12 Lecciones

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12 LECCIONES

PARA
NUEVOS
CREYENTES
12 LECCIONES PARA NUEVOS CREYENTES

página
1 LA FE Y COMO CONSEGUIRLA 4
2 ¿COMO PUEDO SABER QUE SOY SALVO? 9
3 MIS DOS NATURALEZAS 14
4 EL PODER DE DIOS EN MI 19
5 EL BAUTISMO Y LA CENA DEL SEÑOR 23
6 ESTAR SEPARADO DEL MUNDO 28
7 COMO ORAR 33
8 LA IGLESIA Y LA BIBLIA 38
9 SACERDOTES QUE ADORAN Y SIRVEN 43
10 COMO SERVIR AL MAESTRO 48
11 EL SEÑOR VENDRA OTRA VEZ 52
12 CORONAS Y RECOMPENSAS 56
Copyright © 1973 Everyday Publications Inc.
1
LA FE
Y
COMO CONSEGUIRLA
En este libro nos gustaría explicar simple y claramente algu-
nas de las grandes verdades que debemos conocer, y entender,
si queremos crecer en la vida cristiana. Pedro dijo que estas
verdades eran como leche espiritual pura, 1 Pedro 2:2. Los
creyentes verdaderos han nacido en la familia de Dios por
medio de la obra del Espíritu Santo y la Palabra de Dios, Juan
3:5; 1 Pedro 1:23. Dios el Padre quiere que aprendan más y más
acerca de la verdad. En el principio son como niños, pero Dios
quiere que crezcan y se desarrollen hasta que lleguen a ser
jóvenes, y luego, padres, 1 Juan 2:12-14. Es muy importante
que leas con cuidado todos los versículos mencionados en este
libro, y pida a Dios Su ayuda para entenderlos. Así recibirás un
gran beneficio de tu estudio.
Primero pensemos en la gran palabra FE. La Biblia dice:
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1. Nuestros pecados son perdonados por medio de la fe en
Cristo, Romanos 3:25.
2. Dios considera que estamos bien con El si tenemos fe,
Romanos 4:5.

4
La fe y cómo conseguirla 5

3. Hemos sido puestos bien con Dios por la fe y ahora te-


nemos paz para con El, Romanos 5:l.
4. Somos salvos por la gracia de Dios por medio de la fe,
Efesios 2:8.
5. Ningún hombre puede agradar a Dios sin fe, Hebreos
11:6.
Estos son algunos de los muchos versículos en el Nuevo
Testamento que muestran que la fe es muy importante. El últi-
mo versículo, especialmente, muestra muy claramente que ne-
cesitamos la fe para poder agradar a Dios. Vemos, pues, que no
podemos conocer a Dios sin fe.
Puesto que la fe es tan importante, es necesario que enten-
damos claramente lo que es y como podemos obtenerla.

Lo que la fe NO es
Una persona puede estar de acuerdo en que algo es cierto,
pero no actuar conforme a ello. Esta persona no tiene fe. Agrip-
pa fue así. Creyó lo que Pablo predicó mas no aceptó al Señor
Jesucristo como su Salvador, Hechos 26:27,28.
Hay gente que cree todo lo que oye, pero esto tampoco es
verdadera fe. Otros creen cualquier cosa que les parece maravi-
llosa aunque no la entiendan.

¿Qué es la fe?
Tener fe es estar seguro de las cosas que esperamos, estar
cierto de las cosas que no podemos ver, Hebreos 11:1.
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La fe incluye tres cosas, y las tres son necesarias para que
una persona tenga fe:
1. Tiene que saber los hechos que Dios ha revelado a los
hombres.
6 12 LECCIONES PARA NUEVOS CREYENTES

2. Tiene que creer estos hechos y estar de acuerdo en que


son verdaderos.
3. Tiene que aceptar estos hechos para sí mismo y creer en
el Señor Jesucristo de quien hablan.

Una persona puede saber y creer los hechos que Dios ha re-
velado, pero no recibe la salvación si no pone su confianza en
Cristo, y solamente en Cristo.
Como ejemplo, pensemos en Pedro caminando sobre el agua,
Mateo 14:22-29. El Señor le dijo que caminara sobre el agua, y
Pedro sabía que el Señor Jesús era el Hijo de Dios. El también
creía que Cristo era capaz de impedir que se hundiera en el mar.
Entonces actuó según lo que creía: salió del barco y comenzó a
caminar sobre el agua.

Otro ejemplo, Génesis 15:1-6:


1. Abraham oyó las palabras de Dios, versículo 4.
2. Estaba seguro de que Dios podía hacer lo que había
prometido, versículo 5.
3. El creyó en el Señor, versículo 6.

También piensa en Pablo, Hechos 27:21-25:


1. Oyó el mensaje de Dios por medio del ángel, ver-
sículo 24.
2. Creyó en Dios, versículo 25.
3. Actuó según su fe cuando contó a los otros las bue-
nas nuevas, versículo 22.

¿Cómo puede una persona obtener la fe?

Tú y yo creemos muchas cosas y confiamos en mucha gente.


Por ejemplo, tomamos cierta medicina porque creemos que va
La fe y cómo conseguirla 7

a ayudarnos. Subimos al autobús para ir al centro porque con-


fiamos en el chofer, y creemos que nos llevará a donde desea-
mos ir. Pero, esta no es la clase de fe que necesitamos para ser
salvos. ¿Cómo, pues, podemos obtener la fe que salva?
Romanos 10:17 nos dice que obtenemos la fe por medio de
oír la Palabra de Dios. No es necesario oír la Palabra de Dios
con nuestros oídos. Podemos leer la Palabra de Dios en la
Biblia, o en un libro o tratado. De otro modo ¡un sordo no
podría ser salvo!

¿Qué debemos creer o en dónde debemos poner nuestra fe?

En el Nuevo Testamento leemos acerca de Simón Pedro,


cuando él tuvo solamente poca fe, Mateo 14:31; acerca de un
oficial romano, quien tuvo gran fe, Mateo 8:10; y acerca de la
fe de Abraham, que lo hizo fuerte, Romanos 4:20. Es muy
deseable para una persona tener una fe fuerte como Abraham,
pero es aun más importante que pongamos nuestra fe en la
Persona apropiada. Es mucho mejor tener poca fe en una medi-
cina buena, que tener mucha fe en una medicina que no sirve.
El objeto verdadero de nuestra fe es el Señor Jesucristo, y sere-
mos salvos si creemos en El, Hechos 20:21; Colosenses 1:4. Si
confiamos completamente en Cristo estaremos tan seguros
como Dios nos puede hacer. Noé y su familia estuvieron segu-
ros porque estaban en el arca, no solamente porque Noé tuvo fe.
Noé entró en el arca porque creyó y obedeció a Dios.

¿Cuáles son los resultados de la fe?

La Biblia nos habla acerca de muchas cosas que son el resul-


tado de la fe, pero sólo mencionaremos algunas:
1. Dios está complacido cuando sus hijos tienen fe,
Hebreos 11:5,6. El está muy contento de vernos sim-
plemente confiando y aceptando Su Palabra.
8 12 LECCIONES PARA NUEVOS CREYENTES

2. Los hombres son salvos y justificados cuando tienen


fe en Cristo, Romanos 5:1; Efesios 2:8,9; Hechos
26:18; y el creyente debe vivir por fe, 2 Corintios 5:7;
Hebreos 10:38.
Lee estos versículos y pregúntate a tí mismo, ¿Quién
tuvo fe: un hombre, una mujer o un niño?

Mateo 15:28

Marcos 5:34

Lucas 7:50
2
¿COMO PUEDO SABER
QUE SOY SALVO?
Algunas personas dicen que son salvas, y lo saben. Están
absolutamente seguras de que Dios las ha salvado y les ha dado
la vida eterna, porque han creído en el Señor Jesucristo como su
Salvador.
¿Podemos estar seguros de ser salvos mientras aun estamos
en este mundo? Claro que sí. El apóstol Juan escribió que
“sabemos que hemos pasado de muerte a vida”, 1 Juan 3:14.
Pablo dijo a los creyentes de Tesalónica que les había llevado el
evangelio con la convicción completa de que es la verdad, 1 Te-
salonicenses 1:5. Sabía que la gente podía seguramente ser
salva si creía en este mensaje del Evangelio. “Seguridad” quiere
decir saber con certeza que es salvo.

¿Quién puede tener esta seguridad?


Sólo los que han creído en Cristo. Estas personas han nacido
de nuevo por medio del Espíritu Santo y la Palabra de Dios, y
han sido hechos miembros de la familia de Dios, Juan 1:12,13.
Algunas personas confían en otras cosas para ser salvas en vez
de confiar en Cristo, pero se darán cuenta más tarde de que
estas cosas no pueden salvarles. Sólo las ovejas del Señor
Jesucristo pueden estar seguras de que tienen la vida eterna y
regocijarse por esto, Juan 10:27,28.

9
10 12 LECCIONES PARA NUEVOS CREYENTES

¿Cómo puede una persona obtener seguridad?


Primero pensemos en cómo NO obtenemos seguridad:
1. No por medio de nuestros sentimientos. Nuestros sen-
timientos pueden engañarnos. Una persona puede sentirse bien
aunque esté gravemente enferma. Las cinco vírgenes insensatas
en Mateo 25:1-13 se sentían listas para entrar a la fiesta de las
bodas pero fueron dejadas afuera. Lo mismo se aplica a la gente
de quien leemos en Mateo 7:22,23, y Lucas 13:25-27. Es posi-
ble que una persona se sienta salva cuando en realidad está con-
fiando en su religión y no en Cristo. Millones de personas han
sido engañadas de esta manera. Los sentimientos nunca pueden
dar a una persona la seguridad de que tiene la vida eterna, pero
cuando una persona está segura que es salva probablemente se
sentirá contenta.
Aquí está el orden correcto:
1. Aprendemos acerca de nuestros pecados, y la salvación
que Dios ha provisto para nosotros.
2. Creemos estos hechos y aceptamos a Cristo como nues-
tro Salvador.
3. Nos sentimos felices porque sabemos que somos
salvos.
Por lo tanto tenemos:

1. HECHOS
2. FE
3. SENTIMIENTOS
¿Cómo puedo saber que soy salvo? 11

2. No por pertenecer a alguna iglesia u obedecer las re-


glas de nuestra propia religión. Ninguna de estas cosas puede
salvarnos ni darnos la seguridad de que tenemos la vida eterna.
Al terminar un servicio evangelístico el predicador puede pedir
a la gente alzar la mano, o ponerse de pie para mostrar que
quiere creer en Cristo, pero hacer esto no le dará a nadie la se-
guridad que es salvo. Tal vez se sentirá salvo por un tiempo,
pero cuando vengan las dificultades, de pronto podría empezar
a dudar si fue salvo o no. No dejemos que Satanás nos haga
pensar que estamos seguros cuando en verdad no estamos con-
fiando en Cristo.
Ahora vamos a pensar en cómo PODEMOS estar seguros:
1. El testimonio de la Palabra de Dios. El apóstol Juan
escribió los versículos 9 a 12 de 1 Juan 5 para que podamos
creer en el nombre del Hijo de Dios, y estar seguros de que
somos salvos, 1 Juan 5:13. No dejes de leer estos versículos.
Todos los días creemos en el testimonio que los hombres dan
cuando creemos las cosas que dicen. Seguramente debemos
creer lo que Dios dice que pasará cuando creemos en Su Hijo.
Cualquiera que cree en el Hijo tiene vida eterna. ¿Cómo lo sa-
bemos? ¡Porque Dios lo dice!
Abraham estaba seguro que Dios iba a darle un hijo aunque
él y su esposa eran demasiados viejos para tener hijos. ¿Por qué
estaba seguro? El creyó lo que Dios le había dicho, Romanos
4:20,21. Noé edificó el arca en que él y su familia fueron sal-
vados. ¿Qué le hizo pensar que habría un diluvio? El creyó lo
que Dios le había dicho, Hebreos 11:7.
Rahab pidió a los espías que juraran no destruir la familia de
su padre y darle algo que probara que guardarían su promesa,
Josué 2:12. ¿Qué le dieron? Su promesa. Le prometieron que
ella y su casa no serían destruidos con el resto de la ciudad.
Rahab creyó sus palabras y ellos hicieron lo que habían pro-
metido, Josué 6:22,23.
12 12 LECCIONES PARA NUEVOS CREYENTES

El ángel del Señor pasó por toda la tierra de Egipto para des-
truir al hijo mayor en cada hogar. Dios le dijo al ángel que no
entrara en ninguna casa donde el padre de familia había puesto
la sangre sobre la puerta de afuera. Los hijos primogénitos
sabían que estaban seguros porque Dios lo había dicho, Exodo
12:13. La sangre los hizo seguros. La Palabra de Dios les hizo
estar seguros.
¿Qué trae el verdadero entendimiento?
Colosenses 2:2
2. El testimonio del Espíritu Santo. Leemos sobre el testi-
monio del Espíritu Santo en tres distintas maneras en el Nuevo
Testamento:
Su testimonio A nosotros. El Espíritu Santo nos da Su testi-
monio, Hebreos 10:15. ¿De qué testifica? De la obra que
terminó el Señor Jesucristo en la cruz por nosotros y que
es suficiente para salvarnos. El nos dice que los creyentes
son hechos perfectos para siempre por causa de ese sacri-
ficio, Hebreos 10:14.
El Espíritu no nos habla frecuentemente acerca de la
obra que El hace en nosotros; El nos hace pensar en la obra
del Señor Jesucristo por nosotros.
Su testimonio CON nosotros. El Espíritu Santo se une a nues-
tros espíritus para declarar que somos Hijos de Dios, Ro-
manos 8:16. La persona que ha nacido de nuevo sabe que
él es un hijo de Dios y el Espíritu Santo también lo dice.
Nuestros propios espíritus y el Espíritu Santo están de
acuerdo en que somos hijos de Dios.
Notemos otra vez que el Espíritu Santo mismo une Su
testimonio con el de nuestros espíritus, la parte de nosotros
que piensa y juzga las cosas, y no a nuestros cuerpos o
nuestras almas para hacernos sentir bien.
¿Cómo puedo saber que soy salvo? 13

Su testimonio EN nosotros. Los que creen en el Hijo de Dios


tienen el testimonio del Espíritu Santo dentro de sí mismos
para decirles que el valor de la muerte de Cristo va a durar
para siempre, 1 Juan 5:10. Los que creen en el Hijo de
Dios tienen un testimonio fuera de ellos. Este testimonio
es la Palabra de Dios. También el testimonio dentro de
ellos, el testimonio del Espíritu Santo. Este testimonio no
está completamente separado de la Palabra de Dios,
porque el Espíritu hace que la Palabra de Dios hable a sus
corazones y conciencias.
3
MIS DOS
NATURALEZAS
Todo creyente tiene dos naturalezas y tenemos que entender
esto si queremos crecer y progresar como cristianos. Cuando
nacemos en este mundo recibimos la naturaleza vieja que tam-
bién se llama la carne. Recibimos la naturaleza nueva cuando
creemos en Cristo y somos nacidos de nuevo. Esta naturaleza
nueva también se llama “espíritu”. El Señor lo dejó muy claro
cuando dijo que el Espíritu da a luz al espíritu, Juan 3:6.
En la Biblia la palabra “carne” tiene dos significados. A
veces quiere decir el cuerpo físico como en Juan 3:6. Otras
veces quiere decir el hombre viejo, la naturaleza pecaminosa, la
cual todos recibimos como descendientes de Adán. En esta lec-
ción hablaremos acerca del segundo sentido.
La palabra “espíritu” también se usa para el propio espíritu
del hombre: cada hombre tiene cuerpo, alma y espíritu, 1 Tesa-
lonicenses 5:23. La naturaleza nueva también se llama espíritu
por ser opuesta a la carne.

14
Mis dos naturalezas 15

Entenderá la diferencia entre las dos naturalezas al leer los


siguientes versículos:
CARNE ESPIRITU
(No el Espíritu Santo)
Juan 3:6 Juan 3:6
Efesios 4:22 Efesios 4:24
Romanos 7:23 Romanos 7:22
Romanos 8:7,8 2 Pedro 1:4
Estas dos naturalezas siempre están luchando la una contra la
otra. Nuestra naturaleza vieja se opone a lo que la naturaleza
nueva quiere. Nuestra naturaleza nueva se opone a los deseos
de la naturaleza vieja. Las dos naturalezas son enemigas, por lo
tanto no podemos hacer lo que queremos, Gálatas 5:17.
Muchos creyentes nuevos no tienen victoria en sus vidas
porque no saben:
l. qué es la carne
2. qué es la vida nueva
3. cómo obtener la victoria.
Vamos a ver lo que enseñan las Escrituras sobre estas cosas.

1. La carne
Nada puede hacer que la carne o la naturaleza vieja sea
mejor. En Jeremías 17:9 leemos que nuestros corazones son
muy malos y no podemos confiar en ellos. Malas ideas salen del
corazón del hombre, y estas ideas lo guían a hacer toda clase de
cosas malas, Marcos 7:21-23. La carne es el enemigo de Dios,
no obedece, ni puede obedecer, las leyes de Dios. Algunas per-
sonas hacen las cosas que agradan a la naturaleza vieja; éstas no
pueden agradar a Dios, Romanos 8:7,8. En Juan 6:63 leemos
16 12 LECCIONES PARA NUEVOS CREYENTES

que la carne para nada aprovecha. La persona inconversa no


puede obedecer, agradar ni entender a Dios, Efesios 2:3; 1 Co-
rintios 2:14.
No perdemos la carne cuando nacemos de nuevo. Eso es lo
que la Biblia enseña y nuestra propia vida nos muestra que es
verdad. Pablo sabía que en su naturaleza vieja no había nada
bueno, Romanos 7:18; y nos dijo que no debemos hacer nada
para agradar, o satisfacer, la carne, Romanos 13:14. No lo hu-
biera dicho si ya no tuviéramos la naturaleza vieja.
La carne no mejora después de ser salvos. La carne sólo
puede producir carne, Juan 3:6. Nunca podrá ser cambiada a la
naturaleza nueva ni ser mejorada de alguna manera. Siempre es
la enemiga de Dios, Romanos 8:7, y parece ser aun más mala,
después de que una persona es nacida de nuevo que lo que era
antes. Esto es porque el Espíritu Santo ha venido a morar en la
persona y revela cuán depravada es la carne. Es lo mismo aun
después que una persona ha sido cristiano por muchos años; su
naturaleza es tan mala como la de un inconverso malvado. La
carne tal vez se muestra de una manera distinta en cada cris-
tiano, pero es la misma carne vieja.
Los dos hijos de Abraham son un cuadro de las dos natu-
ralezas. Ismael habla del hombre natural o la naturaleza vieja.
Isaac es un cuadro del hombre espiritual, o la naturaleza nueva.
Al principio Ismael no causó ningún problema en el hogar, pero
al nacer Isaac empezó el conflicto, Génesis 21:9. De la misma
manera la naturaleza vieja no me hace infeliz hasta que reciba
la naturaleza nueva. Entonces comienza la lucha.

2. La naturaleza nueva
Un verdadero hijo de Dios no sigue pecando porque tiene la
naturaleza de Dios dentro de sí. No puede continuar en pecado
porque Dios es su Padre, 1 Juan 3:9. Notemos tres cosas acerca
de la naturaleza nueva:
Mis dos naturalezas 17

1) La naturaleza nueva viene de Dios. Recibimos la natura-


leza vieja de Adán cuando nacimos en este mundo, y recibimos
la naturaleza nueva de Dios cuando nacimos de nuevo. La na-
turaleza vieja es completamente mala, pero la naturaleza nueva
es totalmente buena. También es llamada la naturaleza divina,
2 Pedro 1:4.
2) La naturaleza nueva no puede pecar, 1 Juan 3:9 y 5:18.
Eso es cierto de todos los creyentes, no sólo de unos pocos que
son especialmente espirituales. Claro que no quiere decir que el
creyente nunca peca (lee 1 Juan 2:1), sino que no continúa
pecando. La propia naturaleza de Dios está en el cristiano, y
esta naturaleza no puede pecar. Un árbol sólo puede producir la
fruta según su propia naturaleza, por ejemplo, una higuera sólo
puede producir higos, Santiago 3:12. De la misma manera, la
naturaleza de Dios en mí sólo puede producir lo que es bueno.

Lee Romanos 8:8 y 1 Juan 3:9 y compara estos dos


versículos.
¿Qué es imposible según 1 Juan 3:9?

¿Qué es imposible según Romanos 8:8?

3) La naturaleza nueva disfruta de las cosas de Dios. Pablo


dijo que su hombre interior se deleitaba en la ley de Dios,
Romanos 7:22. La naturaleza nueva motiva al creyente a diri-
girse a Dios en oración como lo hizo Pablo, Hechos 9:11; y a la
Palabra de Dios para alimentación, como el niño recién nacido,
1 Pedro 2:2. Los que tienen la naturaleza nueva aman a otros
creyentes, 1 Juan 3:14, y esto nos ayuda a saber que somos
salvos. Esas son unas de las maneras en que la naturaleza nueva
se manifiesta.
18 12 LECCIONES PARA NUEVOS CREYENTES

3. Cómo tener la victoria como cristiano


Hay dos clases de cristianos: los que hacen lo que la natura-
leza vieja quiere que hagan, y los que obedecen a su naturaleza
nueva. Lee 1 Corintios 3:1-4 y 2:15. ¿Cómo podemos obedecer
a nuestra naturaleza nueva y llegar a ser cristianos espirituales?
Contestaremos esta pregunta ahora, y también en la Lección 4.
Cuando el Señor Jesucristo murió en la cruz, Dios juzgó mis
pecados. Estos pecados son el resultado de mi naturaleza peca-
minosa. El perdona mis pecados, pero condena mi naturaleza
pecaminosa. Yo debo hacer lo mismo si quiero agradarle. Pien-
sa en los tres versículos siguientes:

1) Filipenses 3:3 nos dice que no debemos confiar en la carne


ni en nada que podamos hacer. La carne es mala, y nunca
producirá nada que agrade a Dios.
2) Romanos 13:14 nos manda no hacer nada que agrade a
nuestra naturaleza pecaminosa.
3) En Romanos 8:13 se nos dice que demos muerte a las
acciones pecaminosas de la vieja naturaleza. Dar muerte
significa juzgarnos a nosotros mismos, y tendremos la vic-
toria en nuestras vidas solamente si nos juzgamos a
nosotros mismos y a nuestros pecados, 1 Corintios 11:31.
Los israelitas tuvieron que usar cuchillos cortantes en ellos
mismos antes de que pudieran esperar tener la victoria en
la tierra de Canaán. Usaron estos cuchillos cortantes en
Gilgal, que llegó a ser el campamento de los ejércitos vic-
toriosos de Israel, Josué 5:2,3,9; 10:23. Este es un cuadro
del cristiano que se juzga a sí mismo y sus pecados,
entonces consigue la victoria en su vida.

Podemos hacer estas cosas sólo en el poder del Espíritu


Santo. La próxima lección nos enseñará más acerca de esto.
4
EL PODER DE DIOS
EN MI
Ya hemos visto tres versículos que nos muestran cómo
podemos tener la victoria sobre nuestra naturaleza vieja, la
carne. Estos versículos son Filipenses 3:3, Romanos 13:14, y
8:13. Léelos otra vez y fíjate en lo que dos de ellos dicen del
Espíritu Santo.
Sólo el Espíritu Santo puede darnos el poder para vivir como
un cristiano debe vivir. No podré vencer la tentación, ni ganar
la victoria sobre el pecado, sólo porque sé que Dios ha perdo-
nado mis pecados. Si quiero tener la victoria tengo que conse-
guir la ayuda de Cristo quien está ahora glorificado en el cielo.
En la cruz, el Salvador llevó el castigo por mis pecados. Ahora
El ha resucitado de los muertos, y mientras yo fije mis ojos en
El, el Espíritu Santo me libra del poder del pecado. Cristo hizo
Su obra por mí. Ahora el Espíritu hace Su obra en mí. ¿Qué
enseña la Biblia acerca del Espíritu de Dios?
El Espíritu Santo es una Persona. Mora en el creyente, y Su
poder puede ayudar al cristiano a vivir para Dios. Pensemos un
poco más acerca de estas cosas:

El Espíritu Santo es una Persona


El Espíritu Santo es Dios. Es una Persona y nunca debemos
referirnos a El como “ello”. Es eterno e igual con Dios el Padre

19
20 12 LECCIONES PARA NUEVOS CREYENTES

y Dios el Hijo, Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14; Hebreos 9:14.


Tiene todos los atributos de Dios.
¿Qué es lo que nos enseñan los versículos siguien-
tes acerca del Espíritu Santo? Escribe tu respuesta en
el espacio a la derecha.
Mateo 12:28
1 Corintios 2:10
Salmo 139:7-10
Hebreos 10:29

El Espíritu Santo enseña, Juan 14:26; habla, Gálatas 4:6;


guía, Gálatas 5:18; Romanos 8:14; suplica con Dios, Romanos
8:26, y puede ponerse triste, Efesios 4:30. Estos son algunos de
los versículos que demuestran que el Espíritu de Dios es una
Persona divina.

El Espíritu Santo mora en el creyente


El Espíritu Santo vino de una manera especial en el día de
Pentecostés, Hechos 2. Antes de Pentecostés el Espíritu Santo
venía sobre ciertas personas, pero El no vivía en ellas, Juan
7:39. Hoy en día El vive en todos los cristianos verdaderos, no
por algo que el cristiano haya hecho por Dios, sino porque ha
creído en el Señor Jesucristo. Dios mandó al Espíritu dentro de
nuestros corazones para mostrar que somos Sus hijos, Gálatas
4:6. Lee también los versículos siguientes: 1 Corintios 6:19;
12:13; 2 Corintios 1:21,22. El Nuevo Testamento enseña clara-
mente que el Espíritu Santo vive en cada creyente verdadero,
Romanos 8:9. Dios el Padre nos Lo da para probar que Le per-
tenecemos, Efesios 1:13; Juan 2:18,20.
El Espíritu vive en cada creyente verdadero, pero no todos los
creyentes están llenos del Espíritu. Se nos ordena ser llenos del
Espíritu, Efesios 5:18. ¿Cómo podemos obedecer esta orden?
El poder de Dios en mí 21

Para estar llenos del Espíritu, tenemos que juzgarnos a noso-


tros mismos ante Dios, tenemos que entregar nuestras vidas a
Dios para hacer Su voluntad, y tenemos que dar al Señor
Jesucristo la parte más importante en nuestras vidas.

El poder del Espíritu Santo


Necesitamos el poder del Espíritu Santo para ser librados de
la ley del pecado y de la muerte, Romanos 8:2, y para poder tes-
tificar de Cristo. Podemos tener este poder si alimentamos
nuestras almas con la Palabra de Dios y si oramos dirigidos por
el Espíritu, Judas 20, Efesios 6:18.
¿Quieres tú que el Espíritu Santo te libre de la ley del peca-
do, Romanos 8:2, y que el Espíritu te ayude a testificar del
Señor sin miedo? 2 Timoteo 1:7. El lo hará si te ofreces a Dios
y haces Su voluntad, como El la ha revelado en Su Palabra.

El Espíritu Santo nos ayudará a glorificar a Dios


No debemos hacer lo que nuestra naturaleza vieja quiere que
hagamos; debemos dejar que el Espíritu dirija y controle nues-
tras vidas, Gálatas 5:16,25. Si hacemos eso conoceremos a Dios
cada vez mejor, y le glorificaremos cada día. Otros podrán ver
al Señor Jesucristo en nosotros, no importa dónde estemos, en
el colegio, en el trabajo o en la casa.

El Espíritu Santo nos ayudará a testificar de Cristo


Necesitamos el poder del Espíritu Santo para que podamos
hablar a otros acerca de Cristo. El Señor Jesús prometió a sus
discípulos que el Espíritu Santo les sería dado, y que ellos tes-
tificarían de El en todo el mundo, Hechos 1:8.
22 12 LECCIONES PARA NUEVOS CREYENTES

Escribe los nombres de las personas que fueron


llenas del Espíritu:
Lucas 1:67
Hechos 1:8
Hechos 2:4
Hechos 4:8
Hechos 4:31

Seamos llenos también del Espíritu para que otros vean a


Cristo en nosotros, y den gloria a Dios.
5
EL BAUTISMO
Y
LA CENA DEL SEÑOR
Dios dio a los judíos muchas leyes religiosas, pero a los cris-
tianos solamente les ha ordenado dos cosas: debemos practicar
el Bautismo y guardar la Cena del Señor. Estas se llaman las
ordenanzas. Ambas son únicamente para creyentes y nos hacen
recordar la muerte de Cristo en la cruz. El propósito de Dios fue
que estas cosas unieran a Su pueblo, especialmente en la Cena
del Señor, 1 Corintios 10:17, pero Satanás ha tenido éxito en di-
vidirnos en relación a estas cosas.
Tanto el Bautismo, como la Cena del Señor son muy senci-
llos, pero también son muy importantes porque hablan de la
muerte del Señor por nosotros.

EL BAUTISMO
Pensemos acerca de lo que significa el Bautismo, cómo uno
debe ser bautizado, y quién debe ser bautizado.

El significado del Bautismo


Las Escrituras enseñan que morimos con Cristo cuando El
murió en la cruz, Romanos 6:6. La única manera que una per-
sona puede salir de una familia es por medio de la muerte;

23
24 12 LECCIONES PARA NUEVOS CREYENTES

nosotros salimos de la familia de Adán cuando morimos con


Cristo. Ahora somos miembros de la familia de Dios.
Pero, ¿Cómo morimos? En la Persona de nuestro perfecto
Representante, el Señor Jesucristo. El Bautismo es un cuadro de
esta verdad, un cuadro de una persona muriendo y siendo sepul-
tada. Ve Romanos 6:1-4 y Colosenses 2:12.
Estas cosas muestran claramente que sólo los creyentes ver-
daderos deben ser bautizados, puesto que ellos son los únicos
que han muerto con Cristo.

¿Cómo debemos ser bautizados?


Las Escrituras enseñan que el cuerpo de uno debe ser
sumergido por completo en el agua cuando se bautiza. ¿Por qué
creemos eso?
1. El significado de la palabra “bautizar” en el idioma del
Nuevo Testamento. En este idioma la palabra significa poner
algo completamente dentro del agua o sacar agua poniendo una
olla debajo del agua para llenarla.
2. El Bautismo es un cuadro de alguien siendo sepultado.
No echamos un poco de tierra sobre un cuerpo muerto, sino que
lo ponemos completamente en la tierra para que no podamos
verlo más.
3. Los ejemplos que tenemos en el Nuevo Testamento. Felipe
explicó a un oficial la manera de ser salvo y el oficial quiso ser
bautizado en seguida. Los dos hombres descendieron al agua y
Felipe lo bautizó, Hechos 8:38,39. No hubiera sido necesario
hacer eso si Felipe pudiera haber bautizado al oficial echando
unas gotas de agua sobre su cabeza.
Juan el Bautista bautizó a la gente en Enón porque había
muchas aguas allá, Juan 3:23. ¡El no hubiera necesitado mucha
agua si sólo tenía que poner unas gotas sobre la cabeza de cada
persona!
El bautismo y la Cena del Señor 25

¿Quién debe ser bautizado?


En el Nuevo Testamento solamente eran bautizados los
creyentes. Estos eran:
discípulos – Mateo 28:19
creyentes – Marcos 16:16
adultos – Hechos 8:12
personas que habían recibido el Espíritu Santo –
Hechos 10:47

Aquí hay otros versículos que nos cuentan acerca


de otros que fueron bautizados. Escribe el número
del versículo en cada capítulo que dice que eran
creyentes.
Hechos 16:33 ;
Hechos 18:8 ;
Hechos 19:5 .

LA CENA DEL SEÑOR

Lee las Escrituras siguientes con cuidado: Mateo 26:26-30;


Marcos 14:22-26; Lucas 22:19,20; Hechos 20:7; 1 Corintios
10:16,17; 1 Corintios 11:23-30. Estos son todos los versículos
en el Nuevo Testamento que nos enseñan acerca de la Cena del
Señor. Hagamos tres preguntas acerca de esta fiesta:

¿Por qué debemos partir el pan?


La respuesta a esta pregunta es muy sencilla: lo debemos
hacer porque el Señor nos lo ha pedido. Fue la última cosa que
El pidió en la noche cuando Judas lo entregó a Sus enemigos.
26 12 LECCIONES PARA NUEVOS CREYENTES

No lo consideramos como una orden, sino como una petición.


El Señor Jesús dijo que los que Le aman obedecerían Sus pala-
bras, y no sólo guardarían Sus mandamientos, sino que harían
cualquier cosa que El sugeriría, Juan 14:23. Cuando El estuvo
de vuelta en el cielo, pidió de nuevo a los creyentes hacer
memoria de El de esta manera, 1 Corintios 11:23,24. Entonces,
celebramos la Cena porque nuestro Señor nos pidió hacerlo, y
porque deseamos agradarle a El.

¿Quién debe partir el pan?

Sólo los que conocen al Señor Jesucristo como su Salvador y


Señor. Partimos el pan para poder recordar a nuestro Señor, y
no podemos recordar a alguien a quien nunca hemos conocido.
El Señor Jesús dio esta fiesta solamente a los creyentes, y en los
tiempos del Nuevo Testamento sólo los creyentes lo guardaban.
Es una cosa muy seria para una persona comer el pan y tomar
la copa sin saber en verdad lo que está haciendo, 1 Corintios
11:29.
Algunos cristianos viven en pecado, otros enseñan mala doc-
trina. Debemos añadir que estos cristianos no deben guardar
esta fiesta. Ve 1 Corintios 5:11-13 y 2 Juan 10,11.

¿Cómo debemos partir el pan?


Debemos hacerlo junto con otros cristianos, no solos. La
iglesia se reune de vez en cuando (1 Corintios 11:26) en el
Nombre del Señor solamente (Mateo 18:20) para guardar la
fiesta conmemorativa. Cualquier persona puede recordar al
Señor en la Cena del Señor si ha nacido de nuevo y es por lo
tanto un miembro del Cuerpo de Cristo, 1 Corintios 12:12. Un
solo pan sobre la mesa es un cuadro de este cuerpo, 1 Corintios
10:17, y todos los creyentes son miembros del Cuerpo de
Cristo. Vemos en el pan un cuadro del cuerpo humano del Señor
El bautismo y la Cena del Señor 27

en la cruz, y en la copa vemos un cuadro de Su sangre preciosa


que El derramó.
Así que al comer un poco de pan y tomar de la copa nos iden-
tificamos con el sacrificio que el Señor hizo en la cruz.
Nuestros corazones estarán llenos de adoración mientras pen-
samos en nuestro Señor y en todo lo que El sufrió por nosotros
allí. En esta reunión no estamos reunidos para orar o estudiar la
Palabra de Dios, sino para adorar a nuestro Señor. Ninguna per-
sona está encargada de esta reunión, sino que cualquier hombre
debe poder dirigir a otros en adoración cuando el Espíritu Santo
le indique hacerlo.
6
ESTAR SEPARADO
DEL MUNDO
El Señor manda que cada creyente se separe de todo lo que
es espiritualmente sucio. Vemos eso en 2 Corintios 6:17 y en
muchas otras partes de la Biblia, y los cristianos que obedecen
son verdaderamente felices. Satanás no quiere que los cristianos
estén separados para Dios. Siempre está tratando de dividir lo
que Dios quiere unir, y unir lo que Dios quiere mantener sepa-
rado. Por ejemplo, Dios quiere que todos los creyentes verdade-
ros sean uno, pero Satanás sabe que los cristianos son fuertes
cuando están unidos. El ha tenido éxito en dividir a los creyen-
tes al darles diferentes pensamientos y opiniones acerca de la
enseñanza de la Biblia. Dios también quiere que el cristiano
esté separado del no creyente, pero otra vez Satanás trata fuerte-
mente de prevenir eso.
En Romanos 12:2 leemos que no debemos ser conformados
a la norma de este mundo. ¿Qué quiso decir el Espíritu con “el
mundo”?
Lee 1 Juan 2:16 y anote las tres cosas que
pertenecen a este mundo.
1)
2)
3)

28
Estar separado del mundo 29

En 1 Juan 5:19 vemos que todo el mundo está gobernado por


Satanás. El mundo es la gente, los sitios, los placeres y las
actividades en que Dios no está incluído.
La actitud del mundo fue vista en la cruz del Calvario cuan-
do los hombres del mundo gritaron, “Fuera, fuera con él, cru-
cifícale”. La gente que pertenece al mundo crucificó a nuestro
Señor, y nunca se ha arrepentido del crimen. Por eso Dios ha
condenado al mundo, y será destruido cuando Cristo vuelva
como Juez, Hechos 17:31; Apocalipsis capítulo 19.
Dios el Padre ha llevado a los cristianos fuera del mundo.
Nuestros cuerpos están aquí todavía pero Dios nos ha separado
del mundo, Juan 17:6. El Señor Jesucristo nos manda al mundo
para testificar de El, Juan 17:18, aunque no pertenecemos al
mundo, Juan 17:16. Debemos vivir como extranjeros y refugia-
dos en el mundo, 1 Pedro 2:11.

Cuadros de separación en el Antiguo Testamento

Hay un cuadro de la separación en el primer capítulo de la


Biblia cuando Dios separa la luz de la oscuridad, Génesis 1:4.
También lee Levítico 19:19 y Deuteronomio 22:9-11.
Dios mandó a Israel no hacer tres cosas:
1) No debían sembrar dos clases de semilla distintas
en el mismo campo.
2) No debían meter un buey con un burro dentro del
mismo yugo. Uno era limpio, el otro sucio, Levítico
11:4-8.
3) No debían vestirse con ropa hecha de dos clases de
tela como la lana y el lino.
Podemos aprender de estos versículos que Dios no quiere
que mezclemos las cosas que en realidad son distintas.
30 12 LECCIONES PARA NUEVOS CREYENTES

Dios mismo separó a los israelitas de los egipcios, Exodo


11:7, y les dijo que no debían casarse con la gente de las na-
ciones de los alrededores, Deuteronomio 7:3,4.

Dios demanda a los cristianos estar separados del mundo


Es imposible que una persona sirva a dos maestros a la vez.
Esto significa que no podemos servir a Dios y al dinero a la vez,
Mateo 6:24. Pablo nos dice que no debemos tener nada que ver
con gente que hace cosas sin valor y pecaminosas, sino repren-
derlas, Efesios 5:11. El también dijo a los cristianos que deben
apartarse del pecado, 2 Timoteo 2:19. (¿Cómo puede amar al
mundo y a Dios el Padre también? 1 Juan 2:15)
Hay muchos otros versículos que enseñan esta verdad, pero los
que hemos apuntado son suficientes para mostrar que Dios quiere
que los creyentes estén separados de este mundo que renuncia y
rechaza a su Señor. Los cristianos no deben unirse con los no cre-
yentes en sus placeres, en el matrimonio, en los negocios o en la
adoración a Dios. Esto no quiere decir que los cristianos deban
alejarse y vivir solos. Tenemos que vivir entre la gente de este
mundo día a día para que podamos llevarles a Cristo, pero no de-
bemos entrar en ningún acuerdo ni asociación con ellos.
Hay dos clases de cosas mundanas: 1) Las que son pecami-
nosas, y 2) Las que son sin valor. La primera clase siempre es
mala. La segunda clase es mala cuando esas cosas llegan a ser
demasiado importantes para nosotros y pasamos demasiado
tiempo en ellas.
Muchas veces los cristianos se preguntan si ciertas cosas son
buenas o no. La Biblia no dice claramente si debemos hacerlas
o no. ¿Qué debemos hacer acerca de estas cosas? Aquí hay cua-
tro preguntas sencillas por medio de las cuales podemos probar
estas cosas:
1. ¿Esta cosa trae gloria a Dios? Ve 1 Corintios 10:31.
Estar separado del mundo 31

2. Si las hago, ¿irá en contra de una regla general que


enseñan las Escrituras?
3. ¿Traerá algo bueno si la hago?
4. ¿Puedo pedir a Dios que la bendiga?
Nuestras respuestas a estas preguntas nos mostrarán plena-
mente si la cosa es buena o mala.

Los resultados de estar separados del mundo


Los cristianos separados disfrutan de la comunión, el poder y
la bendición del Señor. Tal vez parezca que no prosperan en este
mundo, pero Dios les ha prometido tres cosas maravillosas,
porque obedecen el mandamiento de 2 Corintios 6:14-16. Lee
estos versículos.
1. El promete recibirlos. Antes los recibió (Lucas 15:2),
como pecadores, pero ahora les recibe como santos para disfru-
tar de la dulce comunión con El mismo.
2. El promete ser un Padre para ellos. El creyente separado
sabe y disfruta del hecho de que Dios es su Padre.
3. El, el Señor Todopoderoso, dice que ellos serán Sus hijos
e hijas. Este nombre para Dios, el Señor Todopoderoso, sig-
nifica que por Su poder Dios protegerá a Sus hijos obedientes y
los ayudará a servirle.
En el Antiguo Testamento leemos acerca de un número de
creyentes verdaderos que no obedecieron este mandato de estar
separados del mundo.
Lot era un verdadero hijo de Dios (ve 2 Pedro 2:7,8) pero
vivió en la sociedad con la gente del mundo y fue buen amigo
de los hombres de Sodoma, Génesis 19.
Salomón se juntó con las mujeres paganas y se casó con
muchas de ellas, pero lo alejaron de Dios, 1 Reyes 11:1-4.
32 12 LECCIONES PARA NUEVOS CREYENTES

Josafat hizo un acuerdo de negocio con el perverso Ocozíás.


El resultado fue que perdió sus barcos, y sus bendiciones espi-
rituales, 2 Crónicas 20:35-37.
Es posible para nosotros disfrutar de comunión íntima con el
Señor Jesucristo. Si lo hacemos rechazaremos todo lo que el
mundo nos ofrece porque el Señor Jesucristo mismo suple todas
nuestras necesidades físicas y espiritua
33

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