Trabajo Final Capitulo 15
Trabajo Final Capitulo 15
Trabajo Final Capitulo 15
Psicoterapia Cognoscitiva
Profesor:
Ramon Onésimo Núñez
Sección:
02
Tema:
La educación basada en la evidencia: aportes de la psicología
Sustentantes:
Contenido
Introducción .............................................................................................................................................. 4
Marco teórico ............................................................................................................................................ 5
La educación basada en la evidencia (EBE) ..................................................................................... 5
Aportes de la psicología a las EBE: .................................................................................................... 8
Prácticas de enseñanza eficaces......................................................................................................... 9
Aportes del estudio de las diferencias individuales a la EBE ................................................... 12
La formación docente ........................................................................................................................... 14
Educación basada en la evidencia .................................................................................................... 15
Aportes de la Educación Basada en Evidencia (EBE) ................................................................. 19
Practica educativa otra rama fundamentada en evidencias....................................................... 19
Aspectos clínicos basados en evidencia y su contribución a las EBE ................................... 20
La EBE y su intervención con la odontología basadas en evidencias .................................... 21
Características y las fases del proceso metodológico de la revisión sistemática .............. 22
Aportes de la EBE a la inclusión educativa y la educación infantil ......................................... 24
Conclusión ............................................................................................................................................... 27
Referencias bibliográficas ................................................................................................................... 30
Anexo ........................................................................................................................................................ 32
Introducción
La investigación científica fundamental nos suministra los conocimientos básicos que son
la fuente de donde derivan las aplicaciones prácticas. Sin investigación no hay riqueza,
ni progreso; y puede tenerse una idea del poder real de un país moderno y de su adelanto
y jerarquía por la calidad y el número de sus centros de investigación Bernardo Houssay
(1955).
¿Qué significa entonces la EBE? En primer lugar, las preguntas que se intenta contestar
en la EBE se pueden resumir en tres: (1) ¿Los procedimientos que utilizan los
educadores son los más validados para lograr objetivos educativos (eficacia)? (2) ¿Se
pueden aplicar a muchas situaciones y lugares (efectividad)? y (3) ¿Cuáles son los
procedimientos que producen mayor beneficio con menor costo (eficiencia)? El método
científico es la herramienta más apropiada que disponemos para responder a estos
interrogantes, ya que es el que controla lo más posible la subjetividad propia de los
humanos y el que disminuye más la incertidumbre. Las investigaciones comprenden el
uso de métodos empíricos de observación y experimentación, análisis de datos rigurosos
para poner a prueba hipótesis, uso de medidas que proporcionen datos válidos y
replicables obtenidos a través de diferentes observadores, mediante múltiples medidas
y observaciones, y en diferentes estudios realizados por el mismo o diferentes
investigadores; uso de diseños cuasi-experimentales y experimentales en el que
individuos, entidades, programas o actividades sean asignadas a diferentes condiciones
y se cuente con métodos de control apropiados para evaluar la condición que interesa.
Los diseños aleatorizados con grupos control y los diseños experimentales de caso único
(Plavnick & Ferreri, 2013) son los que se consideran más válidos, aunque también se
pueden tener en cuenta estudios cuasiexperimentales, estudios de caso único, tanto
cualitativos como cuantitativos, siempre teniendo en cuenta sus alcances y limitaciones
en cuanto a su validez, tanto interna como externa. Estas investigaciones deben
publicarse en revistas especializadas y los grupos de trabajo de EBE y otros
investigadores se ocupan de realizar investigaciones sistemáticas y meta-análisis para
arribar a conclusiones válidas sobre distintos programas y temas de investigación
educativa. Estas dos últimas clases de investigaciones secundarias (porque analizan
conjuntos de investigaciones primarias publicadas con criterios pre-establecidos), tienen
la ventaja que reúnen en pocas publicaciones conclusiones de muchos trabajos, lo que
resulta más apropiado para la lectura de los profesionales y pueden comparar mejor la
confiabilidad y validez de los datos para los fines que se propone el educador.
Aportes de la psicología a las EBE:
Al igual que en la práctica médica y en la psicoterapia, la EBE es parte del desarrollo del
conocimiento científico, no surge de la nada, sino de antecedentes previos que
permitieron sentar bases que explicitan cómo investigar en cada área de trabajo (ver
Mustaca, 2014 a, Mustaca, 2015). Por ejemplo, en EEUU, Stanley Hall (1844-1924),
psicólogo y pedagogo, promovió la psicología educativa y realizó investigaciones sobre
inteligencia y del desarrollo del niño y del adolescente. Donald Thomas Campbell (1916-
1996), fue un científico social que sentó las bases de los diseños experimentales en
investigación científica y evaluación en la educación y las ciencias sociales en general.
Enfatizó la importancia de la validez interna y externa de los procesos de evaluación y
argumentaba que la sociedad podría enfrentar mejor los retos y mejorar las reformas
sociales si utilizaban métodos experimentales para evitar sesgos. El grupo de
colaboración de Pensilvania recibe justamente su nombre como un homenaje a su
producción. En Argentina, Víctor Mercante (1870-1934), considerado por José
Ingenieros el primer psicólogo experimental de Argentina (Ingenieros, 1909), fue
principalmente maestro y pedagogo. Influenciado por Stanley Hall, realizó numerosos
estudios descriptivos sobre los adolescentes y niños porque consideraba que era
fundamental para el desarrollo de una pedagogía experimental. Para ello realizó
mediciones antropométricas, tomó medidas psicofisiológicas, elaboró test mentales para
medir funciones estéticas, matemáticas, orientación vocacional, afectividad, etc. Por otra
parte, la psicometría, originada en la mitad del siglo XIX, desarrolló métodos de
diagnósticos necesarios e imprescindibles para la educación y la enseñanza, ya que
permite determinar las características de los alumnos y se pueden realizar
investigaciones sobre los tipos de enseñanza que necesitan en función de esos
parámetros.
Algunas conclusiones de los estudios sistemáticos en EBE mostraron que las prácticas
de enseñanza más eficaces son la enseñanza de precisión (Lindsley, 1991, 1992), la
instrucción programada (Skinner, 1958), el sistema de instrucción personalizada (Keller,
1971) y la instrucción directa (Engelmann, 1980). Estos programas pueden ser aplicados
a distintas especialidades (ej., matemáticas, lógica, lectura y escritura, etc.) y en
diferentes etapas de la educación, desde la escuela elemental hasta la universitaria e
incluso en áreas empresariales, de gestión o del deporte (ej. Corrales Salguero, 2009).
La instrucción directa, desarrollada por Engelmann, fue uno de los nueve programas
evaluados en tres dimensiones: habilidades sociales, cognición y afectividad. Este
método es el que resultó con las mejores tasas de aprendizaje, comparado con los otros
programas. En principio fue elaborado para niños en condición de riesgo, pero luego
mostró que funcionaba bien para todo tipo de estudiantes e incluso para superdotados.
En la instrucción directa el maestro exhibe, demuestra o modela claramente a los
alumnos aquello que han de aprender. Luego se les hacen preguntas sobre el tema.
Deben esperar unos segundos antes de responder y a una señal del maestro, todos
contestan al unísono. Si todos los estudiantes respondieron correctamente, el maestro
la confirma repitiéndola; si ninguno o uno de los estudiantes no respondió correctamente,
el maestro, de manera inmediata, corrigen el error diciendo la respuesta correcta y luego
hace que los estudiantes lo intenten nuevamente. Una vez que demuestran dominio de
una actividad, pasan a otro nivel. También se solicitan respuestas individuales.
Si bien estos cuatro programas tienen detalles que los diferencian entre sí, todos derivan
de los estudios de los programas de condicionamiento operante desarrollados por
Skinner en su laboratorio, del aprendizaje social estudiado por Bandura (1974), y de
estudios sobre de memoria y cognición. Tienen en común que establecen que los
programas deben tener metas precisas y claras, el aprendizaje debe ser graduado,
distribuido y no masivo, se da mucha importancia a la práctica, la repetición y la
evaluación y auto evaluación cuantificada en frecuencia o tasa de respuesta, de modo
continua a través de conductas observables. Sobre todo, enfatizan la importancia de la
retroalimentación inmediata y no retardada, del aprendizaje individualizado y de que el
maestro funcione como tutor que guía al alumno para que logre aprender a aprender.
A pesar de que estos métodos mostraron ser más eficientes que los tradicionales, existe
todavía algún rechazo entre los educandos en aplicarlos. Binder & Watkins (1990)
sostienen que esto ocurre, en parte, a que la enseñanza proviene de políticas y filosofías
humanísticas que se resisten a utilizar métodos bien estructurados y con medición de
conductas observables.
En otras líneas de trabajo, los investigadores consideran que, a la hora de aplicar los
programas educativos, hay que tener en cuenta las diferencias individuales, no sólo
respecto de la inteligencia y habilidades académicas, sino otros como factores de
personalidad (ej. Eysenck, 1952) o de temperamento (ej. Eisenberg & Morris, 2002;
Rothbart & Bates, 2006), entre otros.
Asimismo, esta práctica emplea un método sencillo, sistemático y ágil, que permite a los
docentes aproximarse a los temas y estudios que resulten de apoyo y sustento para el
ejercicio de su disciplina. Esto implica partir de preguntas de investigación específicas,
así como realizar estrategias de búsqueda y análisis que faciliten identificar, evaluar y
sintetizar la evidencia obtenida (ver figura 1). Este proceso de indagación no representa
un seguimiento de pasos o reglas predefinidas o fijas, por el contrario, la EBE promueve
la práctica de mecanismos que favorezcan las inferencias y derivaciones de juicios
profesionales sustentados en resultados confiables.
La enseñanza, como otras profesiones, ha tenido que enfrentar dificultades que surgen
como producto de la brecha que se crea entre la práctica diaria y la investigación.
Plantear soluciones que permitan cambiar esta condición ha sido el objetivo del enfoque
conocido como Educación Basada en la Evidencia (EBE). Hederich. C., Martínez. J.,
Camacho. R., (2014).
¿De dónde nace el querer fundamentar la educación en evidencia? Esta nace con la
conferencia de D. Hargreaves (1996), como el evento fundacional de lo que más adelante
pasaría a llamarse una “enseñanza basada en la evidencia”. El cual planteo que la
enseñanza no es, en este momento, una profesión basada en la investigación, lo cual
explica muchas de las dificultades que enfrenta. según el autor, para llegar a serlo deben
darse cambios profundos; por un lado, en el tipo de investigación que se hace en
educación, y por otro, en los modos en los que esta investigación se organiza y se
disemina.
La EBE aporta en múltiples aspectos tales como; dan origen a revistas educativas
científicas que facilitan la ayuda para diferentes situaciones, favoreciendo la circulación
de los avances científicos, la naturaleza de la evidencia que señala la efectividad de una
intervención entre otras. La transferencia de la experiencia de la medicina basada en la
evidencia a la educación ha conllevado la institucionalización del proceso de elaboración
de revisiones sistemáticas en redes colaborativas, la conformación de este tipo de redes
ha representado un impulso claro a la sistematización y organización de la, aún
incipiente, producción científica en el campo educativo y al fortalecimiento de la
posibilidad de que el profesional de la educación empiece a considerar el conocimiento
científico en la toma de decisiones.
Se espera que el impacto de esto sobre la calidad Hacia una educación basada en la
evidencia de la educación sea semejante al logrado en el ámbito de la medicina sobre el
bienestar de los pacientes. Aunque queda claro el rol de la evidencia en la toma de
decisiones particulares, su alcance va aún más allá, en la medida en que puede afectar
de manera muy positiva las decisiones institucionales y gubernamentales y, en general,
la política educativa.
En cuanto a educación, son notables las iniciativas norteamericanas que han trabajado
en la elaboración de estándares de calidad para la valoración de estudios basados en
evidencias, como el programa What Works Clearinghouse (WWC) del Departamento de
Educación o la Best Evidence Encyclopedia (BEE) del Center for Data-Driven Reform in
Education (CDDRE) de la Universidad John Hopkins (Blanco, 2012). También son
importantes en Europa los trabajos del The Evidence for Policy and Practice Information
and Ordinating Centre del Instituto de Educación de la Universidad de Londres, que ha
hecho contribuciones metodológicas y ha realizado revisiones sistemáticas en una gran
cantidad de temas, y el Evidence Informed Policy and Practice in Education in Europe
con la participación de 23 países europeos y siete organizaciones con sede en cuatro
países no europeos, interesados en estudiar la naturaleza y el alcance de acciones que
vinculan la evidencia de investigación con las políticas educativas en la Unión Europea
(Camilli, 2015).
En cuanto al primer objetivo específico, cabe concluir que los resultados de la revisión
sistemática realizada, sugieren que el TFG es un tema de interés creciente para la
investigación educativa que se realiza siguiendo los tres paradigmas, siendo el enfoque
cuantitativo el más frecuente (52,38%).
Las técnicas de recolección de información más usadas, son los cuestionarios y las
entrevistas; las técnicas de análisis de datos son de tipo descriptivo e inferencial, y las
más usadas son las clásicas. En cuanto al segundo objetivo específico, la revisión
sistemática llevada a cabo en el ejemplo, ha servido para ilustrar esta técnica.
Booth et al. (2007, p.8): “DIMENSIÓN C Desarrollar prácticas inclusivas: Esta dimensión
se refiere al desarrollo de actividades que reflejen culturas y políticas inclusivas. Las
actividades se planifican de tal forma que tienen en cuenta la diversidad de niños y
jóvenes del centro y del entorno. Se fomenta que los niños se impliquen activamente a
partir de lo que ellos saben y de sus experiencias fuera del centro. Los profesionales
identifican recursos materiales y humanos: equipos directivos, niños y jóvenes, padres /
cuidadores y grupos locales que puedan ser movilizados para apoyar el juego, el
aprendizaje y la participación”.
Existen guías que explicitan las condiciones, procesos y prácticas escolares que son
puntos fuertes o facilitadores para el proceso de inclusión educativa como el Index for
Inclusión (Booth y Ainscow, 2000), Index para la Inclusión: Desarrollo del juego, el
aprendizaje y la participación en Educación Infantil (Booth, Ainscow y Kingston, 2007), el
Proyecto Inclusiva (Duk, 2007) y la Guía de buenas prácticas en educación Inclusiva
(Solla, 2013). De forma complementaria a las mismas, en el presente artículo, se busca
describir aquellas prácticas que se ponen al servicio del aprendizaje y participación y que
se reconocen en la literatura científica por su adecuación para atender a la diversidad en
educación infantil. Para ello se analizan las mismas siguiendo la diferenciación de
prácticas como estructuras, recursos o estrategias.
La educación basada en la evidencia (EBE) nace al igual que otras ramas a raíz de las
dificultades que evidencian la distancia que hay entre la práctica diaria y la investigación
tanto básica como tecnológica. A raíz de satisfacerlas necesidades de realizar las
prácticas profesionales con evidencias tanto para la medicina como la psicoterapia surge
las EBE, ya que se consideró que la enseñanza no es una profesión fundamentada en
la investigación sistemática, sino en la práctica cotidiana, las creencias y la intuición.
Aportes de la psicología a las EBE. La EBE forma parte del desarrollo del conocimiento
científico, esta recibe sus influencias tanto de la medicina como la psicoterapia, es por
ello que en este apartado se evidencian intervenciones tanto de psicólogo y pedagogo,
ejemplo la psicología educativa realizó investigaciones sobre inteligencia y del desarrollo
del niño y del adolescente, Enfatizando la importancia de la validez interna y externa de
los procesos de evaluación y argumentaba que la sociedad podría enfrentar mejor los
retos y mejorar las reformas sociales si utilizaban métodos experimentales para evitar
sesgos. Otra intervención realizada desde esta perspectiva son los estudios descriptivos
sobre los adolescentes y niños porque consideraba que era fundamental para el
desarrollo de una pedagogía experimental. Los cuales dieron paso a la elaboración de
test mentales para medir funciones estéticas, matemáticas, orientación vocacional,
afectividad, no se puede obviar que la psicometría, originada en la mitad del siglo XIX,
desarrolló métodos de diagnósticos necesarios e imprescindibles para la educación y la
enseñanza, ya que permite determinar las características de los alumnos y se pueden
realizar investigaciones sobre los tipos de enseñanza que necesitan en función de esos
parámetros.
Las investigaciones sobre psicología, psicología social y más recientemente de las bases
neurobiológicas de la conducta y la cognición, también permitieron desarrollar y evaluar
estrategias educativas y de enseñanza que se dieron a través de las investigaciones
realizadas en laboratorios experimentales como los programas para maestros para
aplicar en el salón de clases que optimizan la enseñanza o mejoran deficiencias
académicas o de conducta, programas específicos para la violencia escolar, programas
para el manejo niños hiperactivos
Aportes del estudio de las diferencias individuales a la EBE. Es importante entender que,
a la hora de aplicar los programas educativos, hay que tener en cuenta las diferencias
individuales, no sólo la inteligencia y habilidades académicas, sino otros como factores
de personalidad o de temperamento entre otros. Diversos estudios han llegado a la
conclusión que la personalidad influye en los procesos de enseñanza, ejemplo personas
muy extrovertidas son menos condicionales y menos sensibles a los castigos que los
introvertidos, con mayor tendencia a realizar transgresiones, partiendo de estos estudios
de deduce que los programas en las escuelas tendrían que adecuar los programas de
enseñanza a los rasgos de personalidad, además de por la inteligencia de los alumnos,
no sólo para el rendimiento de los alumnos, sino también en áreas como la disciplina en
el aula y para prevenir la delincuencia, la adicción a drogas de abuso o problemas de
excesos en la inhibición conductual.
Son múltiples los aportes que la educación basada en evidencia nos ofrece:
En primer lugar, más información sobre las metodologías, recursos y procesos que
llevamos a cabo en nuestras aulas, para que así sean más eficaces y eficientes.
Por último, también es un gran escudo que nos protege de las modas educativas que no
tienen detrás un estudio o respaldo científico, dándonos las herramientas para descartar
y rechazar aquellas sin una base sólida. Esto está directamente relacionado con la
protección sobre el intrusismo de otros sectores en el educativo.
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Anexo