La Ecole de Beaux Arts en Rosario

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La Ecole de Beaux Arts en Rosario

Teatro “el círculo”

El Teatro La Ópera, así llamado por entonces (hoy Teatro El Círculo),


ubicado en la esquina de laprida y mendoza, en la ciudad de
Rosario-Santa Fe, Argentina;

Se inauguró el 7 de junio de 1904 con la puesta en escena de la ópera


OTELLO, de Giuseppe Verdi, significando un acontecimiento
trascendental para la ciudad, tanto social como artístico.
Desde su inauguración fue escenario de las más importantes compañías
líricas del mundo, llegando a representar una ópera por día. Muchas
compañías europeas llegaban por barco directamente a Rosario, antes de
presentarse en Buenos Aires y Nueva York. Una vez en el teatro, los
salones y camarines de los distintos pisos, hoy ocupados por diversos
emprendimientos (Estudio de Comedias Musicales, Academia de Ballet
Clásico Ruso, Opera de Rosario) albergaban a los artistas munidos de
baúles con vestuarios y enseres personales. Prolongadas estadías
obligaban a algunos a venir acompañados por sus familias. Y allí
transcurría la vida entre función y función. Se contaba entonces con
peluquería, talleres de costura, zapatería, y todos los oficios relativos a
las óperas ofrecidas. Para dormir, hoteles y pensiones cercanas, eran los
lugares obligados.
En los años que precedieron a 1943 las autoridades de El Círculo
alentaron la idea de tener un local propio en el que la Institución pudiera
desarrollar su actividad cultural en constante expansión. Justamente ese
año se anunció la demolición del Teatro de "La Ópera", noticia que causó
conmoción en la ciudad. Los dirigentes de El Círculo se movieron
diligentemente y el 29 de abril de 1943 su comisión directiva acordó con
la Sociedad Inmobiliaria Schaffhausen la compra del teatro, propiedad
de Emilio O. Schiffner. Desde entonces no solo se contó con un edificio
de valioso patrimonio histórico y arquitectónico, sino con un recinto
específico para el mejor desenvolvimiento de las distintas actividades
culturales tales como conciertos, óperas, ballet, conferencias,
exposiciones de pintura y escultura, entre otras disciplinas artísticas. Se
logra así una unidad institucional que en adelante se la reconocería como
"Teatro El Círculo", que habría de figurar entre los más importantes
coliseos de nuestro país.
El Círculo cuenta con capacidad para 1500 personas distribuidas en
cinco niveles, además de dos salas para conferencias y teatro, una de
exposiciones, un pequeño museo en planta baja y, en el subsuelo, el
Museo de Arte Sacro Eduardo Barnes, constituido por originales en yeso
y esculturas del artista.
Su arquitectura posee los elementos de la tradición clásica, ordenados
con la jerarquía correspondiente, tales como el profundo almohadillado,
que pierde fuerza en altura o el ritmo de los vanos, rematados por arcos
de medio punto, que se reitera arriba con pilastras más finas. Los
detalles en ménsulas y cornisas se han trabajado con gran valor
volumétrico. En planta alta, en cambio, el proyectista ha destacado la
esquina con un balcón saliente y el ingreso por Laprida con otro de
columnas corintias apareadas que sostienen el pórtico.
El edificio tiene composición academicista y sus fachadas exponen su
carácter por medio de elementos provenientes de distintos estilos,
aunque especialmente del Renacimiento italiano.
Aunque no visible desde una perspectiva peatonal exterior, es muy
particular el cilindro perfecto con cubierta cónica que compone el
coronamiento de la sala principal, de típica disposición en herradura.
importantes artistas de la época tuvieron a su cargo la decoración de los
interiores, entre los cuales se destaca el parmesano Guillermo
Carmignani, quien realizó los frescos de la cúpula de la sala principal en
la que se suceden medallones con figuras alegóricas y retratos de
importantes músicos como Mozart, Verdi, Wagner y otros.
El mismo Carmignani pintó el recientemente restaurado telón, que es
considerado una de las piezas escenográficas originales más valiosas de
aquella época. De doce metros de ancho y con accionamiento a la
alemana o guillotina, reproduce sobre su fina tela de lino belga imágenes
de la mitología grecorromana, propias del gusto academicista.
Según la usanza de aquellos tiempos, se reproduce casi literalmente la
escena del telón del teatro Regio de Parma en el que los dioses del
Olimpo se presentan en un espacio ideal como alegoría de las artes
musicales y escénicas.
A un siglo de su inauguración, en el año 2004, el teatro dio cabida a las
principales actividades del III Congreso Internacional de la Lengua
Española. Para esa ocasión se ambientó su emplazamiento con el
adoquinado de las calles adyacentes y la instalación de farolas antiguas,
lo que dotó de renovado prestigio al edificio, estableciéndose el Área de
Protección Histórica Entorno Teatro El Círculo.

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