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TEMA 9 EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN: CARACTERÍSTICAS Y
FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA CANOVISTA
El nuevo sistema político, ideado por Cánovas del Castillo, se fundamentó en la
alternancia en el poder de dos grandes partidos, el conservador y el liberal. La Restauración duró más de cincuenta años, desde el pronunciamiento de Martínez Campos en 1874 hasta el golpe de Primo de Rivera en 1923, 1898. Durante este largo período, que abarca los reinados de Alfonso XII y Alfonso XIII, con el interregno de la regencia de María Cristina, se consolidó un régimen constitucional y parlamentario. Pero, a pesar del establecimiento del sufragio universal masculino en 1890, el régimen político de la Restauración nunca llegó a ser plenamente democrático y estuvo dominado por una burguesía oligárquica que poseía negocios o bien eran terratenientes. En diciembre de 1874 Alfonso firmó el Manifiesto de Sandhurst, donde mostraba su intención de ser un rey dialogante y constitucional. Cánovas pretendía que la vuelta a la monarquía borbónica se hiciera de manera pacífica y sin intervención de los militares. No obstante, el general Martínez Campos se adelantó el 29 de diciembre al “pronunciarse” a favor de la monarquía en Sagunto, con el apoyo del ejército y de las fuerzas políticas conservadoras: en enero Alfonso entraba en Madrid como Alfonso XII. Para entender el periodo de la Restauración debemos conocer a Cánovas del Castillo, el ideólogo fundamental, por lo que a este periodo también se le denomina sistema canovista, convirtiéndose Cánovas en la gran figura política de la Restauración. Para Cánovas, las dos instituciones básicas de la Nación española eran la monarquía, pues históricamente España había sido una monarquía y debía seguir siéndolo y las cortes. Basándose en estos principios, Cánovas pretendía construir un nuevo modelo político, se propuso dos objetivos: Pacificar el país poniendo fin a la guerra de Cuba y al conflicto carlista y elaborar una constitución que crease un sistema político basado en el bipartidismo. La guerra carlista terminó gracias a la combinación de dos elementos. Por un lado, la Restauración borbónica acabó con la ilusión de muchos carlistas de elevar al trono de España a su candidato, y por otro lado, tras ser los carlistas derrotados en varias ocasiones, finalmente en 1876 Carlos Ma de Borbón cruzó la frontera hacia el exilio, dándose la guerra por terminada. Como consecuencia de la derrota carlista, se suprimieron definitivamente los fueros del País Vasco, que quedaron obligados a pagar impuestos y a aportar soldados como el resto de los territorios. El fin de la guerra carlista permitió el envío de nuevas tropas a Cuba. La intervención militar y la negociación dio lugar a la Paz de Zanjón. Mas tarde, tendría lugar la guerra que acabaría con la independencia definitiva de la isla, en la que España acabaría enfrentándose a Estados Unidos. La constitución de 1876 La soberanía reside en el rey y las Cortes, desapareciendo así el concepto de soberanía nacional. Contiene muchos de los derechos fundamentales enumerados en la Constitución de 1869, pero reservando su regulación a leyes posteriores. Además, los derechos más importantes podían ser suspendidos en circunstancias especiales, una práctica que resultó frecuente. La división de poderes Nada dice la Constitución del sistema electoral, pero en 1890, bajo el gobierno del partido liberal, se aprobó el sufragio universal. La forma de gobierno que se establece es una monarquía moderada y hereditaria. Se determina un modelo de Estado centralista y unitario. El artículo más debatido de la Constitución fue el número 11, referente a la cuestión religiosa. En él se establece la confesionalidad del Estado, con el catolicismo como religión oficial Se trata del texto constitucional de más larga vigencia, hasta el presente, pues no sería derogada hasta la dictadura de Primo de Rivera. Cánovas introdujo un sistema de gobierno basado en el bipartidismo y en la alternancia en el poder de los dos grandes partidos liberales leales a la corona, denominados partidos dinásticos, el conservador y el liberal, que renunciaban a los pronunciamientos como mecanismo para acceder al gobierno. El resto de las opciones políticas están al margen. El partido conservador, alfonsino o canovista Fue liderado originalmente por Cánovas del Castillo, Ideológicamente los conservadores, defendían el sufragio censitario, el orden, un cuerpo de libertades y derechos reducidos y la tradición y el estado centralista. Partido Liberal. Este tendrá como líderes más destacados a Sagasta, Con respecto a su ideología, los liberales defendían el sufragio universal masculino, un amplio corpus de derechos y libertades, y son menos centralistas que los conservadores. Para que el sistema funcionase, los dos partidos debían alternarse pacíficamente en el poder. Este turno de partidos se cumplió escrupulosamente hasta finales del siglo XIX, cuando la crisis de 1898 puso en jaque al sistema. La alternancia regular en el poder entre estos dos grandes opciones dinásticas aseguraba la estabilidad institucional. Teóricamente la alternancia en el poder debía producirse según los resultados electorales; una vez conocidos éstos, la corona daría la tarea de formar gobierno al candidato vencedor. Sin embargo, la realidad era bien distinta, ya que el turno era algo preconcebido, y por lo tanto el resultado de las elecciones se establecía antes de que estas se celebrasen. La gravedad de esta situación es que se fundamenta en el falseamiento de la práctica electoral. Así pues, el sistema del turno pacífico pudo mantenerse durante más de veinte años gracias a la corrupción electoral y a la utilización de la influencia y poder económico de determinados individuos sobre la sociedad, los caciques. El conjunto de trampas electorales que ayudaba a conseguir la sistemática adulteración de los resultados electorales se conoce como pucherazo. Para conseguir imponer la elección del candidato gubernamental, no se dudaba en falsificar el censo: incluyendo a personas muertas, ejercer la compra de votos, amenazar al electorado con coacciones de todo tipo e incluso emplear la violencia para atemorizar a los contrarios. Todas estas prácticas fraudulentas llevaron al desencanto de una buena parte de la población, que se concretó en un creciente abstencionismo electoral. Los republicanos Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fundado por Pablo Iglesias en 1879, como partido de clase que defendía los derechos del proletariado. Tras el fin de la clandestinidad en 1881, los socialistas pudieron difundir su programa Del carlismo se separará el Partido Católico Nacional de Ramón Nocedal que deja de luchar por la sucesión carlista y se convierte simplemente en un partido católico integrista. El anarquismo fue la ideología obrera más influyente en la Restauración. A partir de los años 90 la corriente que se decantó por la acción violenta dio lugar a diversos atentados en Madrid y Barcelona, que acabaron con la vida de personalidades tan importantes como Antonio Cánovas del Castillo. La aparición y desarrollo de los nacionalismos periféricos (Cataluña, País Vasco y Galicia) fue uno de los fenómenos más relevantes de la Restauración. El atraso seguía siendo una realidad en las grandes zonas del interior de España y en la zona sur, frente a los avances industriales del cinturón de Bilbao; del desarrollo minero de Asturias y de la industria textil de Cataluña. Esta situación tan difícil empeoró con el último episodio de nuestra política exterior: la pérdida de las últimas colonias en 1898 tras una derrota rápida frente a Estados Unidos. Esta crisis política final provocará una crisis de identidad nacional que se reflejará en la labor literaria de la Generación del 98 y del Regeneracionismo desde el punto de vista político. Con la mayoría de edad de Alfonso XIII una serie de acontecimientos llevarán a la desintegración del edificio político de la Restauración.