Cuadernillo Teoría
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ASPECTO MELÓDICO: ALTURA E INTERVALOS
C D E F G A B C D E F G A B C D E F G A B
Do Re Mi Fa Sol La Si Do Re Mi Fa Sol La Si Do Re Mi Fa Sol La Si
Comenzando desde cualquier tecla blanca y tocándolas sucesivamente en sentido
ascendente o descendente, cada una producirá un sonido o altura diferente, hasta que
lleguemos a la tecla que tenga el mismo nombre que la inicial. Esa tecla sonará más
aguda o grave que la del comienzo, pero, teniendo eso en cuenta, las dos notas sona-rán
igual. Este sonido recurrente se repite en la octava tecla a partir de la inicial, y por tanto
se denomina octava, derivado del término griego okta, que significa «ocho».
Si la música se hubiera limitado a una sola melodía, probablemente las letras o sílabas
hubieran bastado para escribir las alturas. Sin embargo, en la temprana Edad Media,
desde aproximadamente 900 a 1200 d.C., se desarrollaron nuevas formas de indicar la
altura a medida que la música se hizo más compleja. Uno de los primeros métodos
procuraba indicar la altura relativa escribiendo las notas más arriba o más abajo, sin
utilizar ninguna pauta. Más tarde se añadió una línea horizontal como punto de
referencia, y después dos, un sistema que evolucionó en 1a notación pautada, en la que
cada línea y cada espacio de una pauta de cuatro líneas designaba una nota específica.
Posteriormente se añadió una quinta línea, formando así el pentagrama, que se
convertiría en el sistema estándar del periodo de la práctica común.
SEMITONOS Y ALTERACIONES
En la temprana Edad Media, el canto gregoriano y profano se componía sobre escalas
modales que empleaban mayormente las notas que conocemos como diatónicas -es decir,
las que corresponden a las teclas blancas del piano- más una nota alterada, que era Si
bemol. Nótese que nos referimos al piano moderno¡ los teclados de los instrumentos
Los intervalos cuya extensión sobrepasa la octava son intervalos compuestos. Por
ejemplo, si añadimos una 3ra mayor a una octava, obtenemos una 10ª mayor, y si
añadimos una 5ª justa a una octava, formaremos una 12ª justa. Estos dos intervalos
compuestos están incluidos en el ejemplo C. Nótese que las matemáticas resultan extrañas
cuando sumamos intervalos -¿cómo es posible que 8 (la octava) y 3 (la tercera) sumen
10?. La razón es que el Do superior (Do4) de nuestro ejemplo se cuenta dos veces, como
nota superior de la octava y como nota inferior de la tercera. El número de cualquier
intervalo compuesto, por lo tanto, es uno menos que la suma de los intervalos que lo
componen.
TONOS Y SEMI-TONOS:
El semitono es la distancia melódica más pequeña que nos permite tocar instrumentos
como el piano, guitarra, el bajo, ukelele, etc. También se lo llama: medio-tono.
El tono “entero” será por consiguiente la suma de dos semi tonos o medios tonos.
A continuación, vamos a ver dónde se encuentran los tonos y semi tonos en el piano o
teclado:
Existen cuatro tipo de tríadas (acordes) naturales que se desprenden de las escalas vistas
hasta el momento. Las diferencias radican en el tipo de tercera (mayor o menor) y el tipo
de quinta (justa o disminuida).
A cada tonalidad o escala mayor le corresponde una tonalidad menor cuya tónica
se halla situada una 3a menor más abajo y cuya escala menor natural contiene las mis-
mas clases de alturas que la escala mayor original. Igualmente, a cada tonalidad o escala
menor le corresponde una tonalidad mayor cuya tónica está situada una 3a menor más
arriba y cuya escala mayor contiene las mismas clases de alturas que la escala menor
original. Por las alturas que comparten, esas tonalidades se denominan tonalidades
relativas. Por lo tanto, Do mayor y La menor son tonalidades relativas, como lo son
también Do menor y Mi bemol mayor.
A medida que nos movemos en el sentido de las agujas del reloj, cada tonalidad sucesiva
se encuentra una 5a justa por encima de la anterior y, por lo tanto, requiere de un sostenido
más o un bemol menos en su escala. Igualmente, si nos desplazamos en sentido contrario,
cada tonalidad sucesiva se halla situada una 5a justa por debajo de la anterior y tiene un
ARMADURAS
PULSO Y TEMPO
Cuando escuchamos una pieza, a veces seguimos la música marcando con el pie o la mano
lo que sentimos como una pulsación regular. Esa pulsación uniformemente espaciada o
regular es lo que llamamos pulso. El pulso, a su vez, se convierte en el punto de referencia
que utilizamos para comparar o medir otros valores rítmicos.
El término tempo se emplea para designar la velocidad del pulso regular de una
composición. Generalmente se indica mediante términos italianos de carácter
aproximado, como Adagio (lento), Andante (moderado), Allegro (rápido), etc. La figura
siguiente muestra una lista de las indicaciones de tempo más comunes, desde muy lenco
hasta muy rápido.
Una forma más precisa de indicar el tempo es especificando una indicación metronómica;
el metrónomo es un aparato que se puede ajustar para producir un número especifico de
pulsaciones por minuto (BPM). Una indicación metronómica típica en una partitura
incluye una nota y el signo de igualdad ( = ), seguido del número de pulsaciones por
minuto. El pulso cardíaco normal, de entre 60 a 80 BPMs, constituye una buena
aproximación de un tempo moderado.
Los cambios dentro de un mismo tempo se indican con términos como accelerando
(acelerar gradualmente), ritardando (ralentizar gradualmente) y a tempo (volver a la
velocidad original).
Compás: El conjunto de acentos y los pulsos suaves que le siguen constituyen el compás.
SIGNOS DE COMPÁS
Los signos de compás se colocan al principio de una pieza para proporcionar información
sobre sus características métricas. El numerador y el denominador de un signo de compás
indican tres cosas: (1) la nota representativa de la unidad de pulso; (2) el tipo de división
del pulso, simple o compuesto; y (3) el tipo de compás, o sea, el número de pulsos o
tiempos por compás.
Se pueden utilizar tresillos con cualquier figura: corcheas, negras, blancas, etc.
Además de los valores irregulares mencionados, que son los más utilizados, es posible
crear ritmos en los que cada pulso (o multiplo o submultiplo) esté dividido en cualquier
numero de partes, de igual duración, que no correspondan a la subdivisión natural.
Algunos de ellos son el quintillo (5 partes), septillo (7 partes), etc. Cada parte de estos
ritmos se representa por medio de la figura que se usaría para la subdivisión natural más
cercana.
Los tipos de finales pueden coincidir con el tiempo fuerte del compás (final tético) o en
cualquiera de los otros tiempos (final anacrúsico).
Gauldin, Robert
“La práctica armónica en la música tonal”. Madrid. Ediciones Akal