La Neuro Arquitectura
La Neuro Arquitectura
La Neuro Arquitectura
El origen de la neuro-arquitetura se remonta a 1998, cuando dos neurocientíficos, Fred H. Gage y Peter
Eriksson, descubrieron que el cerebro humano era capaz de producir nuevas neuronas en la edad adulta
con un entorno estimulante.
Fred Gage, quien trabajaba en el Salk Institute, concluyó que al diseñar los edificios que habitamos, el
entorno construido cambia nuestra conducta y modifica nuestro cerebro.
Por ello, la relación entre la arquitectura y la neurociencia es evidente, gracias a la sinergia a la hora de
diseñar espacios que ayuden a mejorar la experiencia de las personas que viven, aprenden y trabajan en
ellos.
Uno de los grandes aprendizajes que nos está dejando la pandemia es que el entorno en el que vivimos y
trabajamos influye en nuestra salud, nuestro estado de ánimo y nuestra productividad. ¿Qué es lo que
pasa en nuestro cerebro cuando día tras día tenemos que movernos en ciertos espacios cerrados? ¿Qué
reacciones provocan los diferentes colores, proporciones, las vistas, la iluminación, la calidad del aire o los
sonidos? Hoy podemos responder a estas preguntas gracias a la neuroarquitectura. Podemos incluso
saber cómo impactarán los espacios que estamos proyectando en las personas que los van a ocupar antes
de su construcción. Esto importa ya que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), nos pasamos
de promedio el 90% de nuestra vida en espacios cerrados. Nuestro entorno, el más próximo de nuestras
viviendas u oficinas, y el más amplio de nuestros barrios y nuestras ciudades, impacta en nuestra salud y
procesos cognitivos. Está probado, por ejemplo, que tener zonas verdes próximas reduce los niveles de
cansancio mental y estrés y aumenta nuestro bienestar.
La neuroarquitectura es un área de la arquitectura que, con datos y evidencias científicas en mano, analiza
de forma objetiva y sistemática cómo los espacios construidos modifican nuestras emociones y nuestras
capacidades. Su objetivo es construir espacios que mejoren la productividad y el bienestar de las personas.
Esta disciplina, traslada las sensaciones que nos provocan los espacios a datos medibles, lo que nos
permite analizar desde el punto de vista científico qué nos provocan los espacios construidos y buscar
soluciones utilizando herramientas médicas e innovaciones tecnológicas.
PRINCIPIOS BÁSICOS
La neuroarquitectura establece aspectos claves a la hora de diseñar los espacios, para lograr que la mente
se estimule y permanezca relajada, entre ellos:
• Iluminación
La luz atrae al ser humano, al ser un elemento clave que guía al individuo en su experiencia en el
edificio. La luz natural ayuda a la concentración de las personas y relaja la mente.
• Espacios verdes
La sensación de estar encerrados genera estrés y disminuye la productividad de las personas, sin
embargo, la luz natural y los espacios verdes ayudan a abrir la mente, aumentar la concentración
y favorecer la calma.
• Techos
Según estudios científicos, la altura de los techos también influye en la concentración y actividades
de las personas. Así, los techos altos son ideales para las tareas más creativas, mientras que los
techos bajos favorecen un trabajo de carácter más rutinario.
• Colores
Los colores influyen y condicionan el estado de ánimo de las personas, ya que los tonos cercanos
a la naturaleza como verdes, azules y amarillos reducen el estrés, aumentan la sensación de
confort e inciden sobre la percepción del espacio como un edificio saludable. Por otro lado, los
tonos cálidos como el rojo captan la atención del receptor, por lo que se recomiendan en tareas
que requieren de mayor concentración.
• Elementos arquitectónicos
Asimismo, los ángulos o formas empleadas en la arquitectura también tienen incidencia en el
cerebro del ser humano. Mientras los espacios rectangulares son entendidos como edificios menos
agobiantes que los cuadrados, los ángulos marcados de las edificaciones favorecen la aparición
de estrés o ansiedad frente a las curvas o contornos suaves, que generan una sensación de
seguridad y comodidad.
LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
En síntesis, “IA” es un término amplio que refiere a la capacidad de las computadoras para realizar tareas
que normalmente requerirían inteligencia humana, tales como el aprendizaje, la toma de decisiones y la
resolución de problemas.
En tal sentido, la IA se basa en el concepto de aprendizaje automático, un sistema que utiliza algoritmos
para analizar grandes cantidades de datos e identificar patrones rápida y eficazmente, los cuales se utilizan
luego para tomar decisiones o realizar tareas sin intervención humana, en función de la información
guardada y analizada en su base de datos.
A este respecto, como herramienta, la IA está transformando la arquitectura al cambiar la forma en que se
diseñan y construyen edificaciones a partir del análisis de datos.
De este modo puede, por ejemplo, ayudar a los arquitectos a diseñar edificaciones edificios más eficientes
y sostenibles al analizar grandes cantidades de datos sobre el clima, la ubicación y otros factores
relacionados con ambientes y espacios geográficos para crear diseños más precisos.
Por otra parte, la IA también puede ayudar a los arquitectos a encontrar soluciones a problemas de diseño
que, de otra manera, podrían ser difíciles o imposibles de resolver, o bien implicar mucho más tiempo,
energía y presupuesto si se desarrollasen de forma tradicional.
Asimismo, la IA también está transformando la forma en que se construyen los edificios. La tecnología de
construcción automatizada, como la impresión en 3D y los robots de construcción, en combinación con las
IA, está permitiendo construir más rápido y con mayor eficiencia, así como también con menos residuos e
impacto ambiental.
En este sentido, la IA puede ayudar a optimizar la construcción, reducir los costos y mejorar la seguridad,
así como también los conflictos laborales.
Algunos con menos y otros con más argumentos, entre los que se incluyen, por ejemplo, quienes
han planteado el desafío de que la IA pueda reducir la importancia del diseño humano y la
creatividad en el proceso de diseño, y que la automatización de la construcción pueda llevar a la
pérdida masiva de empleos en la industria. También hay preocupaciones sobre la privacidad y la
seguridad de los sistemas de automatización de edificios basados en IA, y, en los albores de este
revolucionario desarrollo tecnológico, esto apenas comienza.