Digital 04 PALABRA Y EUCARISTÍA Abril 2024
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Digital 04 PALABRA Y EUCARISTÍA Abril 2024
ABRIL
2024
DIVES IN MISERICORDIA LAS OBRAS DE
SUBLIMITAS ET MISERA
MISERICORDIA
HOMINIS
4
Lunes 1 de abril marzo
OCTAVA DE PASCUA
Propio del Salterio - Blanco
Monición general
Según narra san Lucas en el libro de los Hechos, el acontecimiento
de Pentecostés marcó el inicio de la vida misionera de los primeros
discípulos de Jesús. Fortalecidos por el Espíritu, abandonan todo
temor, y, llenos de valentía, se lanzan a anunciar la gran noticia de que
el Crucificado vive.
El evangelio, por su parte, nos presenta dos actitudes contrapuestas
ante la presencia de Jesús resucitado. Mientras que para unos es una
gran noticia, la realización de sus esperanzas; otros se atemorizan y
maquinan cómo sembrar dudas.
Señor Jesús, permite que, fortalecidos por la luz de tu resurrección,
testimoniemos tu Evangelio con valentía.
Oración colecta
Señor Dios, que haces crecer a tu Iglesia, dándole siempre
nuevos hijos, concede a tus siervos vivir el sacramento que reci-
bieron con fe. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 2, 14.22-33
El día de Pentecostés, Pedro, poniéndose en pie junto con
los Once, levantó su voz y con toda solemnidad declaró: «Ju-
díos y vecinos todos de Jerusalén, entérense bien y escuchen
atentamente mis palabras. Israelitas, escuchen estas palabras: a
Jesús el Nazareno, varón acreditado por Dios ante ustedes con
los milagros, prodigios y signos que Dios realizó por medio de
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1 LUNES
abril
I semana de Pascua
Propio del Salterio
6
Octava de Pascua
LUNES
abril 1
Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, y mi
carne descansa esperanzada. Porque no me abandonarás en la
región de los muertos ni dejarás a tu fiel ver la corrupción.R.
Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu
presencia, de alegría perpetua a tu derecha.R.
Secuencia (opcional)
7
1 LUNES
abril
I semana de Pascua
Propio del Salterio
8
abril
Martes 2 de abril
OCTAVA DE PASCUA
Propio del Salterio - Blanco
Monición general
Cuando hay apertura, la Palabra de Dios no nos deja indiferentes.
Así ocurre con la multitud que oye a Pedro y a los demás apóstoles
anunciar la Buena Noticia del Resucitado. Ese día muchos dejaron
entrar a Cristo en sus corazones.
El evangelio de hoy nos presenta la fuerza que posee la Palabra de
Jesús. Al escuchar su nombre en boca del Maestro, María Magdalena,
la primera testigo de la resurrección, abre sus ojos y, por fin, da el salto
de la fe: reconoce junto a ella al Resucitado.
Gracias, Padre de bondad, porque en tu Hijo nos has manifestado
que tú te pones de parte de los que sufren.
Oración colecta
Oh, Dios, que nos entregaste los auxilios pascuales, continúa
favoreciendo a tu pueblo con estos dones celestes, para que,
habiendo alcanzado la libertad verdadera, pueda gozar en el
cielo de la alegría que ya ha empezado a gustar en la tierra. Por
nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 2, 36-41
El día de Pentecostés, decía Pedro a los judíos: «Con toda segu-
ridad conozca toda la casa de Israel que, al mismo Jesús, a quien
ustedes crucificaron, Dios lo ha constituido Señor y Mesías». Al
oír esto, se les traspasó el corazón, y preguntaron a Pedro y a los
demás apóstoles: «¿Qué tenemos que hacer, hermanos?». Pedro
9
2 MARTES
abril
I semana de Pascua
Propio del Salterio
10
Octava de Pascua
MARTES
abril 2
jer, ¿por qué lloras?». Ella contesta: «Porque se han llevado a mi
Señor y no sé dónde lo han puesto». Dicho esto, se vuelve y ve
a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: «Mujer,
¿por qué lloras?». Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:
«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo
lo recogeré». Jesús le dice: «¡María!». Ella se vuelve y le dice.
«¡Rabbuní!», que significa: «¡Maestro!». Jesús le dice: «No me
retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero, anda, ve a mis
hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre de ustedes, al Dios
mío y Dios de ustedes”». María la Magdalena fue y anunció a los
discípulos: «He visto al Señor y ha dicho esto».
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las ofrendas
Acoge, Señor, con bondad, las ofrendas de tu familia, para
que, bajo tu protección, no pierda los dones ya recibidos y alcan-
ce los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Col 3, 1-2
Si han resucitado con Cristo, busquen los bienes de allá arri-
ba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspiren a los
bienes de arriba. Aleluya.
Oración después de la comunión
Escúchanos, Dios todopoderoso, y para merecer la felicidad
eterna, prepara los corazones de tu familia a la que otorgaste la
gracia incomparable del Bautismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
11
abrilMiércoles 3 de abril
OCTAVA DE PASCUA
Propio del Salterio - Blanco
Monición general
El anuncio de la Buena Noticia se concretiza con obras semejan-
tes a las que realizaba Jesús. En el templo de Jerusalén, los apósto-
les Pedro y Juan conceden a una persona lisiada un don mayor que
unas monedas de oro o plata; le despiertan el don de la fe y entonces
recobra la movilidad de su cuerpo y de su vida. Una parálisis similar
experimentaban los discípulos luego de la crucifixión de Jesús. Desilu-
sionados, vacíos de toda esperanza, dos de ellos deciden abandonarlo
todo y retornar a su vida anterior. Sin embargo, Jesús resucitado sale a
su encuentro y restablece en ellos la llama de la fe.
Aviva, Señor, también en nosotros el fuego de la fe y la confianza en ti
para que sepamos ser tus testigos en el mundo actual.
Oración colecta
Oh, Dios, que todos los años nos alegras con la solemnidad
de la resurrección del Señor, concédenos, propicio, llegar a la
alegría eterna mediante las fiestas que celebramos en el tiempo.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 3, 1-10
En aquellos días, Pedro y Juan subían al templo, a la oración
de la hora nona, cuando vieron traer a cuestas a un lisiado de
nacimiento. Solían colocarlo todos los días en la puerta del
templo llamada «Hermosa, para que pidiera limosna a los
que entraban. Al ver entrar en el templo a Pedro y a Juan, les
pidió limosna. Pedro, con Juan a su lado, se quedó mirándolo
12
Octava de Pascua
MIÉRCOLES
abril 3
y le dijo: «Míranos». Clavó los ojos en ellos, esperando que le
darían algo. Pero Pedro le dijo: «No tengo plata ni oro, pero te
doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno, levántate
y anda». Y agarrándolo de la mano derecha lo incorporó. Al
instante se le fortalecieron los pies y los tobillos, se puso en pie
de un salto, echó a andar y entró con ellos en el templo por su
pie, dando brincos y alabando a Dios. Todo el pueblo lo vio
andando y alabando a Dios, y, al caer en la cuenta de que era
el mismo que pedía limosna sentado en la puerta Hermosa del
templo, quedaron estupefactos y desconcertados ante lo que le
había sucedido.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 104, 1-4.6-9
R . Que se alegren los que buscan al Señor.
Den gracias al Señor, invoquen su nombre, den a conocer sus
hazañas a los pueblos. Cántenle al son de instrumentos, hablen
de sus maravillas.R.
Gloríense de su nombre santo, que se alegren los que buscan al
Señor. Recurran al Señor y a su poder, busquen continuamente
su rostro.R.
¡Estirpe de Abrahán, su siervo; hijos de Jacob, su elegido! El
Señor es nuestro Dios, Él gobierna toda la tierra.R.
Se acuerda de su alianza eternamente, de la palabra dada, por mil
generaciones; de la alianza sellada con Abrahán, del juramento
hecho a Isaac.R.
Secuencia (opcional)
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3 MIÉRCOLES
abril
I semana de Pascua
Propio del Salterio
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Octava de Pascua
MIÉRCOLES
abril 3
de caída». Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa
con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se
lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron.
Pero Él desapareció de su vista. Y se dijeron el uno al otro: «¿No
ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos
explicaba las Escrituras?». Y, levantándose en aquel momento, se
volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once
con sus compañeros, que estaban diciendo: «Era verdad, ha
resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón». Y ellos contaron
lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían recono-
cido al partir el pan.
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las ofrendas
Acepta, Señor, las ofrendas de la redención humana y concé-
denos, complacido, la salud del alma y del cuerpo. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Antífona de comunión Lc 24, 35
Los discípulos reconocieron al Señor Jesús al partir el pan.
Aleluya.
Oración después de la comunión
Liberados de la vieja condición de pecado, te pedimos, Señor,
que la devota participación en el sacramento de tu Hijo nos
transforme en nuevas criaturas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
15
abril Jueves 4 de abril
OCTAVA DE PASCUA
Propio del Salterio - Blanco
Monición general
La curación del paralítico, que leímos ayer, captó la atención del
pueblo. ¿Era un milagro obrado por Pedro y Juan? Los apóstoles los
orientarán para que vean de dónde proviene y los encaminan hacia la
fe en el Resucitado.
El evangelio también nos presenta una escena similar. En la
comunidad de discípulos, solo algunos se habían encontrado con
el Resucitado. Pero, ahora, Jesús se aparece a toda la comunidad y
consolida su débil fe. Entonces, son capaces de ser testigos suyos en
el mundo entero.
Señor Jesús, alimenta nuestra fe con la fuerza de tu Espíritu
para que sepamos ser testigos tuyos en la cotidianeidad de la vida.
Oración colecta
Oh, Dios, que has reunido pueblos diversos en la confesión
de tu nombre, concede a los que han renacido en la fuente bau-
tismal, una misma fe en su espíritu y un mismo amor en sus
obras. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 3, 11-26
En aquellos días, mientras el paralítico curado seguía aún con
Pedro y Juan, todo el pueblo, asombrado, acudió corriendo al
pórtico llamado de Salomón, donde estaban ellos. Al verlo, Pe-
dro dirigió la palabra a la gente: «Israelitas, ¿por qué se admiran
16
Octava de Pascua
JUEVES
abril 4
de esto? ¿Por qué nos miran como si hubiéramos hecho andar a
este con nuestro propio poder o virtud? El Dios de Abrahán, de
Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su
siervo Jesús, al que ustedes entregaron y de quien renegaron ante
Pilato, cuando había decidido soltarlo. Ustedes renegaron del
Santo y del Justo, y pidieron el indulto de un asesino; mataron
al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos,
y nosotros somos testigos de ello. Por la fe en su nombre, este,
que ven aquí y que conocen, ha recobrado el vigor por medio
de su nombre; la fe que viene por medio de Él le ha restituido
completamente la salud, a la vista de todos ustedes. Ahora bien,
hermanos, sé que lo hicieron por ignorancia, al igual que sus
autoridades; pero Dios cumplió de esta manera lo que había
predicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer.
Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse, para que se borren
sus pecados; para que vengan tiempos de consuelo de parte de
Dios, y envíe a Jesús, el Mesías que les estaba destinado, al que
debe recibir el cielo hasta el tiempo de la restauración universal,
de la que Dios habló desde antiguo por boca de sus santos pro-
fetas. Moisés dijo: “El Señor Dios de ustedes hará surgir de entre
sus hermanos un profeta como yo: escúchenle todo lo que les
diga; y quien no escuche a ese profeta será excluido del pueblo”.
Y, desde Samuel en adelante, todos los profetas que hablaron
anunciaron también estos días. Ustedes son los hijos de los
profetas, los hijos de la alianza que hizo Dios con sus padres,
cuando le dijo a Abrahán: “En tu descendencia serán bendecidas
todas las familias de la tierra”. Dios resucitó a su Siervo y se lo
envía en primer lugar a ustedes para que les traiga la bendición,
apartándolos a cada uno de sus maldades».
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
17
4 JUEVES
abril
I semana de Pascua
Propio del Salterio
18
Octava de Pascua
JUEVES
abril 4
necesario que se cumpliera todo lo escrito en la ley de Moisés
y en los profetas y salmos acerca de mí». Entonces les abrió el
entendimiento para comprender las Escrituras. Y les dijo: «Así
está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos
al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para
el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por
Jerusalén. Ustedes son testigos de esto».
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, en tu bondad las ofrendas que te presentamos
con gratitud por los nuevos bautizados, y para apresurar la ayuda
del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión 1 P 2, 9
Pueblo adquirido por Dios, anuncien las proezas del que los
llamó de las tinieblas a su luz maravillosa. Aleluya.
Oración después de la comunión
Escucha, Señor, nuestras oraciones para que el santo intercam-
bio de nuestra redención nos sostenga durante la vida presente y
nos dé las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
19
abril Viernes 5 de abril
OCTAVA DE PASCUA
Propio del Salterio - Blanco
Monición general
La apertura del pueblo contrasta con la dureza de corazón de las
autoridades. Unos días atrás habían dado muerte a Jesús y ahora
intentan también reprimir a su comunidad de discípulos para aca-
llarlos. Sin embargo, los apóstoles les demuestran cuánto puede la
fuerza del Espíritu.
En el evangelio, los discípulos retoman sus actividades cotidianas en
Galilea. Sin embargo, allí también les sale a su encuentro el Resucitado,
los reconforta y confirma la misión para la que los ha elegido.
Padre santo, muchas son nuestras debilidades,
pero confiamos en que, fortalecidos por ti,
podremos llevar adelante la misión que nos has confiado.
Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno, que por el misterio pascual has
restablecido tu alianza con los hombres, concédenos imitar en
la vida lo que celebramos en la fe. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 4, 1-12
En aquellos días, mientras Pedro y Juan hablaban al pueblo,
después de que el paralítico fuese sanado, se les presentaron
los sacerdotes, el jefe de la guardia del templo y los saduceos,
indignados de que enseñaran al pueblo y anunciaran en Jesús la
resurrección de los muertos. Los apresaron y los metieron en la
cárcel hasta el día siguiente, pues ya era tarde. Muchos de los que
habían oído el discurso creyeron; eran unos cinco mil hombres.
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Octava de Pascua
VIERNES
abril 5
Al día siguiente, se reunieron en Jerusalén los jefes del pueblo,
los ancianos y los escribas, junto con el sumo sacerdote Anás, y
con Caifás y Alejandro, y los demás que eran familia de sumos
sacerdotes. Hicieron comparecer en medio de ellos a Pedro y a
Juan y se pusieron a interrogarlos: «¿Con qué poder o en nombre
de quién han hecho eso ustedes?».
Entonces Pedro, lleno de Espíritu Santo, les dijo: «Jefes
del pueblo y ancianos: Porque le hemos hecho un favor a un
enfermo, nos interrogan ustedes hoy para averiguar qué poder
ha curado a ese hombre; quede bien claro a todos ustedes y a
todo Israel que ha sido el Nombre de Jesucristo el Nazareno, a
quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre los
muertos; por este Nombre, se presenta este sano ante ustedes. Él
es “la piedra que desecharon ustedes, los arquitectos, y que se ha
convertido en piedra angular”; no hay salvación en ningún otro,
pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres otro nombre por
el cual nosotros podamos salvarnos».
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 117, 1-2.4.22-27
R . La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su mise-
ricordia. Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. Digan
los que temen al Señor: eterna es su misericordia.R.
La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angu-
lar. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. Este
es el día que hizo el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.R.
Señor, danos la salvación; Señor, danos prosperidad. Bendito el
que viene en nombre del Señor, los bendecimos desde la casa del
Señor; el Señor es Dios, Él nos ilumina.R.
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5 VIERNES
abril
I semana de Pascua
Propio del Salterio
Secuencia (opcional)
22
Octava de Pascua
VIERNES
abril 5
pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que
Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre
los muertos.
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las ofrendas
Realiza, Señor, en nosotros lo que significa el intercambio
de esta ofrenda pascual, para que pasemos del apego a las co-
sas de la tierra, al deseo de los bienes del cielo. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 21, 12-13
Jesús dijo a sus discípulos: «Vamos, desayunen». Y tomó el
pan y se lo dio. Aleluya.
Oración después de la comunión
Guarda, Señor, con tu amor constante a los que has salvado,
para que los redimidos por la pasión de tu Hijo se alegren con
su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
23
abril Sábado 6 de abril
OCTAVA DE PASCUA
Propio del Salterio - Blanco
Monición general
Las autoridades judías se sienten desconcertadas por la valentía
y elocuencia de unos campesinos sin instrucción, como lo eran la
mayoría de los primeros discípulos. ¿Qué había pasado para semejante
cambio? Pedro y Juan nos muestran cómo el poder, con frecuencia, se
ve impotente frente a la fuerza que proviene de Dios.
El evangelio, en cambio, relata las dificultades que, al inicio, tuvie-
ron los discípulos para acoger la gran noticia de que Jesús estaba vivo.
Así que será Jesús mismo quien confirme la fe de los discípulos con su
aparición en medio de la comunidad.
Señor Jesús, con frecuencia, nos cuesta reconocer tu presencia viva
entre nosotros, por eso, fortalece nuestra fe.
Oración colecta
Oh, Dios, que no cesas de aumentar con la abundancia de tu
gracia el número de los pueblos que creen en ti, mira con amor a
tus elegidos, para que los renacidos en el Bautismo se revistan de
la inmortalidad dichosa. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 4, 13-21
En aquellos días, los jefes del pueblo, los ancianos y los
escribas, viendo la seguridad de Pedro y Juan, y notando que
eran hombres sin letras ni instrucción, estaban sorprendidos.
Reconocían que habían sido compañeros de Jesús, pero, viendo
de pie junto a ellos al hombre que había sido curado, no en-
24
Octava de Pascua
SÁBADO
abril 6
contraban respuesta. Les mandaron salir fuera del Sanedrín y se
pusieron a deliberar entre ellos, diciendo: «¿Qué haremos con
estos hombres? Es evidente que todo Jerusalén conoce el milagro
realizado por ellos, no podemos negarlo; pero, para evitar que se
siga divulgando, les prohibiremos con amenazas que vuelvan a
hablar a nadie de ese nombre». Y habiéndolos llamado, les pro-
hibieron severamente predicar y enseñar en el nombre de Jesús.
Pero Pedro y Juan les replicaron diciendo: «¿Es justo ante Dios
que les obedezcamos a ustedes más que a Él? Júzguenlo ustedes.
Por nuestra parte no podemos menos de contar lo que hemos
visto y oído». Pero ellos, repitiendo la prohibición, los soltaron,
sin encontrar la manera de castigarlos a causa del pueblo, porque
todos daban gloria a Dios por lo sucedido.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 117, 1.14-21
R. Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste.
Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su mi-
sericordia. El Señor es mi fuerza y mi energía, Él es mi salvación.
Escuchen: hay cantos de victoria en las tiendas de los justos.R.
«La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa».
No he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor. Me
castigó, me castigó el Señor, pero no me entregó a la muerte.R.
Ábranme las puertas de la salvación, y entraré para dar gracias
al Señor. Esta es la puerta del Señor: los vencedores entrarán por
ella. Te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvación.R.
Secuencia (opcional)
25
6 SÁBADO
abril
I semana de Pascua
Propio del Salterio
26
Domingo 07 de abril
II DOMINGO DE PASCUA O DE LA DIVINA MISERICORDIA
Propio del Salterio - Blanco
27
7 DOMINGO
abril
II domingo de Pascua
Propio del Salterio
El pasaje del evangelio de hoy, por su parte, nos relata dos aparicio-
nes de Jesús resucitado a su comunidad de discípulos. En la primera
(vv. 19-23), Jesús dona su Espíritu a sus discípulos y, con Él, el poder
de vencer las fuerzas del mal. En la segunda (vv. 24-31), se narra el
famoso episodio de Tomás. Nos focalizaremos en este último.
Tomás, tradicionalmente, ha sido presentado como paradigma
de incredulidad. Incluso existe un dicho popular: «Eres incrédulo
como Tomás». ¿Pero acaso solo él tuvo dudas mientras los demás
dieron rápidamente el salto de la fe? Lo que pedía no estaba fuera
de lugar, solo solicitaba ver lo que los demás habían visto. Además,
si nos atenemos a los otros evangelios, nos enteramos que todos
los discípulos tenían dudas al inicio. Según Marcos, por ejemplo,
cuando Jesús se aparece a sus discípulos, los reprendió por su incredu-
lidad y obstinación al no haber creído a los que lo habían visto resucitado
(Mc 16, 14). ¿Por qué Juan entonces focaliza todas las dudas en un
solo personaje?
San Juan propone a Tomás como símbolo de las dificultades por las
que atraviesa todo cristiano para llegar a la fe. Lo que él quiere enseñar
a sus comunidades (y a nosotros) es que el Resucitado posee una vida
que no es captada por nuestros sentidos, ni tocada con las manos, ni
vista con los ojos; solo puede ser alcanzada por la fe. Y esto vale tam-
bién para los apóstoles, a pesar de la experiencia única que tuvieron
con el Resucitado. No se requiere la fe para aquello que se ha visto.
La resurrección no es demostrable científicamente, pues pertenece a
una realidad distinta: la realidad de Dios. Al final, Juan pone en boca
de Tomás la más alta, la más sublime confesión de fe. Sus palabras
delinean la meta final del itinerario de fe de los discípulos, el camino
que nos invita a recorrer si atravesamos por medio de las dudas.
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Domingo de la Divina
Misericordia
DOMINGO
abril 7
Monición general
La alegría de la Pascua inunda nuestras celebraciones litúrgicas de
estos días. ¿Cómo fue posible que los discípulos pasaran de la tristeza y
dolor por la crucifixión y muerte del Maestro a anunciarlo con valentía
como el Viviente? Declararse seguidor de un ajusticiado no era nada
bien visto, pero ellos fueron capaces de dar ese salto. Todo comenzó,
como vemos en el evangelio de hoy, a raíz del encuentro con Jesús
resucitado. Su fe, sin embargo, no se basaba en simples declaraciones,
sino en una forma de vida concreta. No solo atraían con su palabra,
sino también con su ejemplo. He allí el llamado para todos nosotros.
Señor, derrama tu Espíritu en nosotros para que nuestra vida
haga presente tu rostro en el mundo.
Oración colecta
Dios de misericordia infinita, que reanimas, con el retorno
anual de las fiestas de Pascua, la fe del pueblo a ti consagrado,
acrecienta en nosotros los dones de tu gracia, para que todos
comprendan mejor qué Bautismo nos ha purificado, qué Espí-
ritu nos ha hecho renacer y qué sangre nos ha redimido. Por
nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
La vida cristiana no se basa solo en predicar o asumir determinadas
ideas, sino, ante todo, en una forma de vida concreta, como nos lo
presenta Lucas. ¡Escuchemos!
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 4, 32-35
En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo
mismo: lo poseían todo en común y nadie consideraba como
propio nada de lo que tenía. Con gran poder, los apóstoles daban
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7 DOMINGO
abril
II domingo de Pascua
Propio del Salterio
Segunda lectura
¿De qué forma se concretiza nuestra fe en Dios y el amor que le
profesamos? San Juan nos señala que la fe se demuestra en el trato
con nuestro prójimo. ¡Escuchemos!
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 5, 1-6
Queridos hermanos: Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha
nacido de Dios; y todo el que ama al Padre, que da el ser, debe
amar también a todo lo que ha nacido de Él. En esto conocemos
que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos
sus mandamientos. Pues en esto consiste el amor a Dios: en que
guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son
una carga, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo.
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Domingo de la Divina
Misericordia
DOMINGO
abril 7
Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra
fe. ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús
es el Hijo de Dios? Este es el que vino con agua y con sangre:
Jesucristo. No solo con agua, sino con agua y con sangre; y el
Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Aclamación antes del Evangelio Jn 20, 29
Aleluya. Porque me has visto, Tomás, has creído —dice el Se-
ñor—. Dichosos los que crean sin haber visto. Aleluya.
Santo Evangelio
La irrupción de Jesús resucitado en nuestras vidas derriba los te-
mores y las dudas. Eso es lo que vivieron los primeros discípulos, y san
Juan nos invita a realizar la misma experiencia. ¡Escuchemos!
31
7 DOMINGO
abril
II domingo de Pascua
Propio del Salterio
32
Domingo de la Divina
Misericordia
DOMINGO
abril 7
2. Para que la Pascua de Cristo sea fecunda en su Iglesia y la
comprometa más en la construcción de una sociedad más
justa y más fraterna. Oremos al Señor.R.
3. Para que la victoria pascual nos ayude a vivir como hermanos
y como hijos de Dios, venciendo todo tipo de discriminación.
Oremos al Señor.R.
4. Para que la paz que trae el Resucitado disipe todo temor, an-
gustia e inquietud de los corazones y comunidades. Oremos
al Señor.R.
5. Para que quienes han dejado este mundo contemplen cara a
cara a Dios. Oremos al Señor.R.
Padre, tú que nos alegras con la resurrección de tu Hijo de
entre los muertos y nos haces nacer de nuevo para una esperanza
viva, escucha nuestras oraciones, y haz que tu paz sea nuestro
gozo. Por Jesucristo nuestro Señor.R. Amén.
33
abril Lunes 8 de abril
LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR (S)
Propio del Salterio - Blanco
Monición general
En medio de la alegría de la Pascua, celebramos hoy la solemnidad
de la Anunciación del Señor, una fiesta en la que agradecemos a
Dios por haberse hecho uno de nosotros. La liturgia de la Palabra
nos muestra que este acontecimiento es el cumplimiento de las
promesas de Dios anunciada por el profeta Isaías; y la carta a los
Hebreos nos habla de la salvación que nos trae Cristo. Pero esto no
habría sido posible sin el sí generoso de nuestra madre María, como
lo relata san Lucas.
Santa madre María, danos un corazón creyente como el tuyo
para dejar entrar a tu Hijo en nuestras vidas.
34
La Anunciación del Señor
Solemnidad
LUNES
abril 8
a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa
“Dios-con-nosotros”».
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 39, 7-11
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio, me abriste
el oído; no pides sacrificio expiatorio, entonces yo digo: «Aquí
estoy».R.
Como está escrito en mi libro: «Para hacer tu voluntad». Dios
mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas.R.
He proclamado tu salvación ante la gran asamblea; no he cerrado
los labios: Señor, tú lo sabes.R.
No me he guardado en el pecho tu defensa, he contado tu fideli-
dad y tu salvación, no he negado tu misericordia y tu lealtad ante
la gran asamblea.R.
Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos 10, 4-10
Hermanos: Es imposible que la sangre de los toros y de los
machos cabríos quite los pecados. Por eso, cuando Cristo entró en
el mundo dijo: «Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has
preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiato-
rias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: “Aquí estoy, oh,
Dios, para hacer tu voluntad”». Primero dice: «No quieres ni acep-
tas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias»,
que se ofrecen según la ley. Después añade: «Aquí estoy yo para
hacer tu voluntad». Niega lo primero, para afirmar lo segundo.
Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la
oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
35
8 LUNES
abril
II semana de Pascua
Propio del Salterio
Oración universal
Al celebrar hoy el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios
en las entrañas de la Virgen María, oremos con fe diciendo:
R. Mira a la Madre de tu Hijo y escúchanos.
36
La Anunciación del Señor
Solemnidad
LUNES
abril 8
9
1. Por la Iglesia: para que, reviviendo los misterios de la
redención, descubra la presencia de Dios en medio de su
pueblo y desde Él transforme sus estructuras con un anuncio
positivo de la liberación. Oremos al Señor.R.
2. Por el Papa Francisco y los que están comprometidos en
el servicio pastoral: para que, llenos del gozo que envuelve
el misterio de la Encarnación, manifiesten con sus vidas y
decisiones la amplitud del Espíritu, la fuerza del amor y la
vitalidad del triunfo de Cristo sobre la muerte y el pecado.
Oremos al Señor.R.
3. Por todos los religiosos: para que María, la Virgen fiel, les
alcance firmeza evangélica y haga que proclamen con sus
vidas la salvación merecida por la sangre derramada por su
Hijo en la cruz. Oremos al Señor.R.
4. Por los pobres, los marginados y todos los que sufren en el
cuerpo o en el alma: para que experimenten la fuerza del
Espíritu y Él los haga esperar contra toda desesperanza y se
sientan confortados por Dios, que quiso ser uno de nosotros.
Oremos al Señor.R.
5. Por los difuntos: para que Dios sea su posesión y felicidad
eterna. Oremos al Señor.R.
6. Por los jóvenes: para que el sí de María avive en ellos el deseo
de vivir en fidelidad el don de la vocación a la que hemos sido
llamados. Oremos al Señor.R.
Señor, que escogiste a María, la Virgen de Nazaret, para que
fuera la Madre de tu Hijo único; escucha nuestras oraciones y haz
que, siguiendo su ejemplo de fidelidad y entrega, recibamos de
ti la gracia que necesitamos para no frustrar tu plan de salvación
en nuestras vidas y en nuestra historia. Por Jesucristo, nuestro
Señor.R. Amén.
37
8 LUNES
abril
II semana de Pascua
Propio del Salterio
38
abril
Martes 9 de abril
II SEMANA DE PASCUA
2.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
La primera lectura nos presenta una escena sobre el ideal de
comunidad cristiana. No es tanto el recuerdo nostálgico de un pasado
glorioso que ya no volverá; es, más bien, un proyecto de vida al que la
Iglesia de todos los tiempos debe aspirar.
El evangelio, por su parte, nos presenta una sección del extenso
diálogo entre Jesús y Nicodemo. Este último, como cualquiera de
nosotros, debe abrirse a la fe para descubrir la nueva vida que proviene
de lo alto.
Señor, haznos nacer de nuevo mediante el don de tu Espíritu.
39
9 MARTES
abril
II semana de Pascua
2.a semana del Salterio
40
MARTES
abril 9
desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del Hombre, para que
todo el que cree en Él tenga vida eterna».
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las ofrendas
Concédenos, Señor, alegrarnos siempre por estos misterios
pascuales y que la actualización continua de tu obra redentora
sea para nosotros fuente de gozo incesante. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Antífona de comunión Lc 24, 46.26
Era necesario que el Mesías padeciera y resucitara de entre los
muertos, para así entrar en su gloria. Aleluya.
Oración después de la comunión
Escucha, Señor, nuestras oraciones para que el santo intercam-
bio de nuestra redención nos sostenga durante la vida presente y
nos dé las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
41
Miércoles
abril 10 de abril
II SEMANA DE PASCUA
2.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
Las hostilidades de los jefes del pueblo contra los apóstoles se
incrementan, y ahora pasan a medidas de fuerza para atemorizarlos.
Sin embargo, el Señor no abandona a los suyos y ellos mismos se
rigen bajo un único criterio: obedecer a Dios por encima de cualquier
autoridad humana. Por eso, ni rejas ni cadenas pueden detener el
avance de la Buena Noticia.
El pasaje del evangelio de hoy, por su parte, nos recuerda el sentido
salvífico de la muerte de Jesús. A menudo, nos detenemos demasiado
en los aspectos dolorosos de ese acontecimiento y nos olvidamos de
su sentido profundo. ¿Qué rostro de Dios nos muestra Jesús desde su
cruz? San Juan nos lo dice con claridad.
Gracias, Padre de bondad, porque en tu Hijo Jesús
nos has mostrado cuánto nos amas.
42
MIÉRCOLES
abril 10
sacó fuera, diciéndoles: «Márchense y, cuando lleguen al templo,
expliquen al pueblo todas estas palabras de vida». Entonces
ellos, al oírlo, entraron en el templo al amanecer y se pusieron a
enseñar. Llegó entre tanto el sumo sacerdote con todos los suyos,
convocaron el Sanedrín y el pleno de los ancianos de los hijos
de Israel, y mandaron a la prisión para que los trajesen. Fueron
los guardias, no los encontraron en la cárcel, y volvieron a infor-
mar, diciendo: «Hemos encontrado la prisión cerrada con toda
seguridad, y a los centinelas en pie a las puertas; pero, al abrir, no
encontramos a nadie dentro». Al oír estas palabras, ni el jefe de la
guardia del templo ni los sumos sacerdotes atinaban a explicarse
qué había pasado. Uno se presentó, avisando: «Miren, los hom-
bres que metieron en la cárcel están en el templo, enseñando al
pueblo». Entonces el jefe salió con los guardias y se los trajo, sin
emplear la fuerza, por miedo a que el pueblo los apedrease.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 33, 2-9
R . El afligido invocó al Señor, y Él lo escuchó.
Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre
en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo
escuchen y se alegren.R.
Proclamen conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su
nombre. Yo consulté al Señor, y me respondió, me libró de todas
mis ansias.R.
Contémplenlo, y quedarán radiantes, su rostro no se avergon-
zará. El afligido invocó al Señor, Él lo escuchó y lo salvó de sus
angustias.R.
El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los protege. Gus-
ten y vean qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a Él.R.
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10 MIÉRCOLES
abril
II semana de Pascua
2.a semana del Salterio
44
Jueves 11 de abril abril 11
II SEMANA DE PASCUA
San Estanislao (ML) - 2.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
La primera lectura nos narra un paso más en el enfrentamiento
entre los apóstoles y las autoridades judías. Estas, amparadas en
su poder, intentan de distintas formas impedir la predicación de los
discípulos de Jesús. Sus intereses pesan más que cualquier posibilidad
de escuchar la Palabra de Dios. Los apóstoles, por el contrario, no
pueden callar lo que han visto y oído, como afirma el evangelio de
hoy. La experiencia (el encuentro con el Resucitado) y la misión son
inseparables.
Derriba, Señor, las barreras que nos impiden abrirte
las puertas de nuestra vida.
45
11 JUEVES
abril
II semana de Pascua
2.a semana del Salterio
46
San Estanislao
Memoria libre
JUEVES
abril 11
testimonio certifica que Dios es veraz. El que Dios envió habla
las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. El
Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree
en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la
vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las ofrendas
Suban hasta ti, Señor, nuestras súplicas con la ofrenda del sa-
crificio, para que, purificados por tu bondad, nos preparemos para
el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Mt 28, 20
Sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el final
de los tiempos. Aleluya.
Oración después de la comunión
Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de
Jesucristo nos has renovado para la vida eterna, multiplica en
nosotros los frutos del misterio pascual e infunde en nuestros
corazones la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
47
JUEVES
Valoremos
abril
enero la santidad
enero
48
Viernes 12 de abril abril
II SEMANA DE PASCUA
2.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
Al fin aparece una voz prudente entre los miembros del Sanedrín.
Un grupo de ellos quisiera decretar la muerte de los apóstoles, pero
¿lograrían así frenar el avance de la Buena Noticia? Las obras de
los seres humanos son efímeras, como lo vemos con frecuencia; en
cambio, las de Dios son perpetuas.
El pasaje del evangelio de hoy, por su parte, nos narra el milagro del
compartir. Frente a una multitud hambrienta, Jesús pone en marcha la
solidaridad y la misericordia, que siempre alcanzan para todos.
Señor, danos entrañas compasivas como las tuyas,
para que no cerremos los ojos ante los necesitados.
Antífona de entrada Ap 5, 9-10
Señor, con tu sangre has adquirido para Dios hombres de
toda raza, lengua, pueblo y nación; y has hecho de ellos para
nuestro Dios un reino de sacerdotes. Aleluya.
Oración colecta
Oh, Dios, esperanza y luz de las almas sinceras, te pedimos
humildemente que concedas a nuestros corazones realizar una
plegaria digna de ti y que siempre te glorifiquemos con la ofren-
da de nuestras alabanzas. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 5, 34-42
En aquellos días, un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley,
respetado por todo el pueblo, se levantó en el Sanedrín, mandó
que sacaran fuera un momento a los apóstoles y dijo: «Israelitas,
piensan bien lo que van a hacer con esos hombres. Hace algún
tiempo se levantó Teudas, dándoselas de hombre importante, y
se le juntaron unos cuatrocientos hombres. Fue ejecutado, se dis-
persaron todos sus secuaces y todo acabó en nada. Más tarde, en
los días del censo, surgió Judas el Galileo, arrastrando detrás de
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12 VIERNES
abril
II semana de Pascua
2.a semana del Salterio
50
VIERNES
abril 12
Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos y, al
ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué comprare-
mos panes para que coman estos?». Lo decía para probarlo, pues
bien sabía Él lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos
denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un peda-
zo». Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro,
le dice: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada
y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?». Jesús dijo: «Digan a
la gente que se siente en el suelo». Había mucha hierba en aquel
sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos cinco mil. Jesús
tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que
estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recojan los pedazos
que han sobrado; que nada se pierda». Los recogieron y llenaron
doce canastos con los pedazos de los cinco panes de cebada que
sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el
signo que había hecho, decía: «Este es verdaderamente el Profeta
que debía venir al mundo». Jesús, sabiendo que iban a llevárselo
para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña Él solo.
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las ofrendas
Acoge, Señor, con bondad, las ofrendas de tu familia, para
que, bajo tu protección, no pierda los dones ya recibidos y alcan-
ce los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Rm 4, 25
Cristo, nuestro Señor, fue entregado por nuestros pecados y
resucitó para nuestra justificación. Aleluya.
Oración después de la comunión
Guarda, Señor, con tu amor constante a los que has salvado,
para que los redimidos por la pasión de tu Hijo se alegren con
su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
51
abril Sábado 13 de abril
II SEMANA DE PASCUA
San Martín I (ML) - 2.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
A medida que la comunidad crece, empiezan a surgir problemas
también dentro de ella. Sin embargo, si se dejan de lado los propios
intereses y se decide desde el diálogo, las soluciones a las que se llega,
generalmente, impulsan el crecimiento de la Iglesia.
El evangelio de hoy también nos muestra otra situación difícil. Los
discípulos deciden embarcarse sin Jesús, pero ¿podrán resistir cuando
las olas arrecien y el viento juegue en contra? Ellos descubrirán que
necesitan a Jesús para mantener a flote la barca de la fe.
Señor Jesús, ayúdanos a sentir tu presencia en nuestras vidas,
para que, incluso en las adversidades, mantengamos viva la esperanza.
Antífona de entrada 1 P 2, 9
Pueblo adquirido por Dios, anuncien las proezas del que los
llamó de las tinieblas a su luz maravillosa. Aleluya.
Oración colecta
Oh, Dios, que, por los misterios pascuales, has querido abrir
a tus fieles la puerta de la misericordia, míranos y ten piedad
de nosotros, para que no nos desviemos nunca del sendero de
la vida los que, con tu benevolencia, seguimos el camino de tu
voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 6, 1-7
En aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de
lengua griega se quejaron contra los de lengua hebrea, porque en
el servicio diario no se atendía a sus viudas. Los Doce convocan-
do a la asamblea de los discípulos, dijeron: «No nos parece bien
descuidar la Palabra de Dios para ocuparnos del servicio de las
mesas. Por tanto, hermanos, escojan a siete de ustedes, hombres
de buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría, y los encarga-
52
San Martín I
Memoria libre
SÁBADO
abril 13
remos de esta tarea: nosotros nos dedicaremos a la oración y al
servicio de la Palabra». La propuesta les pareció bien a todos y
eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a
Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, prosélito
de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y ellos les im-
pusieron las manos orando. La Palabra de Dios iba creciendo,
y en Jerusalén se multiplicaba el número de discípulos; incluso
muchos sacerdotes aceptaban la fe.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 32, 1-2.4-5.18-19
R. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
Aclamen, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos;
den gracias al Señor con la cítara, toquen en su honor el arpa de
diez cuerdas.R.
Que la Palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales;
Él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.R.
Los ojos del Señor están puestos en quien lo teme, en los que
esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y
reanimarlos en tiempo de hambre.R.
53
13 SÁBADO
abril
II semana de Pascua
2.a semana del Salterio
54
JUEVES
Valoremos la santidad
enero
55
abrilDomingo 14 de abril
III DOMINGO DE PASCUA
3.a semana del Salterio - Blanco
56
DOMINGO
abril 14
que el júbilo, los inunde el miedo y las dudas; tanto así que Jesús
debe recurrir a pruebas concretas para mostrarles que es Él: come
pescado y les enseña las heridas de sus manos y pies. ¿Qué significa
esto? ¿Por qué ese extraño modo de reconocerlo fijándose en sus
manos y sus pies? A las personas se las identifica por las facciones
del rostro, no por las manos o por los pies.
En este caso, no se trata del miedo ante un peligro, sino del estupor
de quien recibe una revelación de Dios. A su vez, Lucas insiste en la
corporeidad del Resucitado de cara a la cultura griega que desvalorizaba
lo material. Pensaban que, luego de la muerte, solo sobrevivía un
componente espiritual de la persona. Por eso, los fantasmas no tienen
cuerpo, son solo sombras. Por tanto, el Resucitado —asegura Lucas—
no era un fantasma, sino el mismo Jesús que los discípulos habían
tocado con sus manos y con el que habían comido. Conservaba su
cuerpo, su capacidad de manifestarse exteriormente, de relacionarse,
de comunicar su amor, pero su cuerpo era diferente. Era —como ense-
ña Pablo— un cuerpo «espiritual» (cf. 1 Co 15, 44). Por tanto, incluso
después de su regreso al Padre, Él sigue siendo plenamente hombre,
uno de nosotros. Además, no es el único resucitado, es el primogénito
de aquellos que resucitan de entre los muertos (cf. Col 1, 18).
Ahora se entiende mejor la invitación de Jesús resucitado a mirar
sus heridas (v. 39). Mientras que a las personas se las identifica por
el rostro, Jesús quiere ser reconocido por sus manos y sus pies. Se
refiere a la cruz y a las lesiones impresas por los clavos, ápice de una
vida entregada por amor. De igual forma, el anuncio de la resurrec-
ción de Cristo es eficaz y creíble solo si los discípulos pueden, como
el Maestro, mostrar a los hombres sus manos y sus pies marcados
por obras de amor.
57
14 DOMINGO
abril
III domingo de Pascua
3.a semana del Salterio
Monición general
La presencia de Jesús en nuestras vidas no puede traernos sino
alegría. Luego de la crucifixión del Señor, su comunidad de discípulos
empezaba a disolverse, pero la noticia de que estaba vivo los empieza
a congregar de nuevo. Su camino a la fe no fue fácil, poco a poco tu-
vieron que abrir su corazón y entendimiento para reconocer al Resu-
citado y transformarse en testigos suyos por todo el mundo. Así nos
lo demuestran hoy los apóstoles Pedro y Juan cuando, del miedo y el
encierro, pasan a anunciar con valentía al Cristo viviente; no solo de
palabra, sino también con obras.
Señor Jesús, que nuestro testimonio de vida
nos haga testigos creíbles de tu resurrección.
Oración colecta
Que tu pueblo, oh, Dios, exulte siempre al verse renovado y
rejuvenecido en el espíritu, para que todo el que se alegra ahora
de haber recobrado la gloria de la adopción filial, ansíe el día de
la resurrección con la esperanza cierta de la felicidad eterna. Por
nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
El pueblo había quedado impresionado porque Pedro y Juan habían
curado a un tullido. Piensan que lo hacen por su propio poder; sin
embargo, en el pasaje de hoy ellos aclaran de dónde viene esa fuerza
sanadora. ¡Escuchemos!
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 3, 13-15.17-19
En aquellos días, Pedro dijo a la gente: «El Dios de Abra-
hán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, el Dios de nuestros
padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que ustedes entrega-
58
DOMINGO
abril 14
ron y rechazaron ante Pilato, cuando había decidido soltarlo.
Ustedes rechazaron al santo, al justo, y pidieron el indulto de
un asesino; ustedes mataron al autor de la vida, pero Dios lo
resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos. Sin
embargo, hermanos, sé que lo hicieron por ignorancia, de la
misma manera que sus autoridades; pero Dios cumplió de esta
manera lo que había dicho por los profetas, que su Mesías tenía
que padecer. Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse, para que
se borren sus pecados».
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, señor.
Salmo responsorial Sal 4, 2.7.9
R. Haz brillar sobre nosotros el resplandor de tu rostro.
Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor mío; tú que en
el aprieto me diste anchura, ten piedad de mí y escucha mi
oración. R.
Hay muchos que dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha, si la luz
de tu rostro ha huido de nosotros?».R.
En paz me acuesto y enseguida me duermo, porque tú solo,
Señor, me haces vivir tranquilo.R.
Segunda lectura
Frente a nuestras debilidades, tenemos ante Dios un abogado com-
pasivo, nos dice san Juan. Pero decir que amamos al Señor no se limita
solo a palabras. ¡Escuchemos!
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2, 1-5a
Hijos míos, les escribo esto para que no pequen. Pero, si
alguno peca, tenemos un abogado ante el Padre: a Jesucristo,
el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no
solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
En esto sabemos que lo conocemos: en que guardamos sus
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14 DOMINGO
abril
III domingo de Pascua
3.a semana del Salterio
60
DOMINGO
abril 14
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 24, 35-48
Oración universal
Pidamos a Dios que por los méritos de Jesús venga en nuestra
ayuda y nos enseñe a vivir como hijos de la luz. Digamos juntos:
R. Que brille tu luz y nos salve.
1. Para que la Iglesia viva su fe en Dios y lo manifieste en el amor
y compromiso con la humanidad entera. Oremos al Señor.R.
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14 DOMINGO
abril
III domingo de Pascua
3.a semana del Salterio
62
abril
Lunes 15 de abril
III SEMANA DE PASCUA
3.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
La primera lectura de hoy nos presenta al diácono Esteban, quien,
además del servicio dentro de la comunidad, asume la labor de anun-
ciar la Buena Noticia, pero esto le acarrea también persecuciones,
como a los apóstoles.
En el evangelio, la gente que participó en la multiplicación de los
panes parte, de nuevo, en busca de Jesús, pero Él les muestra un ali-
mento todavía mayor: Él mismo y su proyecto del Reino, el alimento
que concede la vida plena.
Señor, que el alimento de tu cuerpo nos ayude a ser mejores testigos
de tu proyecto de amor, justicia y compasión.
Antífona de entrada
Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas y
se dignó morir por su rebaño. Aleluya.
Oración colecta
Te pedimos, Dios todopoderoso, que, despojándonos del
hombre viejo con sus inclinaciones, vivamos en la obediencia de
Aquel a quien nos has incorporado por los sacramentos pascua-
les. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 6, 8-15
En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba
grandes prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos
de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Ale-
jandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no
lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que habla-
ba. Entonces indujeron a unos que asegurasen: «Le hemos oído
palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios». Alborotaron al
pueblo, a los ancianos y a los escribas, y, viniendo de improviso,
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15 LUNES
abril
III semana de Pascua
3.a semana del Salterio
64
LUNES
abril 15
cerca del sitio donde habían comido el pan después que el Señor
había dado gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discí-
pulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca
de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo has venido aquí?». Jesús les contestó: «En ver-
dad, en verdad les digo: me buscan no porque han visto signos,
sino porque comieron pan hasta saciarse. Trabajen no por el
alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la
vida eterna, el que les dará el Hijo del Hombre; pues a este lo ha
sellado el Padre, Dios». Ellos le preguntaron: «Y, ¿qué tenemos
que hacer para realizar las obras de Dios?». Respondió Jesús: «La
obra de Dios es esta: que crean en el que Él ha enviado».
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las ofrendas
Suban hasta ti, Señor, nuestras súplicas con la ofrenda del sa-
crificio, para que, purificados por tu bondad, nos preparemos para
el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 14, 27
La paz les dejo, mi paz les doy; no se la doy yo como la da el
mundo, dice el Señor. Aleluya.
Oración después de la comunión
Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de
Jesucristo nos has renovado para la vida eterna, multiplica en
nosotros los frutos del misterio pascual e infunde en nuestros
corazones la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
65
abril Martes 16 de abril
III SEMANA DE PASCUA
3.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
Hoy leemos el desenlace del conflicto entre Esteban y un sector del
pueblo judío. La verdad, a veces, resulta dura, es más fácil consolarnos
con mentiras o autoengaños. Por eso, terminan ajusticiando a Esteban,
pero él se entrega al martirio ofreciendo perdón a sus verdugos, como
Jesús desde la cruz.
En el evangelio, prosigue el diálogo entre Jesús y el pueblo acerca
del pan auténtico. ¿Dónde encontrarlo? Jesús nos revela que Él mismo
(su persona y su proyecto) es ese pan que tanto buscamos; entonces,
por fin, podremos saciar toda hambre y toda sed.
Señor Jesús, danos siempre de tu pan para que unidos a ti
podamos obrar de acuerdo con tu Evangelio.
66
MARTES
abril 16
ustedes lo han traicionado y asesinado; ustedes recibieron la
ley por mediación de ángeles y no la han observado». Oyendo
sus palabras se recomían en sus corazones y rechinaban los
dientes de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijando la
mirada en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a
la derecha de Dios, y dijo: «Veo los cielos abiertos y al Hijo
del Hombre de pie a la derecha de Dios». Dando un grito
estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se
abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se
pusieron a apedrearlo. Los testigos dejaron sus capas a los pies
de un joven llamado Saulo y se pusieron a apedrear a Esteban,
que repetía esta invocación: «Señor Jesús, recibe mi espíritu».
Luego, cayendo de rodillas y clamando con voz potente, dijo:
«Señor, no les tengas en cuenta este pecado». Y, con estas pa-
labras, murió. Saulo aprobaba su ejecución.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 30, 3-4.6-8.17.21
R . En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Sé la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve, tú que eres
mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y guíame.R.
A tus manos encomiendo mi espíritu: Tú, el Dios leal, me librarás;
yo confío en el Señor. Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría.R.
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericor-
dia. En el asilo de tu presencia los escondes de las conjuras
humanas.R.
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16 MARTES
abril
III semana de Pascua
3.a semana del Salterio
68
Miércoles 17 de abrilabril
III SEMANA DE PASCUA
3.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
Uno de los encargos de Jesús resucitado a sus discípulos había sido
que difundieran el Evangelio hasta los confines del mundo. Es curioso
que este encargo misionero justamente comenzará a raíz de una
persecución generalizada a la naciente Iglesia de Jerusalén. Algunas
tragedias son, a veces, el inicio de algo completamente nuevo.
En el evangelio de hoy, Jesús nos muestra que Él es el pan bajado
del cielo, venido del seno del Padre para realizar no su propia voluntad,
sino la de Aquel que lo envió. Por eso, acoger al Hijo significa abrir
nuestra vida a los designios de Dios para cada uno de sus hijos.
Padre nuestro, danos nuestro pan de cada día
para que podamos hacer siempre tu voluntad.
69
17 MIÉRCOLES
abril
III semana de Pascua
3.a semana del Salterio
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MIÉRCOLES
abril 17
me dio, sino que lo resucite en el último día. Esta es la voluntad
de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en Él tenga vida
eterna, y yo lo resucitaré en el último día».
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las ofrendas
Concédenos, Señor, alegrarnos siempre por estos misterios
pascuales y que la actualización continua de tu obra redentora
sea para nosotros fuente de gozo incesante. Por Jesucristo, nues-
tro Señor.
Antífona de comunión
Ha resucitado el Señor e ilumina a los que hemos sido redi-
midos con su sangre. Aleluya.
Oración después de la comunión
Escucha, Señor, nuestras oraciones para que el santo intercam-
bio de nuestra redención nos sostenga durante la vida presente y
nos dé las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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abril Jueves 18 de abril
III SEMANA DE PASCUA
3.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
En la primera lectura, san Lucas nos narra cómo el Evangelio se
va difundiendo. A partir de la pequeña comunidad de Jerusalén, se
expande, primero, a Judea y Samaria y, ahora, bajo la inspiración del
Espíritu Santo, abre sus puertas hacia los demás pueblos del mundo
con el Bautismo de un extranjero, un etíope.
Por otra parte, Jesús, en el evangelio, nos recuerda que la fe no
es solo una cualidad humana, sino un don del Padre, ¿pero estamos
dispuestos a acoger su gracia? Jesús no nos pide un sí intelectual, sino
un sí con la vida, es decir, acoger y poner en práctica su proyecto de
donación y búsqueda del bien del prójimo.
Padre de bondad, regálanos el don de la fe y la perseverancia
para que podamos seguir a tu Hijo con fidelidad.
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JUEVES
abril 18
a Jerusalén para adorar. Iba de vuelta, sentado en su carroza,
leyendo al profeta Isaías. El Espíritu dijo a Felipe: «Acércate y
pégate a la carroza». Felipe se acercó corriendo, le oyó leer el
profeta Isaías, y le preguntó: «¿Entiendes lo que estás leyendo?».
Contestó: «Y cómo voy a entenderlo si nadie me guía?». E invitó
a Felipe a subir y a sentarse con él.
El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era este: «Como
cordero fue llevado al matadero, como oveja muda ante el es-
quilador, así no abre su boca. En su humillación no se le hizo
justicia. ¿Quién podrá contar su descendencia? Pues su vida
ha sido arrancada de la tierra». El eunuco preguntó a Felipe:
«Por favor, ¿de quién dice esto el profeta?; ¿de él mismo o de
otro?». Felipe se puso a hablarle y, tomando píe de este pasaje,
le anunció la Buena Nueva de Jesús. Continuando el camino,
llegaron a un sitio donde había agua, y dijo el eunuco: «Mira,
agua. ¿Qué dificultad hay en que me bautice?». Mandó parar la
carroza, bajaron los dos al agua, Felipe y el eunuco, y lo bautizó.
Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe.
El eunuco no volvió a verlo, y siguió su camino lleno de alegría.
Felipe se encontró en Azoto y fue anunciando la Buena Nueva en
todos los poblados hasta que llegó a Cesarea.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 65, 8-9.16-17.20
R . Aclama al Señor, tierra entera.
Bendigan, pueblos, a nuestro Dios, hagan resonar sus alabanzas,
porque Él nos ha devuelto la vida y no dejó que tropezaran
nuestros pies.R.
Los que temen a Dios, vengan a escuchar, les contaré lo que ha
hecho conmigo: a él gritó mi boca y lo ensalzó mi lengua.R.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica ni me retiró su favor.R.
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18 JUEVES
abril
III semana de Pascua
3.a semana del Salterio
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Viernes 19 de abril abril
III SEMANA DE PASCUA
3.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
Pablo era uno de los cabecillas de la persecución contra los
cristianos. Sin embargo, en una de sus correrías, el Señor lo sorprende
en el camino y le da un giro completo a su vida. Las sendas de Dios
para llegar a nosotros, en ocasiones, son inesperadas.
Una sorpresa similar causa Jesús en sus interlocutores cuando les
pide que coman su carne y beban su sangre. Un lenguaje realmente
extraño, pero en sí es una invitación a asimilar a cabalidad la persona
de Jesús y su proyecto. ¿Estamos, realmente, dispuestos a ello?
Padre bueno, ablanda nuestras resistencias
para que dejemos a Jesús entrar en nuestras vidas.
Antífona de entrada Ap 5, 12
Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza,
la sabiduría, la fuerza y el honor. Aleluya.
Oración colecta
Dios todopoderoso, concédenos, a los que hemos conocido
la gracia de la resurrección del Señor, resucitar a la vida nueva
por el amor del Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 9, 1-20
En aquellos días, Saulo, respirando todavía amenazas de muer-
te contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote
y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, autorizándolo
a traerse encadenados a Jerusalén a los que descubriese que
pertenecían al Camino, hombres y mujeres. Mientras caminaba,
cuando ya estaba cerca de Damasco, de repente una luz celestial
lo envolvió con su resplandor. Cayó a tierra y oyó una voz que le
decía: «Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?». Dijo él: «¿Quién eres,
Señor?». Respondió: «Soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levánta-
te, entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que tienes que hacer». Sus
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19 VIERNES
abril
III semana de Pascua
3.a semana del Salterio
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VIERNES
abril 19
Aclamación antes del Evangelio Jn 6, 56
Aleluya. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y
yo en él —dice el Señor—. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 52-59
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abril Sábado 20 de abril
III SEMANA DE PASCUA
3.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
Luego de un lapso de violentas persecuciones, llega, por fin, un
tiempo de paz y calma para la Iglesia, la cual sigue creciendo bajo la
fuerza e inspiración del Espíritu Santo. Así, la primera lectura de hoy,
relata cómo los signos que realiza Pedro despiertan la fe de muchos.
En el evangelio de hoy, vemos que a los discípulos también les re-
sultaba difícil el lenguaje de Jesús, es decir, hacer propio su camino de
vida que pasa por la cruz, por la entrega de uno mismo. Sin embargo,
este es el trayecto que conduce a la vida plena.
Señor, danos un espíritu decidido para que sepamos acoger
tu camino que nos conduce a la vida que no tiene fin.
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SÁBADO
abril 20
y arregla tu lecho». Se levantó inmediatamente. Lo vieron todos
los vecinos de Lida y de Sarón, y se convirtieron al Señor. Había
en Jafa una discípula llamada Tabita, que significa Gacela. Tabita
hacía infinidad de obras buenas y de limosnas. Por entonces
cayó enferma y murió. La lavaron y la pusieron en la sala de
arriba. Como Lida está cerca de Jafa, al enterarse los discípulos
de que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres a rogarle: «No
tardes en venir a nosotros». Pedro se levantó y se fue con ellos.
Al llegar, lo llevaron a la sala de arriba, y se le presentaron todas
las viudas, mostrándole con lágrimas los vestidos y mantos que
hacía Gacela mientras estuvo con ellas. Pedro, mandando salir
fuera a todos, se arrodilló, se puso a rezar y, volviéndose hacia
el cuerpo, dijo: «Tabita, levántate». Ella abrió los ojos y, al ver a
Pedro, se incorporó. Él, dándole la mano, la levantó y, llamando
a los santos y a las viudas, la presentó viva. Esto se supo por todo
Jafa, y muchos creyeron en el Señor.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 115, 12-17
R. ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la
copa de la salvación, invocando el nombre del Señor.R
Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo.
Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles.R
Señor, yo soy tu siervo, siervo tuyo, hijo de tu esclava: rompiste
mis cadenas. Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando el
nombre del Señor.R
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20 SÁBADO
abril
III semana de Pascua
3.a semana del Salterio
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Domingo 21 de abrilabril
IV DOMINGO DE PASCUA
4.a semana del Salterio - Blanco
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21 DOMINGO
abril
IV domingo de Pascua
4.a semana del Salterio
afectiva entre el pastor y sus ovejas. El pastor llamaba a cada una por
su nombre y ellas reconocían su voz. Por eso, Jesús se compara con
el buen pastor que guía, protege, alimenta a su pueblo (cf. Sal 80, 2).
Mas que salir en busca de la oveja perdida, descarriada, el evange-
lio de hoy nos presenta al buen pastor como el luchador que, a costa
de su propia vida, se enfrenta a cualquiera que ponga en peligro el
rebaño. El calificativo bueno no se refiere aquí a sentimientos; no
significa «tierno, amable», sino «verdadero», «auténtico», «valiente».
Jesús es el verdadero pastor, un pastor tan apasionadamente ligado
a sus ovejas que está dispuesto a sacrificar su vida por ellas. Para
dar mayor énfasis a la imagen, Jesús la contrapone con la figura del
asalariado (vv. 12-13). Este solamente cuida las ovejas por la paga,
no tiene un vínculo personal con ellas. Si se presenta un peligro
grave, huye; no siente el compromiso de arriesgar su vida.
La imagen del Buen Pastor no se refiere solo a aquellos que ejer-
cen en la Iglesia el ministerio de la autoridad, sino a todo cristiano.
Cada discípulo debe tener un corazón de verdadero pastor, debe
cultivar la generosidad incondicional del Maestro hacia todas las
personas. Por el contrario, quien tiene corazón de asalariado se
dedica únicamente a cumplir sus funciones, nada más. Para él es un
deber, no un compromiso.
Quien tiene un corazón como el de Jesús no es un calculador, no
se pregunta hasta dónde llegan sus derechos y dónde terminan sus
deberes. Sigue una única ley: el amor «loco» por la persona humana.
El amor no conoce confines, no se detiene ante ningún obstáculo,
ningún riesgo, ningún sacrificio. Quién no ama como Cristo, no
entenderá nunca sus opciones y propuestas; lo tendrá por soñador,
iluso, imprudente, temerario.
Escanea el QR o digital el enlace para ver el video o PDF del
comentario al evangelio de hoy:
https://libreriapaulinasonline.com/lecturas_dominicales_b25.jsp
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DOMINGO
abril 21
Monición general
Si bien la experiencia de la cruz atemorizó a los discípulos de Jesús
y Pedro incluso lo negó tres veces, el encuentro con el Resucitado lo
cambió todo. Ahora ellos se transforman en testigos valerosos del
Evangelio, incluso ante los jefes del pueblo que los hostilizan. Algo
grande había pasado, ya no son los mismos porque, como nos lo dice
el pasaje del evangelio de hoy, habían descubierto en Jesús al buen
pastor que da la vida por sus ovejas. Es así como nos ha manifestado
que todos somos hijos de Dios y aún falta por revelarse lo que seremos
en el futuro.
Señor Jesús, alimenta nuestra confianza, nuestra fe en ti
porque desde tu cruz nos has mostrado cómo y cuánto nos amas.
Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno, condúcenos a la asamblea gozosa
del cielo, para que la debilidad del rebaño llegue hasta donde le
ha precedido la fortaleza del Pastor. Él, que vive y reina contigo.
Primera lectura
Como en el caso de Jesús, sus discípulos también experimentaron
pronto la oposición de los jefes del pueblo. Pero, animados por la fuer-
za del Espíritu, supieron ser testigos valientes del Resucitado también
ante ello. ¡Escuchemos!
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 4, 8-12
En aquellos días, Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: «Jefes
del pueblo y ancianos: hoy ha quedado sano un hombre enfer-
mo, y nos preguntan en nombre de quién se ha realizado esta
curación; pues sepan todos ustedes y todo el pueblo de Israel
que ha sido en nombre de Jesucristo Nazareno, a quien ustedes
crucificaron y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por
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21 DOMINGO
abril
IV domingo de Pascua
4.a semana del Salterio
Segunda lectura
En su Hijo Jesús, Dios nos ha revelado que todos somos hijos
suyos, pero su promesa incluso es mayor que esta, nos dice san Juan
porque seremos semejante a Él. ¡Escuchemos!
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3, 1-2
Queridos hermanos: Miren qué amor nos ha tenido el Padre
para llamarnos hijos de Dios; y en verdad ¡lo somos! El mundo
no nos conoce porque no lo conoció a Él. Queridos, ahora so-
mos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos.
Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a Él,
porque lo veremos tal cual es.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
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DOMINGO
abril 21
Aclamación antes del Evangelio Jn 10, 14
Aleluya. Yo soy el buen Pastor —dice el Señor—, conozco mis
ovejas, y las mías me conocen. Aleluya.
Santo Evangelio
Las múltiples decepciones por los dirigentes que no hacen más
que buscar su propio beneficio nos llevan a preguntarnos si algún día
tendremos algún pastor auténtico. Pero el evangelio de hoy nos dice
dónde buscarlo. ¡Escuchemos!
Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 11-18
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21 DOMINGO
abril
IV domingo de Pascua
4.a semana del Salterio
Monición general
En la ciudad de Cesarea, Pedro confirma que la Buena Noticia de
Jesús no hace acepción de personas, que está abierta también a los
gentiles (los no judíos). Su experiencia ayuda a derribar las barreras
mentales que aún tenían gran parte de los primeros cristianos, todos
de origen judío hasta entonces.
Jesús hace realidad las promesas de un pastor auténtico para su
pueblo, del que hablaban los profetas. Por eso, en el evangelio de
hoy, emplea esta imagen para describir la relación que establece con
nosotros, sus discípulos.
Señor Jesús, concédenos escuchar siempre tu voz
para que podamos amarte de verdad y seguirte sin limitaciones.
Antífona de entrada Rm 6, 9
Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere
más; la muerte ya no tiene dominio sobre Él. Aleluya.
Oración colecta
Oh, Dios, luz perfecta de los santos, que nos has concedido
celebrar en la tierra los sacramentos pascuales, haznos gozar eter-
namente de la plenitud de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 11, 1-18
En aquellos días, los apóstoles y los hermanos de Judea se
enteraron de que también los gentiles habían recibido la Palabra
de Dios. Cuando Pedro subió a Jerusalén, los de la circuncisión
le dijeron en son de reproche: «Has entrado en casa de incir-
cuncisos y has comido con ellos». Pedro entonces comenzó a
exponerles los hechos por su orden, diciendo: «Estaba yo orando
en la ciudad de Jafa, cuando tuve en éxtasis una visión: una es-
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22 LUNES
abril
IV semana de Pascua
4.a semana del Salterio
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LUNES
abril 22
Envía tu luz y tu verdad: que ellas me guíen y me conduzcan
hasta tu monte santo, hasta tu morada.R.
Me acercaré al altar de Dios, al Dios de mi alegría, y te daré gra-
cias al son de la cítara, Dios, Dios mío.R.
Aclamación antes del Evangelio Jn 10, 14
Aleluya. Yo soy el Buen Pastor —dice el Señor—, que conozco a
mis ovejas, y las mías me conocen. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 1-10
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús: «En verdad, en verdad les digo:
el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que
salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra
por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las
ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus
ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina
delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz.
A un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no
conocen la voz de los extraños». Jesús les puso esta comparación,
pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Je-
sús: «En verdad, en verdad les digo: yo soy la puerta de las ovejas.
Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos;
pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre
por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El
ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he
venido para que tengan vida y la tengan en abundancia».
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, las ofrendas de tu Iglesia exultante y, a quien
diste motivo de tanto gozo, concédele disfrutar de la alegría
eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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22 LUNES
abril
IV semana de Pascua
4.a semana del Salterio
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Martes 23 de abril abril
IV SEMANA DE PASCUA
Santos Jorge y Adalberto (ML) - 4.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
En Antioquía prosigue la expansión de la Buena Noticia hacia
los gentiles, esta vez con los de habla griega. El Evangelio no conoce
fronteras, como las diferencias culturales, la división de naciones o
cualquier otra. Guiados por el Espíritu, los primeros cristianos fueron
descubriendo esto poco a pocos.
En el evangelio, por su parte, vemos que un grupo de personas le
exige a Jesús que les revele, de una vez por todas, su identidad, pero
¿cambiará algo con eso? El Maestro les señala que tienen allí sus obras,
las cuales atestiguan con claridad quién es Él si, de verdad, se quiere ver.
Ablanda nuestros corazones, Señor Jesús, para que dejemos de lado
cualquier excusa y permitamos a tu Palabra germinar en nuestras vidas.
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23 MARTES
abril
IV semana de Pascua
4.a semana del Salterio
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Santos Jorge y Adalberto
Memoria libre
MARTES
abril 23
cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo
francamente». Jesús les respondió: «Se lo he dicho, y no creen; las
obras que yo hago en nombre de mi Padre, esas dan testimonio
de mí. Pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis
ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y
yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las
arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado es más que
todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi
Padre. Yo y el Padre somos uno».
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor.
Oración sobre las ofrendas
Concédenos, Señor, alegrarnos siempre por estos misterios
pascuales, y que la actualización continua de tu obra redentora
sea para nosotros fuente de gozo incesante. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Antífona de comunión Lc 24, 46.26
Era necesario que el Mesías padeciera y resucitara de entre los
muertos, para así entrar en su gloria. Aleluya.
Oración después de la comunión
Escucha, Señor, nuestras oraciones para que el santo intercam-
bio de nuestra redención nos sostenga durante la vida presente y
nos dé las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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Miércoles
abril 24 de abril
IV SEMANA DE PASCUA
San Fidel de Sigmaringa (ML) - 4.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
Guiada por el Espíritu Santo, la comunidad emprende un paso
más: envía a Pablo y Bernabé en una misión a las ciudades de Asia
Menor. Fijémonos cómo toman las decisiones: la iniciativa surge
en un clima de oración y por consenso comunitario, no solo por un
impulso individual.
Por otro lado, Jesús, como enviado del Padre, nos trae el don de
la vida plena, pero no todos están dispuestos a aceptarlo. ¿Quedan
sujetos a la condena del Señor, entonces? Solemos imaginar eso,
pero Jesús nos recuerda que Él no desfallece en ofrecernos su amor
y misericordia.
Señor Jesús, tú, que no has venido a condenar al mundo,
haz que también nosotros seamos instrumentos de tu amor.
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San Fidel de Sigmaringa
Memoria libre
MIÉRCOLES
abril 24
día que estaban celebrando el culto al Señor y ayunaban, dijo el
Espíritu Santo: «Apártenme a Bernabé y a Saulo para la obra a
que los he llamado». Entonces, después de ayunar y orar, les im-
pusieron las manos y los enviaron. Con esta misión del Espíritu
Santo, bajaron a Seleucia y de allí zarparon para Chipre. Llegados
a Salamina, anunciaron la Palabra de Dios en las sinagogas de
los judíos.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 66, 2-3.5-6.8
R . Oh, Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre
nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu
salvación.R.
Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con
justicia y gobiernas las naciones de la tierra.R.
Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te
alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines
del orbe.R.
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24 MIÉRCOLES
abril
IV semana de Pascua
4.a semana del Salterio
96
abril
Jueves 25 de abril
SAN MARCOS, evangelista (F)
IV semana de Pascua - Propio del Salterio - Rojo
Monición general
Hoy celebramos la fiesta de san Marcos, autor del segundo Evange-
lio. La tradición, como menciona la primera lectura, lo recuerda como
compañero del apóstol Pedro. Junto a él, compartió el mandato del
Señor de llevar la Buena Noticia al mundo entero.
Su voz y su experiencia de Jesús ha llegado hasta nosotros a través
de su Evangelio y nos anima a continuar la misión de seguir haciendo
nuevos discípulos de Jesús por medio de nuestro testimonio de vida.
Padre bueno, que nuestra vida sea un signo que atraiga
nuevos discípulos de tu Hijo a la Iglesia.
Oración colecta
Oh, Dios, que enalteciste a tu evangelista san Marcos con la
gracia de la predicación evangélica, concédenos aprovechar de
tal modo sus enseñanzas que sigamos con fidelidad las huellas
de Cristo. Él, que vive y reina contigo.
Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 5, 5b-14
Queridos hermanos: Tengan sentimientos de humildad unos
con otros, porque Dios resiste a los soberbios, pero da su gracia
a los humildes. Inclínense, pues, bajo la mano poderosa de
Dios, para que, a su tiempo, los ensalce. Descarguen en Él todo
su agobio, que Él se interesa por ustedes. Sean sobrios, estén
alerta, que su enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda
buscando a quién devorar. Resistidle firmes en la fe, sabiendo
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25 JUEVES
abril
IV semana de Pascua
4.a semana del Salterio
que sus hermanos en el mundo entero pasan por los mismos su-
frimientos. Tras un breve padecer, el mismo Dios de toda gracia,
que les ha llamado en Cristo a su eterna gloria, los restablecerá,
los afianzará, los robustecerá. Suyo es el poder por los siglos.
Amén. Les he escrito esta breve carta por mano de Silvano, al
que tengo por hermano fiel, para exhortarles y atestiguarles
que esta es la verdadera gracia de Dios. Manténgase en ella. Les
saluda la comunidad de Babilonia, y también Marcos, mi hijo.
Salúdense entre ustedes con el beso del amor fraterno. Paz a
todos ustedes, los cristianos.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 88, 2-3.6-7.16-17
R. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fi-
delidad por todas las edades. Porque dije: «Tu misericordia es un
edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad». R.
El cielo proclama tus maravillas, Señor, y tu fidelidad es la asam-
blea de los ángeles. ¿Quién sobre las nubes se compara a Dios?
¿Quién como el Señor entre los seres divinos?R.
Dichoso el pueblo que sabe aclamarte: caminará, oh, Señor, a
la luz de tu rostro; tu nombre es su gozo cada día, tu justicia es
su orgullo.R.
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San Marcos, evangelista
Fiesta
JUEVES
abril 25
creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a
creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos
signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas
nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno
mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos,
y quedarán sanos». Después de hablarles, el Señor Jesús subió al
cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar
el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando
la Palabra con las señales que los acompañaban.
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las ofrendas
Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza, celebrando
la gloria de san Marcos, y te pedimos humildemente que la
predicación evangélica se mantenga siempre en tu Iglesia. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Mt 28, 20
Sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el final
de los tiempos, dice el Señor. Aleluya.
Oración después de la comunión
Te pedimos, Dios todopoderoso, que nos santifique el don
recibido de tu santo altar y nos fortalezca en la fe del Evangelio
que san Marcos predicó. Por Jesucristo, nuestro Señor.
99
JUEVES
Valoremos
enero la santidad
enero
100
Viernes 26 de abril abril
IV SEMANA DE PASCUA
4.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
En cada ciudad donde llegaban, Pablo y Bernabé acudían primero
a anunciar la Buena Noticia en las sinagogas, es decir, a sus hermanos
judíos, como vemos en la primera lectura. Luego, recién predicaban
para los gentiles, sobre todo, si eran rechazados por los primeros.
El evangelio de hoy está tomado del extenso discurso de despedida
de Jesús narrado por san Juan. ¿Qué significaba aquella partida para sus
discípulos? ¿Los estaba dejando solos? Esas son las mismas cuestiones
que nos planteamos hoy, pero Jesús nos recuerda que todos, junto a
Él, tenemos un lugar en la casa del Padre.
Gracias, Señor Jesús, porque tú no nos abandonas,
tú eres nuestro camino al Padre.
101
26 VIERNES
abril
IV semana de Pascua
4.a semana del Salterio
bras de los profetas que se leen los sábados, pero las cumplieron
al condenarlo. Y, aunque no encontraron nada que mereciera la
muerte, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar. Y, cuando
cumplieron todo lo que estaba escrito de Él, lo bajaron del ma-
dero y lo enterraron. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos.
Durante muchos días, se apareció a los que habían subido con
Él de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos ante el
pueblo. También nosotros les anunciamos la Buena Noticia de
que la promesa que Dios hizo a nuestros padres, nos la ha cum-
plido a nosotros, sus hijos, resucitando a Jesús. Así está escrito en
el salmo segundo: “Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy”».
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 2, 6-11
R. Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.
«Yo mismo he establecido a mi Rey en Sion, mi monte santo».
Voy a proclamar el decreto del Señor; Él me ha dicho: «Tú eres mi
hijo: yo te he engendrado hoy».R.
«Pídemelo: te daré en herencia las naciones; en posesión, los
confines de la tierra: los gobernarás con cetro de hierro, los que-
brarás como jarro de loza».R.
Y ahora, reyes, sean sensatos; escarmienten, los que rigen la tierra:
sirvan al Señor con temor, ríndanle homenaje temblando.R.
102
VIERNES
abril 26
Padre hay muchas moradas; si no, se lo habría dicho, porque me
voy a prepararles un lugar. Cuando vaya y les prepare un lugar,
volveré y los llevaré conmigo, para que donde estoy yo estén
también ustedes. Y adonde yo voy, ya saben el camino». Tomás
le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber
el camino?». Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la
vida. Nadie va al Padre sino por mí».
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las ofrendas
Acoge, Señor, con bondad las ofrendas de tu familia, para que,
bajo tu protección, no pierda los dones ya recibidos y alcance los
eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Rm 4, 25
Cristo, nuestro Señor, fue entregado por nuestros pecados y
resucitó para nuestra justificación. Aleluya.
Oración después de la comunión
Guarda, Señor, con tu amor constante a los que has salvado,
para que los redimidos por la pasión de tu Hijo se alegren con
su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
103
abril Sábado 27 de abril
SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO, obispo (S/F)
IV semana de Pascua - 4.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
En el Perú celebramos hoy la fiesta de santo Toribio de Mogrovejo,
el segundo arzobispo de Lima. Él supo hacer vida la Palabra de Dios que
escuchamos hoy. Fue solícito al llamado de Dios como el profeta Isaías,
aunque siempre con humildad. Se destacó, asimismo, como un gran
misionero, que hizo realidad el mandato de Jesús de hacer discípulos
suyos entre todos los pueblos. De hecho, la muerte lo sorprendió
en una de sus tantas giras pastorales. Dejemos que su ejemplo nos
infunda ánimo para seguir llevando el Evangelio por todo el mundo.
Señor, infunde también en nosotros el celo apostólico
que diste a tu hijo santo Toribio.
Antífona de entrada Ez 34, 11.23-24
Buscaré a mis ovejas, dice el Señor, y suscitaré un pastor que
las apaciente: yo, el Señor, seré su Dios.
Se dice el gloria.
Oración colecta
Señor, tú has querido fortalecer tu Iglesia en América median-
te los trabajos apostólicos y el celo por la verdad de tu obispo
santo Toribio; concede al pueblo a ti consagrado crecer constan-
temente en la fe y dar auténticos frutos de santidad. Por nuestro
Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías 6, 1-8
El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado sobre
un trono alto y excelso: la orla de su manto llenaba el templo.
Y vi serafines en pie junto a Él, cada uno con seis alas: con dos
alas se cubrían el rostro, con dos alas se cubrían el cuerpo, con
dos alas se cernían. Y se gritaban uno a otro, diciendo: «¡Santo,
santo, santo, el Señor de los ejércitos, la tierra está llena de su
gloria!». Y temblaban los umbrales de las puertas al clamor de su
104
Santo Toribio de Mogrovejo
Solemnidad/Fiesta
SÁBADO
abril 27
voz, y el templo estaba lleno de humo. Yo dije: «¡Ay de mí, estoy
perdido! Yo, hombre de labios impuros, que habito en medio de
un pueblo de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey y Se-
ñor de los ejércitos». Y voló hacia mí uno de los serafines, con un
ascua en la mano, que había cogido del altar con unas tenazas;
la aplicó a mi boca y me dijo: «Mira: esto ha tocado tus labios,
ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado». Entonces
escuché la voz del Señor, que decía: «¿A quién mandaré? ¿Quién
irá por mí?». Contesté: «Aquí estoy, mándame».
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 116, 1-2
R. Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio.
Alaben al Señor, todas las naciones, aclámenlo, todos los
pueblos.R.
Firme es su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por
siempre.R.
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los Corintios 4, 1-5
Hermanos: Que la gente solo vea en nosotros servidores de
Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un
administrador, lo que se busca es que sea fiel. Para mí, lo de
menos es que me pidan cuentas ustedes o un tribunal humano;
ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me
remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el
Señor. Así, pues, no juzguen antes de tiempo: dejen que venga
el Señor. Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al
descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibi-
rá la alabanza de Dios.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
105
27 SÁBADO
abril
IV semana de Pascua
4.a semana del Salterio
106
SÁBADO
abril 27
En otros lugares
IV SEMANA DE PASCUA
4.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
Como en Judea, el anuncio del Evangelio en las ciudades griegas
también estuvo marcado por dificultades. Pablo y Bernabé afrontan
una férrea oposición de un grupo de judíos de Antioquía de Pisidia. No
obstante, eso no impidió que formaran una pequeña comunidad de
discípulos.
En el evangelio de hoy, parece que los discípulos tampoco terminan
de entender que Jesús es el rostro del Padre: lo que Él hace y dice es
lo que el Padre le ha mostrado. ¿De verdad confiamos en que al ver a
Jesús estamos viendo a Dios mismo?
Señor Jesús, ayúdame a reconocer al Padre en tus palabras y acciones,
que son revelación de su misericordia en favor de la humanidad sufriente.
Antífona de entrada 1 P 2, 9
Pueblo adquirido por Dios, anuncien las proezas del que los
llamó de las tinieblas a su luz maravillosa. Aleluya.
Oración colecta
Oh, Dios, que en la solemnidad de la Pascua has dado al
mundo los auxilios del cielo, continúa dispensando el perdón
a tu Iglesia, para que lo realizado en el tiempo nos sirva para la
vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 13, 44-52
El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra
del Señor. Al ver el gentío, los judíos se llenaron de envidia y res-
pondían con blasfemias a las palabras de Pablo. Entonces Pablo
y Bernabé dijeron con toda valentía: «Teníamos que anunciarles
107
27 SÁBADO
abril
IV semana de Pascua
4.a semana del Salterio
108
SÁBADO
abril 27
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 7-14
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si me conocie-
ran a mí, conocerían también a mi Padre. Ahora ya lo conocen
y lo han visto». Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos
basta». Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con ustedes, ¿y no
me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre.
¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy
en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo les digo no lo hablo por
cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, Él mismo hace
las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si
no, crean a las obras. En verdad, en verdad les digo: el que cree
en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores,
porque yo me voy al Padre. Y lo que pidan en mi nombre, yo lo
haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me piden
algo en mi nombre, yo lo haré».
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las ofrendas
Te pedimos, Señor, que, en tu bondad, santifiques estos dones,
aceptes la ofrenda de este sacrificio espiritual y nos transformes
en oblación perenne. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 17, 24
Padre, este es mi deseo: que los que me has dado estén conmigo
donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste. Aleluya.
Oración después de la comunión
Señor, después de recibir el don sagrado del sacramento, te
pedimos humildemente que nos haga crecer en el amor lo que
tu Hijo nos mandó realizar en memoria suya. Él, que vive y reina
por los siglos de los siglos.
109
abrilDomingo 28 de abril
V DOMINGO DE PASCUA
1.ª semana del Salterio - Blanco
110
DOMINGO
abril 28
los brotes débiles para favorecer los mejores. La interpretación más
inmediata de estas imágenes puede conducir a la tristeza; parece, de
hecho, una grave amenaza a los sarmientos muertos o improducti-
vos, que podrían representar a los cristianos tibios o incoherentes
con su propia fe. Su destino sería el fuego: Si uno no permanece en
mí, lo tirarán afuera como el sarmiento y se secará: los toman, los echan
al fuego y se queman (v. 6).
Es una interpretación engañosa y opuesta a la predilección de
Dios por los más débiles. Podar y cortar no son imágenes de repre-
salias, sino de la premura de Dios en favor de todo ser humano, de
todo discípulo. El hecho de estar incorporados a Cristo —ya sea por
acción directa del Espíritu, como sucede con quienes no han sido
bautizados, ya sea por el renacer desde «el agua y el Espíritu» como
es el caso de los cristianos— no nos dispone a producir automáti-
camente fruto. Las ramas secas no representan a individuos que se
comportan de manera poco edificante, sino a las miserias, las infide-
lidades al Evangelio, las debilidades, los pequeños y grandes pecados
presentes incluso en el mejor de los discípulos. Nadie es inmune;
todo el mundo tiene una constante necesidad de purificación.
Más que andar buscando «ramas secas» en otros, esta parábola es
una invitación a la autoconciencia, a mirarnos a nosotros mismos
y ver cuáles son aquellos sarmientos estériles que necesitamos que
Dios nos ayude a podar. No es una amenaza, más bien es un llama-
do a fiarnos de la fuerza del Señor que puede limpiarnos de aquellas
miserias que, a nivel individual, eclesial y social, nos impiden dar
los frutos que el Evangelio enseña. El secreto que lo hace posible nos
lo da Jesús mismo: permanecer unidos a Él como los sarmientos a
la vid. Entonces su «savia» corre por nuestra existencia y la fructifica.
111
28 DOMINGO
abril
V domingo de Pascua
1.a semana del Salterio
Monición general
La liturgia de la Palabra de este domingo nos recuerda un aspecto
fundante de nuestra vida cristiana. Para que esta sea auténtica,
necesitamos permanecer unidos a Jesús y dar frutos concretos que
atestigüen nuestra adhesión al Evangelio. Asimismo, también existen
brotes, ramas secas que necesitamos podar, descartar para llevar una
vida fructífera. Por eso, san Juan nos recuerda que la fe se expresa con
la vida, más que con palabrerías. Y san Pablo nos ofrece un ejemplo
concreto de una fe sólida y creativa, que no se derrumba ni siquiera
ante los peligros de muerte.
Señor Jesús, danos una mirada lúcida para que sepamos elegir
los caminos que nos ayudan a permanecer unidos a ti.
Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno, lleva a su pleno cumplimiento en
nosotros el misterio pascual, para que, quienes, por tu bondad,
han sido renovados en el santo Bautismo, den frutos abundantes
con tu ayuda y protección y lleguen a los gozos de la vida eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Pablo, de perseguidor, había pasado a testigo y anunciador de la
Buena Noticia. Pero, más adelante, Él mismo será hostilizado por esta
causa. ¡Escuchemos!
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 9, 26-31
En aquellos días, llegado Pablo a Jerusalén, trataba de jun-
tarse con los discípulos, pero todos le tenían miedo, porque no
se fiaban de que fuera realmente discípulo. Entonces Bernabé se
lo presentó a los apóstoles. Saulo les contó cómo había visto al
Señor en el camino, lo que le había dicho y cómo en Damasco
112
DOMINGO
abril 28
había predicado públicamente el nombre de Jesús. Saulo se
quedó con ellos y se movía libremente en Jerusalén, predicando
públicamente el nombre del Señor. Hablaba y discutía también
con los judíos de lengua griega, que se propusieron matarlo. Al
enterarse los hermanos, lo bajaron a Cesarea y de allí lo enviaron
a Tarso. La Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Sama-
ria. Se iba construyendo y progresaba en fidelidad al Señor, y se
multiplicaba, animada por el Espíritu Santo.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 21, 26-28.30-32
R. El Señor es mi alabanza en la gran asamblea.
Cumpliré mis votos delante de sus fieles. Los desvalidos comerán
hasta saciarse, alabarán al Señor los que lo buscan: viva su cora-
zón por siempre.R.
Lo recordarán y volverán al Señor hasta de los confines del orbe;
en su presencia se postrarán las familias de los pueblos. Ante Él
se postrarán las cenizas de la tumba, ante Él se inclinarán los que
bajan al polvo.R.
Me hará vivir para Él, mi descendencia le servirá, hablarán del
Señor a la generación futura, contarán su justicia al pueblo que
ha de nacer: todo lo que hizo el Señor.R.
Segunda lectura
La fe en Jesús no se reduce a meras confesiones de palabra, es
nuestra vida la que debe mostrar que creemos en Él, nos recuerda san
Juan. ¡Escuchemos!
Lectura de la primera carta del Apóstol san Juan 3, 18-24
Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad
y con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad y
tendremos nuestra conciencia tranquila ante Él, en caso de que
nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra
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28 DOMINGO
abril
V domingo de Pascua
1.a semana del Salterio
114
DOMINGO
abril 28
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 1-8
Oración universal
Hermanos, la señal de los cristianos es el amor. Pidamos a
Dios que este amor sea una realidad en el seno de la Iglesia y en
el mundo entero. Oremos diciendo:
R. Te rogamos, óyenos.
1. Para que la comunión sea una realidad en la Iglesia y todos
vivamos en el amor de Cristo. Oremos al Señor.R.
2. Para que Cristo resucitado ayude a los obispos y sacerdotes
en la animación de las comunidades cristianas. Oremos al
Señor.R.
115
28 DOMINGO
abril
V domingo de Pascua
1.a semana del Salterio
116
abril
Lunes 29 de abril
SANTA CATALINA DE SIENA, virgen y doctora (MO)
V semana de Pascua - 1.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
En Listra, Pablo y Bernabé realizan un signo que despierta la
euforia de la gente: los confunden con la encarnación de sus dioses.
No obstante, esta ocasión es aprovechada por los apóstoles para
presentarles al Dios vivo y llamarlos a aceptar la Buena Noticia.
Por su parte, Jesús, en el evangelio de hoy, nos aclara que nuestra
adhesión a su Palabra significa permanecer en su amor y, por tanto,
en el amor del Padre. Pero ¿es una aceptación solamente intelectual o
desde la vida?
Señor Jesús, ayúdanos a que nuestro amor a ti se exprese siempre
en el amor al prójimo, como tú nos has enseñado.
Antífona de entrada
Esta es una virgen sabia y una del número de las prudentes,
que salió a recibir a Cristo con la lámpara encendida. Aleluya.
Oración colecta
Oh, Dios, que inflamaste de amor divino a santa Catalina de
Siena en la contemplación de la pasión del Señor y en el servicio
a tu Iglesia, concede a tu pueblo, por su intercesión, que, unido
al misterio de Cristo, se alegre siempre por la manifestación de
su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 14, 5-18
En aquellos días, en Iconio se produjeron conatos de violencia
de parte de los gentiles y de los judíos, con sus autoridades, para
maltratar a Pablo y Bernabé y apedrearlos. Ellos, al darse cuenta
de la situación, huyeron a las ciudades de Licaonia, a Listra y
Derbe y alrededores, donde se pusieron a predicar el Evangelio.
Había en Listra, sentado, un hombre impedido de pies; cojo
desde el seno de su madre, nunca había podido andar. Estaba
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29 LUNES
abril
V semana de Pascua
1.a semana del Salterio
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Santa Catalina de Siena
Memoria obligatoria
LUNES
abril 29
Aclamación antes del Evangelio Jn 14, 26
Aleluya. El Espíritu Santo será quien les enseñe todo a ustedes y
les vaya recordando todo lo que les he dicho. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 21-26
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abril Martes 30 de abril
V SEMANA DE PASCUA
San Pío V (ML) - 1.ª semana del Salterio - Blanco
Monición general
De manera sorprendente, en la ciudad de Listra, la gente pasa del
intento de ofrecer sacrificios a Pablo y Bernabé, como escuchamos
ayer, a apedrearlos incitados por adversarios suyos provenientes de
otras ciudades cercanas. Sin embargo, los apóstoles nos muestran su
valentía y la fuerza que les viene de Dios para seguir fortaleciendo a las
nacientes comunidades cristianas.
En el evangelio, a las puertas de su partida, Jesús nos otorga la paz.
Iba a comenzar uno de los momentos más turbulentos (su crucifixión)
y, sin embargo, Él nos regala ese don, una de las expresiones de su
amor. Por eso, incluso en las situaciones más aciagas, el Señor nos
invita a la confianza, la calma y la esperanza.
Señor, que la paz y valentía que nos infundes nos permitan
mantenernos fortalecidos incluso en medio de las tormentas de la vida.
120
San Pío V
Memoria libre
MARTES
abril 30
rodearon los discípulos; él se levantó y volvió a la ciudad. Al
día siguiente, salió con Bernabé para Derbe. Después de predicar
el Evangelio en aquella ciudad y de ganar bastantes discípulos,
volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquia, animando a los discí-
pulos y exhortándolos a perseverar en la fe, diciéndoles que hay
que pasar muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios.
En cada Iglesia designaban presbíteros, oraban, ayunaban y los
encomendaban al Señor, en quien habían creído. Atravesaron
Pisidia y llegaron a Panfilia. Y después de predicar la Palabra
en Perge, bajaron a Atalía y allí se embarcaron para Antioquia,
de donde los habían encomendado a la gracia de Dios para la
misión que acababan de cumplir. Al llegar, reunieron a la Iglesia,
les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo
había abierto a los gentiles la puerta de la fe. Se quedaron allí
bastante tiempo con los discípulos.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 144, 10-13.21
R . Tus amigos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus
fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus
hazañas.R.
Explicando tus hazañas a los hombres, la gloria y majestad de tu
reinado. Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de
edad en edad.R.
Pronuncie mi boca la alabanza del Señor, todo viviente bendiga
su santo nombre por siempre jamás.R.
121
30 MARTES
abril
V semana de Pascua
1.a semana del Salterio
122
CURSO
BÍBLICO
LECCIÓN 13: Cristo, cabeza del cosmos
Colosenses y 2 Tesalonicenses
Como vimos en la lección previa, las otras dos cartas que corres-
ponden a la segunda generación cristiana son Colosenses (Col) y 2
Tesalonicenses (2 Ts), es decir, habrían sido escritas por discípulos de
Pablo. Varios investigadores sostienen que la primera guarda bastante
relación con la carta a los Efesios y, probablemente, el autor de esta la
utilizó como referente. La segunda proviene de un contexto distinto.
Años después de la muerte del apóstol, se suscitaron en Tesalónica algu-
nas situaciones, sobre todo, en torno a la segunda venida del Señor, que
exigían respuestas distintas o complementarias a las de 1 Tesalonicenses.
I. Colosenses
Pablo no fundó la comunidad de Colosas, sino quizás Epafras,
compañero suyo y nativo de esa ciudad. Al parecer, tampoco la conocía
personalmente, pero ellos se sentían ligados a la tradición paulina. La
mayoría eran de origen pagano, aunque parece que había también
algunos miembros provenientes del judaísmo. En todo caso —afirma
el autor—, ahora «ya no hay griego ni judío, circunciso ni incircunciso,
extranjero ni incivilizado, esclavo ni libre, sino que Cristo lo es todo y
en todos» (Col 3, 11). Colosas, sin embargo, como otras ciudades de la
región, estaba fuertemente influenciada por el pensamiento de origen
griego y no era fácil para los cristianos sustraerse a su influjo.
De acuerdo con el biblista Eduard Schweiser, a finales del siglo i y
los siglos subsiguientes, se difundió, principalmente en la parte orien-
tal del Imperio romano, una ideología pesimista sobre este mundo
material y sus elementos. Como alternativa, existía otro mundo supe-
rior, estable y puro de donde provendría el alma y al que esta debía
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LECCIÓN 13: Cristo, cabeza del cosmos
Colosenses y 2 Tesalonicenses
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LECCIÓN 13: Cristo, cabeza del cosmos
Colosenses y 2 Tesalonicenses
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LECCIÓN 13: Cristo, cabeza del cosmos
Colosenses y 2 Tesalonicenses
126
LECCIÓN 13: Cristo, cabeza del cosmos
Colosenses y 2 Tesalonicenses
forma distinta: si la parusía era tan inminente, ¿qué sentido tenía seguir
desviviéndose en los quehaceres de este mundo? «Nos hemos enterado
—dice el autor— de que algunos de ustedes viven ociosamente y no tra-
bajan en otra cosa que no sea en entrometerse en todo» (1 Ts 3, 11). Viven
a expensas de la comunidad y, encima, se inmiscuyen en todo. ¿Cómo
infundir calma, entonces, y llamar al orden a los holgazanes?
El «día del Señor» es una convicción de fe, pero ya Pablo, en su
primera carta, había dicho que no sabemos el día ni la hora en que
sucederá, porque «vendrá como un ladrón a media noche» (1 Ts 5, 2).
No cabía lugar entonces para ningún tipo de especulación: nadie lo
puede conocer, pues todo depende de la voluntad de Dios. Algunas
señales, sin embargo, indicaban que aún no ocurriría pronto porque
antes debían cumplirse otras etapas, tal como preveía la tradición apo-
calíptica judía. Representamos ese proceso en el Esquema 1.
nuevos tiempos
Satanás hijos nacidos del Instauración
T A
(2 Ts 2, 10-12)
127
ORDINARIO
ORDINARIO DE
DE LLA
A MISA
MISA
RITOS INICIALES
Canto de entrada
Terminado el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se santiguan
con la señal de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
El pueblo responde: Amén.
◊ TIEMPO PASCUAL
El Dios de la vida que ha resucitado, rompiendo las ataduras de la
muerte, esté con todos ustedes.
El pueblo responde: Y con tu espíritu.
Acto penitencial
El sacerdote invita a los fieles, diciendo:
Hermanos: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios,
reconozcamos nuestros pecados.
O bien:
El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía,
nos llama ahora a la conversión. Reconozcamos, pues, que somos
pecadores e invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.
O bien, pero solo en los domingos y durante la Octava de Pascua:
En el día en que celebramos la victoria de Cristo sobre el pecado
y sobre la muerte, reconozcamos que estamos necesitados de la
misericordia del Padre para morir al pecado y resucitar a la vida nueva.
Se hace una breve pausa en silencio. Después, todos dicen en común la
fórmula de la confesión general:
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que
he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Y, golpeándose el pecho, dicen:
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a
santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes,
hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
128
ORDINARIO
ORDINARIO DE
DE LLA
A MISA
MISA
129
ORDINARIO
ORDINARIO DE
DE LLA
A MISA
MISA
Segunda lectura
El lector lee desde el ambón la segunda lectura.
130
ORDINARIO
ORDINARIO DE
DE LLA
A MISA
MISA
131
ORDINARIO
ORDINARIO DE
DE LLA
A MISA
MISA
Credo Niceno-constantinopolitano
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y
de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido
del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma
naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros,
los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo; y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por
nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y
fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al
cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con
gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso
que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Credo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue con-
cebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María
Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado,
muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó
de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha
de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a
vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión
de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y
la vida eterna. Amén.
132
ORDINARIO
ORDINARIO DE
DE LLA
A MISA
MISA
Oración universal
Después se hace la oración universal u oración de los fieles.
LITURGIA EUCARÍSTICA
Preparación de los dones
El sacerdote, de pie junto al altar, toma la patena con el pan y dice:
Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la
tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y
ahora te presentamos; él será para nosotros pan de vida.
El pueblo aclama:
Bendito seas por siempre, Señor.
El sacerdote echa vino y un poco de agua en el cáliz, diciendo en secreto:
Por el misterio de esta agua y este vino, haz que compartamos la
divinidad de quien se ha dignado participar de nuestra humanidad.
Después, el sacerdote toma el cáliz y, teniéndolo con ambas manos un poco
elevado sobre el altar, dice en voz baja:
Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora
te presentamos; él será para nosotros bebida de salvación.
El pueblo aclama:
Bendito seas por siempre, Señor.
Luego el sacerdote, inclinado, dice en secreto:
Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde;
que este sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu
presencia, Señor Dios nuestro.
Luego el sacerdote, de pie a un lado del altar, se lava las manos diciendo:
Lava del todo mi delito, Señor, y limpia todo mi pecado.
Extendiendo y juntando las manos, dice:
Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes, sea
agradable a Dios, Padre todopoderoso.
133
ORDINARIO
ORDINARIO DE
DE LLA
A MISA
MISA
PLEGARIAS EUCARÍSTICAS
Entonces, el sacerdote empieza la plegaria eucarística. Extendiendo las
manos, dice: El Señor esté con ustedes.
El pueblo responde: Y con tu espíritu.
El sacerdote, elevando las manos, prosigue: Levantemos el corazón.
El pueblo responde: Lo tenemos levantado hacia el Señor.
El sacerdote, con las manos extendidas, dice: Demos gracias al Señor,
nuestro Dios.
El pueblo responde: Es justo y necesario.
El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas. Al final del
prefacio, junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo
prefacio, cantando o diciendo con voz clara:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el
cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que
viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
PREFACIOS
Prefacio pascual I: El misterio pascual
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte
siempre, Señor; pero más que nunca exaltarte en este día glorioso
(o bien: en esta noche, o bien: en este tiempo) en que Cristo, nuestra
Pascua, ha sido inmolado. Porque Él es el verdadero cordero que
quitó el pecado del mundo; muriendo destruyó nuestra muerte, y
resucitando restauró la vida. Por eso, con esta efusión de gozo pascual,
134
ORDINARIO
ORDINARIO DE
DE LLA
A MISA
MISA
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ORDINARIO
ORDINARIO DE
DE LLA
A MISA
MISA
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ORDINARIO
ORDINARIO DE
DE LLA
A MISA
MISA
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majestad, de los mismos bienes que nos has dado, el sacrificio puro,
inmaculado y santo: pan de vida eterna y cáliz de eterna salvación.
Mira con ojos de bondad esta ofrenda y acéptala, como aceptaste
los dones del justo Abel, el sacrificio de Abrahán, nuestro padre en
la fe, y la oblación pura de tu sumo sacerdote Melquisedec.
Te pedimos humildemente, Dios todopoderoso, que esta
ofrenda sea llevada a tu presencia, hasta el altar del cielo, por
manos de tu ángel, para que cuantos recibimos el Cuerpo y la
Sangre de tu Hijo, al participar aquí de este altar, seamos colmados
de gracia y bendición.
Acuérdate también, Señor, de tus hijos [N. y N.], que nos han
precedido con el signo de la fe y duermen ya el sueño de la paz. A
ellos, Señor, y a cuantos descansan en Cristo, concédeles el lugar del
consuelo, de la luz y de la paz.
Y a nosotros, pecadores, siervos tuyos, que confiamos en tu infinita
misericordia, admítenos en la asamblea de los santos apóstoles
y mártires Juan el Bautista, Esteban, Matías y Bernabé, [Ignacio,
Alejandro, Marcelino y Pedro, Felicidad y Perpetua, Águeda, Lucía,
Inés, Cecilia, Anastasia,] y de todos los santos; y acéptanos en su
compañía, no por nuestros méritos, sino conforme a tu bondad.
Por Cristo, Señor nuestro. Por quien sigues creando todos los
bienes, los santificas, los llenas de vida, los bendices y los repartes
entre nosotros.
Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la
unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos
de los siglos.
El pueblo responde: Amén.
PLEGARIA EUCARÍSTICA II
V. El Señor esté con ustedes.R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario.
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Junta las manos, toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, y elevándolos, dice:
Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad
de Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de siglos.
El pueblo aclama: Amén.
RITO DE LA COMUNIÓN
El sacerdote, con las manos juntas, dice:
Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina
enseñanza, nos atrevemos a decir:
O bien:
Llenos de alegría por ser hijos de Dios, digamos confiadamente
la oración que Cristo nos enseñó:
Extiende las manos y, junto con el pueblo, continúa:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como
en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos
ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Solo el sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo:
Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en
nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos
siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras
esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
El pueblo concluye la oración aclamando:
Tuyo es el Reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
RITO DE LA PAZ
Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice en voz alta:
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: «La paz les dejo, mi
paz les doy»; no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu
Iglesia y, conforme a tu Palabra, concédele la paz y la unidad. Tú
que vives y reinas por los siglos de los siglos.
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RITO DE CONCLUSIÓN
Después tiene lugar la despedida.
El sacerdote, vuelto hacia el pueblo, extendiendo las manos, dice:
El Señor esté con ustedes.
El pueblo responde: Y con tu espíritu.
El sacerdote bendice al pueblo, diciendo:
La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo † y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.
El pueblo responde: Amén.
El diácono, o el sacerdote, dice: Pueden ir en paz.
El pueblo responde: Demos gracias a Dios.
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