a la otra, que ejerce la autoridad en
materia política, militar, económica y/o cultural. Así se impone una agenda que
favorece a la nación que ejerce la dominación.

La dominación imperial puede darse, por un lado, mediante la colonización,


que implica el poblamiento del territorio colonizado, la explotación económica y/o
la presencia militar.

Por otro lado, la dominación imperial puede consolidarse mediante la


subordinación o adaptación cultural (llamada en algunos casos “aculturación”).
El gobierno imperial puede ser directo (si la autoridad imperial se impone
políticamente en el territorio sometido) o indirecto (si se mantienen las formas de
gobierno local bajo el control imperial).
El imperialismo es un fenómeno político de larga data en la historia de la
humanidad y que ha contribuido a dar forma al panorama mundial
contemporáneo. Muchas de las relaciones desiguales de la actualidad se derivan
de las prácticas imperiales del pasado. Algunos críticos consideran que el
imperialismo está vigente por el modo en que algunas potencias imponen su
agenda económica o emplean sus fuerzas armadas para alcanzar objetivos
estratégicos.

• Ver además: Expansionismo

Historia del imperialismo


Origen de los imperios
Los imperios han existido desde la antigüedad y sus dinámicas de conquista
han seguido patrones similares. Por ejemplo, el Imperio egipcio, el Imperio
persa, el Imperio macedónico de Alejandro Magno o el Imperio romano
conquistaron por la fuerza y ejercieron un dominio político y económico sobre
amplias regiones del mundo conocido.

El Imperio romano en particular logró expandirse por casi la totalidad de Europa, el


norte de África y el Oriente Medio. En estos períodos de dominación imperial se
impusieron o adoptaron religiones, lenguas y costumbres del centro imperial
en los territorios sometidos. En muchos casos, la combinación de las culturas
colonizadora y colonizada llevó al sincretismo, formas culturales mixtas que
permitieron la supervivencia de muchas prácticas y creencias de las sociedades
subordinadas.

Aunque muchos historiadores emplean el término imperialismo para referirse a


estas experiencias imperiales antiguas, otros lo reservan para hablar de la
expansión europea iniciada en el siglo XV o, más concretamente, para la
dominación política y económica de regiones de Asia y África a partir de mediados
del siglo XIX.

El imperialismo europeo
La expansión europea por el mundo entero comenzó en el siglo XV y se
prolongó hasta el siglo XX. España, Portugal, Países Bajos, Inglaterra y Francia
protagonizaron las primeras etapas de colonización y gobierno imperial,
especialmente en América, y las colonias americanas alcanzaron su
independencia luego de cruentas guerras a fines del siglo XVIII y comienzos del
XIX.

Durante el siglo XIX y comienzos del XX, una nueva forma de imperialismo
promovido por el capitalismo industrial y las ideologías nacionalistas provocó el
reparto de buena parte del mundo, especialmente en África, Asia y Oceanía, entre
naciones como Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, Rusia e incluso Estados
Unidos y Japón. Este período fue sucedido por una época de luchas por la
independencia y procesos de descolonización en Asia y África que tuvieron lugar
mayormente tras la Segunda Guerra Mundial.

Durante la etapa del imperialismo, los grandes estados europeos impusieron


controles políticos, económicos y militares a otras naciones menos aventajadas.
Así lograron hacer acopio de sus recursos y vender en ellas productos elaborados
en la metrópoli o en otras colonias.

• Ver además: Colonización de América

Territorios sometidos al imperialismo europeo


El período más intenso de la expansión imperial tuvo lugar entre 1880 y
1914. Muchos historiadores consideran a la Primera Guerra Mundial como un
conflicto incentivado en buena medida por la competencia imperial de esta época.
Los principales destinos coloniales de Europa fueron:

• América. Fue en gran medida conquistada y colonizada a partir de finales del siglo
XV. Era fuente de materias primas, especialmente oro y plata, y luego de las
Guerras de Independencia dejó de tener protagonismo para el expansionismo
imperial europeo. Una de sus naciones, Estados Unidos, llegó a convertirse a su
vez en una potencia expansionista.
• África. Desde temprano fue fuente de mano de obra esclava y, cuando comenzó a
ser abolida la esclavitud, siguió siendo explotada para la obtención de recursos
mineros o exóticos y para favorecer las comunicaciones con Asia (como fue el
caso de Egipto que conectaba el mar Mediterráneo con el océano Índico).
• Asia. Los bienes exóticos y de lujo de origen asiático gozaban de mucho valor en
Europa (especias, porcelana, té, seda) y fueron uno de los objetivos del
imperialismo en dicho continente. Sin embargo, también se extraían en Asia otras
materias primas para el consumo y la industria, se explotaba mano de obra y se
abrían mercados para productos elaborados. Uno de los ejemplos más
significativos de imperialismo colonial en Asia fue el Raj británico en India.

• Puede servirte: Época colonial de México

El reparto de África
En la conferencia de Berlín casi la totalidad de África se ordenó según los intereses
europeos.

Entre 1884 y 1885, en plena fase de expansión europea, las potencias


imperialistas acordaron el reparto del continente africano en la Conferencia
de Berlín. Allí estaban presentes las 12 naciones más poderosas de Europa (Gran
Bretaña, Francia, Alemania, Bélgica, Portugal, Países Bajos, Austria-
Hungría, España, Rusia, Italia, Suecia-Noruega y Dinamarca), junto al Imperio
otomano y Estados Unidos.

Al final de la conferencia, casi la totalidad del continente africano pasó a estar


distribuida según los intereses europeos, sin tener en cuenta las diferencias
étnicas entre las poblaciones locales ni sus necesidades. Por eso, hasta el día
de hoy varias naciones africanas tienen fronteras totalmente rectas, pues fueron
trazadas sobre mapas con escuadra y cartabón.

Solo dos naciones africanas permanecieron libres de la dominación imperial


europea antes de los procesos de descolonización: Liberia y Abisinia (Etiopía). El
resto se lo repartieron entre Gran Bretaña, Francia, Alemania, Bélgica, Italia,
Portugal y España.

Causas del imperialismo


El imperialismo europeo buscaba materias primas en otros territorios.

El imperialismo europeo respondía a una serie de causas, entre ellas:

• La necesidad de materias primas. Europa occidental necesitaba un flujo estable


de materias primas para alimentar la industria capitalista que permitía la
elaboración de productos a gran escala. El imperialismo colonial facilitaba la
extracción de la materia prima de los países menos desarrollados mediante el uso
de mano de obra local, fuera servil o asalariada. También ofrecía mercados en las
colonias para productos elaborados en las metrópolis.
• La competencia entre los imperios. Los diversos imperios de Europa rivalizaban
por el control de otros territorios para obtener ventajas económicas y posicionarse
políticamente. Además se veían incitadas por las proclamas expansionistas
del nacionalismo. En una época de proteccionismo, también competían por el
control de las rutas marítimas comerciales, que eran el corazón mercantil de la
época.
• La exploración del mundo y la ciencia. El auge de la ciencia y
la tecnología europeas impulsaron la exploración y el descubrimiento de especies
y materiales que se esperaba que otorgaran ventajas industriales o una
superioridad científica frente a los demás imperios.
• El darwinismo social. La ideología que dominaba en Europa desde mediados del
siglo XIX era tributaria de los recientes estudios de Charles Darwin, quien había
observado que la evolución de las especies dependía de la selección natural, que
garantizaba la supervivencia del más apto. Las observaciones biológicas de
Darwin fueron trasladadas al estudio de los seres humanos y se postuló la idea de
que existían poblaciones superiores o civilizadas destinadas a gobernar, y
sociedades inferiores o atrasadas destinadas a obedecer y a recibir de las
primeras los beneficios del progreso. Hoy esta idea es considerada incorrecta,
además de moralmente reprobable.

Consecuencias del imperialismo


Fueron muchas las luchas de los países sometidos por liberarse del yugo imperial.

El imperialismo europeo tuvo distintas consecuencias, entre ellas:

• La consolidación de las economías industriales de Europa y la expansión


del capitalismo, que le concedió una ventaja comercial a las potencias
occidentales (y en Asia a Japón) en la competencia mundial de los siglos XX y
XXI.
• La Primera Guerra Mundial (1914-1918), que redefinió el mapa de Europa, Asia y
partes de África con la caída de los imperios ruso, otomano, austrohúngaro y
alemán, y dejó el camino abierto a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Esta
última, a su vez, afianzó el poder político y económico de Estados Unidos.
• La lucha de las poblaciones sometidas por liberarse del yugo imperial y fundar
naciones jóvenes, como había sucedido con las latinoamericanas en el siglo XIX y
sucedió en el contexto de los procesos de descolonización en

Fuente: https://humanidades.com/imperialismo/#ixzz8bHw5euKa

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