Cuando Te Enfrentes A Las Preguntas de Pruebas SABER
Cuando Te Enfrentes A Las Preguntas de Pruebas SABER
Cuando Te Enfrentes A Las Preguntas de Pruebas SABER
No son de
magia, pero sí pueden ser mágicos para ayudarte a mejorar tu puntaje. Estos son los trucos para responder
preguntas de las pruebas SABER que te ayudan a descartar respuestas incorrectas o acercarte más a las
correctas.
Antes de entrar en materia, veamos cómo están estructuradas las preguntas del Examen SABER 11.
Cómo están estructuradas las preguntas del ICFES
Cada ítem o pregunta de un cuestionario ICFES consiste en lo siguiente:
1. Un texto con uno o más párrafos. Los textos más largos son los de la prueba de Lectura
Crítica que es también la que más tiempo toma.
2. A veces, la pregunta incluye una imagen que puede adornar o complementar el texto.
3. Al final del texto se presenta una pregunta, incluidos sus signos de interrogación o puede ser una
frase inconclusa -no terminada-.
4. Y finalmente, están las cuatro alternativas. Pueden ser respuestas posibles a la pregunta o
también pueden ser frases que completan la frase inconclusa. Solo una es la respuesta correcta.
El componente de inglés no sigue exactamente este formato, pero en esencia lo que vas a leer a continuación,
también aplica para esa materia.
Si tomaste nuestro programa Objetivo Once o presentaste algún simulacro de prueba tipo SABER, sabes
exactamente a qué me refiero.
Trucos para responder preguntas de pruebas SABER
#1 Sospecha de los «siempre», «nunca», «nadie», «todos» en las respuestas.
Casi todas las preguntas ICFES incluyen cuatro alternativas de respuesta. Ten cuidado cuando entre esas
alternativas aparecen palabras como siempre, nunca, nadie, todos, ningún, etc.
Normalmente en ciencias exactas, como matemáticas, física o química pueden ser expresiones válidas. Por
ejemplo, 5 siempre será mayor que 4; la tierra siempre tarda aproximadamente 365 días en dar una vuelta al sol.
Pero en áreas no-exactas, como sociales-ciudadanas, usualmente los «todo», «nadie», «ningún», «siempre» o
«nunca.» tienen excepciones.
Por ejemplo, en la frase «las personas afrocolombianas siempre tienen menos oportunidades de estudio«, muy
seguramente encontrarás muchas excepciones, y así solo haya una, hace que la afirmación sea falsa y la puedes
descartar sin agüero.
A veces no vas a encontrar la palabra escrita, pero se haya implícita. Por ejemplo, en la frase «Los hombres son
deshonestos» la palabra «todos» se encuentra implícita.
En conclusión, a no ser que tengas total certeza, duda de alternativas que contengan ese tipo de palabras en
ciencias no-exactas.
#2 En dilemas éticos, no caigas en la trampa ¿tú qué harías si…?
Las preguntas sobre dilemas éticos son parte del componente de SOCIALES en la Prueba SABER 11.
Suelen presentarse como «¿Qué harías tú en caso de que…?» Al redactar la pregunta de esa manera, pareciera
que te estuvieran pidiendo tu opinión.
Pues resulta, que el ICFES no puede calificar una pregunta con base en opiniones, pues, las opiniones sobre un
tema pueden ser muy diversas y solo puede haber una respuesta correcta.
Por ejemplo, «Te encuentras un billete de 50.000 pesos en la calle. Tú sabes de quién es y sabes que lo necesita
urgentemente, pero tu familia está pasando hambre. ¿Qué harías con el billete?» A) ¿Lo devolverías? B) ¿Te
lo quedarías para tu familia? C) ¿Usarías una parte y devolverías el resto? D) ¿Lo usarías todo y lo repones
después, cuando tengas la manera de hacerlo?«
En esa clase de preguntas, lo más aconsejable es colocarte como un observador externo, no involucrado en los
hechos. Es más fácil responder correctamente a un dilema ético cuando no eres el directamente afectado, y más
aún si se trata de situaciones extremas.
#3 Lee en desorden. Entiende muy bien el interrogante.
Muchas personas usan la técnica de empezar a leer la pregunta por el final, es decir, entendiendo primero el
interrogante o la frase inconclusa, puesto que, si hay algo en lo que no te puedes equivocar es en entender qué te
están preguntando. Cualquier palabra que pases por alto, te puede conducir a un error. En eso debes tener
mucho cuidado.
Al comprender en concreto qué te están preguntando, será más fácil buscar en el texto las pistas que te llevan a
responder correctamente.
Por ejemplo, si el texto de la pregunta en una historia mitológica de la cultura Muisca y la pregunta se refiere a
la conversión de la diosa Chía en lechuza, será más fácil saber la respuesta si buscas las palabras Chía y lechuza
en el texto.
Si esa técnica funciona para ti o no, solo tú lo sabes.
#4 Lo que no está escrito o no se puede inferir no lo asumas.
En cada texto encuentras tanto información explícita, es decir, lo que está escrito, como información
implícita, o sea lo que, aunque no está escrito, se puede inferir o deducir de lo escrito.
Por ejemplo, en el texto «Me hacían falta manos para llevar todos los platos de comida«, se puede inferir que la
comida era abundante.
Lo que NO está escrito o NO se puede inferir, NO lo asumas. No escojas como respuesta correcta una en la que
te dan información que no está en el texto o no se puede deducir.
Por ejemplo, en el ejemplo anterior no puedes inferir que el protagonista es un glotón. Podría ser, aunque
también podría ser un mesero atendiendo a muchos comensales en un restaurante.
A veces por nuestra condición de género, religión, etnia, lugar de residencia o nivel de ingresos, tendemos a
asumir información según nuestras propias circunstancias. Es un error.
La respuesta es única, independiente de si soy hombre o mujer, blanco o negro, católico o ateo, costeño o rolo,
rico o pobre, machista, feminista o ninguno de los anteriores, gordo o flaco, alto o bajo. En fin. Se capta, ¿no?
#5 No respondas con base en opiniones.
Tu opinión es MUY importante pero NO en la prueba SABER 11.
Me explico. La respuesta que des a una pregunta no puede basarse en tu opinión, pues sobre un mismo tema
otras personas pueden opinar diferente y no todas las respuestas pueden ser correctas. Solo hay una.
Por ejemplo, una de las alternativas de respuesta a una pregunta podría ser «las mujeres son más eficientes y
más honestas que los hombres.» Es posible que estés completamente de acuerdo con esa afirmación.
Sin embargo, aunque así sea, no te piden tu opinión. Piensa que aquello que puede ser cierto para ti, en tu
propio contexto, puede ser diferente para otra persona con un contexto diferente.
Mi recomendación es, entiende bien la pregunta y responde estrictamente eso. Sin sazonarla con tu opinión.
#6 Cada letra, cada palabra y cada signo de puntuación es importante.
Cada pregunta es en la práctica un ejercicio de comprensión lectora. Entender qué te están preguntando es el
primer paso para acercarte a la respuesta correcta.
Pero, muchas personas se equivocan en cosas tontas.
Nuestros estudiantes ya han respondido más de 60 mil preguntas al escribir este blog y tenemos muy claro que,
a menudo, aun sabiendo la respuesta correcta, responden incorrectamente.
Son descuidos que ocurren al leer muy rápido la pregunta y omitir palabras esenciales del texto.
Por ejemplo, mira la imagen y responde la pregunta.
El volumen de un bloque se calcula multiplicando sus tres
dimensiones.
Beto juntó cuatro bloques como el que se muestra en la figura.
¿Cuál es el volumen de la figura que armó Beto?
Muchos responderían 24 metros cúbicos, es decir, el producto
de las tres dimensiones. Error. La respuesta correcta es 96
metros cúbicos. Si respondiste 24, sabes calcular el volumen de
un cubo, pero al omitir la palabra cuatro en la pregunta, tu
respuesta fue incorrecta.
#7 No adivines. Reflexiona tus respuestas.
En muchas de las preguntas del examen, con toda seguridad no sabrás cuál es la respuesta correcta. Eso es lo
normal.
Son aproximadamente 250 preguntas y si eres el mejor entre los mejores, aun así, podría haber unas 25
preguntas en las que no tienes idea cuál es la respuesta correcta. Si no eres el mejor, no serán 25. Podrían ser
200 o más, si no te preparaste bien.
Muchas personas tienen la tentación de adivinar. Yo te aconsejo que no lo hagas. Es una pésima estrategia.
NO ADIVINES LAS RESPUESTAS. ES UNA PÉSIMA ESTRATEGIA.
Si adivinas, tus probabilidades de acertar son del 25% -una cuarta parte-. Si lees bien la pregunta y descartas
alguna de las cuatro opciones, mejoras tus probabilidades al 33% -una tercera parte-. Y si continúas
reflexionando sobre las posibles respuestas y logras descartar otra alternativa, ya te quedan solo dos
posibilidades. La probabilidad aumenta al 50%.
Así que cuando tengas una pregunta en la que no sabes la respuesta, reflexiona muy bien para mejorar tus
posibilidades de acertar.
#8 Dos minutos por pregunta en promedio.
La prueba SABER 11 consta de 278 preguntas, incluidas las del cuestionario socioeconómico que no son
calificadas. Como ves en la imagen, son dos jornadas de cuatro horas y media cada una, es decir, un total de 540
minutos.
Estructura de aplicación
para población general
incluyendo personas con
discapacidad motora.
Eso significa que tienes
en promedio casi dos
minutos para responder
cada pregunta. Si te
demoras en algunas
preguntas más de dos
minutos, forzosamente
tendrás que demorarte
menos en otras para
compensar el tiempo.
No recomiendo que estés
mirando el reloj constantemente porque te desconcentras. Lo ideal es que aprendas a «sentir» esos dos minutos.
Que tu reloj interno te avise para saber si estás llegando al límite para cada pregunta y para cada materia.
En promedio debes tardar dos minutos respondiendo cada pregunta
Si te preparaste con nuestro programa Objetivo Once, que incluye más de mil preguntas tipo ICFES, con
seguridad habrás desarrollado esa habilidad. Encuentras más información de las pruebas en las guías de
orientación en la página del ICFES.
#9 Primero lo fácil para asegurar puntos
Esto también está relacionado con el manejo del tiempo.
La prueba SABER 11 tiene preguntas con dificultad baja, media y alta. El mismo ICFES asegura que están
distribuidas proporcionalmente. Mira la imagen.
Todas las preguntas son difíciles. ¿Mito o realidad?
Eso significa que, si respondes las fáciles primero y tardas menos de
dos minutos en cada una, habrás ganado tiempo valioso para
dedicarte a las de dificultad media y alta.
Por esa razón, dedícate primero a las fáciles y luego a las difíciles.
Así, vas asegurando puntos.
Lo que no puede ocurrir es que, por responder primero las preguntas
difíciles, se agote el tiempo y dejes de responder las fáciles en las
que tienes un puntaje asegurado.
Y eso es todo por ahora. Si te interesa prepararte en serio para los
exámenes Validación del bachillerato, SABER 11 o Pre-SABER, te
invito a probar con Objetivo Once, el método probado con éxito para
pasar el examen y obtener un puntaje alto en la prueba.
Para mejorar en comprensión lectora debes leer, leer y leer. Es esencial para los
exámenes Validación del bachillerato y SABER 11. También es una habilidad clave para
la vida. Está en la base de todo el conocimiento. La comprensión lectora nos da
superpoderes. En este artículo te voy a explicar los cuatro pasos para desarrollarla.
Se aprende piano, tocando las teclas, se aprende a manejar con las manos al volante y se
aprende a leer, leyendo. No hay fórmula secreta.
No me malentiendas. La mayoría aprendemos a leer desde niños. Pero la comprensión
lectora es otro cantar. No se trata de recorrer los garabatos que llamamos letras y entender
cada palabra o cada oración.
La lectura hay que disfrutarla. Por eso, es importante que selecciones un texto de un tema
que te encante. Algo que te aporte a nivel profesional o personal. Algo que realmente
quieras o necesites.
Cuando éramos pequeños nos ponían a leer unos ladrillos de libros que ni los profesores
leían. Eran aburridísimos. Yo, por ejemplo, de todo lo que me pidieron leer en el cole,
solo recuerdo un libro que me haya gustado: «La rebelión de las ratas«, de Fernando
Soto Aparicio.
Sin embargo, en paralelo estaba leyendo novelas e historias para adolescentes que me
encantaban. Me topé con «Papillón«, «El planeta de los simios«, «El padrino» y una de
mis favoritas de niño, «Tarzán de los monos«. Logré desarrollar el amor por la lectura.
Es vital que escojas temas que te encanten.
Para aprender a correr, primero hay que aprender a gatear y a caminar. Aquí sucede igual.
Vas a aprender una habilidad que posiblemente tienes poco desarrollada.
Por ello, hay que tomarlo con calma. Usualmente cuando leemos, no estamos pensando
en la comprensión lectora. Solo leemos. Y por eso, es poco lo que logramos comprender.
A menudo tenemos que regresar en la lectura, volver a leer y releer para entender.
Empieza leyendo al menos dos veces el texto seleccionado. Ojo que no me refiero a
leer dos veces todo un libro. Escoge segmentos cortos. Un párrafo, una sección.
Lo importante es que leas para comprender. Haz de cuenta que lees para explicárselo a un
amigo. Es, de lejos, la mejor manera para desarrollar la comprensión de cualquier tema.
En este punto, estás leyendo algo que te encanta. Escogiste un párrafo o una página y la
leíste un par de veces. Tal vez más. Ahora llegó la hora de la verdad.
Toma una hoja de papel en blanco y ponte a escribir todo lo que recuerdes sin ver el
texto original. Esto último es muy importante. No te hagas trampa pues te estarás
pegando un tiro en un pie.
No te afanes en escribir bien el resumen, bonito o sin errores de ortografía. Todo lo que
interesa en este ejercicio es que escribas la mayor cantidad posible de ideas clave del
texto original.
Es decir, aquellas ideas que en tu resumen escribiste como A, cuando en realidad eran B.
Por ejemplo, lee el siguiente texto.
Lo siguiente es repetir cuantas veces puedas, estos mismos 4 pasos para mejorar tu
comprensión lectora. Cambia de textos, cambia de temas o escoge capítulos diferentes del
mismo texto.
Repite los 4 pasos hasta que no cometas errores o que sean mínimos.
Debes disfrutar la lectura. Escoge temas que te encanten o sobre los que tengas algún
interés, ya sea de desarrollo personal o profesional.
Comienza con un párrafo, luego dos y así vas aumentando la extensión de la lectura
hasta leer textos completos.
No importa el género. Lo importante es leer, que lo disfrutes y que te ayude a enriquecer
tu vocabulario.
Sí importa que los textos estén bien escritos. Quiero decir. No tomes los textos de tu
muro de Facebook. No es la mejor fuente. Básate en fuentes que se esfuercen por respetar
el idioma. Pueden ser libros, periódicos o revistas serias y gocen de buena reputación.
Ten un diccionario a la mano, en físico o digital (como el de la Real Academia
Española para Android o iPhone). Es muy importante porque debes entender lo
escrito. Cada vez que haya una palabra desconocida, ¡detente! Búscala
inmediatamente en el diccionario y luego continúa. A veces podrás deducir su
significado, pero evita esa tentación. No solamente enriqueces tu vocabulario, sino que te
ayuda con la comprensión del texto.
Te puede interesar: ¿Qué evalúa el componente de lectura crítica en los exámenes
Validación del bachillerato y SABER 11?
Algunas ideas de textos para comenzar.
Para encontrar textos bien escritos, Internet es una buena fuente y es gratis. Solo te debes
esforzar un poco buscando buenas fuentes en aquellos temas que más te interesan.
Aquí te dejo una corta lista de sugerencias en textos de poesía, divulgación
científica, artículos de opinión, cuentos, minicuentos y novela.