Cap2 Quimica

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Capítulo 2

El nacimiento de la teoría atómica


moderna
Introducción
A partir del modelo de Bohr, la humanidad debió seguir avanzando hacia un
modelo atómico más complejo para poder explicar todos los datos experimen-
tales de espectroscopía de los que se disponía, en especial los de los átomos
polielectrónicos, los que no podían ser interpretados por las ecuaciones de
Bohr. En ese camino que conduce al modelo atómico actual, las ideas de de
Broglie fueron muy importantes.

Las ideas de de Broglie


No debemos olvidar que el comportamiento químico de los átomos está
fundamentalmente determinado por su estructura electrónica. Por ello, resulta
importante comprender cómo se comportan los electrones en los átomos.
Desafortunadamente, los electrones no se rigen por las leyes de las partículas
clásicas, ni existe un símil macroscópico de su comportamiento en nuestro
mundo. La propuesta realizada en 1924 por Louis de Broglie, que le valiera un
premio Nobel de física, nos ayuda a interpretar la conducta de estas partículas
submicroscópicas.
Su revolucionaria idea fue extender la concepción dual onda-partícula de
la luz (propuesta en 1905 por Einstein para interpretar el efecto fotoeléctrico)
a las entonces consideradas partículas (materia), como el electrón. Einstein ha-
bía mostrado que la luz, que era considerada hasta ese momento como una
onda electromagnética, podía tener comportamiento típico de partículas (fo-
tones). De Broglie propone ahora que las partículas pueden comportarse como
ondas. Elaboró una hipótesis en la que planteó que el movimiento de todas las
partículas podía ser descrito mediante una onda asociada u onda piloto. La longitud
de onda de la misma, , puede ser calculada a partir de la cantidad de movi-
miento de la partícula, p, mediante la ecuación:
ℎ ℎ Ecuación de de Broglie: h es la constante de Planck, m es la
𝜆
𝑝 𝑚𝑣 masa y v la velocidad de la partícula

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En las ondas, la longitud de onda se relaciona con su comportamiento
físico. Por ejemplo, para obtener un patrón de difracción a partir de radiación
electromagnética es necesario hacer pasar una onda por una rendija de un ta-
maño similar al de su longitud de onda. Pero, ¿qué magnitud tiene esa longitud
de onda para un cuerpo macroscópico como una pelota o un proyectil? De la
ecuación de de Broglie se desprende que, cuanto mayor sea la masa de la par-
tícula, menor será la longitud de onda asociada. Para una masa suficientemente
grande, como la que poseen los cuerpos macroscópicos, dejarán de ser obser-
vables los fenómenos típicos de las ondas. Por ejemplo, para que un objeto
macroscópico difracte, se necesitaría una rendija tan pequeña que, hasta el mo-
mento, no se ha podido diseñar un experimento que pruebe que los objetos
macroscópicos poseen carácterísticas de onda. De hecho, asumimos en nuestra
vida diaria que se comportan como partículas.
En el caso de una partícula confinada a un cierto lugar en el espacio, como
un electrón confinado en un átomo, esta onda piloto es necesariamente estacio-
naria. Una onda estacionaria es una onda que se encuentra confinada a cierto
lugar del espacio, es decir, que sus extremos están fijos (Figura 2.1). En este
sentido, cuando una onda estacionaria vibra la posición de los nodos se man-
tiene con el tiempo, por lo que no interfiere consigo misma.

Figura 2.1. Representación esquemática de una onda a) estacionaria y b) no estacionaria. Observar que
en el primer caso la posición de los nodos se mantiene fija en el tiempo y por lo tanto no interfiere consigo misma.

Hoy existen innumerables evidencias de la validez de la hipótesis de de


Broglie para objetos submicroscópicos. Ella implica que cualquier partícula en
movimiento puede ser entendida también como su onda piloto. Cuando de
Broglie propuso su hipótesis, ya se había demostrado el comportamiento cor-
puscular de la luz (efecto fotoeléctrico), pero restaba comprobar el comporta-
miento ondulatorio de alguna partícula, como el electrón. De esta forma se
comprobaría finalmente la dualidad onda-partícula de la materia. En 1927, Da-
visson y Germer, y casi simultáneamente George Thomson obtuvieron un pa-
trón de difracción de electrones. El experimento consistió en hacer pasar un
haz de electrones a través de una rendija muy pequeña: el espaciado entre los
átomos de niquel en un cristal de este metal. Esto demostró que los electrones,
hasta entonces considerados trozos de materia son capaces de dar lugar a

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fenómenos ondulatorios como la difracción. Con esta comprobación quedaba
demostrada la naturaleza dual del electrón. Este evento fue tan trascendente a
nivel de la comunidad científica de la época que solo dos años después de
Broglie fue galardonado con el Premio Nobel de Física.
Tal dualidad no debe interpretarse como si en algunos momentos el elec-
trón fuese una onda que luego se transforma en un cuerpo clásico. El electrón
tiene una conducta que le es propia; somos nosotros, las personas, quienes solo
sabemos interpretar su comportamiento si lo imaginamos a veces como si
fuera una onda y a veces como si fuera un cuerpo del mundo cotidiano. En la
siguiente tabla se ejemplifican algunos hechos observables y su interpretación
desde un punto de vista ondulatorio o corpuscular, según nos resulte más útil:

Hecho: ¿Cómo lo interpretamos?


Una onda sonora se refleja en un eco Onda
Un jugador patea una pelota de fútbol Partícula
La luz refracta formando el arco iris Onda
Efecto fotoeléctrico de la luz Partícula
Difracción de electrones Onda
Efecto Compton Partícula

Aunque la hipótesis de de Broglie se propuso en 1924, logró comprobarse


experimentalmente para los electrones recién en 1927. No obstante, hubo un
físico austríaco que, en 1926, usó las ideas de de Broglie para asentar las bases
de la teoría atómica moderna. Ese físico fue Erwin Schrödinger.

La teoría atómica moderna


En 1926 Erwin Schrödinger elaboró un modelo atómico empleando la
idea de las ondas piloto de de Broglie. Por otra parte, casi simultáneamente
Werner Heisenberg propuso, mediante ideas iniciales diferentes, una teoría que
llegó a los mismos resultados que la de Schrödinger. Ambas teorías son equi-
valentes en cuanto a los resultados finales; discutiremos brevemente los con-
ceptos introducidos por Heisenberg, mientras que hablaremos más
extensamente de la teoría de Schrödinger por ser matemáticamente la más sen-
cilla.

El principio de incertidumbre de Heisenberg


En el marco del desarrollo de su teoría, Heisenberg propone el principio
de incertidumbre. Este principio nos dice que el valor de ciertas magnitudes

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físicas no puede medirse simultáneamente con la precisión que uno desee. Por
ejemplo, en el átomo de hidrógeno, no es posible conocer a la vez, con una
precisión tan grande (o un error tan pequeño) como se quiera, la cantidad de
movimiento y la posición del electrón. Existe un límite fijo de la precisión que
puede alcanzarse para la medida simultánea de las dos magnitudes complemen-
tarias o no independientes. Esta restricción a la precisión con que pueden me-
dirse estas magnitudes físicas es intrínseca al sistema físico, cualquiera sea el
método de medida empleado.
El principio de incertidumbre establece que el producto de la incertidum-
bre (error) con que pueden medirse ciertos pares de magnitudes complemen-
tarias es siempre mayor que un valor que depende de la constante de Planck.
Existen varias expresiones matemáticas para este principio. Veamos algunas
de ellas:


Δ𝑥Δ𝑝 Relaciones de Heisenberg:  es la incertidumbre o el error
4𝜋
en la medida, x es la posición, px es la cantidad de movimiento

Δ𝐸Δ𝑡 en el eje x, E es la energía y t es el tiempo.
4𝜋

De acuerdo con estas ecuaciones, al medir simultáneamente el par de mag-


nitudes complementarias los errores ascociados no pueden ser tan chicos
como queramos, ya que su producto deberá ser igual o mayor que h/4π. En
otras palabras, no importa cuán buenos sean los instrumentos de medida que
usemos, al medir simultáneamente la posición (x) y la cantidad de movimiento
(px) de una partícula, tendremos un error en cada una tal que su producto
(∆x∆px) estará por encima del límite que establece la inecuación de Heisenberg.
Lo mismo ocurrirá si se determina al mismo tiempo la transferencia de energía
en un sistema (E) y el tiempo (t) en el que se hace. Por supuesto, podemos
intentar medir una de las magnitudes con un error muy pequeño, pero en ese
caso el principio de incertidumbre nos dice que el error en la otra magnitud se
volverá más grande. Dicho en forma más simple, si el error con el que medi-
mos la posición x es menor, el error en la velocidad (px = mvx) será mayor.
Para los objetos submicroscópicos, debido a la escala de longitudes y ve-
locidades en la que se mueven, la mínima incertidumbre resulta muchas veces
del orden de las magnitudes que se desean conocer. En este caso la relación de
Heisenberg tiene consecuencias observables.
En el modelo atómico de Bohr, una vez fijado el número cuántico princi-
pal, es posible conocer (simultáneamente y sin incertidumbre), tanto la veloci-
dad del electrón en el átomo hidrogenoide como su posición. El principio
propuesto por Heisenberg nos dice que eso no es posible. Evidentemente, el

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modelo de Bohr, con órbitas donde los electrones se mueven como los plane-
tas en el sistema solar, no es una representación realista del átomo.

La ecuación de Schrödinger
Una vez propuesta la hipótesis de de Broglie resulta lógico pensar que la
descripción de un sistema que contiene electrones, como el átomo, puede rea-
lizarse mediante un modelo ondulatorio. Veamos brevemente algunas ecuacio-
nes de este modelo que serán útiles en el desarrollo de este tema.
La ecuación general de una onda estacionaria independiente del tiempo
que se desplaza en la dirección del eje x, puede expresarse de la siguiente ma-
nera:
2𝜋 Ecuación de onda: A es la ampitud de la
𝜓 𝑥 𝐴𝑠𝑒𝑛 𝑥 onda.
𝜆

Es posible demostrar que la ecuación anterior cumple con la siguiente


igualdad:
𝑑 𝜓 𝑥 2𝜋 Ecuación general de onda: ecuación diferencial en la
𝜓 𝑥 que representa la derivada segunda de (x).
𝑑𝑥 𝜆

El físico austríaco Erwin Schrödinger, tomando en cuenta las ideas de de


Broglie, combinó las ecuaciones de onda (en este caso tomaremos por simpli-
cidad la ecuación en una dimensión e independiente del tiempo,
𝜓 𝑥 𝐴𝑠𝑒𝑛 𝑥 ) y otras de la física clásica, con la ecuación de de Broglie:

𝑑 𝜓 𝑥 2𝜋 1 Ecuaciones utilizadas para derivar


𝜓 𝑥 𝐸 𝑚𝑣 la ecuación de Schrödinger: ET es la
𝑑𝑥 𝜆 2
ℎ ℎ energía total, Ec es la energía ciné-
𝜆 𝐸 𝐸 𝐸 tica y Ep es la energía potencial.
𝑝 𝑚𝑣

De la combinación adecuada de estas cuatro ecuaciones surge la ecuación


de Schrödinger unidimensional independiente del tiempo:

ℎ 𝑑 𝜓
𝐸 𝜓 𝐸 𝜓 Ecuación de Schrödinger
8𝜋 𝑚 𝑑𝑥

La ecuación de Schrödinger es una ecuación diferencial pues involucra a


la función de onda (x) y su segunda derivada. Como en cualquier ecuación
diferencial resolverla implica obtener la expresión de la función o el conjunto

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de funciones que satisfacen la igualdad, en este caso (x). Para estudiar el com-
portamiento de una partícula cualquiera que tenga energía cinética y/o poten-
cial, bastará con conocer aquella función solución que, para el sistema en
estudio, satisfaga la ecuación diferencial. La ecuación que hemos deducido co-
rresponde a un sistema unidimensional (solamente la variable x). La ecuación
de Schrödinger puede escribirse en forma más genérica de la siguiente manera:

𝐸𝜓 𝐸 𝜓 𝐸 𝜓

donde 𝐸 es el llamado operador energía cinética y 𝐸 es el operador energía


potencial. Cada sistema físico particular que se tenga determinará las expresio-
nes de los operadores energía cinética y energía potencial de la ecuación ante-
rior. Por ejemplo, para una partícula que se desplaza en una dimensión y
experimenta una energía potencial 𝐸 , sus expresiones son:
ℎ 𝑑
𝐸
8𝜋 𝑚 𝑑𝑥

𝐸 𝐸

Significado de la función 𝜓
Max Born dio un significado a la ecuación de Schrödinger en 1927. La
función de onda 𝜓 𝑥 , que surge de la resolución de la ecuación de Schrödin-
ger, debe contener toda la información que es posible conocer del sistema, por
ejemplo, el electrón en un átomo. Sin embargo, de acuerdo al principio de
incertidumbre, no podemos esperar que proporcione datos concretos de la po-
sición y de la cantidad de movimiento de la partícula en un instante dado.
Entonces, ¿cómo puede la función 𝜓 darnos información acerca del sis-
tema? Born postuló que el cuadrado de la función, |𝜓 𝑥 | , es la densidad de
probabilidad de encontrar a la partícula en cualquier segmento infinitesimal del
eje x, es decir que es la probabilidad por unidad de longitud.

𝑑𝑃 P es la probabilidad de encontrar a la partí-


|𝜓 𝑥 |
𝑑𝑥 cula

A partir de esa densidad de probabilidad es posible calcular la probabilidad


de encontrar a la partícula en un segmento dado del eje x, integrando la densi-
dad de probabilidad en el segmento:

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𝑃 |𝜓 𝑥 | 𝑑𝑥

Como vemos, la mecánica cuántica tiene una naturaleza básicamente es-


tadística. Conociendo el estado del sistema, no podemos predecir con certeza
el resultado de una medición. Solo podemos predecir las probabilidades de
obtener los diferentes resultados posibles. Por ejemplo, podremos calcular la
probabilidad de encontrar a la partícula en una zona determinada del espacio.
Para que la probabilidad de encontrar a la partícula pueda calcularse me-
diante la ecuación anterior, la función (x) debe ser univaluada (asignar a cada
valor de x un único valor de función), continua (para ser integrable) y estar
normalizada (la probabilidad de encontrar a la partícula en todo el espacio debe
ser igual a 1).

Resolución de la ecuación de Schrödinger


Volvamos al tema que nos ocupa: un átomo. La resolución de la ecuación
de Schrödinger para un electrón confinado en un átomo cualquiera es real-
mente muy compleja. En efecto, solo es posible resolver exactamente esta
ecuación para el átomo de hidrógeno y para átomos hidrogenoides, mientras
que para los demás átomos resulta necesario hacer uso de aproximaciones.
Recordemos la expresión general de la ecuación de Schrödinger:

𝐸𝜓 𝐸 𝜓 𝐸 𝜓

Tomaremos por ahora una situación sencilla para mostrar el procedi-


miento de resolución. Consideraremos a una única partícula (que podría ser un
electrón) confinada en una caja de una sola dimensión. Aunque a este pro-
blema físico se le llama “problema de la partícula en la caja” (Figura 2.2),
cuando se refiere a un sistema en una dimensión como el que plantearemos, la
“caja” no es otra cosa que un segmento de recta. De esta manera podemos
usar la ecuación de Schrödinger unidimensional con la que venimos traba-
jando:
ℎ 𝑑 𝜓
𝐸 𝜓 𝐸 𝜓
8𝜋 𝑚 𝑑𝑥
Supondremos que la partícula solo posee energía cinética dentro del seg-
mento de recta, es decir que su energía potencial vale cero (Ep = 0). Si la partí-
cula saliera de esta caja, su energía potencial sería infinita, por lo tanto, la
partícula está confinada, encerrada en ese espacio. La función 𝜓 fuera de la

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caja vale cero por lo que solo vamos a resolver la ecuación de Schrödinger
dentro de la caja.

Figura 2.2. Esquema del problema de la partícula en la caja de longitud L. La energía potencial es
nula en el interior y vale  fuera de ella.

Supongamos una pelota confinada en este sistema que se mueve sin roza-
miento en una línea de longitud L limitada por topes rígidos y elásticos. Dicha
pelota se movería indefinidamente con una velocidad uniforme e igual a la que
tuviera inicialmente. En estas condiciones, podríamos conocer exactamente su
posición y velocidad, ya que el límite de precisión dado por el principio de
incertidumbre de Heisenberg es muy pequeño. Un sistema análogo, pero con
un electrón como partícula se comporta de forma muy diferente. Debido al
principio de incertidumbre de Heisenberg ya no es posible conocer con la pre-
cisión necesaria la posición y la velocidad del electrón en un instante cualquiera.
La mecánica cuántica aborda este problema planteando la ecuación de
Schrödinger apropiada y resolviéndola. Dicha resolución proporciona la ener-
gía y las funciones de onda  del sistema físico, a partir de las cuales podemos
conocer las propiedades físicas del sistema.
Como la partícula no posee energía potencial cuando se encuentra dentro
de la caja, la ecuación de Schrödinger se simplifica (desaparece el término de
energía potencial):
ℎ 𝑑 𝜓 Ecuación de Schrödinger para la partícula en la
𝐸𝜓 caja unidimensional
8𝜋 𝑚 𝑑𝑥
Esta ecuación nos dice mucho si la sabemos leer: la función de onda de la
partícula en estas condiciones es tal que basta derivarla dos veces y multipli-
2

carla por – 2 para obtener de nuevo la misma función, multiplicada ahora

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por el valor de energía cinética. Las funciones seno y coseno son ejemplos de
funciones que al derivarse dos veces dan la misma función cambiada de signo.
Resolver esta ecuación diferencial es encontrar las funciones 𝜓 𝑥 que
cumplen la igualdad y los valores de energía que les son propios. Veamos cómo
se llega a las funciones solución 𝜓 𝑥 (funciones tipo seno/coseno) y luego a
los valores de energía. Ahora bien, el sistema que hemos definido puede tomar
valores de x comprendidos entre cero y L, ya que la partícula se encuentra
confinada entre esos límites. Además, la función 𝜓 𝑥 vale cero fuera de la
caja y se trata de una función continua. Esto implica que para la función 𝜓 𝑥
(tipo seno/coseno) 𝜓 0 0y𝜓 𝐿 0.
La función que cumple con las condiciones anteriores es 𝜓 𝑥
𝐴𝑠𝑒𝑛 𝑥 en la que aparece n que es un número que puede tomar cualquier
valor entero positivo a partir de 1. Así que en realidad son infinitas las funcio-
nes. Este número cuántico n surge como resultado de la restricción física de que
la función de onda se anule en los extremos de la caja. Dicho de otra forma, al
aplicar las condiciones de contorno o frontera a la resolución de la ecuación
surgió la cuantización. Como consecuencia importante, el movimiento de una
partícula libre no está cuantizado, mientras que el de una partícula confinada,
sí. De la resolución de la ecuación para la caja unidimensional de largo L, surge
la siguiente expresión:
2 𝑛𝜋 Ecuación de onda solución de la ecuación de Schrödin-
𝜓 𝑥 𝑠𝑒𝑛 𝑥 ger para la partícula en la caja donde n = 1, 2, 3….
𝐿 𝐿
En este caso, existen n soluciones físicas al problema. Cada solución nos
brinda una función diferente. Una vez obtenidas estas infinitas funciones que
cumplen con la ecuación diferencial de Schrödinger, se pueden calcular los
valores de energía, sustituyendo las funciones  (x) nuevamente en la ecuación
de Schrödinger. Al hacerlo, resultan las siguientes expresiones de energía:
𝑛 ℎ Energía para la partícula en la caja: L es la longitud de
𝐸
8𝑚𝐿 la caja, m es la masa de la partícula y n = 1, 2, 3….

De la resolución de la ecuación de Schrödinger se obtiene una expresión


para los valores de energía permitidas para la partícula y una expresión para las
funciones de onda de de Broglie correspondientes.

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Figura 2.3. Función resolución de la ecuación de Schrödinger para la partícula en la caja. Valores de
energía permitida y función de onda de de Broglie para n = 1, 2 y 3.

Para cada valor de n tendremos un valor de energía y una función relacio-


nada; en total se trata de infinitas energías e infinitas funciones (Figura 2.3).
Además, la energía depende de n, un número natural. Esto implica que una
partícula moviéndose en esta caja solo puede poseer ciertas energías definidas,
es decir que su energía está cuantizada y restringida a esos valores. Este hecho
contrasta notablemente con el resultado clásico de que una partícula puede
tener cualquier valor de energía. Notese además que hay un valor mínimo o
fundamental, mayor que cero, para la energía (el que corresponde a n = 1). Por
tanto, en el estado fundamental, la partícula está en movimiento. Por otra
parte, como la energía depende inversamente de la masa y de la longitud de la
caja, para objetos macroscópicos (de mayor masa) la separación de niveles se
hace muchísimo menor (Figura 2.4).

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Figura 2.4. Diagrama de energías permitidas para la partícula a) submicroscópica y b) macroscópica en
la caja unidimensional.

La cuantización de la energía viene dada por el número cuántico y en de-


finitiva por las condiciones de frontera impuestas a la función de onda. Recor-
demos que, en el modelo de Bohr, la cuantización surge como imposición
mientras que aquí lo hace naturalmente.

Representación de la función 𝜓
Si graficamos cada función de onda, solución de la ecuación de Schrödin-
ger, 𝜓 𝑥 𝑠𝑒𝑛 𝑥 con respecto a x y la función densidad de proba-
bilidad, |𝜓 𝑥 | , también con respecto a x, obtendremos las gráficas que se
muestran en la Figura 2.5. Excepto para n = 1, estas funciones se anulan en
determinados puntos internos de la caja que se llaman nodos. Por cada aumento
en una unidad en el valor del número cuántico n la función de onda, 𝜓 𝑥 , y
también 𝜓 𝑥 tienen un nodo más.

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Figura 2.5. Gráficas de las funciones 𝜓 𝑥 , y 𝜓 𝑥 en función de 𝑥.

En el modelo clásico existe la misma densidad de probabilidad de encon-


trar la partícula en cualquier parte de la caja (el gráfico de |𝜓 𝑥 | nos daría
una recta paralela al eje x). Pero en el modelo cuántico, la densidad de proba-
bilidad de encontrar a la partícula tiene un máximo en el centro de la caja para
el nivel de menor energía o fundamental. Lo que ocurre con una partícula del
mundo macroscópico es que los niveles de energía están muy próximos entre
sí (Figura 2.4 b), por lo que la partícula se encuentra en general en estados con
valores de n muy grande. En estos niveles de energía superiores, con más no-
dos, los máximos están cada vez más próximos entre sí y la densidad de pro-
babilidad se presenta cada vez más parecida a una recta horizontal.
Cabe recordar que el cuadrado de la función de onda corresponde a la
probabilidad por unidad de longitud (densidad de probabilidad) de encontrar
a la partícula. Para n = 1, como vimos, el punto más densamente probable
corresponde a la mitad de la caja. No tiene sentido preguntarnos en qué punto
es más probable que se encuentre la partícula ya que la probabilidad puntual
tiende a cero. Esto no quiere decir que la partícula no pueda estar en dicho
punto, sino que la probabilidad de encontrarla tiende a cero. Esto es equiva-
lente a la probabilidad de localizar un punto dado en un espacio continuo, para
lo cual existen infinitas posibilidades. Para calcular la probabilidad de encontrar
a la partícula en un intervalo de posiciones, y no en un punto, basta con integrar
la densidad de probabilidad en el intervalo deseado de x:

|𝜓 𝑥 | 𝑑𝑥

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Así, para el primer nivel (n = 1, función de onda 1), en la primera mitad
de una caja de largo L (valores de x entre 0 y L/2), la probabilidad de encontrar
al electrón será:
/ /
2 𝜋
|𝜓 𝑥 | 𝑑𝑥 𝑠𝑒𝑛 𝑥 𝑑𝑥 0,5
𝐿 𝐿

Como alternativa, podemos calcular la probabilidad de otra manera. La


integral |𝜓 𝑥 | 𝑑𝑥 (el área bajo la curva) en la totalidad de la caja de la
función densidad de probabilidad, vale uno para cualquier valor de n. Esto es
equivalente a decir que la función de onda, 𝜓 𝑥 , está normalizada. Podemos
observar que el área encerrada bajo la función densidad de probabilidad para
n = 1 y en la primera mitad de la caja, es la mitad del área total (Figura 2.6). La
probabilidad de encontrar a la partícula en la totalidad de la caja vale 1 (hay
certeza de que esté en la caja) y por lo tanto la probabilidad en la mitad de la
caja vale 0,5. Por tanto, si mido infinitas veces la posición de la partícula dentro
de la caja, en la mitad de las ocaciones la encontraré en la primera mitad de la
caja.

Figura 2.6. La probabilidad de encontrar a la partícula en la primera mitad de la caja para n = 1 es


0,5.

¿Qué nos deja la resolución de la ecuación de Schrödinger para la


partícula en la caja?
 Hemos resuelto para un caso sencillo la ecuación de Schrödinger, obte-
niendo un conjunto de funciones de onda y de valores de energía posibles para
el sistema.

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 Hemos comentado que, al restringir el sistema imponiéndole fronteras,
se introduce la cuantización de la energía y de las funciones de onda que des-
criben al sistema.
 Constatamos que los valores de energía posibles son inversamente pro-
porcionales a la masa de la partícula y a la longitud de la caja, de forma que, si
la partícula se hace más pesada y la caja más grande, la separación entre los
niveles se irá reduciendo, hasta alcanzar el límite clásico de continuidad del
mundo macroscópico.
 Comprobamos que la función de onda tiene una representación gráfica
simple. En cuanto n crece, el número de nodos de la función también.
 Observamos que, exceptuando a la energía, otras variables dinámicas
(como la posición y la cantidad de movimiento) del sistema no se encuentran
perfectamente determinadas, si se miden simultáneamente. La relación de Hei-
senberg tiene validez en este sentido.

Preguntas de autoevaluación
Preguntas a desarrollo

1- Explique cómo contribuyó de Broglie al desarrollo del concepto


dualidad onda‐partícula y cómo operan sus ideas sobre los objetos
macro y submicroscópicos.
2- Explique qué consecuencias tiene el principio de incertidumbre
sobre el error con el que podemos conocer ciertas magnitudes fí-
sicas de los objetos macroscópicos y microscópicos.
3- Plantee la ecuación de Schrödinger para el problema de la partícula
en una caja unidimensional y sus soluciones. Indique qué suposi-
ciones se han hecho.
4- Indique cómo surge la cuantización en el problema de la partícula
en la caja y cuáles son sus consecuencias en las propiedades físicas
de la partícula.
5- Explique de qué depende la energía de la partícula en la caja.
6- Explique qué representa la función |𝜓| . Comente empleando
como ejemplo una solución a la ecuación de Schrödinger.

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Preguntas de múltiple opción

1- Indique cuál de las siguientes afirmaciones es correcta:


a. la onda asociada de de Broglie para un electrón en un átomo
monoelectrónico es una onda no estacionaria.
b. la longitud de onda asociada es directamente proporcional a
la velocidad e inversamente proporcional a la masa de la par-
tícula.
c. el principio de incertidumbre de Heisenberg es aplicable so-
lamente a electrones en átomos monoelectrónicos.
d. como consecuencia del principio de incertidumbre de Hei-
senberg, al disminuir la incertidumbre en la determinación de
la cantidad de movimiento de una partícula, la precisión con
respecto a su posición disminuye
e. ninguna de las anteriores

2- Con relación al problema de la partícula en una caja unidimensio-


nal, indique cuál de las siguientes afirmaciones es correcta:
a. la ecuación de Schrödinger permite conocer en forma exacta
la energía, la velocidad y la posición de la partícula en cada
instante.
b. la velocidad de la partícula en cada nivel cuántico varía sinu-
soidalmente.
c. dentro de la caja la energía potencial es igual a la energía ci-
nética
d. la energía de una partícula de masa m en una caja de longitud
L en el nivel n = 2 es la mitad de la energía de una partícula
de masa 2m en una caja de longitud 2L en el nivel n = 4.
e. ninguna de las anteriores

3- La probabilidad de encontrar a la partícula en la caja unidimensio-


nal de largo L:
a. en x = L/4 vale 1/4 para el nivel n = 4.
b. entre x = 0 y x = L/4 vale 1/2 para el nivel n = 4.
c. entre x = 0 y x = L vale n para todos los niveles.
d. entre x = 0 y x = L/2 para n = 4 es igual que para n = 3.
e. ninguna de las anteriores.

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