Poesia Ángel Sin Alas

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Ángel Sin Alas

Autor: Felipe F. Muñoz

Ayer, vague por las calles


de cualquier ciudad,
parecía que fuese la primera vez,
estaba impresionado,
absorto y sorprendido,
con sus grandes y fastuosos edificios,
sus letreros luminosos
el tráfico... y la muchedumbre,
ese mar de gente que iba y venía sin cesar
y que por momentos me arrastraba.
El ulular de las sirenas,
el bullicio y la algarabía,
que te envuelve... que te asfixia,
algo pasaba,
algo sucedía,
una extraña sensación me invadía,
una inmensa soledad me acompañaba.
Ayer vague por las calles de cualquier ciudad,
quería encontrarte
o quizá encontrarme a mí mismo
camine... no sé cuántas calles,
no sé cuántas horas,
ni cuantas veces te vi...
en la calle,
en la plaza,
en la esquina,
!en todas partes te encontré!
y cuando te vi...
un remanso de paz me invadía,
¡que sencillez!¡que lozanía!.
Tus ojillos traviesos,
coquetos, risueños,
semejaban dos albas... dos atardeceres,
tu risa celestial,
¡el cando! ¡el trinar de los pajarillos!
Y tú figura graciosa, diminuta, frágil,
una flor en medio del vendaval...
el vuelo de un ave en perfecto equilibrio.
Ayer te vi,
y retrocedí en el tiempo,
¡retrocedí!
Recordé los sueños
que se tienen cuando se es como tú.
¡Cuando se es niño!
cuando se es niño,
¡cuántas ilusiones!¡cuántas esperanzas!.
Cuando sea grande... seré como mi papá,
y a ti mamá...
te voy a comprar una casa muy grande
y con muchas flores,
¡voy a ser abogado!
¡voy a ser presidente de la república!.
¡Cuando se es niño!
Cuando se es niño,
¿cuántos sueños? ¡cuantos deseos!
Voy a tener mucho dinero,
voy a comprar muchos juguetes.
Cuando se es niño,
¡cuánta riqueza espiritual!
No hay codicia,
ni prejuicios,
no hay pasiones, ni avaricia,
¡solo hay amor y justicia!
Ayer te vi,
y retrocedí en el tiempo
¡retrocedí!,
recordé la escuela,
los amigos,
los regaños de papá...
y la dulzura de mamá.
No sé cuánto tiempo estuve absorto,
no sé cuánto tiempo estuve ido,
hasta que me volvió la realidad,
¡tu voz!
¡tu lamento!
¡tu gemido!
¡el periódico! ¡extra! ¡extra!
¡mueren más niños por desnutrición
en Etiopía! ¡el periódico!
¡chicles!¡chicles! ¿compra chicles?,
¡le limpio el vidrio al carro señor?
¡lo que guste cooperar!
¡Una limosna señor...no he comido!
¡una limosna!.
Y un frío glacial recorrió todo mu cuerpo,
la angustia el ansia y la desesperación
se adueñaron de mí.
Ahí estabas frente a mí,
ángel y demonio,
luz y sombra,
sueño y pesadilla,
risa y llanto,
por más que mis ojos lo negaron,
por más que mis labios lo callaron,
¡ahí estabas frente a mí!
Y tu cuerpo escuálido,
tu ropa raída... tus pies descalzos,
parecieron llorar,
¿sueños? ¿ilusiones? ¿esperanzas?
¡me las han acabado!¡me las han destruido!
La madre que no he tenido,
el padre que no he conocido,
los que ocultan su fracaso,
sus frustraciones, su cobardía,
el vicio y el abandono
han elegido por vía.
¡Soy un niño de la calle!
sin hogar y sin destino
mi casa es la ciudad,
mi escuela... son los amigos
para mí no existe el tiempo
no hay pasado, ni presente, ni futuro,
no hay cumpleaños,
no hay edad... no hay navidad,
¡si lloro!, ¡si enfermo!
No hay consuelos,
no hay mimos.
¡Ahí estabas frente a mí!
¡ángel sin alas!
Y tus ojos tristes,
tus ojos acusadores,
parecieron gritar... ¡Basta!
¡basta ya de hablar del día del niño!
basta ya de lavar la conciencia
con festivales y donativos,
basta ya de hablar paz, de amor,
mientras haya odio,
guerra discriminación y contaminación,
¡no quiero más Vietnams!
¡no quiero más Nicaraguas!
¡ni misiles o la guerra palestina!
¡basta de hablar de justicia!
¡del dólar!¡de la bolsa de valores!
Mientras hayan niños con hambre,
niños sin hogar,
niños con frío
Maestro
¡no más palabras!
Poeta
¡no más versos!
Cantor
¡no más canciones!
Es tiempo de despertar
de tener los ojos abiertos,
es tiempo de actuar,
de que construyas mis sueños,
¡por que tu presente es mío.
NARCOTRAFICANTE TE ACUSAREMOS
Autor. Felipe Muñoz

Amor mío
Amor de mis amores
Hoy es una fecha muy especial
14 de febrero de 1990
¡Día del amor y de la amistad!
Sin embargo,
Hoy me siento muy triste,
Sola y acongojada,
Porque precisamente hoy
Hace un año que te fuiste,
¡Y ya no volverás!

Recuerdo tus ojos, tus ojos negros,


Tu mirada diáfana,
Tu risa de cristal,
Y tu cálida voz.
Aun siento tu presencia
En cada lugar,
En cada rincón,
En cada pieza.

Amor mío,
Amor de mis amores,
¡Hijo! ¡Mi pequeño hijo!
¡Mi luz! ¡Mi lucero!
Como olvidar tus primeros pasitos,
Tus primeras caricias,
Tus primeras palabras,
Que orgullosa me sentí
Cuando por primera vez me dijiste
¡Mamá! ¡Mamá!
¡Eras mi orgullo!
Tú presencia lleno el hueco
De tu padre cuando nos abandonó.
Como olvidar tu primer día de clases.
Como se me partía el alma
Al ver tu carita llorosa a través del cristal.
El kínder, la primaria,
¡Y al fin la secundaria!
Dejabas de ser un niño
Y empezaba a seguir el hombre.

Todos te queríamos,
Tus maestros se expresaban,
Señora, será un gran deportista
¡Primer lugar en Básquetbol!
¡Primer lugar en atletismo!
Tus compañeros decían
Señora su hijo será un gran profesionista,
¡Es el más inteligente!
Con que orgullo te veía,
¡Tu! tan pequeño y tan frágil,
Adquirías dimensiones de gigante
Y me repetía una y mil veces,
Mi hijo será un doctor,
Un licenciado o un profesor
¡No será un obrero como su padre!

Mas un día todo empezó a cambiar,


Tu carácter jovial y alegre
Se tornó triste,
Tu piel pálida,
Te aislaste, te distanciaste,
Tus calificaciones comenzaron a bajar,
Yo te justificaba
Es la edad, la adolescencia
O tal vez está creciendo.

Pero un día en la fábrica


Un maestro me dio la noticia,
Señora ¡Su hijo está hospitalizado!
¡Corrí! Corrí de angustia
El corazón lo tenía roto en mil pedazos
Y al verte sentí morir,
No podía creer que fueras mi hijo
Estabas como loco,
Con espasmos,
Me llamabas, me gritabas
¡Mamá! ¡Mamá! ¡Perdóname!
¡No lo vuelvo hacer!
Hasta que tu corazón cansado dejó de latir.

¿Cómo fue? ¿Qué sucedió?


¡Mi hijo! ¡Devuélvame a mi hijo!
¡Hijo no te mueras! ¡No te mueras!
¿Qué le hicieron a mi hijo?
¿Qué le hicieron?
Una y mil preguntas llegaron a mi mente,
Aun escucho las voces de los médicos:
¡Su hijo es drogadicto!
Su hijo es drogadicto, su hijo es drogadicto,
Su hijo es drogadicto.
¡Te habían enviciado!

¡14 de febrero de 1990!


Hoy te recuerdo,
Y quiero gritar de dolor,
De rencor,
¡A ti!
A ti narcotraficante,
¡Escoria de la sociedad!
¡Rata! ¡Gusano miserable!
¡Negociante del infortunio!
Que comercias con el dolor ajeno.
Escúchame, escúchame…
Esa mansión, ese carro, ese oro,
Son lágrimas ardientes
De madres que lloraban a sus hijos
Podrás usar la ropa más fina
Los perfumes más caros,
Pero ni todo el oro del mundo
No todo el lujo que ostentas
Te podrá ocultar,
Eres basura ¡Apestas!
Narcotraficante
¡Hiere tu cochina conciencia!
Te disfrazas de empresario,
De político, de industrial,
De agricultor o de ganadero.
Pero aunque te escondas
¡Te encontremos!
Porque tu dinero ¡Apesta!

Un día volverán nuestros hijos


Resucitaran los muertos,
Saldrán de sus tumbas
Para callar el grito de sus hermanos,
Para enjuagar el llanto de sus padres,
Para acariciar el rostro de sus madres,
Y ese día te buscaremos,
¡Te encontraremos!
Ese día miles de pechos y gargantas
En una sola voz ¡Te acusaremos!
Un día volverán nuestros muertos
Y con su mirada fría
Con sus rostros descarnados
Clamarán justicia,
Y entonces miles y millones de manos
Impacientes, nerviosas
¡Te señalarán! ¡Te acusaremos!
Por nuestros hijos que son esperanza,
Poesía, belleza, sueños, anhelos,
Y futuro de nuestra patria,
¡Por nuestros hijos!
¡Por los vivos y por los muertos!
Narcotraficante
¡Te acusaremos!

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