SOCIEDAD CHILENA DE INGENIERÍA HIDRÁULICA

XXIII CONGRESO CHILENO DE INGENIERÍA HIDRÁULICA

ESTIMACIÓN DE LA LÍNEA DE NIEVES UTILIZANDO TÉCNICAS DE

PRECEPCIÓN REMOTA, ENTRE -28° Y -36° DE LATITUD ¿QUÉ HA PASADO
DESDE PEÑA Y VIDAL?

MIGUEL LAGOS ZÚÑIGA1

FRANCISCO JARA2

RESUMEN

En diversos estudios hidrológicos, especialmente en cuencas de régimen hidrológico mixto

y sin información fluviométrica, el área nival, así como la línea de nieves son fundamentales
para la estimación de caudales máximos y mínimos, teniendo una influencia directa en la
estimación de modelos de precipitación-escorrentía convencionales. Desde 1995, el manual
utilizado para estimación de crecidas y caudales mínimos en cuencas sin información entrega
como línea de nieve para diversas latitudes, condiciones promedio considerando estudios
llevados a cabo en base a temperaturas índices y gradientes atmosféricos húmedos.
Contribuciones recientes han ampliado el área de estudio a nivel nacional, generando un
análisis probabilístico de la línea de nieves para diversas estaciones del año y latitudes. En
este artículo se muestra el enfoque de utilizar la información satelital de la cobertura nival
fraccional post-procesada mediante los satélites MODIS: AQUA – TERRA, permitiendo
analizar para tormentas entre los años 2001 a 2015, la elevación de la línea de nieves que se
ha elevado por sobre las estimaciones informadas en base a estudios previos.
Los resultados muestran que en estos quince años, se han observado eventos cálidos con
elevaciones mayores a las entregadas en manuales de diseño, especialmente en los meses de
otoño. De este modo, se hace necesario hacer una revisión de este tipo de enfoques a modo
de asegurar una adecuada estimación de caudales, así como de áreas de influencia para
fenómenos de remoción en masa.

_________________________
1
Ingeniero Civil, MSc. Advanced Mining Technology Center, U. de Chile – [email protected]
2
Ingeniero Civil. Advanced Mining Technology Center, U. de Chile - [email protected]
1. INTRODUCCIÓN

La línea de nieves se define como la elevación sobre la cual, en un evento de precipitación,

caerá nieve, El conocer su ubicación, permitirá estimar no solo la cantidad de agua
almacenada en forma de nieve en la cuenca, sino que además la cantidad de área pluvial
aportante que determinará la magnitud de un evento de crecida.

Variadas metodologías de determinación de caudales de diseño, actualmente válidas por el

Ministerio de Obras Públicas (MOP, 1995), utilizan en su formulación el área pluvial
aportante. Estas áreas son determinadas a partir de la hipsometría de la cuenca y cotas
estándar determinadas por Peña y Vidal (1993) y Escobar y Vidal (1992), entre las latitudes
27.5°S y 39.0 °S, determinando para precipitaciones de umbral sobre 10 [mm/día], en base a
registros termométricos, considerando un gradiente adiabático húmedo (-5 °C/km).

Otros estudios como Garreaud (1993) y Vargas et al. (1988) han planteado formas de estimar
la línea de nieves en base a isoterma cero y temperaturas índice asociadas a gradientes
respectivamente. Sin embargo al validar estas estimaciones con productos satelitales, se ha
encontrado dispersión en las estimaciones (Lagos et al. 2013 y Vásquez et al. 2015), lo
anterior debido a que la determinación de la línea de nieves no es un fenómeno solamente
térmico, sino que además tiene relación con la humedad atmosférica que se tenga, para bajas
humedades relativas, podría existir nieve a temperaturas de incluso sobre 3°C (Dewalle and
Rango, 2008).

Recientemente Covián y Stowhas (2015), han parametrizado por latitud la línea de nieves en
función de probabilidades de excedencia, dándole un enfoque fuertemente aplicable y que no
requiere de observaciones meteorológicas para una estimación de la misma. En este estudio
se resolvió la tasa de lapso adiabática directamente de temperaturas índice obtenidas en
función de ponderación de temperaturas máximas y mínimas según Seguel y Stowhas (1985).

En virtud de las aplicaciones prácticas que tiene el tener métodos estadísticos para estimar la
línea de nieves (Covián y Stowhas, 2015; y Peña y Vidal, 2013), que pueden ser usadas para
determinar crecidas de origen pluvial, se plantea este estudio cuyo objetivo principal es
determinar a priori, que tan válidas han sido estas fórmulas de estimar estadísticamente la
línea de nieves en función de observaciones remotas dentro de los años 2001 a 2015.

2. METODOLOGÍA

En virtud de que todos los métodos existentes Para responder las preguntas científicas sobre
la variabilidad de la línea de nieves, se utilizan imágenes satelitales de los productos
MOD10A y MYD10A (Hall and Riggs, 2007), las que son procesadas para rellenar la
información de nubes o pixeles saturados, mediante la metodología propuesta por Lagos et
al. (2013), como una adaptación respecto a la propuesta por Gafurov y Bárdossy (2009). Las
imágenes procesadas corresponden al periodo comprendido entre los años 2001 a 2015

Para estimar la línea de nieves en base a información satelital, se siguen los pasos detallados
en la Figura 1, en donde una vez procesada la imagen, se seleccionan aquellos días con
eventos de precipitación superior a 10 mm/día (en al menos 6 estaciones DGA-DMC
pertenecientes a cada cuenca), y luego se consultan las elevaciones a partir del modelo de
elevación digital SRTM de 30 metros de resolución (Farr et al. 2007) escalado a la resolución
de MODIS (500 m), extrayendo el percentil de cotas más bajas con cobertura nival sobre
50%.

Para efectuar el contraste con otros estudios, se utiliza la parametrización de Covián y

Stowhas (2015) en función de la latitud para probabilidades de excedencia 0.1 y 0.5 por
estación del año definida como Verano: Diciembre a Febrero, Otoño: Marzo a Mayo,
Invierno: Junio a Agosto y Primavera: Septiembre a noviembre. Del mismo modo se compara
con la línea de nieves estimada por Peña y Vidal (1993).

Precipitación Percentil 5%
fSCA
sobre 10 con fSCA >
procesada
mm/d 0.5

Figura 1. Metodología para estimar la línea de nieves durante un evento de lluvia por cada
cuenca analizada.
3. ZONA DE ESTUDIO

En la Figura 2, se muestra la extensión espacial de las cuencas en donde es utilizada la

metodología propuesta. Se analizan 11 cuencas andinas ubicadas entre las latitudes 28°S y
36°S.
 Figura 2. Cuencas estudiadas en el presente artículo.

4. RESULTADOS

En la Figura 3, se muestra a modo de ejemplo el resultado de la estimación de la línea de

nieves estimada mediante imágenes satelitales procesadas, para el evento del 22 de marzo de
2001.

En la Figura 4 por su parte, se muestra el box-plot a nivel nacional, en donde se aprecia que
para probabilidades de excedencia de 0.5, de Covián y Stowhas (2015), así como las
estimaciones de Peña y Vidal (1993) se ajustan adecuadamente a las observaciones remotas,
mientras que para los periodos de otoño, primavera y verano se aprecia que este último
estudio puede sub-estimar fuertemente las elevaciones de líneas de nieve promedio.

Figura 3. Comparación de línea de nieves estimada según criterio propuesto (panel

derecho) en contraste con la elevación (panel izquierdo). Ejemplo para la cuenca del río
Aconcagua.

Figura 4. Comparación de línea de nieves estimada según criterio propuesto para distintas
épocas del año para toda la zona de estudio, y estimaciones de Covián y Stowhas (2015) y
Peña y Vidal (1993)
A modo de ejemplo se muestra en la Figura 5, todas las observaciones remotas de la línea de
nieves para la cuenca del río Cachapoal, observándose que tanto probabilidades de excedencia
altas (0.5), como Peña y Vidal (1993) están sub-estimando las elevaciones observadas de forma
remota. Del mismo modo, probabilidades de excedencia bajas (0.1), no fueron alcanzadas por
ningún evento durante los 15 años de información analizada.

Figura 5. Comparación de línea de nieves estimada según criterio propuesto para distintas
épocas del año y estimaciones de Covián y Stowhas (2015) y Peña y Vidal (1993) para la
cuenca del río Cachapoal.

En la Tabla 1, se muestra la comparación entre las líneas de nieve obtenidas según el método
evaluado y otros autores, destacando que en la mayor parte de las veces, la elevación
entregada por Covián y Stowhas para Pexc=0.5, las observaciones remotas caen dentro de su
error estándar siendo adecuadas para casi todo el territorio analizado, sin embargo en verano
y otoño aparecen fuertes sub-estimaciones de las mismas. Por otra parte el estudio de Peña y
Vidal (1993) si bien entrega valores promedio contrastables con las observaciones en
invierno, también queda bastante por debajo de eventos observados en otras épocas del año.
 Tabla 1. Mediana de elevación de línea de nieves por latitud del centro de gravedad de
cada cuenca estimada, por estación. Estimadas en este estudio y su comparación con otros
estudios.

Otoño -
Verano Invierno Otoño Primavera Anual
Primavera

Covián y Covián y Covián y Peña y

Latitud
Estimado1 Stowhas Estimado Stowhas Estimado Estimado Stowhas Vidal
Sur
0.5 0.5 0.5 (1993)2
-28.05 - 4613 3140 2234 3303 - 3495 2620
-29.00 - 4236 2585 2004 3136 - 3223 2490
-29.60 - 4018 2819 1875 3155 4142 3067 2420
-30.00 4194 3882 2884 1795 2874 3687 2968 2350
-32.00 3696 3294 2278 1455 2402 3020 2537 2080
-32.70 3332 3122 2284 1356 2383 2949 2407 2010
-33.25 4163 2999 2180 1284 2275 2744 2311 1940
-33.65 3784 2915 2189 1235 2237 2759 2245 1870
-34.30 2980 2789 1745 1160 1950 2320 2143 1640
-34.80 2748 2701 1672 1107 1839 2299 2069 1470
-36.00 2173 2515 1415 991 1573 1853 1905 1150

5. CONCLUSIONES

Los resultados encontrados implican que para eventos de otoño y verano, se han observado
eventos con condiciones de línea de nieve más elevadas que las estimadas por métodos
convencionales. Este hecho sumado a las tendencias en los cambios de la isoterma cero
observados (Carrasco et al. 2005) y un clima en época de cambio, sugieren que métodos
estadísticos necesitan ser revisados a modo de asegurar diseños hidráulicos seguros,
especialmente en cuencas sin información fluviométrica.

El uso de nuevas técnicas de observación. permitirán tener mejores herramientas para la

alerta temprana de crecidas y fenómenos de remoción en masa, que son favorecidos por
eventos de precipitación más cálidos; y cuyas proyecciones climáticas se espera contribuyan
a un cambio sustancial en eventos extremos de crecida, como lo avalan otros estudios (eg.
Lagos y Vargas, 2014; Lagos et al. 2015; Seguel y Stowhas, 1985), pues en cuencas de
régimen hidrológico mixto, tanto la precipitación, como las condiciones iniciales de un
sistema, y la elevación de la línea de nieves, determinarán que tan severa será una crecida.

1
Estimado con imágenes MODIS procesadas.
2
Estimado como la latitud más cercana a la cuenca representativa de la zona de estudio.
AGRADECIMIENTOS

Se agradece la colaboración de los Ingenieros Civil, MSc. Alex Garcés y Nicolás Vásquez al
compartir las imágenes procesadas para la cuenca del río Huasco (El Tránsito y El Carmen)
y del río Elqui respectivamente. Del mismo modo se agradece la revisión de los dos autores
anónimos que contribuyeron en mejorar la calidad del mismo.

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