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Universidad Autónoma de

Nuevo León
Facultad de Derecho y
Criminología

Ariadna Aime Estrada Rangel


2078939
Materia: Transparencia y
Protección de Datos
Personales
Grupo 041
Introducción
El desarrollo del derecho de acceso a la información pública y el que
merece el derecho a la vida privada a partir de los datos personales, ha sido fruto
de avances conseguidos en diversas velocidades. En otras palabras, ha sido
disparejo el ejercicio que ambas asignaturas han tenido. Desde el comienzo 2002-
2003, la energía cívica se volcó en la dimensión efectista de “la transparencia
pública” y fue un lustro después que se tomó conciencia de la trascendencia del
otro derecho a tutelar: la protección de los datos personales como soporte de
fragmentos de señales de la vida privada o trocitos de la identidad de las
personas. La cuestión entonces hizo que como una avalancha cayera sobre las
instituciones creadas para defender estos derechos, una carga muy grande, la
primera de ellas es hacer que la ciudadanía conciba ambos derechos como algo
que deben exigir de modo continuo porque les sirve para mejor estar (estar mejor),
para vivir mejor en ejercicio de estos derechos y, a su vez, reclamar otros que
antes ni siquiera imaginaban. Las instituciones garantes del acceso a la
información y la protección de datos personales deben ser capaces de asimilar el
paisaje político, esto es, deben ser adaptables a las circunstancias del clima
republicano sin que ello signifique dejar de servir para lo que fueron creadas en
tanto que su independencia orgánica funcional, de criterio y su autonomía
financiera no se pierdan. Esto significa que, por más adverso que sea el clima
contra sus decisiones, los órganos garantes deben conservar siempre sus
facultades.
Desarrollo
La Transparencia y el orden deben ser un principio de vida. En un mundo
globalizado, donde las tecnologías de la información son herramientas
indispensables en la vida diaria, es importante hacer una pausa, con el propósito
de comprender la nueva cultura de la transparencia, conocer cada uno de los
componentes que integran esta nueva forma en que la ciudadanía puede ejercer
sus derechos, los cuales se encuentran tutelados por los organismos garantes de
las Entidades Federativas. El Derecho de Acceso a la Información, Transparencia
y Rendición de Cuentas, son elementos vinculados entre sí para la creación de
nuevas políticas públicas, que permitan incrementar la participación de la
ciudadanía. La palabra transparencia se incluye por primera vez en el Plan de
Desarrollo 2001-2006, refiriéndola de la siguiente manera: El Ejecutivo Federal
actuará con transparencia en el ejercicio de sus facultades, por lo que los
servidores públicos de la Administración Pública Federal estarán obligados a
informar con amplitud y puntualidad sobre los programas que tienen
encomendados, en términos de logros alcanzados y recursos utilizados. Las
decisiones gubernamentales tienen que ser transparentes, por lo que deberán
estar abiertas al escrutinio público, con excepciones muy claramente definidas en
relación con la seguridad de la nación. Esto debe realizarse mediante normas
perfectamente definidas y conocidas tanto por los servidores públicos como por el
conjunto de la ciudadanía, buscando evitar tanto los errores por desconocimiento
como las faltas ocasionadas por la mala fe o la deficiente actitud de quienes
prestan un servicio público a la ciudadanía. Fue precisamente en el año 2001 que
se incorpora en el Plan de Desarrollo un apartado en el punto 4.3 “Los principios
que sustenta el Ejecutivo Federal”, donde señala específicamente a la
transparencia, como parte fundamental del actuar del Titular del Ejecutivo y de las
decisiones que de éste emanen. Lo anterior, adicional a la creación en el año 2002
del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI),
actualmente Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información Pública
y Protección de Datos Personales (Inai), permitieron que la cultura del secreto se
erradicará de nuestro país, generando mayor confianza de los gobernados hacia
sus gobernantes. El derecho de acceso a la información se encuentra plasmado
en nuestro artículo 6 apartado A de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en el que señala: A. Para el ejercicio del derecho de acceso a la
información, la Federación, los Estados y el Distrito Federal, en el ámbito de sus
respectivas competencias, se regirán por los siguientes principios y bases: I. Toda
la información en posesión de cualquier autoridad, entidad, órgano y organismo de
los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, órganos autónomos, partidos
políticos, fideicomisos y fondos públicos, así como de cualquier persona física,
moral o sindicato que reciba y ejerza recursos públicos o realice actos de
autoridad en el ámbito federal, estatal y municipal, es pública y sólo podrá ser
reservada temporalmente por razones de interés público y seguridad nacional, en
los términos que fijen las leyes. En la interpretación de este derecho deberá
prevalecer el principio de máxima publicidad. Los sujetos obligados deberán
documentar todo acto que derive del ejercicio de sus facultades, competencias o
funciones, la ley determinará los supuestos específicos bajo los cuales procederá
la declaración de inexistencia de la información.6 La fracción I de este artículo 6
Constitucional señala de manera puntual que el derecho de acceso a la
información es obligatorio para cualquier autoridad, entidad, órgano y organismo
de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, órganos autónomos, partidos
políticos, fideicomisos y fondos públicos, que reciba o ejerza recursos públicos, lo
que nos remonta directamente a transparentar el actuar sobre la rendición de
cuentas. Es decir, este derecho de acceso a la información se encuentra
íntimamente vinculado con la transparencia, ya que uno no puede subsistir sin el
otro, este binomio permite que la ciudadanía lo ejerza a través de los órganos
garantes de las Entidades Federativas, este derecho máximo hace que se
fortalezcan las instituciones, transparentado en todo momento su actuar. Los
medios digitales son fundamentales para la difusión de las acciones realizadas en
materia de transparencia, sin embargo, esto implica que cada una de las
autoridades tenga en sus páginas oficiales la información pública y de fácil acceso
para la ciudadanía, con la finalidad de reanimar el interés por el actuar de quien
nos gobierna. Generalmente, la libertad de información, que es ejercida
principalmente por los medios de comunicación, se confunde con el derecho de
acceso, que es ejercido principalmente por los particulares. Es importante
distinguir uno de otro concepto porque el segundo constituye un elemento
imprescindible para devolver a los ciudadanos una parte del control perdido sobre
el gobierno. Es así, que a través del derecho de acceso que los ciudadanos
pueden escrutar las actividades del gobierno y de los servidores públicos. Este
escrutinio resulta indispensable si es que los ciudadanos han de contar con la
información relevante para evaluar a su gobierno, o para detenerlo cuando realiza
actividades que pueden ir en contra de algún grupo de ciudadanos. En este
sentido, los ciudadanos ejercen un contrapeso natural, a la propia acción del
gobierno, que es activado cuando sus intereses son afectados. Es por ello, que los
medios de comunicación tienen la obligación de informar de manera responsable,
ya que actualmente se entiende como cierto el contenido encontrado en los sitios
web, páginas o medios digitales, con la finalidad de que esta construcción de la
cultura de la transparencia en México se cimiente sobre el conocimiento real,
adecuado y oportuno
Conclusiones
La Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública del Estado de
México y Municipios establece en su artículo 2 fracción VII: VII. Promover,
fomentar y difundir la cultura de la transparencia en el ejercicio de la función
pública, el acceso a la información, la participación ciudadana, así como la
rendición de cuentas, a través del establecimiento de políticas públicas y
mecanismos que garanticen la publicidad de información oportuna, verificable,
comprensible, actualizada y completa, que se difunda en los formatos más
adecuados y accesibles para todo el público y atendiendo en todo momento las
condiciones sociales, económicas y culturales de cada región. En tal sentido, uno
de los objetivos asentados en la legislación estatal, es la promoción, fomento y
difusión de la cultura de la transparencia, a través del correcto ejercicio de la
función pública, fortaleciendo la participación ciudadanía con la finalidad de que
ejerza el derecho de acceso a la información y asegurando en todo momento que
se efectué una correcta rendición de cuentas, considerando las condiciones
sociales, económicas y culturales de cada región. Los órganos garantes tenemos
la obligación de que la ley se cumpla de manera cabal, con la finalidad de que se
fortalezca la nueva cultura de la transparencia, asegurando que a la sociedad se le
brinden los conocimientos necesarios, mediante la correcta y oportuna
información; apegándose a los conceptos brindados a nivel internacional y sean
adaptados con la clara visión de convertirnos en una sociedad del conocimiento.
Para finalizar, es importante recalcar que existen tres grandes sociedades
inmersas dentro de la nueva cultura de la transparencia: la del conocimiento,
transparencia y rendición de cuentas; haciendo énfasis en que la sociedad de la
información es medular para el conocimiento, ambas se encuentran vinculadas y
directamente relacionadas, permitiendo que la ciudadanía obtenga los elementos
necesarios para el ejercicio de sus derechos.

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