Capitulo Primero de Qué Va La Ética
Capitulo Primero de Qué Va La Ética
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que nos sienta bien; otras, en cambio, nos sientan pero que muy mal y a
todo eso lo llamamos “malo”. Saber lo que nos conviene, es decir: distinguir entre lo
Hay ciencias que se estudian por simple interés de saber cosas nuevas; otras, para bueno y lo malo, es un conocimiento que todos intentamos adquirir -todos sin
aprender una destreza que permita hacer o utilizar algo; la mayoría, para obtener un excepción- por la cuenta que nos trae.
puesto de trabajo y ganarse con él la vida. Si no sentimos curiosidad ni necesidad de Como he señalado antes, hay cosas buenas y malas para la salud: es necesario saber lo
realizar tales estudios, podemos prescindir tranquilamente de ellos. Abundan los que debemos comer, o que el fuego a veces calienta y otras quema, así como el agua
conocimientos muy interesantes pero sin los cuales uno se las arregla bastante bien puede quitar la sed pero también ahogarnos. Sin embargo, a veces las cosas no son tan
para vivir: yo, por ejemplo, lamento no tener ni idea de astrofísica ni de ebanistería, sencillas: ciertas drogas, por ejemplo, aumentan nuestro brío o producen sensaciones
que a otros les darán tantas satisfacciones, aunque tal ignorancia no me ha impedido ir agradables, pero su abuso continuado puede ser nocivo. En unos aspectos son buenas,
tirando hasta la fecha. Y tú, si no me equivoco, conoces las reglas del fútbol pero pero en otros malas: nos convienen y a la vez no nos convienen. En el terreno de las
estás bastante pez en béisbol. No tiene mayor importancia, disfrutas con los relaciones humanas, estas ambigüedades se dan con aún mayor frecuencia. La mentira
mundiales, pasas olímpicamente de la liga americana y todos tan contentos. es algo en general malo, porque destruye la confianza en la palabra -y todos
Lo que quiero decir es que ciertas cosas uno puede aprenderlas o no, a voluntad. necesitamos hablar para vivir en sociedad- y enemista a las personas; pero a veces
Como nadie es capaz de saberlo todo, no hay más remedio que elegir y aceptar con parece que puede ser útil o beneficioso mentir para obtener alguna ventajilla. O
humildad lo mucho que ignoramos. Se puede vivir sin saber astrofísica, ni ebanistería, incluso para hacerle un favor a alguien. Por ejemplo: ¿es mejor decirle al enfermo de
ni fútbol, incluso sin saber leer ni escribir: se vive peor, si quieres, pero se vive. Ahora cáncer incurable la verdad sobre su estado o se le debe engañar para que pase sin
bien, otras cosas hay que saberlas porque en ello, como suele decirse, nos va la vida. angustia sus últimas horas? La mentira no nos conviene, es mala, pero a veces parece
Es preciso estar enterado, por ejemplo, de que saltar desde el balcón de un sexto piso resultar buena. Buscar gresca con los demás ya hemos dicho que es por lo común
no es cosa buena para la salud; o de que una dieta de clavos (¡con perdón de los inconveniente, pero ¿debemos consentir que violen delante de nosotros a una chica
fakires!) y ácido prúsico no permite llegar a viejo. Tampoco es aconsejable ignorar sin intervenir, por aquello de no meternos en líos? Por otra parte, al que siempre dice
que si uno cada vez que se cruza con el vecino le atiza un mamporro las la verdad -caiga quien caiga- suele cogerle manía todo el mundo; y quien interviene
consecuencias serán antes o después muy desagradables. Pequeñeces así son en plan Indiana Jones para salvar a la chica agredida -es más probable que se vea con
importantes. Se puede vivir de muchos modos pero hay modos que no dejan vivir. la crisma rota que quien se va silbando a su casa. Lo malo parece a veces resultar más
En una palabra, entre todos los saberes posibles existe al menos uno imprescindible: o menos bueno y lo bueno tiene en ocasiones apariencias de malo. Vaya jaleo.
el de que ciertas cosas nos convienen y otras no. No nos convienen ciertos alimentos Lo de saber vivir no resulta tan fácil porque hay diversos criterios opuestos respecto a
ni nos convienen ciertos comportamientos ni ciertas actitudes. Me refiero, claro está, a qué debemos hacer. En matemáticas o geografía hay sabios e ignorantes, pero los
que no nos convienen si queremos seguir viviendo. Si lo que uno quiere es reventar sabios están casi siempre de acuerdo en lo fundamental. En lo de vivir, en cambio, las
cuanto antes, beber lejía puede ser muy adecuado o también procurar rodearse del opiniones distan de ser unánimes. Si uno quiere llevar una vida emocionante, puede
mayor número de enemigos posibles. Pero de momento vamos a suponer que lo que dedicarse a los coches de fórmula uno o al alpinismo; pero si se prefiere una vida
preferimos es vivir: los respetables gustos del suicida los dejaremos por ahora de lado. segura y tranquila, será mejor buscar las aventuras en el videoclub de la esquina.
De modo que ciertas cosas nos convienen y a lo que nos conviene solemos llamarlo Algunos aseguran que lo más noble es vivir para los demás y otros señalan que lo más
útil es lograr que los demás vivan para uno. Según ciertas opiniones lo que cuenta es una medalla, por lo menos? ¿No es justo decir que son valientes?
ganar dinero y nada más, mientras que otros arguyen que el dinero sin salud, tiempo Cambio de escenario, pero no de tema. En la Ilíada, Homero cuenta la historia de
libre, afecto sincero o serenidad de ánimo no vale nada. Médicos respetables indican Héctor, el mejor guerrero de Troya, que espera a pie firme fuera de las murallas de su
que renunciar al tabaco y al alcohol es un medio seguro de alargar la vida, a lo que ciudad a Aquiles, el enfurecido campeón de los aqueos, aun sabiendo que éste es más
responden fumadores y borrachos que con tales privaciones a ellos desde luego la fuerte que él y que probablemente va a matarle. Lo hace por cumplir su deber, que
vida se les haría mucho más larga, etc. consiste en defender a su familia y a sus conciudadanos del terrible asaltante. Nadie
En lo único que a primera vista todos estamos de acuerdo es en que no estamos de duda de que Héctor es un héroe, un auténtico valiente. Pero ¿es Héctor heroico y
acuerdo con todos. Pero fíjate que también estas opiniones distintas coinciden en otro valiente del mismo modo que las termitas-soldado, cuya gesta millones de veces
punto: a saber, que lo que vaya a ser nuestra vida es, al menos en parte, resultado de repetida ningún Homero se ha molestado en contar? ¿No hace Héctor, a fin de
lo que quiera cada cual. Si nuestra vida fuera algo completamente determinado y fatal, cuentas, lo mismo que cualquiera de las termitas anónimas? ¿Por qué nos parece su
irremediable, todas estas disquisiciones carecerían del más mínimo sentido. Nadie valor más auténtico y más difícil que el de los insectos? ¿Cuál es la diferencia entre
discute si las piedras deben caer hacia arriba o hacia abajo: caen hacia abajo y punto. un caso y otro?
Los castores hacen presas en los arroyos y las abejas panales de celdillas hexagonales: Sencillamente, la diferencia estriba en que las termitas-soldado luchan y mueren
no hay castores a los que tiente hacer celdillas de panal, ni abejas que se dediquen a la porque tienen que hacerlo, sin poderlo remediar (como la araña que se come a la
ingeniería hidráulica. En su medio natural cada animal parece saber perfectamente lo mosca). Héctor, en cambio, sale a enfrentarse con Aquiles porque quiere. Las
que es bueno y lo que es malo para él si discusiones ni dudas. No hay animales malos termitas-soldado no pueden desertar, ni rebelarse, ni remolonear para que otras vayan
ni buenos en la naturaleza, aunque quizá la mosca considere mala a la araña que en su lugar: están programadas necesariamente por la naturaleza para cumplir su
tiende su trampa y se la come. Pero es que 1a araña no lo puede remediar... heroica misión. El caso de Héctor es distinto. Podría decir que está enfermo o que no
Voy a contarte un caso dramático. Ya conoces a las termitas, esas hormigas blancas le da la gana enfrentarse a alguien más fuerte que él. Quizá sus conciudadanos le
que en África levantan impresionantes hormigueros de varios metros de alto y duros llamasen cobarde y le tuviesen por un caradura o quizá le preguntasen qué otro plan
como la piedra. Dado que el cuerpo de las termitas es blando, por carecer de la coraza se le ocurre para frenar a Aquiles, pero es indudable que tiene la posibilidad de
quitinosa que protege a otros insectos, el hormiguero les sirve de caparazón colectivo negarse a ser héroe. Por mucha presión que los demás ejerzan sobre él, siempre podría
contra ciertas hormigas enemigas, mejor armadas que ellas. Pero a veces uno de esos escaparse de lo que se supone que debe hacer: no está programado para ser héroe,
hormigueros se derrumba, por culpa de una riada o de un elefante (a los elefantes les ningún hombre lo está. De ahí que tenga mérito su gesto y que Homero cuente su
gusta rascarse los flancos contra los termiteros, qué le vamos a hacer). En seguida, las historia con épica emoción. A diferencia de las termitas, decimos que Héctor es libre
termitas-obrero se ponen a trabajar para reconstruir su dañada fortaleza, a toda prisa. y por eso admiramos su valor.
Y las grandes hormigas enemigas se lanzan al asalto. Las termitas-soldado salen a Y así llegamos a la palabra fundamental de todo este embrollo: libertad. Los animales
defender a su tribu e intentan detener a las enemigas. Como ni por tamaño ni por (y no digamos ya los minerales o las plantas) no tienen más remedio que ser tal como
armamento pueden competir con ellas, se cuelgan de las asaltantes intentando frenar son y hacer lo que están programados naturalmente para hacer. No se les puede
todo lo posible su marcha, mientras las feroces mandíbulas de sus asaltantes las van reprochar que lo hagan ni aplaudirles por ello porque no saben comportarse de otro
despedazando. Las obreras trabajan con toda celeridad y se ocupan de cerrar otra vez modo. Tal disposición obligatoria les ahorra sin duda muchos quebraderos de cabeza.
el termitero derruido... pero lo cierran dejando fuera a las pobres y heroicas termitas- En cierta medida, desde luego, los hombres también estamos programados por la
soldado, que sacrifican sus vidas por la seguridad de las demás. ¿No merecen acaso naturaleza. Estamos hechos para beber agua, no lejía, y a pesar de todas nuestras
precauciones debemos morir antes o después. Y de modo menos imperioso pero Cuando te hablo de libertad es a esto a lo que me refiero. A lo que nos diferencia de
parecido, nuestro programa cultural es determinante: nuestro pensamiento viene las termitas y de las mareas, de todo lo que se mueve de modo necesario e
condicionado por el lenguaje que le da forma (un lenguaje que se nos impone desde irremediable. Cierto que no podemos hacer cualquier cosa que queramos, pero
fuera y que no hemos inventado para nuestro uso personal) y somos educados en también cierto que no estamos obligados a querer hacer una sola cosa. Y aquí
ciertas tradiciones, hábitos, formas de comportamiento, leyendas...; en una palabra, conviene señalar dos aclaraciones respecto a la libertad:
que se nos inculcan desde la cunita unas fidelidades y no otras. Todo ello pesa mucho Primera: No somos libres de elegir lo que nos pasa (haber nacido tal día, de tales
y hace que seamos bastante previsibles. Por ejemplo, Héctor, ese del que acabamos de padres y en tal país, padecer un cáncer o ser atropellados por un coche, ser guapos o
hablar. Su programación natural hacia que Héctor sintiese necesidad de protección, feos, que los aqueos se empeñen en conquistar nuestra ciudad, etc.), sino libres para
cobijo y colaboración, beneficios que mejor o peor encontraba en su ciudad de Troya. responder a lo que nos pasa de tal o cual modo (obedecer o rebelarnos, ser prudentes o
También era muy natural que considerara con afecto a su mujer Andrómaca -que le temerarios, vengativos o resignados, vestirnos a la moda o disfrazarnos de oso de las
proporcionaba compañía placentera- y a su hijito, por el que sentía lazos de apego ' cavernas, defender Troya o huir, etc.).
biológico- Culturalmente, se sentía parte de Troya Y compartía con los troyanos la Segunda: Ser libres para intentar algo no tiene nada que ver con lograrlo
lengua, las costumbres y las tradiciones. Además, desde pequeño le habían educado indefectiblemente. No es lo mismo la libertad (que consiste en elegir dentro de lo
para que fuese un buen guerrero al servicio de su ciudad y se le dijo que la cobardía posible) que la omnipotencia (que sería conseguir siempre lo que uno quiere, aunque
era algo aborrecible, indigno de un hombre. Si traicionaba a los suyos, Héctor sabía pareciese imposible). Por ello, cuanta más capacidad de acción tengamos, mejores
que se vería despreciado y que le castigarían de uno u otro modo. De modo que resultados podremos obtener de nuestra libertad. Soy libre de querer subir al monte
también estaba bastante programado para actuar como lo hizo, ¿no? Y sin embargo... Everest, pero dado mi lamentable estado físico y mi nula preparación en alpinismo es
Sin embargo, Héctor hubiese podido decir: ¡a la porra con todo! Podría haberse prácticamente imposible que consiguiera mi objetivo. En cambio soy libre de leer o
disfrazado de mujer para escapar por la noche de Troya, o haberse fingido enfermo o no leer, pero como aprendí a leer de pequeñito la cosa no me resulta demasiado difícil
loco para no combatir, o haberse arrodillado ante Aquiles ofreciéndole sus servicios si decido hacerlo. Hay cosas que dependen de mi voluntad (y eso es ser libre) pero no
como guía para invadir Troya por su lado más débil; también podría haberse dedicado todo depende de mi voluntad (entonces sería omnipotente), porque en el mundo hay
a la bebida o haber inventado una nueva religión que dijese que no hay que luchar otras muchas voluntades y otras muchas necesidades que no controlo a mi gusto. Si
contra los enemigos sino poner la otra mejilla cuando nos abofetean. Me dirás que no me conozco ni a mí mismo ni al mundo en que vivo, mi libertad se estrellará una y
todos estos comportamientos hubiesen sido bastante raros, dado quien era Héctor y la otra vez contra lo necesario. Pero, cosa importante, no por ello dejaré de ser libre...
educación que había recibido. Pero tienes que reconocer que no son hipótesis aunque me escueza.
imposibles, mientras que un castor que fabrique panales o una termita desertora no En la realidad existen muchas fuerzas que limitan nuestra libertad, desde terremotos o
son algo raro sino estrictamente imposible. Con los hombres nunca puede uno estar enfermedades hasta tiranos. Pero también nuestra libertad es una fuerza en el mundo,
seguro del todo, mientras que con los animales o con otros seres naturales sí por nuestra fuerza. Si hablas con la gente, sin embargo, verás que la mayoría tiene mucha
mucha programación biológica o cultural que tengamos, los hombres siempre más conciencia de lo que limita su libertad que de la libertad misma. Te dirán:
podernos optar finalmente por algo que no esté en el programa (al menos, que no esté “¿Libertad? ¿Pero de qué libertad me hablas? ¿Cómo vamos a ser libres, si nos comen
del todo). Podemos decir “sí” o “no”, quiero o no quiero. Por muy achuchados que el coco desde la televisión, si los gobernantes nos engañan y nos manipulan, si los
nos veamos por las circunstancias, nunca tenemos un solo camino a seguir sino terroristas nos amenazan, si las drogas nos esclavizan, y si además me falta dinero
varios. para comprarme una moto, que es lo que yo quisiera?” En cuanto te fijes un poco,
verás que los que así hablan parece que se están quejando pero en realidad se VETE LEYENDO...
encuentran muy satisfechos de saber que no son libres. En el fondo piensan: “¡Uf!
¡Menudo peso nos hemos quitado de encima! Como no somos libres, no podemos “¿Y si ahora, dejando en el suelo el abollonado escudo y el fuerte casco y apoyado la
tener la culpa de nada de lo que nos ocurra...” Pero yo estoy seguro de que nadie - pica contra el muro, saliera al encuentro del inexorable Aquiles, le dijera que permitía
nadie- cree de veras que no es libre, nadie acepta sin más que funciona como un a los Átridas llevarse a Helena y las riquezas que Alejandro trajo a llión en las
mecanismo inexorable de relojería o como una termita. Uno puede considerar que cóncavas naves, que esto fue lo que originó la guerra, y le ofreciera repartir a los
optar libremente por ciertas cosas en ciertas circunstancias es muy difícil (entrar en aqueos la mitad de lo que la ciudad contiene y más tarde tomara juramento a los
una casa en llamas para salvar a un niño, por ejemplo, o enfrentarse con firmeza a un troyanos de que, sin ocultar nada, formasen dos lotes con cuantos bienes existen
tirano) y que es mejor decir que no hay libertad para no reconocer que libremente se dentro de esta hermosa ciudad?... Mas ¿por qué en tales cosas me hace pensar el
prefiere lo más fácil, es decir, esperar a los bomberos o lamer la bota que le pisa a uno corazón?” (Homero, Ilíada).
el cuello. Pero dentro de las tripas algo insiste en decirnos: “Si tú hubieras querido...”
Cuando cualquiera se empeñe en negarte que los hombres somos libres, te aconsejo “La libertad no es una filosofía y ni siquiera es una idea: es un movimiento de la
que le apliques la prueba del filósofo romano. En la antigüedad, un filósofo romano conciencia que nos lleva, en ciertos momentos, a pronunciar dos monosílabos: SÍ o
discutía con un amigo que le negaba la libertad humana y aseguraba que todos los NO. En su brevedad instantánea, como a la luz del relámpago, se dibuja el signo
hombres no tienen más remedio que hacer lo que hacen. El filósofo cogió su bastón y contradictorio de la naturaleza humana” (Octavio Paz, La otra voz).
comenzó a darle estacazos con toda su fuerza. “¡Para, ya está bien, no me pegues
más!”, le decía el otro. Y el filósofo, sin dejar de zurrarle, continuó argumentando: “La vida del hombre no puede "ser vivida" repitiendo los patrones de su especie; es él
“¿No dices que no soy libre y que lo que hago no tengo más remedio que hacerlo? mismo -cada uno- quien debe vivir. El hombre es el único animal que puede estar
Pues entonces no gastes saliva pidiéndome que pare: soy automático.” fastidiado, que puede estar disgustado, que puede sentirse expulsado del paraíso”
Hasta que el amigo no reconoció que el filósofo podía libremente dejar de pegarle, el (Erich Fromm, Ética y psicoanálisis).
filósofo no suspendió su paliza. La prueba es buena, pero no debes utilizarla más que
en último extremo y siempre con amigos que no sepan artes marciales...
En resumen: a diferencia de otros seres, vivos o inanimados, los hombres podemos
inventar y elegir en parte nuestra forma de vida. Podemos optar por lo que nos parece
bueno, es decir, conveniente para nosotros, frente a lo que nos parece malo e
inconveniente. Y como podemos inventar y elegir, podemos equivocarnos, que es
algo que a los castores, las abejas y las termitas no suele pasarles. De modo que
parece prudente fijarnos bien en lo que hacemos y procurar adquirir un cierto saber
vivir que nos permita acertar. A ese saber vivir, o arte de vivir si prefieres, es a lo que
llaman ética. De ello, si tienes paciencia, seguiremos hablando en las siguientes
páginas de este libro.