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Jóvenes promesas en Criminología
Jóvenes promesas en
Criminología
Recopilación de los mejores Trabajos de Final
de Grado del curso 2015/2016

David Montero y David Buil (eds.)

Criminología y Justicia Editorial


Palma de Mallorca
La obra y disposición Jóvenes promesas en Criminología. Recopilación de los mejores Trabajos
de Final de Grado del curso 2015/2016 son propiedad de los editores. Aparte de los usos
legales relacionados con la investigación, y uso privado, no está permitida la reproducción
total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna
forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico o por fotocopia, por registro u
otros medios, ni su préstamo, alquiler, o cualquier otra forma de cesión o uso del ejemplar
sin el permiso expreso por escrito de los editores.

Colaboran: Sociedad Interuniversitaria de Estudiantes de Criminología y Federación de


Asociaciones de Criminólogos de España

Edita: Criminología y Justicia.

www.crimyjust.com

[email protected]

ISBN-13: 978-1541239562
ISBN-10: 1541239563

Año 1ª Edición: diciembre 2016

Diseño de portada: Miquel Regué Barrera


Contenido

Relación de autores vii


Relación de miembros del comité académico viii
Relación de otros trabajos que cursaron la x
selección
Prólogo xiv
Juanjo Medina. University of Manchester.
Introducción 1
Pasado, presente y futuro de la Criminología: ciencia y
profesión
David Buil Gil y David Montero Montero.
Editores de Jóvenes Promesas en Criminología.

Análisis funcional del género en la violencia armada 7


La mujer en los movimientos radicales islámicos
¿Estrategia pasiva o empoderamiento de un nuevo
imaginario social?
Belén Casas Campos. Universidad de Cádiz.
Tutora: María José Rodríguez Mesa.

Aportaciones criminológicas a través del análisis 49


geográfico del delito
Un estudio cuantitativo en el municipio de El Vendrell
José Antonio Oraá Marchamalo. Universidad
Autónoma de Barcelona. Tutora: Anna Badia
Perpinyà.

Herramienta de evaluación del riesgo de agresión 94


en bullying y ciberbullying (ERA-B-C)
Laura Hernández Torrente. Universidad a
Distancia de Madrid (UDIMA). Tutor: Abel
González García.
Probation Officer Skills: Spanish Context 149
Nidhi Nagdev Nagdev. Universitat Autònoma de
Barcelona. Tutora: Anna Meléndez Peretó.

Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y 185


ganaderas
Análisis empírico
Inmaculada Estévez Marín. Universidad de
Málaga. Tutora: Ana Isabel Cerezo Domínguez.

La Cañada Real Galiana 228


Análisis etnográfico del contexto socio-espacial del
sector VI
Rubén Monge Gamero. Universidad Europea.
Tutor: Daniel Briggs.

Otras obras de nuestra colección 281


Visita Anomics 283
Relación de autores

• Belén Casas Campos (Universidad de Cádiz)

• Inmaculada Estévez Marín (Universidad de Málaga)

• Laura Hernández Torrente (Universidad a Distancia de


Madrid)

• Rubén Monge Gamero (Universidad Europea)

• Nidhi Nagdev Nagdev (Universidad Autónoma de Barcelona)

• José Antonio Oraá Marchamalo (Universidad Autónoma de


Barcelona)
Relación de miembros del comité
académico

• D. Pedro Campoy Torrente. Director de InDubio Consultoría


& Criminología Aplicada. Vicepresidente de Federación de
Asociaciones de Criminólogos de España (FACE). Profesor de
la Universidad Rey Juan Carlos.

• D.ª María Contreras Román. Investigadora del Instituto


Andaluz Interuniversitario de Criminología (IAIC-UMA).
Presidenta de la Asociación Andaluza de Criminólogos
(AndaCrim).

• D.ª Virginia Domingo de la Fuente. Presidenta de la Sociedad


Científica de Justicia Restaurativa (SCJR). Profesora de la
Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

• Dra. Natalia García Guilabert. Investigadora de la Fundación


Diagrama. Profesora del Centro Crímina de la Universidad
Miguel Hernández (UMH).

• Dr. Abel González García. Presidente de Federación de


Asociaciones de Criminólogos de España (FACE). Profesor de
la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).

• D. Guillermo González Porta. Cofundador de Proteus


Intelligent Security. Subdirector de Grupo Criminología y
Justicia

• D.ª Arantxa Hernáez Hernando. Insertora socio-laboral en el


Centre d’Iniciatives per a la Reinserció (CIRE). Tutora del
Relación de miembros del comité académico ix

Grado de Criminología de la Universitat Oberta de Catalunya


(UOC).

• Dra. Belén Martínez Ferrer. Profesora de la Universidad


Pablo de Olavide (UPO).

• Dr. José Eugenio Medina Sarmiento. Secretario y profesor


del Centro Crímina para el estudio y prevención de la
delincuencia de la UMH.

• Dr. Fernando Miró Llinares. Decano de la Facultad de


Derecho de la Universidad Miguel Hernández (UMH).
Director del Centro Crímina para el estudio y prevención de
la delincuencia de la UMH.

• Dr. David Lorenzo Morillas Fernández. Decano de la


Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia (UM).

• Dr. Jorge Ramiro Pérez Suárez. Profesor de la Universidad


Europea.

• D.ª Nuria Rodríguez Gómez. Investigadora y profesora del


Centro Crímina para el estudio y prevención de la
delincuencia de la UMH. Profesora de la Universidad
Internacional de Catalunya (UIC).

• Dr. César San Juan Guillén. Investigador del Instituto Vasco


de Criminología (IVAC/KREI). Profesor de la Universidad del
País Vasco (UPV/EHU).

• D.ª Nahikari Sánchez Herrero. Directora de InDubio


Consultoría & Criminología Aplicada. Profesora de la
Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y del Centro Crímina
para el estudio y prevención de la delincuencia de la UMH.

• D. José Manuel Servera Rodríguez. Director de Grupo


Criminología y Justicia. Tutor del Grado en Criminología de
la Universitat Oberta de Catalunya (UOC)
Relación de otros trabajos que
cursaron la selección

1. Aproximación al fenómeno del miedo al delito en España dentro


del contexto europeo. Aguilar Gallardo, Juan Antonio.
Universidad de Málaga
2. El delito de maltrato de obra sin lesión de violencia de género (art.
153.1 CP). Análisis jurisprudencial. Alarcón Delicado, Beatriz.
Universidad de Alicante
3. El proceso de desistimiento: Modelo de análisis de entrevistas para
la identificación de narrativas de desistimiento y narrativas de
persistencia en jóvenes infractores. Álvarez Araujo, Elba.
Universidad Autónoma de Barcelona
4. Violencia en el ámbito de la sexualidad y la reproducción contra
las mujeres con diversidad funcional: un estudio de caso. Babot
Magrinyà, Clara. Universidad Autónoma de Barcelona
5. Aproximación etiológica multidisciplinar y motivación en la
agresión sexual. Cabezas García, Silvestre. Universidad de
Salamanca
6. Bullying y ciberbullying: ¿es el mismo problema? Carazo
Lorenzo, Sara. Universidad a Distancia de Madrid
7. Psicología del delincuente terrorista islamista. Carcelén
Sánchez, Míriam. Universidad de Murcia
8. La baja tasa de denuncia en el abuso sexual infantil: Análisis
criminológico tras el caso del Centro Escolar Los
Maristas. Carmona Iglesias, Eulàlia. Universitat Oberta de
Catalunya
9. Adolescencia y violencia de género: cuando el “amor” oculta el
Relación de otros trabajos que cursaron la selección xi

maltrato. Escusol Saludas, Araceli. Universitat Oberta de


Catalunya
10. La libertad vigilada con posterioridad al
excarcelamiento. Fernández Pascual, Alberto. Universidad de
Salamanca
11. Estudio criminológico del terrorismo de ETA en España: Víctimas,
victimarios y Justicia Restaurativa. Galiño Barrero, Ana.
Universidad Pablo de Olavide
12. La criminología del desarrollo y el sistema penal del menor en
España: Revisión de la literatura sobre el fenómeno de la
delincuencia juvenil. García Pérez, Pablo. Universidad
Complutense de Madrid
13. Teoría de la ecología humana. Aplicación práctica en la ciudad
de Manresa. García Pérez, Sandra. Universidad Autónoma de
Barcelona
14. Programa de intervención “August 29” para la prevención del
bullying. Gazo Naval, María. Universidad de Valencia
15. Mujeres en prisión: Reinserción de la mano de los pisos de
acogida. Gómez Ramírez, Sonia. Universidad del País Vasco/
EHU
16. Control de la migración, postfordismo y economía política de la
pena. Una revisión de los efectos de la Gran Recesión en las
políticas de control del Estado Español. González Guzmán,
Jordi. Universidad Pompeu Fabra
17. La potestad disciplinaria en el ámbito de la Administración
Penitenciaria. Gulías Ogando, Cristina. Universidad del País
Vasco/EHU
18. Análisis de las estrategias en la lucha contra la radicalización
yihadista. Ibáñez Álvarez, Alonso. Universidad de Cádiz
19. Inmigración y delincuencia: Aproximación a la percepción que
tiene la población salmantina sobre la inmigración y su relación
con la delincuencia. Ingelmo Hernández, Álvaro. Universidad
de Salamanca
20. Enfermedades mentales y culpabilidad. Lobo Roldán, Gabriela.
Universidad Rey Juan Carlos
21. La Corrala Solidaria. Una conquista de la función social de las
viviendas vacías. Martín-Rayo Nogales, Juan. Universidad de
Salamanca
22. Criminología Ambiental y SIG, una aplicación práctica en
xii Relación de otros trabajos que cursaron la selección

Castellón de la Plana. Martínez Roig, Ángel. Universidad


Jaume I
23. Aproximación al denominado online child grooming: Los
resultados del proyecto EU Kids Online y los aportes desde la
Teoría de las Actividades Cotidianas. Moneva Pardo, Asier.
Universidad de Salamanca
24. Comparativa de las diferentes técnicas y programas de
intervención con menores infractores. Monferrer Arcusa, Nerea.
Universidad Jaume I
25. Prisión permanente revisable: Influencia de los medios de
comunicación en la reforma penal. Moragues García, Marta.
Universidad Autónoma de Barcelona
26. El perfil del alumno absentista: origen, causas y factores que
intervienen en el absentismo escolar y la relación con la
delincuencia juvenil en Alcalá del Río. Morales Gómez, Carmen
Belén. Universidad Pablo de Olavide
27. Eficacia de la pena de trabajos en beneficio de la comunidad en
el Banco de Alimentos de Barcelona. Morales Herrerías, María.
Universidad Autónoma de Barcelona
28. Estructura e impacto económicos de los cárteles de la droga
americanos. Morís Caballero, Miguel Ángel. Universidad Rey
Juan Carlos
29. Música, ¿una vía para la reinserción? Una propuesta socializadora
para entornos penitenciarios basada en la música. Padilla López,
Leyre. Universidad del País Vasco/EHU
30. Análisis descriptivo de Cañada Real Galiana: Una aproximación
criminológica. Pérez Santos, Patricia. Universidad
Complutense de Madrid
31. La violencia de género y sus secuelas psicológicas a largo plazo. de
Piñar Prats, Amparo. Universidad de Granada
32. El fenómeno de los foreign fighters. Requena Gómez, Luís
Carlos. Universidad Rey Juan Carlos
33. La delincuencia juvenil en Terrassa. Robles Santos, Iván.
Universitat Oberta de Catalunya
34. Las víctimas especialmente vulnerables. Rodríguez Hernáiz,
Laura. Universidad Rey Juan Carlos
35. Study of emotional intelligence as a risk factor for cannabis use
and disruptive behaviour. Ruiz Martínez, Aroa. Universidad
Autónoma de Barcelona
Relación de otros trabajos que cursaron la selección xiii

36. Big Data para la predicción del delito y marco normativo para
la protección de datos personales. Saldaña Taboada, Patricia.
Universidad de Granada
37. Fraudes en Internet. Sanz Párraga, Félix. Universidad Jaume I
38. El delito de tortura. Sureau de los Boix, Cynthia. Universidad
Rey Juan Carlos
39. El discurso de la intolerancia: Análisis de la tolerancia cero como
modelo de prevención de la delincuencia. Zurita Pelayo, Juan
Ramón. Universidad de Sevilla
Prólogo

Juanjo Medina. University of Manchester.

Los grados de criminología en España han venido consolidán-


dose dentro del panorama universitario español durante los
últimos años. Hemos pasado de una situación en la que la crimi-
nología existía tan solo como títulos propios de especialización
a nivel de postgrado en un número limitado de universidades,
en las que existía una cierta tradición de investigación en estas
materias, a un nuevo mapa en el que se ofrecen títulos de grado
en un número bastante mayor de universidades.

La transición a este nuevo modelo ha estado llena de retos y,


no podemos negarlo, cierta polémica derivada en parte de la
pluralidad de opiniones sobre el mejor modelo universitario de
docencia criminológica. Por listar algunos de los condicionan-
tes:

• La criminología tuvo la mala fortuna de nacer como grados


en el contexto de la crisis financiera global del 2007 y el 2008.
Si ya de por sí esperar, como las universidades asumieron, la
creación de títulos “a coste cero” era complicada, hacerlo en el
contexto de las limitaciones adicionales impuestas por la cri-
sis no ayudaron a resolver esta sinrazón.
Prólogo xv

• Somos un ámbito de investigación interdisciplinario en un


contexto universitario como el español excesivamente obse-
sionado con la compartimentalización del saber en “áreas de
conocimiento” y en el que los departamentos universitarios,
organizados en torno a estas áreas, compiten por recursos
muy limitados. No es éste, evidentemente el contexto más
propicio para la colaboración que trasciende las fronteras de
las disciplinas científicas tradicionales, lo que a menudo ubica
a los profesionales universitarios que se dedican a esto en
extraños territorios de nadie y en situaciones en las que jus-
tificar su promoción o labor profesional es difícil, en cuanto
que se encuentran juzgados por estándares distintos de los de
la criminología.

• Dado el tamaño realmente pequeño de la comunidad cien-


tífica criminológica española, desde el principio postulé la
necesidad de cooperación interuniversitaria a la hora de crear
estos grados. Sin un mínimo de masa crítica en cada universi-
dad es difícil sustentar grados de la calidad exigible, algo que
se puede conseguir de forma más razonable por medio de
la cooperación interuniversitaria, de la que existían algunas
iniciativas a nivel de postgrado. Desafortunadamente se optó
como en muchas otras ocasiones por el “café para todos”, lo
que hace que la media de investigadores criminólogos en el
equipo docente por grado universitario sea, sin duda, la más
baja de Europa.

• La criminología nace, según Garland, por la confluencia del


proyecto Lombrosiano y el proyecto de control. Por ponerlo
en términos más sencillos y neutrales, nace como resultado de
la confluencia de un interés guiado por la curiosidad científica
(interesada en entender el fenómeno delictivo) y el interés de
las administraciones del Estado y la sociedad civil por preve-
nir y reducir la delincuencia. En aquellas sociedades donde los
grados de criminología están más consolidados, son aquellas
en las que ha habido un mayor interés por parte de los pode-
res públicos en desarrollar políticas de control de la delin-
cuencia basadas en la evidencia científica. Esto es algo en lo
que España ha estado muy retrasada. Los grados han salido
xvi Prólogo

adelante fundamentalmente gracias a la persistencia de la


comunidad científica y al movimiento criminológico estu-
diantil (las labores de defensa de la disciplina organizadas de
forma muy proactiva por generaciones de estudiantes que
empezaron a formarse en los títulos propios de las univer-
sidades antes de la aparición de los grados). Ha habido muy
poco interés por parte de los poderes públicos para apoyar
la investigación criminológica, sobre todo si nos comparamos
con otros países como Holanda o el Reino Unido. Esto eviden-
temente tiene implicaciones para las chicas y chicos jóvenes
que han optado por esta carrera en cuanto que impone retos
adicionales en cuanto a la consolidación profesional del cri-
minólogo.

Estos son algunos de los condicionantes que marcan el desarro-


llo de estos estudios en nuestro querido país. Uno podría pensar
que con este marco tan negativo, mejor recoger los trastos e irse
para casa. No obstante, los que tenemos la fortuna de trabajar
con la gente joven que llena de ilusión está cursando estos gra-
dos tenemos una percepción subjetiva de este marco considera-
blemente menos negativa de lo que este contexto podría seña-
lar. Aunque desarrollo mi vida profesional en el Reino Unido,
tengo numerosas ocasiones de dar clases en España y de inter-
actuar con las chicas y chicos que estudian criminología en
nuestro país. Y francamente da gusto constatar su ingenuidad,
creatividad, persistencia, entusiasmo, capacidad de organiza-
ción colectiva y espíritu empresarial que demuestran con su
dedicación a esta vocación. Nuestro refranero dice que al ham-
bre agudiza el ingenio y quizás sean esas circunstancias difíciles
las que llevan a que estas actitudes estén tan presentes en el
colectivo de estudiantes de criminología en nuestro país. Desde
el principio ha sido un colectivo muy “guerrillero”, capaz de
organizarse para reivindicar su sitio en la sociedad civil, y ha
estado muy implicado en debates sobre el futuro profesional de
la figura del criminólogo, tratando de aportar soluciones al res-
pecto.

La colección de ensayos que se recogen en este volumen es una


muestra más de la capacidad de iniciativa de este colectivo. La
idea inicial de editar una publicación que permitiera dar difu-
Prólogo xvii

sión a los Trabajos de Final de Grado de los estudiantes de Cri-


minología nace precisamente en el seno de la Sociedad Inter-
universitaria de Estudiantes de Criminología (SIEC). La SIEC
es un colectivo a nivel estatal nacido en 2012 que reúne, en
encuentros semestrales, a los representantes de estudiantes de
prácticamente todas las universidades españolas que ofertan el
grado en la actualidad. En uno de dichos encuentros, celebrado
en abril de 2015 en la Universidad Autónoma de Barcelona, se
planteó por primera vez la posibilidad de abrir una convocato-
ria para que los estudiantes de cuarto curso pudieran enviar sus
trabajos, y que un comité formado por académicos y profesio-
nales pudiera seleccionar a los mejores para ser publicados. De
acuerdo con uno de los promotores de la iniciativa, en la actua-
lidad uno de mis doctorandos, “Uno de los principales motivos
que llevó a plantear la idea del libro fue que los foros de difu-
sión científica para estudiantes de Criminología en España son
todavía residuales, no existiendo apenas congresos de estudian-
tes ni revistas de estudiantes.” Dicha iniciativa recibió rápida-
mente el apoyo de la editorial Criminología y Justicia, dirigida
por José Manuel Servera, quien se ofreció a publicar el libro; y
también de la Federación de Asociaciones de Criminólogos de
España (FACE), los miembros de la cual han participado activa-
mente en todo el proceso de selección de trabajos tanto de la
primera como de la segunda edición.

La positiva recepción de la primera colección animó a sus pro-


motores a intentarlo de nuevo este año y el resultado es el libro
que el lector tiene en sus manos. Los 6 trabajos aquí reunidos
fueron seleccionados entre 45 (que reunían una serie de criterios
básicos: nota mínima de un 8 en la universidad de origen, etc.)
por el comité científico técnico, miembros de la FACE y la SEIC.
La diversidad metodológica y temática refleja el amplio abanico
de temas y perspectivas que impulsan la curiosidad de los jóve-
nes estudiantes de criminología, así como el tipo de habilidades
y destrezas para el análisis, la recogida de datos, y la argumen-
tación que se trabajan en estos grados. Imagino que en el futuro
quizás se producirá un acercamiento entre esta iniciativa y el
recientemente creado premio de la Sociedad Española de Inves-
tigación Criminológica para jóvenes graduados de criminolo-
xviii Prólogo

gía, orientado a premiar el mejor trabajo de fin de grado a nivel


nacional.

Los trabajos aquí presentados son, no se olvide, trabajos reali-


zados por alumnos de grado en su último año de aprendizaje a
dicho nivel. No pueden juzgarse con los mismos criterios que
los estudios de profesionales de la investigación científica, ni
cuentan con los mismos recursos ni pueden realizarse sobre un
periodo demasiado extenso de tiempo. Pese a ello es evidente
la dedicación, rigor, curiosidad, y persistencia en la obtención
de datos que cada una de las contribuciones a este volumen
documenta, así como su preocupación por cuestiones de actua-
lidad o aspectos profesionales de la criminología. Como resal-
taba mi estimado compañero Santiago Redondo en el prólogo
al volumen con la primera colección de trabajos en relación a
los autores: “Ellos son la mejor promesa de futuro de la actual
criminología española, heredera a su vez de las inquietudes y
estudios criminológicos de antecesores tan ilustres como Mon-
tesinos, Concepción Arenal o Rafael Salinas.”
Introducción

Pasado, presente y futuro de la Criminología: ciencia y


profesión
David Buil Gil y David Montero Montero. Editores
de Jóvenes Promesas en Criminología.

Se podría describir “Jóvenes Promesas en Criminología” como


un libro compilatorio de los seis mejores Trabajos de Final de
Grado realizados durante un curso académico en el conjunto
de las universidades españolas. Se podría hacer, y no sería una
descripción errónea, pero sin duda sería insuficiente. “Jóvenes
Promesas en Criminología” nace de un caldo de cultivo que
lleva años esperando llegar a su fase ebullición, combinación
en la que concurren estudiantes, profesionales, académicos e
instituciones, y de la que se espera surjan pócimas tan reales
como aplicables a la realidad social contemporánea. “Jóvenes
Promesas en Criminología” sale a la luz, con la publicación de
su primera edición, a principios de 2016, pero se empieza a ges-
tar muchos años antes con dos claros objetivos: servir de base
a nuevas investigaciones aportando una muestra de temas y
metodologías investigadoras, y acercar la investigación crimino-
lógica a la sociedad española. Durante las siguientes líneas se va
a tratar de plasmar el proceso de crecimiento de la criminolo-
gía en España durante los últimos años, evolución sin la cual se
hace complicado, sino imposible, comprender el resultado del
presente libro.

La primera edición del libro “Jóvenes Promesas en Criminolo-


2 Introducción

gía” se abría con un magnífico prólogo del profesor Santiago


Redondo Illescas, titulado “Retos de la Criminología”, texto en
el que el autor desglosa los elementos más tempranos del inte-
rés analítico por el comportamiento delictivo en España. Tal
como destaca el autor, ya en 1564 Fray Bernardino de Sandoval
publicó la obra “Tratado del cuidado que se debe tener de los
presos pobres”, en el que se reflejan algunos de los principales
problemas de los centros penitenciarios de la época. También
subraya la aportación criminológica de obras clásicas como el
“Lazarillo de Tormes”, el “Guzmán de Alfarache”, “La pícara Jus-
tina”, “El buscón” o “El diablo cojuelo”, e incluso del propio “El
Quijote”. Todas ellas introducen historias que tratan de ilustrar
la realidad delincuencial y antisocial del momento, mostrando
que el interés por el análisis del fenómeno delictivo ya estaba
presente entre los intelectuales españoles de los siglos XVI y
XVII. Años más tarde, ese interés se canalizaría en el trabajo
de Manuel Montesinos en el Centro Penitenciario San Agus-
tín de Valencia, introduciendo el sistema progresivo en el sis-
tema penitenciario español; de Concepción Arenal Ponte y su
labor por mejorar el trato recibido por las internas en los centro
penitenciarios de mujeres; de Pedro Dorado Montero, siendo
pionero en la crítica al Derecho Penal como herramienta para
ejercer control social sobre las clases bajas; o de Rafael Salillas
y su pronta búsqueda positivista de la etiología del comporta-
miento desviado.

Considerando todo lo anterior, se estima oportuno apuntar que


el estudio de la desviación y del desviado en España disfruta de
una tradición longeva que ha permitido nutrir a los profesio-
nales y académicos actuales. Pese a ello, es necesario apreciar
que no se puede entender la criminología española actual sin
contemplar la influencia de las aportaciones de los estudios rea-
lizados en países como Reino Unido, Estados Unidos, Francia,
Canadá, Países Bajos, Australia o Italia.

Las contribuciones criminológicas que tienen lugar especial-


mente a partir del inicio de la democracia en España permiten
explicar la creación, en el año 2003, de la Licenciatura (de
segundo ciclo) en Criminología, la cual se imparte en algunas
universidades españolas. Y, más tarde, con la implantación de
Introducción 3

los Grados al sistema universitario en 2009, de la aprobación


del Grado en Criminología, el cual se oferta en la actualidad
en 29 universidades1 del conjunto del Estado. Junto al creci-
miento de la formación universitaria en criminología, también
ha incrementado el movimiento asociativo tanto a nivel profe-
sional (principalmente, a través de asociaciones regionales agru-
padas en la Federación de Asociaciones de Criminólogos de
España) como académico (centrando esfuerzos en la Sociedad
Española de Investigación Criminológica); así como se han
desarrollado en las universidades asociaciones regionales de
estudiantes de criminología (entre otras: Associació Interuni-
versitària de Criminologia en Cataluña, Asociación Sevillana de
Estudiantes de Criminología y Estudiantes de Criminología de
Granada en Andalucía, y Sociedad Estudiantil Criminológica en
Salamanca), y a nivel estatal surge la Sociedad Interuniversitaria
de Estudiantes de Criminología.

En síntesis, puede resultar no solo complicado, sino imposible,


comprender “Jóvenes Promesas en Criminología” sin la apor-
tación de cada una de las personas mencionadas, y de las enti-
dades e instituciones encargadas de potenciar la criminología a
nivel académico. Es por ello que este libro compilatorio surge
como iniciativa de la Sociedad Interuniversitaria de Estudiantes
de Criminología, de la Federación de Asociaciones de Criminó-
logos de España y de la editorial Criminología y Justicia, enti-
dades con fines diferenciados aunque un interés común por
ver crecer la criminología (como ciencia y como profesión) en
España, y por visualizar el trabajo realizado por los estudiantes
de último curso de Grado en las diferentes universidades, per-
mitiendo ello no únicamente difundir contenido científico de
calidad elaborado por jóvenes promesas de la ciencia futura,
sino enfatizar una realidad cada vez más evidente: la criminolo-
gía, en España, sigue in crescendo.

Como se ha presentado anteriormente, ésta es la segunda edi-


ción del libro “Jóvenes Promesas en Criminología”, habiéndose
publicado la primera, compilatoria de los mejores TFG del
curso 2014/2015, a principios de 2016. En esta ocasión, el
Comité Académico, después de un intenso proceso de selección,
4 Introducción

ha decidido incluir los siguientes trabajos en la segunda edición


del mismo:

• Análisis funcional del género en la violencia armada. La mujer en


los movimientos radicales islámicos. De Belén Casas Campos
(Universidad de Cádiz)

• Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del


delito: Un estudio cuantitativo en el municipio de El Vendrell. De
José Antonio Oraá Marchamalo (Universidad Autónoma de
Barcelona)

• Herramientas de evaluación del riesgo de agresión de bullying y


ciberbullying (ERA-B-CB). De Laura Hernández Torrente
(Universidad a Distancia de Madrid)

• Probation Officer Skills: Spanish Context. De Nidhi Nagdev


Nagdev (Universidad Autónoma de Barcelona)

• Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas: análisis


empírico. De Inmaculada Estévez Marín (Universidad de
Málaga)

• La Cañada Real Galiana: Análisis etnográfico del contexto


socioespacial del Sector VI. De Rubén Monge Gamero
(Universidad Europea)

Como el lector podrá apreciar, la selección final de trabajos sin-


tetiza y muestra ejemplos prácticos de algunas de las principales
tendencias de la criminología contemporánea. A nivel teórico,
se presentan las teorías de la oportunidad y se aplican al estudio
de hurtos en explotaciones agrícolas y ganaderas y de la distri-
bución espacial del crimen en un municipio catalán; se desglo-
san los enfoques críticos para analizar la realidad de un barrio
suburbial de Madrid; se parte de las teorías feministas para estu-
diar el papel de las mujeres en los movimientos terroristas de
etiología yihadista; y se aplica el enfoque integrador del Tri-
ple Riesgo Delictivo al estudio del bullying y ciberbullying. A
nivel metodológico, los trabajos muestran brillantes ejemplos
de metodologías cualitativas basadas en la entrevista y en la
etnografía; de enfoques cuantitativos que permiten análisis esta-
dísticos y geográficos; y de revisión sistemática de la bibliogra-
fía existente. Con todo, el conjunto de los trabajos selecciona-
Introducción 5

dos permite al lector familiarizarse con problemáticas delictivas


heterogéneas y a la vez de importancia actual: desde el ciber-
bullying hasta el terrorismo yihadista, pasando por los hurtos en
explotaciones agrícolas, el tráfico y consumo de droga, el papel
del entorno en la distribución geográfica del delito, y las habili-
dades necesarias de los denominados probation officers durante el
acompañamiento a condenados que cumplen medidas penales
alternativas.

Asimismo, como se habrá podido comprobar, esta edición de


“Jóvenes Promesas en Criminología” cuenta con un excelente
prólogo del profesor Juanjo Medina Ariza, en el que desglosa
los diferentes condicionantes con los que la enseñanza universi-
taria en criminología se ha tenido que topar históricamente en
España, y defiende el papel del estudiantado como herramienta
activa para el avance científico.

Por último, pero no por ello menos importante, no se podía


cerrar la presente introducción sin un breve pero sentido apar-
tado de agradecimientos. Tal como se ha profundizado previa-
mente, no se puede entender “Jóvenes Promesas en Criminolo-
gía” sin la labor de un gran número personas: algunas de ellas
han ayudado a que la excelencia de la criminología en España
sea una realidad cada vez menos utópica y otras han traba-
jado directamente en la fundición de este libro. En este sentido,
queremos agradecer, primero, a Aroa Ruiz Martínez, coeditora
de la primera edición de “Jóvenes Promesas en Criminología”,
por haber ayudado a sentar las bases de una publicación que
esperamos nos acompañe durante muchas ediciones más. Tam-
bién queremos aprovechar estas líneas para agradecer a los pro-
fesores Redondo Illescas y Medina Ariza por haber dedicado
unas horas de su tiempo a preparar los prólogos de la primera
y segunda edición, respectivamente, del “Jóvenes Promesas en
Criminología”. Como no puede ser de otra manera, reiterar
nuestro agradecimiento a José Manuel Servera Rodríguez, por
poner la editorial que dirige, Criminología y Justicia, a dispo-
sición de esta iniciativa; y a Abel González García, presidente
de la Federación de Asociaciones de Criminólogos de España, y
Nicolás Díaz Monge, presidente de la Sociedad Interuniversita-
ria de Estudiantes de Criminología, por dar, un año más, apoyo
6 Introducción

en todo el proceso de convocatoria, recepción y selección de


trabajos. Y en último lugar, y probablemente el más importante,
a los miembros del Comité Académico, los cuales han desarro-
llado un trabajo minucioso para seleccionar, entre trabajos de
alto nivel académico, los seis mejores.

Sin mayor dilación, esperamos que el lector disfrute, como lo


hemos hecho nosotros, de los trabajos incluidos en el presente
libro, y que ello ayude a alimentar ese caldo de cultivo crimino-
lógico que de seguro producirá nuevos frutos en los años veni-
deros.

Notas

1. Andalucía: (1) Universidad de Granada, (2) Universidad Pablo de


Olavide, (3) Universidad de Sevilla, (4) Universidad de Cádiz, (5)
Universidad Loyola Andalucía, (6) Universidad de Málaga; Castilla y
León: (7) Universidad de Salamanca y (8) Universidad Isabel I; Cataluña:
(9) Universidad Autónoma de Barcelona, (10) Universidad de Barcelona,
(11) Universidad Pompeu Fabra, (12) Universidad Abat Oliba CEU, (13)
Universitat Oberta de Catalunya y (14) Universidad de Girona;
Comunidad de Madrid: (15) Universidad Rey Juan Carlos, (16)
Universidad Complutense de Madrid, (17) Universidad Europea, (18)
Universidad Camilo José Cela, (19) Universidad a Distancia de Madrid,
(20) Universidad CEU San Pablo, (21) Universidad Pontificia Comillas
y (22) Universidad Francisco de Vitoria; Comunidad Valenciana: (23)
Universidad de Alicante, (24) Universidad Jaume I y (25) Universidad
de Valencia; La Rioja: (26) Universidad Internacional de La Rioja; País
Vasco: (27) Universidad del País Vasco/EHU; y Región de Murcia: (28)
Universidad de Murcia y (29) Universidad Católica San Antonio de
Murcia.
Análisis funcional del género en la
violencia armada

La mujer en los movimientos radicales islámicos


¿Estrategia pasiva o empoderamiento de un nuevo
imaginario social?
Belén Casas Campos. Universidad de Cádiz.
Tutora: María José Rodríguez Mesa.

RESUMEN

Desde las teorías de la diferencia e igualdad, propuestas por


el feminismo, este trabajo de investigación presenta un análisis
histórico sobre las diferentes implicaciones de la mujer en con-
flictos armados donde se pueden identificar las motivaciones
que las llevan a adentrarse en un contexto diseñado por y para
el hombre desarrollando un papel antes negado a su género, la
violencia. Así mismo se examina el rol que desempeñan den-
tro de organizaciones terroristas y cuáles son sus objetivos con
el fin de determinar si nos encontramos ante un desarrollo del
estereotipo femenino para igualarse a la imagen del hombre en
equidad, o por el contrario, si su participación se debe a una
explotación de su condición de género. Por último, en base a
las cuestiones anteriores, se pretende dar respuesta a la proble-
mática de las estrategias antiterroristas respecto su eficacia, apli-
cando una perspectiva de género.

Palabras clave: mujer, género, terrorismo, yihad, islam


8 Jóvenes promesas en Criminología

ABSTRACT

On the basis of the theories of difference and equality, proposed


by feminism, this research introduces a historical analysis of the
involvement of women in armed conflicts, which allows identif-
ying the motivations that lead women to take part in a context
designed by men. In armed conflicts, women develop a role that
was previously denied to them on the basis of gender: violence.
At the same time, the research examines the role of women wit-
hin terrorist organisations, and which are their objectives. This
work is aimed to deepen the gender development of women
within armed conflicts in order to assess whether their partici-
pation is based on equity or gender exploitation. Finally, based
on the above issues, it is intended to respond to the problem of
terrorism strategies regarding its effectiveness, applying a gen-
der perspective.

Keywords: women, gender, terrorism, yihad, islam

INTRODUCCIÓN

Tras una larga lucha histórica de la mujer por hacerse hueco


en la sociedad, relegada siempre a un segundo y oscuro plano
como consecuencia del patriarcado y los estereotipos asociados
a su imagen, se observa que no solo se le ha ‘’reconocido’’ su
condición de género en ámbitos públicos y profesionales tales
como la política, cargos directivos, administración, defensa y
seguridad, etc. La mujer también se declara presente en una
esfera, la del terrorismo, antes impensable para ella, como con-
secuencia de una serie de procesos sociales, que más adelante se
examinarán, permitiéndole dejar la carga de su género a un lado
y compartiendo, aunque en menor medida pero en constante
auge, una actividad generalmente reservada al hombre, como es
el uso de la violencia en el plano político.

Para abordar esta compleja temática de gran novedad en la


actualidad, es conveniente situarse en el presente estudio desde
una perspectiva de género para lograr una aproximación y pos-
terior compresión de las unidades de análisis protagonistas: la
mujer como terrorista, victimaria, opuesta a su imaginario
Análisis funcional del género en la violencia armada 9

social asociado sin su permiso, creadora e instigadora de violen-


cia y nuevo modelo a seguir influyente en el plano internacio-
nal.

No obstante, el feminismo no nos concede una única perspec-


tiva para el estudio de este fenómeno, por lo que haciendo uso
de esta virtud con múltiples visiones y posturas, la presencia de
la mujer en los conflictos armados se debatirá desde un modelo
dicotómico que enfrenta posturas opuestas: diferencia-igual-
dad, para posteriormente, dar respuesta a la cuestión principal
respecto a su rol y motivaciones en aras de su emancipación
social o en detrimento de su condición de género.

Aunque se presente la imagen de la mujer como algo nuevo en


el contexto de la violencia armada en general y en el terrorismo
yihadista en particular, cabe recordar que su participación ha
existido y ha estado presente desde la aparición de los primeros
conflictos históricos entre tribus, comunidades, minorías étni-
cas, países y estados, adoptando roles muy diversos que van
desde el apoyo a los combatientes siempre varones, así como
labores auxiliares, medicas, informativas, espías, transportistas,
fabricantes de armamento, revolucionarias, manifestantes, etc.
El motivo por el que se desconoce, ignora e invisibiliza a la
mujer en este contexto bélico armado y terrorista tiene su ori-
gen en la asignación de símbolos y significados a los estereoti-
pos de femenino y masculino, obra del patriarcado. Se trata de
un espacio reservado solo al acceso del hombre, encargado de lo
público y la defensa, único en hacer uso legítimo y potestativo
de la violencia, dejando el plano privado a la mujer, responsable
de la maternidad y caracterizada por la vulnerabilidad y paci-
fismo. (Londoño, 2005, pp.67-70)

Es importante tener en cuenta, en los casos particulares de con-


flictos bélicos armados y terrorismo yihadista que se van a
exponer y analizar en este trabajo, sin perder una postura siem-
pre de género para poder discernir de lo ‘’natural’’ o ‘’normal-
mente’’ establecido para este ámbito de la violencia diseñada
y estudiada por y para el hombre, cuáles son las motivaciones
que llevan a las mujeres a introducirse en este tipo de solución
política-agresiva ante conflictos de diversa índole. Esta es una
10 Jóvenes promesas en Criminología

consecuencia evidente de una serie de cambios sociales y cul-


turales que abren a la mujer un nuevo abanico de alternativas
donde ya no solo la no violencia y mediación es su método de
actuación, sino que se le da la oportunidad, además de optar por
un camino antes prohibido, a romper con su carga de género
creada por estereotipos generalizados y la posibilidad de
reconstruir su propia identidad no basada en lo socialmente
aceptado sino en la propia experiencia e historia de la mujer.

Para poder adentrarnos en la participación de la mujer en los


movimientos islámicos radicales como terrorista en la yihad,
debemos realizar antes una aproximación que nos lleve de la
mujer en general a la mujer en el contexto del islam, así como
de los conflictos bélicos armados en general a conflictos yihadis-
tas en particular, con el fin de abordar esta problemática desde
una serie de antecedentes explicativos que nos permitan un
mayor grado de comprensión del fenómeno estudiado. Ya que,
a pesar de ser un tema donde el papel protagonista lo ejerce lo
político, sin duda no podemos olvidar la influencia extrema de
la religión, el islam, en este contexto, donde no solo se convierte
en el molde del plano legal y público, sino que se convierte en
la guía de la forma de vida y cultura en el plano privado de los
territorios donde impera. Por ello no solo nos interesará inves-
tigar la participación de la mujer en el terrorismo rompiendo
con las barreras sociales establecidas sino también haciéndonos
eco de la posición estratégica que juega la religión en este sen-
tido, no como naturalmente se muestra el islam en la dicoto-
mía diferencial antagónica hombre-mujer, donde esta ostenta
una posición secundaria, sino desde una perspectiva totalmente
nueva que anima a la mujer a unirse a la lucha armada para la
defensa de la religión, donde ya no existe subordinación apa-
rente: “Nunca despreciaré el trabajo de quien obre de vosotros,
sea hombre o mujer, porque descendéis unos de otros” (Corán
3:195).

Para ello se presentan una serie de antecedentes históricos,


donde la imagen de la mujer ha ido desde una completa invisi-
bilización, hasta alcanzar un grado de protagonismo y relevan-
cia emergente que irrumpe y hace ruido en el monopolio del
hombre hasta tal punto que se discute la equidad de género.
Análisis funcional del género en la violencia armada 11

La Segunda Guerra Mundial, países de Iberoamérica, grandes


referentes históricos de oriente medio así como recientes estu-
dios de las organizaciones terroristas que más impacto han
tenido y tienen no solo en el mundo occidental sino en la esfera
internacional como Al Qaeda y Daesh, serán las unidades de
análisis empleadas en dar carta de presentación al fenómeno en
particular estudiado.

Ante esta nueva y desconocida dimensión que une la mujer al


terrorismo yihadista, no solo se crea sorpresa en la sociedad
internacional en el plano cultural, sino que este nuevo rol afecta
de manera inmediata a las políticas de seguridad de los Estados
y la comunidad internacional en general.

Por último, cabe resaltar que nos encontramos ante una nueva
demanda social internacional, acrecentada en los últimos años,
como es la protección ante ataques terroristas, y es aquí donde
se abre una brecha respecto a la eficacia de las medidas emplea-
das para dar respuesta a esa nueva amenaza, ya que habría que
preguntarse si estas estrategias antiterroristas sirven de igual
manera para hombres como para mujeres terroristas o bien res-
ponden a un modelo masculino haciendo florecer la necesidad
de realizar un diseño individualizado al género, con el fin de
mejorar no solo el ataque acción-reacción ante atentados yiha-
distas sino ir más allá, establecer políticas de prevención que
puedan de manera real combatir este gran fenómeno en auge
desde la raíz.

OBJETIVOS Y METODOLOGÍA

El presente trabajo tiene como finalidad alcanzar en base a la


resolución de las cuestiones de investigación que se plantean,
formuladas a modo de hipótesis, en primer lugar y en forma de
objetivo principal desde un enfoque generalmente empírico y
con aplicación teórica:

Determinar si el fenómeno de las mujeres terroristas en el


ámbito del radicalismo islámico de la yihad responde a un
reflejo de una reciente equidad respecto al hombre en el con-
texto político-social o si por el contrario, se trata de una mera
12 Jóvenes promesas en Criminología

explotación de género y afianzamiento de rol y estereotipo tra-


dicional.

En segundo lugar y haciendo uso de la resolución de la hipótesis


anterior, se plantea el segundo objetivo desde un enfoque teó-
rico-práctico, ya que se abre la posibilidad de una posible apli-
cación política en base a su resolución:

Determinar si las medidas político-defensivas empleadas por


los Estados y la comunidad internacional en general, son las más
idóneas en la lucha represiva y preventiva del terrorismo yiha-
dista, planteadas desde una perspectiva de género respecto a los
terroristas.

Planteadas ya las cuestiones de investigación, de corte ambi-


cioso pero necesarias de estudio como consecuencia de la
enorme incidencia en la sociedad actual acompañadas de un
profundo desconocimiento respecto su naturaleza y aplicación
práctica, la metodología empleada en todo el proceso es pura-
mente cualitativa, en base a procedimientos analíticos y compa-
rativos.

Nos encontramos ante una investigación que gira entorno a


categorías analíticas; teorías, en este caso de género; y reflexio-
nes personales de mujeres protagonistas del fenómeno yiha-
dista, seleccionadas y trabajadas para en primer lugar, aproxi-
marse a una comprensión de la realidad bajo el enfoque empí-
rico, y posteriormente como consecuencia de este análisis, crear
nuevos significados y respuestas para el objeto de estudio, en
este caso la mujer dentro de los movimientos radicales islámicos
ejecutora de violencia política.

Los datos que soportan la investigación provienen en su tota-


lidad de fuentes secundarias ya que, como consecuencia de la
complejidad de la temática a investigar, crear estudios en base a
fuentes primarias es bastante difícil.

Se arrastra un trabajo de recopilación de estudios válidos y fia-


bles para su posterior lectura, estudio y análisis, siendo nues-
tro ámbito de lectura las publicaciones de organismos públicos,
Análisis funcional del género en la violencia armada 13

universidades, así como manuales, revistas y artículos de inves-


tigación.

APROXIMACIÓN CONCEPTUAL: GUERRA-TERRORISMO

DEFINICIÓN Y DIFERENCIAS

Antes de sumergirnos en profundidad en las raíces sustenta-


doras de este estudio, es conveniente definir con claridad un
marco conceptual donde se ilustren los dos grandes fenómenos
que de ahora en adelante van a dar imagen y escenario de actua-
ción al género como unidad de análisis principal.

Como designa el título de este apartado, serán la guerra y el


terrorismo los ejes principales sobre los que gira nuestro marco
teórico y en consecuencia y de forma posterior, el resto de
la investigación, por lo que se entiende como imprescindible
realizar una primera aproximación teórica hacia ambos térmi-
nos; que en un primer momento parecen similares pero resulta
conveniente establecer las diferencias estructurales que guardan
entre sí a la hora de evitar confundir significados, por lo que al
remitirnos a la RAE, podemos encontrar lo siguiente:

En primer lugar, ‘’guerra’’ se define como:

‘’Desavenencia y rompimiento de la paz entre dos o más poten-


cias.’’ (RAE, 2014)

‘’Lucha armada entre dos o más naciones o entre ban-


dos de una misma nación.’’ (RAE, 2014)

‘’Enemistad, hostilidad declarada.’’ (RAE, 2014)

En segundo lugar y en un sentido abreviado, ‘’terrorismo’’ se


define como:

‘’Dominación por el terror.’’ (RAE, 2014)

‘’Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror.’’


(RAE, 2014)

‘’Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiterada-


mente y por lo común de modo indiscriminado, pre-
tende crear alarma social con fines políticos.’’ (RAE, 2014)
14 Jóvenes promesas en Criminología

Si por el contrario hacemos uso de una definición amplia de


terrorismo, podemos concluir que se entiende por terrorismo:

‘’… el uso ilegal y extremo de la violencia, motivada inicialmente


por aspiraciones políticas, que se caracteriza por inducir terror
en la población civil para imponer decisiones o comportamientos
que de otra forma no se producirían. Dentro de estos procedi-
mientos estratégicos se incluirían la imposición de condiciones de
muy diversa índole: políticas, económicas, lingüísticas, de sobera-
nía, religiosas, etc.’’ (Magaz Álvarez, Ricardo, 2011, p.22)

La diferencia entre ambos conceptos es palpable a simple vista;


mientras que en la guerra se diferencian dos o más enemigos
declarados, los cuales tienen intereses opuestos y hay una ‘’con-
formidad’’ en hacer violencia para conseguir objetivos, en el
terrorismo ocurre todo lo contrario al constituirse un único
actor en el desempeño de la violencia. Ya no hay partes intervi-
nientes, sino que muy lejos de ser una acción derivada de una
confrontación entre opuestos, se entiende la acción terrorista
como una vía o camino para imponer una serie de pretensiones
de diversa índole por parte del protagonista ante otro actor, este
ya secundario y no declarado enemigo por sí mismo y propia
voluntad.

MARCO TEÓRICO

EL GÉNERO EN LA VIOLENCIA ARMADA

‘’Las mujeres, es verdad, no comprenden la filosofía de las revolu-


ciones, ni tienen fuerza moral e intelectual bastante para hacerse
cargo de las cuestiones políticas…Pero su instinto es infinitamente
más sensible y penetrante que el hombre para adivinar la justicia,
para sentir noblemente y ejercer su piedad’’ (Samper, José María,
1861:160, citado por Rojas de Ferro, 1998, p.41)

Con esta breve cita de José María Samper se pretende abrir paso
a lo que sería la idea central de la mujer como ‘’alma bella’’
opuesta a la violencia y en consecuencia, relegada a un papel
secundario y no activo en lo político y en la guerra.

Dentro del patriarcado, fenómeno o más bien cultura a modo


de lacra extendida de forma universal, podemos encontrar uno
de sus grandes pilares de sustentación, y es la filosofía plasmada
Análisis funcional del género en la violencia armada 15

durante siglos en el mito de la mujer como ‘’alma bella’’ y el


hombre como ‘’soldado justo’’, donde se nos presenta, de forma
dogmática y como si de una religión incuestionable se tratase,
a ambos sexos en función de sus ‘’características’’ naturales. Por
un lado tenemos a la mujer, regida por la no violencia, busca-
dora de justicia y paz, y por encima de todo, creadora de vida
y protagonista de lo privado en el núcleo familiar, y por el con-
trario y siguiendo el patrón que marca el estereotipo patriarcal,
la figura masculina, representante de la valentía y fuerza, encar-
gado de lo público y por ende de lo político, único portador de
la violencia y encomendado a una misión: proteger a su alma
bella. (Rojas de Ferro, 1998, pp.39-40)

Con ello se nos presenta el estereotipo que marca la línea vital


de mujeres y hombres, donde se puede discernir la gran divi-
sión entre lo público y lo privado. Será esta separación entre
ambos contextos vinculados al género la culpable y a su vez idea
central que explique la prolongación en el tiempo de estructu-
ras de desiguales en lo que respecta al poder.

‘’Históricamente los derechos y deberes de la ciudadanía han


estado cercanamente vinculados con la habilidad de tomar armas
en defensa de la entidad política… Esta vinculación ha proporcio-
nado una de las principales justificaciones para la exclusión de la
mujer del dominio público’’ (Steans, 1998, p.81, citado por Enkerlin
Madero, Helke; Zatarain, Marcela Luis, 2011, p.152)

Este gran impacto ha ido más allá, en cuanto que el estereotipo


se ha convertido en una generalización universal, sin distincio-
nes: ‘’la figura del guerrero ha constituido un referente impor-
tante de identidad en la socialización masculina… opuesto a las
características femeninas como dulzura, la pasividad, el acata-
miento, la ternura…’’ (Londoño, 2005, p.67). Como es sabido,
las generalizaciones, coincidiendo muy pocas veces con lo que
dicen, tienen unos efectos discriminativos y negativos por no
decir destructivos, en este caso de la identidad de género de las
mujeres.

Toda mujer, en base a la concepción de su estereotipo, es y debe


ser portadora de su emblema de vida y maternidad, defensora
de la paz y vulnerable ante la violencia, dependiente por tanto
16 Jóvenes promesas en Criminología

de su guerrero justo. Aquí radica la problemática, eje y génesis


de esta investigación: al darse por sentado este patrón femenino
se está creando una confusión respecto a los rasgos de persona-
lidad de las mujeres, las cuales no todas responden al mismo,
por lo que se asientan una serie de principios divisorios fuertes
y arraigados casi rozando la petrificación en el contexto social
hasta tal punto que si una mujer no se adapta a tal descripción,
se tacha de un ser anti natura.

‘’Los estereotipos, basados en distinciones de género han descono-


cido y hecho invisible la participación de la mujer en las guerras
y también han ignorado las consecuencias de la guerra sobre las
mujeres’’ (Rojas de Ferro, 1998, p.39).

Para poder rebatir esta problemática, y poder asumir una pos-


tura respecto al género vinculado a la violencia política será
interesante, de forma previa, abordar las dos grandes teorías
que nos aporta el feminismo en su vertiente moderna en cuanto
a la relación de género.

Es el feminismo de la diferencia el que nos pone en encrucijada,


al defender la desigualdad del sexo, defendiendo a capa y
espada la esencia de la mujer respecto al hombre. ‘’… aunque
critica la ciencia hecha sin la palabra de las mujeres, da por
supuesto que las mujeres y los hombres son esencialmente dis-
tintos y que siempre lo serán…’’ (Fernández Villanueva, 2000,
p.148)

Si bien es cierto, dentro de estas diferencias, hay cuestiones


innegables que no podemos obviar como es la particular capa-
cidad de la mujer de dar la vida, pero ello, además de ser un don
de la naturaleza, no deja de ser a veces incluso un obstáculo a la
hora de alejarse de esta percepción de mujer.

A lo largo de la historia, muchas mujeres han cuestionado estos


rasgos asociados a su género, por el simple hecho de no sentirse
identificadas, no por sentirse defectuosas en lo que respecta a
sus ‘’obligaciones naturales’’, sino como si de una etiqueta mal
puesta se tratase, y es aquí donde se comienza a destapar la
punta del iceberg del fenómeno revolucionario de la subver-
sión de los rasgos de género en femenino: ‘’… la reconfiguración
Análisis funcional del género en la violencia armada 17

de identidades, espacios y prácticas de las mujeres, ocurrida


durante los últimos cincuenta años, parece haber subvertido el
ámbito de los imaginarios sociales sobre el ser mujer’’ (Lon-
doño, 2005, p.67).

Con la entrada de la mujer en contextos antes vedados a ellas,


desde el laboral hasta el bélico, es cuando se empieza a poner en
entre dicho a la corriente feminista de la diferencia, haciendo
emerger la enorme similitud entre géneros: ‘’No se trata solo
de excepciones que confirman la regla, se trata de algo más
común de lo que se puede suponer’’ (Fernández Villanueva,
2000, p.149)

Respecto a lo mencionado, es preciso especificar y tener cui-


dado a la hora de hacer referencia a mujeres que no se han ade-
cuado a los patrones esperados, ya que tradicionalmente se las
ha calificado como ‘’excepcionales’’. A primera impresión parece
un calificativo digno de honor, pero ello puede que las aleje del
resto, que serían lo común, de tal forma que perderían su esen-
cia femenina para acercarse más a lo que se adaptaría a lo mas-
culino. Por lo que en este trabajo de investigación, se tendrá en
cuenta, no solo a la figura de la mujer contraria a su estereotipo,
sino también cuestiones de tipo estructural y sociológico para
intentar comprender y dar una explicación a su situación. (Fer-
nández Villanueva, 2000, pp.149-151)

Si hablamos de excepcionalidad, un periodo que no escapa a


este término es la guerra, y ya en su vertiente más extrema, el
terrorismo.

En esta nueva dimensión, mujer y hombre se ven inmersos


en una misma dirección, desempeñando, aunque de diferentes
formas, la violencia política y ostentando argumentos para su
justificación, de tal forma que los límites de la diferencia entre
géneros, si antes ya se estaban debilitando desde que la mujer
irrumpió con su presencia en campos antes reservados al hom-
bre, ahora solo queda un delgado hilo que une esa desigualdad.
Con ello se pretende dar paso a la corriente moderna feminista
de la igualdad, matizando que no se pretende establecer una
equivalencia exacta entre mujer y hombre pero si romper con
18 Jóvenes promesas en Criminología

la diferencia tradicionalmente establecida por la primera


corriente antes explicada, de tal forma que se salvaguardan las
esencias de cada género pero con el plus de igualdad respecto a
sus personas: ‘’Así pues, no se trataba de mujeres desnaturaliza-
das, ni siquiera viriles, ni personas a quienes la vida familiar no
importase o luchasen simplemente como activistas de un par-
tido político’’ (Fernández Villanueva, 2000, p.172)

El motivo por el que se conoce un mayor número de mujeres


protagonistas en labores complementarias a la violencia política
y no tanto sobre las participantes en la lucha armada de manera
literal, es el que se viene arrastrando a lo largo de esta breve
exposición: ‘’La construcción social de la violencia sigue siendo
tan predominantemente masculina que, a pesar de la informa-
ción de que disponemos, las mujeres aparecen en la guerra de
forma marginal y, mucho más, si se trata de un ejército regular’’
(Fernández Villanueva, 2000, p.164)

ANTECEDENTES HISTÓRICOS OCCIDENTALES

2ª GUERRA MUNDIAL

Como primer gran antecedente se presenta la Segunda Guerra


Mundial, donde es preciso matizar que no se trata del primer
fenómeno de violencia bélica donde ha participado la mujer,
pero si donde se registra un mayor número de mujeres com-
batientes y/o activistas políticas en su lucha: ‘’El informe del
Ministerio de Defensa Británico en 1944…De acuerdo con sus
datos, 7.750.000 mujeres participaron en industrias relacionadas
con la guerra o en las Fuerzas Femeninas. También, de acuerdo
con sus datos, muchas de las que participaron directamente en
las fuerzas armadas se presentaron como voluntarias… Su papel
fue muy valioso en los llamados servicios auxiliares… Otros
comandos de mujeres se ocupaban de la defensa civil’’ (Fernán-
dez Villanueva, 2000, p.155). De nuevo se refleja que la mujer
en esta dimensión, ha desempeñado una gran variedad de fun-
ciones relacionadas con la guerra, no solo la participación activa
como ‘’guerrera justa’’ sino desempeñando funciones auxiliares
y complementarias pero claves en la consecución objetivos polí-
ticos.
Análisis funcional del género en la violencia armada 19

Esta complicidad podríamos explicarla haciendo uso de los


motivos ya empleados anteriormente: quizás la ideología polí-
tica del Estado protagonista no viera adecuado, o directamente
no permitiera el alistamiento de la mujer como combatiente,
por lo que solo le quedaba la opción de llevar a cabo labores
paralelas a la violencia armada, pero ello no implica que se
anule su presencia en este ámbito. Un ejemplo respecto a esta
situación la protagoniza la alemana nazi Gertrud Scholtz-Klink,
que, a pesar de no haber podido ostentar gran peso político en
cuanto a la toma de decisiones o gestión del conflicto por el
hecho de ser mujer, dirigió la Organización Alemana de Muje-
res Nacionalsocialistas, haciéndose conocer no solo por su firme
ideología antisemita la cual contribuyó en parte a lo que pos-
teriormente sería el gran holocausto, sino también por alentar
de manera ferviente la incorporación de la mujer en las filas de
guerra como combatientes.

Vera Wholau, también protagonista de la Alemania nazi, desem-


peña un papel ya más activo dentro de la complicidad, estando
presente en batallones de guerra ya no solo como mera especta-
dora junto a su marido jefe de la Primera Compañía del Batallón
nº 101, sino como parte ejecutora de una de las mayores matan-
zas llevadas a cabo a modo de disfrute personal.

Para finalizar con la ejemplificación nazi, se hace mención a las


SS, Fuerzas de Seguridad del Reich, donde también participa-
ron mujeres ya con un rol más independiente y no tan acceso-
rio pero siempre bajo el mandato masculino. ‘’En el caso de la
deportación de mujeres hacia el campo de Helmbrechts, en la
que participaron 27 mujeres, la mitad de ellas como voluntarias.
Su comportamiento era de una crueldad brutal, sobre todo la
guardiana jefe’’ (Fernández Villanueva, 2000, p.162). De tal frag-
mento es esencial sacar a relucir el trasfondo que oculta, donde
ya no solo se refleja a la mujer como un miembro más de la
guerra, sino que poco a poco va adquiriendo identidad propia,
equiparándose al hombre, respecto a su rol en el espacio bélico.

TERRORISMO EUROPEO

Como segundo y último referente dentro del marco occidental,


20 Jóvenes promesas en Criminología

ya en su versión más radical, nos encontramos con el terrorismo


europeo y dentro del mismo, tres grandes nombres de referen-
cia: Ulrike Meinhof, Gudrum Ensslin e Ingrid Schubert, todas
pertenecientes a la Fracción del Ejército Rojo, o como mejor se
le conoce, RAF. Fueron grandes incitadoras de la más extrema
violencia en contra de todo aquello que se opusiera a sus ideales,
siendo su objetivo de sangre principal los policías alemanes,
dejando claro a sus subordinados que ‘’por supuesto que se
les puede disparar’’ (Meinhof, citado por Fernández Villanueva,
2000, p.159).

Fuera del terrorismo de corte alemán, nos trasladamos a


España, donde resulta imposible obviar al grupo terrorista ETA,
destacado por la enorme presencia femenina en muchos de
sus comandos, algunos incluso dirigidos por mujeres como por
ejemplo María Dolores González Catarain alias Yoyes o Idoia
López Riaño conocida más popularmente como ‘’la tigresa’’
miembro del comando Madrid (uno de los más sanguinarios),
condenada por 23 asesinatos. (El Pais.com, 2016)

ANTECEDENTES HISTÓRICOS LATINOAMÉRICA

EL SALVADOR

En este escenario ya no predomina tanto el concepto de guerra


propiamente dicho, sino el de guerrilla, reduciendo el conflicto
entre partes a un nivel inferior respecto a su incidencia, número
y situación geográfica, pero sin devaluar el posible daño cau-
sado.

‘’El ejército del FMLN de El Salvador, compuesto por 13.600


combatientes, estaba nutrido por un 30% de mujeres. Entre ellas
había guerrilleras urbanas y rurales, menores de 20 años, gue-
rrilleras adultas comandos urbanos y colaboradoras de la pobla-
ción civil’’ (Fernández Villanueva, 2000, p.155). Al hablar bajo el
sólido sustento de cifras cuantificables, se mejora la visibilidad
del género respecto a la proporción del total de guerrilleros,
alcanzando una cifra que para nada deja su presencia en el ano-
nimato y que probablemente haya ocupado un papel impor-
tante en tal ejército.
Análisis funcional del género en la violencia armada 21

MÉXICO

Dentro del mundo de la guerrilla se hace un hueco México


con el Movimiento Zapatista de Liberación Nacional (MZLN),
donde la mujer se hace protagonista en su lucha por la justicia
e igualdad bajo una ideología feminista. Tan fuerte fue su poder
de género que se creó una ley respecto a la mujer dentro de
la revolución zapatista: ‘’La ley consta de diez artículos, y esta-
blece que la revolución es también asunto de las mujeres, que
deben tener las mismas oportunidades laborales que los hom-
bres, el mismo derecho a participar en su comunidad y en car-
gos políticos, a educarse y formarse y a escoger pareja con plena
libertad… Derechos tan simples como a participar en la lucha
revolucionaria (art. 1º)’’ (Soriano González, 2012, p.129).

COLOMBIA

Colombia, país que, dominado por la guerrilla desde hace años,


sigue teniendo actualmente comandos donde forman parte
mujeres, por lo que no se trata de un fenómeno pasado como
los anteriores, sino que a día de hoy sigue con vigencia la pre-
sencia del género en el conflicto. La RUM, Red Urbana de Muje-
res, fue un comando guerrillero creado y formado exclusiva-
mente por mujeres, especializado en una labor de apoyo logís-
tico en la toma de ciudades; lo que empezó siendo una labor
auxiliar de la RUM, terminó por subir de nivel tal y como men-
ciona Calvo Campo: ‘’Las mujeres se fueron incorporando poco
a poco, sumándose a la guerra de forma graneada, salpicada gra-
nito a granito’’ (Calvo Campo, 1998, citado por Fernández Villa-
nueva, 2000, p.157).

Se estima que casi el 50% del total de componentes de las FARC-


EP son mujeres, esta enorme presencia se traslada también al
caso de ELN, y por último y aunque en menor medida, la pre-
sencia femenina en el ámbito paramilitar; aquí es preciso hacer
hincapié en el término ‘’mujer’’ ya que no solo debemos ceñir-
nos literalmente a su significado relacionado con la adultez sino
en su expresión más amplia: ‘’El caso de las niñas es particu-
larmente ilustrativo… de acuerdo con cifras aparecidas en el
periódico El Tiempo, desde 1999 a mayo de 2003 se habían des-
22 Jóvenes promesas en Criminología

movilizado individualmente 830 menores, de los cuales el 30%


eran niñas’’ (Londoño, 2005, p.67)

ANTECEDENTES HISTÓRICOS ORIENTE MEDIO

Dentro de este contexto vinculado a nuestro verdadero objeto


de estudio; la presencia y rol de la mujer en los movimientos
radicales islámicos como forma de revolución política; se pre-
sentan una serie de referentes de gran peso, que nos ayudarán
más adelante a ilustrar esta problemática, para su posterior
explicación, comprensión así como para la elaboración de con-
clusiones de cargo basadas en la empiria.

Es esta figura de la mujer musulmana la que interesa analizar


por partes; en primer lugar llama la atención como en un
mundo diferente al occidental, dominado por dos grandes fuer-
zas como es la política vinculada a la religión islámica, una
mujer puede entrar a formar parte de la violencia política en
supuesta igualdad con los hombres, si bien su lugar por exce-
lencia en esta cultura de oriente medio es el hogar y la familia.
¿Cómo una cultura dominada por la separación de roles de
género permite esta actuación? De tal interrogante surge la
cuestión principal: ¿Nos encontramos ante un nuevo cambio
socio-cultural o más bien de un parche que nos hace ver entre
líneas que en la guerra todo vale?

Por un lado estaría la corriente que señala esta nueva faceta de


la mujer guerrera como camino hacia su emancipación y empo-
deramiento, usuaria de sus ventajas de género para construir
su identidad, y de forma totalmente contraria, la teoría del uso
fraudulento de la mujer como simple arma de guerra.

No se pretende hacer nueva esta función estratégica de la mujer


en la guerra e incluso en el terrorismo, pero si hacer una gran
diferencia del género en el mundo occidental y oriental res-
pecto a la violencia política. Se trata de dos grandes mundos,
dos formas de entender la guerra, y es aquí donde el mundo de
oriente medio juega con una variable más, proclamándose de
tal manera como una unidad de análisis mucho más compleja
de analizar debido a su religión.
Análisis funcional del género en la violencia armada 23

VIETNAM

En primer lugar, se presenta Vietnam, guerra de gran influencia


no solo en su área geográfica sino con importante trascendencia
internacional durante la década de los 60 y 70 (BBC.com, 2015),
en la cual, a pesar de situarse en una zona donde su religión,
el islam, (de corte patriarcal) impera de manera casi igualitaria
junto a la política, la mujer también se ha hecho hueco en el
escenario de la violencia bélica, en primer lugar preparando el
caldo de cultivo en manifestaciones como agitadora y propa-
gandista.

Una vez iniciada la guerra, dentro del género se realizó una


división estratégica, de tal manera que las mujeres más jóvenes
incluso algunas niñas, se disponían en los batallones para luchar
contra el enemigo, mientras que aquellas no tan jóvenes, esta-
ban detrás de los escenarios desempeñando otros cargos.

Cabe resaltar el aprovechamiento de su propia imagen y este-


reotipo para conseguir información privilegiada (método ya
empleado en conflictos anteriores como en la Primera y
Segunda Guerra Mundial) incluso dando un paso más allá, para
causar un mayor daño al enemigo al hacer uso del ‘’ataque sor-
presa’’ ya que no se percibe a la mujer como algo peligroso: ‘’…
las guerrilleras se comportaban de día como madres y herma-
nas, y cuando llegaba la noche destruyendo sus puestos’’ (Panos
Institute, 1995, p.220, citado por Fernández Villanueva, 2000,
p.156).

CONFLICTO PALESTINO-ISRAELÍ

Este conflicto se remonta a las primeras décadas del pasado


siglo, coincidiendo con la Primera Guerra Mundial cuando
Gran Bretaña se hizo con el dominio de la región de Palestina.
Desde entonces la comunidad palestina se ha visto forzada a
luchar por su independencia del mundo occidental, contrario a
su cultura y visto como un cacique a los ojos del islam.

De nuevo en esta lucha, la mujer comienza su rol brindándole


apoyo y auxilio al soldado palestino; más adelante su presencia
24 Jóvenes promesas en Criminología

se vuelve más activa con la participación en manifestaciones y


secuestros de aviones.

Este desnivel respecto a la proporción del rol de género en el


conflicto palestino-israelí toma un giro de 180 grados a partir
de la segunda intifada; es en esta contienda donde la mujer,
cansada de su tradicional y simple apoyo al hombre basado
en la reproducción y auxilio, toma partido en el asunto y se
declara como un actor más en la causa: ‘’… la agenda de esta inti-
fada incluyó tres características diferentes de la primera: una
agenda con orientación de género (feminista) como alternativa
a la agenda nacional de liderazgo hegemónico masculino; una
maternidad alternativa y el fenómeno de las mujeres terroristas
suicidas’’ (Enkerlin Madero, Helke; Zatarain, Marcela Luis, 2011,
p.156)

De tal modo, la segunda intifada se proclama como una nueva


era, donde la mujer adquiere identidad e imagen hasta tal punto
de poder convertirse en mártir, figura hasta entonces reservada
al hombre, cargada de ilustres connotaciones como el respeto,
la superioridad y veneración.

2002 se convierte en el punto de inflexión en cuanto a la lucha


terrorista islámica por dos grandes motivos: En un llamamiento
realizado para animar a las mujeres a que se unan en igualdad al
hombre a la lucha por su tierra, Palestina, se acuña por primera
vez el término de mujer mártir, antes nunca pensando para el
género. Posterior a este llamamiento y en ese mismo día, ‘’Wafa
Idris se convirtió en la primera mujer en llevar a cabo un ata-
que terrorista suicida en el marco del conflicto palestino-israelí,
haciendo estallar una bomba en una calle de Jerusalén’’ (Enker-
lin Madero, Helke; Zatarain, Marcela Luis, 2011, pp.156-157). Se
considera por tanto la mujer palestina como la encargada de
romper con el imaginario social de género en su cultura, procla-
mándose como pionera en cuanto a la lucha terrorista en igual-
dad con el hombre.
Análisis funcional del género en la violencia armada 25

SRI LANKA-TAMIL EELAM. LAS TIGRESAS NEGRAS DE LOS


TIGRES DE LIBERACIÓN

El gobierno de Sri Lanka, que muestra su predilección por la


mayoría cingalesa, crea en la década de los setenta una serie de
leyes que amparan a este colectivo de la sociedad, dejando de
lado de forma discriminatoria a la minoría tamil; es así como, a
raíz de la opresión de los más fuertes a los más débiles, surge un
movimiento separatista etnonacionalista llamado Los Tigres de
Liberación de Tamil Eelam. Este grupo terrorista destaca entre
otros por hacer uso del ataque suicida como su principal arma
de lucha, así como por no constituirse sobre una base religiosa,
sino que su dogma a seguir no era más que la doctrina que dic-
taba su fundador Velupillai Prabhakaran, basada en el entrena-
miento, el sacrificio, la disciplina y la devoción por la causa.

La visión del ataque suicida como un instrumento eficaz y


racional en su lucha e independencia, y no como una opción
desesperada elegida así en otros movimientos radicales, se equi-
para a la inclusión de la mujer en este marco de violencia: este
fenómeno podría explicarse bajo el prisma del utilitarismo y
racionalidad, por lo que ante la falta de hombres combatientes,
surge en la década de los ochenta la figura de la mujer como un
as debajo de la manga.

Su participación obedece a una constante evolución presencial,


desde el básico apoyo y auxilio al soldado tamil en el ámbito
privado, al campo de batalla como combatiente terrorista for-
mada en nociones sobre explosivos, armas y espionaje. ‘’… y para
1987 contaban con una base de entrenamiento solamente para
mujeres. Entre un tercio y la mitad de la subdivisión elite sui-
cida de los Tigres de Liberación, Los Tigres Negros, está com-
puesto por mujeres. Lo mismo ocurre con los Tigres Marinos’’
(Enkerlin Madero, Helke; Zatarain, Marcela Luis, 2011, p.161).

Se puede afirmar que casi un tercio del total de los miembros de


Los Tigres de Tamil Eelam son mujeres, las cuales llevan a cabo
no solo la misión suicida, sino también otros aspectos relaciona-
dos con el espionaje, la inteligencia, los ataques civiles, el com-
bate directo, y de forma novedosa, altos cargos: ‘’En el 2002, el
26 Jóvenes promesas en Criminología

órgano de poder más importante de los Tigres de Liberación


contaban con cinco mujeres entre sus doce miembros’’ (Gonzá-
lez-Pérez, 2008, p.186 citado por Enkerlin Madero, Helke; Zata-
rain, Marcela Luis, 2011, p.162). Esta figura de la mujer como
actor dominante en cuanto a la gestión del grupo terrorista
podría explicarse a que este movimiento surge, como antes se
ha indicado, sin un precedente religioso, por lo que la influencia
patriarcal tan presente en este contexto pierde poder para rele-
gar al género.

Si tenemos en cuenta que la mujer ocupa un tercio de la pro-


porción terrorista en este grupo, del total de los ataques suicidas
llevados a cabo, 239, su presencia es directamente proporcional
con la cifra asociada a su género, 64, por lo que a primera vista
se podría hablar de una supuesta equidad de género en la ins-
trumentalidad suicida.

Es Dhanu el nombre de la tigresa tamil proclamado como refe-


rente y mayor protagonista dentro de los ataques suicidas feme-
ninos, encargado de dar muerte al ex primer ministro de la
India, Rajiv Gandhi. (Enkerlin Madero, Helke; Zatarain, Marcela
Luis, 2011, p.164)

CONFLICTO RUSO-CHECHENO. LAS “VIUDAS NEGRAS” DE


CHECHENIA

Estas mujeres deben su nombre a una etiqueta de la prensa


internacional y su conflicto armado encuentra sus orígenes a
finales del siglo XVIII, como consecuencia de la expansión rusa
hacia el Cáucaso. Conseguida la separación con Rusia, en 1994
y a modo de venganza por ello, la disuelta URSS envía fuerzas
militares a ocupar el territorio checheno, dando lugar a una
primera guerra que da lugar a un completo caos. Pasado el
periodo de contienda bélica, es en este contexto donde aparecen
voluntarios de múltiples nacionalidades, entre ellos musulma-
nes radicales que, con ánimos de prestar ayuda humanitaria,
contribuyen a la formación de los futuros grupos terroristas.

El papel de la mujer chechena puede experimentar una evolu-


ción que aumenta de forma gradual en cuanto a su presencia
Análisis funcional del género en la violencia armada 27

y protagonismo activo: ‘’Durante la primera guerra se puede


reconocer que las funciones de las mujeres giraban en torno a
la crianza y el cuidado de los niños’’ (Enkerlin Madero, Helke;
Zatarain, Marcela Luis, 2011, pp.166-167), de tal manera que
dentro de este escenario el género no tenía aun reconocido un
rol fuera de lo privado, y tan solo fuera del núcleo familiar, se le
permitía realizar labores de apoyo a los soldados.

Es con la segunda guerra del conflicto ruso-checheno cuando se


instaura el punto de inflexión respecto a las relaciones de género
en el terrorismo: ‘’De acuerdo al estudio realizado por Speck-
hard y Akhmedova, Black Widows: The Chechen Female Sui-
cide Terrorists, de los 110 atacantes suicidas registrados del 2000
al 2005, el 43 por ciento eran mujeres’’ (Enkerlin Madero, Helke;
Zatarain, Marcela Luis, 2011, p.167). Con este dato podemos con-
cluir que la evolución del rol de género en la violencia terrorista
de corte radical crece a pasos agigantados, pero aun así, ninguna
mujer ostenta un alto cargo ni forma parte en la toma de deci-
siones.

‘’Es un mundo de hombres en Chechenia… las mujeres suicidas


son un gran rompecabezas’’ (Banner, 2009:11, citado por Enker-
lin Madero, Helke; Zatarain, Marcela Luis, 2011, p.165). De
nuevo en un escenario de fuertes raíces patriarcales, la mujer
vuelve a aparecer y no en un segundo plano precisamente. Para
las milicias chechenas el género como combatiente ha sido una
pieza clave y letal en su lucha contra Rusia, y decimos letal en su
máximo sentido literal: en los estudios realizados desde el año
2000 hasta el año 2005 se han llegado a contabilizar un total
de 27 ataques suicidas por parte de los chechenos en este con-
flicto, de los cuales 22, casi su totalidad, han sido perpetrados
por mujeres.

El mayor ejemplo de protagonismo femenino en cuanto a la


lucha terrorista chechena lo tenemos en Khava Barayeva, mujer
que decidió quitarse la vida en un ataque suicida haciendo
explotar un camión lleno de explosivos en los cuarteles de fuer-
zas rusas. (Enkerlin Madero, Helke; Zatarain, Marcela Luis, 2011,
p.165).
28 Jóvenes promesas en Criminología

PAKISTÁN-OCCIDENTE. LAS MILICIAS FEMENINAS DE JAMIA


HAFSA

‘’El 21 de febrero de 2007, las estudiantes ocuparon una biblioteca


pública de niños en Islamabad. La ocupación respondía al proceso
de demolición de algunas mezquitas en la capital, en la Operación
Silencio. Los y las estudiantes de la Mezquita Roja se amotinaron…
la mayoría de los manifestantes eran mujeres y muchas de ellas
llevaban rifles Kalashnikov’’ (Serrano López & Támara Pinto, 2014,
p.193).

La Mezquita Roja por su parte, se constituye como ‘’fuerte’’


donde se adoctrina a favor del fundamentalismo radical islá-
mico, y como consecuencia, las fuerzas políticas del país junto a
occidente sospechan que se trata de uno de los principales pun-
tos de reclutamiento y adiestramiento de terroristas yihadistas.
Por su parte, la cuestión de género se relaciona en este contexto,
al situar el mayor instituto de la mujer dentro de la comunidad
islámica en esta mezquita, concretamente en la madraza Syeda
Jamia Hafsa, con más de 6500 mujeres estudiantes.

Al igual que la comunidad musulmana en masculino instó a su


gobierno a que implantara de forma jurídica la sharia, la mujer
pakistaní tampoco se quedó atrás, en este caso las estudiantes de
Jamia Hafsa; mujeres entre los 12 y 25 años se lanzaron a la calle
en numerosas ocasiones protagonizando movilizaciones revo-
lucionarias, controles policiacos de la moral, o incluso enfren-
tamientos contra las fuerzas militares pakistaníes acabados en
sangre.

Este último caso que se expone dentro del marco de los antece-
dentes, se ensalza como uno de los mayores referentes respecto
a la unión género-yihad dentro del fundamentalismo radical
islámico ya que no solo se trata de un movimiento radical eje-
cutado por mujeres sino además de un centro de radicalización
para las mismas ‘’…las estudiantes de Jamia Hafsa están siendo
formadas, desde su infancia, para convertirse en shahids islami-
kazes’’ (Serrano López & Támara Pinto, 2014, p.194), donde se le
ha dado la vuelta a modo de subversión a la relación de género-
guerra en su mayor expresión.

Es la propia mujer la que toma las riendas de la yihad e insta a su


Análisis funcional del género en la violencia armada 29

género a unirse a la lucha: ‘’Las mezquitas se estaban cayendo,


y una y otra vez ustedes solo hablaban de entrar en el campo
de acción… Vengan, vengan rápido y conviértanse ustedes mis-
mas en una pared de vidrio fundido’’ (Serrano López & Támara
Pinto, 2014, p.173); este fragmento no es más que parte del dis-
curso realizado por una de las estudiantes de la madraza Jamia
Hafsa, Amir Hamza, ante la impotencia de ver como no solo
su mezquita, sino muchas más, estaban siendo atacadas por el
gigante de occidente.

Sin duda, ante la vulneración que sufre su país y religión vista


desde la óptica fundamentalista, unida a la destrucción de sus
mezquitas, la mujer no duda en hacer frente a occidente
haciendo uso del instrumento más radical que pueda existir, la
violencia.

Secuestros de policías, manifestaciones, irrupciones en prostí-


bulos y tiendas de videos pornográficos bajo la exigencia de sus
cierres, detenciones ilegales de personas relacionadas con accio-
nes consideradas como ‘inmorales’’ son algunos de los actos
protagonizados por la mujer de la Mezquita Roja en el seno de
una organización ‘’policial’’ para el control de la moral.

Lejos de esta yihad basada en la ética islámica, se da un paso al


frente a favor de la violencia en su más extrema versión con el
primer ataque suicida efectuado por una mujer en Pakistán vin-
culada a la Mezquita Roja, en el mismo año donde emerge todo
este caldo de cultivo, 2007.

Es importante mencionar que no todas las organizaciones fun-


damentalistas radicales que hacen la yihad incluyen a la mujer
en sus filas, por lo que al hablar del caso de las estudiantes
de Jamia Hafsa lo hacemos desde el criterio revolucionario en
cuanto a la cultura que las rodea. Esta causa ha servido para
que haya cada vez más mujeres dentro de las tropas combatien-
tes yihadistas y en consecuencia, para una mayor intensificación
del islam radical.
30 Jóvenes promesas en Criminología

LA MUJER TERRORISTA Y MÁRTIR DENTRO DEL MARCO


LEGAL DEL ISLAM

De forma complementaria a los antecedentes, la mujer musul-


mana cuenta con la referencia solida donde su presencia en el
terrorismo se reconoce legalmente.

Es el caso de las fatuas; a pesar de existir una considerable can-


tidad de pronunciamientos legales que niegan rotundamente a
la mujer como actor político en cuanto a su participación en la
yihad y en un nivel superior como mártir como consecuencia
de dictarse bajo una visión estrictamente religiosa, las fatuas no
son excluyentes, es decir, puede haber un mismo caso con dos
resoluciones diferentes (lo cual podríamos equipararlo al plano
a la jurisprudencia española, donde cada juez es independiente
de elaborar y aplicar su decisión) .

Gracias a esta flexibilidad jurídica, podemos encontrar seis


fatuas, emitidas por expertos legales del islam, donde se reco-
noce de forma plena al género en el marco de la violencia fun-
damentalista (Serrano López & Támara Pinto, 2014, p.189):

• Yussuf al Qaradawi (1)

‘’El referente más importante para nuestro caso ocurrió el 17 de


agosto de 2001, cuando el Alto Consejo Saudita dio el visto bueno
para que las mujeres incursionen en atentados violentos en nom-
bre del yihad. En mayo de 2004, Yusuf al-Qaradawi, decano del
Centro de Estudios Islámicos de la universidad de Qatar, emitió un
fatwa en respuesta al atentado suicida femenino en Afula, en donde
afirmó: El acto es una forma del martirio por la causa de Alá… y
la mujer debe participar en el yihad, incluso sin el permiso de su
marido…’’ (Beyler, 2004 citado por Serrano López & Támara Pinto,
2014, p.189).

• Facultad de la Universidad Al-Azhar, de Egipto (3)

• Faysal al-Mawlawi, del consejo europeo para la investigación


y la opinión jurídica, de Dublín (1)

• Niszar Abd al-Qadir Riyyam, de la Universidad Islámica de


Gaza (1)
Análisis funcional del género en la violencia armada 31

Con este marco jurídico definido, la mujer como terrorista no


solo encuentra el aliento para su lucha de género y yihad en
los antecedentes anteriores como inspiradores para seguir inte-
grándose en las filas combatientes, sino que además, tiene en
su poder una fortaleza indestructible en forma de ley, la cual le
otorga amparo, identidad y un punto de partida sólido como
actor en la esfera pública de la violencia.

LA ACTUALIDAD DE GÉNERO EN EL TERRORISMO


ISLÁMICO RADICAL. LA YIHAD EN FEMENINO. AL-QAEDA
Y DAESH

Lejos del concepto de terrorismo que ha sido abordado en los


antecedentes de corte islámico anteriormente, surge una nueva
visión de la yihad a mediados del siglo XX y principios del pre-
sente siglo, cuya principal característica es la globalización, de
ahí su denominación: Yihad Global; donde la figura femenina
de nuevo se hace presente y se constituye como objeto de análi-
sis. (García Calvo, 2015, p.35).

Esta nueva defensa del islam, de corte ambicioso y de impacto


mundial, guarda sus raíces en una reislamización de la sociedad,
teniendo como principal modus operandi, respecto a su meto-
dología, partir de cero en la defensa del islam, y al igual que sus
colegas varones, la mujer yihadista comparte el gran motivo de
la lucha radical global: la instauración y cumplimento del man-
dato divino, en este caso la Sharia.

Dentro de la yihad global, encontramos sus dos grandes matri-


ces de alcance internacional; por un lado se encuentra Al-Qaeda
(AQ), en un principio primer y único eje del terrorismo yiha-
dista global, pero que más adelante pasará a ocupar un rol de
protagonismo compartido con la aparición del autoproclamado
Estado Islámico (ISIS), o en su correcta denominación Daesh.

Al igual que en los antecedentes de corte islámico antes ilustra-


dos en la investigación, estas organizaciones no han dudado en
introducir la imagen de género entre sus filas, pero con el condi-
cionante de la visión tradicional y conservadora de la sociedad
musulmana respecto al género.
32 Jóvenes promesas en Criminología

AL-QAEDA (AQ)

De acuerdo con un orden cronológico, la primera célula de Al-


Qaeda (AQ) y en consecuencia, el primer símbolo de la lucha
radical global surge en la década de los 80 de la mano de su
líder Osama bin Laden. En este contexto, los muyahidines han
venido definiendo desde el inicio de su lucha, cuál debe ser el
rol de la mujer dentro de la yihad femenina. Esta narrativa dog-
mática se ha proclamado casi inmutable durante más de veinte
años respondiendo de forma literal a lo proclamado por los tex-
tos religiosos, desde una óptica ultraconservadora, ‘’Se anima
a las mujeres a adoptar una posición activa en la lucha, pero
focalizándola hacia labores de apoyo más que de lucha activa’’
(Garriga Guitart, Yihad ¿qué es?, 2015, p.122)

La concepción de la yihad femenina en Al-Qaeda queda refle-


jada en un llamamiento realizado en 2009 por la segunda
esposa del actual líder de la organización terrorista, Umayma al-
Zawahiri:

‘’Occidente considera a las mujeres un bien barato con el que se


puede comerciar, no se respeta ni considera inviolable…pero una
mujer con velo es inviolable y respetada en su casa y fuera de esta,
convirtiéndose en una preciosa joya’’ (al-Zawahiri, 2009 citado por
García-Calvo, 2015, p.41).

De forma general para la umma femenina, y en particular para


las mujeres que secundan y forman la yihad, se trata de un ale-
gato a la visión más radical de las relaciones de género, donde
se proclama como labor suprema para la mujer el acompaña-
miento de su marido o familiar en la yihad, sin olvidar como
base fundamental de su imagen como mujer musulmana, el
velo, símbolo de pureza e instrumento diferenciador entre la
dicotomía oriente-occidente. De nuevo nos remitimos al
ámbito privado de donde la mujer emergió en los últimos años,
como si un paso hacia atrás, o más bien más de uno, se hubiera
dado respecto a su empoderamiento. Su acción se basa en man-
tener la supervivencia de la umma, por lo que su hábitat natural
es el hogar, la familia, la reproducción, la educación de los hijos,
y el apoyo a sus maridos.
Análisis funcional del género en la violencia armada 33

Esta postura que separa a mujeres y hombres en cuanto a igual-


dad y relación de género se ve cuestionada por la acción incon-
gruente del suicidio mártir llevado a cabo por mujeres: ‘’¡Cuán-
tas hermanas han cometido acciones de martirio en Palestina,
Irak y Chechenia y enfadado al enemigo, causando sobre él una
gran derrota! Pedimos a Allah que las acepte y nos haga seguir-
las por el amor de Dios’’ (al-Zawahiri, 2009 citado por García-
Calvo, 2015, p.42).

Con este nuevo llamamiento, elaborado también por la segunda


mujer del líder de Al-Qaeda, se da un giro de 180 grados al papel
que juega el género en este contexto. Esta ambigüedad guarda
un arma de doble filo en la explicación de esta postura con-
tradictoria con los principios que rigen la yihad femenina: el
empleo suicida de la mujer, responde a criterios pragmáticos y
utilitarios más que a cuestiones religiosas o morales vinculadas
al islam.

Ante tal cuestión, nos encontramos a la mujer vista desde una


doble perspectiva: su misión principal y hoja de ruta en AQ, tal y
como alude al Zawahiri, es la del acompañamiento del muyahi-
dín y el hogar, pero a modo de comodín, esta postura se deja
vencer a propósito y a conciencia por la acción mártir feme-
nina, ya en este caso como herramienta de la yihad cuando las
otras alternativas fallan: ‘’…¿No es vergonzoso para los hijos de
mi propia nación que nuestras hermanas tengan que ser llama-
das para perpetrar operaciones de martirio, mientras los hom-
bres están preocupados por sus vidas?’’ (Dickey, 2010 citado por
García-Calvo, 2015, p.42).

La organización terrorista de Al-Qaeda, lejos de brindar un


empoderamiento a la mujer, lo que hace con la inserción del
género en sus filas no responde a una relación de género basada
en la igualdad, sino todo lo contrario, esa participación de la
mujer ensalza aún más el segundo plano que ocupa el imagina-
rio femenino frente al hombre. La mujer aparentemente mártir
de la yihad, figura digna de respeto, no es más que un instru-
mento de la yihad de esta organización.

Antes de surgir Daesh como segunda matriz del yihadismo glo-


34 Jóvenes promesas en Criminología

bal, los estudios referentes al sexo de los terroristas hasta el año


2009 vienen a demostrar la gran desigualdad de género exis-
tente en las organizaciones terroristas. En el caso de España
como referente, podemos ver que la totalidad de actividades lle-
vadas a cabo en nombre de la yihad, son protagonizadas por
hombres. Ya en Europa, es Reino Unido el que empodera al
género otorgándole un porcentaje mínimo, 4%, relacionado con
atentados terroristas. (Garriga Guitart, Yihad ¿qué es?, 2015,
p.121).

DAESH

Daesh, al igual que Al-Qaeda, admite a mujeres en su organi-


zación, y en ventaja con su eterno rival ha creado dos brigadas
exclusivas para mujeres: Al-Khanssaa y Um Al-Rayan.

Los requisitos para poder integrar las filas del Daesh son:

• Tener una edad entre 18 y 25 años

• Dedicación a tiempo completo con la causa

• Implantación de la Sharia

• Vestir de luto

Si se cumplen estas condiciones, la mujer podrá disponer de


un sueldo base de unos 145 euros aproximadamente, así como
el reconocimiento social de su labor, y la disposición de un
marido. La mayoría de estas mujeres proceden de países donde
el islam está presente (Túnez, Yemen, Chechenia…) pero es
importante matizar que muchas de las que ostentan cargos de
dirección en las brigadas femeninas son de origen occidental,
previamente radicalizadas. (Garriga Guitart, Yihad ¿qué es?,
2015, p.124).

El papel que la mujer juega en su seno queda reflejado en un


manifiesto que elabora una de sus brigadas, en este caso Al-
Khanssaa. Esta brigada como policía de la moral tiene como
principal objetivo el estricto cumplimiento de la sharia, única
ley admitida por el califato, y tomando como base el Corán.
‘’Se mueven por las calles de Iraq y Siria observando las con-
ductas de las demás mujeres, entrando en escuelas, arrestando
Análisis funcional del género en la violencia armada 35

estudiantes solo porque llevan velos demasiado finos y actuando


como policías de la moral’’ (Garriga Guitart, Yihad ¿qué es?,
2015, p.124).

Este manifiesto, cuyo formato original es el árabe y la primera


traducción ha tenido lugar en febrero de 2015 al inglés, parte de
la ideología dicotómica que enfrenta oriente y occidente y en lo
que respecta al género, ‘’su papel deriva de los principios de la
sharia’’ (Quilliam Foundation, 2015, p.11).

Con esta breve cita, volvemos a situarnos en el mismo lugar


que con Al-Qaeda, porque, a pesar de la manifestación de igual-
dad que hace el Corán en alguno de sus capítulos, se declara
una manifiesta superioridad del hombre sobre la mujer, tal y
como expone el versículo 228 de la Sura (García Calvo, 2015,
pp.39-44), por lo que la unión género-privado se hace presente
de nuevo. Tal y como expone el manifiesto de Al-Khanssaa a la
mujer le corresponde la vida del hogar y el cuidado del hombre:
‘’ A nuestras hermanas les pedimos educar a los hijos del Cali-
fato… Las guardianas de la fe y protectoras de la tierra…’’ (Qui-
lliam Foundation, 2015, p.41)

Lejos de esta dimensión, la mujer podrá abandonar su papel


familiar para llevar a cabo otras labores en aras de la yihad,
siempre y cuando, según este manifiesto, se den una serie de
requisitos:

• Estudiar o tener estudios teológicos

• De profesión Médica o Profesora

• La existencia de una Fatwa a favor del género en la lucha


activa de la yihad

Estas condiciones, revelan a modo de primera idea, el carácter


utilitario que representa la figura de la mujer, ya que en este
caso, se le permitirá ‘’salir de casa’’ en el caso de ser médico o
profesora, pero ¿por qué? Quizás el motivo esté orientado de
nuevo al hombre, para auxiliarlo clínicamente en situaciones de
emergencia o bien para cultivar la enseñanza de la umma.
36 Jóvenes promesas en Criminología

Adicionalmente, Daesh guarda labores complementarias a la


lucha activa para la mujer, como la propaganda, captación de
nuevas militantes y apoyo logístico a estas en su viaje a los
territorios donde se ha instaurado el Califato, donde las redes
sociales como Facebook o Twitter juegan un papel protagonista.
Dentro de la red de Twitter, podemos hacer especial referencia
a un post colgado por una mujer occidental instalada en Siria
sobre la decapitación del periodista Peter Kassing: ‘’Finalmente
vi el último video de EI. ¡Oh Dios mío!… Sharia = Justicia. ¡Gra-
cias a Dios!’’ (Hoyle, Bradford y Frenett, 2015 citado por García
Calvo, 2015, p.45).

Fuera del concepto de la mujer yihadista como musulmana


de origen, nos remitimos a un nuevo fenómeno que surge en
esta organización con la radicalización de mujeres occidentales
(muhaajirat), cuya principal misión va a ser la reproducción, el
cuidado de la familia, y velar por la expansión del Califato, que
cuenta con más de seis millones de personas.

Un ejemplo de ello se refleja en la noticia del pasado cuatro de


junio publicada en el periódico El País, con la desarticulación de
tres células yihadistas cuyo objetivo principal era la captación en
Ceuta y Cataluña de jóvenes fácilmente manipulables para que
fueran las madres de la futura generación de terroristas, bien
a través de las redes sociales o mediante contacto directo. (El
Pais.com, 2016)

Dentro de la muhaajirat occidental, podemos diferenciar dos


tipos:

• Aquellas que, una vez captadas y radicalizadas, viajan a los


territorios del Califato para apoyar la yihad

• Naturales europeas que, sin abandonar su país, colaboran con


células de Daesh

En esta segunda modalidad, situamos al matrimonio como ins-


trumento clave para la lucha operativa yihadista fuera de su
territorio, de tal modo que los muyahidines logran legalizar su
estancia en Europa.
Análisis funcional del género en la violencia armada 37

En España, desde la instauración de las primeras células yiha-


distas en la década de los 80 hasta 2013, ha sido el hombre el
protagonista en todas y cada una de las detenciones llevadas a
cabo por las FCS por su relación con la yihad. Pero esta situa-
ción cambia con el estallido del conflicto en Siria e Irak y la gran
movilización que suscita en Europa, ‘’Según fuentes policiales,
en torno a un 10 por ciento de los ochenta desplazados al con-
flicto desde España para unirse a grupos yihadistas, son muje-
res’’ (Hoyle, Bradford y Frenett, 2015 citado por García Calvo,
2015, p.47). La mayoría de estas mujeres, bien habían contraído
matrimonio a distancia con sus maridos muyahidines, o se dis-
ponían a casarse con ellos una vez llegadas a Siria. Se trata de
una estrategia basada en una visión romántica de la vida en la
yihad.

Esta situación puede materializarse con el ejemplo tomado de


una noticia publicada por El Español el pasado mes de febrero,
con la desarticulación de organizaciones yihadistas camufladas
bajo la falsa apariencia de ONG, cuya misión era enviar ‘’ayuda
humanitaria’’ a los territorios de Siria e Irak, en este caso arma-
mento y mujeres dispuestas a contraer matrimonio. (El Espa-
nol.com, 2016).

El conjunto mínimo de mujeres occidentales que por decisión


propia se alistaron en las filas del Daesh para luchar en primera
fila de batallón, vio truncado este deseo como consecuencia de
la visión de yihad femenina que tiene esta organización, en
semejanza con Al-Qaeda. (García Calvo, 2015, pp.45-47).

Según David Garriga, autor de Yihad ¿qué es? (2015, p.125), los
datos recogidos en 2014 responden a un aumento de la propor-
ción de mujeres occidentales que viajaron a Siria e Iraq para
unirse a Daesh, representando un 13% del total, es decir, de los
cuatro mil desplazados occidentales, quinientas cincuenta fue-
ron mujeres.

Dentro del marco nacional y gracias al acceso de la cadena Ser


a un informe de los Servicios de Inteligencia españoles, publi-
cado el treinta de mayo de este año, se estima que en los últimos
doce meses, un total de 16 mujeres de nacionalidad españolas
38 Jóvenes promesas en Criminología

han viajado a Siria e Irak para unirse a la Yihad. Dentro de este


informe se especifica como función principal de la mujer en
Daesh el apoyo y servicio al muyahidín combatiente, a lo que
se le suma la función novedosa parapolicial de la brigada antes
nombrada, Al-Khanssaa. (CadenaSer.com, 2016)

A estas mujeres, les deparan funciones profesionales del campo


de la medicina, enfermería o ingeniería, ya que, de alguna
manera, la organización terrorista tiene que cubrir sus necesi-
dades, así como funciones policiales dentro del contexto de la
moral, y por último y en este caso más importante, la función
reproductiva para asegurar el desarrollo de su imperio.

ANÁLISIS MOTIVACIONAL DE LA MUJER TERRORISTA A


LOS OJOS DE LA RELIGIÓN ISLÁMICA

Respecto a las motivaciones por las cuales una mujer accede a


unirse a la lucha armada de una organización terrorista de ten-
dencia radical, como es el caso de la yihad, son muchas las varia-
bles que van a condicionar esta decisión tan compleja. Como
consecuencia del análisis realizado a los casos de terrorismo
islámico antes narrados (Vietnam, Palestina-Israel, Chechenia,
Tamil Eelam, Pakistán, Al-Qaeda y Daesh) podemos elaborar un
marco motivacional dividido en dos bloques, en los cuales se
abordan las causas comunes (se han prescindido de las causas
particulares ya que no resultan representativas para hacer gene-
ralizaciones) que llevan a la mujer a introducirse en la violencia
terrorista.

BLOQUE I. LA FACHADA CAUSAL

• Sentimiento Nacional-Independentista

• Argumentos Políticos

• Defensa de la Religión y la Tierra

• Sentimiento de Responsabilidad en la Lucha


• Búsqueda de Ruptura con los Clichés de Género
Análisis funcional del género en la violencia armada 39

BLOQUE II. NÚCLEO PRINCIPAL

• Bagaje Personal
• Historias Traumáticas

• Pérdida de Seres Queridos

• Mujeres Promiscuas o Violadas

• Mujeres Estériles

• Enamoradas por Terroristas

• Recuperar Honor y Reconocimiento social

• Opresión y Humillación Comunitaria

• Voluntarias Vs Obligadas

ANÁLISIS MOTIVACIONAL DE LAS ORGANIZACIONES


TERRORISTAS. LA INSERCION FEMENINA

De igual manera, al aunar las variables comunes que presentan


las organizaciones terroristas radicales respecto a su decisión de
integrar al género en sus formaciones, surgen las siguientes jus-
tificaciones agrupadas en un único bloque causal:

• Necesidad de reclutar un mayor número de combatientes

• Procrear

• Arma sorpresa

• Mayor impacto mediático y social

• Alcance de un mayor número de victimas

• Anonimato (Burka)

• Facilidad para evitar inspecciones y cacheos

• Acceso a lugares complejos o reservados solo a la mujer

• Menor coste económico


40 Jóvenes promesas en Criminología

CONCLUSIONES

De forma contraria a lo que se podía esperar, la religión, a pesar


de ser pieza clave en esta investigación, no se enmarca como eje
principal de la motivación femenina para unirse al terrorismo.
Las razones que condicionan esta decisión son de un enorme
entramado y responden a múltiples factores de índole social,
cultural, psicológico, situacional y personal.

Si tenemos en cuenta el análisis motivacional de la mujer terro-


rista radical, podemos concluir que bajo la apariencia de argu-
mentos nacionalistas y religiosos se esconden las verdaderas
razones, en este caso emocionales y situacionales, de su par-
ticipación en la lucha activa. No se trata de quitarle protago-
nismo al fervor religioso o nacional que da nombre a este tipo
de terrorismo, sino de adjudicarles un papel complementario,
como la gota que colma el vaso dentro de constructo femenino
en cuanto a lo que sus motivaciones conciernen. Ante todo, con-
viene matizar que esta conclusión se basa en las variables comu-
nes que presentan las mujeres en las organizaciones terroristas
radicales estudiadas, es decir, esto mismo no puede ser aplicado
a la totalidad de género en este contexto.

Ahora bien, una vez aclarada esta dimensión, conviene mostrar


la razón por la cual las organizaciones terroristas, que no todas,
deciden incluir a mujeres entre sus filas.

De nuevo nos encontramos en un contexto donde no solo


impera una única razón, sino que al igual que en la cuestión
de género, y sin aplicarlo de forma exhaustiva y general, son
muchas las razones que guían este fenómeno revolucionario de
inserción de la figura femenina en la violencia más extrema.

Según la ex ministra de defensa española Carme Chacón, tal y


como afirmó en el Ágora de Seguridad celebrada en la Facul-
tad de Derecho de Cádiz bajo el nombre ‘’La mujer como arma
de guerra’’, el papel de la mujer en el terrorismo yihadista ‘’aún
no está claro’’ (Chacón, 2016) pero si usamos como referente,
el marco causal que se ha elaborado, se puede concluir que,
bajo aspectos comunes, las razones por las que una mujer puede
acceder a una organización terrorista responden a criterios uti-
Análisis funcional del género en la violencia armada 41

litarios y puramente estratégicos. Como única excepción con


las Tigresas de Liberación de Tamil Eelam (cuyo origen no res-
ponde a motivos religiosos), podemos afirmar que es la religión
la variable encargada de desplazar a la mujer a un plano secun-
dario en la lucha y usarla únicamente cuando hace falta a modo
de estrategia desesperada o la más eficaz y de bajo coste.

Lo que parecía un ensalzamiento de la corriente feminista


moderna de la igualdad ha terminado siendo una perpetuación
del imaginario social femenino y de las relaciones de género
tradicionales patriarcales. Gran parte del trasfondo que esconde
un ataque suicida femenino encuentra su apoyo en valores ope-
rativos: los explosivos son más fáciles de ocultar, esquivan con-
troles de seguridad, ahorro de costes en cuanto a su preparación
profesional… Por otro lado, si consideramos un ataque terrorista
como buscador de impacto social y mediático, sin duda la mujer
es la que mejor responde a esta finalidad, al romper con su tra-
dicional estereotipo, causando un daño de doble filo: por un
lado, el daño directamente derivado del ataque (muertos, heri-
dos, destrucción de infraestructuras, alteración y caos político-
social) y de manera complementaria, como consecuencia de
este nuevo rol femenino, una mayor inseguridad ciudadana y
desestabilización de la seguridad e inteligencia de la comunidad
internacional.

De igual manera, resultaría contrario negar que se ha logrado un


avance de género en cuanto a la ‘’igualdad’’ con el hombre en la
posibilidad de unirse a células y organizaciones radicales. Pone-
mos igualdad en entre dicho porque esta evolución dentro de
la lucha femenina por su empoderamiento, no solo sigue per-
petuando su rol tradicional en las estructuras terroristas (muy
pocas mujeres ostentan cargos de dirección o juegan un papel
clave en la toma de decisiones), sino que, además, este aparente
avance, no cambia la situación del resto de mujeres musulma-
nas, no las empodera ni las separa del cliché de genero cul-
turalmente y socialmente aceptado. La mujer musulmana, se
entiende como la buena esposa y madre, relegada al cuidado de
la familia y la educación, mientras tanto, las mujeres terroristas,
en gran parte, desempeñan labores auxiliares y complementa-
rias a la de los varones guerreros, y de forma excepcional, mas-
42 Jóvenes promesas en Criminología

culinizando su imagen, se convierten en mártires por la causa


de forma instrumental.

Las motivaciones instrumentales de estas organizaciones se


relacionan con las motivaciones de las mujeres terroristas
musulmanas en un sentido de conveniencia. Estas estructuras
aprovechan y se favorecen de la situación personal del género
de tal manera que cubren sus necesidades y a su vez, otorgan un
falso empoderamiento del imaginario social femenino.

En base a estas conclusiones, se detecta un problema asociado


al género: estas mujeres, lejos de luchar contra los estereotipos
y forma de vida patriarcal, parece que secundan esta postura,
de tal manera que esta aparente emancipación del género no
conlleva a un triunfo en femenino, sino a una victoria de la
militarización masculina pensadora de estrategias y hacedora
de violencia, donde la mujer queda en un plano instrumental y
no como agente necesario por su condición humana, sino bajo
el condicionante de género.

APLICACIÓN PRÁCTICA. LA INVESTIGACIÓN COMO


INSTRUMENTO CLAVE EN LA PREVENCIÓN DEL
TERRORISMO YIHADISTA APLICADO AL GÉNERO

Las estrategias españolas frente a la lucha antiterroristas


encuentran su principal contexto en los servicios de inteligencia
(CNI) así como en las fuerzas y cuerpos de seguridad (FCS) del
estado (Ministerio de Defensa, 2015, p.203), de tal modo que la
metodología nacional que se lleva a cabo es, principalmente, de
investigación y actuación reactiva, en aras de identificar a los
sujetos involucrados en estas prácticas, desarticular comandos y
células de organizaciones asentadas en el país y los posteriores
arrestos policiales: ‘’La policía desempeña un papel importante
arrestando a los jóvenes en proceso de radicalización’’ (Ministe-
rio de Defensa, 2015, p.177). Fuera del ámbito estatal se vienen a
establecer a nivel europeo, operaciones en materia de coopera-
ción policial y judicial (Europol y Eurojust) acorde a las decisio-
nes tomadas en las Naciones Unidas (Gutiérrez Espada & Cervell
Hortal, 2011, pp.134-156), además de las alianzas entre estados
vecinos como es el caso Hispano-marroquí. Se trata de opera-
Análisis funcional del género en la violencia armada 43

ciones antiterroristas (tanto a nivel nacional como supranacio-


nales) que se realizan cuando ya el fenómeno radical está puesto
en marcha, es decir, bien bajo la sospecha de posibles radicali-
zados, posibles viajes a Siria para luchar por la causa, o una vez
ya se hayan producido ataques terroristas.

Como en todo fenómeno social, la dinámica de cambio es el


principal eje sobre el que gira el terrorismo radical, por este
motivo, resulta importante replantearnos el concepto tradicio-
nal de ‘’planes y estrategias’’ orientadas a la lucha y erradicación
de esta nueva amenaza en el marco occidental.

El terrorismo radical ya no solo es un problema que ocupa a


los Estados Occidentales, sino que, en relación con lo anterior,
ha alcanzado tal repercusión social, que es un asunto que cada
vez tiene mayor nivel de corresponsabilidad entre individuos,
comunidades y grupos de reducido número. De tal afirmación,
es posible establecer que los métodos empleados en contra de
este fenómeno deben adaptarse a esta nueva realidad. No se
trata de algo innovador ya que podemos tomar como referente
algunas prácticas puestas en marcha por países europeos veci-
nos: ‘’En los Países Bajos, la estrategia Nacional contra el terro-
rismo se centró más en un sistema de alerta precoz y en el
desarrollo de un contra-argumento para luchar contra el pen-
samiento radical. La ciudad de Ámsterdam se ha dotado de una
Casa de Información sobre la Radicalización con un equipo de
profesionales que intentan actuar con casos de radicalización
señalada. El Reino Unido ha optado por un proceso muy local:
estableció un diálogo entre la policía y las comunidades musul-
manas…’’ (Ministerio de Defensa, 2015, pp.178-179). Desde esta
perspectiva, se aboga por combatir el terrorismo yihadista
desde la prevención orientada al género.

Es de suma importancia dotar a las estrategias antiterroristas


de una perspectiva de género, por lo que si extrapolamos las
conclusiones antes elaboradas respecto a la mujer como instru-
mento en las estrategias del terrorismo radical, nuestro objeto
de protección en esta medida alternativa es la mujer occidental
como potencial víctima de la radicalización para su posterior
esclavización sexual.
44 Jóvenes promesas en Criminología

Tal y como se manifestó en el III Congreso de Criminología y


Criminalística celebrado en Madrid a fecha de marzo de 2016,
el perfil de esta mujer responde a las siguientes características
(Garriga Guitart, Perfiles de los reclutados y reclutadores de los
terroristas yihadistas de DAESH, 2016):

• Jóvenes entre 16-28 años

• Se les radicaliza y reprograma en occidente

• Jóvenes y mujeres de 2ª y 3ª generación islámica

• Cociente Intelectual alto

• Creen que vivirán en Siria e Iraq en autentico empodera-


miento de género

Estas mujeres tienen una serie de conflictos que les impide vivir
en armonía dentro de Occidente; la mujer musulmana carga a
sus espaldas con la lacra como la discriminación occidental, la
impotencia y rabia ante los ataques a la umma, el rechazo hacia
su cultura, pensamiento o forma de vestir, bajas expectativas
socio-laborales, empatía por las victimas musulmanas a manos
de occidente, tener al marido o novio en las filas de la yihad o
bien, como factor de gran peso, el romance a través de las redes
sociales bajo el engaño de perfiles falsos, detrás de los cuales no
siempre se encuentra un hombre, sino una mujer que trabaja
como reclutadora. (Garriga Guitart, Perfiles de los reclutados y
reclutadores de los terroristas yihadistas de DAESH, 2016).

Si individualizamos estos factores, podemos ver como cada uno


constituye un factor de riesgo consecuencia de una socialización
primaria y secundaria con carencias estructurales. Bajo esta pre-
misa, se pretende incidir de manera directa en los agentes res-
ponsables de estos procesos, como son la familia, la escuela,
iguales, asociaciones de barrio, la comunidad de vecinos y la
comunidad social en general. No se trata de establecer la aten-
ción de manera unidireccional hacia la mujer, ya que caeríamos
en el error de victimizarla aún más, sino repartir los esfuerzos
entre todos aquellos miembros que la rodean, porque como
Análisis funcional del género en la violencia armada 45

antes se ha mencionado, el terrorismo es un problema que nos


ocupa a todos.

Bajo la autoría de este trabajo de investigación, se apuesta, desde


una perspectiva de alcance y realista, por medidas socio-cultu-
rales de ámbito local, de bajo coste y orientadas al género tales
como:

• Integrar la comunidad musulmana en la sociedad occidental


desde edades tempranas, no solo a niñas sino también a niños,
con la colaboración de asociaciones de barrio que trabajen
diariamente con ellos, tales como ludotecas u ONG y los acer-
quen a niños de otros barrios y religiones.

• Encuentros deportivos juveniles llevados a cabo por asocia-


ciones o colegios, institutos y universidades.

• Actividades escolares fuera y dentro de las aulas, para el aco-


gimiento e integración de alumnas musulmanas y conocer de
cerca su cultura.

• Fomentar una educación basada en el respeto y la tolerancia


de las diferencias culturales entre oriente y occidente.

• Fomentar en familias, colegios e institutos planes de detección


precoz de acoso escolar cuya causa sea la cultura y religión
musulmana, así como posibles indicios de radicalización.

• Charlas informativas en asociaciones, colegios, institutos y


universidades para acercar el terrorismo radical a la comu-
nidad joven y hacerla conocedora de sus tácticas de recluta-
miento.

• Posibilidad de poder dar charlas-coloquio a conferencias a las


jóvenes musulmanas en sus colegios o universidades para dar
a conocer su forma de vida y conseguir reconocimiento y res-
peto social.

• Crear conciencia en la sociedad occidental y musulmana


europea sobre este fenómeno y la necesidad de implicación
colectiva.
46 Jóvenes promesas en Criminología

• Control parental de las redes sociales.

• Asistencia social para aquellas familias musulmanas con difi-


cultades de socialización en la comunidad occidental.

GLOSARIO

Burka: ‘’Vestidura femenina propia de Afganistán y otros países


islámicos, que oculta el cuerpo y la cabeza por completo,
dejando una pequeña abertura de malla a la altura de los ojos.’’
(RAE, 2014)

Deobandí: Rama radical del islam, clave en la lucha y defensa


por la independencia, autonomía y carta de identidad del país
donde se asienten y por la comunidad musulmana en general.
(Serrano López & Támara Pinto, 2014:175)

Fatua (fatwā): ‘’Decisión que da el muftí a una cuestión jurídica.


‘’ (RAE, 2014)

Intifada: Levantamiento popular de la población palestina de


Gaza y Cisjordania contra la ocupación israelí. (Enkerlin
Madero, Helke; Zatarain, Marcela Luis, 2011:156)

Islamikaze: Para referirse a los hombres y mujeres que cometen


actos suicidas; encuentra sus raíces en el concepto de kamikaze
acuñado para el caso de los soldados pilotos japoneses en la 2ª
Guerra Mundial. (Serrano López & Támara Pinto, 2014:176)

Mártir: ‘’Persona que padece muerte en defensa de su religión. ‘’


(RAE, 2014)

Muftí: ‘’Jurisconsulto musulmán con autoridad pública, cuyas


decisiones son consideradas como leyes. ‘’ (RAE, 2014)

Muhaajirat: Su traducción literal es inmigrante, y se usa para


designar a las mujeres occidentales que han viajado desde sus
países de origen hasta las tierras donde rige el califato.

Muyahidín: ‘’Persona que hace la yihad. En español se utiliza con


el sentido de ‘’combatiente islámico fundamentalista’’ (Garriga
Guitart, Yihad ¿qué es?, 2015:144)
Análisis funcional del género en la violencia armada 47

Sharia: Camino hacia un abrevadero. Más allá de un sistema


jurídico-penal se corresponde con una forma de vida, como un
código de corte moral-religioso, aceptado por la mayoría de la
comunidad musulmana. Este código puede ser instaurado de
forma legal en los estados donde impera el islam, de tal manera
que tiene la posibilidad de adquirir rango de ley y ser aplicada
por los tribunales. (Serrano López & Támara Pinto, 2014:178)

Umma: Comunidad de todos aquellos que profesan la religión


islámica. (Garriga Guitart, Yihad ¿qué es?, 2015:145)

Yihad: Lucha en defensa de la religión islámica.

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Aportaciones criminológicas a
través del análisis geográfico del
delito

Un estudio cuantitativo en el municipio de El Vendrell


José Antonio Oraá Marchamalo. Universidad
Autónoma de Barcelona. Tutora: Anna Badia
Perpinyà.

RESUMEN

Introducción: El estudio sobre la delincuencia ha demostrado


que el comportamiento delictivo no muestra una localización
de manera homogénea en el espacio ni en el tiempo. Así pues,
a través de la observación de su distribución sobre un mapa se
pueden apreciar ciertos patrones que pueden ayudar a com-
prender el fenómeno y a desarrollar estrategias preventivas que
favorezcan la disminución de los hechos delictivos.

Objetivo: Este trabajo pretende realizar un análisis geográfico


de la delincuencia de ciertos delitos patrimoniales susceptibles
de una prevención situacional en el municipio de El Vendrell,
con el objetivo de mejorar la comprensión sobre la distribución
delictiva en el territorio y analizar minuciosamente aquellos
patrones espaciales que se identifiquen.

Método: Se ha empleado la tecnología SIG para identificar los


denominados hotspots o puntos calientes de la delincuencia en
50 Jóvenes promesas en Criminología

los que se localiza una mayor concentración delictiva, a través


de los datos estadísticos de delitos patrimoniales ofrecidos por
los Mossos d´Esquadra de Cataluña. Mediante la georreferen-
ciación de los delitos se ha relacionado con los tipos de uso de
suelo que propone el Departamento de Sostenibilidad y Terri-
torio para analizar su posible influencia en la delincuencia.

Resultados: Los resultados han mostrado la incidencia de la


delincuencia patrimonial en ciertas zonas y, a través del análisis
del entorno se han podido identificar ciertos patrones espaciales
y temporales con una apreciable relación de los tipos de uso de
suelo por sus características ambientales que favorecen la opor-
tunidad delictiva.

Palabras clave: criminología ambiental, Hotspot, mapas delin-


cuenciales, Sistemas de Información Geográfica (SIG).

ABSTRACT

Introduction: The study in crime has shown that criminal beha-


viour is not distributed homogeneously in space or time. Thus,
by observing the distribution of crimes on a map, certain pat-
terns are detected that can help to understand the phenomenon
and to develop preventive strategies dedicated to reduce crimi-
nal activity.

Objective: This research intends to carry out a geographical


analysis of certain property crimes which can be treated
through situational crime prevention in the municipality of El
Vendrell (Tarragona, Spain). The main objective is to unders-
tand the distribution of crimes in the territory and to identify
and analyse the spatial patterns.

Method: GIS technology has been used to identify so-called


hotspots of crime which are defined as spaces where there is a
higher concentration of crime, and the statistical data of pro-
perty crimes has been obtained and accessed through the Mos-
sos d’Esquadra of Catalonia. The georeferencing of crimes has
been linked to the types of land use established by the Depart-
ment of Sustainability and Territory, and this has allowed analy-
sing the possible influence of land type on crime.
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 51

Results: The results show the high incidence of property crime


in certain areas. The analysis of the characteristics of such areas
has made possible to identify certain spatial and temporal pat-
terns. These patterns have an appreciable relation with the types
of land use, which differ in the factor of opportunity because of
their surroundings and characteristics.

Keywords: Environmental Criminology, Hotspot, crime maps,


Geographic Information Systems (GIS).

INTRODUCCIÓN

La influencia del componente geográfico en la delincuencia es


un hecho demostrado por la ciencia, ya que los delitos los reali-
zan personas y los cometen en algún lugar determinado (Dávila
& Ponce, 1988). La cuestión clave, por tanto, sería determinar en
qué grado el contexto, el escenario de conducta, puede expli-
car la transgresión de la norma. No se pretende explicar todo el
fenómeno criminal únicamente desde variables ambientales o
espaciales, pero sin duda es una perspectiva interesante a tener
en cuenta en un modelo global, integral para explicar, predecir
y prevenir los comportamientos antisociales o infractores (San
Juan, 2013).

Desde hace décadas, todas las disciplinas que se enfrentan al


estudio de la delincuencia, reconocen que el factor espacial faci-
lita la comprensión del comportamiento delictivo (Galdón &
Pybus, 2011), partiendo de la teoría de que todo fenómeno social
es dependiente en cierta manera del lugar donde sucede (Vilalta,
2011). En base a ello, delitos de cualquier índole pueden ser
representados en diferentes tipos de mapas: de calles, de flujos
financieros, de telecomunicaciones, etc. Por lo tanto, a partir de
la aceptación de que la delincuencia tiene una cierta lógica espa-
cial, es decir que no son siempre producto de la oportunidad y
el azar, el hecho de crear registros de georreferenciación de las
infracciones es una labor atractiva para quienes pretenden ofre-
cer alguna explicación y tal vez llegar a un cierto nivel predic-
tivo (Galdón & Pybus, 2011).

En este sentido, el estudio científico revela cómo la dimensión


52 Jóvenes promesas en Criminología

geográfica de la delincuencia no ésta distribuida de manera


homogénea con respecto a su representación espacio-temporal
y, a través de la observación de su distribución sobre un mapa,
se pueden deducir ciertos patrones útiles para desarrollar estra-
tegias de organización urbanística y planificación situacional
con el fin de prevenir y reducir las conductas delictivas.

Dicha heterogeneidad, en cuanto a volumen y características


delictivas, muestra áreas donde los actos criminales se suceden
con repetida insistencia, frente a otros espacios en los que las
estadísticas apenas presentan delitos, configurando así entornos
donde existe un mayor riesgo de ser una víctima potencial. Este
reparto diferencial del delito, que se repite en mayor o menor
medida en todas las ciudades, no se trata de un hecho aleatorio
sino de un fenómeno que sigue unas pautas determinadas como
consecuencia de las características morfológicas y socioeconó-
micas del territorio, donde se pueden definir con detalle por
ejemplo los barrios marginales, coincidentes casi siempre con
los cascos antiguos que son sectores urbanos degradados, donde
se aglutina gran cantidad de gente y la labor policial es precisa-
mente más difícil de realizar, debido al amparo que ofrece cier-
tas zonas a favor del anonimato y la huida del criminal (Dávila
& Ponce, 1988).

Así pues, los avances tecnológicos proporcionan toda una serie


de herramientas que permiten cartografiar y definir, de forma
sencilla, la distribución espacial de los delitos, permitiendo la
posibilidad de agregar más variables relevantes para llevar a
cabo el análisis y la obtención de conclusiones sobre por qué
ciertas zonas ofrecen mayores oportunidades frente a otras
menos proclives al delito.

Por ello, en los últimos tiempos, el análisis geográfico de la


delincuencia no se ha basado estrictamente en el diagnóstico o
la simple georreferenciación de los delitos, ya que se tiene muy
en cuenta otras individualidades del entorno, sobretodo en con-
textos urbanos, teniendo muy presentes los postulados teóricos
dentro de la criminología y que han logrado influenciar fuer-
temente al discurso político y las políticas públicas (Galdón y
Pybus 2011).
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 53

Este trabajo plantea un doble objetivo, por un lado mostrar la


distribución espacial y temporal de las infracciones patrimonia-
les y las faltas contra la propiedad, en el municipio de El Ven-
drell de la provincia de Tarragona, e identificar aquellas zonas
de mayor concentración criminal o hotspots; y por otro lado,
analizar la relación entre dicha distribución del delito y el tipo
de uso del suelo, es decir, la clasificación urbanística que se hace
del territorio y la finalidad de las actividades o usos que se desa-
rrollan en él.

A partir de esta breve introducción y para facilitar la com-


prensión de la investigación, a continuación se expondrán dos
vertientes de conocimiento: por un lado la base teórica crimi-
nológica en la que se sustenta el presente estudio y a través de la
cual se pretende lograr comprender los resultados obtenidos en
el análisis geográfico de la delincuencia patrimonial; por el otro,
con la intención de aportar un valor añadido a la investigación,
se introduce el concepto de Sistemas de Información Geográfica
(en adelante SIG) como herramienta para identificar, prevenir y
tratar los tipos de delitos de interés.

FUNDAMENTOS TEÓRICOS

Tradicionalmente la Criminología clásica se esforzó en estudiar


la criminalidad intentando identificar los factores que explican
por qué un individuo se convierte en infractor desde una pers-
pectiva etiológica. No obstante, en el último siglo se le ha dado
una cierta relevancia a la ecología del delito, es decir, a la
influencia que tiene el entorno sobre la transgresión de la
norma.

El presente trabajo sustenta su modelo teórico en un importante


núcleo de teorías criminológicas encuadradas en la categoría de
la denominada Criminología ambiental. Ésta se centra preci-
samente en la distribución espacial y temporal de los hechos
delictivos. No se interesa tanto por explicar la dimensión indi-
vidual del hecho delictivo, sino por determinar dónde y cuándo
ocurren los delitos, bajo qué influencias ambientales se produ-
cen y cómo estos conocimientos pueden ser útiles para prede-
cir, controlar e incluso prevenir los eventos delictivos (Vozme-
54 Jóvenes promesas en Criminología

diano & San Juan, 2010). Por lo tanto, se tiene muy en cuenta las
premisas fundamentales de las teorías de la elección racional, de
las actividades rutinarias y de los patrones delictivos.

En dichos postulados, la teoría de la elección racional explica


como el delito es el resultado de una decisión razonada del
infractor, de forma más o menos consciente, en la cual, hace
una valoración entre los beneficios y los costes que le supone
la comisión de la conducta delictiva, decidiendo actuar en fun-
ción de los obstáculos y oportunidades del momento y del lugar.
En base a esta teoría, la alteración del entorno físico puede
influir sobre este cálculo y tener un efecto desalentador sobre
el autor (Cornish & Clarke, 1986). Del mismo modo, es intere-
sante mencionar, que la falta de intervención sobre un entorno
físico deteriorado puede trasmitir un mensaje de desprotección
e impunidad y que, según la “teoría” de las ventanas rotas (Wil-
son & Kelling, 1982), contribuiría al incremento de los compor-
tamientos incívicos y delincuenciales.

La teoría de las actividades rutinarias de Cohen & Felson (1979),


por su lado, expone los tres factores necesarios para que ocurra
un delito: una persona dispuesta a cometerlo, un objetivo atrac-
tivo y que se encuentra a su alcance, y la percepción de una
ausencia de vigilancia. La existencia de tan solo uno o dos de
estos tres factores tiene como resultado un aplazamiento o can-
celación del delito, teniendo en cuenta la subjetividad del delin-
cuente en la percepción de la vigilancia. En base a ello, la delin-
cuencia, se acumula en los lugares donde todos los factores
desencadenantes están presentes a la vez. Y, aunque los factores
que motivan a los individuos a cometer un delito no cambian, el
número de delitos aumenta si se presentan blancos más fáciles
o si la vigilancia es menos fuerte.

En la misma línea y en relación con la ecología del delito, el


estudio realizado sobre los tipos de áreas o barrios y el itinerario
que realizan los asaltantes hacia su objetivo en función de su
lugar de residencia, expuesto por la teoría del patrón delictivo
(Brantingham & Brantingham, 1981), señala como principal
conclusión que los infractores cometen sus delitos cerca de su
residencia o, cuando menos, que no se desplazan muy lejos para
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 55

delinquir. Para este hecho se apuntan dos matices: por un lado


que el delincuente son menos propensos a cometer delitos den-
tro de un radio reducido de distancia con respecto a su residen-
cia por miedo a ser reconocidos (Turner, 1969; Canter & Hodge,
2000 en Agustina & Reales, 2012) y por otro, como resultado
de sus desplazamientos para las actividades no delictivas, los
infractores tienen conocimiento de una mayor área geográfica,
incluyendo potenciales objetivos de delito (Rengert & Wasil-
chick, 1985 en Agustina & Reales, 2012). Por tanto, sostiene que
la distribución espacial del delito no es aleatoria; al contrario, el
delito se agrupa geográficamente, y su ubicación es influenciada
por las características del entorno físico y los mapas mentales
del delincuente.

Por lo tanto, cada una de estas tres teorías presta parte de sus
conclusiones a este estudio. La teoría de la elección racional
aporta los conocimientos aplicables sobre el razonamiento indi-
vidual que realiza el delincuente en función de los beneficios/
costes que le llevarán a tomar la decisión final. En el caso que
nos ocupa, a la hora de realizar un delito patrimonial, como
pueda ser un hurto o un robo, el infractor valorará el beneficio
que puede obtener del objeto sustraído, y si compensa los per-
juicios de la ejecución. En este sentido, todos los posibles obs-
táculos o facilidades que ofrezcan el lugar y sus circunstancias
harán decantar la balanza en pro o en contra de la acción delic-
tiva. Mientras, la teoría de las actividades rutinarias (Cohen y
Felson, 1979), así como la teoría del patrón delictivo (Branting-
ham & Brantingham, 1981), se centran mayormente en aspectos
relativos al lugar del delito, del delincuente y de la víctima, es
decir, relacionadas con las posibles vulnerabilidades que mues-
tre la zona o las personas que por allí transiten, el atractivo de
los posibles objetivos o las características urbanísticas asimiladas
por el infractor para la planificación de su estrategia delictiva.

Estas tres teorías se complementan y se agrupan bajo las deno-


minadas “teorías de la oportunidad”, en el marco de la crimino-
logía ambiental. Dicho de otro modo, tales teorías presuponen
de manera parecida que la lógica del delincuente como hipóte-
sis explicativa debe tener lugar necesariamente en un contexto,
en un escenario espacio-temporal determinado. De este modo,
56 Jóvenes promesas en Criminología

la probabilidad de que suceda un hecho delictivo en un lugar


y tiempo determinados se considera la función resultante de la
confluencia de delincuentes motivados (y racionales) y objeti-
vos adecuados (a dicha motivación) ante la ausencia de vigilan-
tes capaces de proteger dichos objetivos (Cohen & Felson, 1979).

Por ello, centrar los esfuerzos del estudio en el aspecto ambien-


tal, mediante la representación cartográfica de la problemática,
ayuda a medir la relevancia que tiene el entorno, dentro de la
explicación del comportamiento delictivo (Vozmediano & San
Juan, 2010), lo cual permite detectar aquellos factores físicos y
sociales que ofrecen propiedades crimífugas o crimípetas1 (San
Juan, Vergara & Germán, 2005). Gracias a este conocimiento se
puede contribuir al diseño y desarrollo de estrategias de inter-
vención específicas para garantizar una mayor eficiencia policial
en un determinado lugar. Así pues, este método de investiga-
ción, se sustenta sobre un Sistema de Información Geográfica
(SIG), que ofrece la posibilidad de organizar y representar los
datos, permitiendo el estudio de la información sobre la ubica-
ción de los sucesos por medio de la asociación de una o varias
bases de datos a una cartografía digitalizada (Vázquez & Soto,
2013).

SISTEMAS DE INFORMACIÓN GEOGRÁFICA

Un Sistema de Información Geográfica, es “un sistema informá-


tico, formado por hardware, software, datos, usuarios y un marco
organizativo, que permite registrar, almacenar, gestionar, anali-
zar, consultar, visualizar, presentar y difundir cualquier tipo de
información geoespacial” (Nunes, 2012). Esta tecnología se uti-
liza mediante equipos informáticos que posibilitan el manejo
de la información geográfica, la cual está compuesta por dos
variantes, la espacial y la temática. La espacial está referida loca-
lización espacial de los elementos u objetos; y la temática ofrece
tablas con datos alfanuméricos que están relacionados con
aquellos objetos representados espacialmente y que aportan
alguna característica o atributo. Por lo tanto, el SIG permite
enlazar la información geográfica con la temática, de modo que
es capaz de trabajar simultáneamente con una representación
geográfica y sus atributos temáticos asociados (San Juan, 2013).
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 57

Esto permite, por un lado, que señalando un objeto determi-


nado del mapa podamos acceder a toda la información asociada
a él y, por otro, que desde la base de datos lleguemos a conocer
cuál es la localización geográfica del objeto en cuestión. Actual-
mente este sistema se ha implantado en las prácticas cotidianas
de los ámbitos privado, universitario y gubernamental, para lle-
var a cabo análisis de fenómenos de diferentes índoles.

En el campo de estudio de la dimensión geográfica del fenó-


meno delictivo, la aparición de la cartografía digitalizada posi-
bilita georreferenciar2 las estadísticas sobre la delincuencia en
mapas, siempre que dichos datos contengan la ubicación del
suceso, ya sea, mediante coordenadas, o a través de direcciones
(calle, municipio, ciudad y país). De ese modo, entre otras
muchas herramientas, se puede analizar la distribución geográ-
fica de un tipo de delito, trabajando con datos acumulados, con
la finalidad de analizar el fenómeno delictivo en relación con
otros aspectos del lugar, como la estructura sociodemográfica,
urbanística y geográfica de la ciudad, los patrones de movili-
dad de los delincuentes y los problemas sociales de cada zona
mediante la creación de estos mapas delincuenciales3 (Vázquez
& Soto, 2013).

En este sentido, esta metodología permite identificar y describir


los “puntos calientes o hotspots” de determinados delitos. Estos
puntos son los lugares de mayor concentración delictiva,
pudiendo acotar éstos a través de un radio de acción predefinido
y mostrando su representación sobre un mapa.

Pero la capacidad del SIG no solo permite extraer una simple


descripción, sino que es capaz de relacionar la concentración
delictiva con otras capas temáticas que aportan características
sobre el lugar como factores físicos, urbanos, geográficos y
sociales. A través de dicha superposición se puede llevar a cabo
el análisis y crear correlaciones interesantes sobre factores que
pueden inhibir o favorecer la criminalidad en determinadas
áreas (Vázquez & Soto, 2013). Por ejemplo, conocer el número
de denuncias por hurtos que se han registrado en barrios de una
tipología concreta (viviendas unifamiliares, por ejemplo, si dis-
ponemos de estos datos) o en perímetros concretos (a x metros
58 Jóvenes promesas en Criminología

de una plaza o espacio especialmente conflictivo), o descubrir la


existencia de patrones o rutas vinculadas a la actividad delictiva,
por citar sólo algunas de las posibilidades del cruce de datos y la
georreferenciación (Galdón y Pybus, 2011).

Consecuentemente, la cartografía hotspot es una técnica analítica


muy utilizada por las policías y organismos de lucha contra la
delincuencia para identificar de manera lógica y visual dónde
enfatiza el delito de manera más evidente, facilitando así la
toma de decisiones respecto hacia dónde hay que dirigir e
implementar los recursos. Por ello, este tipo de análisis de
patrones retrospectivos de la delincuencia son un indicio útil
para identificar futuros patrones y por lo tanto, es una técnica
básica para predecir dónde y cuándo es más probables que suce-
dan determinados tipos de delitos (Chainey, Tompsona & Uhlig,
2008).

Así pues, Vilalta (2011) señala tres tipos de patrones espacio-


temporales de delitos fundamentados empíricamente y que han
sido consistentes en el tiempo. Uno es la tendencia a la pro-
porcionalidad entre la concentración geográfica de los delitos
y las oportunidades criminales; otro la existencia de áreas de
las ciudades que ofrecen mayores oportunidades para la activi-
dad delictiva como consecuencia del descuido de las políticas en
materia de seguridad; y finalmente, la existencia de zonas de la
ciudad que mantienen las tasas de criminalidad altas y éstas son
relativamente estables en el tiempo.

Por todo ello, la potencialidad de los mapas para mejorar la


comprensión de realidades y procesos complejos es inmensa,
pero la realización concreta de este potencial pasa por el desa-
rrollo de herramientas que permitan integrar en el análisis poli-
cial variables, datos e información referida no sólo a la delin-
cuencia, sino también a factores sociales, económicos y demo-
gráficos que afectan de una manera u otra a un fenómeno com-
plejo como es la seguridad ciudadana (Galdón & Pybus, 2011).
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 59

METODOLOGÍA

DESCRIPCIÓN MORFOLÓGICO-SOCIAL DEL ÁREA DE


ESTUDIO

El presente trabajo toma como área de estudio el municipio de


El Vendrell ya que es un lugar conocido para el investigador de
este estudio y se considera que este aspecto es importante para
desarrollar el análisis espacio-temporal, ya que poseer un alto
conocimiento ambiental del territorio y las áreas donde existe
una mayor incidencia delictiva ayuda a interpretar los resulta-
dos que se obtengan del mismo.

El Vendrell es la capital de la comarca litoral del Baix Penedès,


enmarcada dentro de la Costa Dorada y perteneciente a la pro-
vincia de Tarragona. En 2015, año de los datos delincuenciales
utilizados para realizar esta investigación, según datos del Ins-
tituto Nacional de Estadística (en adelante INE) la población de
este municipio ascendía a 36.558 habitantes, de los cuales 18.229
eran hombres y 18.329 mujeres. Esta capital de comarca ha
experimentado un importante aumento en el número de habi-
tantes en los últimos 25 años, pasando de 15.161 a 36.558 habi-
tantes, superando algo más del doble su población. A lo largo de
los años este municipio ha recibido gran cantidad de inmigran-
tes convirtiéndose en un entorno pluricultural en el que convi-
ven hasta 80 nacionalidades distintas, ascendiendo la población
extrajera a 5.153 personas de ambos sexos. En cuanto al nivel
formativo de la población, según el Ayuntamiento de El Ven-
drell en el año 2014, el 19% no tenía estudios y el 15,34% poseía
estudios superiores o universitarios. Según el Instituto de Esta-
dística de Cataluña (Idescat), en El Vendrell, la industria es uno
de los sectores con mayor población activa, aunque su base eco-
nómica está en el sector servicios. En 2011 contaba con el 34,5%
de la población ocupada. La zona costera con que cuenta este
municipio ha centrado su desarrollo económico en el turismo.
No hay grandes infraestructuras, con la excepción del puerto
deportivo de Comarruga, por lo que se trata de pequeños o
medianos establecimientos de hostelería y restauración. En ese
sentido cabe destacar el gran volumen de alojamiento turístico,
ya que cuenta con 2.646 plazas hoteleras y 3.726 plazas de cam-
60 Jóvenes promesas en Criminología

ping, según datos de Idescat en 2014, siendo éste un atractivo


para el turismo nacional y extranjero.

Figura 1. Situación geográfica del área de estudio – Elaboración propia a partir de


OpenStreetMap

Para llevar a cabo este estudio se prestará atención a las zonas


del territorio geográfico que está clasificado como “urbanizable”,
es decir, el suelo que el planeamiento general4 del municipio
determina como tal, ya sea porque cuenta con todos los ser-
vicios y dotaciones necesarios (acceso rodado, red de abasteci-
miento y evacuación de aguas y suministro de energía eléctrica),
o bien porque se encuentra consolidado en su mayor parte para
la edificación. Así mismo se considera suelo urbano aquel que
ha sido desarrollado y urbanizado conforme a lo determinado
por el propio planeamiento (Fernández León, 2011).

Por consiguiente, se pretende analizar aquellas áreas transitables


y de uso habitual por la población donde se concentran los
delitos patrimoniales, como se verá más adelante. Por lo tanto,
en base al mapa urbanístico actual que define el Departamento
de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña, el
municipio de El Vendrell se divide en diversas calificaciones de
suelo tal y como se aprecia en la Figura 2. A cada una de ellas,
se le asigna el destino urbanístico específico que viene repre-
sentado por su uso (por ejemplo, usos lucrativos como residen-
cial, comercial, industria, etc… o no lucrativos como sistemas o
dotaciones públicas que dan lugar a zonas verdes, infraestruc-
turas, equipamientos, etc.). Estas características engloban toda
una serie de condiciones particulares de cada área que podrían
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 61

influir en la toma de decisiones del infractor, las cuales analiza-


remos con detenimiento en función de la frecuencia delictiva
que se observe en cada uno de los tipos de uso suelo, con la fina-
lidad de verificar si existen algún tipo de relación entre éstos y la
tipología delictiva de estudio descritos más adelante. En función
de tales características se conformas las calificaciones de suelo
que se detallan a continuación, según la descripción de la plani-
ficación urbana del municipio:

Núcleo antiguo: Centro histórico habitualmente con predomi-


nio de funciones terciarias; cuyas viviendas y calles pueden
estar degradadas o rehabilitadas; y cuyo valor histórico, artístico
o paisajístico puede haberse perdido o estar en conservación.

Urbano tradicional: compuesto por barrios residenciales o


suburbios, de distinta categoría social periféricos al núcleo anti-
guo.

Ordenación abierta: Zona de edificación residencial que corres-


ponde al tipo de edificación residencial de bloque o torre aislada
de carácter plurifamiliar con espacios libres entre ellos que
hacen de transición en la relación del edificio y la calle.

Casas agrupadas: Zona residencial compuesta por casas agrupa-


das, bloques de pisos o apareadas.

Casas aisladas: Zona residencial compuesta por casas aisladas


normalmente situadas en urbanizaciones.

Industrial: Zona destinada al uso de talleres, producción o alma-


cenamiento.

Servicios: Se entiende por servicios a aquellos necesarios para


el funcionamiento e higiene del centro urbano y que son regu-
lados y/o controlados por la administración. Por ejemplo: lim-
pieza, recolección y tratamiento de residuos, cuidado y mante-
nimiento de alumbrado público, espacios verdes o red vial entre
otros.

Equipamientos: Uso de la zona que alberga el conjunto de


recursos e instalaciones cubiertas y/o libres, fijas o móviles, con
distintas jerarquías y grados de complejidad, prestados por el
62 Jóvenes promesas en Criminología

Estado u otros para satisfacer diferentes necesidades de la


comunidad. Como pueden ser centros culturales y docentes,
instalaciones deportivas o instalaciones asistenciales o sanita-
rias.

Espacio libre o zona verde: Incluye el conjunto de espacios


públicos, parques, paseos, plazas, plazoletas, que sirven para la
expansión recreación y pulmón de una ciudad.

Parking: Lugar o recinto habilitado y reservado para estacionar


vehículos.

Figura 2. Mapa urbanístico. Calificación del suelo – Fuente: Depto. de Territorio y


Sostenibilidad

MUESTRA

Los datos empleados para llevar a cabo este análisis geográfico


han sido cedidos por el Departamento del Interior a través de
la Comisaría General de Relaciones Institucionales, Prevención
y Mediación de los Mossos d’Esquadra de Cataluña. En total se
han utilizado 743 casos con fecha de obertura de procedimiento
comprendido entre el día 1 de Julio y 31 de diciembre del año
2015. Estos datos incluyen el tipo de delito, las coordenadas geo-
gráficas UTM5 del lugar donde se cometió el hecho delictivo y la
hora de inicio del hecho delictivo para poder delimitar la franja
horaria del suceso.

Los seis tipos de delitos escogidos para esta investigación se


Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 63

corresponden con las conductas delictivas patrimoniales que las


leyes penales recogen como hechos típicos y que se detallan a
continuación:

Hurto (art. 234 CP): Apoderamiento ilegítimo de bienes ajenos


que es realizado sin fuerza en las cosas, ni violencia o intimida-
ción en las personas.

Robo con fuerza (art. 237 CP): Apoderamiento de bienes ajenos,


empleando para ello fuerza en las cosas para conseguir el obje-
tivo. Incluye escalamiento, rotura de paredes, techos, suelos o
fractura de puertas y ventanas, así como el uso de llaves falsas o
la inutilización de sistemas específicos de alarma o guarda.

Robo con violencia y/o intimidación (art. 242 CP): Apodera-


miento de bienes ajenos empleando violencia y/o intimidación
en las personas.

Hurto en interior de vehículo (art. 234 CP): Apoderamiento ile-


gítimo de bienes ajenos que es realizado sin fuerza en las cosas
en el interior de un vehículo.

Robo en interior de vehículo (art. 237 CP): Apoderamiento de


bienes ajenos, empleando para ello fuerza en las cosas en el inte-
rior de un vehículo.

Robo o hurto de uso de vehículo a motor (art. 244 CP): Sus-


tracción o utilización sin la debida autorización un vehículo a
motor, cuyo valor exceda de 400 euros, sin ánimo de apropiár-
selo y lo restituye, directa o indirectamente, en un plazo no
superior a 48 horas (hurto), o si se lo se apropia definitivamente
el vehículo (robo).

VARIABLES EMPLEADAS

Las variables empleadas para el análisis situacional de las causas


son:

Hecho delictivo: esta variable hace referencia a la naturaleza del


hecho delictivo que dio origen a la causa. Se han escogido los
delitos patrimoniales ya que son considerados, desde un punto
de vista criminológico, susceptibles de un posible tratamiento
64 Jóvenes promesas en Criminología

preventivo y situacional, mediante la intervención en el proceso


de percepción de la oportunidad del delincuente a la hora de
llevar a cabo la conducta delictiva.

Lugar del delito: esta variable hace referencia a la localización


del hecho delictivo en un mapa a través de las coordenadas geo-
gráficas asociadas.

Franja horaria: esta variable hace referencia a la hora de inicio


del hecho recogida en la denuncia. Las categorías de esta varia-
ble son: mañana, si el delito se cometió de las 6:00 a las 14:00,
tarde, si el delito se cometió entre las 14:00 y las 22:00 y noche
si el delito se cometió entre las 22:00 y las 6:00 del día siguiente.

Tipo de uso de suelo: esta variable hace referencia al área que


cubre una determinada zona del territorio en función del tipo
del uso que se le destinado al suelo.

MATERIALES

Para la creación de los mapas, las capas temáticas y el posterior


análisis de los datos delincuenciales se ha utilizado el software
gratuito QGis 2.14 Essen. Este SIG proporciona los instrumentos
y herramientas necesarias para geocodificar los delitos de estu-
dio en el mapa. En este caso se ha empleado los mapas que
ofrece un complemento del propio programa denominado
OpenLayers, el cual está dotado de distintas posibilidades carto-
gráficas. En este caso se ha utilizado la fuente OpenStreetMaps6
(OSM) que ofrece un mapa del callejero mundial con ciertos
detalles cartográficos considerados útiles para este estudio.

Para mostrar los límites municipales y provinciales se han des-


cargado las capas compatibles con el programa SIG que ofrece
el Instituto Cartográfico de Cataluña.

Por otro lado, ha sido imprescindible la utilización del mapa


urbanístico de Cataluña que ofrece la calificación del terreno y
sus delimitaciones para la creación de la capa temática corres-
pondiente con el programa SIG.
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 65

PROCEDIMIENTO

En primera instancia se ha realizado un tratamiento exhaustivo


de las estadísticas delincuenciales, reordenando tipologías delic-
tivas, definiendo franjas horarias (mañana, tarde, noche) y com-
pletando detalles como el municipio, ciudad, etc. para ofrecer al
programario SIG toda la información necesaria que le permita
geocodificar todos los hechos delictivos en el mapa a través de
sus coordenadas geográficas UTM. De este modo se elabora el
mapa delincuencial que muestra la distribución geográfica del
delito.

Figura 3. Referenciación geográfica de los delitos – Elaboración propia a partir de


OpenStreetMap

Una vez referenciados geográficamente7 los delitos y tras cargar


el mapa adecuado de OpenStreetMaps, se procedió a la creación
de la capa temática de tipos de uso de suelo mediante polígonos
que cubre y delimitan el área del territorio, dotado de las carac-
terísticas correspondientes a cada tipo de uso de suelo basada
en el Mapa urbanístico de Cataluña, tal y como se aprecia en la
Figura 4. A cada polígono se le atribuye un color característico
para, de manera visual y a través de una leyenda, saber qué tipo
de uso de suelo es el que corresponde a la zona delimitada por
el polígono generado sobre el mapa.
66 Jóvenes promesas en Criminología

Tras la georreferenciación de todos los hechos delictivos y la


creación de la capa temática sobre los tipos de uso de suelo, se
superponen estas dos capas sobre el mapa y se obtiene el mapa
delincuencial sobre el que se llevará a cabo el análisis espa-
cial mediante diferentes herramientas que proporciona el SIG,
entre ellas el recuento de delitos por tipos de uso de suelo, la
creación de mapas de calor que muestran los puntos de mayor
concentración delictiva o la posibilidad de extraer estadísticas
con multitud de combinaciones como el análisis de una única
tipología delictiva o de una franja horaria determinada.

Figura 5. Mapa delincuencial – Elaboración propia a partir de OpenStreetMap


Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 67

LIMITACIONES

El estudio realizado no está exento de limitaciones, entre ellas


cabe destacar que la institución que ha proporcionado los datos
ha omitido si los delitos de robo con fuerza son en la calle o han
sido cometidos en el interior de un domicilio. Este hecho puede
ser debido a la protección de datos y la privacidad personal que
supone relacionar un suceso de tal magnitud con un domicilio
concreto, por motivos de seguridad para víctima. Esta distinción
es importante para poder determinar las causas ambientales
que han promovido el delito, así como para las posibles pro-
puestas de prevención.

Por otro lado, los datos oficiales obtenidos poseen un impor-


tante sesgo, pues no reflejan la situación real del delito en el
municipio, al no tener en cuenta los delitos no denunciados o
los que fortuitamente no quedaron registrados. En multitud de
ocasiones se ha constatado que existe una amplia cifra negra de
delitos que no son denunciados por diversas cuestiones. Para
ello, será preciso complementar esta información con otras
fuentes como son las encuestas de victimización o de auto-
informe delictivo. En este sentido también se debe tener en
cuenta la posibilidad de denuncias falsas por perdidas de objetos
para poder cobrar de las compañías de seguros, lo cual es difícil
saber si el objeto ha sido realmente sustraído por un posible
infractor.

Otra de las limitaciones encontradas ha sido a la hora de enca-


sillar los delitos dentro de una de las franjas horarias estableci-
das, ya que este estudio se ha basado en la hora, aportada por
las estadísticas recibidas, que están definidas como “hora de ini-
cio del hecho”. Esta “hora” se desconoce si ha sido fijada porque
realmente se cometió el delito en ese momento o si, tal vez, es
la hora cuando el agente realizó la denuncia. Para aclarar este
dato se podría revisar cada delito y extraer de la declaración de
la víctima la hora o franja real de la conducta delictiva.

En última instancia, se debe resaltar que las coordenadas geo-


gráficas de los delitos los ubican en un punto concreto o número
de una calle y por lo tanto en multitud de casos es coincidente
68 Jóvenes promesas en Criminología

con los límites que separan los tipos de uso de suelo, generando
dificultades en averiguar a cuál de ellos pertenece. No obstante,
se considera que representa un bajo porcentaje de los hechos
delictivos y en muchos casos se deduce su pertenencia.

El presente trabajo ha constituido una primera aproximación


a la distribución geográfica del delito, un ámbito nunca explo-
rado hasta la fecha en El Vendrell. Aun así, para mejorar el
conocimiento y la comprensión del comportamiento del fenó-
meno delictivo es este municipio, se propone que futuros traba-
jos avancen paliando algunas de las limitaciones anteriormente
señaladas.

ANÁLISIS

A continuación se exponen los resultados del análisis. En el pri-


mer apartado se realizará un análisis descriptivo general de los
delitos cometidos en el municipio de El Vendrell, haciendo refe-
rencia a ciertas consideraciones espaciales y posteriormente, se
presentará el análisis espacio temporal del delito empleando los
mapas delincuenciales, de los lugares de mayor concentración
delictiva, elaborados para tal fin.

ANÁLISIS DESCRIPTIVO DEL DELITO EN EL VENDRELL

Tal y como se presenta en la Figura 6 la distribución de los


hechos puestos en conocimiento de las autoridades policiales,
en El Vendrell en el segundo semestre del año 2015, la tipología
delictiva que muestra un mayor porcentaje de delitos contra la
propiedad es el hurto con un 51,95% del total de los casos. Segui-
damente se encuentra el robo con fuerza con un 25,44%. El resto
de infracciones muestran porcentajes menos elevados. El robo
con violencia y/o intimidación presenta un 6,06%, el robo en
interior de vehículo un 11,98%, el hurto en interior de vehículo
un 3,36% y el robo o hurto de uso de vehículo a motor un 2,69%.
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 69

Figura 6. Distribución de los hechos delictivos

En la Figura 7 se muestra la distribución de delitos por el tipo


de uso que se le da al territorio en base al recuento del número
de hechos delictivos que se encuentran dentro de los límites de
las áreas delimitadas por los polígonos que definen las tipolo-
gías de uso del terreno. La mayor concentración de delitos se
da en los suelos destinados a ordenación abierta con un 21%, en
el núcleo antiguo un 20,59% y en casas aisladas un 18,03%. Con
valores inferiores observamos el suelo destinado a urbano tra-
dicional con un 12,79%, espacio libre / zona verde con un 8,08%,
parking con un 6,46%, equipamientos con un 4,04%, casas agru-
padas con un 3,5% y finalmente en la zona industrial un 3,23%. Se
han omitido en el estudio aquellos delitos que salen fuera de los
tipos de uso de suelo del análisis ya que están ubicados fuera del
suelo urbano, como puede ser carreteras o autopistas que cru-
zan el municipio debido al desconocimiento de las característi-
cas del terreno y sus circunstancias ambientales.
70 Jóvenes promesas en Criminología

Figura 7. Distribución delitos por tipo de uso de suelo.

De manera más detallada y gracias a los medios que nos pro-


porciona el SIG se puede obtener los datos de manera desglosas
sobre la cantidad de delitos de cada tipología delictiva que se
han producido por cada tipo de uso de suelo del estudio. En
ella se observa como la conducta delictiva más predominante
es el hurto y prevalece en el tipo de uso de suelo de núcleo
antiguo con 107 casos, mientras que el robo con fuerza predo-
mina en las zonas de casas aisladas con 63 casos y ordenación
abierta con 56. El delito de robo con violencia y/o intimidación
se da con mayor frecuencia en el núcleo antiguo con 11 delitos,
seguido del área de urbano tradicional con 8 casos y parking
con 6 casos. En cuanto al hurto en interior de vehículo, predo-
mina en la zona de parking con 5 casos y el robo en interior de
vehículo se da en mayor medida en ordenación abierta con 20
delitos y en casas aisladas con 17, seguidos de la zona de par-
king con 13. Finalmente la conducta de robo o hurto de uso
de vehículo a motor, el área de ordenación abierta presenta el
mayor número de casos con 5 pero seguido de otros tipos de uso
de suelo como urbano tradicional con 4 o núcleo antiguo con 3
casos. Es importante tener en cuenta que la tipología delictiva
hurto predomina en la mayoría de tipos de uso de suelo tal y
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 71

como se puede ver en el Anexo 1 donde se muestra el análisis


descriptivo completo.

Figura 8. Predominio de delitos por el tipo de uso de suelo

En referencia a las franjas horarias se puede observar en la


Figura 9 como las mañanas y las tardes aglutinan el mayor
número de ilícitos penales y están muy igualadas con cerca de
un 43% de delitos cada una de ellas, mientras que las noches úni-
camente cerca del 15%.

Figura 9. Número de delitos por franja horaria

En cuanto a la distribución del número de delitos por franjas


horarias y tipologías de uso de suelo se advierte que en el núcleo
antiguo, con 78 delitos y en la ordenación abierta, con 73 delitos
son los usos de suelo que recogen mayores delitos, seguidos de
la zona de casas aisladas con 49 en las mañanas. Mientras que
en la franja horaria de tarde, destaca el área de casas aisladas
con una comisión de 72 delitos, seguida de ordenación abierta
con 57 delitos y núcleo antiguo con 55. Y referente a las noches,
ordenación abierta es la que más delitos recibe con 26 casos,
seguida de núcleo antiguo con 20. Cabe destacar como las zonas
de equipamientos, esp. Libre / zona verde y parking muestras los
72 Jóvenes promesas en Criminología

porcentajes más elevado en cuanto a su distribución horaria en


comparación con las otras zonas.

Figura 10. Número de delitos y porcentaje por franja horaria y tipo de uso de suelo

Si se observa el tipo de delito por franja horaria, destaca que el


hurto y el hurto en interior de vehículo se comete mayormente
por la mañana con 195 casos y 13 respectivamente, mientras que
el robo con fuerza con 92 delitos, el robo con violencia y/o inti-
midación con 20, el robo en interior de vehículo con 44 y el
robo o hurto de uso de vehículo a motor con 8 se realizan en
mayor medida por la tarde, tal y como se aprecia en la Figura 11.

Figura 11. Número de delitos y porcentaje por franja horaria y tipología delictiva

ANÁLISIS ESPACIO-TEMPORAL DEL DELITO EN EL VENDRELL

Para llevar a cabo el análisis espacio-temporal del municipio y


atendiendo a la localización geográfica de la delincuencia patri-
monial, se utilizarán mapas que muestran la concentración
delictiva mediante puntos calientes o “hotspots” generados con
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 73

el aplicativo QGis. Estos puntos calientes vienen representados


por un círculo de diferentes tonalidades que muestran la inten-
sidad según la incidencia delictiva. En este caso se ha escogido
un radio de 400 metros para lograr abarcar un área más amplia.

A partir de la obtención de los lugares donde el delito tiene


mayor presencia, se analizarán detenidamente en qué tipo de
uso de suelo discurren y cuáles son las características ambien-
tales y arquitectónicas concretas del lugar, para poder com-
prender las oportunidades que ofrecen ante el comportamiento
criminal.

En la Figura 12 se puede observar en una escala de 5 delitos


el grado de incidencia delictiva hasta un máximo de 30, ya
que en el radio mencionado no sobrepasa esta cantidad. Como
se puede apreciar claramente existen dos hotspots que tienden
a concentrarse: el primero en la zona centro del municipio
correspondiente con el núcleo antiguo y su periferia, que está
calificada como urbano tradicional. Y el segundo, en la parte
inferior del mapa situado en la zona central de la costa y exten-
diéndose a lo largo del paseo marítimo calificado, a grandes ras-
gos, como casas aisladas y ordenación abierta en su mayoría.
Mientras que alrededor de éstos se aprecia una menor inciden-
cia del delito y una distribución más homogénea.

Figura 12. Mapa de calor – Elaboración propia a partir de OpenStreetMap


74 Jóvenes promesas en Criminología

Al ampliar la imagen sobre el primer hotspot ubicado en el cen-


tro de la población y, tomando como referencia en este caso un
radio de 150 metros para analizar la concentración delictiva de
manera más precisa, se observa como existen varios patrones
delictuales que reflejan el requisito fundamental de elementos
compartidos comunes y necesarios para definir un conjunto de
delitos como patrón y que conforman las zonas calientes o hots-
pots, es decir, aquellos grupos de delitos similares cometidos por
uno o más individuos en lugares muy cerca unos de otros (Dela-
ney, Elder, Bruce, Boba & Rodríguez, 2011). Estas zonas han sido
identificadas, tal y como se aprecia en la Figura 13. Cada una de
las 10 zonas se analizará con mayor minuciosidad para ver qué
tipo de delitos patrimoniales se dan, en qué tipo de uso de suelo
discurren y qué se encuentra en esos lugares.

Figura 13. Zona central del municipio – Elaboración propia a partir de OpenStreetMap

1. El primer patrón espacial se ubica en el tipo de uso de


suelo calificado como servicios. En dicho espacio se localiza
el centro comercial “Mercadona” de grandes dimensiones
y que posee parking propio de vehículos, algo apartado de
otras edificaciones. Los tipos de delitos patrimoniales que se
observan son el hurto y el “robo en interior de vehículo.
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 75

2. En el segundo espacio conflictivo se encuentra un parking


calificado como tal. Éste corresponde a las instalaciones
deportivas pertenecientes al Patronato Municipal de Depor-
tes de El Vendrell y está próximo al colegio Sagrado Cora-
zón de El Vendrell. Los tipos de delitos que aglutina en este
espacio son hurto y robo en interior de vehículo.

3. En el tercer lugar con mayores oportunidades delictivas se


encuentra la confluencia de dos calles importantes del
municipio, la Carretera de Valls, que cruza de izquierda a
derecha y divide la calificación del territorio en núcleo anti-
guo al sur y urbano tradicional al norte, por donde inter-
secta de manera perpendicular la Carretera de Santa Oliva
que sube hacia arriba. En la parte sur-este de la imagen se
localiza el Colegio Sagrado Corazón de El Vendrell perte-
76 Jóvenes promesas en Criminología

neciente a la calificación de equipamientos. A lo largo de la


Carretera de Valls encontramos multitud de establecimien-
tos y bares que reúnen una gran confluencia de personas
durante todo el día, al ser una zona densa en cuanto a pobla-
ción. Los hechos delictivos que se observan son el hurto y el
robo en interior de vehículo.

4. En el cuarto patrón espacial, gran parte de los delitos están


ubicados en la Carretera de Barcelona. Próximo a ésta, se
encuentra la Comisaria de la Policía Local, los Bomberos y
el Patronato Municipal de Deportes de El Vendrell. Aunque
el tipo de uso de suelo por el que discurre se dividiría entre
servicios y equipamientos, al estar referenciados geográfi-
camente en la misma carretera, no se puede asociar ciertas
características del tipo de uso de suelo a esta zona caliente.
Los delitos cometidos son el hurto y el robo con fuerza en
interior de vehículo.
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 77

5. El quinto lugar de mayor concentración criminal se encuen-


tra en pleno corazón de la población y está calificado como
núcleo antiguo. Este núcleo es el centro neurálgico y finan-
ciero del municipio y se caracteriza por ser una zona de
calles estrechas y plazas, repletas de establecimientos
comerciales y con un importante tránsito diario. También
incluye edificios y lugares emblemáticos como el Ayunta-
mientos, la Iglesia, el Centro Cívico, la Asociación Apeles
Fenosa, el Mercado Municipal y las estaciones de tren y
autocares. Un ejemplo de máxima concentración de ilícitos
son espacios como: la Rambla o la Plaza Pep Jai. En esta zona
caliente se comenten los delitos de hurto, hurto en interior
de vehículo, robo con fuerza, robo con fuerza en interior de
vehículo y robo con violencia y/o intimidación.
78 Jóvenes promesas en Criminología

6. El sexto espacio conflictivo se ubica en la Plaza de la Sardana


y está calificado como espacio libre / zona verde. En esta
plaza se suelen realizar eventos como conciertos, ferias o
espectáculos en determinadas temporadas del año y gene-
ran un elevado paso de transeúntes. Los ilícitos denunciados
en este lugar han sido hurto, robo con fuerza en interior de
vehículo y robo con violencia y/o intimidación.

7. El séptimo patrón espacial se encuentra próximo a la esta-


ción y paraba de autocares. Esta zona está calificada como
núcleo antiguo. Diariamente circula multitud de personas
que hacen uso del servicio de transporte. Los delitos obser-
vados son hurto y robo con fuerza.

8. El octavo punto de interés está calificado como urbano tra-


Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 79

dicional. Está compuesto por viviendas unifamiliares de


diferentes alturas, una pista de básquet, varios estableci-
mientos comerciales y algún parque. Se destaca la calle
Josep Maria de Segarra donde se aglomeran ciertos hechos
delictivos a lo largo de ella. Cerca de ésta se encuentra un
supermercado y una pizzería. Los delitos que se aprecian
son hurto, hurto en interior de vehículo, robo con fuerza,
robo con fuerza en interior de vehículo y robo con violencia
y/o intimidación.

9. El noveno espacio de mayor concentración delictiva tiene


es sus proximidades el supermercado “DIA” de medianas
dimensiones con parking propio. No obstante, los hechos
delictivos mayormente se han cometido algo más al norte,
en una calle muy estrecha para el paso de vehículos. La cali-
ficación a la que corresponde esta zona caliente es la de
núcleo antiguo y está compuesta por viviendas unifamilia-
res de mediana altura con algún bar cercano. Los delitos que
se encuentran son hurto, hurto en interior de vehículo y
robo con fuerza.
80 Jóvenes promesas en Criminología

10. El décimo y último patrón espacial se ubica en la Avenida


de San Vicente. Este suelo está calificado como urbano tra-
dicional y es una calle importante de entrada a la población
en la que se encuentran bastantes establecimientos comer-
ciales a lo largo de la misma lo que genera gran afluencia
de personas durante todo el día. Cabe destacar la cercanía
de la Comisaría de Mossos d’Esquadra y del centro comer-
cial “Carrefour”. Los ilícitos penales denunciados son hurto,
hurto en interior de vehículo, robo con fuerza, robo con
fuerza en interior de vehículo y robo con violencia y/o inti-
midación.

En lo sucesivo se analizará de igual modo el segundo hotspot.


Por lo tanto, si se amplía la imagen sobre él, ubicado en la zona
costera de El Vendrell, y tomando como referencia también un
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 81

radio de 150 metros para llevar a cabo el análisis geográfico del


delito, se observan varias zonas conflictivas de mayor incidencia
de ilícitos patrimoniales en las zonas de Comarruga y San Sal-
vador. Cada una de las 5 zonas se analizará con mayor deteni-
miento al igual que se hizo en el apartado anterior. Véase Figura
14.

Figura 14. Zona costera del municipio – Fuente: OpenStreetMap

1.En la primera zona caliente, se observa una vez más un super-


mercado de grandes dimensiones, un “Mercadona” que incluye
su parking propio de vehículos. Este espacio está calificado como
servicios, pero la concentración delictiva se muestra en las calles
contiguas calificadas como casas aisladas. Los hechos delictivos
sucedidos son hurto, robo con fuerza, robo con fuerza en inte-
rior de vehículo y robo con violencia y/o intimidación.

2. El segundo patrón espacial se localiza en la estación de tren


San Vicente de Calders. El territorio está calificado como equi-
82 Jóvenes promesas en Criminología

pamientos. Dicha estación posee parking propio y tiene un alto


tránsito de personas al cabo del día. El tipo de uso de suelo limí-
trofe es ordenación abierta. Los delitos que más se suceden son
hurto, hurto en interior de vehículo, robo con fuerza y robo con
violencia y/o intimidación.

3. El tercer espacio conflictivo se ubica en el hotel “Le Méridien


Ra Beach Hotel & Spa”, calificado como equipamientos. Por este
complejo turístico de lujo circula gran número de personas a lo
largo de todo el año. Los delitos que se han producido son robo
con fuerza, robo con fuerza en interior de vehículo y robo con
violencia y/o intimidación.

4. El cuarto espacio de mayor concentración delictiva se


encuentra en el paseo marítimo de San Salvador y en la Plaza
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 83

del Pesebre, calificado como espacio libre / zona verde pero que
incluye un parking próximo al paseo. Al norte del punto de inte-
rés se ubica el camping San salvador y en los alrededores algu-
nos hoteles, bares y restaurantes a lo largo de todo el paseo
costero, lo que propicia la gran afluencia de gente. Los delitos
que se observan son hurto, robo con fuerza y robo con violencia
y/o intimidación.

5. Por último, el quinto espacio de interés se localiza próximo


al paseo del marítimo de Comarruga y el delito se distribuye
sobre diferentes tipos de uso de suelo. Concurren las calificacio-
nes de espacio libre / zona verde, servicios, equipamientos, par-
king, urbano tradicional y ordenación abierta. En este lugar de
gran concentración delictiva se observa una gran diversidad de
negocios, comercios y zonas turísticas tales como: bares, restau-
rantes, parques, un amplio parking de vehículos y el “Balneario
Terma Europa Playa de Coma-ruga. Los hechos delictivos que
se cometen son hurto, hurto en interior de vehículo, robo con
fuerza, robo con fuerza en interior de vehículo, robo con vio-
lencia y/o intimidación.
84 Jóvenes promesas en Criminología

CONCLUSIONES

Tras la exposición de todos los resultados extraídos, a continua-


ción se procederá a partir de dos objetivos:

a. Detectar aquellas áreas de concentración de mayores oportu-


nidades delictivas e intentar explicar qué factores ambientales
favorecen este fenómeno.

Como se ha podido apreciar, el municipio de El Vendrell tiene


dos zonas bien diferenciadas de análisis que ofrecen caracte-
rísticas muy particulares debido a su situación geográfica, pero
que no están exentas de condiciones similares para comprender
la distribución y la concentración delictiva. Por un lado está la
zona central ubicada más al interior del municipio y por el otro,
la zona costera, más al sur.

La distribución delictiva, ubicada en la zona central del territo-


rio, se desarrolla y extiende por toda su superficie pero se con-
centra mayoritariamente en ciertas áreas, denominadas zonas
calientes o hotspots, las cuales poseen toda una serie de carac-
terísticas ambientales favorables para la oportunidad delictiva.
El área que muestra una mayor densidad delictual es la zona
céntrica de la población. Este hecho se puede explicar a través
del “Modelo concéntrico” de desarrollo de la estructura urbana
de Burguess (1925), que propone que las ciudades desarrollan
su crecimiento a partir de un núcleo central de negocios, que
es el centro financiero, comercial y social de la ciudad, en el
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 85

cual convergen las vías, los flujos de circulación y los sistemas


de transporte, creciendo en áreas concéntricas o anillos que se
caracterizan por el uso diferencial del territorio con poblacio-
nes socioeconómicamente distintas. En este sentido y obser-
vando los resultados se deduce que las zonas que muestran
una menor incidencia delictiva son aquellas que coinciden con
lo que Burguess designa como zonas residenciales, ya que son
espacios habitados por una población socialmente más estable
como obreros y empleados de comercios, o más hacia el exte-
rior con personas de clase acomodada que residen en viviendas
unifamiliares de mayor calidad que se desplazan todos los días
hacia el centro a trabajar.

Por consiguiente, los resultados evidencian que al parecer el


urbanismo ofrece una cierta influencia en la delincuencia, pues
como afirma Shaw & Mackay (1972), características de algunas
zonas como la degradación del espacio, la heterogeneidad cul-
tural y la movilidad permanente de la población no ayudan a la
transmisión de valores pro-sociales y el control social informal.
A pesar de ello, no se puede realizar una afirmación determi-
nista ya que también podría tener algo que ver el hecho de que
ciertas zonas tengan menor volumen poblacional que los luga-
res que registran mayor actividad.

En cuanto a la concentración delictiva que muestra la zona cos-


tera del municipio, se puede observar cómo las zonas calien-
tes de mayor actividad criminal muestran ciertas similitudes en
cuanto a características ambientales entre los espacios, que al
parecer, favorecen el comportamiento delictivo. A continuación
se expondrán todos aquellos factores observados que coinciden
en la mayoría de las áreas de mayor concentración delictiva y
que favorecen el delito patrimonial:

1. Suelen ser lugares que por sus características atraen un gran


número de personas, ya sea para hacer uso de las instalacio-
nes o comercios que allí se encuentran, o por ser un punto
estratégico que provoca el paso de un gran número de per-
sonas.

2. En todas las zonas calientes se comete el hurto como delito


86 Jóvenes promesas en Criminología

de máxima prevalencia. Principalmente porque es el ilícito


penal más sencillo de llevar a cabo por el infractor y el que
menores consecuencias penales comporta.

3. En todos los hotspots de la costa se comete el robo con vio-


lencia y/o intimidación. Este hecho podría estar fundamen-
tado como consecuencia de ser zonas apartadas de los
núcleos urbanos y que ofrecen una mayor facilidad de fuga
del criminal, ya que este ilícito penal también se observa en
algún hotspot de la zona del interior que muestra esa misma
característica.

4. Existen algunos escenarios que, al converger ciertos tipos de


instalaciones o espacios, al parecer, favorecen el compor-
tamiento delictivo. Por ejemplo, en aquellas zonas donde
se ubica un parking y próximo a él hay un supermercado
o unas instalaciones que atraen gran cantidad de público
como un colegio, supermercado, instalación deportiva,
bares, hoteles, etc. generan un caldo de cultivo para el delito.

b. Analizar la relación entre la distribución del delito y el tipo de


uso de suelo.

Aunque a través de los resultados obtenidos es posible estable-


cer algunas afinidades entre la localización de los puntos calien-
tes de la delincuencia y los tipos de uso de suelo, el alcance
de este estudio no puede afirmar con certeza los elementos y
procesos por los cuales las calificaciones urbanísticas guardan
relación con la actividad criminal. No obstante, de los mapas
generados se pueden extraer algunos patrones asociados a estas
áreas que merecen ser mencionados.

Tal y como se expuso en el análisis descriptivo, ciertos tipos de


delitos patrimoniales predominan en las diferentes tipologías
de uso suelo del estudio, y este es un hecho relevante que se
intentará explicar en los sucesivo.

Se observa que en el núcleo antiguo se comenten la mayoría


de los hurtos. Como se ha expuesto anteriormente, esta zona
posee ciertas características favorables para esta tipología delic-
tiva ya que aglutina una gran cantidad de transeúntes, ofre-
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 87

ciendo mayores oportunidades. El hecho de haber una aglome-


ración de gente y multitud de calles estrechas y tortuosas facilita
el anonimato entre la muchedumbre y la huida, tras aprovechar
el descuido de las posibles víctimas potenciales.

El territorio calificado como casas aisladas y ordenación abierta


muestra el mayor número de casos de robo con fuerza y robo
en interior de vehículo. Tal y como se describió anteriormente,
estas zonas presentan ciertas características ambientales y arqui-
tectónicas que podrían facilitar la ejecución de estos compor-
tamientos delictivos, ya que son zonas apartadas del núcleo
urbano, donde el tránsito de personas es muy inferior y donde
el infractor puede desarrollar su actividad de manera más pau-
sada y premeditada. Además, estas zonas no presentan dificulta-
des en cuanto a su huida ya que suelen ser zonas de fácil acceso
y bien comunicadas.

En cuanto al comportamiento de hurto en interior de vehículo


y su incidencia en el tipo de uso de suelo de parking, se puede
deducir que es un ilícito donde el delincuente no pretende estar
demasiado tiempo apropiándose del objeto deseado. Por lo
tanto, se presupone que escoge este espacio por dos motivos:
primero porque un parking le ofrece la oportunidad de encon-
trar lo que busca ya que hay gran variedad de vehículos y, en
segundo lugar, porque el hecho de haber tantos vehículos difi-
culta la ejecución del ilícito debido al tránsito de personas que se
dirigen, o bien a aparcar, o bien a buscar su vehículo. A pesar de
ello, este tipo de uso de suelo también muestra un alto número
de casos de robo en interior de vehículo, lo cual supone algo
más de tiempo, pero que, en según qué circunstancia, prevalece
la oferta de vehículos que ofrece este espacio.

El delito de robo con violencia y/o intimidación se da en los


tipos de uso de suelo de núcleo antiguo, urbano tradicional y
parking. La realización de este delito conlleva más complicacio-
nes que los otros delitos patrimoniales, ya que el infractor debe
enfrentarse directamente a la víctima y ejercer violencia o inti-
midación sobre ella, lo cual podría comportar problemas ya que
cualquier persona que pasara por allí podría alertar de la situa-
ción, o que la propia víctima opusiera resistencia. Por lo tanto,
88 Jóvenes promesas en Criminología

se podría deducir que el infractor, a pesar de que este delito


discurre por suelo donde normalmente transitan personas con
regularidad, escoge muy bien el momento y el lugar concreto
para llevar a cabo el acto criminal. Aunque como se ha dicho
con anterioridad se muestra en todas los hotspots de la zona cos-
tera ya que por este lugar, al ser zona turística, muestra una
mayor heterogeneidad cultural de personas venidas de otras
localidades y posiblemente no tengan tanto reparo en cometer
este tipo de delito.

Respecto al robo o huerto de uso de vehículo a motor es la


infracción que muestra menor número de casos en las estadís-
ticas globales y predomina en las áreas de ordenación abierta,
urbano tradicional y núcleo antiguo. Frente a esta diversidad de
tipos de uso de suelo únicamente se puede inferir que el infrac-
tor aprovecha la oportunidad que se le presenta en unas condi-
ciones favorables para la comisión del delito y sobre un vehículo
en particular que no pueden escoger su ubicación. No se puede
extraer ninguna otra relación del análisis que pueda probar la
influencia del entorno en este comportamiento delictivo.

Cabe destacar los tipos de uso de suelo que presentan una


menor incidencia delincuencial. Entre ellos están las áreas defi-
nidas como servicios y equipamientos que, si bien es cierto que
los delitos no se geolocalizan dentro su área, sí que son luga-
res que están próximos a zonas de gran concentración delictiva
y que por ellos se desplaza gran multitud de gentío, favore-
ciendo así la comisión de delitos en otros tipos de uso de suelo
limítrofes a éstos. Los tipos de uso de suelo de casas agrupadas
e industrial, tampoco muestran una gran incidencia delictiva
patrimonial. Al parecer son dos áreas en las cuales las caracterís-
ticas ambientales no ofrecen un atractivo para el delincuente de
este tipo de ilícitos. Posiblemente, tal y como expone Cohen &
Felson (1979) en su teoría de las actividades rutinarias, es nece-
sario que existan los tres factores para que ocurra el delito: una
persona dispuesta a cometerlo, un objetivo atractivo y que se
encuentra a su alcance, y la percepción de una ausencia de vigi-
lancia. En este sentido estos entornos es posible que no ofrezcan
o bien un objetivo atractivo al alcance, o bien la percepción de
ausencia de vigilancia y por lo tanto este hecho genera la des-
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 89

estimación o aplazamiento de la conducta criminal. Las casas


agrupadas al ser un tipo de vivienda unifamiliar pueden reali-
zar un efecto disuasorio debido al control informal que ejerce
la propia comunidad vecinal. Y en el caso de la zona industrial,
el hecho de ser un lugar donde habitualmente acuden mayor-
mente trabajadores y clientes, y donde las instalaciones suelen
estar protegidas con sistemas de seguridad, parece ser que es
difícil que se pueda crear un patrón delictivo en dichas áreas.

DISCUSIÓN

Uno de los modos de contrarrestar el delito patrimonial, basán-


dose en las premisas de las teorías de la oportunidad, sería
mediante un aumento de la vigilancia en aquellas zonas de
mayor concentración delictiva. A través de algunos cuerpos
policiales ya se han puesto en marcha un tipo de planificación
específico de patrullaje dirigido, gracias al análisis geográfico de
la delincuencia del municipio, que consiste en enviar las patru-
llas de policía, ya sea de a pie o con vehículo a motor según
la zona y el tipo de delito que se comete, a aquellos lugares
donde se ha detectado mayor incidencia de este tipo de delin-
cuencia. Esta planificación suele basarse en los últimos tres o seis
meses para de ese modo, adaptarse a las nuevas predilecciones
de los infractores. Para lograr una mayor precisión es impor-
tante extraer la franja horaria de mayor predominio delictual
para poder implementar un horario en la planificación, ya sea
mediante puntos estáticos de los agentes en un lugar en parti-
cular, o bien, el paso de la patrulla para mostrar su presencia y
de ese modo disuadir al delincuente a través de una prevención
situacional localizada y basada en estudios empíricos.

En contra de esta estrategia existe la idea que se produzca un


desplazamiento del delito, es decir, si el sujeto encuentra más
obstáculos para cometer los delitos en una zona conocida,
¿desiste en el intento o se desplaza hacia otras zonas u objetivos?
Lo cierto es que si realmente se desplaza es porque realmente se
ha logrado prevenir el delito. Así pues, se debería extender este
tipo de prevención a otras zonas o municipios para lograr un
mayor desistimiento. Ahora bien, los proyectos de prevención
que han estudiado el posible desplazamiento del delito suelen
90 Jóvenes promesas en Criminología

llegar a la conclusión de que solamente la mitad de la delincuen-


cia se desplaza a otros lugares, mientras que la otra mitad efec-
tivamente ha sido eliminada (Hesseling, 1995).

También, este estudio también quiere mostrar cierta preocupa-


ción en base a la reacción de la población al acceso libre de los
datos que muestran las zonas de mayor concentración delictiva.
Por un lado, tales zonas podrían verse estigmatizadas generando
una mayor sensación de inseguridad subjetiva y, por el otro,
que la propia ciudadanía tome mayores precauciones frente al
delito patrimonial y de ese modo lograr rebajar las tasas delin-
cuenciales a través de la concienciación ciudadana. Este apunte
simplemente es una reflexión que requiere de un estudio más
profundo a través de otros métodos como pudiera ser llevar a
cabo encuestas de victimización para conocer el nivel de afecta-
ción ciudadana si se conociese dicha información.

Por último, es preciso resaltar la capacidad que alberga el


método de localización de los lugares de alta concentración
delictiva y su estudio ambiental (aplicado en este estudio) ya
que, al parecer, el análisis de los patrones delictivos de una
localidad o territorio y su contexto puede ayudar a generar
una metodología, además de preventiva, predictiva, proporcio-
nando información útil para desarrollar espacios, que por sus
propias características, ofrezcan mayor seguridad objetiva y
rebajen la oportunidad delictiva. Se ha podido apreciar, a través
de este estudio, que la convergencia de ciertas características
ambientales como son las edificaciones que contienen los dife-
rentes espacios, favorece el delito patrimonial. En este sentido,
este estudio se ha basado en el “tipo de uso de suelo”, el cual
marca el destino urbanístico y, en consecuencia, la convergencia
de ciertos de entornos e instalaciones que posiblemente poten-
cian la oportunidad hacia el delito, pero que, a pesar de ello,
requiere de una análisis más extenso y profundo para extraer
conclusiones más precisas.

Para finalizar, es preciso señalar que el presente trabajo ha cons-


tituido una primera aproximación descriptiva de la distribución
espacial de la delincuencia en el municipio de El Vendrell que
ha permitido avanzar en el desarrollo de nuevas hipótesis, las
Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 91

cuales habrán de ser contrastadas por futuras investigaciones,


abriendo así una puerta a un área de estudio apenas explorado
en la población, con importantes implicaciones prácticas en la
planificación de intervenciones y prevención del delito.

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Notas

1. Estos conceptos han sido formulados en trabajos anteriores (San Juan,


Aportaciones criminológicas a través del análisis geográfico del delito 93

2000) en los que se ha entendido por espacio crimípeto aquel escenario


urbano que por sus especiales características físicas y arquitectónicas
pudiera favorecer la comisión de ciertos delitos; en sentido contrario,
un espacio denominado crimífugo inhibiría la comisión de delitos.
2. Georreferenciar o geocodificar es el proceso de asociar datos a una
localización geográfica determinada.
3. Mapa delincuencial es el proceso de utilizar un sistema de información
geográfica para llevar a cabo el análisis espacial de los problemas de la
delincuencia y otras cuestiones relacionadas con la seguridad. El mapa
delincuencial es una herramienta fundamental en la descripción de los
comportamientos criminales y patrones de delincuencia, además del fin
preventivo que promueve.
4. El planeamiento urbanístico o planificación urbana es el conjunto de
instrumentos técnicos y normativos que se redactan para ordenar el
uso del suelo y regular las condiciones para su transformación o, en
su caso, conservación. Comprende un conjunto de prácticas de carácter
esencialmente proyectivo con las que se establece un modelo de
ordenación para un ámbito espacial, que generalmente se refiere a un
municipio, a un área urbana o a una zona de escala de barrio.
5. El sistema de coordenadas geográficas UTM (Universal Transverse
Mercator) se utiliza para referenciar cualquier punto de la superficie
terrestre, utilizando para ello un tipo particular de proyección cilíndrica
para representar la Tierra sobre el plano. Para ello es necesario conocer
dos medidas, la longitud y la latitud.
6. OpenStreetMap es una iniciativa cuyo objetivo es crear y proporcionar
datos geográficos libres y editables, tales como callejeros y mapas de
carreteras, a todo el mundo.
7. Para llevar a cabo todas las operaciones de manipulación, tratamientos
de datos, referenciación geográfica y posterior análisis espacial se ha
utilizado el programa libre QGis 2.14 descargado de: http://qgis.org/es/
site/forusers/download.html
Herramienta de evaluación del
riesgo de agresión en bullying y
ciberbullying (ERA-B-C)

Laura Hernández Torrente. Universidad a


Distancia de Madrid (UDIMA). Tutor: Abel
González García.

RESUMEN

En el presente trabajo se expone una propuesta de guía de eva-


luación del riesgo de violencia en la problemática juvenil de
bullying y cyberbullying. Se trata de una revisión y análisis del
acoso escolar, tanto off-line como on-line, en qué consiste y
cuáles son sus manifestaciones más importantes. Tras aclarar los
conceptos de bullying y cyberbullying, y diferenciarlos entre sí,
se analizan todos aquellos actores que tienen lugar en la proble-
mática y desempeñan un papel trascendental. Para la configu-
ración de la herramienta, es necesario un análisis y valoración
de los factores de riesgo y de protección que interactúan en el
acoso escolar, así como un breve análisis de qué son las herra-
mientas de evaluación del riesgo y cuáles son más relevantes en
problemática juvenil. Por último, se expondrá la herramienta
ERA-B-CB (Evaluación del Riesgo de Agresión en Bullying y
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 95

Cyberbullying) basada en Modelo del Triple Riesgo Delictivo


(Redondo, 2008), así como su guía de codificación.

Finalmente, se exponen las conclusiones más importantes obte-


nidas de la realización del trabajo.

Palabras clave: bullying, ciberbullying, acoso, escolar, menores,


factores, protección, riesgo, evaluación, herramienta, víctima,
acosador, problemática, prevalencia.

ABSTRACT

In the present work there is exposed a guide’s offer of evaluation


of the risk of violence in the juvenile problematics of bullying
and cyberbullying. It is a question of a review and analysis of
the school harassment, so many off-line as on-line, of what
it consists and which are his more important manifestations.
After clarifying the concepts of bullying and cyberbullying, and
to differentiate them between yes, there are analyzed all those
actors who take place in the problematics and play a role trans-
cendental. For the configuration of the tool, there is necessary
an analysis and valuation of the factors of risk and of protection
that interact in the school harassment, as well as a brief analysis
of what sound the tools of evaluation of the risk and which
are more relevant in juvenile problematics. Finally, there will be
exposed the tool ERA-B-CB (Evaluation of the Risk of Aggres-
sion in Bullying and Cyberbullying) based on Model of the
Triple Criminal Risk (Redondo, 2008), as well as his guide of
codification.

Finally, there are exposed the most important conclusions


obtained of the accomplishment of the work.

Key Words: Bullying, cyberbullying, harassment, school,


minors, factors, protection, risk, assessment, victim, bully, pro-
blem, prevalence.

INTRODUCCIÓN

Se denomina acoso escolar al hostigamiento y maltrato físico o


verbal reiteradamente y a lo largo del tiempo, entre menores en
96 Jóvenes promesas en Criminología

el centro escolar y alrededores (ámbito offline). Cada vez es más


frecuente referirse a dicho acoso a través del anglicismo bull-
ying, y con el avance de las nuevas tecnologías esta situación ha
pasado a ejercerse también fuera de los centros (ámbito online),
lo que se conoce como ciberbullying.

El bullying y ciberbullying son problemas de gran interés social


ya que afectan a una parte de la población que está en pleno
desarrollo físico e intelectual, como son los menores, y cuyas
consecuencias a corto y medio plazo pueden ser devastadoras
para su correcta adaptación social. Dicha problemática se ha
convertido en uno de los problemas más graves que los centros
escolares deben hacer frente y objeto de investigación por
numerosos profesionales. En la actualidad, esta problemática
juvenil ha cobrado mucho interés mediático y seguimiento por
parte de las instituciones debido a que se han sucedido varios
suicidios por menores víctimas de acoso escolar. En mayo de
2015, Arancha, una menor de 16 años discapacitada acababa con
su vida tras haber vivido una situación de acoso escolar a la que
no pudo hacer frente. Sin embargo, uno de los casos más mediá-
ticos y que más preocupación ha suscitado ha sido la reciente
muerte de Diego, un menor de 11 años que, antes de acabar
con su vida, escribió una carta de despedida a sus padres en la
que explicaba su situación. Este último caso ha desvelado una
clara realidad y es que este acoso escolar entre menores cada
vez es más precoz e invisible para los centros y las familias. Sin
embargo, el acoso escolar lleva en la sociedad varias décadas.
Hay que recordar a Jokin Cebeiro, el adolescente que se quitó
la vida tras haber sufrido un año de vejaciones y agresiones físi-
cas y verbales por parte de sus compañeros de clase, sucedió en
Fuenterrabía (Guipúzcoa) en el año 2004.

El objetivo del presente trabajo es plantear una herramienta


para evaluar el riesgo futuro del sujeto de ejercer bullying y
ciberbullying, basado en el Modelo de Triple Riesgo Delictivo.
En primer lugar, se va a proceder al estudio y análisis de los con-
ceptos de bullying y ciberbullying, así como de los agentes que
participan en los hechos. Se analizarán los factores de riesgo y
de protección en la problemática expuesta, además se hará una
revisión de herramientas de evaluación del riesgo ya existentes
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 97

en delincuencia juvenil para estudiar sus objetivos y sus elemen-


tos.

MÉTODO

El método seguido para elaborar el presente trabajo ha consis-


tido en primer lugar en una revisión bibliográfica de estudios
acerca de bullying y ciberbullying. Se han extraído los con-
ceptos y manifestaciones de las problemáticas a estudiar según
diversidad de autores. Seguidamente, se han definido los actores
que participan en la dinámica, se tratarán a los principales, agre-
sor y víctima, así como a los testigos, familiares y cuerpo
docente. Se incidirá en las características del agresor y víctima
más importantes según los autores revisados. Se han revisado
los estudios referentes a factores de riesgo y de protección que
inciden en bullying y ciberbullying. Por último, se revisan las
herramientas de evaluación del riesgo de violencia futura, anali-
zando qué son, qué elementos las componen y sus utilidades. Se
estudian diversos ejemplos de herramientas que son utilizadas
en el panorama juvenil. Se repasa y analiza el Modelo del Triple
Riesgo Delictivo que sirve como base de la herramienta creada.

Tras el análisis de conceptos, actores, factores que influyen y


herramientas ya existentes, para elaborar la herramienta de
Evaluación del Riesgo de Agresión en Bullying y Ciberbullying,
se han extraído los datos más relevantes y se han relacionado
con el Modelo del Triple Riesgo Delictivo que es el método que
sirve de fundamento de esta guía y que la subdivide en tres
escalas. En primer lugar, para la escala de factores de riesgo
personales, se han extraído aquellas características personales
más relevantes del agresor aportadas por autores, así como las
manifestaciones más significativas de las conductas a evaluar.
Respecto a la escala de carencias de apoyo pro-social, se han
valorado igualmente características de carácter social que inci-
den en el agresor. Referente a la última escala de exposición a
oportunidades delictivas, se han conjugado manifestaciones de
la problemática, así como factores de riesgo que faciliten que
se lleve a cabo la conducta. La codificación de la herramienta
en riesgo alto, moderado o bajo, ha sido basada en la herra-
mienta SAVRY y la evaluación final del riesgo a través de una
98 Jóvenes promesas en Criminología

regla matemática, tomando como partida el 60% de los ítems.


La regla utilizada ha sido la siguiente:

45 ítems________ 100% de ítems

X ítems_________ 60% de ítems

60% de ítems = 27 ítems

45 ítems________ 100 ítems

X ítems_________ 30 de ítems

30% de ítems= 13’5 ítems

Por lo tanto, en la evaluación final se considerará riesgo alto si


aparecen 27 o más ítems de riesgo alto; moderado, si aparecen
entre 13 y 27 de riesgo alto; y riesgo bajo si aparecen 13 o menos
de riesgo alto.

ANÁLISIS

BULLYING Y CYBERBULLYING

El término bullying (Olweus, 1993, citado en Cerezo, 2006:


pág.3) hace referencia al maltrato entre escolares, se trata de
una tipología de violencia ejercida por un escolar o un grupo
de escolares a otro alumno de forma intencionada y persistente
en el tiempo. Las agresiones pueden ser físicas, pero suelen
ser las menos frecuentes (5%-7%), ya que prevalece el maltrato
psicológico a través de insultos, amenazas, inventar rumores
sobre la víctima para crear situaciones de ridículo, exclusión del
grupo…etc. El informe del Defensor del Pueblo (AA.VV.2000,
citado en Cerezo, 2006: pág.4) reflejaba que el bullying está pre-
sente en más del 50% de los centros escolares. Además, otros
estudios, confirman que en casi todos los centros escolares se
observan situaciones de maltrato entre menores y que entre el
25% y el 40% de los alumnos está implicado. Se debe destacar
que también prevalece la implicación entre los varones frente a
las mujeres. Las manifestaciones de este tipo de acoso escolar,
pueden ser las siguientes (Björkqvist, Lagerspetz & Kaukiainen,
1992, citado en Calmaestra, 2011: pág.60):
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 99

• Física: golpes, bofetadas, pellizcos, zancadillas…etc.

• Verbal: insultos, motes, burlas.

• Indirecta: no existe un contacto directo entre agresor y víc-


tima. Amenazas, chantajes, extorsiones, difusión de falsos
rumores, exclusión del grupo.

El término cyberbullying, conocido también como ciberacoso,


hace referencia al uso vejatorio de algunas tecnologías de la
información y de la comunicación (TIC), correo electrónico,
mensajes del teléfono móvil, mensajería instantánea, sitios per-
sonales, y/o el comportamiento personal en línea difamatorio,
de un individuo o de un grupo, que deliberadamente y de forma
repetitiva y hostil, pretende dañar a otra persona (Belsey, 2005,
citado en Garaigordobil, 2011: pág.3). Según Smith (Smith,
2000, citado en Garaigordobil, 2011: pág.3), es un acto agresivo
e intencionado llevado a cabo de manera repetida y constante
a lo largo del tiempo, mediante el uso de formas de contacto
electrónicas por parte de un grupo o de un individuo contra
una víctima que no puede defenderse fácilmente. Se trata de un
acoso psicológico ya que no existe una violencia física debido
que se produce en un contexto cibernético en el que los sujetos
no están presentes en el mismo espacio físico. El Estudio sobre
hábitos seguros en el uso de las TIC por los menores (INTECO,
2009, citado en Garaigordobil, 2011: pág.3) define este fenó-
meno como el acoso entre iguales en el entorno TIC, e incluye
actuaciones de chantaje, vejaciones e insultos.

El cyberbullying tiene múltiples manifestaciones que difieren


del bullying (Flores, 2008, citado en Garaigordobil, 2011: pág.4):

• Colgar en Internet una imagen comprometida (real o por


fotomontaje), datos delicados, cosas que avergüencen o perju-
diquen a la víctima.

• Dar de alta, con foto incluida, a la víctima en una página


donde se trata de votar a la persona más fea o menos inteli-
gente y cargarle de puntos para que aparezca en primer lugar.
100 Jóvenes promesas en Criminología

• Crear un perfil o espacio falso en nombre de la víctima, donde


se escriban confesiones, demandas sexuales, etc.

• Dejar comentarios ofensivos en foros o participar en chats de


forma ofensiva para que las consecuencias vayan hacia la víc-
tima.

• Dar de alta la dirección de correo electrónico en determina-


dos lugares para que sufra spam, contactos de desconocidos.

• Usurpar sus claves para violar su intimidad.

• Provocar a la víctima en servicios web que cuentan con un


moderador para conseguir una reacción violenta y sea expul-
sada.

• Hacer circular rumores que supongan un comportamiento


reprochable, ofensivo o desleal.

• Enviar mensajes amenazantes por e-mail o SMS y acechar a la


víctima en los lugares donde se relaciona en Internet creando
una situación de agobio.

Otros investigadores destacan otros tipos de acoso cibernético


(Kowalski, Limber & Agatston, 2010, citado en Garaigordobil,
2011: pág.5):

• Insultos electrónicos.

• Hostigamiento.

• Denigración.

• Suplantación.

• Desvelamiento y sonsacamiento.

• Exclusión.

• Ciberpersecución.

• Paliza feliz (happy slapping): Consiste en la grabación de vio-


Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 101

lencia física sobre la víctima y, posteriormente, subir las imá-


genes a la red.

En síntesis, el cyberbullying consiste en el uso de las TIC, Inter-


net, dispositivos móviles y redes de mensajería instantánea para
ejercer el acoso psicológico entre menores que, generalmente,
comparten centro escolar. Es un fenómeno que se ha incremen-
tado en los últimos años debido a la alta disponibilidad de nue-
vas tecnologías, importancia del ciberespacio como contexto de
socialización, menor percepción del daño a la víctima, sensa-
ción de impunidad por el anonimato de la red, ausencia de res-
ponsabilidad por adjudicarse un rol en la red, se agrupan los
acosadores y se difunden los contenidos audiovisuales (Flores,
2008, citado en Garaigordobil, 2011: pág.5).

Si nos remitimos al informe Yo a eso no juego. Bullying y cyber-


bullying en la infancia. (Save the Children, 2016), se pueden
observar los elevados datos de prevalencia de bullying y cyber-
bullying obtenidos de su encuesta. Un 9,3% de los encuestados
admite haber sufrido bullying en los últimos dos meses, así
como un 6,9% sufrir cyberbullying. Seis de cada diez reconocer
haber recibido insultos, y dos de cada diez de forma frecuente.
Uno de cada tres ha sido insultado a través del teléfono móvil
o de Internet en los últimos meses, así como un 6,3% reconoce
haber sido suplantado en redes sociales. Respecto a los que han
ejercido acoso, un 5,4% reconocer haber ejercido bullying y un
3,3% cyberbullying. También la mitad reconocer haber insul-
tado o haber dicho palabras ofensivas, y uno de cada tres haber
ejercido violencia física.

Si nos referimos a Comunidades Autónomas, Andalucía, Mur-


cia, Melilla e Islas Baleares tienen una media superior a la estatal
tanto en porcentajes de agresores, como de víctimas.

Para analizar la prevalencia entre edades y sexos, dentro del


informe de Save the Children (2016), se refleja que existe más
acoso entre los jóvenes que cursan el primer ciclo de Educación
Secundaria Obligatoria (ESO), es decir, de 12 a 14, tanto a lo refe-
rente como jóvenes que ejercen acoso como los que lo sufren.
Si nos referimos al sexo, un 10,6% de las chicas reconoce haber
102 Jóvenes promesas en Criminología

sufrido acoso, frente a un 8% de los chicos. Referente al cyber-


bullying, un 8,5% de las chicas reconoce haberlo sufrido, frente
al 5,3% de los chicos. Respecto a los jóvenes que reconocen haber
ejercido bullying, existe un 6,3% en los chicos frente a un 3,5%
de las chicas. En cyberbullying, se reconocen como agresores un
4,5% de los chicos frente a un 3% de las chicas.

En el mismo informe antes referido se analizan las posibles


razones por las que se ha ejercido o sufrido acoso escolar. Por
orientación sexual, se reconocen un 3,2% de bullying y un 4,2%
de ciberacoso. Por etnia, cultura o religión, 5,1% de bullying y un
5% de cyberbullying.

Por el auge del desarrollo de la conducta cyberbullying, se han


llevado a cabo estudios específicos para analizar la prevalencia
de dicha problemática. El informe del Defensor del Pueblo
(UNICEF, 2007, citado en Garaigordobil, 2011: pág.7), refleja que
el 5,5% han sido víctimas de cyberbullying y un 5,4% se recono-
cen como agresores.

En resumen, bullying y cyberbullying son dos dinámicas de


acoso entre iguales escolares pero cuya ejecución difiere en
forma y contexto. El bullying tiene lugar dentro del contexto del
centro escolar, o bien en alrededores del centro, en los momen-
tos de recreo del alumnado, o bien, entradas y salidas del centro.
Se ejerce en su mayoría una violencia psicológica fundamen-
tada en insultos, mofas, creación de situaciones que generan
ridículo en la víctima, y en algunos casos, se llega a ejercer una
violencia física sobre la víctima, aunque siempre tiene lugar en
menor porcentaje. El cyberbullying, por el contrario, se ejerce
fuera del contexto del centro escolar cuando los escolares ya
están en su tiempo de ocio fuera del horario lectivo, si bien, se
podría realizar en el horario del centro ya que los dispositivos
móviles se pueden utilizar dentro de los horarios escolares. Este
tipo de acoso se fundamenta en una violencia psicológica
mucho más continuada ya que no finaliza cuando el alumno
abandona el centro escolar, sino que puede continuar en los días
en las que no hay clases, vacaciones de larga duración, etc. Se
podría decir que el cyberbullying aislado es complicado, gene-
ralmente, es la continuación del bullying que se ejerce en el
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 103

mismo espacio físico del centro escolar, que se traslada a tra-


vés de Internet a los ratos de ocio de la víctima (bullying indi-
recto). Como he comentado anteriormente, las manifestaciones
de ambas problemáticas difieren ya que se podría afirmar que
el cyberbullying tiene mayor ámbito de actuación por la diver-
sidad de redes sociales, videojuegos online y formas de comu-
nicación que existen actualmente, además las situaciones de
maltrato psicológicas que tienen lugar al ejercer este tipo de
acoso perduran en el tiempo ya que es complicado que en las
TIC e Internet de forma general, desaparezcan las actualiza-
ciones de forma espontánea; sin embargo, el bullying se limi-
taría a la violencia psicológica basada en insultos y vejaciones
espontáneas, así como la violencia física, que tendría lugar en un
momento específico, desapareciendo en ese mismo instante.

ACTORES DE BULLYING Y CYBERBULLYING

En la problemática expuesta anteriormente, bullying y cyber-


bullying, existen diversos actores que juegan un papel impor-
tante en la dinámica. En primer lugar, los principales actores
son el agresor o agresores y la víctima. Pero también participan
activamente, otros menores, testigos de la situación, ya sea den-
tro del propio centro escolar o a través de las redes sociales,
dispositivos móviles, en las que se ejerza el acoso. El cuerpo
docente del centro escolar también juega un papel importante,
pero en este caso sería más activo en la dinámica bullying, ya
que es la que se ejerce dentro del recinto escolar; sin embargo,
su papel en cyberbullying sería menos activo ya que en la mayo-
ría de los casos no pertenece al círculo de socialización de los
escolares. Por último, será importante destacar el papel de las
familias, tanto del agresor, como de la víctima.

AGRESOR/AGRESORES

El agresor o grupo de agresores, sería el individuo o conjunto


de individuos escolares que ejercen un maltrato intencionado
y continuado sobre otro compañero del mismo centro escolar.
Junto con la víctima conforma la diada de la problemática bull-
ying y cyberbullying. Las posibles características de los agreso-
104 Jóvenes promesas en Criminología

res serían las siguientes (Olweus 1999, 2005, citado en García,


2013):

• Fuerte necesidad de dominar y someter a otros estudiantes.

• Impulsivos e iracundos.

• No son empáticos.

• Suelen ser desafiantes y agresivos con los adultos.

• Suelen presentar otro tipo de conductas antisociales.

• Si son chicos, suelen ser más fuertes físicamente que sus com-
pañeros.

• No presentan problemas con su autoestima.

Sin embargo, existen discrepancias entre las características, por


ejemplo Cerezo (2001) considera que son de complexión fuerte,
agresivos y violentos con las personas que consideran débiles y
cobardes. Con un autoconcepto elevado, considerándose líde-
res. Suelen manifestar: elevado nivel de psicoticismo, extraver-
sión y sinceridad, y un nivel medio de neuroticismo.

Estos actores, presentarían consecuencias a corto y largo plazo,


pobre ajuste escolar, mayor riesgo de implicarse en peleas, con-
ductas vandálicas, consumo de alcohol y drogas. De igual modo,
hay estudios que han demostrado que ser agresor de bullying,
es un factor de riesgo de la delincuencia (Olweus, 1993, citado
en Calmaestra, 2011: pág.87).

Existen estudios sobre Ciberbullying que ponen en relieve que


los ciber-agresores tienen mayor riesgo de padecer desconexión
moral, falta de empatía, agresividad, no interiorización de las
normas, dependencia de las tecnologías, absentismo escolar y
consumo de sustancias (Garaigordobil, 2011).

VÍCTIMA

La víctima es aquel menor en edad escolar que sufre un mal-


trato o acoso continuado e intencionado por parte de otro com-
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 105

pañero o grupo de iguales, pertenecientes al mismo centro


escolar. Junto con el agresor conforma la diada de la problemá-
tica bullying y cyberbullying.

Existen autores que distinguen diversos tipos de víctimas. Vícti-


mas pasivas, no agresivas o inocentes, y víctimas provocativas o
agresivas (Olweus, 1978; Ortega y Mora-Merchan, 2000, citado
en Calmaestra, 2011: pág. 55). Las víctimas pasivas serían aque-
llas que no provocan a los agresores y son elegidas arbitraria-
mente. Las segundas serían aquellas que provocan a los agreso-
res, aunque sea de forma intencionada. Otros autores distinguen
también víctimas que son agresores de forma simultánea, sería
un tipo mixto (Bowers, 1994; Olweus, 1993, citado en Calmaes-
tra, 2011: pág.55).

Las características que podrían definir los diversos tipos de víc-


tima que se han mencionado serían los siguientes (Olweus 1999,
2005, citado en Calmaestra, 2011: pág. 58):

Víctimas sumisas o pasivas:

• Prudentes, sensibles, tranquilas, reservadas/introvertidas y


tímidas.

• Ansiosas, inseguras, infelices y con baja autoestima.

• Depresivas y presentan mayor tendencia a la ideación suicida


que sus iguales.

• Normalmente no tienen un buen amigo o amiga y se relacio-


nan mejor con los adultos que con sus iguales.

• Si son varones, normalmente son más débiles físicamente que


sus iguales.

Víctimas provocadoras:

• Patrones de respuesta ansiosos y agresivos.

• Dificultades de concentración y bajo rendimiento escolar.

• Algunos se pueden considerar hiperactivos.


106 Jóvenes promesas en Criminología

• Suelen actuar de forma que provoca a sus compañeros o com-


pañeras y produce rechazo social en su clase.

Cerezo (2001), distingue otras características de las víctimas de


bullying, destacando que serían de complexión débil o con
algún defecto, tímidos y con un alto nivel de neuroticismo,
ansiedad e introversión.

Las consecuencias para las víctimas podrían ser el desarrollo


de problemas en las relaciones sociales, salud física y psicoló-
gica. Suelen padecer depresión, ansiedad, problemas de perso-
nalidad e ideaciones suicidas o propensión al suicidio. También
pueden desarrollar una aversión al colegio que provocaría el
absentismo escolar, así como miedo y pánico. Así como angus-
tia en la vida adulta (Mora-Merchan, 2006, citado en Calmaes-
tra, 2011: pág.89).

Existen estudios sobre Ciberbullying que ponen en relieve que


las ciber-víctimas tienen mayor riesgo de padecer ansiedad,
depresión, ideación suicida, estrés, miedo, baja autoestima, ira,
frustración, irritabilidad, trastornos del sueño y dificultad de
concentración, nerviosismo (Garaigordobil, 2011).

TESTIGOS

Son aquellos menores pertenecientes al centro escolar donde


ocurren los hechos y observan las conductas de acoso. Los auto-
res distinguen diversos tipos: aquellos testigos que se posicionan
a favor de la víctima (defensores), los que se posicionan a favor
de los agresores (reforzadores-ayudantes) y, por último, los que
permanecen imparciales a la situación (ajenos) (Ortega, 2005,
citado en Calmaestra, 2011: pág.57). El perfil de los diversos tes-
tigos diferirá según el tipo. Los que defienden la postura de la
víctima, son más empáticos con ellas, al contrario de los que
se posicionan como reforzadores-ayudantes, que apoyarán el
acoso por diversas causas: consideran que la víctima lo merece
o por miedo a ser futuras víctimas si salen en su defensa. Las
consecuencias para ellos pueden ser un desequilibrio emocional
debido al desarrollo de la culpa en un futuro, así como miedo a
ser victimizados.
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 107

FAMILIARES

Las familias de los adolescentes son un factor clave para el desa-


rrollo social de los menores. Existen estudios que correlacionan
el desajuste psicosocial de los adolescentes con la comunicación
familiar (Rodrigo et al, 2004, citado en Cava, Musito y Murgui,
2006: pág.1). Además, las relaciones familiares se ha constatado
que están íntimamente unidas con la autoestima del adolescente
y, por lo tanto, con la violencia escolar.

CUERPO DOCENTE

El cuerpo docente está compuesto por todos aquellos actores


que desarrollan su papel dentro del centro escolar. En primer
lugar, los que más trato tendrán con los agresores y las víctimas
serán los tutores y profesores que compartirán el mayor tiempo
con los alumnos dentro de las aulas. En segundo lugar, estará
el equipo directivo, compuesto por dirección, jefes de estudio,
coordinadores y psicopedagogos, que se encargarán de hacer
frente al problema a través de reuniones con los escolares y sus
familias. Estos actores juegan un papel importante ya que pue-
den identificar los casos de acoso escolar al conocer a los meno-
res y observar cómo se desarrollan las relaciones entre ellos. Sin
embargo, hay que destacar que este fenómeno, al caracterizarse
por el silencio que le acompaña, tanto por parte de los agreso-
res como de la víctima, unido a la escasa formación y tiempo
del cuerpo docente será difícil su detección. Así mismo, la inter-
vención con los menores implicados será complicada si no se
tiene una formación adecuada y un estudio pormenorizado de
la problemática. Las consecuencias para este grupo de actores,
más allá de los sentimientos de culpa y frustración por no haber
108 Jóvenes promesas en Criminología

sido conscientes de la situación, destacarán también las conse-


cuencias a nivel jurídico o mediático para el centro escolar y
para ellos a nivel profesional.

FACTORES DE RIESGO Y DE PROTECCIÓN EN BULLYING Y


CIBERBULLYING

FACTORES DE RIESGO

Se denominan factores de riesgo a aquella serie de circunstan-


cias que se considera que influyen en el delito y en el delin-
cuente, determinando en cierta manera su conducta. Se puede
decir que favorecen la aparición de conductas criminales, si bien
es cierto que no influyen en todas las personas de igual modo.
Se pueden clasificar en diversos tipos (Vázquez, 2003):

• Individuales:

• Factores biológicos y físicos.

• Factores psicológicos. Factores inhibidores y facilitadores


(protectores) de la competencia social (cognitivos, locus de
control externo, bajo autoconcepto, invulnerabilidad perci-
bida, egocentrismo, déficit de empatía, déficit en habilidades
sociales y familiares, impulsividad).

• Familiares:

• Falta de supervisión o control de los padres.

• Actitudes crueles, pasivas y negligentes de los padres. Violen-


cia.

• Disciplina férrea.

• Conflictos familiares.

• Familia numerosa.

• Malos ejemplos conductuales.

• Carencias afectivas.
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 109

• Falta de enseñanza de valores pro-sociales.

• Marginación socioeconómica.

• Socioeducativos. La escuela.

• Fracaso escolar.

• Vandalismo escolar.

• Socio-ambientales. La clase social.

• El grupo de amigos.

• Desempleo.

• Los medios de comunicación

• Violencia en los medios de comunicación.

• Las drogas.

Según Farrington y West (Vázquez, 2003), los factores de riesgo,


se pueden dividir en:

• Privación socio-económica, bajos ingresos, vivienda defi-


ciente, familia numerosa y desempleo.

• Padres y hermanos antisociales.

• Escasa vigilancia y crianza férrea por parte parental.

• Hogares rotos y separaciones tempranas.

• Baja inteligencia y fracaso escolar.

• Elevada impulsividad.

• Toma de decisiones racional.

• Amigos delincuentes.

En el tema que en el presente trabajo se aborda, bullying y


cyberbullying, existen diversidad de estudios y aportaciones de
110 Jóvenes promesas en Criminología

autores respecto de cuáles serían los factores de riesgo que


podrían precipitar y favorecer dicha problemática. A continua-
ción se presenta una reseña de los principales:

• Baja inteligencia (Roland, 1989, citado en García, 2013: pág.47).

• Apego familiar inseguro (Ainsworth & Eichberg, 1991, citado


en García, 2013: pág.48).

• Actitud agresiva del cuidador principal (Olweus, 1999, citado


en Calmaestra, 2011: pág.79).

• Permisividad conducta agresiva del menor (Olweus, 1999,


citado en Calmaestra, 2011: pág.79).

• Métodos de educación basados en el castigo físico y la vio-


lencia emocional (Olweus, 1999, citado en Calmaestra, 2011:
pág.79).

• Temperamento (Olweus, 1999, citado en Calmaestra, 2011:


pág.79).

• Estilos educativos basados en la violencia (Olweus, 1999,


citado en Calmaestra, 2011: pág.79).

• Familias desestructuradas, falta de lazos afectivos (Trianes,


2000, citado en Calmaestra, 2011: pág.80).

• Baja habilidad social, afectiva y moral (Ortega, 2002, citado en


Calmaestra, 2011).

• Pobre relación paterno-filial (Ybarra, 2004, citado en García,


2014: pág.98).

• Ira y hostilidad (Kochenderfer-Ladd, 2004, citado en García


2013: pág.48).

• Falta de vínculos emocionales (Ybarra, 2007, citado en García,


2014: pág.97).

• Consumo de alcohol y drogas (Hinduja y Patchin, 2008,


citado en García, 2014: pág.97).
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 111

• Usuario activo de redes sociales y chats (Mesch, 2009, citado


en Calmaestra, 2011: pág.137).

• Baja autoestima (Calmaestra, 2011).

• Soledad (Calmaestra, 2011).

• Uso frecuente de la Red, llegando a rozar la adicción (Casas-


Bolaños, 2011, citado en Calmaestra, 2011: pág.101).

• Oportunidad delictiva del ciberespacio, por anonimato (Miró,


2012, citado en González, 2015: pág.101).

• Adicción a Internet (Casas, del Rey y Ortega, 2013, citado en


García, 2014: pág.97).

Otro autor, Abel González García en su Tesis Doctoral, El Ciber-


bullying o acoso juvenil mediante Internet: Un análisis empírico
a partir del Modelo del Triple Riesgo Delictivo (TRD), distingue
los factores de riesgo en tres bloques fundamentales:

• Factores de riesgo personales: Angustia, autocontrol, autoes-


tima, autorregulación, depresión, empatía, frustración, ten-
sión, ira, manipulación y desvinculación moral.

• Factores de riesgo de carencias de apoyo pro-social: Apoyo del


grupo de iguales, apoyo familiar, clima escolar y exposición a
la violencia.

• Factores de oportunidad: Anonimato, cultural, frecuencia de


uso de las TIC.

Analizados los factores de riesgo de mayor relevancia, se podría


concluir que la confluencia de dichos factores favorecería que el
menor ejerciese acoso escolar y/o ciberacoso sobre otro compa-
ñero. Habría que destacar que dicha confluencia sería de facto-
res personales, familiares y sociales y del contexto; los factores
aislados o de apariencia muy leve en el menor no tendrían por
qué favorecer dicha problemática.
112 Jóvenes promesas en Criminología

FACTORES DE PROTECCIÓN

Se denominan factores de protección a aquellos factores indi-


viduales y ambientales que funcionan como protectores reales
ante la presencia de eventos complicados y situaciones de estrés
y frustración. Fomentan la resistencia y protegen frente a posi-
bles conductas delictivas. Se pueden clasificar en (Vázquez,
2003):

• Infancia: Buena salud y desarrollo físico. Temperamento


agradable, inteligencia, concentración. Competencias y habi-
lidades sociales, desarrollo de la empatía, capacidad de solu-
cionar los problemas y desarrollo de intereses pro-sociales y
participación en ellos.

• Adolescencia: Responsabilidad y motivación de logro, socia-


ble, flexible, competente, correcto locus de control interno,
autoestima positiva, solución de problemas de forma correcta
y baja impulsividad.

• Ambientales (familiares y sociales): Patrones de crianza con-


sistentes, buena comunicación y fuertes lazos afectivos, com-
promiso con valores sociales y morales. Presencia de las figu-
ras paternas y su atención. Contar con una amplia red social
de apoyo social y emocional.

Los factores de protección en la problemática aquí expuesta han


sido objeto de menos investigación y estudio por los expertos, al
contrario de lo ocurrido con los factores de riesgo. Sin embargo,
existen autores que sí han destacado diversos factores de pro-
tección en bullying y cyberbullying:

• Alta competencia (reconocimiento, comprensión y expresión


emocional) (Sutton et al., 1999, citado en García, 2013: pág.48).

• Bajos problemas internalizantes (Goldbaun et al., 2003, citado


en Calmaestra, 2011: pág.80).

• Apoyo social percibido (Williams y Guerra, 2007, citado en


García, 2014: pág.97).
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 113

• Buen clima escolar (Calmaestra, 2011).

• Autoestima escolar (Calmaestra, 2011).

• Autoestima amistad (Calmaestra, 2011).

• Estimulación cognitiva a edad temprana (Otero, S.).

Estos factores de protección serían fundamentales para poder


evitar situaciones futuras de acoso escolar entre menores, y
también se podrían tener en cuenta para poder desarrollar
medidas de tratamiento en agresores que ya han ejercido la con-
ducta delictiva.

HERRAMIENTAS DE EVALUACIÓN DEL RIESGO

DEFINICIÓN, OBJETIVOS Y ELEMENTOS

La predicción del riesgo de violencia está en función de la peli-


grosidad del agresor y de la vulnerabilidad de las víctimas,
ambas en un contexto situacional específico (Andrés-Pueyo y
Echeburúa, 2010). Las herramientas de gestión del riesgo de
violencia son guías que imponen un protocolo para recoger
todos los datos necesarios y valorar los factores de riesgo y pro-
tección de cada sujeto, dejando en manos del evaluador la deci-
sión final de estimación del riesgo (Sánchez, 2012).

Las técnicas de predicción de la violencia tienen una función


complementaria a los tratamientos de agresores y víctimas. El
objetivo es la estimación de la ocurrencia del comportamiento
violento en el futuro. Se pueden aplicar en contexto jurídico-
penales y asistenciales (Andrés-Pueyo y Echeburúa, 2010).

Dichas herramientas se basan en factores de riesgo (su presencia


aumenta la probabilidad de violencia futura) y factores de pro-
tección (reducen la probabilidad y cuya ausencia no aumenta el
riesgo). Los factores de riesgo pueden ser estáticos o dinámicos.
Los factores de riesgo estáticos son invariables, al contrario de
los dinámicos. Por ello, la valoración y gestión del riesgo debe
tener en cuenta estas características de los factores para poder
114 Jóvenes promesas en Criminología

realizar recomendaciones de intervención posteriores (Sánchez,


2012).

Las fases o etapas de la valoración y gestión del riesgo son las


siguientes (Andrews, Bonta y Wormith, 2006):

1ª Generación. Juicio clínico no estructurado: es asistemático y


subjetivo. Se produce una falta de consistencia y acuerdo entre
profesionales.

2ª Generación. Valoración actuarial: carece de base teórica y se


recogen factores de riesgo estáticos. Ignora factores específicos
del caso, es decir, tiene cierto poder predictor, pero no sirve
para la gestión.

3ª Generación. Valoración clínica estructurada: tiene base teó-


rica y empírica, recoge también factores de riesgo dinámicos.
Admite influencias concretas de cada caso.

4ª Generación. Evaluación basada Empíricamente que integra la


gestión del riesgo: se puede seleccionar la intervención, los obje-
tivos del tratamiento y la evaluación del progreso. Se adminis-
tra en múltiples ocasiones. En esta generación se encuentran las
guías de gestión del riesgo de violencia.

UTILIDADES

Las utilidades de las guías de gestión del riesgo (Sánchez, 2012):

• Mejorar la consistencia y transparencia de las decisiones.

• Orientar las medidas a tomar con el sujeto en función del


riesgo de reincidencia que presente.

• Adecuar la medida judicial a la situación particular (interna-


miento, medidas en la comunidad, etc.).

• Planificar la intervención hacia los factores apropiados.

• Reducir el nivel de riesgo de reincidencia.


Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 115

EJEMPLOS DE HERRAMIENTAS DE EVALUACIÓN DEL


RIESGO

SAVRY

La herramienta de evaluación del riesgo de violencia SAVRY


(Structured Assessment of Violence Risk in Youth) (Borum, Bar-
tel y Fourth, 2003) (Hilterman y Vallés, 2007), es un instrumento
destinado a valorar el riesgo de violencia en delincuencia juvenil
(física y sexual) aplicable a partir de 12-14 años hasta los 18 años.
Consta de 30 factores de riesgo agrupados en cuatro catego-
rías, dentro de los que aparecen 10 factores de protección, que
modulan el pronóstico de los 20 restantes. Las categorías son las
siguientes:

Categoría 1. FACTORES DE RIESGO HISTÓRICOS.

1. Violencia previa.

2. Inicio temprano de la violencia.

3. Historia de actos delictivos.

4. Fracaso de intervenciones anteriores.

5. Intentos de autolesión o suicidio previos.

6. Exposición a la violencia en el hogar.

7. Historia de maltrato infantil.

8. Separación temprana de los cuidadores.

9. Delincuencia de los padres o cuidadores.

10. Bajo rendimiento en la escuela.

Categoría 2. FACTORES DE RIESGO SOCIALES/CONTEX-


TUALES.

11. Delincuencia en el grupo de iguales.

12. Rechazo del grupo de iguales.


116 Jóvenes promesas en Criminología

13. Estrés e incapacidad para enfrentar dificultades.

14. Escasa habilidad de los padres para educar.

15. Falta de apoyo social.

16. Entorno marginal.

Categoría 3. FACTORES DE RIESGO INDIVIDUALES.

17. Asunción de riesgos/ Impulsividad.

18. Problemas de consumo de sustancias.

19. Problemas de manejo de enfado.

20. Baja empatía/remordimiento.

21. Hiperactividad/problemas de concentración.

22. Baja colaboración en intervenciones.

23. Actitudes negativas.

24. Bajo interés/compromiso escolar o laboral.

Categoría 4. FACTORES DE PROTECCIÓN.

25. Implicación pro-social.

26. Apoyo social fuerte.

27. Vínculos con adulto pro-social.

28. Actitud positiva hacia intervenciones y autoridad.

29. Fuerte compromiso con la escuela o el trabajo.

30. Perseverancia como rasgo de personalidad.

Estos ítems son codificados por el evaluador como bajo, mode-


rado y alto. Dicha codificación se explica en la misma guía. Los
factores de protección se codifican con presencia o ausencia.
Existe la posibilidad de que el evaluador señales algún ítem
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 117

como crítico, dándole mayor importancia y valoración. Final-


mente, la evaluación final se valorará como riesgo bajo, mode-
rado o alto, según la codificación resultante.

ERASOR

La herramienta de evaluación del riesgo de violencia ERASOR


(Estimated of Risk of Adolescent Sexual Offense Recidivism)
(Worling y Curwen, 2001) (Venegas, Hilterman, Sánchez y Siria,
2012), es un instrumento destinado a valorar el riesgo de reinci-
dencia sexual de jóvenes de 12 a 18 años, que previamente hayan
cometido un delito sexual. Esta herramienta se compone de 25
ítems, que pueden ser estáticos y dinámicos, divididos en 5 sub-
escalas que son las siguientes:

INTERESES, COMPORTAMIENTOS Y ACTITUDES SEXUALES

1. Intereses sexuales desviados (niños, violencia o ambos).

2. Interés sexual obsesivo/ Preocupación por pensamientos


sexuales.

3. Actitudes de apoyo a los delitos sexuales.

4. Falta de interés por cambiar actitudes e intereses sexuales


desviados.

DELITOS SEXUALES ANTERIORES

5. Delito sexual contra 2 o más víctimas alguna vez.

6. Delito sexual contra la misma víctima 2 o más veces alguna


vez.

7. Sanciones previas al delito sexual provenientes de un


adulto.

8. Amenazas o uso de violencia excesiva o armas durante el


delito sexual.

9. Delito sexual contra un niño/a.


118 Jóvenes promesas en Criminología

10. Delito sexual contra un desconocido/a.

11. Elección indiscriminada de víctimas.

12. Delito sexual contra víctima masculina (para agresores mas-


culinos).

13. Diferentes tipos de conducta sexual delictiva.

FUNCIONAMIENTO PSICOSOCIAL

14. Orientación interpersonal antisocial.

15. Carencia de relaciones íntimas con pares/ aislamiento


social.

16. Influencias y asociaciones negativas con pares.

17. Agresión interpersonal.

18. Reciente escalada de ira o sentimiento negativo.

19. Pobre autorregulación del afecto y el comportamiento


(impulsividad)

FUNCIONAMIENTO FAMILIAR Y ENTORNO

20. Entorno familiar de alto estrés.

21. Relaciones adolescentes-padres problemáticas / rechazo


parental.

22. Los padres no apoyan el tratamiento posterior al delito


sexual.

23. Entorno que facilita oportunidades de reincidencia sexual.

TRATAMIENTO

24. Ausencia de desarrollo o práctica de planes / estrategias rea-


listas de prevención.

25. Tratamiento específico para la delincuencia sexual incom-


pleto.
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 119

Además de estos 25 ítems, se pueden incluir otros factores que


el evaluador considere de gran relevancia y que no aparecen
en la herramienta. Los ítems se codifican como presente, posi-
ble/parcialmente presente, ausente o desconocido. En la guía se
explica cómo valorar cada ítem en los criterios mencionados.
La evaluación final de riesgo se modula como bajo, moderado o
alto.

PCL-R:YV

La herramienta de evaluación del riesgo de violencia PCL-R:YV


(Hare Psychopathy Checklist Revised-Youth Version) (Forth,
Kosson y Hare, 2003), es un instrumento que sirve para valorar
una posible psicopatía en el sujeto. Puede ser complementaria a
otras guías. Los ítems que se presentan son los siguientes:

Factor 1. INTERPERSONAL

1. Manejo de la impresión

2. Grandioso sentido de valía personal

4. Mentira patológica

5. Manipulación para obtener una ganancia personal

Factor 2. AFECTIVO

6. Falta de remordimientos

7. Afecto superficial

8. Insensibilidad y falta de empatía

16. Fracaso para aceptar la responsabilidad

Factor 3. ESTILO DE VIDA

3. Búsqueda de estimulación

9. Orientación parásita

13. Falta de metas realistas


120 Jóvenes promesas en Criminología

14. Impulsividad

15. Irresponsabilidad

Factor 4. ANTISOCIAL

10. Pobre control de la ira

12. Problemas tempranos de conducta

18. Delincuencia juvenil

19. Violación grave de la libertad condicional

20. Versatilidad delictiva

ÍTEMS QUE NO ENTRAN EN NINGÚN FACTOR

11. Conducta sexual inapropiada

17. Relaciones interpersonales inestables

IRIS_R

La herramienta de evaluación del riesgo de violencia IRIS_R


(Inventario de Riesgos Individuales y Sociales) (Redondo y Mar-
tínez-Catena, 2008), es un instrumento de evaluación del riesgo
basado en el Modelo del Triple Riesgo Delictivo (TRD)
(Redondo, 2008). Este instrumento es cumplimentado por el
profesional evaluador, y se puede completar con otras fuentes
de información como datos que aporten familiares, allegados,
policía, justicia, etc.

• Modelo del Triple Riesgo Delictivo (TRD): Postulado por el


profesor Santiago Redondo en el año 2008, es una teoría inte-
gradora o meta-teoría de la delincuencia (Redondo, 2015). Se
asienta en diversas teorías criminológicas previas: Crimino-
logía del Desarrollo, Teorías del Control y del Aprendizaje y
Teorías Situacionales y de Oportunidad. Su objetivo es apor-
tar una explicación plausible de cómo lograr una socialización
e integración en la sociedad, para ello, cada persona requerirá
dos condiciones: disposiciones y capacidades personales,
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 121

apoyo pro-social y protección de frecuentes e intensas opor-


tunidades antisociales.

El Modelo del Triple Riesgo Delictivo (TRD), asume que el com-


portamiento delictivo será más probable a partir de la interac-
ción de (Redondo, 2015):

a. Riesgos Personales (RP): características propias del indivi-


duo que se han relacionado en la investigación criminoló-
gica con la conducta antisocial o delictiva.

b. Carencias de Apoyo Pro-social (CAP): características relacio-


nadas con una socialización insuficiente.

c. Exposición a Oportunidades Delictivas (OP): estímulos físi-


cos, sociales o virtuales para llevar a cabo acciones antisocia-
les o delictivas.

El cuestionario IRIS_R, será cumplimentado por el profesional


a través de una entrevista con el individuo. Constará de los
siguientes apartados:

A. DATOS SOCIODEMOGRÁFICOS

1. Fecha de nacimiento.

Familia e infancia

2. Lugar de nacimiento/Residencia familiar

3. Estructura familiar.

4. Estado civil actual.

5. Relación con la pareja actual.

6. Hijos.

7. Lugar de residencia habitual

Formación y trabajo

8. Nivel de estudios alcanzado.


122 Jóvenes promesas en Criminología

9. Rendimiento escolar/formativo.

10. Problemas en la escuela.

11. Especialización laboral.

12. ¿Trabaja en la actualidad o con antelación al delito?

13. Tipo de trabajo.

14. Número de empleos a lo largo de su vida.

Accidentes y patologías

15. ¿Ha sufrido accidentes a lo largo de su vida?

16. ¿Ha sufrido enfermedades relevantes a lo largo de su vida?

17. ¿Ha consumido o consume drogas?

18. Trastornos psicopatológicos.

Situación jurídico-penal actual

19. Situación actual.

20. Delito o delitos que han dado lugar a la intervención de la


justicia.

21. Previsión de finalización de la condena y vuelta a la vida


comunitaria.

B. INFRACCIONES Y DELITOS MÁS IMPORTANTES

C. POSIBLES RIESGOS PERSONALES

D. POSIBLES CARENCIAS EXPERIMENTADAS EN APOYO


PRO-SOCIAL

E. POSIBLES OPORTUNIDADES Y SITUACIONES FAVORA-


BLES PARA EL DELITO

Tras rellenar estos datos expuestos, el evaluador pasará a com-


pletar una variedad de ítems clasificados en diferentes escalas,
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 123

en los que el individuo deberá dar una puntación del 0 al 5,


según su presencia (5) o ausencia (0). Los ítems serán los siguien-
tes:

POSIBLES RIESGOS PERSONALES (11 ítems)

1. Riesgos en la primera infancia (peso al nacer, problemas


embarazo, drogas…)

2. ¿En qué grado se considera usted una persona impulsiva,


que actúa sin pararse a pesar?

3. ¿En qué grado se considera usted una persona inquieta y


con dificultades para estar tranquilo?

4. ¿En qué grado le atraen las experiencias estimulantes y


arriesgadas?

5. Antes de actuar, esencialmente pienso en mí mismo.

6. No lograr lo que quiero me saca de quicio.

7. Cuando me enfado no me controlo.

8. ¿En qué grado considera usted que puede haber delitos que
estén justificados?

9. ¿En qué grado considera usted que puede haber ocasiones


en que el uso de la violencia esté justificado?

10. He estado enganchado a las drogas.

11. De niño o adolescente he sido maltratado.

POSIBLES CARENCIAS PROSOCIALES (22 ítems)

12. Mi madre tuvo al primero de sus hijos con N años


(>20=0//13<=5).

13. En mi casa hemos sido N hermanos (1-2=0//7+=5).

14. Puedo valorar los conflictos en mi familia en un grado de


frecuencia y gravedad de…
124 Jóvenes promesas en Criminología

15. Mi padre tenía problemas con el alcohol en un grado de…

16. Mi madre tenía problemas con el alcohol en un grado de…

17. Mi padre cometía delitos como (tipología y grado de auto-


ría) con una frecuencia y gravedad de…

18. Mi madre cometía delitos como (tipología y grado de auto-


ría) con una frecuencia y gravedad de…

19. En mi casa eran frecuentes las discusiones y peleas.

20. En mi casa era frecuente que mi padre insultara o pegara a


mi madre o a los hijos.

21. Muchos de mis amigos han sido delincuentes.

22. La policía me detuvo por primera vez cuando yo tenía N


años (+25=0//6-10=5).

23. A lo largo de mi vida me han detenido N veces


(0-3=0//+30=5).

24. Mi primer ingreso en un centro de menores/prisión fue a


los N años (+25=0//6-10=5).

25. A lo largo de mi vida he ingresado en centros de menores/


prisiones N veces (1=0//+21=5).

26. En comparación con otros barrios que conozco, el barrio


en el que crecí tenía muchas carencias (de escuelas, trabajo,
etc.).

27. En comparación con otros barrios que conozco, el barrio en


el que crecí tenía muchos problemas (delincuencia, robos,
pandillas, drogas, etc.)

28. En mi barrio hay muchos inmigrantes.

29. A lo largo de mi vida he presenciado bastantes delitos gra-


ves.
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 125

30. Presenciar actos delictivos y violentos me ha influido nega-


tivamente.

31. Mis relaciones de pareja han sido en general tensas.

32. Mis relaciones personales han sido en general tensas.

33. Mi pareja (o parejas) cometían delitos o participaban en acti-


vidades delictivas.

POSIBLE EXPOSICIÓN A OPORTUNIDADES DELICTIVAS (2


ítems)

34. A lo largo de mi vida he estado en contacto con claras opor-


tunidades para cometer delitos.

35. En comparación con las personas que conozco, se me pre-


sentan muchas oportunidades para cometer delitos.

CONDUCTAS INFRACTORAS Y DELICTIVAS (16 ítems)

1. De niño y adolescente pegaba a mis compañeros de colegio


y amigos.

2. De niño y adolescente me quedaba con cosas que no eran


mías ( juguetes, ropa, móviles, dinero…).

3. De niño y adolescente he dañado a animales, como gatos o


perros.

4. De niño y adolescente he faltado al colegio sin que lo supie-


ran en mi casa.

5. De adolescente me he emborrachado o consumido drogas.

6. Me emborraché por primera vez cuando tenía N años.


¿Cómo? (+25=0//6-10=5).

7. Consumí drogas por primera vez cuando tenía N años. ¿Qué


drogas? (+25=0//6-10=5).
126 Jóvenes promesas en Criminología

8. A lo largo de mi vida he cometido unos N delitos


(0-3=0//+100=5).

9. A lo largo de mi vida he sido condenado por N delios


(1=0//+21=5).

10. He realizado hurtos, con la siguiente frecuencia y gravedad.

11. He realizado robos, con la siguiente frecuencia y gravedad.

12. He realizado robos con intimidación o violencia, con la


siguiente frecuencia y gravedad.

13. He realizado agresiones y lesiones, con la siguiente frecuen-


cia y gravedad.

14. He realizado venta de drogas, con la siguiente frecuencia y


gravedad.

15. He realizado homicidios, con la siguiente frecuencia y gra-


vedad.

16. He realizado otros delitos, con la siguiente frecuencia y gra-


vedad.

PROPUESTA DE HERRAMIENTA

A continuación paso a exponer la herramienta de evaluación del


riesgo de violencia futura en agresores de bullying y cyberbull-
ying. Se trata de una herramienta basada en el Modelo del Tri-
ple Riesgo Delictivo (TRD) (Redondo, 2008). Es un instrumento
a través del que se podrá valorar qué posibilidad existe de que el
joven evaluado ejerza bullying y/o cyberbullying. Se trata de un
cuestionario que debe ser rellenado por el evaluador, aplicando
la guía de codificación, a través de la información obtenida de
una entrevista con el menor acosador, informes del centro esco-
lar, entrevista con la familia, informes de servicios sociales y de
todas aquellas instituciones que hayan intervenido en el pro-
ceso.

La herramienta ERA-B-CB (Evaluación del Riesgo de Agresión


en Bullying y Ciberbullying) consta de 45 ítems clasificados en
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 127

tres escalas: Factores de riesgo personales, carencias de apoyo


pro-social y oportunidades delictivas. A su vez, la primera escala
se subdivide en dos sub-escalas: factores de riesgo históricos,
son estáticos ya que no se pueden modificar; y factores de riesgo
actuales, son dinámicos ya que pueden ser modificados. Los
ítems serán codificados, en base a la guía que se expone, en bajo,
moderado o alto. De igual modo, se podrán señalar aquellos que
el evaluador considere de mayor relevancia para basar el pro-
grama de intervención posterior. Igualmente, la evaluación será
clasificada en riesgo bajo, alto o moderado siguiendo la guía de
codificación. La herramienta está recomendada para menores
comprendidos entre los 11 y los 18 años de edad, si bien se podrá
utilizar en aquellos que aunque siendo mayores de edad conti-
núen en centro escolar.

HERRAMIENTA ERA-B-CB (EVALUACIÓN DEL RIESGO DE


AGRESIÓN EN BULLYING Y CIBERBULLYING)

Información previa

Identificación del evaluador:

Identificación del menor:

Fecha de nacimiento del menor:

Curso escolar que cursa actualmente:

Centro escolar:

Lugar de nacimiento:

Lugar de residencia:

Fecha de valoración:

FACTORES DE RIESGO PERSONALES (22 ítems)

• Factores de riesgo históricos (estáticos)

1. Incidencias de Bullying y/o Cyberbullying previas.


128 Jóvenes promesas en Criminología

2. Otros actos violentos no relacionados con Bullying y Cyber-


bullying.

3. Otros actos delictivos no violentos.

4. Inicio temprano de la violencia.

5. Violencia en el hogar, maltrato infantil.

6. Permisividad de la conducta agresiva del menor en infancia.

7. Separación temprana de los cuidadores, familia desestruc-


turada.

8. Rendimiento escolar previo.

• Factores de riesgo actuales (dinámicos)

9. Autocontrol, manejo del enfado, problemas y del estrés.

10. Empatía con los sentimientos de los demás.

11. Sentimiento de culpa.

12. Ira y hostilidad.

13. Asunción de riesgo, impulsividad.

14. Bajo rendimiento y compromiso escolar.

15. Posible adicción a Internet.

16. Consumo de alcohol y drogas.

17. Ejerce bullying a través de mofas, burlas, insultos.

18. Ejerce bullying a través de la difusión de rumores, chantajes,


exclusión del grupo.

19. Ejerce bullying a través de golpes, pellizcos, zancadillas u


otro tipo de violencia física.

20. Ejerce cyberbullying colgando imágenes y/o vídeos com-


Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 129

prometidos de la víctima en redes sociales, chats de mensa-


jería instantánea u otros.

21. Ejerce cyberbullying colgando rumores, comentarios ofen-


sivos o burlas hacia la víctima en redes sociales, chats de
mensajería instantánea u otros.

22. Ejerce cyberbullying colgando imágenes y/o vídeos de agre-


siones, sucedidas en contexto físico, en redes sociales, chats
de mensajería instantánea u otros.

CARENCIAS DE APOYO PRO-SOCIAL (12 ítems)

23. Carencia de apoyo pro-social de los padres.

24. Carencia de apoyo pro-social de adultos del entorno.

25. Escasa habilidad para educar de los padres.

26. Carencia de vínculos sociales fuertes con adultos.

27. Exposición a la violencia.

28. Carencia de confianza en adultos.

29. Carencia de clima escolar adecuado.

30. Amigos que ejercen bullying y/o cyberbullying.

31. Amigos que ejercen otros actos violentos.

32. Amigos que ejercen otros actos delictivos no violentos.

33. Defensión de la violencia o delincuencia por parte de los


padres.

34. Defensión de la violencia o delincuencia por el grupo de


iguales.

EXPOSICIÓN A OPORTUNIDADES DELICTIVAS (11 ítems)

35. Usuario activo en Internet.


130 Jóvenes promesas en Criminología

36. Practica Cyberbullying por el anonimato que supone.

37. Ejerce bullying y/o cyberbullying para ejercer poder.

38. Ejerce bullying y/o cyberbullying para ser el líder del grupo
de iguales.

39. Ejerce bullying y/o cyberbullying por diversión.

40. Ejerce bullying y/o cyberbullying sobre víctima que ya ha


sido foco de agresión previamente.

41. Ejerce bullying y/o cyberbullying sobre la víctima que con-


sidera más débil.

42. Ejerce bullying en ausencia de adultos (cambios de clase,


recreos, salidas y entradas al centro escolar).

43. Ejerce cyberbullying en ausencia de adultos (no tiene con-


trol de los medios electrónicos por parte de adultos).

44. Ha ejercido cyberbullying sobre víctima en la que ya había


ejercido bullying.

45. Ha ejercido cyberbullying utilizando perfiles falsos creados


para dicho objetivo o dispositivos de otras personas para
ejercerlo.

OTRAS CONSIDERACIONES RELEVANTES

EVALUACIÓN FINAL

• Riesgo alto.

• Riesgo moderado.

• Riesgo bajo.
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 131

GUÍA DE CODIFICACIÓN ERA-B-CB (EVALUACIÓN DE


RIESGO DE AGRESIÓN EN BULLYING Y CIBERBULLYING)

FACTORES DE RIESGO PERSONALES (22 ítems)

• Factores de riesgo históricos (estáticos)

1. Incidencias de Bullying y/o Cyberbullying previas: Se


valora si el individuo ha ejercido bullying y/o cyberbullying
previamente.

Bajo: No se han cometido.

Moderado: Se han cometido uno o dos incidencias.

Alto: Se han cometido tres o más incidencias.

2. Otros actos violentos no relacionados con Bullying y Cyber-


bullying: Se valora si el individuo ha cometido otros actos
violentos como violencia física (que no impliquen acoso),
agresión sexual, amenazas con arma…etc.

Bajo: No se han cometido.

Moderado: Se han cometido uno o dos actos.

Alto: Se han cometido tres o más casos.

3. Otros actos delictivos no violentos: Se valora si el individuo


ha cometido actos delictivos que no conllevan violencia
como hurto, tráfico de drogas, vandalismo, alteración del
orden público.

Bajo: No se han cometido.

Moderado: Se han cometido uno o dos casos.

Alto: Se han cometido tres o más casos.

4. Inicio temprano de la violencia: Cuándo han ocurrido los


primeros hechos violentos de los que se tenga constancia.

Bajo: Más de 14 años.


132 Jóvenes promesas en Criminología

Moderado: Entre los 10 y los 13 años.

Alto: Antes de los 10 años.

5. Violencia en el hogar, maltrato infantil: Se han presenciado


actos violentos en la residencia familiar, se ha utilizado
habitualmente el castigo físico y/o el castigo emocional. Los
padres han ejercido violencia física o psicológica continuada
o un trato negligente con el menor.

Bajo: Nunca.

Moderado: En ocasiones puntuales.

Alto: Habitualmente.

6. Permisividad de la conducta agresiva del menor en infancia:


Se ha permitido la conducta agresiva durante los primeros
años de vida sin ningún tipo de represalia o control por
parte de los padres.

Bajo: Nunca.

Moderado: En ocasiones puntuales.

Alto: Habitualmente.

7. Separación temprana de los cuidadores, familia desestruc-


turada: Los padres se han separado conyugalmente o ha
ocurrido abandono del hogar por una de las partes. No se
tiene relación con los padres, o con alguna de las partes. Se
vive con familiares que no son los padres (abuelos, tíos…etc.)
o en centro de menores.

Bajo: No existe alteración familiar grave.

Moderado: Ha ocurrido en alguna ocasión.

Alto: Ha ocurrido durante de periodos de tiempo significativos


(más de un año).

8. Rendimiento escolar previo: Posibles problemas en el ren-


dimiento académico.
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 133

Bajo: No ha tenido problemas académicos.

Moderado: Ha tenido problemas, como suspender asignaturas


pero se mantiene en el curso que le corresponde.

Alto: El individuo ha repetido curso y/o ha pertenecido a grupos


especiales de bajo rendimiento académico.

• Factores de riesgo actuales (dinámicos)

9. Autocontrol, manejo del enfado, problemas y del estrés:


Expresión emocional o física inadecuada frente a proble-
mas, situaciones incómodas, situaciones en las que se debe
mantener la calma, etc.

Bajo: Presenta una habilidad adecuada.

Moderado: Dificultad moderada para controlarse.

Alto: Dificultad importante para controlarse.

10. Empatía con los sentimientos de los demás: Capacidad para


experimentar cómo se sienten las personas de su alrededor.

Bajo: Presenta una empatía adecuada a su edad.

Moderado: Dificultad moderada para empatizar.

Alto: Dificultad importante para empatizar.

11. Sentimiento de culpa: Capacidad para aceptar los errores


que comete y sentirse mal consigo mismo.

Bajo: Presenta sentimientos de culpa adecuados a su edad.

Moderado: Dificultad moderada en el sentimiento de culpa.

Alto: Dificultad importante en el sentimiento de culpa.

12. Ira y hostilidad: El individuo presenta sentimientos de ira y


hostilidad sin actitudes previas negativas del resto de indivi-
duos.

Bajo: No los presenta.


134 Jóvenes promesas en Criminología

Moderado: Los presenta moderadamente.

Alto: Importancia significativa de estos sentimientos.

13. Asunción de riesgo, impulsividad: Capacidad de meditar


antes de realizar las acciones.

Bajo: No tiene problemas de asunción de riesgo e impulsividad.

Moderado: Algunos o poco importantes comportamientos de


asunción de riesgos e impulsividad.

Alto: Comportamientos importantes de asunción de riesgos e


impulsividad.

14. Bajo rendimiento y compromiso escolar: Interés que le des-


pierta el desarrollo académico al individuo.

Bajo: Muestra un interés medio y compromiso.

Moderado: Muestra un interés pero no asiste al centro escolar.

Alto: No presenta interés y no asiste al centro escolar.

15. Posible adicción a Internet: Tiempo destinado a actividades


en las que se use Internet.

Bajo: No invierte mucho tiempo, quizás menos de una hora al


día.

Moderado: Invierte un tiempo moderado, de 1 a 5 horas al día.

Alto: Puede llegar a invertir más de 5 horas al día.

16. Consumo de alcohol y drogas: Consumo de alcohol y sus-


tancias estupefacientes.

Bajo: No tiene problemas de consumo.

Moderado: Consume ocasionalmente, pero sin que exista una


adicción.

Alto: Consume habitualmente, pudiendo valorar una posible


adicción.
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 135

17. Ejerce bullying a través de mofas, burlas, insultos: Tipo de


acoso escolar en entorno físico de modo psicológico.

Bajo: Nunca.

Moderado: Lo ha ejercido en algunas ocasiones, pero no de


forma habitual o reiterada.

Alto: Lo ejerce habitualmente, durante largos periodos de


tiempo.

18. Ejerce bullying a través de la difusión de rumores, chantajes,


exclusión del grupo: Tipo de acoso escolar en entorno físico
de modo psicológico.

Bajo: Nunca.

Moderado: Lo ha ejercido en algunas ocasiones, pero no de


forma habitual o reiterada.

Alto: Lo ejerce habitualmente, durante largos periodos de


tiempo.

19. Ejerce bullying a través de golpes, pellizcos, zancadillas u


otro tipo de violencia física: Tipo de acoso escolar en
entorno físico de modo físico.

Bajo: Nunca.

Moderado: Lo ha ejercido en algunas ocasiones, pero no de


forma habitual o reiterada.

Alto: Lo ejerce habitualmente, durante largos periodos de


tiempo.

20. Ejerce cyberbullying colgando imágenes y/o vídeos com-


prometidos de la víctima en redes sociales, chats de men-
sajería instantánea u otros: Tipo de acoso escolar de tipo
online.

Bajo: Nunca.
136 Jóvenes promesas en Criminología

Moderado: Lo ha ejercido en algunas ocasiones, pero no de


forma habitual o reiterada.

Alto: Lo ejerce habitualmente, durante largos periodos de


tiempo.

21. Ejerce cyberbullying colgando rumores, comentarios ofen-


sivos o burlas hacia la víctima en redes sociales, chats de
mensajería instantánea u otros: Tipo de acoso escolar tipo
online.

Bajo: Nunca.

Moderado: Lo ha ejercido en algunas ocasiones, pero no de


forma habitual o reiterada.

Alto: Lo ejerce habitualmente, durante largos periodos de


tiempo.

22. Ejerce cyberbullying colgando imágenes y/o vídeos de agre-


siones, sucedidas en contexto físico, en redes sociales, chats
de mensajería instantánea u otros: Tipo de acoso escolar de
tipo online.

Bajo: Nunca.

Moderado: Lo ha ejercido en algunas ocasiones, pero no de


forma habitual o reiterada.

Alto: Lo ejerce habitualmente, durante largos periodos de


tiempo.

CARENCIAS DE APOYO PRO-SOCIAL (12 ítems)

23. Carencia de apoyo pro-social de los padres: Soporte emo-


cional y apoyo consistente.

Bajo: El joven cuenta con apoyo pro-social de los padres.

Moderado: El joven cuenta con apoyo pro-social de uno de los


padres.

Alto: El joven no cuenta con apoyo pro-social de los padres.


Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 137

24. Carencia de apoyo pro-social de adultos del entorno:


Soporte emocional y apoyo consistente.

Bajo: El joven cuenta con apoyo pro-social de los docentes o


familiares cercanos.

Moderado: El joven cuenta con apoyo pro-social de algún


adulto cercano.

Alto: El joven no cuenta con apoyo pro-social por ningún


adulto.

25. Escasa habilidad para educar de los padres: Disciplina,


supervisión, implicación de los padres.

Bajo: Adecuada.

Moderado: En ocasiones inconsistente.

Alto: Extremadamente inconsistente.

26. Carencia de vínculos sociales fuertes con adultos.

Bajo: El menor ha tenido lazos duraderos, positivos y fuertes


con al menos un adulto.

Moderado: El menor ha tenido lazos pero poco duraderos, ni


fuertes.

Alto: El menor no ha tenido lazos con ningún adulto.

27. Exposición a la violencia: Violencia en el hogar, escuela,


ambientes que frecuenta.

Bajo: El menor no ha presenciado actos violentos.

Moderado: El menor presencia ocasionalmente actos violentos


en algunos ambientes, pero no en todos los que frecuenta.

Alto: El menor presencia habitualmente actos violentos en


todos aquellos lugares que frecuenta.

28. Carencia de confianza en adultos.


138 Jóvenes promesas en Criminología

Bajo: El menor confía en la mayoría de los adultos que le


rodean.

Moderado: El menor confía en escasos adultos de los que le


rodean.

Alto: El menor no confía en ningún adulto de los que le rodean.

29. Carencia de clima escolar adecuado.

Bajo: El menor frecuenta un clima escolar adecuado, carente de


violencia y actos delictivos graves.

Moderado: El menor frecuenta un clima escolar en el que, oca-


sionalmente, se dan episodios de violencia y actos delictivos
graves.

Alto: El menor frecuenta un clima escolar en el que habitual-


mente se dan episodios de violencia y actos delictivos graves.

30. Amigos que ejercen bullying y/o cyberbullying.

Bajo: El menor no tiene amigos que lo ejercen.

Moderado: El menor tiene uno o dos amigos que lo ejercen.

Alto: El menor tiene tres o más amigos que lo ejercen.

31. Amigos que ejercen otros actos violentos.

Bajo: El menor no tiene amigos que cometan actos violentos.

Moderado: El menor tiene uno o dos amigos que cometen actos


violentos.

Alto: El menor tiene tres o más amigos que cometen actos vio-
lentos.

32. Amigos que ejercen otros actos delictivos no violentos.

Bajo: El menor no tiene amigos que cometan actos delictivos no


violentos.
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 139

Moderado: El menor tiene uno o dos amigos que cometen actos


delictivos no violentos.

Alto: El menor tiene tres o más amigos que cometen actos delic-
tivos no violentos.

33. Defensión de la violencia o delincuencia por parte de los


padres: Apoyan la legitimidad de la violencia o la delincuen-
cia para la resolución de problemas.

Bajo: No existe defensión por parte de los padres.

Moderado: Los padres defienden el uso de la delincuencia o de


la violencia en ciertas ocasiones.

Alto: Los padres defienden el uso de la delincuencia o de la vio-


lencia para resolver la mayoría de las circunstancias.

34. Defensión de la violencia o delincuencia por el grupo de


iguales: Apoyan la legitimidad de la violencia o la delin-
cuencia para la resolución de problemas.

Bajo: No existe defensión por parte del grupo de iguales

Moderado: El grupo de iguales defiende el uso de la delincuen-


cia o de la violencia en ciertas ocasiones.

Alto: El grupo de iguales defiende el uso de la delincuencia o de


la violencia para resolver la mayoría de las circunstancias.

EXPOSICIÓN A OPORTUNIDADES DELICTIVAS (11 ítems)

35. Usuario activo en Internet: Frecuencia que se usan las TIC y


otros servicios on-line.

Bajo: El menor no frecuenta habitualmente las redes sociales,


chats de mensajería instantánea, juegos on-line, etc.

Moderado: El menor es usuario en ocasiones de las redes socia-


les, chats de mensajería instantánea, juegos on-line, etc.

Alto: El menor es usaría frecuente y habitual de las redes socia-


les, chats de mensajería instantánea, juegos on-line, etc.
140 Jóvenes promesas en Criminología

36. Practica Cyberbullying por el anonimato que supone.

Bajo: No practica cyberbullying.

Moderado: Lo practica en ocasiones porque le da seguridad de


no ser descubierto.

Alto: Siempre lo practica porque le da seguridad de no ser des-


cubierto.

37. Ejerce bullying y/o cyberbullying para ejercer poder.

Bajo: No practica ningún tipo de acoso.

Moderado: Lo practica en ocasiones para ejercer poder.

Alto: Siempre lo practica para ejercer poder.

38. Ejerce bullying y/o cyberbullying para ser el líder del grupo
de iguales.

Bajo: No ejerce ningún tipo de acoso.

Moderado: Lo practica en ocasiones para que se le considere


líder.

Alto: Siempre lo practica para que se le considere líder.

39. Ejerce bullying y/o cyberbullying por diversión.

Bajo: No ejerce ningún tipo de acoso.

Moderado: Lo practica en ocasiones por diversión.

Alto: Siempre lo ejerce por diversión.

40. Ejerce bullying y/o cyberbullying sobre víctima que ya ha


sido foco de agresión previamente.

Bajo: No ejerce ningún tipo de acoso.

Moderado: Lo ejerce en ocasiones sobre una víctima que ya ha


sido victimizada anteriormente.
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 141

Alto: Siempre lo ejerce sobre una víctima que ya ha sido victi-


mizada anteriormente.

41. Ejerce bullying y/o cyberbullying sobre la víctima que con-


sidera más débil.

Bajo: No ejerce ningún tipo de acoso.

Moderado: Lo ejerce en ocasiones sobre la víctima que consi-


dera más débil.

Alto: Siempre lo ejerce por la debilidad de la víctima.

42. Ejerce bullying en ausencia de adultos (cambios de clase,


recreos, salidas y entradas al centro escolar).

Bajo: No ejerce bullying.

Moderado: En ocasiones aprovecha la ausencia para ejercerlo.

Alto: Siempre aprovecha la ausencia para ejercerlo.

43. Ejerce cyberbullying en ausencia de adultos (no tiene con-


trol de los medios electrónicos por parte de adultos).

Bajo: No ejerce cyberbullying.

Moderado: En ocasiones aprovecha la ausencia de adultos.

Alto: Siempre aprovecha la ausencia para ejercerlo.

44. Ha ejercido cyberbullying sobre víctima en la que ya había


ejercido bullying.

Bajo: Nunca.

Moderado: En ocasiones lo ha ejercido pero sin continuidad


temporal.

Alto: Siempre que ejerce bullying sobre la víctima, continúa


ejerciendo cyberbullying.

45. Ha ejercido cyberbullying utilizando perfiles falsos creados


142 Jóvenes promesas en Criminología

para dicho objetivo o dispositivos de otras personas para


ejercerlo.

Bajo: No, o siempre ha utilizado sus propios dispositivos o per-


files.

Moderado: En ocasiones ha suplantado identidades o creado


perfiles al efecto, pero en ocasiones puntuales sin ser de forma
reiterada.

Alto: Siempre ha ejercido ciberbullying a través de perfiles o dis-


positivos falsos.

OTRAS CONSIDERACIONES RELEVANTES

El evaluador podrá anotar en esta sección aquellas característi-


cas o factores que no se contemplen en la guía pero que consi-
dere relevantes para la evaluación final del menor.

EVALUACIÓN FINAL

• Riesgo bajo: El evaluador considerará riesgo bajo cuando, tras


la codificación, le aparezcan 13 o menos ítems de riesgo alto.

• Riesgo moderado: El evaluador considerará riesgo moderado


cuando, tras la codificación, le aparezcan de 13 a 27 ítems de
riesgo alto.

• Riesgo alto: El evaluador considerará riesgo alto cuando, tras


la codificación, le aparezcan 27 o más ítems de riesgo alto.

DISCUSIÓN

La herramienta expuesta en este trabajo está basada en el


Modelo del Triple Riesgo Delictivo (Redondo, 2008), la funda-
mentación en este modelo teórico hace posible que la herra-
mienta abarque diversas características que inciden en la con-
ducta del menor. Al reseñar los factores de riesgo personales,
tanto históricos como dinámicos, se puede evaluar qué nivel de
incidencia existe de acoso escolar, así como características psi-
cológicas que sería interesante reforzar o modificar. En segundo
Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 143

lugar, se evalúan las carencias de apoyo pro-social, se abordan


aquellas circunstancias de ámbito social que influyen en la eje-
cución del acoso y a través de las que se puede modificar la con-
ducta eliminando las negativas y buscando impulsar las positi-
vas. Por último, todas aquellas circunstancias que favorecen que
se de este tipo de conducta, de igual modo, se deben vigilar
aquellas circunstancias más facilitadoras de la conducta. Con-
sidero que es una herramienta bastante completa, que aporta
muchos datos para poder establecer el nivel de riesgo del menor
evaluado de forma acertada y cercana a la realidad, lo que faci-
litará implantar un programa de intervención eficaz e indivi-
dualizado. Por supuesto, esta herramienta también cuenta con
debilidades, en primer lugar no aborda todas las características
que puede llegar a tener un menor infractor, lo que puede con-
llevar dejar de tratar una circunstancia específica por no refle-
jarla. De igual modo, es necesario una validación que clarifique
que esta herramienta es adecuada para la mayoría de casos
de bullying y ciberbullying o, si por el contrario, es necesa-
rio modificar los ítems reflejados, disminuirlos, sustituirlos o
aumentarlos. Por último, aunque se abordan numerosos facto-
res de riesgo y de protección que influyen en la conducta, a nivel
personal y psicológico pueden darse otros que no se reflejen en
la herramienta por investigación insuficiente.

CONCLUSIONES

Tras haber realizado el presente trabajo y la elaboración de la


herramienta de evaluación del riesgo de violencia, son muchas
las conclusiones que se pueden extraer. En primer lugar, hay
que mencionar la elevada prevalencia que tienen estos fenóme-
nos en la sociedad actual, afectando a numerosos escolares y
conllevando unas consecuencias nefastas tanto para la víctima,
como para el agresor y todas aquellas personas que tienen lugar
en el proceso. De esta gran prevalencia se puede extraer que
es necesario una actuación por parte de las instituciones públi-
cas y una gran investigación, tanto del fenómeno, de los actores
que interactúan, como de los factores de riesgo y protección
que favorecen que se produzca el acoso escolar. Esta gran pre-
valencia deja entre ver la necesidad de implantar unas medidas
144 Jóvenes promesas en Criminología

preventivas adecuadas que, sin el adecuado estudio de la feno-


menología englobando todos aquellos aspectos fundamentales
y que influyen en ella, serán inadecuadas o insuficientes.

En segundo lugar, hay que destacar la importancia de las herra-


mientas de evaluación del riesgo de violencia. En el presente
trabajo se han expuesto aquellas de mayor relevancia en delin-
cuencia juvenil, pero hay que destacar la inexistencia de una
específica para el bullying y el ciberbullying. Estas herramientas
son fundamentales para realizar un estudio completo y espe-
cífico del agresor y la posibilidad de riesgo de violencia futura
existente. Son útiles para elaborar un tratamiento adecuado del
agresor, más individualizado y personalizado, enfocado a su
riesgo de violencia futura que, por lo tanto, será más efectivo ya
que la herramienta orientará al evaluador qué intervención será
la más adecuada. Es necesario valorar que una correcta inter-
vención con el menor puede evitar el desarrollo de una posi-
ble carrera delictiva en el futuro, así como una desadaptación
social y/o psicológica; del mismo modo con la víctima evitando
un posible absentismo escolar o consecuencias psicológicas y/o
sociales más graves. De igual modo, se podrá analizar antes de
implantar medidas que también afecten a la víctima y a otros
agentes de la problemática, como puede ser un posible cambio
de centro escolar.

El bullying y el ciberbullying conllevan graves consecuencias


tanto para la víctima, como para los agresores, por lo que es
necesario que exista una coordinación de especialistas multidis-
ciplinares, profesionales de ciencias sociales, psicología, crimi-
nología y magisterio que puedan aportar conocimientos para
que los protocolos de actuación, antes mencionados, o los pro-
gramas de intervención sean adecuados y aborden correcta-
mente todas las características que tienen lugar en estos hechos.
Además, debe existir la necesidad por parte de las instituciones
de transmitir ayuda a la víctima, agresor y las familias, ya que es
una situación dura para cualquiera de las partes y se debe evitar
un sentimiento de soledad o desconocimiento de cómo tratar el
tema en el seno familiar.

Frente a esta situación, una conclusión clara es la necesidad de


Herramienta de evaluación del riesgo de agresión en bullying y 145

evaluar. Una herramienta de evaluación del riesgo de violencia


en acoso escolar, como la expuesta en el presente trabajo, podrá
establecer ante qué nivel de riesgo de reincidencia se está y cuá-
les son las características del menor que tienen mayor influencia
en su conducta, esto facilitará la implantación de un programa
de intervención que cubra las necesidades del menor y se ade-
cúe a su problemática real. Además, la evaluación a través de
una herramienta, se puede realizar periódicamente para esta-
blecer si las medidas que se han impuesto están siendo eficaces
o, si por el contrario, es necesario modificar el programa.

Por último, es necesario recordar que para evitar este tipo de


conductas es necesario implantar medidas preventivas. Tras
realizar el trabajo, se puede concluir que es necesario que se
eduque desde tempranas edades en un correcto uso de las nue-
vas tecnologías, TIC e Internet; sería necesario una mayor edu-
cación en la tolerancia y en el respeto entre iguales, evitando
que surjan prejuicios o la necesidad de protagonismo o poder de
los adolescentes para sentirse importantes; educar en el no uso
de la violencia para la solución de problemas; y lo más impor-
tante, una educación basada en la empatía, en la necesidad de
que los menores sean capaces de ponerse en el lugar del otro, de
cómo se sentirían ellos si alguien realizase esas acciones sobre
su persona. Las instituciones son muy importantes en la solu-
ción de esta problemática. En primer lugar, hay que destacar
los centros escolares, foco donde conviven millones de jóve-
nes en nuestro país y donde se suceden estos casos de abuso
y acoso que merman la educación y el desarrollo. Es necesaria
una mayor formación de los docentes para poder diagnosticar y
gestionar estas situaciones, sería incluso interesante la inclusión
de especialistas específicos para tratarlas. Esta formación debe-
ría basarse en cuáles son los indicadores más importantes de
estar ante un posible agresor o una posible víctima en las prime-
ras manifestaciones, evitando así que evolucione y conlleve con-
secuencias irreparables o de mayor repercusión para todos los
implicados. Es necesaria una implicación también de las fami-
lias, que exista comunicación entre ellas y el centro para que las
posibles medidas sean efectivas y no se repitan situaciones. De
igual modo, sería interesante implantar en los centros protoco-
146 Jóvenes promesas en Criminología

los de actuación unificados y coordinados con servicios especia-


listas para un correcto abordaje de la problemática. Por último,
considero que sería importante implantar medidas legales que
abordasen la problemática. Se debería valorar la posibilidad por
parte de las instituciones públicas de implantar medidas para
evaluar el clima escolar, la sensación de alumnos y docentes
acerca del bullying y ciberbullying y, poder así, implantar medi-
das efectivas que fuesen revisadas y modificadas según los resul-
tados.

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Context

Nidhi Nagdev Nagdev. Universitat Autònoma de


Barcelona. Tutora: Anna Meléndez Peretó.

RESUMEN

La probation siempre ha sido concebida como una medida


penal alternativa donde los Probation Officers realizan un
acompañamiento al penado por el camino del desistimiento. La
literatura internacional sobre la eficacia de la probation, indica
que las habilidades que usan los Probation Officers, en las entre-
vistas con los penados, afectan a la posterior reincidencia de
éstos. Estas habilidades están relacionas con el uso de los Core
Correctional Practices y el modelo de Risk Need and Respon-
sivity, considerándolas como la base de la relación entre Pro-
bation Officer e infractor. El objetivo del estudio era examinar
hasta qué punto, los Probation Officers del contexto español,
concretamente Catalán, hacen uso de éstas habilidades. La
metodología usada es una técnica cualitativa, basada en la obser-
vación de entrevistas entre Probation Officers y penados. Los
resultados de este estudio indicaron que se da la presencia de las
habilidades y una adecuada adaptación de ellas a la situación del
penado, asegurando una buena praxis.
150 Jóvenes promesas en Criminología

Palabras claves: probation, sanciones comunitarias, probation


officer, habilidades, entrevista, Core Correctional Practices, Risk
Need Resposivity

ABSTRACT

Probation has always been conceived as a community sanction


where Probation Officers accompany the convict on the path of
desistance. International literature on the effectiveness of pro-
bation indicates that the skills used by Probation Officers, in
the interviews, with the convicts effect on the subsequent reci-
divism of the offenders. These skills are related to the use of
Core Correctional Practices and the Risk Need and Responsi-
vity model, considering them the bases of the relationship bet-
ween Probation Officer and offender. The aim of the research
was to examine until which extent, the Probation Officers of the
Spanish context, specifically Catalan, make use of these skills.
The methodology used was a qualitative technique based on the
observation of interviews between Probation Officers and offen-
ders. The results of this study indicated the presence of the skills
and an adequate adaptation of them to the situation of the con-
vict, guaranteeing good practice.

Key words: probation, community sanction, probation officer,


skills, interview, Core Correctional Practices, Risk Need Respon-
sivity.

INTRODUCTION

In the recent decades there has been an increasing use of com-


munity sanctions, as sentences, by legislators in democratic
societies around the world (McNeill and Beyens, 2013; Epper-
son, Canada, Thompson and Lurigio, 2014; Klingele, 2013).
These penalties, also known as alternatives to imprisonment
or community offender supervision, as they are executed in
the community instead of prison, have emerged under various
basis, which change from region to region. So it can be observed
that in some countries the preamble of the law clearly speaks
about its rehabilitative aim, while in others, these measures
Probation Officer Skills: Spanish Context 151

emerge in response to the preoccupying and unsustainable


increase in the prison population.

The first part of this paper seeks to describe those community


sanctions in which, in addition to the intervention of other jus-
tice personnel ( judges, lawyers), there is the intervention of a
third professional, who is the Delegate of Execution of Measu-
res1 in Spain, also known as the classic Probation Officer (hen-
ceforth PO) in places like England and the United States. There-
fore, in this dissertation, the third professional will be denomi-
nated as PO because it seems to be the appropriate terminology
as the paper is written in English.

The purpose of this third party, in its initials, was defined as


“advise, assist and best friend” of the convicts (Raynor, 2012),
which, together with the purpose of supervision of the offen-
ders, makes up the term of probation. However, observing the
evolution of the concept, these goals have been changing and
being shaped according to the context of the countries and poli-
tical interests.

The catalogue of community sanctions varies between coun-


tries and continents. There are countries in which the PO
appears in subsequent measures to imprisonment, such as
parole, but these measures will not be object of study, because
in Spain the PO only appears in community sanctions that are
imposed as direct (autonomous) or optional sentences to offen-
ces: suspension of the sentence with conditions and community
service.

In order to understand the differences between implementation


and functioning of community sanctions, or in this case, those
measures that include probation, it is important to refer to the
nature of the legal system of a country. This defines the discre-
tionary power permitted to each professional in the judicial sys-
tem, or in other words, defines the extension of their freedom
to decide and act.

Depending on the nature of the legal system, there is, on one


hand, the common law system, born in countries with Anglo –
Saxon tradition, and on the other hand, the written law system
152 Jóvenes promesas en Criminología

that comes from Continental Europe (Reinmann and Zimmer-


mann, 2006). The main difference between both is that the
common law system is set up on the principle of proportiona-
lity, basing the decisions on the existing jurisprudence to pre-
vent discrimination, whilst the written law system is set up on
the principle of legality, basing the decision on the written laws
and codes, avoiding the courts from creating new rules.

The second part of this research refers to the role performed


by POs in the probation process with the offenders. Specifically,
it refers to several studies and international literature that talks
about the relationship between the skills and techniques of the
POs and the subsequent recidivism of the offenders, relating it
also, to the prevailing training of POs throughout the world.

Finally, the third part of this research explains how the study of
the skills and techniques of POs has been done in the Spanish-
Catalan context, shows the results, and exposes the discussion of
the results.

INTERNATIONAL PERSPECTIVE OF COMMUNITY


SANCTIONS

This section will review how community sanctions, in different


regions of the world, are set up, starting with the United States,
followed by Europe, then it will focus on Spain, and finally, on
Catalonia, taking into account the peculiarities that this region
has in relation the execution of community sanctions, in com-
parison to the rest of Spain.

UNITED STATES

In the United States, the probation emerged in the 1840s as an


alternative to prison with a rehabilitative aim that was respon-
sible for providing support and services to offenders, such as
treatment for drug addiction or alcoholism, training, accom-
modation and other interventions to help offenders pass from
criminal behaviour to productive participation in the commu-
nity (Epperson et al., 2014).

Between 1977 and 2010 the prison population in the United Sta-
Probation Officer Skills: Spanish Context 153

tes rose from about 300,000 to more than 1.5 million and the
population on probation rose four times higher, from 800,000
to over 4,000,000 (Klingele, 2013). The use of community sanc-
tions such as probation increased to reduce the prison popu-
lation and costs since probation is cheaper. However, from the
70s, the rise in the use of probation produced the transition of
its aim from rehabilitation to the supervision of offenders and
maintenance of public safety (Petersilia, 1997).

Klingele (2013) defines probation as a sanction that is fulfilled


in the community and is imposed as an alternative to prison or
as an autonomous sentence. Thus, probation involves the com-
pliance of a series of conditions by the offender, and these con-
ditions are determined in the judgement sentence.

As a general rule, in most jurisdictions, judgment sentences


contain mandatory conditions such as: interview a PO periodi-
cally, avoid further offences, and fines. The court may include,
and sometimes must, under the influence of federal law, other
conditions depending on the offence and the type of offender.
Accordingly, in crimes of domestic violence, the offender is
required to attend a rehabilitation program, sex offenders may
be subject to electronic monitoring at certain times, may have
limited access to the internet or have to undergo chemical cas-
tration (Klingele, 2013).

A part from the mandatory conditions indicated in the federal


law, the court and PO may impose extra conditions referring
to rehabilitation and to avoid the risk of recidivism, such as: go
to work and/or classes, participate in treatment programs for
drug addiction or alcoholism, ban the possession of weapons,
ban socializing with offender friends, among others. Adminis-
trative conditions may also appear, as can be the delivery of
financial reports with appropriate supporting documentation,
ask for permission before traveling outside the state, and report
changes in employment or residence (Klingele, 2013).

The imposition of probation depends on the courts, and the


sentence is based on the judgement of the proportionality done
between the offence and the sanction, that is to say that in the
154 Jóvenes promesas en Criminología

US there is prevalence of the common law system. Still, there


is a diversity of structures of probation throughout the US, as
each state is influenced by local culture that defines aspects, such
as, whether the probation is carried out by executive or judicial
powers, how it is financed and, if it depends directly on the state
or local entity (Klingele, 2013).

EUROPE

A survey conducted in 2007, by Durnescu (quoted in McNeill


and Beyens, 2013), on people convicted in Europe showed that
there were almost 2 million people incarcerated and other 3.5
million people were complying with community sanc-
tions. This expansion of the community sanctions, since the 80s
until the present (Durnescu, Enengl, Grafl, 2013), has taken place
mainly for the same reason as in the US, because of the econo-
mic costs of incarceration, but also because of the intermediate
criminal policy that is predominant in Europe, as some coun-
tries tend to increase punitiveness whilst others try to stop it
(Morgenstern, 2011).

Thus, this position of the European criminal policy seems to be


resulting in longer sentences or supervision in the community
for unlimited time, for serious offenders (note that the decision
is taken referring to the type of offender and not the offence,
because there is also a tendency to criminalize marginalized
sectors such as drug addicts and illegal immigrants) and very
mild or fine penalties for minor offenders (Morgenstern, 2011).

Specifically, the European Probation Rules (Council of Europe,


2010) define probation as: “The implementation in the commu-
nity of sanctions and measures defined by law and imposed on
an offender. It includes a range of activities and interventions
which involve supervision, guidance and assistance aiming at
the social inclusion of the offender, as well as at contributing to
community safety.”

Referring to community sanctions as sentences imposed in


judgment, it is observed that in most jurisdictions they appear
as a direct and autonomous sanction (apart from imprison-
Probation Officer Skills: Spanish Context 155

ment). Still actually, in many jurisdictions they are applied when


the prison sentence is suspended, that is, as an alternative to
prison. This takes place in countries like Ireland, England and
Wales, the Netherlands, Germany, France, Spain, Lithuania and
Belgium (Boone and Herzog-Evans, 2013).

Conditions applied in probation in European countries are


quite similar: community service or unpaid work, particular
prohibitions (contact with someone specific or go to a particular
place, alcohol consumption, use of internet, of certain types
of jobs, practice a political job), residential obligations, work
or education/training, treatment and/or behavioural interven-
tion, victim compensation, mediation with the victim, attend
meetings providing the necessary documentation as evidence
and electronic control or permanent localization. It is important
to take into account that there are countries such as Hungary,
where mediation is an obligation determined in the judgment,
Belgium, where it is mandatory to apologize to the victim, and
Lithuania, where besides the apology, the victim should receive
assistance (Boone and Herzog-Evans, 2013).

In all European jurisdictions, the decision of the sanction


to be imposed lies within the courts. However, there are coun-
tries like France, Belgium, Germany, and the Netherlands,
where sometimes these decisions are passed to other professio-
nals of the justice, such as prosecutors. These are responsible
for resolving disputes out of court, which may also include the
granting of a privilege because of their post (Boone and Herzog-
Evans, 2013).

Depending on the nature of the legal system of the country, if


it is a written law system (France and Spain), it will be impos-
sible to impose more conditions than those listed in law, whilst
those where the common law is predominant (England and
Wales), the jurisprudence indicates what limitations and obli-
gations can be imposed on a certain type of crime, in addi-
tion to the judgement of proportionality done for the offence,
resembling to the United States (Boone and Herzog-Evans,
2013).
156 Jóvenes promesas en Criminología

SPAIN

From 1996 to 2006, there was an increase in the prison popu-


lation of Spain from approximately 44,312 inmates in 1996 to
about 63,248 in 2006 (Cid, 2008), despite the introduction of
new community sanctions in the Spanish Criminal Code of
1995. According to the Study Group of Criminal Policy2 (2005)
this increase is due, among other reasons, to the insufficient
application of the new community sanctions that appear in the
1995 Criminal Code.

Accordingly, there has been only use of the ordinary suspension


of the sentence (when the sentence is less than two years and the
offender has no criminal record), which has reduced the num-
ber of entries in prison. Nevertheless, there has been no use of
intermediate sanctions between prison and ordinary suspension
(applicable if the offender already has a criminal record) like the
extraordinary suspension for drug addicts and the suspension
with conditions. In the 1995 Penal Code also appears the penalty
of community service as an alternative and direct sanction of
many offences.

In spite of the context described above, it is noteworthy that


in the recent years the application of the community service
and suspension of the sentence with conditions has increased
because of the different changes that were introduced in the
1995 Criminal Code in relation to crimes of domestic/gender
violence and road safety, since both can be convicted with com-
munity service and suspension with conditions (Blay and
Larrauri, 2011). So, the figures indicate that community service
as a sanction has increased from 4,841 sentences in 2006 to
109,574 sentences in 2009 (INE, quoted in Blay and Larrauri,
2011).

Blay and Larrauri (2011) define as community sanctions those


that do not deprive the subject of their freedom and are execu-
ted in the community, but also require probation, as a way of
supervising the offender and to help the offender develop a
life without committing new offences, which is carried out by a
PO. In the Spanish context, those penalties defined as commu-
Probation Officer Skills: Spanish Context 157

nity sentences containing probation are community service, as


an unpaid work of public utility and social interest, and the sus-
pension with conditions.

Currently, in Spain, there is a situation of change as there has


been a reform of the Criminal Code, with the approval of the
Organic Law 1/2015, of 30 March, which modifies the Organic
Law 10/1995 of 23 November, of the Criminal Code.

In this new setting, on one hand, community service can be


imposed as a penalty when: the suspension and replacement of
the sentence is adopted because the offender is not a habitual
offender, the sentence does not exceed two years, the offender
repairs the damage and pays a fine or does community service
(art. 80) or when the personal subsidiary responsibility is not
accomplished because of an unpaid fine (art. 53).

Community service can be also imposed on offences that can


be classified in three different contexts. Firstly, in the context
of domestic violence, are susceptible of community service and
are accompanied by the obligation to complete a re-education
program, the following offenses: occasional abuse (art. 153),
minor threats (art. 171.4,5 and 7), mild coercion (art 172.2 and 3)
repeated harassment (art. 172b 2) and slight and unfair injury
or harassment (art. 173.4). Secondly, in the context of road
safety, are susceptible to community service: theft of vehicle
(art. 244), driving with excessive speed (article 379.1.), driving
under the effects of drugs or alcohol (article 379.2.), driving
without license (art. 384), and causing serious risk traffic (art.
385). Finally, in the context of counterfeit, are susceptible of
community sanctions the itinerant or occasional sale of works
and fake products with copyright (art. 270.4 and 274.3 of LO 1/
2015, of March 30).

On the other hand, the application of the suspension of the sen-


tence, may be extraordinary for drug addicts or alcoholic when
the sentence is less than five years and the offender has lost the
habit of drugs or is in treatment (art. 80.5), or can be with con-
ditions (art. 83) as: the prohibition of approaching the victim,
prohibition of contact with certain people or groups, prohibi-
158 Jóvenes promesas en Criminología

tion to approach or live in a certain place, interview a judge or


court periodically, participate in trainings, participate in drug or
alcohol dependency treatment programs, ban on driving vehi-
cles that don’t have the means that adapt to the conditions of the
driver, among others. It is noteworthy that the judge or court
can add other conditions that can be considered necessary for
the social rehabilitation of the offender (LO 1/2015, of March
30).

Thus, according to Article 83.4, when the offender is required to


participate in training programs, in drug or alcohol dependency
treatment programs, or has the ban on driving certain vehicles,
the control of the compliance of the conditions will be carried
out by the service of alternative measures of the prison Admi-
nistration. This service will also be responsible for reporting on
the compliance to the judge or court (LO 1/2015, of March 30).

By having a code indicating the conditions that may be imposed


on an offender during the suspension of the sentence or which
offences are susceptible of community service, reflects the exis-
tence of a written law system. Here, the discretionary power of
the PO is limited, and the actions taken by the PO are reviewed
by a prison supervision judge in the case of community service,
and by criminal judges in the case of suspensions with condi-
tions.

CATALONIA

The division into autonomous communities of Spain makes


it easy to distinguish some of them because of the exclusive
powers they possess, such as Catalonia. This region has its own
competency in the administration of justice, specifically, in the
execution and enforcement of the sentences, although the same
Criminal Code as the rest of Spain applied.

This exclusive competence means that the administration of


justice depends on the Catalan government, specifically on the
Department of Justice. The management of community sanc-
tions depends on the General Sub-direction of Reparation and
Penal execution in the Community3, which includes the Area of
Alternative Penal Measures4. In relation to the POs, they come
Probation Officer Skills: Spanish Context 159

from three different non-profit organizations, which are hired


by the Department of Justice to carry out probation.

Statistics from the Department of Justice of the Catalan Govern-


ment (2013, 2015) indicate that the demand of community ser-
vice increased from 235 in 2002 to 14,627 in 2010, but from
2010 to 2014 the figure dropped down until 9,538. In addition,
they also show that the suspensions with conditions passed from
204 in 2002 to 2,403 in 2009, but in 2014 it has reduced to 1,531.

The Catalan government5 (2016) indicates that community


sanctions allow the courts to give a less distressing response in
comparison to imprisonment, for the commitment of a minor
crime, while, at the same time, the victim’s rights are protected.
These purposes are obtained because these sanctions combine:
a compensation element that refers to an activity for the benefit
of the community, the work on general and special prevention
because the reasons that perpetrated the offence are treated to
reduce recidivism and, finally, an educational and integrative
purpose that allows the convict to combine its work, responsibi-
lities and family life.

ROLE OF THE PROBATION OFFICER

Currently, the PO is responsible for carrying out the control,


and the social and educational support of the offender whilst it
accomplishes the sentence. Control is exercised through regu-
lar interviews with the offender, and the PO has an obligation to
inform the court, at least every three months, of the evolution of
the convict and the compliance of the sentence. In addition, the
PO can also propose changes in the conditions of the sanction
if they help to achieve the social and educational goals (Genera-
litat de Catalunya, 2016).

When the sentence involves some other activity, as can be com-


munity service, participation in trainings or health treatment
programs, the PO is responsible of establishing a regular coor-
dination with the professionals of the institution where the acti-
vity takes place, seeking at the same time, the encouragement of
community participation (Generalitat de Catalunya, 2016).
160 Jóvenes promesas en Criminología

Thus, the role of the PO goes beyond a mere formality to the


courts on the evolution of the execution of the sentence, they
are responsible of the social and educational accompaniment of
the offender. This includes strengthening elements such as: per-
sonal responsibility for the effective compliance of the sanction
(especially sanctions like community service that involves grea-
ter responsibility), social integration, and the establishment of a
relationship of help for the convicts in order to treat their perso-
nal situations in different contexts (familiar, social life and judi-
cial aspects).

The convict’s needs that should be treated during probation are


defined in a first interview, as well as, the PO may establish:
the formal aspects of the supervision and how it will be carried
out, the responsibilities of each of the parts (both, offender and
PO), and a design of an individualized plan of intervention to
achieve the social and educational goals (Generalitat de Cata-
lunya, 2016).

PROBATION OFFICER SKILLS

The relationship of support that must perform a PO (Genera-


litat de Catalunya, 2016) is primarily developed in the inter-
views because it is the only moment in which the convicted
person and the PO come in contact. There is huge body of lite-
rature that points to the idea that the way in which interviews
are conducted by the POs affects the rehabilitation and subse-
quent recidivism of the offenders (Deering, 2011).

Likewise, the relationship between offender and PO must be


defined by qualities and abilities of the PO, which through many
studies, brought up in the Canadian context by Andrews and
Kiessling (1980; quoted in Vanstone and Raynor, 2012), have
been defined as the “Core Correctional Practices” (henceforth
CCPs). These CCPs are the qualities required in the PO, in order
to implement models of cognitive and behavioural interven-
tion, as well as social learning, which reduce recidivism. The
sufficient application of these qualities also depends on the
interpersonal and intellectual capacities of the PO (Raynor and
Vanstone, 2012).
Probation Officer Skills: Spanish Context 161

Dowden and Andrews (2004) conclude that the most effective


interventions are those that follow the model of Risk Need Res-
posivity (henceforth RNR model) combined with the
CCPs. Thus, on one hand, the principle of risk refers to the
intensity of the treatment, the principle of necessity indicates
the criminogenic needs that should to be treated, and the prin-
ciple of responsivity refers to the fact that the changes in the
offender should be done using the same method of learning of
the offenders. Furthermore, the CCPs consist of five principles:

1. Effective use of authority. It refers to the ability of the PO to


make understand the convict, the formal rules that should
be fulfilled, and seek compliance through positive reinfor-
cement, avoiding domination or an abusive relation.

2. Anticriminal modelling and reinforcement. The offender


must learn prosocial behaviours and attitudes by the inter-
actions with the PO.

3. Problem solving skills. The PO should provide the offender


with strategies that makes him/her capable to solve their
main problems that avoid them from reaching their non-
criminogenic goals.

4. Effective use of community resources. The PO


should divert the convict to those services that are necessary
to work other present problems, such as addictions, jobless-
ness, mental and physical health, among others.

5. Relationship factors. The PO’s attitude must be characteri-


zed by elements such as warmth, enthusiasm
and open communication in order to develop a mutual res-
pect in the relationship between PO and offender.

The authors observed that there weren’t still enough studies that
examined the role of the PO in an effective corrective treat-
ment, and they proposed two possible explanations for this:
programs have failed to describe to the POs the correct treat-
ments and procedures and/or there is a lack of skills in the ser-
vices offered by these people. Anyway, these authors carried out
162 Jóvenes promesas en Criminología

a meta-analysis and the results demonstrated that even though


the combination of the CCPs and the RNR model contributes to
a reduction in recidivism between a 26% and 30%, there was only
between a 3% and 16% of occurrence of the CCPs, which can be a
result of the lack of the skills of POs.

Rex (1999) conducted a study based on interviews with 21 POs


and 60 offenders convicted to probation. The results showed
that the POs working in an active, participant and supervisory
way were those who achieved the desistance of the offender or
achieved the offenders change in relation to its criminogenic
needs.

In 1996, Trotter put into practice a five-day training, which


included showing POs the responsivity principle, pro-social
attitudes, empathy and problem solving skills. Subsequently,
the comparison between those POs that had done the training
and those that didn’t, the percentage of recidivism of the offen-
ders under POs with training was 53.8% versus 64% for those that
did not do the training.

Bonta et al. (2010) carried out a research with an experimental


design that demonstrated that POs trained in using the RNR
model performed better than those who were not trained to use
this model. Likewise, the POs trained under the STICS (Strate-
gic Training Initiative in Community Supervision), used more
the RNR model and had more skills in relation to the use of cog-
nitive techniques and establishing a relationship with the offen-
der. The results of the study indicated that the possession of
these skills was correlated to a decrease in recidivism within two
years, specifically in a 15% compared to the control group.

In the same context, Vanstone and Raynor (2012) designed a


checklist taking into account the CCPs and some elements con-
sidered relevant (such as non-verbal communication, physical
set up of the interview) to carry out a qualitative research based
on the observation of interviews between POs and convicts.
The objective of the checklist was to evaluate the relationship
of social and educational support performed by the POs. To
validate the checklist, Raynor, Ugwudike and Vanstone (2014)
Probation Officer Skills: Spanish Context 163

executed another research in the UK, which measured the reci-


divism rates of those offenders whose interviews with POs were
observed and assessed by the checklist. The results indicated a
major recidivism rate for those convicts that were attended by
a PO that had fewer skills (53% recidivism versus 31%) or used
fewer techniques (58% versus 26%) in relation to the CCPs.

Trotter and Evans (2012) conducted a study in the field of proba-


tion with minors in Australia, whose aim was to see, until which
extent, the POs made use of CCPs in the interviews. The results
showed that the vast majority of POs only had good skills in
relationship factors (transmitting warmth and enthusiasm, open
communication), compared to the rest of the CCPs, which have
already been proved as essential in reducing recidivism (Dow-
den and Andrews, 2004). The same results were observed in the
research of Raynor et al. (2014), named above.

In the Spanish context, and specifically Catalan, Contreras


(2013) brought up a study on community service (sanction
where the figure of PO appears in Spain). In this project she does
a review of the international literature on the rehabilitative ele-
ments of the sanction and finally evaluates the presence of these
elements through interviews with the convicts. Two of the eva-
luated elements are directly related to the CCPs and the PO: the
first element is the perception of the convicts on the supervi-
sion according to prosocial parameters, and the second element
is the perception of the convicts on the treatment of crimino-
genic needs through an adequate use of community resources
in the case of addictions, joblessness, lack of social skills, among
others. The results proved that none of the convicts felt influen-
ced either positively or negatively by the PO in the case of
supervision under prosocial parameters, and none of the cases
received intervention on the criminogenic needs through com-
munity resources.

TRAINING OF THE PROBATION OFFICER

The results of the various studies that analyse the role of the PO
in rehabilitating offenders and reducing recidivism rates, makes
it important to relate this fact to the training that the different
164 Jóvenes promesas en Criminología

POs receive and the requirements that are imposed to access


this position.

In the US, the rehabilitative component that was given to the


probation in its starts resulted in that the POs had training in
social work (Roberts and Brownell, 1999). Still, the POs don’t
receive any specialized training on the RNR model or CCPs,
although they can assist to these types of courses, and there is
recognition of the necessity of specialized training in the case
of probation of those convicts that suffer from mental illness
(Lowenkamp et al., 2013).

In contrast, van Kalmthouth and Durnescu (2008; quoted in


Burke, 2011) remark that there are some features in common in
the trainings of POs throughout Europe. In the first place, all
the countries have formal programs of training, although they
differ in the way they are taught and their lengths, as well as,
the vast majority of these trainings are developed on a post-gra-
duate level. In the second place, the majority of the people
who do these trainings come from social work but there are
also those who come from the criminology, psychology, socio-
logy and law. In the third place, there are continuity training
programs and specialized trainings for those who already are at
the post of a PO, nevertheless, it is indispensable to pass some
tests to reach at the post, and there is competition. Finally, there
are specialized trainings given by the probation organization
itself that is supervised by its own staff.

In the case of England and Wales, since 2010, to become a PO, it


is necessary to have a college degree or demonstrate that there
have been a minimum of two years of preparatory studies to
be agents of the probation service, which is a post dedicated to
carry out auxiliary tasks of the PO. Once a person is hired as an
agent of the probation service, then starts the trial period of six
months in which the agent must acquire a National Professio-
nal Qualification, and if does not own a college degree, the agent
will have to start the graduate studies (Burke, 2011).

In Romania, Durnescu (2013) conducted a research in which the


skills of POs were evaluated and he also analysed the relations-
Probation Officer Skills: Spanish Context 165

hip between the skills of the POs and the training that these
had received, taking into account, if they came from law stu-
dies, social work or psychology. The results showed that the POs
from law were equally skilled in motivational interviewing as
the POs came from social work or psychology, although law stu-
dies do not include any training in relation to it. However, the
POs that came from law studies scored less in structuring, rela-
tionship or prosocial attitude skills, in comparison to the social
workers and psychologists. Instead, psychologists scored higher
in terms of empathy, followed by social workers and finally the
POs that had law studies.

Durnescu (2013) also exposed that the vast majority of the POs
said that they learned these skills in interaction with clients,
college studies, interaction with POs that are colleagues and
courses organized by the Ministry of Justice. Thus, it appears
that professional socialization plays a big role by influencing in
the way in which the probation is done, without forgetting that
the majority of skills or techniques of PO are learned, formally
or informally, after finishing college studies.

In contrast, Spain, follows some of the European trends listed


above. The principal requirement to reach the post of an PO is
to have a college degree in social sciences, namely: social edu-
cation, social work, or psychology (Department of Justice of
the Generalitat de Catalunya, 2012). Thus, as POs belong to pri-
vate and non-profit organizations, there is no need to access the
position through public examinations, so there is no competiti-
veness or obligation to have a specialized training, apart from
the college studies named above. However, The Department of
Justice gives trainings to the POs, when these get together in a
group and formally petition a training on a specific topic.

METHODOLOGY

This part of the work will expose how the research was conduc-
ted, explaining the methodology, why this concrete technique
was chosen and used, and how it was specifically developed.
166 Jóvenes promesas en Criminología

RESEARCH MODEL

The purpose of this work is to verify until which extent the


POs, in the Catalan context, make use of the Core Correctional
Practices (CCPs), considering them as the POs skills that have
been demonstrated to be effective in reducing recidivism. It also
seeks to observe the different techniques used by POs and if
they focus on addressing the criminogenic needs of the con-
vict. The hypotheses of this research are:

H 1: The POs make use of CCPs in the interviews with the con-
victs

H 2: The POs use more relationship skills than structuring skills,


in the interview with the convicts (Trotter and Evans, 2012; Ray-
nor et al, 2014.)

H 3: The POs address the criminogenic needs of the convicts in


the interview.

The sample is accessed by the institutional system, specifically


the Department of Justice of Catalonia, through contacts of the
tutor of this project. The final sample is composed by seven
POs, where one interview per PO is analysed, in the exception
of one case, where two interviews are analysed. In relation to the
sex of the POs, the majority of them were female for the excep-
tion of one male, and all offenders were male.

The chosen research technique is the observation with an analy-


tical orientation as it searches to explain the observer’s pers-
pective, where the observer is not a participant in the analysed
situation, but the PO and convict, who are having an interview,
know that they are being observed.

The observation is done using a structured methodology,


because a checklist is used to measure and evaluate the skills and
techniques that the POs use, through predetermined catego-
ries. The checklist is composed largely by the checklist designed
by Vanstone and Raynor (2012) and a small part of the chec-
klist created by Boxtaens, Blay, Melendez and Décarpes (2015)
that can be used at European level. It is important to take into
Probation Officer Skills: Spanish Context 167

account, that Raynor and Vanstone (2012) permit the use of


their checklist in order to assess the probation of any country
and its checklist is accompanied by a manual in which all the
items are explained and discussed, in order to assure the correct
use of the checklist.

WHY OBSERVATION?

Probation is a sentence whose use has increased at a worldwide


level in the recent years, but still, there are many aspects of it
that are unknown, referring to the “black box of community
supervision” (Bonta, 2004).

The existing empirical research on how probation is done by


professionals is scarce and is one of the least discussed issues at
European level. Moreover, the researches tend to be qualitative,
focusing on the analysis of reports, interviews with POs or sur-
veys. Thus, most of the studies are directed to reflect what the
POs explain about their work, role or experiences and not what
they do in reality (Robinson and Svensson, 2013).

A research carried out by Bauwens (2010), with the POs of Bel-


gium, indicates that there are discrepancies between: the legal
guidelines and policies that the POs receive and what they do in
practice, between what the POs say and what they do in reality,
and between the perceptions of the PO of how they behave in
the contacts with the convicts and how they behave in reality.

One reason that explains why researches only include the PO’s
perspective is that few studies use observation as a research
method (Bauwens, 2010; Raynor et al, 2014; Robinson and
Svensson, 2013), but the resistance that may exist by the POs
and offenders to participate in a research based on an observa-
tion technique, can’t be neglected (Deering, 2011). In the case of
the present research, once the Department of Justice authorized
the execution of the study, the POs offered themselves to parti-
cipate in the research, permitting a major sample, but this does
not necessarily imply that the POs did not have some type of
resistance, because they used to ask on what concretely was stu-
168 Jóvenes promesas en Criminología

died and observed, and in some cases they did not seem to be
totally convinced with the idea of observation.

ITEMS OF THE CHECKLIST

The checklist has a total of ten blocs, the first of which has been
extracted from the Checklist of Boxtaens et al. (2015) and the
remaining nine blocs have been extracted from the Checklist
designed by Vanstone and Raynor (2012) that is focused on eva-
luating, in particular, the use of CCPs by POs. (Available in anne-
xes)

The first bloc of the checklist consists of the section “Partici-


pants” of the Checklist of Boxtaens et al. (2015) because it per-
mits collecting physical and material aspects, as informative
data on the convicts and POs. The necessity of this bloc would
be seen explained by the fact that the checklist of Vanstone and
Raynor (2012) only assess the physical place where the inter-
view takes place and the use of appropriate skills by the POs,
but does not refer to aspects such as: training of the PO, the sex
of the PO and offender, the way which both of them dress as
it influences in the establishment of a relationship of more or
less confidence (Boxtaens et al., 2015), ethnicity and/or nationa-
lity, without forgetting the multicultural reality and with a mar-
ked difference in social classes that is starting to characterize the
Spanish society. Thus, this bloc only provides descriptive infor-
mation on the interviews, while the following bloc will assess the
skills of the POs.

The second bloc assesses the set-up of the interview because, as


Vanstone and Raynor (2015) indicate, the physical place where
the interview is done and its set up effects on the quality of the
relationship established between the PO and the convict, like-
wise, it must be a place that ensures privacy and where there
should be minimum external disturbances. In addition, the sea-
ting in the room can vary by cultures and choices, but it is con-
sidered a way of exercising non-verbal communication, so both
(PO and offender) should be seated at the same level, and the
distance between them should not be excessive or too close.
Probation Officer Skills: Spanish Context 169

The third bloc allows evaluating the quality of non-verbal com-


munication, as this can have a direct effect on building relations-
hips of trust (Raynor and Vanstone, 2012). Specifically, to eva-
luate the degree of consistency between the non-verbal com-
munication of PO and the final objectives of the interview by
observing the position in which the PO sits, which should not be
too rigid or too comfortable, plus, it should be open and rela-
xed, not forgetting the importance of direct eye contact with the
convict demonstrating attention.

The fourth bloc focuses on estimating the quality of verbal


communication, as it must encourage and respect the participa-
tion of the offender. The PO should use open questions which
should allow the convict to talk, and should make use of guiding
questions that should allow the redirection of the conversation
or the use of closed questions when there is the need to get a
concrete answer about something (Raynor and Vanstone, 2012).

The fifth bloc is dedicated to the effective use of authority that


the PO performs (also corresponding to one of the principles
of the CCPs), by avoiding: discussions, negative criticisms, guilty
feelings in the convict, negative use of authority, and should
encourage the offenders’ participation in the decision taking. It
also includes if the PO makes a clarification of responsibilities
and roles (Raynor and Vanstone, 2012).

The previous blocs try to assess the POs relational skills, namely
those that affect the type of relationship established with the
convict, also corresponding to the principle of relationship fac-
tors of the CCPs. The following blocks include the structuring
techniques, where the PO should try to seek the change in the
convict (Raynor et al., 2014).

Thus, the sixth bloc seeks to observe the skills of the PO in terms
of motivational interviewing. There are also other items that
focus on assessing whether the PO expresses empathy, develops
discrepancy with the offender on his current situation, does not
confront the possible resistance to change of the convict and
demonstrates that he/she believes that change in the offender is
difficult but possible (Raynor and Vanstone, 2012).
170 Jóvenes promesas en Criminología

The seventh bloc evaluates whether the PO has the ability to act
as a guide and not as someone who applies the law, as well as
the ability of the PO to encourage the offender to reconsider
its way of thinking by challenging the thinking and antisocial
behaviour. In addition the PO should reward and encourage
pro-social attitudes of the convict (Raynor and Vanstone, 2012),
which would meet with the principle of anticriminal modelling
and reinforcement of the CCPs.

The eighth bloc focuses on analysing if the PO and the convict


work cooperatively to identify the problems, objectives and
solutions to be applied, taking into account the principle of pro-
blem solving of the CCPs. This part also evaluates if the PO
makes use of reasoning skills, informed decision taking, and
helps the offender to adopt different perspectives. The pro-
blems marked as important should be those that are related to
the offence committed, in other words, those problems marked
as criminogenic needs, corresponding to the principle of neces-
sity of the RNR model (Dowden and Andrews, 2004). Here the
PO has to take into account aspects such as: substance abuse,
employment, education, family relationships and friendships,
mental and physical health and antisocial attitudes or feelings
(Raynor and Vanstone, 2012).

The ninth bloc is dedicated to cognitive restructuring, observing


if the PO is able to identify irrational thoughts and replace
them with alternative and prosocial thoughts. Specifically, the
PO must seek the offender’s agreement to think about the dif-
ferent problems, discuss their benefits and costs, and make the
offender propose by himself/herself possible solutions or ways
of behaving and less criminal thinking (Raynor and Vanstone,
2012). Notably this is also consistent with the principle of effec-
tive use of the authority of the CCPs.

Finally, the tenth and last bloc aims to make an overall assess-
ment of the structure of the interview, taking into account if at
the beginning of the interview the PO has made a summary of
the topics discussed and agreements made in the previous mee-
tings (except if it is a first interview), there has been an over-
view of the work done using relationship and structuring skills,
Probation Officer Skills: Spanish Context 171

feedback is given to the convict and there is an arrival on an


agreement of new actions. Finally, the date and time of the next
interview should be set (Raynor and Vanstone, 2012).

RESULTS

In this section of the paper, the results that were obtained from
que observation will be presented, starting from a global pers-
pective of them, and ending with a case per case analysis, that is
to say, an individualized analysis of every PO in each interview.

GLOBAL RESULTS

Table 1 briefly sums up the information of the interviews that


was collected in the part of details of the interview, the first bloc
extracted from the Checklist of Boxtaens et al. (2015) and the
scores obtained in the eight blocs of the Checklist designed by
Vanstone and Raynor (2012).

The sample of the research permitted the observation of first


(Fst), follow up (F) and last (L) interviews, as well as, the POs
observed came mainly from three different educational bran-
ches or trainings: psychology (P), social education (SE) or cul-
tural anthropology (A). So, each column corresponds to a PO
and each row corresponds to the eight different blocs designed
by Vanstone and Raynor (2012), and the subsequent punctuation
obtained, per bloc and per PO.

The table permits to distinguish between those blocs where


there is a disparity in the scores obtained by the different POs,
and those blocs where the scores do not variate. Therefore, the
set-up of the interview and the quality of non-verbal communi-
cation was proven to be adequate in the case of all POs, because
the interviews were done in little offices where the privacy was
assured and the position in which the POs sat was open and rela-
xed. The overall structure of the interview was also observed to
be appropriate and only variated very little depending on the
type of interview (first, follow up or last).
172 Jóvenes promesas en Criminología

Table 1

CASE RESULTS

To analyse the results specifically, a case per case analysis has


been chosen, as it seems that POs differ in scores in the different
blocs, not only taking into account the extent until which they
have or use the skills, but taking into account other factors that
did not depend on the PO.

First, it was fundamental to know which type of sentence the


convict was fulfilling, because, depending on the sentence
imposed, they are taken by POs of one organization or another.
The POs observed in this research are those that handle the
cases of convicts whose sentences are suspended with condi-
tions that should be respected, an educational program, drug
or alcohol dependency treatment program or/and community
service, that means that, those offenders that should comply
only with community service are not taken by the analysed POs
or the organization they proceed from.

Second, it is also important to take into account that the location


on the cycle of change, the psychological and judicial condition
of the offender, as well as, if the interview is a first one, a follow
Probation Officer Skills: Spanish Context 173

up one or a last one, are factors that produce variations in the


skills used by the different POs. So the next sections will des-
cribe the particular situation of each offender that will be rela-
ted to the skills used by each PO in the interviews.

PROBATION OFFICER 1

The first PO had a follow up interview with an offender that


had already been to prison for 24 years and now had a suspen-
ded sentence conditioned to complete with a drug dependency
treatment program. The position of this offender in the cycle of
change is at one of the last stages because he confessed that the
reason of his desistance and continuation in fulfilling the treat-
ment program was his daughter, as he was her caretaker.

Taking into account that the offender did not have any resis-
tance to the treatment, the PO used mostly relationship skills,
as she asked open questions, showed understanding, and was
polite and respectful. She also used structuring skills by making
positive comments that outweigh the negative, praising that
the convict is complying correctly with the treatment program,
reinforcing the idea that he has capacities to search for new jobs
and reminding him that he is at a different stage of life.

PROBATION OFFICER 2

In this second case, it was a first interview between convict and


PO. Specifically, the offender has to do an educational program
in domestic violence, and has conditions in relation to the vic-
tim’s protection, that have to be respected. The facts that made
the difference, in relation to the rest of the interviews, were that
the convict came late and that it was the first interview between
the different parties.

As to be expected, this PO used equally relationship and struc-


turing skills. The first group of skills could be seen when the
interview was started by the PO by clarifying roles and respon-
sibilities in a respectful manner that promoted flexible dialogue.
The second group of skills was most observed when the statu-
ses of many criminogenic needs were discussed ( job, drug and
alcohol consumption, mental health), arguments were avoided
174 Jóvenes promesas en Criminología

and empathic comments were made. Finally, different perspec-


tives of thinking were modelled and suggested by the PO, and
the service user became less resistant as the interview progres-
sed.

When the interview finished, the PO told the researcher that


when it is a first interview, and especially in domestic violence
offenders, there is a great resistance to the situation of proba-
tion, and that it is impossible to intervene when the convict is in
this condition.

PROBATION OFFICER 3

The third PO had a follow up interview with an offender whose


sentence had been suspended with conditions in relation to the
victim’s protection and had to do community service. Howe-
ver, this service user was very angry at the probation service
because, three years after the sentence had been suspended, the
service came into knowledge that this convict also had the obli-
gation to do an educational program in domestic violence and
was not informed or entered in the computer system. This has
produced a delay in the whole process of suspension of the sen-
tence and in the elimination of criminal record, as the offender
wanted to do, in order to not to get stigmatized in front of new
job offers.

In this situation, PO 3 uses both types of skills. The relationship


skills included a polite and respectful attitude as she apologized
behalf the judicial service because of its own mistake, showing
understanding, and she also made use of reflective questions to
avoid argument. In relation to the structuring skills she made
empathic comments, used reflections to counter resistance or
improve understanding and adapted her approach to the pro-
bationer’s location on the cycle of change which permitted to
decrease the convict’s resistance as the interview progressed.

After the interview finished, the PO told the researcher that


she was waiting for the anger of the service user to decrease in
order to intervene in cognitive restructuring and problem-sol-
ving, that is to say, use structuring skills.
Probation Officer Skills: Spanish Context 175

PROBATION OFFICER 4

For PO 4, two interviews were observed. The first interview was


a follow up interview with an offender whose sentence had been
suspended and had the obligation to do an alcohol dependency
treatment. It is important to remark that this service user has
a mental health problem related to a paranoid personality. The
second interview, also a follow up interview, was with a con-
vict whose suspended sentence was also conditioned to a drug
dependency treatment.

Taking into account the first interview there was a clear per-
formance of relationship skills, such as, showing understanding,
displaying warmth, optimistic about change, politeness, res-
pectfulness and avoiding arguments. There was also the use of
structuring skills, because of the presence of a mental health
problem: reflections to improve understanding, examples of
praise, challenging antisocial behaviour, suggesting alternatives
to antisocial thinking and encouraging to practice alternative
thinking.

In relation to the second interview, there was a decrease in the


use of skills because in the interview it was evident that the
offender did not require the use of so many relationship or
structuring techniques as there was already built a good rela-
tionship between PO and convict. The offender was also located
on one of the last stages of the cycle of desistance (indicated by
the PO), even though criminogenic needs such as job opportu-
nities were discussed and the PO made referrals to agencies that
could offer job opportunities and said that she would coordinate
his case with the agency.

PROBATION OFFICER 5

In the case of the fifth PO, the observed interview was a last one,
because the offender had completed the imposed educational
program in domestic violence, and the only part of the suspen-
ded sentence that was left to complete, was the accomplishment
of the conditions imposed in relation to the victim’s protection.

The relationship skills used by the PO reflected an appropriate


176 Jóvenes promesas en Criminología

quality of verbal communication, as she showed understanding,


displayed warmth and did open questions. As it was a last inter-
view, there was no need of using effective use of authority tech-
niques (except for the use of positive comments to outweigh
negative ones), as the offender had already complied with the
educational program and was comfortable and pleased with the
situation.

The structuring skills used were more related to motivational


interviewing (use of empathic comments and reflections to
counter understanding) and pro-social modelling (praising spe-
cific behaviour, challenging antisocial behaviour and encoura-
ging practicing pro-social thinking). Besides it was a last inter-
view, other structuring skills were used, as can be the focus on
the probationer’s assessments of problems and criminogenic
needs that were handled with optimism by the PO.

The interview finished with the PO reminding the probationer


that he still has to fulfil with the conditions of the suspended
sentence, in relation to the victim’s protection, and also says that
he can come back to meet her whenever needed.

PROBATION OFFICER 6

The sixth PO was male, and had a follow up interview with


an offender whose sentence was suspended with conditions to
comply in relation to the victim’s protection and the fulfilment
of an educational program in sexual aggression. It is important
to take into account that the probationer had a mental health
problem, concretely a schizoaffective disorder characterized by
abnormal thoughts and mood disorder, as bipolar disorder or
depression (Malaspina et al., 2013).

In this case, the PO used equally relationship skills and struc-


turing skills. Specifically, the relationship skills were composed
of an appropriate quality of verbal communication (use of open
questions and no leading questions, showing understanding,
promoting flexible dialogue), and a full adoption of techniques
related to the effective use of authority: does not argue by chan-
ging track with reflective questions taking into account the men-
tal health, encourages collaboration during decision making,
Probation Officer Skills: Spanish Context 177

makes positive comments that outweigh the negative comments


that are product of the disorder, is firm but fair and clarifies
roles.

In relation to the structuring skills, the PO used empathic com-


ments and reflections to improve understanding that permits
the probationer to become less resistant as the interview pro-
gresses, remarking that the resistance came due to its mental
health. He also praises specific behaviour or thinking and cha-
llenges antisocial behaviour in a positive way, as well as, encou-
rages the probationer to practice alternative thinking. Finally,
problem solving is observed when criminogenic needs are dis-
cussed and are explained by the PO, making the offender
understand its own state of mind and the work that has to be
done to fully understand it, taking also into consideration the
probationer’s assessment of problems.

In the following feedback on the interview between PO and


researcher, the PO emphasized that in these types of cases it is
difficult to mark limits in the work done as a PO and as a psy-
chologist, reason of why he supported the convict’s idea of get-
ting psychological treatment for his mental disorder.

PROBATION OFFICER 7

The last PO that was observed had a follow up interview with an


offender whose sentence had been suspended with obligations
in relation to the victim’s protection and has to comply with an
educational program in domestic violence. In this case, the con-
vict has an age of 50 and lives with his mother, of who he is the
caretaker.

The relationship skills that were used by the PO were: open


questions, displaying warmth, and there appears to be mutual
liking that can explain a decreased performance of techniques
that imply the effective use of authority. The structuring skills
observed were the use of reflections to improve understanding,
praising of specific thinking, encouraging probationer to prac-
tice prosocial behaviour and discussing criminogenic needs.
178 Jóvenes promesas en Criminología

CONCLUSIONS

The first hypothesis, referring to the use of Core Correctional


Practices (CCPs) by the POs in the interview, has been confir-
med, even though partially, because the observed interviews did
indicate a use of the CCPs in the interviews, but, as they were
adapted to the offender’s location on the cycle of change, not all
the CCP’s were observed in all the interviews. The use of diffe-
rent CCPs also variates taking into account the mental health of
the convict, where CCPs appeared in a greater extent, in form of
problem solving skills.

The second hypothesis made reference to the results obtained


by Trotter and Evans (2012) and Raynor et al. (2014), which con-
cluded that the POs used more relationship skills than struc-
tural skills in the interview with the convicts. The same results
have been obtained in this research, as all POs made use of
relationship skills, even though they variated depending on the
type of interview (first, follow up, and last), but they were more
used than structuring skills. It seemed evident and logical that
relationship skills could be more used than structuring skills,
because they are the start of an adequate relationship between
PO and probationer, and can be used even when the offender
is in condition of resistance and makes impossible the use of
structuring skills.

The third and last hypothesis stated that POs addressed the cri-
minogenic needs of the offenders in the interview. This hypot-
hesis has also been confirmed, as during the observation of all
eight interviews the objective of the interview was clearly recog-
nizable: it looked for the offender’s rehabilitation through the
discussion and solving of criminogenic needs. The compliance
of the community sanction could be defined almost as a secon-
dary objective, because any topic related to it appeared at the
end of the interview, except in the case of non-compliance of
imposed conditions and/or absence or poor participation in the
educational programs, as the goal of the educational programs
is to seek the convict’s acceptance of guilt.

The results of this research clearly appoint to the fact that POs
Probation Officer Skills: Spanish Context 179

are prepared in relationship and structuring skills, and used


them where they were necessary. As also indicate Vanstone and
Raynor (2012), the inclusion of different items in the checklist
does not mean that they should appear in every interview, as
well as, if they do not appear, this does not mean the existence
of bad practice. This can be observed, specially, in the case of
the PO where two interviews were observed, as in one interview
she used more skills than in the other one, performing good
practice in both and demonstrating the capacity to adapt the
approach of rehabilitation to the offender’s situation and needs.

In relation to the education or training of the POs, there was


no outstanding difference between the three different educatio-
nal bases: psychology, social education or anthropology. Even
though it is remarkable that once they become POs, they
receive trainings from the organization or justice department in
relation to judicial concepts and measures, in order to maintain
themselves up to date on all the changes in the criminal code
or legislative reforms. Here, it would be important to consider
the idea of giving a more criminological training to the POs
to guarantee that they are fully trained in the different aspects
that form the probation, and assure that there is maintenance of
good practice.

The idea of giving a more criminological training to the POs,


does not imply that criminologists should not receive training if
they exercise as POs. In this way, all of the POs should be equali-
zed in the different terms that comprise probation: psychology,
sociology, social education, criminology and law. So, it would be
interesting that, once the individuals reach at the post of a PO,
they could receive training in those fields that are not included
in their educational background, as well as, reminder or conti-
nuation courses, to guarantee a long term good practice.

Finally, the results of this research are subject to the different


limitations such as reactivity, as the presence of an observer
can make pressure on the POs and/or convicts making them
act differently in comparison to if the researcher was not there.
Moreover, the fact that this study uses a qualitative technique
of research that looks for meaningfulness and not representati-
180 Jóvenes promesas en Criminología

veness, one interview per PO does not seem to be sufficient to


define the skills of a PO, when it has been clearly proved that the
skills variate depending on the type of interview and the situa-
tion of the probationer. Thereby, an extensive qualitative analy-
sis is necessary to observe concretely which skills predominate
in practice, as this research has given a brief introduction on
how practice, in the Spanish context, concretely Catalan, seems
to be.

ACKNOWLEDGEMENTS

It is essential to thank my advisor Anna Meléndez for inspiring


and guiding the production of this work, the Department of Jus-
tice for accepting the conduction of this research, and finally
to all Probation Officers that have participated voluntarily as a
sample of the study, and for receiving me as one more the days
the research was carried out.

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Notas

1. Delegado de Ejecución de Medidas, in Spanish


2. Grupo de Estudios de Política Criminal, in Spanish
3. Subdirección General de Reparación y Ejecución Penal en la
Comunidad, in Spanish
4. Área de Medidas Penales Alternativas, in Spanish
5. Generalitat de Catalunya, in Catalan
Hurtos y robos en explotaciones
agrícolas y ganaderas

Análisis empírico
Inmaculada Estévez Marín. Universidad de
Málaga. Tutora: Ana Isabel Cerezo Domínguez.

RESUMEN

Los hurtos y robos en el campo constituyen un fenómeno de


creciente interés en los últimos años, sin embargo, no existen
investigaciones exhaustivas que describan el delito o que inda-
guen en sus causas o factores explicativos ni en sus consecuen-
cias. El presente estudio consiste en una aproximación a la des-
cripción del tipo delictivo en la provincia de Málaga, así como
en la relación entre algunas de las variables más influyentes.

En primer lugar, se plantean cuestiones claves para lograr un


mejor entendimiento del fenómeno. Posteriormente, se pro-
cede a la realización de un análisis empírico de estos delitos en
la provincia de Málaga, mediante una encuesta ad hoc que per-
mita conocer la experiencia de las víctimas. Con todo, se puede
concluir que los hurtos y robos en explotaciones agrícolas y
ganaderas constituyen delitos complejos desde el punto de vista
de la prevención, debido a que los factores de riesgo que entran
en juego guardan una relación estrecha con variables espacio-
temporales más que con las variables concernientes a la víctima
o al delincuente.
186 Jóvenes promesas en Criminología

Palabras claves: hurto, robo, explotación agrícola, explotación


ganadera, prevención.

ABSTRACT

In the last few years, thefts, burglaries and robberies committed


in the countryside have become a phenomenon of special inter-
est. However, there are not exhaustive investigations which can
describe this crime or look into its causes, explicatory factors
and its consequences. The present study consists in a close des-
cription of this type of crime committed in Malaga as well as the
connection among some of the most influential variables.

Firstly, essential questions are considered in order to reach a


better understanding of the phenomenon. Secondly, an empiri-
cal analysis about these crimes in Malaga is made using an “ad
hoc” survey which allows us to know the victims’ experience.

On balance and from a crime prevention perspective, thefts,


burglaries and robberies in agricultural and livestock exploita-
tions constitute complex crimes due to the fact that the risk fac-
tors are more closely connected to time-space variables than to
variables related to the victim or the offender.

Key words: Burglary, theft, robbery, agricultural exploitations,


livestock exploitations, crime prevention.

INTRODUCCIÓN

A lo largo de la historia, el sector agrícola y ganadero ha contri-


buido de manera significativa a la economía de España, esto se
debe en parte a la gran superficie de explotaciones que posee-
mos y a que nuestras tierras son aptas para cultivar diversos
tipos de plantaciones. De hecho, nuestro país ocupa el cuarto
lugar en número de explotaciones agrícolas por miles de hec-
táreas de la Unión Europea (ver figura nº 1). Más de la mitad de
las explotaciones agrícolas españolas tienen menos de 5 hectá-
reas, representando un 5% las explotaciones con más de 100 hec-
táreas. Las explotaciones agrícolas trabajan mayoritariamente
superficies en propiedad (frente al arrendamiento, que se da en
explotaciones de mayor superficie). Además, más de la mitad de
Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 187

los jefes de explotaciones son mayores de 55 años, mientras que


los menores de 35 años suponen un 5% (ver figura nº 2)1.

Figura nº 1. Número de explotaciones agrícolas por


miles de hectáreas en los países de la UE. Fuente:
Agricultura y Ganadería en España y Europa, Censo
Agrario 2009, Instituto Nacional de Estadística.

Figura nº 2. Jefes de explotaciones agrícolas por grupos de edad. Fuente: Agricultura y


Ganadería en España y Europa, Censo Agrario 2009, Instituto Nacional de Estadística.
188 Jóvenes promesas en Criminología

Por lo que respecta a los cultivos, España es el segundo Estado


comunitario en cuanto a extensión agrícola utilizada, con cerca
de 25 millones de hectáreas de superficie agrícola usada para
cultivar (ver figura nº 3). Los cultivos herbáceos ocupan la mayor
parte de esta superficie (48%), siguiéndole los cultivos leñosos
(35%). Por superficie cultivada, el olivar sigue situando a nuestro
país en la primera posición a nivel mundial.

Figura nº 3. Superficie agrícola utilizada por


hectáreas en los países de la UE. Fuente:
Agricultura y Ganadería en España y Europa,
Censo Agrario 2009, Instituto Nacional de
Estadística.

Por lo que respecta a la ganadería, en España existen más de 23


millones de cabezas de ganado porcino y más de 18 millones de
ganado ovino, lo que nos sitúa, de nuevo, en el segundo lugar de
la UE en ambas especies, mientras que en ganado bovino ocu-
pamos el sexto lugar.

Sin embargo, pese a las grandes ventajas que aporta este sector
a nuestro país, no se le ha prestado especial atención por parte
Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 189

de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad respecto a la prevención


de comisión de infracciones penales en este ámbito. Así pues
y como veremos posteriormente, en los últimos años han ido
creciendo las infracciones penales relativas a hurtos y robos
tanto en explotaciones agrícolas como ganaderas, no siendo
hasta 2011 cuando el Ministerio del Interior, alertado por las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, decidió tomar cartas en el
asunto.

Con todo lo anterior, datos como que la población dedicada a


este sector es normalmente de edad avanzada (gran porcentaje
de mayores de 65 años) y, en ocasiones, presentan un bajo nivel
educativo o de estudios, la gran extensión de las explotaciones,
la dejadez de las instituciones de control formal en estos ámbi-
tos, la alta comerciabilidad de los productos cultivados, la falta
de datos relativos a este delito concretamente en la provincia de
Málaga, e incluso la alusión de este tipo delictivo en la expo-
sición de motivos de la última reforma del Código Penal (que
veremos posteriormente), es lo que nos lleva a realizar este estu-
dio, pretendiendo conocer las características de los hurtos y
robos en el sector agrario y ganadero, así como conocer la reali-
dad del mismo en la provincia de Málaga.

ESTADO ACTUAL DEL FENÓMENO

El hurto en explotaciones agrícolas y ganaderas es un problema


creciente. Según datos del Ministerio del Interior, el aumento
de la criminalidad en explotaciones agrícolas y ganaderas ha
sido constante en los últimos años, agravándose el problema en
2010, creciendo la criminalidad en este sector en 2012 un 14,13%
con respecto al año anterior (ver figura nº 4).

Como se puede observar en la figura nº 4, entre los meses de


diciembre y marzo se aprecia el mayor número de hurtos en el
campo, cumpliéndose así, curiosamente las leyes térmicas de A.
Quetelet de 1835, que establecen, entre otras cosas, que los deli-
tos patrimoniales se cometen más en invierno que en verano,
debido a que la vida es mucho más difícil (en cuanto a recursos
se refiere) y las noches son más largas2. Sin embargo, aunque es
cierto que este autor relacionó estadísticamente determinados
190 Jóvenes promesas en Criminología

delitos con el clima, la razón en este caso es relativamente dis-


tinta. Y es que, como hemos visto, la explicación se orienta a que
las aceitunas, las almendras o las uvas son algunos de los pro-
ductos predominantes en la agricultura de nuestro país, reco-
lectándose estos productos en estos meses, de manera que es el
momento idóneo para que los autores de estos delitos sustrai-
gan los mismos.

Figura nº 4. Número de hurtos cometidos en explotaciones agrícolas y ganaderas en


España. Fuente: Elaboración propia, tomado de Nuevas medidas 2013 del Plan contra
las Sustracciones en Explotaciones Agrícolas y Ganaderas, del Ministerio del Interior y
del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Más concretamente y centrándonos en nuestra zona de estudio,


Andalucía, sufrió casi un tercio de todos los hurtos en el campo
durante el año 2014 en España. No obstante, los 7.340 hurtos
denunciados en ese mismo año supusieron un descenso del 10%
con respecto a 2013. Esto se debe a que hay una mayor pro-
porción de personas que se dedican al sector agrario en Anda-
lucía que en el resto del país. Así, las provincias andaluzas que
lideran la clasificación de los hurtos en el campo a nivel nacio-
nal son Almería (1.387), Sevilla (1.551) y Córdoba (1.992), como
se puede observar en la figura nº 5. La explicación varía según
la provincia, por ejemplo, en Almería se debe a que es la pro-
vincia andaluza con mayor producción de frutas y hortalizas,
ya que cuenta con numerosos invernaderos donde encontramos
gran número de plantaciones de fresas y tomates, productos
Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 191

con un valor muy cotizado en el mercado negro. Por otro lado,


Córdoba cuenta con grandes explotaciones agrícolas donde pre-
domina el olivar (producto hurtado mayoritariamente), siendo
una de las provincias en las que más destaca en este cultivo.
Mientras tanto, Sevilla, quizás tenga la explicación más curiosa,
pues en esta provincia está autorizada la práctica de la rebusca,
que consiste en permitir la entrada a campos de propiedad ajena
para recoger los frutos que restan después de las cosechas, de
manera que esto es aprovechado por los autores de los hurtos y
robos en el campo para justificar la procedencia de lo sustraído3.
A todo lo anterior, en las tres provincias, hay que añadirle las
mejoras técnicas (sistemas de riego, grupos electrógenos, remol-
ques, etc.) que se han introducido en los cultivos y plantaciones
y que han supuesto un incremento de los delitos en el campo,
debido al alto valor del cobre, hierro y demás metales y a las
facilidades de la compra y venta de los mismos.

Figura nº 5. Mapa de Hurtos en el Campo. Fuente: Nuevas medidas 2013, del Plan
contra las Sustracciones en Explotaciones Agrícolas y Ganaderas, del Ministerio del
Interior y del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Llegados a este punto, es importante ahondar en qué porcentaje


supone este delito con respecto al total de hurtos e incluso con
respecto al total de delitos cometidos en España en los años 2012
y 2013, para conocer el impacto y la relevancia del mismo. Así, a
través de los anuarios estadísticos de criminalidad del Ministe-
rio del Interior es posible realizar esta comparación4, observán-
192 Jóvenes promesas en Criminología

dose que las sustracciones en explotaciones agrarias y ganaderas


suponen sólo una pequeña parte del total (ver figura nº 6). No
obstante, no podemos olvidar que los datos utilizados provie-
nen de estadísticas oficiales del Ministerio del Interior y, por
tanto, se atiende al total de denuncias interpuestas, no recogién-
dose la cifra negra de la incidencia de este delito que, por deter-
minadas razones, no se denuncia ante las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado. A pesar de todo, la comisión de este delito
no supone un problema grave de delincuencia en nuestro país
actualmente, lo que no quiere decir que no haya incrementado
en los últimos años, siendo necesario indagar sus causas y carac-
terísticas, así como trabajar para prevenirlo.

Figura nº 6. Comparación entre infracciones penales, faltas de hurtos y hurtos en el


campo. Fuente: Elaboración propia, tomado de los Balances de Criminalidad de los
años 2012 y 2013 del Ministerio del Interior.

REGULACIÓN JURÍDICO-PENAL

Para poder definir el fenómeno en sí, hay que acudir el Código


Penal, pues con la nueva reforma del mismo operada por la
Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo (que entró en vigor el
1 de julio de 2015) se ha añadido un nuevo tipo en relación a
los hurtos y robos en el campo5. Como bien señala la exposi-
ción de motivos de la ley, se pretende ofrecer una respuesta al
grave problema que plantean actualmente los delitos cometidos
en explotaciones agrarias o ganaderas con causación de perjui-
Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 193

cios relevantes a sus titulares. Se trata de infracciones cometi-


das en explotaciones en las que difícilmente es posible adoptar
medidas eficaces de protección, circunstancia que es aprove-
chada para la comisión de estos delitos, y que conllevan la cau-
sación a sus propietarios de un perjuicio elevado, superior al
que corresponde a la mera valoración de los productos sustraí-
dos, y causan grave sensación de desprotección e inseguridad
para quienes los sufren.

De este modo, se han modificado los artículos 235 y 240 de


nuestro Código Penal:

El artículo 234 recoge el delito de hurto, estableciendo una pena


de prisión de seis a dieciocho meses si la cuantía de lo sus-
traído excediese de 400 euros. No obstante, la relevancia de
este artículo para nuestro trabajo aparece en el apartado dos del
mismo, ya que menciona que para los hurtos en los que la cuan-
tía de lo sustraído no excediese de 400 euros se impondrá una
pena de multa de uno a tres meses, excepto si concurriese algu-
nas de las circunstancias del artículo 235 (que veremos a conti-
nuación y donde se tipifica el delito objeto de estudio).

El artículo 235 establece las agravaciones específicas del antiguo


235 y, además, incorpora un subtipo hiperagravado en su
párrafo segundo. El artículo 235.1.3º recoge el delito de hurto
de cableado o cobre y el 235.1.4º recoge el delito de hurto en
explotaciones agrarias o ganaderas. El primer caso, hace refe-
rencia al que tome las cosas muebles ajenas sin la voluntad del
dueño, siempre que además dichas cosas sean conducciones,
cableado, equipos o componentes de infraestructuras de sumi-
nistro y se cause un perjuicio grave en los mismos; mientras
que el segundo caso, hace referencia al hecho de tomar las cosas
muebles ajenas sin la voluntad del dueño, siempre que además
dichas cosas sean productos agrarios o ganaderos o los instru-
mentos o medios que se utilicen para su obtención, se cometa el
delito en la explotación agraria o ganadera y se cause un perjui-
cio grave a la explotación. En ambos casos, se impondrá la pena
de prisión de uno a tres años.

Con respecto al tipo hiperagravado, el nuevo artículo 235.2


194 Jóvenes promesas en Criminología

prevé que si concurren dos o más circunstancias del 235.1 (por


ejemplo, si se trata de cableado que está en la explotación y sirve
como medio para la obtención de productos agrarios y ganade-
ros), la pena de prisión se imponga en su mitad superior.

En el artículo 237 se tipifica el delito de robo que consiste en


apoderarse de las cosas muebles ajenas empleando fuerza en las
cosas para acceder o abandonar el lugar donde éstas se encuen-
tran o violencia o intimidación en las personas, ya sea al come-
ter el delito, para proteger la huida, o sobre los que acudiesen
en auxilio de la víctima o que le persiguieran. En artículo 240.1
se castiga el robo con fuerza en las cosas con una pena de uno a
tres años, mientras que el 240.2 hace referencia a la imposición
de una mayor pena cuando concurra alguna de las circunstan-
cias previstas en el artículo 235. De este modo, se incluye por
primera vez el delito de robo de cobre y cableado y el de robo
en explotaciones agrarias o ganaderas, de manera que cometerá
el delito de robo de cableado o cobre el que con ánimo de lucro
se apoderase de las cosas muebles ajenas empleando fuerza en
las cosas para acceder o abandonar el lugar donde se encuentran
o ejerciendo violencia o intimidación en las personas, siempre
que además dichas cosas sean conducciones, cableado, equipos
o componentes de infraestructuras de suministros y se cause un
perjuicio grave en los mismos; mientras que comete el delito de
robo en explotaciones agrarias o ganaderas el que con ánimo
de lucro se apoderase de las cosas muebles ajenas empleando
fuerza en las cosas para acceder o abandonar el lugar donde se
encuentran o ejerciendo violencia o intimidación en las perso-
nas, siempre que además dichas cosas sean productos agrarios o
ganaderos o los instrumentos o medios que se utilicen para su
obtención, se cometa el delito en la explotación agrícola o gana-
dera y se cause un perjuicio grave a la explotación. En este caso,
serán castigados con pena de prisión de dos a cinco años.

De todo lo anterior, podemos concluir que debido a que la


figura de las faltas desaparece del actual Código Penal, tanto la
conducta recogida en el artículo 234.1 como la del 234.2 consti-
tuyen delitos. Por tanto, aunque lo sustraído sea inferior a cua-
trocientos euros, nunca se le aplicará la antigua falta de hurto,
sino que automáticamente se castigará como hurto cualificado
Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 195

por el artículo 235 o como robo cualificado del 240.2 en caso de


que el autor empleara fuerza en las cosas o violencia o intimida-
ción.

Finalmente, se recoge el delito de receptación en el artículo


298. Así, el apartado b) recoge que aquel que a sabiendas de
que se ha cometido un delito de hurto o robo y con ánimo de
lucro, adquiera, reciba u oculte conducciones, cableado, equipos
o componentes de infraestructuras de suministro eléctrico o de
servicios de telecomunicaciones, o de otras cosas destinadas a la
prestación de servicios de interés general, productos agrarios o
ganaderos o de los instrumentos o medios que se utilizan para
su obtención, cometerá un delito de receptación y se le podrá
imponer una pena de uno a tres años de prisión. Con ello se pre-
tende tanto desincentivar la sustracción de estos bienes como su
venta y tráfico ilegal.

Con todo esto, según la bibliografía consultada, parece que la


inclusión de una agravación específica para los ataques contra
explotaciones responde a la antigua protesta por parte de aso-
ciaciones del sector, defendida por algunos grupos políticos. La
justificación se encuentra, desde el punto de vista de la protec-
ción del bien jurídico, en la dificultad de adoptar medidas efica-
ces de protección y en lo extraordinario del perjuicio causado,
que va más allá de lo sustraído. No obstante, según los expertos,
esto supone cierta ambigüedad respecto de la especial gravedad
por producirse perjuicios de especial consideración, ya que en
este caso se exige como condición la causación de un perjui-
cio grave a las explotaciones agrícolas o ganaderas. Por ello, sólo
puede entenderse como una concesión política al sector por-
que no aporta nada nuevo, ni evita la necesidad de interpretar
el concepto. Es así, como para superar las dificultades interpre-
tativas que sin duda provoca tal concepto, podría haberse intro-
ducido una cuantía fija o un porcentaje respecto a la facturación
anual, a los beneficios u otros elementos objetivables que ayu-
daran al juez a determinar cuando estamos ante este tipo delic-
tivo6.

Por último, es cierto que la introducción de este nuevo supuesto


del apartado cuarto del artículo 235.1 puede parecer redun-
196 Jóvenes promesas en Criminología

dante, ya que nuestro Código Penal tipifica los delitos de hurto


y robo, siendo suficientes para castigar estos delitos cuando ten-
gan lugar en explotaciones agrícolas y ganaderas.

En este punto, hay que plantearse si es necesario un tipo agra-


vado para los hurtos y robos en explotaciones agrarias y ganade-
ras y su razón. Es evidente la desprotección de las zonas donde
se comete este delito y la dificultad con la que se encuentran
tanto ganaderos y agricultores como las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad para vigilarlas, lo que en cierto modo puede justificar
la inclusión de este supuesto, además del hecho de que la gra-
vedad del delito reside en los perjuicios que provocan los delin-
cuentes en las explotaciones.

Sin embargo, en mi opinión, la diferencia en la duración de la


pena de prisión que se impone a un hurto y a un hurto en el
campo resulta excesiva, puesto que, como bien sabemos, esta
pena tendrá escasos efectos, resultando ineficaz el incremento
de su duración si lo que se pretende es que el delincuente no
reincida o no vuelva a cometer el delito. En estos casos, sería
más apropiado, desde el punto de vista de la Criminología,
decantarse por utilizar penas alternativas a la prisión como
penas pecuniarias o incluso penas orientadas a la reparación del
daño causado, debido a los problemas originados en las explo-
taciones derivados del delito.

ENFOQUE TEÓRICO

Para poder explicar este fenómeno delictivo, hemos de atender


a las teorías de la oportunidad. Estas teorías vienen a argumen-
tar que el comportamiento de la persona que decide cometer
un delito es producto de una interacción entre la persona y
el entorno físico, es decir, influyen tanto la existencia de una
mayor o menor inclinación delictiva en la persona, como la pre-
sencia de determinadas características de cada escenario que
ayudan a convertir las inclinaciones delictivas en acción. Estas
teorías se sustentan en un único principio: las oportunidades
fáciles o tentadoras atraen a la gente a la acción delictiva.

Más concretamente, el enfoque que puede dar una mejor y


Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 197

completa explicación al fenómeno delictivo que nos atañe es el


llamado enfoque de las actividades rutinarias, formulado por
M. Felson y Lawrence E. Cohen en 1979. Esta teoría parte de la
base de que, para que se cometan delitos, deben converger en
el tiempo tres elementos básicos: un delincuente motivado, un
objetivo apropiado y la ausencia de un vigilante adecuado para
el delito7.

Estos autores hablan de cuatro elementos principales que influ-


yen sobre este riesgo, se trata de los elementos VIVA, acrónimo
de Valor, Inercia, Visibilidad, Acceso. Estas dimensiones se tie-
nen en cuenta desde el punto de vista del infractor, la primera se
refiere al valor que los delincuentes otorgan al objetivo, la iner-
cia hace referencia al peso del artículo (se hurtan más productos
poco pesados o pesados, cuando se tienen recursos que facilitan
su transporte), la visibilidad es la exposición de los objetivos a
los delincuentes, mientras que el acceso se refiere al diseño de
las vías, la ubicación de los bienes próxima a zonas que facilitan
tanto la entrada como la huida.

Así, en lo que a este estudio respecta, en el delito de hurto


en explotaciones agrícolas y ganaderas podemos apreciar fácil-
mente los tres elementos básicos de los que parte esta teoría:
contamos con un delincuente, en este caso, altamente motivado
debido a que la finalidad es obtener beneficios vendiendo lo
hurtado; el objetivo es más que apropiado, pues si la finalidad
es hacer negocio con él, como hemos mencionado, se hurtan
productos comercializables; la ausencia de un vigilante ade-
cuado para el delito también es evidente, ya que debido a la
gran dispersión de los terrenos agrícolas y ganaderos, su loca-
lización y su amplitud, es complicado establecer una vigilancia
y protección continua sobre los mismos. En suma, las cuatro
dimensiones mencionadas también se aprecian a simple vista:
los objetivos tienen valor para los delincuentes puesto que van
a venderlos; los productos suelen ser de un peso medio, pues
cuentan normalmente con vehículos que le permiten su trans-
porte rápido; la visibilidad es obvia, ya que los cultivos suelen
encontrarse al aire libre y, normalmente, son vigilados previa-
mente por los delincuentes; y desde luego, el acceso es un factor
de gran peso en este caso, ya que las tierras objeto de hurto sue-
198 Jóvenes promesas en Criminología

len estar cercanas a carreteras comarcales accesibles y, habitual-


mente, sin mucho tráfico y, por tanto, escaso control informal y
formal.

Definitivamente, esta teoría resulta muy útil en la práctica,


puesto que defiende que gran parte del trabajo preventivo
corresponde en este caso a la policía, la seguridad privada y las
personas que puedan contribuir a la reducción de oportunida-
des, considerando estas oportunidades como una de las causas
básicas del delito, otorgándole el mismo peso que a las causas
personales y sociales que, como es bien sabido, son más com-
plejas de abordar.

Por otro lado, llama la atención que este delito haya experimen-
tado un repunte en los últimos años, lo que nos lleva a pre-
guntarnos qué causas o qué motivos pueden explicar este incre-
mento. Pues bien, encontramos dos circunstancias que pueden
responder a esto: la primera hace referencia a la crisis econó-
mica que atraviesa nuestro país, una crisis que se deja notar
especialmente en el sector agrícola y ganadero; la segunda, se
refiere a que, también en este momento, comienza la subida del
precio del cobre y otros metales, coincidiendo a su vez con la
sofisticación del trabajo en el campo, lo que implica un mayor
número de maquinaria con este tipo de metales, fáciles de ven-
der en el mercado negro.

Por tanto, siguiendo la línea de la teoría de la oportunidad, es


lógico pensar que el número de robos y hurtos en las grandes
ciudades y zonas más vigiladas disminuye en periodos de
depresión económica, desplazándose el fenómeno, por ejem-
plo, a zonas rurales, de ahí el aumento de este tipo delictivo.
Esto se debe a que el incremento del desempleo provoca que
las personas permanezcan durante mayor tiempo en sus hoga-
res, ejerciendo una mayor protección de los mismos. Además,
no hay tanta circulación en las calles y espacios públicos debido
a la escasez de recursos para el ocio fuera del hogar y la escasa
necesidad de salir con objeto de disminuir gastos. Con ello, se
hace más fácil cometer hurtos y robos en zonas más desprotegi-
das como son las explotaciones agrarias y ganaderas, en vez de
en viviendas ubicadas en las urbes.
Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 199

OBJETIVOS E HIPÓTESIS

Los hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas son


fenómenos en auge de los que, como hemos visto, no se posee
información detallada. Esto se debe, en parte, al problema de
la no denuncia y la escasa importancia otorgada al fenómeno
por parte de las instituciones. Este estudio presenta como obje-
tivo general proveer información para contribuir a un cono-
cimiento más amplio y completo del problema, partiendo de
fuentes directas como la experiencia de víctimas, con datos y
especificaciones que no constan en las estadísticas policiales y
judiciales. Más concretamente, este estudio pretende:

• Determinar las características delictuales, tales como el


horario de comisión, tipo de objetos sustraídos, perjuicio
económico, modus operandi y uso de armas, entre otros.

• Conocer la tasa de revictimización de la muestra de estudio.

• Conocer las medidas de seguridad adoptadas por las víctimas


de estos delitos.

A partir de toda la información analizada anteriormente, las


hipótesis de las que parte este estudio son:

1. Este tipo delictivo es cometido, normalmente, por la noche


cuando hay poca luz y escasa visibilidad;
2. Los objetos más sustraídos son frutas y hortalizas como las
aceitunas, las fresas o los aguacates;
3. La tasa de revictimización de este tipo delictivo es alta;
4. No se hace uso de armas de fuego para cometer el delito;
5. Las víctimas de estos delitos están tomando medidas de
“autoprotección” como patrullas rurales, es decir,
agricultores y ganaderos que se turnan para vigilar sus
tierras.

METODOLOGÍA

Para alcanzar los objetivos mencionados y corroborar o, en su


caso, refutar las hipótesis del estudio, el método que se ha deci-
200 Jóvenes promesas en Criminología

dido utilizar es el denominado “Bola de Nieve”. La elección de


este método responde a su idoneidad para acceder a la pobla-
ción dedicada al sector agrario de Málaga, más concretamente,
a aquella que ha sufrido alguno de los delitos objetos de estudio,
ya que debido a su dispersión geográfica y escasa notoriedad
en la sociedad, resulta complejo contactar con ella. Este método
permite escoger a las unidades muestrales sucesivamente a par-
tir de referencias aportadas por los sujetos a los que se ha acce-
dido.

a. Participantes.

En este estudio se ha encuestado a 44 participantes dedicados a


la agricultura y dueños de una explotación agrícola en la pro-
vincia de Málaga, de los cuales el 95,5% son hombres y el 4,5%
mujeres, con edades comprendidas entre 22 y 57 años de edad
(M = 39,95; D.T. = 8,449), procedentes de siete municipios de la
provincia de Málaga (Cártama, Vélez-Málaga, Antequera, Nerja,
Alhaurín de la Torre, Campanilla y Archidona).

Aproximadamente la mitad de la muestra, pertenece y tiene


situada la explotación en el municipio de Antequera (40,9%),
seguido de Vélez-Málaga (27,3%) y Cártama (9,1%). El estado civil
de los participantes es variado, el 45,5% está casado, el 22,7% está
soltero, el 22,7% tiene pareja de hecho, el 4,5% está separado y el
4,5% está divorciado; lo mismo ocurre en lo referente al nivel de
estudios, el 18,25% posee estudios primarios, el 40,9% bachille-
rato, el 27,3% formación profesional y el 13,6% estudios universi-
tarios.

b. Instrumentos.

El instrumento que permite alcanzar los objetivos perseguidos


consiste, principalmente, en una encuesta ad hoc realizada a las
víctimas de hurtos o robos en el campo, con ella se consigue
información directa de los afectados a través de una serie de
preguntas elaboradas al efecto para conocer la realidad de estos
delitos y sus características. Para el planteamiento y el diseño
del cuestionario, se han tenido en cuenta los objetivos del estu-
Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 201

dio, derivándose de ellos los distintos temas, indicadores y,


finalmente, preguntas.

El método utilizado para la realización de las encuestas es el


telefónico, ya que ofrece rapidez en relación al trabajo de
campo y al análisis, supliendo así la falta de recursos y otras
limitaciones como la complejidad para desplazarse a las zonas
donde residen las personas que componen la muestra. Además,
este método resulta adecuado dado que el cuestionario es breve,
no superando la realización del mismo los quince minutos.

Por último, también se utiliza una entrevista semisestructurada


realizada a un agente de la Guardia Civil, planteándose varias
preguntas objetivas en relación a las actuaciones que lleva a cabo
del Grupo ROCA.

c. Procedimiento.

En primer lugar, se contacta con dos asociaciones de agricul-


tores y ganaderos con gran relevancia a nivel andaluz, ASAJA
(Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) y COAG (Unión de
Agricultores y Ganaderos de Andalucía), desde la que corrobo-
ran el incremento de los delitos en el campo en los últimos años,
así como la escasa relevancia a nivel policial y penal que se le
otorgan a los mismos. De esta forma, las entidades colaboran
facilitando los contactos de determinadas personas que han sido
víctimas de estos delitos recientemente y que están dispuestas a
realizar la encuesta.

Posteriormente, se procede a llamar a estas personas para la rea-


lización de la encuesta, siendo la duración de la misma de apro-
ximadamente quince minutos. Tras encuestar a estas primeras
personas, las mismas mencionan que conocen a otros sujetos
que han sufrido situaciones similares, proporcionando el con-
tacto de los mismos, de manera que la muestra va ampliándose
progresivamente.

Finalmente, tras la realización de las encuestas, se introduce y


analiza toda la información obtenida a través del paquete esta-
dístico SPSS.
202 Jóvenes promesas en Criminología

Además, se entrevista a un cabo de uno de los dos equipos


ROCA que existen en Málaga, concretamente el situado el
municipio de Antequera. De esta forma, el agente responde a
preguntas, principalmente, objetivas, proporcionando informa-
ción para contrastar con los resultados de las encuestas a las víc-
timas, así como para interpretar los mismos.

RESULTADOS

En la Tablas 1 y 2 se muestran los datos descriptivos de las varia-


bles relativas a la explotación agraria, así como de las variables
relativas a las características principales del tipo delictivo, res-
pectivamente.

Como se puede observar en la Tabla 1, la mayor parte de la parte


de las víctimas de la muestra (40,9%) tienen la explotación en el
municipio de Antequera, la mayoría (77,3%) lleva trabajando en
la misma un largo periodo de tiempo y un gran porcentaje de
las explotaciones (45,5%) son de gran extensión, ya que trabajan
en ellas tres o más personas.

Tabla 1. Localización y características de la explotación.

En la Tabla 2 aparecen varios datos de interés: el tipo de delito


Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 203

más frecuente es el hurto en explotaciones agrícolas (54,5%); un


porcentaje importante de las víctimas lo ha sido en cuatro o más
ocasiones (36,4%); la mayoría de las víctimas (54,5%) consideran
que el delito fue grave; el momento del día en el que se cometen
estos delitos es variable; gran parte de la muestra no estuvo pre-
sente en el momento del delito (59,1%), por lo que el porcentaje
que no pudo recuperar lo sustraído también es elevado (63,6%).
Para terminar, en relación a la variable relativa al objeto sus-
traído o daño causado, teniendo en cuenta que se trata de una
pregunta multirrespuesta, se puede observar que lo más habi-
tual es el robo o hurto de frutas (81,8%), seguido de maquinaria
(27,3%) y daños ocasionados en la explotación (22,7%).
204 Jóvenes promesas en Criminología

Tabla 2. Tipo de delito y características de los hurtos y robos en explotaciones


agrícolas.

En la Tabla 3 se aprecia las frecuencias de los cuatro tipos de


delitos cruzados con la variable percepción de la gravedad. Así,
Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 205

en los casos de hurto la percepción de gravedad del hecho es


mayor que en el resto de tipos delictivos.

Tabla 3. Percepción de la gravedad del hecho según el tipo de delito.

En la Tabla 4 se muestra que relación guarda la variable “presen-


ciar el delito” con la variable “recuperar lo sustraído”. Así, de las
18 personas que presenciaron el delito, el 55,6% recuperó lo sus-
traído; mientras que de las 26 personas que no lo presenciaron,
sólo el 15,4% pudo recuperarlo.

Tabla 4. Relación entre presenciar el delito y recuperar lo sustraído.

En la Tabla 5 se muestran los datos descriptivos en relación a


la denuncia de los hurtos y robos en explotaciones agrícolas,
así como a la seguridad y la prevención en las mismas. Llama
la atención que todos los miembros de la muestra han denun-
ciado el delito del que han sido víctimas, la mayor parte ante la
Guardia Civil. Además, las razones por las que se decide denun-
ciar son, principalmente, recuperar lo sustraído (31,8%) y con-
seguir el castigo o la detención del autor de los hechos (27,3%).
En cuanto a la prevención de este tipo de delitos casi la mitad
de la muestra la cataloga de “mala” (40,9%), apostando un 36,4%
de las víctimas encuestadas por métodos distintos a un mayor
número de efectivos policiales o mayor número de operativos
206 Jóvenes promesas en Criminología

para mejorar la seguridad y la prevención de los hurtos y robos


en el campo.

Tabla 5. Variables relativas a la denuncia en este tipo de delito y la seguridad de las


explotaciones.

También en la Tabla 5, se observa que la mitad de la muestra


disponía de medidas de seguridad en su explotación antes de la
comisión del delito; mientras que después de haber sido víctima
del delito el 31,8% de la muestra reforzó sus medidas de seguri-
Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 207

dad con otras adicionales o puso medidas por primera vez en su


explotación.

En la Tabla 6, se aprecia como de las veintidós víctimas que


poseían medidas de seguridad antes de la comisión del delito,
sólo dos reforzaron las mismas tras el hurto o robo; mientras
que de las veintidós que no poseían medidas de seguridad antes
de la comisión del delito, doce optaron por adoptarlas tras el
mismo. Es decir, en total catorce personas decidieron o bien
reforzar o bien usar medidas de protección propias en sus
explotaciones tras ser víctima del delito.

Tabla 6. Diferencias entre la utilización de medidas antes y después de haber sufrido el


delito.

En relación con lo anterior, en la Tabla 7 se muestran los tipos de


medidas más utilizadas tanto antes como después del delito. Así,
la medida más usada antes de ser víctima del delito era el uso de
vallas, muros o alambradas; mientras que las víctimas que refor-
zaron sus medidas o las pusieron por primera vez a causa del
delito optaron, en su mayoría, por el uso alarmas.
208 Jóvenes promesas en Criminología

Tabla 7. Tipos de medidas de seguridad utilizadas antes y después de la comisión del


delito

En la Tabla 8 se muestran las frecuencias de los cuatro tipos


de objetos sustraídos o daños causados cruzadas con la variable
municipio. Así, hay que tener en cuenta que se trata de una
pregunta multirrespuesta en el cuestionario utilizado. De esta
forma, en todos los municipios, excepto en Antequera, el mayor
porcentaje de productos sustraídos se corresponde con frutas;
mientras que Antequera se suele dar el hurto o robo de maqui-
naria y frutas con la misma frecuencia.

Tabla 8. Objetos sustraídos o daños causados por municipio.

Finalmente, de los 44 participantes en el estudio, sólo 10 pudie-


ron ver al delincuente. De estos, el 80% dijo que los autores eran
hombres, mientras que el 20% dijo que eran de ambos sexos;
Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 209

además, el 40% indicó que eran de nacionalidad española y el


otro 40% de nacionalidad rumana; en cuanto el número de per-
sonas, coinciden en que eran entre 3 y 6 personas; sólo el 20% de
las víctimas que vieron al delincuente, afirman que éste lo hizo
para vender lo sustraído; el 60% dice que los autores llevaban
armas, mientras que el 40% restante no está seguro de ello; de
los 6 anteriores, el 66,7% afirma que el tipo de arma que llevaban
eran armas blancas, mientras que el 33,3% indicó que eran obje-
tos contundentes. Todo esto varía con la percepción que tienen
del delincuente las personas que no lo vieron, en total 34 suje-
tos de la muestra. De estos, el 29,4% dijo que los autores eran
hombres, mientras que el 11,8% dijo que eran de ambos sexos;
además, el 23,5% indicó que eran de nacionalidad española y el
11,8% de nacionalidad rumana; en este caso, un 47,1% de los par-
ticipantes se pronuncia sobre el número de autores, siendo el
número muy variable; el 23,5% cree que el motivo por el que el
delincuente cometió el delito fue para venderlo, mientras que el
5,9% piensa que lo hizo por falta de recursos; el 17,6% piensa que
no portaban armas, mientras que el 35,3% piensa que sí, de estos
últimos, un 16,7% hacen referencia a armas blancas y un 83,3% a
objetos contundentes.

En lo referente a la entrevista realizada al cabo del equipo ROCA


de Antequera, los principales datos extraídos son:

• Actualmente, en Andalucía hay 25 equipos ROCA que operan


y están integrados por 100 agentes altamente especializados
en el medio rural, junto a los que colaboran 79 unidades de
Seguridad Ciudadana, SEPRONA y Tráfico para abordar la
problemática desde todas las perspectivas. De esos 25, son
dos los equipos que actúan en Málaga, asentados en Coín y
Antequera desde octubre de 2013.

• Actuaciones del grupo Roca en Málaga:

a. Han mantenido 63 reuniones y 451 contactos con los


colectivos afectados, para poder conocer de primera mano
los problemas delos agricultores.
b. Impartición de una conferencia formativa para informar
sobre las formas de prevenir los robos, mejorando los
210 Jóvenes promesas en Criminología

niveles de comunicación de los agricultores con la Guardia


Civil.
c. Continuo contacto e intercambio de información con la
Policía Nacional, dado que es la competente en estos delitos
en zonas como Vélez-Málaga.
d. Colaboración en el Plan ROCA del Servicio de Protección
de la Naturaleza (SEPRONA), gracias a la cual se ha
intensificado el control en caminos de acceso a las fincas
donde se producen los robos.
e. Se han aumentado las acciones para controlar la venta de
material robado, con controles de mercadillos, ventas
ambulantes y almacenes y colaboración de la Guardia Civil
en los controles de carretera.
f. Se han impulsado medidas contra el robo de cobre, un
delito muy ligado al de las sustracciones en el campo,
prestando especial atención a los compradores y se han
establecido mapas de cultivos y sistemas de geolocalización
de las fincas, poniendo las nuevas tecnologías al servicio de
la seguridad de los agricultores, lo que acorta el tiempo de
reacción y agiliza las investigaciones.

• Según datos de la Guardia Civil, desde 2013 hasta 2015 los


robos en explotaciones agrícolas de Málaga han disminuido
en torno al 38%. Igualmente, en 2014 también han disminuido
las infracciones penales en el medio rural en la provincia
de Málaga hasta un 24% aproximadamente, lo que sitúa el
descenso por encima de la media en Andalucía (21%). Málaga
es, de hecho, la segunda provincia de Andalucía con los
niveles más bajos en cuanto a infracciones penales registradas
en el último año.

• La zona más afectada de Málaga es Antequera, seguida de la


zona del Valle del Guadalhorce. De hecho, en 2015 Antequera
acaparó el 61% de las infracciones penales relativas a
sustracciones en explotaciones agrícolas.

6. Medidas de prevención e intervención.

En 2011, Ministerio del Interior vio necesaria la creación del lla-


mado “Plan contra las Sustracciones en Explotaciones Agrícolas
y Ganaderas”, con el fin de frenar esta tendencia al alza de estos
Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 211

delitos. A corto plazo, se observaron resultados que reflejaban la


eficacia del Plan, puesto que en 2013 la criminalidad en el sector
creció sólo un 1,78% con respecto a 2012. Además, esto también
pudo observarse en 2014 (último año del que se tienen datos),
ya que, por ejemplo, en los meses de enero y febrero de 2014
las infracciones en las explotaciones descendieron un 15,3% con
respecto al mismo periodo del año anterior.

Así pues, es necesario hacer una especial mención a las medidas


que abarca este Plan, medidas introducidas, en un primer
momento, en 2011 y revitalizadas, más tarde, en septiembre de
2013, cuyo objetivo es disminuir la actividad delictiva y mejorar
la coordinación en la lucha contra este tipo de delincuencia.

Para la elaboración del Plan, el Ministerio encomendó a la Guar-


dia Civil tanto la investigación del fenómeno como la aporta-
ción de soluciones al mismo. Así, tras la realización del análisis,
los ejes principales de actuación se correspondían con:

a. Concentrar el esfuerzo de las Unidades de la Guardia Civil


en los robos en instalaciones agrícolas y ganaderas.
b. Crear Unidades Funcionales específicamente ideadas para
luchar contra este tipo de delincuencia en el ámbito
territorial de la Guardia Civil.
c. Dar apoyo sistemático a las Unidades Territoriales por las
Unidades de Reserva, situadas en lugares próximos a las
zonas de especial incidencia.
d. Máxima colaboración de las agrupaciones de Tráfico de la
Guardia Civil y de las Unidades de Servicio de Protección de
la Naturaleza (SEPRONA).

Más concretamente, las actuaciones a realizar son intensificar


los servicios en franjas horarias de mayor incidencia, detectar
vehículos sospechosos e indicios de que los accesos a las insta-
laciones agrícolas y ganaderas hayan sido forzados, incremen-
tar los controles en carreteras y nudos de comunicación, puesta
en marcha de dispositivos específicos sobre establecimientos de
compra-venta de material agrícola usado, elaborar inteligen-
cia específica de Unidades de Policía Judicial sobre estos deli-
tos, fomentar la participación en las labores de investigación de
212 Jóvenes promesas en Criminología

todas las Unidades Territoriales de la Guardia Civil, intensifi-


car la colaboración con las Organizaciones Agrarias y el apoyo
de Guardas Particulares de Campo, emplear las Unidades de
Reserva de todas las Comandancias de la Guardia Civil, la Agru-
pación de Reserva de la Guardia Civil (ARS) ha de reforzar los
servicios de las Unidades Territoriales, desarrollo de iniciativas
concretas de coordinación8.

No obstante, y debido a que la criminalidad en el sector siguió


ascendiendo en el periodo que va de 2011 a 2013, el Ministerio
decidió revitalizar el Plan en septiembre de 2013 como ya
hemos dicho, con los objetivos de poner en marcha medidas
específicas en aquellas provincias donde se detectaron mayor
número de hurtos en explotaciones agrícolas y ganaderas, des-
plegar equipos específicos de la Guardia Civil e incrementar la
seguridad mediante una vigilancia permanente y una mayor
comunicación con los colectivos afectados. En esta línea, las
nuevas propuestas se encuadraron en tres grandes bloques:

a. Conseguir una mayor seguridad, desarrollando políticas


informativas para los afectados e impulsando un mayor
refuerzo policial con el despliegue del Escuadrón de
Caballería de la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS)
de la Guardia Civil en las provincias donde se focaliza el
problema9.
b. Proporcionar más información y propiciar una mayor
colaboración, realizando reuniones institucionales,
suscribiendo acuerdos de colaboración con todos los
colectivos implicados y protocolizando la comunicación
entre los distintos colectivos y asociaciones, estableciendo
personas de contacto oficial, poniendo en marcha acciones
formativas de seguridad e intercambiando información
para luchar eficazmente contra esta práctica delictiva.
c. Reducir los delitos mediante la creación de los equipos
ROCA de la Guardia Civil (Equipos contra los Robos en
el Campo), el refuerzo de la seguridad ciudadana, la
implicación del SEPRONA, el lanzamiento de la aplicación
móvil de la Guardia Civil y la de Denuncia Electrónica en
Internet para informar de manera inmediata de la comisión
de un hurto en el campo.
Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 213

De entre todas estas propuestas, a la que más recursos se ha


destinado ha sido a la creación de los equipos ROCA, equipos
que proporcionan cobertura integral al agricultor y al ganadero
desde los contactos iniciales pasando por el intercambio de
información y acciones formativas de seguridad hasta la inves-
tigación e identificación de los delincuentes. Están preparados
y diseñados para combatir específicamente esta actividad delic-
tiva. Su actividad consiste en mantener un contacto permanente
con todas las personas que integran los colectivos agrícolas y
ganaderos, obtener información relacionada con este fenómeno
y tratar de detectar a los delincuentes e investigar aquellas
explotaciones agrícolas y ganaderas donde se hayan producido
delitos. Además, estos equipos han de explicar a los colectivos
afectados como mejorar su seguridad para evitar nuevos hurtos,
convirtiéndose en referencia para estos colectivos en materia de
seguridad y diseñar dispositivos operativos para detener a los
delincuentes, desplegándose en las quince provincias más afec-
tadas, creándose cincuenta y cinco equipos ROCA en un primer
momento.

Por último, la revitalización de 2013 pone de manifiesto la


importancia de desarrollar un verdadero mapa de cultivos y sis-
temas de geolocalización de las fincas, además de activar opera-
ciones de alta intensidad por parte de la Guardia Civil durante
determinados períodos del año que se consideran críticos.10

Por otro lado, cabe señalar una medida que se está genera-
lizando en las plantaciones agrícolas para hacer frente a los
hurtos y robos. Se trata de la incorporación de un sistema infor-
mático de localización de explotaciones agrícolas. Mediante esta
herramienta se realiza una codificación de las plantaciones, por
ejemplo, freseras, de forma que son fácilmente localizables
cuando se producen estos sucesos. Se trata de una herramienta
que facilita la rápida intervención de los agentes, de manera que
al estar codificadas las explotaciones, el agricultor que crea que
está siendo víctima de un hurto, sólo ha de facilitar a los opera-
dores del Centro de Emergencias de la Guardia Civil el número
que tienen asignados. Esta idea responde a la dispersión de las
fincas agrícolas y la complejidad para encontrarlas.
214 Jóvenes promesas en Criminología

Finalmente, y en relación con lo anterior, también reciente-


mente las autoridades policiales han empezado a estudiar la
posibilidad de implantar un documento que incorpore la tra-
zabilidad de las mercancías transportadas11, que permita a la
Guardia Civil determinar de manera precisa el origen de los
productos agroalimentarios que hayan podido ser robados en
fincas o almacenes. Esto, se enmarcaría dentro del marco del
Plan Contra Sustracciones en Explotaciones Agrícolas y Gana-
deras que desarrollan el Ministerio del Interior y el de Agricul-
tura.

DISCUSIÓN

En primer lugar, el tipo delictivo más común en las explota-


ciones agrícolas es el hurto, esto se debe a que la extensión de
las mismas dificulta el uso de medidas de seguridad que hagan
necesario el uso de fuerza en las cosas o violencia e intimida-
ción para perpetrar el acto delictivo, lo que hace que el robo sea
menos frecuente.

En relación a lo anterior, son interesantes los resultados obte-


nidos de cruzar las variables “Tipo de delito” y “Percepción de
la gravedad del delito”, puesto que el mayor porcentaje de vícti-
mas que considera que el delito fue muy grave, corresponde con
las víctimas de hurto en explotaciones agrícolas (de las 12 perso-
nas que consideran que fue muy grave, el 66,7% ha sido víctima
de hurto), lo que resulta extraño, puesto que el delito de robo,
ya sea con fuerza en las cosas o con violencia o intimidación,
es más grave a efectos penales (lleva aparejada una pena de pri-
sión mayor). Sin embargo, esto se explica porque las personas
que perciben el delito como muy grave y son víctimas de hurto,
hacen referencia a que el principal daño causado es económico,
tomando únicamente en consideración este perjuicio para cata-
logar el delito de leve, grave o muy grave. En suma, la mayor
parte de la muestra considera el delito grave (54,5%), de nuevo
atendiendo al daño económico ocasionado.

Siguiendo la misma línea, el perjuicio económico deriva de la


frecuencia con la que los participantes en el estudio han sufrido
un hurto o robo de frutas (81,8%) y/o maquinaria (27,3%), provo-
Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 215

cándole además graves daños en la explotación. Es decir, las víc-


timas no sólo pierden lo hurtado o robado, sino que lo habitual
es que se produzcan daños en los árboles y plantaciones, sobre
todo en los municipios de Vélez-Málaga y Antequera, redu-
ciendo su producción en los próximos años, como ya vimos en
el apartado 2 del trabajo (Estado Actual del Fenómeno) al hablar
de las particularidades de este tipo delictivo y como corrobora
la Guardia Civil en la entrevista, lo que genera pérdidas econó-
micas en los meses o años siguientes al delito.

La tendencia es que en todos los municipios destaque la fruta


por ser el producto más sustraído, confirmándose así la primera
hipótesis del estudio. Tal es así, que los agricultores señalan,
principalmente, la aceituna o el aguacate y el mango, en Ante-
quera y Vélez-Málaga respectivamente, como el producto más
atractivo para los delincuentes. La respuesta radica tanto en
el gran número de producción de los mismos en la provincia
Málaga como en su alto valor dentro del sector agrario, pues
la ciudad es la principal productora de mangos y de aguacates
a nivel andaluz (68% y 97% respectivamente de la producción
andaluza)12 y la segunda de aceitunas, siendo además éstos los
productos más cotizados en el mercado. Esto indica que el prin-
cipal motivo por el que se producen los hurtos y robos en el
campo es la venta de los productos, ya sea de frutas u hortalizas
o de maquinaria.

En lo referente al momento de comisión del delito, en un 51,9%


de los casos éste tiene lugar en la noche o en la madrugada
(noche 27,3%; madrugada 31,8%), mientras que un 40,9% de los
casos se dan por la mañana o por la tarde, lo que significa que
se comete, normalmente, cuando hay menos luz y la visibili-
dad es más reducida, tal y como se mencionaba en la segunda
hipótesis. No obstante, estos delitos pueden cometerse en cual-
quier momento del día, tal y como expone A. Serrano Gómez
en su estudio sobre el robo de uso de vehículos de motor (fenó-
meno delictivo con un modus operandi similar al del objeto de
estudio), en el que menciona que las horas más frecuentes para
cometer el delito son las de la noche y, dentro de estas las más
avanzadas.13 Sin embargo, se contrapone con el estudio de J. R.
Agustina y F. Reales relativo al robo de viviendas, en el que se
216 Jóvenes promesas en Criminología

demostró que los ladrones prefieren perpetrar el robo por la


mañana o por la tarde, dado que los ocupantes de la vivienda
suelen estar trabajando o estudiando y la casa se encuentra des-
habitada14; justo lo contrario que ocurre en las explotaciones
agrícolas, donde los trabajadores suelen encontrarse durante el
día, explicando así, que la noche sea el momento propicio para
cometer el delito.

Por lo que respecta a la presencia de la víctima en el momento


de comisión del delito, la mayoría (59,1%) no se encontraba en la
explotación. Esto guarda relación con el porcentaje de personas
que logró recuperar lo sustraído, puesto que el estudio confirma
que es más probable recuperar lo hurtado o robado si la víc-
tima se encuentra presente en el momento del delito. Es decir,
de las 18 personas que presenciaron el delito, el 55,6% recuperó
lo sustraído; mientras que de las 26 personas que no lo presen-
ciaron, sólo el 15,4% pudo recuperarlo. La explicación radica en
el hecho de que las personas que presencian el robo o hurto en
su explotación, optan bien por retener al delincuente mientras
llega la policía, bien por llamar a la misma y esperar su actua-
ción, en cualquier caso, esto facilita la labor policial, aumen-
tando las posibilidades de detener al delincuente de manera
rápida y recuperar los productos sustraídos.

Por esto, es importante tener en cuenta las llamadas zonas vic-


timógenas (zonas proclives a ser escenario de un delito), puesto
que, si en los robos y hurtos en el campo la víctima no suele
estar presente en el momento del suceso, o, en caso de estarlo,
la explotación suele estar lejos de quienes pueden protegerla o
auxiliarla, con una mayor protección de estos puntos calientes
podríamos aumentar el porcentaje de víctimas que consiguie-
ran recuperar los objetos que les han sido sustraídos.

En cuanto a la revictimización, se confirma la hipótesis relativa


a que las víctimas de los hurtos y robos en explotaciones agríco-
las, suelen serlo en varias ocasiones, dado que el 63,7% de ellas
lo ha sido en dos o más ocasiones. Esto se debe a que, como
veremos más adelante, muchas de estas personas no utilizan
medidas de protección frente a este delito, bien por la falta de
Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 217

recursos, bien por la creencia de que en el medio rural su efica-


cia es limitada.

Además, hay que aludir al denominado “riesgo victimal”, que


clasifica los factores que hacen a una persona más propensa a
ser víctima. En este caso, los factores que atraen el delito son
factores exógenos, esto es, vienen de fuera (situación geográ-
fica, horario, etc.), por ello, el espacio y el tiempo son aquí más
importante que la víctima en sí, que puede ser aleatoria15.

En otro orden de cosas, el análisis pone de manifiesto que todos


los participantes del estudio han denunciado el delito sufrido
en el último año. Sin embargo, esto responde a que los agricul-
tores que componen la muestra pertenecen a Asociaciones de
agricultores andaluzas, desde las que se están llevando a cabo
importantes campañas de concienciación relativas a la impor-
tancia de denunciar por irrelevante que pueda parecer el suceso.
Además, se trata de personas que suelen reunirse con el Grupo
ROCA de la Guardia Civil, como bien apuntaba en la entrevista
el Cabo, donde se resalta de nuevo la importancia de la denun-
cia para que la existencia de este tipo de casos conste oficial-
mente es las estadísticas. Así, el motivo más utilizado como
justificación de la denuncia es recuperar lo sustraído (31,8%),
seguido del castigo o la detención del delincuente (27,3%) y la
evitación de nuevos sucesos (22,7%). Todos estos motivos res-
ponden al grave perjuicio económico que causan estos delitos a
los agricultores, ya mencionado anteriormente.

En este sentido, la Guardia Civil es el órgano policial ante el


que la mayoría de los sujetos ha interpuesto la denuncia (54,5%),
dado que es el órgano competente en la mayoría de los muni-
cipios en los que se encuentran las fincas y explotaciones de los
componentes de la muestra (excepto en Vélez Málaga, donde es
competente el Cuerpo Nacional de Policía).

Sin embargo, en general las víctimas afirman desconocer el


procedimiento de la denuncia (40,9%), alegando que no se les
informa de cuáles son los pasos a seguir por las Fuerzas y Cuer-
pos de Seguridad para investigar lo ocurrido o del porqué del
archivo del caso. En suma, un gran porcentaje califica la preven-
218 Jóvenes promesas en Criminología

ción de estos delitos en su municipio como “mala” o “muy mala”


(63,6%), en este caso, mencionando la falta de recursos que des-
tina la Administración Pública a combatir los mismos, dotando
de pocos efectivos a la policía especializada en estos casos.

En contraposición con lo anterior, el miembro del Grupo ROCA


de Antequera entrevistado habla de hasta seis actuaciones dife-
rentes llevadas a cabo por este equipo para prevenir los delitos
en el campo, así como para mejorar la seguridad de las explo-
taciones. Por ejemplo, menciona el aumento de acciones des-
tinadas a luchar contra los mercados ilegales donde se venden
los productos hurtados, a pesar de que los ciudadanos no tengan
constancia. De ello, se deduce que las mejoras policiales no están
teniendo el efecto deseado o no están siendo comunicadas con
claridad a la población interesada.

En este punto, es necesario hablar del perfil del delincuente


según la percepción de las víctimas, dado que la mayoría no
pudo ver al mismo.

La percepción de las características de los autores de hurtos y


robos en el campo, no es muy dispar entre las víctimas que
pudieron ver al delincuente y las que no. En ambos casos, la
mayoría habla de que se trata de tres o más hombres de nacio-
nalidad española. Esto no es de extrañar, dado que sin ir más
lejos, en 2010 el 92,7% de la población reclusa en España eran
hombres16. Más concretamente, en cuanto de los condenados
en el mismo año por delitos patrimoniales y contra el orden
socioeconómico, el 94,06% eran hombres y el 5,93% mujeres.
Esto se debe tanto a factores biológicos como sociales; por un
lado, como dice el Profesor W. Pollack, los hombres son bioló-
gicamente más propensos a la violencia (por ejemplo, la rela-
ción entre altos niveles de testosterona y mayor agresividad),
pero la forma en que son criados y las presiones que la sociedad
impone sobre ellos incide también radicalmente. Por ejemplo,
a medida que los niños van creciendo, se les enseña a socializar
de forma diferente: no para todos está mal visto que los chicos
resuelvan sus diferencias a golpes, mientras que a las niñas se les
suele inculcar un mayor autocontrol en cuanto a su rol en con-
flictos. Se toma como normal que los varones sean más desor-
Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 219

denados, propensos a tomar riesgos y defenderse de cualquier


tipo de provocación utilizando la fuerza física.

En lo que a la nacionalidad del autor se refiere, que sean espa-


ñoles y, en muchas ocasiones, de zonas cercanas al lugar de
comisión del delito según los propios afectados y la Guardia
Civil, responde a que en estos delitos se suele adquirir un cono-
cimiento previo de los objetivos durante el transcurso de las
actividades rutinarias de los delincuentes, puesto que es difícil
conocer de otra forma las explotaciones, así como los productos
que existen en las mismas, debido a la lejanía o escasa visibilidad
de las mismas desde carreteras principales o zonas residenciales.

El hecho de que actúen en grupo responde a la dificultad para


acceder y salir de las explotaciones y a la cantidad de productos
hurtados o robados, sobre todo, para poder recogerlos y cargar-
los en vehículos sin ser descubiertos.

En cuanto al uso de armas por parte de los delincuentes para


cometer el delito, se hace referencia, principalmente, a armas
blancas u objetos contundentes para perpetrar los delitos, dado
que necesitan utilizarlos bien para recolectar los productos de
los árboles, para cortar el cableado o forzar las cerraduras y
otras medidas de seguridad, lo que corrobora la cuarta hipótesis
del estudio.

Para terminar, según los encuestados, en estos delitos la moti-


vación reside en el comportamiento infractor en sí, es decir,
cuánto más fácil sea la acción transgresora y cuánto más poten-
tes sus refuerzos materiales, mayor es la instigación hacía la
desviación17. Premisa fácilmente apreciable en este fenómeno
delictivo, ya que la venta ilícita de los productos sustraídos
reporta grandes beneficios a los autores de los hurtos y robos en
el campo, sin suponerles grandes dificultades o riesgos la comi-
sión de los mismos.

Finalmente, por lo que respecta a las mejores fórmulas para


mejorar la seguridad en las explotaciones según los propios
agricultores, destacan el aumento de la vigilancia, implemen-
tado un mayor número de efectivos policiales (27,3%) o a la
realización de operativos en zonas y épocas concretas (22,7%),
220 Jóvenes promesas en Criminología

principalmente, la temporada previa a la cosecha, puesto que es


la elegida por los autores de los delitos para cometerlos, apro-
vechando que los productos aún no son totalmente aptos para
recolectarlos y que hay una menor presencia de los empleados
y dueños de las explotaciones en las mismas en este tiempo, en
la que los productos necesitan un menor cuidado.

Llama la atención, que los encuestados mencionen en un 36,4%


de los casos otro tipo de fórmulas para mejorar la seguridad.
Esto se debe a que no se previó en el cuestionario las respuestas
que suponían la contratación de seguridad privada (guardas
rurales), un mayor control y sanción de los negocios ilícitos
donde se venden los productos sustraídos y de las personas que
compran en los mismos o una mayor vigilancia de los lugares
donde se vende el cobre u otros metales como chatarra, méto-
dos de proceder que según un gran porcentaje de la muestra
corresponden con las medidas más eficaces para acabar con este
tipo delictivo.

En este punto, es importante hablar de la prevención situa-


cional, que puede aplicarse en estos delitos, puesto que una
vez identificadas las claves espacio-temporales del fenómeno, es
posible influir para disminuir o reducir las probabilidades de
su ocurrencia en un futuro. Partiendo de la premisa de que los
delincuentes piensan y actúan igual que todos los demás (teorías
de la oportunidad), la prevención situacional pretende eliminar
los objetivos más fáciles, o hacer más reales las consecuencias
negativas de la delincuencia. En palabras de Medina Ariza: “Este
modelo pretende simplemente hacer el delito menos atractivo
para los potenciales delincuentes. Si queremos prevenir eficaz-
mente el delito debemos reducir las oportunidades para el
mismo a través de la modificación del medio ambiente o las
situaciones”18.

Es por esta razón, la pertinencia de abordar, en este momento,


el tema relativo a las medidas de seguridad y protección que uti-
lizan los agricultores víctimas de hurtos y robos en el campo en
sus explotaciones, tanto antes como después del delito.

Tras el análisis se puede observar que antes de ser víctima del


Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 221

último delito en el campo, sólo la mitad de la muestra disponía


de algún tipo de medida de seguridad; sin embargo, se aprecia
que tras sufrir el delito más de la mitad de los que no tenían
medidas de seguridad (54,5%) reaccionó optando por el uso de
éstas; mientras que de los que sí tenían sólo un 9,1% decidió
reforzar la seguridad y protección de su explotación. Por todo
ello, es posible pensar que no existe gran confianza por parte de
los agricultores en la eficacia de estas medidas.

De esta forma, las medidas más utilizadas antes de ser víctima


del delito son el uso de vallas, muros o alambradas (72,7%) y
cerraduras (54,5%); mientras que después de la comisión del
delito las más usadas son la colocación de alarmas (42,9%) y otro
tipo de medidas (42,9%) no recogidas en el cuestionario, prin-
cipalmente, la contratación de vigilantes de seguridad privados.
En el lado contrario, la vigilancia vecinal mediante la organiza-
ción de patrullas es la medida menos frecuente, por lo que se
rechaza la hipótesis del estudio relativa a este aspecto.

Tal y como se dijo antes, todas estas medidas pueden encua-


drarse dentro de la prevención medio-ambiental o situacional,
en la que el autor Clarke (1992), distingue tres estrategias o prin-
cipios básicos como propias de la prevención situacional19, que
podemos extrapolar al delito objeto de estudio:

a. Incremento del esfuerzo, haciendo que sea necesario un


esfuerzo mayor para cometer el delito, mediante el
endurecimiento de los objetivos (cerraduras, barrotes,
alambradas, etc.); el control de accesos, en lo referente a la
colaboración del SEPRONA con el Plan ROCA; el control de
facilitadores, en lo relativo a la codificación de plantaciones
vista en el apartado 8 del trabajo.
b. Incremento del riesgo, aumentando la posibilidad de
detección del delincuente a través de una mayor vigilancia
formal, que incluye a la policía y a los guardias de seguridad;
de una mayor vigilancia por empleados (en palabras de
Clarke), lo que podría corresponderse con la creación de
patrullas vecinales.
c. Reducción de la ganancia, haciendo la delincuencia menos
rentable o menos atractiva, mediante la identificación de la
222 Jóvenes promesas en Criminología

propiedad, grabado de números o marcas personales a la


maquinaría o utensilios.

Si bien, estas estrategias de prevención situacional son difíciles


de aplicar a la actividad individual de los delincuentes que
cometen estos delitos de sustracciones en explotaciones agrí-
colas, dado que, como hemos visto, tienen unas características
muy heterogéneas y un modo de actuar diferente dependiendo
de la situación.

Por ello, en este caso, el enfoque situacional puede emplearse


desde otro punto de vista con el fin de obtener mejores resul-
tados, aplicándose la prevención situacional al desarrollo y la
modificación del mercado ilícito. Así, se destinarían los prin-
cipios anteriores al negocio o mercado ilícito de los productos
sustraídos y no tanto a la ejecución material de los hurtos y
robos en las fincas. Entonces, se atajaría la fuente de la que
se nutren los grupos y las personas que se dedican a la venta
de estos productos de manera fraudulenta y disminuirían las
oportunidades ilegales para su comisión. En suma, esto también
puede ser de aplicación a los negocios de compra y venta de
chatarra, donde se vende la maquinaria sustraída procedente de
los robos en el campo.

Para ello, atendiendo a las estrategias de prevención situacional,


habría que distinguir entre los actores implicados, aquellos suje-
tos, grupos o empresas que estén directamente implicados en
el desarrollo del mercado ilícito para su propio beneficio; los
objetivos, productos o bienes prohibidos, restringidos o exce-
sivamente castigados, es decir, que tienen una alta demanda;
los guardianes o vigilantes, agentes o instituciones que ocupan
posiciones estratégicas y están en condiciones de controlar la
puesta en marcha de los negocios ilícitos y los canales de venta
del producto.

En definitiva, estos elementos permitirían adaptar el modelo de


prevención situacional al flujo de oportunidades que generan
los mercados ilícitos de los que se nutren los ladrones de estos
productos, constituyendo una herramienta útil para disminuir
este fenómeno delictivo.
Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 223

LIMITACIONES

Este estudio tiene algunas limitaciones que deben tenerse en


cuenta a la hora de interpretar y discutir los resultados del
mismo. La primera de ellas coincide con la imposibilidad de
extrapolar los resultados del análisis a la población general,
dado que el número de personas que componen la muestra
es reducido (N = 44). No obstante, el estudio permite conocer
determinada información en relación a cómo se está desarro-
llando este fenómeno delictivo en la provincia de Málaga.

La segunda se corresponde con la escasa información y datos


oficiales sobre los hurtos y robos en explotaciones agrícolas, lo
que ha impedido su comparación con los resultados obtenidos
en el presente estudio.

La tercera hace referencia a la ausencia de población dedicada


a la ganadería en la muestra. Esto se debe al método elegido
para seleccionar la muestra, dado que las asociaciones contacta-
das no tenían constancia de ganaderos que hubieran sido vícti-
mas de estos delitos en los últimos años ni tampoco ninguno de
los encuestados.

Con todo lo anterior, el estudio presenta importantes puntos


fuertes que le dotan de gran interés criminológico y victimoló-
gico. Así, hay que resaltar la originalidad y novedad del mismo,
puesto que no existen estudios criminológicos a nivel nacional
ni autonómico sobre hurtos y robos en explotaciones agrícolas,
arrojando éste luz sobre la descripción del tipo delictivo y los
métodos para reducir su incidencia.

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Notas

1. Instituto Nacional de Estadística (2009). Agricultura y ganadería en


España y Europa, Censo Agrario 2009 (011).
2. Gobernado, C. J. L. (2012). Incidencia de las leyes térmicas de Quételet
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5. Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que se modifica la Ley
Orgánica 10/1995 de 23 de noviembre, del Código Penal (BOE núm. 77,
de 31 de marzo de 2015).
6. Quintero, G. (2015), Comentarios a la reforma penal de 2015. Aranzadi,
Navarra.
7. Felson, M., & Clarke, R. V. (2008). La ocasión hace al ladrón. Teoría
práctica para la prevención del delito. trad. de M. Díaz I Pont y D. Felip
I Saborit, Police Research Series, Paper.
8. Ministerio del Interior, Gobierno de España. (2011). Plan contra el robo
en instalaciones agrícolas y ganaderas. Recuperado el 19 de enero de
2016 de: http://www.interior.gob.es/es/prensa/balances-e-informes/
2011
9. Ver figura nº 5 “Mapa de Hurtos en el Campo”.
10. Ministerio del Interior, Gobierno de España. (2013). Nuevas medidas del
Plan contra las Sustracciones en Explotaciones Agrícolas y ganaderas.
Recuperado el 19 de enero de 2016 de: http://www.interior.gob.es/es/
prensa/balances-e-informes/2013
11. Marcos, C. (2011). Caen en el campo como agua de mayo. Agricultura:
Revista agropecuaria, volumen (940), 302-306.
12. Observatorio de precios y mercados. Consejería de Agricultura, Pesca
y Desarrollo, Junta de Andalucía. (2015). Aguacate y Mango: campaña
2014/2015. Recuperado el 24 de mayo de 2016 de:
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13. Serrano, A. (1969). Robo y Hurto de uso de vehículos de motor: estudio
y comentarios criminológicos. Anuario de Derecho Penal y Ciencias
Penales, volumen (22), 69-108. Recuperado el 29 de mayo de 2016 de
Dialnet: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2784625
14. Agustina, J. R., & Reales, F. (2013). En la mente de un asaltante de
viviendas: estudio cualitativo de una muestra de autores de robo en casa
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15. Manzanera, L. R. (2008). La elección de la víctima. Eguzkilore,
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17. Osgood, D. W., Wilson, J. K., O´Malley, P. M., Bachman, J. G., y Johnston,
Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas 227

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18. Medina, J. J. (1997). El control social del delito a través de la prevención
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19. Miró, F., Agustina, J. R., José, R., Medina, J. E., & Summers, L. (Eds.).
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Dr. Marcus Felson. Librería-Editorial Dykinson.
La Cañada Real Galiana

Análisis etnográfico del contexto socio-espacial del


sector VI
Rubén Monge Gamero. Universidad Europea.
Tutor: Daniel Briggs.

RESUMEN

El sector VI de la Cañada Real Galiana, también conocido como


Valdemingómez, es uno de los principales puntos negros de
la Comunidad de Madrid. En este área se encuentra el mayor
hipermercado de droga de España, y uno de los mayores focos
de criminalidad y drogodependencia, que coexiste con una
población heterogénea y ausente de tejido social. El presente
proyecto tiene por objeto analizar y describir de primera mano
esta realidad por medio de la etnografía, la observación y la
interacción directa con el entorno, las fuerzas y cuerpos de
seguridad y las organizaciones públicas y privadas que se encar-
gan de lidiar con este contexto día tras día.

Palabras clave: sector VI, Hipermercado de droga, Drogodepen-


dencia, Etnografía

ABSTRACT

The sector VI of the Cañada Real Galiana, also known as Valde-


mingómez, is one of the main black points of the Community
of Madrid. The drug’ s largest hypermarket of Spain can be
La Cañada Real Galiana 229

found in this area, as well as one of the biggest focal points of


crime and drug addiction, which coexist with a heterogeneous
population, absent of social fabric. The present project intends
to analyze and describe first hand this reality by means of the
ethnography, the observation and the direct interaction with the
environment, the law-enforcement agencies and the public and
private organizations in charge of dealing with this context day
by day.

Keywords: Sector VIth, Drug Hypermarket, Drug addiction,


Ethnography

INTRODUCCIÓN

La Cañada Real Galiana, Riojana o de las Merinas es una vía


pecuaria que transcurre por el norte y el centro de la Península
Ibérica, ofreciendo enlace a cuatro comunidades autónomas (La
Rioja, Castilla y León, Comunidad de Madrid y Castilla la Man-
cha). Tradicionalmente, ha sido una de las principales vías de
trashumancia de España, aunque su utilidad comenzó a decaer
a mediados del siglo XX con la modernización del sector pri-
mario1. Fue a partir de la década de 1950 cuando el deterioro y
la falta de uso de la Cañada favoreció la ocupación de sus terre-
nos por parte de campesinos e inmigrantes rurales que llegaban
a Madrid en busca de empleo (Fundación Secretariado Gitano,
2010).

La cercanía al centro de Madrid y la fertilidad de la tierra fueron


algunos de los factores que estimularon el crecimiento urbano
a lo largo de la Cañada durante las décadas posteriores. A partir
de 1995 el asentamiento comenzó a recibir una gran afluencia
de población gitana y de inmigrantes (principalmente de Ruma-
nía y Marruecos), que aprovecharon los terrenos “sin coste” para
construir una amplia variedad de edificaciones (viviendas, naves
industriales, almacenes de residuos, huertos etc.), vulnerando
la reciente Ley 3/1995, de vías pecuarias, que tipificaba como
infracción muy grave “la edificación o ejecución no autorizada
de cualquier tipo de obra” (Art. 21.2).

Cinco años más tarde se produjo un intenso éxodo de la pobla-


230 Jóvenes promesas en Criminología

ción de Las Barranquillas2 hacia La Cañada Real, beneficiándose


de la formación de un nuevo asentamiento, al tiempo que las
fuerzas y cuerpos de seguridad estaban derribando el poblado
de Villa de Vallecas, que habría constituido uno de los principa-
les mercados de droga durante la década de 1990.

Las buenas conexiones por carretera de las autovías A-3 y M-50,


y la tolerancia histórica de las fuerzas y cuerpos de seguridad en
La Cañada Real, favoreció que los clanes establecieran allí nue-
vos puntos de venta, trasladando el carácter marginal y deses-
tructurado de Las Barranquillas.

Figura 1. Distribución Municipal del Sector VI.

Éste proceso impulsó el crecimiento demográfico, urbano y


económico sobre un espacio que discurre linealmente entre los
límites municipales de Madrid, Rivas-Vaciamadrid y Getafe, y
que actualmente representa el Sector VI de La Cañada Real a su
paso por Madrid.

Este tramo también es conocido como Valdemingómez por la


cercanía con el vertedero municipal3. Tiene una población
aproximada de 3200 personas que se asientan a lo largo de 4
kilómetros y ocupa una superficie de más de 50 hectáreas en
las que actualmente está ubicado el mayor punto de venta de
droga de España y uno de los principales focos de delincuencia
y pobreza de la Comunidad de Madrid (Cortés Alcalá, Morenos
La Cañada Real Galiana 231

Paéz, & Andújar Llosa, 2011; Fundación Secretariado Gitano,


2010).

Figura 2. Distribución demográfica por grupos poblacionales. Fuente: Elaboración


propia con datos de la Fundación Secretariado Gitano, 2015.

Sobre éste espacio coexiste una comunidad heterogénea y jerar-


quizada que se organiza en diferentes entornos según su nacio-
nalidad o modo de vida:

Figura 3. Distribución territorial por grupos poblacionales. Fuente: Elaboración propia.


Google Earth.

• Los gitanos romanís son el grupo de población más común


del sector VI. Representan el 70 por cien de su demografía,
232 Jóvenes promesas en Criminología

e integran el estrato más elevado dentro de la jerarquía de


La Cañada Real por ser los administradores de la venta de
cocaína y heroína en este terreno. Residen principalmente en
viviendas de construcción con grandes parcelas privadas que
destacan por sus excesivas medidas de seguridad. También
son poseedores de una gran cantidad de casas prefabricadas
que en ocasiones sirven de residencia y/o punto de venta.

Figura 4. “El Gallinero”. Fotografía Propia.

• La población rumana de etnia gitana se concentra en “El


Gallinero”, un asentamiento informal de más de 530 personas
que se encuentra a menos de un 1 kilómetro al norte de la
Cañada. También se conoce como el núcleo chabolista de
Francisco Álvarez, y es una zona especialmente vulnerable
por sus malas condiciones socio-ambientales. Se formó hace
13 años a raíz de la sobrepoblación de los campamentos
públicos que gestionaba el Ayuntamiento de Madrid
mediante el proyecto “APOI”4. Actualmente es uno de los
principales focos de “robo de cobre” de la Comunidad de
Madrid.
La Cañada Real Galiana 233

Figura 5. Remanente de cables “El Gallinero”. Fotografía propia.

Figura 6. Fotografía propia.

• La población española se distribuye de forma irregular a lo


largo del sector, en casas de una o dos alturas que se
caracterizan por tener las fachadas bien pintadas y una
instalación eléctrica mejor estructurada.

• Los Magrebís son el grupo de población menos numeroso de


Valdemingómez. Se asientan en la zona Oeste, en viviendas
de construcción que se diferencian por tener el tejado plano
y grandes antenas parabólicas. La mayoría son de origen
marroquí, y destacan por formar comunidades herméticas
que lideran la venta de hachís y cannabis en la zona.
234 Jóvenes promesas en Criminología

Figura 7. Modelo de vivienda marroquí. Fotografía propia.

Figura 8. Núcleo de tiendas de campaña. Fotografía propia.

• Los drogodependientes representan una comunidad activa


dentro del sector que se estima en más de 140 personas. Viven
principalmente en chabolas y tiendas de campaña alrededor
de la Iglesia de Santo Domingo de la Calzada. Muchos de
ellos están al servicio de los clanes de la droga y hacen las
tareas de vigilancia y recepción de clientes a cambio de una
o varias dosis al día. Subsisten gracias a los programas de
intervención social que la Comunidad de Madrid desarrolla
junto con algunas organizaciones privadas, en los que se
reparte alimento, ayuda material y útiles para higienizar el
consumo por vía intravenosa.

• Los clientes constituyen un colectivo muy importante dentro


del sector, que viene determinado por el elevado tránsito de
personas que acuden allí a diario para comprar y consumir
estupefacientes. Éste proceso aumenta su intensidad los fines
de semana y en las fechas posteriores al cobro del subsidio
para liberados de prisión5. El perfil del cliente es amplio y
aborda todas las clases sociales.
La Cañada Real Galiana 235

OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

• Describir y analizar los procesos sociales y estructurales que


se producen en el sector VI de La Cañada Real Galiana.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

• Conocer e interpretar la evolución histórica de La Cañada


Real Galiana.

• Describir desde un punto de vista funcional y territorial la


situación de La Cañada Real Galiana.

• Identificar las características (demográficas, económicas y


sociales) de la población del sector VI de La Cañada Real
Galiana.

• Investigar los delitos y conductas antisociales que se


producen en el sector VI de La Cañada Real Galiana.

• Explicar las políticas de actuación de carácter público y


privado que se desarrollan en La Cañada Real Galiana.

HIPÓTESIS

• Los clanes del sector VI tienen características suficientes para


ser considerados organizaciones criminales, según los
criterios internacionales. (HA)

• Los índices de vulnerabilidad, pobreza y desempleo son el


reflejo de una mala gestión de la política social desarrollada en
Valdemingómez durante los últimos años. (HB)

• La actual política criminal está desplazando la delincuencia y


el tráfico de estupefacientes a otras zonas de Madrid. (HC)
236 Jóvenes promesas en Criminología

MARCO TEÓRICO Y LITERARIO

EXCLUSIÓN SOCIAL. TRÁFICO DE ESTUPEFACIENTES Y


CRIMINALIDAD

La Globalización ha sido uno de los principales factores que ha


provocado grandes cambios en el modelo económico y social
de los países desarrollados en las últimas décadas. Estos cambios
han acentuado la brecha entre las clases sociales y los procesos
de exclusión de los colectivos minoritarios, bien por la exten-
sión de prejuicios -en los medios de comunicación-, o bien por
desavenencias culturales (nivel de formación, idioma, religión
o estilo de vida) con el modelo de vida “desarrollado”. Tal y
como afirma Bauman, en épocas recientes se han producido
migraciones masivas de colectivos minoritarios a las ciudades
en busca de empleo y oportunidades, que han sido desplazados
hacia barrios de la periferia donde han formado grandes asen-
tamientos de población superflua, que no se ubican en ninguna
realidad social (Bauman & Lazcano, 2005). En España conta-
mos con el antecedente histórico del pueblo gitano, que ha sido
socialmente rechazado desde su llegada a la península ibérica
(siglo XV), sufriendo continuos procesos de exclusión que han
impedido su completa integración en el marco social, siendo
forzados a buscar refugio en asentamientos de la periferia y
alternativas al mercado laboral, lo que no ha hecho más que
reproducir y dar consistencia a la formación de un estigma
totalmente negativo sobre su perfil.

Precisamente, estos núcleos de población superflua han acogido


a las nuevas oleadas de comunidades foráneas y rurales que bus-
caban empleo y nuevas oportunidades en las grandes ciudades
en el siglo XXI, y que igualmente fueron rechazadas al no repro-
ducir los nuevos estándares de valor y éxito social (Young, 1999).
Estos movimientos, aplicados a la sociedad española, permiten
comprender el contexto social y económico que hay detrás de
la formación de los grandes asentamientos de la periferia, que
tienen como rasgo fundamental una gran población de etnia
gitana y núcleos de colectivos minoritarios que están en creci-
miento.
La Cañada Real Galiana 237

En esta línea, es importante relacionar los procesos de exclusión


social con los tipos delictivos más comunes que encontramos
en los asentamientos periféricos dentro de nuestra sociedad,
puesto que gran parte de ellos representan la necesidad de
alcanzar los estándares de valor social que no han podido cum-
plir por medios lícitos al carecer de oportunidades dentro de la
dinámica social.

Esta relación puede ser explicada desde las teorías funcionalis-


tas, que se caracterizan por relacionar las tensiones estructura-
les con la delincuencia y la desviación social. En primer lugar,
la teoría de Robert K. Merton (Redondo & Genovés, 2013) per-
mite explicar cómo la discrepancia entre medios y fines puede
originar que toda una comunidad se vincule a prácticas delic-
tivas para contrarrestar la falta de oportunidades que tienen
para desarrollarse según los cánones socialmente establecidos.
Ésta teoría plantea un nuevo concepto de anomia que debe ser
entendido como un estado de frustración social, determinado
por la falta de recursos legítimos (empleo, educación, oportu-
nidades de emprendimiento) para alcanzar los deseos sociales
(éxito económico, reconocimiento social, etc.)

Como respuesta a este estado de frustración, las comunidades


de población periférica se han estructurado en torno a un
modelo adaptativo6 especialmente asentado en los delitos más
lucrativos, como el tráfico de drogas o las diversas formas de
robo. Esta realidad explica a la perfección la situación actual
del sector VI de La Cañada Real Galiana, que está totalmente
inmersa en el negocio del tráfico de estupefacientes porque
resulta una actividad muy lucrativa en un contexto de exclusión
social. Éste hipermercado de droga debe ser entendido como la
única fuente de ingresos para miles de personas, que gracias a él
pueden satisfacer los deseos de éxito y reconocimiento social.

Igualmente, ésta realidad puede ser interpretada desde los pos-


tulados de la Teoría General de la Tensión de Robert Agnew,
quien identifica tres fuentes de tensión en la estructura social
que aumentan la probabilidad de que una comunidad se vincule
al delito. Esta teoría resulta muy acertada en la interpretación de
los factores de frustración, ya que incluye la exposición a estí-
238 Jóvenes promesas en Criminología

mulos negativos, como pueden ser los prejuicios o el rechazo


activo de la sociedad, a los elementos de tensión publicados por
Merton. Sin duda, un aspecto ineludible ya que la recepción
continuada de estímulos tóxicos procedentes de la sociedad y
los mass-media, supone para muchos tratadistas el principal
impedimento que encuentran las minorías excluidas para inte-
grarse en el marco social (Bauman & Lazcano, 2005; Bourgois,
2003; Young, 1999). En definitiva, la perspectiva de la teoría
general añade más luz al plano teórico que explica, a grandes
rasgos, la naturaleza y el modelo de formación de los principa-
les asentamientos en España.

Autores como Jock Young y David Garland conciben el fenó-


meno de la exclusión social desde un punto de vista contem-
poráneo, criticando las corrientes actuales de criminología por
estar más interesadas en calcular el riesgo y la predisposición
al delito que en gestionar la raíz del problema (Garland, 2004).
Para estos autores, los procesos de exclusión en el siglo XXI
están siendo “justificados” por las recientes investigaciones y
propuestas de la criminología actuarial, que se basa en clasificar
e identificar a determinados grupos de población como “peli-
grosos”, y en establecer propuestas que amplían cada vez más,
los recursos jurídicos e institucionales con los que atacar a estos
colectivos, sin tomar en consideración las repercusiones que
este tipo de procesos supone para el clima social (Etiqueta-
miento, presiones populistas, Derecho Penal del enemigo7 etc.).

Ahora bien, una vez agotadas las perspectivas de exclusión social


encontramos un vacío teórico que debe ser completado por
otras aportaciones que expliquen y describan con precisión la
fenomenología de los procesos delictivos más característicos de
nuestro objeto de estudio.

En esta línea, el Modelo Conceptual Tripartita de Paul Goldstein


(1985) permite explicar de forma teórica la relación que existe
entre el tráfico de droga y la delincuencia desde tres perspec-
tivas complementarias (Bartol, Bartol, & Education, 2005), que
resultan muy útiles para identificar los principales delitos que se
producen en el seno de La Cañada Real Galiana por consecuen-
cia, directa o indirecta, del tráfico de estupefacientes.
La Cañada Real Galiana 239

En primer lugar, el modelo psicofarmacológico presupone que


un sujeto adopta un carácter más excitado, agresivo y predis-
puesto al delito, después de ingerir determinados estupefacien-
tes. Éste fenómeno es compatible con el consumo de sustancias
psicoestimulantes, entre los que destaca la cocaína y sus deriva-
dos (Bartol et al., 2005), que resultan ser los productos más con-
sumidos en el sector VI.

El modelo económico-compulsivo hace referencia a los ilícitos


penales que son perpetrados para poder sufragar el elevado
coste de la adicción a las drogas (Bartol et al., 2005). Destacan
aquí los delitos contra el patrimonio (robo con violencia o inti-
midación, hurto, robo de vehículo) que tienen como finalidad
obtener dinero u objetos de valor para comprar droga. Este
fenómeno se asocia más a los drogodependientes crónicos que
consumen heroína, crack o speedball8, y en relación a la
Cañada, es un tipo de delincuencia que se ha desplazado a los
barrios residenciales más cercanos y al centro de la ciudad.

En tercer lugar, el modelo sistémico plantea la hipótesis de que


el delito se origina como un mecanismo de control informal
dentro del sistema de venta y distribución de estupefacientes
(Bartol et al., 2005). Algunos ejemplos planteados por el autor
son:

• Disputas por territorios

• Ajuste de cuentas

• Castigos disciplinarios por vender poca cantidad /desvelar


secretos

• Disturbios con las fuerzas y cuerpos de seguridad

En este sentido es un hecho que en La Cañada Real hay armas


que son adquiridas ilegalmente en el mercado negro y que
supone un factor de riesgo para los cuerpos de seguridad que
intervienen en la zona. No obstante, no son frecuentes las dispu-
tas entre clanes, y salvo episodios aislados no se han registrado
enfrentamientos en éste área. Las armas de fuego, de aire com-
primido y de CO2 son comunes entre los miembros de los cla-
nes, al igual que las corto-punzantes de gran tamaño.
240 Jóvenes promesas en Criminología

Figura 9. Armamento decomisado en el sector VI. Fuente: Unidad Central de Seguridad


2.

Los drogodependientes, por regla general, portan navajas y


pequeñas armas cortantes que usan para protegerse y/o come-
ter robos en los distritos cercanos. En Valdemingómez no son
frecuentes los robos a los clientes por el control que ejercen
los clanes de la droga sobre la zona y la violencia con la que
en muchas ocasiones tratan a los “machacas” y a los drogode-
pendientes para asegurarse que no ponen en riesgo su negocio.
Realmente, son estrategias que tienen como trasfondo ofrecer
solución de continuidad al negocio. Por ello, y en vista de otras
La Cañada Real Galiana 241

características comunes podemos plantear la hipótesis de que


estemos ante una nueva forma de organización criminal. ¿Pero
qué entendemos por crimen organizado?

El término comenzó a utilizarse en la década de 1920, pero en


la actualidad no existe un acuerdo unánime en su definición,
mientras lo que predomina es la referencia de características
que pueden diferenciarlo de la delincuencia común (Abadinsky,
2012).

Desde el ámbito académico, Howard Abadinsky planteó en la


década de 1970 uno de los modelos más usados internacional-
mente para identificar las características comunes de las organi-
zaciones criminales. Este modelo ha sido sintetizando por dife-
rentes autores y agencias de policía en las siguientes 7 caracterís-
ticas, que describiremos, según la perspectiva de César Herrero
(Herrero, 1997):

• Realizar la actividad por medio de un grupo o asociación


criminal.

• Carácter estructurado: Reparto de funciones y tareas.

• Carácter permanente y autorrenovable: Vocación de


continuidad.

• Relación jerárquica.

• Valedor de disciplina y coacción con los propios miembros.

• Utiliza toda clase de medios (legales o ilegales) frente a


terceros.

• Objetivo claro: Lucro económico.

Continuando con la revisión literaria encontramos una exce-


lente aportación de la criminología ambiental, que permite ana-
lizar las características espaciales y residenciales de un entorno
marginal, además de contextualizar un vínculo entre estas, las
tasas de criminalidad y el grado de vulnerabilidad de su pobla-
ción.

TEORÍA DE LAS VENTANAS ROTAS

James Wilson y George Kelling demostraron en 1966 una rela-


242 Jóvenes promesas en Criminología

ción empírica entre las tasas de criminalidad y el deterioro


urbano (Wilson & Kelling, 2001), que debe de ser considerada
para analizar íntegramente la disposición espacial y urbana de
La Cañada Real Galiana. Ésta teoría se fundamenta en que el
estado del entorno urbano es un factor que puede servir de pro-
tección o de precursor ante determinados tipos delincuencia
genérica, y que es imprescindible que las comunidades cuenten
con un organismo encargado de reparar y sancionar las acti-
vidades que supongan un deterioro del espacio público, pre-
viniendo fenómenos y factores que incentivan la comisión de
delitos.

Figura 10. Deterioro ambiental del sector VI. Fuente: fotografía propia.

En esta línea, la aplicación de la teoría sobre La Cañada Real


permite validar un equilibrio entre las tasas de criminalidad y
el grado de deterioro urbano, si tenemos en consideración que
es un espacio muy descuidado que tiende a la acumulación de
escombro y basura, en el que no hay alcantarillado y las vivien-
das presentan un patrón de construcción irregular.

Actualmente no hay servicio de recogida de residuos y la mayo-


ría de edificios se encuentran bastante deteriorados (mala pin-
tura, grietas, paredes caídas) o están llenos de grafitis. La avenida
principal está muy bacheada y carece de asfalto. Hay numerosos
charcos con agua, ratas y perros callejeros, además de jeringui-
llas y útiles de consumo que han sido arrojados al suelo, y cons-
tituyen un importante factor de transmisión de enfermedades
infecciosas9 entre la población drogodependiente.
La Cañada Real Galiana 243

Figura 11. Deterioro ambiental por útiles de consumo. Fuente: fotografía propia.

Las operaciones policiales de los últimos años han dejado


numerosos escombros que no han sido retirados, y que cada
vez más determinan el paisaje residencial del sector VI. Tam-
bién es frecuente encontrar hogueras en el suelo o en barriles
de metal, que son prendidas para atraer a los clientes, especial-
mente durante la noche.

Otra constante en el sector VI son los drogodependientes sin


hogar, que viven en graves condiciones de vulnerabilidad social.
Muchos de ellos duermen en la calle, en tiendas de campaña
y en los descampados durante todo el año sin ningún tipo de
recurso de protección. En invierno es frecuente que haya falle-
cidos por las bajas temperaturas, mientras que en verano se
incrementan el número de atenciones por golpes de calor.
244 Jóvenes promesas en Criminología

Figura 12. Persona durmiendo en Valdemingómez. Fuente: fotografía propia.

DISEÑO METODOLÓGICO

La riqueza descriptiva y la heterogeneidad de componentes que


toman participación en La Cañada Real obligan a disponer de
un diseño metodológico adecuado a este escenario.

Para ello se desarrolló un modelo de investigación que permi-


tiera el contacto directo y continuado con el ambiente de estu-
La Cañada Real Galiana 245

dio sin poner en riesgo la integridad del investigador, que tuvo


en consideración los siguientes aspectos:

• El primer reto de la investigación venía determinado por


ubicar los puntos y rutas de acceso al sector, así como
delimitar el espacio en el que se desarrollaría el estudio.

• La complejidad y peligrosidad de este espacio hizo necesaria


la colaboración continua de las fuerzas y cuerpos de
seguridad, que sirvieron de guía y fuerza de protección en el
transcurso de la investigación.

• Para no influir sobre la dinámica social del sector VI, se


desarrollaron tres tipos de expediciones:

◦ Con presencia directa de vehículos de policía y agentes


uniformados (4)

◦ Sin presencia de vehículos de policía y agentes de paisano


(2)

◦ Sin presencia de policía (11)

• Las expediciones se realizaron en diferentes franjas horarias


para observar las variaciones que se producen entre el día y la
noche, y entre los días laborables y los fines de semana.

• Las conversaciones se mantuvieron con personas de los


diferentes estratos sociales que componen La Cañada Real,
destacando las entrevistas abiertas con:

• Drogodependientes y “Machacas”10

• Residentes de etnia gitana

• Residentes españoles

• Traficantes de droga

• Clientes

Las entrevistas de tipo semi-estructurado se centraron en


profesionales que tienen una estrecha relación con La Cañada
Real, destacando miembros de:

• Policía Municipal de Madrid

• Cuerpo Nacional de Policía


246 Jóvenes promesas en Criminología

• Guardia Civil

• Asistencia social de la Comunidad de Madrid

La recopilación de información, documentación y experiencias


se centró en gran medida sobre los recursos de las fuerzas y
cuerpos de seguridad, que por criterios de complejidad y
legalidad no podría haber sido obtenidos de otra forma.

En total se realizaron 17 expediciones entre noviembre y junio


del curso 2014/2015, que suman aproximadamente 48 horas de
presencia en el sector VI, donde se desarrollaron las entrevis-
tas abiertas y la mayor interacción con el ambiente, además de
realizar muchas de las fotografías que se incluyen. El rol que se
tomó para las expediciones combinó aspectos del tipo obser-
vador y participativo, adaptándose a las necesidades momen-
táneas. Siempre que fue necesario se explicó el cometido y la
finalidad de la entrevista o de la toma de fotografías, que fue-
ron autorizadas tanto por los residentes como por las fuerzas y
cuerpos de seguridad. Las expediciones con miembros y fuer-
zas de seguridad se centraron en los primeros términos de la
investigación, y fueron imprescindibles para conocer la dispo-
sición ambiental y social del entorno del sector VI. Se cola-
boró especialmente con el Grupo de Reacción Inmediata, que es
uno de los principales instrumentos de intervención en pobla-
dos marginales y eventos de gran riesgo, cuyos agentes apor-
taron mucha información y experiencias personales vividas en
Valdemingómez y en asentamientos del mismo tipo. También
se pudo apreciar la interacción entre las fuerzas y cuerpos de
seguridad con la población, evidenciando comunicaciones con
informadores y las diferentes reacciones de “machacas”, clientes
y traficantes, ante la presencia de la policía.

En este contexto se permitió el acceso a varias viviendas y nar-


cosalas, donde se observaron los diferentes protocolos de venta
y las complejas medidas de seguridad que protegen este negocio
desde el interior de su estructura, y que para un “ojo desen-
trenado” pueden pasar desapercibido. En base a esta construc-
ción de conocimientos se pudo precisar qué tipo de cuestiones
resultaban clave para la investigación, y cuales tenían un carác-
ter accesorio. La toma de contacto y el registro idiomático fue-
La Cañada Real Galiana 247

ron aspectos tomados en consideración a la hora de interactuar


con los grupos de población, con la finalidad de promover el
acercamiento y de romper las distancias que la presencia de la
policía podía generar indirectamente. Los diálogos se iniciaron
con un saludo y un acercamiento físico, que buscaba formar un
clima de confianza y respeto desde el inicio. El registro idiomá-
tico empleado fue rico en matices y términos propios de la jerga
(“fumadero, chino, chuta, caballo, machaca, chapa, yonqui”), lo
que facilitaba la fluidez de las entrevistas. Por término general
los individuos que fueron preguntados contestaron sin mostrar
mucho rechazo, aunque en el transcurso de la investigación se
comprendió que ante determinados temas la información no
era fiel a la realidad. No resulta una comunidad especialmente
colaboradora y abierta al diálogo por el miedo que hay a que
se filtre información a la policía o por los problemas que puede
acarrear el dar información sobre los clanes de la droga. Muchas
de las preguntas invitaban al sujeto a relacionar una etapa de
su biografía con la historia de la Cañada (¿Cuánto tiempo llevas
en esta zona? ¿Desde cuándo consumes?), a aportar una visión
personal de los procesos actuales y el futuro de esta zona (¿Qué
consideras que es necesario cambiar?), mientras que otras esta-
ban dirigidas hacia cuestiones más concretas (¿Por qué entraste
en prisión? ¿Cuánto te ha costado esa dosis?). Durante las con-
versaciones, la población drogodependiente evitaba hablar de
su pasado y neutralizaban, en la mayoría de los casos, su depen-
dencia a la droga (“Yo no me meto tanto como los de aquí”;
“Otros es que se están muriendo por adictos”). También era fre-
cuente que pidieran dinero (“Tienes 50 céntimos”), transporte
(“Voy a la gasolinera pa pedir, me dejas ahí”) o un teléfono para
contactar con sus familiares.

Otros aspectos como la vestimenta y las herramientas de inves-


tigación también fueron seleccionados previamente según las
condiciones y nivel de acercamiento, llegando a utilizar ropa
de tipo casual, informal o desgastada, y varios tipos de cámara
fotográfica según las exigencias en materia de discreción:

• Cámara Réflex, para las expediciones con policía de uniforme


248 Jóvenes promesas en Criminología

• Micro-cámara GoPro, para expediciones con policía de


paisano

• Cámara de móvil, para el resto de expediciones

A mitad de la investigación, se concretó la utilización de camise-


tas de lisas de color azul, que imitaban el código de vestimenta
de los miembros de la Agencia Antidroga, lo que facilitó mucho
el acercamiento a la población drogodependiente, y en varias
ocasiones ayudó a justificar nuestra presencia en el sector VI.

Por otro lado, el núcleo de información ha sido obtenido a


partir de fuentes de naturaleza primaria, ya que el objeto de
estudio requiere por exigencias metodológicas, una interacción
directa con el contexto residencial y social de La Cañada Real, lo
que repercute favorablemente en la fiabilidad y veracidad de la
documentación de partida, mientras que un menor porcentaje
de información procede de informes y atestados de las fuerzas
y cuerpos de seguridad, y de documentos académicos y noticias
periodísticas que se han extraído de fuentes digitales:

• Fuentes primarias:

◦ Interacción con la población y observación del contexto


socio-espacial de Valdemingómez
◦ Interacción con agentes de las fuerzas y cuerpos de
seguridad

• Fuentes secundarias:

◦ Documentación e imágenes de la Policía Municipal de


Madrid

◦ Documentación, investigaciones y atestados del Cuerpo


Nacional de Policía (Policía Judicial)

◦ Artículos y programas de intervención de organizaciones no


gubernamentales (Secretariado Gitano, Cruz Roja, Cáritas) y
de la Comunidad de Madrid (Agencia Antidroga)
◦ Foros en internet (“Como llegar a valde” “Experiencias
cocaína” “Batalla campal en el desalojo del poblado de la
Cañada Real” “Barranquillas” “Heroína de
La Cañada Real Galiana 249

Valdemingómez”.” Robo de coches Madrid”, “Clan de los


Gordos” …etc.)

◦ Periódicos digitales (“El País”, “El Mundo”, “ABC”, “20


Minutos”)

◦ Reportajes de televisión (“Equipo de investigación”, “Diario


de” y “Callejeros”)

◦ Videos de YouTube (“Boda gitana los gordos”, “Canelita en


el bar de los Gordos”, “Cumpleaños gitano del bola”, “UPR
despliegue en Valdemingómez” …etc.)

SECTOR PROHIBIDO: UN ANÁLISIS DESCRIPTIVO

En las siguientes páginas se desarrollan las principales proble-


máticas que se han observado en el sector VI de La Cañada Real
Galiana durante la investigación. La descripción del contenido
se organiza en 4 ítems que pretenden recoger todos los aspectos
que se han notificado durante las expediciones y que guardan
una sincera relación con los objetivos e hipótesis planteados al
comienzo del proyecto.

PROCESO DE FORMACIÓN: EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y


FUNCIONAL

La Cañada Real comenzó a ser ocupada en la década de 1960


por campesinos e inmigrantes rurales que buscaban un terreno
fértil y próximo a la capital, en el que podría construir sin pagar
impuestos al estado. Durante las siguientes décadas, el proceso
de ocupación se intensificó, y se agregaron diferentes grupos de
población que contribuirían a crear las primeras líneas de una
comunidad heterogénea y sin tejido social. Así llegó la pobla-
ción gitana, la magrebí y la rumana, que serían acompañadas
de muchas personas que optaron por construir grandes naves
y residencias de campo, aprovechando las ventajas fiscales y la
buena ubicación de los terrenos.

A partir del año 2000, el desmantelamiento de los principales


núcleos chabolistas de Madrid11 obligó a muchas personas en
situación de exclusión a buscar un nuevo asentamiento que
estuviera fuera de los núcleos residenciales, para vivir y con-
250 Jóvenes promesas en Criminología

sumir de forma permanente. En este contexto, La Cañada Real


sería el destino escogido por los clanes de la droga, que compra-
ron, ocuparon y asaltaron una docena de casas y parcelas con la
perspectiva de levantar un nuevo imperio de narcotráfico.

Esta estrategia tardó poco tiempo en atraer a los miles de dro-


godependientes y consumidores que habían quedado “desam-
parados” tras los derribos en los históricos poblados de Madrid,
impulsando el crecimiento económico y residencial en las
inmediaciones del sector VI, que pronto se impondría como el
mayor mercado de droga de la Comunidad de Madrid.

Entre las ventajas de este nuevo asentamiento, destacaban las


conexiones por carretera que permitían acceder al sector desde
las principales autopistas de Madrid, facilitando la llegada de
clientes y “cundas” desde cualquier punto de la capital. La ubi-
cación también era un punto a favor ya que se encontraba en
la periferia, lejos de los núcleos residenciales, y apenas había
vigilancia de la policía. Los terrenos no tenían ningún coste
y eran libres de impuestos, mientras que la electricidad y el
agua podían ser fácilmente robadas de los canales públicos. Otra
razón que ayuda a comprender la lógica del tránsito, fue que los
sectores IV y VI estaban previamente ocupados por población
gitana. Había relaciones de amistad y parentesco con miembros
de los clanes de la droga, lo que sirvió como nexo para atraer el
negocio a un entorno con raíces gitanas

La transformación del sector se hizo irreversible tras la cons-


trucción de cientos de viviendas destinadas, directa o indirecta-
mente, al tráfico de estupefacientes. Se calcula que llegó a haber
más de 80 puntos de venta entre 2002 y 2009, que fue la deno-
minada época de oro de Valdemingómez. Durante esta etapa se
incrementó la venta, el consumo y los procesos delictivos en el
sector, haciendo que muchas familias -gitanas y españolas- se
trasladaran a otros sectores por el deterioro y las malas con-
diciones que se habían impuesto en la zona. De forma para-
lela comenzó la formación del “Gallinero” en el lado opuesto
de la M-50. Un par de familias de etnia gitana-rumana se asen-
taron sobre las ruinas de una antigua granja de aves –de ahí el
nombre- en el año 2002. Con el paso del tiempo muchas de las
La Cañada Real Galiana 251

familias que no fueron acogidas en los alberges del APOI se tras-


ladaron aquí. Actualmente hay más de 500 personas que viven
en condiciones de extrema vulnerabilidad12.

Figura 13. Proceso de formación del “Gallinero”. Fuente: Elaboración propia. Imágenes
de Google Earth.

En el año 2007 las fuerzas y cuerpos de seguridad comenzaron


la actual campaña de vigilancia y control con el objetivo de
tomar el pulso a la delincuencia y eliminar la venta de droga del
sector VI. Las unidades competentes actúan de forma coordi-
nada en la mayoría de las operaciones y se centran en la lucha
contra los clanes de la droga, las organizaciones de robo y des-
guace de vehículos, y en el robo de cobre. Participan unidades
del Cuerpo Nacional de Policía (UPR), de Policía Municipal de
Madrid (GRI-UCES) y de Guardia Civil (USECIC).

La constante presencia de los cuerpos de seguridad y las nume-


rosas operaciones han reducido el número de puntos de venta y
la criminalidad en esta área. Entre 2012 y 2014 se realizaron 1927
detenciones y se derribaron 108 narcosalas, continuando una
tendencia que hace peligrar la integridad estructural del sector
VI. Se estima que en los últimos 7 años se ha reducido el tráfico
de estupefacientes en más del 50 por ciento, aunque hay indi-
cios de que los clanes están desplazando la venta al sector V y a
otros lugares con menor presión policial.
252 Jóvenes promesas en Criminología

Figura 13. Control en el acceso al sector VI. Fuente: Unidad Centrar de Seguridad 2.

LOCALIZACIÓN, ACCESO Y ARQUITECTURA

El sector VI es el más extenso de los 6 que componen La Cañada


Real Galiana. Se ubica entre los límites municipales de Madrid,
Rivas-Vaciamadrid y Getafe, con un recorrido de 4 kilómetros
que es paralelo a la autopista M-50. Tiene una población apro-
ximada de 3200 personas, que se deduce de calcular el número
de viviendas, chabolas y tiendas de campaña que hay en el sec-
tor. No obstante, estas cifras no hacen justicia al elevado tránsito
de vehículos y personas que acuden allí a diario. Miles de clien-
tes se desplazan al sureste de la capital para comprar y consumir
droga dentro del poblado.

El acceso al sector se puede hacer a través de las autovías A-3 y


M-50 siguiendo la indicación “Valdemingómez”. Hay dos entra-
das principales. Una enlaza con la avenida central (donde están
los grandes puntos de venta), y la segunda con el descampado
de la Iglesia de Santo Domingo, (donde se encuentra el campa-
mento drogodependiente). También hay una entrada secunda-
ria que se ubica en la mitad del sector. Los dos últimos accesos
fueron creados en 2008 tras la construcción de la nueva carre-
tera que enlazó el Parque Tecnológico de Valdemingómez con
la autovía A-3. Esta carretera sustituiría el antiguo recorrido por
La Cañada Real Galiana 253

la avenida central del sector, donde los camiones tenían que


acceder bajo escolta policial.

Figura 14. Entradas al sector VI. Fuente: Elaboración Propia. Google Earth.

Dentro de Valdemingómez las carreteras cobran otro carácter.


El asfalto es sustituido por caminos de tierra y barro que se
encuentran repletos de baches, hendiduras y charcos de gran
tamaño. Algunos agentes explican este fenómeno en relación
al elevado tráfico de camiones que hubo en el pasado, aunque
coinciden en señalar que se vierten grandes cantidades de agua
para ralentizar el tráfico ¿Por qué razón? Es una táctica que sirve
para retrasar el tiempo de llegada de los vehículos de policía
-especialmente de las motos-, y perjudicar la movilidad de los
grandes furgones, muy característicos de las unidades compe-
tentes en esta área. Por otra parte, los “machacas” aumentan el
margen de tiempo que tienen para llamar y atraer a los clientes,
lo que supone una doble ventaja para los clanes de la droga. En
este sentido hay que tener en cuenta que la mayoría de las cons-
trucciones tiene “pinchados” el agua y la electricidad de los sis-
temas públicos, por lo que este tipo de prácticas no les supone
ningún coste económico.

La mayor parte de los accesos se hacen en coches particulares o


“cundas”, aunque también es frecuente ver a personas que cami-
nan desde las líneas de transporte público más cercanas (Auto-
bús 339 y 415; Las Suertes, L1). Muchas hacen autostop o andan
kilómetros hasta llegar a Valdemingómez, cruzando autopistas
y autovías en mitad de la noche. El tipo de vehículos es hete-
rogéneo. Entre los clientes predominan los utilitarios de gama
254 Jóvenes promesas en Criminología

media y los vehículos de empresa (furgonetas de montaje, logís-


tica, coches con publicidad etc.); Los gitanos residentes tienen
muchas furgonetas y vehículos comunes que han sido tuneados
en la mayoría de los casos (Tubos de escape, llantas de aleación,
lunas oscurecidas…etc.); En “El Gallinero” abundan los vehículos
alemanes, que son usados por su gran potencia para mover las
montañas de cable de cobre; Las “cundas” se identifican como
coches antiguos, mal cuidados y con manchas de barro y polvo.
Suelen ir con 4 o 5 pasajeros y conducen a gran velocidad den-
tro del poblado13. También es común ver coches abandonados.
La mayoría han sido robados o están “sucios”14, por lo que los
“señores de la droga” no los permiten cerca de los puntos de
venta.

El paisaje urbanístico de Valdemingómez se compone de todo


tipo de edificaciones. Hay mansiones, almacenes, chabolas, nar-
cosalas, casas y casetas prefabricadas. Cada construcción pre-
senta un tipo de arquitectura y un nivel de seguridad que guarda
relación con su función dentro del poblado. Por lo general, la
mayoría de las casas presentan fuertes medidas de seguridad
(muros altos, alambradas, concertinas, rejas) que tienen como
objetivo evitar intrusiones o robos por parte de los drogodepen-
dientes. Algunas destacan por tener conexiones con empresas
de seguridad privada, mientras que otras están totalmente for-
tificadas (puertas blindadas y paredes reforzadas) y estudiadas
para retrasar la entrada de las fuerzas y cuerpos de seguridad.
Éste último es el caso de los puntos de venta que analizare-
mos en detalle en los siguientes apartados. En general, las casas
del sector VI tienen todo tipo de comodidades. Se pueden ver
desde antenas parabólicas hasta piscinas de obra, pasando por
sistemas de climatización y garajes privados, aunque evidente-
mente, no todos los residentes disfrutan de los mismos lujos.
Algunas familias gitanas viven en casas modestas y de menor
tamaño, al igual que la mayoría de la población magrebí. Las
chabolas son menos frecuentes y se encuentran distribuidas
aleatoriamente por el sector VI. Pertenecen a los drogodepen-
dientes más antiguos, mientras que el resto vive en tiendas de
campaña o en la calle. También es habitual que tengan chabolas,
La Cañada Real Galiana 255

colchones o tiendas de campaña en el patio interno de las casas


de venta o en el interior de las narcosalas donde trabajan.

Figura 15. Interior de una chabola. Fotografía propia.

En “El Gallinero” hay más de 100 chabolas que están construidas


de forma estratégica para ocultar las zonas donde se quema el
cable de cobre. Estas, tienen un mayor tamaño y mejores recur-
sos que las del sector VI, principalmente, por que están desti-
nadas a la residencia de familias. Tienen aparatos eléctricos de
gran tamaño (lavadora, frigorífico, televisión) y antenas parabó-
licas. Este área es fácil de localizar por las enormes columnas de
humo que salen a diario y que se ven desde las principales auto-
pistas de la zona. Durante la noche es frecuente percibir el olor
de las hogueras, que también son identificables desde las auto-
vías A-3 y M-50.
256 Jóvenes promesas en Criminología

Figura 16. Chabola en “El Gallinero”. Fotografía propia.

SOBREDOSIS DE POBREZA: PERFIL, CARACTERÍSTICAS Y


TIPOLOGÍA DE CLIENTE

El sector VI recibe más de 2500 clientes diarios que buscan


cocaína y heroína bajo diferentes perfiles. Hay drogodepen-
dientes crónicos, “camellos” y consumidores esporádicos. Todos
acuden al poblado por la misma razón. En Valdemingómez se
vende un género de mucha pureza y más barato que en la ciu-
dad. Puedes compran la cantidad que necesites y será anónimo,
nada saldrá de allí.

El producto más vendido es la cocaína. La compran jóvenes,


fiesteros y “camellos” para consumir y vender en las zonas de
ocio nocturno de la capital. El precio en la Cañada son 50 euros
por gramo15. Todo negociable según la fidelidad al clan y la can-
tidad a comprar. A partir de 10 gramos el precio se reduce a 40
euros/gr, lo que aumenta el margen de beneficio16 de los trafi-
cantes que compran “cruda”17 en el poblado.
La Cañada Real Galiana 257

Figura 17. Tabla de precios del “Clan de los gordos”. Fuente: Ministerio del Interior.
Galería digital de imágenes.

El consumo de cocaína también atrae a un perfil más elitista y


exigente, que destaca entre el público por sus coches de lujo, sus
trajes o por ser personajes públicos. Se les denomina clientes
VIP y entran directamente al “bunker” para hacer sus compras.
Este tipo de usuarios pertenecen a los estratos más elevados de
la sociedad y suelen comprar grandes dosis para consumo per-
sonal y recreativo.

La principal forma de consumo es por vía nasal (esnifada), aun-


que hay un perfil de drogodependientes que la fuman en base
(crack), o la consumen por inyección endovenosa o intramuscu-
lar. También es habitual mezclarla con heroína para consumirla
en base o por vía endovenosa. La policía calcula que se venden
cerca 1500 gramos de cocaína diarios en todo el sector. El equi-
valente a una facturación de 112.000 euros, y un beneficio neto
de 59.000 euros por la venta en exclusiva de esta sustancia. Se
estima que los clanes de la droga compran cocaína pura a un
precio que ronda los 35.000 euros/kilo.

La heroína es la segunda droga más consumida y vendida en


Valdemingómez. Se asocia con consumidores en estado avan-
zado o crónico, aunque también es comprada por traficantes
que la exportan a otras provincias. El precio en la Cañada son 50
euros por gramo, igualmente negociables según la cercanía con
258 Jóvenes promesas en Criminología

el clan o la cantidad a comprar. No obstante, esta sustancia nece-


sita menos cantidad para saciar al consumidor.1 o 2 micras por
vía intravenosa es suficiente para elaborar un “chute”. El número
de dosis varía según muchos factores (tolerancia, pureza, canti-
dad) pero en Valdemingómez podemos establecer una media de
8-12 inyecciones diarias para la población drogodependiente. La
heroína que se vende en el poblado es marrón, también cono-
cida como número 3. Tiene una pureza que oscila entre el 25 y
el 50 por ciento y necesita ser disuelta en agua y ácido cítrico
para adecuarla al consumo intravenoso. La policía calcula que se
venden cerca de 950 gramos de heroína diarios en todo el sec-
tor, el equivalente a 58.000 euros de facturación bruta. También
es posible comprar hachís y cannabis en la mayoría de los pun-
tos de venta. La población magrebí es el principal proveedor de
estas sustancias a los clanes de la droga y cada vez están teniendo
un mayor auge en las ventas.

En el sector VI podemos distinguir varios perfiles de drogo-


dependientes. Por un lado, están los individuos que consumen
cocaína y/o heroína por medio de base o en pipa. Estas personas
se encuentran en un grado intermedio de adicción y exclusión
social. La gran mayoría no reside en el sector, sino que se des-
plazan con frecuencia al poblado para consumir. Lo hacen por
medio de “cundas”, vehículos propios o transporte público y en
general viven con sus familias o en alberges. Suelen estar en
situación de desempleo y cobran algún tipo de ayuda econó-
mica.

También encontramos un perfil de individuo que consume


cocaína por vía nasal, y que compagina un consumo esporádico
y recreativo con su rutina diaria. Es frecuente ver como entran
muchos vehículos de empresa durante el descanso de la tarde
(14:00-16:00pm). Estos clientes aprovechan la pausa destinada
a comer para comprar y consumir algunas micras de cocaína.
De forma parecida hay consumidores (de cocaína) que acuden
al poblado acompañado por amigos y familiares, y que aún se
encuentran integrados en la sociedad. Este perfil representa el
estado previo a una situación de exclusión social por dependen-
cia a las drogas. Se puede apreciar cómo estas personas aumen-
tan la dosis y la frecuencia de consumo, a la par que deterioran
La Cañada Real Galiana 259

sus vínculos sociales y familiares. En general son personas acce-


sibles y no reconocen la dependencia a la cocaína. La mayoría
empezó consumiendo en discotecas o con el grupo de amigos.

Por último, encontramos un perfil de drogodependiente polito-


xicómano que se encuentra en situación de exclusión social y
que vive principalmente en Valdemingómez. Este es el caso de
la población del núcleo de tiendas de campaña y de los “macha-
cas”, característicos por una dependencia total a la heroína, a la
cocaína o a la metadona. La mayoría son varones de entre 30
y 60 años, aunque también hay mujeres que se ubican en la
misma franja de edad. Viven en condiciones precarias y presen-
tan un estado de salud muy deteriorado. En general son perso-
nas muy delgadas, que tiene graves lesiones en los antebrazos
y en las principales zonas de punción (cuello, torso y pier-
nas). También se ha apreciado un elevado número de conductas
relacionadas con trastornos y enfermedades mentales de gran
calado, como la esquizofrenia (discusión violenta con una per-
sona imaginaria), y comportamientos obsesivos (buscar objetos
de valor dentro de piedras).
260 Jóvenes promesas en Criminología

Figura 18. Consumo de heroína inyectada. Fotografía propia.

Los “machacas” trabajan a cambio de droga, y tienen un sueldo


estipulado de 2 micras por cada 4 horas de servicio. Los turnos
son de 12 horas y también se paga con dosis a los individuos que
colaboran trayendo madera y objetos para mantener las hogue-
ras. Las personas que no trabajan en los puntos de venta ganan
dinero recargando y vendiendo mecheros (necesarios para
fumar en base), o vendiendo las joyas y móviles que han sacado
de los robos. También hay casos de prostitución por parte de las
mujeres, mientras que los drogodependientes más experimen-
tados cobran pequeñas dosis por pinchar a otros que encuen-
La Cañada Real Galiana 261

tran dificultades o que no alcanzan sus venas. Cada una de estas


personas tiene una estrategia o un producto con el que negocia.

Figura 19. Consumo de heroína inyectada por inhalación.


Fotografía propia.

UN IMPERIO ILÍCITO: LOS CLANES DE LA DROGA

“Los Gordos”, “Los Bruno”, “Los Fernández”, “Los Emilios”,” Los


Saavedra”, “Los Fene” y “Los Mellí” son algunos de los 13 clanes
que reinan en Valdemingómez. Estas familias son dueñas de
los más de 40 puntos de venta que actualmente constituyen el
mayor hipermercado de droga de España. Cada clan está for-
mado por miembros de la misma familia y personas de con-
fianza, y suelen ser grupos de entre 8 y 20 personas. Todos de
etnia gitana-española.

Se estructuran bajo una relación jerárquica en la que la mujer es


la figura más importante. En muchos clanes adquiere la función
de líder y toma todo el peso de la organización, mientras que
en otros asumen las labores de venta y vigilancia. Los hombres
262 Jóvenes promesas en Criminología

también comparten estas funciones, aunque están más relacio-


nados con la vigilancia y protección del negocio.

Figura 20. Relación jerárquica de los clanes. Fuente: Elaboración propia.

Los miembros más jóvenes acceden a puestos de importancia


durante la adolescencia. Son instruidos y formados por los cla-
nes con proyección en el futuro. Ellos serán los herederos y tie-
nen que empezar a ser reconocidos en el sector. Es frecuente ver
adolescentes y niños haciendo labores de vigilancia y recepción
de clientes bajo la supervisión de los adultos.

Por otro lado, muchas casas emplean drogodependientes cono-


cidos como “machacas” para las labores de recepción, vigilancia
y limpieza. Suele haber varios trabajando en cada punto de
venta:

El primero de ellos (1) se ubica en la puerta exterior, donde es


competente para inundar los charcos, mantener la hoguera y
“dar el agua”18 en caso de ver algún vehículo de policía o de apa-
riencia sospechosa. También es el encargado de llamar y recibir
a los clientes.
La Cañada Real Galiana 263

Figura 21. Fuente: Elaboración propia.

El segundo (2) se encuentra en la parcela interior y tiene como


función abrir la puerta después de recibir una señal del com-
pañero. Cuando los clientes acceden éste cierra la puerta, ayuda
con el aparcamiento y les dirige hasta la entrada del fumadero.
Allí golpea la puerta y grita una palabra clave para que el tercer
“machaca” (3), situado en el interior, les abra.

Dentro del fumadero, el cliente hace su compra desde una


taquilla de pequeñas dimensiones que comunica con una habi-
tación de alta seguridad conocida como bunker.
264 Jóvenes promesas en Criminología

Figura 22. Taquilla de venta. Fuente: Fotografía propia.

El acceso al bunker nunca se realiza desde el fumadero. Los cla-


nes tienen una entrada específica que se reserva para algunos
miembros y clientes VIP (flecha roja en Figura 21). Dentro del
bunker se encuentra la persona que gestiona la venta19 con la
menor cantidad de droga posible. Suelen tener la dosis necesa-
ria para vender durante un día (150-250gr), con lo que minimi-
zan las pérdidas en caso de intervención policial.
La Cañada Real Galiana 265

Figura 23. Interior de un bunker. Fuente: Unidad Central de Seguridad.

La protección del habitáculo varía según el tipo de construcción


o la importancia del clan. En algunos se han encontrado hasta
7 puertas blindadas20, paredes reforzadas y cajas fuertes. Tam-
bién es frecuente que tengan estufas de carbón, desagües y
líquidos corrosivos para eliminar la droga, los beneficios y los
útiles que les puedan relacionar con la venta, como los móviles
o las balanzas de precisión. El modus operandi de los clanes
se caracteriza por tener siempre un sistema para eliminar indi-
cios que pueda ser usado en cuestión de segundos, y que per-
mita la total destrucción de la droga y los billetes en menos de
2 minutos, que es el margen aproximado que tardan los miem-
bros de las fuerzas y cuerpos de seguridad en derribar las puer-
tas que protegen el bunker. Como anécdota, en los últimos años
estos puntos de venta se han protegido tanto que para la policía
resulta más fácil hacer un agujero en la pared que derribar las
puertas.
266 Jóvenes promesas en Criminología

Figura 24. Acceso al bunker, puertas blindadas. Fuente: Fotografía propia.

Actualmente, la estufa de carbón es el método más usado por los


clanes. En muchos puntos de venta se aprecian largas chimeneas
que salen por el tejado o lugares bien protegidos, ya que, en el
pasado, cuando los conductos estaban a pie de calle, los policías
vertían arena por la salida de humos y apagaban la estufa mien-
tras asaltaban el bunker.

En general, todas estas medidas se han ido actualizando a lo


largo de los años y de las operaciones policiales. Debemos
recordar que muchas de estas familias vendían de este mismo
modo en Barranquillas y en otros poblados históricos, por lo
que cuentan con una gran experiencia que han plasmado en la
forma de estructurar los puntos de venta más modernos, entre
los cuales, podemos encontrar tres variaciones, según el tipo de
construcción y el espacio que tengan para recibir clientes:

En primer lugar, están las casas de venta, características por


una gran parcela interior donde hay sitio para que los clientes
aparquen y consuman dentro de los vehículos. Ofrecen más
intimidad y son propicias para atraer a todos los perfiles de con-
sumidores, especialmente a los de cocaína (por vía nasal), ya que
se les permite la opción de no tener que bajarse del coche, evi-
La Cañada Real Galiana 267

tando que se mezclen con otros consumidores. Los fumaderos


están limpios y en buenas condiciones, y como excepción algu-
nos han tenido “porteros” de Europa del Este, encargados de
controlar el acceso y la seguridad en el interior. Este modelo
de venta puede estar atendido por mujeres y hombres de etnia
gitana o por “machacas”, según el clan al que pertenezca.

Figura 25. “Machacas” en varios puntos de venta. Fuente: fotografía propia.

En general, los miembros de etnia gitana tienen una forma muy


agresiva de llamar a los clientes: Gritan en voz alta (“Niño, vente
pa acá; Pero niñooo, párate ya que están los G.E.O arriba”),
mientras tratan de cortar el paso o golpean el vehículo en mitad
de la avenida (“Venga niño, apárcate aquí que te damos de pro-
bar”). Si algún cliente les falta el respeto o responde de forma
malsonante a esta sugerencia es probable que haya problemas
con el clan, y por ello suele haber varias personas en la entrada
de cada punto de venta. Actualmente no es frecuente, pero ante
este tipo de incidentes las personas encargadas de vigilar no
dudan en tomar represalias. Los gitanos suelen protegerse entre
ellos, aunque sean de diferentes clanes y emplean todo tipo de
armas.

La segunda variante que encontramos son las narcosalas, las


cuales se distinguen por estar ubicadas en primera línea de calle
y carecer de muros exteriores. Son construcciones muy variadas
y de tamaño medio que están totalmente blindadas. Están desti-
nadas para suministrar estupefacientes a los consumidores más
avanzados o crónicos, y sus fumaderos suelen estar deteriorados
y en malas condiciones. En estas sólo viven “machacas”.
268 Jóvenes promesas en Criminología

Figura 26. Narcosala. Fotografía propia.

Los fumaderos por regla general son habitaciones vacías con


algún tipo de asiento y sin ventilación. En su interior muchos
drogodependientes consumen la dosis (fumada e inyectada) y
hacen vida social, por lo que se pueden apreciar muchos resi-
duos y útiles que permiten deducir que estupefacientes o for-
mas de consumo son las más habituales dentro de un perfil
determinado. En la siguiente imagen se advierten restos de
papel de plata (1), varios “paracaídas”21 (2), y un bote de lejía22
(3), lo que indica que en este fumadero se han consumido estu-
pefacientes por vía intravenosa y por inhalación.
La Cañada Real Galiana 269

Figura 27. Interior de un fumadero del sector VI. Fuente: Fotografía


propia.

La tercera variante que encontramos dentro de los modelos de


venta son las casetas prefabricadas, que se han introducido en
Valdemingómez en los últimos 3 años. Se caracterizan por tener
un nivel de seguridad mucho menor que los otros modelos, y
por estar ubicadas entre los escombros de lo que fueron otros
puntos de venta. Son utilizadas como puntos de venta provi-
sionales o fijos, y muestran la ventaja de que se pueden colocar
sobre cualquier espacio en un par de horas, permitiendo conti-
nuar con la venta, aun después de haber sido sorprendidos por
un derribo. Son compradas de segunda mano a un precio que
oscila entre los 2.000 y los 4.000 euros, según el tamaño, la soli-
dez de la estructura o los accesorios que incluya (aire acondi-
cionado, toldo, rejas etc.). En Valdemingómez se les denomina
“yanquis” o “kioskos”, pudiendo ser casetas de obra, roulets o
caravanas.

Son una alternativa efectiva, rápida y económica si tenemos


en cuenta que el precio de una narcosala en el sector está en
270 Jóvenes promesas en Criminología

250.000/300.000 euros, y su alquiler supera los 1.500 euros


semanales. El modus operandi en las “yanquis” es similar al
de los otros modelos de venta, aunque suelen disponer de una
menor cantidad de droga (20-40gr) y carecen de estufas de car-
bón.

Todos los modelos de venta funcionan las 24 horas del día, y


generan unos beneficios que pueden ascender hasta los 12.000
euros por jornada en el caso de las casas y narcosalas más gran-
des. No obstante, la media de venta se estima entre 2.000 y
8.000 euros diarios, unas cifras considerables si tenemos en
cuenta que el número de puntos de venta activos asciende a más
de 40.

Figura 28. Efectivo decomisado en un bunker. Fuente: Unidad Central de Seguridad 2.

La recaudación de estos puntos la hacen los miembros más


importantes de cada clan en intervalos de 12 u 8 horas, con la
finalidad de no almacenar mucho dinero en efectivo en el bun-
ker. Suelen depositar el dinero en inmuebles que están ubicados
en otros municipios (generalmente en Vallecas o Madrid), aun-
que también hay familias que atesoran grandes cantidades en el
interior de sus casas y parcelas del sector VI. Estos depósitos se
hacen con billetes de 500 y 200 euros, que intercambian con
algunos negocios de Vallecas y Rivas-Vaciamadrid. Los guardan
en bolsas que esconden debajo del colchón o en cajas de cartón
que ocultan en falsas paredes.
La Cañada Real Galiana 271

Por regla general los clanes no blanquean los beneficios, aunque


las últimas investigaciones están identificando métodos muy
simples relacionados con casas de compra-venta de oro, testafe-
rros y salones de apuestas. También están empezando a adquirir
cupones de lotería premiados para poder justificar los vehículos
de lujo y su exclusivo estilo de vida. Por otro lado, es frecuente
que los puntos de venta acepten piezas de oro y metales precio-
sos como medio de pago. A los miembros de los clanes les gusta
exhibir grandes abalorios y joyas que indican su pertenencia a
los estratos más elevados de la comunidad gitana.

Esta característica resulta muy útil para ubicar a los miembros


de cada clan en una posición jerárquica, puesto que los más
poderosos siempre portan las joyas más exclusivas o de mayor
tamaño para reafirmar su estatus interno. Por lo general, los
“señores de la droga” suelen vestir con traje, sombrero, y es
frecuente que utilicen bastones con incrustaciones de oro. Los
miembros más jóvenes visten con ropa deportiva o prendas ele-
gantes. Varían mucho el estilo según los compromisos que ten-
gan ese día, pero siempre visten de primeras firmas. También
suelen tener grandes tatuajes en los brazos y en el cuello.

Las mujeres que lideran los clanes se caracterizan por vestir de


forma distinguida, con prendas de alta costura y grandes pen-
dientes de oro, y es frecuente que tengan los pechos operados.
En cambio, las que asumen las labores de venta y vigilancia por-
tan albornoces y pijamas, que combinan con sandalias y peque-
ñas joyas de oro.

CONCLUSIONES

Durante la investigación se han observado indicios suficientes


para poder afirmar que muchos de los clanes del sector VI cum-
plen los criterios para ser considerados organizaciones crimi-
nales, según el modelo internacional de Howard Abadinski. A
continuación, resumiremos los argumentos que prueban esta
primera hipótesis (HA).

• Los clanes están formados por miembros de la misma familia


y/o personas de confianza, y suelen ser grupos de entre 8 y
272 Jóvenes promesas en Criminología

20 personas que se estructuran bajo una relación de jerarquía


vertical, en la que cada miembro tendrá una función o tarea,
predeterminada por su estatus o grado de importancia para
la organización. Los líderes tienen un papel no presencial
en los puntos de venta, mientras que los subalternos son los
encargados de gestionar la venta y de introducir los
estupefacientes en Valdemingómez. Igualmente, los
“machacas” son los responsables de captar clientes, y el resto
de familiares y colaboradores se encargan de las labores de
seguridad, vigilancia y de la logística.

• Tienen carácter autorrenovable: Los miembros más jóvenes


están instruidos para tomar el peso de la organización tras la
detención de los líderes. También tienen preparados sistemas
de venta auxiliares para reponerse en cuestión de horas. Estos
clanes llevan funcionando más de 30 años bajo un mismo
modus operandi, por lo que muestran una clara tendencia a la
continuidad.

• Emplean toda clase de medios para protegerse de los


impedimentos y fuerzas rivales: Hacen grandes inversiones
en medidas de protección y sistemas de vigilancia23. Efectúan
sobornos, tienen abogados, y no dudan en utilizar las armas
o en contactar con sicarios para resolver cualquier asunto que
amenace la viabilidad del negocio. Por esta razón coaccionan
a los miembros más prescindibles, “los machacas”, quienes
serán fuertemente castigados si actúan de forma contraria al
régimen disciplinario24.

• Tienen como principal objetivo la búsqueda de beneficio


económico, que consiguen gracias a la venta de
estupefacientes, la cual genera por punto de venta unos
ingresos de entre 115.000 y 230.000 euros por mes.

Respecto a la segunda hipótesis (HB), hemos observado grandes


déficits en los programas de intervención social y sanitaria que
se están aplicando en el sector desde hace tiempo. Principal-
mente, la ayuda que ofrecen estas organizaciones es de tipo
material, y trabajan con intención de reducir el deterioro en éste
área, ignorando posibles soluciones a largo plazo. La Comu-
nidad de Madrid desarrolla exclusivamente el Programa de
La Cañada Real Galiana 273

Reducción de Impacto, con el que aporta alimento, útiles de


consumo y un servicio médico que gestiona la distribución de
metadona en el asentamiento, pero no plantea soluciones via-
bles para reducir y prevenir el consumo de estupefacientes.
Igualmente, los niños y niñas del sector VI y “El Gallinero” no
acuden a la escuela, aunque tienen a su disposición un servicio
de transporte y varios educadores sociales, que acuden a dia-
rio a Valdemingómez para tratar de habituarles en la docencia.
En general, las personas con las que se ha tenido conversación
durante el estudio han mostrado un bajo nivel de cultura gene-
ral y de expresión oral, y es muy probable que, de continuar con
este planteamiento, las condiciones socio-ambientales no vayan
a cambiar. Actualmente, no hay un servicio de recogida de resi-
duos, de mensajería, ni de ambulancias, y no se ha valorado
la posibilidad de introducir sistemas de alumbrado o alcantari-
llado por que las fuerzas políticas prevén que el asentamiento
será disuelto en pocos años. Otro gran problema que hemos
notificado a nivel político es que la gestión de Valdemingómez
es competencia de varios municipios (Madrid, Coslada, Valle-
cas y Rivas-Vaciamadrid), que a día de hoy no han pactado un
plan de actuación uniforme en materia de política social, a pesar
de que hay un proyecto desde el año 2009, al que se destinan
anualmente unas excelentes dotaciones económicas.

Sobre la tercera hipótesis no se ha obtenido información sufi-


ciente para poder probar el enunciado (HC), que señalaba un
posible desplazamiento de los clanes a otras zonas de Madrid,
como consecuencia de la actual política criminal. Durante la
investigación se logró identificar un asentamiento de carácter
informal entre los municipios de Morata de Tajuña y Chinchón,
en el que han sido construidas 15 casas de gran tamaño que
pertenecen a los clanes más importantes del sector VI25. Igual-
mente, miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad asegu-
ran que han efectuado un levantamiento similar en la provincia
de Cáceres, donde se han construido varias parcelas que per-
tenecen a los mismos clanes. No obstante, esta información no
permite asegurar que los clanes estén desplazando el tráfico de
droga a otras zonas como respuesta a la intensa oleada de derri-
bos y operaciones que caracterizan la actual política criminal.
274 Jóvenes promesas en Criminología

DEDICATORIA

A mi familia

por tanto amor, y todas las oportunidades que me han dado


durante estos años.

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Notas

1. Sector que incluye aquellas actividades económicas relacionadas con


la obtención y transformación de recursos naturales. La ganadería, la
agricultura y la explotación forestal son los principales ejemplos.
2. Poblado chabolista que se situó en el distrito de Villa de Vallecas.
Destacó por ser el principal núcleo del tráfico de droga de España en la
década de los 90, con un tránsito aproximado de 5000 clientes diarios
y una de las mayores tasas de criminalidad de Madrid. Actualmente
existe un proyecto de remodelación urbanística llamado “Valdecarros”
que estima la construcción de 50.000 viviendas sobre esta zona.
3. El Parque Tecnológico de Valdemingómez, concentra desde 1978 todas
las instalaciones de tratamiento de residuos urbanos de Madrid,
recibiendo más de cuatro mil toneladas diarias de desechos. Está
ubicado en la zona sureste de Madrid y delimita con los municipios de
Rivas-Vaciamadrid y Perales del Río.
4. Proyecto de intervención con minorías étnicas del Este de Europa.
Cuenta con dos centros de acogida en el municipio de Madrid con
capacidad para un total de 52 familias.
5. Pago de 426 euros que reciben los liberados de prisión el día 10 de cada
mes.
6. Merton propone 5 posibles respuestas adaptativas. La innovación es
la más representativa para hacer referencia a La Cañada Real. Ésta se
fundamenta en que la comunidad, busca nuevos instrumentos y medios
para satisfacer los fines socialmente establecidos.
7. Expresión acuñada por Günther Jakobs (1985) para referirse a ciertas
normas del modelo penal alemán, que sancionaba conductas sin que
hubiera daño o amenaza al bien jurídico. Simplemente, porque se
consideraba al individuo potencialmente peligroso para la sociedad.
8. Mezcla de cocaína y heroína que se consume por vía intravenosa.
9. VIH, Hepatitis B y C, entre las más comunes según la Agencia Antidroga.
10. Término coloquial que designa a los drogodependientes que están
realizando labores de vigilancia y recepción de clientes para los clanes
de la droga.
11. “Barraquillas”, “Celsa”, “Pitis”,” Ventorro”, “El Salobral”, “La Rosilla”.
12. En 2012 “Save the children” determinó que el índice de pobreza
La Cañada Real Galiana 279

humana del poblado era 93.07 puntos. Una cifra nueve veces superior al
de la Comunidad de Madrid.
13. Las colisiones y los atropellos son relativamente frecuentes. Por la
noche no hay visibilidad, y las personas conducen bajo los efectos del
consumo o del síndrome de abstinencia.
14. Coches sustraídos que atraen a la policía por haber sido utilizados en un
robo o durante la huida.
15. El precio en la calle es de 60 euros/gramo.
16. Los beneficios netos para 10 gramos de cocaína, varían entre 250 y 400
euros, según el grado de adulteración.
17. Forma coloquial de llamar a la cocaína para esnifar en Valdemingómez.
18. Avisar mediante gritos y palabras clave.
19. Siempre son personas de confianza y subalternos que no consuman
droga.
20. Las puertas están configuradas para abrir siempre hacia afuera, y con
sistema de esclusa.
21. Envoltorio de la dosis. También conocido como papelina.
22. Producto utilizado para desinfectar las zonas de punción y/o las
jeringuillas.
23. Se han intervenido visores nocturnos, cajas fuertes, subfusiles
automáticos y sistemas de comunicación por vía radio.
24. Por ejemplo, llamar a un coche camuflado de la policía o enfrentarse a
un cliente.
25. “Los Gordos”, “Los Fernández Fernández”, “Los Bruno” y “Los
Saavedra”.
Otras obras de nuestra colección

III Congreso de Justicia Restaurativa: Apuntes, coordinado por


Guillermo González y Virginia Domingo

Abuso sexual en niños y adolescentes, María Isabel Martínez


Pérez

Aspectos criminológicos en materia de seguridad vial, coordi-


nado por Juan Antonio Carreras Espallardo

Criminalidad organizada, estudios internacionales, coordinado


por Juan José Martínez Bolaños

Criminología Vial, Juan Antonio Carreras y José María González

Criminology and forensic psychology, coordinado por Jose Luis


Alba Robles y Eva María Jiménez

Cyborg Is Coming, coordinado por Jose Manuel Servera

El cine: a la reflexión por la ficción, Javier Nistal

El valor de la justicia para Don Quijote de La Mancha, Javier


Nistal

El sistema penitenciario español “de un vistazo”, Javier Nistal

Emprender en criminología, Jose Manuel Servera

Justicia Restaurativa, mucho más que mediación, Virginia


Domingo
282 Otras obras de nuestra colección

Jóvenes Promesas en Criminología, 2014-2015

La idoneidad del criminólogo en la administración penitencia-


ria, Manuel Fanega

La reforma de las escuelas de criminología en México, Wael


Hikal

La pena de prisión permanente revisable, anteproyecto de ley


español, Ainhoa Fernández-Toribio, Lucía González, Marina
Gutiérrez

La psicopatía en el siglo XXI, apuntes para la reflexión, coordi-


nado por Jose Luis Alba

Las alternativas a la privación de libertad en el derecho penal


español, Tomás Montero

Luces y Sombras en Criminología, un libro sobre iluminación y


criminalidad, Carlota Barrios

Nadie Debería Trabajar Jamás, Jose Servera

¿Por qué delinquen las mujeres?, Ruth Alvarado

Sapos criminológicos para princesas y príncipes con problemas


de criminalidad, editado por Javier Muñoz Chumilla

Valoración de las amenazas en textos escritos, Ana Isabel Apari-


cio, Luis Gil Tosco y Jana Mena
284 Visita Anomics
Jóvenes promesas en Criminología compila algunos de los
mejores Trabajos de Final de Grado en Criminología
desarrollados durante el curso 2015-2016 en las
universidades españolas, los cuales han sido
seleccionados por un Comité Académico formado por
expertos en Criminología y ciencias afines.

⟿ Análisis funcional del género en la violencia armada.


La mujer en los movimientos radicales islámicos. De
Belén Casas Campos (Universidad de Cádiz).

⟿ Aportaciones criminológicas a través del análisis


geográfico del delito: Un estudio cuantitativo en el
municipio de El Vendrell. De José Antonio Oraá
Marchamalo (Universitat Autònoma de Barcelona).

⟿ Herramienta de evaluación del riesgo de agresión de


bullying y ciberbullying (ERA-B-CB). De Laura Hernández
Torrente (Universidad a Distancia de Madrid).

⟿ Probation Officer Skills: Spanish Context. De Nidhi


Nagdev Nagdev (Universitat Autònoma de Barcelona).

⟿ Hurtos y robos en explotaciones agrícolas y


ganaderas: análisis empírico. De Inmaculada Estévez
Marín (Universidad de Málaga).

⟿ La Cañada Real Galiana: Análisis etnográfico del


contexto socio-espacial del Sector VI. De Rubén Monge
Gamero (Universidad Europea).

Prólogo de Juan José Medina Ariza.

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