Apuntes Historia de La Música
Apuntes Historia de La Música
Apuntes Historia de La Música
2. Proceso creador.
Como decía Copland, los oyentes no nos debemos limitar a escuchar -sin más-:
debemos escuchar “ALGO”. Pues bien, ese “algo” en música se concreta en 3 planos:
el plano sensual, el plano expresivo y el plano musical.
● El plano expresivo tiene que ver con los posibles significados de la música
(el problema aquí es que muchas veces es difícil expresar esos significados
con palabras, y a veces no hay "consenso" en relación a ellos). Cabe
mencionar aquí la capacidad de la música de apelar a un imaginario común,
a referentes compartidos, a paisajes sonoros reconocibles y a figuras retóricas
de muchos tipos.
La armonía se refiere a la forma de combinar los acordes. Los acordes son grupos
de notas que funcionan como una unidad, por lo general, la función de la armonía es
acompañar a la melodía.
La textura se refiere a la sonoridad global de una obra, y tiene que ver con la forma
de combinar los distintos elementos de la música. En argot musical, se le suele llamar
textura a la forma de combinar los distintos instrumentos musicales. En muchos
casos, las texturas caracterizan distintas épocas, estilos y períodos históricos. Hay
distintos tipos de textura: textura monofónica o monodia, textura heterofónica
(variante de la monofónica) o heterofonía, polifónica o polifonía, polifonía
contrapuntística, polifonía homofónica y melodía acompañada.
Como en todas las artes, es necesario que las obras musicales tengan una coherencia
interna para que se entienda y haya sensación de fluidez. Existen moldes formales
que ayudan a la comunicación entre el compositor y los oyentes. Los elementos
formales hacen referencia a las distintas partes de una obra y a cómo se relacionan y
organizan los materiales sonoros en ellas (A, B, C, el puente...). La sensación de
equilibrio y la sensación de ‘clímax’ depende en gran medida de que la obra esté bien
estructurada. De los elementos formales depende también la capacidad de abordar los
grandes temas, que requieren obras largas en el tiempo (en la música más breve o
efímera, lo formal no es tan importante).
4. La tonalidad.
La historia de la música tiene su propia historia (es decir, su propia historiografía) que
es a la vez la de las personas que la crean, con sus motivaciones y sus condicionantes.
Está marcada por el método positivista, que es un concepto historiográfico
contrapuesto a la concepción romántica que entendía la música como una suma de
biografías de los grandes músicos del pasado. En el positivismo, la historia de la
música es la historia de los diferentes estilos y épocas. El positivismo es un
movimiento filosófico iniciado por Auguste Compte, que defiende una historia
basada en datos fehacientes y comprobables científicamente, sin embargo, la
investigación musicológica fundamentada sobre una metodología de trabajo
positivista, por lo general, no suele ser suficiente a la hora de ofrecer resultados
satisfactorios, y por ello se desliza, en no pocas ocasiones, hacia la filosofía de la
historia.
2. Periodización.
François-Joseph Fetis fue un destacado músico belga que fue conocido por sus
conciertos “históricos” en las décadas de 1830-40. Tiene el mérito de ser el primero
en rechazar los argumentos darwinistas (propios de la ilustración s.XVIII) que
presuponen que la música moderna era intrínsecamente superior a la antigua, por el
mero hecho de serlo (un argumento que, por cierto, enseguida empezó a crecer en
popularidad).
Otro músico destacado de los incipientes movimientos historicistas en la música fue
el pianista francés Louis Diemer, que empezó a dar conciertos de clave en los 60 del
s.XIX. Fue el primero en crear una orquesta de instrumentos antiguos, apareciendo
así los primeros coleccionistas de instrumentos musicales.
4. Cronología de la historia.
SIGLO XVIII.
Charles Burney (1726-1814), “A General History of Music” (1776 - 1789). La
creencia en el progreso y la sensibilidad hacia la música de su tiempo (y no la de
tiempos pasados) llevaron a Burney, como músico profesional, a ver con recelo el
interés que suscita la música antigua: "el estudio de la música antigua se ha
convertido ahora en el negocio de un anticuario más que de un músico“. Su
concepción de la música como "un lujo inocente" (una definición influenciada por el
espíritu de la Ilustración) no fue precisamente un estímulo a la hora de evocar una
visión un poco más profunda y sugerente de este arte (frivolidad).
SIGLO XIX
Hay que esperar hasta el s.XIX para poder encontrar una concepción más profunda de
la música, una visión con un componente estético de la música como lenguaje
expresivo. Es decir, hay que esperar a la llegada de los movimientos románticos
anti-ilustrados para una concepción de la música más elevada (recuérdese que en el
s.XVIII la música era "un lujo inocente").
Como resultado de todo esto empieza a haber una demanda creciente de estudios
historiográficos con nuevas perspectivas y más profundidad de ideas. Esto hizo que
empezara a haber cada vez más investigaciones en áreas de interés diferentes. La
etnomusicología (estudios etnográficos de música), que había dado sus primeros
coletazos en el s.XVIII como parte de historias universales (trabajos más amplios),
recibe en este s.XIX un gran impulso gracias a los trabajos de Kiesewetter sobre la
música árabe (Die Musik der Araber, 1842) y el primer volumen de la “Histoire
Générale” (1869) de Fetis.
1ª MITAD s.XX.
Los mayores progresos con la llegada del s. XX fueron en la interpretación de la
notación en el canto gregoriano y la monodia y polifonía medievales. Aparecen
también los primeros trabajos sobre géneros y estilos musicales. Las influencias más
importantes de la historiografía musical de principios del s.XX son: la tesis de que
todos los períodos de la música tienen el mismo valor; y un rechazo del idealismo
Hegeliano (neokantismo), en el s. XX la historia de la música había que entenderla en
términos de “historia de las distintas culturas”. Es decir, el fenómeno musical debía
ser interpretado teniendo en cuenta las características de los individuos, de las
naciones, el clima, y todo ello ayudaría a comprender mejor la naturaleza intrínseca
de cada fuente, situándola en su correspondiente lugar en la historia. Se empiezan a
generalizar las monografías de todo compositor medianamente importante, y también
libros especializados en épocas concretas de la música. La musicología se
institucionaliza en el ámbito académico y en consecuencia empiezan a aparecer
nuevas motivaciones e intereses, al mismo tiempo que surgen trabajos en mayor
cantidad y calidad. Se empiezan a descubrir nuevas fuentes y empieza a haber una
demanda de publicaciones periódicas y congresos donde poder publicar los trabajos
Aparecen los primeros diccionarios y enciclopedias especializadas en música (en el
caso español hay que citar “Monumentos de la Música Española”, 1941, que es una
colección de ediciones críticas de distintas obras y compositores).
A principios del s.XX empiezan a aparecer las primeras voces críticas con esa
tendencia a acumular datos, que podría tener un efecto paralizante para el hombre
moderno. A día de hoy es difícil afirmar que la enorme (y aún creciente) masa de
detallada información histórica facilite realmente la comprensión y el entendimiento
de la historia de la música en su conjunto. Hay críticas también al trabajo de
recopilación y edición de material, más concretamente a la tendencia a que la
búsqueda de nuevas fuentes se convierta en una mera industria de contenidos, que
puede provocar escepticismo sobre el valor de la historiografía y un sentimiento de
agotamiento con ella.
Leo Treitler (1931) Es crítico con la falta de libertad que subyace en algunos de los
nuevos métodos historiográficos modernos, algo que contrasta con las supuestas
bondades que se les presuponen. Según Treitler, los métodos modernos no han sido
adoptados: han sido impuestos siguiendo pautas parecidas a las de una moda. Critica
también la permanente alerta hacia lo “políticamente correcto” a la hora de analizar
nuestro pasado. La obsesión por crear una producción científica “unificada” y llena
de textos “coherentes”, que parecen destinados a apoyar/justificar determinados
principios más que a explicarlos. El escepticismo del hombre moderno, que ha dejado
herido de muerte el concepto de “objeto histórico”. En la Historia de la Música siguen
vivos muchos falsos mitos cuyo origen es el romanticismo (como por ejemplo, que
la historia de la música comienza en la Edad Media con el Canto Gregoriano). Se
hace historia como si esta fuera un género literario, y en cierto modo esta narrativa
que hemos creado condiciona la forma en que pensamos. Se muestra escéptico con
los métodos de trabajo modernos, que fragmentan en compartimentos las distintas
áreas de trabajo, desde puntos de vista que él considera que en ningún caso son
contrapuestos sino complementarios. En este sentido, él se decanta por un equilibrio
entre diferentes disciplinas como método de aproximación a la realidad histórica.
Treitler considera, en conclusión, que la tarea de los musicólogos en la actualidad
debería orientarse hacia la creación de una Historia que le devuelva o restaure a la
música de la antigüedad sus significados perdidos.
III. Organología.
La organología es el estudio y clasificación de los instrumentos musicales. Los sistemas
tradicionales de clasificación de instrumentos musicales, que han sido utilizados
históricamente por los investigadores, suelen ocuparse de: dónde y para qué se utiliza el
instrumento, cómo se toca y cuáles son sus características físicas. Por lo tanto, podríamos
decir que la organología se ocupa de las características físicas de los instrumentos musicales y
de cómo estos son tocados, más que de cuestiones antropológicas. Es decir, la organología se
ocupa principalmente del “qué” y el “cómo”, más que de “dónde” o el “para qué”.
Curt Sachs (Berlín, 1881-New York, 1959) fue un importante musicólogo, fundador de la
organología moderna. Se le considera un pionero de la llamada etnomusicología, debido a su
interés por la música NO occidental. Junto a Hornbostel, Sachs es el creador del sistema de
clasificación de instrumentos más utilizado en la actualidad.
Según Sachs hay 4 categorías básicas, con sus numerosas subcategorías: IDIÓFONOS, las
vibraciones se producen al golpear o bien una parte del instrumento contra otra parte
(platillos), o bien otro objeto contra el instrumento (triángulo), o al rascar, pulsar o frotar;
MEMBRANÓFONOS, el sonido se produce por medio de vibraciones de una membrana
tensa que se golpea o se frota (tambor); CORDÓFONOS, el sonido se produce por una
cuerda tensa que entra en vibración activada por medio de la percusión, el pulso o la
frotación con arco; AERÓFONOS, el sonido procede de una columna de aire en
vibración. A esta clasificación inicial habría que añadirle una quinta categoría, ya en tiempos
modernos, que es la de los instrumentos ELECTRÓFONOS (instrumentos eléctricos).
2. La Prehistoria.
3. Mesopotamia.
Gracias a los trabajos arqueológicos que exploraron las tumbas reales de la ciudad
sumeria de Ur (junto al río Éufrates) se han encontrado liras y arpas, así como
iconografía que muestra cómo éstas eran tocadas. Como se puede ver en el
Estandarte de Ur, un músico toca una lira con forma de toro en un banquete de
celebración de una victoria.
Los babilónicos son los creadores de la primera notación musical conocida como la
obra musical más antigua que se conserva casi completa es, precisamente, una tablilla
hallada en la ciudad de Ugarit (1400 -1250 a. de C. aprox.) en la actual costa Siria. A
día de hoy esa notación todavía no ha podido ser transcrita con un mínimo de certeza.
4. Egipto.
En la música egipcia no hay notación musical, pero sí unos signos que se ponían
encima de los textos que permitían al músico tocar, basándose en los pies de verso.
Se desarrolla la quironimia, que consiste en hacer música basándose en una serie de
gestos hechos por un director con las manos, que ayudaban a la interpretación de la
música. Esta es principalmente monódica (aunque hay una gran cantidad de timbres)
y sin grandes saltos (por grados conjuntos), también se aprecia una gran riqueza
instrumental. Aparece la figura del músico profesional que, aunque eran pocos,
gozaban de una buena posición social gracias a sus relaciones con sacerdotes y con
otros cortesanos del faraón. KHUFU ANCH es el primer músico profesional de la
historia conocido (año 3000 a. de C. aprox.) del que no conservamos su música pero
sí su fama. En el s.III a.C. el inventor, ingeniero y matemático Ktesibios de
Alejandría inventó el HYDRAULIS, un órgano de agua con teclado (el primer
órgano conocido). En Egipto existía un concepto de armonía parecido al que tenemos
en la actualidad además, conocían y estudiaban los intervalos y utilizaban escalas de
7 notas.
5. Grecia.
En la Antigua Grecia aparece también el primer tratado teórico sobre música (teoría
musical), titulado Rythmica Stoicheia (“Elementos armónicos”). Su autor es
Aristoxeno de Tarento (354-300 a. de C.), un filósofo griego alumno de Aristóteles,
pertenecía a la escuela fundada por éste (llamada escuela peripatética). En este
tratado se habla del estudio de los intervalos, de los géneros musicales (diatónico,
enarmónico y cromático) y de los sistemas (de afinación) en una exposición
completa y sistemática, es decir, habla de música sin recurrir a elementos
extramusicales.
El legado que conservamos de Grecia es que la música estaba íntimamente al ritmo y
a la métrica poética de las palabras, los músicos tocaban de memoria basándose en
sus conocimientos de ciertos convencionalismos y fórmulas, y no leyendo a partir de
notación (partituras), los filósofos concebían la música como un sistema ordenado
que guardaba relación con la naturaleza, el pensamiento y la conducta humana, una
teoría de la acústica fundamentada en conocimientos científicos (intervalos) y una
teoría de la música muy sofisticada.
6. Roma.
De la Roma antigua sabemos poca cosa, a pesar de que existe una enorme cantidad
de imágenes (iconografía), instrumentos y miles de textos escritos con
descripciones. Esto es así debido a que no conservamos ninguna composición sobre
textos latinos, sabemos que hubo una gran producción musical en cantidad,
especialmente en la época de apogeo del Imperio (I y II d. de C.), pero al parecer los
romanos no fueron innovadores, y prácticamente todo lo que hicieron estaba basado
en la cultura griega, que adoptaron como propia. Los instrumentos más característicos
fueron el CORNU y la BUCCINA (una versión del cornu más pequeña).
Es difícil distinguir entre el dato y las leyendas (sin menospreciar a estas, ya que en
ellas los griegos expresaban su pensamiento musical). Los mitos y las leyendas no
son fáciles de fechar, porque se refieren a un pasado mítico impreciso. En los mitos
encontramos muchas veces las claves que nos permiten comprender ciertos principios
fundamentales, ciertas disputas básicas, que han dominado la historia de la música
occidental durante siglos.
(*) embeleso = es un estado de placer tan intenso que no se puede pensar ni sentir
nada más (**) furor = agitación intensa incluso violenta.
"Viene a propósito aquí lo que el antiguo mito narra acerca de la flauta: se dice que
Atenea, después de haberla inventado, la lanzó lejos de sí. Quizá no erremos al decir
que hizo tal gesto por despecho, ya que tocar la flauta deforma el semblante; a pesar
de que resulte más atinado pensar que ella quisiera dar a entender con su gesto que el
estudio de la flauta no tenía eficacia pedagógica alguna sobre la inteligencia. Por algo
sería, puesto que atribuimos a Atenea las ciencias y las artes". Y aún va más allá: "Es
preciso proscribir la flauta y los instrumentos de que se sirven sólo los artistas, como
la cítara y otros a ésta se parecen, y admitir únicamente los apropiados para formar el
oído y desenvolver la inteligencia. Por otra parte, la flauta NO ES UN
INSTRUMENTO MORAL, solamente es buena para excitar las pasiones,
debiéndose limitar su uso, pues, a aquellas circunstancias en que nos proponemos
corregir más que instruir. Además, otro de los inconvenientes de la flauta, desde el
punto de vista pedagógico, es que IMPIDE EL USO DE LA PALABRA mientras se
estudia. No sin razón han renunciado a ella, hace mucho tiempo, los jóvenes y los
hombres libres“ [Aristóteles, “La política”].
Homero (s. VIII a. de C.) es el nombre dado al aedo a quien se le atribuye la autoría
de los principales poemas épicos griegos, que son la Ilíada y la Odisea.
El período arcaico de la cultura griega cubre los siglos VII y VI a.C. Hay falta de
fuentes directas en este período, y los testimonios que tenemos son de épocas muy
posteriores, sin embargo, sí sabemos que la música en este período era importante en
sus vidas y estaba vinculada a la poesía.
Según Pseudo Plutarco (s. II d. de C.): "El gran maestro Homero nos enseñó que la
música es útil al hombre. Al querer demostrarnos que, efectivamente, sirve en
numerosísimas circunstancias, nos presentó a Aquiles calmando su cólera contra
Agamenón por medio de la música que le enseñó el sabio Quirón". "Homero, además,
nos indica cuáles son las circunstancias más apropiadas para la práctica de la música
al haber descubierto que ésta es el ejercicio más idóneo, tanto por su intrínseca
utilidad como por el placer que procura en estado de inactividad: cuando Aquiles,
guerrero y hombre de acción, ya no participaba de los riesgos de la guerra a causa de
su disputa con Agamenón, Homero consideró conveniente al espíritu del héroe que se
ejercitara con la belleza perfecta de las melodías. [...]. Así se entendía la música
entre los antiguos y así se hacía uso de ella. Sabemos igualmente que Hércules se
sirvió de la música como lo hiciera Aquiles y otros muchos, de todos los cuales se nos
ha relatado que fueron discípulos del gran sabio Quirón, maestro no solo de música
sino también de leyes y medicina".
Como se ha podido leer en las anteriores citas, la música jugaba un papel fundamental
para la clase aristocrática, no solo tenía una función recreativa sino también
ético-cognoscitiva, aparte de esto, la música pasa a adquirir también una dimensión
hedonista, donde aparecen unos músicos "profesionales" (los aedos) que ejecutaban
su música únicamente para el deleite o disfrute de quienes escuchaban, sin ningún
otro fin (ya no se trata del inexperto intérprete de citara que toca durante los ritos
religiosos, sortilegios o "cura" enfermedades). El aedo es un personaje importante
tanto en la Odisea como en la Ilíada, pero nunca es el personaje clave de la historia.
Otro aspecto a tener en cuenta es el de la inspiración: aunque no se duda de la
inspiración divina, es el aedo quien inventa libre y autónomamente sus cantos (es el
autor, por decirlo de algún modo). Aunque divino fuera el impulso originario (la
inspiración primigenia) sólo el OFICIO daba la capacidad necesaria para cantar,
tocar y conmover a los demás, es decir, la música es un oficio más que una actividad
colectiva. En algunas ocasiones, los aedos son representado como un hombre ciego,
representándole así como más concentrado en su arte y apartado del mundo exterior.
3. Los pitagóricos y la música de las esferas.
Es una teoría que se basa en la idea de que los astros producían un sonido (música) al
girar en el cosmos conforme a leyes numéricas y proporciones armónicas, sin
embargo, debido a nuestro oído limitado, no somos capaces de escuchar este sonido,
conocido como la MÚSICA DE LAS ESFERAS. Es decir, se hacía una analogía
entre la armonía del universo y la armonía musical: el fundamento común a ambas
era, por lo exacto, el número, la ley matemática que rige por igual las relaciones que
se dan entre los astros y los intervalos musicales.
Hay una anécdota muy famosa, que se hizo muy popular y que algunos autores
atribuyen a Damón, que es muy ilustrativa en lo referente a cómo se entendía en aquel
tiempo la relación entre la música y las pasiones del alma. Según este relato:
“Algunos jóvenes, víctimas de la embriaguez del vino y excitados, como sucedía a
menudo por la melodía de una flauta, estaban a punto de traspasar la puerta de la casa
de una mujer de rectas costumbres... y en ese momento la intervención de Pitágoras
(o Damón), dando orden a una flautista de interpretar una melodía en la tonalidad
frigia, produjo un efecto inmediato sobre los jóvenes que, reparando en la agitación
que los embargaba, renunciaron a sus propósitos bajo el efecto de la lentitud y
solemnidad de la melodía”.
Esto mismos sucedía con los ritmos musicales: “No busquéis en los ritmos ni variada
complejidad ni que sean de todas las especies, sino comprobad que se trata de los
ritmos más apropiados a una vida ordenada y vigorosa; después de esto tendréis que
obligar al pie (métrico) y a la melodía a adecuarse al lenguaje de un hombre que
practica semejante género de vida, y no al contrario [...]. Sobre este punto nos
dejaremos aconsejar también por Damón, para saber qué ritmos sean aquellos con los
que se expresen mejor la mezquindad de espíritu, la violencia, la locura y todos los
demás vicios , y qué ritmos se deban reservar para las virtudes [...]” [Platón].
En conclusión, según Damón, la música tiene un poder, basado en que cada armonía
provoca en el espíritu un movimiento que se halla en correspondencia con aquella, es
decir, cada armonía imita un determinado “modo de ser”, al que llamaban “ethoi” o
“ethos” (un carácter o atributo). Este principio de la imitación se basa en el principio
de tensión de las cuerdas de la lira, que encuentra su correspondencia en el alma
humana. En la doctrina de Damon, el alma humana es movimiento y hay una
correspondencia directa y una influencia recíproca entre música y alma, porque el
sonido es también movimiento. Ahora bien: del mismo modo que hacia la virtud, la
música también puede conducir hacia el mal o el vicio, en consecuencia, cada modo
(escala musical) debía producir un efecto muy específico sobre el espíritu (positivo o
negativo) ya que cada uno tendría su propio “ethos”. Así mismo, cada modo musical
(o escala) no solo imitaría a un estado de ánimo sino también las costumbres de cada
país e incluso del tipo de régimen político existente: democrático, oligárquico o
tiránico. Creían firmemente que el estudio de la música era una “disciplina para el
alma” apropiada y efectiva. Tanto el discurso de Damón como los de sus sucesores
dispone, en su base, de un trasfondo de carácter racionalista y optimista: la virtud
puede enseñarse y la música, siempre que se haga un uso correcto, es el medio idóneo
para conseguir tal objetivo.
Desde el s.VIII (Homero) y durante el período arcaico (s. VII -VI a. de C.) la música
va ganando en importancia por varios motivos: aparece el género épico (donde se
combina la poesía con música) de la mano de los músicos líricos más arcaicos (por
ejemplo, la famosa Safo de Lesbos); y estos poetas-músicos empezaron a tener en
cuenta y a incorporar los efectos éticos de la música (el ethos -o ethoi- hace
referencia a determinados atributos de la música: “carácter”). Alrededor del s. V a. de
C. hay una gran proliferación de escuelas musicales, a la vez que los distintos modos
se iban ajustando a determinados ethoi. La primera de todas en Esparta, creada por
Terpando (según Pseudo Plutarco), donde al parecer se enseñaba un tipo de música
principalmente de tipo coral (danzas corales). Luego surgen varias escuelas en
Atenas, de un carácter principalmente lírico (esto nos obliga a replantearnos esa
imagen que tenemos de Esparta como polis exclusivamente guerrera, frente a una
Atenas dedicada por completo a las artes).
Como hemos visto, los pitagóricos eran una especie de secta, con una cosmovisión
del mundo y con una ideología, en cuyo centro estaba la música (entre otras cosas).
Desarrollaron una serie de doctrinas musicales en terrenos tan dispares como las
matemáticas, la metafísica o la ética, en ellas, el alma humana, el cosmos, los
números, la medicina y la música se funden en unas teorías de carácter racionalista,
fundamentadas en un argumentario más o menos acertado. Estas ideas finalmente
cristalizaron en un ideal educativo, que ha llegado hasta nosotros, y que se basa en la
idea de que la música no sólo puede educar el espíritu sino que puede también
rectificar o corregir las malas inclinaciones de las personas.
Toda la especulación musical griega hasta Platón se movió entre doctrinas diversas,
no siempre fáciles de definir: desde la exaltación de sus virtudes mágicas y
sobrenaturales hasta la mística pitagórica de los números y sus virtudes educativas en
el sentido ético-político. Todos los anteriores filones confluyen en Platón, pero éste
no es un mero transcriptor de doctrinas ajenas, sino que tiene un pensamiento original
en lo referente a la música. El principal interés estriba en que la música es uno de los
centros, una de las columnas del pensamiento platónico, a pesar de que en muchas
ocasiones es aparentemente contradictorio. Platón parece oscilar en sus diálogos entre
una condena radical de la música y una consideración de la misma como suprema
forma de belleza, y por lo tanto, de verdad.
En La República hace una contraposición entre los filósofos por un lado, y los
amantes de los espectáculos y de la música por otro:
PLATÓN: Pero al que se deja llevar con verdadera inclinación hacia toda clase de
enseñanza, y al que trata de aprender, […] a ese sí lo llamaremos con justicia filósofo,
¿no es así?
GLAUCÓN: Pues creo que vas a encontrar muchos y extraños seres de esa clase. De
tal naturaleza me parecen todos los aficionados a espectáculos, deseosos también de
llegar a saber, y más extraños resultan los amantes de las audiciones para que se les
considere filósofos. […] A todos esos, e incluso a aquellos otros que sólo mostrasen
deseos por las artes más ínfimas, ¿podríamos llamarlos filósofos?
PLATÓN: De ningún modo, únicamente, si acaso, semejantes a filósofos.
GLAUCÓN: ¿Entonces, ¿a quiénes llamas tú filósofos?
PLATÓN: Tan solo a los que gustan de contemplar la verdad. [...] Por ese motivo
establezco una clara distinción: de un lado coloco a los que tú mencionabas hace un
momento, esto es, a los amantes de los espectáculos, a los predispuestos para la
técnica y a los hombres de acción; de otro, a los únicos que rectamente pueden ser
llamados filósofos, y que son los ya mencionados.
GLAUCÓN: ¿Cómo dices?
PLATÓN: Digo, en realidad, que los amantes de las audiciones y de los espectáculos
se complacen en degustar buenas voces, colores y formas, y todas aquellas cosas en
las que entran estos elementos, pero que su mente no es, en cambio, capaz de ver y
abrazar lo bello en sí mismo.
Por lo tanto, Platón parece oscilar entre dos polos: de un lado, la música real y
concreta (la que se enseñaba en la Atenas del s. IV a. de C.) y otra puramente
abstracta o intelectual, sin vínculos aparentes con el mundo real. El problema es
establecer algún tipo de relación entre las dos músicas: quizá el concepto de
educación (la música como ideal educativo) supone ese nexo de unión que puede
recomponer, de algún modo, la fractura entre ambas.
2. Aristóteles.
Aristóteles retoma todos los temas del pensamiento platónico, su gran mérito está en
que llega a conciliar el pensamiento hedonista con el filón de la estética
pitagórico-damoniana, y platónica: "La armonía es celestial por cuanto que
participa de la naturaleza divina, de la naturaleza de lo bello y de cada cosa excelsa
[...]". Como se ha podido leer en esta cita, para Aristóteles la música tiene como fin el
placer y representa, como tal, un ocio, es decir, cualquier cosa que se oponga al
trabajo y a la actividad, ya que se entiende que incluso para el reposo son necesarias
"nociones y práctica", las cuales "tienen como fin exclusivo a sí mismas”. Aristóteles
define a la música precisamente como una disciplina "liberal y noble" porque es
una ocupación para el tiempo libre, es decir, para los momentos de ocio.
La fractura platónica entre dos tipos de música (una música oída y otra no oída) es
reformulada desde la perspectiva aristotélica. Este nuevo punto de vista viene a
acentuar una nueva fractura, la contraposición entre el acto de escuchar música, con
el consiguiente deleite unido a dicho acto, que al ser un acto no manual sería propio
de un hombre libre, y el acto de interpretar o ejecutar la música, algo más cercano
a un oficio o actividad manual, por lo que no sería apropiado para una educación
liberal. Esta es la parte fundamental del pensamiento aristotélico en torno a la música.
3. Aristoxeno de Tarento.
4. El periodo alejandrino.
San Agustín de Hipona (354 Tagaste-430 Hipona), en su libro De Música, hace una
definición de música que se haría célebre a partir de entonces: “música est scientia
bene modulandi" (La música es la ciencia de medir bien). Lo importante de esta
definición es el término “scientia": la música es una ciencia y eso implica que
necesariamente compromete nuestra razón. San Agustín no rechaza el placer que la
música pueda producir, pero no debe ser un fin en sí mismo, sino que debe adaptarse
a la comprensión racional de la música: "Es propio de un espíritu moderado aceptar, a
veces, ese placer, mas dejarse atrapar por él, aunque solo sea alguna vez, resulta torpe
e indecoroso“. ¿Y qué significa “bene modulandi”? "Se puede decir que se mueve
bien cualquier cosa que sucede conforme a las leyes del número y respeta las
proporciones propias a tiempos y a intervalos", es decir, para San Agustín, la música
adquiere dignidad científica siempre y cuando se entienda como un objeto
rigurosamente racional, que se puede reducir a números (para ello, se dedica a
hacer en De Música complicadas argumentaciones).
Boecio hace una distinción entre música mundana, música humana y música de los
instrumentos, que será muy famosa y un referente durante toda la Edad Media.
San Isidoro de Sevilla, autor de su conocida obra Etimologías, decía sobre la música
lo siguiente: "Sin música, ninguna disciplina puede ser perfecta, puesto que no puede
existir nada sin ella. Se dice que el universo se mantiene unido gracias a
determinadas armonías sonoras y que los propios cielos permanecen en rotación
gracias a ciertas modulaciones armónicas".
S. I, II y III
Las primeras reuniones de cristianos consistieron en rememorar las vivencias de
Cristo en la tierra, especialmente la Última Cena. La eucaristía (del griego “acción
de gracias”) es el acto más importante del culto cristiano, y representa la unión con
Dios. Es un período marcado por la libertad creativa, la improvisación y la
apropiación de fórmulas de otras culturas con el fin de atraer (y posteriormente
convertir) a aquellos que procedían de distintos cultos paganos.
S. IV (1/2)
Cambia de lengua oficial, y el latín se convierte en el vehículo de expresión y
predicación. El EDICTO DE MILÁN (313) por el emperador Constantino permite la
libertad de culto, con las siguientes consecuencias: el culto religioso se convierte en
un acto público, vistoso y solemne, y la búsqueda de edificios para el culto.
Comienzan a regularse los nuevos símbolos. Hay un aluvión de paganos que se
convierten a la fe católica, por lo que aumenta el catecumenado (personas que
quieren ser bautizadas), eucaristía y confirmación (ritos iniciáticos). Aparecen los
primeros movimientos heréticos, ante los que se contrapone la unidad de fe y oración,
así como una necesidad cada vez mayor de no dejar nada al azar. El CONCILIO DE
NICEA (325) establece la primera liturgia de carácter anual, una unidad de culto en
torno a la eucaristía (que representa la unidad con Dios), las primeras jurisdicciones
gobernadas por distintos patriarcas y establece una cronología de festividades: la más
importante la Pascua que marca el final de la Semana Santa.
S. IV (2/2)
Se prepara el terreno para la creación de un ritual normalizado, se empiezan a
compaginar las antiguas fiestas romanas con las maneras cristianas. Nace el
monacato: los primeros monjes eran ermitaños solitarios, pero con el tiempo
empiezan a establecer comunidades. A finales del s. IV se introduce la salmodia, que
es una técnica de canto de ritmo libre para cantar precisamente los salmos, que son
150 poemas que están recogidos en el Antiguo Testamento. La tradición dice que los
salmos fueron compuestos por el rey David, y eran cantados en el Templo de
Salomón. Salmodiar significa "entonar" un texto, jugando con los acentos de las
palabras.
El Papa San Gregorio “Magno” (Roma 540 – 604), de familia noble con vocación
monástica, se hace monje benedictino y convierte su casa en un monasterio. Se va a
Constantinopla, capital del Imperio Bizantino, a formarse, regresa a Roma y termina
por convertirse en Papa en 590. Tuvo una gran actividad política, especialmente con
la evangelización de los anglosajones. No está claro si la Schola Cantorum (escuela
de músicos) ya existía antes, pero lo que sí sabemos es que gracias a San Gregorio
ésta se institucionaliza, imitando a la Escuela de Lectores Bizantinos se profesionaliza
y se pone al servicio de la liturgia. Los estudios duraban 9 años, eran de tradición oral
y estaban dirigidos especialmente al oído y a la memoria.
S. VIII Y IX
A finales del s. VIII empiezan a clasificarse las piezas según un determinado orden
melódico, porque esto ayuda en su transmisión y aprendizaje. Se empiezan a
clasificar los cantos en base a los 8 modos gregorianos, que facilitaban el
aprendizaje y la ejecución de melodías. Surge una teoría musical de nuevo cuño, que
se empieza a difundir por los reinos de la Europa cristiana. Hay un afán teórico de
clasificar todas las melodías en base a la teoría de los 8 modos oficiales. La
teorización ayuda a la difusión/imposición. Aparece la primera notación.
3. El canto gregoriano.
Notación cuadrada.
6. Conclusiones.
En los s. XI, XII y XIII la Iglesia prosperó notablemente, por distintos motivos: se
fundan cientos de monasterios y conventos nuevos, surgen nuevas órdenes
(franciscanos, dominicos, monjas clarisas), nacen el arte románico (la biblia en
piedra) y el arte gótico, con énfasis en la altura y la espaciosidad, y surge una
polifonía escrita, que supuso la mayor transformación de la música occidental en su
historia. En la práctica polifónica se gestan cuatro elementos característicos de la
música occidental: el contrapunto, la armonía, la notación y la idea de
composición.
2. Antecedentes.
A. POLIFONÍA IMPROVISADA DE TRADICIÓN ORAL: Existen
testimonios desde muy antiguo de prácticas polifónicas basadas en la
tradición oral, con un fuerte componente improvisatorio. El tipo más simple
es el canto “polifónico” se hace sobre un bordón, y esto se encuentra en la
mayor parte de las tradiciones folclóricas. Se trata de una de las prácticas
más antiguas, con posibles influencias orientales.
En los s. XII y XIII los músicos de París desarrollaron un estilo polifónico más
ornamentado de polifonía, sus creadores estaban vinculados a la nueva catedral de
París, Notre Dame, una de las catedrales góticas más espléndidas cuyos cimientos se
pusieron en 1160 y la fachada se terminó sobre el 1250 aproximadamente. Los
músicos relacionados con la escuela catedralicia compusieron un nuevo repertorio
de una complejidad sin precedentes. Esta música tan elaborada era entendida como
un ornamento del canto llano autorizado: es decir, su misión era ornamental.
Por primera vez desde la Grecia antigua, los compositores de Notre Dame crearon
una notación que indicaba la duración de las notas, es decir los modos rítmicos.
Estaban basados en combinaciones de longas (L) y brevis (B), Johanes de Garlandia
habla de seis patrones L-B básicos:
Los músicos de Notre Dame crean, a principios del s. XIII, un nuevo género, llamado
“MOTETE” (“mot”, del francés, significa “palabra”). Este género tuvo un gran
desarrollo posterior, con nuevas formas, dejando atrás el conductus y el organum, que
pasaron de modo a mediados del s. XIII. Básicamente consistió en empezar a añadir
textos nuevos a todos esos melismas y esas melodías que hemos visto hasta ahora,
esto hace que se utilicen textos distintos en voces diferentes, incluso en idiomas
diferentes, adquiriendo la música nuevos significados hasta entonces nunca vistos. El
motete, más que un estilo musical, terminará por convertirse en todo un género
literario.
4. Conclusiones.
En los s. XI, XII y XIII surge en Europa una polifonía compleja, que encontró en la
Escuela de Notre Dame un cuerpo donde se desarrolló y se extendió hacia otras partes
de Europa. El término “Ars Antiqua” se utiliza para referirse a esta música
polifónica, que abarca la Escuela de Notre Dame y los años posteriores y el
conductus, el organum y el motete son las formas musicales más importantes de ese
Ars Antiqua. Cuando esta música fue redescubierta, en tiempos más recientes, al
principio fue considerada ordinaria y discordante: carecía del sonido pleno de la
música moderna, sin embargo, a finales del s. XIX y principios del XX, algunos
compositores (como Debussy) retomaron algunos aspectos de esta música, como
elementos exóticos. Las fuentes manuscritas medievales de este repertorio más
importantes son: Codex Calixtinus (Santiago de Compostela), Magnus Liber Organi
(no se conserva el original pero sí tres copias), Codex Las Huelgas (convento Santa
María la Real, cerca de Burgos) y Codex Montpellier (Biblioteca universitaria de
Montpellier).
2. Canción en Latín.
La palabra vernáculo (vernaculus del latín) significa “nacido en casa de uno”, por lo
tanto, lo “vernáculo” se refiere a lo propio del lugar de nacimiento, a lo “nativo”. En
referencia al lenguaje, las lenguas “vernáculas” son las lenguas maternas, en
contraposición con las NO vernáculas, que son las lenguas aprendidas, con una
mención especial al latín. Las canciones en lenguas vernáculas podían ser de temática
religiosa o no religiosa.
Los JUGLARES son intérpretes que aparecen a partir del s.X en el sur de Francia, al
principio eran “músicos callejeros” que vivían de la limosna, cantaban, tocaban,
hacían juegos malabares, hacían exhibiciones de animales amaestrados, bailaban.
Algunos de ellos (los buenos) empezaron a ser contratados por los señores de los
castillos como bufones, sin embargo, les consideraban de muy baja posición social,
en algunos sitios era peor que ser un campesino, y en ocasiones hasta se les negaban
los sacramentos de la Iglesia. A partir del s. XII empiezan a agruparse en “gremios”
de músicos, que con el tiempo acabarán formando escuelas para enseñar a leer y
escribir música (al principio todo lo hacían de oído). A finales de la Edad Media,
algunos juglares llegan a ser contratados para enseñar música a la nobleza.
X. El Ars Nova.
1. El contexto histórico del siglo XIV.
Tras la relativa estabilidad de los siglos anteriores, el s. XIV estuvo marcado por toda
suerte de agitaciones y trastornos sociales: hambre, epidemias, guerras, crisis
demográfica, la Iglesia fue protagonista de importantes escándalos y su autoridad
desafiada. En cambio, también fue un siglo de una extraordinaria creatividad, tanto en
ciencia y tecnología como en el arte.
● Entre 1347 y 1350 la Peste Negra, que fueron una combinación de epidemias
bubónicas y neumonías que se llevaron a otro tercio de la población, lo que
agravó todavía más la situación económica.
● En lo científico y social, aparecen las primeras lentes, que permiten leer a los
ancianos. Aparecen también las primeras brújulas magnéticas, que cambiaron
la navegación y surgen los primeros relojes mecánicos, que cambiaron la
manera de percibir el tiempo: de un flujo constante (como un reloj de arena o
el movimiento de los astros) al ritmo medido en horas y minutos.
● La literatura empieza a evolucionar hacia un cierto realismo y un interés por
satisfacer a la audiencia. Hay también un importante aumento de la
alfabetización, lo que alentó a los escritores a escribir más en lengua
vernácula: La Divina Comedia (1307) de Dante Alighieri, El Decamerón
(1348-1453) de Giovanni Boccaccio, y los Cuentos de Canterbury
(1387-1400) de Geoffrey Chaucer.
El Ars Nova es un nuevo estilo de polifonía nacido en Francia que está caracterizado
por sus innovaciones en la notación del ritmo, que da pie a la llamada notación
mensural, gracias a la cual, los ritmos pueden ser escritos con más precisión.
Empieza a tener importancia la polifonía en obras de música profana, como los
madrigales con temática pastoril y se empieza a buscar igualdad entre las voces.
El punto de partida del motete está en Leonin, que introdujo en su organum distintas
secciones en estilo de discantus además, otros compositores empezaron a escribir
centenares de clausalae (clausulae es algo parecido a una frase musical), muchas de
ellas destinadas a ser alternativas o sustitutivas de las de Leonin o de otros
compositores. Éstas pasan a ser llamadas “cláusulas de sustitución”, que eran
intercambiables con las originales. Todas estaban compuestas sobre el mismo tenor y
el director del coro escogía alguna de ellas para combinarla con el tenor,
dependiendo del día. Esas “cláusulas de sustitución” eran voces superiores, y al
principio (en la Escuela de Notre Dame) no tenían un texto sino que eran melodías.
4. Francia.
PHILIPPE DE VITRY (1291-1361) fue un clérigo francés que llegó a ser obispo de
Meaux, estudió en la Sorbona de París, fue consejero personal del rey, fue soldado,
diplomático, escritor y músico. Se trata fundamentalmente de un autor
fundamentalmente teórico, es decir, un tratadista que escribió un tratado sobre la
nueva música polifónica de su tiempo, llamada ‘Ars Nova’. En este tratado se aceptan
los compases binarios; se habla también sobre el isorritmo, que Vitry define como
un elemento estructural de la música, consistente en la repetición de modelos
rítmicos y unidades melódicas a lo largo de una pieza o una composición; y codificó
los nuevos usos rítmicos y las nuevas prácticas métricas. Su obra consiste en una
docena de motetes polifónicos a 3 voces, basados en los principios de fijeza y
libertad.
5. Italia.
Italia es el país más hedonista y donde surge una música profana más recargada, para
la burguesía, por lo que hay muchos códigos y mucha música conservada. Ejemplo de
ello es la música instrumental en Italia, durante el s. XIV hay una revolución en
todo tipo de instrumentos debido al desarrollo de la música profana, en tres formas
principales: el madrigal, la Caccia y la balada (no se indica en las partituras qué
instrumentos se utilizan en cada caso). En música religiosa se desarrolla mucho el
órgano. Destacan los compositores Francesco Landini (1325-1397) y Johannes de
Ciconia (1335-1411) Y Jacobo de Bologna (1340 – 1386).
La palabra MADRIGAL viene de "mandrial", que era el lugar donde los pastores
cantaban en sus apriscos o "mandras" (aprisco es el nombre de los refugios utilizados
por los pastores para guardar las ovejas), por lo que la temática es pastoril, idílica,
pastoril, amatoria o satírica. Suelen ser a 2 voces, una lenta y grave a modo de base o
"tenor", y otra más aguda y melismática, y la estructura era a base de estrofas de 2
ó 3 versos, todas con la misma melodía, al final, un par de versos adicionales,
denominados ritornello, se tocaban con metro y melodía distintas. Los finales y
también a veces los principios eran prolongados con extensos pasajes, melismáticos.
6. Inglaterra.
Las protestas en contra del Ars Nova no son solamente las de unos partidarios de la
tradición contra los de la novedad. La verdadera rebelión es la de quienes aspiran a
conferir dignidad y autonomía al lenguaje de los sonidos, en contra de los críticos,
como Jacobo de Lieja, que critican a los nuevos músicos porque “cantan de forma
demasiado lasciva, multiplican las voces superfluamente, no dejan oír las
consonancias… despedazan, dividen y saltan con la voz sobre sonidos intempestivos,
aúllan y ladran como perros y, como si amaran los tormentos más raros, se sirven de
armonías lejanas a la naturaleza”. Lo que se puede ver en estas polémicas realmente
es que estos nuevos músicos del ‘Ars Nova’ buscan -con lucidez- en las nuevas
sonoridades, en los nuevos acordes y en unos ritmos más complejos, una razón de
ser de la música en tanto que música, como un lenguaje autónomo y
autosuficiente.
8. Crisis de la teología musical, camino del Renacimiento.
En la baja Edad Media se empieza a abrir paso un empirismo, que coincide con el
renacimiento del aristotelismo. Se empieza a reconocer el placer como objeto y fin
de la música, sin rémoras moralistas que lo impidan y a reconocer como el
destinatario de la música al oído sentido auditivo, aunque sea como un simple
medio para acceder a la psiquis humana. En medio de la abstracción racionalista y
moralista tan característica del Medievo, se abre paso una nueva concepción de la
música en dos claves distintas: psicológica, en relación con los afectos que provoca la
música en quien la escucha, y un nuevo racionalismo, de cuño naturalista, que
afectará a la teoría musical y la armonía.
2. Características musicales.
3. La imprenta y la música.
La imprenta de caracteres móviles ya había sido inventada en China hacía siglos, pero
fue perfeccionada por Gutenberg a mediados del s. XV. En 1473 se hace la primera
impresión musical, para imprimir libros litúrgicos y en 1501, en Italia, se imprime
la primera polifonía, de la mano del impresor veneciano Ottavio Petrucci, quien
antes de establecer su comercio patentó su procedimiento y consiguió un “privilegio”
que la garantizó el monopolio de la impresión musical en Venecia durante 20 años.
Antes de la imprenta, solo los muy pudientes podían permitirse adquirir un libro de
música, pero su aparición puso la música a disposición de muchas más personas, por
lo que a partir de la imprenta, hay un aumento del deseo por adquirir esos libros, que
son mucho más asequibles, y aumenta también la demanda de músicos profesionales
capaces de interpretar esa música.
4. Reforma y Contrarreforma.
5. Autores franco-flamencos.
Johanes Ockeghen (1420-1497), destaca por introducir una línea de bajo por
"debajo" del tenor.
Josquin des Prez (1440 - 1521) destaca por una gran producción musical, conocido
por sus motetes y considerado en su época como el gran maestro de la imitación.
6. El Renacimiento en Italia.
7. El Renacimiento en España.
3º etapa, reinado de Felipe II: Tomás Luis de Victoria (1548-1610) fue un jesuita
nacido en Ávila, y es el principal autor de la época, conoció y trabajó con Palestrina,
aunque más serio y dramático que éste, pero evolucionó de la polifonía
contrapuntística de Palestrina a una música de textura más homofónica, con
mínimas imitaciones; se le considera un adelantado al barroco. Francisco Guerrero
(1527-1599) fue compositor y maestro de capilla y es el máximo representante de la
escuela andaluza de la segunda mitad del siglo XVI.
8. Música Instrumental.
El nuevo clima cultural que se instaura a partir del Renacimiento se proyecta también
sobre la música, aunque con cierto retraso con respecto a otras artes y presentando
unos rasgos algo diferentes. En la concepción medieval de la música, el status social
del teórico (música como arte liberal = teórico de la música) era superior al del
intérprete (equivalente a un artesano, la música entendida como un arte servil) y en
el Cinquecento se sientan las bases que cambiarán esta concepción medieval, en un
largo proceso que nos lleva hasta el romanticismo del s. XIX. El Renacimiento resultó
ser la primera -y posiblemente la más importante fase de este proceso, ya que por
primera vez los teóricos empiezan a apelar a motivos culturales de carácter general,
que eran comunes a otros artistas (literatos, arquitectos, pintores…): reclaman el
retorno a la esencia clásica de la antigua Grecia, que consistió en sencillez, claridad
y racionalidad. Sin embargo, hay que tener presente que para los músicos esto se
convirtió en un mito inalcanzable ya que del arte griego sobrevivieron modelos
arquitectónicos, literarios, teatrales, figurativos… pero no musicales: fue imposible
imitar de forma concreta los modelos antiguos en la música.
2. Palabra y música.
En este contexto surge la idea de música como medio para “mover los afectos”, para
ello empieza a ser necesario que a cada palabra (dotada cada una con una determinada
carga semántica) se le correspondiera por analogía una música adecuada. En
consecuencia, el compositor debe componer de acuerdo con el texto, sin entrar en
contradicciones con este, por lo que el lenguaje verbal se convierte en el modelo al
cual debe adaptarse el lenguaje musical. Se ponen los cimientos de lo que podría
denominarse una teoría semántica de la música, y esta semanticidad de la música,
que arraigó profundamente en el género melodramático, también repercutirá en la
música instrumental, y alcanzará su punto culminante ya en el Romanticismo.
VINCENZO GALILEI (padre del famoso astrónomo Galileo Galileo) destaca entre
todos los pertenecientes a la Camerata Fiorentina del conde Bardi ya que escribió
“Diálogo de la música antigua y de la moderna” (1581), donde quedan trazados los
principios fundamentales por los que se va a regir el nuevo estilo musical: “Los
Griegos cultivaron y rindieron grandes honores a la música, clasificada entre las artes
que se denominaban liberales. […] En líneas generales, con el paso del tiempo,
durante el Imperio, los griegos perdieron no sólo la música, sino incluso todos los
conocimientos que habían llegado a acumular”. Después de este período “áureo”
greco-latino, en opinión de Galilei, se abre un largo y oscuro período de decadencia, a
causa de las invasiones de los pueblos bárbaros: “Habiendo padecido Italia grandes
invasiones de los bárbaros por largo espacio de tiempo, llegó a consumirse cualquier
vestigio de ciencia y, como si hubieran sido sorprendidos de pronto por un grave
letargo de ignorancia, los hombres vivieron sin ningún deseo de saber; de la música se
tenían las mismas noticias que de las Indias Occidentales, y en tal ceguera
perseveraron hasta que, primeramente Gaffurio, después Glareanus y por último
Zarlino, comenzaron a investigar sobre lo que la música fuera y a procurar secarla de
las tinieblas en las que se hallaba sepultada”.
Carta escrita por Lutero en 1530 al músico Senfl, pidiéndole que le escribiera un
motete: “La música es una disciplina que vuelve a los hombres más pacientes y
dulces, más modestos y razonables. Quien la desprecie, que es lo que hacen todos los
fanáticos, no podrán coincidir conmigo en este punto. La música es un don de Dios,
no de los hombres; ahuyenta al demonio y nos vuelve felices. Gracias a la música se
olvidan la cólera y los demás vicios, motivo por el que digo, plenamente convencido
y sin temor a errar, que desde el punto de vista teológico, ningún arte puede alcanzar
el nivel de la música.
Querría encontrar las palabras adecuadas para tejer las alabanzas dignas de ese
maravilloso don divino que es el bello arte de la música; mas no sabría dónde iniciar
y dónde concluir las alabanzas que de la música hiciera, al reconocer que este arte
posee cualidades tan elevadas y tan nobles. No sé siquiera cómo mostrársela mejor a
los mortales, al objeto de que consideren el arte de la música como el más luminoso y
el más excelente. La música es el bálsamo más eficaz en orden a apaciguar, regocijar
y vivificar el corazón de aquel que esté triste y sufra.
Yo he amado siempre la música. Quienquiera que se deje arrastrar por este arte no
podrá dejar de ser un hombre de buen carácter y dispuesto a todo. Es absolutamente
necesario prestar cuidado a la música dentro de la escuela. Es preciso que el maestro
de escuela sepa cantar: de no ser así, lo considero una nulidad. La música es un don
sublime que nos ha sido otorgado por Dios, semejante a la teología. No daría, a
cambio de ningún tesoro, lo poco que sé de música.
Es menester habitual a los jóvenes este arte, dado que vuelve a los hombres buenos,
delicados y diligentes en todo. El canto es el arte más bello y el ejercicio mejor. No
presenta nada de negativo por lo que haya que apartarlo del mundo; no se lo
encuentra uno ni enfrentado a los jueces ni en controversias. Quien sepa cantar no se
abandonará ni a los disgustos ni a la tristeza: se mantendrá alegre y arrojará de sí las
ansiedades por medio de canciones”.
3. El nacimiento de la Ópera.
El Aria es una pieza cantada por una voz solista sin coro, habitualmente con
acompañamiento orquestal, suele formar parte de las óperas o zarzuelas y
representa un momento en el que el personaje muestra sus sentimientos de un modo
directo. El tiempo se para y toda la tensión dramática se focaliza sobre el solista
Recitativo, es una forma de cantar a caballo entre el canto y la declamación. El
primero en utilizarlo fue Jacopo Peri en la representación de L’Euridice, en
Florencia en el año 1600.
4. La Zarzuela.
Las primeras zarzuelas fueron escritas por Calderón de la Barca, con música de
Juan de Hidalgo, algunas tan destacadas como El jardín de Falerina (1648), La
fiera, el rayo y la piedra (1652), Fortunas de Andrómeda y Perseo (1653), El golfo de
las Sirenas o El laurel de Apolo, que tenían la finalidad de divertir al público y
exponer una crítica social, a modo de moraleja. Tras decaer por el impulso e
influencia de la ópera italiana en España, el término “zarzuela” es “reciclado” o
reutilizado ya en el siglo XIX, en un contexto totalmente diferente (el de las óperas
nacionales), por lo que podemos hablar de DOS zarzuelas totalmente distintas: la
Zarzuela barroca (s. XVII) y la Zarzuela del s.XIX, que es un intento de crear una
ópera en estilo nacional imitando la Ópera Comique francesa (una ópera en la que
no había muertos sobre el escenario, para un tipo de público nuevo, la burguesía).
Cuando Lully deja de bailar, en 1670, el "Ballet de Cour" decae y las obras de Lully
empiezan a evolucionar hacia la Tragédie en Musique o Tragèdie Lyrique (ópera
francesa), buscando siempre distanciarse de la ópera italiana. Las características de la
ópera francesa (o Tragedia en Música)son: un prólogo en el que se exalta a Luis
XIV, en ocasiones se hacen referencia a hechos históricos; tiene cinco actos; la
historia tiene un argumento unificado, sólo se cuenta una historia, no hay subtramas
como puede haberlas en la ópera italiana; los personajes se toman de la mitología o
del romance medieval y son solo los estrictamente necesarios; la acción sigue los
pasos lógicos hasta la resolución lógica y se desarrolla a través del declamado;
muchas escenas son del tipo pastoral; son comunes los diálogos y conjuntos varios
(dúos, tríos); hace un importante uso del coro, contando con un vertiendo
estructural, compuestos, además, a cinco voces; y le otorga especial importancia al
ballet en los divertissement, que son escenas espectáculo donde hay música y
danza.
El Ballet es un estilo de danza teatral que nace en Francia en el s. XVII, logra su
estatus de "clásica" en el s. XIX, y no ha dejado de evolucionar. En buena parte de su
historia, el Ballet ha estado ligado a la Ópera, tanto por el tipo de espectáculo en los
que el ballet aparecía como por el tipo de estructuras que lo financiaban: había (y
siguen habiendo) compañías que pertenecían a teatros de ópera. En 1661 Luis XIV
funda la Acadèmie Royale de Danse, un hito importantísimo en el proceso de
profesionalización de la danza, en 1669 Luis XIV funda la Acadèmie Royale de la
Musique (conocida popularmente como la Ópera de París), que ha cambiado en
varias ocasiones de ubicación, cuyo propósito era difundir la ópera francesa y en 1672
se hace cargo de la Ópera de París Lully. Esta institucionalización se produce en
unos tiempos en los que el vocabulario formado de los movimientos básicos estaba
siendo codificado gracias a Pierre Beauchamps, que es el gran reformador del
ballet, refinándolo y desarrollando su técnica y estilo. Beauchamps fue nombrado
intendente del ballet real cuando Luis XIV llega al poder en 1661, convirtiéndose en
un estrecho colaborador de Lully, y es considerado el codificador de las 5 posiciones
de pies básicos los movimientos básicos, que terminaron por convertirse en los
fundamentos de la técnica del ballet. A principios del s. XVII el ballet empieza a
establecerse poco a poco como un arte independiente, a través del cuál, con una
narrativa propia, podía comunicar sin la necesidad de textos cantados. En el s. XVIII
nacen las estrellas del ballet, caracterizadas por su técnica, hombres (Francoise
Prevost, Michel Blondia, Louis Duprè) y las primeras mujeres/estrellas de la danza
como Marie Sallé y Camargo (a quien Voltaire describió como "la primera mujer en
bailar como un hombre"), estas estrellas provocaron admiración y atrajeron a nuevos
seguidores, y los divertissements empezaron a favorecer los solos para su lucimiento,
y la danza se empezó a convertir en un “motivo en sí mismo” que no necesitaba de
palabras para ser expresivas, llegando a las Ópera-Ballet, que es un tipo de "tragedia
lírica" (ópera francesa) en la que la danza tiene más protagonismo que la canción.
Ya en el s. XX, el ballet se aleja de ese concepto de espectáculo que "cuenta una
historias", y se dirige hacia trabajos más abstractos, montados sobre composiciones
recientes o músicas preexistentes que no necesariamente habían sido creadas para la
danza.
2. Italia.
4. Francia.
5. España.
6. Alemania.
7. El Barroco en Hispanoamérica.
“El llamado Barroco Misional, es el repertorio que se interpretaba en los siglos XVII
y XVIII en las antiguas reducciones jesuíticas que se extendían por Argentina,
Brasil, Paraguay y Bolivia.
En este conjunto son destacables, tanto por la cantidad como por la calidad, las obras
que se han conservado en las regiones bolivianas de Chiquitos y Moxos que hoy
conocemos como Barroco Boliviano, actualmente en pleno auge no sólo en Bolivia e
Hispanoamérica, sino a nivel mundial.
Al año siguiente, en Moxos, donde los jesuitas habían permanecido desde 1681 hasta
1767, fueron encontradas cerca de cuatro mil partituras más, muchas de ellas
compuestas por músicos nativos que habían aprendido instrumentación con los
jesuitas. Otras, pertenecientes al italiano Domenico Zipoli, un músico jesuita de
primera línea que en Nápoles había sido uno de los más destacados discípulos de
Alessandro Scarlatti.
XV. El Clasicismo.
1. La Ilustración.
El foco a partir de ahora estará centrado en la melodía que condujo a una sintaxis
lineal, algo que contrasta con la constante variación motívica acompañada por el
bajo continuo, propio del barroco (continuo). Estas melodías empiezan a aparecer
articuladas en frases musicales diferenciadas (en vez de tener un desarrollo continuo
como en el barroco), como resultado, aparecen estructuras musicales con frecuentes
cadencias, estableciendo un paralelismo entre música y habla. La armonía se
convierte en una sucesión de momentos estables (tónica) con estabilidad tonal e
inestables (dominante) o con inestabilidad tonal, en consecuencia, las modulaciones
armónicas se ralentizan y son menos arriesgadas. Estas armonías relativamente
lentas servirán de soporte a una bulliciosa actividad. La armonía y el bajo tienen el
papel, cada vez más marcado, de acompañamiento de la melodía. Los compositores
empiezan a abandonar gradualmente la antigua idea de un estado anímico (ethos)
único, y comenzaron a introducir contrastes (modulaciones a tonalidades lejanas).
Esto sucede a la par que los filósofos y literatos de la época habían cambiado la forma
de concebir la vida emocional de las personas, se deja de creer que las personas
permanecen en un mismo estado de ánimo indefinidamente, hasta que algún estímulo
lo transporta a otro, y lo cierto es que los sentimientos cambian constantemente.
8. La música de cámara.
Dentro de la música de cámara ocupa un lugar destacado el trío con piano, violín y
violonchelo cuyo precedente está en la sonata barroca para violín o flauta + bajo
continuo. Durante el clasicismo se ampliará la sonata para piano con
acompañamiento de violín a la mano derecha y violonchelo a la mano izquierda.
Los primeros trió son los de Haydn en la década de los 1850, en ellos, el violoncello
reforzaba el débil sonido que los bajos de aquellos antiguos pianos tenían. Hasta
Beethoven, el violín y el violonchelo no dispondrán de total autonomía. Estos tríos
solían ser con piano, violín/clarinete y violonchelo. Destacan los 41 tríos de Haydn,
los de Mozart y el Gran Trío de Beethoven.
HAYDN, MOZART son los dos compositores más importantes de finales del
s.XVIII, eran amigos y se admiraron mutuamente, influyéndose el uno al otro. Ambos
fueron compositores prolíficos (mucha cantidad de obra) y con gran cuidado y
atención en los detalles, compartieron la atención del público junto a muchos otros
compositores, algunos de ellos nos son familiares y otros no lo son tanto, sin
embargo, cada uno de ellos contribuyó de una forma única a este período. De
cualquier manera, Haydn y Mozart juntos abarcan todos los géneros practicados a
finales del s. XVIII y su música representa lo mejor que se produjo en este período.
9. La Sinfonía.
Tanto las sonatas para teclado como las composiciones orquestales con forma similar
a la sonata de comienzos del s.XVIII estuvieron bajo la influencia de la obertura
italiana, la cual seguía el esquema rápido-lento-rápido (en contraposición a la
obertura a la francesa, con esquema lento rápido lento), y era una pieza instrumental
que nace en el barroco italiano en los entreactos, que se conocía como sinfonie
avanti l'opera. Estas oberturas no solían tener relación ninguna con la ópera que
venía después de ellas, por lo que empezaron a ser ejecutadas también en los
conciertos, por eso, para los compositores italianos de principios del s. XVIII fue
algo "natural" el comenzar a escribir sinfonías para concerto, utilizando el plan
general de las oberturas operísticas propias del barroco tardío.
10. El Concierto.
2. Música y Romanticismo.
4. Nacionalismo y universalidad.
Los COROS fueron muy populares durante el romanticismo, sobre todo los coros
masculinos. Los coros aficionados son una de las manifestaciones musicales más
genuinas de la burguesía, tienen implicaciones políticas evidentes ya que
representan el espíritu democrático. A pesar de su gran actividad, estos coros han
seguido teniendo un papel secundario en la historia de la música debido a su
carácter amateur. A nivel compositivo, no tuvieron una gran trascendencia.
6. 1814-1830.
7. 1830-1848.
En el s.XIX surge un creciente culto por la figura del intérprete virtuoso, con un
gran prestigio social, Paganini fue el paradigma de gran virtuoso, influyendo
poderosamente, entro otros, en Liszt. París hacia el año 1830 se convierte en el centro
del mundo pianístico, de hecho en 1823 Liszt, que por aquel entonces tenía 11 años,
se trasladó con su familia avalado por su reputación de “niño prodigio”, Chopin llega
en 1831 y hay otros muchos pianistas, aunque de menor alcance. Nace el recital de
piano, instaurado por Liszt en 1840, en el que el pianista se presenta ante una
audiencia sin necesidad de ningún acompañamiento; en estos recitales, Liszt
presentaba un repertorio compuesto por obras suyas y también por obras de otros
compositores del pasado: nace así una conciencia histórica del repertorio
pianístico. Los principales poetas del piano fueron Schumann (1810–1856), Chopin
(1810–1849) y Liszt (1811-1886), otros compositores de la primera mitad del siglo
XIX son Schubert (1797-1828) y Mendelssohn (1809-1847).
LISZT (1811-1886) fue un pianista de origen húngaro que estudió con Carl Czerny y
Antonio Salieri y se inspiró en Paganini, a quien quiso emular pero al piano (“La
Campanela”, 1831-32). En su etapa de juventud su música está caracterizada por un
virtuosismo sobrehumano y experiencias compositivas revolucionarias, son obras
de carácter improvisatorio, construidas más sobre estados de ánimo que sobre
relaciones formales (“Apariciones”, “Harmonies poetiques et religieuses”, 1834).
Experimentó también sobre la poética y el lenguaje (“Álbum viajero”, 1865-36), en
donde se rechazan las formas tradicionales y se desarrolla la música instrumental
como lenguaje de lo inefable. En 1848 abandona el concertismo en activo porque es
nombrado Maestro de Capilla del Duque de Weimar, por lo que hace una profunda
revisión de obras compuestas anteriormente, preocupado por enlazar con la tradición
clásica. En 1863 se va a Roma bajo la protección de Pio IX y las obras de este último
período están caracterizadas por un estilo cada vez más evanescente, una tendencia
hacia la indefinición tonal que anticipa el expresionismo, y por lo tanto, una
dimensión estilística e ideológica propia del s.XX.
2. 1848-1870.
3. 1870-1889.
4. 1889-1914.
Alrededor del año 1890 la política sufre grandes transformaciones como la caída de
Bismarck, el endurecimiento del nacionalismo y del imperialismo, el
“eurocentrismo” sustituido por la “política mundial”, el fuerte proceso de
industrialización o la transición a las sociedades de masas. En lo social, las personas
exigen un apaciguamiento (en relación con las revoluciones en cadena que había
vivido el mundo). Curiosamente, la música no se vio afectada por estos
acontecimientos políticos en lo esencial. El año 1890 (aproximadamente) se considera
el punto de partida de la “modernidad musical”: la expresividad se muestra
abiertamente y la racionalidad de la música se “presiente” sin que haya que
someterse a los esfuerzos de comprender “cada instante”. Esto supone una idea un
poco confusa desde el punto de vista estilístico, se vive un ambiente de “nuevo
comienzo”. En 1908 comienza la transición a la atonalidad y en 1910 los inicios de
la Nueva Música (atonalidad).
El Manifiesto Futurista fue el texto que configuró las bases del movimiento futurista
escrito por el poeta italiano Filippo Tommaso Marinetti a finales de 1908 y publicado
en 1909 en Le Figaro de Francia. La publicación de este manifiesto supone la
inauguración del movimiento futurista y sentaría precedente para otras vanguardias,
como el Manifiesto surrealista. El manifiesto es una nítida captura de la evolución
cultural italiana al comienzo del siglo XX y muestra cómo parte de la vanguardia
intelectual, con el paso de los años, habría contribuido al nacimiento del fascismo.
Con respecto a la Historia de la Música del s.XIX (que termina con la atonalidad), no
es una historia de decadencia frente al progreso del pasado ni es una historia de un
romanticismo y un realismo que se torna en su absoluto contrario. Es absurdo
denigrar el pasado, como se hacía en tono coloquial durante la vanguardia en torno a
los años 20; así como es absurdo adoptar sin más, hoy en día, el entusiasmo
irreflexivo de un público (el de los conciertos y las óperas) para quienes la música no
es más que un museo imaginario de clásicos: una historia así no sería más que un
panteón de grandes nombres. En el Nacionalismo alemán del S:XIX hay tendencias
“supremacistas” a creerse los únicos y los mejores, una conciencia histórica proclive
a la creación de mitos, y una tendencia a considerar la “música absoluta” (música
instrumental) como la verdadera música. La estética de la música se ve marcada por
“el espíritu del pueblo” (Herder) y por la idea de “originalidad”. El Individualismo,
en el s.XIX se termina imponiendo la idea romántica de autor/creador/artista, que
lucha en solitario en una batalla titánica en contra de un entorno hostil, sin dar
concesiones al medio. Los artistas son vistos como una suma de individualidades que
luchan simplemente por existir, cuya mayor exigencia es la de ser fieles a sí mismos y
a sus propios impulsos/instintos creadores, fuente de toda originalidad. En definitiva,
nos artistas/autores/creadores al servicio de un arte cuya misión es la redención, es
decir, rescatar al ser humano de la fealdad del mundo moderno.
Estos objetivos ya te deberían dar una buena pista acerca de “por dónde van los tiros”… o
mejor dicho, por dónde no van: no se te va a pedir que memorices datos biográficos de ningún
autor, no se te va a preguntar fechas, títulos de obras, ni cosas por el estilo. En el examen se te
pedirá que demuestres que tienes una visión global del fenómeno musical en su conjunto y
que tienes claros los distintos períodos de la historia de la música, con sus principales autores,
características, estilos y problemáticas… pero sin entrar en demasiados detalles.
Te recuerdo que el examen será tipo test en un formato multimedia, con textos, imágenes,
vídeos y archivos de audio. Para su realización, necesitarás traer a clase algún dispositivo
electrónico que te permita acceder al Aula Global (ordenador portátil preferiblemente) y unos
auriculares (headphones) para no molestar a tus compañeros. Si no dispones de uno, hay un
servicio de préstamo en la biblioteca, que funciona bajo reserva: si ese es tu caso, ponte en
contacto con ellos para hacer la reserva correspondiente.
La configuración del examen de cada alumno se hace a partir de un banco de preguntas que el
propio sistema baraja al azar. En cuanto a los enunciados de las preguntas, todas ellas han sido
creadas a partir de los contenidos que hemos visto en clase (los PDF con las transparencias)
por lo que no hay ninguna pregunta del examen cuya respuesta no esté en esos PDF. Además,
debes tener presente que el examen está configurado para que tengas preguntas de todos los
temas que hemos tratado, por lo que no hay ninguna unidad didáctica que sea más importante
que otra: todas son importantes de cara a este ejercicio.
Por último, no te vas a encontrar con preguntas sobre contenido extramusical: todas las
preguntas que habrá en el examen tratan sobre música, por lo que los distintos contextos
históricos no son aquello en lo que debes focalizar de cara a la preparación de esta prueba.
A continuación, paso a indicar qué es lo que debes tener claro en cada tema:
★ CÓMO ESCUCHAR MÚSICA: sobre todo es importante que tengas claro qué es la
escucha activa, en qué consiste el proceso creador y cómo escuchamos, prestando
especial atención a lo que Copland denomina “plano musical” (ritmo, melodía,
armonía, timbre, etc).
★ ORGANOLOGÍA: debes tener claro qué es la organología y cuáles son las categorías
básicas de instrumentos musicales.
★ ARS NOVA: debes saber qué es Ars Nova, cuál es su importancia histórica, qué es
eso de “notación mensural”, qué es un “motete”, sus principales autores y los géneros
más importantes (especialmente los italianos).