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¿Qué cambios de fondo introdujo la ley 1996 de 2019, en la

inhabilitación judicial por discapacidad mental relativa?

La ley 1996 de 2019 introdujo grandes modificaciones a la inhabilitación

por discapacidad mental relativa, esta ley que les otorga capacidad plena a

los discapacitados para celebrar actos jurídicos, se promueve la

prevalencia de la manifestación de la voluntad del discapacitado, la cual

debe reflejarse adecuadamente, por tal motivo el apoyo designado para el

discapacitado debe ser una persona que facilite la manifestación de la

voluntad del discapacitado titular de los actos jurídicos, enseñándole cada

una de las consecuencias o implicaciones que pueden generar la

realización de ciertos actos, así mismo debe interpretar adecuadamente la

voluntad y preferencias de la persona titular del acto jurídico.

Esta ley también hace importantes modificaciones al código civil, y

referente a que se retira la clasificación de incapaces e interdictos y así

retirarle las limitaciones respecto al desarrollo por su propia cuenta de

actos jurídicos y los efectos que tales actos tengan. La ley interpreta de

manera amplia a los derechos internacionales el tema de que una

discapacidad no es limitante para el ejercicio de actos jurídicos por parte

del ciudadano que posea la discapacidad.

Con la expedición de esta ley y a través de los apoyos que se le designan a

los discapacitados se pretende que las personas discapacitadas puedan

disponer de los derechos con los que gozan por la sola condición de ser
personas y sujetos de derechos y obligaciones. La capacidad para actuar

no depende de la discapacidad o afectación mental o física que posea la

persona.

El discapacitado por sí mismo podrá celebrar acuerdos de apoyos que le

permitan ejercer sus derechos, este acuerdo deberá ser elevado a escritura

y ante centro de conciliación en ambos el notario o conciliador previa

entrevista con el discapacitado le dará prelación a la voluntad del

discapacitado.

La discapacidad ha sido abordada a lo largo de la historia desde distintas

perspectivas incluyendo la invisibilización del discapacitado, casi

escondiéndolo, posteriormente se le otorga a una tercera persona la

capacidad de decisión del discapacitado. Con la ley de apoyos que entiende

la discapacidad y tal como lo establece la ley 1346 de 2019 como un

concepto dinámico que resulta de la interacción entra las personas con

deficiencias y las diferentes barreras a las que se enfrentan en su entorno

que impiden la participación plena y efectivas de ellas en la sociedad, en la

medida que se enfrentan a condiciones estructurales de desigualdad con

respecto al resto de la población.1 en consecuencia, con la expedición de la

ley se le permite al discapacitado ejercer todos los actos jurídicos

devolviéndoles la capacidad legal, la discapacidad dejó de ser un modelo

para privarlo de la facultad de ejercer sus propios actos jurídicos.

1
Corte constitucional, Sentencia de tutela 525 de 2019.
Otro cambio que introdujo la ley respecto al proceso de interdicción por

incapacidad mental relativa, anteriormente se requería un dictamen de

psiquiatría forense que dijera si la persona tenía discapacidad mental

absoluta o relativa, con esta nueva ley se pretende que la persona haga

una valoración de apoyos en donde se determine el tipo de apoyo que

necesite, el juez a través de distintos profesionales, entrevista con la

familia y el discapacitado determina el tipo de apoyo que necesita el

discapacitado.

¿Se puede proteger el patrimonio del dilapidador o inmaduro negocial

con la ley 1996 de 2019?

En Colombia se presume que toda persona posee capacidad, ahora bien,

respecto a los dilapidadores son personas que poseen una discapacidad

metal relativa, en consecuencia, la ley protege a esas personas que poseen

una marcada propensión a derrochar su patrimonio o bienes materiales.

En este sentido el dilapidador no carece de su capacidad de

discernimiento, solo posee incapacidad para llevar a cabo el manejo de sus

bienes2. Por ende, el dilapidador puede a través de una solicitud de apoyo

ante notario o conciliador, designar a la persona que quiere lo apoye en la

adecuada administración de sus bienes o para un acto jurídico en

concreto. Es claro, que en la realidad esto no sucede, pues el dilapidador

por si mismo y la condición mental que tiene de gastar su patrimonio

desmesuradamente, por su propia cuenta no va a querer que se le cercene

2
Corte Constitucional, Sentencia de Constitucionalidad, 742 de 1998.
de la potestad de gastar su patrimonio, el problema radica cuando los

familiares del dilapidador pretendan se le asigne un apoyo, pues en este

caso en un proceso judicial, se debe allegar el dictamen médico que

certifique que a quien se le está solicitando un apoyo efectivamente si

posee discapacidad mental relativa.

¿El defensor judicial, que prevé el artículo 14 de la ley 1996 de 2019,

que funciones cumple?

La función del defensor personal que se encuentra establecida en el

artículo 14 de la ley de apoyos, se da cuando una persona con

discapacidad no tenga personas de su confianza a quien designar como

apoyo, en estos casos el juez designará un defensor personal quien tendrá

la función prestar el servicio de apoyos necesario para la realización de

actos jurídicos por parte del titular de los apoyos.

¿Qué diferencias existen entre ajustes razonables y apoyos de la ley

1996 de 2019?

Los ajustes razonables son todas aquellas modificaciones necesarias que

no impongan una carga desproporcionada e indebida y que se requieran

para garantizar la igualdad y pleno ejercicio de los derechos del

discapacitado, el apoyo por su parte es la asistencia o tipos de asistencia

que se presta al discapacitado para asegurarle el ejercicio de sus derechos

en igualdad de condiciones. Desde estas definiciones podría decir que los

ajustes razonables son aquellas modificaciones de tipo transitorias y que


se deben adoptar rápidamente para procurar que el discapacitado supere

esas barreras existentes en el entorno y que le impiden el ejercicio pleno de

los derechos del discapacitado, por su parte el apoyo lo entiendo como la

asistencia permanente que se le brinda al discapacitado. Considero

además que mientras el ajuste razonable pretende se le modifique el

entorno o las condiciones, o se eliminen las barreras que la sociedad a

impuesto al discapacitado con el apoyo lo que se quiere es que el

discapacitado cuente con una persona como su nombre lo dice que lo guie

o asista para lograr el ejercicio pleno de sus derechos.

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