La Catequesis en El Documento de Aparecida
La Catequesis en El Documento de Aparecida
La Catequesis en El Documento de Aparecida
En las comunidades eclesiales de Amrica Latina es notable la madurez en la fe de muchos laicos y laicas activos y entregados al Seor, junto con la presencia de muchos abnegados catequistas1 Un gran medio para introducir al Pueblo de Dios en el misterio de Cristo es la Catequesis. En ella se transmite de forma sencilla y substancial el mensaje de Cristo. Convendr por tanto intensificar la catequesis y la formacin en la fe, tanto de los nios como de los jvenes y adultos. La reflexin madura de la fe es luz para el camino de la vida y fuerza para ser testigos de Cristo. Para ello se dispone de instrumentos muy valiosos como son el Catecismo de la Iglesia Catlica y su versin ms breve, el compendio del catecismo de la Iglesia Catlica. En este campo no hay que limitarse slo a las homilas, conferencias, cursos de biblia o teologa, sino que ha de recurrir tambin a los medios de comunicacin: prensa, radio y televisin, sitios de internet, foros, y tantos otros sistemas para comunicar eficazmente el mensaje de Cristo a gran nmero de personas.2 Gracias al esfuerzo de la Iglesia y una mejor formacin de generosos catequistas la renovacin de la catequesis ha producido generosos resultados en todo el continente, llegando incluso a pases de Norteamrica, Europa y Asia donde muchos latinoamericanos han emigrado3 Como sombra: En la evangelizacin, en la catequesis () persisten lenguajes poco significativos para la cultura actual, en particular, para los jvenes. () los cambios culturales dificultan la transmisin de la fe por parte de la familia y de la sociedad4 A los catequistas, delegados de la palabra y animadores de comunidades, que cumplen una labor dentro de la Iglesia, les reconocemos y les animamos a continuar el compromiso que adquirieron en el bautismo y en la confirmacin5 En muchas partes la iniciacin cristiana ha sido pobre y fragmentada. O educamos en la fe, poniendo realmente en contacto con Jesucristo e invitando du seguimiento o no cumpliremos con nuestra labor evangelizadora. Se impone ofrecer una modalidad operativa de iniciacin cristiana que d elementos para
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Discurso de su santidad en el Saln de Conferencias Santuario de Aparecida, 13 de Mayo de 2007. Ibd. 3 P. 80. 4 P. 84. 5 P. 122.
el quin, el cmo y el dnde se realiza. As asumiremos el desafo de una Nueva Evangelizacin. La iniciacin cristiana, que incluye el Kerigma, es la manera prctica de poner en contacto con Jesucristo e iniciar en el discipulado. Nos da tambin oportunidad para fortalecer la unidad de los tres sacramentos de iniciacin cristiana y profundizar en su rico sentido. La iniciacin cristiana se refiere a la primera iniciacin de los misterios de la fe, sea en la forma de catecumenado bautismal para los no bautizados, sea en la forma de catecumenado postbautismal para los bautizados no suficientemente catequizados. Habra que distinguirlos de otros procesos catequticos que pueden tener la iniciacin cristiana como base. Propuestas: Se siente la urgencia de desarrollar en nuestras comunidades un proceso formativo que comience por el Kerygma, guiado por la palabra de Dios, que conduzca a un encuentro personal, cada vez mayor con Jesucristo, perfecto Dios y hombre perfecto. Recordamos que el intinerario formativo del Cristiano, en la tradicin ms antigua de la Iglesia, tuvo siempre un carcter de experiencia, en el cual era determinante el encuentro vivo y persuasivo con Cristo, anunciado por autnticos testigos. Una experiencia que introduce en una profunda y feliz celebracin de los sacramentos y sus signos, capacitando al creyente a transformar el mundo. Esto es lo que se llama catequesis mistaggica. La I.C. da la posibilidad de un aprendizaje gradual en el conocimiento, amor y seguimiento. Renueva su vida comunitaria y despierta su carcter misionero, esto requiere nuevas actitudes pastorales. Rasgos del discpulo segn la I.C.: Tiene como centro a Cristo, Tiene espritu de Oracin, Amante de la Palabra, practique la confesin y participe de la eucarista, inserto en una comunidad, sea solidario. 294. se hace la propuesta de que primero se d una iniciacin bsica y luego una catequesis permanente. Catequesis permanente 295. Es notable que se ha hecho un gran avance en este sentido. 296. La formacin teolgica y pedaggica de los catequistas no es la deseable. La catequesis no cuenta con la colaboracin de las familias. 297. Se requiere una identidad catlica que pasa por una catequesis adecuada, es una tarea que incumbe sobre todo a los obispos.
289. La catequesis no debe ser ocasional, sino un itinerario catequtico permanente. Corresponde a la Iglesia particular, establecer un proceso catequstico que se extienda desde la infancia hasta la ancianidad. 299. Ha de ser una verdadera escuela de formacin integral. Elaborar subsidios catequsticos elaborados a partir del Catecismo de la Iglesia Catlica y del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. 300. Que acompae la fe presente en la religiosidad popular. Las visitas a las familias donde se les inculque la prctica de la oracin familiar.