Documentacion Muros
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Documentacion Muros
1.- Introducción
4.2.- El Eurocódigo
1.- INTRODUCCIÓN
Excluiremos de nuestro estudio los muros de muelle, con terreno sumergido, en los
que la conjunción de tres efectos perniciosos: aumento de la presión lateral en el trasdós,
reducción de las presiones del agua en el frente del muro (interacción hidrodinámica) y
licuefacción del suelo, ha originado en múltiples ocasiones colapsos de este tipo de
estructuras ( Amano et al, 1956; Matsuo y O´ Hara, 1960). Por el contrario, escasean los
casos reportados de fallo de muros de contención por fenómenos sísmicos. Este hecho
puede interpretarse de dos maneras:
a.- Los daños producidos no son muy catastróficos, por lo que se infravaloran y se olvida a
veces inventariarlos.
Los desplazamientos del muro son pequeños y las tensiones en el terreno son las
correspondientes al estado elástico (Empuje en reposo) y el sistema suelo-estructura
vibra con amplitudes bajas.
Los desplazamientos de los muros crecen y el comportamiento del terreno pasa a ser
no lineal (inelastico), hasta que se produce la rotura del terreno habiendo alcanzado su
estado límite (activo o pasivo)
Pasivo La posición del centro de rotación depende de los factores que definen el
problema ( Cargas , terreno y estructura ) y no puede hacerse la suposición de situarlo
en la base del muro.
v = z
h = Ko z
h
Ko = ------ = -------
v 1-
= coeficiente de Poisson
v = z
h = Ka z
v = z
h = Kp z
Es claro que las fórmulas anteriores no son válidas en general para situaciones de
empuje dinámico, ya que éste viene afectado en gran medida por las fuerzas de inercia y la
interacción del sistema muro – terreno – cimentación.
Pueden darse tres situaciones distintas según los desplazamientos relativos del
terreno de cimentación y del muro
a.- Las velocidades de los movimientos del muro y de la cuña de rotura son iguales.
No existe interacción entre el muro y el terreno de su trasdós y los empujes estáticos se
mantienen inalterados.
b.- El muro se mueve más rápido que la cuña de rotura. Se alivian los empujes
sobre el muro.
c.- El muro se mueve más despacio que la cuña de rotura. Ocurre justamente lo
contrario que en el caso anterior; los empujes dinámicos superan a los estáticos . Una
situación límite (empuje máximo) sería que el muro no se moviera en absoluto, pero esta
hipótesis es poco realista.
Vemos que, en todo caso, el desfase entre el movimiento del muro y del terreno
contenido por él modifica los empujes estáticos iniciales. Lo mismo puede decirse del
efecto del movimiento del suelo sobre el movimiento del muro. Así en el intervalo de
tiempo ( t2 t3 ) el movimiento del suelo ( bc) es de derecha a izquierda ( D I ),
mientras que la tendencia del movimiento del muro ( b 1 c1´) es de izquierda a derecha ( I
D ) , en consonancia con el impulso ab recibido en el intervalo de tiempo anterior ( t 1 t2
) . sin embargo dicha tendencia está en gran parte impedida por la presencia de la cuña, por
lo que se alcanzará finalmente el punto c1 , y el desplazamiento total del muro en el tiempo
t3 será c1 c1” . análogamente, al final de un ciclo de carga el desplazamiento con respecto
a la posición de equilibrio estático será c2 c2”.
En este tipo de modelos se ignoran los movimientos verticales del terreno por
efecto del terremoto, así como la flexibilidad del muro y/o la posible presencia de cargas
actuando en superficie del relleno. Dado que el suelo se supone elástico, los resultados
obtenidos son válidos para acciones sísmicas de poca intensidad.
Los métodos elásticos, basados en la ecuación de ondas, son atractivos por cuanto
permiten incorporar el espectro de respuesta del input sísmico y el análisis modal para
obtener la respuesta dinámica del sistema. Estos modelos son útiles para muros que no se
desplacen lo suficiente como para que se desarrollen planos de rotura (cargas sísmivcas
moderadas a bajas). Tienen en su contra que no consideran en el modelo los efectos de
radiación (amortiguamiento geométrico) ni la disipación interna de energía del suelo
(amortiguamiento material), importantes en este tipo de problemas de interacción.
1.- El desplazamiento del muro es suficiente como para producir un estado de equilibrio
plástico del terreno de su trasdós, con un empuje activo mínimo.
2.- La superficie de rotura del terreno es plana y a lo largo de ella se moviliza la máxima
resistencia al esfuerzo cortante.
3.- La cuña de rotura se comporta como un sólido rígido, de forma que las aceleraciones
horizontal y vertical son uniformes en la masa de suelo y de valor igual a las componentes
de la aceleración del terremoto en la base del muro.
4.- El empuje lateral sobre el muro actúa a 1/3 de la altura del mismo.
1
Ead = ---- H2 (1-Kv) Kae
2
Siendo Kae = el coeficiente de empuje activo total
Kh
= arctg ------------ ángulo del coeficiente sísmico
1 - Kv
= peso especifico del suelo
H = altura del muro
= ángulo de rozamiento del suelo
= ángulo de rozamiento muro - terreno
, i = parámetros geométricos del problema
Kh , Kv = coeficientes sísmicos horizontal y vertical
1
Pdin = Pae – Pa = ----- H2 [ (1-Kv) Kae – Ka ]
2
Se supone que las tres fuerzas Pa , Pae , Pdin , actúan a 1/3 de la base, lo que
equivale a admitir sendas distribuciones hidrostáticas de empujes. Esta última hipótesis no
es muy realista, y se cumple solo cuando no hay rozamiento muro – terreno ( = 0 ). En
caso contrario, Prakash y Basavanna ( 1969) han demostrado que aparece una distribución
no lineal de presiones y que el empuje total resultante se aplica a una cota superior a H/3.
Además la aceleración vertical tiene un efecto poco relevante sobre la distribución anterior.
Por otra parte, si se representa el valor incremental del coeficiente de empuje Kdin
para distintos valores del coeficiente sísmico horizontal
Se deduce que Kdin = (3/4) Kh, regla muy útil desde el punto de vista de la
aplicación práctica de la teoría.
En un estudio posterior, Richards y Elms(1979) introdujeron la fuerza de inercia
del muro en la ecuación de Mononobe – Okabe, lo cual requiere incorporar el peso del
muro Ww y el ángulo de fricción en la base b al proceso de análisis. Ambas magnitudes
vienen ligadas por la condición de equilibrio límite de deslizamiento de la base del muro.
Cos ( + ) – sen ( + ) tg b
Ww = Cie Pae ; Cie= ------------------------------------------
( 1 – Kv) ( tg b – tg )
Donde
Se comprueba que a diferencia del empuje, el factor de inercia del muro depende
fuertemente de y de Kv, y sobre todo de .
Si - - i = 0 el empuje es máximo.
Hay que señalar que despreciar las fuerzas de inercia estructural en el cálculo
sísmico del muro es poco conservador y , supone estar del lado de la inseguridad, ya que de
hecho la mayor parte de la resistencia al movimiento de la estructura proviene del peso
propio de ésta.
Un trabajo muy notable es el realizado por Ishii, Azai y Tsuchida, utilizando una
mesa vibrante de dimensiones 4.3 m * 2.30 m * 0.66 m. Estos investigadores decubrieron
que , al cesar la excitación, existe un empuje residual actuando sobre el muro, que es
sustancialmente mayor que el estático inicial y que el máximo en la fase dinámica
transitoria. Se comprobó además que la aceleración se distribuía uniformemente en el suelo
del trasdós, con valores iguales a los aplicados a la base del muro, de forma que el terreno
se comportaba como un sólido rígido (plastificado), de conformidad con lo supuesto por la
teoría de Mononobe – Okabe.
En una investigación más reciente, Sheriff, Ishibashi y Lee han comparado los
empujes activos estático y dinámico y sus puntos de aplicación en el muro, determinados
analítica y experimentalmente. El dispositivo de ensayo utilizado permite el movimiento en
una sola dirección bajo carga dinámica, y se muestra en la figura siguiente
Consiste en una mesa vibrante, de dimensiones 3 * 2 * 0.2 m, que soporta un cajón
rectangular que contiene el suelo, y un sistema electrohidráulico, para aplicar y controlar la
carga. Este último permite aplicar cargas de tipo rampa, escalón, sinusoidal, triangular e
incluso aleatorias, ya sea en régimen de tensión controlada o de deformación controlada.
Solo se instrumenta la parte central del modelo de muro (móvil) de contención, de esta
forma se eliminan los efectos de borde sobre los datos de los ensayos. La instrumentación
consiste en tres células de carga horizontales y una vertical, para medir las fuerzas actuantes
en los tres movimientos posibles: traslación, rotación de la cabeza y rotación de la base del
muro
El sistema de adquisición de datos es de alta velocidad : un miniordenador procesa,
en tiempo real 200 señales analógicas por segundo, procedentes de los sensores, las cuales
previamente son digitalizadas por medio de un convertidor A/D
u1 = Kh g t1
La fuerza que se opone al movimiento del muro Kr Ww, la cual produce una
deceleración Kr g. De ésta manera la velocidad neta resulta ser
.
u = ( kh – kr ) g t para t<t1
.
u = ( kh t1 – kr t ) g para t>t1
Kh t1
t = ---------- = t0
Kr
El movimiento cesa y el desplazamiento irreversible total del talud tendrá por valor
(área Ocd)
1 u12 Kr
u(t0) = u0 = ---- Kh g t1 (t0 – t1) = ---------- [ 1 - ------- ]
2 2 g Kr Kh
utot = uj (t0)
j=1
El valor calculado es, en general, inexacto para un terremoto real, ya que ignora la
existencia de pulsos de aceleración con dirección opuesta a la considerada al derivar la
ecuación de u(t0), y además el problema es asimétrico, ya que la resistencia al movimiento
no es la misma en un sentido(empuje activo) que en el opuesto (empuje pasivo).
Para obviar este inconveniente, Richards y Elms (1979) han introducido un factor
corrector empírico en la expresión de u(t0) basado en los valores experimentales calculados
por Franklin y Chang (1977) que se obtiene de la figura siguiente:
En esta misma línea, Whitman y Liao (1984) proponen resolver iterativamente la ecuación
de equilibrio dinámico de fuerzas horizontales H = 0 para obtener el valor de la
aceleración de rotura (valor límite de Kh para que haya equilibrio).
Hay que señalar que ensayos realizados en centrifuga (Zeng, 1998), han demostrado
la idoneidad del del método de Newmark en el caso de arenas secas de baja densidad
relativa, desaconsejándose su huso para arenas saturadas . Las aceleraciones en la base
rígida del estrato de suelo y en la base del muro aparecen desfasadas en ambos casos, lo que
indica que los efectos de la interacción suelo – estructura no son despreciables.
Richards y Elms (1979), a partir del criterio de Newmark (1965) para bloques deslizantes,
desarrollaron un procedimiento para la estimación de desplazamientos y el diseño de muros
y estribos de gravedad, considerando que constituyen un sistema dúctil (rígido-plástico) y
que puede aceptar desplazamientos permanentes de algunos centímetros.
1. Adoptar un valor aceptable del máximo desplazamiento dR. Este valor deberá resultar
compatible con la perfomance requerida a la estructura en función de los niveles de
aceptación que se adopten. Si hubieren conexiones entre el estribo y la superestructura del
puente, las mismas deberán ser detalladas para permitir este desplazamiento con adecuado
margen.
4. Utilizar el valor de Kh así determinado para evaluar los empujes activos del suelo y de las
fuerzas de inercia derivadas del peso de la estructura. Para la determinación del empuje
activo del suelo se recomienda el empleo de la fórmula de Mononobe (1929) y Okabe
(1926).
5. Establecer el peso del muro requerido para equilibrar las fuerzas operantes considerando
las fuerzas inerciales que se generan sobre el muro mismo.
En general, todas las Normas Sísmicas preconizan el uso del método de Mononobe
– Okabe para el análisis del empuje dinámico en muros. El coeficiente sísmico horizontal a
utilizar en el cálculo Kh*, varía no obstante con la aceleración de pico amax y el tipo de muro
en las distintas Normas. Por ejemplo, en la Norma Japonesa se especifican los siguientes
valores:
3.2.- EUROCÓDIGO 8
sat Kh
= arctg [ ----- ----------- ] ángulo del coeficiente sísmico
´ (1 Kv)
Por el contrario, si el relleno es altamente permeable, se supone que los efectos dinámicos
inducidos por la acción sísmica en el suelo y en el agua no están acoplados (medio bifase).
En este caso la presión intersticial hidrodinámica
7
Ewd = ----- Kh * w * H´2
12
Se suma a la presión hidrostática, y el ángulo del coeficiente sísmico viene dado por
d Kh
= arctg [ ----- ----------- ] ángulo del coeficiente sísmico
´ (1 Kv)
6 INTERACCIÓN SUELO-ESTRUCTURA
(1)P Los efectos de la interacción dinámica entre suelo y estructura serán tenidos en cuenta en el caso de:
a) estructuras en las que se necesita considerar los efectos de segundo orden P-δ;
b) estructuras con cimentaciones masivas o profundas tales como pilas de puentes, cajones offshore y silos;
c) estructuras altas y esbeltas tales como torres y chimeneas, incluidas en la Parte 3 del Eurocódigo 8;
– estructuras sobre suelos muy flojos, con un valor medio de la velocidad de las ondas tangenciales vs,max
(según se define en la tabla 4.1) menor que 100 m/s.
(3)P Los efectos de la interacción suelo-estructura en pilotes se valorarán de acuerdo con el apartado 5.4.2 para
cualquier estructura.
(2) Los desplazamientos permanentes, en forma de deslizamiento o vuelco combinado, éste último debido a de-
formaciones irreversibles en el suelo de cimentación, pueden ser aceptables si son compatibles con los requi-
sitos funcionales y/o estéticos.
(2) Se debe prestar atención adecuada al hecho de que pueda ser necesario ajustar y, ocasionalmente, proceder a
la elección de un tipo de estructura más adecuado para cumplir todos los requisitos sísmicos adicionales.
(3)P El material de relleno del trasdós de la estructura será cuidadosamente seleccionado y compactado in situ,
con el fin de conseguir la mayor continuidad posible con la masa de suelo preexistente.
(4)P Los sistemas de drenaje del trasdós de la estructura serán capaces de absorber movimientos transitorios y
permanentes sin perjuicio de su funcionamiento.
(5) En particular, en el caso de suelos sin cohesión que contengan agua, el drenaje debe ser efectivo hasta más
allá de la superficie potencial de deslizamiento tras la estructura.
(6)P Se deberá asegurar que el suelo del trasdós no va a estar próximo a licuar bajo el terremoto de cálculo.
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a) el comportamiento generalmente no lineal del suelo en el curso de su interacción dinámica con la estruc-
tura de contención;
b) las fuerzas de inercia asociadas con las masas del suelo, de la estructura, y de todas las demás cargas
gravitatorias que puedan tomar parte en el proceso de interacción;
c) los efectos hidrodinámicos generados por la presencia de agua en el suelo del trasdós del muro y/o por
el agua existente en la cara exterior del muro;
d) la compatibilidad entre las deformaciones del suelo, del muro y de los anclajes, cuando los haya.
(2) Para generar un estado activo del suelo, se debe producir un movimiento del muro en magnitud suficiente
durante el terremoto de cálculo, y ésto puede ser debido a la flexión de muros y al deslizamiento o giro de
muros de gravedad. Los movimientos del muro necesarios para conseguir el desarrollo de un estado límite
activo están descritos en el apartado 8.5.4 del Eurocódigo 7.
(3) En el caso de estructuras rígidas, como muros de sótano o muros de gravedad cimentados sobre roca o pilo-
tes, se desarrollan empujes mayores que los activos, y es más apropiado suponer un estado del suelo en re-
poso, como se indica en el capítulo E9 del anexo E. Esto mismo es aplicable al caso de muros de contención
anclados en los que no se permita ningún movimiento.
(2)P Se considerará que la acción sísmica vertical actúa hacia arriba o hacia abajo de manera que produzca el
efecto más desfavorable.
(3) La intensidad de estas fuerzas sísmicas equivalentes depende, para una zona sísmica dada, de la magnitud del
desplazamiento permanente que sea aceptable y esté realmente permitido por la solución estructural adopta-
da.
(4)P A falta de estudios específicos, los coeficientes sísmicos horizontal (kh) y vertical (kv) que afectan a todas las
masas se tomarán como:
kh = α /r kv = 0,5 kh (7.1)
donde α es el cociente entre la aceleración de cálculo y la aceleración de la gravedad y el factor r adopta los
valores que se recogen en la tabla 7.1. Se supone que los coeficientes sísmicos son constantes a lo largo de
la altura del muro, excepto en el caso indicado en el capítulo E2 del anexo E.
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Tabla 7.1
Factor que afecta al coeficiente sísmico horizontal
(5) En presencia de suelos saturados sin cohesión susceptibles de desarrollar presiones intersticiales elevadas:
(6) En el caso de estructuras de contención de más de | 10| m de altura y para más información sobre el fac-
tor r, véase el capítulo E2 del anexo E.
(7) Si se trata de muros que no sean de gravedad, se pueden despreciar los efectos de la aceleración vertical en
la estructura de contención.
(3) Como fuerza de cálculo Ed se considera la resultante de los empujes de tierra estáticos y dinámicos.
(4)P Se considerará que el punto de aplicación de la fuerza debida al empuje dinámico de tierras está situado a la
mitad de la altura del muro, siempre y cuando no se lleven a cabo estudios más detallados que tengan en
cuenta la rigidez relativa, el tipo de movimientos y la masa relativa de la estructura de contención.
(5) En el caso de muros que puedan girar sobre su pie se puede situar la fuerza dinámica en el mismo punto de
acción que la estática.
(6)P Se supondrá que las presiones debidas a las acciones estáticas y dinámicas se distribuyen sobre el muro con
una inclinación respecto a la normal no mayor que (2/3) φ para el estado activo e igual a cero para el pasi-
vo.
(7)P Cuando el suelo esté situado bajo el nivel freático, se distinguirá entre condiciones dinámicamente permea-
bles en las que el agua es libre de moverse con respecto al esqueleto sólido, y las dinámicamente impermea-
bles en las que esencialmente no se puede producir drenaje bajo la acción sísmica.
(8) En las situaciones más comunes y para suelos con permeabilidad menor que 5 × 10–4 m/s, el agua intersti-
cial no es libre de moverse en relación al esqueleto sólido; la acción sísmica se produce bajo condiciones
esencialmente sin drenaje y el suelo puede ser tratado como un medio de una sola fase.
(9)P Para condiciones dinámicamente impermeables, se aplican todas las especificaciones anteriores teniendo en
cuenta que el peso específico del suelo y el coeficiente sísmico horizontal se modifican según se indica en los
capítulos E6 y E7 del anexo E.
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(10)P En el caso de un relleno dinámicamente permeable, se supondrá que los efectos inducidos por la acción sís-
mica en el suelo y en el agua no están acoplados.
(11) Por lo tanto, la presión intersticial hidrodinámica se sumará a la hidrostática como se muestra en el capítulo E7
del anexo E. El punto de aplicación de la fuerza debida a la presión intersticial hidrodinámica se sitúa a una
profundidad bajo el techo de la capa saturada igual al 60% del espesor de dicha capa.
(12)P Solamente se aplicarán las especificaciones anteriores si se ha impedido rigurosamente que pueda licuar el
material de relleno o el suelo natural situado tras la estructura, de acuerdo con los requisitos P(4) y (5) del
apartado 7.2.
(2) Esta presión puede evaluarse según se indica en el capítulo E8 del anexo E.
– estabilidad general;
(2)P La comprobación de la estabilidad general se realizará de acuerdo con las reglas dadas en el aparta-
do 4.1.2.4.
(3)P La capacidad última de la cimentación se comprobará a rotura por deslizamiento y por falta de capacidad
portante según se indica en el apartado 5.4.1.1. Se tendrán también en cuenta los apartados 8.6.3 y 8.6.4 del
Eurocódigo 7.
(2)P Se deberá asegurar que el suelo anclado mantiene la resistencia requerida para el funcionamiento del anclaje
durante el terremoto de cálculo y, en particular, que no llegará a estar próximo a licuar.
(3)P La distancia Le a la que se sitúe el elemento de fijación medida desde el muro deberá exceder a la distancia
Ls requerida para cargas estáticas.
(4) Dicha distancia puede ser evaluada de acuerdo con la siguiente expresión:
Le = Ls (1 + 1,5 α ) (7.2)
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(2)P Para ello, se estudiarán los distintos modos de estado límite que puedan producir fallo estructural entre los
indicados en el apartado 8.6.6 del Eurocódigo 7.
(3)P Se deberá comprobar que todos los elementos estructurales satisfacen la condición siguiente:
Rd ≥ Sd (7.3)
donde
Rd = resistencia de cálculo del elemento, obtenida del mismo modo que en situaciones sin sismo;
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ANEXO E (Informativo)
E1 Conceptualmente, el factor r se define como el cociente entre el valor de la aceleración que produce el despla-
zamiento máximo compatible con las condiciones de proyecto y el valor correspondiente al estado de equilibrio lí-
mite (comienzo de los desplazamientos). Por tanto, r será mayor para muros que puedan tolerar mayores desplaza-
mientos.
E2 Para estructuras de contención de más de | 10| m de altura, se puede llevar a cabo un análisis unidimensional
en campo libre de la propagación vertical de las ondas y se puede mejorara la estimación de α , para su uso en la
fórmula (7.1), tomando un valor medio de las aceleraciones máximas horizontales del suelo a lo largo de la altura
de la estructura.
E3 La fuerza total de cálculo Ed que actúa sobre el trasdós de una estructura de contención viene dada por:
donde
H = altura del muro;
Ews = fuerza estática del agua;
Ewd = fuerza dinámica del agua (definida posteriormente);
γ* = peso específico del suelo (definido más adelante en los capítulos E5 a E7);
K = coeficiente de empuje de tierras (estático + dinámico).
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ψ, β = ángulos de inclinación del trasdós del muro y de la superficie del relleno medidos desde la horizontal,
como se muestra en la figura E1;
Las fórmulas del estado pasivo se deben utilizar preferentemente para muros de pared vertical (ψ = 90º ).
E5 Nivel freático por debajo de la base del muro de contención. Coeficiente de empuje de tierras.
Se aplican los siguientes parámetros:
γ* = γ;
Ewd = 0;
De forma alternativa, se pueden utilizar las tablas y los gráficos aplicables al caso estático (con sólo cargas gravita-
torias) si se realizan las siguientes modificaciones; llamando:
se gira el sistema completo muro-suelo de forma apropiada un ángulo igual a θA o θB y se modifica la aceleración
de la gravedad de la siguiente manera:
γ* = γ – γw
Ewd = 0
donde γ es el peso específico del suelo saturado y γw es el peso específico del agua.
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E7 Suelo dinámicamente (altamente) permeable bajo el nivel freático. Coeficiente de empuje de tierras.
Se aplican los siguientes parámetros:
γ* = γ – γw
Ewd = kh ⋅ γw ⋅ H 2
donde H es la altura del nivel freático medida desde la base del muro.
donde
h = altura de agua libre;
z = coordenada vertical, medida hacia abajo, con el origen en la superficie del agua.
donde H es la altura del muro. El punto de aplicación se considera situado a la mitad de la altura.
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APLICACIÓN PRÁCTICA DEL METODO DE MONONOBE-OKABE
1
Pad = ---- H2 (1-Kv) Kad
2
3. Obtener el incremento dinámico de empuje ΔPad
Pad = Pad – Pa
Cos ( + ) – sen ( + ) tg b
Ww = Fs Cid Pad ; con Cid= ------------------------------------------
( 1 – Kv) ( tg b – tg )
El cálculo teniendo en cuenta un desplazamiento restringido dr, se hace lo mismo que en el caso de
desplazamientos despreciables (Caso expuesto anteriormente), pero realizándolo para un coeficiente
sísmico Kh* efectivo dado por las siguientes expresiones, para Kh para desplazamientos despreciables
dado por la normativa de aplicación.
Del terreno se sabe que es una arena de ángulo de rozamiento interno φ=30º,
rozamiento tierras-muro en el trasdós δ=15º y rozamiento tierras cimiento en la base
δb=30º.
Determinar
1.- El peso necesario para que tenga un coeficiente de seguridad al deslizamiento de 1.5
para la combinación de acciones en las que actúa la acción sísmica.
- Desplazamientos despreciables