Capitulo #3 El Clima Del Libro de Ecología de Smith
Capitulo #3 El Clima Del Libro de Ecología de Smith
Capitulo #3 El Clima Del Libro de Ecología de Smith
1. El Clima
El Clima
La estructura de los ecosistemas terrestres está, en gran parte, determinada por las
plantas que predominan, las cuales son, a su vez, un reflejo de las condiciones
físicas ambientales dominantes, concretamente del clima (véase el Capítulo 23). Las
variaciones geográficas del clima, principalmente de las temperaturas y las
precipitaciones, determinan la distribución a gran escala de la vegetación y,
por consiguiente, de la naturaleza de los ecosistemas terrestres (Figura 3.1). En este
capítulo, aprenderemos de qué modo los climas determinan la disponibilidad de calor
y agua en la superficie terrestre e influyen en la cantidad de energía solar que las
plantas pueden utilizar.
1. El Clima
1.1. La Tierra intercepta la radiación solar
La Tierra intercepta la radiación solar
La radiación solar, la energía electromagnética que irradia el Sol, viaja casi sin ningún
obstáculo a través del vacío espacial, hasta que alcanza la atmósfera terrestre.
Los científicos conceptualizaron la radiación solar como una corriente de fotones, o
paquetes de energía, que, según una de las grandes paradojas de la ciencia, se
comportan indistintamente como ondas o como partículas, según el modo en que se
observen. Los científicos describen esta energía en términos de su longitud de onda
(Ò), o la distancia física entre las sucesivas crestas, y la frecuencia (n) o el número de
crestas que pasan por segundo por un punto determinado. Todos los objetos emiten
energía radiante (véase Cuantificando la ecología 3.1: La transferencia de energía a
través de la radiación), que normalmente cruza un amplio espectro de longitudes de
onda. La naturaleza exacta de la energía emitida, sin embargo, depende de la
temperatura del objeto (Figura 3.2). Cuanto más caliente esté el objeto, más energía
poseen los fotones que emite y más corta es la longitud de onda. Una superficie muy
caliente como la del Sol (~5.800 ºC), emite principalmente radiación de onda corta. Por
el contrario, los objetos más fríos, como la superficie de la Tierra (con una temperatura
media de 15 ºC) emiten una radiación de longitud de onda más larga, o radiación de
onda larga.
De la radiación solar que alcanza la parte superior de la atmósfera terrestre, sólo un 51
por ciento llega hasta la superficie de la Tierra. ¿Qué sucede con toda la
energía entrante? Si se toma la cantidad de radiación solar que alcanza la atmósfera en
100 unidades de media, las nubes y la atmósfera reflejan y dispersan 26 unidades, y la
superficie de la tierra refleja 4 unidades más, lo que da un total de 30 unidades
reflejadas nuevamente hacia el espacio (Figura 3.3). La atmósfera y las nubes, en
conjunto, absorben otras 19 unidades (lo que da un total de 49 unidades), y quedarían
51 unidades de radiación solar directa e indirecta para ser absorbidas por la superficie
de la tierra.
La cantidad de radiación de onda larga emitida por la superficie terrestre excede las 21
unidades de radiación solar absorbidas. En realidad, en total, se emiten unas 117
unidades. ¿Cómo es esto posible? Sucede porque la superficie recibe radiación solar
(de onda corta) sólo durante el día, pero emite constantemente radiación de onda
larga, tanto durante el día como durante la noche. Además, la atmósfera que la cubre
sólo permite que una pequeña fracción de energía (6 unidades) la traspase hacia el
espacio. La mayoría (111 unidades) se absorbe por el vapor de agua y el CO2 de la
atmósfera y las nubes. Gran parte de esta energía (96 unidades) se irradia nuevamente
hacia la Tierra y produce el efecto invernadero (véase el Capítulo 29), fundamental para
mantener el calor de la superficie terrestre. Como resultado, la superficie de la Tierra
recibe casi el doble de radiación de onda larga de la atmósfera que radiación de onda
corta del Sol. En todos estos intercambios, la energía perdida en la superficie terrestre
(30 unidades + 117 unidades = 147 unidades) se equilibra exactamente con la
energía obtenida (51 unidades + 96 unidades = 147 unidades) (véase la Figura 3.3). La
economía de la radiación de la Tierra está en equilibrio. La radiación electromagnética
emitida por el Sol recubreuna amplia gama de longitudes de onda. Del rango total de
radiación solar que alcanza la atmósfera terrestre, la longitud de onda de
aproximadamente 400 a 700 nm (un nanómetro es la mil millonésima parte de un
metro) es la que constituye la luz visible (Figura 3.4). En conjunto, esas longitudes de
onda se conocen como radiación fotosintéticamente activa (PAR), porque incluyen las
longitudes de onda que utilizan las plantas como fuente de energía en el proceso de la
fotosíntesis (véase el Capítulo 6). Las longitudes de onda más cortas que el rango de la
luz visible pertenecen a la luz ultravioleta (UV). Hay dos tipos de luz ultravioleta:
la UV-A, con longitudes de onda entre 315 nm y 380 nm y la UV-B, con longitudes de
onda de 280 a 315 nm. La radiación con longitud de onda mayor que el rango de la
luz visible es la infrarroja. La infrarroja cercana incluye longitudes de onda de
aproximadamente 740 a 4.000 nm, y la infrarroja lejana o radiación térmica incluye
longitudes de onda de 4.000 a 100.000 nm.
1. El Clima
1.2. La radiación solar interceptada varía según las estaciones
La radiación solar interceptada varía según las estaciones
La cantidad de energía solar interceptada en cualquier punto de la superficie terrestre
varía notablemente según la latitud (Figura 3.5). Hay dos factores que influyen en
esta variación. En primer lugar, a mayor latitud la radiación impacta contra la superficie
en un ángulo más pronunciado, y se dispersa la luz del sol en un área más amplia.
En segundo lugar, la radiación que penetra en la atmósfera con un ángulo más
inclinado debe viajar a través de una capa de aire de mayor espesor. En el proceso,
encuentra más partículas en la atmósfera, que la reflejan en mayor cantidad hacia el
espacio.
La Tierra, como todos los planetas, está sujeta a dos movimientos diferentes. Mientras
describe su órbita alrededor del Sol, rota sobre el eje que atraviesa los polos Norte y
Sur, y da lugar a la luminosidad del día seguida por la oscuridad de la noche (el ciclo
diurno). La tierra gira alrededor del Sol en el denominado plano de la eclíptica
(un plano por el que viajan todos los planetas a excepción de Plutón). Casualmente, el
eje de giro de la Tierra no es perpendicular a la eclíptica sino que está inclinado en
un ángulo de 23,5º (Figura 3.6). Esta inclinación es la responsable de las variaciones
estacionales de temperatura y de la duración del día. Sólo en el Ecuador hay
exactamente 12 horas de luz y de oscuridad todos los días del año. En el equinoccio
primaveral (aproximadamente el 21 de marzo) y el equinoccio otoñal
(aproximadamente el 22 de septiembre), la radiación solar incide directamente sobre el
Ecuador (Figura 3.6b). En ese momento, la región ecuatorial posee un calor más
intenso y en todos los puntos de la Tierra se producen las mismas 12 horas de día y
noche.
En el solsticio de verano (22 de junio) en el hemisferio Norte, los rayos solares inciden
directamente sobre el Trópico de Cáncer (23,5º latitud Norte) (Figura 3.6a). Este es
el momento en el que los días son más largos en el hemisferio Norte, y el Sol calienta
la superficie más intensamente. Porel contrario, el hemisferio Sur atraviesa en ese
momento el invierno. En el solsticio de invierno (22 de diciembre) en el hemisferio
Norte, los rayos solares inciden directamente sobre el Trópico de Capricornio (23,5º
latitud Sur) (Figura 3.6c). En este periodo es verano en el hemisferio Sur, mientras que
en el hemisferio Norte los días son más cortos y las temperaturas más frías. De este
modo, el solsticio de verano en el hemisferio Norte corresponde al solsticio de invierno
en el hemisferio Sur.
La figura 3.7 muestra cómo varía sobre la tierra la radiación solar anual, estacional y
diaria. Aunque, en teoría, cada lugar de la Tierra recibe la misma cantidad de luz de
día durante el transcurso de un año, en las latitudes altas donde el Sol nunca da de
pleno, la entrada de radiación solar es la más baja. Este patrón de exposición variante a
la radiación solar controla la temperatura media anual del globo (Figura 3.8). Al igual
que la radiación solar anual, las temperaturas medias anuales son más elevadas en las
regiones tropicales y disminuyen a medida que nos dirigimos hacia los polos
La Tierra, como todos los planetas, está sujeta a dos movimientos diferentes. Mientras
describe su órbita alrededor del Sol, rota sobre el eje que atraviesa los polos Norte y
Sur, y da lugar a la luminosidad del día seguida por la oscuridad de la noche (el ciclo
diurno). La tierra gira alrededor del Sol en el denominado plano de la eclíptica
(un plano por el que viajan todos los planetas a excepción de Plutón). Casualmente, el
eje de giro de la Tierra no es perpendicular a la eclíptica sino que está inclinado en
un ángulo de 23,5º (Figura 3.6). Esta inclinación es la responsable de las variaciones
estacionales de temperatura y de la duración del día. Sólo en el Ecuador hay
exactamente 12 horas de luz y de oscuridad todos los días del año. En el equinoccio
primaveral (aproximadamente el 21 de marzo) y el equinoccio otoñal
(aproximadamente el 22 de septiembre), la radiación solar incide directamente sobre el
Ecuador (Figura 3.6b). En ese momento, la región ecuatorial posee un calor más
intenso y en todos los puntos de la Tierra se producen las mismas 12 horas de día y
noche.
En el solsticio de verano (22 de junio) en el hemisferio Norte, los rayos solares inciden
directamente sobre el Trópico de Cáncer (23,5º latitud Norte) (Figura 3.6a). Este es
el momento en el que los días son más largos en el hemisferio Norte, y el Sol calienta
la superficie más intensamente. Porel contrario, el hemisferio Sur atraviesa en ese
momento el invierno. En el solsticio de invierno (22 de diciembre) en el hemisferio
Norte, los rayos solares inciden directamente sobre el Trópico de Capricornio (23,5º
latitud Sur) (Figura 3.6c). En este periodo es verano en el hemisferio Sur, mientras que
en el hemisferio Norte los días son más cortos y las temperaturas más frías. De este
modo, el solsticio de verano en el hemisferio Norte corresponde al solsticio de invierno
en el hemisferio Sur.
La figura 3.7 muestra cómo varía sobre la tierra la radiación solar anual, estacional y
diaria. Aunque, en teoría, cada lugar de la Tierra recibe la misma cantidad de luz de
día durante el transcurso de un año, en las latitudes altas donde el Sol nunca da de
pleno, la entrada de radiación solar es la más baja. Este patrón de exposición variante a
la radiación solar controla la temperatura media anual del globo (Figura 3.8). Al igual
que la radiación solar anual, las temperaturas medias anuales son más elevadas en las
regiones tropicales y disminuyen a medida que nos dirigimos hacia los polos
Cada océano está dominado por dos importantes movimientos circulares de agua,
llamados circuitos oceánicos.
En cada circuito, la corriente oceánica se mueve a favor de las agujas del reloj en el
hemisferio Norte y en sentido contrario
A lo largo del Ecuador, los vientos alisios empujan las aguas tibias superficiales hacia el
Oeste. Cuando estas masas de agua se encuentran con los márgenes orientales de los
continentes, se dividen en flujos que van hacia el Norte y hacia el Sur a través de las
costas, formando los circuitos oceánicos del Norte y del Sur. A medida que
las corrientes se alejan del Ecuador, se enfrían. Finalmente, se encuentran con los
vientos del Oeste a latitudes más altas (30-60º N y 30-60º S), lo cual produce
corrientes que se mueven hacia el Este. Cuando estas corrientes se encuentran con los
márgenes occidentales de los continentes, forman corrientes frías que fluyen a lo largo
de las costas hacia el Ecuador. Pasando el continente Antártico hacia el Norte, las
corrientes oceánicas circulan, libres de obstáculos, alrededor del globo.
En estos frentes es donde se han formado los desiertos más grandes del mundo (véase
el Capítulo 23).
A medida que las masas de aire continúan moviéndose hacia el Norte y hacia el Sur,
una vez más extraen humedad de la superficie, pero en menor grado, como resultado
de las condiciones de la superficie más fría. Al moverse hacia los polos, encuentran las
masas de aire frío que allí se originan (aproximadamente a 60º de latitud Norte y Sur.
Las masas de aire de la superficie convergen y se elevan, y la masa ascendente se
enfría y se produce la precipitación (pueden observarse como los dos puntos máximos
en las precipitaciones entre los 50º y los 60º Norte y Sur en la Figura 3.17).
A partir de este punto y hacia los polos, las temperaturas frías asociadas a un punto de
baja saturación de vapor funcionan restringiendo las precipitaciones.
Otro patrón en el que hay que fijarse es el que se observa en la Figura 3.17. En general,
las lluvias son mayores en
Lo que no entra en este estudio son las variaciones temporales en las precipitaciones
sobre la Tierra. La variación temporal está directamente relacionada con los
cambios estacionales en el calentamiento de la Tierra y su efecto en el movimiento de
los sistemas de presión global y las masasde aire. Esto se ilustra en el movimiento
estacional hacia el Norte y hacia el Sur de la ZCIT, que sigue a la evidente migración de
los rayos del Sol (Figura 3.18).
La ZCIT no depende de las estaciones pero tiende a migrar hacia las regiones del
globo que tienen la temperatura de superficie más cálida. Aunque las regiones
tropicales cercanas al Ecuador están siempre expuestas a las temperaturas cálidas, el
Sol se encuentra directamente sobre el Ecuador geográfico sólo dos veces por año, en
los equinoccios de primavera y de otoño. En el solsticio de verano del hemisferio
Norte, el Sol se encuentra directamente sobre el Trópico de Cáncer; en el solsticio de
invierno (que es verano en el hemisferio Sur), está directamente sobre el Trópico de
Capricornio. Como resultado, la ZCIT se mueve hacia los polos e invade las alturas
subtropicales del verano del Norte; en el invierno, se mueve hacia el Sur, dejando atrás
un tiempo seco y claro. A medida que migra hacia el Sur, trae lluvias en el verano. Por
lo tanto, a medida que la ZCIT cambia su dirección de Norte a Sur, produce estaciones
húmedas y secas en los trópicos