PronapMódulo 2 2023 Completo
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1 Sibilancias en el preescolar
// DRA. ANA MARÍA BALANZAT
7
4 Enfermedades autoinflamatorias
en la infancia
// DRA. GRACIELA ESPADA
DRA. SILVIA MÓNICA MEIORIN
111
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 1 // 7
1
SIBILANCIAS EN
EL PREESCOLAR
// DRA. ANA MARÍA BALANZAT
Médica Neumonóloga Infantil.
Profesora Titular de Pediatría. UBA.
Ex Jefa del Departamento de Pediatría del Hospital de Clínicas José de San Martín.
8 // SIBILANCIAS EN EL PREESCOLAR / A.M. BALANZAT
OBJETIVOS
u Establecer las diferencias entre niños sibilantes y los niños con sibilancias
episódicas.
u Aplicar los patrones de síntomas sugestivos y probabilidades diagnósticas
de asma (GINA 22) en niños preescolares.
u Recordar que la confirmación diagnóstica por examen funcional
respiratorio es restringida en preescolares.
u Explicar a la familia los riesgos que implica el tabaquismo de los padres en
el desarrollo de la enfermedad asma en el hijo.
u Enumerar los 5 objetivos del tratamiento del asma.
u Reconocer la importancia de un cuidadoso seguimiento de los resultados
del tratamiento para ajustar la medicación.
u Llevar a cabo las acciones necesarias para facilitar la adherencia al
tratamiento.
u Decidir una derivación oportuna al especialista.
ESQUEMA DE CONTENIDOS
Sibilancias en el preescolar
Sibilancia recurrentes:
Estructural
Inmunológica
Sibilantes
✓ precoces y transitorios ✓ escalonado ✓ medidas no
✓ persistentes no atópicos ✓ de rescate farmacológicas
✓ persistentes atópicos
GLOSARIO
API: por sus siglas en inglés: Asthma Predictive Index
DBP Displasia broncopulmonar
DCP: Disquinesia ciliar primaria
ERS: por sus siglas en inglés: European Respiratory Society
FeNO: Fracción exhalada de óxido nítrico
GEMA: Guía española de manejo de asma
GINA: por sus siglas en inglés: Global Initiative for Asthma
HRB: Hiperreactividad bronquial
HSM: Humo de segunda mano
HTM: Humo de tercera mano
IL: Interleuquina
Mcg: Microgramos
NAEPP: por sus siglas en inglés: National Asthma Education and Prevention Program
PFE: Pico flujo espiratorio
RAST: por sus siglas en inglés: Radio Allergo Sorbent Test. Español: test de
radioalergoabsorbencia
RVH: Rinovirus humano
TNF: por sus siglas en inglés: tumor necrosis factor
V´max FRC: por sus siglas en inglés: Maximal Expiratory Flow at Functional
Residual. Capacity en español: Flujo Máximo en Capacidad Residual Funcional
VCF/VEF1: Volumen capacidad forzada/Volumen espiratorio forzado en un segundo
VEF1: Volumen espiratorio forzado en un segundo
10 // SIBILANCIAS EN EL PREESCOLAR / A.M. BALANZAT
INTRODUCCIÓN
J.M. 3 AÑOS
Concurre a la consulta en el año 2019 por haber presentado hasta el día de la consulta 5
cuadros con sibilancias.
4 Recién Nacido a Término con peso adecuado para edad gestacional.
4 Pecho exclusivo hasta los 6 meses.
4 1° internación en el mes de abril, 45 días de vida. Diagnóstico: bronquiolitis por virus
sincitial respiratorio (VSR). Duración de la internación 4 días. Recibió Oxigeno durante
48 horas por cánula nasal, máximo 1,5 l/min.
4 2° internación a los 6 meses de edad. Diagnóstico: bronquiolitis por Rinovirus Humano
(RVH). Recibió Oxigeno durante 72 horas por cánula nasal, máximo 2,5 l/min. durante 4 días.
4 4 cuadros de sibilancias entre los 2 y 3 años, el último año hace 2 meses, todos de manejo
ambulatorio, siempre medicado con corticoides (CTC) orales y β2, dos de ellos asociados
a cuadro viral de las vías aéreas superiores y los dos últimos de súbita aparición durante
la noche estando previamente asintomático. La madre refiere una rápida respuesta a
posteriori de la administración de salbutamol, un beta2 agonista de acción corta (β2).
Otros antecedentes
Adecuado crecimiento pondoestatural. Inmunizaciones adecuadas a calendario nacional.
Tos recurrente que se manifiesta claramente con el ejercicio, juego y la risa. Tos nocturna
durante la madrugada que no lo despierta, frecuencia de cuatro noches por semana apro-
ximadamente. Presenta 5 a 6 estornudos matinales en primavera y otoño. Reacción mani-
fiesta de alergia ante las picaduras de insectos. Eczema en hueco poplíteo.
Antecedentes familiares
Madre con antecedente de broncoespasmo (BE) durante la infancia. Actualmente con rinitis
alérgica medicada con mometasona nasal. Padre con dermatitis atópica. Abuelo paterno con
diagnóstico de enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Fumador desde los 27 años.
Antecedentes ambientales
Jardín maternal desde los 4 meses de edad. Un perro en el hogar 3 años antes del naci-
miento de J.M.
Madre fumadora hasta el 5° mes de embarazo. Padre fuma actualmente, refiere siempre
fuera del hogar.
Sahumerios de uso diario.
Es un signo inespecífico asociado con la limitación del flujo aéreo. Se escuchan más claramente
al exhalar. El estrechamiento de las vías respiratorias puede ser generalizado (como en el asma,
bronquiolitis etc.), o localizado por compresión extrínseca o intrínseca (cuerpo extraño, tumor,
malformación congénita, adenopatía etc.). Los cuadros obstructivos se manifiestan clínicamente
por tos, disminución variable de la entrada de aire, sibilancias asociadas a un síndrome de difi-
cultad respiratoria con taquipnea, taquicardia, tiraje y en casos de mayor gravedad aleteo nasal.
Los cuidadores suelen identificar las sibilancias, pero, debido a la gran variabilidad de signos, sín-
tomas asociados y grado de gravedad de los cuadros, es importante que este hallazgo semiológico
siempre sea confirmado por un médico.
Sabemos que las infecciones respiratorias agudas (IRA) tanto de las vías aéreas superiores como
bajas son muy frecuentes, estimándolas entre 5-8 episodios por año. Afectan con mayor frecuen-
cia y gravedad a los más pequeños, con alta morbilidad, elevado número de hospitalizaciones,
consultas ambulatorias y son el factor desencadenante más frecuente de cuadros sibilantes.
Las sibilancias recurrentes presentan una alta prevalencia. Se considera que casi el 50% de los
niños presenta al menos un episodio de sibilancias antes de los 6 años de vida.
En general al hablar de recurrencia queda implícito el concepto de 3 o más episodios en los prime-
ros años de vida. Hay dos posibles vías que podrían facilitar la aparición de sibilancias recurrentes:
DIAGNÓSTICO
Existen muchas entidades clínicas que se manifiestan con sibilancias asociadas a tos y dificultad
para respirar. Una minuciosa historia clínica y un examen físico completo son herramientas diag-
nósticas fundamentales para evaluarlos y evitar solicitar estudios complementarios innecesarios.
Cuando un lactante presenta en su primer año de vida un cuadro obstructivo con confirmación de
agente etiológico viral, con diagnóstico de bronquiolitis, probablemente se trate de un episodio
único. Sin embargo, la posibilidad de que presente nuevos episodios obstructivos existe y juntos
trataremos de dilucidar causas que pudieren condicionar la recurrencia de estos.
12 // SIBILANCIAS EN EL PREESCOLAR / A.M. BALANZAT
Para complicar un poco más los planteos de posibles diagnósticos sabemos que existe un conjunto
de enfermedades respiratorias que suelen presentar sibilancias durante su evolución y que no son
ni asma, ni las infecciones respiratorias.
En la bibliografía se suelen enumerar como diagnósticos diferenciales de asma, pero en este con-
texto las agruparemos como “otras enfermedades que sibilan”
Otras • Bronquiectasias
• Cardiopatía congénita con shunt izquierda-derecha
• Insuficiencia cardíaca
• Inmunodeficiencias (sobre todo humoral)
• Patología intersticial crónica (sobre todo en lactantes)
• Deficiencia de alfa 1-antitripsina
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 1 // 13
Presenta largos períodos libres de síntomas de obstrucción bronquial lo cual hace menos
probable los diagnósticos de anillos vasculares, aspiración de cuerpo extraño, DBP, FQ, BO
entre otros.
Uno de los primeros y también el más conocido se llevó a cabo en Tucson EEUU, liderado por el
Dr. Fernando Martinez, (Martinez et al., 1995 y 2003), denominado el Tucson Children Respiratory
Study. Se inició en 1980 con la idea de determinar los factores de riesgo de asma en los tres pri-
meros años de la vida, y en 1995 se publicaron los primeros resultados de seguimiento hasta los 6
años de edad y se pudo proseguir hasta la adultez. Reclutaron 1246 neonatos logrando registrar
gran cantidad de datos previos y a posteriori de la primera infección respiratoria aguda baja, así
como antecedentes personales, familiares y medioambientales, determinaciones microbiológicas
y virológicas de los cuadros infecciosos, pruebas cutáneas de alergia a los alergenos más preva-
lentes de la zona, análisis clínicos, inmunológicos y alérgicos. La función pulmonar fue evaluada
en un grupo aleatorizado de los lactantes y a partir de los 6 años realizaron en cada evaluación
espirometrías y esporádicamente test de provocación bronquial y mediciones de la variabilidad del
flujo espiratorio.
El VSR fue el virus más frecuentemente identificado, y constataron que las IRAB eran más fre-
cuentes y severas en los varones, lactantes expuestos al tabaquismo materno y con concurrencia
a jardín maternal. Confirmaron el rol protector de la lactancia.
A 124 lactantes menores de 25 meses, elegidos al azar y que, al momento del estudio no ha-
bían presentado ningún cuadro de sibilancias, se les midió el flujo máximo en capacidad residual
funcional (V´max FRC), que corresponde a unas de las variables de la evaluación de la función
pulmonar del lactante usando la técnica de compresión tóracoabdominal. Encontraron que en la
muestra total, los varones presentaban valores de V´max FRC más bajos que las niñas y, al ana-
lizar la función pulmonar de los que habían presentado sibilancias antes de los seis años (49%),
identificaron un subgrupo, que luego denominaron sibilantes precoces y transitorios. Estos niños
presentaban valores disminuidos, lo cual se atribuyó a una disminución congénita del calibre de
las vías aéreas.
La evolución de la función pulmonar desde los primeros meses de la vida hasta los 6 años y la
temporalidad de aparición y remisión de los cuadros de sibilancias permitió caracterizar fenotipos
clínicos de sibilancias que se comentan a continuación.
Se sugiere que estos pacientes tienen una alteración en la regulación del tono broncomotor, con
mayor riesgo de presentar obstrucción aguda de las vías aéreas. Estas características disminuyen
con la edad, especialmente antes de la adolescencia.
En la tabla N°2 se presentan las características y factores de riesgo halladas en varias de las publi-
caciones del seguimiento de la cohorte de Tucson.
Dejamos constancia que este es uno de los cientos de estudios de cohorte realizados y publicados.
Si bien los resultados siguen una tendencia similar se diferencian por el número, edades y etnias
de los pacientes, criterios de inclusión y variables analizadas.
Los resultados de este y otros estudios similares facilitaron el desarrollo de índices de predicción.
Estos índices son herramientas simples, prácticas y económicas que nos orientan y permiten iden-
tificar en la población de preescolares aquellos con más riesgo de presentar asma confirmable a
partir de los 6 años.
Índice predictivo de asma (API por sus siglas en inglés: Asthma Predictive Index) . El primero
y más conocido es el publicado por Castro Rodríguez y col. basado en los datos obtenidos en la
cohorte de Tucson. Diseñado para ser aplicado a niños que han presentado 3 o más episodios de
sibilancias durante los 3 primeros años de la vida. Consta de criterios mayores y menores que se
detallan a continuación.
Fuente: Castro Rodríguez y col. Am J Respir Crit Care Med 2000; 162(4 Pt 1):1403.
Con la positividad de un criterio mayor y/o dos criterios menores el API mostró un valor predictivo
positivo para persistencia de asma de 47,5% a 51,5% entre edades de 6 y 13 años de edad y un
valor predictivo negativo del 90%. Aplicando este índice podemos identificar aquellos niños con
mayor probabilidad de persistencia de los síntomas y desarrollo a futuro de la enfermedad (API (+))
de aquellos que tiene muy escasas posibilidades de desarrollarla (API (-)) y por ende predecir que
los síntomas remitirán antes o a partir de los seis años.
18 // SIBILANCIAS EN EL PREESCOLAR / A.M. BALANZAT
En publicaciones posteriores este índice ha sido modificado agregando otras variables como la sen-
sibilización alérgica a alimentos: leche, huevos, frutos secos, aeroalergenos confirmados mediante
tests cutáneos mediante Prick-Test o sanguíneo cuantificando los niveles de IgE sérica específica,
contra un determinado alergeno (RAST: por sus siglas en inglés de Radio Allergo Sorbent Test).
Debemos destacar que otros autores han diseñado otros índices que incluyen otros biomarcadores
como la IgE, FeNO (fracción exhalada de óxido nítrico), citoquinas plasmáticas, compuestos orgá-
nicos volátiles entre otras variables, quizás más específicos pero complejos y menos factibles de
aplicar en la práctica clínica diaria.
Estudios recientes demostraron que niños con API positivo, previamente sensibilizados a aéro-aler-
genos, al padecer una IRAB por Rinovirus (RVH) en edades tempranas de la vida, incrementan aún
más el riesgo de desarrollar asma a futuro (Odds Ratio de casi 10). Las bronquiolitis por VRS incre-
mentan la posibilidad de cuadros obstructivos recurrentes pero el impacto sobre el incremento de
prevalencia a futuro de asma es menor que con el RVH.
Los antecedentes familiares juegan un rol importante en la probabilidad de desarrollar asma. Algu-
nos investigadores la describen como una “enfermedad altamente heredable” teniendo en cuen-
ta que algunas personas pueden tener genéticamente más probabilidades de desarrollar asma que
otras. Los estudios del genoma humano han identificado genes con ciertos polimorfismos que se
asocian con la gravedad del asma, con la HRB, con la factibilidad de producir IgE e interleuquinas,
generar eosinofília y déficit de la función pulmonar entre otros.
Con un enfoque clínico la Task Force de la European Respiratory Society (ERS) propuso, en 2008,
distinguir dos grupos de sibilantes en los preescolares, habiendo descartado otras enfermedades
que cursan con sibilancias. Niños con sibilancias episódicas asociadas a infecciones virales de vías
altas, sintomáticos exclusivamente con intercurrencias virales, totalmente asintomáticos entre epi-
sodios y los siblilantes asociados con desencadenantes múltiples, infecciones vírales, estímulos,
como el ejercicio, la risa o el llanto, a posteriori de exposición a alérgenos, irritantes ambientales
como el humo de tabaco. Estos niños suelen presentar síntomas entre los episodios.
Distintos consensos o grupos de trabajo han propuesto distintas maneras de agrupar estos pa-
cientes.
La tabla N° 4 resume la propuesta del GINA 2022 en base a patrones de síntomas sugestivos y
probabilidad diagnóstica de asma en preescolares.
Síntomas
• Tos • Tos • Tos
• Sibilancias • Sibilancias • Sibilancias
• Respiración “pesada” • Respiración “pesada” • Respiración “pesada”
• Asociado a cuadro de dificultosa dificultosa
Infecciones de VAS • Asociado a cuadro • Asociado a cuadro
de Infecciones de VAS de Infecciones de VAS
Frecuencia 4 2-3 episodios por año 4 >3 episodios por año 4 >3 episodios por año
Duración z Durante < 10 días z Durante > 10 días z Durante >10 días
Intercrisis n Asintomático
n Tos ocasional n Tos
entre episodios
n Sibilancias n Sibilancias
n Respiración pesada n Respiración pesada al
reír o jugar
Probabilidad Pocos tienen asma Algunos tienen asma La mayoría tiene asma
Diagnóstica
Esta clasificación considera la presencia de síntomas, tales como la presencia, frecuencia y du-
ración de tos, sibilancias, tipo de respiración y la asociación o no con cuadros de Infecciones de
vías aéreas inferiores. Incorpora la gravedad de los episodios agudos de sibilancias y presencia o
ausencia de sintomatología entre episodios agudos, así como otros antecedentes personales y
familiares de otras enfermedades alérgicas asociadas. La tabla 4 muestra como esta clasificación
los ordena en tres grupos. Por un lado niños con pocas posibilidades de tener asma al presentar
síntomas aislados, poco frecuentes, asintomáticos en intercrisis, sin antecedentes alérgicos. Otros,
como nuestro paciente José María, encuadran en el grupo de “La mayoría tiene asma” por ser
francamente sintomáticos tanto en intensidad, frecuencia y persistencia, por referir antecedentes
positivos personales y familiares para asma y atopía. Con este cuadro clínico uno podría asumir el
diagnóstico de asma en un niño preescolar. Es importante considerar que este tipo de clasificación
no es estanca y, con el correr del tiempo, los pacientes podrían cambiar de grupo modificando
planteos diagnósticos y terapéuticos.
Como ya mencionamos otros consensos incluyen otras variables como valores de IgE, FeNO o
RAST y resultados de pruebas cutáneas.
Como podemos apreciar estamos ya utilizando la palabra asma, aunque sabemos que es difícil
confirmar dicho diagnóstico en preescolares dado que la confirmación diagnóstica por examen
funcional respiratoria es restringida en este grupo.
TRATAMIENTO
Al igual que en los niños mayores, los objetivos del tratamiento del asma buscan controlar
los síntomas, prevenir las exacerbaciones, preservar la función pulmonar, poder realizar actividad
física sin dificultades y evitar los efectos adversos de la medicación.
Para los preescolares contamos básicamente con dos fármacos, los corticoides inhalados (CI) y el
montelukast.
22 // SIBILANCIAS EN EL PREESCOLAR / A.M. BALANZAT
Corticoides inhalados. Los CI tiene un rol preponderante para lograr el control del asma y los
orales deben reservarse para el tratamiento de las exacerbaciones. Ocupan la primera línea de
tratamiento de control para el asma. Su eficacia para reducir la morbimortalidad, el número de
exacerbaciones, los síntomas de asma diurnos y nocturnos, la hiperreactividad bronquial (HRB) y
proteger la función respiratoria ha sido ampliamente demostrada.
Iniciaremos siempre un tratamiento controlador con la dosis más baja posible en función de la gra-
vedad del caso por un lapso no menor de 3 meses dado que el efecto protector no es inmediato,
se deben esperar 3 o más semanas para evaluar su eficacia.
A las dosis habituales, la tolerabilidad es excelente. Los beneficios principales se obtienen con do-
sis entre 100 y 200 mcg de budesónida o 50 a 125 mcg de propionato de fluticasona dos veces
al día. Con dosis superiores pueden obtenerse mínimos beneficios funcionales incrementando
notoriamente riesgo de presentar efectos secundarios.
En la actualidad para este grupo de edad budesonide y propionato de fluticasona son los más
prescriptos, sabiendo que este último es más potente debido a mayor afinidad y tiempo de unión
al receptor.
Como efecto segundario los CI pueden presentar una reducción en la velocidad de crecimiento
con reducción de la talla de 0,5 a 1 cm. durante el primer año de tratamiento. Este efecto se mini-
miza a lo largo del tiempo, parece ser dependiente del tipo de CI indicado, de la dosis administra-
da y técnica inhalatoria. No se han demostrado modificaciones en la talla final en la edad adulta,
sin embargo, se recomienda realizar controles periódicos de crecimiento y desarrollo.
La supresión del eje corticosuprarrenal es exclusivamente dosis dependiente y para dosis habitua-
les las pruebas de la función suprarrenal son innecesarias.
El riesgo de candidiasis bucal, disfonía o ronquera se reducen con el uso de una cámara de in-
halación en el caso de los aerosoles de dosis medida y en caso de ser posible un enjuague bucal
después de su uso.
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 1 // 23
Los casos en los que claramente los cuadros clínicos se relacionan con procesos infecciosos de na-
turaleza viral, el tratamiento de control podría restringirse a los meses en donde estas infecciones
son prevalentes.
En la mayoría de las guías se lo coloca como de segunda elección especialmente en caso de ser
indicados como monoterapia en los primeros niveles de tratamiento del asma. En niños parcial-
mente controlados se lo puede asociar a los CI con la finalidad de lograr mejor control y no incre-
mentar las dosis de los CI.
La administración por vía oral en una única dosis es cómoda y generalmente bien aceptada por los
niños y sus familiares. Internacionalmente está autorizado a partir de los 6 meses de edad con una
dosis de 4 mg/día entre 1 y 5 años en forma de granulado o comprimido masticable.
Hay información reciente que advierte sobre efectos adversos relacionados con cambios en el com-
portamiento y estado de ánimo en pacientes pediátricos (pesadillas, irritabilidad y agresividad). Estos
suelen notarse desde los primeros 15 días de tratamiento y desaparecen con la suspensión del fárma-
co. Otros efectos adversos raramente observados son las cefaleas y la intolerancia gastrointestinal.
En la tabla 5 se enumeran las variables que permiten definir el grado de control alcanzado durante
las últimas cuatro semanas:
1. Síntomas de asma diurnos.
2. Síntomas nocturnos.
3. Síntomas asociados a la actividad física.
4. Cuadros obstructivos con requerimiento de broncodilatadores.
¿Cualquier limitación de ¿? ¿?
actividad debido al asma
(correr o jugar menos
que otros niños, se cansa
fácilmente al caminar
o jugar)?
¿Requerimiento de
medicación de rescate ¿? ¿?
con β2 de acción corta más
de una vez por semana?
Para los menores de 6 años el concepto de control es muy parecido al detallado en la Guía de
diagnóstico y tratamiento: asma bronquial en niños ≥ 6 años. Actualización 2021. Publicado en
Archivos Argentinos de Pediatría (SAP).
Un niño con síntomas diurnos y/o nocturnos frecuentes no está controlado, lo cual impacta en
su calidad de vida, incrementa los riesgos a futuro por exacerbaciones, evolución adversa de la
enfermedad y potencial deterioro de la función pulmonar.
Un niño totalmente asintomático con un nivel mínimo de tratamiento es un paciente leve contro-
lado. En cambio, si presenta antecedentes de exacerbaciones frecuentes y/o graves, síntomas de
asma diarios y persistentes y logra un control adecuado con esquema de mayor magnitud será un
caso grave controlado.
Si los tratamientos no son adecuados al grado de gravedad, serán pacientes no controlados como
es el caso de J.M. Para lograr el control son fundamentales un buen cumplimiento del esquema
farmacológico prescripto, una adecuada técnica inhalatoria, el tratamiento de comorbilidades y la
implementación de medidas de control ambiental.
Figura 1. El ciclo o rueda continua para mantener el control del asma a lo largo del tiempo
• Síntomas
R
• Exacerbaciones
• Efectos secundarios
• Satisfacción de los padres
Las dosis y/o asociaciones farmacológicas se ajustarán en función de la evolución clínica y grado
de control subiendo o bajando de escalón.
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 1 // 27
CONSIDERAR ESTE
Sibilancias virales poco Patrón de síntomas no sugestivo de asma Diagnóstico de asma Asma no controlada
ESCALÓN PARA
frecuentes y ningún o Episodios frecuentes de sibilancias que Asma mal controlada usando doble dosis de CI
NIÑOS CON:
pocos síntomas de requieren SABA (ej.: ≥3 por año) con CI dosis bajas
intercrisis. Prueba terapéutica por 3 meses.
Considerar derivación a especialistas. Antes de incrementar el nivel de tratamiento
Patrón de síntomas sugestivos de asma, descartar diagnóstico alternativo, controlar técnica
síntomas mal controlados o inhalatoria, evaluar cumplimiento y control ambiental
exacerbaciones ≥3 por año.
En caso de que J.M. presente síntomas que sugieran pérdida de control, tos seca con o sin
dificultad para correr o jugar, sibilancias aisladas o cualquier signo de síndrome obstructivo
deberán administrarle precozmente β2 de acción corta, duplicar la dosis de CI diarios y con-
sultar a la brevedad con un centro de salud. La indicación de corticoides por vía oral debe ser
siempre supervisada por un médico pediatra.
28 // SIBILANCIAS EN EL PREESCOLAR / A.M. BALANZAT
En algunos preescolares la resolución de los síntomas podría deberse al curso natural favorable de
las sibilancias. En estos casos, suspendido el tratamiento, es conveniente observar si, en el curso
de episodios de infecciones virales de vías altas, presenta nuevamente sibilancias para evaluar la
necesidad de reanudar el tratamiento controlador.
En las primeras consultas, la familia y el paciente deben recibir información sobre el diagnóstico,
características, formas clínicas del asma bronquial, la gravedad y pronóstico de la enfermedad. En
esta instancia se les explicará los distintos tratamientos disponibles, detallando los objetivos que
nos proponemos alcanzar con el tratamiento controlador. Se les explicará la diferencia entre los
tratamientos de rescate indicados durante los episodios agudos y aquellos que son indicados para
el control de la enfermedad.
El plan de tratamiento controlador y el de los episodios agudos deben ser entregado por escrito,
especificando información respecto al plan de medicación controladora, identificación de los sig-
nos de deterioro de la enfermedad, signos de gravedad de una exacerbación de asma, con espe-
cial hincapié en su detección precoz. Se pautarán las acciones necesarias para actuar durante los
episodios agudos, jerarquizando los criterios para iniciar precozmente la medicación de rescate en
el hogar y/o modificación de la medicación de base y sobre todo conocer los criterios para solicitar
una consulta de emergencia.
Durante las consultas de seguimiento, se analizarán los problemas relativos al tratamiento, de-
tectando dudas, preocupaciones o temores mediante preguntas abiertas o indirectas. Se les pre-
guntará respecto al grado de control de la enfermedad, el cumplimiento de la administración de
la medicación y la adaptación a las recomendaciones indicadas para el control del medioambiente.
La técnica inhalatoria será evaluada en cada consulta mediante una demostración práctica.
Actualmente, están en estudio nuevas soluciones tecnológicas, tales como plataformas virtuales,
recordatorios electrónicos y dispositivos que recuerdan horarios y dosis incorporados a los aerosoles,
que impactan positivamente en la adherencia al tratamiento y en la autogestión familiar del asma.
Un control personalizado, el monitoreo del aprendizaje y del cumplimiento, ayudarán a evitar fra-
casos. En ciertos casos, se necesitará el apoyo de especialistas en salud mental.
Una vez controlada la enfermedad, el paciente podrá practicar cualquier deporte realizando siem-
pre precalentamiento y prestando especial atención a los síntomas inducidos por el ejercicio. La
natación no posee acción terapéutica específica en niños con asma y, en el caso de las piscinas
cubiertas, se debe evaluar el impacto que potencialmente pueda provocar el aire inhalado con
altas concentraciones de hipoclorito de sodio.
Se les informará respecto a los efectos negativos del humo y se informará sobre las estrategias
terapéuticas para dejar de fumar. Se puede considerar la derivación a especialista en cesación
tabáquica.
30 // SIBILANCIAS EN EL PREESCOLAR / A.M. BALANZAT
En los niños con asma el impacto negativo del humo de cigarrillo es indiscutible, incrementa la
gravedad de la enfermedad, la frecuencia y número de exacerbaciones y se ha corroborado que
los corticoides inhalados son menos eficaces lo que dificulta lograr el control de la enfermedad.
Otros tipos de contaminación ambiental dentro o fuera del hogar también son factores asociados
a la aparición de asma y actúan como desencadenantes de síntomas, incrementando la morbimor-
talidad. Los ácaros del polvo doméstico constituyen los alérgenos más importantes; otros alérge-
nos son los originados por las cucarachas, por animales domésticos, perros y gatos y los hongos
anemófilos (intra y extradomiciliarios).
Los pólenes son causa de alergia estacional y afectan con más frecuencia a los niños de edad es-
colar en adelante. Para disminuir la presencia de ácaros se recomienda que el dormitorio del niño
tenga pocos muebles y sin alfombra. Conviene tener pisos de fácil lavado, colchones y almohadas
de gomaespuma o poliéster, lavar la ropa de cama y cortinados periódicamente con agua calien-
te, mantener limpios los filtros de los aires acondicionados, evitar peluches no lavables, ventilar y
limpiar las habitaciones en ausencia del niño. Es conveniente pero no mandatorio el uso de cober-
tores o fundas antialérgicas.
Hay que recomendar que el perro de la familia no ingrese a la habitación del niño y que se lo bañe
rutinariamente; mantener el hogar libre de cucarachas, evitar el desarrollo de hongos para lo cual
deben ventilar la vivienda a diario y evitar humedad en el ambiente, usar pintura antihongos e
impermeabilizar adecuadamente el exterior del domicilio.
El tratamiento preventivo con altas dosis de corticoides inhalados al comienzo de una infección
viral de las vías aéreas superiores y continuado hasta la resolución del cuadro, ha mostrado cierta
eficacia, sin embargo, no se lo recomienda por sus posibles efectos segundarios sobre el creci-
miento del niño y eje corticosuprarrenal.
32 // SIBILANCIAS EN EL PREESCOLAR / A.M. BALANZAT
Dada la heterogeneidad de la etiología de las sibilancias, estos efectos se podrían manifestar más
en las que el componente neutrofílico es predominante. Los resultados de la utilización de ma-
crólidos en el tratamiento de mantenimiento son más controvertidos, precisándose más estudios
para evaluar su eficacia.
PREVENCIÓN
Hasta ahora hemos hablado de tratamiento controlador y prevención secundaria. Hay fuertes evi-
dencias que evitando todo tipo de tabaquismo, especialmente la exposición intrauterina activa o
pasiva y el HTM podría disminuir el riesgo de padecer asma. Varios estudios plantean como estra-
tegia suplementar durante el embarazo con vitamina D, con suplementos de aceites de pescado,
o dietas de estilo mediterráneo (con gran aporte de frutas y verduras frescas, fibras) y alimentos
probióticos que mejoran la microbiota intestinal y podrían impactar en la prevención del desarrollo
de la enfermedad.
Algunos estudios muestran mayor tendencia a cuadros obstructivos asociados a un desarrollo pul-
monar alterado en niños prematuros. El incremento de la prevalencia de asma se ha asociado con
recién nacidos por cesárea versus parto natural. Siempre recomendaremos la lactancia, aunque no
haya evidencias de que disminuya la prevalencia de asma. La asistencia al jardín maternal en los
primeros años de vida y tener hermanos mayores incrementa la factibilidad de contraer reiterados
cuadros virales con o sin cuadros obstructivos, pero no hay consenso en que incrementa el riesgo
de padecer asma.
Infecciones respiratorias virales. Las infecciones respiratorias virales son una de las principales
causas de exacerbaciones de asma, por lo que se recomiendan medidas inespecíficas para evitar-
las, como frecuente lavado de manos, toser o estornudar sobre el pliegue del codo y ventilar bien
los ambientes. En niños y en adultos con asma, se ha descripto que la inmunidad antiviral innata
podría verse afectada, con una disminución de la respuesta del interferón al rinovirus.
Asma y obesidad. Existe un mayor riesgo de asma en niños con sobrepeso y obesidad. Se reco-
mienda mantener el peso adecuado a la edad, alentar el mantenimiento de hábitos saludables,
con una dieta rica en frutas y verduras, y realizar actividad física diaria acorde a la edad y el neu-
rodesarrollo de cada paciente. El ejercicio es una herramienta fundamental para evitar y reducir
la obesidad. También es muy útil para identificar tempranamente síntomas de asma en niños y
adolescentes.
34 // SIBILANCIAS EN EL PREESCOLAR / A.M. BALANZAT
Autoevaluación
A. Lea cada enunciado y señale V si considera que el enunciado es
Verdadero y F si es Falso.
Enunciados V F
1. Una sibilancia es un signo inespecífico asociado con la limitación del flujo areo.
4. En el Tucson Children Respiratory Study se comprobó que las IRAB eran más
frecuentes y severas en los varones, en los lactantes expuestos al tabaquismo
materno y en los niños que concurren a jardín maternal.
6. Las infecciones respiratorias agudas (IRA) tanto de las vías aéreas superiores
como bajas son el factor desencadenante más frecuente de cuadros sibilantes.
11. El Índice predictivo de asma (API) se aplica en niños que han presentado 3
o más episodios de sibilancias durante los 3 primeros años de vida.
13. El único objetivo del tratamiento del asma es el control los síntomas.
18. Los corticoides inhalados tienen un rol preponderante para lograr el control
del asma y los orales deben reservarse para el tratamiento de las exacerbaciones.
J V I A S A E R E A S V
M H E P I S O D I O S I
A N T I B I O T I C O R
C O R T I C O I D E S U
Q X V F L U J O B M L S
U H E K A L E R G I A Z
E U B I N F E C C I O N
A M R E C U RR E N T E S
S O C N I T G J K Ñ Y O
M D A N A M N E S I S B
A F R E S C A T E H J K
CONCLUSIONES
Los padres de J.M. preguntaron: ¿Es asma lo que tiene J.M.? ¿Se curará o es para toda la vida?,
¿Por culpa del cigarrillo le pasó todo eso?
LECTURAS RECOMENDADAS
• Giubergia V y col Guía de diagnóstico y tratamiento: asma bronquial en niños ≥ 6 años.
Actualización 2021 Arch Argent Pediatr 2021;119(4):S123-S158 / S123.
• GEMA 5.2 Guía española para el manejo del asma www.gemasma.com.
https://drive.google.com/file/d/1dbh_zh-V_aSVm_0bl1Gco0lSQ4w9j1xn/view
• Global Strategy for Asthma Management and Prevention 2023 update GINA Report
https://ginasthma.org/gina-reports/
• Herrera G AM y col .Consenso chileno SOCHINEP-SER para el diagnóstico y tratamiento del asma en el escolar.
Rev. chil. enferm. respir. 2020, 36 (3).
https://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-73482020000300176&script=sci_arttext
• Yang CL et al. Canadian Thoracic Society 2021 Guideline update: Diagnosis and management of asthma in
preschoolers, children and adults Canadian Journal of Respiratory, Critical Care, and Sleep Medicine,
DOI:10.1080/24745332.2021.1945887.
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 1 // 37
CLAVE DE RESPUESTAS
A. Lea cada enunciado y señale V si considera que el enunciado es Verda-
dero y F si es Falso.
1. Verdadero.
2. Falso. El estrechamiento de las vías respiratorias puede ser generalizado (como en el
asma y en la bronquiolitis) o localizado por compresión extrínseca o intrínseca (cuerpo
extraño, tumor, malformación congénita, adenopatía).
3. Falso. Las sibilancias recurrentes presentan una alta prevalencia, se estima que casi el
50% de los niños presenta al menos un episodio de sibilancias antes de los 6 años de edad.
4 a 12. Verdaderos.
13. Falso. Al igual que en los niños mayores, los objetivos del tratamiento del asma buscan
controlar los síntomas, prevenir las exacerbaciones, preservar la función pulmonar, poder
realizar actividad física sin dificultades y evitar los efectos adversos de la medicación.
14. Verdadero.
15. Verdadero.
16. Falso. Consideran la incorporación de los broncodilatadores de acción prolongada
asociados con CI a partir de los 6 años de edad.
17. Falso. La exposición al humo de cigarrillos electrónicos no es inocua y ha sido relacionada
con un mayor riesgo de padecer exacerbaciones y síntomas de asma.
18 a 20. Verdaderos.
B. Sopa de letras
J V I A S A E R E A S V
M H E P I S O D I O S I
A N T I B I O T I C O R
C O R T I C O I D E S U
Q X V F L U J O B M L S
U H E K A L E R G I A Z
E U B I N F E C C I O N
A M R E C U RR E N T E S
S O C N I T G J K Ñ Y O
M D A N A M N E S I S B
A F R E S C A T E H J K
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 2 // 39
2
PREGUNTAS A
ESPECIALISTAS
SOBRE ALERGIAS
// COORDINACIÓN
DRA. LILIANA VILLAFAÑE
// AUTORES
URTICARIA
DRA. MARÍA PAULA SARRAQUIGNE
ENFERMEDAD ALÉRGICA RESPIRATORIA: RINITIS Y ASMA
DR. RICARDO J. SARANZ*
DR. ALEJANDRO LOZANO
ANAFILAXIA. REACCIONES ALÉRGICAS A BETALACTÁMICOS
DRA. KARINA LÓPEZ*
// COORDINACIÓN
DRA. LILIANA VILLAFAÑE
Médica (UNC). Especialista en Pediatría y Salud Pública. Ex Presidente de Sociedad
Argentina Pediatría Córdoba y Directora de Región Centro Cuyo. Ex Secretaria del
Comité Nacional de Crecimiento y Desarrollo. Docente en Ciencias Médicas de la
Universidad Católica de Córdoba. Coordinadora del Pronap.
// AUTORES
URTICARIA
DRA. MARÍA PAULA SARRAQUIGNE
Médica (UNR). Pediatra Especialista en Alergia e Inmunología. Docente de la Facultad
de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario. Secretaria del Comité de
Alergia e Inmunología de la Sociedad de Pediatría de Rosario.
Ex Secretaria del Comité Nacional de Alergia e Inmunología SAP. Comité de Alergia
Alimentaria y Anafilaxia de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica.
ANAFILAXIA
REACCIONES ALÉRGICAS A BETALACTÁMICOS
DRA. KARINA LÓPEZ
Médica Pediatra. Especialista en Alergia e inmunología Infantil. Secretaria Comité Na-
cional de Alergia SAP. Ex directora del Comité de Alergia Alimentaria y Anafilaxia. Hos-
pital de Niños V.J. Vilela. Rosario. Santa Fe.
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 2 // 41
OBJETIVOS
u Identificar los diferentes tipos urticaria, reconociendo cuáles requieren un
estudio más exhaustivo.
u Analizar los signos y síntomas de la rinitis alérgicas (RA) y su impacto en la
calidad de vida.
u Destacar la importancia de la anamnesis y el examen físico para la
orientación diagnóstica de las RA.
u Considerar los diagnósticos diferenciales y las co-morbilidades más
frecuentes, principalmente el asma.
u Discutir el probable origen de la tos asociada a la rinitis.
u Reconocer oportunamente los criterios clínicos de la anafilaxia e
implementar de manera inmediata el tratamiento adecuado.
u Identificar los diferentes tipos de reacciones adversas a betalectámicos,
diferenciando las que presentan una respuesta inmune (alérgicas) de
aquellas que no pueden explicarse por una respuesta inmune.
u Contribuir a la racionalidad en la solicitud de estudios complementarios y
del tratamiento.
u Reflexionar acerca de los errores más frecuentes en el abordaje y
tratamiento de la alergia en pediatría.
u Utilizar herramientas básicas en el consultorio para el manejo inmediato y
la derivación oportuna de los diferentes cuadros de alergia.
GLOSARIO
ADT: adenoidectomía IL: interleukina.
AT: amigdalectomía ITA: inmunoterapia con alergenos
CD: cluster of differentiation NET: necrólisis epidérmica tóxica
(grupo o cúmulo de diferenciación PFIN: pico flujo inspiratorio nasal
CXCL8: interleukina 8 PPC: prueba de provocación controlada
CIN: spray de aplicación intranasal RA: rinitis alérgica
DRESS: exantema cutáneo con RAA: rinomanometría anterior activa
eosinofilia y síntomas sistémicos RALB: reacción alérgica a betalactámicos
ELISA: enzimoinmuno-análisis RALM: reacciones alérgicas a medicamentos
EMF: exantema medicamentoso fijo RAM: reacciones adversas a medicamentos
FasL: proteína de membrana RAST: radioinmuno-análisis
miembro de la familia del factor RMA: rinometría acústica
de necrosis tumoral SSJ: síndrome de Stevens-Johnson
FAST: inmunofluorescencia TPO: test de provocación oral controlada
IFN: interferón gama UA: urticaria aguda
42 // PREGUNTAS A ESPECIALISTAS SOBRE ALERGIA / M.P. SARRAQUIGNE, R. SARANZ, A. LOZANO, K. LÓPEZ
OLIVIA, 2 AÑOS
Consulta por fiebre de 3 días de evolución, 2 o 3 registros de 37,5-37,8°C al día, estado ge-
neral conservado. Al examen físico se constata faringe congestiva y escasa rinorrea serosa. Se
interpreta como virosis de vías aéreas superiores, se indican pautas de alarma y tratamiento
sintomático. A las 48 horas consulta nuevamente por picos febriles más frecuentes de 38-
38,5°C y lesiones en piel tipo pápulas eritematosas, muy pruriginosas, en cara, miembros
superiores e inferiores y en el tronco, donde confluyen formando placas. Están acompa-
ñadas por un leve angioedema de párpados. Ya no presenta rinorrea y su faringe persiste
congestiva.
URTICARIA
1. ¿Cómo son las lesiones típicas de urticaria?
Son habones sobreelevados, de tamaño variable, eritematosos, pruriginosos que pueden confluir
formando grandes placas. Desaparecen a la vitropresión y cambian de lugar en pocas de horas.
En un 50% de los casos pueden acompañarse de edema de la dermis profunda y el tejido celular
subcutáneo (angioedema). Estas lesiones no dejan cicatrices ni cambios residuales en la
pigmentación de la piel.
2. ¿Cómo se clasifican?
Hablamos de urticaria aguda (UA) cuando la aparición de lesiones dura hasta 6 semanas es la más
frecuente en pediatría. El 25% de la población la presentará al menos una vez en su vida. Estamos
frente a una urticaria crónica (UC) si persisten más de ese tiempo o si hay más de 4 episodios al
año de cualquier duración.
4. ¿Cuál es su fisiopatología?
La roncha o habón urticariano y el angioedema son lesiones cutáneas que puede ser reflejo de
patologías muy diferentes.
Los alimentos pueden producir urticaria aguda (UA) por mecanismo de hipersensibilidad tipo 1,
mediado por inmunoglobulina E (IgE) por ingestión, contacto cutáneo o inhalación del mismo.
Este mecanismo es relevante ya que puede asociarse a anafilaxia. Algunos alimentos ricos en
sustancias vasoactivas (chocolate, frutilla, cítricos, etc.) o en aditivos (conservantes, colorantes,
resaltadores del sabor) pueden generar urticaria sin involucrar mecanismo IgE.
Los fármacos más frecuentemente involucrados son los antibióticos y los antiinflamatorios no
esteroideos. Puede involucrar o no un mecanismo mediado por IgE. Las vacunas recientemente
colocadas también deben considerarse.
Las urticarias inducibles pueden producirse por exposición a factores físicos como frío, calor, fric-
ción, vibración, presión, luz solar o por otros factores como el estrés, el agua, contacto con plantas
o saliva de animales.
Un tipo especial de urticaria se produce al iniciar un ejercicio físico o justo al finalizarlo. En algunos
pacientes, la urticaria por ejercicio puede relacionarse con alimentos.
6. ¿Cómo se estudian?
Lo primero es realizar una historia clínica muy detallada y un examen físico minucioso.
7. ¿Cómo se trata?
Si se identifica la causa, evitarla o tratarla. Es primordial acompañar, contener e informar adecua-
damente. Explicar que el objetivo de la medicación es evitar el prurito y brindar confort, pero que
las lesiones de urticaria probablemente continuarán por algunas semanas.
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 2 // 45
Durante el brote agudo puede ser útil limitar los alimentos ricos en aminas vasoactivas, conser-
vantes y colorantes, evitando las dietas muy restrictivas ya que no han demostrado efectividad.
Los antihistamínicos son la primera línea de tratamiento. La última evidencia apoya el uso de an-
tihistamínicos H1 de segunda generación (cetirizina, levocetirizina, fexofenadina, loratadina, des-
loratadina). Han demostrado gran seguridad permitiendo utilizar hasta 4 veces la dosis estándar
en pacientes seleccionados que no responden. Los de primera generación no son recomendados
debido a sus efectos secundarios (sedación, alteración del sueño, deterioro del estado de alerta y
cognitivo, y efecto paradojal).
Los corticoides se reservan para exacerbaciones graves de UC, en pacientes que ya están con dosis
altas de antihistamínicos. Pueden ser útiles para el angioedema asociado a la UA. Siempre por
períodos cortos.
CONCLUSIONES
4 La UA en general no reviste complicaciones y no requiere grandes estudios.
Es importante tranquilizar a la familia y mejorar el confort del paciente (se autolimita).
4 ¿Cuándo nos debe preocupar una UA? Cuando tiene una progresión muy rápida
o cuando responde a un mecanismo mediado por IgE (riesgo anafilaxia).
4 La UC genera un gran impacto en la calidad de vida del paciente y su familia.
Requiere un gran acompañamiento del médico de cabecera y extremar los
esfuerzos para encontrar el factor desencadenante.
4 Los antihistamínicos de segunda generación, no sedantes, son la primera línea
de tratamiento, tanto en UA como en UC. Se debe evitar el uso de
antihistamínicos sedantes.
46 // PREGUNTAS A ESPECIALISTAS SOBRE ALERGIA / M.P. SARRAQUIGNE, R. SARANZ, A. LOZANO, K. LÓPEZ
MELISA, 15 AÑOS
Melisa llega al consultorio acompañada de su madre.
Examen físico: se presenta con facie ojerosa, pálida y su nariz manifiesta el surco transversal.
En rinoscopia anterior se observa una mucosa nasal pálida, y cornetes hipertróficos cubiertos de
secreción clara y abundante. No existe evidencia de infección.
Rinofibroscopía: Mucosa edematosa y pálida. Gran hipertrofia de cornete medio e inferior que
obstruye casi en totalidad los antros coanales posteriores. No existe defecto de tabique nasal ni hi-
pertrofia adenoidea.
Rinomanometría: Presiones aumentadas bilateralmente, con modificación del ritmo y la frecuencia,
flujo aéreo disminuido, Resistencia aumentada.
Estudios audiológicos: Por audiometría se objetiviza en oído izquierdo (OI) una pérdida promedio
de 22,5 db y en oído derecho (OD) una pérdida de 20 db. En la logoaudiometria se observa en el
OI una hipoacusia leve de trasmisión. La impedanciometría muestra, en ambos oídos, una curva de
Jerger de tipo B (aplanada, ocupación transtimpánica).
Espirometría basal: normal con respuesta broncodilatadora positiva.
Prueba de provocación con ejercicio: caída significativa del 20% del FEV1 y recuperación a los 20
minutos.
A partir de este caso clínico, frecuente en la práctica del pediatra clínico, se discuten distintos aspec-
tos de la enfermedad alérgica respiratoria a lo largo del desarrollo del tema.
Si bien no es una enfermedad mortal, sus síntomas y co-morbilidades pueden significar una al-
teración significativa de la calidad de vida. La insuficiencia nasal ocasionada por la rinitis puede
ser responsable de ausentismo escolar, falta de concentración, déficit de atención, trastornos del
sueño nocturno y somnolencia diurna, irritabilidad, fatiga, disminución del apetito y trastornos
del carácter. La afectación auditiva puede generar hipoacusia, que puede contribuir a una perfor-
mance deficitaria en la escuela.
La guía ARIA (Allergic Rhinitis and Its Impact on Asthma), recomienda una clasificación, de acuer-
do a la duración (intermitente o persistente) y la gravedad (leve y moderada- grave) en pacientes
libres de tratamiento y teniendo en cuenta el impacto sobre la calidad de vida.
La guía ARIA considera fundamentalmente el sueño anormal, impedimento de las actividades dia-
rias, deportivas y de tiempo libre y escolaridad alterada. Las formas persistentes moderada-grave
implican la afectación de una o más de esas habilidades más de 4 días a la semana por más de
cuatro semanas, en ausencia de tratamiento. La importancia de calificar la gravedad de la rinitis
tiene directas implicancias terapéuticas.
Intermitente Persistente
Leve Moderada-Grave
Síntomas molestos
El examen de la cavidad nasal por rinoscopía anterior es indispensable y se debe realizar prestan-
do atención a la estructura ósea del septum nasal en busca de desviaciones o deformidades que
impidan el normal flujo de aire. La mucosa puede presentarse inflamada, pálida, gris-azulada con
secreción cristalina profusa y constante (Figura 3A). La presencia de descarga purulenta puede
indicar sobreinfección bacteriana. Los cornetes edematizados pueden obstruir de manera total o
parcial las fosas nasales. La faringe puede estar congestiva por el drenaje permanente de secreción
que cae del cavum, con o sin hipertrofia del anillo de Waldeyer.
El examen de oídos mediante otoscopía neumática puede demostrar signos muy característicos
de otitis media con efusión (OME) secundarios a la disfunción de la trompa de Eustaquio. Existe
disminución del brillo y la movilidad timpánica, hiperemia radial, burbujas y hasta nivel líquido
(Figura 3B).
Otros signos asociados al diagnóstico etiológico de atopía son la presencia de dermatitis atópica,
asma, sinusitis y conjuntivitis (hiperemia ocular y lagrimeo), por lo que no debiera obviarse un
examen físico integral más allá de las fosas nasales.
Rinorrea Septum
Nivel líqudio
serosa nasal
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 2 // 51
No obstante, a la edad de Melisa (15 años), es muy poco frecuente dado que se atrofia con el
desarrollo y, además se le había realizado adenoidectomía a los 6 años.
Pero en el caso de Melisa, existe una clara manifestación de tos y disnea que la obliga a detener su
actividad física. Es probable entonces que, como co-morbilidad, manifieste síntomas equivalentes
de asma, que, de no ser convenientemente indagados, pueden ser subestimados, contribuyendo
a su deficiente calidad de vida ya ocasionado por la rinitis “per se”.
52 // PREGUNTAS A ESPECIALISTAS SOBRE ALERGIA / M.P. SARRAQUIGNE, R. SARANZ, A. LOZANO, K. LÓPEZ
Allí, la vía aérea se comporta como una unidad fisiopatológica con claras connotaciones clínicas y
terapéuticas. La posibilidad de asma debiera ser siempre considerada, aunque, al examen físico no
manifieste sibilancias audibles por auscultación. Las guías clínicas sugieren que en todo paciente
con rinitis no debe obviarse un cuidadoso examen semiológico del tórax, e, incluso un estudio
mediante espirometría. De ser normal, la realización de una prueba de provocación bronquial por
ejercicio en ambiente hospitalario controlado puede detectar la broncoconstricción inducida por
ejercicio, asma equivalente. De igual forma, no se deben subestimar los signos y síntomas de rinitis
en pacientes con asma.
Las pruebas cutáneas pueden realizarse en niños de cualquier edad, pero su sensibilidad se reduce
en menores de un año. Son de bajo costo, tienen alta sensibilidad, se pueden testear una amplia
batería de alergenos con mínima molestia y con resultados inmediatos, pero pueden ser modifica-
das por interferencias farmacológicas por ejemplo antihistamínicos.
La investigación de IgE específica para alergenos por métodos “in vitro” como RAST (radioin-
muno-análisis), ELISA (enzimoinmuno- análisis) o FAST (inmunofluorescencia), entre otros, poco
agregan a las pruebas cutáneas e implican mayores costos. Son de elección en niños con dermo-
grafismo o eccema grave en quienes las pruebas cutáneas son impracticables. Sus resultados no
son influidos por el uso de fármacos antialérgicos.
Citología nasal: el estudio citológico nasal puede ser una herramienta útil cuando el diagnóstico
de rinitis alérgica es dudoso. Se prefiere el análisis de la mucosa nasal extraída con estilete plástico
de extremo cóncavo de la superficie mucosa del cornete inferior. Se realiza en los laboratorios
convencionales de análisis clínicos. No obstante, para una información más precisa y una técnica
más adecuada y refinada, enviamos los vidrios a un especialista en anatomía patológica.
54 // PREGUNTAS A ESPECIALISTAS SOBRE ALERGIA / M.P. SARRAQUIGNE, R. SARANZ, A. LOZANO, K. LÓPEZ
Un predominio de eosinófilos mayor al 10% sugiere etiología alérgica, pero no es hallazgo patog-
nomónico y su ausencia tampoco la descarta, especialmente si el estudio se realiza en una etapa
relativamente estable de la enfermedad o en presencia de infección bacteriana en la que existe un
predominio de neutrófilos.
Para nuestra paciente, la eosinofilia nasal del 15% contribuyó al diagnóstico de rinitis
alérgica en consonancia con la demostración de sensibilización específica a alérgenos “in
vivo” e “in vitro”.
las curvas de Jerger: tipo A: normal; tipo B: aplanadas (ocupación transtimpánica) y tipo C: presiones
negativas (índice de mal función tubárica). En nuestra paciente, paradojalmente, a pesar de un exa-
men otoscópico patológico (Figura 3B), sus estudios audiológicos se mostraron levemente afectados.
La percepción subjetiva de la obstrucción nasal puede ser deficiente. Para el estudio objetivo de
la resistencia mecánica ventilatoria nasal, la rinomanometría anterior activa (RAA) y la rinometría
acústica (RMA) son métodos exploratorios de alta sensibilidad y especificidad; no obstante, su
complejidad de equipamiento, consumo de tiempo y necesidad de un operador entrenado para
su realización, limita su aplicación en la práctica clínica rutinaria. El pico flujo inspiratorio nasal
(PFIN), es un método simple, rápido y de bajo costo, que se realiza con un aparato para medición
del flujo aéreo nasal en el ámbito ambulatorio. Recientemente, nosotros demostramos que los
adolescentes con rinitis crónica tienen una menor percepción del bloqueo nasal que los niños de
menor edad al comparar escalas subjetivas con PFIN, por lo que concluimos que este último puede
contribuir a la valoración de la real magnitud de ese síntoma.
La presencia de tos y disnea con la actividad física fue razón para la práctica de una espirometría,
que, al ser normal como en este caso, obligó a la realización de una prueba de provocación bron-
quial por ejercicio.
La paciente manifestó tos y disnea leve con una caída del FEV1 del 20% respecto al valor basal a
los 5 minutos post ejercicio, (es normal hasta una caída del FEV1 del 15% respecto al valor basal
pre-ejercicio) lo que permitió el diagnóstico definitivo de asma como responsable de esa sintoma-
tología (Figura 6).
El objetivo del control ambiental de alergenos e irritantes es intervenir en las fuentes productoras
a fin de atenuar o lograr la remisión de los síntomas. El control de alergenos de ácaros, aunque
posible, requiere medidas muy complejas. La evitación del humo del cigarrillo es indispensable y
tiene la más alta recomendación.
En el contexto de esta paciente que manifiesta síntomas de rinitis alérgica persistente moderada
grave los esteroides formulados en spray de aplicación intranasal (CIN), son los fármacos más efi-
caces para el control de todos los síntomas de rinitis por su demostrado efecto antiinflamatorio. Se
*Discontinuado en Argentina.
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 2 // 57
Los antihistamínicos anti-H1 son de primera elección para la rinitis leve (intermitente o persistente)
o como complemento en las formas persistentes moderadas-graves cuando el control es insufi-
ciente con los CIN. Se prefieren los de última generación (fexofenadina, levocetirizina y deslora-
tadina), por su posología en única toma diaria y alto perfil de seguridad terapéutica (Tabla 2). En
Argentina disponemos de anti-H1 de acción tópica nasal como la azelastina que viene formulada
con CIN (fluticasona), recomendable en niños mayores de 6 años.
La tos equivalente asma y/o la presencia de disnea por ejercicio en sus actividades
físicas cotidianas, debiera alertarnos de esa posibilidad diagnóstica simultánea.
El tratamiento de la rinitis puede contribuir a mejorar los síntomas de asma, pero,
de no ser suficiente, será necesaria la indicación del tratamiento complementario
para el asma. Por razones anatómicas de vecindad, la otitis media con efusión es
una de las comorbilidades más frecuentes que ocasiona hipoacusia de conducción.
El examen otoscópico y una audiometría con logo e impedanciometría permitirán
valorar con precisión el compromiso auditivo.
d. Uso inapropiado de la farmacoterapia. Entre los errores terapéuticos es
frecuente observar el uso de corticoides de depósito (dexametasona o
betametasona) por vía intramuscular, con el objetivo de resolver la congestión
nasal, asegurando un efecto prolongado, e innecesario, con esta formulación de
corticoides. Estos tienen la potencial capacidad de producir efectos colaterales
sistémicos e impacto en el crecimiento lineal. Por otro lado, el uso de
antihistamínicos de primera generación (clorfeniramina, difenhidramina)
provocan somnolencia con disminución del rendimiento intelectual y escolar,
afectando aún más la calidad de vida del paciente. Otro error es el uso prolongado,
sin supervisión médica, de drogas alfa-adrenérgicas vasoconstrictoras (como la
oximetazolina y nafazolina intranasal) que pueden empeorar la sintomatología
del paciente y producir un efecto de rebote en la congestión, ya que los mismos,
por margen terapéutico muy estrecho pueden ocasionar, como agravante, rinitis
medicamentosa. El uso de alfa-adrenérgicos por vía oral (pseudoefedrina sola o
asociada a antihistamínicos) pueden ocasionar nerviosismo, insomnio, taquicardia
y aumento de la presión arterial lo que le quita racionalidad a su indicación,
desaconsejada debajo de los 4 años. Frecuentemente, la prescripción de corticoides
intranasales formulados en spray se realizan sin la debida explicación de la técnica
de administración, con indicaciones solo transitorias o a demanda y, en muchas
ocasiones, con prejuicios acerca de sus potenciales efectos adversos. El uso
inadecuado de la farmacoterapia contribuye al fracaso terapéutico, al cambio
constante de fármacos y una mayor posibilidad de efectos indeseables.
CONCLUSIONES
La rinitis alérgica es una de las enfermedades más prevalentes de la patología humana, habitual-
mente subdiagnosticada y subtratada. Presentamos un caso clínico de consulta frecuente y se
discutieron los diferentes aspectos relacionados a la calidad de vida, diagnóstico y tratamiento
considerando la enfermedad alérgica respiratoria con un todo en el contexto de sus numerosas
manifestaciones y fenotipos clínicos.
Este modelo holístico debe ser considerado por los médicos evitando un abordaje “fragmentado”
de la rinitis y sus co-morbilidades. El tratamiento conjunto y simultáneo de estas patologías, cuan-
do coexisten, es indispensable para lograr el mejor resultado terapéutico.
60 // PREGUNTAS A ESPECIALISTAS SOBRE ALERGIA / M.P. SARRAQUIGNE, R. SARANZ, A. LOZANO, K. LÓPEZ
JUAN, 8 MESES
Al nacer, Juan recibió dos biberones de leche de fórmula (LF) y continuó su alimentación con lac-
tancia materna exclusiva (LME) hasta los 5 meses. A esa edad, se le ofreció nuevamente un biberón
de LF, presentando, a los 15 minutos, habones generalizados, que se autolimitaron. Se continuó
con LME.
Al mes de este episodio consultaron a un servicio de emergencia a domicilio, por presentar un
vómito inmediato a la ingesta de papilla de papa y calabaza, seguido de eritema generalizado, tos,
diarrea e hipotonía. Le realizaron dosis IM de metoclopramida, difenhidramina y dexametasona y
lo trasladaron a una guardia. Al llegar, Juan persistía con hipotonía y eritema generalizado, por lo
que le aplicaron adrenalina IM y oxígeno, resolviendo el cuadro. Se le dio el alta sanitaria con inter-
consulta por consultorio al especialista en alergia e inmunología infantil.
ANAFILAXIA
1. ¿Qué es la anafilaxia?
Es una reacción de hipersensibilidad sistémica rápidamente progresiva y potencialmente mortal,
comúnmente subdiagnosticada y subtratada, con una prevalencia del 0,3 a 5,1% y mortalidad
del 1 al 2%.
1- Inicio agudo (minutos a algunas horas) de un síndrome con compromiso mucocutáneo (urticaria
generalizada, prurito o flushing (sofoco), edema de labios, úvula o lengua), y al menos uno de los
siguientes:
• Compromiso respiratorio (disnea, sibilancias, estridor, disminución del PEF, hipoxemia)
• Disminución de la presión arterial o síntomas asociados de disfunción orgánica (síncope, hipotonía,
incontinencia)
2- Dos o más de los siguientes signos de inicio brusco (minutos o algunas horas) luego de la exposición
al alergeno sospechoso:
• Compromiso mucocutáneo
• Compromiso respiratorio
• Hipotensión arterial o hipotonía-síncope-incontinencia
• Vómitos-diarrea-dolor abdominal persistente
Fuente: Modificado de Sampson HA, Muñoz-Furlong A, Campbell RL, et al. Second symposium on the definition manage-
ment of anaphylaxis: summary report-Second National Institute of and Infectious Disease/Food Allergy Anaphylaxis Network
symposium. J Allergy Clin Immunol. 2006; 117:391-7.
62 // PREGUNTAS A ESPECIALISTAS SOBRE ALERGIA / M.P. SARRAQUIGNE, R. SARANZ, A. LOZANO, K. LÓPEZ
4. ¿Como se trata?
Los broncodilatadores de acción corta betaadrenérgicos deben utilizarse siempre que el paciente
presente broncoespasmo durante un episodio de anafilaxia. El uso de glucagón concomitante está
indicado en pacientes que reciben betabloqueantes, por la posibilidad de presentar hipotensión
refractaria y bradicardia prolongada. La administración de otras drogas durante la crisis de anafi-
laxia, en particular, antihistamínicos y corticoides, es discutida y no hay evidencias sobre su efecti-
vidad, sin embargo, su uso empírico se basa en la prevención de reacciones retardadas, bifásicas.
Estas drogas tampoco evitan el desarrollo de anafilaxia, por lo que no deben utilizarse como tra-
tamiento preventivo del evento. Se recomienda dejar en observación en un entorno sanitario, un
periodo mínimo de 4 a 12 horas, por la posibilidad de reacciones bifásicas (20 % de los pacientes).
CONCLUSIONES
La anafilaxia es una reacción alérgica grave de instauración rápida y potencialmente mortal.
Presentación clínica variada: síntomas cutáneos como urticaria y angioedema, junto con la afec-
tación de otros sistemas, como el respiratorio, cardiovascular o digestivo. Los niños pueden tener
ausencia de compromiso mucocutáneo y presentar síntomas respiratorios y digestivos.
La adrenalina intramuscular es la droga de elección y debe ser aplicada rápidamente.
Antihistamínicos y corticoides no reemplazan la función de la adrenalina.
Dejar en observación al paciente un periodo mínimo entre 4 y 12 horas por la posibilidad de la
reacción retardada bifásica.
Al alta sanitaria, debe prescribirse adrenalina y derivar preferentemente al especialista en alergia.
C célula
Receptor diana Tejido
Vaso
Fc Lisis mediada sanguíneo
por complemento Membrana Macrófago activado
Liberación de mediadores de basal
degranulación del mastocito
Dentro de las RAM, las reacciones alérgicas a medicamentos (RALM), son eventos adversos IM-
PREDECIBLES, NO DEPENDIENTES DE LA DOSIS y no explicables por su acción farmacológica, sino
mediados por un mecanismo inmunológico. Se caracterizan por ser específicas y se reproducen
con la reexposición al fármaco, y los mecanismos fisiopatológicos involucrados responden a la
clasificación de Gell y Coombs de las reacciones de hipersensibilidad (RHS).
En niños, representan el tercer motivo de consulta en servicios de Alergia e Inmunología. Los me-
dicamentos que más frecuentemente causan alergia en la infancia son los antibióticos betalactá-
micos (penicilina, amoxicilina y derivados) y los AINEs (aspirina, dipirona, ibuprofeno, diclofenac).
I. IgE
Degranulación de mastocitos Entre minutos Shock anafiláctico,
y basófilos y 6 horas angioedema,
urticaria, sibilancias
II. IgG IgG y citotoxicidad dependiente Entre 5 y 15 días Citopenias
y complemento de complemento
III. IgM o IgG Depósito de inmunocomplejos De 7 a 8 días en Enfermedad del
y complemento la enfermedad suero/urticaria,
del suero/urticaria; vasculitis
de 7 a 21 días en
la vasculitis
IV. a. Th1 (IFNγ) Reclutamiento y activación de De 1 a 21 días Eccema
monocitos
IV. b. Th2 (IL-4 e IL-5) Reclutamiento y activación De 1 a varios días Exantema
de eosinófilos tras iniciar maculopapular,
el fármaco DRESS
IV. c. Células T Acción citotóxica de linfocitos De 1-2 días. Exantema
citotóxicas CD4+ y CD8+ produce aceleración En EMF, 4-28 días maculopapular,
(perforina, granzima B, FasL) de apoptosis de queratinocitos EMF, SSJ, NET,
exantema bulloso
IV. d. Células T Reclutamiento y activación de De 1 a 2 días AGEP
(IL-8/CXCL8) neutrófilos o más
CD: cluster of differentiation (grupo o cúmulo de diferenciación; CXCL8: interleukina 8; DRESS: exantema cutáneo con eosinofilia y
síntomas sistémicos; EMF: exantema medicamentoso fijo; FasL: proteína de membrana miembro de la familia del factor de necrosis
tumoral; h: horas; IgE: inmunoglobulina E; IgG: inmunoglobulina G; IFNγ: interferón gama; IL: interleukina; NET: necrólisis
epidérmica tóxica; PPC: prueba de provocación controlada; SSJ: síndrome de Stevens-Johnson; Th: linfocitos T helper; +: positivo.
Fuente: Mariño, A, Sarraquigne M P, Bandín, G, Agüero, C, et al. Reacciones alérgicas a betalactámicos en pediatría: recomendacio-
nes para su diagnóstico y tratamiento. Arch Argent Pediatr 2019;117 Supl 1: S24-S36.
66 // PREGUNTAS A ESPECIALISTAS SOBRE ALERGIA / M.P. SARRAQUIGNE, R. SARANZ, A. LOZANO, K. LÓPEZ
El asma y las enfermedades atópicas en general no constituyen un factor de riesgo para padecerla,
pero sí un agravante por la posibilidad de reacciones mediadas por inmunoglobulina E (IgE) de
mayor magnitud clínica.
La interpretación del resultado debe ser por un especialista experto en el tema y siempre correla-
cionada con la historia clínica.
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 2 // 67
Si la reacción ocurrió años antes, la información puede ser inexacta y/o el paciente pudo haber per-
dido la sensibilización; esto obliga a profundizar algoritmos diagnósticos con métodos específicos.
Una IgE específica negativa no descarta el diagnóstico, es necesario confirmarlo o descartarlo con
un test de provocación oral controlada (TPO).
El Test del parche atópico es un método diagnóstico indicado para reacciones de hipersensibilidad
(RHS) tipo IV graves, como SSJ, NET, DRESS y AGEP, en donde la TPO está contraindicada.
Autoevaluación
Identifique Verdadero o Falso en los siguientes enunciados
Enunciados V F
………………………………………………………………………………………………….........................
………………………………………………………………………………………………….........................
………………………………………………………………………………………………….........................
………………………………………………………………………………………………….........................
………………………………………………………………………………………………….........................
………………………………………………………………………………………………….........................
………………………………………………………………………………………………….........................
………………………………………………………………………………………………….........................
………………………………………………………………………………………………….........................
Realice comentarios sobre los casos clínicos del inicio de cada tema
OLIVIA
………………………………………………………………………………………………….........................
………………………………………………………………………………………………….........................
………………………………………………………………………………………………….........................
MELISA
………………………………………………………………………………………………….........................
………………………………………………………………………………………………….........................
………………………………………………………………………………………………….........................
JUAN
………………………………………………………………………………………………….........................
………………………………………………………………………………………………….........................
………………………………………………………………………………………………….........................
70 // PREGUNTAS A ESPECIALISTAS SOBRE ALERGIA / M.P. SARRAQUIGNE, R. SARANZ, A. LOZANO, K. LÓPEZ
LECTURAS RECOMENDADAS
Urticaria
• Larenas-Linnemann D, Medina-Ávalos MA, Ortega-Martell JA, Beirana-Palencia AM, et al. Guía Mexicana para el
Diagnóstico y el Tratamiento de la Urticaria. Rev Alerg Mex. 2014;61 Suppl 2:S118-93. Spanish. PMID: 25724222.
• Máspero J, Cabrera H, Ardusso L, De Gennaro M, et al. Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica
(AAAeIC); Sociedad Argentina de Dermatología. Guía argentina de urticaria y angioedema. Medicina (B Aires).
2014;74 Suppl 1:1-53. Spanish. PMID: 25202880.
• Sarraquigne MP, López K, Mariño A I, Colella M, et al. Comité Nacional de Alergia. Recomendaciones para el diagnós-
tico y tratamiento de la urticaria en pediatría. Arch Argent Pediatr. 2021 Apr;119(2):S54-S66. Spanish. doi:10.5546/
aap.2021.S54 PMID: 33749213.
Rinitis alérgica
• Agüero CA, Sarraquigne MP, Parisi CAS, Mariño AI, López K, Menéndez Porfirio B, et al. Rinitis alérgica en pediatría:
recomendaciones para su diagnóstico y tratamiento. Arch Argent Pediatr 2023;121(2):e202202894. doi: http://
dx.doi.org/10.5546/aap.2022-02894
• Mariño-Sánchez F, Valls-Mateus M, de Los Santos G, Plaza AM, Cobeta I, Mullol J. Multimorbidities of pediatric aller-
gic rhinitis. Curr Allergy Asthma Rep 2019, 22; 19(2):13. doi: https://doi.org/10.1007/s11882-019-0843-9
• Parisi GF, Leonardi S, Ciprandi G, Corsico A, et al. Antihistamines in children and adolescents: A practical update.
Allergol Immunopathol (Madr) 2020; 48(6):753-62. doi: https://doi.org/10.1016/j.aller.2020.02.005
• Saranz RJ, Lozano A, Lozano NA, Ponzio MF, Cruz ÁA. Subclinical lower airways correlates of chronic allergic and
non-allergic rhinitis. Clin Exp Allergy 2017;47(8): 988-997. doi: http://dx.doi.org/10.1111/cea.12938
Anafilaxia
• Actualización en las recomendaciones del tratamiento del choque anafiláctico: novedades sobre el uso de adrenalina.
Comité Nacional de Alergia. Arch Argent Pediatr 2015;113(1):81-87.
• Cardona V, Álvarez-Perea A, Ansotegui-Zubeldia I J, Arias-Cruz A, et al. Guía de Actuación en Anafilaxia en Latinoa-
mérica. Galaxia-Latam. Rev Alerg Mex. 2019;66 Supl 2:1-39. DOI: 10.29262/ram. v66i6.588.
• Juliá Benito JC, Guerra Pérez, M.T. and Praena Crespo, M. Anafilaxia en la infancia. Form Act Pediatr Aten Prim.
2016;9(2):60-70.
CLAVE DE RESPUESTAS
Identifique Verdadero o Falso en los siguientes enunciados
1. Verdadero.
2. Falso. Las infecciones son la causa más frecuente de UA en pediatría. Este tipo urticaria no requiere
ningún estudio específico. Se debe investigar la infección para realizar el tratamiento correspondiente.
Considerar los medicamentos que pueda estar recibiendo el niño para su cuadro infeccioso.
3. Falso. Los de primera generación no son recomendados debido a sus efectos secundarios (sedación,
alteración del sueño, deterioro del estado de alerta y cognitivo, y efecto paradojal). La última evidencia
apoya el uso de antihistamínicos H1 de segunda generación (cetirizina, levocetirizina, fexofenadina,
loratadina, desloratadina). Han demostrado gran seguridad permitiendo utilizar hasta 4 veces la dosis
estándar en pacientes seleccionados que no responden.
4. Verdadero.
5. Verdadero.
6. Falso. El 40% de los pacientes con rinitis padecen simultáneamente asma. La posibilidad de asma debe
ser siempre considerada, aunque, al examen físico no manifieste sibilancias audibles por auscultación.
De igual forma, no se deben subestimar los signos y síntomas de rinitis en pacientes con asma.
7. Verdadero.
8. Verdadero.
9. Verdadero.
10. Falso. En general no constituyen un factor de riesgo, pero sí un agravante por la posibilidad de
reacciones mediadas por inmunoglobulina E (IgE) de mayor magnitud clínica.
2. Factores de riesgo más relevantes para desarrollar alergia a medicamentos: exposición recurrente
al fármaco. Mayor duración del tratamiento, tratamientos discontinuos y múltiples. La aplicación tópica de
penicilina y derivados es altamente inmunogénica. Reacciones alérgicas previas a otros medicamentos quí-
micamente diferentes. Infecciones por virus. Presencia de ciertos tipos de alelos HLA-B. Edad y sexo: entre
20 y 49 años, mujeres. Antecedentes familiares de alergia a fármacos: 10 veces mayor posibilidad en hijos
de pacientes alérgicos.
3. Errores frecuentes: subestimar el cuadro y presumir que se autolimitará. Retrasar, indicar dosis subópti-
mas o no aplicar adrenalina, suponiendo que antihistamínicos o corticoides sustituyen su función (la mayo-
ría de las reacciones mortales se deben a retraso o no uso de adrenalina). Temor por efectos cardíacos de la
adrenalina. No indicar al alta sanitaria un plan de acción claro, personalizado, para que los cuidadores sepan
cómo proceder ante un nuevo episodio. No identificar la causa, con el riesgo de recurrencia.
MELISA
Los síntomas cardinales son los estornudos en salva, prurito, rinorrea serosa y obstrucción nasal. De ellos,
la obstrucción nasal es el más molesto y condicionante principal de la afectación de la calidad de vida y la
performance escolar y deportiva.
JUAN
El alergólogo detecta IgE específica a proteínas de leche de vaca, que se encuentran en los alimentos
consumidos por el paciente, la leche de fórmula y la papilla que tenía contacto cruzado con manteca. El
diagnóstico es APLV mediada por IgE con anafilaxia. Es importante aclarar que, en este paciente, en todos
los episodios, los síntomas iniciales ya correspondían a una anafilaxia y debió haberse aplicado adrenalina
como primera droga y haber recibido una prescripción de adrenalina para el hogar y un plan de acción, para
futuras reacciones, junto al entrenamiento de padres y/o cuidadores. Además, es prudente dejar al paciente
al menos 4 a 12 horas en observación por la posibilidad de una anafilaxia bifásica.
MÓDULO2 2/ /CAPÍTULO
MÓDULO CAPÍTULO33 //// 73
73
3
PREVENCIÓN DEL SOBREPESO
Y LA OBESIDAD EN LOS
PRIMEROS AÑOS DE VIDA
// DRA. JULIETA HERNÁNDEZ*
DRA. VERÓNICA GARRIDO*
Médicas Pediatras especialistas en Nutrición Pediátrica.
Médicas de Planta del Servicio de Nutrición.
Hospital Sor María Ludovica. La Plata. Buenos Aires.
PEDRO, 6 MESES
Nació a las 40 semanas con peso adecuado para la edad gestacional. Es el primer hijo.
Concurre a la consulta con Ivana, su mamá de 22 años. Se alimenta con lactancia materna
exclusiva. Tiene que comenzar con alimentación complementaria. Ivana tiene muchas du-
das y miedos ya que en la familia hay muchos antecedentes de obesidad y diabetes. Usted
examina a Pedro y lo encuentra muy bien, con pautas madurativas acorde a edad.
OBJETIVOS
u Definir sobrepeso y obesidad en los primeros años de vida.
u Realizar el diagnóstico a partir de la evaluación antropométrica,
la utilización de indicadores y la realización de la historia clínica detallada.
u Realizar los diagnósticos diferenciales.
u Evaluar en cada paciente los factores de riesgo para sobrepeso y obesidad.
u Prevenir el sobrepeso desde edades tempranas incorporando estrategias
y herramientas específicas en la consulta clínica con niños, niñas y sus
familias.
ESQUEMA DE CONTENIDOS
Prevención del sobrepeso en los primeros años de vida
Diagnósticos
Políticas y acciones Diagnóstico
diferenciales
Antropometría
Factores de riesgo Indicadores
Historia clínica
Anamnesis
Examen físico
Exámenes complementarios
Estrategias de
prevención temprana
Rol del Pediatra
Prevención Herramientas prácticas
para las intervenciones
en el consultorio
76 // PREVENCIÓN DEL SOBREPESO Y LA OBESIDAD EN LOS PRIMEROS AÑOS DE VIDA / J. HERNÁNDEZ, V. GARRIDO
INTRODUCCION
La Obesidad fue caracterizada como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en
1997. Es multifactorial e involucra aspectos biológicos, psicológicos, sociales y culturales. En el mun-
do se ha convertido en un problema generalizado de la salud pública, ya que ha crecido de manera
alarmante y la importancia central radica en su relación con el desarrollo de enfermedades crónicas
no transmisibles. El principal riesgo asociado es la presencia de alteraciones clínico-metabólicas.
Trabajos en Argentina mencionan la falta de percepción materna del sobrepeso en niños de jar-
dín de infantes, los profesionales de la salud deberían tener una conducta más agresiva con el fin
de diagnosticar el sobrepeso a una edad más precoz y aconsejar adecuadamente a la familia sobre
los hábitos alimentarios y la actividad física.
En Latinoamérica, aunque los datos son escasos y limitados, las estadísticas reflejan un aumento
progresivo y preocupante del sobrepeso/obesidad.
Argentina ocupa el segundo lugar regional en obesidad en menores de 5 años, con cifras cer-
canas al 10%. La prevalencia de la obesidad en la adolescencia se duplicó en sólo cinco años: del
3,2%, en 2007, al 6,1%, en 2012, datos de la Encuesta Mundial de Salud Escolar.
Los datos recabados por el Programa SUMAR (cobertura de prestaciones a embarazadas, niños y
adolescentes hasta 19 años, mujeres y varones hasta los 64 años, sin cobertura social) durante el
año 2016 indican que, entre los niños y adolescentes bajo la cobertura del programa, el 34,5%
tenía sobrepeso y obesidad.
Un estudio realizado por el Programa Nacional de Salud Escolar (PROSANE) en 2019, describe las
variaciones de datos antropométricos en una cohorte retrospectiva de 10.961 niños y niñas que
fueron controlados en 1°grado (2012) y 6° grado (2017) y los resultados indican que el sobrepeso
aumentó 21,1% a 26,6% y la obesidad de 14,5% a 22,7%.
La Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS), nos proporciona información sobre aspectos
relacionados con la nutrición a través de la evaluación de numerosas dimensiones, entre otras: la
frecuencia de consumo de diferentes grupos de alimentos, los hábitos alimentarios de la población
argentina, la ingesta de alimentos y nutrientes a través de un recordatorio de 24 h, y lactancia ma-
terna. También indaga sobre alimentación, los entornos escolares, políticas alimentarias, etiquetado
nutricional, publicidad de alimentos, y sobre actividad física, enfermedad celíaca y vacunas. Aporta
información sobre índices antropométricos (peso y talla) y otras variables objetivas y bioquímicas
para evaluar el estado nutricional de la población, la ingesta de sodio y la función renal.
4 La primera ENNyS 1 fue realizada entre los años 2004 y 2005 en los niños
mayores de 6 meses a 5 años, embarazadas y mujeres en edad fértil.
4 La ENNyS 2 en 2018-2019 fue realizada en niños, niñas y adolescentes (NNyA)
de ambos sexos de 0 a 17 años, y en adultos de 18 años y más.
entre sexos y tampoco para los dos grupos de edad (6 a 23 meses y 24 a 72 meses). La prevalen-
cia de sobrepeso en el país era de 31,5% (IC 95% 30,2 – 32,9) y esta proporción no variaba
con la edad. Así aproximadamente 3 de cada 10 niños y niñas tenían sobrepeso.
Los niños obesos entre los 9 y los 24 meses, tienen tres veces más probabilidades de mantener
este sobrepeso a los 4 años. Los niños con sobrepeso a los 5 años tienen cuatro veces más proba-
bilidades de desarrollar obesidad antes de los 14 años.
Si bien en las últimas décadas, el enfoque en salud ha cambiado, y el sobrepeso y obesidad han
pasado a ser una de las prioridades, los esfuerzos aún son insuficientes para lograr un des-
censo en la prevalencia de sobrepeso y obesidad.
DIAGNÓSTICO
Para definir sobrepeso y obesidad como la condición en la cual el exceso de tejido adi-
poso afecta de manera adversa la salud y el bienestar, se debe estimar el porcentaje de
grasa corporal, medir este parámetro no es fácil a nivel individual y poblacional. Por la dificultad
planteada se definirá sobrepeso y obesidad con datos antropométricos y se determinaran índices,
es una alternativa no invasiva, de aplicación universal y bajo costo.
Los esfuerzos para obtener información más detallada sobre la composición corporal se han visto
obstaculizada durante mucho tiempo por dos desafíos. En primer lugar, se ha tardado en desa-
rrollar métodos para medir la composición corporal pediátrica. Sólo en la última década, técnicas
como la absorciometría de rayos X de energía dual (DXA), la pletismografía por desplazamiento de
aire, el análisis de impedancia bioeléctrica (BIA) y la dilución de isótopos se vuelven ampliamente
aplicados en la población pediátrica en estudios de investigación. En segundo lugar, aun cuando
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 3 // 79
Antropometría
Mediante la antropometría se debe determinar el peso, la talla (longitud corporal y estatura según
la edad), la circunferencia de cintura, perímetro braquial, de cuello y pliegues cutáneos, todos
estos datos suman para el diagnóstico.
NIÑAS NIÑOS
kg cm kg cm
3 3 0,94 50,3 5 0,93 53,1
4 10 1,29 53,3 10 1,21 55,6
5 14 1,75 56,3 17 1,56 58,0
6 11 2,32 59,2 17 1,97 60,4
7 12 3,03 62,0 21 2,46 62,9
8 11 3,88 64,7 15 3,02 65,3
9 28 4,87 67,3 13 3,64 67,7
10 14 5,99 69,6 17 4,34 70,1
11 18 7,24 71,8 25 5,08 72,4
12 15 8,59 73,8 25 5,86 74,7
13 29 9,99 75,6 36 6,65 76,9
14 25 11,40 77,0 22 7,43 79,0
15 23 12,76 78,3 27 8,18 81,1
16 26 14,02 79,1 19 8,86 83,1
17 17 15,10 79,8 14 9,45 84,9
18 11 15,97 80,1 6 9,92 86,7
19 11 16,57 80,1 13 10,25 88,4
1 Los puntos de corte están calculados en el punto medio de la edad (ejemplo: 8,5 a para 8 años).
2 Puntaje Z 1 cada edad y sexo. 3 Mejor punto de corte (percentilo 80mo).
Fuente: Taylor RW, Jones IE, Williams SM, Goulding A. Am J Clin Nutr 2000;72(2):490-95.
80 // PREVENCIÓN DEL SOBREPESO Y LA OBESIDAD EN LOS PRIMEROS AÑOS DE VIDA / J. HERNÁNDEZ, V. GARRIDO
Varones Mujeres
Precentilo 10º 25º 50º 75º 90º 10º 25º 50º 75º 90º
Edad
años
2 43,2 45,0 47,1 48,8 50,8 43,8 45,0 47,1 49,5 52,2
3 44,9 46,9 49,1 51,3 54,2 45,4 46,7 49,1 51,9 55,3
4 46,6 48,7 51,1 53,9 57,6 46,9 48,4 51,1 54,3 58,3
5 48,4 50,6 53,2 56,4 61,0 48,5 50,1 53,0 56,7 61,4
6 50,1 52,4 55,2 59,0 64,4 50,1 51,8 55,0 59,1 64,4
7 51,8 54,3 57,2 61,5 67,8 51,6 53,3 56,9 61,5 67,5
8 53,5 56,1 59,3 64,1 71,2 53,2 55,2 58,9 63,9 70,5
9 55,3 58,0 61,3 66,6 74,6 54,8 56,9 60,8 66,3 73,6
10 57,0 59,8 63,3 69,2 78,0 56,3 58,6 62,8 68,7 76,6
11 58,7 61,7 65,4 71,7 81,4 57,9 60,3 64,8 71,1 79,7
12 60,5 63,5 67,4 74,3 84,8 59,5 62,0 66,7 73,5 82,7
13 62,2 65,4 69,5 76,8 88,2 61,0 63,7 68,7 75,9 85,8
14 63,9 67,2 71,5 79,4 91,6 62,6 65,4 70,6 78,3 88,8
15 65,6 69,1 73,5 81,9 95.0 64,2 67,1 72,6 80,7 91,9
16 67,4 70,9 75,6 84,5 98,4 65,7 68,8 74,6 83,1 94,9
17 69,1 72,8 77,6 87,0 101,8 67,3 70,5 76,5 85,5 98,0
18 70,8 74,6 79,6 89,6 105,2 68,9 72,2 78,5 87,9 101,0
Se utilizaron datos del NHANES III: muestra nacional representativa de 9.713 niños y jóvenes afroamericanos, europeo-americanos y
méxico-americanos entre 2 a 18 años.
Fuente: Fernández JR, Redden DT, Pietrobelli A, Allison DB. J Pediatr 2004; 145:439-44.
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 3 // 81
La CC debe medirse con el individuo de pie, en posición a anatómica, con ambos brazos a los
costados del cuerpo, al final de la espiración. Sugerimos:
Estas mediciones deben ser integradas al resto de la información para evaluar el estado nutricional.
Pliegues Cutáneos. Los pliegues cutáneos también son una herramienta de medición de la masa
grasa en niños. El estudio multicéntrico de la OMS publicó valores normales de pliegues tricipitales
y sub-escapulares para niños y niñas entre 3 meses y 5 años de edad. Para niños entre 0 y 19 años
de edad, se disponen también de las gráficas de percentiles de pliegues tricipital y sub-escapular
de Tanner (1975). Consultar libro verde de SAP.
Indicadores
Índice de masa corporal (IMC) se calcula como peso (en kg)/Talla2 (en m), se lo utiliza para
pesquisa, el diagnóstico y el seguimiento de sobrepeso y obesidad porque se correlaciona con el
grado de adiposidad.
En la infancia y adolescencia los valores varían según la edad y sexo, y se siguen estudiando. Se
utilizan como referencia los valores límites según OMS (tabla 3). Contamos en nuestro país,
también, con las gráficas de referencia publicadas en el libro verde 2021 donde sobrepeso
de 0 a 5 años se define como IMC entre percentilo 85 y P 97 y obesidad mayor de 97 y en niños
de 5 a 19 años, sobrepeso en P 85 a P 97 y obesidad mayor a P 97.
Estudios recientes demostraron que el IMC/E aún en lactantes es mejor predictor de sobrepeso y
obesidad severa en niños que el peso para la talla. En los controles en salud de los lactantes se debe
continuar el seguimiento longitudinal a través de las curvas del peso y de talla y evaluar el IMC/E.
El puntaje Z (PZ) define la distancia a la que se encuentra un individuo determinado del centro de
la distribución normal en unidades estandarizadas, llamadas PZ. Permite cuantificar la gravedad.
Se determina el puntaje Z para, peso para la edad, longitud/talla para la edad, peso para la longi-
tud/talla e IMC. (Fuente: software OMS Anthro). Ver gráficos de IMC en Anexo 1.
82 // PREVENCIÓN DEL SOBREPESO Y LA OBESIDAD EN LOS PRIMEROS AÑOS DE VIDA / J. HERNÁNDEZ, V. GARRIDO
El IMC debe ser complementado e interpretado con otros datos: la anamnesis completa, ca-
racterísticas de alimentación, historia de la conducta alimentaria, el examen físico y los exámenes
complementarios. También son importantes los datos sobre antecedentes familiares de enferme-
dades crónicas no transmisibles y ambientales.
Otros indicadores antropométricos: medición de la grasa corporal. Se puede cuantificar a través de:
Historia clínica
Anamnesis
Antecedentes perinatales Peso materno previo al embarazo y aumento de peso y
y del primer año de vida complicaciones. Presencia de Tabaquismo. Peso al nacer y edad
gestacional. Lactancia (presencia, exclusiva y duración).
Momento de incorporación de mamadera y duración.
Incorporación de semisólidos: edad, y calidad de los alimentos.
Antecedentes patológicos Alteraciones del crecimiento y desarrollo, desarrollo puberal.
Lesiones hipotalámicas: tumores (craneofaringioma), post
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 3 // 83
Examen físico
4 Frecuencia cardíaca y tensión arterial, interpretada según las tablas para la
edad, sexo y talla. Se considera elevada cuando es igual o mayor al percentil 95
evaluado en tres oportunidades.
4 Evaluar presencia de hipertrofia amigdalina para descartar causa de ronquido
y síndrome de apnea obstructiva. Ante antecedentes de cefalea o visión borrosa,
realizar fondo de ojo, pensando en complicación de pseudotumor.
4 Evaluar la distribución de la grasa central (abdominal), periférica, mixta y en el
cuello.
4 Piel, detectar la presencia de acantosis nigricans, engrosamiento y oscurecimiento
en superficie dorsal del cuello, axilas y pliegues. Hirsutismo. Estrías nacaradas o
rojizas que acompañan el síndrome de Cushing, acné, palidez y xantelasma
(evaluar la presencia de dislipidemia).
4 Abdomen, descartar hepatomegalia por esteatohepatitis no alcohólica.
4 Desarrollo puberal, ver estadios de Tanner. La ginecomastia en los varones
puede ser debido a que el tejido adiposo causaría el aparente desarrollo o podría
ser por la conversión local de precursores estrogénicos a estrógenos.
4 Osteoarticular, se deben evaluar la columna, caderas, rodillas y tobillos, ver las
limitaciones del movimiento y/o presencia de dolor.
4 Tiroides, evaluar el tamaño.
84 // PREVENCIÓN DEL SOBREPESO Y LA OBESIDAD EN LOS PRIMEROS AÑOS DE VIDA / J. HERNÁNDEZ, V. GARRIDO
Exámenes complementarios
Se deben solicitar en pacientes con sobrepeso que presenten factores de riesgo o complicaciones
médicas y a todos aquellos con obesidad.
El sobrepeso y la obesidad infantil cuentan con una base genética, con mayor o menor impreg-
nación sobre la predisposición a desarrollar obesidad, y son los escenarios medioambientales des-
favorables (obesogénicos) los que impactarán finalmente en el balance energético en el 95-97 %
de los casos de los niños y adolescentes, solo en un 3-5% de los casos la obesidad es secundaria.
Se deben evaluar con precisión los antecedentes en la historia clínica, y signos y síntomas
peculiares como:
1. Aparición de obesidad antes de los 5 años y/o progresión rápida, especialmente
en asociación con indicios que sugieran causas secundarias (es decir, formas genéticas).
2. Ganancia de peso continua y/o rápida asociada con velocidad de altura reducida
o baja estatura.
3. Retraso en el desarrollo cognitivo.
4. Rasgos dismórficos.
5. Uso de fármacos que inducen hiperfagia (es decir, corticosteroides, valproato de
sodio, risperidona, fenotiazinas, ciprohepatadina).
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 3 // 85
DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES
Es importante poder diferenciar la obesidad primaria de la secundaria, para realizar un correcto
acompañamiento al individuo y familia.
Enfermedades endocrinológicas:
insulinoma, poliquistosis ovárica,
deficiencia GH, síndrome de
Cushing, pseudohipoparatiroidismo
Las formas monogénicas, aunque poco comunes, son sin embargo las causas más frecuentes de
obesidad de inicio temprano en comparación con las formas endócrinas y sindrómicas y se deben
a circuitos de saciedad del hambre desregulados. Ciertas formas monogénicas se caracterizan por
una estatura alta o normal. La sospecha de formas sindrómicas o monogénicas se confirma me-
diante investigaciones genéticas.
FACTORES DE RIESGO
4 Factores genéticos.
4 Factores epigenéticos.
4 Los primeros 1000 días.
4 Ganancia de peso durante el embarazo.
4 Alimentación temprana – Lactancia materna y alimentación complementaria.
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 3 // 87
Factores genéticos: como venimos mencionando, la obesidad en la infancia surge como un com-
plejo fenotipo, modulado por las interacciones de genes y ambiente que ocurren en periodos de
vida permisivos para la programación de la obesidad. Los componentes genéticos contribuyen en
un 40 a 70% a la variación interindividual en la obesidad común. Abarcan la pequeña contribu-
ción de múltiples únicos polimorfismos genéticos, por eso se la considera poligénica (a diferencia
de las raras formas monogénicas en las que se encuentra afectado un único gen). Los estudios
de asociación genómica (GWAS) han identificado numerosos genes asociados a fenotipos con
afectación de la adiposidad, la evidencia más robusta es para las variantes loci FTO y el MC4R-por
citar algunos-. Sin embargo, cada uno de estos alelos explica solo una porción muy pequeña de la
variabilidad interindividual en el IMC.
Factores epigenéticos: la expresión de los genes puede alterarse por factores ambientales y
modificar el fenotipo de un individuo a través de modificaciones genéticas. Es decir que sucede
una modificación transcripcional. Diversos estudios animales han mostrado que los individuos
genéticamente idénticos expuestos durante la vida intrauterina a dietas maternas diferentes pre-
sentan fenotipos distintos. Los ratones expuestos a dietas maternas ricos en colina, ácido fólico y
B12, presentan fenotipos magros. En cambio, los que tienen dietas ricas en grasa se asocian con
alteración de la expresión de genes relacionados con el metabolismo de las grasas, la glucosa y el
apetito de las crías.
Los primeros 1000 días: (hipótesis del epidemiólogo Inglés David Baker) desde la concepción
hasta los 2 años, es un periodo que representa una ventana de oportunidad única para el creci-
miento físico, la programación metabólica, el neurodesarrollo y la maduración inmunológica. Tam-
bién es una ventana crítica, con potenciales consecuencias desfavorables en el niño y en las ge-
neraciones futuras. Una nutrición óptima durante este periodo es clave para la salud a lo largo de
la vida, por lo cual ofrecen una oportunidad única para contribuir a la prevención de la obesidad.
El crecimiento y desarrollo de un individuo está determinado desde la etapa embrionaria por su
genética y los factores ambientales con los que interactúa. Los riesgos para la salud infantil y adul-
ta pueden programarse durante las etapas fetal-neonatales y esta programación metabólica pre-
coz puede llevar al desarrollo posterior de enfermedades como la obesidad y otras enfermedades
no transmisibles (ENT) asociadas, conocida como “programación de desarrollo”.
Se han definido tres hipótesis claves:
1. In útero mediada por el combustible, sugiere que la exposición intrauterina a un
exceso de combustibles, especialmente glucosa, causa cambios permanentes en
88 // PREVENCIÓN DEL SOBREPESO Y LA OBESIDAD EN LOS PRIMEROS AÑOS DE VIDA / J. HERNÁNDEZ, V. GARRIDO
Los mecanismos que determinan que la nutrición temprana pueda causar la programación de la
obesidad están en investigación, pero podrían estar asociados con el desarrollo alterado de órga-
nos, estructura o alteraciones persistentes a nivel celular.
El creciente número de mujeres con sobrepeso y obesidad al iniciar la gestación tiene una fuerte expre-
sión en la actual epidemia de obesidad, que lleva a tener hijos con mayor peso y masa grasa superior a
la del promedio, pero también con riesgo de tener prematuros o recién nacidos pequeños para la edad
gestacional. Ambas situaciones se asocian con sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes.
El estudio de Hawkins y colaboradores encontró que los hijos de madres con sobrepeso previo al
embarazo tenían 1,37 veces más probabilidad de tener sobrepeso a los 3 años que los hijos de
padres con peso normal.
También la mayor ganancia de peso y el tabaquismo durante el embarazo se relacionó con mayor
riesgo de sobrepeso infantil. Las mujeres con sobrepeso u obesidad que planean quedar embara-
zadas deberían reducir su peso antes de la concepción.
Alimentación temprana - Lactancia materna: para el niño, la leche materna es el alimento por
excelencia ya que contiene componentes biológicamente activos con efectos beneficiosos para la
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 3 // 89
salud y contribuye en el proceso de colonización intestinal del lactante, al favorecer tanto el equili-
brio de la microbiota intestinal como el desarrollo de un sistema inmune y metabólico saludable. El
tipo de lactancia, la duración y el momento de la introducción de la alimentación complementaria
son factores cruciales con efectos sobre el crecimiento, el neurodesarrollo y la preferencia hacia
ciertos tipos de alimentos, modulando los hábitos alimentarios futuros. La variedad de sabores
que la madre ingiere se transmite al líquido amniótico y a la leche humana, lo que genera
experiencias innatas a los sabores básicos con impacto en el desarrollo de los sentidos
que interactúan en la vida temprana y que tendrán sus efectos a largo plazo.
Si bien hay evidencia que puede encontrarse contradictoria, existe un consenso generalizado sobre la
valoración de la lactancia materna como factor protector. Se asume una reducción del 20-30% de las
posibilidades de padecer sobrepeso y obesidad en niños amamantados. El efecto protector se basa
en dos aspectos fisiológicos: la autorregulación de la ingesta por señales interoceptivas de hambre
y saciedad y, la experiencia de sabores intrauterinos. Weyermann y col encontraron una disminución
significativa en las probabilidades de sobrepeso a los 2 años cuando los niños fueron amamantados
durante más de 6 meses, en comparación con los que fueron amamantados menos de 3 meses.
La mayor ganancia de peso durante el primer año de vida, sobre todo en aquellos niños
con menor peso al nacer, es un factor de riesgo para obesidad futura. Girard y Dubois de-
mostraron que los niños en el quintil más alto de aumento de peso mensual, desde el nacimiento a
los 5 meses de edad comparado con los del quintil más bajo de aumento de peso mensual, fueron
3,9 veces más propensos a tener sobrepeso a los 4-5 años.
estudios de comportamiento alimentario que sugieren que, si uno o ambos padres tienen obesidad,
el riesgo de episodios de descontrol alimentario en sus hijos es superior durante la adolescencia.
Numerosos trabajos publicados sugieren que la microbiota, y más concretamente sus variaciones
en la composición y diversidad, desempeñan un papel importante en el desarrollo de trastornos
metabólicos, especialmente diabetes y obesidad. La composición de la microbiota tendría varia-
ciones respecto al peso en niños con sobrepeso y obesidad a temprana edad, ese desequilibrio en
relación con las proporciones de Firmicutes y Bacteroidetes es uno de los rasgos más notificados
en la obesidad, con reducciones de Bifidobacterium y aumento de algunas especies de Lactoba-
cillus. Existen numerosos estudios que reportan diferencias significativas en el microbioma entre
niños obesos y saludables. La microbiota regula la inmunidad innata y adaptativa e influirá en la
inflamación crónica asociada a la obesidad, al metabolismo de los hidratos de carbono, gasto me-
tabólico, y la resistencia a la insulina. Ante la problemática mundial del sobrepeso y la obesidad en
adultos y niños, es de importancia científica que los expertos hayan dirigido sus investigaciones al
papel que tiene en la obesidad y sus comorbilidades.
Las madres restrictivas se asocian con hijas con mayor adiposidad, mientras que modelos positivos
en relación a la ingesta de frutas y verduras y al desarrollo de actividad física producen el efecto
opuesto. Cuando la percepción parental del sobrepeso del hijo es menor a lo real, aumenta el
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 3 // 91
riesgo de ganancia rápida de peso en los primeros años de vida y obesidad en edad preescolar.
Además, es importante tener en cuenta el estilo parental (es decir el modo de ejercer la pater-
nidad/maternidad). El estilo parental es una influencia muy importante en el contexto primario
emocional en el que se ejerce la educación. Determina una estructura en el niño que influirá en el
modo de desarrollarse en sus actividades y en su conducta alimentaria. Es en la familia donde se
aprende a comer, a regular la saciedad, a relacionarse con los alimentos y el movimiento. También
se adquiere un modo determinado de afrontamiento de las emociones; todo esto impacta en el
riesgo de tener sobrepeso (SP) y obesidad (OB).
Ese estilo va a depender de muchos factores: la personalidad de los padres, experiencias de vida,
educación, habilidades para resolver problemas, temperamento del niño, medio cultural - social; y
un dato interesante es que tiende a mantenerse estable en el tiempo.
Se clasificaron en función del tipo de respuesta de los padres hacia los hijos, es decir si existe la
sensibilidad y compromiso emocional a través del afecto y la contención. También en función de
las expectativas de autocontrol o demanda de los padres sobre sus hijos: si hay presión, control-su-
pervisión, reglas, límites, disciplina. Los chicos con padres autoritarios, permisivos o indiferentes
poseen mayor riesgo de sobrepeso que los que tienen padres democráticos.
Actividad física: la actividad física hace referencia a todo movimiento, incluso durante el tiempo
de ocio, para desplazarse a determinados lugares y desde ellos, o como parte del trabajo de una
persona. La OMS define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los
músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía.
Se debe tener en cuenta según las edades la cantidad de horas de pantalla, el tiempo de juego, la
actividad física que realiza el niño/a y la intensidad, las horas de descanso y los horarios de dormir.
La actividad aeróbica o actividad de resistencia, mejora la función cardiorrespiratoria.
Escolaridad: la escuela como ambiente donde los niños pasan varias horas puede constituir un
ambiente promotor o protector, según la oferta que se le dé al niño, según la presencia de kiosco
y comedor con la oferta de alimentos saludables. Educadores que promuevan la alimentación
saludable.
Sueño: una menor duración en el tiempo de sueño puede ser un factor de riesgo para obesidad,
diabetes tipo 2, enfermedad coronaria, hipertensión arterial, probablemente se debe a que la falta
de sueño condiciona mayor ingesta calórica, y menor actividad física.
Para lograr detener el avance de esta epidemia es necesario un compromiso político sostenido y la
colaboración de las partes interesadas, tanto públicas como privadas, para la creación de entornos
saludables y lograr cambios de hábitos sostenidos. Es una prioridad de salud pública donde en un
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 3 // 93
contexto ideal, los científicos, el gobierno y la industria deberían trabajar aportando soluciones
desde su lugar. Es necesario un equipo y tiempo.
El objetivo principal es promover un estilo de vida que incluya una alimentación saluda-
ble y variada y un patrón de actividad física regular para todo el grupo familiar.
La prevención realizada por el pediatra va a contribuir a evitar el arrastre a la obesidad del adulto.
El pediatra tiene un papel fundamental en la atención y prevención primaria. Es funda-
mental tener en cuenta todas las poblaciones de riesgo y los grupos vulnerables, detectar tempra-
namente los factores de riesgo y actuar sobre ellos.
La evidencia sugiere que el peso a los 5 años es un buen indicador de la salud futura de un
niño y que la obesidad durante la infancia aumenta el riesgo de obesidad en el adulto. El riesgo
que tiene un niño con obesidad de convertirse en un adulto obeso es de un 25% antes de los 6
años de edad.
Ambos aspectos, a su vez, pueden estar condicionados por muchos otros factores, como el nivel
cultural de los padres, la situación estructural de las familias y sus condiciones externas, como la
falta de tiempo de los padres o cuidadores o la dificultad para introducir cambios en los hábitos
familiares, así como la capacidad profesional y motivadora de los equipos pediátricos.
Los componentes del tratamiento basado en cambios de estilo de vida para el abordaje de las
familias de niños con sobrepeso y obesidad son:
Siempre introducir cambios de forma progresiva, procurando que sean realistas, que no tengan
efectos negativos en las relaciones sociales y que respeten la cultura familiar.
Estrategias de actividad física y control de pantallas según grupo de edad. Siempre esti-
mular la actividad física, aumentar el ejercicio, deporte, movimiento cotidiano.
Lactantes menos de 1 año Realizar actividades físicas varias veces al día, especialmente
mediante movimiento con juegos interactivos en el suelo, esto
incluye al menos 30 minutos en decúbito prono (tiempo boca
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 3 // 95
Otras ideas de cómo fomentar el gusto por los alimentos saludables y la regulación del
apetito:
4 Siempre ofrecer en el ambiente familiar alimentos listos al alcance que ya estén
lavados y listos para comer como frutas y vegetales (ejemplos tomatitos, bastones
de zanahoria, variedad de frutas).
4 Aprovechar vegetales congelados si se requiere de porciones pequeñas para no
generar desperdicio, insistir en cantidades pequeñas para que se familiarice con
ese alimento. Luego se aumenta porción.
4 Pasar la comida a diferentes platos: ejemplo 1er plato de vegetales para que no
compitan con los otros alimentos de mayor densidad calórica que irían en el 2do
plato.
4 Si presentan alteración de la saciedad: repartir el plato en 2 porciones, separarlos
en dos con diferencia de 5-10 min entre una y otra para que perciba las señales
de saciedad. Elegir alimentos que exijan mayor masticación, estrategias para
reducir la velocidad para comer, reducir la tentación de repetir el plato.
4 Marcar horarios en los que se come.
4 Evitar distractores a la hora de comer.
4 Distinguir entre hambre y sed, preguntar ¿cómo sientes el estómago? antes y
después de comer.
Ideas para apoyar la autonomía para desarrollar esta apreciación por el gusto por alimen-
tos saludables:
4 Felicitarlo porque pudo probar y apoyar que estuvo bien en animarse a probar un
alimento nuevo.
4 Introducir juegos o lecturas que tengan que ver con estos alimentos saludables.
4 En los chicos que tienen grandes aversiones para introducir un alimento,
estimular sentidos como olfato y el tacto, taparse los ojos y adivinar que fruta es
la que toca y huele.
4 Involucrarlos en la compra y elaboración de esos alimentos, darles a elegir entre
dos opciones saludables.
4 Hacer un plato divertido, con formas de animales etc.
4 Crear huerta en la casa, si no se tiene lugar, en macetas.
4 Si tiene baja sensibilidad al azúcar hacer disminución gradual. No sacar de golpe.
Evitar uso de edulcorante porque altera el umbral del dulzor.
4 Enseñarles a leer etiquetas para identificar grasas ocultas etc.
POLÍTICAS Y ACCIONES
El 89% de los gobiernos informan que tienen unidades dedicadas a reducir las enfermedades no
transmisibles (incluida la obesidad).
El Plan nacional de prevención del sobrepeso y obesidad en niños niñas y adolescentes (2019-
2023) tiene como objetivos:
El Marco NOURISHING, creado por el World Cancer Research Fund International, se identifica tres
amplios dominios que cubren diez áreas en las que se pueden efectuar acciones y políticas.
Autoevaluación
Lea cada uno de los enunciados y marque V si considera que es Verdade-
ro y F si es Falso.
Enunciados V F
4. Aunque el sobrepeso y la obesidad infantil tienen una base genética, son los
escenarios obesogénicos los que impactarán finalmente en el balance energético
en el 95-97% de los casos de los niños y adolescentes.
1. PEDRO, 6 MESES.
Relea el caso de Pedro del inicio del capítulo. Tomando en cuenta la preocupación de Ivana, ¿qué reco-
mendaciones le daría sobre la alimentación complementaria?
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MÓDULO 2 / CAPÍTULO 3 // 99
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d) Sugiera un plan de evolución a 6 meses respecto de lo que sería su peso y talla. Justifique.
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100 // PREVENCIÓN DEL SOBREPESO Y LA OBESIDAD EN LOS PRIMEROS AÑOS DE VIDA / J. HERNÁNDEZ, V. GARRIDO
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MÓDULO 2 / CAPÍTULO 3 // 101
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102 // PREVENCIÓN DEL SOBREPESO Y LA OBESIDAD EN LOS PRIMEROS AÑOS DE VIDA / J. HERNÁNDEZ, V. GARRIDO
CONCLUSIONES
El sobrepeso y la obesidad son una enfermedad compleja y multifactorial como tal necesitan un
abordaje interdisciplinario. Se deben poner los esfuerzos en la salud del paciente, y hacer énfasis
en que se requiere un tratamiento a largo plazo.
Involucrar a las familias en hábitos de vida saludables donde la alimentación, actividad física, las
horas de descanso adecuadas sean objetivos para mantener el crecimiento adecuado de sus hijos.
Las familias son un pilar fundamental en el seguimiento de estos niños y deben involucrarse para
obtener mejores resultados.
LECTURAS RECOMENDADAS
• Recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para prevenir el sobrepeso y la obesidad infantil en
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/206450/9789243510064_spa.pdf
• González Hernández N, López Robles G, Prado López L. Importancia de la nutrición: primeros 1,000 días de vida.
Acta Pediátrica Hondureña 2016; 7(1): 597-607. http://www.bvs.hn/APH/pdf/APHVol7/pdf/APHVol7-1-2016-13.pdf
• Pediatrics. 2011 Mar; 127(3): e544–e551. Published online 2011 Feb 7. doi: 10.1542/peds.2010-0740PMCID: PM-
C3065143PMID: 21300681 Timing of Solid Food Introduction and Risk of Obesity in Preschool-Aged Rev. Hosp.
Niños (B. Aires) 2014;56(255):219-220.
• Miriam Tonietti, Laura Beatriz López, Berta Gorelik, Adriana Roussos, Lilia Arias, Chuan Chuan Lin. Situación nutricio-
nal en los primeros 1000 días del ciclo vital: una puesta al día de los datos disponibles en Argentina. Revista San Vol
23. N°2. Abril-Junio de 2022.
• Charlotte M Wright, Tim J Cole, Mary Fewtrell, Jane E Williams, Simon Eaton, and Jonathan C Wells. Body compo-
sition data show that high BMI centiles over diagnose obesity in children aged under 6 years. Am J Clin Nutr 2022;
116:122–131.
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 3 // 103
CLAVE DE RESPUESTAS
Lea cada uno de los enunciados y marque V si considera que es Verdade-
ro y F si es Falso
1. Verdadero.
2. Falso. No hay consenso en cuanto al lugar de medición. Se puede medir en cuatro sitios diferentes:
borde superior de cresta ilíaca, punto medio entre cresta ilíaca y décima costilla, usar el ombligo como
punto de referencia y la cintura mínima. En un mismo paciente se debe medir siempre en el mismo sitio
para seguir la evolución, registrar valor y sitio donde se midió y usar la tabla de referencia correspondien-
te al sitio de medición.
3. Verdadero.
4. Verdadero.
5. Verdadero.
1. PEDRO, 6 MESES
a) Estado nutricional: Talla/edad PZ+0,11 - Percentilo 55 - IMC 21,8- PZ + 3,51. Circunferencia cintura P >
80 (según tablas de Taylor). Clasificación de estado nutricional según OMS: OBESIDAD severa (IMC PZ >+3),
con distribución central.
c) Modelo de día alimentario: 4 comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda y cena). Estimular el
desayuno. En desayuno y merienda lácteos descremados con algo para comer (porción adecuada a edad de
cereales, pan, evitar galletitas dulces). En almuerzo y cena medio plato de verduras y resto dividir con carnes
y cereales. Agua potable. Estimular consumo alimentos elaborados en la casa. Informacion sobre etiquetado
froEn menores de 2 años se recomienda considerar el peso/edad y la talla/edad evaluando si ambos
están acelerados (si cruza percentilos hacia arriba). Si el niño no tiene baja talla y es menor de 2 años puede
utilizarse el peso/talla considerando que la puntuación PZ +2 o el percentil 97 son signos de alertantal.
Ingesta de energía (Kcal/día) recomendada según sexo, edad y nivel de actividad. VARONES
Edad sedentario mod activo activo
2 1000 1000 1000
3 1000 1400 1400
4 1200 1400 1600
5 1200 1400 1600
6 1400 1600 1800
7 1400 1600 1800
8 1400 1600 2000
9 1600 1800 2000
Fuente: Guías alimentarias 2015-2020 de EE.UU.
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 3 // 105
El cálculo de porciones de alimentos a ingerir por día se hace en base a la edad, sexo y nivel de actividad
física. En primer lugar, se determina el requerimiento de energía (Ingesta de energía (Kcal/día) recomendada
según sexo, edad y nivel de actividad.
Cereales total: pasta, pan, copos, cereal/por día 90 g 120 g 150 g 150 g 180 g
Integrales: cantidad por día 45 g 60 g 75 g 90 g 90 g
Refinados: cantidad por día 45 g 60 g 75 g 60 g 90 g
ANEXO 1
Gráfico 1. IMC (percentilos). Niñas Nacimiento - 5 años
4
ENFERMEDADES
AUTOINFLAMATORIAS
EN LA INFANCIA
// DRA. GRACIELA ESPADA*
Reumatóloga Pediátrica. Jefa Sección Reumatología, del Hospital de Niños
Ricardo Gutiérrez.
Coordinadora de la residencia postbásica de Reumatología Pediátrica del Hospital de
Niños Ricardo Gutiérrez.
Miembro activo del grupo de Reumatología Pediátrica de la Liga Panamericana de
Asociaciones de Reumatología (PANLAR).
LUNA, 3 AÑOS
Concurre a la consulta Luna, de 3 años de edad, cuyos padres refieren la ocurrencia de fiebre
en forma recurrente desde hace 10 meses, todos los meses. La fiebre alcanza 38-39ºC (3 a
4 picos diarios). El cuadro se acompaña de odinofagia y presencia de adenopatías cervicales
y, en ocasiones, aftas orales en mucosa yugal. Concurrió a la guardia en la mayoría de las
ocasiones, donde efectuaron hisopados de fauces siendo negativos para Streptococo Pyogenes
y también han descartado otras infecciones respiratorias y urinarias. Su crecimiento pon-
doestatural es adecuado y se la observa en buen estado general, sin datos a remarcar en el
examen físico al momento de la consulta. Concurre al jardín de infantes, siendo retirada
en ocasiones si comienza con fiebre. Sus padres están preocupados por la fiebre recurrente,
temen mandarla al jardín y que allí contraiga infecciones. El laboratorio de su última crisis
mostró: ERS 72 mm/Hs, Hb 12,4 gr/dl y leucocitos 13.000/mm3, motivo por el cual inter-
pretaron que cursaba una infección y medicaron con antibióticos
OBJETIVOS
u Reconocer distintos escenarios o presentaciones fenotípicas de las
enfermedades autoinflamatorias en la infancia (EAIs).
u Identificar las manifestaciones clínicas prevalentes (banderas rojas) en
las diferentes presentaciones.
u Incrementar la sospecha de EAIs como diagnóstico diferencial
especialmente en pacientes con episodios inflamatorios persistentes
o recurrentes que no se ajustan al patrón de otras enfermedades
establecidas.
u Reconocer las características distintivas de enfermedades
autoinflamatorias a partir de la historia clínica detallada, el examen
físico y el laboratorio/estudios de imágenes.
u Derivar oportunamente al paciente a aquellos especialistas entrenados
en su abordaje y tratamiento.
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 4 // 113
ESQUEMA DE CONTENIDOS
Niño con:
✓ Síndrome febril recurrente
Escenarios clínicos/ ✓ Rash y fiebre crónica
Formas de presentación ✓ Formas atípicas de artritis crónicas o recurrentes
(Banderas Rojas) ✓ Lesiones pustulares e inflamación sistémica
✓ Lesiones osteolíticas estériles
✓ Vasculopatía
✓ Úlceras recurrentes
Historia clínica:
✓ Edad de inicio de los síntomas
Puntos clave en ✓ Gatillos o disparadores
búsqueda de la ✓ Ascendencia
presencia de EAIS ✓ Duración de la fiebre
✓ Manifestaciones clínicas asociadas
✓ Tratamientos previos
Metodología
Complicaciones
de estudio
Historia clínica:
Clasificación ✓ Inflamasomopatías o trastornos asociados a IL-1
✓ Interferonopatías
✓ Relopatías
Diagnóstico diferencial
Abordaje terapéutico
114 // ENFERMEDADES AUTOINFLAMATORIAS EN LA INFANCIA (EAIS) / G. ESPADA, S. MEIORIN
GLOSARIO
N- Abreviaturas internacionales
Anti JAK: JAK Inhibitors; Inhibidores de JAK-Janus Kinasa
CANDLE: Chronic Atypical Neutrophilic Dermatosis with Lipodystrophy and
Elevated temperature; Dermatosis neutrofílica atípica crónica con lipodistrofia
y temperaura elevada
DADA2: Deficiency of adenosine deaminase 2; Deficiencia de adenosina dea-
minasa 2
DIRA: Deficiency of IL-1 receptor antagonist; Deficiencia del antagonista del
receptor de IL-1
FCAS: Familial cold autoinflammatory síndrome; Sindrome autoinflamatorio
familiar inducido por frío
FCAS: Urticaria familiar inducida por frío
FMF: Familial Mediterranean Fever; Fiebre mediterránea familiar
HA20: Haploinsufficiency of A20; Haploinsuficiencia A20
JAK: Janus Kinasa
MKD: Mevalonate Kinase Deficiency; Deficiencia de Mevalonato Kinasa
MWS: Muckle-Wells syndrome, sindrome de Muckle-Wells
NOMID: Neonatal-onset multisystem inflammatory disease; Enfermedad infla-
matoria multisistémica de inicio neonatal
PAPA: Pyogenic arthritis, pyoderma gangrenosum and acné; Artritis Piogénica,
pyoderma gangrenoso y acné
PFAPA: Periodic Fever, Aphthous stomatitis, Pharyngitis and Adenitis; Fiebre
periódica, estomatitis aftosa, faringitis y adenitis
SAPHO: Synovitis, Acne, Pustulosis, Hiperostosis and Osteitis; Sinovitis, acné,
pustulosis, hiperostosis y osteítis
SAVI: STING associated vasculopathy with onset in infancy; Vasculopatía aso-
ciada a STING de debut en la infancia
TRAPS: TNF receptor-associated periodic syndrome; Síndrome Periódico Aso-
ciado al Receptor de TNF-Factor de Necrosis Tumoral A
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 4 // 115
INTRODUCCIÓN
Las enfermedades autoinflamatorias (EAIs) engloban un conjunto de entidades poco frecuentes
caracterizadas por la presencia de inflamación episódica o continua y sin evidencia de autoinmu-
nidad. En los últimos 25 años se han identificado más de 40 defectos genéticos y moleculares
responsables de estas enfermedades en diferentes genes relacionados con la respuesta inmune
innata y la inflamación. Estos desórdenes están mediados por una continua sobreproducción y
liberación de mediadores pro inflamatorios.
Estas enfermedades constituyen desórdenes clínicos causados por defectos o desregulación del
sistema inmune innato, caracterizadas por inflamación recurrente o continua (incluyendo reac-
tantes de fase aguda elevados) y la ausencia de un rol patogénico primario del sistema inmune
adaptativo (es decir ausencia de un rol preponderante de células T autorreactivas o producción de
autoanticuerpos).
Los síndromes autoinflamatorios monogénicos son aquellos en los que se identifica una mutación
genética que codifica proteínas involucradas en la regulación de diversas vías inflamatorias. La
presencia de estas proteínas mutadas o aberrantes conducen a un estado de hiperinflamación, lo
cual dará lugar a la aparición de diferentes manifestaciones clínicas.
Somos conscientes que no podremos abordar en un solo texto todas las entidades monogénicas,
se introduciran aquellas, en las cuales sus características clínicas permitan sospecharlas.
Generalmente el niño está bien en los periodos entre los ataques y crece normalmente.
En contraste,
Es importante conocer que estos episodios pueden estar caracterizados por un patrón específico
de fiebre, por lo cual su reconocimiento sumado a un número limitado y adecuado de estudios,
proveen las claves relevantes para arribar al origen de la fiebre recurrente.
El niño tiene episodios de fiebre alta repetidos, en ausencia de infección, usualmente no pro-
vocados, asociados a manifestaciones clínicas (en ocasiones muy características) configurando
así un patrón regular o repetitivo. Los intervalos entre los episodios febriles son variables. Como
mencionáramos los niños se encuentran clínicamente bien entre los episodios febriles y crecen
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 4 // 117
Es esencial seguir al paciente con fiebre recurrente durante un lapso suficiente (al menos 6-9
meses), con un diario de la fiebre documentando su frecuencia, duración, y la ocurrencia
de signos y síntomas asociados, previo a la confirmación de enfermedad autoinflamatoria y al
inicio de cualquier medicación que pudiera enmascararlo (ejemplo: AINEs o esteroides).
Las enfermedades autoinflamatorias hereditarias monogénicas que se presentan con fiebre perió-
dica son:
Los síntomas asociados a la fiebre pueden ayudar a diferenciar cada una de estas entidades.
Frente a ataques febriles cortos (duración de 24 a 72 horas), sumado a dolor abdominal o torá-
cico (que sugieren la ocurrencia de serositis), una posibilidad diagnóstica es FMF. En ocasiones
pueden presentar artritis dolorosa, que resuelve rápidamente con la finalización de cada episodio.
Los hallazgos cutáneos son poco frecuentes, aunque el eritema símil erisipela en el dorso de pies
o miembros inferiores es muy característico.
Los pacientes con TRAPS generalmente presentan los episodios febriles más prolongados
(desde 7 días hasta 3 semanas). Los síntomas asociados incluyen rash (eritema marginado, ur-
ticariano o maculopapular), edema periorbitario con o sin conjuntivitis, ojo rojo y fascitis dolorosa
(inflamación de la fascia muscular) asociada a rash suprayacente de curso migratriz y de progre-
sión centrífuga.
La presencia de un eritema doloroso con las características arriba mencionada debe hacer pensar
en la presencia fascitis (corroborada la misma a través de la Resonancia nuclear magnética).
118 // ENFERMEDADES AUTOINFLAMATORIAS EN LA INFANCIA (EAIS) / G. ESPADA, S. MEIORIN
La amiloidosis (especialmente de localización renal) es una seria complicación que pueden de-
sarrollar los pacientes con enfermedades autoinflamatorias, sobre todo aquellos con actividad
inflamatoria persistente no controlada.
Los episodios de PFAPA tienen una duración de 3 a 7 días con periodicidad regular (habitualmente
cada 4 semanas, (descripto también un ciclaje que va de 2 a 8 semanas), los cuales se acompañan
de al menos 1 de 3 síntomas del acrónimo: faringitis, adenopatías laterocervicales y estomatitis
aftosa. Otras manifestaciones como síntomas gastrointestinales, rash, manifestaciones musculo
esqueléticas, si están presentes, son muy leves y esporádicas. Pródromos como cefaleas, artralgias
o fatiga son a menudo reconocidos por los padres que pueden predecir cuándo ocurrirá el próxi-
mo ataque. (Figura 1)
En la forma intermedia, reconocido como Síndrome de Muckle Wells, la fiebre es más prolon-
gada, el rash está persistentemente asociado a artritis, y los pacientes pueden desarrollar sordera
neurosensorial o amiloidosis como complicaciones.
El rash de las criopirinopatías, a simple vista, puede ser indistinguible de la urticaria figurada, sin
embargo, las pápulas suelen ser más sólidas y de mayor duración (superior a 24 h), habitualmente
se presentan sin prurito ni angioedema, y sin respuesta a antihistamínicos. Puede ir cambiando
de localización y origina en la región afectada lesiones residuales equimóticas o purpúricas. Una
120 // ENFERMEDADES AUTOINFLAMATORIAS EN LA INFANCIA (EAIS) / G. ESPADA, S. MEIORIN
El rash es también manifestación de otra enfermedad conocida como CANDLE (Chronic Atypical
Neutrophilic Dermatosis with Lipodystrophy and Elevated Temperature), también de inicio en las
primeras semanas de vida, con paniculitis (lesiones eritemato violáceas persistentes durante sema-
nas con residuo purpúrico), asociada a fiebre e inflamación sistémica sostenida. Además, durante
la infancia puede aparecer edema periorbitario, artritis de pequeñas articulaciones de manos y pies,
y visceromegalias, y con el tiempo la enfermedad progresa a una lipodistrofia severa característica.
Fuente: Gattorno et al, J Clinical Immunol 2008 Fuente: Atte Dra. Espada G Htal Niños Dr. R. Gutiérrez.
DOI:10.1007/s10875-008-9178-3.
Destrucción ósea articulación de codo niña con artritis
Apariencia séptica de artritis estéril de codo en niña piogénica estéril. Tomografía tridimensional (T3D),
con Síndrome PAPA. niña 6 años.
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 4 // 121
En el primer caso, los pacientes se presentan con artritis (generalmente asociada a un traumatismo
no penetrante) de aspecto piogénico, la articulación se halla tumefacta y extremadamente doloro-
sa, y raramente estos niños presentan fiebre. El aspecto macroscópico del líquido sinovial orienta
a una enfermad infecciosa, pero los cultivos son persistentemente negativos. Los antibióticos no
son efectivos y la artritis mejora con AINEs o corticoides.
Las manifestaciones cutáneas suelen aparecer en la segunda década de vida, e incluyen pioderma gan-
grenoso, acné, abscesos, forunculosis estéril e hidroadenitis supurativa. Es importante al momento de
realizar la historia clínica recoger antecedentes de familiares afectados con igual cuadro clínico.
Los pacientes con la enfermedad granulomatosa Síndrome Blau, debutan en infancia temprana
(2-3 años) con una poliartritis exuberante y tenosinovitis muy difíciles de tratar (figura 5).
Asocian además uveítis granulomatosa (panuveítis) y manifestaciones cutáneas consistentes en un
rash de tipo ictisosiforme con pequeñas pápulas amarronadas, donde la biopsia de piel revela la
presencia de granulomas típicos. (Figura 6)
Fuente: Federici & Gattorno Best Practice & Research Clinical Fuente: Atte Dra. Espada G. Htal. de Niños R. Gutiérrez.
Rheumatology 28 (2014).
y artritis axial y/o periférica, conocido como Síndrome SAPHO (Synovitis, Acne, Pustulosis, Hipe-
rostosis and Osteitis) (figura 9). Si bien su patogenia es multifactorial, existe una forma monogé-
nica conocida con Sindrome Majeed (en pacientes de Oriente Medio) que suma la presencia de
anemia diseritropoyética a las lesiones líticas.
Fuente: Liu et al, Ther Adv Musculoskel Dis 2020, vol 1 2:1-14.
124 // ENFERMEDADES AUTOINFLAMATORIAS EN LA INFANCIA (EAIS) / G. ESPADA, S. MEIORIN
Por ejemplo, los niños con Vasculopatía de la Infancia Asociada a STING (STING-Associated Vascu-
lopathy of Infancy: SAVI), comienzan en etapas muy tempranas de sus vidas con lesiones vascula-
res acrales (placas y nódulos purpúricos, livedo reticularis, lesiones ulceradas dolorosas) que evolu-
cionan a escaras y pérdida tisular. La mayoría de los pacientes desarrollan fiebre recurrente de bajo
grado, artritis, miositis y enfermedad pulmonar intersticial que progresa a la fibrosis. (Figura 10)
Los pacientes con Deficiencia de Adenosina Deaminasa 2 (ADA2) se presentan con un amplio
rango de síntomas mimetizando la Poliarteritis Nodosa, tales como aneurismas en arterias de media-
no calibre, piel de característica livedoide, nódulos y ulceras necróticas (con hallazgos de vasculitis
necrotizante en biopsia) y neuropatía periférica. Debe considerarse especialmente este diagnóstico
en pacientes que desarrollan infartos cerebrales a edades tempranas, respuesta insatisfactoria al
tratamiento convencional e historia familiar con una enfermedad semejante (Figura 11)
A. Necrosis digital en dedos de pie. B. Fenómeno de Raynaud y livedo reticularis. C. Aneurisma de arteria celíaca mediante
angiografía. D. Periarteritis, necrosis fibrinoide de la media y destrucción de la lámina elástica de arteria mesentérica me-
diante anatomía patológica.
Historia clínica
Edad de inicio de los síntomas
Ante cuadros de fiebre recurrente, recordar que, en los niños más pequeños, la susceptibilidad
fisiológica a las infecciones se resuelve en los primeros años sin secuelas, y en casos de inmuno-
deficiencias primarias también se manifiestan a esta edad, pero acompañadas por infecciones
severas y patógenos oportunistas. Las enfermedades malignas y la autoinmunes incrementan su
frecuencia a partir de la adolescencia, mientras que la mayoría de las enfermedades autoinflama-
torias tienen sus primeras manifestaciones durante la infancia temprana.
La mayoría de los niños con Fiebre Mediterránea Familiar comienzan antes los 10 años, mientras
que Deficiencia de Mevalonato Kinasa y TRAPS se inician en la infancia temprana (en promedio
alrededor de los 6 meses y 3 años, respectivamente). Las Criopirinopatías dependen del fenotipo,
por definición NOMID se observa durante el periodo neonatal al igual que DIRA.
Gatillos o Disparadores
En algunos casos, los episodios inflamatorios de FMF pueden ser precipitados por diferentes ga-
tillos, entre los cuales se incluyen estrés emocional, ejercicio, infecciones menores y fatiga. Las
jóvenes a menudo refieren relación con su ciclo menstrual y los episodios febriles suelen mejoran
durante el embarazo. Otros son más específicos como el frío en los pacientes con urticaria familiar
o las inmunizaciones en los pacientes con HIDS.
Ascendencia
Las enfermedades autoinflamatorias segregan especialmente en ciertas etnias, así FMF debería
ser sospechada especialmente en pacientes originarios de región Mediterránea (Israel, Turquía,
Armenia o el sur de Europa). MKD es prevalente en pacientes de origen europeo (Francia, Países
Bajos). Las otras enfermedades autoinflamatorias pueden ser encontradas en pacientes de todo
el mundo.
La historia familiar puede revelar el patrón de herencia, y esta segregación dirigir hacia una co-
rrecta orientación diagnóstica (si bien existen casos con mutaciones sobre de novo que con llevan
variabilidad en la severidad y expresión de la enfermedad).
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 4 // 127
Duración de la fiebre
La duración de la fiebre puede variar tanto entre los episodios como en el mismo individuo, pero
es útil tratar de reconocer un patrón. Es corta en pacientes con susceptibilidad fisiológica a infec-
ciones, y de mayor duración en pacientes con inmunodeficiencias, enfermedades autoinmunes
o inmunodeficiencias. Los desórdenes autoinflamatorios se asocian a menudo con episodios in-
flamatorios de duración características como fue expuesto en el apartado de escenarios clínicos.
Tratamientos previos
COMPLICACIONES
Las complicaciones más graves incluyen:
METODOLOGÍA DE ESTUDIO
Los reactantes de fase aguda se hallan elevados (eritrosedimentacion, PCR, ferritina) en el momento
del ataque en aquellas entidades que cursan con manifestaciones episódicas. En el hemograma es
posible encontrar anemia, leucocitosis, trombocitosis y/o neutrofilia. Es importante la valoración de
la función renal y específicamente controlar los niveles de proteinuria, ya que este biomarcador po-
dría indicar la presunción de amiloidosis renal como complicación en estos pacientes. Idealmente,
una determinación de amiloide A sérico cada 6 a 12 meses permitiría controlar la inflamación. Como
mencionáramos, la persistencia de valores elevados de amiloide sérico en niños asintomáticos duran-
te los intervalos intercrisis indica un estado de inflamación subclínica, lo cual permitirá optimizar el
tratamiento antiinflamatorio, a fin de evitar el desarrollo de amiloidosis como complicación.
Niveles elevados de IgD no son patognomónicas del diagnóstico de Deficiencia de Mevalonato Ki-
nasa, ya que pueden encontrarse en otras entidades febriles recurrentes e inclusive estar ausentes
en niños menores de 3 años con HIDS. Suele asociarse también a incremento de IgA.
Las determinaciones urinarias de ácido mevalónico pueden observarse incrementadas al inicio del
cuadro febril en pacientes con MKD, pero no es factible de realizar en todos los laboratorios.
Las determinaciones funcionales de ADA2 tampoco son fáciles de realizar en la práctica diaria.
Si bien el análisis genético solicitado por el especialista permite confirmar el diagnóstico de estas
enfermedades, el mismo resulta positivo en un porcentaje limitado de los pacientes (aproximada-
mente 30%). Las técnicas utilizadas incluyen las secuenciaciones Sanger y las de nueva generación
(NGS). Éstas últimas permiten el análisis simultáneo de millones de secuencias, implementando el
estudio de paneles de genes para el diagnóstico molecular de distintas enfermedades y para varios
pacientes a la vez.
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 4 // 129
Autoinflamación
Las diferencias clínicas entre las inflamasomopatías reflejan la naturaleza y severidad del defecto
genético, tanto como la distribución celular de un inflamasoma particular y sus sustratos, ayudan-
do a determinar el mediador descendiente predominante. (Figura 13)
Interferonopatías
El interferón α/β puede ser secretado por casi todos los tipos de células en el cuerpo humano. La
activación de receptores de reconocimiento de patrones que detectan ácidos nucleicos extraños o
autoinducidos induce citoquinas proinflamatorias e Interferones. Luego de la secreción de IFN α y
β, éstos actúan en forma autócrina y parácrina para acoplarse a sus receptores, y así activar una
vía JAK-STAT que desencadena a posteriori la transcripción de los denominados genes estimulados
por IFN (ISG). El deterioro de la regulación de esta vía conduce a interferonopatías tipo 1 caracte-
rizadas por la secreción descontrolada de interferón (IFN) α/β y características autoinflamatorias.
Aquí se incluyen por ejemplo entidades de expresión muy diversa, como SAVI (donde mutaciones
con ganancia de función causan la activación constitutiva de la proteína STING que regula la vía
del IFN) o CANDLE (mutaciones producen disfunción de una estructura denominada proteasoma,
lo cual afecta el normal plegamiento de proteínas. Éstas se acumulan en la célula e incrementan el
estrés celular, y conlleva a secreción aumentada de Interferones e IL-6. (Figura 14)
Relopatías
El complejo NF-κB es una familia de factores de transcripción del ADN, que integra señales desde
múltiples superficies celulares y sensores de peligro intracelulares que conllevan a la expresión de
genes pro-inflamatorios. La regulación de esta vía está controlada de manera muy precisa por
proteínas sensoras, proteínas inhibitorias y por modificaciones funcionales dependientes de ubi-
quitina (mecanismo que regula muchos procesos de la fisiología celular). Defectos en cualquiera
de estas vías pueden causar una activación exagerada de la vía NF-kB, como en el caso de Ha-
ploinsuficiencia A20, ampliando así el espectro de las enfermedades autoinflamatorias. (Figura 15)
132 // ENFERMEDADES AUTOINFLAMATORIAS EN LA INFANCIA (EAIS) / G. ESPADA, S. MEIORIN
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
El diagnóstico de sospecha debe realizarse en aquellos pacientes con episodios recurrentes de in-
flamación sistémica sin causa aparente, con fiebre en la mayoría de los casos, aunque no en todos.
Varias enfermedades inflamatorias multifactoriales presentan clínica similar a las enfermedades
monogénicas arriba descriptas, pudiendo compartir manifestaciones clínicas y respuesta a los mis-
mos fármacos. Un ejemplo de enfermedad multifactorial que todos conocerán es artritis idiopá-
tica juvenil sistémica (cuyos síntomas principales son fiebre, rash y artritis).
Fuente: Llobet Agulló et al, Protco diagn ter pediatr: 2019; 2:453-69.
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 4 // 133
Ya con sospecha firme de EAI, solicitaremos el estudio genético orientados de las características
clínicas principales que presenta el niño que nos consulta. (Figura 16)
ABORDAJE TERAPÉUTICO
Es importante tener en cuenta que estas entidades crónicas no solo afectan al niño que la padece
sino repercute en su familia, y ambos (niño-familia) serán nuestro centro de atención a la hora del
abordaje terapéutico.
Estas enfermedades pueden ocasionar efectos debilitantes que restringen la vida diaria de los
pacientes, como se ha visto en FCAS; altera la calidad de vida de los niños, ocasionando discapa-
cidad en el área no solo física sino también psicosocial (como se observó en CAPS, TRAPS, MVK),
y además pueden ocasionar como mencionáramos complicaciones severas.
Hasta finales de los años ´90, el manejo de los pacientes con síntomas inflamatorios recurrentes se
basaba en el uso de medicamentos tradicionales, como glucocorticoides y AINEs, a menudo con
una eficacia limitada en el control de los síntomas agudos.
Los avances en las técnicas de análisis genético han permitido una comprensión más profunda de
los mecanismos moleculares involucrados en la patogenia de las enfermedades autoinflamatorias,
allanando el camino para la utilización de tratamientos biológicos dirigidos hacia un blanco espe-
cífico, en estos casos, dirigidos a la molécula inflamatoria producida en forma excesiva.
El descubrimiento de la producción aberrante de IL-1B como causa final de todas las inflamaso-
mopatías condujo a la introducción de agentes biológicos anti-IL-1 y otros fármacos biológicos al
muy limitado arsenal terapéutico disponible para tales enfermedades.
Los agentes biológicos, esencialmente anti-IL1, representan la segunda línea de tratamiento para
aquellos niños con FMF refractarios a colchicina.
Por el contrario, los bloqueantes de IL1 representan la primera elección en el resto de las fiebres
periódicas y Criopirinopatías, mientras que etanercept (bloqueante-TNF) y tocilizumab (bloquean-
te IL6) constituyen la segunda línea en TRAPS y HIDS.
Con estos agentes biológicos se logra una reducción sostenida de actividad de la enfermedad, y a
menudo se requiere su administración en forma crónica.
AINEs y corticoides quedan relegados para el manejo de los casos leves o en situaciones especiales.
Abordaje práctico
En primer lugar, pensar en autoinflamación como diagnóstico diferencial. En términos gene-
rales, debe sospecharse en cualquier paciente, especialmente un niño, con episodios inflamatorios
persistentes o recurrentes que no se ajustan al patrón de otras enfermedades establecidas.
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 4 // 135
Autoevaluación
Identifique Verdadero o Falso en los siguientes enunciados
Enunciados V F
2. Los niños con una enfermedad autoinflamatoria con fiebre periódica presentan,
aun entre los episodios febriles, un deterioro progresivo del estado general.
FMF
MKD
TRAPS
PFAPA
………………………………………………………………………………………………….........................
3. Identifique en cuál de las siguientes EAI los corticoides representan la primera línea para controlar la
inflamación.
a) Inflamosomopatías.
b) Interferonopatías.
c) Relopatías.
1. LUNA. Vuelva a leer el relato de Luna, de 3 años de edad, del inicio de esta capítulo y revise sus respuestas
a las siguientes preguntas:
………………………………………………………………………………………………….........................
………………………………………………………………………………………………….........................
………………………………………………………………………………………………….........................
………………………………………………………………………………………………….........................
138 // ENFERMEDADES AUTOINFLAMATORIAS EN LA INFANCIA (EAIS) / G. ESPADA, S. MEIORIN
2. FELIPE, de 7 años de edad, es derivado a nuestro servicio desde Inmunología por presentar 5 episodios
de fiebre (3 picos diarios aproximadamente) desde hace 8 meses, asociado a dolor abdominal y retroesternal,
con una duración de 48 a 72 horas. En ocasiones el dolor irradia a testículos. Esporádicamente señala artral-
gias localizadas en codos y artritis de rodilla derecha. En una oportunidad desarrolló una placa eritematosa
caliente en dorso de pie (se pensó) que era una infección, pero no respondió al uso de antibióticos). Durante
los cuadros febriles, no se constata aparición de vómitos ni diarrea, adenopatías ni aftas. Se obtuvieron varios
laboratorios efectuados durante los episodios febriles, que muestran ERS 90 mm/h, Hb 10,2 gr/dl, leucocitos
16.700/mm3 y PCR 40 UI/L, y en la última oportunidad se halló un derrame pericárdico en ecocardiograma.
3. GASPAR, de 24 meses, es traído a la consulta por sus padres por episodios de fiebre en forma repetida
desde los 6 meses de vida. Notaban que además de estar muy irritable, presentaba vómitos, diarrea y dis-
tensión abdominal, y rash generalizado maculopapular, junto con artralgias de rodillas y tobillos en algunas
ocasiones (observaban que el niño lloraba y no quería caminar) niño. La nota de su pediatra señalaba el ha-
llazgo de poliadenopatías y esplenomegalia marcada coincidente con la fiebre. No presentaba manifestacio-
nes neurológicas. Los episodios tenían una duración de 5-7 días en su mayoría, con intervalos de recurrencia
cada 4 a 6 semanas. La mayoría de los laboratorios realizados durante el cuadro febril mostraban anemia Hb
9,8 gr/dl, leucocitosis, ERS 53 mm/h y PCR 77 UI/L. No observaron respuesta al uso de Ibuprofeno.
CONCLUSIONES
Los patrones de presentación de los síndromes autoinflamatorios se han expandido considerable-
mente con la identificación de nuevas enfermedades y mutaciones genéticas.
La genética sin duda constituye uno de los mayores avances científicos del siglo XX; en el caso de
estas enfermedades, las estrategias para identificar genes específicos (genética molecular) involu-
crados en la inflamación/autoinflamación, nos ha permitido no solo diagnóstico de nuevas enti-
dades sino además lograr entender, en muchas de ellas, ¿cuál es el blanco terapéutico a bloquear
para controlar la inflamación y sostener una óptima calidad de vida en estos niños?
• Fiebre recurrente
• Urticaria neutrofílica
• Psoriasis pustular
• Osteítis/artritis piogénica estéril
• Dermatosis neutrofílica (Piod. gangrenoso, abscesos)
• Perniosis
• Paniculitis con lipodistrofia
• Isquemia digital y stroke
• Poliartritis en menores de 1 año
140 // ENFERMEDADES AUTOINFLAMATORIAS EN LA INFANCIA (EAIS) / G. ESPADA, S. MEIORIN
Enfermedad
Gen Proteína Herencia Principales manifestaciones Tratamientos
Locus clínicas complicaciones disponibles
FMF MEFV Pirina Autosómica Fiebre periódica, serositis, artritis transitoria, Colchicina,
16p13.3 Recesiva rash erisipela-like, vasculitis. bloqueantes IL-1
AR Riesgo de amiloidosis
MKD MVK Mevalonato Autosómica Fiebre periódica, fatiga, adenopatías AINEs, corticoides,
12q24 kinasa Recesiva generalizadas dolorosas, vómitos, diarrea, bloqueantes IL-1 y
AR dolor abdominal, artralgias, rashes de variable TNF
severidad, aftosis oral y/o genital,
esplenomegalia
TRAPS
TNFRSF1A TNFRSF1A, Autosómica Rash y dolor muscular migratriz Bloqueantes IL-1,
12p13 receptor TNF Dominante severo, artralgias o artritis, serositis, corticoides
AD edema periorbitario doloroso.
Riesgo de amiloidosis
PAPA
PSTPIP1 PSTPIP1 Autosómica Artritis piogénica estéril, pioderma gangrenoso, Corticoides,
15q24–25 Dominante acné severo, abscesos cutáneos, úlceras Bloqueantes TNF
AD cutáneas recurrentes no cicatrizantes e IL-1
DIRA
IL1RN IL1RN Autosómica Osteomielitis estéril multifocal de inicio en Anakinra
2q14.1 (Antagonista Recesiva período neonatal, pustulosis, osteítis
del receptor AR
de IL-1)
SAVI
STING1 STING1 Autosómico Vasculopatía causante de lesiones cutáneas Inhibidores JAK
(TMEM17) (stimulator of Dominante en cara, pabellones auriculares, naríz y dedos (Ruxolitinib)
5q31.2 interferon AD y resulta en ulceras, necrosis o amputación,
genes protein 1) Enfermedad pulmonar intersticial crónica
DADA2 CECR1 ADA2 Autosómica Fiebre recurrente, ACV, vasculitis, livedo Bloqueantes TNF
Recesiva reticularis
AR
HA20
TNFAIP3 TNFAIP3 Autosómico Ulceras recurrentes de mucosa oral, tracto Colchicina,
6q23.3 (tumor necrosis Dominante gastrointestinal y genitourinario, rash, bloqueantes TNF
factor alpha- AD poliartritis, uveítis, vasculitis, fiebre recurrente,
induced protein asociación con diferentes enfermedades
3, A20) autoinmunes
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 4 // 141
El pediatra que sospeche estar frente a una enfermedad autoinflamatoria haciendo el ejercicio
clínico de tomar datos de historia clínica, valorar banderas rojas que caracterizan a cada enferme-
dad autoinflamatoria, después de haber descartado otra entidades que puedan simularlas, debe
derivar al paciente a aquellos especialistas entrenados en su abordaje y tratamiento como son los
reumatólogos, inmunólogos, dermatólogos que tengan expertisse en el tema, recordando que
el trabajo multidisciplinario nos permitirá llegar a un diagnóstico certero y la sospecha
clínica en manos del pediatra (que es quien primero ve al niño afectado) es el paso ini-
cial clave hacia el diagnostico. (Tabla 2 y 3)
LECTURAS RECOMENDADAS
• Meiorin SM Espada G, Rosé CD. Enfermedades autoinflamatorias en Pediatría //Autoinflammatory diseases in pedia-
trics, Arch Argent Pediatr 2013; 111(3):237-243.
• Kallinich T, Gattorno M,Grattan E et al Unexplained recurrent fever: when is autoinflammation the explanation?
llergy. 2013 Mar;68(3):285-96.
• Russo RG, Katsicas MM. Enfermedades autoinflamatorias. MEDICINA (Buenos Aires) 2016; 76: 166-172
• Federici S, Gattorno M* A practical approach to the diagnosis of autoinflammatory diseases in childhood. Best Prac-
tice & Research Clinical Rheumatology 28 (2014) 263e276.
• Lachmann HJ Best Periodic fever syndromes Pract Res Clin Rheumatol. (2017) Aug;31(4):596-609.
• Yıldız M, Haslak F, Adrovic A et al Autoinflammatory Diseases in Childhood. Balkan Med J 2020; 37:236-46.
• Soriano A, Soriano M, Espinosa G et al. Current Therapeutic Options for the Main Monogenic Autoinflammatory Di-
seases and PFAPA Syndrome: Evidence-Based Approach and Proposal of a Practical Guide. Front. Immunol., 03 June
2020 Sec. Inflammation Volume 11 – 2020.
142 // ENFERMEDADES AUTOINFLAMATORIAS EN LA INFANCIA (EAIS) / G. ESPADA, S. MEIORIN
CLAVE DE RESPUESTAS
Identifique Verdadero o Falso en los siguientes enunciados
1. Verdadero.
2. Falso. Los niños se encuentran clínicamente bien entre los episodios febriles y crecen nor-
malmente, a diferencia de las enfermedades de curso crónico que se asocian a un progresivo
deterioro del estado general y retraso del crecimiento.
3. Verdadero.
4. Verdadero.
5. Verdadero.
6. Falso. Si bien el análisis genético solicitado por el especialista permite confirmar el diagnósti-
co de estas enfermedades, el mismo resulta positivo en un porcentaje limitado de los pacientes
(aproximadamente 30%).
7. Verdadero.
FMF Ataques febriles cortos (duración de 24 a 72 horas), sumado a dolor abdominal o to-
rácico (que sugieren la ocurrencia de serositis). En ocasiones pueden presentar artritis
dolorosa, que resuelve rápidamente con la finalización de cada episodio. Aunque los
hallazgos cutáneos son poco frecuentes, el eritema símil erisipela en el dorso de pies o
miembros inferiores es muy característico.
MKD Episodios febriles de mayor duración, de 4 a 7 días, asociados con severo decaimiento,
linfadenopatías y esplenomegalia, úlceras orales, rash (en palmas y plantas), dolor ab-
dominal y manifestaciones gastrointestinales como diarrea y vómitos.
TRAPS Generalmente presentan los episodios febriles más prolongados (desde 7 días hasta
3 semanas). Los síntomas asociados incluyen rash (eritema marginado, urticariano o
maculopapular), edema peri orbitario con o sin conjuntivitis, ojo rojo y fascitis dolorosa
(inflamación de la fascia muscular) asociada a rash suprayacente de curso migratriz y de
progresión centrífuga.
PFAPA Episodios de una duración de 3 a 7 días con periodicidad regular (habitualmente cada
4 semanas, (descripto también un ciclaje que va de 2 a 8 semanas), los cuales se acom-
pañan de al menos 1 de 3 síntomas del acrónimo: faringitis, adenopatías laterocervica-
les y estomatitis aftosa. Otras manifestaciones como síntomas gastrointestinales, rash,
manifestaciones musculo esqueléticas, si están presentes, son muy leves y esporádicas.
Pródromos como cefaleas, artralgias o fatiga son a menudo reconocidos por los padres
que pueden predecir cuándo ocurrirá el próximo ataque.
MÓDULO 2 / CAPÍTULO 4 // 143
2. Complicaciones graves
Amiloidosis: puede desarrollarse en entidades como FMF, TRAPS, síndrome de Muckle-Wells (MWS) y rara-
mente en MKD. Pueden dar lugar a fallos orgánicos, siendo el más frecuente la insuficiencia renal crónica.
Artritis crónica destructiva en NOMID/CINCA y otras entidades como PAPA. Raramente en FMF.
Afectación neurológica: secundaria a los infartos cerebrales en DADA2, a la encefalopatía en algunas inter-
feronopatías y retraso mental en CINCA/NOMID.
Hipoacusia neurosensorial: en pacientes con MWS y NOMID.
Pérdida de visión en NOMID y en síndrome Blau.
3. c) Relopatías
1. LUNA
a) Datos que analizaría del cuadro febril, su periodicidad y datos clínicos acompañantes: hacer interrogato-
rio dirigido: diario de la fiebre, si presenta algún tipo de manifestación asociada al cuadro febril rash, do-
lor articular, aftas, inyección conjuntival. ¿Cómo se halla en los períodos intercrisis, sin fiebre desaparece
todas las manifestaciones? ¿Cómo es su crecimiento pondoestatural? Con qué mejora ¿recibió Aines?
¿Cómo fue la respuesta? Antecedentes familiares de cuando similar
b) El cuadro clínico es sugestivo de PFAPA: Cuadros recurrentes autolimitados con periodicidad fija (todos
los meses), pero interesa conocer que el paciente no exhiba artritis, rash, visceromegalias u otras mani-
festaciones que presuman una enfermedad autoinflamatoria de origen monogénico.
c) Es importante solicitar un laboratorio completo con un estudio inmunológico básico, Rx tórax –PPD a fin
de descartar otras entidades (inmunodeficiencias, infiltrativas, infecciosas). Y también descartar neutro-
penia cíclica.
d) La paciente debe iniciar tratamiento con corticoides en dosis única al inicio de la fiebre a fin de abortar
el cuadro inflamatorio.
2. FELIPE
a) Datos que analizaría: curva febril (diario de fiebre), estado general dentro y fuera del episodio, si asocia
dolor abdominal, torácico, ocurrencia de artritis, de aftas, lesiones en piel símil erisipela. Antecedentes
familiares de cuadros similares o de cuadros de insuficiencia renal (debido a amiloidosis) –Ascendencia
familiar.
b) Presunción diagnóstica es de Fiebre Mediterránea Familiar (FMF) en base a la duración del síndrome febril
periódico y la presencia de serositis, artralgias y eritema símil erisipela, asociados a claro incremento de
los parámetros inflamatorios del laboratorio. Es muy importante conocer la ascendencia del paciente (2
de sus abuelos eran italianos, y además un tío abuelo paterno relató un cuadro semejante al del niño, de
inicio en la infancia).
c) Ante esta situación, el paciente debe ser derivado al especialista a fin de solicitar un análisis genético del
exoma (confirmar diagnóstico de FMF y descartar otras enfermedades autoinflamatorias monogénicas).
d) Iniciar tratamiento con Colchicina para evitar la recurrencia de los ataques y el desarrollo de amiloidosis.
144 // ENFERMEDADES AUTOINFLAMATORIAS EN LA INFANCIA (EAIS) / G. ESPADA, S. MEIORIN
3. GASPAR
a) Datos que analizaría: curva febril (diario de fiebre), estado general dentro y fuera del episodio, si asocia
dolor abdominal, rash cutáneo, presencia de inyección conjuntival, irritabilidad Visceromegalia, adeno-
patías. Preguntaría si algún episodio coincidió con aplicaciones de vacunas
b) El paciente presenta un cuadro de fiebre periódica presuntivo de Deficiencia Parcial de Mevalonato Ki-
nasa (o Sindrome de Hiper IgD), acompañado de compromiso abdominal, visceromegalias/adenopatías
y rash. De inicio durante el primer año de vida, es importante conocer si alguno de estos episodios fue
gatillado luego de la administración de vacunas o infecciones.
c) Al igual que en los otros casos, se debe contar con dosaje de Ig, incluyendo IgD. Dada la edad de este
paciente, este dosaje pudiera ser normal, por lo cual este valor no descarta la enfermedad. Corresponde
solicitar un análisis molecular a fin de analizar variantes compatibles con esta entidad.
d) El manejo de los ataques inflamatorios se efectúa con corticoides/AINEs en lapsos cortos, pero ante su
dependencia (tratamientos recurrentes con esteroides), número de recurrencias de episodios febriles y/o
persistencia de parámetros inflamatorios altos en intervalos intercrisis, se debe contemplar la utilización
de agentes bloqueantes de citoquinas inflamatorias.