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I. Situándonos en el contexto
Es reiterativo señalar en el año 2021 el impacto que la COVID-19 ha detenido
el mundo. No solo sufrimos terribles pérdidas humanas, sino que el fenómeno que
ataca al planeta está permeando todos los ámbitos de nuestra vida. Se creó una si-
tuación de profunda incertidumbre científica, sanitaria y económica, que se extendió
a todos los rincones de la tierra. Numerosas actividades laborales, profesionales,
sociales, educacionales, turísticas, han sido canceladas; el teletrabajo ha mutado
nuestro desempeño presencial y las medidas dictadas para restringir la movilidad
de los ciudadanos, en nuestro país se vienen extendiendo por un plazo del que solo
conocemos su punto inicial1.
A través de la normativa complementaria y modificatoria que fue dictándose
desde el comienzo de la cuarentena, esa fuerte restricción a la libertad ambulato-
ria de las personas que solo admitía desplazamientos a los efectos de cumplir las
actividades esenciales enumeradas en el plexo normativo de emergencia, se fue
matizando. De este modo, se amplió la cantidad de actividades permitidas y, en
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esta línea, se observa que a medida que transcurren los días, la libertad de despla-
zamiento se va reconduciendo en función de la evolución de la situación sanitaria.
Sin embargo, debe señalarse que contamos hoy con una profusa normativa, tanto
nacional, provincial, como municipal, que amplía o restringe las actividades según
la zona y la exposición a los contagios y a la difusión del virus. Es probable, incluso,
que la extensión de esta crisis traiga consigo la continuidad del dictado de medidas
que interfieran en el cumplimiento de obligaciones asumidas en el ámbito nacional
o internacional, que se encuentren en curso de ejecución, en una suerte de fiebre
legisferante que, en Argentina, encuentra no pocos antecedentes2.
Esta coyuntura que se desarrolla en el escenario global afecta también, las re-
laciones jurídico privadas internacionales; la crítica situación en que han quedado
las personas y empresas a raíz del fenómeno que nos atraviesa, cobra un profundo
impacto en el Derecho internacional privado (DIPr) que se ve interpelado desde
varios de sus institutos. Importa conocer si este sector de la ciencia jurídica cuenta
con soluciones eficaces para dar respuesta a las innumerables complejidades gene-
radas en nuestros días3.
El objetivo de este trabajo es centrarnos en los contratos internacionales4 a partir
de los diversos interrogantes que se vienen planteando en el actual contexto los
que, sin duda, crecerán de manera exponencial una vez que la ‘nueva normalidad’
retome su cauce y las negociaciones internacionales se reactiven. En esa instancia
habrá que atender a lo sucedido en el período de pandemia respecto a los contratos
en curso, y a tal efecto, direccionarse a las fuentes de DIPr., se convierte en el paso
imprescindible.
Ahora bien, a modo de premisa consignemos que las fuentes legales en este ám-
bito material, se vinculan a un objetivo que no es otro que incrementar la seguridad
jurídica de la contratación internacional. En este sentido, la ley aplicable al contrato
(2) Conf. RIVERA, Julio C. “Los contratos frente a la pandemia”, La Ley, Buenos Argentina,
22/04/2020, p. 4.
(3) DREYZIN DE KLOR, Adriana. “Implicancias de la pandemia COVID-19 en el Derecho
internacional privado”, en Efectos jurídicos de la pandemia COVID-19, (PIZARRO, Daniel - VALLESPI-
NOS, Gustavo, Dirs,), Rubinzal Culzoni, Argentina, 2020 (en prensa).
(4) Se entiende por contrato internacional aquel que presenta vínculos con dos o más estados
o, lo que es igual, aquel en el que existe un elemento de extranjería. Ahora bien, a partir de esta noción
elemental se generan discrepancias a fin de precisar qué debe entenderse por vínculos o elementos de
extranjería y, en su caso, cuál es la naturaleza de estos vínculos. Mientras para una corriente doctrinal,
puede tratarse de cualquier tipo de vínculo por débil que sea, para otros autores, se requiere un vín-
culo relevante que brinde posibilidad de elegir una de las leyes en presencia. Tradicionalmente, se ha
considerado que se trata de vínculos fácticos o jurídicos - residencia habitual o establecimiento de las
partes contratantes, lugar de celebración, lugar de cumplimiento, lugar de situación del bien, lugar de
prestación de servicio del objeto del contrato-. Sin embargo, actualmente se considera la posibilidad de
aplicar un criterio económico para definir la internacionalidad del contrato. Ver KASSIS, Antoine. Le
nouveau droit européen des contrats internationaux, LGDJ, Paris, 1993, p. 53 y ss. Véase también: DREYZIN
DE KLOR, Adriana. El derecho internacional privado actual, tomo 2, Zavalía, Buenos Aires, 2017, p. 292.
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(12) Al 14 /8/2020, son noventa y tres los Estados ratificantes. El 16 de julio de 2020, Portugal
inició el proceso para incorporarse a la CVCIM. Ver estado actual de ratificaciones en (https://uncitral.
un.org/es/texts/salegoods/conventions/sale_of_ goods/cisg/status).
(13) Los esfuerzos para lograr la unificación normativa en materia de compraventa interna-
cional de mercaderías son de larga data. A fines del siglo XIX se registra una iniciativa holandesa que,
si bien no logra los objetivos propuestos, dio lugar a que la International Law Association en 1924,
inicie un debate sobre una posible unificación legislativa en la materia. Paralelamente a las iniciati-
vas que continuaban desarrollándose también con la participación de la Conferencia de La Haya, en
UNIDROIT, comienza a gestarse un proyecto de ley uniforme de la compraventa internacional de
mercaderías. Teniendo ese anteproyecto como base, un segundo anteproyecto fue elaborado en 1939,
interrumpiéndose los trabajos a raíz de la Segunda Guerra Mundial. Recién en 1951, por iniciativa
del Gobierno de Holanda, que convoca a una conferencia en La Haya, se reúnen delegaciones de
veintiún países que se pronuncian a favor de la unificación proyectada. Un nuevo anteproyecto surge
en 1956, el que es remitido a diversos países a efectos de que se pronuncien sobre el mismo. En 1962
se reúne la comisión especial para trabajar sobre los informes recibidos, optándose por elaborar dos
anteproyectos: uno, destinado a regir la formación del contrato y otro, la venta internacional de cosas
muebles. Ambos anteproyectos fueron objeto de análisis en la Conferencia de La Haya de 1964. Para
mayor ilustración ver: GARRO, Alejandro -ZUPPI, Alberto. Compraventa internacional de mercaderías.
Convención de Viena, Ed. La Rocca, Buenos Aires, 1990, p. 32.
(14) Principalmente, los textos elaborados en la Conferencia de La Haya de 1964, a saber: “Ley
uniforme sobre la venta internacional de objetos mobiliarios corporales” (LUVI) y “Ley uniforme sobre
la formación de los contratos de venta internacional de objetos muebles corporales” (LUF). Si bien estos
proyectos no tuvieron gran aceptación, entraron en vigor en 1972. Las razones del bajo favor fueron
diversas. Así, se consideró que, bajo una aparente uniformidad, subyacen diferencias profundas en
un sector tan estratégico como el de la contratación internacional y la prelación de los usos sobre la
ley, no fueron menores. Ver: BARONA VILAR, Silvia - ESPLUGUES MOTA, Carlos - HERNANDEZ
MARTI, Juan. Contratación internacional, Doctrina, Jurisprudencia, Formularios y Legislación (Carlos Es-
plugues Mota, Coord.), tirant lo blanch, Valencia, España, 2ª ed., 1999, p. 270.
(15) Ver: DAVID, René - JAUFFRET-SPINOSI, Camille. Los grandes sistemas jurídicos contem-
poráneos, Edición, traducción y notas de Jorge SÁNCHEZ CORDERO, UNAM, México 2010.
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Por otra parte, debe tenerse en cuenta que hay algunos aspectos esenciales, como
la propia validez del contrato y los vicios de consentimiento, que no son objeto de
regulación en la Convención.
Para determinar su ámbito de aplicación, la Convención utiliza ciertos conceptos
esenciales tales como: “contrato de compraventa”, “mercaderías”, “establecimiento”,
los que para una interpretación correcta requieren destacar el carácter internacio-
nal del Convenio, asi como la necesidad de promover su aplicación y asegurar la
observancia de la buena fe en el comercio internacional22.
Así, se aplica a los contratos de compraventa de mercancías concertados entre
partes cuyos establecimientos se encuentren en distintos Estados Contratantes o
cuando en virtud de las reglas de Derecho internacional privado deba aplicarse
la ley de un determinado Estado contratante. La Convención también puede ser
aplicable cuando las partes hayan convenido en ello.
En relación con el DIPr y el derecho interno es necesario consignar que la
Convención solamente se aplica a las operaciones internacionales. Ahora bien,
los contratos internacionales que no queden captados por el ámbito de aplicación
de la Convención, así como aquellos en los que las partes hayan convenido en la
aplicación de otra ley, no quedan afectados por la misma, asi como tampoco, los
contratos de compraventa puramente nacionales que continúan rigiéndose por el
derecho interno23.
Diversos aspectos de la CVCIM, que plantean problemas a la hora de su apli-
cación, dieron lugar a la emisión de Opiniones que resultan de suma utilidad para
la interpretación de las normas a las que se refieren.
(22) Ver Art. 7.1. Esta norma está particularmente dirigida a los tribunales, sean arbitrales o
judiciales.
(23) Ver https://uncitral.un.org/es/texts/salegoods/conventions/sale_of_goods/cisg
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(30) Reproduction of this opinion is authorized Michael Bridge, Chair, Yesim Atamer, Eric
Bergsten, Joachim Bonell, Sieg Eiselen, Lauro Gama, Alejandro Garro, Roy Goode, John Gotanda,
Han Shiyuan, Johnny Herre, Pilar Perales Viscasillas, Ingeborg Schwenzer, Hiroo Sono, Claude Witz
- Members. Milena Djordjević, Secretary.
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(31) En el art. 84 los PLDC prescriben: “(1) Si, después de su celebración, la ejecución del contrato
deviene excesivamente onerosa o su utilidad disminuye significativamente, por cambio de circunstancias cuyo
acaecimiento o magnitud no pudo razonablemente haberse previsto y cuyo riesgo no fue asumido por la parte
afectada, ésta puede solicitar a la otra la renegociación del contrato. (2) La renegociación no suspende la ejecución
del contrato, salvo cuando ésta cause perjuicios irreparables para la parte afectada. (3) Si después de un plazo
razonable las mismas partes no han adaptado el contrato, cualquiera de ellas puede solicitar al juez que lo adapte
o resuelva, quien para hacerlo debe tener en cuenta la distribución de riesgos y costos que habían asumido las
partes”. Los PLDC consagran la excesiva onerosidad o teoría de la imprevisión en su significado más
amplio, comprendiendo aquellos casos que, por un cambio de circunstancias imprevisible, el cumpli-
miento se hace excesivamente más oneroso, o su utilidad disminuye significativamente. En cuanto a
los efectos del “cambio de circunstancias”, se adopta la misma solución brindada en el art. 1091 del
Código civil y comercial argentino, al imponer a las partes el deber de renegociar el contrato y si ello
no se logra, dentro de un plazo razonable o prudencial, se prevé como remedio, la adaptación del
contrato por el juez o su resolución. El artículo se destaca en razón de proporcionar criterios objetivos
y precisos al juez para el caso que la adaptación judicial sea procedente. Recordemos el precepto en la
parte pertinente: “(...) debe tener en cuenta la distribución de riesgos y costos que habían asumido las partes”.
En lo que concierne a la frustración de la causa del contrato, los Principios, en el artículo 85 (De la
frustración de la causa del contrato), expresan: “Que la frustración definitiva de la causa por un cambio de
las circunstancias existentes al tiempo de la perfección del contrato, imprevisible y que supera el riesgo asumido
por la parte, ésta puede resolver el contrato”. En esta hipótesis, el cambio imprevisto de circunstancias
hace desaparecer el motivo que determinó la celebración del contrato, justificándose así la proceden-
cia de la resolución del contrato a requerimiento de la parte afectada. La causa constituye la base del
negocio y ella desaparece debido a tal cambio imprevisto de circunstancias, justificándose, de este
modo, la ineficacia del contrato. Ver: PIZARRO WILSON, Carlos. “Presentación”, en Los Principios
latinoamericanos de derecho de los contratos. Texto, presentación y contenidos fundamentales (I. De la Maza -
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C. Pizarro - A. Vidal, Coords. y Eds.) Derecho Privado, BOE, Madrid, 2017, pp. 49-50. Ver en https://
boe.es/biblioteca_juridica/abrir_pdf.php?id=PUB-PR-2017-44
(32) La traducción de la Opinión 20, así como de los párrafos que corresponden a los Comen-
tarios, pertenece a quien suscribe.
(33) Pueden verse en la página del Instituto https://www.unidroit.org.
(34) Así se señala en la Nota de la Secretaría de UNIDROIT sobre los Principios UNIDROIT
sobre los contratos comerciales internacionales y la crisis de salud COVID-19. Se aclara, conforme lo
expresa el documento, que la “Nota no pretende expresar una posición oficial de UNIDROIT sobre
el uso o interpretación de los Principios UNIDROIT sobre los Contratos Comerciales Internacionales.
Constituye simplemente, un documento para discusión pública”. Publicación: 15 de julio de 2020.
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(35) Conf. BOUZA VIDAL, Nuria. “Ámbito de aplicación de los Principios de UNIDROIT
sobre contratos comerciales internacionales en la jurisprudencia española”, en Relaciones transfronte-
rizas, globalización y derecho. Homenaje al Profesor Doctor José Carlos Fernández Rozas, Civitas - Thomson
Reuters, España, 2020, p. 1041.
(36) Principios sobre los Contratos Comerciales Internacionales. Introducción, Edit. UNIDROIT,
Roma, 2001, p.vii. Ver también: BONELL, Joachim. “The UNIDROIT Principles of International Com-
mercial Contracts and the Principles of European Contract Law: Similar Rules for the Same Purpose?”,
Uniform Law Review, 1996/2, NS -Vol. I. Italy, 1996, pp. 229-246.
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las sugerencias relativas a las disposiciones sobre hardship, preparada por la Cámara
de Comercio Internacional (CCI); al igual que los usos comerciales internacionales37.
Los PU pueden considerarse una propuesta doctrinal novedosa y flexible, no
vinculante, redactados al modo de los “Restatements” de Estados Unidos de Amé-
rica que, entre sus propósitos, apuntala compatibilizar la lex mercatoria y la técnica
conflictual. En este sentido, se diferencian del alcance limitado de la lex mercatoria
al contener una regulación coherente y completa de la parte general del derecho
de los contratos38.
Por otra parte, el método utilizado en su redacción es sumamente útil, ya que
cada artículo consta de comentarios explicativos y, en muchos casos, ejemplificativos
de la situación descripta. Su utilidad es desde las dos vías, la práctica, para su em-
pleo desde una perfecta captación de las situaciones contempladas y la académica,
ya que resultan sumamente ilustrativos a la hora de enseñar derecho contractual.
El único modo de aplicar estos Principios a los contratos es cuando las partes
así lo han pactado, ya que no están destinados a ser ratificados por los Estados.
También pueden resultar de aplicación en los casos en que las partes acuerden
que su contrato se rija por la lex mercatoria, los principios generales del derecho,
o expresiones de este tenor. Se puede acudir también a los PU, para interpretar o
complementar instrumentos internacionales de derecho uniforme o derecho nacio-
nal, siendo asimismo un instrumento que puede obrar de modelo a los legisladores
nacionales o internacionales a la hora de elaborar o reformar las legislaciones tanto
a nivel interno como internacional.
A. La excesiva onerosidad en los Principios UNIDROIT
En los PU, la figura del hardship se presenta cuando se produce una alteración
fundamental del equilibrio contractual, que tiene origen en eventos sobrevinientes
a la celebración del contrato, siendo de tal naturaleza que escapan al control de la
parte afectada con dichos eventos. El riesgo no fue asumido por esta parte, creándo-
se así una situación radicalmente diversa a la existente en el momento de celebrar
el acuerdo negocial. Esta alteración fundamental del equilibrio se entiende en el
sentido de hacer la prestación a cargo de una de las partes excesivamente onerosa,
sea porque el valor de ésta se ha incrementado o porque su valor, para la parte que
la recibe, ha disminuido de manera notable. Esta figura tiene lugar en razón de las
cada vez más complejas relaciones contractuales internacionales, siendo necesario
para que se desarrollen satisfactoriamente, la buena fe contractual de las partes
obligadas a lo largo de todas las fases del contrato, y una intensa y permanente
(37) BOELE-WOELKI, Katharina. “Principles and Private International Law. The UNIDROIT
Principles of International Commercial Contracts and the Principles of European Contract Law: How
to Apply them to International Contracts?”, Uniform Law Review - Revue de Droit Uniforme NS - Vol. I,
1996-4, Italia, 1996, p. 656 y ss.
(38) Ver BOUZA VIDAL, Nuria. ob. cit., p. 1042.
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(39) SCHWENZER, Ingeborg. Force Majeure, Hardship, and the COVID-19, Pandemia, 19-8- 2020,
CEDEP (https://www.facebook.com/117555814984464/videos/ 627861448164811/).
(40) Entre los ejemplos que se citan para ilustrar la aplicación de este Principio, se mencionan
cambios políticos o económicos, desastres naturales como terremotos, inundaciones o guerras civiles.
Ver GUTIERREZ DE LARRAURI, Natalia, “La alteración fundamental del equilibrio contractual:
base conceptual de la figura del Hardship en los Principios de Unidroit sobre Contratos Comerciales
Internacionales”, Revista de Derecho Privado Nº 44, Universidad de Los Andes, julio-diciembre, 2010,
pp. 8-9.
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“(1) El incumplimiento de una parte se excusa si esa parte prueba que el incumplimien-
to fue debido a un impedimento ajeno a su control y que, al momento de celebrarse el
contrato, no cabía razonablemente esperar, haberlo tenido en cuenta, o haber evitado o
superado sus consecuencias.
(2) Cuando el impedimento es solo temporal, la excusa tiene efecto durante un período
de tiempo que sea razonable en función del impacto del impedimento en el cumplimiento
del contrato.
(3) La parte incumplidora debe notificar a la otra parte acerca del impedimento y su
impacto en su aptitud para cumplir. Si la notificación no es recibida por la otra parte
en un plazo razonable a partir de que la parte incumplidora supo o debió saber del im-
pedimento, esta parte será responsable de indemnizar los daños y perjuicios causados
por la falta de recepción.
(4) Nada de lo dispuesto en este artículo impide a una parte ejercitar el derecho a resolver
el contrato, suspender su cumplimiento o a reclamar intereses por el dinero debido”.
Se ha dicho que el art. 7.1.7 participa de un concepto débil de imprevisibilidad/
inevitabilidad41. Sin embargo, puede aparecer como un elemento consustancial al
contrato y en cuyo caso, el hecho de que tenga lugar o no el acontecimiento alea-
torio, no modificará en modo alguno las obligaciones establecidas en el contrato.
En la aplicación de este instituto se evidencia un dilema jurídico de vieja data
como es la contraposición de principios e intereses que surgen frente a esta situación;
mientras por una parte se reconoce el alcance del pacta sunt servanda, desde la otra
vereda se erige el equilibrio prestacional y la buena fe contractual42. Recordemos
que el art. 1.7 expresamente recoge la buena fe en el comercio internacional. Se
desplaza así el eje de la relación contractual, de la protección subjetiva de la volun-
tad a la protección objetiva de la confianza en tanto directriz indispensable para la
realización, entre otros, de los principios de superioridad del interés común sobre
el particular, de igualdad (en su cara positiva) y de buena fe, en su forma objetiva43.
Las tres funciones del principio de la buena fe contempladas en este artículo
son, en primer término, la interpretativa, en segundo lugar la de complementar
derechos y deberes no expresados en el contrato o la ley aplicable, lo que es equiva-
(41) Conf. DIEZ-PICAZO, Luis - GUILLON, A. Sistema de Derecho civil, vol. II, 9º ed., Tecnos,
Madrid, 2002, p. 201.
(42) Ver DREYZIN DE KLOR, Adriana - VILLEGAS Candela, “¿Qué ley se aplica ante el in-
cumplimiento contractual internacional frente a la Pandemia COVID-19?”, en Los desafíos del derecho
frente a la Pandemia Covid -19. Mirada del Derecho Argentino con aportes del derecho comparado, Universidad
Siglo 21 – Legister.com. (Directores: Altavilla, C. - Villegas, C.), 2020.
(43) MARTINS-COSTA, Judith. “Crise e modificação da idéia de contrato no direito brasileiro”,
Revista de Direito do Consumidor, São Paulo, RT, vol. 3, set/dez 1992, p. 142.
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lente a la doctrina de los términos implícitos del common law44, y la tercera función
es derogatoria o restrictiva pues impide que una norma prevista en el contrato o en
el derecho aplicable incida sobre la relación en el supuesto en que sus efectos sean
contrarios a la buena fe45.
En el mismo capítulo 7, hay otros Principios que pueden articularse con los
transcriptos, a saber: el art. 7.1.4 referido a la subsanación del incumplimiento; el
7.1.5, sobre el período suplementario para el cumplimiento, y el 7.1.6 que se ocupa
de las cláusulas de exoneración.
Es dable señalar que los PU, conforme establece el art. 1.4 no restringen “la
aplicación de normas de carácter imperativo, sean de origen nacional, internacional
o supranacional, que resulten aplicables conforme a las normas pertinentes de
derecho internacional privado”46.
¿Cómo interpretar estos principios en pugna en época de Corona Virus?
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(49) Recogemos el claro resumen de la Nota efectuado por MADRID MARTINEZ, Claudia.
Contratación internacional y COVID-19 (https://cartasblogatorias.com/2020/08/03/ contratacion-in-
ternacional-y-covid-19/).
(50) https://iccwbo.org/about-us/
(51) Ver https://iccwbo.org/content/uploads/sites/3/2020/04/icc-clausulas-fuerza-ma-
yor-hardship-marzo-2020.pdf
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(53) http://ihladi.net/el-instituto/
(54) Ver en: http://ihladi.net/wp-content/uploads/2020/07/COVID-19-y-frustraci%-
C3%B3n-de-contratos-internacionales.pdf
(55) La OHADAC es la organización para la armonización del derecho mercantil para el Ca-
ribe. En su seno se crearon los Principios OHADAC para los contratos comerciales internacionales. Su
objetivo esencial consiste en la aproximación, armonización o unificación del Derecho mercantil en el
marco geográfico que abarca. La armonización constituye un medio esencial para conseguir facilitar
e intensificar los intercambios comerciales en ese espacio regional, al tiempo que procurar, a la larga,
sumar esfuerzos para reforzar su papel en el marco del mercado mundial, estrechando lazos tanto
económicos como políticos entre los países de la región. Ver: http://www.ohadac.com/textes/2/
anteproyecto-de-los-principios-ohadac-sobre-los-contratoscomerciales-internacionales.html?lang=es
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(56) En la Guía se hace referencia a textos legislativos, como tratados y leyes modelo, así como
a principios y cláusulas modelo concebidos para que las partes los apliquen en sus contratos.
(57) Así, además de la CVCIM y los PU, cabe citar: los Principios de La Haya sobre la Elección
del Derecho Aplicable en materia de Contratos Comerciales Internacionales, en tanto la CNUDMI
preparó tratados muy relacionados con la CIM que complementan otros instrumentos de la Co-
misión que regulan algunas cuestiones específicas, a saber: la Convención de las Naciones Unidas
sobre la Utilización de las Comunicaciones Electrónicas en los Contratos Internacionales, de 2005 y
la Convención sobre la Prescripción en materia de Compraventa Internacional de Mercaderías, de
1974, enmendada en 1980. La Conferencia de La Haya aprobó en su devenir una serie de tratados que
contienen normas sobre elección de la ley aplicable a los contratos de compraventa internacional, que
fueran mencionados en este trabajo antecedentes de la CVCIM: el Convenio sobre la Ley Aplicable a
las Ventas de Carácter Internacional de Bienes Muebles Corporales (1955), el Convenio sobre la Ley
Aplicable a los Contratos de Intermediarios y a la Representación (1978), y el Convenio sobre la Ley
Aplicable a los Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías (1986).
(58) Propuesta conjunta sobre la cooperación en el ámbito del derecho de los contratos co-
merciales internacionales (con hincapié en la compraventa) (A/CN.9/892). El texto fue compilado por
las respectivas secretarías, con aportaciones de un grupo de cinco expertos de diferentes tradiciones
jurídicas y distinto origen geográfico, a saber: Neil Cohen (Estados Unidos de América), Lauro da
Gama e Souza Jr. (Brasil), Pilar Perales Viscasillas (España), Hiroo Sono (Japón) y Stefan Vogenauer
(Alemania).
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