ES Pastor Consejero

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EL ESPÍRITU SANTO EN LA TAREA

DEL CONSEJERO FAMILIAR


El material está enfocado al pastor que desea desarrollar
habilidades en el área de la Consejería Familiar pero puede ser
utilizado por todas aquellas personas que no sean pastores pero
que desean servir a Dios ayudando a las personas en crisis
emocionales.

El siguiente cuaderno de trabajo tiene tres capítulos y el finalizar


cada uno de ellos tienen actividades de aprendizaje.

http://uad.isffamilia.org
[email protected]
Actividades de aprendizaje

DIA UNO
1. Lea detenidamente el capítulo uno.
2. Conteste las preguntas al final de cada
apartado.

DIA DOS
2. Realice la "Asignación de tareas".

DIA TRES
3. Lea detenidamente el capítulo dos y
Conteste las preguntas al final de cada
apartado.
4. Realice la "Asignación de tareas".

DIA CUATRO
5. Lea detenidamente el capítulo tres y
Conteste las preguntas al final de cada
apartado..

DÍA CINCO
6. Realice la "Asignación de tareas".
Capítulo 1

Nuestro Modelo—Jesús Admirable Consejero

El Espíritu Santo habita en los creyentes a partir del momento de su conversión (Hch. 2:38; Ro. 8:11; 1
Co. 6:19 y 20; Gá. 4:6; 2 Ti. 1:14); y «si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él» (Ro. 8:9).
Pero si bien es verdad que en cada creyente regenerado mora el Espíritu Santo y que ya está bautizado
en Cristo por el Espíritu Santo, también es cierto que las Escrituras distinguen entre poseer el Espíritu y
estar llenos del Espíritu. Esto puede verse en la Epístola a los Efesios, por ejemplo, en cuyo versículo
4:30 Pablo recuerda al creyente que está sellado con el Espíritu, mientras que en Efesios 5:18 le exhorta
a que sea lleno del Espíritu.
La Escritura presenta a Cristo como quien murió al pecado una sola vez, pero que vive para Dios
eternamente. El creyente se apropia por la fe de la gran verdad de su identificación con Cristo en Su
muerte y en Su resurrección; el Espíritu Santo le administra las cosas del Señor Jesús y le impele por el
camino de la santificación (Ro. 1:4; cap. 8; 1 Co. 6:11; 2 Co. 3:18; 1 P. 1:2).

Orientación

Un hombre llamado Juan llegó a la oficina después de haber pedido una cita con el pastor de su
hermana. El pastor aprovechó los primeros minutos conociendo a Juan antes de escuchar su historia.
Aunque Juan había crecido en una familia devota, se distanció de las oraciones de su madre para vivir
una vida egoísta. Ahora, su matrimonio se había roto, sus hijos se habían alejado y su trabajo docente le
causaba insatisfacción. Juan lo resumía todo diciendo “Me siento vacío y muy deprimido”. El pastor,
muy sutilmente, empezó a abordar los asuntos espirituales y el hombre terminó orando en la oficina
pastoral para recibir a Cristo como Salvador y Amigo.

En los tres meses siguientes, el pastor y Juan empezaron a trabajar para ayudarle a reconstruir su vida.
Aunque el matrimonio ya no se pudo reconstruir, Juan vino al lugar donde se sentía aceptado. Trabajó
para sanar las relaciones rotas con sus hijos, y rápidamente aceptaron a su transformado papá. Al tener
una vida en armonía con la voluntad de Dios, su depresión empezó a desaparecer. Por fin, un domingo
en la mañana, Juan se paró al frente del santuario y se hizo miembro del cuerpo de creyentes. El pastor
estaba especialmente satisfecho ya que recordaba el camino que, junto con Juan, habían transitado
través de las sesiones de consejería, hasta este momento en que podía verlo plenamente recuperado.

David Benner define la consejería pastoral como “Una relación de ayuda donde, a través de una serie
de contactos estructurados, el consejero busca aliviar la angustia y alentar el crecimiento en aquella
persona que está buscando ayuda. Tal consejería apunta a ayudar a la persona a pensar, a sentir, y a
comportarse de manera muy diferente, y esto lo logra a través del diálogo en el contexto de una
relación”.

Objetivos de aprendizaje

Al finalizar esta lección los participantes:

• Comprender la forma en que Jesús ministró para llevar a la gente salud total.
• Conocer los fundamentos principales para el ministerio de consejería pastoral y la ayuda del Espíritu
Santo.
• Ver como el Espíritu Santo desarrolla destrezas que se necesitan para ser un consejero eficaz.
• Estar advertidos y evitar algunos errores que los pastores hacen en el ministerio de la consejería.

Principios fundamentales para la consejería pastoral

1. Un pastor que es guiado por el Espíritu Santo debe comprender sus fortalezas y limitaciones.

Un pastor en un ministerio activo no puede darse el lujo de escoger si quiere o no hacer conserjería
pastoral. Mientras haya gente con problemas en la iglesia, el pastor va a ser llamado para aconsejar.
Entonces la verdadera cuestión es si uno mismo se prepara para aconsejar de la mejor forma posible o
lo hace de tal manera que no ayuda a nadie. Idealmente, cada pastor deberá tener un doctorado en
consejería pastoral, teología, estudios bíblicos y la lista seguiría.

En la realidad, los pastores no tienen tiempo u oportunidad para hacerse expertos en cada área. El rol de
un pastor es más parecido al de un generalista antes que al de un especialista. Algunos han obtenido
grados avanzados y enfocados en la consejería pastoral. Pero, la mayoría de los pastores deben
contentarse con uno o dos cursos en conserjería, y con un entrenamiento básico que proviene de libros
y conferencias.

Ya que la mayoría de pastores no tienen el entrenamiento formal de un psicólogo cristiano, puede que
haya la tendencia a tomar distancia de la consejería. Este modulo no lo va a equipar para que usted
ponga un letrero en su puerta identificándose como un consejero pastoral con licencia. Sin embargo, la
iglesia ha llegado al entendimiento de que un pastor cuidadoso, sensible, puede ser muy eficaz en
ayudar a las personas a resolver sus problemas. El secreto es saber cuándo la situación nos rebasa y,
entonces, saber referirla a un profesional. Hay algunas personas que nunca van a aceptar acudir a un
profesional. Otros no tienen los recursos para pagar por ayuda profesional aunque pueden necesitarla y
desearla. Para el feligrés o parroquiano necesitado, el pastor puede que sea la primera, y quizá la única,
persona a la cual se acudirá en busca de ayuda.

¿Cómo puede un pastor sobreponerse a ese sentir de insuficiencia cuando, en la comunidad, hay otras
personas que están altamente entrenadas para ayudar a otros?

2. Cada persona que viene en busca de ayuda fue creada a la imagen de Dios y tiene valor.

Así como Jesús valoró a las personas que no eran apreciadas por la sociedad, como el recaudador de
impuestos, los leprosos y las prostitutas, el pastor debe resistir a la tentación de subestimar a las
personas por el estatus social, la apariencia personal o las actitudes chocantes. La callada actitud de
aceptación puede ser una estruendosa palabra para aquellos que dudan del amor de Dios hacia ellos.

¿Cuáles son algunas situaciones en las cuales esto puede ser difícil para un pastor?

3. La meta principal de la consejería pastoral es ayudar al aconsejado a resolver sus problemas y


encontrar plenitud en Cristo.

Este enfoque en los temas espirituales diferencia a la consejería pastoral de la consejería secular y aún
de algunas consejerías cristianas. La preocupación del pastor es, primero que nada, el cuidado de las
almas. Muchos, si no la mayoría de los problemas que las personas enfrentan, tienen algo que ver con
la dimensión espiritual. El pastor está equipado, de manera especial, para hacer consejería espiritual por
la preparación bíblica y teológica que es requerida para el ministerio. De todas maneras, ayudar a
personas con necesidades espirituales requiere gran talento y una dependencia en la guía del Espíritu
Santo.

¿Por qué la dimensión espiritual de la consejería pastoral provee una ventaja sobre otros tipos de
consejería?

4. Cada persona tiene el derecho de decidir si recibe ayuda o la rechaza.

Parte de lo que hace a los humanos únicos en medio de la creación de Dios es el derecho dado por Él
para hacer decisiones. Jesús tuvo una genuina compasión por el joven rico en Marcos 10. Cuando
Cristo le compartió el único requisito que le faltaba para que experimentara la vida eterna, a ese
hombre se le dio la oportunidad de decidir. El joven escogió los tesoros terrenales en vez de los tesoros
celestiales y se fue triste. Jesús no corrió tras él porque sabía que cada uno tiene el derecho de escoger
su propio destino. Un pastor puede ofrecer ayuda y asistencia, pero el individuo en necesidad debe estar
dispuesto para recibirla.

¿Por qué un pastor encontraría difícil respetar el derecho del individuo de escoger?

5. La consejería pastoral es el trabajo cooperativo del pastor y del aconsejado.

El aconsejado no puede entrar en una relación de consejería esperando que el pastor le resuelva todo
sus problemas. El pastor, por su parte, no puede sentarse y permanecer impasible ante el aconsejado
mientras éste batalla solo para resolver sus problemas. La consejería pastoral es más que solamente dar
consejos. La consejería eficaz involucra trabajo en equipo, un compromiso de todas las partes
preocupadas en trabajar juntos para llegar a una solución satisfactoria.

¿Qué puede decir o hacer un pastor para ayudar al aconsejado a entender que la consejería debe
involucrar a todas las personas relacionadas en la situación? Por ejemplo, en un problema matrimonial,
¿qué hacer si un miembro de la pareja no quiere ser aconsejado?

6. El pastor debe hacer uso del Espíritu Santo en la iglesia y la comunidad donde vive.

Los pastores tienen la oportunidad de usar la Escritura para discernimiento, instrucción, esperanza y fe
en una situación de consejería. Asignar tareas que impliquen el uso de la Biblia, también pueden ser de
ayuda y apoyo entre sesiones. La oración puede ser una herramienta muy poderosa para ambos, el
pastor y el aconsejado. La oración de confesión y perdón puede ser una herramienta poderosa para traer
sanidad espiritual al alma. La tradición de la iglesia también incluye el uso de los sacramentos, el
ungimiento y la imposición de manos para la sanidad.

En la actualidad, hay abundante literatura cristiana que los pastores pueden usar como una forma de
extender los beneficios de las sesiones de consejería al aconsejado. La congregación misma es un
recurso grandioso. Hay gente con habilidades y recursos que pueden ser usados para solucionar muchos
problemas. Cada pastor debería comprender la necesidad de depender en la guía del Espíritu Santo para
discernir respecto a la ayuda a personas en necesidad. El Espíritu también puede estar trabajando en el
corazón y la mente del aconsejado para dar entendimiento propio y un deseo de hacer las decisiones
espirituales correctas.

¿Debería un pastor pedir permiso del aconsejado antes de usar la Escritura u oración en una situación
de consejería?

Destrezas de un consejero eficaz que permite la guía del Espíritu Santo.

Escuchar

El escuchar puede parecer tan obvio que no necesitaría ser mencionado. Pero, igualmente, muchos
pastores lo encuentran difícil porque, cada semana, se utiliza mucho tiempo hablando. El escuchar es
un trabajo difícil. Es más fácil decir consejos que escuchar problemas. Es fácil preguntarle a una
persona cómo está sin escuchar, realmente, la respuesta. Para que nuestra mente permanezca enfocada,
Gary Collins sugiere: “De vez en cuando, con un movimiento de la cabeza, una sonrisa, un gesto o tal
vez una pregunta de tipo general (como «Y entonces, ¿qué ocurrió?», «¿Qué impresión le causó?» o
«¿Algo más?») lograremos que el visitante siga hablando”.

El escuchar también involucra la mirada. ¿Cuál es el lenguaje corporal del aconsejado? Manos
nerviosas, ojos punzantes o cuerpos encogidos comunican mensajes no verbales acerca de las personas.
Un buen consejero también escucha los silencios sin sentir la necesidad de decir algo.
Presencia

El consejero pastoral que atiende a un aconsejado debería dedicar completamente su atención a la


persona en necesidad. Mirar hacia la ventana, hojear papeles, mirar el reloj, son actitudes que muestran
que el consejero no está prestando atención. La presencia no alude tanto a lo físico si no al enfoque. En
un momento de necesidad, hay algo poderosamente reconfortante en tener a alguien simplemente
parado junto a ti. David Benner le llama a la consejería “un ser compenetrado con la persona que busca
ayuda”.

Empatía

Empatía es la habilidad para tratar de penetrar en los sentimientos y las emociones que una persona
experimenta en una circunstancia determinada. La simpatía expresa compasión desde una perspectiva
externa, objetiva. Pero la empatía, aún cuando admite que no puede saber totalmente lo que la otra
persona está sintiendo, hace su mejor esfuerzo para entender lo que esa persona está pasando al
“ponerse en los zapatos” de esa persona. El consejero necesita pensar,“¿Cómo pensaría, sentiría o
decidiría, si estuviera experimentando la situación de esta persona, tal como la estoy entendiendo?”.

Sinceridad

El aconsejado anhela sentir que el pastor es una persona auténtica, genuina. Algunas veces el pastor es
colocado en un pedestal, con muchas expectativas sobrehumanas. En vez de eso, el pastor necesita
mostrar que es una persona sensible, vulnerable, honesta y sincera, no hipócrita o tratando de proyectar
una imagen falsa. La franqueza significa permitir que el aconsejado vea y conozca lo que usted
realmente es. Tu autenticidad animará a la persona en necesidad a ser más franca con usted.

Aceptación

Jesús, con toda certeza, no aprobó del estilo de vida de la mujer en el pozo, según el relato en Juan 4.
Sin embargo, es obvio deducir de la narración que Él la aceptó como una persona digna y valiosa. Es
fácil para una persona tan necesitada, saliendo de una vida pecaminosa, imaginarse a un pastor como
observando con una mirada de juicio divino sobre esa vida tan complicada. Jesús nos mostró que Dios
ama a los pecadores. Algunas veces, Él prefirió comer con ellos más que con los autojustificados
líderes religiosos. Gary Collins llama a esto calidez con calidad. “esta palabra implica cuidar, respetar o
poseer una preocupación sincera, no aduladora para el aconsejado, sea lo que fueren sus acciones o
actitudes”.

Errores en la Consejería cuando el Consejero no atiende a la dirección del Espíritu Santo

1. El Consejero Familiar que está desesperado por relaciones humanas.

El pastorado puede ser un lugar muy solitario aunque haya mucha gente alrededor. La consejería
provee la oportunidad para tener conexión con una persona a un nivel más profundo que con un grupo
de personas. Es posible que el pastor continúe aconsejando más tiempo del necesario por la satisfacción
que trae el poder ayudar a alguien en una amistad personal cercana.

¿Cuál podría ser una solución para el pastor que necesita esas amistades cercanas?

2. El pastor que trata de resolver su propio problema personal.

Los psicólogos le llaman a esto contra-transferencia. Si un pastor está lidiando con un asunto similar al
del aconsejado o ha sido impactado fuertemente por ese asunto en el pasado, puede que torne
dificultosa la consejería. Gary Collins declara, “Si la sesión de consejería se vuelve un lugar para
resolver sus propios problemas, los aconsejados suelen no ser ayudados y puede que esté tentado a
hacer declaraciones o a actuar en maneras que pueden ser lamentadas después”.

¿Qué debería hacer el pastor cuando percibe que está involucrado con el problema o la persona a un
nivel personal?

3. El pastor que toma el papel de padre o aún el de dictador del rebaño.

Uno de los problemas de llevar al extremo las comparaciones del pastor de ovejas y el rebaño es que
los pastores toman todas las decisiones para el rebaño -dónde come, bebe y duerme. Eso no funciona
con las personas. Es fácil que el pastor piense que, por el entrenamiento espiritual y la experiencia, él o
ella pueden hallar una solución mejor que la del aconsejado. Esto es especialmente cierto si el pastor es
un salvador, deseando exonerar a las personas de la responsabilidad personal de sus acciones. Si bien es
cierto que los pastores proveen consejo espiritual, el feligrés debe hacer la decisión final y aceptar las
consecuencias.

¿Qué puede hacer un pastor para evitar ejercer una autoridad de paternal sobre los miembros de la
iglesia?

4. El pastor que disfruta escuchando sobre las intimidades de sus aconsejados.

Es posible que el pastor encuentre fascinación en los detalles íntimos de la vida de otros. Esto puede
ser, simplemente, interesarse en cómo vive la otra gente. O, puede que involucre la gratificación sexual
de hurgar demasiado profundo en la intimidad y privacidad de la vida de la persona, más allá de lo
necesario en el proceso de consejería. Esta es una tendencia peligrosa que puede conducir al siguiente
error.

5. El pastor que se involucra sexualmente con el aconsejado.

La franqueza en compartir detalles personales íntimos, aún si no son de naturaleza sexual, pueden crear
una conexión entre el pastor y el aconsejado que puede alimentar una atracción sexual. Esto no es una
experiencia poco común, y si el pastor no tiene cuidado puede significar la pérdida de su reputación y
de su posición ministerial, y hasta en el matrimonio. Este tema será discutido más detalladamente en la
lección sobre la conducta del pastor que veremos más adelante.

6. El pastor que se parcializa en una discusión.

Es fácil escuchar sólo a una de las partes y decidir que esa persona tiene la razón. Las personas dan su
versión de la historia desde una posición prejuiciada, queriendo persuadir al que escucha de que se
tiene la razón. Es especialmente fácil para el pastor parcializarse cuando hay una maldad del otro lado.
Sin embargo, cuando un pastor se parcializa, él o ella se vuelven adversarios del otro lado en disputa,
eliminando la oportunidad de trabajar redentoramente con todos involucrados.

¿Qué puede hacer un pastor para tratar de estar disponible para todos los lados en una discusión? ¿Hay
ocasiones donde parcializarse o tomar partido en una disputa es imposible de evadir?
7. El pastor que no puede guardar confidencias.

La gente llega a su pastor asumiendo que sus palabras no van a salir del lugar de la consejería.
Escuchar su historia, aunque encubierta, en un sermón o ser referido en la conversación de un miembro
en la iglesia, es más que simplemente desafortunado. Puede que el aconsejado pierda para siempre la
confianza en el pastor. Las únicas excepciones en la confidencialidad de la confesión serían si el pastor
percibiera que el aconsejado va a hacerse daño a sí mismo o a alguien más. Tales excepciones deberían
ser expresadas al empezar la consejería.

¿Cómo puede el pastor buscar una guía de otros profesionales para ayudar al aconsejado, sin violar la
confidencialidad?

8. El pastor que trata de ser un psicoanalista aficionado.

Algunas veces un poquito de conocimiento es más peligroso que ningún conocimiento. Los pastores
que tratan de proveer tratamiento psicológico más allá de su conocimiento y entrenamiento, a menudo,
ocasionan más daño que beneficio al aconsejado. Los pastores sabios reconocen sus limitaciones en lo
profesional y rápidamente desisten si la necesidad supera el nivel de destreza personal. Los pastores
deberían seguir el juramento de los médicos de primero que todo, no hagas daño.

¿Estás consciente de los recursos en tu comunidad que podrían ser usados para transferir casos
especiales de consejería pastoral?

Puntualice el final

“La Biblia describe a Jesucristo como el Admirable Consejero. El es el «consejero de los consejeros»
siempre dispuesto a apoyar, dirigir y dar sabiduría a aquellos que ayudan a otros. Vale la pena recalcar
que los consejeros cristianos verdaderamente efectivos son, básicamente, un instrumento diestro y
dispuesto a través del cual el Espíritu Santo trabaja para cambiar vidas. Cuando el trabajo de consejería
nos ocasiona ansiedad y confusión, podemos presentarlas a Dios, que nos ha prometido sostenernos y
ayudarnos”.
Repaso

• Dar una característica de Jesús como el Consejero Modelo

• Dar un principio fundamental para la Consejería Pastoral

• Dar una destreza del consejero efectivo

• Dar un error en la consejería pastoral

Asignación de Tareas

Escriba un ensayo de sobre “Los principios más importantes para un Consejero que se deja guiar por el
Espíritu Santo”. Escoja dos o tres de los principios de consejería más importantes tratados en la clase y
explique por qué, para usted, son importantes en el contexto pastoral. Puede usar citas bíblicas para
apoyar sus planteamientos. Para escribir en su diario. Sus temas deberían enfocarse en las habilidades
de consejería efectiva. Ore, medite y escriba acerca de cada de estas destrezas en su vida.

Reflexione sobre cuáles destrezas parecen ser más naturales para usted ahora mismo. ¿Cuál destreza es
más difícil o necesita más desarrollo en su vida? Escriba acerca de cómo Dios puede ayudarle a tener
un espíritu como el de Cristo respecto a su preocupación para trabajar en una consejería con gente
dolida.
Capítulo 2
La Consejería Breve, Parte 1

Orientación

James Hamilton, escribió lo siguiente acerca de la consejería pastoral: El ministro contemporáneo tiene
muchas oportunidades para involucrarse en un amplio campo de actividades consejeras en su pastorado
. . . No hay ministro que pueda negarse a aconsejar a menos que se encierre en su cuarto de estudio.

Un Consejero familiar o un pastor no es un psicólogo, no obstante, se le busca para dar consejo como si
lo fuera. No es un consejero por vocación, pero se supone que ayude en este campo. No es un consejero
en asuntos educativos, pero con frecuencia los jóvenes vienen a él con problemas de sus estudios.
Tampoco es un psiquiatra; pero algunas veces confronta profundos problemas de personas que
necesitan atención de un psiquiatra y, por esto, debe estar alerta a las manifestaciones de estos
problemas para poder referirlos sabiamente al especialista apropiado. Sobre todas las cosas, tendrá que
saber aconsejar a personas con problemas religiosos y, por lo tanto, debe ser un perito en este campo
hasta donde le sea posible.

Si bien es cierto que las palabras del Dr. Hamilton son tan vigentes hoy como cuando las escribió, el
mundo al cual sus alumnos del Seminario salieron a servir ha cambiado dramáticamente. Muchos más
miembros del rebaño se enfrentan con problemas que son resultado de familias rotas o con trasfondos
familiares disfuncionales. Hay muchas tensiones que resultan de vivir en ambientes de fuerte estrés,
ambientes en los cuales el cambio es desafiante, aún para la gente saludable. Si a esto se agregan las
enormes expectativas de las congregaciones respecto a que un pastor debe ser experto en áreas como
las finanzas, el crecimiento de la iglesia, el liderazgo y la administración, además de la predicación, la
enseñanza, la dirección espiritual y la atención para el rebaño, ¿dónde encuentra el pastor el tiempo
para trabajar personalmente con cada uno de los que necesitan consejería?

¿Cómo puede lidiar un pastor con las necesidades de los individuos en el contexto de las demandas de
tiempo del rol pastoral?
Objetivos de aprendizaje

Al terminar esta lección, el alumno podrá:

• Comprender las ventajas del modelo breve de consejería pastoral.

• Conocer las bases del modelo de consejería breve.

• Estar atento a lo que sucede en la primera sesión de consejería.

Un Modelo Breve

El modelo breve es muy válido para los pastores actuales. Por muchas razones el tratamiento breve en
la consejería ha llegado a ser la norma para los profesionales. Mientras que, por un lado, a la mayoría
de personas que han buscado consejería profesional, el tratamiento les ha tomado entre seis a ocho
sesiones, por el otro, un número considerable ve al consejero solamente una vez. Los sondeos han
mostrado que las personas que han llegado para una sola sesión, se han sentido igualmente ayudados.
En este módulo, sólo tenemos tiempo para introducir los conceptos básicos del modelo abreviado.

La Base del Modelo Breve

El modelo de consejería pastoral breve está basado en los siguientes principios:

Se enfoque en una solución específica que el aconsejado desea ver.


La mayoría de la gente quiere enfocarse en el problema, lo cual significa que está mirando el lado
negativo del asunto. Ya que los problemas no pueden ser ignorados, el resultado es mejor si el mayor
esfuerzo se dirige hacia la solución de la situación. El aconsejado es quien escoge el enfoque o el futuro
deseable. La consejería se centra en el aconsejado, no en el consejero. Esto quita la presión que puede
haber sobre el pastor para que haga las veces de experto o sea el que decida qué es lo mejor para el
otro. La tarea del pastor es trabajar con el aconsejado para llegar a una solución creativa.

¿Por qué piensa que enfocar en una solución en vez de en un problema, es de ayuda cuando se trabaja
con un aconsejado?

Una dependencia en el trabajo de la gracia de Dios.

Uno de los versículos más repetidos de la Biblia es Romanos 8:28, “Sabemos, además, que a los que
aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados”. Dios ya está trabajando en la situación para, de una manera bondadosa, traer bien aún en
circunstancias difíciles. El consejero pastoral debería esforzarse en entender lo que Dios puede estar
haciendo, y tratar de trabajar en armonía con la dirección de Dios. Esto requiere que el pastor y el
aconsejado—si es un creyente—busquen la guía de Dios a través de la oración, desarrollando una
sensibilidad a la acción del Espíritu Santo para hallar una solución adecuada.

¿Cuáles son algunas maneras en las que podemos reconocer la gracia de Dios trabajando en la situación
vital de esa persona?

Un deseo para cambiar

La base para ayudar a las personas está arraigada en la presuposición de que las personas tienen la
capacidad de cambiar. Pablo nos recuerda “que el que comenzó en vosotros la buena obra la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Flp 1:6). El cambio es inevitable en la vida de las personas.
Sólo Jesús es el mismo, ayer, hoy y siempre. “Cuando reconocemos que el cambio siempre está
ocurriendo y que la gente está cambiando continuamente, estamos más dispuestos para ver cambios en
las vidas de nuestros aconsejados. Nos damos cuenta, también, de que los problemas de la gente
siempre están cambiando”.

Es fácil caer en el error de creer que el cambio siempre significa un giro radical de ciento ochenta
grados. Si bien es cierto que el arrepentimiento puede requerir un repudio drástico del pecado,
generalmente no hacemos cambios dando pasos gigantescos. En la consejería, el cambio se lleva a cabo
por medio de movimientos aparentemente pequeños e insignificantes. El cambio implica dar un paso.
Si una persona da, aunque sea un pequeño paso, significa que es posible un cambio mayor.

¿Por qué es importante que un aconsejado esté dispuesto a cambiar?


Un marco de tiempo limitado

Con tantas y variadas demandas de tiempo en la vida de un pastor, la consejería debe mantenerse en
equilibrio con otras responsabilidades. Jesús le preguntó al hombre que yacía acostado cerca del
estanque de Betesda, “¿Quieres ser sano?” (Jn 5:6). A algunas personas les gusta hablar acerca de sus
problemas pero, realmente, no quieren cambiar. “Para la mayoría de pastores, uno de los aspectos más
difíciles de la consejería, es fijar los límites necesarios

en esa relación de consejería. Los límites son una parte intrínseca de la vida, tal como Dios la diseñó, y
no sólo una mera consesion del vivir en el carril de más velocidad . . . A la larga, la consejería nunca es
de ayuda si los límites son ignorados. El establecer límites, entonces, hace parte de la consejería
responsable”.

¿Qué es una limitación razonable? Asumiendo que siempre hay excepciones, generalmente de cuatro a
seis sesiones serían límites de tiempo razonables en lo que se refiere a focalizar nuestro esfuerzo en la
búsqueda de una solución. Si hay necesidad de más tiempo, el pastor debería considerar la
conveniencia de derivar al aconsejado hacia otro consejero más especializado.

Un compromiso para el desarrollo espiritual bajo el control del Espíritu Santo

La vida espiritual de una persona no es algo agregado que está disponible, opcionalmente, como
cuando compramos un auto nuevo. Nuestra vida espiritual en Cristo está vinculada a todos los aspectos
de nuestra existencia humana. “La meta principal de la consejería pastoral es facilitar el crecimiento
espiritual. Esto involucra ayudar a las personas a comprender sus problemas y sus vidas, a la luz de su
relación con Dios y, consecuentemente, vivir a plenitud en esta relación”. Nuestro llamado primario es
para el ministerio pastoral que está sintonizado bíblica y teológicamente y preocupado por el
crecimiento espiritual de la persona. Parte de nuestra habilidad para ayudar a otros proviene de nuestro
compromiso personal a crecer en nuestra relación con Cristo. Da tu respuesta personal a la declaración
de Benner acerca de la meta principal de la consejería. ¿Por qué estás de acuerdo o en desacuerdo?
La Primera Sesión

El contacto inicial

Las personas hacen contacto para una sesión de consejería en un sinnúmero de maneras. La más común
consiste en llamar al pastor por teléfono o pedir una cita cuando asiste a la iglesia. Pero una cita para
consejería puede surgir, también, de una visita al hospital, una referencia de parte de otra persona y,
hasta en un encuentro casual en el vecindario. Algunas veces, simplemente, una persona llega pidiendo
ver al pastor respecto de una preocupación. A menudo, la persona identifica el tema en el contacto
inicial, pero a veces espera hasta la primera sesión.

1. Establezca una relación

Si el aconsejado es bien conocido para usted, esto no va a tomar mucho tiempo aparte de traer la
relación al momento presente. Sin embargo, si el aconsejado es un desconocido o no lo conoce mucho,
necesita iniciar una relación de confianza. Tal vez usted decida compartir un poco de su propia historia
mientras le pregunta acerca de la historia de la familia del aconsejado. Puede que no sea necesario
saber todo acerca de esa persona de una sola vez. En ocasiones, un breve historial médico de la persona
puede ayudar a conocer mejor al aconsejado. Al progresar las sesiones de consejería, más información
va a ser revelada. Tomar breves apuntes al inicio de la sesión ayudará a recordar información valiosa
con mayor precisión. Puede informar a su aconsejado que los apuntes son para tener una mejor
comprensión de la persona y que, bajo ninguna circunstancia, serán compartidos con alguien sin la
autorización correspondiente.

2. Establezca o defina los límites

Muy al inicio en la sesión debería tratar el asunto de la confidencialidad. El aconsejado necesita saber
que lo que sea diga en las sesiones de consejería será mantenido bajo estricta confidencialidad. Las
únicas excepciones a esta promesa de confidencialidad serían si existieran amenazas o riesgos contra la
salud física de la propia persona ú otras. Si hay sospecha de abuso contra alguien que es indefenso,
como es el caso de un niño o un adulto con discapacidad, algunos gobiernos requieren que esto sea
denunciado. Es importante que un pastor sepa los requerimientos de las leyes locales y estatales
relacionadas con la denuncia de los casos de abusos.

Será de mucha ayuda hacer saber al aconsejado sobre las limitaciones del proceso de consejería, más o
menos a unas seis sesiones. Si no es posible ayudar al aconsejado dentro de estos linderos o el asunto
sería mejor atendido por alguna otra persona, debe asegurar al aconsejado que le va a derivar a un
profesional.

3. Defina la meta de la consejería.

En vez de identificar el problema, es mejor ayudar al aconsejado a enfocarse en el resultado final del
proceso. ¿Cuál es la solución que el aconsejado está buscando? Puede averiguar esto haciendo
preguntas como:

• ¿Qué meta le gustaría ver cumplida como resultado de nuestro trabajo conjunto?

• ¿Cómo sabría que esa meta ha sido cumplida o alcanzada?

• ¿Qué tipos de cosas tendrían que pasar para que se pueda cumplir su meta?

• Al mirar adelante, ¿cómo describiría ese futuro preferible?

4. Identifique y clarifique la solución.

Enfoque en la solución que trae esperanza, en vez de enfocar en el problema. Para que una persona
cambie, debe haber una buena razón para moverse del presente hacia un futuro que sea mejor. La
solución futura debe ser tan clara como sea posible. Respuestas como “quiero sentirme mejor” o “todos
mis problemas van a quedar en el pasado” no definen el futuro muy bién. Cuanto más clara sea la
imagen de la solución, mejor enfocadas estarán las sesiones de consejería para llegar a esa solución.

Escriba la solución. Clarifique el vocabulario para que ambos estén claros en la solución que se busca.
Charles Kollar sugiere una pregunta como ésta: “Si yo tuviera una cámara de video y pudiera verte
viviendo sin este problema, ¿qué vería?”.
5. Examine los ajustes ya realizados.

Con la decisión de buscar ayuda, el aconsejado puede que ya esté dando pasos para cambiar la
situación. Las personas, con frecuencia, están conscientes de que el cambio viene de adentro, y
empiezan el proceso antes de tener la primera sesión de consejería. Haga preguntas como: “¿Qué ha
hecho ya para mejorar la situación?” Otro acercamiento podría ser: “¿Siente como que ya ha dado
algunos pasos hacia donde le gustaría estar?”. Ayudará al pastor conocer sobre los intentos que la
persona ha hecho para avanzar hacia una solución. Háblele al aconsejado respecto de lo que parece que
ha sido de ayuda y de lo que no. Usted debe dar apoyo y ánimo hasta por los cambios más pequeños
pero positivos.

6. Use los recursos espirituales.

Usted, como pastor, necesita evaluar el estado espiritual del aconsejado. Esto es necesario,

especialmente, si ha tenido poco contacto con la persona antes de la sesión. ¿Tiene esta persona una
relación personal con Cristo? ¿Cuál es el patrón de esta persona, en lo que respecta a su asistencia e
involucramiento en la iglesia? ¿Hay una práctica consistente de oración y lectura de la Biblia?
¿Entiende la persona los conceptos de la gracia, la fe y el perdón?

Aún cuando estas preguntas son consideradas de poca importancia o no apropiadas por los consejeros
seculares, ellas constituyen una preocupación central para un pastor deseoso de ayudar a un individuo.
En el proceso de consejería, debe ser sensible a la guía del Espíritu Santo para saber cuándo acercarse a
una persona inconversa con el evangelio. Si la persona es

creyente, puede usar recursos como la lectura bíblica, la adoración y pequeños grupos de apoyo, así
como libros y casetes cristianos.

7. Tome el primer pequeño paso ahora

No hay tiempo, como el presente, para empezar a caminar hacia una solución. En la parábola del Hijo
pródigo, en Lucas 15, el hijo empezó a moverse hacia una solución con las palabras del versículo 17,
“Entonces, volviendo en sí, dijo . . .”. El decidió que podía encontrar trabajo como siervo en la casa de
su padre y salió del chiquero.

El antiguo dicho es verdad -el largo viaje de miles de kilómetros empieza con un solo paso. En el libro
Promoting Change [Promoviendo el Cambio] se señala que, “El cambio debería empezar en la primera
sesión. Esto puede ocurrir en varias maneras. El cambio puede empezar cuando los aconsejados ven las
situaciones desde una perspectiva diferente y reaccionan a la situación de un modo diferente. El cambio
puede aún involucrar la descripción de un problema en una manera distinta. El cambio puede venir en
una ola, en una corriente constante o en ráfagas. Pero, no importa donde empiece o cuán rápido venga,
todo cambio tiene algo en común: empieza con un pequeño paso”.

Puede empezar a hablar del asunto preguntando algo como, “¿Qué es aquello que puede hacer ahora
para ayudarle a saber que está en camino?” Si el asunto tiene que ver con relaciones, se podría
preguntar, “¿Qué sería tan notorio a tu amigo/a o esposo/a que le ayudaría a darse cuenta de que estás
cambiando?” Esta es una manera en que el aconsejado puede empezar a ver la situación como algún
otro la podría ver. Pone el énfasis en que, aunque el cambio es

pequeño, muestra movimiento en una dirección positiva. Algunas veces la persona puede sugerir varios
cambios pequeños que serán de ayuda. Estos pasos necesitan ser factibles de llevar a cabo y no algo
que casi garantiza un fracaso. Tome ventaja de las habilidades o fortalezas del aconsejado para hacer
efectivo este paso.

8. Concluya la sesión

Termine la sesión en un tono positivo, esperanzador al remarcar las fortalezas, el coraje y el progreso
que la persona ya ha logrado. Enfatice que usted, como pastor, está allí y va a continuar trabajando
como compañero de equipo. Asigne tarea para ser hecha antes de la próxima sesión. Sería importante
que usted, como consejero, asigne la tarea por escrito, como un médico cuando receta un medicamento.
La tarea debería incluir el primer paso que el aconsejado debe dar antes de la próxima sesión. También,
incluye cualquier recurso espiritual como la lectura de la Biblia y la asistencia a la iglesia que serán de
ayuda en guiar a una solución exitosa.
Necesita enfatizar que la continuación de la consejería depende mucho de que la persona cumpla la
tarea asignada para lograr que la solución sea factible. Se puede fijar una fecha para la próxima sesión
o que el aconsejado haga una cita cuando sea necesario.

Dramatización: Haciendo una “Dramatización” de la Primera Sesión

Este es un breve ejercicio de Role-Playing que empieza con establecer la meta de la consejería hasta ir
tan lejos como se pueda en 10 minutos. El aconsejado debe presentar el problema, tal como él o ella
piensa que se presentaría en una situación real de consejería.

Escenario 1

El aconsejado tiene 32 años y trabaja en una pequeña fábrica, donde ajusta el último tornillo en un
proceso de ensamblaje en línea. No hay un descanso del trabajo día tras día, y el aconsejado está con
mucha depresión acerca de todo. Esto está afectando la relación con la esposa. Tal vez un trabajo nuevo
y diferente ayudaría, pero los trabajos no llegan con facilidad. Debe haber algo más en la vida que
ajustar tornillos por ocho horas en una línea de ensamblaje.

Escenario 2

La persona aconsejada tiene 32 años. Ha estado casada por ocho años y con poca intención de ser
infiel. Sin embargo, recientemente una persona muy atractiva ha entrado como nuevo personal al
departamento. La persona aconsejada no está segura respecto a si la persona nueva siente alguna
atracción hacia ella. Sin embargo, para ésta el pensar en esa nueva persona se ha vuelto casi una
obsesión. La persona aconsejada es cristiano/a y no quiere destruir su matrimonio, pero los
pensamientos sobre la nueva persona en el trabajo persisten día y noche. La persona aconsejada
necesita ayuda para superar este problema.

Puntualice el final

La consejería familiar es mucho más que simplemente aprender las técnicas apropiadas. Hay pastores
que son excelentes consejeros aún cuando les falta el entrenamiento específico. Lo que les pueda faltar
en educación es largamente compensado por un interés genuino por la persona en necesidad. Son
buenos escuchadores que trabajan con las personas para promover cambios positivos. La buena
consejería es parte integral del buen pastoreo.

Repaso

¿Cuál es la idea principal que le impactó en esta lección?

Asignación de Tareas

Lo antes posible después de la clase, reflexione en dos de los segmentos del Dramatización
(Representación de Roles) como consejero en la clase. Escriba un ensayo reaccionando sobre aquellos
aspectos donde se sintió más cómodo y aquellos otros donde se sintió sin respuesta o incómodo como
consejero. ¿Qué aprendió al representar un rol? ¿Qué percibe que necesita aprender para ser más
eficaz?

Reflexione sobre la manera en que Jesús respondió cuando la gente vino a él con necesidades.
Considerando la experiencia presente o anticipando su futuro ministerio ¿Cuáles son los aspectos de la
consejería con los que le resulta más difícil lidiar? Reflexione respecto a cómo Dios le puede ayudar en
las áreas que encuentra más desafiantes. Lea 2 Corintios 1:3-7 y responda a lo que el pasaje le está
diciendo acerca de ser un apoyo para otros a través de la consejería.
Capítulo 3
La Consejería Breve, Parte 2

Orientación

Un pastor acaba de terminar una reunión con una pareja de casados que llegaron a la oficina con la
intención de separarse y divorciarse. Después de pasar tiempo con ellos mirando hacia el futuro,
reflexionando en lo que sería el uno sin el otro y los problemas que tendrían con los hijos, los dos
aceptaron que querían seguir juntos. Pero algo tenía que cambiar. Después de acordar algunos pasos
iniciales en dirección al cambio, fijar el día y la hora para la próxima sesión y de tener una oración por
el pastor, ellos se fueron de la oficina. Ahora, extenuado de trabajar con la pareja, el pastor se reclina en
su silla y piensa, “De aquí ¿adónde vamos?”

Objetivos de aprendizaje

Al finalizar la lección, los alumnos podrán:


• entender los diferentes tipos de personas que vendrán buscando consejería.
• conocer las características de una meta realista en las sesiones de consejería.
• comprender como guiar a un aconsejado para que haga cambios y así alcance las metas de la
consejería.

¿Quiénes son los aconsejados?

Los aconsejados vienen a la oficina del pastor por varias razones. Algunas veces será de gran ayuda
entender la motivación de la gente que viene por consejería.

Los que buscan atención

Algunos vienen al pastor simplemente porque quieren que otra persona les brinde atención y los
escuche. Es posible que estas personas no tengan problemas más serios que el deseo de pasar tiempo
con alguien a quien consideran importante. Nada los haría más felices que poder pasar una o dos horas
con el pastor, cada semana.

¿Cómo lidiar, compasivamente, con el que busca atención sin permitir que esa persona monopolice su
tiempo?

Aquellos que aman los problemas

En Juan 5, Jesús le preguntó al paralítico que yacía al lado del estanque de Betesda, “Quieres ser
sano?” (v 6). Jesús no estaba siendo cruel ni insensible. A algunas personas les gusta estar enfermas.
Este hombre tenía gente que lo llevaba de un lado a otro en el pueblo. No tenía que trabajar. Tampoco
tenía que cocinar. Algunas veces la vida es mejor cuando tiene un problema, porque si el problema
desapareciera repentinamente, todas las excusas para no cambiar se habrán ido también. Si la persona
no está dispuesta a cambiar, el pastor no puede forzar el cambio en ella. Para algunos, el costo del
cambio es, sencillamente, más de lo que están dispuestos a pagar.

¿Cómo lidiaría con una persona que no quiere hacer los cambios necesarios para mejorar la vida, tanto
para sí mismo como para otros? Un ejemplo sería la persona que no está dispuesta a dejar de fumar aún
cuando ha causado dificultades severas a su respiración.

Los que no quisieran estar allí

Algunas personas no quisieran estar en su oficina pero han sido forzadas o manipuladas por alguien
para que estén allí. Puede tratarse de un adolescente que ha sido llevado a la sesión de consejería por
uno de sus padres esperando que el pastor pueda enderezarlo/a. En los conflictos matrimoniales no es
raro que una persona rehúsa o se resista a estar allí para el proceso de consejería. Esta persona puede
tornarse en un muro ú obstáculo para el proceso o que, sencillamente, esté allí pasivamente, sin la
menor disposición para trabajar por el cambio.

¿Qué puede hacer un pastor cuando es confrontado por un aconsejado que preferiría no estar allí? Por
ejemplo, cuando un juez de jóvenes requiere a un adolescente tener consejería privada como una
condición para suspender una sentencia.
Los afectados no responsables

Estas personas vienen por los problemas de otros que la afectan personalmente. Aún cuando ellos
mismos no tienen los problemas, quieren resolver el problema por otra persona. La esposa de un
hombre impío, insensible y que es cruel verbalmente, puede venir al pastor buscando una solución a ese
problema.

¿Cómo puede un pastor hablar acerca de un asunto cuya resolución no depende directamente del
aconsejado?

¿Qué pasará si las cosas no cambian?

¿Qué ha hecho el aconsejado para ayudar en esa situación en el pasado?

¿Cuáles podrían ser algunas respuestas hipotéticas para el aconsejado que pudieran ayudar en esa
situación?

Los buscadores sufrientes

La mayoría de personas que viene al pastor por ayuda desean encontrar una solución al problema que
enfrentan. Vienen porque el problema ha llegado a ser lo suficientemente importante para tener que
hacer algo al respecto. La clave para ayudar a la gente es su disposición para hacer los cambios
necesarios que les permitan encontrar la solución que buscan.

No debemos desviarnos de la meta

El formato de la segunda y cualquier otra sesión subsiguiente será similar. La sesión anterior dejó
sentado que con un acercamiento enfocado en la solución, lo más importante es la meta final. El libro
Promoting Change Through Brief Therapy (Promoviendo el cambio por medio de la Terapia Breve)
dice,
Las metas son objetivos específicos que usted y el aconsejado desarrolla para definir cómo se verá el
resultado final del tratamiento. Las metas claramente definidas responden a la pregunta,

“¿cómo sabremos que la persona ha finalizado el proceso de consejería?” Las metas eficaces
comunican lo que el aconsejado quiere para cambiar, y define indicadores para reconocer cuándo el
aconsejado ha cumplido las metas.

Características de una buena meta

Es reconocible
La meta debería ser algo que ambos, el pastor y el aconsejado, podrían reconocer e identificar.

• Puede ser cualitativa—tendré un sentido de confianza cuando haya cumplido mi trabajo.

• Puede ser cuantitativa—podré aprobar el curso si, por lo menos, obtengo una B.

Es realista

La meta debe estar al alcance del aconsejado. Para un joven de 18 años que mide 5 pies 6 pulgadas, no
es realista que apunte a la meta de jugar como centro en una liga profesional de básquetbol. Las metas
para la vida que podrían ser sueños imposibles no sirven en una situación de consejería breve o de corto
plazo. Una meta realista nutre la esperanza.

Es detallada

Cuando la meta está bien detallada el aconsejado y el consejero van a reconocer cuándo aquella ha sido
alcanzada. Si un niño está extraviado, no es de gran ayuda decir que tiene cuatro años y usa pelo corto,
como sí lo sería tener una fotografía del niño. Los detalles nos ayudan a diferenciar lo que vemos entre
la gente. Será de gran ayuda escribir los detalles para que no olvidar.

Es optimista

La meta enfoca en la solución, no en el problema. ¿Cómo se verá la vida cuando el problema sea
superado? Viktor Frankl, un psiquiatra judío encarcelado en un campo de concentración del
Holocausto, pudo sobrevivir porque tuvo una meta significativa. Los que estaban a su alrededor sin una
meta positiva fueron muriendo. El se imaginaba a sí mismo en un confortable salón de clases
enseñando acerca de la psicología de un campo de prisioneros. Se veía contándole a otros lo que había
aprendido de la experiencia.

Debido a que la meta o solución es central para el proceso de consejería, debe mantenerla como el
enfoque de cada sesión. El progreso significa cambio como el del aconsejado dirigiéndose a la meta.

La segunda sesión y posteriores

Empiece con el cambio ocurrido en la última sesión.

Pregúntele al aconsejado algo como: ¿Cuánto ha avanzado desde nuestra última reunión en su esfuerzo
por llegar a la meta trazada?

Su propósito es encontrar cualquier cambio positivo que el aconsejado haya hecho y resaltar lo que ha
logrado como parte de esa experiencia. Trabajen juntos para entender qué produjo el cambio y por qué
consideran que fue efectivo. ¿Puede ocurrir otra vez? ¿Habría algo que lo haría aún más efectivo? Un
cocinero que prepara un plato especialmente delicioso analiza qué ingrediente marcó la diferencia. Un
jugador de golf que empieza a pegarle más directamente a la

pelota analiza qué cambio mental o físico produjo el éxito. Preguntarle al aconsejado por los detalles le
ayuda a pensar exactamente qué hizo que la acción fuera efectiva.

Afirme y aliente cualquier logro hacia la meta.

Querrá alentar hasta el logro más pequeño. El cambio es progreso. Los cambios pequeños pueden
llevar a los cambios más significativos.

¿Cuáles serían algunas maneras en que podríamos dar un refuerzo positivo hacia los cambios?

¿Por qué es tan importante alentar cualquier cambio que logre el aconsejado?
El apoyo motiva al aconsejado para que se esfuerce más.

Mantenga lo logrado

El conocido dicho, “Viejos hábitos son difíciles de romper” es cierto. Los cambios hechos antes de la
presente sesión puede que hayan sido muy difíciles. Puede que sea más fácil volver al mismo pozo.
Cuando está escalando una montaña no desea caerse y deslizarse hacia el precipicio. Quiere preservar
todo lo que ha escalado. Puede preguntarle al aconsejado,“ ¿Qué te ayudaría a mantener el progreso
logrado? ¿Se necesita ajustar algo en los pasos que ya has dado?”

¿Qué si no ha obtenido ningún logro? Puede que el aconsejado haya pensado que los cambios
dramáticos ocurrirían inmediatamente. La verdad es que, de seguro, han ocurrido varios cambios desde
la última sesión. El consejero debería explorar lo que ocurrió e indagar hasta por los cambios más
pequeños. Ayude al aconsejado a observar bien si es que hay algún movimiento positivo. Dios está
trabajando aún cuando no sea evidente de inmediato. Usted como pastor necesita apoyar hasta los
avances más pequeños hacia la meta.

¿Qué si las cosas están peor que en la última sesión? Podría preguntar cómo la persona se ha mantenido
hasta ahora. Si se menciona un movimiento positivo en medio de cuatros movimientos negativos,
capitalice, aproveche, la información de apoyo y aliente. Es posible que lo planeado en la última sesión
no esté funcionando y es hora de intentar un acercamiento diferente. Necesitamos entender que el
progreso no siempre es firme y uniforme. Puede que parezca como que se dan tres pasos hacia adelante
y dos hacia atrás. Trate de mantener un espíritu esperanzador y de aliento si el aconsejado está tratando
de completar el viaje hacia la meta.

La falta de progreso o una paralización momentánea ¿significan que el aconsejado no se está


esforzando por alcanzar la meta?

¿Qué palabras tendría para una persona en esa situación, de manera que la alivie de sentimientos de
desánimo o fracaso?
Planifique el próximo paso

Usted y el aconsejado deberían trabajar juntos para desarrollar un plan de acción para el paso que sigue.
Podría preguntar algo como, “Además de los cambios que ya ha logrado, ¿cuál sería otro paso que lo
impulsaría más cerca de la solución que busca?”. Esta es una buena oportunidad para reafirmar las
fortalezas que la persona ha mostrado y lo positivo que ha

logrado. Si la persona ha tenido una pérdida, para el próximo paso podrías sugerir un par de
alternativas, dándole al aconsejado la opción de decidir. Deje que la persona sienta que está en el
control de determinar el futuro, no el consejero.

¿Cómo le va a ayudar al aconsejado a ser específico en lo referente a qué pasos está planeado antes de
la próxima sesión?

¿Por qué esta persona necesita sentirse en control de los pasos que son dados?

Provea recursos

Algunas personas encuentran que tener algo tangible, físico, mental o espiritual, puede darles un
sentido de seguridad al avanzar hacia la meta. Puede ser una imagen de la meta o persona, una piedra
liza dentro del bolsillo, que le recuerda a la persona que Jesús es la roca. Para alguien que está
sobreponiéndose a la preocupación, se le podría dar una tarjeta con el pasaje de Filipenses 4:4-7 escrita
en uno de los lados, para ser llevada en el bolsillo o la cartera. Puede que le asigne que los versículos
deben ser memorizados y recitados cuando se sienta ansioso/a.

La oración es una herramienta muy poderosa. En vez de que el pastor ore, pídale al aconsejado que lo
haga, si las circunstancias lo permiten. Puede ser muy efectivo orar por cambios pequeños en vez de
pedir por intervenciones milagrosas sin ninguna intervención humana. Lo más importante de la oración
puede ser enfocado en dar un paso a la vez. Aliente a la persona para que encuentre ayuda a través de
los cultos, reuniones de grupos pequeños o clases de escuela dominical. Puede que haya alguien en la
iglesia que pueda proveer al aconsejado apoyo específico y recursos. Usted podría ayudar al aconsejado
a hacer el contacto.

¿Puede pensar en algún recurso adicional que sería de ayuda para las tareas de consejería?

Asigne tareas

Una tarea efectiva podría ser la lectura diaria de un pasaje como el Salmo 1 y meditar, por cinco
minutos, respecto a lo que Dios está queriendo decir. Puede pedirle a la persona que lea un capítulo
específico de un libro cristiano, escuchar un casete, CD o utilizar otro recurso. Siempre revise el
material antes de asignarlo a alguien más. Cuando se encuentren nuevamente, pregunte respecto a
cómo la tarea asignada ayudó a hacer algún progreso. Si percibe que el aconsejado está indispuesto
para hacer las tareas, puede ser un indicador de que la persona no está siendo seria respecto al cambio.

Será de gran ayuda escribir la tarea como si fuera una receta del médico. También, enumere
específicamente los pasos siguientes en los que la persona va a trabajar antes de la próxima cita. Esto
será un recordatorio y buen punto de referencia después de que la sesión de consejería concluya.

Finalización

Las sesiones regulares de consejería pueden terminar cuando la meta del aconsejado haya sido
alcanzada o cuando él o ella tengan los recursos que van a facilitar una solución firme en el futuro. Si
siente que la persona no está avanzando o el asunto escapa a su experiencia, puede que sea
recomendable derivar a la persona hacia otro profesional. Aún después de que las sesiones hayan
terminado, es muy posible que sea necesario reunirse cada cierto tiempo para evaluar el progreso y dar
ánimo. Hágale saber al aconsejado que siempre hay una puerta abierta para revisar esta meta o acuerdo
con alguien más en el futuro.

Esto ha sido un repaso muy breve del proceso de consejería.


Haciendo una “Dramatización” de la segunda sesión

El aconsejado va a hacer el Role-playing del primer escenario como parte de una segunda sesión.
Después de 15 minutos, o la mitad del tiempo que queda, invierta los roles con el nuevo aconsejado
asumiendo el segundo escenario.

Escenario 1

Un varón o mujer de 45 años de edad, perdió a su cónyuge en un trágico accidente hace seis meses.
Desde entonces el aconsejado (a) no ha podido dormir durante la noche. Le es difícil ir a trabajar
porque no está motivado (a) para hacer nada. Cada tarde, después del trabajo, va al cementerio para
hablar con su esposo (a) por una o dos horas. En la primera sesión el aconsejado comenzó a darse
cuenta de la realidad de que el esposo (a) ha muerto y que él (ella)

tiene que continuar viviendo. Después de la primera sesión, la persona pudo dormir por seis horas, eso
ya era un buen progreso puesto que sólo podía dormir cuatro horas.

Escenario 2

Una madre vino para pedir ayuda de cómo controlar a su hijo de 14 años. El muchacho está en el
peligro de ser expulsado de la escuela porque no asiste a clases. El problema es el resultado de una
combinación del deseo de tener más libertad y el enojo porque sus padres se divorciaron. En el pasado
los padres trataron de controlarlo prohibiéndolo salir con sus amigos e incluso la asistencia al programa
de jóvenes en la iglesia. Este tipo de disciplina no resultó. La madre estableció una meta para que su
hijo asista a la iglesia regularmente y pase de curso. Después de la primera sesión no se logró casi nada.

Puntualice el final

Dos sesiones de consejería pastoral, definitivamente, no le convierten en un experto sobre el tema. Para
llegar a ser un buen consejero necesita convertirse en un estudioso permanente sobre el tema. Es
importante leer y estudiar mucho para llegar a ser más diestro en las técnicas de la consejería. No
obstante, usted puede ser un ayudador efectivo de la gente siendo un buen
oidor, esto es, alguien que es sensible tanto a lo que la gente dice como a lo que no dice. Las personas
están buscando a un pastor con corazón compasivo para aquellos que está dolidos y necesitados. No
deje de ayudar a la gente sólo porque se siente incómodo por alguna circunstancia. Recuerde, usted es
la voz y las manos de Jesús, enviado a brindar ayuda. Por medio de sus consejos, usted puede hacer la
gran diferencia.

Repaso

· “¿Quiénes son los aconsejados?”

· Enumere las características de una buena meta.

· Mencione los cuatro pasos de una segunda sesión de consejería.

Asignación de Tareas

Leer 2 Corintios 1:8-11 y reflexione respecto a cómo alguien le ha aconsejado cuando estaba
enfrentando una dificultad. Aunque ese consejo haya venido de manera informal, ¿cómo percibió que
Dios trabajó por medio de las palabras de ese amigo consejero? ¿En qué maneras la relaciona con la
experiencia de extrema dificultad que tuvo Pablo? ¿Cómo ve estas experiencias de recibir ayuda en
consejería para, luego, dar consejería a otros?

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