Pentecost És
Pentecost És
Pentecost És
Pentecostés
Objetivo
Profundizar en la importancia de la venida del Espíritu Santo, recordando sus dones
y frutos, para impulsar a otros jóvenes a ser testigos del amor de Cristo.
Conociendo el tema
La fiesta de Pentecostés es uno de los domingos
más importantes del año, después de la Pascua.
En el Antiguo Testamento era la fiesta de la
cosecha y, posteriormente, los israelitas, la
unieron a la Alianza en el Monte Sinaí, cincuenta
días después de la salida de Egipto.
Después de resucitar, Jesús se apareció a los
apóstoles en varias ocasiones. Les habló del reino
de Dios y, antes de ascender al Cielo, les pidió
que lo anunciaran por todo el mundo. Pero los
apóstoles tenían miedo de las autoridades y
permanecieron escondidos.
Entonces Dios les envió la fuerza del Espíritu
Santo para ayudarlos a realizar su misión. En el libro de Hechos 2, 1-11 se narra
como estaban reunidos y recibieron la fuerza del Espíritu. Desde que recibieron la
fuerza del Espíritu Santo comenzaron a viajar y a transmitir la buena noticia. Los
apóstoles bautizaban a todas las personas que creían en Jesús y, de esta forma, la
comunidad de cristianos/as fue aumentando. Esta gran comunidad de personas, que
todavía hoy sigue creciendo, es la Iglesia.
Por eso podemos decir que el día de Pentecostés es el cumpleaños de nuestra
Iglesia Católica, porque decir que quedamos llenos del Espíritu Santo, significa que
todos nos hallamos llenos del amor de Dios, y llenos de ese amor, nos invita a la
santidad, y así alcanzar la plenitud de esta. Justamente es la presencia del Espíritu
Santo en la vida de la Iglesia la que la impulsa, la fortalece, la completa.
La misión del Espíritu Santo
Por la acción del Espíritu Santo, los gestos y
palabras de Jesús continúan hoy vivos entre
nosotros a través de los gestos y palabras de la
Iglesia. Quienes participamos en la vida de la
Iglesia descubrimos, en sus gestos y
actuaciones, que la obra salvadora de Cristo
sigue presente entre nosotros.
En la Historia de la Salvación, la Iglesia,
impulsada por el Espíritu Santo, tiene una
misión que realizar. El Señor la ha constituido pueblo de Profetas, de testigos de la
Resurrección enviados a anunciar el Evangelio a todas las naciones.
Cuando acogemos al Espíritu en nuestro corazón y lo dejamos obrar, Cristo mismo se
hace presente en nosotros y toma forma en nuestra vida; a través de nosotros, será
Él, Cristo mismo, quien reza, perdona, infunde esperanza y siembra paz.
El hombre descubre
Nos alienta continuamente y
y utiliza las cosas
nos da valor para superar con
creadas por Dios para
fe el miedo y las dificultades.
su correcta utilización.
Los frutos del Espíritu son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo
como primicias de la gloria eterna. La tradición de la Iglesia enumera doce:
Lee y medita
Actividad