Amparo en Revisión 1359

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AMPARO EN REVISIÓN 1359/2015.

Por escrito presentado el 23 de mayo de 2014, la asociación civil Campaña Global


por la Libertad de Expresión promovió juicio de amparo en contra de las
autoridades y actos que a continuación se precisan:

 H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.


 H. Cámara de Senadores del Congreso de la Unión.
 La omisión de expedir la ley reglamentaria del párrafo octavo del artículo
134 de la Constitución de conformidad con lo dispuesto por el artículo
tercero transitorio del Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan
diversas disposiciones de la Constitución en Materia Política-electoral,
publicado en el Diario Oficial de la Federación el 10 de febrero de 2014; y
 La parálisis de cualquier acto tendente a expedir la ley reglamentaria del
párrafo octavo del artículo 134 de la Constitución.

Al respecto, la quejosa adujo que se violaron en su perjuicio lo dispuesto en los


artículos 1, 6, 7, 14 y 16 constitucionales, en relación con los artículos 49 y 134 del
mismo ordenamiento, así como lo dispuesto en los artículos 19 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos; 1, 2 y 13 de la Convención Americana de
Derechos Humanos y 1, 2 y 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, el principio 13 de la Declaración de Principios sobre Libertad, el Principio
7 de la Declaración de Chapultepec, así como los artículos 6 y 9 de la Convención
de las Naciones Unidas contra la Corrupción y el precepto 3 de la Convención
Interamericana contra la Corrupción.

En cuanto a lo anterior, el Juez de Distrito dictó sentencia definitiva en la que


resolvió sobreseer el juicio de amparo considerando que se actualiza la causal de
improcedencia prevista en la fracción XXIII del artículo 61 de la Ley de Amparo, en
primer lugar, considerando que el juicio de amparo interpuesto por la asociación
tenía relación con controversias en materia electoral, en cuyo caso el amparo no
sería procedente, sino que más bien lo sería una acción de inconstitucionalidad y
señala lo siguiente:

“Así, para decidir sobre la procedencia del juicio de amparo cuando se aleguen
violaciones a derechos políticos, es necesario acudir al principio de
especialización de las normas, toda vez que actualmente estos últimos cuentan
con una tutela jurisdiccional específica, de tal suerte que la procedencia del juicio
de amparo depende necesariamente de los actos impugnados y no de los
planteamientos que se hagan valer, pues atendiendo al tipo de acto impugnado
podrá conocerse cuál es la vía constitucional especial procedente. En
consecuencia, se sobresee el juicio por actualizarse la causal de improcedencia
antes mencionada”.

Y como segundo punto, sustenta su resolución alegando que en todo caso, con
independencia de lo anterior, el juicio de amparo también sería improcedente, en
relación con lo que establece la fracción II del artículo 107 Constitucional, ya que
la procedencia del amparo contravendría el principio de relatividad de las
sentencias, toda vez que el efecto de una eventual concesión del amparo sería
obligar a la autoridad legislativa a reparar esa omisión, lo cual supondría darle
efectos generales a la ejecutoria de amparo.

Por lo que la parte quejosa, ante la inconformidad con la resolución del Juez de
Distrito, interpone recurso de revisión, en el que la Primera Sala unifica los
agravios de la parte quejosa y resuelve:

“Esta Primera Sala estima que los agravios planteados en el recurso de revisión
son fundados y, en consecuencia, debe considerarse que el juicio de amparo
promovido por la asociación civil Artículo 19 es procedente. Para justificar esta
decisión, se sostendrá lo siguiente: (i) el presente caso no versa sobre una
cuestión que deba considerarse “materia electoral”; (ii) el juicio de amparo es
procedente contra omisiones legislativas, (iii) sin que ello suponga una vulneración
al principio de relatividad de las sentencias, (iv) ni que se pueda sostener que los
tribunales de amparo carecen de competencia para analizar la constitucionalidad
de este tipo de actos; (v) la quejosa cuenta con interés legítimo para acudir al
juicio de amparo; y finalmente, (vi) no afecta la procedencia del amparo el hecho
de que no se haya señalado al Presidente y al Secretario de Gobernación como
autoridades responsables”.

1.- El presente caso no versa sobre una cuestión que deba considerarse
“materia electoral”.

Sustentando lo anterior haciendo una distinción entre la materia electoral directa y


la materia electoral indirecta, en cuanto a que la primera se refiere al “conjunto de
reglas y procedimientos relacionados con la integración de los poderes públicos
mediante el sufragio universal, regido por una normativa especializada, e
impugnables en un contexto institucional también especializado”; mientras que la
materia electoral indirecta “es la que se relaciona con nombramientos o
integración de órganos mediante decisiones de otros poderes públicos, no
mediante procedimientos que pivotan en torno a la emisión del voto ciudadano”.

2.- El juicio de amparo es procedente contra omisiones legislativas.

Señalando en primer lugar que la simple inactividad no podría equipararse con


una comisión, siendo que para lo anterior resulta imprescindible que exista el
deber de realizar una conducta y que se haya incumplido con esa obligación.

“En este orden de ideas, al resolver la controversia constitucional 14/2005, el

Tribunal Pleno distinguió entre omisiones legislativas absolutas y relativas. Las


primeras se presentan cuando “[el órgano legislativo] simplemente no ha ejercido
su competencia de crear leyes en ningún sentido, ni ha externado normativamente
ninguna voluntad para hacerlo, de ahí que la misma siga siendo puramente
potencia”. En cambio, las omisiones legislativas relativas ocurren cuando “el
órgano legislativo [ha] ejercido su competencia, pero de manera parcial o
simplemente no realizándola de manera completa e integral, impidiendo así el
correcto desarrollo y eficacia de su función creadora de leyes En esta línea, en
dicho precedente también se distinguió entre omisiones legislativas de ejercicio
potestativo y de ejercicio obligatorio, en función de si existe una obligación de actuar
o si se trata de una facultad discrecional a cargo del Poder Legislativo. Así, de la
combinación de ambas clasificaciones, podrían distinguirse cuatro tipos distintos de
omisiones legislativas: (a) absolutas en competencias de ejercicio obligatorio; (b)
relativas en competencias de ejercicio obligatorio; (c) absolutas en competencias

de ejercicio potestativo; y (d) relativas en competencias de ejercicio potestativo;


clasificación recogida en la tesis jurisprudencial de rubro”.

Considerando que en cuanto al juicio de amparo indirecto, resulta procedente en


cuanto a omisiones legislativas, ya que la Constitución establece la procedencia
del juicio de amparo en contra de omisiones de autoridad de manera genérica, sin
especificar que se excluyan las omisiones atribuibles al legislador.

3.- Sin que ello suponga una vulneración al principio de relatividad de las
sentencias.

La primera sala hace esta consideración a partir de la reforma del 11 de junio de


2011, en la que considera que se amplió el espectro de protección de este
mecanismo procesal, de tal manera que sea posible proteger derechos
fundamentales que tengan un alcance colectivo y/o difuso, tal y como ocurre con
la libertad de expresión, es por esta razón que la Primera Sala estima necesario
realizar una nueva interpretación sobre el principio de relatividad de las
sentencias a fin de favorecer la protección de todos los derechos fundamentales.

4.- Ni que se pueda sostener que los tribunales de amparo carecen de


competencia para analizar la constitucionalidad de este tipo de actos.
La Primera Sala estima que los tribunales de amparo tienen facultades
constitucionales para ordenar la restitución de los derechos de los quejosos
cuando éstos sean violados por una omisión legislativa absoluta. En un Estado
constitucional de derecho todas las autoridades deben respetar la Constitución.
Así, aun cuando el Poder Legislativo tenga una función de la máxima importancia
dentro nuestro orden constitucional y ésta se le haya encomendado de manera
exclusiva, también se encuentra sometido a la Constitución. En consecuencia, en
estos casos el Poder Legislativo no es libre para decidir no legislar.

5.- La quejosa cuenta con interés legítimo para acudir al juicio de amparo.

Esto se refiere a que la parte quejosa señala a las Cámaras del Congreso de la
Unión como únicas autoridades responsables, sin incluir al Presidente de la
República y al Secretario de Gobernación, lo cual no hace improcedente el
amparo ya que para el caso de las omisiones legislativas no se estima necesario:

"La fracción I del artículo 89 constitucional señala como facultad y obligación del
Presidente “promulgar y ejecutar las leyes que expida el Congreso de la Unión,

proveyendo en la esfera administrativa a su exacta observancia.” De esta manera,


resulta evidente que tanto la participación del Presidente como la del Secretario de
Gobernación en el proceso legislativo sólo se requiere cuando ya existe una ley
aprobada por el Congreso de la Unión, que es precisamente la omisión que se
reclama en el presente asunto”.

Una vez sustentado lo anterior, al haber considerado como fundados los agravios
expuestos por la parte quejosa en el recurso de revisión, es que finalmente la
Primera Sala procede a realizar el estudio de los conceptos de violación.

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